Siguiendo A Cristo
Siguiendo A Cristo
Siguiendo A Cristo
Introducción:
Seguir a un maestro significaba aceptar su enseñanza, pero cuando lo acompañaban, se suponía que
los discípulos caminaban literalmente detrás de él, hacia un lado o el otro.
Los alumnos también servían a su maestro en muchas formas prácticas, desde acomodar los bancos en el
cuarto que se usaba para la enseñanza, hasta cocinar para él. Era una práctica común en tiempos de Jesús.
Jesús hace un llamado para que lo sigan. Y seguir a Cristo significaba creer que Él era el Mesías, el
Ungido, el enviado de Dios. Por ende significaba su salvación. Igualmente como en nuestros días había
mucha incredulidad, mucha comodidad, excusas, religiosidad.
El mismo llamado Dios hace ahora mismo cuando los predicadores de hoy recuerdan el mensaje del
Señor Jesucristo. Y las personas que lo oyen deben tomar una decisión si aceptan la invitación del Señor y
no es de los hombres.
1. Uno se le acercó a Jesús y le manifestó el deseo de seguirlo a donde ellos fueran v.57
Mateo 8:19 lo identifica como un escriba. Este hombre estaba rompiendo con sus colegas
escribas al declarar públicamente su deseo de seguir a Jesús.
Jesús sabía que este escriba no había tenido en cuenta el costo de los términos de
sufrimiento y dificultades. (Pruebas en la vida del cristiano)
Solo era una emoción, un entusiasmo.
Jesús le expresa que el Hijo del Hombre (el Mesías) quien es Rey no tiene un lugar donde
reposar. v. 58
El que seguía a Cristo no tenía una almohada suave o una casa cómoda. Tenía que
depender de otros para que lo hospedaran.
Algunas personas podían estar pensando que había algún futuro en seguir a este hombre
llamado Jesús. Especialmente porque los judíos esperaban la liberación de su pueblo. Y
esperaban un reino próspero donde este hombre se emocionaba verse como parte de sus
discípulos como algo que iba a recibir en ese reino. Jesús no lo rechaza a él pero le hace ver
el costo de seguirlo.
1. Jesús ahora le hace a otro el llamado: Sígueme. Pero este no ofreció su ida voluntariamente sino que
condicionó a Jesús para seguirle.
El llamado que Jesús le hizo no solo fue para seguirlo sino para predicar el mensaje de Jesús
2. Había un pretexto para no obedecerlo. Al parecer su padre no estaba muerto sino que estaba
anciano y quería esperar a estar libre para predicar el reino de Dios. Tenía una excusa familiar.
3. La respuesta de Jesús fue que los muertos entierren a sus muertos. Y tú ve y anuncia el reino de
Dios. v.60.
Jesús usó la palabra “muertos” en dos sentidos: material y espiritual. Los espiritualmente
muertos deben enterrar a los muertos físicamente. Tenía que ver con prioridades.
Tenía que ver con prioridades y lo que el hijo quería era demorar. Predicar el Reino de Dios
era más importante que no podía esperar.
4. Cuantos de nosotros al recibir el llamado de Dios también ponemos excusas para posponer
nuestra decisión. “Un día lo voy a hacer, cuando haya arreglado esto. Sí lo voy a hacer, pero
otro día”. Esto refleja que Dios no tiene el primer lugar en nuestra vida.
PARA SEGUIR A CRISTO HOY EN DIA, NO TENEMOS QUE MIRAR LAS COSAS DE
ESTE MUNDO SINO A CRISTO. VS. 61-62.
2. Pero pide tiempo para ir a despedirse de su familia. Usted sabe cómo son las despedidas
familiares. Se llora, se abrazan, se hace el cuestionamiento porque te vas a ir, mira aquí estás
bien, etc.
3. La respuesta de Jesús: Ninguno, que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás es apto para
el reino de Dios. v.62.
El agricultor de Palestina que realizaba su faena guiando el arado con una mano y con la otra
dirigiendo el buey; no podía quitar sus manos de las riendas ni del arado para no apartarse de la
línea trazada para el surco. De la misma manera, el discípulo que fácilmente se aparta del reino no es
digno de él.
4. Jesús sabía que la mirada no la tenía en el llamado que le estaba haciendo, sino en su familia.
Recuerde la historia de la esposa de Lot en Sodoma y Gomorra. Se volteó a ver, pensando en sus
posesiones materiales, amigos o amigas, recuerdos etc. Se convirtió en una estatua de sal.
CONCLUSIÓN
1. Dios sigue llamando a que todas las personas vengan a Cristo para ser salvos de la condenación
eterna.
3. Cada uno de nosotros estamos aquí con un propósito, fue Dios mismo el que a través de su Espíritu
Santo lo trajo hasta aquí.
4. ¿Qué respuesta le dará al Señor? ¿Seguiremos tal como estamos? O diremos “Señor, aquí está mi
vida, me rindo a tus pies, haz lo que tú quieras conmigo. Te voy a seguir, quiero obedecerte hoy”. La
invitación es Dios. Recíbala hoy, abra su corazón a Dios. Hay oportunidad para usted, Dios le ama.