Miguel de Jesús Alvarado Esquivel. La Jurisprudencia en La Nueva Ley de Amparo
Miguel de Jesús Alvarado Esquivel. La Jurisprudencia en La Nueva Ley de Amparo
Miguel de Jesús Alvarado Esquivel. La Jurisprudencia en La Nueva Ley de Amparo
I. Introducción
La jurisprudencia, entendida en su concepción actual y genéricamente considerada
como la interpretación judicial de la ley, es una de las muchas figuras que ha sufrido
diversas modificaciones en la nueva Ley de Amparo (en adelante, LA)1.
Algunas de estas modificaciones afectan, nada menos, que a la creación de la
jurisprudencia; otras, a los órganos que la establecen; el resto, son sólo retoques o
ajustes menores a la legislación anterior.
En realidad, el resultado de todo ello ha sido, a mi juicio, desafortunado, pues,
como veremos adelante, el legislador federal ha perdido, una vez más, una valiosa
oportunidad para regular, con conocimiento de la justicia y buena técnica, a la ju-
risprudencia.
* Magistrado de Circuito. Doctor en Derecho por la Universidad de Salamanca, España; Doctor en Derecho Fiscal
por la Universidad Nacional Autónoma de México; profesor de la Universidad Panamericana; Ex coordinador General de
Compilación y Sistematización de Tesis de la honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación; Ex Miembro del Comité
Académico del Instituto de la Judicatura Federal.
1
Publicada en el Diario Oficial de la Federación el 2 de abril de 2013. En vigor a partir del día siguiente.
189
Lo más grave de todo ello es que el legislador sigue permitiendo que nuestro país
— quizá— sea el único en el mundo en el que tribunales terminales, como lo son las
salas de la honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación (en adelante, SCJN), los
tribunales colegiados de circuito (en adelante, TCC), y ahora, los plenos de circuito
(en adelante, PC), resuelvan –sin recurso o remedio jurídico alguno que lo impida–
asuntos o fijen criterios de interpretación legal diversos, lo que se traduce, es evidente,
en tratos diferenciados y ajenos o, más bien, contrarios a los derechos fundamentales
de igualdad y seguridad jurídica de los gobernados, ya que tales órganos del Poder
Judicial de la Federación (en adelante, PJF), pueden resolver asuntos iguales, pero de
manera completamente diversa, tratando así a los justiciables con un mismo proble-
ma jurídico, de forma distinta y, con ello, produciendo dos o más criterios jurídicos
antagónicos, que nadie sabe —salvo la suerte de cada litigante— cuál se aplicará en
un juicio o controversia.
No obstante este absurdo sistema de impartir justicia permitido, consciente o
inconscientemente, por el legislador federal, el presente trabajo tiene por objeto dar
a conocer y comentar la regulación de la jurisprudencia en la nueva LA, destacando,
sobre todo, las novedades que en este tema introdujo esta reciente legislación y, desde
luego, criticando lo bueno y lo malo de ella.
Ahora bien, para conseguir el objetivo anterior con un mínimo de metodología,
me ha parecido conveniente organizar el contenido de este artículo siguiendo el mis-
mo orden que dan los cinco capítulos y quince artículos (215 a 230) en que se divide
el Título Cuarto y que se transcriben enseguida con negritas, denominado “Jurispru-
dencia y Declaratoria General de Inconstitucionalidad ”, de la nueva LA.
Al final del recorrido anterior, me permito sentar la conclusión de mi análisis y
formular algunas propuestas de reforma a la actual regulación de la LA sobre la juris-
prudencia, relacionando por último las obras de la bibliografía consultada.
Como puede verse en la gráfica anterior, una primera novedad que tiene la LA,
generada por la reforma, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 6 de junio
de 2011, a los artículos 94 y 107 de la Constitución Federal (en adelante, CF), es la
creación en nuestro país de un nuevo órgano generador de jurisprudencia: los PC2.
Corte de Justicia de la Nación, los mismos Plenos de Circuito, así como los órganos a que
se refiere el párrafo anterior, podrán denunciar la contradicción ante la Suprema Corte
de Justicia, con el objeto de que el Pleno o la Sala respectiva, decida la tesis que deberá
prevalecer.
Las resoluciones que pronuncien el Pleno o las Salas de la Suprema Corte de Justicia así
como los Plenos de Circuito conforme a los párrafos anteriores, sólo tendrán el efecto de
fijar la jurisprudencia y no afectarán las situaciones jurídicas concretas derivadas de las
sentencias dictadas en los juicios en que hubiese ocurrido la contradicción…
3
En general, por tesis debemos entender el criterio jurídico aplicado al resolver un determinado asunto.
Del precepto anterior, se desprende con claridad que en materia de amparo existen
tres vías o métodos para integrar jurisprudencia. Una de ellas es otra de las novedades
que trajo la LA. Me refiero a la sustitución. Gráficamente estas tres vías o métodos
son los siguientes4:
Ahora bien, ¿qué órganos del PJF pueden emitir jurisprudencia vía reiteración?
La respuesta la tiene el siguiente artículo: Artículo 216. La jurisprudencia por reite-
ración se establece por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, funcionando en
pleno o en salas, o por los tribunales colegiados de circuito.
Del artículo anterior tenemos que los órganos del PJF competentes para emitir
jurisprudencia por reiteración, son los tres siguientes:
• El Pleno de la H. SCJN
• Las Salas de la H. SCJN
• Los Tribunales Colegiados de Circuito
4
En realidad, son cuatro los sistemas para crear jurisprudencia en materia de amparo, ya que hay que agregar la que
se realiza a través de la resolución de acciones de inconstitucionalidad y controversias constitucionales, conocida como el
método del precedente, ya que basta una sola ejecutoria aprobada por cuando menos ocho de los once Ministros del Tri-
bunal Pleno de la honorable SCJN para generar una jurisprudencia que puede ser perfectamente aplicable a la materia de
amparo. Vid., al respecto, la jurisprudencia de rubro: “JURISPRUDENCIA. TIENEN ESE CARÁCTER LAS RAZONES
CONTENIDAS EN LOS CONSIDERANDOS QUE RINDEN LOS RESOLUTIVOS DE LAS SENTENCIAS EN CON-
TROVERSIAS CONSTITUCIONALES Y ACCIONES DE INCONSTITUCIONALIDAD, POR LO QUE SON OBLI-
GATORIAS PARA LOS TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO EN TÉRMINOS DEL ACUERDO GENERAL
5/2001 DEL PLENO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN”. Primera Sala, Tesis 1a./J.2/2004,
Novena Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XIX, Marzo de 2004, p. 130, No. de registro del
IUS 181,938.
Por tanto, los órganos del PFJ competentes para emitir en materia de amparo
jurisprudencia por resolución de contradicción de tesis, son los siguientes:
• El Pleno de la H. SCJN
• Las Salas de la H. SCJN
• Los PC
De lo anterior deriva también, por exclusión, que los TCC son órganos incom-
petentes para emitir jurisprudencia vía contradicción de tesis. Serían órganos genera-
dores de la contradicción de tesis, pero no órganos productores de la jurisprudencia
por esta vía.
7
Para mayor información sobre el concepto y antecedentes históricos de la obligatoriedad Vid. La jurisprudencia. Su
integración, SCJN, México, 2005, pp. 65 y ss.
Ahora bien, el artículo 217 transcrito y las cuatro gráficas anteriores sólo preten-
den significar dos reglas básicas de la obligatoriedad de la jurisprudencia: 1a.) Afec-
ta únicamente a órganos jurisdiccionales, y 2a.) Siempre es vertical descendente, es
decir, opera sólo frente a órganos jurisdiccionales inferiores, por lo que no rige entre
pares y, mucho menos, frente a los superiores jurisdiccionales.8
8
Para conocer más sobre esta problemática puede consultarse mi trabajo “Las veinticinco principales reglas de la
obligatoriedad de la jurisprudencia del Poder Judicial de la Federación”, en Criterio y Conducta, Revista del Instituto de
Investigaciones Jurisprudenciales y de Promoción de la Ética Judicial, Número 9, SCJN, enero-junio, 2001.
Mención especial merece la parte final del segundo párrafo del propio artículo
217 de la LA, al disponer que la jurisprudencia que establezcan los PC sólo rige para
los órganos jurisdiccionales inferiores “que se ubiquen dentro del circuito correspon-
diente”.
La frase anterior, en mi opinión, establece una limitante de dudosa justificación,
ya que la jurisprudencia de los PC puede generarse en materia común, es decir, en
amparo; o bien, sobre legislación federal, o respecto de legislaciones locales pertene-
cientes a un circuito, pero con textos idénticos o similares a la de otro(s) circuito(s).
De no existir la limitante anterior, a mi juicio, podrían ahorrarse contradic-
ciones de tesis de TC de dos o más circuitos que se generen porque tales tribunales
interpreten libremente la legislación de amparo o normas generales locales idénticas
o, simplemente, legislación federal y, por tanto, aplicable en todo el país.
Además, también se evitaría que la honorable SCJN tenga que resolver poste-
riormente contradicciones de tesis de TC de diversos circuitos, lo cual hace perder
también la finalidad última de los PC, que es evitar que subsistan contradicciones de
tesis de los TCC que lesionan el derecho fundamental de seguridad jurídica de los
gobernados, como se reconoce en la siguiente jurisprudencia:
Por otro lado, una de las novedades más valiosas que a mi juicio trajo la LA para
salvaguardar también el derecho fundamental a la seguridad jurídica de los justicia-
bles, es la contenida en el último párrafo del artículo 217 que ahora se examina, el
cual dispone lo que sigue: “La jurisprudencia en ningún caso tendrá efecto retroacti-
vo en perjuicio de persona alguna.”
nueva orientación que tiene efectos retroactivos, es decir, cuando se le aplica poste-
riormente por el tribunal al resolver en definitiva la controversia.10
Sin embargo, en mi opinión, la eficacia retroactiva de la jurisprudencia sólo pue-
de referirse a los casos en los que el justiciable actúa con base en una jurisprudencia
que, posteriormente, resulta alterada por una nueva orientación que tiene efectos re-
troactivos, es decir, que afecta situaciones jurídicas o estados procesales realizados en
el pasado, precisamente, con base o, más aún, obligado por la jurisprudencia objeto
de esa alteración.
Consecuentemente, considero que un requisito indispensable para que opere el
efecto retroactivo de la jurisprudencia es que el gobernado, confiado en ella, actúe
con base en la jurisprudencia superada, al estar obligado a obedecerla, es decir, sin
tener la libertad jurídica de actuar de otra manera, adoptando un comportamiento
que se enmarca en el supuesto de hecho y las consecuencias jurídicas de la jurispru-
dencia superada.11
De esta forma, si el particular actúa con base en una jurisprudencia, que entien-
de en su momento aplicable a su caso, pero su comportamiento es valorado y resuelto
por otra jurisprudencia que desconocía al momento de promover su acción, entonces
estamos en presencia de la retroactividad de la jurisprudencia y, por tanto, de una
grave afectación a la seguridad jurídica del gobernado.12
Así es, el efecto retroactivo de la jurisprudencia se presenta cuando el justiciable
actúa o se ve obligado, pero también calculando que, si aplica la jurisprudencia X,
tendrá la consecuencia A, pero acaba siendo obligado a soportar la consecuencia B,
en virtud de la aplicación, a posteriori, de la jurisprudencia C, inexistente en el mo-
mento de agotarse el acto jurídico o ejercitar su acción.
La retroactividad, por tanto, implica aplicar una jurisprudencia a un gobernado
que ignoraba su existencia o no podía razonablemente contar con ella. En un len-
guaje más expresivo, actúa esperando pan y recibe piedras. Y, precisamente por estas
razones, la seguridad jurídica no tolera la retroactividad.
10
“De la misma manera que existe un principio general de no retroactividad de la ley, no favorable o restrictiva de los
derechos fundamentales, tal principio debe ser igualmente aplicable a la jurisprudencia y, más en concreto, a los cambios de
criterio jurisprudenciales”, es la opinión de Orozco Muñoz, M., “La creación judicial del Derecho y el precedente vinculante”,
Arazadi, Thomson Reuters, Navarra, 2011.
11
Ello porque, como enseña el profesor César García Novoa, “El seguimiento de líneas jurisprudenciales uniformes,
por un lado, incentiva a los ciudadanos a adecuar sus conductas a las mismas en el convencimiento de que ello les evitará
problemas jurídicos, y por el otro, induce a las partes en conflicto a resolver sus controversias a la luz de esos precedentes”,
“El principio de seguridad jurídica en materia tributaria”, Marcial Pons, Madrid, 2000, p. 205.
12
Ferreres, V. y J. A. Xiol, señalan que como “la jurisprudencia complementa la ley, constituye su forma de aplica-
ción, por lo que cuando el cambio de criterio jurisprudencial comporta una vulneración de principios constitucionales de
garantía, produce efectos discriminatorios o conlleva la modificación de la situación de confianza consolidada en función
de la cual se ha podido actuar”, “El carácter vinculante de la jurisprudencia”, Fontamara, México, 2010, p. 94.
Fecha de la emisión
y publicación
Pasado de la nueva jurisprudencia Futuro
Artículo 218. Cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los Plenos de Circuito o
los tribunales colegiados de circuito establezcan un criterio relevante, se elaborará la tesis
respectiva, la cual deberá contener:
I. El título que identifique el tema que se trata;
II. El subtítulo que señale sintéticamente el criterio que se sustenta;
III. Las consideraciones interpretativas mediante las cuales el órgano jurisdiccional haya
establecido el criterio;
IV. Cuando el criterio se refiera a la interpretación de una norma, la identificación de
ésta; y
V. Los datos de identificación del asunto, el número de tesis, el órgano jurisdiccional que la
dictó y las votaciones emitidas al aprobar el asunto y, en su caso, en relación con el criterio
sustentado en la tesis.
Además de los elementos señalados en las fracciones I, II, III y IV de este artículo, la
jurisprudencia emitida por contradicción o sustitución deberá contener, según sea el caso,
los datos de identificación de las tesis que contiendan en la contradicción o de la tesis que
resulte sustituida, el órgano que las emitió, así como la votación emitida durante las sesio-
nes en que tales contradicciones o sustituciones se resuelvan.
La norma recién transcrita contiene otra valiosa novedad, que consiste en la po-
sibilidad de que los órganos emisores de la jurisprudencia den a conocer todo aquel
criterio que consideren “relevante”.13
Hablo de posibilidad porque, al igual que la jurisprudencia, la elaboración y
publicación de estos “criterios relevantes” no deja de ser potestativo para sus órganos
emisores; es decir, la elaboración y publicación de tales “criterios relevantes”, no cons-
tituye una necesidad/obligación para dichos órganos. Sin embargo, considero que
muchos de estos criterios podrán constituir embriones de las futuras jurisprudencias
que, de elaborarse y publicarse, constituirán, a mi juicio, tendencias interpretativas
de la legislación involucrada que permitirán vislumbrar con buena dosis de seguridad
jurídica la forma en que sus tribunales emisores resolverán en el futuro.
Artículo 219. El pleno o las salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los Plenos
de Circuito o los tribunales colegiados de circuito deberán remitir las tesis en el plazo de
quince días a la dependencia de la Suprema Corte de Justicia encargada del Semanario
Judicial de la Federación, para su publicación.
Artículo 220. En el Semanario Judicial de la Federación se publicarán las tesis que se
reciban y se distribuirá en forma eficiente para facilitar su conocimiento.
Igualmente se publicarán las resoluciones necesarias para constituir, interrumpir o susti-
tuir la jurisprudencia y los votos particulares. También se publicarán las resoluciones que
los órganos jurisdiccionales competentes estimen pertinentes.
su desacato.
En efecto, la publicación de la jurisprudencia debe realizarse a través de todos
los medios posibles. En la actualidad, la publicación se realiza en versión de libro, es
decir a través del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta (en adelante, SJFG),
así como en su versión electrónica, o sea, a través de las páginas de intranet e internet
de la honorable SCJN.
Sin embargo, ¿a partir de qué fecha resulta obligatoria?
La respuesta a la pregunta anterior la da, en parte, la siguiente tesis:
No obstante, considero que falta establecer en la LA, por un lado, una fecha a
partir de la cual se estima publicada la jurisprudencia y, por el otro, un plazo razo-
nable para que los órganos jurisdiccionales a quienes obliga, así como para que las
partes del juicio de amparo, se consideren sabedores de ella. De otra manera, la pu-
blicación de la jurisprudencia, paradójicamente, será sólo una fuente de inseguridad
jurídica para todos.
Como una simple idea, considero que dicho plazo podría ser un mes, certificado
y contado a partir de que el SJFG fue recibido oficialmente por cada órgano jurisdic-
cional obligado; que fue puesto a la venta al público en general, o bien, que se subió
a las páginas de internet de nuestro Máximo Tribunal del país.
Ahora, por lo que hace a las partes en el juicio de amparo, el artículo siguiente
establece la forma en que deben citar la jurisprudencia, así como los “precedentes”, es
decir, a los asuntos cuyas ejecutorias podrían constituir, en el futuro y de cumplirse
[J]; 10a. Época; Pleno; S.J.F. y su Gaceta; Libro III, Diciembre de 2011, Tomo 1; p. 12,
jurisprudencia del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Tienen ese carác-
ter vinculan al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación las consideraciones
sustentadas en una acción de inconstitucionalidad cuando se aprueban por ocho votos o
más...
Los preceptos siguientes establecen los requisitos para generar jurisprudencia por la
vía o método de reiteración:
CAPÍTULO II
JURISPRUDENCIA POR REITERACIÓN DE CRITERIOS
Artículo 222. La jurisprudencia por reiteración del pleno de la Suprema Corte de Justi-
cia de la Nación se establece cuando se sustente un mismo criterio en cinco sentencias no
interrumpidas por otra en contrario, resueltas en diferentes sesiones, por una mayoría de
cuando menos ocho votos.
Artículo 223. La jurisprudencia por reiteración de las salas de la Suprema Corte de Jus-
ticia de la Nación se establece cuando se sustente un mismo criterio en cinco sentencias no
interrumpidas por otra en contrario, resueltas en diferentes sesiones, por una mayoría de
cuando menos cuatro votos.
De los textos legales anteriores se desprende que subsisten los requisitos de que
sean cinco ejecutorias consecutivas, es decir, sin ninguna en contrario entre ellas, así
como la votación calificada del órgano emisor (ocho tratándose del Pleno y cinco
tratándose de las Salas de la H. SCJN, y la unanimidad en el caso de los TCC).
Pero otra valiosa novedad que trajo la nueva LA, es la relativa a que tanto la
SCJN, funcionando en Pleno o en Salas, así como los TCC, no podrán emitir ju-
risprudencia por reiteración, como ocurría con la L.A. abrogada, en una sola sesión,
sino que tendrán que emitir las cinco sentencias consecutivas necesarias para su for-
mación “en diferentes sesiones”, lo cual, a mi juicio, permitirá una verdadera “reite-
ración”, pues ésta exige examinar y discutir en lo particular cada uno de los cinco
asuntos que permitan su integración. Esto, sobre todo, porque cada litigante piensa
y ataca de manera distinta a los otros, por lo que los conceptos de violación o agravio
permitirán confirmar o apartarse del criterio adoptado en el primer y posteriores
asuntos, cocinándose así a fuego lento la jurisprudencia por reiteración y, al mismo
tiempo, evitándose el fraude a la L.A. que se producía cuando en una sola sesión y
discutiéndose en realidad un sólo asunto, se producía jurisprudencia sin ninguna
reiteración verdadera.14
14
Reiteración es la acción y efecto de reiterar. Del latín reiterare, repetir, de re otra vez, volver a. Por ello, reiterar
significa volver a decir o hacer algo.
CAPÍTULO III
JURISPRUDENCIA POR CONTRADICCIÓN DE TESIS
Artículo 225. La jurisprudencia por contradicción se establece al dilucidar los criterios
discrepantes sostenidos entre las salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, entre
los Plenos de Circuito o entre los tribunales colegiados de circuito, en los asuntos de su
competencia.
15
Sólo como información complementaria a lo que estoy criticando, puede leerse la siguiente jurisprudencia: “CON-
TRADICCIÓN DE TESIS. SU NATURALEZA JURÍDICA. El artículo 197-A de la Ley de Amparo dispone que: “Cuando
los Tribunales Colegiados de Circuito sustenten tesis contradictorias en los juicios de amparo de su competencia, los Ministros de la
Suprema Corte de Justicia, el procurador general de la República, los mencionados tribunales o los Magistrados que los integren,
o las partes que intervinieron en los juicios en que tales tesis hubieran sido sustentadas, podrán denunciar la contradicción ante la
Suprema Corte de Justicia, la que decidirá cuál tesis debe prevalecer ... La resolución que se dicte no afectará las situaciones jurí-
dicas concretas derivadas de los juicios en los cuales se hubiesen dictado las sentencias contradictorias ...”. La fracción VIII, último
párrafo y la fracción IX del artículo 107 constitucional establecen, como regla general, la inimpugnabilidad de las resoluciones que
en materia de amparo pronuncien los Tribunales Colegiados y, como caso de excepción, en los supuestos que la propia Constitución
y la ley relativa establecen. Consecuentemente, la contradicción de tesis no constituye un recurso de aclaración de senten-
cia ni de revisión, sino una forma o sistema de integración de jurisprudencia, cuya finalidad es preservar la unidad
de interpretación de las normas que conforman el orden jurídico nacional, decidiendo los criterios que deben preva-
lecer cuando existe oposición entre los que sustenten los mencionados órganos jurisdiccionales en torno a un mismo
problema legal, sin que se afecten las situaciones jurídicas concretas derivadas de los juicios en los cuales se hubiesen
emitido dichos criterios.” Novena Época, Primera Sala, SJFG, Tomo VI, diciembre de 1997, p. 241. Las negritas son mías.
Por otra parte, el artículo siguiente es también una buena prueba de la poca
preocupación que sobre la Justicia tiene nuestro legislador. En efecto, como hemos
visto, la contradicción de tesis significa –hay que decirlo con todas sus letras– que
se administra Justicia según el número, criterio o tribunal de amparo que conozca
del juicio correspondiente; sin embargo, a pesar de que la contradicción de tesis
constituya — ya lo acredité— una grave afectación a los derechos fundamentales de
igualdad y seguridad jurídicas de los gobernados, el legislador no legitima, como a
mi juicio debería de ser, a cualquier persona que tenga conocimiento de ella, sino que
sólo otorga esa legitimación a los siguientes sujetos:
Artículo 227. La legitimación para denunciar las contradicciones de tesis se ajustará a las
siguientes reglas:
I. Las contradicciones a las que se refiere la fracción I del artículo anterior podrán ser
denunciadas ante el pleno de la Suprema Corte de Justicia por los ministros, los Plenos
de Circuito, los tribunales colegiados de circuito y sus integrantes, los jueces de distrito, el
Procurador General de la República, o las partes en los asuntos que las motivaron.
II. Las contradicciones a las que se refiere la fracción II del artículo anterior podrán ser
denunciadas ante la Suprema Corte de Justicia por los ministros, los Plenos de Circuito
o los tribunales colegiados de circuito y sus integrantes, que hayan sustentado las tesis
discrepantes, el Procurador General de la República, los jueces de distrito, o las partes en
los asuntos que las motivaron.
III. Las contradicciones a las que se refiere la fracción III del artículo anterior podrán ser
denunciadas ante los Plenos de Circuito por el Procurador General de la República, los
mencionados tribunales y sus integrantes, los jueces de distrito o las partes en los asuntos
que las motivaron.
• Los PC
La jurisprudencia es un ser vivo, como cualquier humano o vegetal. Por ello, pasa por
su vida por diversos momentos existenciales. Nace, se desarrolla y se aplica y, como
cualquier otro ser vivo, también muere.
16
Sinceramente, no encuentro justificación para que esta autoridad deba ser escuchada en el procedimiento de
contradicción de tesis. Este “representante social” o “abogado de la Nación”, en la práctica, sólo ha servido para retardar la
resolución de la lastimosa contradicción de tesis. En contados casos emite opinión. Incluso, en casos en los que sí debería
intervenir, como cuando se trata, por ejemplo, de menores de edad, incapaces u otros grupos vulnerables, no lo hace. La
LA abrogada le otorgaba 30 días (¡hábiles!) para emitir “opinión”. La nueva LA olvidó establecer el procedimiento de la
contradicción de tesis. ¿Cuántos días se le darán? Quizá deberá aplicarse aquí la supletoriedad del Código Federal de Pro-
cedimientos Civiles. De cualquier manera, considero que la contradicción de tesis es un asunto judicial y no político, de
ahí que estime que la citada autoridad no debe intervenir en estos casos. Además, si las partes del juicio de amparo tienen
legitimación para denunciar las posibles contradicciones de tesis, entonces que la formule el Ministerio Público Federal
adscrito al tribunal de amparo, que es un subordinado de dicha autoridad.
La jurisprudencia tiene dos armas letales: la reforma a la ley que la vio nacer y
su interrupción.17
Para que se dé este último fenómeno se requiere lo que la norma siguiente establece:
CAPÍTULO IV
INTERRUPCIÓN DE LA JURISPRUDENCIA
17
“Interrupción” es la acción y efecto de “interrumpir”, que deriva del latín interrumpere, que significa cortar la con-
tinuidad de algo en el lugar o en el tiempo. Vid. Gómez de Silva, G., “Breve diccionario...””, op. cit,, p. 385.
Como ya se dijo, la L.A. reconoce como un nuevo método para integrar jurispruden-
cia a la sustitución, en los siguientes términos:
CAPÍTULO V
JURISPRUDENCIA POR SUSTITUCIÓN
Sustituir viene del latín substituere, que significa “ponerse o ser puesto en el lugar
en que estaba otra cosa o persona”. También “poner una cosa o persona en el sitio en que
18
Moliner, M., “Diccionario...”, op.cit., p. 2798.
19
Como un simple ejemplo que acredita claramente que la modificación servía en realidad para sustituir una ju-
risprudencia por otra, pueden leerse las siguientes dos tesis: “CONTROL JUDICIAL DE LA CONSTITUCIÓN. ES
ATRIBUCIÓN EXCLUSIVA DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN. La supremacía constitucional se configura
como un principio consustancial del sistema jurídico-político mexicano, que descansa en la expresión primaria de la soberanía
en la expedición de la Constitución, y que por ello coloca a ésta por encima de todas las leyes y de todas las autoridades, de ahí
que las actuaciones de éstas deben ajustarse estrictamente a las disposiciones de aquélla. En este sentido, más que una facultad,
la supremacía constitucional impone a toda autoridad el deber de ajustar a los preceptos fundamentales, los actos desplegados en
ejercicio de sus atribuciones. Por tanto, si bien es cierto que los tres Poderes de la Unión deben observar la Ley Suprema, no puede
afirmarse que por esta razón, las autoridades puedan, por sí y ante sí, en el ejercicio de funciones materialmente jurisdiccionales,
examinar la constitucionalidad de sus propios actos o de los ajenos, toda vez que, al respecto, la propia Constitución consagra,
en sus artículos 103 y 107, un medio de defensa exprofeso, por vía de acción, como es el juicio de amparo y lo encomienda, en
exclusiva, al Poder Judicial de la Federación, sentando las bases de su procedencia y tramitación.”, Tesis: P./J. 73/99, Novena
Época, Pleno, Jurisprudencia, SJFG, Tomo X, agosto de 1999, p. 18, y “CONTROL DIFUSO DE LA CONSTITUCIO-
NALIDAD DE NORMAS GENERALES. NO LO AUTORIZA EL ARTÍCULO 133 DE LA CONSTITUCIÓN. El texto
expreso del artículo 133 de la Constitución Federal previene que “Los Jueces de cada Estado se arreglarán a dicha Constitución,
leyes y tratados a pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber en las Constituciones o leyes de los Estados.”. En dicho
sentido literal llegó a pronunciarse la Suprema Corte de Justicia; sin embargo, la postura sustentada con posterioridad por este Alto
Tribunal, de manera predominante, ha sido en otro sentido, tomando en cuenta una interpretación sistemática del precepto y los
principios que conforman nuestra Constitución. En efecto, esta Suprema Corte de Justicia de la Nación considera que el artículo
133 constitucional, no es fuente de facultades de control constitucional para las autoridades que ejercen funciones materialmente
jurisdiccionales, respecto de actos ajenos, como son las leyes emanadas del propio Congreso, ni de sus propias actuaciones, que
les permitan desconocer unos y otros, pues dicho precepto debe ser interpretado a la luz del régimen previsto por la propia Carta
Magna para ese efecto.”, Tesis: P./J. 74/99, Novena Época, Pleno, Jurisprudencia, SJFG, Tomo X, agosto de 1999, p. 5. Las
dos tesis antes transcritas, fueron “modificas”, mejor dicho, sustituidas por la siguiente: “CONTROL DIFUSO. Con motivo
de la entrada en vigor de los párrafos segundo y tercero del artículo 1o. constitucional modificados mediante Decreto publicado
en el Diario Oficial de la Federación el diez de junio de dos mil once, debe estimarse que han quedado sin efectos las tesis juris-
prudenciales P./J. 73/99 y P./J. 74/99, de rubros: “CONTROL JUDICIAL DE LA CONSTITUCIÓN. ES ATRIBUCIÓN
EXCLUSIVA DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN.” y “CONTROL DIFUSO DE LA CONSTITUCIONA-
LIDAD DE NORMAS GENERALES. NO LO AUTORIZA EL ARTÍCULO 133 DE LA CONSTITUCIÓN.”. Tesis: P.
I/2011 (10a.), Décima Época, Pleno, SJFG, Libro III, diciembre de 2011, Tomo 1, p. 549.
20
Para acreditar lo anterior basta con leer la siguiente tesis aislada: “MODIFICACIÓN DE JURISPRUDENCIA
DEL PLENO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. TIENE LEGITIMACIÓN PARA FOR-
MULARLA EL PROPIO ÓRGANO. Del análisis relacionado de los artículos 194 y 197 de la Ley de Amparo en cuanto
el primero previene la modificación de la jurisprudencia y el segundo señala, por una parte, los requisitos para que proceda su
solicitud y, por otra, que pueden hacerla las Salas de la Suprema Corte y los Ministros que las integran dirigiéndose al Pleno o
a la Sala correspondiente, debe inferirse que también tiene legitimación para pedir la modificación el propio órgano colegiado
plenario no sólo porque resulta lógico que si cada uno de sus integrantes la tiene aisladamente, debe poseerla cuando lo hacen cole-
giadamente, sino también porque la solicitud respectiva tiende a la seguridad jurídica a través del establecimiento de un
criterio obligatorio que se considere que debe sustituir al establecido en la jurisprudencia que, se considere, deba ser
modificada.” Novena Época; Pleno; SJFG; Tomo XXVIII, septiembre de 2008; p. 7. (Las negritas y el subrayado es mío).
VIII. Conclusión
jurídicas concretas de los juicios en los cuales se hayan dictado las sentencias que
sustentaron las tesis contradictorias.”
Referencias
Calvo Vidal, F. M., La jurisprudencia ¿Fuente del Derecho?, Lex Nova, Valladolid,
1992.
Díaz Romero, J., “Comentarios a las reformas constitucionales de 2011 sobre dere-
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la Suprema Corte de Justicia de la Nación, SCJN, México, 2012.
2005
Manili, P. L., La seguridad jurídica. Una deuda pendiente, Hammurabi, Buenos Ai-
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Méndez Paz, L., La jurisprudencia en México, Flores Editor, Universidad Juárez Au-
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