Putrefacción y Descomposición
Putrefacción y Descomposición
Putrefacción y Descomposición
Introducción
Bacterias y hongos
Las Bacterias y los Hongos son los principales agentes de descomposición, por lo que reciben
también el nombre de descomponedores. Actúan sobre la materia orgánica vegetal muerta y
sobre los productos de excreción y los cadáveres de los animales superiores. Los organismos
que viven de materia muerta se llaman saprofitos.Los organismos descomponedores
transforman la materia orgánica en nutrientes que pueden ser de nuevo utilizados por los
productores: así, la descomposición microbiana es la principal ruta de vuelta a la atmósfera del
dióxido de carbono absorbido inicialmente por las plantas durante la fotosíntesis.
La descomposición microbiana puede afectar a muchos otros aspectos de la vida. Las maderas
de construcción deben mantenerse secas o tratarse con conservantes para evitar su
descomposición. Hay que renovar con regularidad el agua almacenada para impedir la
descomposición selectiva de los componentes hidrocarbonados.
Los seres humanos han controlado de muchas formas la capacidad destructiva de los
microbios. La eliminación de aguas residuales es un buen ejemplo; pero los microorganismos
son también esenciales para limpiar la contaminación por petróleo, neutralizar la capacidad
tóxica de los metales pesados y descontaminar los vertederos. Aunque la descomposición
microbiana es causa de complicaciones, la vida pronto desaparecería de la Tierra sin la
colaboración de los microorganismos.
Cómo se forman las piedras preciosas
Ciclo de la Roca
Mientras que son pocas las piedras preciosas que originariamente se forman en el manto, la
mayoría se extrae de la corteza. La corteza está constituida por tres tipos de rocas, que en
geología se denominan ígneas, metamórficas y sedimentarias. Estos términos técnicos hacen
referencia a la manera en que se formaron las rocas. Algunas piedras preciosas están asociadas
especialmente con una roca, mientras que otras a múltiples tipos.
El proceso ígneo involucra la solidificación del magma. El magma del manto puede elevarse
hacia la corteza, por lo general a través de los tubos volcánicos. Si llega a la superficie de la
tierra, se solidifica y se trasforma en
lava. Por el contrario, si la masa de
magma se enfría lentamente en la
corteza, se cristaliza y forma
minerales. Los aumentos de
presión también pueden ocasionar
que este fluido pegmatítico se
infiltre en las rocas circundantes,
con frecuencia causando
intercambios químicos. De la larga
lista de piedras preciosas formadas
a partir de rocas ígneas, citamos el
grupo de los crisoberilos, todos los
cuarzos (incluida la amatista, el
citrino y el ametrino), los berilos
(esmeralda, la morganita y el
aguamarina), los granates, las piedras lunares, las apatitas, los diamantes, las espinelas, las
tanzanitas, las turmalinas, los topacios y los zircones.
Una vez que la roca ígnea alcanza la superficie de la tierra, las fuerzas de la erosión y de las
inclemencias climáticas forman partículas más pequeñas que se acumulan en la superficie o se
trasladan por el viento y agua. A medida que transcurre el tiempo, a partir de estos
sedimentos se forman capas en la tierra o en el agua. La presión ejercida por las capas
superiores provoca la compactación de las capas inferiores así como varios cambios químicos y
físicos, como la litificación, causante de la formación de las rocas sedimentarias. La
evaporación es otro proceso que genera la formación de rocas sedimentarias, a medida que el
goteo de aguas cargadas de minerales va formando estalactitas o estalagmitas. Entre las
piedras preciosas asociadas a las rocas sedimentarias se encuentran el jaspe, la malaquita, el
ópalo y el zircón.
Las rocas y los minerales están en cambio constante, lo cual se conoce como el Ciclo de la
Roca. Las rocas ígneas pueden transformarse en sedimentarias o metafóricas. Las
sedimentarias pueden cambiar a metamórficas o ígneas. Y las metamórficas pueden
transformarse en ígneas o sedimentarias. Pero esto requiere de paciencia.