Época Prehelénica
Época Prehelénica
La civilización minoica
Recibe este nombre, dado por Sir Arthur Evans en honor del mítico rey Minos, la
civilización floreciente en Creta desde el año 2000 a. C. ca. Cuyo predominio e
influencia en el mundo Egeo son manifiesta, con una evolución en la Edad del
Bronce muy distinta y propia. Su situación geográfica y la riqueza de su suelo le
proporcionaban pocos recursos minerales, pero en la parte este y centro grandes
praderas y mesetas pastorales, olivos, vides, robles, cipreses y en las partes norte y
este playas protegidas favorables para el atraque de barcos de todo tipo.
Antes del 2500 a. C. son escasos los restos de metales, salvo la obsidiana de Melos.
No obstante desde el 2500 al 2000 la población crece en número y la riqueza
gracias a los adelantos técnicos: predominio de herramientas de piedra y arcilla,
aun después de la introducción de la metalurgia.
Busto de Pericles. Hasta tal punto se identifica con su época, que se denomina
"siglo de Pericles" al siglo V a. C., especialmente a sus décadas centrales,
caracterizadas por el dominio de Atenas sobre Grecia (tanto en lo político y militar
-Imperio ateniense- como en lo cultural), y de Pericles sobre la democracia
ateniense.
Reconstrucción del templo de Artemisa en Éfeso, una de las siete maravillas del
mundo. También la Estatua de Zeus en Olimpia y el Mausoleo de Halicarnaso
corresponden de la época clásica griega, pues se datan en los siglos V y IV a. C.
respectivamente.
Estos soberanos supieron conservar y alentar el espíritu griego, tanto en las artes
como en las ciencias. Entre la gente culta y de la aristocracia «lo griego» era lo
importante y en este concepto educaban a sus hijos. El resto de la población de
estos reinos tan dispares (Egipto, Siria, Macedonia) no participaba del helenismo y
continuaba con sus costumbres, su lengua y sus religiones. Las ciudades-
estado griegas (Atenas, Esparta, Tebas…) habían llegado al declive y habían sido
sustituidas en importancia por las ciudades modernas
de Alejandría, Pérgamo y Antioquía, cuyo urbanismo y construcción no tenían
nada que ver con las anteriores. En todas ellas se hablaba la lengua griega, en la
variante llamada koiné (κoινή), que es un adjetivo griego que significa «común».
Vale decir, la lengua común o panhelénica, principal vehículo de cultura.
Es considerado como un período de transición entre el declive de la época clásica
griega y el ascenso del poder romano. Sin embargo, el esplendor de ciudades como
Alejandría, Antioquía o Pérgamo, la importancia de los cambios económicos, el
mestizaje cultural y el papel dominante del idioma griego y su difusión son
factores que modificaron profundamente el Oriente Medio antiguo en esta etapa.
Esta herencia cultural será asimilada por el mundo romano, surgiendo así con la
fusión de estas dos culturas lo que se conoce como «cultura clásica», fundamento
de la civilización occidental.
El término «helenístico» fue utilizado por primera vez por el historiador
alemán Johann Gustav Droysen en Geschichte des Hellenismus (1836 y 1843), a
partir de un criterio lingüístico y cultural, es decir, la difusión de la cultura propia
de las regiones en las que se hablaba el griego (ἑλληνίζειν – hellênizein), o
directamente relacionadas con la Hélade a través del propio idioma, un fenómeno
alentado por las clases gobernantes de origen heleno de aquellos territorios que
nunca tuvieron relación directa con Grecia, como pudo ser el caso
de Egipto, Bactriana o los territorios del Imperio seléucida. Este proceso de
helenización de los pueblos orientales, y la fusión o asimilación de rasgos
culturales orientales y griegos, tuvo continuidad, como se ha mencionado, bajo
el Imperio romano.
Los trabajos arqueológicos e históricos recientes conducen a la revalorización de
este período y, en particular, a dos aspectos característicos de la época: la
importancia de los grandes reinos dirigidos por las dinastías de origen griego o
macedónico (Lágidas, Seléucidas, Antigónidas, Atálidas, etc.), unida al cometido
determinante de decenas de ciudades cuya importancia fue mayor que la idea
comúnmente aceptada durante mucho tiempo.