Análisis Sociologico de Revista Cosmopolitan
Análisis Sociologico de Revista Cosmopolitan
Análisis Sociologico de Revista Cosmopolitan
El tercer titular establece una comparación entre la lectora y sus amigas que
tienen hijos. Esta nota evidentemente está destinada a la franja etaria más adulta
de su lectorado. La confesión “mis amigas ya tienen hijos” está acompañada por el
comentario “y qué?”, lo que introduce el quiebre entre la mujer tradicional,
dedicada a su familia y la mujer moderna dedicada a su vida personal. Con esta
marca, la revista busca diferenciarse de las expectativas propias de los mandatos
sociales más conservadores, como lo es la maternidad, lo que revelaría, en
apariencia, un discurso portador de una ideología más liberal con respecto al rol
social de la mujer, desnaturalizando el rol de madre. Mediante este mecanismo
intenta ganarse la confianza de sus lectoras, de aquellas que aún no son madres
ni lo planifican a corto plazo y/o de aquellas mujeres que entienden que ser mujer
no necesariamente significa ser madre.
Estos titulares nos permiten reconocer las contradicciones que emergen del
discurso de la revista. Por un lado, demuestran una clara intención de abogar por
la libertad de elegir de las mujeres, como la de ser madre o no, o la de tener una
tendencia sexual lésbica. Pero por el otro, implícitamente se observan
manifestaciones propias de una ideología patriarcal. Es decir que, pese a las
remisiones de aparente liberación femenina con las cuales se pretende mostrar
una resistencia a los mandatos dominantes, lo que pudimos observar es que
emergen ciertos detalles que no favorecen la imagen de mujer emancipada de la
dominación masculina, pues algunos ejemplos, como el de colocar la figura de la
amiga en contrapartida con la de la lectora, en vez de fomentar una solidaridad de
género promueve la competencia o rivalidad entre las mujeres. Esta es una
cuestión recurrente e implícita entre las líneas del discurso de Cosmopolitan y, por
lo tanto, analizarla bajo la lupa de teorías sociológicas nos permitirá identificar la
función social real del soporte en la construcción del imaginario del cuerpo de la
mujer.
Estos pequeños fragmentos-testimonios que suelen tener su espacio en la
portada, a modo de título de alguna nota, son un avance de la voz que construyen
de su lectorado femenino, indican su lugar asignado en la sociedad, lugar que la
revista promueve, y anticipan las actitudes esperadas de la mujer. Pero no sólo la
voz femenina aparece en forma de cita, sino que también el enunciador del
soporte toma su voz y la transmite en un discurso indirecto. Tal es el caso de los
testimonios indirectos, que también manifiestan una vigilancia de las actitudes y la
apariencia de la mujer, que encontramos en la sección “Cosmo Mandamientos”.
Aunque en ella no hay testimonios citados, sí se representan situaciones
cotidianas focalizadas y descriptas desde una mirada femenina, por ello las
podemos considerar un tipo de confesión. Los casos presentados en esta sección
hacen hincapié en las expectativas sociales que operan sobre el cuerpo femenino.
●
Para analizar sociológicamente el rol laboral de la mujer en Cosmopolitan,
tomaremos las conclusiones que surgieron en el análisis semiótico de la sección
“Tu mundo” y “Tu mundo/ Especial trabajo” de mayo de 2012. Advertimos en el
análisis dos figuras opuestas en el ámbito laboral de la mujer. Una es la del jefe,
generalmente hombre, presentado como la autoridad incuestionable hacia quien la
revista le sugiere mantener una relación de obediencia y sumisión. En las notas
analizadas vimos que nunca se propone confrontar con él, sino, por el contrario,
se invita a buscar su aprobación constantemente, a agradarle, a concederle sus
deseos, a evitar molestarlo, a mantener una buena predisposición hacia él y darle
lo que quiere.
La otra figura es la de la compañera de mala fe, envidiosa, que representa
la competencia entre mujeres. La compañera es un par, no es un superior en
jerarquías laborales y es a quien, en la revista, se invita enfrentar para alcanzar
una mejor posición laboral, un ascenso o la aprobación del jefe. Incluso, en una
nota se hace explícito que es bien visto que las mujeres compitan entre ellas,
presentando esa conducta como natural. Esta falta de solidaridad entre el mismo
género es una estrategia de dominación masculina.
Por lo tanto, en los escenario laborales que nos ofrece Cosmopolitan,
podemos reconocer la construcción simbólica que impone una definición
diferenciada de los usos legítimos del cuerpo basado en un esquema de
pensamiento binario proyectado entre lo masculino y lo femenino, que reproduce,
a través de los hábitos, la división de los sexos (Bourdieu, 2010). Por ello es que
las actitudes que se ponderan como propias de la mujer en esta sección son la se
sumisión al hombre y competencia con la mujer. Son conductas que se plantean
como naturales, lo que hace posible que los fundamentos de la dominación
masculina sean difíciles de cuestionar. Ciertamente, estos comportamientos
naturalizados pesan negativamente en el cuerpo de la mujer. Simone de Beauvoir
(1949) explica que la mujer se configura como la otredad del hombre, pero no en
términos recíprocos, sino de inferioridad, pues se plantea al macho como “lo
Absoluto” y a la mujer como “lo Otro”. Esta cuestión queda evidente en la
jerarquización de los roles laborales que se adjudican para la mujer y para el
hombre en los artículos laborales de la revista. En los ejemplos analizados, la
mujer cubre cargos como empleada, secretaria y, en general, puestos
subordinados, mientras que el cargo para el hombre es el de superior, jefe y
autoridad. Por lo tanto, la mujer tiene pares femeninas, a las que, en vez de
apoyar y solidarizarse, se invita a rivalizar para obtener más favores de la
gerencia.
Como vimos, existe una zona competencia directa dentro del género revista
femenina que obliga a una singularización de los titulares, para ser más
competitiva y captar tanto lectores como anunciantes. La portada de Cosmopolitan
es la primera presentación de la revista en el mercado y en ella encontramos la
búsqueda de singularidad a través de varios recursos, tales como la tipografía, la
enfatización caligráfica, la distribución espacial, la temática y el tono informal-
familiar de los titulares. Sin embargo, la verdadera singularidad de los titulares de
Cosmopolitan radica principalmente en el tema del sexo combinado con su
lenguaje pedagógico que se coloca en la posición de autoridad. Lo que diferencia
a Cosmopolitan de otros soportes de prensa femenina es que se presenta como
conocedora y confidente de la lectora en cuestiones sexuales, característica que
puede apreciarse desde su portada. La revista le promete en ese primer contacto
a su futura lectora que la asistirá para lograr ser una mujer “sexy, audaz y
divertida”, que le proporcionará las herramientas y consejos necesarios para tal
fin. Se presenta como una revista en pos de los intereses femeninos, que aboga
por la libertad sexual y los valores de los derechos de la mujer como trabajar,
estudiar, vestirse a su antojo, desenvolverse socialmente sin sumisiones.