Via Crucis de Catequesis
Via Crucis de Catequesis
Via Crucis de Catequesis
PARA REFLEXIONAR:
Jesús siempre dijo la verdad e hizo el bien. “No juzguéis,
para no ser juzgados. Porque con el criterio con que vosotros
juzguéis se os juzgará, y la medida con que midáis se usará
para vosotros.” (Mateo 7, 1-2)
MI ORACIÓN:
Jesús, Tú aceptaste morir por mí para que yo tenga vida
eterna y me haga hijo de Dios. Enséñame a apreciar siempre
tu sacrificio. Padre nuestro, hágase tu voluntad en la tierra
como en el cielo.
SEGUNDA ESTACIÓN:
JESÚS CARGA LA CRUZ SOBRE SUS
HOMBROS.
PARA REFLEXIONAR:
A partir del pecado original el hombre había perdido la
amistad de Dios y Cristo vino a devolvérnosla. Con su Pasión
y Muerte produjo méritos infinitos, que satisfacen los pecados
de la humanidad.
“... pero donde abundó el pecado, sobre abundó la gracia”
(Romanos 5,20).
MI ORACIÓN:
Jesús, Tú has escogido una muerte muy triste en la cruz.
Has pagado un gran precio por mi redención. Haz que
siempre lo recuerde.
Señor, te ofrezco el esfuerzo de mis tareas.
TERCERA ESTACIÓN:
JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ
MI ORACIÓN:
Jesús, tu dolorosa caída bajo la cruz y el rápido
levantamiento, me enseñan a arrepentirme y levantarme lo
más pronto posible. Hazme fuerte para vencer mis malas
inclinaciones.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. ¡Ten
piedad de nosotros!
CUARTA ESTACIÓN:
JESÚS SE ENCUENTRA CON SU SANTÍSIMA MADRE.
PARA REFLEXIONAR:
La Virgen María tiene un lugar muy importante en la
Iglesia, Ella es Modelo, Madre, Maestra, y Reina de la
humanidad. Ella es el mejor camino que nos lleva a Jesús.
Después de Dios, Ella es quien más merece nuestro amor.
A Jesús por María.
MI ORACIÓN:
Jesús, tu afligida Madre se resignó a tu Pasión porque es
también mi Madre, y desea ver que me porte como hijo de
Dios. Jesús, quiero amar mucho a tu Santísima Madre.
Virgen María, Madre de Jesús, santifícame.
QUINTA ESTACIÓN:
JESÚS ES AYUDADO A CARGAR LA CRUZ
PARA REFLEXIONAR:
Jesús es nuestro hermano porque Él es el Hijo de Dios y
nosotros por el Bautismo también somos hijos de Dios. Cristo
derramó su sangre por todos, para que juntos formemos una
sola familia. Debemos amar a nuestros semejantes, porque
son nuestros hermanos.
MI ORACIÓN:
Jesús, Simón te ayudó a llevar la cruz. Por eso hazme
comprender el valor de mis trabajos para que me acerquen
más a ti.
Te alabo, Señor, con mis hermanos.
SEXTA ESTACIÓN:
LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS.
PARA REFLEXIONAR:
La Verónica fue una mujer buena que limpió el rostro herido de
Jesús. Él le dio como premio la imagen de su rostro estampada en
aquella tela.
Al igual que la Verónica, también yo debo poner atención a las
necesidades de los demás.
“Haz con el prójimo lo que quieras que él haga contigo” (Mateo
7,12)
MI ORACIÓN:
Jesús, cuán generosamente recompensaste a esta mujer.
Cuando yo lucho contra el pecado y ayudo a los más
necesitados, Tú me recompensas viniendo a mi corazón.
Jesús, enséñame a amar a los demás y que se cumpla lo
que Tú has dicho: “Cualquier cosa que hagas con uno de
esos pobres, conmigo lo haces” (Mateo 25, 40).
SÉPTIMA ESTACIÓN:
JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ.
PARA REFLEXIONAR:
Jesús me da ejemplo de levantarme lo más pronto posible.
Se necesita reparar el mal hecho y acercarse al sacramento
de la Confesión.
MI ORACIÓN:
Jesús, hago muchos propósitos y caigo, pero Tú me
ayudas a levantarme para seguirte. Ayúdame, Jesús,
robustece mi voluntad para procurar siempre el bien y evitar
el mal.
OCTAVA ESTACIÓN:
LAS MUJERES LLORAN AL VER A JESÚS.
PARA REFLEXIONAR:
Jesús no tenía pecados, murió por nosotros, por eso les
dijo a las mujeres que no lloraran por Él, sino por la gente del
mundo, que vivía apartada de Dios.
MI ORACIÓN:
Jesús, Tú enseñaste a estas mujeres a llorar más bien por
los pecados que por el dolor físico. Aumenta la fe en mi
salvación, quiero ayudar a todos con alegría.
NOVENA ESTACIÓN:
JESÚS CAE POR TERCERA VEZ.
PARA REFLEXIONAR:
En nuestras penas y desalientos Cristo nos dice que se las
encomendemos a Él y Él nos animará.
“Venid a mí todos los que estais afligidos y agobiados, y yo los
aliviaré.” (Mateo 11,28)
“Estad prevenidos y orad para no caer en tentación, porque el
espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.” (Mateo 26,41)
MI ORACIÓN:
Jesús, yo te veo inclinado hasta la tierra sufriendo por mí.
Perdóname, Jesús, por las muchas veces que te he ofendido.
Levántame por tu gran misericordia. Agradezco, Señor, tus
obras.
DÉCIMA ESTACIÓN:
JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS.
G: Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R: Pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
PARA REFLEXIONAR:
No fue fácil para Jesús, como hombre, aceptar su Pasión y
Muerte, también sintió angustia y dolor. En la Oración del
Huerto, cuando sudó sangre le pidió al Padre celestial que, de
ser posible, lo salvara de esos tormentos, sin embargo, se
sometió totalmente a Su voluntad.
MI ORACIÓN:
Jesús, te despojan de tus vestidos. Haz que yo me despoje
de todo lo que es malo, para poder seguirte generosamente.
Perdón, Señor, porque he pecado contra Ti.
UNDÉCIMA ESTACIÓN:
JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ.
PARA REFLEXIONAR:
La Cruz para el cristiano significa salvación, amor de Dios,
victoria sobre el pecado y sobre la muerte. En la Cruz de
Cristo se cumplieron las promesas de Dios, que nos daría un
Redentor, para la salvación de nuestras almas.
MI ORACIÓN:
Jesús, te clavan en la cruz por mí. ¿Cómo puedo quejarme
de tus mandatos que son para mí la salvación? Jesús, quiero
estar contigo en la cruz.
Gracias, Padre, por darnos a tan gran Redentor. Gracias
Jesús por reconciliarnos con Dios.
DUODÉCIMA ESTACIÓN:
JESÚS MUERE EN LA CRUZ.
PARA REFLEXIONAR:
Jesús muere por nosotros porque es el Buen Pastor que da
la vida para salvar a sus ovejas “Yo soy el buen Pastor. El
buen Pastor da su vida por las ovejas.” (Juan 10,11). Jesús
vence a la muerte resucitando glorioso, al tercer día, para
nunca más morir.
MI ORACIÓN:
Jesús, has muerto en la cruz, y me enseñas el amor y el
perdón. Por tu cruz y resurrección nos has salvado, Señor.
DECIMOTERCERA ESTACIÓN:
LA VIRGEN MARÍA RECIBE EL CUERPO DE SU HIJO.
PARA REFLEXIONAR:
“Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien el
amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo. Luego dijo
al discípulo: «Aquí tienes a tu madre». Y desde aquel
momento, el discípulo la recibió en su casa.” (Juan 19, 26-27)
Jesús, en la persona del apóstol San Juan, nos dejó a
María como Madre de todos los hombres.
MI ORACIÓN:
Jesús, una espada de dolor atravesó el corazón de tu
Santísima Madre cuando fuiste puesto sin vida en sus brazos.
Ayúdame a ser hijo leal de María, mi Madre.
Madre llena de dolores, haz Tú que cuando expiremos,
entreguemos nuestras almas por tus manos al Señor.
DECIMOCUARTA ESTACIÓN:
JESÚS ES SEPULTADO.
PARA REFLEXIONAR:
Participamos en la muerte y resurrección de Jesucristo,
apartándonos del pecado y viviendo en gracia para poder un día
resucitar con Él.
Para fomentar más mi fe de cristiano debo creer en la
Resurrección y practicar la vida que Jesús nos puso como
ejemplo en sus obras y palabras.
MI ORACIÓN:
Jesús, tus enemigos han triunfado al sellar tu tumba. Pero tu
triunfo eterno comenzó la mañana de Pascua con tu
Resurrección. Ayúdame, Jesús, a confiar en la Resurrección de
mi alma.
Si morimos contigo, creemos que resucitaremos contigo. Tú
eres nuestra salvación y nuestra gloria para siempre.
VIA CRUCIS