Interdicto de Retener

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1 Qué protege el interdicto de retener.

El poseedor o legítimo tenedor de una cosa tiene todo el derecho de vivir en


paz y que absolutamente nadie lo perturbe o moleste en su legitima
posesión; caso contrario, tiene derecho a demandar judicialmente el
interdicto de retener la posesión, porque el mismo no puede hacerse justicia
por sus propias manos.

El profesor Gerardo Parajeles señala que "este interdicto procede cuando el


poseedor es perturbado con actos que le inquieten y que manifiesten la
intención de despojarlo. Por lo general, para que haya perturbación se debe
demostrar que los actos tienen esa doble característica; inquieten e intenten
el despojo. Sin embargo, hay casos especiales donde basta con uno de
ellos, y concretamente me refiero a los interdictos promovidos por los
arrendatarios contra el propietario arrendador"[1].

El interdicto de retener tiene por objeto amparar, guardar y conservar la


posesión o tenencia de un bien, sea un bien mueble o inmueble.

Por su parte el profesor Bustos argumenta que "por medio de un trámite


sumarísimo, este interdicto tutela al actual poseedor o tenedor contra
cualquier acto o amenaza de perturbación, sin perjuicio del ejercicio de las
pretensiones reales que pudieran deducir las partes"[2].

En la práctica, es común la confusión al reclamar como interdicto de pose-


sión, hechos que deben ser debatidos en procesos de conocimiento por
daños y perjuicios. En muchos casos la distinción puede resultar difícil, pero
debe hacerse para evitar pérdidas de tiempo, acciones que luego serán
rechazadas y con el peligro de ser condenados al pago de costas. Como
parámetro, se debe afirmar que los actos pertúrbatenos que se protestan
son aquellos que afectan exclusivamente a la posesión del inmueble o
mueble. De esta manera, su actividad comercial puede ocasionar, no
teniendo al despojo. Hechos como arrojar basura en el techo o en las áreas
verdes; realizar trabajos que produzca exceso de humedad, ruido o
suciedad.

2 Requisitos para la procedencia del interdicto de retener.-

Para que tenga lugar el interdicto de retener se requiere que el juzgador


tome en cuenta los siguientes aspectos de orden estrictamente legal:

1) Que el que lo promueve se halle en actual posesión o tenencia de un


bien mueble o inmueble.

2) Que se haya tratado o amenazado perturbarlo o lo perturbare en la pose-


sión, por actos materiales que necesariamente se expresarán en la deman-
da; es decir, que alguien amenazare perturbarle o lo perturbase en ellas
mediante actos materiales.
3) Que las amenazas de perturbación o la perturbación material, se hayan
realizado dentro del año de producidos los hechos.

Conforme a la norma en estudio y la doctrina en general, para que proceda


el interdicto de retener la posesión además se debe demostrar:

1) Que la intente el poseedor o tenedor actual.

2) Que la posesión sea pública.

3) Que sea a título de propiedad o de usufructuario.

4) Que la posesión no sea interrumpida.

5) Que la posesión sea pacífica.

Estos requisitos tienen su razón de ser, ya que no se puede amparar en la


posesión, cuando ésta es viciosa o es contraria a la ley.

Nuestra Legislación Civil, dispone: "Para que proceda el interdicto de


retener la posesión se requerirá: 1) Que quien lo intentare se encuentre en
la posesión actual o tenencia de un bien mueble o inmueble. 2) Que alguien
amenazare perturbarlo o lo perturbare en ella mediante actos materiales"[3].

Al respecto la Legislación de la Argentina ordena: "Para que proceda el


interdicto de retener se requerirá: 1. Que quien lo intentare se encuentre en
la actual posesión o tenencia de una cosa, mueble o inmueble. 2. Que
alguien amenazare perturbarle o lo perturbase en ellas mediante actos
materiales"[4].

Igual disposición legal tiene la Legislación del Perú; empero en forma más
amplia cuando decreta: "Procede cuando el poseedor es perturbado en su
posesión. La perturbación puede consistir en actos materiales o de otra
naturaleza como la ejecución de obras o la existencia de construcciones en
estado ruinoso. Si así fuera, la pretensión consistirá en la suspensión de la
continuación de la obra o la destrucción de lo edificado, aunque se pueden
acumular ambas pretensiones. En todos los casos, la pretensión consistirá
en el cese de estos actos. Admitida la demanda, el juez ordenará, en
decisión impugnable, se practique una inscripción judicial, designando
peritos o cualquier otro medio probatorio que considere pertinente. La
actuación se entenderá con quien se encuentre a cargo del bien
inspeccionado[5].

En definitiva, el interdicto de retener la posesión procede cuando el actual


poseedor es perturbado injustamente en su derecho.

Además, el parágrafo III del Art. 1462 del Código Civil (1976), dispone que
"la posesión adquirida en forma violenta o clandestina, no da lugar a esta
acción, a menos que haya transcurrido un año desde que cesó la violencia o
clandestinidad", norma legal que viene a aclarar la procedencia de esta
acción.

3 Procedimiento del interdicto.-

El procedimiento del interdicto de retener la posesión es bastante sencillo y


técnicamente rápido para demostrar o desvirtuar las supuestas
perturbaciones o molestias a la posesión, denunciadas en la demanda.

Al respecto el Código de Procedimiento decreta: "La demanda se dirigirá


contra aquel a quien el actor denunciare por perturbarlo en la posesión o
tenencia o contra sus sucesores o copartícipes. El juez al admitir la
demanda abrirá plazo probatorio de ocho días"[6].

4 Quiénes pueden demandar el interdicto.-

El interdicto de retener la posesión ampara justamente la posesión actual;


es decir, el hecho de la posesión cualquiera que sea su naturaleza, pues
nadie puede perturbarla arbitrariamente, hacer justicia por sí mismo; por
consiguiente, puede ser intentado por el poseedor o por el simple tenedor,
y, con mayor razón cuando la tenencia se funda en un título, como sería el
contrato de inquilinato o locación.

A mi entender, el interdicto de retener también puede ser intentado por el


usufructuario, el usuario, el titular de una servidumbre y el acreedor con
derecho de retención.

Recordemos que el Art. 1454 del Código Civil (1976) señala "que el propie-
tario puede demandar a quien afirme tener derechos sobre la cosa y pedir
que se reconozca la inexistencia de tales derechos. Si existen
perturbaciones o molestias, el propietario puede pedir el cese y el
resarcimiento del daño" (Acción Negatoria).

5 Contra quiénes procede el interdicto de retener.-

La demanda se dirigirá contra quien el demandante denunciare por pertur-


barlo en la posesión; es decir, el interdicto procede contra el autor material
de la turbación aunque él pretenda haber obrado en interés y por orden de
un tercero; también puede dirigirse la acción contra los sucesores del autor
material o copartícipes que pretendan aprovecharse de la perturbación de la
posesión.

Cuando los actos materiales de la turbación emanen de funcionarios que


obran en ejercicio de sus funciones y cumpliendo o no órdenes de
superiores jerárquicos, el interdicto de retener puede ser deducido contra la
entidad misma que hubiera ordenado su ejecución, por consiguiente, se
podría demandar a la Municipalidad, Prefectura, Ministerio Público, Policía,
etc.
6 Plazo probatorio.-

Este es un procedimiento inminente contradictorio; por consiguiente, es


necesario que siempre se abra plazo probatorio de ocho (8) días. A nuestro
entender, este término es improrrogable por la naturaleza de la acción que
se discute en el proceso; sin embargo, existe una mala práctica en la
jurisdicción ordinaria, porque este plazo en muchos casos es ampliado por
jueces irresponsables y débiles a simple petición de la parte.

Consideramos que es adecuado el plazo probatorio de ocho (8) días ya que


la inmediatez de este proceso hace que el mismo deba ser rápido, oportuno
y ágil; caso contrario, podrían desnaturalizarse los principios que rigen esta
causa. Lógica y excepcionalmente, en ciertos casos, ese término deberá
ampliarse en razón de la distancia.

En vigencia de la estación probatoria, las partes pueden intentar cualquier


medio probatorio para demostrar los actos materiales de perturbación de la
posesión y los otros requisitos que vimos al analizar el anterior artículo.

7 Prueba.-

El profesor Bustos señala que "la prueba sólo podrá versar sobre el hecho
de la posesión o tenencia invocada por el actor, la verdad o falsedad de los
actos de perturbación atribuidos al demandado, y a la fecha en que éstos se
produjeron; por lo tanto, el objeto de la prueba en el interdicto, debe versar
sobre la materia de la controversia; es decir, sobre el hecho de la posesión
y la existencia o inexistencia de los actos de turbación, y no puede recaer
sobre el derecho a la posesión, cuestión que es propia de otra acción"[7].

Como vimos, el interdicto de retener la posesión es un proceso especial y


esencialmente contradictorio donde, básicamente, la prueba debe versar
sobre la posesión o tenencia invocada por el demandante, sobre los actos o
amenazas de hecho o no de derecho atribuidos al demandado; y,
finalmente, la fecha en que hubiera ocurrido la perturbación, para
determinar si la acción ha caducado o no.

8 Actos materiales que importan perturbación a la posesión.-

Según el profesor Alsina, "sólo habrá turbación en la posesión cuando


contra la voluntad del poseedor del inmueble, alguien ejerciere, con
intención de poseer, actos de posesión de los que resultare una exclusión
absoluta del poseedor. No se admite la turbación de derecho y se exige
para la procedencia del interdicto de retener que se haya tratado de
inquietar la posesión del actor por actos materiales que se expresarán en la
demanda"[8].

De lo analizado, se tiene que este interdicto sólo procede contra


perturbaciones materiales de hecho sobre la posesión y no contra
perturbación de derecho; es decir, que pueden existir amenazas de palabra
sobre la posesión u órdenes administrativas, aun en el caso que envuelvan
una posesión, no importan actos materiales de turbación si no hay principio
de ejecución.

Los actos materiales deben ser de tal magnitud que turben la situación de
hecho[9] de que goza una persona con relación a la cosa, quedando
descartados los actos que impliquen una perturbación de derecho o jurídica.

Desde el punto de vista de la protección posesoria, no toda molestia que se


provoque respecto de la cosa poseída representa una turbación. Para que
exista una verdadera turbación es necesario que el agente tenga la
intención manifiesta de poseer o de limitar la posesión, la misma debe ser
dañina o en desmedro de la posesión.

Para entender el término turbación veamos lo que indica la Legislación de


Argentina: "Sólo habrá turbación en la posesión, cuando contra la voluntad
del poseedor del inmueble, alguien ejerciere, con intención de poseer, actos
de posesión de los que no resulte una exclusión absoluta del poseedor"[10].

El profesor Hugo Alsina, como ejemplos de actos materiales de turbación


cita los siguientes casos: "Destrucción de cercos o alambrado de la
propiedad; extracción de pedregullo; introducción de maquinarias para
demoler un edificio; instalación de un puesto en el campo; introducción de
haciendas; utilización de un pozo de agua; obstrucción de una servidumbre
de acueducto si el actor ha estado en posesión del uso común de la
acequia; colocación de mojones en una propiedad privada que el gobierno
considera incorporada al dominio público; la mensura loteo y arrendamiento
ordenado por un funcionario público. Las órdenes emanadas de autoridades
judiciales no importan actos de turbación cuando son consecuencia de un
procedimiento regular en el que ha sido parte aquél contra quien se dirige.
Pero el interdicto es procedente en los siguientes supuestos: 1º. Cuando no
se ha tenido en cuenta la posesión invocada por el actor; 2º. Cuando la
orden ha sido dada como consecuencia de un procedimiento irregular; 3º.
Cuando se pretende ejecutar una resolución contra quien no ha intervenido
en el procedimiento"[11].

El interdicto es un proceso para obtener la protección real y momentánea de


la posesión de hecho de un inmueble exclusivamente, de ahí que no se
permita la discusión de cuestiones de propiedad ni de posesión definitiva.

El interdicto de retener no necesariamente debe sustentarse en un acto con


intención de despojo, pues la perturbación puede provenir por conductas
que no tienen esa finalidad. Por ejemplo, cortar una cerca, interrumpir
algunos servicios públicos (agua, electricidad), en caso de inquilinos.

No procede el interdicto cuando existe orden de desalojo en sentencia firme


o ejecutoriada de un proceso de desalojo, de reivindicación o de otra acción
real. Es improcedente porque el interdicto estaría sirviendo para paralizar
aquella orden de desalojo o lanzamiento, que no es su finalidad.

9 Requisitos para considerar turbación en la posesión.-

De acuerdo a la doctrina[12] más generalizada que el autor ha podido


consultar, las condiciones o requisitos que debe contener la turbación a la
posesión o tenencia de las cosas como fundamento del interdicto de retener
la posesión son los siguientes:

- Un tercero realice actos de posesión-, es decir, para que exista turbación


es fundamental, que el turbador realice actos materiales de posesión; es
decir, los ataques de hecho (no de derecho) contra la posesión.

Por ejemplo, que se instale un puesto en el inmueble del poseedor, el retiro


de tranqueras o barreras, la destrucción de cercos, alambrados, perímetros,
etc.

• Actos realizados contra la voluntad del poseedor, se refiere, que es in-


dispensable que el acto de turbación se haya efectuado en contra de la
voluntad del poseedor; por consiguiente, si la posesión ha sido entregada
voluntariamente por el demandante, es improcedente el interdicto.

• Actos con intención de poseer, es decir, el turbador de la posesión debe


tener el ánimo de poseer.

Al respecto el profesor Borda sugiere que "puede haber actos que importen
una verdadera molestia o turbación para el poseedor y que, sin embargo, no
sean turbación en sentido técnico porque el que los ejecuta no tiene
intención de tomar la posesión o la tenencia del bien: por ello, no
constituyen actos turbatorios de la posesión las llamadas "inmisiones" lu-
mínicas, sonoras. Etc., como son las luces, ruidos, olores, humaredas, etc.,
que penetran en propiedades vecinas las que dan derecho a una acción
para que cesen las molestias o para la reparación de los daños, tal como lo
prevé la ley, pero no para una acción o interdicto de manutención de la
posesión o tenencia"[13].

• Falta de exclusión absoluta del poseedor, porque la turbación supone que


el poseedor o tenedor se mantiene aún en la posesión; porque, sin los actos
turbadores hubieran tenido como resultado la desposesión, debería haberse
interpuesto el interdicto de recobrar y no el de retener.

10 Procedimiento.-

Presentada la demanda, el juez inmediatamente debe admitir la acción y


abrir en la misma resolución el plazo probatorio de ocho (8) días, que se
pondrá en vigencia desde el día hábil siguiente a la citación del demandado.
Si fueran varios demandados, desde la citación al último demandado,
porque el plazo probatorio es común para todas las partes.

Luego de vencido el plazo probatorio, de oficio o a petición de parte, el juz-


gador debe clausurar la vigencia de la estación probatoria (sin necesidad de
alegatos) e ingresar inmediatamente el proceso a despacho del juez para
dictarse sentencia, de acuerdo a lo probado en la causa.

11 Qué debe probarse en el interdicto de retener.-

En esta causa sólo se admitirán las pruebas que tengan por objeto acreditar
el hecho de la posesión o no-posesión de la que haya promovido el
interdicto, la verdad o falsedad de los actos de perturbación atribuidos en la
demanda y la fecha en que hubieren ocurrido.

El actor debe probar, inicialmente, el hecho de la posesión en el momento


de la perturbación. Para ello la presentación del título de propiedad es
insuficiente, porque el interdicto no exige el derecho sino el hecho de la
posesión. En la prueba de la posesión se admiten todos los medios
permitidos por ley. Luego se debe probar los actos materiales de
perturbación y finalmente la fecha en que se produjeron los mismos.

La necesidad de acreditar la fecha en que se produjeron los actos de


perturbación se funda en lo dispuesto por el Art. 592 del Código de
Procedimiento Civil (1976), según el cual los interdictos de retener, de
recobrar y de obra nueva no podrán promoverse después de transcurrido un
año de producidos los hechos en que se fundan, bajo conminatorias de no
admitirse estas pretensiones jurídicas.

12 Medidas precautorias.-

Durante el lapso que inexorablemente transcurre entre el comienzo de un


juicio y la pronunciación de la sentencia definitiva, pueden surgir
innumerables circunstancias que tornen imposible o dificulten la ejecución
forzada o diluyan los efectos de la decisión final; por tal situación, nuestra
legislación ha previsto diversas medidas que pueden solicitarse y decretarse
dentro de las llamadas medidas precautorias, cuya finalidad se limita a
asegurar la eficacia práctica de la sentencia[14].

Martínez Botos conceptúa a la medida precautoria "como aquella que tiende


a impedir que el derecho cuyo reconocimiento o actuación se pretende
obtener a través del proceso en el que se dicta la providencia cautelar,
pierda su virtualidad o eficacia durante el tiempo que transcurra entre la
iniciación de ese proceso y el pronunciamiento de la sentencia
definitiva"[15].

13 Medida precautoria de no innovar en el interdicto.-


En este proceso se permite solicitar y obtener medidas precautorias y, es-
pecialmente, la medida de no innovar, que la regula el Art. 167 del Código
de Procedimiento Civil (1976), con el objeto de precautelar los derechos del
actor, cuando la perturbación es inminente y si los mismos no cesan
inmediatamente podría causar perjuicio irreparable al demandante.

Con el propósito de mantener inalterable la situación de hecho existente, el


juzgador puede, en las circunstancias previstas por la norma en análisis,
ordenar una medida de no innovar, bajo apercibimiento, si no es obedecida
la orden judicial, de aplicar sanciones conminatorias.

La prohibición de innovar está entre las medidas precautorias dirigidas a


preservar, durante el sustanciamiento del proceso principal, la inalterabilidad
de determinada situación de hecho o de derecho.

El profesor Palacio, indica que la prohibición de innovar "es la medida en


cuya virtud se ordena a una de las partes que se abstenga de alterar,
mientras dura el proceso, la situación de hecho o de derecho existente en
un momento determinado"[16].

El propósito del interdicto de retener es la protección del poseedor actual o


del tenedor de una cosa contra la amenaza o perturbación mediante actos
materiales, por lo que la medida de no innovar resulta acertada como
anticipo de la garantía jurisdiccional, en cuanto persigue impedir que se
vuelvan ilusorios los derechos cuyo reconocimiento se busca, incluso para
garantizar la integridad de la cosa litigiosa que de otra manera podría verse
alterada[17].

Igualmente, como medidas precautorias se puede solicitar la anotación de la


demanda o de la litis en la oficina de Derechos Reales, siempre y cuando
los títulos acompañados y los antecedentes aportados justificaren esa
medida. Esta medida persigue asegurar que los terceros adquirientes no
puedan invocar en forma posterior la presunción de buena fe.

14 Cómo se ejecuta la medida de prohibición de innovar.-

Nuestro procedimiento no indica cómo se debe ejecutar la medida, empero


de acuerdo a la doctrina generalizada, los efectos de la prohibición de inno-
var se producen desde su notificación (personal, cédula o medios
equiparables) a su destinatario. De ahí que no resulten cuestionables las
conductas asumidas por éste durante el lapso que transcurre entre el
derecho de la medida y su notificación.

Ejecutada la medida precautoria de no innovar, el citado está prohibido de


alterar de hecho el bien que se encuentra protegido con esta medida.

15 Sanciones pecuniarias.-
Finalmente, en el interdicto de retener la posesión, también procede la
imposición de medidas pecuniarias conforme regula el Art. 184 del Código
de Procedimiento Civil, con el fin de hacer cesar las perturbaciones de
hecho. Para el efecto se puede imponer multas dinerarias compulsivas y
progresivas tendentes a que se cumplan los mandatos judiciales ordenados
en esta acción y, especialmente, cesen las perturbaciones de hecho que
injustamente realiza el demandado.

16 Resolución final del interdicto de retener la posesión.-

Una vez concluido con el procedimiento; lo que le concierne al órgano judi-


cial es dictar la correspondiente sentencia que ponga fin al conflicto, misma
que puede declarar probada o improbada la demanda. En caso de
declararse improbada, el proceso queda concluido y significa que el actor no
ha demostrado los extremos de su pretensión jurídica.

Al respecto nuestra Legislación procesal señala: "Siempre que el


demandante probare los extremos de su demanda el juez lo amparará en la
posesión condenando en costas al demandado e imponiéndole el pago de
multa que será tasada en la misma resolución, sin perjuicio de los daños a
que hubiere lugar, así como de las sanciones previstas en el Código
Penal"[18].

En caso de declararse probada la demanda, la sentencia deberá limitarse a


amparar en la posesión a la que así lo haya solicitado, por haberse
demostrado la posesión actual del actor, las perturbaciones materiales de
hecho realizadas por el demandado y la fecha en que ocurrieron (dentro del
año).

En este caso, además se debe condenar en costas al perdidoso aunque las


partes no lo pidan expresamente en el proceso, como imponiéndole el pago
de multa que será tasada en la misma sentencia, sin perjuicio de los daños
y perjuicios que serán averiguados y liquidados en ejecución del fallo.

Finalmente, por la gravedad de las perturbaciones y si hubiera lugar en caso


de resistencia e incumplimiento a resoluciones judiciales, se remitirá
antecedentes al Ministerio Público para que inicie la acción penal
correspondiente.

Esta resolución debe estar debidamente fundamentada y motivada, caso


contrario la misma podría ser nula por afectar el derecho de defensa.

El profesor Morales señala que "aspecto de especial importancia en la sen-


tencia es su motivación, porque si la decisión ha de producir efectos
adversos a alguna de las partes, como ocurre casi siempre, el sujeto
vencido en juicio hay necesidad de explicarle, con argumentos jurídicos
serios y coherentes, las razones por las que se despachan
desfavorablemente sus planteamientos, pues sólo así puede esperarse que
acepte, aunque sea a regañadientes, una decisión adversa sin rebelarse
contra ella"[19].

17 Apelación de la sentencia sin recurso ulterior.-

A1 respecto nuestra Legislación civil (1976) precisa: "La sentencia podrá ser
apelada en el plazo de tres días, en el efecto devolutivo, sin recurso
ulterior"[20].

La primera instancia concluye con la sentencia definitiva, y contra esta reso-


lución procede el recurso ordinario de apelación en el efecto devolutivo,
significando que la sentencia puede ser ejecutada provisionalmente sin
perjuicio del recurso interpuesto, conforme a los efectos que determina el
Art. 223 del Código de Procedimiento Civil. La segunda instancia concluye
con auto de vista, y contra dicha resolución judicial, no se admite ningún
otro recurso, ni menos el de casación y sólo admite el de complementación
o enmienda, pero este recurso es de forma y no de fondo.

La norma en análisis deja absolutamente claro que no procede el recurso de


casación en los procesos interdictos, cuando señala que la sentencia podrá
ser apelada en el plazo de tres (3) días, en el efecto devolutivo, sin recurso
ulterior.

18 Resumen del interdicto de retener la posesión.-

Con fines didácticos a continuación esquematizaremos los aspectos más


importantes del interdicto de retener la posesión.

18.1Objeto.-

- Mantener la posesión en su plenitud y libertad contra actos de turbación.

- Actos de turbación realizados contra la voluntad del poseedor, por un ter-


cero.

- Fecha en que se produjeron los actos de perturbación.

- La anualidad de la acción.

18.2Legitimación activa.-

- El poseedor.

- El tenedor.

- El propietario.
- El usufructuario y en general, a los titulares de los derechos reales que
tengan el derecho a la posesión.

18.3Legitimación pasiva.-

- La acción debe intentarse contra el autor de la turbación.

- Contra los sucesores, universales o singulares.

[1] PARAJELES VINDAS, GERARDO. Ob. cit. Curso de Derecho Procesal


Civil. Pág. 149 -150.

[2] BUSTOS BERRONDO. HORACIO. Ob. cit. Procesos Especiales.


Interdictos. Pág. 141.

[3] CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL DEL ESTADO PLURINACIONAL


DE BOLIVIA. Art.602. (Procedencia).

[4] CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL DE LA REPÚBLICA


ARGENTINA. Art. 610. (Procedencia).

[5] CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ.


Art. 606. Interdicto de retener.

[6] CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL DEL ESTADO PLURINACIONAL


DE BOLIVIA. Art.603.

(Trámite).

[7] BUSTOS BERRONDO. HORACIO. Ob. cit. Procesos Especiales.


Interdictos en General. Pág. 144.

[8] ALSINA, HUGO. Tratado Teórico Práctico de Derecho Procesal Civil y


Comercial. Segunda Edición, actualizada por el Dr. Jesús Cuadrado, Siete
Tomos. Buenos Aires. Argentina. Editorial. Ediar Soc. Anón. Editores, 1987.
Pág. 302.

[9] Por ejemplo, la perturbación puede ser la destrucción de alambrados,


retiro de tranqueras, etc.

[10] CÓDIGO CIVIL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA. Art. 2496.

[11] ALSINA, HUGO. Ob. cit. Tratado Teórico Práctico de Derecho Procesal
Civil y Comercial (...). Págs. 304 - 305.
[12] Estos requisitos de la turbación es desarrollada por los profesores:
Borda Guillermo, Tafur Alvaro, Bustos Horacio y Navarro Juan María, en sus
diferentes obras sobre Derecho Reales y Acciones Posesorias.

[13] BORDA GUILLERMO A. Ob. Cit. Manual de Derechos Reales. Quinta


Edición. Págs. 117 -118.

[14] Para complementar el tema de medidas precautorias, revisar la obra del


mismo autor (Castellanos

Trigo, Gonzalo) "Manual de Derecho Procesal Civil".

[15] MARTÍNEZ BOTOS, RAÚL. Ob. cit. Medidas Cautelares. Parte General.
Pág. 28.

[16] PALACIO LINO, ENRIQUE. Ob. cit. Manual de Derecho Procesal Civil
(....). Pág. 330.

[17] Es el criterio de los profesores: De Santo Víctor, Palacio Enrique, Alsina


Hugo y Parajeles Gerardo, en sus diferentes obras sobre Derecho Procesal
Civil.

[18] CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL DEL ESTADO


PLURINACIONAL DE BOLIVIA. Art.606. (Sentencia).

[19] MORALES MOLINA, HERNANDO. Curso de Derecho Procesal Civil.


Parte General. Bogotá, Colombia. Editorial ABC. 1985. Pág. 122.

[20] CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL DEL ESTADO


PLURINACIONAL DE BOLIVIA. Art.595. (Apelación).

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