Sociópata
Sociópata
Sociópata
Sociópata
El retrato de un Sociópata en los medios de comunicación suele parecerse más una caricatura
de un delincuente que a una persona real. Todos parecen disfrutar de violar la ley e ir matando
gente por puro placer.
Pero en realidad un sociópata no es alguien que vaya cometiendo delitos allí donde va. Son
personas como nosotros, que actúan como nosotros y caminan entre nosotros sin ser
detectados. Puede ser tu compañero de trabajo, tu vecino o incluso tu tío…
Hay una diferencia básica entre un sociópata y alguien que no lo es. Esa diferencia es la
conciencia. El sociópata no tiene conciencia, no siente remordimiento ni culpa.
En el año 2005, la psicóloga Martha Stout escribió un libro innovador, “El sociópata de la puerta
de al lado”, en el que se afirma que 1 de cada 25 estadounidenses comunes, en secreto, no
tiene conciencia.
Sí, es un pensamiento aterrador, sobre todo porque la conciencia no es visible y puede ser
falsificada. Para hacerlo aún más difícil, los sociópatas son excelentes actores. La investigación
sugiere que los sociópatas no poseen las emociones básicas tales como el amor, la calidez,
cercanía genuina o la responsabilidad.
Entonces, ¿cómo se puede saber si estamos tratando con un sociópata? Afortunadamente, hay
algunos marcadores importantes que podemos tener en cuenta.
1. Se comporta de formas dura y / o cruel y luego no muestra ninguna reacción, actúa como si
nunca hubiera pasado. Un sociópata está dispuesto a herir a quien sea y en cualquier momento
si con eso logran sus objetivos. Desgraciadamente, es por eso que muchos de ellos son
personas con gran éxito, pues no sienten remordimientos tras “pisotear” los derechos de los
demás.
2. Manipula a los demás, ya sea directamente o indirectamente. Los sociópatas tienen una gran
comprensión de la debilidad humana y disfrutan explotándola. Son capaces de manipular a otros
para que hagan casi cualquier cosa. Se aprovechan de la gente débil y a menudo se alejan de
las que son igual de fuertes que ellos. Van tras las personas inseguras o que buscan un sentido
a sus vidas, porque saben que son blancos fáciles. Pueden llegar a dominar y controlar a una
persona sin que ésta ni siquiera lo note. Les gusta tener el control de la situación y se incomodan
cuando están cerca de gente con personalidad fuerte.
3. Miente constantemente, ya sea sobre su pasado, lo que hace o deja de hacer, etc. se siente a
gusto haciendo de su vida una mentira. De hecho, los verdaderos sociópatas se sienten
incómodos cuando dicen la verdad.
4. Carece de remordimientos. Como ya hemos dicho, el sociópata nunca acepta la culpa de sus
actos, errores o faltas. Su respuesta habitual es culpar a otro y ponerse en el papel de víctima. Si
casualmente acepta la responsabilidad, lo hará por interés propio, de cara a la galería, pero no lo
siente en realidad. Es tan manipulador que incluso su comportamiento puede indicar que
realmente se siente culpable, y de esa manera engañar lo suficientemente bien a las otras
persona como para restablecer la confianza perdida. Pero si prestamos la suficiente atención
veremos que en realidad este comportamiento no es honesto y que además la idea de tomar las
responsabilidades es algo inconcebible para él.
5. Muestra un encanto superficial. Los sociópatas son individuos que se muestran realmente
encantadores, y es que saben cómo hacer que los demás se sientan especiales, cómo parecer
divertidos, confiables e interesantes, para así lograr lo que desean. Poseen la capacidad de
cautivar a casi todo el mundo, desde los más pequeños hasta los más mayores. Pero en secreto
albergan fuertes inclinaciones antisociales, incluso pueden vivir aislados (sin sentirse deprimidos)
durante días o semanas. Muchos de ellos son tan cautivadores que poseen un brillo personal e
incluso con frecuencia irradian sexualidad. Así que si ves a una persona que es increíblemente
encantadora a primera vista, pero su comportamiento en ocasiones te confunda o incluso
atemorice, entonces es posible que estés frente a un sociópata.
7. Es muy inteligente. La mayoría de sociópatas poseen una gran agilidad mental y pueden tener
facilidad en el estudio casi sin abrir un libro. Si se empeñan lo suficiente, pueden obtener
calificaciones muy altas. Sin embargo, esta gente utiliza su inteligencia para manipular y herir a
las personas en lugar de ayudarlas. Su inteligencia extrema es, en parte, lo que los hace tan
peligrosos, ya que a menudo van varios pasos por delante de los que tratan de descubrirlos y de
este modo son capaces de cubrir sus huellas. Por desgracia, muchos de los más horribles
asesinos en serie tenían cocientes intelectuales muy altos; motivo por el cual pudieron evadir a la
policía durante tanto tiempo.
8. Posee un gran Ego. Por lo general los sociópatas son tremendamente narcisistas y creen que
son las personas más extraordinarias del mundo. No les afectan las críticas y presentan delirios
de grandeza. Están convencidos de que merecen que les sucedan cosas extraordinarias,
además sin tener que esforzarse por ello. Podrían tener un punto de vista sobreinflado de sus
propias capacidades, por ejemplo, pueden pensar que son cantantes de gran talento, cuando en
realidad carecen de habilidades reales. En resumen, están seguros que son mejores que los
demás.
9. Mira fijamente a los ojos. Los sociópatas suelen mantener durante mucho rato el contacto
visual con su interlocutor, pues se sienten a gusto mirando fijamente a las personas para
hacerlas sentir incómodas y lograr manipularlos. En sus memorias, “Confessions of a Sociopath”
(Confesiones de una sociópata), M. E. Thomas habla de su táctica habitual de mirar durante
mucho tiempo y de forma ininterrumpida a la gente para conseguir lo que quiere.
10. Tiene pocos amigos de verdad. Los sociópatas prácticamente no tienen amigos verdaderos.
Pueden tener lacayos o personas que se encuentran a su alrededor para tratar de vivir a su
costa, no posee conexiones significativas con las personas. Esto también ocurre con sus
familiares. Suelen negar el contacto con los miembros de su familia. Esto puede ser debido a
diversas causas, muchos han tenido una infancia difícil. En general hay una falta de conexión
con el pasado.
11. No aprende de las experiencias. A pesar de lo inteligentes que son, es habitual que un
sociópata no sepa encauzar su vida debidamente. A pesar de los castigos por sus malas
acciones, el sociópata con frecuencia seguirá con el mismo comportamiento, sabiendo que si
son cogidos se les castigará de nuevo. El ejemplo clásico es el violador que sale de la cárcel y
viola de nuevo. Probablemente ningún castigo logre cambiar las costumbres de un sociópata.
12. Le gusta controlar. Los sociópatas cuando conocen a alguien suelen actuar con rapidez para
estrechar lazos. Esto lo hacen para no dar la oportunidad a la otra persona de dar marcha atrás
o de cambiar de opinión. Cuando tienen una relación romántica, el sociópata actúa con mucha
intensidad, haciendo sentir al otro que verdaderamente es su alma gemela. Esto lo logra gracias
a sus grandes dotes para “leer “a las personas y manipularlas, pudiendo decir exactamente lo
que quieren oír. Querrá tener al otro para él solo/a en lugar de “compartirlo” con el mundo. Es
una persona que tratará rápidamente de impedir que su pareja vea a sus amigos, ya que se
sentirá amenazado por ellos. Inventará excusas y puede decir cosas como: “En realidad ellos no
te comprenden como yo” o “No me dieron una oportunidad”, tratando de hacer pensar a la pareja
que los demás no la aprecian lo suficiente y que por eso debería pasar más tiempo con él o ella.
1. Estar en guardia. Ahora ya sabes lo que se puede y no se puede esperar del sociópata, si ves
signos preocupantes en alguien que conoces, no seas su amigo.
2. Aléjate. Lo mejor es evitar a estas personas lo más que puedas. Si trabaja contigo o está dentro
de tu círculo de amigos, es posible que no puedas evitarla completamente, pero trata de
mantener tanta distancia como sea posible. Recuerda que un sociópata puede ser capaz de
detectar tu distanciamiento y, como resultado, podría querer atraer aún más tu atención, de
modo que mantente firme y decidido a pasar el menor tiempo posible con esa persona.
3. No le expliques nada de ti. Cuando trates con un sociópata, sé tan aburrido como sea posible,
no les alegres el día. Los sociópatas se aburren con facilidad. Esto incluye no darles
entretenimiento emocional. Mantén la calma cuando hables con uno de ellos y no te emociones o
discutas. Si es necesario, simula que no tienes nada que el sociópata pueda querer: dinero,
posesiones, etc. no le proporciones motivos para desear manipularte.
4. Imagina un límite entre ti mismo y el sociópata. Forma una imagen de esto en tu mente.
Construye un muro que puedas ver en tu imaginación y que te protege. Todo lo que el sociópata
diga o haga de forma hiriente, haz que rebote fuera de esta pared imaginaria.
5. No le excuses. No hay excusa para su comportamiento, así que no lo defiendas, en su lugar,
hazlo responsable por sus acciones. Recuerda que es muy inteligente y que en cualquier
momento tratará de aprovecharse de ti.
Psicología
Una pregunta frecuente que se realizan las personas que, de un modo u otro, tienen contacto con el
ámbito de la psicología, es acerca de las diferencias entre el Coaching y la Psicología. O, lo que es
lo mismo, se preguntan acerca de la diferencia en la base teórica, los roles y los métodos que
emplean ambos profesionales, psicólogos y coaches.
Para empezar, cabría preguntarse algo básico: ¿cómo se define el Coaching y en qué se basa? Y de
igual modo, ¿cuáles son las características que hacen que ambas disciplinas sean muy diferentes en
sus planteamientos?
Empecemos por el principio. El coach (es decir, el profesional del Coaching) es unexperto en
habilidades comunicativas que busca que su cliente o coachee sea capaz de descubrir sus objetivos
en la vida. El coach se encarga de acompañar al cliente y hacer lo necesario para que estos
compromisos y metas sean alcanzadas.
Como vemos, el Coaching es una metodología técnica que aplica conceptos y bases teóricas de la
psicología a casos concretos y adaptándolos a los requerimientos del cliente. Sin embargo, el
concepto de Coaching ha logrado constituirse como una labor profesional no necesariamente
vinculada con las personas que han estudiado a fondo la conducta y los procesos mentales; esto es,
los psicólogos.
Esta desvinculación del Coaching respecto a la psicología ha permitido que personas que no tienen
estudios fundamentales sobre la conducta y las técnicas propias de la psicología ofrezcan servicios
de coaching sin más validación que algunos cursos privados de formación.
Un psicólogo, por su parte, es alguien que ha estudiado durante años y de forma rigurosa y
sistemática todas las cuestiones relacionadas con la psique humana, el desarrollo de aptitudes, y las
técnicas y métodos que permiten que una persona mejore en su ámbito y pueda lograr sus objetivos
personales y profesionales. Además de su formación universitaria reglada, el psicólogo debe formar
parte de uncolegio oficial profesional, aceptando así unas consignas éticas y deontológicas comunes
para todos los profesionales del sector, hecho que garantiza al cliente la seriedad y confianza en el
servicio que se le prestará.
El psicólogo tiene una formación específica sobre las técnicas comunicativas y de entrevista,
además de mayores conocimientos acerca de los procesos psicológicos, hecho que le permite ser un
mejor intérprete de la personalidad del cliente y de su casuística psicosocial y/o laboral.
Todavía existen más motivos para confiar en un psicólogo en vez de en un coach sin estudios de
psicología. El psicólogo tiene en su haber varios enfoques metodológicos y distintas técnicas con las
que tratar al cliente, dependiendo de su personalidad o sus objetivos. Puede aconsejar y dar pautas
de actuación, entrenar distintas capacidades, y en definitiva puede intervenir directamente sobre las
necesidades del cliente.
Los coaches no psicólogos siguen una metodología distinta que se basa en sugerir y posibilitar la
vida del cliente a partir de la conversación y el método socrático, pero no puede intervenir
directamente puesto que no está facultado ni dispone de los recursos para ello.
Por tanto, si lo que buscas es un servicio de calidad y que puede adaptarse a tus necesidades y
objetivos, es preferible que contactes con un profesional de la psicología que, además, tengo
conocimientos de coaching.
Etiquetas: Coaching, Terapia, Profesión
Terapia
La terapia psicológica (también llamada psicoterapia) es el conjunto de técnicas y procesos que lleva
a cabo el profesional de la psicología clínica hacia el paciente con el objetivo de mejorar la calidad de
vida de éste, mediante una modificación de su conducta, pensamientos, actitudes o afectos que
pudieran estar causando algún malestar o padecimiento.
Hay una gran variedad de marcos teóricos desde los que se pueden desarrollar las técnicas y
procedimientos necesarios para llevar a cabo una terapia psicológica. En lo que todos los corpus
teóricos coinciden es que la psicoterapia debe conducir a un cambio positivo y estable en la calidad
de vida de la persona que la recibe.
Psicología
Aunque hoy día sea considerada una moda o una herramienta popular, en realidad el Coaching es
una de las herramientas de empoderamiento humano más antiguas que existen, además de las que
más auto conocimiento, aprendizaje y bienestar reportan a las personas. ¿Por qué?
Sencillamente porque esta herramienta sigue los principios de la propia naturaleza
humana: escuchar, conocerse, verse a uno mismo, y a través de un espejo que le realiza preguntas
poderosas (ése es el coach), descubrir todo el potencial que tenemos y desarrollarlo mediante la
acción (además de la reflexión). Sin embargo, hoy día existen mil mitos sobre el Coaching y esto nos
dificulta conocer cuál es la realidad y el potencial de esta herramienta. No te dejes engañar. Averigua
qué es con este artículo, pero sobre todo no te olvides de experimentarla.
Definiendo conceptos
El Coaching, en realidad, procede del diálogo socrático. Sócrates, con sus seguidores, empleaba un
sistema de escucha activa y preguntas poderosas para que fueran ellos mismos los que
descubrieran cómo interpretaban la vida, trataban de resolver problemas, o cuáles eran sus bloqueos
(bloqueos que creamos nosotros mismos, a través de nuestros valores, creencias, impresiones,
interpretaciones, juicios sobre los demás y nosotros mismos, siempre sesgados y limitados).
Esta herramienta se moderniza en el pasado siglo XX con la práctica del tenis, y más tarde, con el
desarrollo de un nuevo tipo de consultoría empresarial en EEUU (donde estos consultores, con el
apoyo de psicólogos sociales, descubrieron que los cambios más profundos ocurrían en las
personas que se responsabilizaban de su toma de decisiones y eran conscientes de que ellos eran
los que podían cambiar su realidad cambiando algo de sí mismos). Hoy día, el Coaching es una
poderosa herramienta de empoderamiento humano, tanto para empresas... como para cualquier
persona, ya que el Coaching trabaja con personas, es un sistema para seres humanos.
¿Por qué existen entonces tantos mitos si la herramienta es tan sencilla?Principalmente por tres
razones. En primer lugar, el Coaching se ha hecho tan popular (por los potentes resultados que
ofrece) que existe muchísimo intrusismo profesional. En definitiva, muchas personas dicen ser
"coach" cuando no lo son, sino que ofrecen charlas, tratan de motivar, y te venden una teoría de la
felicidad, o te asesoran en algún sentido (en nutrición, deporte, oratoria, bienestar, emprendimiento,
vida de pareja, etc.).
Por cierto, en este sentido cabe distinguir claramente: te recomiendo el artículo "Diferencias
entre la Psicología y el Coaching".
En segundo lugar, porque existen hoy día demasiadas etiquetas de Coaching, cuando en realidad
solo existe el Coaching y las etiquetas son solo estrategias de marketing. Y en tercer lugar, porque
muchas personas, en lugar de informarse y experimentar lo que es de verdad el Coaching, prefieren
quedarse con una impresión errónea. Vamos a explicarte 10 simples mitos sobre el Coaching... para
ayudarte a que realmente sepas qué es ;)
El Coaching es una herramienta que suelen utilizar las empresas inteligentes y humanas. ¿Por qué?
Porque los resultados que obtengan dependen del estado en el que estén las personas... Cuando
una persona despierta su potencial y se siente pleno, sus resultados profesionales son mayores. Así
que el Coaching no es para empresas... sino para personas, y las empresas están compuestas por
personas.
El Coaching es para cualquier persona que quiera despertar su talento y experimentar un cambio
profundo.
2. El Coaching es entrenamiento
Aunque en inglés "coach" significa entrenar, la profesión del Coaching debe su nombre al término
"kocz" del idioma húngaro, que significa "coche". Se dice así porque un proceso de Coaching es
como un viaje en coche, desde donde estás (como piensas, crees, sientes y actúas ahora) a donde
puedes estar (donde quieres estar si desarrollas esa parte de ti que está un poco atascada)
El Coaching no motiva, sino que acompaña a una persona para que aprenda a motivarse a sí misma.
Esto es efectivo y dura para siempre, mientras que una motivación para grupos es solo eso... una
charla cuyo efecto se esfuma con el tiempo. Recuerda que el Coaching es una herramienta que tiene
lugar de forma privada y personal, entre la persona y el coach, no en grupos. En un grupo pueden
emplearse herramientas de Coaching, pero nunca será como un auténtico proceso de Coaching.
5. El Coaching es terapia
El Coaching te ayuda a que descubras tu talento y lo desarrolles, y esto quizá te sirva a nivel
profesional o no, depende nuevamente de tus objetivos. Un auténtico Coach, te acompaña para
conseguir tus objetivos, y eres tú quien aprende de ti mismo. Un coach no te forma, no te enseña, no
te intruye, no es ningún profesor. Un coach solo te acompaña de forma experta para que tú aprendas
de ti, como hacía Sócrates con sus alumnos, como si fuera un espejo fiel de ti mismo.
7. El Coaching es una técnica para dejar de fumar, adelgazar o tener mejor autoestima
Los objetivos que elijas en el Coaching dependen de ti. Se los contarás a tu coach y ese profesional
te ayudará a enfocarte claramente en lo que quieres. Jamás el Coaching es un sistema para
conseguir objetivos determinados, sino que los elige la persona libremente.
Como dijimos, el Coaching es tan antiguo como Sócrates. Probablemente el Coaching existe desde
que un ser humano escuchó a otro, comprendió su forma de ver la vida, y le hizo alguna pregunta
que le hiciera darse cuenta de que todo puede ser diferente.
9. El Coaching es magia
Los resultados del Coaching no ocurren por arte de magia ni se basan en ningún "secreto". Eres tú,
la persona, la que consigue los resultados con tu cambio, con tus acciones, con tu compromiso. El
coach te acompaña en ese camino.
10. El Coaching transforma tu vida
El Coaching es solo una herramienta, pero el protagonista eres tú. El coach es un experto en
acompañarte en un camino en el que aprenderás de forma acelerada sobre ti mismo y donde podrás
cambiar tu programación mental o forma de ver la vida y sentirla... de tal forma, que algo cambiará
en ti y podrás ser más tú mismo que nunca, más natural y pleno. Eres tú quien se transforma a sí
mismo.
Y por último, un mito también importante, no sobre el Coaching... sino sobre los coach:
Un coach es ante todo un profesional, una persona formada en Coaching de forma ardua (al
menos, Máster universitario y varios años de aprendizaje y experiencia profesional, además de dar
ejemplo con su propio estilo de vida, motivado por cambios, retos, responsabilidad y compromisos).
Un coach no es el protagonista, sino que tú eres el protagonista. El éxito de un coach es el éxito que
consigan las personas con las que trabaja. Un coach puede ser un gran orador o tener carisma, pero
ante todo necesitas muchísimo aprendizaje, humildad y experiencia, además de conocimientos y
formación. En realidad, lo más bonito de esta herramienta que puede hacernos ver lo muy valiosos
que somos y el gran poder que tenemos para cambiar nuestra realidad... es ser un coachee (la
persona que contrata al coach y quiere vivir el proceso).
Recuerda también que un proceso de Coaching tiene lugar de forma privada entre coachee (cliente)
y coach, en sesiones privadas (entre 6 y 12). El Coaching tan solo es un sistema para acelerar tus
aprendizajes y descubrirte a tiempo. Atrévete a iniciar un camino hacia ti mismo.
Etiquetas: Coaching, Motivación, Desarrollo personal
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La realidad es que los ciclos no se cierran de manera absoluta, pues nos encontramos en
un constante “ciclo de ciclos” interconectados entre sí. Gracias a esta relación entre ellos es que
justo cuando uno termina, el otro inicia y gradualmente el siguiente, explicación que da la
psicóloga y psicoanalista mexicana Fabiola Cuevas, creadora del blog de Desansiedad.
¿Qué es un ciclo?
El problema es que nuestra mente se queda atrapada en momentos pasados que conforman
ciclos a los que ya no deberíamos pertenecer frenando nuestro propio avance y truncando el
presente. A todo esto se le llama apego, que es el vínculo afectivo que nos ata a cosas
o personas, en muchas ocasiones sin sentido alguno.
–
¿Cuándo logramos cerrar un ciclo?
No se trata de olvidar, sino de descubrir la evolución dentro de uno mismo para poder seguir
avanzando a pesar de la pérdida sufrida. Cuando esto ocurre comenzamos a recordar con
cariño, pero no con necesidad, podemos agradecer por lo que fue y no sufrir por lo que ya no es,
logramos asimilar la pérdida como una experiencia para crecer y aprender, no como una caída
que nos volvió más débiles.
Al comenzar a pensar en la persona o situación perdida como algo ajeno a nosotros, algo que ya
no es parte de este mundo o que ya no existirá nunca más, se trata de una evasión, a través de
la cual no podremos avanzar ni ser, sólo nos hará creer que al pensar que aquello murió y que
hoy somos nuevas personas sin necesidad de llorar o reflexionar, estaremos bien otra vez,
cuando no es así.
Para la psicología, aunque se trate de un estudio científico del comportamiento humano, también
es importante el efecto que otro tipo de influencias tienen sobre la mente, por ejemplo, los
rituales, técnicas, procedimientos o creencias sobre los ciclos y su cierre. Es por eso que en
ocasiones, una serie de pasos que implican recordar y sufrir, ayudan mucho a perdonar,
desapegarse y sanar; la mente es muy poderosa y si uno piensa en sanación, obtendrá
sanación.
Sigmund Feud
1. Recuerda
Por más cruel que parezca, hay que recordar todo lo que vivimos en ese momento que ahora duele, es
imposible que todos los recuerdos sean negativos, así que hay que aprender de lo sucedido, aceptar lo
vivido y no pretender olvidarlo.
Si sólo nos enfocamos en olvidar, la ansiedad nos carcomerá, trayendo de vuelta dolor y sufrimiento.
2. Perdónate
Nos autojuzgamos y castigamos todo el tiempo, y de manera injusta, nos arrepentimos de lo que jamás
imaginamos. Curiosamente, deberíamos enfocarnos en ser empáticos con nosotros mismos, en
procurarnos como algún día cuidamos de la pareja, en entendernos como entendimos a todos aquellos
que también cometieron errores y sobre todo, en reconocer los aciertos que tuvimos.
Suena bastante fácil, pero lograrlo requiere de una disculpa que a veces nunca llega, por lo tanto,
aprender a no guardar rencores se vuelve un trabajo meramente personal y por otra parte, tenemos que
entender que el otro, muy probablemente, aún nos tiene un resentimiento importante.
Sin embargo, es responsabilidad total de la otra persona continuar o dejar de sentir ese rencor que poco
a poco a todos nos enferma. Hay que intentar comprender que los demás a veces no poseen todos los
recursos para evitar lastimarnos, defraudarnos o decepcionarnos, intentemos comprender que se trató de
un mal momento, un mal lugar o una mala decisión del pasado que no podemos permitir que se repita en
nuestro futuro.
Es imposible que encuentres una explicación o respuesta a todas las preguntas que te lleguen a la
cabeza. El ser humano intenta racionalizar todo a su paso, llevándolo a suponer y por lo tanto a sufrir, así
que intentar contestarnos todos los signos de interrogación que surjan de una pérdida o abandono no
disminuirá en ninguna medida lo que sentimos.
Simplemente, a veces no todo resulta justo o lógico y tenemos que aprender a vivir con eso, aferrarse a
querer entender exactamente lo que sucedió y la razón de que sucediera, solamente nos desgastará
incontrolablemente, llevándose todas la fuerzas que nos quedan para lograr cerrar el ciclo en verdad.
Existen cosas que quedan fuera de nuestro control, no intentes cambiarlas porque llegará a ti una
inmensa frustración. El mejor camino para lograr aceptar lo que ya nos pasó, es dejar de pensar en
posibilidades distintas.
Deja de darle vueltas al “¿Y si yo hubiera…? ¿Qué habría pasado si…? ¿Sería posible que…?”.
Para lograr despegarte por completo del sentimiento negativo, necesitas vivirlo, es decir, necesitas
abordar un duelo. Elizabeth Kubler Ross enlista de forma muy clara y sencilla los pasos que todo duelo
conllevan, este proceso requiere de tiempo y es necesario permitirnos tener paciencia para vivir todas
sus etapas:
-Negación
-Ira
-Negociación
-Depresión
-Aceptación
Sin ningún orden en específico, todas estas etapas aparecerán mientras vivamos nuestro duelo, son
completamente normales y de ellas resurge una fortaleza impresionante.
Sin embargo, esos sentimientos se generaron dentro de ti, desde ahí brotaron, no llegaron del exterior.
Tú eres el que decide dejarlos salir y quien se pone ciertos requisitos para dejarte hacerlo. Lo doloroso o
increíble de tu próximo ciclo dependerá de qué tan abierto estés a que nuevas puertas se abran y por lo
tanto, nuevas oportunidades entren en ellas. Para lograrlo puedes inspírate en los 5 poemas de desamor
para superar una despedida o bailar mientras aprendes de 12 canciones que te enseñan todo lo que
debes saber sobre desamor.
Psicología
Arturo TorresPsicólogo
Una reciente publicación en la revista Nature arroja algo de luz sobre el asunto. Según sus
conclusiones, los paseos por espacios naturales alejados de la influencia del ser humano están
asociados a una mejor salud mental y física, siempre que sean lo suficientemente largos.
El estudio, basado en cuestionarios, incluía preguntas relacionadas con la frecuencia de las visitas a
los entornos naturales y la calidad de los mismos (más o menos alejados de la intervención
humana), así como cuatro dimensiones de salud: salud mental, cohesión social, actividad física y
presión sanguínea. Estas cuatro dimensiones han estado vinculadas a hallazgos de estudios
anteriores similares a este, y se pretendía comprobar si podían obtenerse resultados parecidos.
En cuanto a la muestra utilizada, el grupo de personas que se estudió estuvo compuesto por 1.538
individuos residentes en la ciudad australiana de Brisbane.
Los resultados revelan que las personas que más pasean en solitario por entornos salvajes muestran
una menor tendencia a presentar depresión e hipertensión (factor de riesgo de enfermedades
cardíacas), además de sufrir menos estrés. Las personas que entraban en contacto con la
naturaleza con más frecuencia, además, presentaron un nivel de cohesión social significativamente
más alto.
Sin embargo, los beneficios asociados a la salud mental y la presión sanguínea se revelan siempre y
cuando la duración de los paseos por la naturaleza sea lo suficientemente larga. Así, los posibles
beneficios de los merodeos por zonas vírgenes se obtendrían con dosis de al menos media hora de
paseo por la naturaleza, y no con menos. La frecuencia de estos paseos podría ser, al menos,
semanal, y podría realizarse en grandes parques en los que escapar momentáneamente del entorno
urbano que los rodea.
¿Cómo se explica esto?
Este no es el primer estudio que vincula la toma de contacto con la naturaleza y los beneficios
psicológicos. Por ejemplo, una investigación relaciona la integración de las escuelas en espacios
verdes con un mejor rendimiento académico de sus alumnos. Sin embargo, es importante señalar
que este estudio no se basa en un experimento, y solo se limita a presentar correlaciones entre
variables.
Entre las ideas que proponen los miembros del equipo de investigación está la de que si todo el
mundo visitase un parque durante media hora una vez a la semana, los casos de depresión podrían
reducirse en un 7%, pero lo cierto es que esto no es seguro. Las personas que pasean por zonas
naturales presentan menos depresión, pero esto no tiene por qué significar que sean estos paseos
los que produzcan estas mejoras: a lo mejor hay algún factor aún desconocido que suele estar
presente en las personas que realizan esta actividad y que es lo que produce el buen estado mental
y físico que se ha encontrado en este estudio. Correlación no implica causalidad.
Sin embargo, también hay explicaciones sobre posibles mecanismos por los cuales pueden ser estos
paseos los que mejoren directamente el nivel de vida de las personas. Entre ellos, el hecho de
que en zonas naturales el aire es de mejor calidad y está menos contaminado, que las zonas
salvajes tengan más desniveles y atravesarlos conlleve realizar más actividad física, la protección
contra el sol de las zonas con sombra. Todo ello se traduciría en una mejor salud, relacionada con la
aparición de trastornos mentales.
Estas posibilidades hacen que las conclusiones de este estudio sean relevantes de cara a
programas destinados a prevenir enfermedades y hacer que su prevalencia disminuya. Teniendo en
cuenta lo barato que resulta pasear por parques, merece la pena que tanto nosotros a título
individual como las instituciones de salud le den una oportunidad a esta opción.
Etiquetas: Bienestar
Cuerpo y Mente
Caminar o pasear es uno de los ejercicios que, además de ser agradables, pueden hacerte sentir
mejor. Muchos piensan que si el ejercicio no es de alta intensidad no es posible beneficiarse de la
actividad física. Pero pasear o caminar es gratis, es fácil y es seguro en cuanto a las lesiones.
Caminar es un ejercicio aeróbico y como tal aporta muchos beneficios para las personas que lo
practican. Por ejemplo, un estudio llevado a cabo por la Universidad de Tennessee encontró que las
mujeres que caminaban a diario tenían menos grasa corporal que aquellas que no, y presentaban un
menor riesgo de sufrir coágulos de sangre.
Por tanto, la próxima vez que decidas quedarte sentado en el sofá piensa en salir a pasear un rato,
porque, además de disfrutar del paisaje, obtendrás beneficios tanto psicológicos como físicos.
Pasear aumenta los niveles de serotonina por lo que ayuda a dormir mejor. Un estudio que se llevó a
cabo en la Universidad de Sao Paulo que evaluó a un grupo de sujetos con insomnio, y comparó el
efecto que tenía tanto el ejercicio aeróbico moderado (por ejemplo, caminar) y el aeróbico vigoroso
sobre éstos, concluyó que el ejercicio aeróbico moderado fue el que alcanzó mayores beneficios
respecto a la calidad del sueño.
2. Mejora el humor
Un estudio de la Universidad Estatal de California en Long Beach, demostró que a mayor cantidad
de pasos, mejor humor. ¿Por qué? Como se ha dicho en el punto anterior, caminar libera serotonina,
más conocido como el químico de la felicidad. Pero, además, también libera endorfinas, unos
opiáceos naturales que nos hacen sentir realmente bien.
3. Mejora la circulación
Caminar es un excelente ejercicio para perder peso cuando alguien todavía no tiene una buena
condición física. Para la pérdida de peso, especialmente en las fases iniciales, el trabajo aeróbico
como caminar es óptimo, pues resulta sencillo de realizar, apenas supone un riesgo de lesión y
genera un gasto energético previsible y regular. Al ser una actividad de bajo impacto no ejerce
tensión en tu cuerpo como lo haría correr, saltar o incluso bailar. Esto lo hace ideal para los adultos
mayores, las personas con tendencia al dolor en las articulaciones y cualquier persona que quiera
dejar la vida sedentaria atrás y vivir una vida más activa.
A la hora de quemar grasa, la actividad física y las actividades cotidianas requieren entre un 20% a
un 30% de la reserva total de energía. La digestión utiliza entorno al 10% de la energía total. Y
el metabolismo basal, es decir, la energía almacenada por nuestro cuerpo para asegurar el
funcionamiento de sus funciones vitales (cerebro, corazón, respiración, etc.) significa en torno al 50-
70% de todas las calorías almacenadas. Una investigación publicada en el Journal of the American
Dietetic Association concluye que las mujeres que caminan durante nueve horas a la semana
experimentan un porcentaje de grasa corporal más bajo y un mayor tasa metabólica basal
8. Reduce el estrés
El estrés es una epidemia que se ha instalado en las sociedades occidentales. El ritmo de vida
acelerado que muchos individuos viven, las demandas en el trabajo o en los estudios, entre otras
situaciones, pueden causar situaciones realmente estresantes.
Caminar nos permite mejorar nuestra capacidad respiratoria y nuestra oxigenación. para estar más
tranquilos. Además, como cualquier ejercicio aeróbico, caminar reduce los niveles de cortisol, una
hormona que se libera en respuesta al estrés, según confirma una investigación publicada en
el Diario de Antropología Fisiológica.
Caminar cuando hace un día soleado incrementa los niveles de vitamina D. Esta vitamina se obtiene
mayoritariamente por acción de los rayos ultravioleta. La vitamina D es necesaria para el desarrollo
normal del cerebro y podría prevenir la esclerosis múltiple (EM).
Es importante detectar las creencias asociadas a la pérdida y ver cómo éstas condicionan al
duelo. Por ejemplo, del tipo siguiente:
“No voy a poder soportarlo”. “El mundo es injusto”. “Todo es para siempre”. “El mundo no vale la
pena”.
Interiorizando estas creencias limitantes que se resumen en “No puedo confiar en la vida”, el
duelo será mucho más costoso en su proceso, pudiendo llegar a hacerse patológico. Con ellas,
nos instalaremos en el sufrimiento en lugar del dolor, y lucharemos contra lo que ha sucedido,
culpando al mundo, a Dios, o a quien podamos.
No aceptar desde niños el cambio, la falta de aceptación que la vida es más grande que
nosotros, del ciclo natural de la vida, que todo cambia y nada es eterno, me complicará transitar
por ese duelo y aceptar realmente las pérdidas.
Una misma pérdida tiene un significado diferente para las personas, porque cada uno la percibe
de manera distinta. Y el impacto emocional, dependerá del tipo de vínculo que la persona tenía
con el ser que pierde.
Aceptar la realidad de la pérdida. Se consigue después de pasar por todo el proceso de duelo.
Dar explicación a los sentimientos, identificarlos y comprenderlos, para poderlos aceptar, y encontrar
los cauces apropiados de integración.
Adaptarse a la nueva existencia sin el ser querido, con la búsqueda de nuevos roles y ocupaciones.
Invertir la energía emotiva en nuevas relaciones
Tipos de duelo
Como dice Jorge Bucay en el libro “El Camino de las Lágrimas”, Pág. 145: “Pasan quince, veinte
años, y cada vez que uno llega hasta acá, porque le teme tanto a la desolación, huye hacia la
bronca, se esconde en la negación, se vuelve un niño, se queda en la culpa, corre hacia atrás,
hacia cualquier lugar, con tal de no enfrentarse al alma en ruinas. Y si no hacemos algo para
romper el círculo vicioso, volvemos una y otra vez para atrás, cambiando dolor por sufrimiento e
instalándonos en él”.
Aceptar la realidad de la pérdida: implica asumir que el otro no estará. Los rituales sirven de ayuda
en estos casos (no nos referimos en ningún caso a momificar, minimizar, negar, tener olvidos
selectivos o recurrir a prácticas como el espiritismo).
Trabajar las emociones y el dolor de la pérdida: no sirve de nada bloquear los sentimientos, negar
el dolor, detener el pensamiento o viajar como cura geográfica.
Adaptarse a un medio en el que el fallecido está ausente: servirá de ayuda asumir nuevas
habilidades y roles para elaborar la sensación de una pérdida de sí mismo y el cuestionamiento de
valores fundamentales que puedan darse.
Recolocar emocionalmente al fallecido: no sirve de ayuda mantener el apego en el pasado, y sí
ayuda tener otras personas a las que amar.
Personalidad
El perfeccionismo hace referencia a la creencia que tiene un individuo de que se debe alcanzar la
perfección en todo lo que se hace.
¿Eres perfeccionista? Conoce las consecuencias negativas de la personalidad perfeccionista
Ser perfeccionista podría parecer que nos va a ayudar a conseguir más cosas y a ser más exitosos,
pero el exceso de perfeccionismo puede provocar consecuencias negativas, por ejemplo: vivir más
tensos, estar más angustiados, no disfrutar de los logros e, incluso, un sentimiento de fracaso pese a
hacer bien las cosas.
Ser humillado constantemente durante la infancia puede provocar que se intente conseguir un
grado de perfección como manera de ser aceptado socialmente.
Los padres autoritarios que exigen mucho a sus hijos, también pueden provocar una
personalidad perfeccionista en sus descendientes.
Algún tipo de experiencia negativa o trauma puede causar que la persona quede marcada, de
manera que se vuelva perfeccionista para ser aceptada o para suplir su vacío.
Crecer en un hogar con padres o hermanos muy exitosos puede causar que los individuos
busquen estar a la altura de lo que se les exige como miembros de la familia.
Alguien que sufre baja autoestima puede trabajar sin cesar para compensar los sentimientos
de inferioridad.
La poca tolerancia al fracaso puede causar que alguien intente compensar de manera
exagerada su miedo al fracaso.
La sociedad altamente competitiva en la que vivimos puede causar que la gente se obsesione
por la perfección para conseguir buenos resultados y destacar por encima de los demás.
El perfeccionista se pone objetivos irracionales que pueden crear tensión constante y provocar una
eterna insatisfacción por todo lo que hace. Esto puede causar que el individuo perfeccionista acabe
sufriendo en su día a día pero, ¿cómo le afecta? A continuación se muestran las consecuencias
negativas de ser demasiado perfeccionista:
1. Autoestima baja
Ya que los perfeccionistas nunca se sienten satisfechos por los logros conseguidos, los sentimientos
de fracaso pueden llevar al desarrollo de una autoestima baja. Las creencias de fracaso sobre sus
éxitos no son realistas: cuando una persona sufre un trastorno perfeccionista, puede realizar tareas
con un alto grado de excelencia, pero su percepción irracional le hace creer que su trabajo no ha
estado a la altura a pesar de los elogios de los demás.
2. Culpa
Ya que la persona perfeccionista nunca se siente bien con lo que realiza, piensa que nunca ha
conseguido sus objetivos. Por tanto, la autorecriminación y la culpa son una habituales por pensar
que no ha cumplido sus expectativas.
3. Pesimismo
Ya que el perfeccionista se marca objetivos muy elevados y no reconoce sus propios logros, su
visión sobre los objetivos es pesimista. Esto le obliga a pelear sin cesar por conseguir las metas,
pero no disfruta del momento, pues su nivel de exigencia le causa excesiva tensión.
4. Depresión
El perfeccionista necesita siempre ser perfecto, pero eso es imposible de conseguir en todas las
situaciones. La depresión puede ser la causante del perfeccionismo en algunas ocasiones, pero las
consecuencias negativas de ser perfeccionista también pueden deprimir a la persona que sufre
prefeccionismo.
5. Rigidez
Querer hacerlo todo perfecto perfecto lleva al perfeccionista a ser una persona rígida, no espontánea
e inflexible.
6. Obsesión
Las personas perfeccionistas son obsesivas y quieren tener todo siempre bajo control. El
perfeccionista tiene muchas dificultades para disfrutar del día a día, pues siempre está obsesionado
con la perfección.
7. Pérdida de autoconfianza
Ya que al final la persona perfeccionista piensa que nunca consigue lograr sus objetivos, su
percepción de autoeficacia se ve afectada.
Etiquetas: Personalidad
1. Cuando se sabe decir que NO, el SÍ tiene un sabor muy distinto. Alejandro Jodorowsky
2. Atreverse a establecer límites se trata de tener el valor de amarnos a nosotros mismos, incluso
cuando corremos el riesgo de decepcionar a otros. Brene de Brown
5. Digamos lo que tengamos que decir. Podemos decirlo suavemente, pero con firmeza, hablando
con el corazón. No necesitamos ser críticos o no tener tacto, ni culpar o mostrarnos crueles
cuando decimos nuestras verdades. Melody Beattie
6. Los límites son una parte de nuestro autocuidado. Son saludables, normales y necesarios.
Doreen Virtud
7. No eres insensible ni egoísta por no dejarte chantajear emocionalmente, sino consciente y digno
de respeto, de respeto por ti mismo.
10. Los generosos estableced límites, porque egoístas rara vez lo hacen. Rachel Wolchin
11. La gente autodependiente no es manipulable. Y todo el mundo detesta a aquella gente que no se
deja manipular.Jorge Bucay
12. La diferencia entre las personas de éxito y la gente realmente exitosas es que las gentes
realmente exitosas saben decir “No” con facilidad. Warren Buffett
13. Si es un deber el respetar los derechos de los demás, también lo es el defender los propios.
Herbert Spencer
14. Establecer límites es una forma de cuidar de ti mismo.me llaman egoísta o indiferente porque no
hago las cosas a su manera. Me preocupo por mí, también. Christine Morgan
15. Si quieres ser respetado por los demás, lo mejor es respetarte a ti mismo. Sólo por eso, sólo por
el propio respeto que te tengas, inspirarás a los otros a respetarte. Fiódor Dostoievski
16. Sólo desde el autorrespeto podemos respetar a los demás. Walter Riso
17. Los límites nos definen. Definen lo que somos y lo que no somos. Un límite me muestra dónde
termina y dónde comienza la otra persona. Henry Cloud
18. Dejar ir nos ayuda a vivir en un estado más pacífico de la mente y ayuda a restaurar el equilibrio.
Permite que los demás sean responsables de ellos y a nosotros tomar distancia de situaciones
que no nos pertenecen. Esto nos libera de tensión innecesaria. Melody Beattie
19. Tratar de mejorarse a sí mismo es empresa que suele dar mejor resultado que tratar de mejorar
a los demás. Noel Clarasó
20. Si una espina me hiere, me aparto de la espina… pero no la aborrezco. Amado Nervo
21. Tus límites personales protegen el núcleo interno de tu identidad y tu derecho a elegir. Gerard
Manley Hopkins
22. Ponerle límites al amor no significa ponerle límites al sentimiento. Walter Riso
23. En numerosas ocasiones nos sentimos culpables por cosas que no son nuestro problema.
Cuando otra persona se comporta de manera inapropiada o de alguna manera que no nos
agrada, desafiamos su comportamiento, y si esta persona se enoja o se pone a la defensiva,
entonces podemos llegar a sentirnos culpables, pero no es problema nuestro. Melody Beattie
24. Los demás nos tratan como permitimos que nos traten.
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No sólo se trata de diversión sin sentido, los videojuegos realmente están haciendo tu vida mejor. A pesar de los lamentos sobre una supuesta relación entre la violencia y
los videojuegos, numerosos estudios académicos indican que los juegos de video tienen muchos beneficios psicológicos e incluso físicos.
En conjunto, resulta que los videojuegos realmente te hacen un mejor ser humano. Aquí te sugerimos una lista de las 9 formas en que los videojuegos te ayudan mejorar,
retomadas de Huffington Post.
1 . Mario Bros :esteroides para el cerebro: Para entender mejor cómo los videojuegos afectan al cerebro, un grupo de investigadores alemanes, liderados por Simone
Kühn, realizaron un estudio en el que le pidieron a 23 adultos, con una edad mediana de 25 años, jugar "Super Mario 64 " por 30 minutos al día durante un período de dos
meses. Un grupo de control independiente no jugó los videojuegos en absoluto.
Al examinar los cerebros de los dos grupos, utilizando una máquina de resonancia magnética, se encontró que el grupo de juego tuvo un aumento de la materia gris en el
hipocampo derecho, la corteza prefrontal derecha y el cerebelo; áreas del cerebro responsables de la navegación espacial, la formación de la memoria, la estrategia,
la planificación y la motricidad fina de las manos.
Kühn y sus colegas llegaron a la conclusión de que los juegos de video potencialmente podrían utilizarse como una terapia para pacientes con trastornos mentales. Dichas
enfermedades incluyen la esquizofrenia, el trastorno de estrés post -traumático y el Alzheimer.
2 . Starcraft: te hace más inteligente: En agosto, un grupo de investigadores británicos encontraron que ciertos juegos de video, especialmente estratégicos como
"Starcraft", pueden aumentar la "flexibilidad del cerebro"; algo que los científicos describen como "una piedra angular de la inteligencia humana."
El estudio, realizado en la Universidad Queen Mary de Londres y la Universidad College de Londres, se basó en las pruebas psicológicas realizadas antes y después de que
72 voluntarios jugaron "Starcraft", o el juego de simulación de vida "Los Sims" durante 40 horas, a lo largo de seis a ocho semanas. Ellos encontraron que los participantes
asignados a jugar "Starcraft" obtuvieron mejoras significativas en su rendimiento en las pruebas psicológicas y en la realización de tareas cognitivas como la flexibilidad
con mayor velocidad y precisión.
3 . Los videojuegos pueden retardar el proceso de envejecimiento: Jugar con ejercicios de habilidad mental, sólo dos horas a la semana puede ayudar a reducir el grado
de deterioro mental asociado con el proceso natural del envejecimiento; según un estudio realizado este año por la Universidad de Iowa; el estudio se hizo con 681
personas sanas mayores de 50 años, en donde se reveló que jugar 10 horas de un juego de video especialmente diseñado, fue capaz de detener el declive natural de
habilidades cognitivas de hasta siete años, en algunos casos.
Más de cinco a ocho semanas, un grupo de personas mayores realizó crucigramas computarizados mientras que otros tres grupos jugaron un juego de ordenador llamado
"Road Tour". El juego consiste en imágenes coincidentes de vehículos al recordar la localización de una señal de tráfico en particular a medida que van apareciendo más y
más distractores. La experiencia pretende reflejar la dificultad que los conductores mayores tienen cuando procesan la información desde múltiples puntos de vista en una
intersección.
4 . Los videojuegos ayudan a los niños disléxicos a leer mejor: Un estudio de la Universidad de Padua lanzó la idea de que los videojuegos son malos para el cerebro de
los niños pequeños . En febrero, un equipo de investigadores italianos demostró que los videojuegos de ritmo rápido puede mejorar las habilidades de lectura de los niños
con dislexia.
El equipo separó niños de 7 a 13 años en dos grupos, uno de los cuales jugó un juego de acción llamado "Rayman Raving Rabids" mientras que el otro jugó un partido de
tiempo inferior. Cuando las habilidades de lectura de los niños fueron evaluadas después, los que jugaron el juego de acción eran capaces de leer más rápido y con mayor
precisión . Los autores del estudio tienen la hipótesis de que los juegos de acción ayudan a los niños a aumentar su capacidad de atención, una habilidad que se considera
crucial para la lectura.
5 . Los adolescentes realizan mejor una cirugía virtual que los residentes médicos reales: En noviembre de 2012, los científicos de la Universidad de Texas Medical
Branch en Galveston llevaron a cabo un experimento en el que los jugadores de la escuela secundaria, los jugadores universitarios y médicos residentes compitieron para
ver quién podría realizar una cirugía más virtual. Los jugadores completaron una serie de tareas en un dispositivo que replica cirugías reales y habilidades medidas en 32
categorías diferentes, tales como la coordinación ojo-mano, la presión sobre los controles y los tiempos.
Los estudiantes de segundo año de la escuela secundaria que jugaron videojuegos dos horas al día, superaron considerablemente tanto a los jugadores universitarios
(quienes jugaron cuatro horas de juegos de video al día) y los médicos residentes (que jugaron muy poco).
6 . Los videojuegos pueden ser un analgésico: En 2010, los investigadores presentaron evidencias en la reunión científica anual de la American Pain Society de que los
videojuegos, especialmente aquellos con un énfasis en la realidad virtual, han demostrado ser eficaces en la reducción de la ansiedad o el dolor causado por procedimientos
médicos o enfermedades crónicas. El estudio encontró que cuando las personas reciben quimioterapia u otros tratamientos graves, y se sumergen en un mundo de juego
virtual, reportaron significativamente menos estrés y miedo. Además, las personas que reciben tratamiento para las quemaduras encontraron una disminución en sus índices
de dolor por tasas de 30 a 50%.
7 . 'Call of Duty' puede mejorar su vista: Según un estudio de la Universidad de Rochester, disparar a los malos en videojuegos te da una mejor visión.
En el estudio de 2009, los jugadores de acción expertos jugaron los juegos de disparos en primera persona como "Unreal Tournament 2004" y "Call of Duty”, mientras que
los jugadores de acción sin experiencia jugaron "The Sims 2". Los jugadores de disparos mostraron un aumento en su "función de sensibilidad al contraste", o la capacidad
de discernir los cambios sutiles en el brillo de una imagen.
8 . Los videojuegos pueden ser tan eficaces como una consulta médica: Mientras se culpa a los juegos de video a menudo, como una de las causas de la enfermedad
mental, los estudios han demostrado que también pueden ser una cura.
En 2012 , investigadores de Nueva Zelanda crearon una nueva forma de tratar la depresión: “SPARX”, un videojuego diseñado para dar tratamiento a los niños de una
manera que era más divertida y activa que el asesoramiento tradicional. El acrónimo de pensamientos inteligentes, positivos, activos, realistas y de factor “x”, las estrategias
que se han utilizado comúnmente para combatir la depresión.
El estudio incluyó a 168 adolescentes con una edad promedio de 15 que habían solicitado previamente ayuda o luchado contra la depresión. A la mitad del grupo se le
asignó al azar a "tratamiento habitual". A la otra mitad se les puso a jugar SPARX, un juego de fantasía, donde los sujetos crean avatares con el fin de aplastar
"pensamientos automáticos negativos sombríos" y restablecer el orden en el mundo virtual. Cada nivel enseñó a los jugadores hechos básicos acerca de la depresión, las
estrategias para hacer frente a emociones negativas intensas y técnicas de relajación.
Los resultados para el grupo de SPARX fueron muy alentadores. Alrededor del 44% de los jugadores SPARX se recuperó completamente de la depresión, mientras que
sólo el 26% del grupo de control no estaban deprimidos.
9 . Los videojuegos ayudan a las víctimas a recuperar movimiento: Para las víctimas de accidentes cerebrovasculares, la recuperación puede ser un proceso largo o
incluso imposible. Buscando un enfoque más asequible y eficaz para restablecer el habla y el movimiento después de un golpe, Debbie Rand de la Universidad de Tel Aviv
volvió a los videojuegos.
Las personas que tuvieron un accidente cerebrovascular de uno a siete años antes del estudio fueron asignados a uno de dos grupos. El primero hizo ejercicios de
rehabilitación tradicionales, mientras que los otros juagaron Xbox 360, PlayStation 3 y Nintendo Wii.
Para un terapeuta ocupacional como Rand, las ventajas de usar los videojuegos para la rehabilitación fueron claras de varias maneras. Aunque ambos grupos mostraron
mejoría en cosas como agarre sólo el grupo de videojuegos siguió mostrando mejoría en fuerza de la mano después del tratamiento. Los jugadores de videojuegos no sólo
realizan el doble de la cantidad de movimientos de los brazos durante cada sesión, sino que sus movimientos eran "dirigidos a un objetivo" y no sólo eran ejercicios
repetitivos .
Imagen: Pinterest.
Cada vez son más los papás que acuden a esta herramienta tecnológica cuando ya no dan más
con los gritos de sus hijos. Deciden tirar la toalla y en vez de consolarlos o hablar con
ellos, deciden la salida fácil: entregarles el smartphone. Lo que no saben es que
eventualmente este acto de rendición traerá consecuencias que no están dimensionando hoy.
En febrero de este año JAMA Pediatrics publicó un estudio en donde hacen refencia al tema, allí
escribieron que lo más habitual en los papás es relajar el temperamento enérgico de sus
niños usando la televisión, sus celulares, computadores o tablets porque tienen poco
control sobre los menores. La autora del estudio y doctora de la Universidad de Boston Jenny
Radesky, aprovechó la instancia para explicar que ya se ha advertido muchas veces a los
padres que esto es algo que deben resolver:están proporcionando obstáculos en el
desarrollo del lenguaje que pueden aparecer cuando un niño pasa mucho tiempo jugando y así
no tiene interacción con otras personas.
Imagen: Pinterest.
En la realidad hay muchos que defienden el uso de los smartphones y tablets porque dicen que
ayuda a los niños a hablar y mejorar su vocabulario, pero Radesky advirtió el año pasado
que: “si estos dispositivos se convierten en un método habitual para calmar y distraer a los niños,
¿ellos serán capaces de desarrollar sus propios mecanismos de autoregulación?”. Distraer a los
niños que se aburren o lloran con un aparato no les permite que puedan generar su propia forma
personal de entretenimiento.
Es por eso que aseguró que: “El abuso de estos dispositivos durante la infancia podrían interferir
con su desarrollo de la empatía, sus habilidades sociales y de resolver los problemas, que
generalmente se obtienen de la exploración, los juegos no estructurados y la interacción con
amigos”.
Imagen: Pinterest.
Así se da a entender que la mejor forma que estos padres tienen para calmar a sus hijos no
depende de un aparato tecnológico, sino de sus capacidades. Hablar con los niños,
contenerlos y escucharlos hará que puedan mejorar sus ansiedades y aprendan a
controlarse poco a poco. Aunque tome tiempo, es algo que deberían hacer.
Psicología
Autoconfianza: descubre las 7 claves para
mejorarla
¿Cómo ganar autoconfianza para alcanzar tus objetivos?
Imagen: Pixabay
En un mundo en el que cada vez se nos exigen más cosas, trabajar en mejorar los niveles de
autoconfianza sigue siendo la gran asignatura pendiente. Tener déficits en este aspecto no sólo
causa dolor emocional, sino que nos predispone a actuar como personas que no se fían de sí
mismas. Y eso, además de ser una fuente de problemas, hace que los demás nos traten como si
necesitáramos ayuda para cualquier cosa.
Contra esta dinámica destructiva, aquí tienes algunos puntos de partida para mejorar los niveles de
autoconfianza y autoestima y hacer que la imagen que tienes de ti mismo/a se ponga a trabajar a tu
favor.
Distanciarte de tu propia persona y analizar las cosas que haces como si fueses unobservador
externo te ayudará a reconocer aquellas situaciones y hábitos en los que te haces auto-sabotajes. Si
hace tiempo que te notas con poca autoestima, es muy probable que hayas entrado en un círculo
vicioso de ansiedad y mala autoimagen del que es difícil salir sin proponérselo. Por eso, tomar un
punto de vista en tercera persona te ayudará a ver este círculo vicioso al completo y será más fácil
tomar cartas en el asunto.
¿Cómo hacer esto? Muy sencillo. Cuando notes que hay algo que te crea angustia y que mina tu
autoconfianza, párate a pensar en las distintas opciones con las que puedes afrontar esta situación y
elige la que crees que vaya a beneficiarte a medio o largo plazo.
Vigila que tu concepción de lo que es "mejor" a largo plazo no se vea influida por tus ganas de
decantarte por la solución cómoda. Si quieres hacer las cosas distintas a como las sueles
hacer, tendrás que salir de tu zona de confort. Por ejemplo, si crees que uno de tus trabajos
académicos ha recibido una puntuación más baja de lo esperado, la opción más fácil puede ser no
hacer nada, pero si acudes a la revisión de la corrección para que la persona que te lo ha corregido
te explique en qué has fallado es probable que aprendas cosas, aunque el hecho de enfrentarte a tus
errores pueda resultar algo incómodo.
Este punto de vista distanciado no debería actuar sólo a la hora de considerar tus posibilidades de
acción, sino también como método para detectar aquellos pensamientos que menoscaban tus
niveles de autoconfianza. Tener una buena imagen de uno mismo no consiste en tener una imagen
objetiva de uno mismo (eso resultaría imposible, con la cantidad de cosas que sabes sobre tu
persona), sino en tener una autoimagen que te resulte útil.
Lo que marca la diferencia a la hora de construirte una autoimagen positiva es laatención selectiva.
Cuando no te tienes en muy buena consideración, toda aquella información sobre ti y tus acciones te
llegan habiendo pasado por un filtro que haces que lo veas todo en clave pesimista. De este modo,
tendrás propensión a prestarle mucha atención a las cosas que te salen mal, mientras que tus
méritos te pasarán desapercibidos. Ya que este sesgo va a estar ahí hagas lo que hagas, ¡sácale
partido! Detectar aquellos pensamientos sobre tu persona que son injustos y reconocerlos como
tales te ayudará a restarles importancia.
Cambiando tus pensamientos para que jueguen a tu favor
A la vez que vas viendo la cantidad de pensamientos negativos poco realistas acerca de tu propia
persona, serás más consciente de tu capacidad para participar activamente en la construcción de
unos niveles de autoconfianza adecuados, porque te darás cuenta de que lo que sabías de ti estaba
sesgado por tu estado de ánimo. También podrás darle un vuelco a la situación contraatacando con
pensamientos positivos y prestando más atención a las cosas que hablan bien sobre ti. Esto no
cambiará sólo tu percepción sobre tu personalidad, sino que además hará que actúes de manera
diferente y, como efecto final, mejorará tus niveles de autoconfianza.
Debes dejar de compararte con otras personas. Si no puedes evitar compararte, es porque
probablemente no las conoces lo suficiente. Hoy en día las redes sociales y los medios de
comunicación hacen que sea muy fácil que personas concretas ofrezcan sólo su mejor lado y
guarden bajo candado muchas otras cosas. Y todo esto, con o sin un asesor de imagen a sueldo.
Piensa, por ejemplo, en el tiempo que le has dedicado a elegir las fotos que vas a subir en tus
perfiles virtuales, o en la meticulosidad con la que escoges ciertas frases. Eso mismo es lo que
hacen constantemente un buen montón de personas sobre las que te llegan noticias cada día, y es
muy posible que muchas de ellas aún se preocupe más que tú en asegurarse que todas estas
noticias hablen sobre una personalidad fascinante. Por eso, trabajar en tu autoconfianza debería
incluir una fase en la que pasas de idealizar a estas personas a humanizarlas, es decir, considerar
sus defectos o la falta de información sobre ellos.
Si nuestra propia manera de pensar ya lleva incorporada unos patrones de atención selectiva, los
mass media e Internet hacen que este acceso restringido a unos pocos datos sea aún más definitivo.
Lo cual nos lleva al siguiente punto.
Darse cuenta de que la autoestima, sea positiva o negativa, es algo que puede aprenderse y
desaprenderse y en lo que influyen elementos mediáticos y culturalessirve para ver de que una
autoimagen negativa no refleja nuestra propia naturaleza. Por lo tanto, considerar las presiones
sociales que influyen en nosotros es imprescindible para conservar la autenticidad y no dejar que la
publicidad nos hunda emocionalmente.
5. Cuida de tu salud
Aunque la autoconfianza es algo subjetivo, es más fácil hacer que esta sea positiva si introduces
pequeños cambios objetivos en tu vida. Mantener unos buenos hábitos de ejercicio regular,
alimentación adecuada e higiene es algo sencillo de conseguir y, además de aportarte beneficios de
todo tipo, puede mejorar tu autoestima de manera indirecta.
Cuando nuestro cuerpo funciona mejor, lo nota todo el mundo (y también uno mismo). Hay múltiples
estudios que relacionan el bienestar físico con el mental, así que no deberías infravalorar este punto.
6. Duerme bien
No sólo por lo que ya se ha dicho en el punto anterior, sino porque es totalmente esencial. No dormir
adecuadamente produce cansancio y estrés, lo cual afecta nuestra manera de interpretar las cosas
y, cómo no, también tiene un efecto sobre lasposturas que adoptamos. Es difícil confiar en uno
mismo cuando se anda todo el día con la cabeza agachada.
Si quieres trabajar tu autoconfianza deberías enfocar tus acciones pensando en la repercusión que
van a tener sobre tu autoestima. De algún modo, debes dejarle recados a tu yo del futuro para que
sea este quien se lea a sí mismo con unos ojos más amables (en parte, en eso consiste lo explicado
en el primer punto).
Por eso, deberías ver qué metas u objetivos, lejos de resultar útiles, no hacen más que dañar tu
autoimagen por ser poco realistas. Si quieres hacer avances en este sentido, céntrate en los
objetivos que puedas abordar y lánzate a ellos, sin dejarlo para el día siguiente.
Etiquetas: Motivación, Desarrollo personal, Autoestima, Bienestar
Psicología
Y es esta misma rama la que define a la autoestima como participante principal de la salud mental o
de la ausencia de ésta. Con una autoestima positiva, lo más probable es que se tengan más
pensamientos positivos acerca de mundo y de uno mismo, una percepción más optimista del futuro,y
una mayor sensación subjetiva de felicidad.
No obstante, si la autoestima es negativa los efectos se invierten. No es que sea responsable de los
factores de estos factores enumerados, sino que correlaciona con pensamientos de su misma
valencia, de su mismo signo por así decirlo. Si tenemos una mala autoestima, esta será a la vez
causa y consecuencia de pensamientos y percepciones negativas.
Y es en este círculo vicioso donde se esconden las distorsiones cognitivas, las ideas irracionales y
los pensamientos automáticos negativos. La tríada del mal mental, según la Psicología Cognitiva. De
forma breve, definiremos las ideas irracionales como creencias que no tienen contacto con la
realidad y que son dañinas para nosotros mismos (todos deben aprobar mi conducta, de lo contrario
no valgo nada) y los pensamientos automáticos negativos como juicios negativos en consonancia
con las primeras (no se está riendo de mi broma; no valgo nada).
Si prestamos atención a cómo operan las distorsiones cognitivas vemos que no son otra cosa que el
paso intermedio entre las dos ya descritas; el trámite o la operación que hace nuestra mente para
transformar creencia irracional en pensamiento automático negativo. Es decir, la forma en la que
nuestra propia mente nos ataca.
Nos levantamos un día llenos de energía y ponemos en marcha el circuito rutinario de ducha, café y
tostadas. No es que haya nada especial en el proceso, pero nos sienta francamente bien. De camino
al trabajo pensamos en lo cerca que está ese puesto de Director de Sección para el que hemos
estado esforzándonos durante meses.
"Seguro que me lo dan, me lo merezco", pensamos. Cuál es nuestra sorpresa cuando llegamos al
trabajo y nos topamos con que al lado de nuestra mesa, las cosas del compañero han desaparecido
y están siendo transportadas al despacho de la vacante de Dirección de sección... Se lo han dado a
él. Nos escuece, pero por otro lado, se trata de un compañero, y nos alegramos por él.
Una situación bastante común, ¿no es así? Veamos qué haría nuestra mente si siguiese la lógica de
algunas de las distorsiones más dañinas.
1. Hipergeneralización
Consiste en escoger un hecho concreto, sacar una regla general de él y no comprobar nunca esta
regla, de forma que siempre sea cierta. Posiblemente “nunca seré lo suficientemente bueno para el
puesto” es lo que pensaríamos si hipergeneralizásemos al no recibirlo.
Sabemos que estamos hipergeneralizando cuando empleamos términos demasiado absolutos como
para ser ciertos: siempre, cada, ninguno, nunca, nadie, todos.
2. Designación global
El mecanismo sería el mismo que el anterior. Con la misma situación, lo único que nuestra mente
hace distinto es otorgarnos una etiqueta global en lugar de una regla general. De modo que el
pensamiento sería: “soy un fracasado”.
3. Filtrado
A través de este tipo de distorsiones cognitivas, la mente filtra la realidad vivida seleccionando unos
aspectos e ignorando otros. En el ejemplo, nos centraríamos en la pérdida de la oportunidad del
puesto, y en lo inútiles que somos, pero pasaríamos por alto el hecho de poder mejorar y la alegría
que sentimos por nuestro compañero.
Podemos preocuparnos por esta distorsión cuando nos criticamos recurrentemente por
temaspasados, pérdidas, injusticias, o estupideces, o si estos términos aparecen en las críticas.
4. Pensamiento polarizado
Si hubiésemos cometido esta distorsión, el ejemplo dado habría partido de una premisa como: “si no
me dan el puesto ya, se habrá acabado mi futuro profesional”. Se trata de una forma de pensar
absolutista; blanco o negro, sin opción a gris.
El plantear retos, metas o realidades con condicionales (“si no…”) y contraponiendo opciones (“o me
dan el puesto, o…”) nos da la pista de estar empleando esta distorsión.
5. Autoacusación
Consiste en pensar de forma que la culpa de lo malo recaiga siempre sobre nosotros mismos, lo
quees distinto de que tengamos o no responsabilidad real. Aplicado al ejemplo tomaría la forma de:
”Pues claro, si es que todo lo he hecho mal, qué estúpido he sido por siquiera soñar con el puesto.
Me disculparé a Pedro por si ha pensado que no me alegro por él”.
Un síntoma de esta distorsión cognitiva es estar continuamente pidiendo perdón. Nos sentimos
realmente culpables de algo en concreto, y pedimos perdón de forma compulsiva.
6. Personalización
En el ejemplo, el pensamiento sería algo como “Lo sabía. Sabía que el jefe me la tenía jurada por no
guardar aquellos clips. Lo que no había imaginado es que se fuese a aliar con Pedro para
excluirme”.
7. Lectura de la mente
Como su nombre indica, el error o la distorsión está en asumir que sabemos lo que el otro piensa o
siente acerca de nosotros. Lo que realmente ocurre es que proyectamos sobre el resto nuestras
propias emociones; asumimos que el resto pensará o sentirá como nosotros.
¿Y ahora qué?
En definitiva, si bien es cierto que estos conocimientos sobre las distorsiones cognitivas no son
precisamente nuevos, también lo es que no son de orden público. Hoy día, en un mundo en el que el
autoestima ha adoptado una nueva dimensión digital, es necesario que todos hagamos hincapié en
aquellos fallos que la mente humana tiende a cometer a la hora de valorarse a uno mismo.
Sin ir más lejos, los ejemplos aquí mostrados forman parte de la vida de una forma tan natural que
son considerados “formas de ser” como si el ser humano estuviese diseñado para complicarse la
vida. Es una falacia pensar que no nos queda más opción que resignarnos a dañarnos y a no
valorarnos como nos merecemos.
Por ello no podemos olvidar nuestra dirección personal en nuestras propias vidas, y hacernos la
pregunta clave: ¿Y ahora qué? ¿Dejaremos que esto quede de nuevo en un recordatorio pesado u
optaremos por emplear estas pequeñas pinceladas de conocimiento?
Psicología
Ciertas corrientes de la psicología han estado asociadas a una visión pesimista del ser humano. Por
ejemplo, el psicoanálisis de Sigmund Freud presenta una explicación de la psique en la que los
deseos inconscientes y su choque con las normas sociales gobiernan nuestro comportamiento, y
el conductismo norteamericano ha sido acusado de presentar a las personas como máquinas que
reaccionan ante estímulos externos.
Sin embargo, los psicólogos humanistas como Carl Rogers propusieron algunas ideas sobre los
procesos mentales en los que se enfatiza la libertad de los individuos a la hora de tomar el rumbo de
sus vidas. Según ellos, ni los factores biológicos ni los ambientales son determinantes en nuestro
comportamiento, y no nos "arrastran" irremediablemente hacia ciertos tipos de comportamiento. En
resumidas cuentas, no eran deterministas.
En concreto, Carl Rogers creía que la personalidad de cada persona se desarrollaba según el modo
en el que consigue ir acercándose a (o alejándose de) sus objetivos vitales, sus metas.
Esta idea de que el desarrollo personal y el modo en el que el individuo lucha por llegar a ser como
se quiere ser es una idea central de la psicología humanista, pero para Carl Rogers tiene especial
importancia, porque para él es a través del desarrollo personal como se forma el carácter y el modo
de ser.
Carl Rogers propone la idea de que la personalidad de cada individuo puede analizarse según el
modo en el que se acerca o se aleja a un modo de ser y vivir la vida al que él pone la etiqueta
de persona altamente funcional.
Las personas altamente funcionales se caracterizan por estar en un proceso constante de auto-
actualización, es decir, búsqueda de un ajuste casi perfecto con los objetivos y las metas vitales.
Este proceso de desarrollo personal se encuentra en el presente, por lo que siempre está en
funcionamiento. De este modo, la personalidad de las personas altamente funcionales es, para Carl
Rogers, un marco en el que fluye en tiempo real un modo de vivir la vida que se adapta a las
circunstancias constantemente.
Según Carl Rogers, los rasgos de la personalidad que definían a las personas altamente funcionales
están definidos según las siguientes cinco características.
1. Apertura a la experiencia
La personalidad de la personas altamente funcional es, según Carl Rogers, muy abierta a la
experiencia, en un sentido amplio. No adopta una actitud defensiva por defecto ante lo desconocido,
sino que prefiere explorar nuevas posibilidades. Es por eso que este tipo de personalidad se define
por la aceptación de las emociones asociadas a lo que se está viviendo, la no evitación de las
"emociones negativas" y la adopción de actitudes receptivas ante situaciones que no son claramente
peligrosas.
Esta característica tiene que ver con la tendencia a asumir que es uno mismo quien ha de otorgar
sentido a las experiencias que se viven en cada momento, a través de un proceso de creación de
significado. De este modo, se deja que el modo de vivir el día a día sea espontáneo, creativo, sin
intentar que todo lo que se percibe encaje a la fuerza en esquemas preconcebidos. El estilo de vida
asociado a este tipo de personalidad, para Carl Rogers, se caracteriza por evitar la tendencia a
prejuzgar.
No se analiza el presente como algo que debe ser explicado totalmente por las vivencias del pasado,
sino que se vive plenamente.
Para Carl Rogers, el hecho de abrazar una manera libre de vivir la vida conlleva fiarse del propio
criterio y la propia manera de tomar decisiones por encima de cualquier otro referente. La idea es
que, como nadie conoce mejor que uno mismo la propia manera de vivir la vida, no se tiende a
apoyarse en códigos de comportamiento impuestos desde instancias externas.
4. Creatividad
El hecho de que las personas altamente funcionales de Carl Rogers sean enemigas de los dogmas y
las convenciones hace que miren más allá de lo considerado como "normal". Esto proporciona las
bases necesarias para que puedan desarrollar su creatividad.
5. Libertad de elección
El modo de ser creativo e innovador de la personalidad altamente funcional teorizada por Carl
Rogers hace que estas personas sean capaces de encontrar nuevas opciones de comportamiento
allí donde aparentemente solo hay unas pocas. Esto define el carácter inconformista de este tipo de
personalidad, que es capaz de resolver paradojas en las que hay una aparente contradicción entre
las opciones que a priori parecen disponibles.
6. Carácter constructivo
Este tipo de personalidad muestra una gran facilidad para dar respuesta a todas las necesidades de
manera equilibrada, de manera que las crisis son aprovechadas como oportunidades para construir
nuevas oportunidades y encontrar maneras de alcanzar niveles de bienestar.
7. Desarrollo personal
El desarrollo personal es el motor vital de las personas altamente funcionales. Se vive como un
proceso de cambio constante, en el que nunca se alcanza una meta final definitiva sino que se va
pasando de una etapa a otra.
Críticas y observaciones a la teoría de Rogers
Las características y definiciones que Carl Rogers utiliza para definir a las personas altamente
funcionales son muy abstractas y altamente ambiguas, ya que ceñirse a conceptos muy rígidos iría
en contra de su idea de que una personalidad basada en la auto-actualización y el desarrollo
personal fluye constantemente y escapa a las convenciones.
Sin embargo, esto también le ha ganado muchas críticas: a fin de cuentas,prácticamente todo el
mundo puede sentirse identificado con los rasgos que se atribuyen a las personas altamente
funcionales, siguiendo la lógica del efecto Forer.
Solo cada persona es capaz de juzgar hasta qué punto es útil o inspirador tener estas características
como referencia.
Etiquetas: Teoría, Historia de la psicología, Desarrollo personal
Psicología
Imagen: Pixabay
María José HiguerasPsicóloga
Cuando se produce una infidelidad, el “agraviado” sufre una profunda herida en su autoestima que
será necesario sanar. Uno de los retos más difíciles al que tendrá que exponerse será el perdonar lo
ocurrido, con independencia de que se desee restaurar la relación o no.
¿Qué es el perdón?
El perdón es un proceso que tiene efectos saludables en la persona que perdona, promoviendo así
su salud mental. Sin embargo, perdonar es un asunto complejo que llevará tiempo, deseo de
perdonar, determinación y compromiso.
En este proceso tendremos que cambiar actitudes, pensamientos y conductas. Mediante esta
reestrucutación cognitiva, podremos ser capaces de reconciliarnos con esos sentimientos que fueron
violentados, y volver a la normalidad.
El proceso de perdón tras una infidelidad
El primer paso será reconocer el daño sufrido. Es importante no intentar engañarse minimizando lo
ocurrido, al contrario, será desde la importancia del evento desde donde el “agraviado” se dará la
oportunidad de perdonar.
El segundo paso es mostrarnos interés por perdonar lo ocurrido, al menos como una posibilidad.
Para ello tendremos que analizar y reconocer lo que significa para nosotros perdonar para detectar
posibles pensamientos o ideas que pueden interferir de forma negativa sobre el proceso de perdón.
Algunas de estas ideas erróneas pueden ser:
La memoria es una función cerebral que interviene en todos los procesos de aprendizaje del ser
humano. Cuando aprendemos algo, no se borra de nuestro “almacén”, no podemos hacerlo
desaparecer. El fin no es olvidar lo ocurrido, el fin será recordarlo sin que nos haga daño.
2. “Perdonar es sinónimo de reconciliación”
Esta es una de las ideas más extendidas en consulta: “Si no quiere volver conmigo es porque no me
ha perdonado, si lo hubiera hecho estaríamos juntos”. El perdón no incluye necesariamente restaurar
la relación con alguien, es necesario, pero no suficiente.
¿Cuántas veces hemos escuchado frases del tipo: “no es para tanto”, “intenta ver lo positivo”, “estas
cosas pasan”,...? Perdonar no implica cambiar la valoración del hecho; de modo que es muy
probable que éste siempre se valore de forma negativa e injustificable. Sin embargo, lo que cambiará
será que, a pesar de que la valoración del hecho es negativa, la actitud hacia el “ofensor” no
implicará deseos de venganza o necesidad de “devolver el daño causado” en busca de justicia.
Cuando nos hacen daño, aprendemos que es necesario protegernos de aquella persona que nos ha
herido. El enfado es un mecanismo de defensa que nos protege del otro (el odio me permite
“controlar” parte de lo ocurrido, te hace sentir importante y restaura parte de la confianza perdida en
uno mismo).
El tercer paso que nos lleva a perdonar, y esto pasa por cambiar nuestra conducta (lo que hacemos)
y aceptar el sufrimiento y la rabia. En el caso de la infidelidad, consiste en dejar de hacer conductas
destructivas abiertas y explícitas (buscar venganza o justicia, arremeter contra el “agresor”,…) o
encubiertas e implícitas (desear mal al agresor, rumiar sobre la traición y el daño infringido...).
La cuarta etapa pasa por establecer estrategias dirigidas a auto-protegerse. Perdonar no significa “fe
ciega en el otro”, precisamente implica reconocer que no hay certezas de que no volverá a ocurrir y
que el riesgo forma parte de lo que significa vivir y compartir la vida con otro, aunque uno intente
reducir la probabilidad de que vuelva a ocurrir. Es importante no caer en el control excesivo que nos
lleve a manifestar una conducta celosa.
Perdonar una infidelidad, por tanto, es posible. Sin embargo, ello no significará retomar nuevamente
la relación, es requisito necesario pero no suficiente.
Por otro lado, es importante darse tiempo, el perdón solo es posible una vez hemos pasado el
proceso de duelo que conllevará la pérdida de confianza tanto en la pareja como en uno mismo,
dado los efectos tan devastadores que tiene sobre la autoestima.
Te ayudamos: "Superar una infidelidad: las 5 claves para conseguirlo"