En Lo Principal: Contesta Demanda Cumplimiento Forzado
En Lo Principal: Contesta Demanda Cumplimiento Forzado
En Lo Principal: Contesta Demanda Cumplimiento Forzado
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EN CUANTO A LA FALTA DE CONCURRENCIA DE LOS ELEMENTOS PARA
QUE SE VERIFIQUE EN DERECHO LA RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL;
FALTA DE CONSTITUCIÓN EN MORA; IMPOSIBILIDAD DE CONDENAR AL
CONTRATANTE DILIGENTE; BUENA FE OBJETIVA CON QUE SERGIO
MARDONES AGUIRRE ABORDÓ LA EJECUCIÓN EN EL CONTRATO Y
PRINCIPIOS DE LA CONTRATACIÓN CIVIL.
“La buena fe objetiva encuentra consagración legal en el
artículo 1546 del Código Civil, cuando prescribe que los contratos deben ejecutarse
de buena fe, y que, por consiguiente, los contratos obligan no sólo lo que en ellos
se expresa. La buena fe, objetivamente considerada, es un estándar legal, un
parámetro flexible cuyo manejo y concreción, en cada caso, queda entregado al
criterio, prudencia y sabiduría del juez de la causa. Este principio impone a los
contratantes el deber de comportarse correcta y lealmente en sus relaciones
mutuas, desde el inicio de los tratos preliminares y hasta momentos incluso
ulteriores a la terminación del contrato. La buena objetiva se aprecia in abstracto,
prescindiendo el juez de las persuasiones, creencias o intenciones psicológicas de
los contratantes, para puntualizar la conducta socialmente exigible a las partes,
exclusivamente en base a la equidad, a los usos y, en general, como habría dicho
Savigny, al espíritu del pueblo o al modelo del hombre razonable” (Jorge López
Santa María, “Los contratos. Parte general”, LegalPublishing, Santiago, 2010, pág.
344).
Por lo tanto la buena fe, al ser un principio general del
derecho y en especial de la contratación civil, se debe considerar su aplicación en
todo el iter contractual, desde la etapa de tratativas preliminares, la celebración del
contrato, ejecución del mismo y su terminación, resultando este principio exigible
en todo momento y a todos los contratantes respecto de convenciones
suscritas bajo la tutela de nuestro ordenamiento civil.
La actitud de la contraria no ha sido correspondiente con
este principio y cualquier decisión jurisdiccional debe considerar este antecedente,
pues en primer lugar no cumplió el primitivo contrato de promesa de compraventa,
luego nuestra parte empapada de este principio accedió a no resolver el acuerdo
como perfectamente pudo hacerlo, y en su lugar llegó a un nuevo y conveniente
acuerdo donde otorgaba nuevos plazos al pago del precio largamente debido.
Luego, según comprobaremos a través de correos
electrónicos, visitas y encuentros insistió en el perfeccionamiento del contrato de
compraventa, el que la contraria postergó e indicó cambió de comprador en
consideración de deudas que la señora Galleguillos tenía, lo que podía determinar
el embargo de aquel bien por parte de terceros acreedores.
Nuestra parte, siempre ha estado dispuesta a la
suscripción del contrato, planteando solo la necesidad de dejar claro que cualquier
acto debe significar jurídicamente el cumplimiento del contrato accesorio; y dejar
establecido su disconformidad con el emplazamiento de los muros y construcciones
que ha realizado la contraria en el lugar.
Insistimos, nunca se ha condicionado la suscripción del
contrato a estas materias, solo se ha puntualizado como dan cuenta correos
electrónicos y testimonios que se presentará, la necesidad de conformar esas
circunstancias al derecho.
Incluso nuestra parte envío borrador de Minuta de
compraventa a Notaría, siempre animado en la buena fe de cumplir el compromiso
asumido, lo que determina sin lugar a duda que nuestro patrocinado ha sido
diligente y siempre animado con la buena fe de cumplir fielmente el contrato.
Efectivamente, se debe tener presente que el Sr
Mardones fue un contratante diligente, resultando de este modo imposible solicitar
la sanción civil de cumplimiento forzado de una obligación, pues no se dan los
presupuestos legales para que esta opere y surja la responsabilidad civil
contractual.
En consecuencia, habiendo cumplido íntegramente y de
buena fe sus obligaciones, no es posible recurrir al cumplimiento forzado de la
obligación como lo hace la contraria en su libelo, por no tratarse éste del remedio
jurídico idóneo para el caso que propone la contraria.
En este sentido, la responsabilidad civil contractual para
su surgimiento como deber jurídico de indemnizar, exige un incumplimiento de una
obligación civil; nexo causal entre el incumplimiento y el daño; perjuicio pecuniario;
la concurrencia del elemento subjetivo culpa o dolo; y que no concurra una causal
de legítima exoneración.
En el caso de marras, como se ha expresado no existe un
incumplimiento contractual pues siempre se ha propendido al cumplimiento del
contrato, en el convencimiento de estar pagando íntegramente la obligación,
evidentemente no concurre ni dolo ni culpa, ni existe una vinculación causal entre
el supuesto daño aún indeterminado y algún incumplimiento de nuestra parte.
Respecto dela constitución en mora como elemento de la
responsabilidad civil contractual, debemos reiterar que nuestra parte no puede
constituirse en mora mientras la contraria también lo esté, este es el fundamento de
la excepción de contrato no cumplido ya reseñado en función del artículo 1.552 del
Código Civil, excepción que habiendo sido correctamente deducida, inhibe la
concurrencia de este elemento necesario en la configuración de la responsabilidad
civil en sede contractual, debiendo además considerar el silencio de la contraria
respecto a este hecho o circunstancia de relevancia jurídica.
En consecuencia, tratándose de un contratante diligente y
no concurriendo los elementos de la responsabilidad contractual y los presupuesto
para que opere la hipótesis del artículo 1553 del Código Civil, no es posible solicitar
el cumplimiento forzado de una obligación de hacer en la forma propuesta por la
contraria, debiendo rechazarse la acción solo por este motivo.
Por otro lado, y bajo el prisma de la buena fe solicito
considerar la actitud de la contraria, quien primero no paga sus obligaciones en el
contrato de promesa; luego retarda 9 meses el pago de lo establecido en el
avenimiento; continúa su actividad retrasando el cumplimiento por motivos ajenos a
la relación jurídica; y luego sin ninguna otra aproximación demanda el cumplimiento
forzado de una obligación en juicio ordinario y declarativo, solo con el fin de acceder
sea a una indemnización injustificada o alguna negociación cuyo fin desconocemos,
cualquiera de esos fines ocupando el sistema jurisdiccional y al tribunal de SS en
ese fin, generando un desgaste innecesario, un juicio inventado, con una demanda
que además se encuentra erráticamente planteada, tanto en su contenido como en
la determinación de los perjuicios, a tal punto que hace inviable la declaración del
derecho que pretende.
En el mismo sentido y como se demostrará, se ha
internado en la propiedad de mí representado en el denominado LOTE A4, con un
deslinde consistente en muro emplazado erráticamente, lo que ha determinado que
ocupa su cabida de hecho, en 37,80 metros cuadrados que le pertenecen, todo con
absoluto desinterés de solucionar el problema. Del mismo modo, ha edificado
ilegalmente en el terreno que hace posesión, construcciones que además incumplen
la ordenanza general de urbanismo y construcciones en innumerables
consideraciones, siendo las que afectan a mi representado la internación de muro
medianero en la propiedad denominada LOTE A4; la existencia de ventanas que
dan inmediatamente al lote A2, con porcentaje de adosamiento constructivos
desproporcionados y no autorizados, con descarga de aguas lluvia al mismo LOTE
A2, con la falta absoluta de cumplimiento de normativa de aislación de ruidos de
edificaciones dedicadas a un centro de eventos, que además no cuenta
autorización de resolución sanitaria por el organismo competente ni con recepción
definitiva de obras destinadas a un negocio establecido.
En definitiva, solicitamos al Tribunal de SS considerar al
momento de decidir como las partes se han planteado ante el principio de buena fe,
premisa fundamental de la contratación civil en nuestro ordenamiento jurídico
nacional.
ANTECEDENTES.
Don SERGIO LUIS MARDONES AGUIRRE es
actualmente dueño de once Lotes Denominado A1;A2,A3,A4,A5,A6,A7,A8,A9,A10
y A11, ubicado en el sector rural de la localidad de Piedra Colgada, de la Comuna
y Provincia de Copiapó, Región de Atacama,
Dichos Lotes son producto de la Subdivisión del LOTE
A, y este de la fusión resultante de los lotes número 2, 3, 4 del LOTE 2, de la
Parcelan°8, de la hacienda SAN FRANCISCO ROL 509-021 y lotes número 5, 6,
7 y 8 del LOTE 2, de la Parcela N°8, de la hacienda SAN FRANCISCO ROL 509-
022.
Las inscripciones de dominio del Lote número dos;
corre inscrita a fojas nueve mil ochocientos uno vuelta (9801 v), Número tres mil
setecientos setenta y cuatro (3774) del año dos mil once (2011); Lote número tres,
inscrito a foja nueve mil ochocientos dos vuelta (9802 v), Número tres mil
setecientos setenta y cinco (3775) del año dos mil once (2011); Lote número
cuatro, inscrito a foja nueve mil ochocientos cuatro (9804), Número tres mil
setecientos setenta y seis (3776) del año dos mil once (2011); Lote número cinco,
inscrito a foja nueve mil ochocientos cinco (9805), Número tres mil setecientos
setenta y siete (3777) del año dos mil once (2011); Lote número seis, inscrito a
foja nueve mil ochocientos seis (9806), Número tres mil setecientos setenta y ocho
(3778), del año dos mil once (2011); Lote número siete, inscrito a foja nueve mil
ochocientos siete (9807), Número tres mil setecientos setenta y nueve (3779) del
año dos mil once (2011); y, Lote Número Ocho, inscrito a foja nueve mil
ochocientos ocho vuelta (9808 v), Número tres mil setecientos ochenta (3780), del
año dos mil once (2011);
Estas mismas inscripciones correspondieron también al
denominado LOTE A en que se fusionaron fijándose una superficie de 62.900 mt² y
cuyos deslindes eran los siguientes:
• NORTE: Con Lote 9,10,11,12,13, hoy camino comunero en 393 metros;
• SUR: En 91 mt con Lote 1 con carretera Panamericana en 188 mt;
• ESTE: Con calle comunera que lo separa de parcela 6 en 269 metros;
• OESTE: Con Lote 1 en 100 metros y con calle comunera en 100 metros.
EL DERECHO
En el caso que nos ocupa SS., estamos frente a la
obligación de indemnizar derivada de responsabilidad extracontractual toda vez que
existe un daño causado por una actividad constructiva mal desarrollada, diseñada
y proyectada, y una actividad económica consistente en el desarrollo de centro de
eventos en la propiedad que posee la Sra. Brenda Ester Galleguillos López,
donde existe plena capacidad para hacer frente a los ilícitos civiles por parte de la
demandada, al tratarse de persona capaz en el desarrollo de una actividad lícita,
pero donde se verifica una acción por parte de los agentes cuando menos culposa,
la que a su vez se encuentra confrontada con el derecho, resultando por tanto
antijurídica. Este hecho voluntario y antijurídico, efectivamente ha causado un daño
(nocividad), existiendo un vínculo causal entre el hecho y el daño que permite
imputar culpa al hechor según se pasará a detallar.
b.- ACCIÓN U OMISIÓN CULPABLE DE AGENTE: En el caso que nos ocupa hubo
una acción culpable de la demandada, cual es haber desarrollado un proceso
constructivo sin la debida diligencia y cuidado que corresponde a este tipo de
actividades de modo de evitar el daño producido, realizar acciones sin una
adecuada planificación ni desarrollo profesional en su ejecución. Así, resulta
evidente el hecho que, si la construcción se hubiera proyectado y desarrollado en
conformidad a la ley, y dentro de los límites pertinentes se habría evitado el daño,
del mismo modo que habría considerado medidas contra la aislación del ruido en
función de la carga ocupacional que genera un centro de eventos de las
dimensiones que tiene el ejecutado en la propiedad de la Sra. Brenda Galleguillos.
Efectivamente, el proceso constructivo denota
indiferencia de su entorno, que afectan la propiedad de mi representado, pues se
desarrollaron obras sin tomar en consideración las normas de urbanismos y
construcciones, afectando a las propiedad vecinas que pertenecen a don Sergio
Mardones, en una la A4 afectando su cabida, y en la otra A2 con graves
incumplimientos de la normativa referente a adosamiento y separación de ventanas
a sitio vecino, además de otras referente a la aislación acústica que los centros de
eventos deben tener, lo que definitivamente no se verifican en la especie. .
La concurrencia de este requisito resulta evidente y
como tal no requiere mayor demostración, ya que de haber mediado una conducta
diligente y haber construido en la forma debida con respeto y consideración de su
entorno, el daño cuya indemnización se demanda no se habría producido pues se
habría procedido con las medidas de mitigación acústica, sin internase en la cabida
de un predio que pretendo enajenar, y sin ventanas que den hacia su propiedad,
circunstancias que podemos vincular con un trabajo falto de planificación y
profesionalismo en su desarrollo, circunstancia que como se verá resulta en la
causa del resultado que permite la vinculación causal entre el hecho y el daño.
Otro punto, se refiere a las molestias que esto ha
generado, pues ha impedido o dificultando el desarrollo de una actividad lícita como
es la venta de parcelas luego de su loteo, y que han causado un daño ostensible en
la salud síquica de don Sergio Mardones por ya varios años, pues resulta muy
complejo ver truncado oportunidades por el descuido y falta de planificación de la
contraria.
c.- ANTIJURIDICIDAD: en este caso nos encontramos con una conducta a todas
luces antijurídica por parte del demandado quien ha desarrollado actividades
productivas sin ninguna consideración de sus vecinos al internarse en la propiedad
denominada LOTE A4, y afectado el fin económico del LOTE A2 al construir sin
ninguna consideración de su entorno, afectando la valía del terreno por tener
construcciones adosadas a su límite, con vista al sitio contiguo, sin medidas de
mitigación contra el ruido, desarrollando una actividad pública como es un centro de
eventos con vista a mi propiedad.
Lo expuesto representa una afectación del deber
general de cuidado, considerándose lo expuesto como una actividad negligente,
desarrollada en beneficio económico de la contraria, pero afectando directamente a
nuestro patrocinado quien no pudo disponer con libertad de los bienes que le
pertenecen, sea por estar afectada su cabida, o su utilidad con la realización de
construcciones mal diseñadas y proyectadas.
Lo que ocurre en definitiva que se ha causado daño,
el que resulta antijurídico por afectación del deber general de cuidado, lo que no se
verifica en la especie al proyectar y desarrollar un diseño que no cumple ni con las
medidas más básicas de cumplimiento de normativa urbanística y construcción, y
su desarrollo infringe la ejecución de las obras en los trazados correspondientes,
todo lo cual redunda en un daño antijurídico que debe ser pagado.
Asimismo, en lo relativo a los ruidos y molestias
generadas por el desarrollo de un centro de eventos no autorizado, que no cumple
las normas de aislación del ruido afectando a mi patrocinado su vecino, desagrados
que superan las molestias propias de la vecindad y del desarrollo de una actividad
económica lícita.
DAÑO MATERIAL:
LUCRO CESANTE: En este caso, para efecto del cálculo de este tópico, se debe
considerar en primer término lo que ha dejado de ganar mi representado por la
pérdida de negocios asociados a la actividad del vecino.
Al respecto, se han perdido negocios concretos
producto de los injustificados gravámenes que afectan a mi propiedad, al verse
afectada su cabida en un caso LOTE A4, y la existencia de un vecino que afecta la
habitabilidad con un centro de evento cuyas construcciones no cumplen con las
normas y que afectan el vecino.
De este modo, durante la etapa procesal
correspondiente, demostraremos los negocios perdidos con ocasión de la
afectación de la propiedad de mi representado, y que representa lucro cesante que
fijamos en la suma de 50.000.000.
De esta manera, el monto del daño se avalúa por esta parte en una suma de noventa
millones de pesos.
e.- RELACIÓN DE CAUSALIDAD ENTRE LA ACCIÓN U OMISIÓN Y EL DAÑO
CAUSADO: La relación de causalidad o el nexo causal entre el hecho y el daño
se manifiesta en que se atribuye a la voluntad humana un proceso causal. Este
proceso causal lo encontramos en el caso de autos toda vez que el hecho de que
el demandado al actuar con falta de cuidado, y estar desarrollando una actividad
fuera del orden legal, sin obrar con la diligencia exigida a quienes construyen o
desarrollan una actividad económica lícita, y que como consecuencia de ello ha
ocasionado un daño, vincula su hecho (construir sin la diligencia debida) con el daño
ocasionado. De esta manera entendemos, que el nexo causal entre hecho y daño
es el hecho de que el demandado haya construido sin la diligencia debida, siendo
esa la causa del resultado dañoso.
III.- MONTO DEL DAÑO Por último mi parte avalúa los perjuicios sufridos en la
suma total de $90.000.000 .- los cuales se desglosan del siguiente modo: