Relaciones Tóxicas
Relaciones Tóxicas
Relaciones Tóxicas
Cuando hablamos de relaciones tóxicas lo primero que solemos pensar es en una mala
gestión emocional de pareja, pero en realidad este tipo de relaciones se dan en cualquier
ámbito social, como puede ser el de una amistad o el familiar. Se trata de relaciones que
enganchan, sentimos como que quedamos atrapados en una red negativa de la que nos es
muy difícil salir.
Si a ratos preferirías no estar con esa persona porque te hace sentir mal, porque tu vibración
cambia, porque te alteras hasta puntos que nunca creíste llegar, si te sientes manipulado
cuando utiliza los sentimientos de culpa, sarcasmo o ironía para contradecirte, si sientes que
no mereces ese trato pero no acabas de poner fin a esta relación, entonces estás atrapado en
una relación tóxica.
En definitiva se trata de una relación donde una o ambas partes sufren, más que gozan, por
el hecho de estar juntos. Los miembros se ven sometidos a un gran desgaste emocional con
el objetivo de convencerse a ellos mismos que pueden salvar esta unión.
Al tratar de acomodarnos a la otra persona lo que hacemos es desvirtuar la realidad ¿En qué
sentido? Nos convencemos a nosotros mismos que si no mostramos malestar sobre ciertos
aspectos que nos incomodan, evitaremos una nueva confrontación. ¿Pero que pasa cuando
llegamos al autoengaño? Que nos enfermamos física y emocionalmente. No olvidemos que
la represión emocional provoca ansiedad y estrés.
Por otro lado empiezan los problemas de comunicación, si no nos mostramos como somos
¿cómo nos van a entender los demás?, por lo que todo este conjunto de malestares acaban
pasándonos factura.
Las razones por las que podemos mantener una relación tóxica pueden ser muy
diversas, pero casi todas tienen una serie de puntos en común, los cuales pasaré a detallar a
continuación:
Baja Autoestima
Si bien es verdad que se pueden cambiar rasgos de personalidad en la otra persona, esto
sólo sucederá cuando ésta esté dispuesta a cambiarlos y no antes. Por lo que el deseo de
mejorar la vida del otro no tiene que significar que el otro la quiera mejorar, es ahí donde se
produce la frustración. No podemos cambiar el entorno, pero si la actitud con la que nos
enfrentemos a él.
Llegamos a creernos las palabras hirientes que nos dicen y pensamos ¿quién nos va a
querer más que él/ella?. Si tan mala persona soy y no me merezco nada, ¿cómo voy a dejar
esta relación con la suerte que he tenido de dar con alguien que si me aguante?. Ese miedo
a quedarnos solos y pensar que tenemos lo que merecemos, es lo que acaba siendo más
limitador. Una vez más aparece la inseguridad.
Dependencia Emocional
Tratamos de suplir carencias afectivas, pretendemos que el otro nos de lo que nosotros
mismos no somos capaces de gestionar. Esta sensación en ocasiones nos lleva a mendigar
cariño y es cuando empiezan los desencuentros emocionales.
Quizás esta sea la característica más común, ya que por miedo a no quedarnos solos
toleramos cualquier tipo de relación, aunque ésta nos haga sentir mal. Pero lanzo una
pregunta al aire ¿no es peor la sensación de estar sólo aún estando acompañado?.
Otras personas se acomodan dentro de esta relación, por mucho malestar que les aporte, por
miedo a seguir adelante con su vida y abrir nuevos caminos. Es lo que supuestamente se
conoce como Zona de Confort o Seguridad, aunque en este caso es una seguridad ficticia.
La baja autoestima.
Tienes una herida emocional de afecto que te vuelve dependiente emocional y mendigo
de amor, conformándote por cualquier cosa con tal de sentir un poco de afecto. Esta
herida se origina principalmente en la infancia.
El miedo a la soledad te predispone a una relación tóxica, puedes tolerar cualquier cosa
con tal de no estar solo.
Los pensamientos limitantes que tienes sobre como debe ser una relación.
Tratas por todos los medios posibles de enmascarar la realidad para seguir manteniendo las
apariencias y la estructura social, aunque el daño interno suele ser demasiado alto. Te
quedas en la zona de confort por miedo a lo que ocurrirá si se termina tu relación en vez de
crecer, desarrollarte y tener relaciones auténticas.
1Mala salud mental, física y emocional: Una mala relación conduce casi invariablemente
a vivir en el estrés constante, en la depresión o en la ansiedad.
¿Cómo reacciona un cuerpo sometido a estas agresiones constantes durante mucho tiempo?
Baja las defensas y se vuelve más vulnerable a agentes externos aún más peligrosos.
Si no puedes aclarar tus emociones, escucha a tu cuerpo: si está enfermando, quizás te esté
mandando un mensaje alto y claro. Dejar una relación tóxica revierte en salud.
2Pérdida de identidad. ¿Sabes quién eres y qué quieres? ¿O tienes tantas fuerzas y
energías concentradas en que tu relación se arregle que ya no queda nada para ti?
¿Te reconoces en la persona que eras antes de tener esta pareja? Porque antes de tenerla
también tenías vida.
3Lucha constante. Las relaciones tóxicas exigen una lucha constante entre mente y
emociones que te agotan. No tienes tranquilidad.
4Autoestima por los suelos. Permanecer en una relación tóxica indica que tu autoestima
no está bien, aferrándote a una relación que te hace sufrir.
5Jaula emocional. Por miedo a las consecuencias no tienes libertad ni puedes hacer lo que
quieres. Ves como tu vida pasa.
6 Falsas esperanzas. Te aferras a una relación dañina con la idea de que un día cambiará y
te querrá como quieres.
No te engañes: si la relación te daña, lo más probable es que siga dañándote. Solo cambia
quien quiere cambiar.
7 Falso amor. Si la relación saca lo peor de vosotros, si en lugar de hacerte crecer, te
estanca, no se basa en el amor, sino en la dependencia y el sufrimiento.
Cuando dejamos una relación, es un momento muy duro a nivel emocional por lo que es
necesario que nos preparemos para ello. Ante las situaciones difíciles suelen aflorar los
nervios y otro tipo de reacciones corporales para las que nos viene bien aprender a
relajarnos. Esto, nos ayudará a estar más tranquilos y a sentirnos más preparados.
Además, los pensamientos nos pueden jugar una mala pasada en este tipo de situaciones.
Por eso tenemos que evitar los pensamientos negativos que vayan a entorpecer nuestra
decisión. Una buena estrategia, es intentar distraernos cuando estos pensamientos tengan
lugar y recordarnos las razones por las que lo estamos haciendo.
Esta conversación, es una de las más difíciles que vamos a tener y por ello es necesario que
controlemos las máximas variables posibles. Para mantener una conversación importante es
imprescindible elegir un momento y un lugar adecuados.
El lugar tiene que ser tranquilo y que nos permita hablar con normalidad. Si escogemos un
lugar ruidoso o ajetreado va a impedir llevar bien la conversación y nos pondremos más
nerviosos. Un buen lugar es aquel donde se pueda estar solos y hablar sin interrupciones.
En cuanto al momento adecuado, la norma general que se debe de cumplir es que sea un
momento donde ambos os encontréis bien. Si algunos de vosotros se encuentra cansado o
enfadado por otra cuestión, es mejor posponer esa conversación a otro momento más
adecuado. De esta forma nos evitaremos conflictos.
Cuando finalizamos una relación es importante que no mantengamos contacto con esa
persona, ya que va a hacer mucho más difícil que nos recuperemos emocionalmente y
continuemos con nuestra vida. Por eso, se recomienda que en las primeras etapas de la
ruptura (sea ésta amorosa o no) mantengamos 0 contacto con esa persona y nos demos
tiempo para recuperarnos de esa relación.
Una de las conductas que más nos pueden ayudar para superar una ruptura o la finalización
de una relación es realizar actividades que nos gusten y satisfagan. ¿Por qué? Existen
numerosas razones para ello pero las más importantes son que:
hacer actividades agradables va a hacer que nos sintamos mejor y va a ayudar a mejorar
nuestro estado de ánimo.
hacer actividades reforzantes va a propiciar que estemos ocupados y tengamos menos
tiempo para que nos pongamos a pensar en la relación o en otro tipo de pensamientos
negativos.
Dejar una relación que ha sido importante para nosotros es un momento duro y para
recuperarnos correctamente es necesario que nos demos tiempo para estar bien. Para pasar
por el proceso de ruptura, es necesario comprender que el tiempo es imprescindible.
Test
Tu chico va a salir a tomar algo con sus amigos y tú te quedas en casa. ¿Cómo reaccionas?
Sé que podría vivir sin él pero elijo que quiero estar a su lado porque le quiero
No puedo vivir sin él, lo necesito, siento que dependo un poco de él
No estoy segura al 100% de nuestra relación, pero me da miedo dejarlo y
equivocarme