Dioses Griegos
Dioses Griegos
Dioses Griegos
Cada ciudad de la Antigua Grecia poseía un dios protector. Cada entidad divina
representaba fuerzas de la naturaleza o sentimientos humanos.
Prometeo y Pandora
La guerra de Troya
Comenzó cuando París raptó a Helena. Paris era hijo de Príamo, rey de Troya.
Helena era la mujer de Menelao (rey de Esparta) y a la vez era 38 hija de Zeus y
de una bellísima mujer. Paris no quiso devolver a Helena y muchos de los reyes
griegos se aliaron para vencer a Troya y recuperar a la esposa de Menelao. El
conjunto de la guerra fue una sucesión de batallas y actos que pasaron unos
detrás de otros. En ellos intervinieron los guerreros, las mujeres de estos, los
dioses y diosas que favorecían a unos o a otros. Uno de los principales
personajes que intervino fue Agamenón, rey de Micenas y hermano de
Menelao. Fue el jefe de las tropas griegas. Otro fue Aquiles, gran guerrero.
Diomedes con sus tropas de Tirinto y Argos, Patroclo (amigo de Aquiles), Ayax y
Ulises también fueron personajes afamados que intervinieron en esta guerra.
Por parte troyana cabe destacar a Príamo rey de Troya. A su hijo Héctor, jefe de
las tropas troyanas, y hermano de Paris. Eneas, hijo de la diosa Afrodita y Cicno
(su padre, el dios Poseidón junto con Apolo habían construido las murallas
troyanas). Los dos bandos tuvieron ayuda de otros países. Así a los troyanos les
ayudaron los jefes de los licios, el jefe de los tracios y la reina de las Amazonas.
Aquiles fue el guerrero más famoso e importante en el desarrollo de la guerra.
Hijo de la nereida Tetis y de un humano mortal llamado Peleo, elegido por Zeus
para ser padre de Aquiles. A la boda de Peleo y Tetis asistieron varios dioses
como Afrodita, Atenea y Hera. Paris conoció en este acontecimiento a la diosa
Afrodita a la que le mostró su admiración. Por eso esta diosa siempre acudió en
su ayuda. La madre de Aquiles quería que fuese inmortal, para ello lo llevó a la
tierra de los muertos y lo sumergió en las aguas del río Estige. Al sumergirlo lo
aguantó por el talón y este quedó sin bañar, por lo que era vulnerable por ese
sitio. Después lo puso sobre las brasas para destruir todo lo que pudiese tener
de mortal. Peleo vio estas acciones y acuso a Tetis de asesina. Tetis cogió a
Aquiles y lo llevó al Monte Pelio, para que lo cuidara el centauro Quirón.
Aquiles creció fuerte, valiente y hábil. Al enterarse Agamenón del rapto de
Helena llamó a todos los guerreros griegos para que se reuniesen junto a su
flota que estaba amarrada en el puerto de Áulide, en la costa de Beocia. Tetis
fue a buscar a su hijo Aquiles para que no fuese a la conquista de Troya. Como
no lo pudo convencer preparó un encantamiento y se lo llevó vestido de mujer,
para que no lo reconociesen, a la isla de Esciros donde reinaba el rey
Licomedes. Mientras tanto se iban reuniendo las tropas en Áulide y los
preparativos para la marcha no cesaban (reunían armas y víveres). Ulises, rey
de Ítaca, tampoco participaba porque dudaba en ir. Hacía poco que se había
casado y no quería abandonar a su mujer y a su hijo. Un oráculo había
pronosticado que no volvería a su tierra hasta pasados muchos años.
Agamenón fue a 39 convencerlo y aunque se fingió loco al principio no tuvo
más remedio que aceptar ir a la guerra. Partió la expedición, pero una gran
tempestad dispersó y dañó a los barcos, por lo que tuvieron que regresar. El
adivino Calcante había predicho que si Aquiles no participaba, la expedición
fracasaría. Agamenón mando buscar a Aquiles. Averiguaron que estaba con el
rey Licomedes y que vivía con sus hijas, como una más de ellas (Aquiles se hacía
pasar por mujer). Ulises pensó una estratagema y junto con Diomedes salieron
hacia Esciros. Fueron bien recibidos y tratados. Preguntaron si Aquiles estaba
allí, pues no podían ganar la guerra si él no participaba, según deseo de los
dioses. Licomedes les dijo que no estaba Aquiles, pero si una hermana. Ulises
dijo que marcharía a buscarlo a la isla de Serifos. Antes de partir abrió los
regalos que eran copas de oro, collares, broches, anillos, vestidos, bordados,
etc.. Todas las hijas de Licomedes manifestaron gran curiosidad, excepto una
que se mantenía sin mostrar mucho interés. Solo tocaba una capa, pero de
pronto empuñó una espada que había debajo de la capa. Ulises supo que era
Aquiles y presentándose a él le manifestó que Grecia le necesitaba. Aquiles
aceptó. Aquiles reunió a sus tropas y la expedición se puso nuevamente en
marcha hacia Troya. Cuando fueron a desembarcar ya estaban esperándoles las
tropas troyanas y se entabló una batalla. Poco a poco los griegos hicieron
retroceder a los troyanos. Cicno, el hijo de Poseidón, se presentó en la batalla
animando a los suyos. Aquiles se dió cuenta que si no paraba a Cicno no
ocuparían un sitio en la tierra cercana a la costa, donde por lo menos pudiesen
acampar. Lanzó con todas sus fuerzas su lanza contra Cicno, pero aunque le
llegó al pecho no le hizo nada (Cicno al ser hijo de un dios era invulnerable a las
armas humanas). Aquiles imaginó que era invulnerable y entonces le atacó
golpeándole el escudo con su espada, pero cogida por la empuñadura. Cigno
retrocedió y dejó caer el escudo. Aquiles lo cogió por el cuello y lo ahogó. Cicno
no murió, se transformó en un cisne que se alejó por el mar, pues como hijo de
Poseidón era inmortal. Los troyanos desanimados se retiraron dentro de las
murallas. Los siguientes días se dedicaron a enterrar a los muertos. Menelao
envió una embajada al rey Príamo con el fin de que París aceptara un duelo
contra él, así ya no moriría nadie más y el conflicto se solucionaría. Paris aceptó
y el combate tuvo lugar. Duró mucho tiempo, pero al fin Paris fue herido en
una pierna y cayó al suelo. Menelao iba a matarlo cuando unos troyanos
salieron fuera de las murallas y rescataron a Paris. Helena no salía de la ciudad,
por lo que los griegos vieron que los troyanos no cumplían su palabra. Los
griegos, en consejo de guerra, determinaron que tenían que seguir
combatiendo hasta el final. 40 Fig.17.- Troya sitiada por los griegos La guerra se
prolongó varios años y algunos querían volver a su casa. Troya aguantaba muy
bien, pues sus murallas eran muy fuertes. Había incursiones troyanas en las
filas griegas, pero las fuerzas eran parejas y nadie ganaba definitivamente. Las
fuerzas griegas cercaban a Troya intentando cortarles los suministros, pero no
eran suficientes y los troyanos podían atravesar el cerco. Aquiles con sus tropas
conquistó la ciudad cercana de Lirneso, amiga de Troya y trajo dos esclavas
bellísimas como botín. Agamenon, como jefe supremo, se quedó con Criseida y
Aquiles con Briseida. Al poco tiempo los griegos padecieron una peste. No
podían combatir de débiles que estaban y otros murieron. Un adivino, llamado
por Agamenón, dijo que esta peste sucedía porque Agamenón tenía una
esclava que era una sacerdotisa de Apolo y este enfadado les había enviado la
enfermedad. Había que devolver a Criseida a su templo y llevar ofrendas y
hacer sacrificios en honor de Apolo. Agamenón cumplió con lo que le dijo el
adivino, pero le quitó Briseida a Aquiles. Aquiles enfadado no participó más en
la guerra. Los troyanos se crecieron al saber que Aquiles ya no combatía e
hicieron retroceder a los griegos hasta el mar. Los griegos estaban desanimados
y protestaban contra la decisión de Aquiles. Patroclo, su amigo, le defendía e
intentó convencerle de que regresara al combate. Aquiles no aceptaba volver
mientras Agamenón no le pidiese perdón. Patroclo se puso la armadura de
Aquiles y fue a combatir. Los griegos exaltados por la presencia del que creían
Aquiles hicieron retroceder a los troyanos hasta las murallas. Héctor y Patroclo
se encontraron frente a frente al lado de las murallas. Patroclo estaba ya
cansado y había perdido el casco de Aquiles. Héctor, jefe 41 de los troyanos, le
derribó y le mató. Al enterarse Aquiles de la muerte de su amigo se entristeció
mucho y proclamó una gran venganza delante de Ayax y Ulises que estaban
recogiendo el cuerpo de Patroclo. Al día siguiente hubo nuevas escaramuzas.
Aquiles mataba troyanos sin cesar y estos retrocedían hasta dentro de la
ciudad. Héctor estaba entre los últimos y Aquiles lo vio y le arrojó su lanza
hiriéndole de muerte. Ató el cadáver en su carro y lo arrastró alrededor de las
murallas dando tres vueltas. Esto no gustó ni a los griegos, pues los guerreros
muertos debían ser honrados y sepultados para que pudiesen ocupar su sitio
en los Campos Elíseos. Los dioses se sentirían furiosos por esta acción
deshonrosa y mandarían algún castigo a los griegos. A pesar de advertir a
Aquiles este no consintió en dejar enterrar a Héctor. Príamo se encomendó a
Zeus y se presentó a Aquiles y le suplicó que le dejase llevarse el cuerpo de su
hijo para enterrarlo con todos los honores. Aquiles cedió a las súplicas de
Príamo, pero bajo la condición que le diese su peso en oro. Los troyanos,
empobrecidos por tantos años de guerra, no lograron reunir tanto oro. Solo
cuando la hermana de Héctor, Políxena, entregó un gran collar se equilibró la
balanza y así se pudieron llevar el cuerpo de Héctor. Conmovido por este gesto
Aquiles le devolvió el collar. Al cabo de un tiempo Aquiles se dio cuenta que se
había enamorado de Políxena y pidió su mano. Príamo pidió una reunión para
fijar las condiciones de la boda y tal vez de una paz duradera. Paris temiendo
que esa boda trajese la paz y tal vez la obligación de devolver a Helena a
Menelao disparó una flecha envenenada a Aquiles, cuando este se acercaba a
la ciudad, que le dio en el talón, sitio por donde era vulnerable y murió. Los
guerreros griegos dirigidos por Ayax, Ulises y Diodemes atacaron con gran furia,
pues no podían creerse tamaña traición y querían vengar la muerte de Aquiles.
La guerra no se decantaba a favor de nadie. Un día los troyanos descubrieron
que los griegos no estaban y que les habían dejado un regalo. Este regalo era
un caballo de madera que estaba sobre una plataforma con ruedas. Llevaba
una dedicatoria a Atenea que los había asistido durante la guerra. Creyendo
que era un homenaje a la diosa Atenea lo entraron a la ciudad y lo colocaron
cerca del palacio real. La gente celebró el final de la guerra cantando,
bebiendo, comiendo y danzando alrededor del caballo. Cuando todos estaban
descansando salieron del vientre del caballo unos cincuenta guerreros.
Abrieron las puertas de la ciudad y el ejército griego, que había vuelto, entró en
Troya. La ciudad se rindió y Helena tuvo que regresar a Grecia. 4
Grecia (en griego, Hellas), oficialmente República Helénica (en griego, Ellinikí Dimocratía),
país situado en el sudeste de Europa. Ocupa la parte más meridional de la península
Balcánica y comprende numerosas islas.
Su superficie total es de 309.050 km2, de los cuales aproximadamente una quinta parte
corresponden a las islas de los mares Egeo y Jónico. El rasgo dominante del relieve de Grecia
es la complejidad, originada por la existencia de un gran número de cadenas montañosas,
que cubren tres cuartas partes de la superficie total; cuenta también con infinidad de golfos y
penínsulas. El monte mas alto es el Olimpo de 2.917 m de altitud, situado en la frontera de
Tesalia y Macedonia, cerca del mar Egeo. En la antigua mitología griega se creía que era el
hogar de los dioses.
En el 638 a.C. los nobles o eupatridas (los bien nacidos) abolieron la monarquía
hereditaria y gobernaron Atenas hasta mediados del siglo VI a.C. Retuvieron autoridad
plena gracias a su poder supremo para disponer de la justicia, a menudo en forma
arbitraria.
El 621 a.C. el político Dracón codificó la ley ateniense, con lo que limitó el poder judicial
de los nobles. Otro revés para el poder hereditario de los eupatridas fue el código del
político y legislador ateniense Solón, de 594 a.C., que no era sino una reforma del código
draconiano y que otorgaba la ciudadanía a las clases bajas.
Como otras ciudades de la antigua Grecia, Atenas cambió la monarquía por una
oligarquía, compuesta en este caso por nobles (eupátridas o bien nacidos), que
anualmente elegían a magistrados llamados arcontes. Sin embargo, esto no duró mucho
tiempo, pues su gobierno fue brutal; en Atenas floreció la actividad comercial, lo que
llevó a los ciudadanos a protestar en contra de la política que se estaba utilizando, y a
exigir leyes escritas que regularan la vida en sociedad.
Esta reforma no fue bien recibida por toda la aristocracia ateniense. Los nobles,
encabezados por Pisístrato, respondieron a esta situación tomando el poder por la
fuerza, convirtiéndose este en tirano en el año 561 a.C. Pero debemos decir que de tirano
no tenía mucho, ya que no fue capaz de deshacer las reformas de Solón e incluso fue
bastante blando en sus normas para con el pueblo. Luego de ser sucedido en el poder por
sus dos hijos, llegó a la cabeza un noble llamado Clístenes, de orientación democrática,
que incorporó a las clases más pobres al poder.
Pero lo que Grecia no se imaginaba era que en poco tiempo enfrentarían una guerra con
los persas.
Auge de Atenas
Como resultado de su brillante liderazgo durante las guerras persas, Atenas se convirtió
en el estado más influyente de Grecia. Esparta, hasta entonces el mayor poder militar de
Grecia, perdió su prestigio naval.
En el 478 a.C., un gran número de estados griegos formó una alianza voluntaria, la Liga de
Delos, para expulsar a los persas de las ciudades griegas de Asia Menor. Atenas encabezó
la alianza y la Liga liberó las costas de Asia Menor. No obstante, Atenas extendió su poder
sobre otros miembros de la Liga de tal manera que, más que en sus aliados, se
convirtieron en sus súbditos.
Esparta fue originalmente una ciudad aquea del interior, es decir, no costera. En la Era
Micénica tuvo mucha importancia, pero luego cayó en un largo período de oscuridad al
ser tomada por los dorios. Entre 1100 y 800 a.C. se levantó y llegó a ser la soberana
dentro de la región de Laconia.
En esta ciudad, los únicos ciudadanos con derecho eran los dorios conquistadores, que
tomaron el nombre de espartanos. Exentos de las tareas agrícolas se dedicaban al
gobierno, a la caza y al entrenamiento militar y deportivo. El comercio quedaba a cargo
de los periecos, hombres libres pero sin poder político.
La gran mayoría de la población eran los ilotas o esclavos, tratados cruelmente y carentes
de derechos. De hecho, una vez al año se les golpeaba en forma brutal sin causa
aparente, y cuando se consideraba que habían crecido mucho en cantidad, los
asesinaban durante la noche, acto que recibió el nombre de criptia.
En la cúspide del gobierno de Esparta habían dos reyes (diarquía), con funciones militares
y religiosas. Pero el poder real estaba en manos de un Senado de 28 ancianos ilustres
(todos mayores de 60 años), llamado gerusía.
Esparta era básicamente una ciudad guerrera, siempre lista para combatir. Los niños eran
el blanco de la preparación militar, y al nacer, si no eran sanos, se les abandonaba y
dejaba morir. A los siete años los separaban de su madre y se les daba crianza en
cuarteles, enseñándoles a sobrevivir en medio de la nada y sin alimentos. Al llegar a la
edad adulta se convertían en las “murallas de Esparta”, ya que la ciudad carecía de
fortificaciones
En cuanto a la mujer, podemos decir que su principal misión era dar al Estado hijos sanos
y fuertes. Esparta, luego de la Guerra del Peloponeso, se convirtió en la potencia
dominante en Grecia; pero también proyectó un tipo de vida cruel y hostil.
Píndaro, en otro relato, atribuye los Juegos Olímpicos a Heracles, el hijo de Zeus,1415
además que persiste la idea de que después de completar sus doce trabajos, construyó
el estadio olímpico en honor a Zeus. Tras su finalización, se dirigió en línea recta
doscientos pasos, y llamó a esto "distancia estadio" (en griego: στάδιον), que más tarde
se convirtió en una unidad de distancia. Otro mito asocia a los primeros Juegos con el
antiguo concepto griego de la tregua olímpica (ἐκεχειρία).16 La fecha de inicio más
aceptada para los Juegos Olímpicos de la Antigüedad es 776 a. C. Esto se basa en
inscripciones ubicadas en Olimpia, una lista de ganadores de una carrera pedestre
celebrada cada cuatro años a partir del año antes mencionado.7 En la antigüedad se
celebraron eventos de carreras, un pentatlón —consistente en eventos de
salto, lanzamiento de disco y jabalina, una carrera pedestre y lucha—, boxeo, lucha
libre, pancracio y eventos ecuestres.1718 La tradición dice que Corebo, un cocinero de la
ciudad de Elis, fue el primer campeón olímpico.19
Los Juegos Olímpicos tenían una importancia religiosa fundamental, que presentó
eventos deportivos, junto con sacrificios rituales en honor a Zeus (cuya estatua, realizada
por Fidias, fue colocada en el templo de Olimpia) y a Pélope, héroe divino y rey mítico de
Olimpia. Pélope fue famoso por su carrera de carros con el rey Enómao de Pisa.20 Los
ganadores de los eventos fueron admirados e inmortalizados en poemas y estatuas.21 Se
celebraron cada cuatro años, y este período, conocido como Olimpiada, fue utilizado por
los griegos como una de sus unidades de medida del tiempo. Los juegos fueron parte de
un ciclo conocido como los Juegos Panhelénicos, que incluía a los Juegos Píticos,
los Juegos Nemeos y los Juegos Ístmicos.22
Los Juegos Olímpicos llegaron a su cénit en los siglos V y VI a. C., sin embargo su poder
disminuyó gradualmente tras el aumento de poder de los romanos en Grecia. Si bien no
hay consenso entre los expertos en cuanto a cuando finalizaron oficialmente, la fecha
más aceptada es el 393 d. C., cuando el emperador Teodosio I decretó que todos los
cultos y prácticas paganas serían eliminadas.Nota 2 Otra fecha comúnmente citada es
el 426 d. C., cuando su sucesor, Teodosio II ordenó la destrucción de todos los templos
griegos.