Resumen de Doctrina Social de La Iglesia
Resumen de Doctrina Social de La Iglesia
Resumen de Doctrina Social de La Iglesia
El Bien Común: el conjunto de aquellas condiciones de la vida social que permiten a los
grupos y a cada uno de sus miembros el logro pleno de su propia perfección. Requiere
la búsqueda del bien de los demás como propios.
Solidaridad: Es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien
común.
Participación: Se define como cuando “cada ciudadano, como individuo o asociado a
otros, directamente o por medio de los propios representantes. Contribuye a la vida
cultural, económica, política y social de la comunidad civil a la que pertenece”.
De Subsidiariedad: Las sociedades de orden superior deben ponerse en una actitud de
ayuda hacia los grupos y las comunidades con menor desarrollo.
Destino Universal de los Bienes: Dios ha destinado la tierra para que las personas se
sustenten de ella, pero por medio de un ‘intermedio’ (Estado) que reparta
equitativamente los ‘bienes’ que esta tiene para una vida digna (alimentarse, crecer,
comunicarse).
Valores Fundamentales de la Vida Social: Aquellos valores que requieren una práctica
en la vida social. Son esencialmente: la verdad, la libertad, la justicia y el amor.
La Vía de la Caridad: Los valores de la verdad, de la justicia y de la libertad, nacen y se
desarrollan de la fuente interior de la caridad. La caridad presupone y trasciende la
justicia.
EDAD MEDIA: en el primer periodo se caracterizó por el encuentro de la iglesia con los
pueblos germánicos. El nuevo escenario de la iglesia era ahora la Europa central y
occidental por las invasiones del Islam que barrieron el cristianismo en regiones
enteras. En este periodo se fueron acentuando los brotes de distanciamiento de
Oriente y Occidente.
En el segundo periodo la libertad de la Iglesia se orienta hacia una supremacía del
poder del Papado sobre el del Emperador y los Reyes.
Las Encíclicas Sociales son los pronunciamientos oficiales del Papa sobre temas sociales
dirigidos a los obispos, creyentes y a toda la humanidad. Conforman en su conjunto la doctrina
social de la Iglesia Católica.
ENCÍCLICAS SOCIALES
1. Rerum novarum: versaba sobre las condiciones de las clases trabajadoras. En ella, el
papa dejaba patente su apoyo al derecho laboral de «formar uniones o sindicatos».
Siglo XIX
2. En el cuadragésimo año: Escrito por Pío XI en 1961. Trata sobre la restauración del
orden social y su perfeccionamiento en conformidad con la ley evangelizadora.
3. Madre y maestra: escrita por Juan XXIII Sostiene que la justicia y la equidad exigen que
los poderes públicos actúen para las desigualdades.
4. Paz en la tierra: escrito por Juan XXIII. Era una especie de llamamiento del sumo
pontífice para luchar juntos en la consecución de la paz durante de Guerra Fría.
5. El progreso de los pueblos: escrita por Pablo VI, siglo XX. Dedicada a la cooperación
entre los pueblos y al problema de los países en vías de desarrollo. Propone la creación
de un fondo mundial para ayudar a los países en vías de desarrollo.
7. Trabajo laboral: escrito por Juan Pablo II. Trata la concepción del hombre y del trabajo a
90 años de la encíclica Rerum novarum.
8. Familiaris consortio: Por Juan Pablo II. sobre la misión de la familia en el mundo actual
9. Preocupación por la cuestión social: Juan Pablo II. Asegura que el proceso del desarrollo
se concreta en el ejercicio de la solidaridad, es decir, del amor y servicio al prójimo,
particularmente a los más pobres.
10. Centésimo año: Juan Pablo II. Tratando la caída del marxismo en muchos países
socialistas, la propiedad privada y el destino universal de los bienes, el Estado y la
cultura y el ser humano es el camino de la Iglesia.
11. La caridad en la verdad: de Benedicto XVI. Aborda los problemas creados por la crisis
financiera, por la falta de instituciones internacionales capaces de reformar la ineficacia
burocrática que alarga el subdesarrollo de muchos pueblos y por la falta de ética de
muchas mentalidades que predominan en las sociedades opulentas.
12. Alabado seas: de Francisco, en 2015. Se centra en el planeta Tierra como lugar en el
que viven los hombres, defendiendo la naturaleza, la vida animal y las reformas
energéticas. Francisco realiza una crítica mordaz del consumismo.
La Encíclica contiene mensajes muy claros sobre las íntimas relaciones entre estos dos niveles
del conocer —el de la razón y el de la fe— que todavía a muchos parecen separados e
irreconciliables, sobre todo desde que en el siglo XVI se proclamara en supuesto favor de la fe,
que la razón era «la gran prostituta del diablo». No es cosa ahora de entrar en antecedentes
culturales o biográficos que explican la expresión del célebre reformador; pero sí un poco en
sus consecuentes. La supuesta ruptura entre fe y razón se difundió por buena parte de Europa
y América, sin excluir a los que usaban la razón para pensar, indagar, descubrir verdades de
este mundo, con instrumentos cada vez más fiables.
Como Kant creía en Dios, en la libertad y la inmortalidad del alma, estableció que la fe y la
razón eran dos modos válidos pero inconexos, racional uno, irracional el otro, de acceder a la
«realidad». De este modo, quedaba servida al que confiaba del todo en la razón, la
desconfianza en la fe, y viceversa. Así se concluía en el fideísmo (creo porque sí), en el ateísmo
(no se puede creer en nada) o en la esquizofrenia.
Después ha resultado que ni la Física ni la Matemática son tan exactas y seguras como
parecían. Y así —para no alargarnos— hemos llegado a nuestros días, perdida la fe en «la fe»
y, además, perdida la fe (la confianza) en la razón, en la ciencia, es decir, en la capacidad del
entendimiento humano para conocer lo verdadero, lo seguro, lo bueno, lo justo, lo
fundamental para orientarse no sólo en el cosmos, sino en lo que importa más al sujeto
humano: en lo que no se ve, pero se entiende, y muestra el sentido del vivir.
Teología: (o ciencia de DIOS) en cuanto nos ha sido dada a conocer por la revelación, está por
encima de la filosofía. La TEOLOGÍA tiene por principios las verdades formalmente reveladas
por Dios y por principal criterio de verdad la autoridad de DIOS que revela. La filosofía le está
sometida - no en cuanto a sus principios y desarrollo - sino en cuanto a sus conclusiones, sobre
las cuales ejerce vigilancia la teología, que regula así negativamente a la filosofía.
Teodicea: La Teodicea surge como una reflexión que intenta explicar la naturaleza de Dios. De
ahí el propio nombre de Teodicea, que significa “justificación racional de Dios”.
A partir de ahí la palabra “teodicea” se utiliza para denominar cualquier investigación cuyo fin
es explicar la existencia del mal dejando a salvo y justificando la bondad divina. Leibniz aboga
por la idea de que éste es el mejor de los mundos posibles y que Dios, en su bondad, creó
justamente el mejor de los mundos posibles, el propio mundo sería una prueba de la bondad
divina.
Hay que decir que hay dos conceptos de Teodicea, aquí se trata de la tradicional que enfoca el
problema de Dios desde el concreto punto de vista del problema del mal.
Primera Vía: La primera es la vía del movimiento: la realidad del cambio o del
movimiento (en sentido aristotélico) exige necesariamente la existencia de un primer
motor inmóvil, porque no es posible fundarse en una serie infinita de iniciadores del
movimiento.
Segunda Vía: La segunda es la vía de las causas eficientes: puesto que las causas
eficientes forman una sucesión y nada es causa eficiente de sí mismo, hay que afirmar
la existencia de una primera causa.
Tercera Vía: La tercera es la vía de la contingencia y del ser necesario: como es un
hecho que hay seres que existen y que podrían no existir, esto es, que son
contingentes, es forzoso que exista un ser necesario, ya que, de otra forma, lo posible
no sería más que posible.
Cuarta Vía: La cuarta es la vía de los grados de perfección: puesto que todas las cosas
existen según grados (de bondad, verdad, etc.), debe también existir el ser que posee
toda perfección en grado sumo, respecto del cual las demás se comparan y del cual
participan.
Quinta Vía: La quinta es la vía teleológica o del orden y la finalidad: existe un diseño o
un fin en el mundo, por lo que ha de existir un ser inteligente que haya pretendido la
finalidad que se observa en todo el universo.
Existen otras vías a las que mejor corresponde llamar “argumentos complementarios”. Estas
son:
1) La demostración por el consentimiento universal del género humano: todos los pueblos,
cultos o bárbaros, en todas las zonas y en todos los tiempos, han admitido la existencia de un
Ser supremo. Ahora bien, como es imposible que todos se hayan equivocado acerca de una
verdad tan importante y tan contraria a las pasiones, debemos exclamar con la humanidad
entera: ¡Creo en Dios!
2) Por el deseo natural de la perfecta felicidad: consta con toda certeza que el corazón humano
apetece la plena y perfecta felicidad con un deseo natural e innato; consta también con
certeza que un deseo propiamente natural e innato no puede ser vano, o sea, no puede recaer
sobre un objetivo o finalidad inexistente o de imposible adquisición; y consta, finalmente, que
el corazón humano no puede encontrar su perfecta felicidad más que en la posesión de un
Bien Infinito. Por tanto, existe el Bien Infinito al que llamamos Dios.
3) Por la existencia de la ley moral: existe una ley moral, absoluta, universal, inmutable, que
prescribe el bien, prohíbe el mal y domina en la conciencia de todos los hombres. Ahora bien,
no puede haber ley sin legislador, como no puede haber efecto sin causa. Este legislador ha de
ser, al igual que esa ley, absoluto, universal, inmutable, bueno y enemigo del mal. Esto es lo
que denominamos Dios.
4) Por la existencia de los milagros: el milagro es, por definición, un hecho sorprendente que es
realizado a pesar de las leyes de la naturaleza, ya sea suspendiéndolas o anulándolas en un
momento dado. Ahora bien, es evidente que sólo aquel que domine y tenga poder absoluto
sobre estas leyes puede suspenderlas o anularlas a su arbitrio. Por tanto, existe un Ser
supremo que tiene ese poder soberano.
Estos argumentos, sin embargo, sólo nos llevan a conocer la existencia de Dios. Pero la
naturaleza misma de Dios, su misterio íntimo, sólo es alcanzada por revelación del mismo Dios.
Jesucristo es el revelador del Padre, es decir, del misterio íntimo de la Santísima Trinidad. Y
esto sólo se alcanza recibiendo la fe, la cual nos viene por medio de la Iglesia fundada por
Cristo.Autor: P. Miguel Ángel Fuentes
Creación y providencia: Todas las cosas han sido hechas para el hombre y para los seres
racionales: porque todas las cosas han sido creadas primariamente para la creatura racional.
Celso puede decir que la creación no es más para el hombre que para el león o cualquiera de
los seres que menciona. Pero nosotros diremos que el creador no hizo todas las cosas para el
león, o el águila o el delfín, sino que todas estas cosas las hizo para la creatura racional y con el
fin de que este mundo, como obra de Dios, sea completo y perfecto desde todos los puntos de
vista. En este punto hemos de admitir que tiene razón.
PERSONA: hace referencia a un ser con poder de raciocinio que posee conciencia sobre sí
mismo y que cuenta con su propia identidad. Las definiciones eclesiásticas hacen referencia
simplemente a la "unión" de "cuerpo" y "alma".
, la persona humana está ordenada a Dios y llamada, con alma y cuerpo, a la bienaventuranza
eterna.
El primer principio clásico es el principio de la dignidad de la persona humana, del que surgen
los derechos humanos. La Iglesia, como Cristo, defiende la dignidad de las personas, mientras
que el estado en particular tiene el deber de tutelar los derechos de las personas, derechos
que no provienen del estado sino del Creador.
Con ella se quiere rectificar o integrar tantas visiones inadecuadas que se propagan en nuestro
continente.
La persona, individuo racional y libre, es por tanto un individuo espiritual. De esta definición se
deduce una serie de consecuencias. La persona es el ser que puede afirmar:
Derecho, como substantivo (mi derecho, su derecho) designa el objeto de la justicia. Cuando
una persona declara que tiene derecho a una cosa, quiere decir que tiene una especie de
dominio sobre tal cosa, que los demás están obligados a reconocer. Por lo tanto, derecho
puede definirse como una autoridad moral o legal a poseer, reclamar y usar un cosa que es de
uno.
Cuestión social y derechos humanos
Hoy en día casi todos los países del mundo han firmado la Declaración Universal de los
Derechos Humanos. Hay muchos lugares del mundo en los que las personas no pueden
expresarse con libertad, ni practicar su religión, ni tener un juicio justo, ni confiar en su
seguridad personal, ni disfrutar de un trato igualitario. Especialmente graves son las
violaciones de los derechos humanos de las mujeres, los niños y las personas indefensas.
En los países democráticos, donde los derechos humanos están reconocidos por la ley, todas
las personas pueden exigir que sus derechos sean respetados. Los derechos humanos están
garantizados en la Constitución, que es nuestra ley más importante.
El derecho natural no solo comprende criterios y principios, sino también normas cuyos
supuestos son precisamente notas esenciales, comunes a todos los hombres; normas que
consagran la persona humana.
Los derechos sociales son los que garantizan universalmente, es decir, a todos los ciudadanos
por el hecho de serlo, y no como mera caridad o política asistencial, el acceso a los medios
necesarios para tener unas condiciones de vida dignas.
CONTEXTO: Hablar de la Pacem in Terris es hablar de los Derechos del Hombre. Como
antecedente podemos mencionar que el 26 de agosto de 1789 la Revolución Francesa condujo
a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Se inspiraba en la declaración
norteamericana, que encarnaba en el siglo XIX los ideales liberales de la sociedad. Las Naciones
Unidas, la UNESCO, la Liga de los derechos del hombre y otros organismos se habían
consagrado a la búsqueda de una defensa de la paz, en beneficio de todos los seres humanos
sin distinciones discriminatorias.
CONTENIDO: Apoyándose en la razón y la ley natural, SS. Juan XXIII esboza una lista de
derechos y deberes que deben observar tanto los individuos como las autoridades públicas,
los gobiernos nacionales y la comunidad mundial. La paz exige la observancia del orden
querido por Dios.
La encíclica habla de las relaciones entre los poderes públicos y los ciudadanos y de las
relaciones que deben de existir entre los Estados. La encíclica se dirige a todos los hombres de
buena voluntad. Afirma que la paz no puede darse en la sociedad humana si primero no se da
en el interior de cada hombre
El Papa exhorta a todos a luchar por reconstruir todas las formas de convivencia en la tierra.
Primera Generación: surgen alrededor del siglo XVlll. Incluyen los derechos civiles y
políticos que constituyen límites al poder estatal. Resaltan la libertad e igualdad de las
personas.
Segunda Generación: surgen a comienzos del siglo XX y son los derechos económicos,
sociales y culturales, que se refieren al ser humano como ser social e involucran al
Estado, por lo que éste tiene que hacer; garantizar una buena calidad de vida de las
personas, permitiendo, por ejemplo, el derecho a la educación, al trabajo en buenas
condiciones laborales, el derecho a la salud, entre otros.
Tercera Generación: son derechos colectivos y están relacionados con la protección
del ambiente, la preservación del patrimonio común de la humanidad, el derecho a la
paz de los pueblos, entre otros.
Laudato Si- Papa Francisco
Ante el “desafío urgente de proteger nuestra casa común” muestra “la preocupación de unir a
toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos
que las cosas pueden cambiar”. Todo ello se enmarca en una confianza sincera en Dios y en el
esfuerzo del hombre: “El Creador no nos abandona, nunca hizo marcha atrás en su proyecto
de amor, no se arrepiente de habernos creado. La humanidad aún posee la capacidad de
colaborar para construir nuestra casa común
UNIDAD 5: LA FAMILIA
Grupo de personas que se ayudan mutuamente, haciendo frente unidas a las necesidades
comunes de la vida, comiendo en la misma mesa y calentándose en el mismo hogar – En
sentido amplio: La familia reúne a todos los miembros de una misma parentela y ésta se basa
en los lazos de sangre.
En sentido estricto: Es la sociedad del marido y la mujer así como de los hijos que todavía no
han formado un hogar.
Alrededor de la alianza entre varón y mujer, y la comunidad de vida entre padres e hijos,
existen una gran variedad de valores, usos, costumbres, normas y leyes que la configuran no
sólo como un grupo social característico, sino como una institución social fundamental.
Como en las demás materias, la Iglesia, en sus enseñanzas sobre la familia, parte del
conocimiento que posee por la Revelación sobre el hombre y la familia, a las que une los
hallazgos de la razón sobre la naturaleza y las exigencias éticas relativas a la vida familiar.
Cuestión social: la familia en el contexto histórico actual
Debido a una serie de causas, la familia se halla, en la actualidad, en crisis sufriendo constantes
conflictos entre esposos, que dan lugar a una cantidad alarmante y progresiva de matrimonios
rotos, tolerados, separados, divorciados y anulados y a una serie de relaciones problemáticas,
discusiones, distanciamientos y malos modos entre padres e hijos.
Características:
Es de DERECHO NATURAL: Por ser el único medio proporcionado por el que el hombre
puede realizar los fines de su naturaleza: Propagación de la especie y asistencia mutua
entre el hombre y la mujer.
NO ES OBLIGATORIO: Es un deber social más que individual.
No todos tienen la aptitud, los medios, la salud o las virtudes que exige este estado.
DEBE SER MONOGAMICO: No puede existir legítimamente sino entre un solo hombre y
una sola mujer –La monogamia cumple con mayor seguridad los fines del matrimonio.
DEBE SER INDISOLUBLE: El divorcio se opone a la perfecta realización de los fines del
matrimonio: fundación y estabilidad de la familia, educación de los hijos y mutuo
sostén de los esposos.
DEBERES DE LOS ESPOSOS: Amor y fidelidad, colaboración generosa y perseverante en
la constitución y prosperidad del hogar, apoyo mutuo en las pruebas y dificultades de
la vida.
CREA DEBERES A LOS PADRES PARA CON SUS HIJOS Y DEBERES A LOS HIJOS PARA CON SUS
PADRES.
DEBERES DE LOS PADRES: Están obligados por la ley natural a dar a sus hijos la
educación física, moral e intelectual para hacer frente a las obligaciones de la vida.
DERECHOS DE LOS PADRES: De dar a sus hijos, por si mismos o por maestros que ellos
elijan, la educación física, moral e intelectual. –Es un derecho que el Estado no puede
reivindicar, por que el niño pertenece a los padres antes que al Estado.
EL ESTADO: debe ayudar a los padres a cumplir convenientemente su deber natural
de educadores, subvencionando escuelas, velando por el cumplimiento de las reglas
de higiene, de moralidad, de capacidad de los educadores, tomando a su cuidado a los
niños sin familia y llegado el caso supliendo a los padres indignos y deficientes.
DEBERES DE LOS HIJOS: Los hijos deben a sus padres: AMOR Y AGRADECIMIENTO, por
ser ellos sus primeros bienhechores.
OBEDIENCIA: Porque son los delegados de Dios para dirigir a los niños en el camino
del deber.
ASISTENCIA Y PIEDAD FILIAL: Cuando sus padres ya ancianos, tienen necesidad de su
auxilio.
La Iglesia, consciente de que el matrimonio y la familia constituyen uno de los bienes más
preciosos de la humanidad, quiere hacer sentir su voz y ofrecer su ayuda a todo aquel que,
conociendo ya el valor del matrimonio y de la familia, trata de vivirlo fielmente; a todo aquel
que, en medio de la incertidumbre o de la ansiedad, busca la verdad y a todo aquel que se ve
injustamente impedido para vivir con libertad el propio proyecto familiar. Sosteniendo a los
primeros, iluminando a los segundos y ayudando a los demás, la Iglesia ofrece su servicio a
todo hombre preocupado por los destinos del matrimonio y de la familia.
De manera especial se dirige a los jóvenes que están para emprender su camino hacia el
matrimonio y la familia, con el fin de abrirles nuevos horizontes, ayudándoles a descubrir la
belleza y la grandeza de la vocación al amor y al servicio de la vida.
Concepto de sociedad: “UNIÓN MORAL ESTABLE, BAJO UNA MISMA AUTORIDAD, DE VARIAS
PERSONAS, FÍSICAS O MORALES, QUE TIENDEN A UN FIN COMÚN”. La sociedad establecida
entre los hombres existe por voluntad de Dios, que es quien creó al hombre para vivir en
sociedad, y quien le puso entre sus semejantes para que las exigencias naturales, que él no
pudiera satisfacer solo, las viera cumplidas en la sociedad. (León XIII, Libertas, Nº 14)
SOCIEDAD CIVIL: El que creó y gobierna todas las cosas... dispuso que en la sociedad civil
hubiese varios ordenes diferentes en dignidad, derechos y poder; es que el Estado, como la
Iglesia, fuese un solo cuerpo, compuesto de muchos miembros, unos más nobles que otros,
pero todos necesarios entre sí y solícitos del bien común (Leon XIII, Quod apostolici ,5)
SOCIEDAD POLITICA: El Hombre, ser social, construye su destino a través de una serie de
agrupaciones particulares que requieren para su desarrollo. El sentido y la práctica del deber
están mutuamente condicionados por el dominio de sí, la aceptación de las responsabilidades
y de los límites puestos al ejercicio de la libertad del individuo o del grupo. (Pablo VI,
Octogesima adveniens, 24).
ESTADO Y BIEN COMUN: En realidad el Estado surge de los hombres, las familias, y los diversos
grupos, en cuanto se reúnen para cooperar en la realización del bien común, es decir, para
defender sus propios derechos.
La persona es y debe ser principio, sujeto y fin de todas las instituciones sociales. Algunas
sociedades, como la familia y la comunidad civil, son necesarias para la persona. También son
útiles otras asociaciones, tanto dentro de las comunidades políticas como a nivel internacional,
en el respeto del principio de subsidiaridad
El principio de subsidiaridad indica que una estructura social de orden superior no debe
interferir en la vida interna de un grupo social de orden inferior, privándole de sus
competencias, sino que más bien debe sostenerle en caso de necesidad.
Causas:
Bien común y justicia social: la justicia establece los derechos y deberes en orden al bien
común.
Solidaridad y bien común: la solidaridad fomenta la unidad para alcanzar metas o intereses
comunes, es decir el bien común.
Subsidiaridad y bien común: La subsidiaridad ayuda al cumplimiento del bien común con el
apoyo que proporciona a las personas que lo requieren, generalmente económico.
Democracia: La democracia es una forma de gobierno del Estado donde el poder es ejercido
por el pueblo, mediante mecanismos legítimos de participación en la toma de decisiones
políticas. El mecanismo fundamental de participación de la ciudadanía es el sufragio universal,
libre, igual, directo y secreto, a través del cual elige a sus dirigentes o representantes para un
período determinado. Las elecciones se llevan a cabo por los sistemas de mayoría o
representación proporcional, o combinación de ambos.
Con el fin de prevenir y atenuar posibles conflictos entre la Iglesia y la comunidad política, la
experiencia jurídica de la Iglesia y del Estado ha delineado diversas formas estables de relación
e instrumentos aptos para garantizar relaciones armónicas. Esta experiencia es un punto de
referencia esencial para los casos en que el Estado pretende invadir el campo de acción de la
Iglesia, obstaculizando su libre actividad, incluso hasta perseguirla abiertamente o, viceversa,
en los casos en que las organizaciones eclesiales no actúen correctamente con respecto al
Estado.
UNIDAD 7: IDEOLOGÍAS Y REGIMENES
Doctrinas e ideologías:
Conflictos este-oeste:
Conflictos norte-sur:
Proceso de mundialización:
La valoración de las diferentes identidades ayuda a superar las diversas formas de división que
tienden a separar los pueblos y hacerlos portadores de un egoísmo de efectos
desestabilizadores.
Es necesario que la ley moral universal, sea considerada efectiva cual viva capaz de orientar el
diálogo sobre el futuro del mundo.
La Carta de las Naciones Unidas repudia no sólo el recurso a la fuerza, sino también la misma
amenaza de emplearla.
La solución al problema del desarrollo requiere la cooperación entre las comunidades políticas
particulares.
El desarrollo no es sólo una aspiración, sino un derecho que, implica una obligación. En la
visión del Magisterio, el derecho al desarrollo se funda en los siguientes principios:
c) La deuda externa
Esta crisis tiene en su origen causas complejas de naturaleza diversa, tanto de carácter
internacional como internas a los países endeudados —corrupción, mala gestión del dinero
público, utilización distorsionada de los préstamos recibidos—. Los mayores sufrimientos,
atribuibles a cuestiones estructurales pero también a comportamientos personales, recaen
sobre la población de los países endeudados y pobres, que no tiene culpa alguna. La
comunidad internacional no puede desentenderse de semejante situación.