Industrialización Antes de La Industrialización - Kriedte, Medick, Schlumbohm
Industrialización Antes de La Industrialización - Kriedte, Medick, Schlumbohm
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1.3. La protoindustrialización
1.3.1. Orígenes, relaciones interregionales, indicadores
Las primeras regiones en las que se dio una concentración de producción
manufacturera rural surgieron durante la Edad Media, en Inglaterra, en el sur de los
Países Bajos y en las regiones montañosas del sur de Alemania. Pero el impulso
decisivo para la protoindustrialización vino a finales del XVI y durante el XVII.
La protoindustrialización fue la solución para el conjunto de problemas que
surgieron tanto en el sector agrario como en el de la producción manufacturera,
problemas que ninguno de los dos sectores era capaz de resolver aisladamente. La
problemática venía dada, por una parte, por el crecimiento demográfico y el proceso de
diferenciación experimentado por la población rural y, por otra parte, por la baja
elasticidad de oferta de la economía en las ciudades. Esto sólo pudo resolverse tras el
comienzo de las interacciones entre ambos sectores. La creciente desestabilización
pudo superarse mediante la formación de un nuevo sistema que aumentó la capacidad
de las sociedades europeas para autorregular sus economías.
1.3.2. El contexto agrario
Las condiciones tecnológicas de la época, los bajos sueldos y otras condiciones
naturales adversas, hicieron imposible la comercialización de la agricultura. La
agricultura de subsistencia constituyó la base agraria de la protoindustrialización,
además de la elasticidad de la oferta de la mano de obra, la condición más importante.
El sector agrario proporcionó una cuádruple contribución para el desarrollo de la
protoindustrialización: mano de obra, capital y habilidades comerciales y empresariales,
productos y contribuciones de mercados.
Los campesinos ricos y con orientación empresarial, así como la “burguesía” local,
tomaron una posición de intermediarios entre los productores domésticos y los
comerciantes, y constituyeron la infraestructura de personal del Verlag, o sistema de
trabajo a domicilio. A menudo fueron estos middlemen y no los grantes Verleger de las
ciudades los verdaderos agentes del proceso de producción.
Además de contribuir con alimentos básicos, el sector agrario tenía que abastecer a
la protoindustria con materias primas y combustibles, como el lino, el cáñamo y la
madera. Con frecuencia estas dos funciones resultaron incompatibles y tendieron a
entrar en conflicto.
1.3.3. Condiciones en el mercado mundial
La demanda interna, debida a su baja elasticidad, no hubiera sido suficiente por sí
sola para iniciar el proceso de protoindustrialización: tuvo que ser asistida y
complementada por una expansión de la demanda exterior que, aunque no constituyó
la engine del crecimiento, sí ejerció la función de handmaiden of growth (Kravis). En las
condiciones de aquella época, la única posibilidad de superar las limitaciones de los
mercados internos e incrementar la demanda de productos manufacturados fue la
“apropiación de la potencia adquisitiva extranjera” (Hofmann). La demanda interior y
exterior se respaldaban mutuamente, tanto a corto como a largo plazo.
De todas formas, la importancia de la demanda exterior no residía solamente en su
función complementaria. Al abrirse al comercio internacional, las regiones podían
superar las limitaciones que les imponía el mercado local y poner en funcionamiento
recursos que hasta entonces habían permanecido sin utilizar. Se ponía en marcha un
proceso dinámico: el aparato de la producción se amoldaba a las nuevas circunstancias,
se intensificaba la división del trabajo, y por consiguiente también la productividad; a su
vez, los ingresos monetarios creados automáticamente por el comercio exterior
potenciaban el progreso económico.
La protoindustrialización se desarrollaba entre dos mundos: el limitado mundo de la
aldea y el mundo sin fronteras de comercio; entre la economía agraria y el capitalismo
comercial. El sector agrario aportó mano de obra, habilidades comerciales y
empresariales, capital, productos y contribuciones al mercado. El capital mercantil abrió
camino a la producción manufacturera rural hacia los mercados internacionales, de cuya
capacidad de expansión dependía este sector para poder emprender la fase de la
protoindustrialización. La dualidad estructural de las sociedades preindustriales
europeas fue un terreno fértil para el desarrollo del capitalismo.