Fabulas
Fabulas
Fabulas
-Si yo muero quedaras con el búho y de la comadreja, que quieren más que
yo que seas su alimento, pero si me ayudas, en gratitud te protegeré.
Un niño metió su mano en un recipiente lleno de dulces. Y tomó lo más que pudo,
pero cuando trató de sacar la mano, el cuello del recipiente no le permitió hacerlo.
Un amigo que estaba cerca le dijo: - Confórmate solamente con la mitad y podrás
sacar la mano con los dulces-.
Una familia de ranitas que vivía en un lago, sentía mucho temor por un tronco
tallado que se veía desde la orilla. Estas ranitas amaban las fiestas y la diversión,
pero sentían gran respeto por el tronco, así que en muchas oportunidades
trataban de no hacer tanto ruido para no molestar al tronco.
Un cierto día, en que se desató una terrible tormenta, el tronco cayo al lago y en
ese momento las ranitas pudieron ver con claridad, que era solo un tronco tallado
que ningún daño podía hacerles. Se rieron mucho de los temores por los que
habían pasado y comenzaron a jugar con él y usarlo de trampolín para sus
zambullidas en el lago.
Hubo una vez un león que enamorado de la hija de un labrador pidió su mano en matrimonio.
El labrador desconcertado ante tal situación sabía que no podía aceptar porque le estaría
dando a su hija a un feroz animal y al mismo tiempo temía de lo que pudiese suceder si se la
negaba.
Fue entonces cuando se le ocurrió la siguiente idea: era tanta la insistencia del león que le
dijo que parecía ser un esposo merecedor de su hija pero que si quería casarse con ella debía
arrancarse los dietes y cortarse muy las afiladas uñas pues su hija le temía muchísimo a eso.
Era tanto el amor que sentía que el león aceptó las condiciones y llevó a cabo lo pedido.
Cuando volvió a ver al labrador sin sus dientes no garras, este sin piedad ninguna lo echó de
su casa a golpes.
Moraleja: Tu defensa es lo único que te permite que te respeten así que nunca confíes como
para despojarte de ella pues todos los que te respetaban entonces podrán vencerte.