José Luis Alamilla López

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 138

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE INGENIERÍA
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO

TESIS

CRITERIOS DE DISEÑO SÍSMICO


BASADOS EN CONFIABILIDAD
PARA ESTRUCTURAS APORTICADAS

PRESENTADA POR:

JORGE LUIS ALAMILLA LÓPEZ

PARA OBTENER EL GRADO DE:

DOCTOR EN INGENIERÍA
( ESTRUCTURAS )

DIRIGIDA POR:

DR. LUIS ESTEVA MARABOTO

CIUDAD UNIVERSITARIA, 2001


C
Dedico con mucho cariño este trabajo a:

mi madre: Miriam

mi compañera y amada esposa: Cesiah

mis hijas: Priscilla y Carolina


Agradezco:
al Todopoderoso por darme vida y concederme el privilegio de realizar este trabajo

a mi maestro el Dr. Luis Esteva por la formación académica, por mostrarme y enseñarme
una visión única de lo que es la ingeniería sísmica. Este trabajo representa una pequeña
parte de sus enseñanzas, ideas y contribuciones a la ingeniería sísmica.

los valiosos comentarios y agudas observaciones de los miembros del Comité Tutoral, los
Doctores*: Gustavo Ayala, José Alberto Escobar, Ernesto Heredia, Oscar López, Eduardo
Reinoso y Sonia Ruiz. También agradezco las asesorias y observaciones que durante el
desarrollo del presente trabajo hicieron los Doctores: Orlando Díaz y Jaime García.

al Dr. Carlos Reyes por calcular especialmente para este trabajo los valores que describen a
la función de atenuación de las intensidades en Ciudad Universitaria.

al M. en I. Oscar Méndez por proporcionarme las estructuras simuladas con secciones no


agrietadas.

al Ing. Santiago Loera por la asesoría en el cálculo de los edificios que incluyen muros en
su configuración.

a Magui Hernández, el apoyo incondicional en los problemas no académicos.

a la Unidad de Servicios de Información, USI, por proporcionar mucha de la valiosa


bibliografía.

al Consejo de la Ciencia y de la Tecnología CONACYT, por patrocinar el presente trabajo.


También, agradezco el apoyo y patrocinio del Instituto de Ingeniería a través de su equipo,
instalaciones y proyectos de investigación..

* en orden alfabético por apellido


CONTENIDO

Resumen
Abstract

CAPITULO 1. INTRODUCCIÓN
1.1 Antecedentes ....................................................................................................................1
1.2 Objetivo general ...............................................................................................................6
1.3 Objetivos específicos ........................................................................................................6
1.4 Alcances y limitaciones ....................................................................................................7
1.5 Contribuciones del trabajo .............................................................................................11

CAPITULO 2. ANÁLISIS DE INCERTIDUMBRE EN EL MOVIMIENTO DEL


TERRENO EN DIFERENTES SITIOS
2.1 Análisis de incertidumbre sobre características del movimiento del
terreno durante sismos .........................................................................................................13
2.2 Análisis de incertidumbre asociada a las aportaciones de las diversas
fuentes sísmicas a las probabilidades de ocurrencia de temblores de
intensidades dadas en el sitio de interés .............................................................................21

CAPITULO 3. MODELOS PROBABILÍSTICOS DE LAS CARACTERÍSTICAS


ESTRUCTURALES QUE DEFINEN EL COMPORTAMIENTO DE EDIFICIOS DE
MULTIPLES NIVELES
3.1 Cargas vivas en edificios ................................................................................................50
3.2 Cargas muertas en edificios ............................................................................................56
3.3 Incertidumbre en características geométricas de elementos estructurales .....................57
3.4 Incertidumbre en la resistencia a compresión del concreto en la estructura ..................58
3.5 Incertidumbre en la resistencia a tensión del concreto en la estructura .........................60
3.6 Incertidumbre en el módulo tangente del concreto ........................................................62
3.7 Incertidumbre en el comportamiento mecánico del acero estructural ............................63
3.8 Incertidumbre en el porcentaje de acero longitudinal ....................................................66
3.9 Propiedades de rigidez y comportamiento por carga cíclica de
elementos de concreto reforzado .........................................................................................66

CAPITULO 4. ANÁLISIS DE RIESGO SÍSMICO PARA ESTRUCTURAS DE


MULTIPLES NIVELES EN DIFERENTES SITIOS
4.1 Criterio de falla y probabilidad de falla para intensidades dadas ...................................72
4.2 Tasa de falla en términos de funciones de confiabilidad ...............................................74
4.3 Probabilidades de falla para periodos de tiempo dados .................................................76
4.4 Relación entre respuestas de sistemas complejos de múltiples niveles y
sistemas simples de cortante de un grado de libertad ..........................................................77
4.5 Análisis de confiabilidad ................................................................................................78
4.6 Descripción general de estructuras estudiadas ...............................................................82
4.7 Características especificas de sistemas estructurales con
propiedades estadísticas medias ..........................................................................................83
4.8 Curvas de amenaza sísmica ............................................................................................84
4.9 Funciones de confiabilidad .............................................................................................85
4.10 Influencia del modelo estructural sobre la función de confiabilidad ...........................90

CAPITULO 5. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

REFERENCIAS

APÉNDICE A
Simulación de variables aleatorias correlacionadas a partir de distribuciones de
probabilidad marginales .........................................................................................................I
APÉNDICE B
Estimación del coeficiente de correlación entre variables aleatorias con base
en información subjetiva sobre la variabilidad de su cociente .............................................IV

APÉNDICE C
Estimación del coeficiente de correlación entre una variable
aleatoria Y y la función aleatoria Z = X a partir de los
primeros momentos estadísticos de sus distribuciones de
probabilidad marginales .......................................................................................................VI

APÉNDICE D
Estimación de respuestas sísmicas de sistemas no lineales de múltiples
grados de libertad por medio de sistemas simplificados equivalentes .................................IX
RESUMEN
En esta disertación se plantea un modelo para el análisis de confiabilidad de estructuras en
zonas sísmicas. La confiabilidad se evalúa en términos de índices de confiabilidad para
intensidades dadas, tasas de falla por unidad de tiempo y probabilidades de falla para lapsos
de tiempo dados. Estas formas de medir la probabilidad de falla están referidas a un margen
de seguridad que se relaciona con el desplazamiento del extremo superior de la estructura con
respecto a su base. Este desplazamiento se vincula directamente con la configuración
desplazada en el instante de la falla, que es función de las peculiaridades del movimiento del
terreno sobre las características de la estructura. El movimiento se especifica en términos de
temblores de intensidades dadas, que se miden por medio de la ordenada espectral de
seudoaceleracion de un oscilador de un grado de libertad con periodo natural igual al periodo
fundamental de la estructura analizada. El modelo considera las fuentes de incertidumbre que
pueden ser significativas en la respuesta estructural; entre ellas están las referidas al
movimiento del terreno, las que tienen que ver con las propiedades geométricas y mecánicas
de los elementos estructurales, así como las asociadas con la masa estructural, caracterizada
por cargas vivas y muertas actuantes. Las características detalladas del movimiento del
terreno se representan mediante un proceso estocástico modulado en amplitud y frecuencia,
en el que sus propiedades evolutivas, tales como duración, amplitud y contenido de
frecuencias, se tratan como variables inciertas dependientes de la distancia al foco sísmico y
de la magnitud. Estas últimas cantidades también son inciertas para niveles de intensidades
dadas, por lo que dicha incertidumbre se trata por medio del teorema de Bayes en términos de
atenuación y de la sismicidad de las fuentes cercanas. Por lo que se refiere a las características
estructurales, estas se representa por medio de funciones de distribución de probabilidad, de
las que resultan valores similares a los encontrados en estructuras reales construidas.

El modelo de confiabilidad propuesto se aplica a edificios de concreto reforzado de múltiples


niveles, integrados por trabes y columnas, así como a estructuras que en su configuración
incluyen muros de concreto reforzado. Dichas estructuras se consideran desplantadas en dos
sitios de terreno blando del valle de México con características similares a la de los sitios SCT
y 44.
ABSTRACT
In this dissertation a model for reliability analysis of structures located in seismic zones is
developed. The reliability is evaluated in terms of reliability indexes for given intensities,
annual failure rates and failure probabilities during given time intervals. These ways of
evaluating the failure probability are related to a safety margin that is linked directly to the
displacement of the roof of the structure with respect to its base. This displacement is related
to the displacement configuration at the instant of the failure, that is function of the
peculiarities of the ground motion and of the structural characteristics. The ground motion is
specified in terms of earthquakes of given intensities. The intensity is given in terms of
pseudoacceleration spectral ordinates of a single degree of freedom system with a natural
period equal to that of the structure studied. The model considers the major uncertainties in
the structural response, which includes those related with the ground motion, the mechanical
and geometrical properties of the structural elements, and the structural mass due to live and
dead loads. The characteristics of the ground motion are represented by a stochastic process
modulated in amplitude and frequency. The evolutionary properties like duration, amplitude
and frecuency content are random variables that depend on magnitude and distance to the
seismic source. These quantities are treated by Bayes theorem in terms of attenuation
functions and the seismicity of the near seismic sources. The structural characteristics are
represented by probability distribution functions, whose values are similar to those of existing
structures.
The reliability model is applied to multistory building frames and combined frame-wall
systems. These systems are assumed to be located at the SCT and 44 sites.
CAPITULO 1. INTRODUCCIÓN

1.1. Antecedentes
Actualmente, las normas de diseño sísmico en México especifican el movimiento del
terreno mediante un espectro que relaciona aceleraciones máximas efectivas con periodos
naturales de estructuras de un grado de libertad. Este espectro se define a través de
coeficientes sísmicos y parámetros que caracterizan su forma, de acuerdo con el tipo de
terreno en el que será proyectada la estructura. Además, las normas de diseño proveen
fórmulas simples que determinan una distribución lateral de fuerzas y toman en cuenta la
disipación de energía, asociada con la posible incursión de la estructura en el intervalo
inelástico mediante la reducción de las fuerzas sísmicas.

A pesar de su sencillez y facilidad para las condiciones de la práctica profesional, las


normas mencionadas simplifican un problema muy complejo, ya que se basan en
suposiciones y en experiencias obtenidas del comportamiento de las estructuras durante
sismos ocurridos, lo que tiene como consecuencia que la confiabilidad o probabilidad de
supervivencia de estructuras sometidas a excitaciones sísmicas no esté establecida con
claridad en las normas de diseño.

De acuerdo con Esteva y col. (2001) el objetivo final de toda norma de diseño es lograr que
las estructuras construidas tengan un óptimo desempeño durante su ciclo de vida; por lo
tanto las propiedades mecánicas, rigidez y resistencia, de un sistema deberían ser
determinadas sobre las bases de un análisis de optimación como el propuesto por
Rosenblueth (1976). De acuerdo con los autores mencionados, este análisis debe tomar en
cuenta las incertidumbres en las acciones a las que se somete la estructura durante su ciclo
de vida, así como la variabilidad en las propiedades geométricas y mecánicas de los
elementos que integran dicha estructura. Dicho análisis requiere de un estudio de
confiabilidad donde intervengan las incertidumbres mencionadas y un análisis de costo-
beneficio donde se maximicen las utilidades esperadas. Así, el primer paso es efectuar un
análisis de confiabilidad que de acuerdo con Esteva (1995) consiste en los siguientes
puntos: 1) un estudio de análisis de daños para temblores de intensidades dadas, que tome

1
en cuenta las incertidumbres en las propiedades estructurales como son, las características
geométricas de los elementos, propiedades mecánicas, e incertidumbres en las acciones
verticales y acciones sísmicas, entre otros efectos. 2) un análisis de peligro sísmico a fin de
evaluar las probabilidades de ocurrencia de temblores para intervalos dados de tiempo.

En México se han dedicado esfuerzos a estudiar varios de los conceptos mencionados; entre
ellos destacan los trabajos siguientes: Esteva y Villaverde (1973) representan aceleraciones
y velocidades máximas de las excitaciones sísmicas mediante funciones de atenuación,
Ordaz y col. (1994) caracterizan el espectro de amplitudes de Fourier de las aceleraciones
sísmicas del terreno por medio de funciones de atenuación; Ordaz y col. (1995) obtienen
historias sísmicas mediante funciones de Green empíricas; Grigoriu y col. (1988)
representan las características detalladas del movimiento del terreno por medio de procesos
estocásticos modulados en amplitud y frecuencia; Ordaz y col. (1988) estiman ordenadas
espectrales máximas mediante la técnica de vibraciones aleatorias; Esteva (1969, 1970,
1976) desarrolla un método probabilista para evaluar la sismicidad de las fuentes cercanas;
Ruiz y Soriano (1997) estiman cargas vivas sobre edificios de oficinas; Mendoza (1984,
1991), Meli y Mendoza (1991) y Rodríguez y Botero (1996) mediante estudios
experimentales caracterizan las propiedades estadísticas del concreto y del acero
estructural. Sin embargo, poco se ha hecho por unificar estos conceptos e integrarlos en un
formato de análisis de confiabilidad con el fin de evaluar el desempeño estructural de
manera que incorpore las principales fuentes de incertidumbres que intervienen en la
seguridad estructural. Dentro de los pocos trabajos que van en esta dirección es posible
mencionar los trabajos de Esteva y col. (1989, 2000a, 2000b 2001), Heredia-Zavoni y col.
(2000) y Montes-Iturrizaga y col. (2001). En Estados Unidos destacan los trabajos de
Sewell y Cornell (1987), Bazurro y Cornell (1994) y Collins y col. (1996). En lo que sigue
se discuten algunas de las aportaciones y limitaciones de estos últimos trabajos.

Esteva y Ruiz (1989) calculan tasas esperadas de falla de estructuras de concreto reforzado
sujetas a acciones sísmicas inciertas. Las características geométricas y mecánicas, así como
las acciones verticales, son simuladas aplicando el método de Monte Carlo. En dicho
trabajo, el mecanismo de falla estructural se evalúa en términos del mínimo factor de

2
seguridad en los entrepisos que integran el conjunto estructural. Este factor es estimado a
partir de la ductilidad demandada por las acciones sísmicas, y la ductilidad disponible. Para
esta última ductilidad se adopta una función de distribución logarítmico normal. Un paso
importante con respecto al anterior son los trabajos de Esteva y col. (2000b, 2001) quienes
calculan índices de confiabilidad de sistemas de múltiples niveles y los relacionan con
ductilidades esperadas de un sistema de cortante de un grado de libertad, cuyas propiedades
mecánicas se estiman a partir de un sistema estructural complejo. Además, se toma en
cuenta la variabilidad del movimiento del terreno en términos de las características de
fuente, así como también se estudia la sensibilidad de dicho índice con respecto a las fuerza
cortante basal de diseño y al tipo de función constitutiva utilizada para describir el
comportamiento de los elementos cuando están sujetos a cargas cíclicas. Estos autores
concluyen que el índice de confiabilidad varía linealmente con el logaritmo de la ductilidad
y que es independiente de las características de rigidez y resistencia del sistema. En los
trabajos de Esteva y col. (2001a) además de la capacidad del sistema en términos de
ductilidades de entrepiso se propone un indicador de colapso en términos de la capacidad
de deformación máxima, asociada a un estado de fuerzas laterales que da como resultado
una configuración desplazada en el primer modo de vibrar de la estructura. La principal
limitante en estos trabajos se debe a que la configuración desplazada del sistema que se
adopta para establecer la capacidad de deformación estructural es independiente de las
características de rigidez y resistencia del sistema, y de las características del movimiento
del terreno.

Heredia-Zavoni y col. (2000) proponen un modelo de daño para evaluar la respuesta


inelástica de estructuras en términos de daño inicial, amplitudes de desplazamientos
máximos y rigideces secantes asociadas a cada nivel de desplazamiento. A partir de este
modelo y de respuestas sísmicas registradas o analíticas los autores evalúan la función de
densidad de probabilidad del daño al inicio de cada evento sísmico. Con base en el
planteamiento anterior, Esteva y Heredia-Zavoni (2000) y Montes-Iturrizaga y col. (2001)
desarrollan un modelo probabilista para establecer políticas óptimas de mantenimiento de
estructuras instrumentadas en zonas sísmicas, para ello el proceso de acumulación de daño
de una estructura sometida a una serie de perturbaciones sísmicas durante su ciclo de vida

3
es modelado mediante un proceso de Markov. En este modelo, el daño al final de un evento
sísmico depende del nivel de daño al inicio de dicho evento, siendo ésta una de las
principales virtudes del modelo. Además de que dicho modelo puede ser orientado a
establecer criterios de diseño sísmico; sin embargo, esto no es considerado por los autores.

Por otra parte, Sewell y Cornell (1987) y Bazurro y Cornell (1994) calculan espectros de
peligro uniforme para varios estados de daño en estructuras de múltiples niveles. El nivel
de daño en estos trabajos está dado en términos de ductilidades globales que se obtienen a
partir del desplazamiento experimentado en el extremo superior del edificio. De acuerdo
con esto, para alcanzar un estado de daño específico, la estructura se somete a una
excitación sísmica multiplicada por un factor adecuado que se obtiene mediante un
procedimiento iterativo de análisis de respuesta. La principal aportación de estos trabajos
consiste en que el nivel de daño esperado se relaciona con la configuración estructural
desplazada impuesta por las características del movimiento en cuestión. Sin embargo,
dichos trabajos tienen el inconveniente de que las propiedades de la estructura se suponen
conocidas en forma determinista; además, no se estima el nivel de daño en la estructura en
relación con el estado del daño asociado con el colapso de la estructura.

Collins y col. (1996) proponen un procedimiento probabilista para evaluar el desempeño de


estructuras sujetas a excitaciones sísmicas. Dicho procedimiento consiste en evaluar la
respuesta de la estructura por medio de un sistema equivalente de un grado de libertad, de
manera que la historia de la respuesta del sistema equivalente represente de manera simple
y confiable la historia de desplazamientos en el extremo superior del edificio. En dicho
trabajo, el desempeño de la estructura se representa por medio del desplazamiento máximo
de la historia de desplazamientos previamente obtenida, y es afectado por factores que
toman en cuenta la influencia de las características del sitio en cuestión y la incertidumbre
entre el sistema equivalente y el sistema de múltiples niveles. Dicha metodología tiene la
virtud de ser simple, además tiene la ventaja de que la respuesta del sistema equivalente es
posible relacionarla directamente con espectros de peligro uniforme. Sin embargo, igual
que en los trabajos del párrafo anterior, no es posible evaluar cuantitativamente el nivel de
daño de la estructura con respecto al estado del daño de colapso de la estructura; además no

4
se toma en cuenta la contribución de todo el posible intervalo de intensidades sísmicas que
pueden afectar el comportamiento de la estructura y por lo tanto, no se tiene idea de la
probabilidad de falla del sistema.

De acuerdo con lo anterior, sería deseable contar con un método de análisis de


confiabilidad que supere los inconvenientes mencionados arriba, que permita tomar en
cuenta indicadores cuantitativos del estado del daño asociado al mecanismo de falla del
sistema, donde se tomen en cuenta sus modos más probables de falla y se evalúen las
principales fuentes de incertidumbre relativas al movimiento del terreno en el sitio, así
como las asociadas a la estructura. Dicho formato de confiabilidad debe ser general y debe
poder emplearse para evaluar la seguridad de estructuras específicas, así como para
estudios de costo-beneficio futuros que conduzcan a diseños racionales de estructuras en
zonas sísmicas. Con base en lo anterior, se plantea y se desarrolla el presente trabajo.

5
1.2. Objetivo general
Se trata de desarrollar una metodología aplicable en condiciones de la práctica profesional
para estimar la confiabilidad de estructuras de concreto reforzado sujetas a perturbaciones
sísmicas definidas por su intensidad. La metodología tomará en cuenta las incertidumbres
significativas en la evaluación de la confiabilidad y se espera que pueda usarse tanto para la
formulación de normas y reglamentos de diseño sísmico con formatos similares a los
convencionales, como para el estudio de estructuras específicas.

1.3. Objetivos específicos


1. Plantear un modelo de análisis de confiabilidad de estructuras en zonas sísmicas
que considere todas las fuentes de incertidumbre que puedan ser significativas en la
respuesta estructural.

2. Analizar y evaluar cada fuente de incertidumbre, además de definir la forma en que


se tomará en cuenta con el fin de llegar a métodos y algoritmos que sean aplicables
en condiciones prácticas, tanto para el establecimiento de criterios de diseño para
condiciones prefijadas de seguridad, como para la evaluación de la seguridad de
estructuras especificas.

3. Desarrollar y calibrar algoritmos para obtener estimaciones aproximadas de


respuesta estructural e índices de confiabilidad.

4. Realizar estudios paramétricos para analizar la sensibilidad de los índices de


confiabilidad con respecto a algunas variables importantes en estructuras típicas
(secciones transversales modeladas con agrietamiento y sin agrietamiento).
Aprovechar los resultados para definir los valores de los índices de confiabilidad
implícitos en las normas de diseño de sistemas que deberán servir como bases de
referencia o calibración para establecer recomendaciones aplicables a otras
construcciones.

6
5. Formular recomendaciones para la aplicación de los criterios y resultados obtenidos
en problemas de la práctica profesional.

1.4. Alcances y limitaciones


Para establecer criterios de diseño sísmico basados en confiabilidad de estructuras sujetas a
perturbaciones sísmicas, es indispensable representar la probabilidad de falla aceptable
mediante alguna de las siguientes alternativas: a) en términos de la tasa esperada de falla
por unidad de tiempo ante temblores de distintas intensidades que puedan ocurrir, b) en
términos de la probabilidad de falla durante la vida útil de la estructura, o c) a través de la
probabilidad de falla para un temblor de intensidad especificada, o para la intensidad que
corresponde a un periodo de recurrencia dado. Los casos a y b se basan en descripciones
más completas del peligro sísmico, ya que dan medidas globales de la probabilidad de falla,
y por tanto, de la confiabilidad; se basan en descripciones globales del peligro sísmico,
debido a que en el análisis se integra sobre todas las posibles ocurrencias e intensidades
sísmicas del movimiento del terreno en el sitio. Sin embargo, si el proceso de ocurrencia de
temblores es de Poisson, el caso a es mas general que el b, ya que contiene la información
completa, mientras que para estimar este último se necesita conocer el intervalo de tiempo
entre eventos sísmicos.

La intensidad sísmica del movimiento del terreno puede expresarse, por ejemplo: 1) en
términos de la ordenada espectral que corresponde al periodo natural de vibración de la
estructura, 2) en función de la máxima ordenada espectral que corresponde a un periodo de
recurrencia dado, 3) a través de la intensidad de Arias (1971), que se define como la
cantidad de energía contenida en el intervalo de tiempo que comprende a la fase intensa del
movimiento del terreno en el sitio, y 4) por medio de la intensidad de Housner (1952), que
se define como el área del espectro de seudo velocidad contenida en un intervalo de
periodos. El caso 1 conduce a resultados con menos dispersión en cuanto a las respuestas
estructurales que los casos 2, 3 y 4, debido a la estrecha relación entre la intensidad y
dichas respuestas. Cualquier definición de intensidad que se emplee es posible relacionarla
con la combinación más probable de magnitud M, y distancia R, que puede afectar a una

7
determinada estructura en el sitio de interés; en esta combinación están implícitas las
características de fuente que influyen en la respuesta de cada estructura.

De manera práctica y con fines de establecer criterios de diseño sísmico, la probabilidad de


falla aceptable debe estar asociada con todas las intensidades que puedan ocurrir en el sitio.
Con base en esto, en este trabajo dicha probabilidad se representará en términos de tasas de
falla por unidad de tiempo; para conseguir esto, un paso intermedio es obtener índices de
confiabilidad de estructuras de múltiples grados de libertad como funciones de intensidades
sísmicas. Estos índices se relacionarán con la respuesta de un sistema de un grado de
libertad de comportamiento no lineal, y la intensidad se representará en términos de la
ordenada espectral que corresponde al periodo fundamental de vibración de la estructura.

Para calcular tasas de falla por unidad de tiempo, es esencial estimar la probabilidad de
falla ante temblores de distintas intensidades, o su complemento, la probabilidad de
supervivencia. La forma más simple para estimar estas probabilidades es a través de un
índice de confiabilidad, basado en la media y desviación estándar de un margen o factor de
seguridad que considere los modos de falla más significativos. Aquí, dicho factor se
expresará en términos del coeficiente por el que se debe multiplicar un registro sísmico para
alcanzar la falla de la estructura y tomará en cuenta los modos más probables de falla del
sistema estructural, así como la posible participación de modos superiores. Además, en
este trabajo se calculan probabilidades de falla para lapsos de tiempo dados, que se
obtienen a partir del proceso de ocurrencia de intensidades y del criterio de falla adoptado.
De esta manera la probabilidad de falla aceptable es evaluada por las tres alternativas
descritas arriba.

Por otra parte, cuando se trata de establecer criterios de diseño es común que las
excitaciones sísmicas se representen por medio de espectros de peligro uniforme; de
manera que, para una estructura en particular, la excitación del movimiento del terreno esté
caracterizada por la ordenada espectral que corresponde al periodo de vibración del sistema
para un intervalo de recurrencia dado. Sin embargo, para establecer dichos criterios, es
importante tomar en cuenta otras características que son relevantes durante el movimiento

8
del terreno y que pueden afectar radicalmente el desempeño de los sistemas estructurales.
De particular importancia, entre otras características, están: la duración de la excitación, la
evolución de la varianza instantánea de la aceleración, así como la evolución del contenido
de frecuencias durante la misma. Además, rigurosamente, debe considerarse la variabilidad
de estas características con las peculiaridades de fuente, como pueden ser, entre otras, la
magnitud M y la distancia R. No obstante, evaluar las características detalladas del
movimiento en función de M y R no basta para especificar criterios de diseño; es necesario,
además, definir en términos de fuente las características de la excitación que dominan la
amenaza sísmica en el sitio, o más específicamente, es esencial evaluar cuáles son las
características detalladas de la excitación en términos de M y R que son más probables de
ocurrir y que afectan a una estructura dada, con características conocidas o inciertas.
También es importante definir cómo se afectan las características detalladas del
movimiento debido a las características de fuente cuando la excitación se asocia a un
determinado nivel de intensidad.

En esta investigación, las características estadísticas del movimiento del terreno durante
sismos, que tienen que ver con la evolución de la varianza instantánea de la aceleración, así
como la evolución del contenido de frecuencias y duración, se representan mediante un
proceso estocástico modulado en amplitud y frecuencia. Estas características se relacionan
con las variables de fuente, M y R, que controlan la historia detallada del movimiento del
terreno durante cada evento sísmico. Además, para representar adecuadamente dicha
historia detallada, cuando ésta es definida por un nivel de intensidad dado, se evalúa la
distribución conjunta de M y R para intensidades dadas y se desarrolla una modelo de
simulación con base en el método de Monte Carlo para estimar pares de valores de M y R,
o la combinación mas probable de M y R que afecta a una estructura en particular.

Por otra parte, cuando se llevan a cabo estudios de peligro sísmico es común asumir que las
incertidumbres en la excitación controlan la amenaza sísmica en el sitio, y que la
incertidumbre sobre las características de la estructura no influyen radicalmente en los
resultados. Por ello, una gran cantidad de estos estudios considera a la estructura como un
sistema de un grado de libertad con propiedades deterministas; mientras que solo unos

9
pocos consideran a la estructura como un sistema de múltiples grados de libertad con
propiedades estructurales nominales o, en estudios más refinados con propiedades medias.
Esto trae como consecuencia que las estimaciones de respuesta estructural estén sesgadas
en menor o mayor grado.

En este estudio se plantean modelos de múltiples grados de libertad que toman en cuenta la
aparición de los posibles modos de falla, así como la aparición de modos superiores, entre
otros efectos, que es necesario evaluar para estimar confiabilidades de estructuras sujetas a
sismo. Además, se estiman las incertidumbres asociadas con las características propias de la
estructura, que se consideran más importantes, que influyen en la sobre-resistencia, así
como en la disipación de energía de deformación de los elementos estructurales y, como
consecuencia, sobre la respuesta dinámica del sistema. Dichas incertidumbres están
asociadas con las características geométricas de las secciones transversales de los
elementos, con las propiedades mecánicas de los materiales (concreto y acero de refuerzo),
así como con las acciones verticales (carga muerta y viva).

Las aplicaciones de este estudio se limitan a sistemas estructurales de concreto reforzado a


base de trabes y columnas de 5, 10 y 15 niveles, así como estructuras con muros de
concreto reforzado de 10, 15 y 20 niveles. Estas aplicaciones se efectuarán para dos sitios
de terreno blando del valle de México.

Por otra parte, este trabajo está sujeto a las siguientes observaciones y restricciones: no se
considera la influencia de la interacción suelo-estructura; se considera que los elementos no
estructurales, como son muros divisorios, puertas, ventanas, instalaciones y barandales,
entre otros, están suficientemente desligados de la estructura principal, por lo que no
contribuyen a la rigidez y resistencia total de la estructura. Con base en las normas de
diseño, se considera que la falla por flexión es más probable de ocurrir que la falla por
cortante o carga axial; y finalmente, el error en el modelo de las estimaciones de respuesta
dinámica no se contempla en el cálculo de la probabilidad de falla.

10
1.5. Contribuciones del trabajo
1. Se desarrolla un modelo para obtener acelerogramas artificiales. Cada historia de
tiempo es considerada un proceso estocástico gaussiano no estacionario con
propiedades estadísticas dependientes de la magnitud y la distancia al sitio.

2. Se desarrolla un modelo para obtener distribuciones probabilísticas condicionales de


magnitud y distancia al sitio para intensidades dadas, aplicando el teorema de
Bayes. Este modelo toma en cuenta las contribuciones de las diversas fuentes
sísmicas a las probabilidades de ocurrencia de temblores en el sitio de estudio y para
la simulación de movimientos sísmicos de intensidades dadas con magnitud y
distancia inciertos.

3. Con base en los modelos probabilistas de cargas vivas más recientes se obtienen
expresiones para evaluar la matriz de covarianzas de cargas en un edificio dado. En
esta matriz están contenidas las correlaciones de las cargas de un piso a otro, así
como la correlación espacial de las cargas en un piso dado.

4. Se desarrolla un método para obtener en forma aproximada simulaciones de


variables aleatorias correlacionadas con base en las distribuciones marginales de las
variables en cuestión. Estas variables pueden ser de cualquier tipo.

5. Se desarrolla una metodología para obtener sistemáticamente índices de


confiabilidad, tasas de falla por unidad de tiempo y probabilidades de falla para
periodos de tiempo dados, de edificios con propiedades y excitaciones sísmicas
inciertas. La contribución de esta metodología se relaciona con los siguientes
aspectos:

• El criterio propuesto es aplicable a cualquier sistema estructural. No se


limita a sistemas de marcos planos de edificios como los que se tratan en
este trabajo.

11
• El daño depende de las características del sistema, así como de las
características detalladas de la excitación sísmica, por lo que no se necesita
adoptar una configuración preestablecida para estimar la capacidad de
deformación.

• Los índices de confiabilidad, tasas de falla y probabilidades de falla para


periodos de tiempo están asociados con las características e incertidumbres
en las acciones sísmicas de intensidades dadas que pueden ocurrir durante el
ciclo de vida de la estructura.

• Esta metodología toma en cuenta que las características detalladas de la


excitación, tales como su duración, la evolución de la varianza instantánea
de la aceleración y el contenido de frecuencias, están relacionadas con las
características de fuente en términos de magnitud y distancia. También toma
en cuenta la influencia de las características de la fuente sísmica sobre las
características del movimiento, para un determinado nivel de intensidad.

6. Los criterios propuestos pueden servir de base para formular criterios para diseño
sísmico con metas especificadas de confiabilidad

12
CAPITULO 2. ANÁLISIS DE INCERTIDUMBRE EN EL MOVIMIENTO DEL
TERRENO EN DIFERENTES SITIOS

2.1 Análisis de incertidumbre sobre características del movimiento del terreno durante
sismos
Para caracterizar acertadamente la respuesta estructural es necesario contar con historias
detalladas del movimiento del terreno durante sismos; sin embargo, con frecuencia las muestras
disponibles de acelerogramas registrados durante sismos no son suficientes para llevar a cabo un
análisis de confiabilidad; por ello se han destinado esfuerzos a desarrollar modelos matemáticos
de procesos estocásticos para representar las características detalladas del movimiento del terreno
durante posibles eventos futuros. Entre estos modelos es posible mencionar el método de las
funciones de Green propuesto por Hartzell (1978), y mejorado por Ordaz y col. (1995). Dicho
método utiliza un acelerograma pequeño como función de Green y parámetros sismológicos de
dicha función y del sismo objetivo. La historia del movimiento del terreno durante un temblor de
magnitud elevada se obtiene como la superposición en el tiempo de un conjunto de movimientos
de temblores de menor magnitud, generados en la misma fuente, y cuyos tiempos de inicio están
desfasados. Una de las desventajas de dicho método es que necesita previamente una historia de
aceleraciones sísmicas para poder obtener un registro simulado, además de que el número de
superposiciones de la función de Green aumenta y el factor de escala disminuye a medida que el
temblor objetivo crece con respecto a la función de Green, lo que trae como consecuencia un
aumento en la varianza y por lo tanto, la verosimilitud del registro simulado decrece. Otro
método en el que es posible involucrar parámetros de fuente con las características del
movimiento del terreno en el sitio, es el método de las funciones de atenuación generalizadas que
relaciona las propiedades evolutivas del movimiento, amplitud y frecuencia, en términos de
magnitud y distancia, entre otros. Este método tiene la ventaja de ser aplicable a cualquier
combinación de parámetros de fuente que se requiera; sin embargo, para definir las propiedades
estadísticas de los parámetros que controlan el movimiento se requiere de una muestra de
acelerogramas registrados en el sitio de interés.

En este trabajo se adopta un modelo de simulación de registros sísmicos análogo al desarrollado


por Alamilla y col. (2001a). Este modelo es definido por un conjunto de funciones que describen
la evolución de las amplitudes y contenido de frecuencias durante un temblor. La forma de dichas

13
funciones, así como sus correspondientes parámetros, se determinan a partir de la información de
historias de aceleraciones de sismos ocurridos en diferentes fuentes sísmicas. Estos parámetros se
relacionan directamente con M y R, a los que se ajustan funciones semi-empíricas de atenuación
con el fin de caracterizar las propiedades estadísticas de las funciones que controlan la evolución
del movimiento del terreno durante un sismo.

Aquí, el acelerograma de un sismo es considerado como un proceso gaussiano no estacionario


con propiedades estadísticas dependientes de M y R, y con el fin de representar adecuadamente
las características de las funciones que controlan las características evolutivas del movimiento del
terreno, se define un conjunto de parámetros que posteriormente se transforman en los originales
para la etapa de simulación.

De acuerdo con Grigoriu y col.(1988) y Yeh y Wen (1989) es posible considerar un acelerograma
como una realización de un proceso gaussiano modulado en amplitud y frecuencia:

ξ( t ) = I( t )ζ (φ( t )) (2.1)

Aquí, ξ( t ) es la aceleración del movimiento del terreno como función del tiempo, t . I(t) es una
función determinista que constituye la envolvente que controla la amplitud de ξ( t ) ; ζ (φ( t )) es un
ruido blanco filtrado en φ ; φ( t ) transforma la escala de tiempos, es la función de modulación de
frecuencias que determina la tasa de cambios de las frecuencias dominantes de ξ( t ) . El
procedimiento para obtener simulaciones del movimiento del terreno se desarrolla en forma
detallada en un trabajo realizado por Alamilla (1997).

Si se adopta una forma adecuada para cada una de las funciones que aparecen en el segundo
miembro de la ec 2.1, los parámetros correspondientes permitirán estimar en función de M y R
las funciones moduladoras siguientes:

• Función de energía acumulada, W(t), cuya derivada con respecto al tiempo es la


función I 2 ( t ) , y que aquí se representa por cinco segmentos, en correspondencia con

14
los intervalos de la escala del tiempo mostrados en la fig 2.1. En esta figura, los
instantes t .025 , t .25 , t .75 y t .975 corresponden a valores de W(t) iguales a 0.025, 0.25,

0.75 y 0.975 de W0 . Aquí, W0 representa la energía total acumulada al final de la

excitación. Analíticamente los segmentos mostrados en la fig 2.1 se representan


mediante las siguientes funciones

b1t 0≤t≤t.025 (2.2a)


b1t+b2(t-ta)n t.025≤t≤t.25 (2.2b)
W(t)= b3+b4t+b5t2 t.25≤t≤t.75 (2.2c)
b6+b7t+b8t2 t.75≤t≤t.975 (2.2d)
W0(1-e-εt) t≥t.975 (2.2e)

En estas ecuaciones, b1 a b8, n y ε son parámetros que se estiman a través de condiciones


de continuidad del valor de la energía y pendiente, en los puntos de unión.

• Función de modulación de frecuencias. Depende del número medio de cruces por cero y
de acuerdo con Yeh y Wen (1989) está dada por φ(t)=μo(t)/μo´(to). μ 0 ( t ) es la función que

describe el número de veces que las aceleraciones sísmicas cruzan por cero, la prima
t .75 + t .25
denota la primera derivada y t o = corresponde a un tiempo de referencia para el
2
que se obtiene la densidad espectral del proceso. En este estudio se supone que μo(t) está
dada por

μ 0 ( t ) = p[2 − exp(−qt ) − exp(− rt 3 )] (2.3)

donde p, q y r, son parámetros por determinar. Además de estas funciones, para describir
el movimiento del terreno se requiere la densidad espectral en un instante dado. De
acuerdo con Yeh y Wen (1989) esta adopta la forma de la función de Clough-Penzien,
definida por los parámetros So, ωg, ζg, ωf, ζf, donde So representa un factor de escala y los
demás la forma de la densidad espectral del proceso modulado.

15
Con el fin de estimar los parámetros que definen las características del proceso no estacionario
del movimiento del terreno en términos de M y R, se adopta el siguiente conjunto de parámetros
que se toman como base para la simulación de la excitación sísmica.

a) para representar la función de modulación de amplitudes del movimiento

Δ = t .75 − t .25 (2.4a)

t .25 − t .025
α= (2.4b)
Δ
t .975 − t .75
β= (2.4c)
Δ

Aquí, cada parámetro corresponde a cierta fase de tiempo de la distribución de la energía del
movimiento del terreno. Δ está relacionada con la duración de la parte más intensa del
movimiento en el sitio, durante el cual W(t) varía entre el 25 y 75% de W0. α define en forma
normalizada con respecto a Δ el intervalo que corresponde a valores de W(t) comprendidas entre
el 2.5 y el 25% de W0. β define, también en forma normalizada la parte del movimiento que
corresponde a energías acumuladas entre el 75 y el 97.5% de W0. En este trabajo, el movimiento
se representa hasta el tiempo t.975, que corresponde al 97.5 % de la energía total. Se considera que
la parte final del movimiento no influye en los análisis de respuesta. Por no ser un valor crucial
en los parámetros que caracterizan al movimiento, el tiempo t.025, que corresponde al 2.5% de la
energía total que representa la fase inicial del movimiento, se toma como el valor promedio de la
muestra de acelerogramas que se tienen.

La varianza instantánea de la aceleración se caracteriza por un parámetro global z, definido por


la ec 2.5. Este parámetro representa el 50% de la energía total W0, normalizada por la duración de
la fase intensa del movimiento, Δ.

W0
z2 = (2.5)

16
b) La evolución del contenido de frecuencias en el tiempo se estima a través de la esperanza
del número de veces que el proceso cruza el eje del tiempo; tal esperanza está dada por la
ec 2.3. y se representa en la fig 2.2. Es conveniente caracterizar esta función a través de
los parámetros de las ecs 2.6a-2.6e. Estos parámetros representan el número esperado de
cruces que corresponde a un segmento de tiempo, normalizado por la duración de dicho
segmento. Estos segmentos de tiempos están asociados a los instantes definidos arriba

μ .025
η.025 = (2.6a)
t .025

μ .25 − μ .025
η.25 = (2.6b)
t .25 − t .025

μ o − μ .25
ηo = (2.6c)
t o − t .25

μ .75 − μ o
η.75 = (2.6d)
t .75 − t o

μ .975 − μ .75
η.975 = (2.6e)
t .975 − t .75

Aquí, μn es el número de cruces acumulado hasta el tiempo tn; to es el tiempo que corresponde en
forma aproximada al 50% de la energía total del movimiento.

c) La densidad espectral evolutiva se obtiene aplicando las funciones moduladoras de amplitud y


de frecuencias a la densidad espectral para el instante de referencia to. Dicha densidad se
representa por la función de Clough-Penzien (1975) y su estimación para valores dados de M y R
se logra a partir de leyes semi-empíricas de atenuación de los parámetros ωg, ζg, ωf y ζf, que
definen la forma del filtro. Estimados los parámetros anteriores, So resulta de la condición de
varianza unitaria del proceso modulado que de acuerdo con Yeh y Wen (1989) se define como

So =
1 [( )
2
( ) (
2ζ gζ f ω 2g − ω 2f + 4ω 2gω 2f ζ g2 + ζ 2f + 4ζ gζ f ω gω f ω 2g + ω 2f )]
[ )]
(2.7)
( ) (
π ω 4g ζ gω f + ζ f ω g + 4ζ 2gω 2g ζ gω 3f + ζ f ω 3g + 4ζ gζ f ω gω f ζ gω f + ζ f ω g

17
Actualmente no se cuenta con soluciones analíticas al problema de predecir las propiedades
estadísticas evolutivas del movimiento del terreno durante un temblor, incorporando las
incertidumbres inherentes de dichas propiedades. Debido al gran número de variables
involucradas, se utiliza el método de Monte Carlo, que es la única opción disponible hasta ahora.
Para aplicar dicho método es necesario evaluar a partir de acelerogramas registrados en el sitio de
estudio, el vector de medias y la matriz de covarianzas de los parámetros: z , Δ , α , β , η.025 ,

η.25 , η o , η.75 , η.975 , ω g , ζ g , ω f y ζ f , todos en función de M y R. Aquí, la matriz de

covarianzas se asume independiente de M y R. Por simplicidad, se supone que la función de


distribución conjunta de estos parámetros es logaritmico normal. De acuerdo con lo anterior,
para simular un acelerograma se necesita realizar los siguientes pasos:

• Dados M y R, simular los parámetros de la función de atenuación que describen el


movimiento del terreno en el sitio

• Estimar los parámetros de las funciones moduladoras a partir de los parámetros


simulados del paso anterior.

• Simular el acelerograma condicionado a los parámetros anteriores.

El modelo descrito se calibró a partir de 8 sismos ocurridos en la costa del Pacífico que van de
magnitudes de 5.6 a 8.1, tal como se muestra en la fig 2.3, registrados en dos sitios de terreno
blando ubicados en la zona blanda del valle de México. Dichos sitios corresponden a dos
estaciones acelerograficas, la primera ubicada en el sótano del edificio de la Secretaria de
Comunicaciones y Transportes ubicado sobre la avenida Eje Central, y la segunda estación
ubicada en una unidad habitacional del Instituto Mexicano del Seguro Social, cercana a las
avenidas Reforma y Chapultepec. En lo que sigue, a la primera se le denominará estación SCT y
a la segunda, estación 44.

En la figs 2.4 y 2.5 se muestran respectivamente, los espectros de respuesta lineal de los
acelerogramas reales registrados en las estaciones SCT y 44 que se emplearon para calibrar el
modelo estocástico. De éstas figuras se observa que el periodo dominante del terreno en SCT es

18
cercano a 2 segundos, mientras que en la estación 44 es cercano a 1.2 segundos; sin embargo,
estos valores pueden variar de temblor a temblor, como se muestra en las figuras mencionadas.

Por otra parte, a cada parámetro involucrado se ajustó una ecuación en función de M y R. Así, la
variable z se representa como

ln z = ln k + aM − b ln( R + Ro) (2.8)

donde Ro = cedM ; y k, a, b, c y d son constantes estimadas. Al resto de los parámetros ( Δ , α , β ,

η.025 , η.25 , η o , η.75 , η.975 , ω g , ζ g , ω f y ζ f ) se ajustó una función de la forma

ln X = a + bM + cR (2.9)

donde ln X denota el logaritmo natural del parámetro en cuestión. a, b y c son coeficientes


ajustados. Estos coeficientes toman valores diferentes para cada parámetro.

En las tablas 2.1 y 2.3 se muestran los valores que tomaron los coeficientes de las funciones de
atenuación generalizadas descritas por las ecuaciones 2.8 y 2.9. También en las tablas 2.2 y 2.4 se
consigna la varianza del logaritmo natural de cada parámetro, así como los coeficientes de
correlación entre ellos.

En las figuras 2.6, 2.7, 2.11 y 2.12 se muestra en escala logarítmica la variación del parámetro z
en términos de M y R en las estaciones acelerograficas de estudio. Se observa que dicho
parámetro no muestra sensibilidad alguna con R, mientras que con M, los valores de z crecen, lo
que significa que la energía por unidad de tiempo durante la fase intensa del movimiento del
terreno crece con la magnitud del temblor.

En las figuras 2.8 y 2.13 se muestran en escala logarítmica los valores medios de los parámetros
Δ , α y β que describen la forma de la variación de las amplitudes del movimiento en función de
M y R para las dos estaciones de estudio. En éstas figuras se observa que Δ decrece con M y
aumenta con R, mientras que los valores de los parámetros α y β aumentan con M y disminuyen

19
con R. Un mejor análisis de los parámetros descritos y de la dependencia existente entre ellos se
obtiene a partir de los coeficientes de correlación que se muestran en las tablas 2.2 y 2.4. De
estos coeficientes se observa que al aumentar z con M, los valores de Δ disminuyen y, α y β
aumentan. Esto significa que mientras el número de ciclos, asociado con el 50% de la energía
total entre los tiempos t .75 y t .25 disminuye con M, las amplitudes del movimiento crecen en este

intervalo, también se observa que mientras esto ocurre, la duración del movimiento crece en
términos de los parámetros α y β .

Los parámetros η.025 , η.25 , η o , η.75 y η.975 que caracterizan el número medio de cruces por cero

y describen la evolución de las frecuencias en el tiempo se muestran en las figuras 2.9 y 2.14 para
las dos estaciones de interés. Puede verse que los valores de dichos parámetros decrecen con R,
lo que indica que a mayor distancia menor número de cruces por cero, es decir las ondas de alta
frecuencia se atenúan con la distancia. Sin embargo esto no se observa en la estación 44, donde se
muestra insensibilidad de estos parámetros en términos de R. También, en las figuras 2.9 y 2.14
se observa una disminución sistemática de los parámetros de cruces con la magnitud, lo que
significa que a mayor magnitud menor número de cruces, es decir a mayor magnitud mayor
generación de ondas de periodo largo, lo que está de acuerdo con lo que se conoce del proceso
geofísico.

La sensibilidad de los parámetros que describen la forma de la densidad espectral del proceso
modulado, representados por ω g , ζ g , ω f y ζ f , se muestran en las figuras 2.10 y 2.15. De las

tablas 2.2 y 2.4 se observa que el parámetro ωg que caracteriza a las frecuencias dominantes

muestra buena correlación con los parámetros de cruces, especialmente con η 0 que es la variable

central que define el intervalo de mayor intensidad del movimiento del terreno. De los parámetros
ζ g , ω f y ζ f no es posible señalar detalle alguno debido a la carencia de significado físico de

estas variables.

En las figuras 2.16 y 2.17 se aprecian acelerogramas simulados en las estaciones SCT y 44
respectivamente, para varias combinaciones de M y R, así como sus espectros de respuesta lineal
para 5% de amortiguamiento critico. Se observa que estos espectros son similares en forma a los

20
espectros de respuesta lineal de acelerogramas reales de las figuras 2.4 y 2.5 respectivamente.
Esto denota que el contenido de frecuencias de los acelerogramas simulados está de acuerdo con
los de la muestra utilizada. Un análisis estadístico de valores correlacionados simulados de los
parámetros: z , Δ , α , β , η.025 , η.25 , η o , η.75 , η.975 , ω g , ζ g , ω f y ζ f mostró que los primeros

momentos estadísticos de estas variables son similares a los de la muestra empleada. De acuerdo
con lo anterior y con base en las figuras 2.16 y 2.17 es posible enunciar que la variabilidad en las
características detalladas de los acelerogramas simulados son similares a los de la muestra de
acelerogramas reales utilizados para calibrar el modelo en los dos sitios de estudio.

Por otra parte, la calidad de los acelerogramas puede mejorarse a medida de que se cuente con
una mayor cantidad de acelerogramas útiles de sismos ocurridos, además de que las propiedades
estadísticas de los parámetros que controlan el movimiento puedan referirse a zonas sísmogenicas
con características peculiares. También dicha calidad puede lograrse mediante el desarrollo de
nuevas alternativas para caracterizar principalmente el contenido de frecuencias del proceso
modulado.

2.2 Análisis de incertidumbre asociada a las aportaciones de las diversas fuentes sísmicas a
las probabilidades de ocurrencia de temblores de intensidades dadas en el sitio de interés
Cuando se trata de establecer criterios de diseño sísmico, es común representar la intensidad de
diseño en términos de la ordenada espectral que corresponde a un periodo de recurrencia dado, o
alternativamente como la probabilidad de ser excedida durante un intervalo de tiempo dado. Esto
conduce a ciertas limitaciones importantes. Usualmente las ordenadas de un espectro de peligro
uniforme reflejan las contribuciones de diferentes fuentes sísmicas en la vecindad del sitio,
mientras que las formas espectrales e intensidades asociadas con el movimiento del terreno varían
de acuerdo con las condiciones de fuente, expresadas en términos de magnitud y distancia. Esto
trae como consecuencia que los valores relativos de las contribuciones de las ondas sísmicas de
cada fuente sísmica a las ordenadas espectrales no sean constantes al variar la frecuencia.

Una segunda limitación, es que no se toma en cuenta explícitamente la influencia de magnitud y


distancia sobre la duración efectiva de la excitación sísmica o la evolución instantánea de la
intensidad y el contenido de frecuencias de la aceleración del suelo. La influencia de estas

21
variables son determinantes en la respuesta no lineal de sistemas estructurales; en general de ella
dependerán la degradación de rigidez y resistencia de los elementos.

Por otra parte, si se aplicara el modelo de simulación descrito arriba para obtener realizaciones
del movimiento del terreno para una intensidad dada y que corresponde a una M y R dados, surge
el problema de definir la combinación de magnitud y distancia que dan lugar a dicha intensidad.
La selección de esta combinación es importante, pues determina los parámetros del movimiento
del terreno que describen la evolución de la intensidad y el contenido de frecuencia en el tiempo.
Para resolver este problema, McGuire (1995) propuso una metodología a partir de estimar la
sismicidad en el sitio basada en seleccionar la combinación más probable de M y R condicionada
a un nivel de intensidad especifico. En este trabajo se presenta una metodología más general,
desarrollada por Alamilla y col. (2001b) basada explícitamente en evaluar la distribución de
probabilidad conjunta condicionada a cualquier medida de intensidad. Esta metodología se
describe a continuación

Aplicando el teorema de Bayes, la función de distribución conjunta de M y R para un valor dado


de intensidad Y=y, se representa por la siguiente ecuación

f M ,R (m, r | y) = kf Y ( y | m, r )f M ,R (m, r ) (2.10)

donde, f M ,R (m, r ) es la función de distribución conjunta de M y R de la fuente sísmica potencial

que domina el peligro sísmico en el sitio. f Y ( y | m, r ) es la función de distribución de la


intensidad Y para valores dados de M=m y R=r. K es un factor de normalización tal que la
integral de f M ,R (m, r | y) sobre los posibles valores de M y R es igual a la unidad.

En problemas reales, los temblores que determinan el peligro sísmico en un sitio pueden ser
generados en diferentes fuentes. Cada fuente está caracterizada por una localización espacial
respecto al sitio, así como por diferentes tasas de actividad y diferente distribución de
magnitudes. Así, para el caso de varias fuentes sísmicas la función de densidad de probabilidad
de M y R dado un valor de la intensidad Y=y, en vez de la ec 2.10 se obtiene la siguiente

22
f M ,R ( m, r | y) = kf Y ( y | m, r )∑ p j f ( M , R ) j ( m, r ) (2.11)

λ0j
donde, p j = es la probabilidad de que un temblor ocurra en la j-ésima fuente. λ 0 j es la
λ0
tasa de ocurrencia de temblores mayores que una magnitud suficientemente baja, tal que valores
menores que dicha magnitud no contribuyen al peligro sísmico en el sitio. λ 0 es la suma total de

λ 0 j para todas las fuentes que contribuyen a la actividad sísmica en el sitio.

Para cada fuente sísmica, es posible considerar f M ,R (m, r ) = f R (r | m)f M (m) , donde f M ( m) se

estima a partir de considerar una distribución uniforme de la sismicidad. f R ( r | m ) , así como


f Y ( y | m, r ) se estiman a partir de una función de atenuación adecuada y del error estadístico.
Por otra parte, si no se contara con ninguna información acerca de R, la función de densidad de
probabilidad de M condicionada a un valor de intensidad Y=y, sería

f M (m | y) = k ∑ p j ∫ f Y ( y | m, r )f ( M ,R ) j (m, r )dr (2.12)

De la ecuación anterior, es fácil ver que en el integrando la j-ésima fuente está representada por
f ( M ,R ) j (m, r | y) / k j , en donde k j es un factor de normalización tal que la integral de esta función

de distribución sea igual a la unidad. De acuerdo con esto, es posible representar la ec 2.12 por
medio de la siguiente ecuación

f M ( m | y) = ∑ α j ∫ f ( M ,R ) j (m, r | y)dr (2.13)


j

donde α j = p j k k j . Es posible demostrar que ∑αj


j = 1 . Esto trae la posibilidad de aplicar

fácilmente el método de Monte Carlo para obtener valores simulados de M y R para intensidades
dadas mediante la siguiente metodología:

• La fuente que origina el temblor se selecciona aleatoriamente, se simula el valor de J=j


que identifica la fuente donde se origina el temblor, considerando que dicho índice es una

23
variable aleatoria con distribución multinomial con parámetros α j , j=1, Nf, donde Nf es el

número de fuentes.

• Una vez que la fuente ha sido identificada, un valor de M es generado a partir de la


siguiente función de densidad de probabilidad

f Mj (m | y) = k j ∫ f Y ( y | m, r )f ( M ,R ) j (m, r )dr (2.14)

• Dado un valor de M=m, se genera un valor de R a partir de la siguiente función de


distribución de probabilidad que se asocia a la misma fuente

f ( M ,R ) j (m, r | y)
f Rj (r | m, y) = (2.15)
f Mj (m | y)

Para evaluar las características detalladas del movimiento sísmico que pueden generar un nivel de
intensidad dado en una estructura con características dinámicas conocidas, es fundamental
evaluar en términos de la sismicidad de las fuentes cercanas y de atenuación los valores mas
probables de M y R para intensidades dadas que controlan el peligro sísmico en el sitio de
estudio. Para aplicar la metodología descrita a los sitios mencionados, se consideró que la
amenaza sísmica en el valle es controlada principalmente por la actividad sísmica que ocurre en
la región acotada que se muestra en la fig 2.18 y que obedece al proceso de subducción que se
desarrolla en la costa del Pacífico de México. La actividad sísmica en dicha región se representa
en la figura por medio de los epicentros ocurridos durante la última mitad del siglo XX, de
acuerdo con el catálogo elaborado por el Instituto de Geofísica. La actividad sísmica en dicha
región se clasificó de acuerdo con el trabajo de Díaz y col. (1999) como la superposición de tres
procesos individuales de generación de temblores, el primero denominado mecanismo de falla
inversa, asociado con el proceso de ruptura que ocurre en la interfase entre la placa oceánica de
subducción y la placa continental subducida; el segundo, asociado a un mecanismo de falla
normal que es originado por la ruptura de la placa subducida en su región baja, y por último el

24
proceso de generación de temblores asociado a fallas secundarias en la placa continental
denominado sismicidad difusa.

La localización espacial de cada evento, asociado a alguno de los mecanismos de generación de


temblores, se determinó en función de la profundidad y la distancia a la trinchera de perfiles de
la frontera superior de la placa subducida estimados por Pardo (1993). Así, de acuerdo con Díaz y
col (1999) los eventos generados sobre una franja de 20 kilometros por encima y debajo de la
traza del perfil de la placa subducida y hasta una profundidad de 40 km, como se muestra en la
fig. 2.19, se asociaron al mecanismo de falla inversa, mientras que por debajo de esta
profundidad, los eventos se relacionaron con el mecanismo de falla normal. Los sismos ocurridos
por encima de la franja que contiene a los eventos de falla inversa y normal se tomaron
pertenecientes a la zona continental y por lo tanto, a la sismicidad difusa.

Considerando que la sismicidad es uniforme en las regiones que se muestran en las figs 2.18 y
2.19, se calcularon las tasa de magnitudes de cada proceso, como se muestra en la fig. 2.20. De
acuerdo con el trabajo de Díaz y col (1999) las tasas de magnitudes de los mecanismos de falla
inversa y normal se representan por medio de la función

λ M1 (M ) + λ M 2 (M ) M 0 ≤ M < M1

λ (M ) = (2.16)
λ M1 (M ) M1 ≤ M < M 2

donde

⎡ 1 ⎤
λ M1 (M ) = α 1 ⎢1 − exp[− (M 2 − M )](1 + γ exp[− γ (M 2 − M )])⎥ (2.17)
⎣ γ ⎦

exp(− β M ) − exp(− βM 1 )
λ M 2 (M) = α 2 (2.18)
exp(− β M 0 ) − exp(− β M 1 )

En estas ecuaciones α 1 , α 2 , β y γ son coeficientes ajustados que controlan la forma de la tasa


de magnitudes. M 0 , M 1 y M 2 son los valores limites de magnitudes que caracterizan a dicha

25
tasa, de manera que a los eventos ocurridos en el intervalo de magnitudes M 0 ≤ M < M 1 se les

conoce como temblores de actividad de fondo y se asocian a un proceso de Poisson, mientras que
a los ocurridos en el intervalo de magnitudes M 1 ≤ M < M 2 se les conoce como temblores
característicos y se asocian a un proceso de Renovación. La magnitud M 1 que sirve de frontera
entre estos dos tipos de temblores se muestra en la fig. 2.20 mediante un cambio abrupto en las
pendientes que describen a la tasa de magnitudes, por lo que dichas tasas se representan por las
funciones 2.17 y 2.18. Aquí, los valores que toman los parámetros de dichas funciones son los
siguientes: para el proceso de falla inversa α 1 = 0.0968 , α 2 = 0.0024 , β = 1.2002 , γ = −0.7006 ,
M 0 = 3.0 , M 1 = 6.1 y M 2 = 8.3 . Para el proceso de falla normal α 1 = 0.0330 , α 2 = 0.0006 ,

β = 1.3005 , γ = 0.1311 , M 0 = 3.0 , M 1 = 6.1 y M 2 = 7.9 . Para la sismicidad difusa se ajustó una

función de la forma λ M (M ) = λ M 2 (M ) , con parámetros α 2 = 0.0018 , β = 1.317 , M 0 = 3.0 y

M 1 = 6.1 . En la fig 2.20 se muestra la forma que toman las funciones ajustadas para cada uno de
los procesos de generación de temblores descritos y se observa que dichas funciones representan
adecuadamente los valores observados de la sismicidad de la zona de estudio.

Con base en la ec. 2.16, que caracteriza a los procesos de falla inversa y normal, se adoptaron
dos funciones de probabilidad, la primera asociada con los temblores de actividad de fondo y la
segunda, asociada con los temblores característicos. La función de densidad de probabilidad para
los temblores de actividad de fondo adopta la siguiente forma

f MAF (M ) = −
1 d
[λ M1 (M) + λ M 2 (M)] M 0 ≤ M < M1 (2.19)
λ 0 AF − λ 0 TC dM

Aquí, el operador d[]


⋅ dM indica derivada con respecto a M, (λ 0 AF − λ 0 TC ) es la tasa de actividad

total del proceso y los coeficientes λ 0 AF y λ 0 TC representan, respectivamente, la tasa de actividad

sísmica asociada a las magnitudes M 0 y M 1 . Al sustituir estas magnitudes en la ec 2.16 los

valores de dichos coeficientes se obtienen como sigue

⎡ 1 ⎤
λ 0 AF = α 1 ⎢1 − exp[− (M 2 − M 0 )](1 + γ exp[− γ (M 2 − M 0 )])⎥ + α 2 (2.20)
⎣ γ ⎦

26
⎡ 1 ⎤
λ 0 TC = α 1 ⎢1 − exp[− (M 2 − M 1 )](1 + γ exp[− γ (M 2 − M 1 )])⎥ (2.21)
⎣ γ ⎦

La densidad de probabilidad de los temblores característicos esta dada por la ecuación

1 dλ M 1 ( M )
f MTC ( M ) = − M1 ≤ M < M 2 (2.22)
λ 0 TC dM

Para la sismicidad difusa la función de densidad de probabilidad esta dada por

1 dλ M 2 ( M )
f MSD ( M ) = − M 0 ≤ M < M1 (2.23)
α2 dM

Por otra parte, las distancias se calcularon a partir de la localización espacial de los epicentros de
la fig 2.18 y de las coordenadas del sitio. Aquí, estos sitios están referidos a las estaciones SCT y
44 del valle de México; sin embargo, por simplicidad y debido a que no se introducen errores
significativos en las distancias calculadas se asume que las distancias referidas a la estación SCT
son similares a las de la estación 44 y por lo tanto, también las funciones de distribución de
probabilidad de dichas distancias.

Con base en las distancias calculadas, se adoptaron funciones de distribución logaritmico normal
de R para cada mecanismo de falla descrito. Así, los primeros momentos estadísticos de dichas
distribuciones, media del logaritmo L R (⋅) , y desviación estándar del logaritmo σ L , de cada
mecanismo adoptaron las siguientes funciones, para falla inversa L R ( M ) = 5.813 − 0.008M ,
σ L = 0.140 , para falla normal L R ( M ) = 5.424 − 0.017 M , σ L = 0.223 , y para sismicidad difusa

L R = 5.503 , σ L = 0.250 . En la fig. 2.21 los valores del logaritmo natural de las distancias L R , se
representan en papel de probabilidad normal en términos de la variable U = [L R − L R ( M )] σ L , de
la que se observa que las funciones de distribución logarítmicas representan adecuadamente el
comportamiento estadístico de las distancias calculadas, al menos en el intervalo de interés.

27
Por otra parte, la distribución de probabilidad f ( y M, R ) de las intensidades y, para M y R dados,

se define a partir de funciones de atenuación y del error estadístico. Aquí, la metodología se


aplicó a los dos sitios de estudio, en los que se asume desplantada una estructura típica con
periodo fundamental T, de un segundo. Los niveles de intensidad se definen en términos de
aceleraciones espectrales por medio de una función de distribución de probabilidad lognormal
con media del logaritmo dada por y(M, R ) = q 1 + q 2 M − q 3 log(R + q 4 ) y desviación del

logaritmo σ y . En la estación SCT los coeficientes q y σ y toman los siguientes valores:

q 1 = −0.1657 , q 2 = 0.8636 , q 3 = 0.3434 , q 4 = 984.5 y σ y = 0.6935 ; mientras que en la

estación 44 adoptan los valores siguientes: q 1 = 6.9138 , q 2 = 1.0743 , q 3 = 1.7232 , q 4 = 1.1679

y σ y = 0.4059 .

Una vez definidas las funciones de distribución de probabilidad que intervienen en el problema,
es posible estimar las características del movimiento en términos de M y R, y por lo tanto inferir
las características detalladas que causan un determinado nivel de intensidad en la estructura. Así,
los valores de M y R que controlan la amenaza sísmica en los sitios de estudio para una
aceleración de y=250 cm/s2 en la estructura descrita, se muestran en la figs 2.22 y 2.23. En estas
figuras la contribución de dicha amenaza se muestra en términos de frecuencias relativas en
intervalos de M y R. En general se observa que es poco probable que dicho nivel de intensidad
pueda ser causado por una magnitud menor a 6.5 o por eventos generados a distancias menores
que 150 km, y mayores que 400 km. La combinación mas probable en la estación SCT resultó en
el intervalo de magnitudes que va de 7.8 a 8.0, y distancias en el intervalo de 300 a 350 km. Para
la misma estructura, ubicada en la estación 44 la combinación mas probable resultó en el
intervalo de magnitudes que va de 7.5 a 7.7, y distancias en el intervalo de 250 a 300 km. De
acuerdo con esto, en la estación SCT la amenaza sísmica para la intensidad de estudio es
controlada por magnitudes y distancias mayores que las correspondientes a la estación 44, lo que
obedece a que el factor de amplificación en esta última estación sea mayor para el periodo de la
estructura de estudio.

28
Tabla 2.1 Parámetros estimados de funciones generalizadas en estación SCT.

Coeficientes ajustados de funciones generalizadas

Parámetro a b c d k
ln Z 1.42E+00 1.15E-01 2.60E+01 5.96E-01 1.07E-03
ln Δ 3.36E+00 -2.03E-01 3.61E-03
ln α -2.05E+00 3.33E-01 -2.13E-03
ln β -2.76E+00 5.15E-01 -1.02E-03
ln η.025 5.23E-01 2.18E-01 -2.82E-03
ln η.25 1.08E+00 3.85E-02 -2.25E-03
ln η0 2.17E+00 -1.78E-01 -1.57E-03
ln η.75 1.97E+00 -2.01E-01 -8.56E-04
ln η.975 9.67E-01 -8.23E-02 -9.66E-05

ln ωg 1.86E+00 -4.39E-02 -1.09E-03

ln ζg -6.64E-01 -2.66E-03

ln ωf -1.35E+00 6.36E-02 1.33E-03

ln ζf -2.94E-02

Tabla 2.2 Coeficientes de correlación de parámetros del movimiento del terreno en


estación SCT.
Coeficientes de correlación

Parámetro Varianza lnZ ln Δ ln α ln β ln η.025 ln η.25 ln η0 ln η.75 ln η.975 ln ωg ln ζg ln ωf ln ζf


lnZ 0.7 1.00

ln Δ 0.13 -0.74 1.00

ln α 0.17 0.57 -0.74 1.00

ln β 0.19 0.83 -0.72 0.73 1.00

ln η.025 0.24 -0.40 0.44 -0.27 -0.27 1.00

ln η.25 0.09 -0.58 0.27 -0.16 -0.50 0.63 1.00

ln η0 0.09 -0.69 0.51 -0.79 -0.76 0.43 0.49 1.00

ln η.75 0.06 -0.34 0.07 -0.43 -0.51 0.28 0.65 0.60 1.00

ln η.975 0.04 -0.41 0.18 -0.32 -0.36 0.03 0.24 0.46 0.50 1.00
ln ωg 0.02 -0.41 0.21 -0.23 -0.39 0.45 0.39 0.49 0.24 -0.07 1.00

ln ζg 0.04 0.06 -0.25 0.01 -0.08 0.13 0.28 0.02 0.47 -0.01 0.30 1.00

ln ωf 0.50 -0.14 -0.33 -0.08 0.02 0.44 -0.13 0.06 -0.44 0.07 0.04 -0.26 1.00
ln ζf 0.90 -0.09 -0.20 -0.13 -0.26 -0.45 0.04 0.29 0.38 0.30 -0.09 0.07 -0.55 1.00

29
Tabla 2.3 Parámetros estimados de funciones generalizadas en estación 44

Coeficientes ajustados de funciones generalizadas

Parámetro a b c d k
ln Z 2.76E+00 1.70E+00 1.11E+00 1.07E+00 3.06E-02
ln Δ 1.58E+00 -8.41E-02 4.91E-03
ln α -4.07E+00 4.79E-01 6.22E-04
ln β 2.13E+00 -4.17E-03
ln η.025 1.54E+00
ln η.25 3.87E+00 -4.71E-01
ln η0 6.33E-01 2.29E-02
ln η.75 9.53E-01 -3.17E-02
ln η.975 2.58E+00 -2.77E-01

ln ωg 1.14E+00 8.09E-02

ln ζg -1.27E+00 -4.74E-03

ln ωf 3.80E+00 -8.41E-03

ln ζf -1.00E+00

Tabla 2.4 Coeficientes de correlación de parámetros que controlan el movimiento del


terreno en estación 44
Coeficientes de correlación

Parámetro Varianza lnZ ln Δ ln α ln β ln η.025 ln η.25 ln η0 ln η.75 ln η.975 ln ωg ln ζg ln ωf ln ζf


lnZ 0.42 1.00

ln Δ 0.02 -0.10 1.00

ln α 0.01 0.07 -0.32 1.00

ln β 0.15 0.08 -0.09 0.02 1.00

ln η.025 0.27 -0.35 0.38 0.05 0.57 1.00

ln η.25 0.36 -0.82 0.04 0.10 0.49 0.67 1.00

ln η0 0.06 -0.19 -0.51 0.17 -0.02 0.05 0.15 1.00

ln η.75 0.07 -0.37 0.55 -0.27 -0.34 0.34 0.12 -0.05 1.00

ln η.975 0.02 -0.60 0.32 -0.14 -0.58 0.23 0.19 0.28 0.80 1.00
ln ωg 0.02 0.26 -0.43 0.19 0.57 0.30 0.10 0.48 -0.04 -0.26 1.00

ln ζg 0.13 -0.30 0.54 0.26 -0.23 0.53 0.24 -0.37 0.55 0.53 -0.30 1.00

ln ωf 0.41 0.04 0.09 0.72 0.44 0.66 0.35 0.16 -0.01 -0.08 0.46 0.43 1.00
ln ζf 1.60 -0.03 -0.17 -0.50 -0.59 -0.65 -0.40 0.33 -0.10 0.22 -0.39 -0.51 -0.78 1.00

30
T=1 s; y=250 cm/s2; estación SCT

0.140

0.120

0.100

0.080
%
0.060

0.040

425 0.020

Distancia (km) 275 0.000


5.8
125 6.4 6.1
7.0 6.7
7.9 7.6 7.3
8.2
Magnitud

Fig. 2.22 Histograma de magnitudes y distancias para una intensidad de 250 cm/s2 en una
estructura de un segundo de periodo de vibración, en la estación SCT.

T=1 s; y=250 cm/s2; estación 44

0.120

0.100

0.080

0.060 %

0.040

425 0.020

Distancia (km) 275 0.000


5.8
125 6.4 6.1
7.3 7.0 6.7
7.9 7.6
8.2 Magnitud

Fig. 2.23 Histograma de magnitudes y distancias para una intensidad de 250 cm/s2 en una
estructura de un segundo de periodo de vibración, en la estación 44.

49
CAPITULO 3. MODELOS PROBABILÍSTICOS DE LAS CARACTERÍSTICAS
ESTRUCTURALES QUE DEFINEN EL COMPORTAMIENTO DE EDIFICIOS DE
MÚLTIPLES NIVELES

3.1 Cargas vivas en edificios


De acuerdo con Pier y Cornell (1973) la intensidad de la carga viva sostenida w(x,y), en un
punto con coordenadas horizontales x, y, sobre un piso dado, se puede representar por
medio del modelo probabilista definido por la ec 3.1. En este modelo, el coeficiente m
representa la carga viva media para la población de estructuras con el mismo tipo de
ocupación: oficinas, departamentos, etc. γb y γf son variables aleatorias independientes con
media cero, la primera toma en cuenta la variabilidad de la intensidad de la carga de un
edificio a otro, y la segunda, de un piso a otro, en un mismo edificio. ε(x,y) es una variable
aleatoria independiente, con media cero, que representa la variación espacial de la
intensidad de la carga sobre un piso, en un mismo edificio; esta variable es función de las
coordenadas horizontales x y y, lo que implica que esté correlacionada espacialmente.

w ( x, y) = m + γ b + γ f + ε ( x, y) (3.1)

Las propiedades estadísticas: esperanza, E[⋅], y covarianza, cov[⋅], de w en dos sitios (x0,y0)
y (x1,y1), sobre un mismo piso, están dadas por las siguientes ecuaciones:

E[ w ( x, y)] = m (3.2)

cov[ w ( x 0 , y 0 ), w ( x 1 , y 1 )] = σ 2b + σ 2f + cov[ε( x 0 , y 0 ), ε ( x 1 , y 1 )] (3.3)

donde σ 2b y σ 2f son las varianzas de γb y γf, respectivamente. De acuerdo con lo autores, el


último término de la ec 3.3 se representa adecuadamente por medio de la función
−r2
cov[ε( x 0 , y 0 ), ε( x 1 , y 1 )] = σ 2sp e d
; donde σ 2sp es la varianza de ε, r es la distancia

horizontal entre (x0,y0) y (x1,y1) y d es una constante estimada. No obstante, cuando dos
puntos (x0,y0) y (x2,y2), están localizados en diferentes pisos, la ecuación anterior adopta la

50
−r2
forma, cov[ε( x 0 , y 0 ), ε( x 2 , y 2 )] = ρ c σ sp
2
e d
; donde, ρc representa la correlación espacial

de la intensidad de las cargas en dos pisos diferentes. Esta correlación se da cuando los
inquilinos que habitan un edificio tienden a cargar de la misma manera los pisos, y en
general, depende del número de pisos; sin embargo, por simplicidad se toma como
constante.

Para fines de aplicaciones prácticas, el modelo de cargas se representa en términos de


cargas unitarias por unidad de área, U(A). Para ello, w(x,y) se integra sobre un área dada y
posteriormente se divide entre el área de integración. Así, para un área rectangular de un
piso dado, la esperanza y la varianza de U(A) están dadas por las siguientes ecuaciones

E[ U(A )] = m (3.4)

K( A )
var[ U(A )] = σ 2b + σ 2f + σ 2U (3.5)
A

donde
σ 2U = πdσ sp
2
(3.6)

2
⎡ ⎛ A⎞ d ⎛ ⎤
⎜ 1 − e d ⎟⎞ ⎥
−A
K(A ) = ⎢erf ⎜ ⎟− (3.7)
⎢⎣ ⎝ d ⎠ Aπ ⎝ ⎠
⎥⎦


z
2 2

erf ( z) =
−t
e dt (3.8)
π 0

Para n pisos con área rectangular común de un edificio dado, las propiedades estadísticas
del modelo están dadas por

51
E[ U(A n )] = m (3.9)

σ 2f σ 2U K(A ) ⎛ n − 1⎞ σ sp K(A )
2

var[ U(A n )] = σ +2
+ + ρc ⎜ ⎟ (3.10)
b
n nA ⎝ n ⎠ A

Pier y Cornell (1973) calibraron el modelo descrito mediante el ajuste a casos reales de los
coeficientes de variación var[U ( A )] m contra A, y var[U (A n )] m contra n. El valor

de la media en el ajuste del modelo resultó igual a m =57.6 kg/m2 (11.8 psf) y los valores
de los parámetros estimados fueron los siguientes: σ 2b + σ 2f =482.7 (kg/m2)2 (20.25 (psf)2);

σ 2b = 71.5 (kg/m2)2 (3 (psf)2); σ 2sp = 6197.9 (kg/m2)2 (260 (psf)2); ρ c = 0.7; d =0.836 m2 (9

(ft)2).De acuerdo con los autores mencionados, basados en un trabajo de Mitchel y


Woodgate, U(A) se distribuye de acuerdo con una función de densidad de probabilidad
gamma G(k,λ), con parámetros k y λ, definidos por las siguientes ecuaciones

E[ U(A )]
2 2
m
k= = (3.11)
var[ U(A )] 2 2 K( A )
2
σb + σf + σU
A

E[ U(A )] m
λ= = (3.12)
var[ U(A )] K( A )
σ +σ +σ
2
b
2
f
2
U
A

Los parámetros del modelo de cargas vivas descrito arriba se ajustaron con datos de cargas
vivas de edificios desplantados en Inglaterra y Estados Unidos, donde las cargas sobre las
áreas de influencia son menores comparadas con las cargas sobre los edificios desplantados
en la ciudad de México. Este hecho obedece a una mayor demanda de espacios y
consecuentemente, indica que el valor medio de cargas vivas en la ciudad de México es
mayor que la media empleada en el ajuste de los parámetros del modelo descrito arriba.
Esto puede observarse en un estudio estadístico de cargas vivas sobre edificios de oficinas

52
desplantados en la ciudad de México, realizado por Ruiz y Soriano (1997), donde el valor
medio de la carga viva de cuatro edificios resultó igual a m0=75.1 kg/m2.

El utilizar el modelo con los parámetros estadísticos obtenidos por Pier y Cornell (1973) y
aplicarlo directamente a casos de edificios en la ciudad de México, conduciría a una
modelación errónea de las cargas, dado que la media empleada no es la representativa para
edificios construidos en la ciudad de México. Una solución a este problema, es utilizar el
valor medio da la carga viva dada por Ruiz y Soriano (1997) y expresar la incertidumbre
en el modelo citado en términos de coeficientes de variación para calcular los parámetros
que definen al modelo de cargas vivas para edificios construidos en la ciudad de México.
Está suposición se justifica, ya que los datos estadísticos expresados en términos de
coeficientes de variación de cargas vivas de edificios desplantados en la ciudad de México
se ajustan adecuadamente al modelo ajustado por Pier y Cornell (1973) como se muestra en
la fig 3.1. De acuerdo con lo anterior, dados los valores de las varianzas σ 2b , σ f2 , σ 2U del

modelo ajustado y la media de las cargas m y m 0 , los nuevos valores ( σ 2b 0 , σ f20 y σ 2U 0 )

que toman dichas varianzas se obtienen como sigue: σ f20 = (m 0 m ) σ f2 = 698.72 (kg/m2)2,
2

σ 2b 0 = (m 0 m ) (σ 2b + σ f2 ) − σ f20 = 121.52 (kg/m2)2 y σ 2U 0 = (m 0 m ) σ 2U = 27664 (kg/m2)2.


2 2

Los valores de los parámetros ρc y d permanecen sin cambios.

Actualmente, para describir las cargas que actúan sobre los diferentes niveles de un edificio
se emplean modelos probabilistas, ya que dichas cargas son inciertas. Por ello en este
trabajo se adoptan métodos de Monte Carlo para obtener cargas gravitacionales sobre
edificios. Para realizar esto se emplea el modelo cargas propuesto por Pier y Cornell
(1973), con parámetros estadísticos representativos de cargas vivas sobre edificios de la
ciudad de México. Para aplicar dicho método y obtener cargas unitarias utilizando el
modelo mencionado, es necesario contar con la distribución marginal de probabilidades de
las variables involucradas γb, γf, y ε, de manera que U(A) se comporte de acuerdo con una
función de distribución de probabilidad gamma, con propiedades estadísticas definidas por
las ecs 3.3 y 3.4. Además, ε debe tener la característica de ser multivariada debido a que
esta variable toma en cuenta la correlación espacial entre dos pisos diferentes. Sin embargo,

53
no se cuenta con las distribuciones marginales de probabilidad que intervienen en el
modelo. Con base en el modelo de cargas descrito, la única información disponible es que
U(A) posee función de distribución gamma con propiedades estadísticas dadas por las ecs
3.3 y 3.4; y las variables involucradas, γb, γf, y ε, son independientes, con esperanzas nulas,
varianzas conocidas y con funciones de distribución de probabilidad no definidas. Para
satisfacer las condiciones del modelo, se evalúan los coeficientes de correlación entre
diferentes pisos, de manera que se considere el efecto de todas las variables aleatorias
involucradas. En lo que sigue se determinan dichas correlaciones a partir del modelo de
cargas vivas unitarias actuantes en dos pisos diferentes.

Sean las variables Uij(Aj), y Ukl(Al), definidas en las ecs 3.13 y 3.14, cargas vivas unitarias
en dos entrepisos diferentes, donde el primer sub-indice indica el entrepiso, y el segundo la
columna asociada a un área de influencia, A.

U ij (A j ) = m + γ b + γ fi + ε ij (A j ) (3.13)

U kl (A l ) = m + γ b + γ fk + ε kl (A l ) (3.14)

En estas ecuaciones, m es el valor medio de la carga viva unitaria y las variables aleatorias
γb, γf, y ε(A) están definidas en el modelo descrito arriba. De acuerdo con esto, la
covarianza entre estas variables está dada en forma general por la siguiente ecuación

cov[U ij (A j ), U kl (A l )] = E[γ 2b ] + E[ε ij (A j )ε kl (A l )] (3.15)

para el caso en que las variables aleatorias U ij y U kl correspondan a la misma área de

influencia, es decir, si j=l, la ec 3.15 adopta la siguiente forma

cov[ U i (A ), U k (A )] = σ b + ρ c σ U
2 2 K( A )
(3.16)
A

54
por lo tanto, el coeficiente de correlación entre estas variables aleatorias se define como
sigue

2 K( A ) 2
σ b + ρc σ U
ρ Ui U k = A (3.17)
2 2 2 K( A )
σb + σf + σU
A

Para el caso en que las variables aleatorias U ij y U kl de la ec 3.15 correspondan a diferentes

áreas de influencia, es decir si j≠l, es aceptable considerar la hipótesis de independencia


entre los términos ε ij y ε kl debido a que la correlación espacial decrece con la distancia,

por lo que la ec 3.15 adopta la siguiente forma

[
cov U ij , U kl = σ b ] 2
(3.18)

por lo tanto, bajo esta hipótesis el coeficiente de correlación entre las variables U se obtiene
como sigue

2
σb
ρ U ijU kl = (3.19)
2 2 2 K( A j ) 2 2 2K( A l )
σb + σf + σU σb + σf + σU
Aj Al

Dadas las propiedades estadísticas anteriores y la función de distribución conjunta de las


variables gamma, es posible obtener estimaciones de cargas vivas sobre edificios; sin
embargo, esta función conjunta no está definida en la literatura, ni se cuenta con
procedimientos para obtener simulaciones de estas variables. En este trabajo se desarrolla
una metodología, que se muestra en al apéndice A para obtener estimaciones de variables
multivariadas, cuando únicamente se conoce la distribución marginal de las variables
involucradas, así como las correlaciones entre ellas. De esta manera se satisfacen las
condiciones necesarias para aplicar el método de Monte Carlo y obtener estimaciones de
cargas vivas en edificios.

55
3.2 Cargas muertas en edificios
Las estimaciones de cargas muertas actuantes en edificios son afectadas cuantitativamente
por las variaciones en las dimensiones de los elementos, así como por las variaciones en los
pesos específicos de los materiales empleados. Actualmente no se cuenta con datos
estadísticos que describan la variabilidad espacial de la carga muerta en los edificios; la
única información disponible es la que se refiere a la variabilidad en los pesos específicos
de los materiales, de la que es posible inferir en forma aproximada la cargas muertas
actuantes sobre las estructuras.

El reglamento de construcciones del Departamento del Distrito Federal establece, para fines
de diseño, un valor nominal de carga muerta. Dicho valor corresponde a una probabilidad
de ser excedida que en general varía entre 2 y 5%. De acuerdo con Meli (1976) la relación
entre el valor nominal de carga muerta wn, y la media de la carga, mcm, se expresa
adecuadamente mediante la siguiente expresión

wn
m cm = (3.20)
1 + 2Cv

donde Cv es el coeficiente de variación de la carga muerta que puede tomarse igual a 0.08,
como valor típico. Este coeficiente de variación resulta ser muy pequeño si se compara con
el coeficiente de variación de carga viva para un área dada, que toma valores entre 0.6 y
0.4, para áreas grandes. Sin embargo, la media de la carga muerta puede tomar valores
superiores a la correspondiente a carga viva, lo que significa que la variabilidad en la
intensidad de la carga muerta puede ser mayor que la que corresponde a carga viva.

Debido a que no se cuenta con algún modelo que describa el comportamiento probabilistico
de la carga muerta sobre las estructuras, en este estudio las magnitudes de las cargas se
consideran como variables aleatorias correlacionadas de piso a piso. Por cada entrepiso se
adopta una variable aleatoria, caracterizada por una función de distribución marginal tipo
gamma, con media dada por la ec 3.20 y coeficiente de variación igual a Cv=0.08. La
correlación entre cargas que proviene de diferentes niveles se obtuvo en forma subjetiva a

56
partir de la distribución del cociente entre cargas, como se muestra en el apéndice B. Esta
correlación se evalúo de manera que la probabilidad de que dicho cociente tomara valores
entre 0.8 y 1.25 fuera igual a 0.90. De ello resultó un coeficiente de correlación igual a 0.5.
De acuerdo con lo anterior, es posible aplicar la metodología descrita en el apéndice A para
obtener simulaciones de valores de cargas muertas en edificios, aplicando el método de
Monte Carlo.

3.3 Incertidumbre en características geométricas de elementos estructurales


Una etapa importante durante el diseño de una estructura es la que tiene que ver con el
dimensionamiento de los elementos de concreto; es decir, con las propiedades geométricas
de los elementos, como son, altura, ancho, área de acero, altura de losa, peraltes efectivos,
etc. Sin embargo, estas propiedades difieren cuantitativamente de las que resultan después
de haberse construido el edificio, lo que implica que en el análisis de confiabilidad deban
tomarse en cuenta estas variaciones, ya que influyen en las estimaciones de rigidez,
resistencia y deformación de los elementos estructurales.

Mediante una recopilación de trabajos, de mediciones en edificios construidos en varios


países, incluido México, Mirza y MacGregor (1979) evaluaron las propiedades estadísticas,
media y desviación estándar, de las diferencias o errores entre las dimensiones reales de
secciones transversales de elementos y las correspondientes dimensiones proyectadas. Con
base en el trabajo mencionado, las propiedades geométricas de secciones transversales de
elementos de concreto que se consideraron mas importantes y que se evalúan en este
estudio son: altura, ancho, recubrimientos de concreto y espesores de losa. Aquí, los
errores de dichas propiedades geométricas se consideran como variables aleatorias
correlacionadas con distribución de probabilidad Normal. Estas correlaciones se estimaron
a partir de la ec B.6 del apéndice B, empleando para ello los primeros momentos
estadísticos de las variables en cuestión y bajo la suposición de que los valores de las
propiedades estadísticas de las variables provienen de la misma muestra de secciones
transversales. También, se considera que las variabilidades de los errores son
estadísticamente independientes entre secciones de diferentes elementos.

57
Para obtener valores representativos de las variaciones que experimentan las características
geométricas de las secciones durante el proceso de construcción, se aplica el método de
Monte Carlo. Para llevar a cabo esto, se obtienen simulaciones de los errores de las
variables descritas y, posteriormente, estos valores simulados se suman a las dimensiones
proyectadas de diseño.

3.4 Incertidumbre en la resistencia a compresión del concreto en la estructura


Convencionalmente la resistencia a compresión del concreto se estima a partir de cilindros
de concreto ensayados en laboratorio a los 28 días después de haberse realizado el colado.
En esta fabricación y ensaye, intervienen muchas variables que afectan en cierta forma la
resistencia final del cilindro, de tal forma que dicha resistencia varia una cierta cantidad con
respecto a la resistencia a compresión especificada, f c′ , que en lo que sigue se denominara
resistencia nominal a compresión del concreto.

Por otra parte, la resistencia del concreto en una estructura difiere de la de los cilindros; en
general, tiende a ser menor por diversas condiciones, como son procedimientos de curado,
cantidad de agua en ciertas zonas debido a la altura del elemento, tamaño y forma de los
elementos, temperatura, humedad y efecto de los diferentes regímenes de esfuerzo a los
que es sometida la estructura.

De acuerdo con Mendoza (1991) las propiedades estadísticas de la resistencia a compresión


del concreto en la estructura, como función de la resistencia media obtenida de ensayes
experimentales de cilindros de concreto, están dadas por las relaciones f C 0 = 0.95f ´C y

Vco = 1.15Vc , donde f co es la resistencia media del concreto a compresión en la estructura,

f c′ es la resistencia media de ensayes de cilindros de concreto sometidos a compresión, Vco


es el coeficiente de variación de la resistencia a compresión de concreto en la estructura y
Vc es el coeficiente de variación de la resistencia a compresión que proviene de ensayes de
cilindros de concreto.

58
Con base en pruebas de cilindros de concreto de resistencias nominales especificadas, Meli
y Mendoza (1991) estimaron los primeros momentos estadísticos de la resistencia a
compresión de concretos, y determinaron que es posible representar dicha resistencia
mediante una función de distribución de probabilidad Normal. De acuerdo con estos
investigadores, para una resistencia nominal igual a f c′ = 250 kg/cm2, que es la que se
utiliza en este trabajo, la resistencia a compresión del concreto en cilindros tiene media
igual a fc = 268 kg/cm2 y coeficiente de variación, Vc = 0.167 .

En la construcción de edificios de concreto es común que la resistencia de los elementos en


un entrepiso dado provenga de una misma mezcla de concreto, fabricada y colocada bajo
las mismas condiciones ambientales, lo que significa que las resistencias en un mismo
elemento, así como la de diferentes elementos en un mismo entrepiso, estén fuertemente
correlacionadas. También, es común que las mezclas de concreto que se utilicen en todo el
edificio provengan de una misma planta mezcladora, lo que implica que exista una alta
probabilidad de que se emplee el mismo tipo de agregado en toda la estructura, así como el
mismo tipo de cemento y calidad de agua, entre otros factores que influyen en la resistencia
final del concreto. Esto sugiere que las resistencias de los elementos de concreto en todo el
edificio estén correlacionadas.

Actualmente, no existen estudios estadísticos que cuantifiquen este tipo de correlaciones


en estructuras construidas. Por ello, en esta disertación se estiman en forma subjetiva los
coeficientes de correlación de la resistencia a compresión del concreto entre elementos de
un mismo nivel, y entre elementos de diferentes entrepisos. Estos coeficientes se calculan a
partir de los cocientes de las resistencias de los elementos en cuestión y de aplicar la
metodología dada en el apéndice B. El primer factor de correlación se evaluó de manera
que la probabilidad de que el cociente de las resistencias en dos puntos distintos de la
estructura se encontrara entre 0.9 y 1.11 fuese igual a 0.90, de lo que resultó un valor de
correlación igual a 0.9. El segundo coeficiente que se calculó dió como valor 0.8. Para
calcular dicho valor se consideró que la probabilidad de que el cociente de las resistencias
en cuestión se encuentre entre 0.85 y 1.18, es igual a 0.9.

59
Para obtener valores simulados de la resistencia a compresión del concreto en elementos
estructurales, se considera que dicha resistencia se comporta de acuerdo con una función de
distribución Lognormal, ya que los valores de las resistencias del concreto unicamente
pueden tomar valores positivos.

3.5 Incertidumbre en la resistencia a tensión del concreto en la estructura


Otra característica mecánica, no menos importante, es la resistencia a tensión del concreto,
f t , que se relaciona con el agrietamiento de los elementos de concreto, cuando estos se
someten a momentos flexionantes. De acuerdo con Mendoza (1984) esta propiedad se
representa adecuadamente, para concretos fabricados en el DF, en función de la raíz
cuadrada de la resistencia nominal a compresión del concreto, f c′ , como se muestra en la
siguiente ecuación
f t = φ t f c′ (3.21)

en donde φ t es una variable aleatoria con media φ t = 1.935 , y coeficiente de variación

Vφ = 0.20 . De acuerdo con la estructura de esta ecuación es fácil darse cuenta que la

resistencia a tensión del concreto se correlaciona con su resistencia a compresión. Hasta


ahora esta correlación no se ha podido evaluar de los ensayes de los cilindros de concreto,
debido a que la resistencias a compresión y a tensión de dichos cilindros provienen de
muestras distintas; por esta razón, en lo que sigue, la correlación entre dichas variables se
estima de acuerdo con la metodología del apéndice C.

De acuerdo con esta metodología, se asume que la resistencia a tensión y compresión del
concreto son variables aleatorias representadas por Ft y Fc , respectivamente, que se
relacionan de la siguiente forma

Ft = β Fc (3.22)

60
donde β es variable aleatoria independiente, con media β , y coeficiente de variación Vβ ,

dados por las ecs 3.23 y 3.24, obtenidas de acuerdo como se especifica en el apéndice C.

⎡ F ⎤ φ t f c′
β = E⎢ t ⎥ =
f c (1 − Vc2 8)
(3.23)
⎢⎣ Fc ⎥⎦

(
Vφ2t 8 − Vc2 )2
− 16Vc2
V =
2
β (3.24)
64 + Vc4

donde E[]
· denota al operador esperanza y Vc es el coeficiente de variación de la

resistencia a compresión del concreto. La ec 3.24 es valida para todo


Vφ2t > V 2Fc = (16Vc2 (8 − Vc2 ) 2 ) .

Aquí, se considera que β y Fc se distribuyen logaritmicamente. Así, para obtener valores


simulados de resistencias del concreto a tensión es posible aplicar el método de Monte
Carlo en dos formas que son equivalentes; la primera consiste en calcular el coeficiente de
correlación entre F t y Fc de acuerdo con la ec C.7 del apéndice C, después se obtiene la
matriz de covarianzas de las variables lognormales y se efectúa una simulación
multivariada. La segunda forma, consiste en simular valores de β de manera independiente
para valores dados de Fc . Esta opción es mucho mas práctica, debido a que no es necesario

evaluar el coeficiente de correlación entre variables. Además, los valores de F t se


obtienen a partir de distribuciones marginales de probabilidad, que son mas fáciles de
simular que las distribuciones conjuntas, y la dependencia estadística de las resistencias a
compresión del concreto en diferentes elementos estará tomada en cuenta implícitamente en
los valores de F t que resulten. También, es posible considerar que la resistencia a tensión
en la estructura se ve afectada por los mismas condiciones que afectan a la resistencia a
compresión del concreto en la estructura.

61
Por otra parte, el estimar el coeficiente de correlación entre F t y Fc , intuitivamente, da
una mejor idea acerca de la dependencia entre estas variables. Dicho coeficiente se calcula
al sustituir los valores estadísticos de la resistencia a compresión del concreto y la variable
φ en la ec C7 dada en el apéndice C. Así, para una resistencia nominal a compresión del
concreto, f c′ = 250 kg/cm2, el coeficiente de correlación evaluado es igual a 0.4, lo que
muestra en términos cuantitativos la correlación que existe entre la resistencia a compresión
y la resistencia a tensión del concreto.

3.6 Incertidumbre en el módulo tangente del concreto


El módulo tangente caracteriza el comportamiento de elementos estructurales de concreto
sometidos a esfuerzos axiales y cortantes. Esta propiedad, igual que la resistencia a tensión
del concreto, se relaciona con su resistencia nominal a compresión, como se muestra en la
ec 3.25, donde φ E es una variable aleatoria con propiedades estadísticas dadas.

E c = φ E f c′ (3.25)

A partir de gráficas esfuerzo-deformación de cilindros de concreto, fabricados con


agregados típicos del valle de México, ensayados a compresión, Mendoza (1984) estimó
que la variable φ E tiene media igual a φ E = 8500 y coeficiente de variación de
Vφ E = 0.12 . Estas propiedades estadísticas se calcularon a partir de mediciones de valores

experimentales de E c que resultaron de evaluar la pendiente de la recta que intersecta a la


curva esfuerzo-deformación en cuestión, en el punto en que el esfuerzo asociado a dicha
curva es igual a 40% del esfuerzo máximo de la resistencia a compresión del concreto.
Esto implica que la resistencia a compresión y el modulo tangente estén correlacionados;
sin embargo, en la literatura esta correlación no esta reportada, por lo que en este estudio
se evalúa en forma análoga a la correlación entre la resistencia a compresión y tensión del
concreto, de acuerdo con la metodología dada en el apéndice C. Para llevar acabo esto, E c

62
y f c′ se consideran variables aleatorias representadas por M E y Fc , respectivamente, y
relacionadas mediante la siguiente expresión

M E = γ Fc (3.26)

Aquí, γ es variable aleatoria independiente con media γ y coeficiente de variación Vγ ,

dados por las relaciones 3.27 y 3.28, obtenidas de acuerdo como se especifica en el
apéndice C. En dichas relaciones el operador E[]
· denota esperanza y la ec 3.28 es valida
para todo Vφ2E > V 2Fc = (16Vc2 (8 − Vc2 ) 2 ) .

⎡M ⎤ φ E f c′
γ = E⎢ E ⎥=
f c (1 − Vc2 8)
(3.27)
⎢⎣ Fc ⎥⎦

(
Vφ2E 8 − Vc2 )
2
− 16Vc2
V =
γ
2
(3.28)
64 + Vc4

De acuerdo con la ec 3.26, dada la resistencia a compresión del concreto y obteniendo por
simulación un valor de la variable γ, es posible obtener el valor de E c asociado con dicha

resistencia.

3.7 Incertidumbre en el comportamiento mecánico del acero estructural


El comportamiento de elementos de concreto reforzado y por consiguiente, el de la
estructura en su conjunto, depende esencialmente de la resistencia y de la capacidad de
disipar energía de deformación del acero estructural en los elementos de concreto. De aquí
la importancia de estimar los parámetros estadísticos de las funciones que definen las
relaciones constitutivas del acero estructural.

63
De pruebas experimentales de probetas de acero ensayadas a tensión, Rodríguez y Botero
(1996) determinaron el comportamiento esfuerzo-deformación de varillas fabricadas en
México y representaron dicho comportamiento por medio de una función caracterizada por
tres zonas, que se definen a continuación: a) zona elástica: el esfuerzo está dado por la
relación f s = E s ε s y ocurre en el intervalo 0 ≤ ε s ≤ ε y , donde ε s es la deformación de la

varilla en cuestión, ε y = 0.002 es la deformación de fluencia del acero y E s es el modulo

de elasticidad del acero, b) zona plástica: el esfuerzo esta dado por la relación f s = f y y

ocurre en el intervalo ε y ≤ ε s ≤ ε su , donde ε su es la deformación del acero correspondiente

al inicio de la zona de endurecimiento por deformación, c) zona de endurecimiento por


deformación: el esfuerzo está dado por la expresión dada por Mander (1984), que se
representa por medio de la siguiente ecuación

P
⎛ ε − εs ⎞
f s = f su + (f y − f su )⎜⎜ su ⎟⎟ para f y ≤ f s ≤ f su (3.29)
⎝ ε su − ε sh ⎠

donde f su es el esfuerzo máximo que corresponde a la deformación ε su , P es un parámetro


adimensional que controla la forma de la ecuación anterior. Después de que esta función
alcanza el esfuerzo máximo, se presenta una disminución gradual de esfuerzos, así como un
aumento continuo de deformaciones hasta la ruptura del acero, la que ocurre a una
deformación ε suu .

Con base en los resultados experimentales obtenidos de la probetas ensayadas y con el fin
de representar las características observadas por medio de las ecuaciones descritas arriba, se
evaluaron las propiedades estadísticas (media y desviación estándar) de los parámetros que
controlan la curva esfuerzo-deformación del acero a partir del siguiente conjunto de
variables

fy = fy (3.30a)

ξ 0 = f su − f y (3.30b)

64
ξ1 = ε sh − ε y (3.30c)

ξ 2 = ε su − ε sh (3.30d)

ξ 3 = ε suu − ε su (3.30e)

Estas variables se definieron con el fin de que tomen valores positivos y que se garantice
que los valores simulados representen adecuadamente a la función constitutiva del acero.
Se obtuvo la matriz de covarianzas de las variables anteriores, y a cada una de dichas
variables, se ajustó una función de distribución de probabilidad logaritmico normal, como
se muestra en la fig 3.2. En general, dicha distribución se ajustó adecuadamente, en el
intervalo de interés, a los puntos experimentales dados de cada una de la variables; excepto
la variable ξ 1 que muestra un comportamiento totalmente diferente; sin embargo, en este
trabajo se asume con comportamiento lognormal. En la tabla 3.1 se muestran los valores de
los parámetros estadísticos de las variables anteriores, así como las correlaciones entre
ellas.

De acuerdo con Mirza y MacGregor (1979), el coeficiente de variación de la resistencia de


fluencia del acero es del orden de 4% a 7% sobre la población de varillas que provienen de
una fuente en particular, mientras que cuando se consideran todas las fuentes, el coeficiente
de variación se incrementa del orden de 8% a 12%. Por ello, en este trabajo se considera
que la resistencia de fluencia de cada lecho de acero en la estructura proviene de la
resistencia de un lote de varillas asociado a una determinada fuente, se considera que la
resistencia de un lecho de acero es una variable aleatoria R, representada por medio de la
ecuación R = R 0 R L , donde R 0 es una variable aleatoria independiente que representa la

variabilidad dentro del lote y R L representa la variabilidad de lote a lote. Con base en el
trabajo de los autores mencionados y con fines prácticos se considera que los coeficientes
de variación V, de las variables R 0 y R L son iguales, por lo que dichos coeficientes

estarán dados por la ecuación V = 1 + VFY


2
− 1 , donde VFY es el coeficiente de variación

de f y , definida en la ec 3.30a.

65
De acuerdo con lo anterior, el procedimiento para obtener valores simulados de la curva de
comportamiento del acero para cada lecho de acero es el siguiente: a) se simula un valor de
R L , b) para cada lecho de acero en la estructura se simula un valor de R 0 , y c) dado un

valor de la resistencia de fluencia del acero en cada lecho y con base en las ecs 44 se
simulan los parámetros que definen a la curva esfuerzo-deformación del acero en cada
lecho.

3.8 Incertidumbre en el porcentaje de acero longitudinal


El área de acero de refuerzo longitudinal en elementos de concreto es una combinación de
barras de acero de diámetros dados, por lo que la suma de las áreas de las barras de acero
será diferente a la cantidad de área de acero que se obtiene de los cálculos en el diseño. De
acuerdo con Mirza y MacGregor (1979) el área de acero real en cada sección transversal es
posible representarla mediante la variable aleatoria A R = φA D , donde φ es una variable
aleatoria independiente con media igual a 1.01 y coeficiente de variación de 0.04, A D es el
área de acero que resulta del diseño convencional, por lo que es una variable determinista.
Aquí se obtienen valores de A R , simulando independientemente valores de φ para cada
lecho de acero, con base en la distribución lognormal propuesta por los autores
mencionados.

3.9 Propiedades de rigidez y comportamiento por carga cíclica de elementos de


concreto reforzado
En la práctica profesional, como en algunas investigaciones, las rigideces de los elementos
se estiman a partir de las secciones brutas de los elementos, que en general son mayores
que las que resultan de considerar las secciones agrietadas de los mismos. A esto añadimos,
para el caso específico de concretos típicos de la ciudad de México, los valores bajos que
se tienen en los módulos tangentes del concreto, comparados con los que se emplean en el
diseño de los elementos estructurales. Esto trae como consecuencia que los periodos
fundamentales de las estructuras diseñadas sean mayores que los calculados, lo que implica
que se subestimen o sobreestimen las fuerzas laterales de diseño y que las estimaciones en

66
las respuestas dinámicas no lineales que resultan de aplicar programas de análisis no lineal
posean un sesgo considerable.

Los coeficientes de rigidez de cada elemento se calculan, aplicando el método del trabajo
virtual, a partir de las rigideces a flexión, EI = M y φ y , que se obtienen de los diagramas de

momento-curvatura de las secciones transversales que integran al elemento. M y y φ y son,

respectivamente, el momento y curvatura de fluencia. Aquí, para calcular los coeficientes


de rigidez, la longitud del elemento se discretiza en siete segmentos contiguos; dos de ellos
de rigidez infinita, cuyas longitudes dependen de las características geométricas de los
elementos en los extremos, como se muestra en la fig 3.3. La rigidez de cada segmento
restante se considera invariable a lo largo del mismo y se obtiene del diagrama de
momento-curvatura de una sección transversal típica en el segmento, cuyas propiedades
geométricas y mecánicas se estiman por simulación de Monte Carlo.

Para calcular los diagramas de momento-curvatura de las secciones transversales de los


elementos, se asume el modelo de Mander (1988) con el fin de representar el
comportamiento esfuerzo-deformación del concreto, y el de Rodríguez y Botero (1996)
para representar el comportamiento del acero de refuerzo. Se considera que cada lecho de
acero posee una curva esfuerzo-deformación, la cual se obtiene por simulación.

En trabes, la influencia de la losa se toma en cuenta mediante un ancho equivalente que, de


acuerdo con Priestley y Paulay (1992), es del orden de un cuarto de las longitudes de los
claros adyacentes a la sección transversal de interés.

Con base en el comportamiento de elementos sujetos a cargas cíclicas se sabe que el


comportamiento no lineal de elementos de concreto reforzado ocurre en los extremos, en
una zona contigua a estos. Los modelos matemáticos de las relaciones constitutivas actuales
representan dicha zona por medio de una articulación plástica en cada extremo del
miembro. Desde esta perspectiva, se asume que el comportamiento por carga cíclica de las
articulaciones plásticas de los elementos se representa adecuadamente por medio del
modelo de Campos y Esteva (1997), que toma en cuenta la degradación de rigidez y

67
resistencia del elemento. Este modelo se basa en el concepto de daño acumulado, y toma en
cuenta la rotación máxima experimentada en cada ciclo. Este modelo necesita como datos
un parámetro α = 0.0671 cuyo valor es obtenido por los autores citados a partir de datos
experimentales. También necesita la curva de momento-rotación del extremo del elemento,
que se calcula dando giros en los extremos del elemento de interés e integrando las
curvaturas asociadas sobre la longitud del miembro. Una descripción detallada del modelo
se encuentra en el trabajo de los autores mencionados.

68
Tabla 3.1 Parámetros estadísticos del logaritmo de las variables que describen el
comportamiento del acero estructural

Coeficientes de correlación

Parámetro Coef. Variación media fy ξ0 ξ1 ξ2 ξ3 P


fy 0.0069 8.43 1.00
ξ0 0.0104 7.96 -0.56 1.00
ξ1 -0.2239 -7.06 -0.07 -0.03 1.00
ξ2 -0.0842 -2.13 -0.20 0.03 -0.32 1.00
ξ3 -0.3500 -4.00 0.02 0.01 0.38 0.07 1.00

P 0.0905 1.23 -0.21 0.26 -0.10 0.28 -0.02 1.00

1.6

1.4

1.2

1.0

var [U(A)] 0.8


m
0.6

0.4

0.2

0.0
0 20 40 60 80 100 120 140

Área A, (m2)

Fig. 3.1. Coeficientes de variación de cargas vivas en México, medidas por Ruiz y Soriano
(1997). Con línea continua el modelo ajustado de Pier y Cornell.

69
Zonas Rigidas

Trabe

Columna
Columna

Qo Lo Lo 2 Lo Lo Lo Q1
EI α1 EI α2 EI α3 EI α4 EI

Fig. 3.3. Representación gráfica de elementos estructurales

71
CAPITULO 4. ANÁLISIS DE RIESGO SÍSMICO PARA ESTRUCTURAS DE
MÚLTIPLES NIVELES EN DIFERENTES SITIOS

4.1 Criterio de falla y probabilidad de falla para intensidades dadas


Las fallas más comunes que se presentan en elementos de concreto reforzado se asocian
con efectos de flexión, cortante y axiales. En general, las fallas en elementos están
acompañadas por alguna combinación de estos efectos. Actualmente, las normas de diseño
tratan de reducir las probabilidades de fallas menos deseadas en los elementos. Tratan de
que dominen los modos de falla caracterizados por comportamiento dúctil y disipación de
energía. Para lograr esto, acotan los valores de las resistencias de elementos ante distintos
modos de falla, de manera que los efectos de flexión controlen la misma, lo que significa
que la probabilidad de falla por flexión en elementos de concreto reforzado bien diseñados
será mayor que la probabilidad de falla asociada a otros efectos.

Por otra parte, la falla en un sistema estructural está controlada por la falla de un conjunto
de elementos, de manera que el número de posibles modos en que este evento puede ocurrir
aumenta con el número de grados de libertad del sistema. A esto se añade la probable
aparición de modos de falla debidos a la influencia de modos superiores de vibrar, así como
a la interacción entre ellos. Aquí, cuando se describe la aparición de modos de falla, se hace
referencia al agotamiento de la capacidad de deformación del sistema asociada con la
pérdida total de rigidez y resistencia de un conjunto de elementos estructurales, como
pueden ser los que constituyen un entrepiso, un conjunto de entrepisos o el sistema en
general. La ocurrencia de un modo de falla de este tipo en un sistema estructural ocasiona
desplazamientos excesivos en el sistema y por consiguiente el colapso del mismo. De
manera que, si la falla se presenta en alguno de los entrepisos, esto se reflejará directamente
en un aumento excesivo en el desplazamiento del extremo superior del edificio. De acuerdo
con esto, en este trabajo la falla del sistema se relacionará con el valor del desplazamiento
en el extremo superior del edificio con respecto a su base.

En este trabajo se trata de mejorar los planteamientos que se presentan con más frecuencia
en la literatura, y que consisten en expresar el margen de seguridad en términos de la
relación entre la capacidad de deformación del sistema C, y la demanda de deformación D,

72
asociada a la respuesta estructural. Un inconveniente importante de este tipo de
planteamientos es que no toma en cuenta el hecho de que la capacidad de deformación
depende de la configuración del sistema cuando el cociente entre la capacidad y demanda
es mínimo y dicha configuración depende de la historia detallada de la respuesta y por lo
tanto, de la excitación sísmica. Por lo anterior, se adopta un criterio que expresa la
capacidad del sistema en términos de un parámetro que define la intensidad del temblor
capaz de producir el desplazamiento de falla de la estructura.

Una manera sencilla y práctica de tomar en cuenta la correlación entre capacidad y


demanda, la aparición del modo más probable de falla, las características de la excitación
que afectan al sistema y la capacidad del sistema en términos de desplazamiento, consiste
en multiplicar las amplitudes del movimiento del terreno por un factor de escala, con el fin
de llevar a la estructura a la falla. De acuerdo con esto, en este trabajo la capacidad de la
estructura se mide a través del factor F, por el que se debe multiplicar un acelerograma de
intensidad y, para causar el desplazamiento de falla incipiente en la estructura. Esto quiere
decir que la resistencia o capacidad de una estructura con propiedades conocidas o inciertas
estará dada en términos de la intensidad de la excitación por medio de la expresión
C = F ⋅ y ; y la demanda sísmica por D = y. Así, el coeficiente de seguridad estará dado por
la relación

⎛C ⎞
Z = ⎜ = F⎟ (4.1)
⎝D ⎠

De esta expresión es fácil ver que la condición de falla del sistema se presenta cuando
Z ≤ 1 . De acuerdo con Rosenblueth y Esteva (1972), si se toma el logaritmo natural ln(⋅) ,
de Z es posible definir el margen de seguridad W = ln (Z ) , y por consiguiente, la condición
de falla en términos de esta nueva variable se presenta cuando W ≤ 0 . Para esta condición,
la probabilidad de falla de una estructura sometida a una excitación sísmica de intensidad
Y = y está dada por P[W ≤ 0 Y = y ] .

73
4.2 Tasa de falla en términos de funciones de confiabilidad
De acuerdo con Esteva y Ruiz (1989) la tasa media anual de falla ν F , de una estructura con
propiedades estructurales inciertas está dada como sigue

dν Y ( y) ∞
P[W ≤ 0 Y = y, S = s]f S (s)dsdy

νF = ∫ −
dy ∫0
(4.2)
0

Aquí, dν Y ( y) dy es la derivada de la tasa de excedencia de intensidades y caracteriza a la


función de densidad de probabilidades de la intensidad cada vez que ocurre un temblor.
P[W ≤ 0 Y = y, S = s ] es la probabilidad de falla para una intensidad dada y propiedades

estructurales dadas; S es un vector de propiedades estructurales inciertas, f S (·) es la función

de densidad de probabilidad conjunta de S. De acuerdo con los autores mencionados, la


primera integral representa una integral múltiple de igual dimensión que el vector S. Es
fácil ver que esta integral define la probabilidad de falla de una estructura con propiedades
inciertas e intensidad dada, por lo que se representa como sigue

P[W ≤ 0 Y = y] = ∫ P[W ≤ 0 Y = y, S = s]f S (s)ds



(4.3)
0

De acuerdo con esta última expresión, la ec. 4.2. se representa como

dν Y ( y)
P[W ≤ 0 Y = y]dy

νF = ∫ − (4.4)
0
dy

Debido al gran número de variables aleatorias que intervienen en el cálculo de W, y a que


el problema es no lineal, resultaría muy complejo calcular P[W ≤ 0 Y = y ] en forma

analítica. Una solución alternativa a este problema es aplicar el método de Monte Carlo
para obtener dicha probabilidad; sin embargo, se requeriría de un gran número de
simulaciones para obtener dicha probabilidad, ya que su valor es bajo para la mayor parte
de los casos de interés. Una forma de evitarlas es trabajar con un índice de confiabilidad
como el definido por Cornell (1969) que se expresa como sigue:

74
W
β= (4.5)
σW

Aquí, el numerador y el denominador representan, respectivamente, la media y la


desviación estándar de W. Si se supone que (W − W ) σ W se distribuye de acuerdo con una

función de probabilidad Normal estándar Φ , entonces la probabilidad de falla se expresa


por medio de la ec 4.6, donde β( y) esta definida por la ec 4.5.

P [W ≤ 0 Y = y] = Φ[− β(y )] (4.6)

Sustituyendo la ec. 4.6 en la ec. 4.4, ésta adopta la siguiente forma

dν Y ( y)
Φ[− β(y )]dy

νF = ∫ − (4.7)
0
dy

Integrando por partes esta última ecuación y mediante un cambio de variable, es posible
evaluar ν F en términos de β( y) como sigue

ν F = ∫ ν Y (y(− β))φ(β)dβ

(4.8)
−∞

donde φ(·) es la función de densidad de probabilidad Normal estándar, y(− β ) = −β −1 ( y)


representa la función inversa de β . Aunque la existencia de la función inversa no se
garantiza, es posible desarrollar un algoritmo para encontrar el valor de y que corresponde a
un valor de β dado. Mediante las aproximaciones de segundo orden en serie de Taylor de
Benjamin y Cornell (1970), ν F puede ser evaluada aproximadamente como

1 d 2 ν Y (y(− β ))
ν F ≈ ν Y (y(0 )) + (4.9)
2 dβ 2 β=0

75
d 2 ν Y (y(− β ))
donde es la segunda derivada de ν Y (·) con respecto a β , calculada en
dβ 2 β=0

β = 0 . Una mejor aproximación de ν F resulta de evaluar numéricamente la ec. 4.7 o la ec


4.8.

4.3 Probabilidades de falla para periodos de tiempo dados

Sea ν Y ( y) la tasa de excedencias de intensidades y, descrita en la sección 4.2, que expresa


el número anual de eventos cuya intensidad excede un valor dado. Si el proceso de
ocurrencia de tales eventos está caracterizado por un proceso de Poisson, entonces la
probabilidad de que se exceda una intensidad dada durante un lapso t tendrá distribución
exponencial con parámetro ν Y ( y) t . Si r denota la intensidad resistente de la estructura, por
encima de la cual la estructura colapsa y por debajo de ella sobrevive, entonces la
probabilidad de falla asociada a un periodo de tiempo dado, de una estructura con
intensidad resistente conocida, estará dada por la siguiente distribución de probabilidad

FT (t ) = 1 − exp(− ν Y (r )t ) (4.10)

donde el operador exp(·) denota el inverso del logaritmo natural. Cuando la intensidad
resistente de la estructura es incierta, como ocurre en la mayoría de los casos, la
probabilidad de falla anterior se calcula como sigue

FT (t ) = 1 − ∫ exp(− ν Y (r ) t )f R (r )dr

(4.11)
0

Aquí, f R (·) es la densidad de probabilidad de las intensidades resistentes de la estructura.


Mediante el método de estimaciones bipuntuales de Rosenblueth (1983) la probabilidad de
falla puede calcularse con buena aproximación como

FT (t ) = 1 − [P 1 exp(− ν Y ( r1 ) t ) + P2 exp(− ν Y ( r2 ) t )] (4.12)

76
donde P1 = ξ 2 (ξ 1 + ξ 2 ) , P2 = 1 − P1 , ξ 1 = γ 2 + 1 − (γ 2 ) , ξ 2 = ξ 1 − γ , r1 = R + ξ 1 σ R ,
2

r2 = R − ξ 2 σ R y las constantes R , σ R y γ representan respectivamente la media,


desviación estándar y coeficiente de sesgo de f R (·) . De acuerdo con lo anterior, la ec. 4.12
puede ser evaluada cuando se conocen los tres primeros momentos estadísticos de la
resistencia. Sin embargo, en este trabajo las intensidades resistentes de la estructura son
determinadas de acuerdo con la sección 4.1, por medio del método de simulación de Monte
Carlo; por lo tanto, si se cuenta con una muestra N suficientemente grande de intensidades
resistentes, la ec. 4.11 se calcula de manera más simple que la ec 4.12, como sigue

1 k=N
FT (t ) = 1 − ∑ exp[− ν Y (rk )t ]
N k =1
(4.13)

4.4 Relación entre respuestas de sistemas de múltiples niveles y sistemas simples de


cortante de un grado de libertad
Con fines prácticos, las normas de diseño por sismo evalúan fuerzas laterales para el
universo de estructuras posibles en términos de un espectro de respuesta de seudo-
aceleraciones de sistemas de un grado de libertad. Según esto, cada ordenada espectral está
asociada a un periodo estructural específico que define todo un conjunto de estructuras con
masas y rigideces diferentes. Conjuntamente, las ordenadas de dicho espectro representan
las intensidades sísmicas de diseño para periodos de recurrencia dados y establecen el nivel
de fuerzas laterales en estructuras de múltiples niveles en función de los periodos
estructurales de los principales modos de vibrar de dichas estructuras. De esta forma, el
conjunto de fuerzas laterales de diseño de estos sistemas estructurales es relacionada con
las intensidades sísmicas de diseño de sistemas simples de un grado de libertad.

Con el fin de ligar en forma aproximada la respuesta de sistemas estructurales complejos


con niveles de intensidades sísmicas dadas, como pueden ser las ordenadas espectrales del
reglamento para diseño sísmico, es necesario establecer una relación simple entre la
estructura de múltiples grados de libertad y un sistema simplificado de referencia, SSR.

77
Este sistema debe ser simple y debe representar adecuadamente, en forma aproximada, la
respuesta de la estructura compleja. Aquí, se adopta un sistema de cortante de un grado de
libertad propuesto por Esteva (2001), cuyas propiedades se determinan a partir de la masa y
rigidez del sistema complejo, de manera que el periodo del SSR y el fundamental de la
estructura sean iguales. De acuerdo con el autor citado, bastará con multiplicar la respuesta
del sistema de un grado de libertad por el factor de participación de la estructura de
múltiples niveles para obtener la respuesta del SSR en forma aproximada. Para el SSR se
asume un comportamiento inelástico bilineal sin degradación de rigidez, ni de resistencia.
La resistencia y la pendiente postfluencia se determinan a partir de una curva que relaciona
el cortante en la base con el desplazamiento en el extremo superior de la estructura. Esta
curva se muestra en la fig 4.1 y se obtiene de un análisis de empuje lateral que consiste en
someter a la estructura a una aceleración monotónicamente creciente en su base. Una
descripción mas detallada del SSR se encuentra en el trabajo de Esteva (2001); sin
embargo, por conveniencia se ha transcrito en el apéndice D.

Del universo de valores que pueden tomar las propiedades y características de la estructura
se considera la que corresponde a las propiedades medias para especificar las características
del SSR que sirven como base para relacionar la respuesta estructural con las intensidades
del movimiento del terreno. En este trabajo, estas intensidades se definen en términos de
ordenadas espectrales elásticas de historias de aceleraciones sísmicas que corresponden a
un intervalo amplio de intensidades de interés. Así, para cada historia de aceleración se
calcula el desplazamiento máximo δ MAX , del SSR asociado. Posteriormente se determina el
valor esperado de dicho desplazamiento δ MAX ( y) , en términos de la intensidad sísmica y,
de manera que este valor esperado sea la liga entre la respuesta estructural y la intensidad
sísmica para una estructura de periodo dado.

4.5 Análisis de confiabilidad


Con la finalidad de que el análisis pueda extenderse en forma práctica a estructuras con
diferentes características estructurales, sería deseable que la probabilidad de falla máxima
tolerable para intensidades dadas de sistemas de múltiples grados de libertad se relacionara

78
con la respuesta de sistemas de cortante de un grado de libertad. Por ello, en este trabajo el
margen de seguridad W se relaciona con la intensidad sísmica y, a través de la respuesta de
un sistema de referencia determinista, de modo que W se vincula con δ MAX ( y) y por lo tanto
con y, por medio de la variable η( y) = δ MAX (y ) δ F ; donde δ F denota el valor del
desplazamiento de falla del sistema complejo con propiedades medias y corresponde a una
disminución del 20% de la capacidad máxima resistente del sistema estructural, como se
muestra en la fig 4.1. De acuerdo con lo anterior, la variable η relaciona el valor esperado
de δ MAX para cada intensidad sísmica con el desplazamiento que determina el colapso ante
carga monotónica del sistema complejo con propiedades medias; es decir, η representa la
respuesta máxima aproximada del sistema complejo con propiedades medias, ante cargas
alternantes, normalizada por la capacidad lateral del sistema sujeto a una aceleración
creciente en su base. La variable η también puede relacionarse con la ductilidad media
global μ para intensidades dadas por medio de una constante, de manera que
μ (y ) = (δ F δ y )·η( y) .

Con base en lo anterior, dado un conjunto de realizaciones del movimiento del terreno que
cubren un intervalo amplio de intensidades y un conjunto de estructuras con características
inciertas, es posible calcular valores de W=w para valores de η(y ) asociados. Para calcular
estos valores se estima el factor F vinculado al desplazamiento de falla en el extremo
superior del edificio mediante el siguiente procedimiento iterativo: a) se somete la
estructura a una historia de aceleraciones escaladas por un valor adecuado de F, b) se revisa
la historia de desplazamientos en el extremo superior del edificio; si dichos
desplazamientos aumentan excesivamente en un intervalo corto de tiempo de manera que
causan la inestabilidad del sistema, entonces se considera que el sistema ha llegado a la
falla. Para garantizar que la falla sea incipiente se debe identificar la mínima intensidad
capaz de hacer que el sistema falle, de manera que si se multiplican las aceleraciones del
temblor en cuestión, escaladas por el factor F, por (1- ε ), en donde ε es un valor positivo
cercano a cero, la falla no debe presentarse c) si las condiciones anteriores no se satisfacen
entonces se elige otro valor de F y el procedimiento se repite.

79
Obtenidos los factores F y por lo tanto valores W=w para cada y, y relacionando W con η
a través de y, es posible obtener la media W (η( y)) y la desviación estándar σ W (η( y)) , de
W. Por lo tanto el índice de confiabilidad para intensidades dadas se expresará como
β( y) = W (η( y)) σ W (η( y)) .

En lo que sigue se describe sistemáticamente el procedimiento para obtener valores de β


para intensidades dadas.

1. A partir de una estructura diseñada convencionalmente, se simula un conjunto de


estructuras considerando las incertidumbres descritas en el capitulo 3.

2. A partir de la estructura con propiedades medias se calcula δ F mediante un análisis


de empuje lateral.

3. Se estiman las propiedades del SSR a partir de la estructura compleja con


propiedades medias.

4. De acuerdo con los procedimientos del capítulo 2, se obtienen por simulación pares
de valores de magnitud y distancia para diferentes niveles de intensidades,
procurando cubrir un amplio intervalo de intensidades posibles.

5. De acuerdo con el modelo de probabilista del movimiento del terreno del capítulo 2,
se simula un acelerograma para cada combinación de magnitud y distancia obtenida
del paso anterior, de manera que el número de acelerogramas simulados
corresponda con el número de estructuras simuladas

6. A partir de los acelerogramas simulados del paso anterior y el SSR obtenido en el


paso 3, se calcula δ MAX ( y)

80
7. Mediante el proceso iterativo descrito arriba, se somete cada estructura simulada a
una excitación obtenida del paso 5 y se calcula el valor de W=w asociado.

8. Se calculan las propiedades estadísticas de la muestra estudiada y finalmente se


calcula β( y) .

Una vez calculado β( y) , y dada la tasa de excedencia de intensidades correspondiente,


obtenida de un análisis de peligro sísmico en los sitios de estudio, la tasa de falla se obtiene
a partir de la ec. 4.7 o 4.9

Para calcular la probabilidad de falla para lapsos de tiempo dados se calcula la tasa ν Y ( rk )
para cada valor de la intensidad resistente rk , que se determina mediante los pasos
anteriores, y se aplica la ec. 4.13.

81
4.6 Descripción general de estructuras estudiadas
Con el fin de aplicar el modelo de confiabilidad descrito y poder calcular probabilidades de
falla para intensidades dadas, así como tasas de falla y probabilidades de falla durante
lapsos de tiempo dados, se diseñaron dos grupos de estructuras, el primero integrado por
marcos estructurales de concreto reforzado a base de trabes y columnas de 5, 10 y 15
niveles, el segundo de 10, 15 y 20 niveles a base de trabes, columnas y muros de concreto
reforzado. Cada estructura se modeló tridimensionalmente como se muestra en las figuras
4.2 a 4.7, en forma simétrica en geometría, masa y rigidez, de modo que los efectos de
torsión fueran minimizados. Esto obedece a que en este trabajo el análisis de confiabilidad
es determinado con base en modelos de marcos planos donde la torsión no es considerada.
La configuración geométrica, así como las dimensiones de las secciones transversales de
los elementos estructurales de los edificios a base de trabes y columnas se tomó del trabajo
de Esteva (1997).

Las estructuras descritas fueron analizadas y diseñadas de acuerdo con los procedimientos
del reglamento de construcciones del Departamento del Distrito Federal DDF, (1998), y sus
normas técnicas complementarias para diseño por sismo (1993) y concreto (1996). Con
base en estas normas se aplicaron los procedimientos de diseño por marco dúctil, por lo que
el factor de comportamiento sísmico de diseño fue de 4 para las estructuras del primer
grupo y 3 para las del segundo grupo. Para la distorsión máxima tolerable se consideró un
valor de 0.012. Además, para el diseño se consideró una resistencia nominal del concreto
de 250 kg/cm2 y para el acero estructural, de 4200 kg/cm2.

En este trabajo la respuesta dinámica no lineal es determinada con base en un marco plano
típico del conjunto estructural, que es señalado en las figs 4.2 a 4.7. Dicha respuesta es
evaluada por medio del programa de computadora Drain 2D, desarrollado por Powell
(1973) y modificado por Campos y Esteva (1997). En los análisis de respuesta se
consideraron efectos de segundo orden, llamados comúnmente efectos P-Δ.

Por otra parte, debido a que el nivel de fuerzas sísmicas sobre la estructura, que es función
de las aceleraciones y la masa estructural, es equilibrado principalmente por las

82
aportaciones de rigidez de cada marco a la rigidez del conjunto, se considera que la masa
tributaria de cada marco es función de la rigidez de dicho marco con respecto a la
correspondiente del conjunto. De acuerdo con esto, la masa mi, de cada entrepiso i para
cada marco específico esta dada por m i = (k k T )m iT , donde k es la rigidez lateral del marco
de estudio, kT la rigidez lateral total del conjunto que resulta de sumar la rigidez lateral de
los marcos en cuestión, y miT la masa total del entrepiso i del conjunto estructural.

Para el caso específico de los edificios con muros estructurales que se muestran en las figs
4.5 a 4.7, es claro que los muros estructurales perpendiculares a los marcos de estudio
contribuyen a la rigidez lateral de estos, por ello se consideró que 1 4 de la longitud del
muro contribuye a la rigidez lateral de los marcos adyacentes.

4.7 Características específicas de sistemas estructurales con propiedades estadísticas


medias
En la tabla 4.1 se muestran las características dinámicas del modo fundamental de vibración
de las estructuras con propiedades medias que definen las propiedades dinámicas de los
SSR empleados. Estas propiedades que se describen detalladamente en el apéndice D están
dadas por el periodo estructural T, factor de participación FP, rigidez K y un factor r.
Además, en la tabla 4.2 se muestran los parámetros que definen a la curva idealizada de la
historia de cortante basal y desplazamiento del extremo superior del edificio que resulta de
someter a la estructura en cuestión a una carga monótonica creciente en su base. De
acuerdo con la fig 4.1 dichos factores son, el desplazamiento de fluencia δ y , que

corresponde al cortante basal resistente Vy ; el desplazamiento δ M , asociado al cortante

máximo VMAX ; el desplazamiento δ F asociado a 0.8VMAX . Estos parámetros son importantes,


ya que describen las propiedades de rigidez y resistencia de los sistemas simplificados de
referencia. Aquí, el parámetro VMAX y los parámetros asociados δ M y δ F son obtenidos

directamente de la curva cortante-desplazamiento en cuestión, mientras que los parámetros


Vy y δ y son determinados de manera que se garantiza que el área A, bajo la curva de

83
empuje lateral real que resulta de integrar numéricamente dicha curva hasta δ M , sea igual al

área bajo la curva idealizada, de manera que δ Y = (2A − VMAX δ M ) (κδ M − VMAX ) y VY = κδ Y .
Aquí, κ es la pendiente de la rama elástica que se asume conocida y se evalúa
adecuadamente por medio de mínimos cuadrados a partir de la curva real para valores sobre
la rama elástica que se encuentran por debajo de 0.3VMAX .

4.8 Curvas de amenaza sísmica


Para estimar tasas de falla por unidad de tiempo y probabilidades de falla para periodos de
tiempo, como se indica en las secciones 4.2 y 4.3, es necesario contar con funciones de
peligro sísmico que describan el número de ocurrencias que exceden un determinado nivel
de intensidad. Aquí el nivel de intensidad está dado en términos de ordenadas espectrales
para estructuras de sistemas de un grado de libertad de periodo estructural dado. De
acuerdo con lo anterior, para evaluar la probabilidad de falla estructural por medio de
alguno de los indicadores mencionados, las curvas de peligro deben estar asociadas a los
sitios de terreno blando en que serán desplantadas las estructuras, así como a los periodos
fundamentales de vibración de dichos sistemas.

De un análisis de peligro sísmico en los sitios SCT y 44 se obtuvieron funciones de tasas de


excedencia de intensidades ν( y) , para los periodos fundamentales de vibrar de las
estructuras con propiedades medias que se muestran en la tabla 4.1. Estas funciones están
dadas por la siguiente ecuación

⎡ ⎤ ⎡ ⎤
ε ε

ν(y ) = κ 1 y − ε1 ⎢1 − ⎛⎜ y ⎞⎟ ⎥ + κ 2 ⎢1 − ⎛⎜ y ⎞⎟ ⎥
2 3

(4.14)
⎣ ⎝ yM ⎠ ⎦ ⎣ ⎝ yM ⎠ ⎦

donde κ 1 y κ 2 son factores de escala que determinan la magnitud de la tasa, ε 1 , ε 2 y ε 3

son coeficientes que definen la forma de ν( y) , y y M es la intensidad máxima que puede


tomar la ecuación. En estudios de peligro sísmico es común que ν( y) se represente por
medio de una ecuación más simple que la anterior; sin embargo, aquí se adoptó la ec 4.14,

84
ya que representa de mejor manera los valores de ν( y) . En la tabla 4.3 se muestran los
valores de los parámetros de la ec 4.14 para cada estructura y sitio considerado.

En este trabajo las curvas de peligro en los sitios de estudio se evaluaron a partir de la tasa
de excedencia de intensidades de una estructura con periodo natural de un segundo en
Ciudad Universitaria CU, y de la distribución del cociente de las intensidades calculadas
en CU y las correspondientes al sitio y estructura de interés. Para lograr esto se aplicó el
procedimiento desarrollado por Esteva (1976). En este trabajo la tasa de excedencias en CU
se determinó a partir de una función de atenuación dada por Reyes (1999) y de magnitudes
y coordenadas epicentrales de sismos registrados en la costa sur del país.

4.9 Funciones de confiabilidad


Una vez diseñadas las estructuras se aplicó el procedimiento descrito en la sección 4.5 para
obtener índices de confiabilidad, para lo cual se consideró que las estructuras están
desplantadas en sitios análogos a los de las estaciones acelerográficas SCT y 44. Así, para
cada estructura diseñada se simuló un total de 110 estructuras con el fin de tomar en cuenta
las incertidumbres en las propiedades y características estructurales que se describen en el
capítulo 3. Conjuntamente se obtuvieron combinaciones de M y R para un intervalo amplio
de intensidades y se simularon 110 registros, de manera que cada acelerograma simulado
estuviera asociado a una combinación de M y R específica. Lo anterior se efectuó para los
dos sitios de terreno blando mencionados arriba, de acuerdo con los modelos matemáticos
del capítulo 2.

Dado el conjunto de historias detalladas simuladas y las características de los edificios con
propiedades medias que se muestran en la tabla 4.1, se calcularon valores de δ MAX para cada
SSR y se relacionaron con la intensidad correspondiente como se muestra en las figs 4.8 y
4.9. De estas figuras es fácil ver que la respuesta tiene comportamiento lineal en el
intervalo de intensidades 0 ≤ y ≤ y 0 debido a que δ MAX varía linealmente con y. Aquí,

y 0 = (2π T ) δ Y FP es la aceleración espectral que corresponde al desplazamiento de


2

85
fluencia del sistema. De acuerdo con lo anterior, se deduce que δ MAX en el intervalo citado
depende únicamente de las características del sistema. Si el sistema fuera lineal en todo el
intervalo de intensidades, el valor calculado de δ MAX y su valor esperado serían iguales y

podrían calcularse como δ MAX ( y) = δ MAX ( y) = (T 2π) FP y . Sin embargo, el sistema


2

experimenta comportamiento no lineal cuando es sometido a intensidades y > y 0 , lo que

tiene como consecuencia que los valores de δ MAX tengan dispersión alrededor del
desplazamiento que experimentaría dicho sistema si la respuesta en esta región fuera lineal.
De acuerdo con lo anterior, la variabilidad de δ MAX para aceleraciones espectrales dadas será
nula mientras la respuesta se mantenga en el intervalo lineal; las características detalladas
de la excitación tendrán influencia sobre δ MAX únicamente cuando la estructura experimente
comportamiento no lineal. Esto se muestra al comparar la fig 4.8 y 4.9 para cada SSR. Así,
por ejemplo, para el edificio de 15 niveles a base de trabes y columnas, desplantado en un
sitio con características semejantes a la de la estación SCT, sometido a una excitación de
intensidad y = 200 cm/s2 corresponderá un δ MAX igual al que resultaría de someter a dicha
estructura a una excitación sísmica de igual intensidad pero con características idénticas a
las registradas en la estación 44. Esto se muestra al comparar las gráficas en cuestión de las
figuras 4.8 y 4.9. Con base en lo anterior se adopta la siguiente función para representar el
valor esperado de δ MAX .

δ MAX ( y) = A 0 y + A 1 [1 − exp(− A 2 y )] (4.15)

Aquí, A 0 , A 1 y A 2 son coeficientes ajustados. El primer término de esta ecuación toma en

cuenta en forma aproximada la respuesta lineal del sistema y el segundo término, el


comportamiento no lineal. De acuerdo con esto, el coeficiente del primer término puede
obtenerse como A 0 = (T 2π) FP . Sin embargo, debido a que los dos términos de la ec. 4.14
2

se suman para obtener valores de δ MAX , conviene que los tres coeficientes se obtengan
mediante la minimización del error cuadrático. En las figs 4.8 y 4.9 se muestra con línea
continua δ MAX para cada intensidad, y en la tabla 4.4 los coeficientes ajustados para cada
estructura y sitio.

86
Dadas las estructuras simuladas y las realizaciones del movimiento del terreno generadas
artificialmente, se obtuvieron factores de seguridad Z y se relacionaron con la variable η
correspondiente como se observa en la fig 4.10, donde se muestra Z para cada estructura
desplantada en los sitios de estudio. De acuerdo con las gráficas de dicha figura, se observa
que W= ln Z varía en forma aproximadamente lineal con pendiente negativa en función del
logaritmo natural de η ; por ello, para el valor esperado de W se adoptó la ec 4.16, donde
B1 a B 5 son coeficientes ajustados.

´W (η) = B1 − B 2 ln (η) + B 3 [1 − B 4 exp(B 5 ln (η))] (4.16)

Por otra parte, la variabilidad del error estadístico de la ec 4.16 no presentó variación
sistemática con el logaritmo de la variable η , por lo que la desviación estándar σ W de W se

evalúo independiente de dicha variable, tomando valores entre 0.25 y 0.45 como se muestra
en la fig 4.10 y en la tabla 4.5. Además en esta tabla se muestran, para cada estructura y
sitio, los valores de los coeficientes ajustados de la ec. 4.16.

Una vez calculados W y σ W , las funciones de confiabilidad se obtienen aplicando

directamente la ec 4.5 como se observa en la fig 4.11, donde se muestra que el índice β
varía aproximadamente en forma lineal con el logaritmo de η como consecuencia de que
W varia linealmente con pendiente negativa en función del logaritmo de dicha variable.
Resultados similares han sido obtenidos por Esteva y col (1989, 2000, 2001), en los que se
relaciona β en función de intensidades y ductilidades globales. En general, también puede
observarse al comparar las diferentes gráficas de la figura que los valores de β para un
mismo valor de η pueden diferir aproximadamente hasta en un factor de 2.

Las funciones de confiabilidad no muestran tendencia alguna con el número de pisos o con
la relación entre el periodo fundamental de la estructura y el dominante del sitio, como se
observa en la fig 4.11. Aún para estructuras con características idénticas, pero desplantadas
en diferentes sitios, las diferencias entre sus funciones de confiabilidad no son constantes.
Sin embargo, estás diferencias se atribuyen a la configuración desplazada en el instante en

87
que se presenta inestabilidad en el sistema debido a las características detalladas del
movimiento sísmico. En esta configuración interviene en menor o mayor grado la variación
de rigideces y resistencias en todo el sistema; así como la forma en que se han degradado
las propiedades mecánicas de los diversos miembros estructurales como consecuencia del
daño acumulado. A la sensibilidad de las funciones de confiabilidad se añade la influencia
de la relación que guarda el periodo fundamental de la estructura y la de sus modos
superiores con respecto a los periodos dominantes del terreno. Otro de los factores que
pueden afectar los valores de β como función de η , se debe a que esta última variable
depende de la tasa de variación del valor medio del desplazamiento máximo δ MAX con
respecto a las intensidades; además no se toma en cuenta la incertidumbre en los valores de
δ MAX , ni se considera la incertidumbre en los valores de la capacidad de deformación del
sistema al definir η .

En la fig 4.11 se representan con diversos símbolos los índices β para valores de η
asociados a intensidades con periodos de recurrencia de 100 y 150 años, y en las tablas 4.6
y 4.7 se muestran los valores de estos índices y los valores de η e intensidades sísmicas en
cuestión. De esta última figura se aprecia que para todas las estructuras, excepto la de 10
niveles que incluye muros de concreto en su configuración, los índices β para las
intensidades con periodo de recurrencia de 100 años son similares a los índices para
intensidades de 150 años, lo que es consecuencia de que los valores de y para estos
periodos de recurrencia no son muy diferentes, como se muestra en las tablas 4.6 y 4.7.
También se aprecia en cada gráfica de la fig 4.11 que los índices β asociados a
intensidades con periodos de recurrencia similares son comparables. Sin embargo, este
hecho no es resultado directo de alguna condición preestablecida en las normas de diseño.
De la misma manera se observa que a pesar de que los valores de β son similares, estos
están asociados a diferentes valores de η , obteniéndose valores mayores de esta variable en
las estructuras cuyo periodo fundamental esta más cerca del dominante del sitio, lo que es
congruente con la teoría de la dinámica estructural, que establece que a medida que el
periodo de la estructura se acerca al dominante de la excitación las amplificaciones de la
respuesta aumentan. También se observa que los índices de confiabilidad de las estructuras

88
de 10 y 15 niveles a base de trabes y columnas toman valores cercanos a 2, y por tanto
implica que dichos índices conduzcan a niveles altos de probabilidades de falla para
intensidades que corresponden a los periodos de recurrencia citados. Por el contrario, las
confiabilidades de las otras estructuras son mucho mayores a 2, alcanzando valores del
orden de 4 o más, y consecuentemente a probabilidades de falla menores.

Por otra parte, es posible relacionar β con algún otro indicador de respuesta no lineal,
como puede ser la ductilidad media global μ , que se logra mediante un cambio de escala,
multiplicando la variable de respuesta no lineal normalizada η por la constante asociada
como se indica en la sección 4.5. En la fig. 4.12 se muestra β contra μ , para la cual se
aplican las observaciones del párrafo anterior. Sin embargo, merece mencionarse que las
estructuras a base de trabes y columnas, sometidas a temblores cuyas intensidades
corresponden a periodos de recurrencia de 100 y 150 años presentan índices β iguales a 2
para ductilidades globales del orden de 3. Por lo que respecta a las estructuras que incluyen
muros de concreto, exhiben índices β del orden del doble que las primeras con ductilidades
menores que las anteriores.

Por otra parte, los índices de confiabilidad obtenidos solo relacionan probabilidades de falla
con valores dados de las intensidades. Una mejor descripción de las probabilidades de falla
debe tomar en cuenta la frecuencia de ocurrencia de las intensidades, lo que permite
calcular la tasa de falla de cada estructura. Para ello se sustituyen la función de
confiabilidad y la tasa de excedencia de intensidades en las ecs 4.7, 4.8 ó 4.9. En la Tabla
4.8 se indica la tasa media de falla anual para cada estructura considerada. De esta tabla se
observa que las estructuras de 10 niveles, así como la estructura de 15 niveles a base de
trabes y columnas muestran las mayores tasas de falla calculadas. Las estructuras restantes
exhiben tasas de falla menores que las estructuras anteriores. Estas tasas están de acuerdo
con las deseadas por la práctica profesional, que aproximadamente deben tomar valores del
orden de 0.0004. Sin embargo, los edificios que incluyen muros de concreto en su
configuración resultaron con tasas de falla mucho menores que este último valor. De
acuerdo con lo anterior, se observa que las normas de diseño conducen a tasas de fallas no

89
uniformes, lo que obedece a funciones de confiabilidad diferentes y a curvas de riesgo
sísmico que cambian con los periodos fundamentales de la estructura.

Como es de esperarse, los valores de ν F , obtenidos y descritos arriba, están de acuerdo con
las probabilidades de falla p( t ) , calculadas para periodos de tiempo dados, como se
muestran en la fig 4.13. De está figura se advierten valores altos en las probabilidades de
falla para periodos cortos de tiempo en las estructuras de 10 y 15 niveles a base de trabes y
columnas. Por el contrario el resto de las estructuras presentaron valores relativamente
bajos en dichas probabilidades.

4.10 Influencia del modelo estructural sobre la función de confiabilidad


Con el fin de evaluar la influencia de las características y propiedades estructurales sobre el
modelo de confiabilidad empleado se comparan funciones de confiabilidad de estructuras
de múltiples niveles considerando secciones agrietadas de elementos y secciones brutas o
no agrietadas. Estas funciones de confiabilidad corresponden a los edificios de 5, 10 y 15
niveles a base de trabes y columnas, descritos en la sección 4.6 y desplantados en el sitio
SCT. En la fig 4.14 se muestran dichas funciones de confiabilidad y se advierte una gran
diferencia entre ellas. Esto se debe a que cada función de confiabilidad está vinculada a un
sistema simplificado de referencia distinto, cuyo periodo natural se muestra en la figura en
cuestión. Con el fin de que las funciones de confiabilidad fueran directamente comparables,
los índices β de cada gráfica de la figura se refirieron al SSR de la estructura con
propiedades estadísticas medias, modeladas con secciones agrietadas como se muestra en la
fig 4.15, donde se observan menores diferencias entre funciones de confiabilidad que las
que se tienen en la fig. 4.14; además se advierte que los índices β asociados a estructuras
modeladas con secciones no agrietadas son en general menores que los índices calculados a
partir de las estructuras con secciones agrietadas. De acuerdo con lo anterior se deduce que
dichas diferencias tienen que ver con las particularidades de cada modelo estructural. Aquí,
merece mencionarse que las estructuras modeladas con secciones no agrietadas empleadas
en el análisis de confiabilidad fueron simuladas mediante un programa de computadora
desarrollado por Esteva y col. (1999) y tomadas del trabajo de Méndez (2001). De acuerdo

90
con lo anterior las diferencias entre las funciones de confiabilidad de la fig 4.15 se
relacionan con los siguientes aspectos:

1. Las funciones de confiabilidad están asociadas a secciones brutas y secciones


agrietadas en las que se incorpora la contribución de la losa.

2. El módulo tangente de las estructuras modeladas con secciones brutas es del orden
del doble que el correspondiente al de las estructuras con secciones agrietadas, lo
que conduce a que las primeras sean más rígidas, con periodos más cortos, como se
muestra en la fig 4.15. Lo anterior, también se refleja en la pendiente inicial de la
curva cortante contra desplazamiento del extremo superior del edificio que resulta
se someter a la estructura a una aceleración creciente en su base.

3. Las funciones constitutivas momento-rotación de las secciones transversales de los


elementos están asociados a diferentes relaciones constitutivas del concreto; para el
modelo con secciones brutas se utilizó el modelo de Scott y col. (1982), mientras
que para el modelo con secciones agrietadas se empleó el modelo de Mander
(1988), que conduce a una mejor modelación de los concretos fabricados en la
ciudad de México, debido a que toma en cuenta la gran deformabilidad que tienen.
Además para las relaciones momento-rotación de secciones brutas no se consideró
el efecto de la velocidad de la carga.

Lo anterior conduce a que los elementos modelados con secciones agrietadas alcancen
mayores momentos flexionantes y rotaciones que los modeladas con secciones brutas.
Sin embargo, las ductilidades que se alcanzan con estas últimas son mayores, debido a
que poseen mayor rigidez y por lo tanto deformaciones de fluencia pequeñas. De
acuerdo con esto, es posible decir que a pesar de que las estructuras posean las mismas
características geométricas y hayan sido diseñadas con las mismas normas, los modelos
de rigidez y resistencia pueden conducir a estructuras diferentes con distintos modos de
falla y por tanto distintas curvas de confiabilidad.

91
Tabla 4.1 Parámetros de sistemas simplificados de referencia SSR, de estructuras con
propiedades medias

Parámetros del primer modo de vibrar

Edificios niveles T Fp K r
Trabes y columnas 5 0.91 1.31 3.48E+03 1.31
10 1.41 1.42 4.08E+03 1.42
15 1.71 1.49 6.88E+03 1.50

Trabes, columnas y 10 0.93 1.42 7.79E+03 1.62

muros 15 1.18 1.50 1.51E+04 1.53


20 1.27 1.52 2.66E+04 1.57

Tabla 4.2 Parámetros que definen la curva idealizada de cortante-desplazamiento de


estructuras de múltiples niveles con propiedades medias

Parámetros de curva cortante-desplazamiento

Edificios niveles δy (cm) δM(cm) δF (cm) Vy (kg) VMAX (kg)


Trabes y columnas 5 8.48 20.61 30.33 4.67E+04 6.25E+04

10 16.00 38.60 52.50 1.22E+05 1.28E+05

15 28.12 84.37 84.42 3.96E+05 4.88E+05

Trabes, columnas y 10 25.68 62.08 62.85 4.09E+05 4.51E+05

muros 15 30.92 73.78 108.42 9.39E+05 1.06E+06

20 27.62 55.14 108.23 1.45E+06 1.73E+06

92
Tabla 4.3 Coeficientes de funciones de tasas de excedencia de intensidades en los sitios
SCT y 44 de estructuras con propiedades medias

Parámetros de tasas de excedencia de intensidades

Sitio Edificios niveles κ1 κ2 ε1 ε2 ε3 yM (cm/s2)


Trabes y columnas 5 10.520 -11.829 0.295 0.688 0.090 660
10 13.268 -17.406 0.294 0.651 0.063 1100
15 14.856 -19.068 0.293 0.645 0.058 1600
SCT
Trabes, columnas y 10 11.187 -16.896 0.295 0.657 0.064 650
muros 15 12.372 -17.759 0.291 0.642 0.064 800
20 12.326 -15.690 0.296 0.656 0.070 850
Trabes y columnas 5 13.187 -17.126 0.295 0.654 0.064 1100
10 14.479 -16.990 0.296 0.654 0.064 1500
15 11.457 -13.851 0.302 0.683 0.074 800
44
Trabes, columnas y 10 13.202 -15.678 0.297 0.659 0.069 1100
muros 15 15.115 -17.358 0.295 0.647 0.063 1650
20 15.224 -16.967 0.296 0.652 0.064 1750

* Los parámetros están asociados a intensidades en unidades de aceleración, (cm/s2)

Tabla 4.4 Parámetros de la esperanza del desplazamiento máximo de sistemas simplificados


de referencia SSR, en los sitios SCT y 44

Parámetros de la esperanza del


desplazamiento máximo

Sitio SSR niveles A0 A1 A2


Trabes y columnas 5 2.343E-02 -2.559E+01 -2.980E-04
10 9.591E-02 -5.858E+01 4.060E-04
15 4.022E-01 2.709E+03 -1.090E-04
SCT
Trabes, columnas y 10 6.755E-02 -8.973E+02 4.100E-05
muros 15 6.757E-02 -5.051E+01 3.090E-04
20 5.420E-02 2.410E+01 1.940E-04
Trabes y columnas 5 7.768E-02 2.890E+02 -1.820E-04
10 2.191E-02 1.969E+01 3.571E-03
15 3.773E-02 2.924E+01 3.625E-03
44
Trabes, columnas y 10 4.036E-02 7.405E+00 -9.150E-04
muros 15 8.365E-01 2.658E+04 -2.900E-05
20 9.808E-01 2.947E+04 -3.100E-05

* Los parámetros están asociados a intensidades en unidades de aceleración, (cm/s2)

93
Tabla 4.5 Parámetros de la esperanza del margen de seguridad W y desviación estándar de
W de estructuras de múltiples niveles en los sitios SCT y 44.

Parámetros del valor esperado del margen de seguridad W

Sitio Edificios niveles σW B1 B2 B3 B4 B5


Trabes y columnas 5 2.726E-01 6.074E+01 9.614E-01 -6.144E+01 6.526E-03 1.258E-02
10 4.412E-01 2.219E-01 1.932E+00 -1.350E+01 1.005E+00 6.764E-02
15 3.503E-01 4.122E-01 4.708E-01 4.372E+00 9.672E-01 1.284E-01
SCT
Trabes, columnas y 10 1.860E-01 5.925E+00 3.105E+00 1.866E+02 1.034E+00 -1.092E-02
muros 15 2.932E-01 4.849E+00 1.565E+00 9.328E-01 6.663E+00 -8.499E-02
20 3.404E-01 2.299E+02 9.341E-01 -4.432E+02 4.816E-01 -1.800E-05

Trabes y columnas 5 3.704E-01 2.197E+00 1.047E+00 -9.994E+02 9.983E-01 1.310E-04


10 3.612E-01 3.768E+00 1.687E+00 -4.177E+00 1.568E-01 4.115E-01
15 4.335E-01 8.714E+01 3.840E-01 -8.349E+01 -4.433E-02 2.627E-01
44
Trabes, columnas y 10 2.777E-01 2.670E+02 1.030E+00 -3.921E+02 3.187E-01 2.610E-04
muros 15 3.299E-01 6.723E+01 1.195E+00 -2.092E+02 6.798E-01 1.348E-03
20 3.318E-01 2.730E+02 3.614E-01 -4.615E+02 4.094E-01 -3.310E-03

Tabla 4.6 Índices de confiabilidad e indicadores de respuesta no lineal para intensidades


con periodo de recurrencia de 100 años en los sitios SCT y 44

Indices de confiabilidad e indicadores de


respuesta para intensidad de 100 años
Sitio Edificios Niveles y (cm/s2) η μ β
Trabes y columnas 5 303.1 0.31 1.12 3.0
10 544.4 0.77 2.54 1.3
15 782.8 0.87 2.62 2.0
SCT
Trabes, columnas y 10 306.1 0.15 0.37 7.6
muros 15 404.5 0.20 0.69 4.0
20 437.8 0.24 0.93 4.2
Trabes y columnas 5 548.1 0.40 1.45 3.5
10 763.1 0.67 2.19 2.3
15 397.6 0.44 1.33 2.3
44
Trabes, columnas y 10 566.4 0.28 0.69 4.2
muros 15 849.8 0.44 1.54 3.3
20 885.3 0.45 1.75 3.5

94
Tabla 4.7 Índices de confiabilidad e indicadores de respuesta no lineal para intensidades
con periodo de recurrencia de 150 años en los sitios SCT y 44

Indices de confiabilidad e indicadores de


respuesta para intensidad de 150 años
Sitio Edificios Niveles y (cm/s2) η μ β
Trabes y columnas 5 339.8 0.35 1.26 2.6
10 612.7 0.87 2.87 1.0
15 882.6 0.96 2.90 1.7
SCT
Trabes, columnas y 10 343.7 0.17 0.42 7.0
muros 15 453.7 0.22 0.78 3.7
20 491.2 0.27 1.04 3.9
Trabes y columnas 5 618.4 0.45 1.61 3.3
10 859.4 0.72 2.35 2.0
15 449.1 0.48 1.44 2.0
44
Trabes, columnas y 10 636.6 0.32 0.77 3.8
muros 15 953.6 0.48 1.69 3.0
20 994.0 0.49 1.91 3.3

Tabla 4.8 Tasas de falla por unidad de tiempo de estructuras de múltiples niveles en los
sitios SCT y 44

Tasa de falla
Sitio Edificios Niveles νF
Trabes y columnas 5 4.5E-04
10 3.6E-03
15 1.1E-03
SCT
Trabes, columnas y 10 2.1E-08
muros 15 3.1E-05
20 7.1E-06
Trabes y columnas 5 2.6E-05
10 6.3E-04
15 5.3E-04
44
Trabes, columnas y 10 1.3E-05
muros 15 6.4E-05
20 1.8E-05

95
curva idealizada

curva real VMAX

0.8 VMAX

Cortante, V
Vy

δy δM δF
Desplazamiento, δ

Fig. 4.1. Curva esquemática de cortante en la base contra desplazamiento en el extremo


superior de un edificio sometido a una excitación monotónicamente creciente en la base.

Fig. 4.2 Configuración geométrica de edificio de 5 niveles a base de trabes y columnas.

96
Fig. 4.3 Configuración geométrica de edificio de 10 niveles a base de trabes y columnas.

Fig. 4.4 Configuración geométrica de edificio de 15 niveles a base de trabes y columnas.

97
Fig. 4.5. Configuración geométrica de edificio de 10 niveles a base de trabes, columnas y
muros.

Fig. 4.6. Configuración geométrica de edificio de 15 niveles a base de trabes, columnas y


muros.

98
Fig. 4.7. Configuración geométrica de edificio de 20 niveles a base de trabes, columnas y
muros.

99
5. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Se ha planteado un modelo para el análisis de confiabilidad de estructuras en zonas
sísmicas. La confiabilidad es evaluada en términos de índices de confiabilidad para
intensidades dadas, tasas de falla por unidad de tiempo y probabilidades de falla para lapsos
de tiempo dados. Estas formas de medir la probabilidad de falla están referidas un margen
de seguridad, que se relaciona con el desplazamiento del extremo superior de la estructura
con respecto a su base. Este desplazamiento está vinculado directamente con la
inestabilidad del sistema y por tanto con la configuración desplazada de falla que es función
de las peculiaridades del movimiento del terreno sobre las características de la estructura.
El movimiento se especifica en términos de temblores de intensidades dadas. La intensidad
está definida como la ordenada espectral de seudoaceleracion de un oscilador elástico de un
grado de libertad con periodo natural igual al periodo fundamental de la estructura
analizada. Además, en el método de confiabilidad se considera la frecuencia de ocurrencias
de las intensidades mediante la tasa de excedencia de intensidades.

El modelo considera las fuentes de incertidumbre que pueden ser significativas en la


respuesta estructural; entre ellas están las referidas al movimiento del terreno, las que tienen
que ver con las propiedades geométricas y mecánicas de los elementos estructurales, así
como las asociadas con la masa estructural, caracterizada por cargas vivas y muertas
actuantes. El modelo de confiabilidad propuesto se aplicó a edificios de concreto reforzado
de múltiples niveles, integrados por trabes y columnas, así como a estructuras que en su
configuración incluyen muros de concreto reforzado. Dichas estructuras se consideraron
desplantadas en dos sitios de terreno blando del valle de México con características
similares a la de los sitios SCT y 44. Las estructuras fueron diseñadas de acuerdo con los
lineamientos de diseño del Departamento del Distrito Federal.

De aplicar el modelo a las estructuras y sitios estudiados se concluye lo siguiente:

a. Las estructuras que resultan de aplicar las normas de diseño vigentes presentan
diferentes niveles de seguridad, es decir, los valores de β como función de η o μ
presentan diferencias que no siguen necesariamente un variabilidad sistemática.

108
Estas diferencias se deben principalmente a que no se toma en cuenta la
incertidumbre en los valores de la capacidad de deformación del sistema al definir
η o μ . Esta capacidad de deformación no solo es sensible a las características
detalladas de la variación de rigideces y resistencias en todo el sistema, si no
también a la configuración del sistema en el instante en que se alcanza la
inestabilidad en el sistema y a la forma en que se han degradado las propiedades
mecánicas de los diversos miembros estructurales como consecuencia del daño
acumulado. Esto no se refleja en los indicadores η o μ .

b. Las funciones de confiabilidad son sensibles a la forma en que se modelan las


secciones de los elementos, así como a los modelos de rigidez y resistencia
utilizados. Esteva y col. (2000b, 2001) llegan a similares conclusiones usando
diferentes funciones constitutivas para el comportamiento de elementos
estructurales ante carga cíclica.

c. Aun para estructuras con características idénticas, los márgenes de seguridad de las
estructuras varían en función de las peculiaridades del movimiento del terreno en
cada sitio, lo que implica que las características de los movimientos en cada sitio
estén relacionados con la aparición de modos de falla probables. Estas variaciones
probablemente, se deban a la relación que guarda el periodo fundamental de la
estructura y la de los modos superiores con respecto a los periodos dominantes del
sitio. Esto merece atención detallada en estudios futuros.

d. Las estructuras que incluyen muros de concreto pueden conducir a estructuras con
probabilidades de falla menores que las estructuras que no incluyen muros en su
configuración.

Con el devenir de las filosofías de diseño, los criterios y procedimientos basados en


conceptos de probabilidad se tratan de incorporar cada vez más al diseño sísmico de
edificios. Así, por ejemplo, los criterios de diseño basado en desempeño establecen niveles

109
de daño estructural asociados a temblores de diseño con probabilidades de excedencia
dadas, donde cada nivel de daño está referido con una deformación lateral tolerable.

Un paso más adelante en esta dirección tiene que ver con el establecimiento de criterios de
diseño sísmico basados en confiabilidad, como el que se plantea en este trabajo o en los
trabajos de Esteva y col (1989, 2000a, 2000b, 2002), donde se consideran las variables más
importantes que tienen que ver con el desempeño estructural. Estas variables tienen que ver
con las características estructurales, con las peculiaridades del movimiento del terreno y
con la frecuencia de ocurrencia de movimientos de diversas intensidades. Dichas variables
son consideradas como aleatorias y los valores que toman son similares a los que se
encuentran en estructuras reales construidas. Con base en lo anterior, un posible
planteamiento consiste en que el nivel de confiabilidad esté especificado por la tasa de falla
media anual ν F , o por la probabilidad de falla para un periodo de tiempo dado p( t ) . Sin
embargo, de manera práctica se prefiere a ν F , ya que para calcular este indicador se
necesita la función de confiabilidad y la función de peligro sísmico, mientras que p( t )
requiere además de la distribución de los tiempos de arribo de las intensidades sísmicas.

Aunque lo siguiente requiere de estudio, una factible aplicación puede consistir en que el
comité encargado de proyectar las normas de diseño especifique valores de intensidades de
diseño y * , para periodos de recurrencia dados, e índices de confiabilidad β * , de manera que
las estructuras diseñadas satisfagan un valor tolerable de tasa de falla ν *F . Una alternativa
práctica, en la que le diseñador no tenga que efectuar análisis dinámicos de respuesta paso a
paso consiste en que el comité redactor de las normas de diseño proporcionen parámetros
estadísticos (medias y coeficientes de variación) que liguen la respuesta de sistemas
estructurales complejos con la respuesta de sistemas simplificados de referencia; así como
parámetros estadísticos que permitan incorporar las incertidumbre en la capacidad de
deformación del edificio. Lo que se plantea es que el diseñador estime el índice de
confiabilidad de su estructura diseñada a partir de factores adecuados, propios de las
características del edificio y del movimiento sísmico en el sitio. En esta alternativa, el
sistema simplificado de referencia permite relacionar la respuesta del sistema con la que
resulta de un espectro de diseño o espectro asociado a un periodo de recurrencia dado. El

110
procedimiento de diseño partiría de un diseño preliminar, y a partir de dicho diseño se
evalúan los parámetros que caracterizan al sistema de referencia, para esto se somete a la
estructura a un análisis de empuje lateral (pushover). Se seleccionan los parámetros
estadísticos adecuados que caracterizan la respuesta y capacidad del sistema, y se calcula el
valor de β para la estructura. Si este valor es mayor que β * el diseño se acepta, en caso
contrario la estructura se diseña para otro valor de y * .

Una alternativa más rigurosa, factible para estructuras importantes, consiste en la aplicación
directa del método de confiabilidad propuesto. En este planteamiento el diseñador debe
contar previamente con historias de aceleraciones sísmicas reales o simuladas del sitio y
con funciones de amenaza sísmica. A partir de un diseño estructural convencional se
simulan estructuras a fin de incorporar las incertidumbres en sus propiedades. Se aplica un
procedimiento similar al del capítulo 4 y se obtiene la función de confiabilidad. La tasa de
falla de la estructura se calcula a partir de la ec 4.9. Si ν F ≤ ν *F entonces el diseño se acepta,
en caso contrario la estructura se diseña para otro valor de y * . Un procedimiento de diseño
basado en tasas medias de falla ha sido propuesto por Cornell y col. (2001) para ser
aplicado en Estados Unidos a diseños de estructuras de acero y plataformas marinas. En el
trabajo de Esteva y col. (2002) se discute la posible aplicación de alternativas de diseño
afines.

Por otra parte, la aplicación del método de confiabilidad propuesto puede servir como
referencia al grupo encargado de proyectar las normas para obtener estimaciones de los
niveles de seguridad relativos de estructuras diseñadas, y con base en ello mejorar la toma
de decisiones basada en la intuición que acompaña a toda norma de diseño.

El principal objetivo de todo trabajo de ingeniería sísmica es lograr que las estructuras
tengan un óptimo desempeño durante las historias sísmicas a las que puede ser sometida
durante su ciclo de vida. Aquí, cuando se habla de desempeño óptimo se hace referencia al
comportamiento esperado de la estructura durante sismos de intensidades dadas. En este
trabajo se ha dado un pequeño paso para lograr este objetivo; sin embargo, es necesario
calibrar algoritmos y proponer alternativas prácticas para alcanzar dicho objetivo de manera

111
satisfactoria. En lo que sigue se mencionan algunos tópicos que merecen tratarse y
discutirse en futuros trabajos.

1. Explorar y calibrar alternativas de diseño que puedan emplearse de manera práctica


en futuras revisiones de normas de diseño. Estas alternativas de diseño deben
conducir a estructuras con niveles de probabilidades de falla aceptables
especificadas en términos probabilidades de falla para intensidades asociadas con
periodos de recurrencia especificados, para tasas de falla o para probabilidades de
falla para lapsos de tiempo dados.

2. Establecer relaciones entre las estimaciones de respuesta obtenidas de modelos


matemáticos y las que provienen de mediciones de respuesta en estructuras
construidas. Estas relaciones son importantes porque permitirán incorporar el error
en los modelos matemáticos de estimaciones de respuesta, así como la influencia de
otras variables que no se consideran en el análisis y que pueden afectar la respuesta.
Dichas relaciones deben especificarse al menos en términos de los primeros
momentos estadísticos.

3. Incorporar a los modelos matemáticos de estimaciones de respuesta, otras fuentes de


incertidumbre que pueden afectar el desempeño de las estructuras. Entre estas
variables podemos citar principalmente la contribución a la rigidez y a la resistencia
de los elementos no estructurales, como pueden ser muros no estructurales,
barandales e instalaciones. También es necesario incorporar al análisis de
confiabilidad métodos de análisis dinámico no lineal que modelen a la estructura
tridimensionalmente a fin de tomar en cuenta otros efectos que tienen que ver con el
desempeño estructural.

4. Mejorar los modelos matemáticos que caracterizan al movimiento del terreno


durante sismos. Estos modelos deben caracterizar de manera más acertada las
características evolutivas del movimiento. Entre estas características están las
asociadas con el contenido de frecuencias y con la varianza instantánea de la

112
aceleración. Además, estas características deben estar referidas a cada fuente
sísmica que contribuye a la amenaza sísmica en el sitio.

5. Mejorar los modelos de las relaciones constitutivas que caracterizan el


comportamiento ante carga cíclica de los diferentes elementos estructurales. Estos
modelos deben mejorarse a la luz de las pruebas experimentales de dichos
elementos; así como de registros de respuestas de modelos en mesa vibradora y
sistemas reales durante temblores intensos. Este punto es importante ya que la
capacidad de predecir respuestas estructurales depende significativamente de estos
modelos.

113
REFERENCIAS
1. Alamilla J. (1997) “Simulación de temblores en el valle de México mediante
procesos estocásticos modulados en amplitud y frecuencia”, Tesis presentada en la
DEPFI, UNAM, como requisito para obtener el grado de Maestro en Ingeniería.

2. Alamilla J., Esteva L., García-Perez J., Diaz-Lopez O. (2001a) “Evolutionary


properties of stochastic models of earthquake accelerograms: Their dependence on
magnitude and distance”, Journal of Seismology 5: 1-21.

3. Alamilla J., Esteva L., García-Perez J., Diaz-Lopez O. (2001b) “Simulating


earthquake ground motion at a site, for given intensity and uncertain source
location”, aceptado para su publicación en Journal of Seismology.

4. Arias A. (1971) “A measure of earthquake intensity”, Seismic Design for Nuclear


Plants, editor Robert J. Hansen, Inglaterra, 438-483.

5. Bazurro P. y Cornell A. C. (1994) “Seismic hazard analysis of nonlinear structures,


I: Methodology”, Journal of Structural Engineering, Vol 120, No. 11, Noviembre,
3320-3344.

6. Benjamin J. R. y Cornell C. A. (1970) “Probability, statistics, and decision for civil


engineers, Mcgraw-Hill Company, New York.

7. Campos-Arias D. y Esteva L. (1997) “ Modelo de comportamiento histerético y de


daño para vigas de concreto reforzado”, Memoria del XI Congreso Nacional de
Ingeniería Sísmica, Veracruz, Ver. México. Vol. 1. 567-573.

8. Collins K. R., Wen y. K., Foutch D.A. (1996) “An alternative sesimic design
procedeure for standard buildings”, 11th World Conference on Earthquake
Enginnering. Acapulco, México.

9. Cornell A. C. (1969) “A probability-based structural code”, ACI Journal, Title No.


66-85, Diciembre.

10. Cornell A. C., Vamvatsikos D., Jalayer F. and Luco N. (2000) “Seismic reliability
of steel frames”, Procc. IFIP WG7.5 Conference, Ann Arbor, MI.

11. Clough R., Penzien J. (1975) “Dynamics of structures”, McGraw Hill, New York.

12. Departamento del Distrito Federal (1998) “Reglamento de Construcciones para el


Distrito Federal”, Diario Oficial de la Federación, agosto 2.

13. Departamento del Distrito Federal (1993) “Normas Técnicas Complementarias para
Diseño por Sismo”, Gaceta Oficial del Distrito Federal, febrero 27.

114
14. Departamento del Distrito Federal (1996) “Normas Técnicas Complementarias para
el Diseño y Construcción de Estructuras de Concreto”, Gaceta Oficial del Distrito
Federal, marzo 27.

15. Díaz O, García-Pérez J, Esteva L, Singh S. K. (1999) “ Accounting for source


location errors in the bayesian analysis of seismicity and seismic hazard”, Journal of
Seismology, 3, 153-166.

16. Esteva L. (1969) “Seismicity prediction: a bayesian approach”, Congreso mundial


de ingeniería sísmica, Santiago, Chile, A-1, 172-184.

17. Esteva L. (1970) “Consideraciones prácticas en la estimación bayesiana de riesgo


sísmico”, Serie azul del Instituto de Ingeniería, No. 248.

18. Esteva L., Villaverde R. (1973) “Seismic risk, design spectra and structural
reliability”, Proc. Fifth World Conference on Earthquake Engineering, Roma, Italia,
2586-2597.

19. Esteva L. (1976) “Seismicity”, Cap. 6 del libro: Seismic Risk and Engineering
Decisions, Editado por C. Lomnitz y E. Ronseblueth, Elsevier, 179-224.

20. Esteva L. y Ruiz S. (1989) “Seismic failure rates of multistory frames”, Journal of
Structural Engineering (ASCE). Vol. 115, No. 2, Febrero, 268-284.

21. Esteva L. (1995) “Towards consist reliability structural design for earthquakes”,
Reliability and optimization of structural systems, Editado por R. Rackwitz, G.
Augusti y A. Borri, Chapman & Hall, Londres.

22. Esteva L., Mendoza E., Díaz O. y Alamilla J. (1997) “Metodología y bases para
diseño sísmico para niveles de confiabilidad especificados”, Informe interno
elaborado para el Departamento del Distrito Federal, proyecto 7547, Instituto de
Ingeniería, Universidad Nacional Autónoma de México, octubre.

23. Esteva L., Díaz-López O, Méndez O, Pérez D, Alamilla J. (1999) “Confiabilidad de


sistemas estructurales ante sismos”, Informe de investigación elaborado para
CONACYT, proyecto 3663PA, Instituto de Ingeniería, Universidad Nacional
Autónoma de México, junio.

24. Esteva L., Díaz-López O, García-Pérez J. Pérez-Gómez D. (2000a) “Seismic


reliability of structural systems: a model based on the reduction of stiffness and
deformation capacity”, IFIP, Working conference on realibility and optimization of
structural systems, Annarbor, Michigan, Estados Unidos.

25. Esteva L., Díaz-López O., Mendoza E. (2000b) “Reliability indexes in earthquake
resistant design of muti-story frame buildings”, 12th World Conference on
Earthquake Enginnering, No 1662.

115
26. Esteva L. y Heredia-Zavoni E. (2000) “Health monitoring and optimun maintenance
programs for structures in seismic zones”, 3rd. International Workshop of Structural
Control, IASC, París, Junio.

27. Esteva L. (2001) “Diseño sísmico basado en desempeño: tendencias y retos”,


Revista de Ingeniería Sísmica, México DF, No. 63, 36-54

28. Esteva L., Díaz-López O., García-Pérez J. (2001) “Reliability functions for
earthquakes resistant design”, aceptado para su publicación en Journal of Reliability
Engineering and Safety, Especial issue.

29. Esteva L., Alamilla J. y Díaz-López O. (2002) “Failure models, significant variables
and reference systems in reliability-based seismic design of multistory buildings”,
Enviado para su publicación al Seventh U.S. National Conference on Earthquake
Engineering, Boston.

30. Grigoriu M., Ruiz S. E. y Rosenblueth E. (1988) “The México earthquake of


september 19, 1985- nonstationary models of seismic ground acceleration”,
Earthquake Spectra, Vol. 4, No.3, 551-568.

31. Hartzell S. H. (1978) “Earthquake aftershocks as Green’s functions, Geophys. Res.


Lett. 5, 1-4.

32. Heredia-Zavoni E., Zeballos A. y Esteva L. (2000) “ Theoretical models and


recorded response in the estimation of cumulative seismic damage on non-linear
structures”, Earthquake Enginnering and Structural Dynamics, 29: 1779-1796.

33. Housner G. W. (1952) “Spectrum intensities of strong-motion earthquakes”, Proc.


Symp. Earthq. And Blast Effects Structures, editores C. M Duke y M. Feigen, Los
Angeles: Universidad de California, 21-36.

34. Mander J. B., Priestley M. J. N. y Park R. (1988) “Theoretical stress-strain model


for confined concrete”, Journal of Structural Engineering (ASCE). Vol. 114, No. 8,
Agosto, 1804-1825.

35. McGuire R. K. (1995) “Probabilistic seismic hazard analysis and design


earthquakes: Closing the loop”, Bull. Seism. Soc. Am., 85, 5, 1275-1284.

36. Meli R. (1976) “Bases para los criterios de diseño estructural del proyecto del
reglamento de construcciones para el distrito federal”, Serie azul del Instituto de
Ingeniería, UNAM. No. 375, Junio, 136-157.

37. Meli R. y Mendoza C. J. (1991) “Reglas de verificación de calidad del concreto”,


Revista de Ingeniería LXI, México.

116
38. Méndez O. (2001) “Confiabilidad sísmica de estructuras considerando diferentes
criterios de capacidad de deformación estructural”, Tesis presentada en la DEPFI,
UNAM, como requisito para obtener el grado de Maestro en Ingeniería.

39. Mendoza C. J. (1984) “ Propiedades mecánicas de los concretos fabricados en el


Distrito Federal”, Tesis presentada en la DEPFI, UNAM, como requisito para
obtener el grado de Maestro en Ingeniería.

40. Mendoza C. J. (1991) “Evaluación de la resistencia del concreto en la estructura por


medio del ensaye de corazones”, Revista de Construcción y Tecnología, IMCYC,
Vol. III, No. 34, Marzo, 6-11.

41. Mirza S. A. y MacGregor J. G. (1979) “Variations in dimensions of reinforced


concrete members”, Journal of the Structural Division (ASCE), Vol. 105, No. ST4,
Abril, 751-766.

42. Mirza S. A. y MacGregor J. G. (1979) “Variability of mechanical properties of


reinforcing bars”, Journal of the Structural Division (ASCE), Vol. 105, No. ST5,
Mayo, 921-937.

43. Montes-Iturrizaga R., Heredia-Zavoni E. y Esteva L. (2001) “ Optimal maintenance


strategies for structures in seismic zones”, enviado para su publicación en
Earthquake Enginnering and Structural Dynamics.

44. Ordaz M., Singh S. K., Reinoso E., Lermo J., Espinosa J. M., Domínguez T. (1988)
“The Mexico Earthquake of september 19, 1985- estimation of response spectra in
the lake bed zone of the valley of Mexico”, Eartquake Spectra, Vol. 4, No. 4, 815-
834.

45. Ordaz M., Singh S. K., Arciniega A. (1994) “Bayesian attenuation regressions: an
application to Mexico City”, Geophys. J. Int., 117, 335-344.

46. Ordaz M., Arboleda J., Singh S. K. (1995) “A scheme of random summation of an
empirical Green’s function to estimate ground motions from future large
earthquakes”, Bull. Seism. Soc. Am. 85.

47. Paulay T. Y Priestley M. J. N. (1992) “Seismic Design of Reinforced Concrete and


Mansory Buildings”, John Wiley & Sons. Inc.

48. Pardo M. (1993) “Características sismotectónicas de la subducción de las placas de


Rivera y Cocos en el sur de México”, tesis doctoral para obtener el grado de doctor
en Geofísica, Instituto de Geofísica, Universidad Nacional Autónoma de México.

49. Peir J. and Cornell A. (1973) “Spatial and temporal variability of live loads”,
Journal of the Structural Division (ASCE), Vol. 99, No. ST5, Mayo, 903-922.

117
50. Powell G. H. (1973) “DRAIN 2D User’s Guide “ Earthquake Engineering Research
Center, University of California, Berkeley.

51. Reyes C. (1999) “ El estado limite de servicio en el diseño sísmico de edificios”,


Tesis presentada en la DEPFI, UNAM, como requisito para obtener el grado de
Doctor en Ingeniería.

52. Rodríguez M. y Botero J. C. (1996) “Aspectos del comportamiento sísmico de


estructuras de concreto reforzado considerando las propiedades mecánicas de aceros
de refuerzo producidos en México”, Serie azul del Instituto de Ingeniería, UNAM.
No. 575, Enero.

53. Rosenblueth E., y Esteva L. (1972) “Reliability basis for some mexican codes”,
ACI, Publicación SP-31.

54. Rosenblueth E. (1976) “Optimum design for Infrequent disturbances”, Journal of


Structural Division (ASCE), Vol. 102, No. ST9, Septiembre, 1807-1825.

55. Rosenblueth E. (1983) “Estimaciones bipuntuales en probabilidades”, Serie azul del


Instituto de Ingeniería, No 464, marzo.

56. Ruiz S. E. y Soriano A. (1997) “Design live loads for office buildings in Mexico
and the United States”, Journal of Structural Engineering, Vol. 123, No. 6, Junio.

57. Scott B. D., Park R. y Priestley M. J. N. (1982) “ Stress-strain behavior of concrete


confined by overlapping hoops at low and high strain rates” ACI Journal, No. 79-2,
enero-febrero.

58. Sewell T. y Cornell A. C. (1987) “Seismic hazard analysis based on limit-state


structural damage” Proc. 5th International Conference on Applications of Statistics
and Probability in Civil Engineering (ICASP 5), Vancouver, B.C.

59. Yeh C. H. y Wen Y. K. (1989) “Modeling of nonstationary earthquake ground


motion and biaxial and torsional response of inelastic structures”, Civil Engineering
Studies, Structural Research Series Report No. 546, Universidad de Illinois.

118
APÉNDICE A

Simulación de variables aleatorias correlacionadas a partir de distribuciones de


probabilidad marginales
Se desarrolla un método para obtener simulaciones de variables aleatorias correlacionadas, cuyas
funciones de distribución marginal pueden ser de cualquier tipo. Este método consiste en
transformar las distribuciones de probabilidad marginales de interés a distribuciones de
probabilidad normal estándar, por medio de una función adecuada. Las covarianzas entre las
variables de interés son transformadas a covarianzas equivalentes tipo normal estándar. Una vez
realizadas las transformaciones mencionadas, es posible obtener valores simulados empleando el
método de Monte Carlo para variables multivariadas gaussianas; posteriormente, estos valores
son transformados a las variables originales. En lo que sigue, se describe en forma detallada el
procedimiento anterior para obtener simulaciones de variables correlacionadas, asociadas a
cualquier distribución de probabilidad.

Sea un conjunto de n variables aleatorias, X1,X2,…,Xn, con funciones de distribución de


probabilidad FX1 ( x 1 ) , FX2 ( x 2 ) ,…, FX n ( x n ) , con covarianzas entre variables dadas por la

[ ] [ ]
ecuación cov X i , X j = ρ ij var[ X i ] var X j , donde ρ es el coeficiente de correlación y var[.]

es la varianza de la variable en cuestión.

1. Se considera que cada variable X i está relacionada en forma determínistica con una

variable aleatoria U i , mediante la ecuación Φ( u i ) = FX i ( x i ) . Se supone que U i está

caracterizada por una función de densidad de probabilidad normal estándar N(0,1), cuya
función de distribución acumulada es Φ[.].

2. Para cada variable X, se obtiene un conjunto de puntos (x , u )


i i
de la curva

u = Φ −1 (FX ( x ) ) .

3. Se aproxima la relación entre x y u por medio de la ecuación A.1. Los coeficientes α i ,


(i=1,2,3,4), se obtienen mediante un ajuste de mínimos cuadrados.

I
x = exp(α 1 + α 2 u i + α 3 u i2 + α 4 u 3i ) (A.1)

4. Se define z como ln(x ) − α 1 , de donde

z = α2u + α3u + α4u (A.2)

5. Se presenta la aproximación de Abramowitz para la función inversa u(z), incluyendo los


valores de los coeficientes α , como sigue

1 α 3 2 2α 32 − α 2 α 4 3
u≈ z− 3 z + z (A.3)
α2 α2 α 52

[ ]
6. Con el fin de estimar cov U i , U j , se supone que Û i = U i , de manera que para obtener

dicha covarianza se aplica el método de estimaciones bipuntuales desarrollado por


Rosenblueth (1983). Para el caso específico de dos variables aleatorias correlacionadas,
X1, X2, este método utiliza cuatro concentraciones de probabilidades P11 , P12 , P21 y P22 .
La posición de estas concentraciones sobre los ejes que caracterizan a cada variable se
muestran en la fig A, y están dadas por las siguientes expresiones

x k1 = ξ k1 σ k + X k (A.3.a)

x k2 = Xk − ξ k2σk (A.3.b)

γk
ξ k1 = + 1 + (γ k 2 ) y ξ k 2 = ξ k1 − γ k , el subíndice k denota a la variable en
2
donde
2
cuestión, X su valor medio, σ = var[]
· y γ es el coeficiente de asimetría. Las magnitudes
de las concentraciones de probabilidades se obtienen satisfaciendo el momento de orden cero
que siempre es igual a uno, y tres momentos de segundo orden dados por var[X i ] , var X j y [ ]
[ ]
cov X i X j . Así, las covarianzas entre las variables U están dadas por la siguiente ec.

II
[ ]
cov U i U j = ∑ ∑ G (x ik )G (x jl )Pkl
2 2
(A.4)
k =1 l =1

7. Dada la matriz de covarianzas para las Ui, se emplea el método de Monte Carlo para
simular valores de dichas variables. Estos valores simulados son transformados a la
variable asociada X i por medio de la relación A.1.

referencias
Rosenblueth E. (1983) “Estimaciones bipuntuales en probabilidades”, Serie Azul del Instituto de
Ingeniería, No. 464.

Abramowitz M., Stegun I.A. (1964) “Handbook of Mathematical Functions”, Applied


Mathematics Series.

xj
P21 P11
xj1

xj

xj2
P22 P12
xi2 xi xi1
xi

Fig A. Concentraciones de probabilidad para dos variables aleatorias simultaneas

III
APÉNDICE B

Estimación del coeficiente de correlación entre variables aleatorias con base en información
subjetiva sobre la variabilidad de su cociente
Sean las variables aleatorias positivas Yi, Yj, ambas con media Y , coeficiente de correlación, ρ .
Estás variables pueden representarse de la siguiente forma

Yi = X (B.1)

Yj = β X (B.2)

donde X es una variable aleatoria independiente con media X = Y , y coeficiente de variación,


Yj
VX. β = se supone con media unitaria y coeficiente de variación Vβ. De acuerdo con lo
Yi

anterior, las varianzas var[Yi] y var[Yj] de Yi y Yj, respectivamente, así como la covarianza entre
dichas variables, cov[Yi, Yj], están dadas por las siguientes ecuaciones

var[Yi ] = var[ X] (B.3)

var[Yj ] = β 2 X 2 (Vβ2 + VX2 + Vβ2 VX2 ) (B.4)

[ ]
cov Yi , Yj = β var[ X] (B.5)

de acuerdo con estas ecuaciones, el coeficiente de correlación se define como sigue

1
ρ= (B.6)
⎛ ⎞
1 + Vβ2 ⎜1 + 1 2 ⎟
⎝ VX ⎠

IV
La probabilidad de que β se encuentre entre los valores ε y 1/ε, con 0<ε<1, vale Pε. Esto equivale
a que la probabilidad de que U=ln β esté comprendida entre los valores u1=ln ε y u2=-ln ε sea
igual a Pε. La esperanza de U es igual a cero y su varianza, var[U], se determina de la condición
presentada en el renglón anterior. Dado var[U] es posible obtener Vβ a partir de la siguiente
ecuación que es una propiedad de la distribución lognormal

Vβ = exp[ var[ U] − 1]
2
(B.7)

Una vez obtenido Vβ y dado VX se obtiene el coeficiente de correlación ρ por medio de la ec.
B.6.

V
APÉNDICE C

Estimación del coeficiente de correlación entre una variable aleatoria Y y la función

aleatoria Z = X a partir de los primeros momentos estadísticos de sus distribuciones de


probabilidad marginales
Sean las variables Y y X, ambas con media Y y X , coeficiente de variación VY y VX ,
respectivamente, relacionadas de la siguiente forma

Y = βZ(X) (C.1)

donde Z(X) = X y β es una variable aleatoria independiente con media β , y coeficiente de

variación Vβ , dados por las siguientes relaciones

Y
β= (C.2)
Z

VY2 − VZ2
Vβ2 = (C.3)
1 + VZ2

Esta última ec es valida para VY2 > VZ2 . La media de Z se obtiene mediante una aproximación de
segundo orden en serie de Taylor alrededor de X y se define por medio de la siguiente ecuación

⎛ V2 ⎞
Z ≈ X ⎜1 − X ⎟ (C.4)
⎝ 8 ⎠

VI
La varianza de Z se calcula mediante una aproximación de primer orden por medio de la
siguiente expresión

XVX2
var[Z] ≈ (C.5)
4

4VX
por lo tanto VZ ≈ . De acuerdo con esta ec, la ec C.3 se calcula aproximadamente por
8 − VX2
medio de la relación

2 (
V 2 8 − VX2 − 16VX2
V ≈ Y
)
2

(C.6)
β
64 + VX4

De acuerdo con lo anterior el coeficiente de correlación ρ XY entre X y Y está dado por

VZ 4VX
ρ XY ≈ ≈
( )
(C.7)
VY VY 8 − VX2

Por otra parte, la ec C.1 no es válida cuando VY2 < VZ2 y por tanto, tampoco la ec C.3. En este
caso una posible solución al problema consiste en transformar la ec. C.1 en la siguiente

Z(X )
Y= (C.8)
γ

VII
donde Z ya ha sido definida en la ec. C.1, con propiedades estadísticas dadas por las ecs C.4 y
C.5. γ es variable aleatoria independiente con media γ , y coeficiente de variación Vγ , dados por

las siguientes ecuaciones

Z
γ= (C.9)
Y

16VX2 − VY2 (8 − VX2 ) 2


Vγ2 ≈ (C.10)
(1 + V )(8 − V )
2
Y
2 2
X

De acuerdo con la C.8 el coeficiente de correlación dado por la ec. C.7 adquiere la siguiente
forma

VY VY (8 − VX2 )
ρ XY ≈ ≈ (C.11)
VZ 4VX

VIII
APÉNDICE D

Estimación de respuestas sísmicas de sistemas no lineales de múltiples grados de


libertad por medio de sistemas simplificados equivalentes. (∗)
Considérese un sistema de múltiples grados de libertad con las siguientes propiedades:

M = matriz de masas
K = matriz de rigideces
Φ = configuración deformada en el análisis de empuje lateral; esta configuración se
considera igual a la configuración dominante durante la respuesta sísmica.
V = fuerza cortante en la base
u N = desplazamiento del extremo superior, relativo a la base

Vy , u Ny = fuerza cortante en la base y desplazamiento del extremo superior, ambos en el

instante en que ocurre la fluencia en la curva V − u N

De igual manera, las propiedades del sistema simplificado equivalente son las siguientes:

m = masa
k = rigidez lateral
u = desplazamiento relativo a la base
v = fuerza cortante
v y , u y = fuerza cortante y desplazamiento de fluencia

Además, ζ es la fracción del amortiguamiento crítico en ambos sistemas.

Supóngase ahora que la configuración del modelo detallado del sistema se mantiene igual
a Φ durante toda la historia de su respuesta sísmica a una aceleración de la base igual a
x 0 ( t ) .Bajo esta hipótesis, la ecuación del movimiento es la siguiente:

m 1 &u& N + 2ζpm1 + k 1 g(u N , u& N ) = −FP m 1 &x& 0 (D.1)

IX
En esta ecuación,
p = k 1 m1
k 1 = Φ T KΦ
m 1 = Φ T MΦ ,
Φ T MJ
FP =
m1

g(u N , u& N ) = función de respuesta no lineal

J es un vector formado por componentes iguales a la unidad. Además, se define la


variable r = Φ T KJ k 1 que se empleará en lo que sigue.

Para el sistema simplificado equivalente, la ecuación de movimiento es la siguiente:

m&u& + 2ζpmu& N + k 1 g(u, u& ) = −m&x& 0 (D.2)

De lo anterior se tiene que la fuerza cortante en la base del sistema cuando el


comportamiento del sistema se encuentra en el intervalo lineal está dada por
V = J T KΦu N = Φ T KJu N = rk 1 u N para un modelo detallado, y por v = ku para el sistema
equivalente.

De acuerdo con lo anterior, la relación entre las respuestas de ambos sistemas está dada
por u N = FP u . Para que las deformaciones de fluencia se alcancen simultáneamente en

ambos sistemas deberá tenerse u Ny = FP u y . En consecuencia, la relación entre las fuerzas

de cortante de fluencia será v N = kVy . Estas relaciones deben tenerse en cuenta al

seleccionar los valores de k y vy para el sistema simplificado. Para ello se tienen


distintas opciones. La más simple es hacer k = k 1 rFP , lo que conduce a v y = Vy .

X
Por otra parte, m deberá hacerse igual a m 1 rFP a fin de conservar el periodo natural . Otra
opción es tomar k = k 1 , lo que conduce a v y = Vy (rFP ) y m = m 1 . En estas

condiciones, si se aplica al modelo detallado la excitación FP x 0 , resultará que u N = u ,

u Ny = u y , y v y = Vy (rFP ) .

(∗) Apéndice transcrito del trabajo


Esteva L. (2001) “Diseño sísmico basado en desempeño: tendencias y retos”, Revista de
Ingeniería Sísmica, No. 63, 36-54.

XI

También podría gustarte