Homenaje LEVI STRAUSS PDF
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Guilhem Olivier*
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Hasta donde sé, el tema de las relaciones entre el Tezcatlipoca Rojo y el Tezca
tlipoca Negro no ha sido analizado de manera detallada. Se puede mencionar una
interesante representación en el Códice Borgia (1963:21), en la que ambas deidades
se enfrentan en una cancha de juego de pelota. Salvo el color comparten los mismos
atavíos.
Entre otros elementos, el historiador belga explica cómo en la veintena de pan
quetzaliztli se celebraba originalmente el nacimiento de Quetzalcóatl —nacimien
to que festejaban efectivamente los maya-yucatecos en la veintena equivalente de
yaxkín— y que los mexicas transformaron el sentido de la veintena para hacer de ella
la celebración del nacimiento de su deidad tutelar Huitzilopochtli.
En este aspecto, uno recuerda el comentario de Lévi-Strauss (1948:121) acerca
de los mitos de origen que recopiló entre los nambikwara donde la gemelidad ocupa
un lugar prominente: “Así la humanidad será la descendiente de una serie de casa-
mientos entre gemelos, cada uno dando nacimiento a una nueva pareja (Ainsi,
l’humanité entière serait la descendance d’une série de mariages entre jumeaux, cha
cun donnant naissance à un nouveau couple)”.
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Los totonacos actuales de la sierra de Puebla afirman que los gemelos protegen
a los pueblos, ya que son “la encarnación de dos Virgen María si son mujeres, de dos
Jesucristo si son varones, de María y del Cristo si son hombre y mujer” (Ichon, 1969:
151). Las cursivas son mías.
A diferencia de muchos mitos de Sudamérica donde el Sol es el hermano ma-
yor (Métraux, 1946:121).
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10 De hecho el nombre de cuate se sigue utilizando hoy en día para nombrar a
los gemelos en México (Santamaria 1959:321). Este fenómeno lingüístico había lla-
mado la atención en el siglo xviii del cronista Mariano Veytia (1944:I,136): “Los
mismos españoles han adoptado tanto esta voz en nuestros tiempos, castellanizán-
dola, que a los que nacen dos o más de un parto les llaman coates, y sólo por esta voz
entiende el común del vulgo, y de ningún modo por las de gemelo o mellizo, que
absolutamente no tienen uso en estos países”.
11 Resulta llamativo que en su diccionario analítico de la lengua náhuatl, Frances
Karttunen (1992:36) escriba: “There is no phonological contrast corresponding to
the two different uses of COA-TL. Possibly the reciprocal sense derives from some
belief about snake”. A finales del siglo xix, el viajero Frederick Starr (1900:22), des
pués de señalar que los nahuas de Tlaxcala llamaban cóatl a los gemelos, precisaba
que se les atribuía el poder de curar las picaduras de serpientes y de otros animales
ponzoñosos. Lévi-Strauss (1991:161) apunta que las mismas facultades caracterizan
a los gemelos en otras regiones del mundo.
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18 En Santiago Yancuictlapan (Puebla) se pide a los gemelos untar con su sali-
va y después morder “en varios puntos” la parte adolorida de los miembros provoca
do por la enfermedad llamada xoxa, que se manifiesta por calambres y una pereza
repentina. Signorini y Lupo (1989:164-165) relacionan esta capacidad con Xólotl,
dios perro patrón de los gemelos.
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19 Puede ser una coincidencia, pero ante el nacimiento de gemelos, los moun-
dang de C had se exclaman: “¿Acaso una mujer es un ratón para dar a luz a dos niños
al mismo tiempo?” (Adler, 1973:169).
20 Según nos contó don Santos Camilo Coronel Sánchez, los mixtecos de Santa
María Cuquila (Oaxaca) consideran que los gemelos “tienen que ver con la luna; los
gemelos tanto de hombres como de animales nacen cuando sus padres se juntan
cuando la luna toca la tierra, es decir, cuando pasa de luna menguante a luna crecien
te” (Conversación del 7/12/2008 en Santa María Cuquila. Agradezco a mi esposa, la
doctora Ethelia Ruiz Medrano, quien me presentó a don Camilo).
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Tenían también que la mujer que paría dos, lo cual en esta tierra es
muy común, que había de morir el padre o la madre, y el remedio que
el cruel demonio les daba era matar el uno de los mielgos, y que no
moriría el padre ni la madre. A los que ansí nacen dos de un vien
tre en esta tierra llámanlos cocoua, que quiere decir “culebras”,
porque dicen que la primera mujer que parió dos se llamaba couatl,
que quiere decir “culebra”, y de aquí es que dicen culebras a los miel-
23 Por ejemplo, entre los nahuas de la región de Tehuacán (Fagetti, 2003:40);
entre los pápagos de Arizona (Underhill, 1969:158) y entre los mohaves de California
(Devereux, 1941:577-578).
24 Por ejemplo, entre los pokomames de Chinautla (Nájera Coronado, 2000:
94-95).
25 Entre muchas referencias, véanse Códice Carolino (1966:46), Starr (1900:22),
Madsen (1960:166, 206), Nutini y Roberts (1993:89), Signorini y Lupo (1989:164-
165), Fagetti (1998:125) y los comentarios de López Austin (1980:I, 287).
26 Sahagún (1969:92-95); Códice Carolino (1966:48). Como lo explica López Aus
tin (1980:I, 287), “El embarazo doble debió de haberse considerado como una nece-
saria partición del tonalli entre los hermanos; al quedar menguado, hacía ávidos de
calor no sólo a los gemelos, sino a los miembros de su familia”. Sin embargo, Signorini
y Lupo (1989:164) afirman que los nahuas de la Sierra de Puebla consideran “muy
caliente” la saliva de los gemelos.
27 Por ejemplo entre los mayas de Yucatán (Redfield y Villa Rojas, 1934:183) y
entre los mohaves de California (Devereux, 1941:579).
28 Otros ejemplos sudamericanos de aversión hacia los gemelos —que puede
llegar hasta el asesinato de uno de ellos— se encuentran entre los tukanos (Reichel
Domatov, 1973:270), los arawetes (Viveiros de Castro, 1992:360, nota 4), los achuars
(Taylor, 1993:659) y los bororos (Crocker, 1985:49). Sin embargo, otros pueblos ame
rindios como los squamish y lummis asocian el nacimiento de gemelos con la fertili
dad y la prosperidad (Lévi-Strauss, 1991:164-165). También se considera a los gemelos
como benéficos entre los totonacos (Ichon, 1969:151).
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Como bien lo señala López Austin (1980:I, 287), los datos pre-
sentes en las fuentes antiguas acerca de los gemelos indican que no
siempre se procedía de manera tan violenta respecto a ellos. Sea
como fuere, conviene regresar sobre las conclusiones del estudio com
parativo de Lévi-Strauss (1991:302, 304) en cuanto al tema de la ge-
melidad en ambos lados del Atlántico:
29 Esta combinación del tiempo cíclico con el tiempo lineal ha sido analizada
entre los mayas por Nancy Farris (1985).
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