Secreto Bíblico, Las Dos Creaciones.

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ENIGMAS

SECRETOS y
MISTERIOS DE LA BIBLIA:
LAS DOS CREACIONES.

“Devela mis ojos para que pueda percibir los enigmas de Tu Toráh”.
(Salmos 119: 18).
“He aquí que días vendrán, dice Adonai Elohim y enviaré hambre sobre la
tierra. Más no será hambre por falta de pan, ni tampoco habrá sed por
falta de agua; sino que será para comprender las palabras de Adonai”.
(Hamós 8: 11).
“Ciertamente así es Mi palabra como el fuego, dice Adonai y cual martillo
que hace añicos la roca”. (Jeremías 23: 29).
“Así como por el golpe del martillo sobre la roca, salen varias chispas del
mismo lugar, así un solo versículo, puede ser interpretado en formas
distintas”. (T. B. Sanhedrín 34: A).

Las anteriores citas bíblicas fueron tomadas del Libro de Génesis del Rabino Marcos Edery, Editorial
Sinai, segunda edición 5754-1994.

1
ANÁLISIS AL TEXTO DE GÉNESIS 1: 26-31 y
GÉNESIS 2: 7-9 y 2: 15-25

LA CREACIÓN DE DIOS Y LAS DIFERENTES POSICIONES

La gran incógnita, que a través de los tiempos se nos presenta y que para
los cristianos es inconcebible, es aceptar que hubo otra creación antes de
Adán y Eva.

Los vestigios científicos que se han hallado, demuestran fehacientemente,


que -necesariamente- en nuestra tierra hubo espacio para que se plantara
otra especie humana, diferente a la que la Biblia nos expone.

Los escépticos continúan afirmando, que para que Caín encontrara una
esposa, tuvo que haber otra “creación” de personas en la tierra, que no
fueran descendientes de Adán y Eva. Para muchos, esta pregunta es un
obstáculo enorme para aceptar el relato de la creación de Génesis y su
registro de solamente un hombre y una mujer al principio de la historia.

Recordemos que la descendencia de Caín, sólo existió, hasta la séptima


generación y nunca más se volvió a hablar de ella.

Los defensores del evangelio deben ser capaces de demostrar que todos los
seres humanos son descendientes de un hombre y una mujer, debido a que
solo los descendientes de Adán y Eva pueden ser salvos. (?)

Podemos inclinarnos a pensar, que Adán y Eva, no fueron realmente las


primeras personas creadas, sino, los primeros en tener “entendimiento” y
“comunicación oral” con Dios.

En la Santa biblia, la tierra con que Dios creó al hombre formaba parte de la
naturaleza, que por cierto, Dios ya había creado previamente, es decir, con
el tiempo, el proceso evolutivo de la naturaleza –ordenado por la voz de
Dios- hizo surgir a una nueva especie del polvo de la tierra: El hombre.

2
Como Dios lo había planeado, desde el principio de la creación.
El árbol genealógico del género humano, pareciera que va desapareciendo
a medida que nos remontamos hacia el origen.

Así las cosas, la mayor pregunta que uno puede hacerse, es quién estuvo en
la copa del árbol, quién fue el primer humano.

Inobjetablemente, La Sagrada Biblia nos presenta DOS RELATOS diferentes


y mutuamente contradictorios de la Creación.

Un equipo internacional de arqueólogos, cree haber encontrado en África


lo más parecido a esa persona, que descifraría el misterio de la primera
formación humana: El miembro del género Homo más viejo hallado hasta la
fecha. El 29 de enero de 2013, Chalachew Seyoum, un etíope que estudia en
la Universidad Estatal de Arizona, descubrió un oscuro diente sobresaliendo
de la tierra y pronto encontró más restos fósiles. “Me quedé pasmado al
hallar una mandíbula en sedimentos de hace 3.2 millones de años”, explicó
a la prensa internacional.

Los restos encontrados en Ledi-Geraru, en Etiopía, consisten en la mitad


izquierda de la mandíbula inferior con cinco dientes.

Pareciera que se remonta a mayor antigüedad que el Australopithecus


Afarensis, más conocido como LUCY, que vivía en el este de África hace tres
millones de años. Este nuevo género de homínidos comenzó a manejar
herramientas y a caminar erguido.

El hombre de Java (Homo erectus erectus), fue el primer representante


de Homo erectus en ser descubierto.

Fue encontrado originalmente en Java por el científico Eugéne Dubois quien


lo nombró Pithecanthropus erectus. La palabra Pithecanthropus deriva de
raíces griegas y significan ‘hombre mono’. Dubois encontró los restos en
Trinil en la Isla de Java en 1891.

El hallazgo consistió en la tapa de un cráneo.

3
Un año después fueron descubiertos un fémur y dos muelas a dieciséis
metros de donde se encontró la tapa de la calavera. Dubois consideró que
todas las piezas provenían del mismo individuo y las fechó con una
antigüedad de medio millón de años.

Además, calculó la capacidad craneana en 855 cm³.

El hombre de Java poseía la porción del cerebro que controla el lenguaje,


aunque se ignora si efectivamente hablaba. El cerebro del hombre de Java
era mucho más grande y con un mayor número de circunvoluciones que el
de cualquiera de los monos primitivos y tenía más características humanas
que simiescas.

4
El hombre de Java adulto medía alrededor de 1.70 metros, pesaba cerca de
70 kilogramos y caminaba en posición erecta. Se desplazaba en pequeños
grupos familiares, vivía en cavernas y cazaba en los bosques.

Nuevos métodos de datación sugieren que el Homo erectus de Java es muy


anterior a lo previamente establecido, contando con unos 1.8 millones de
años de antigüedad.

He traído a colación referencias de tres de los fósiles descubiertos, de los


muchos que los científicos han encontrado con el pasar de los años.

Recordemos que todos aseguran, por esos hallazgos, que estas primeras
“razas de seres humanos”, no poseían inteligencia para razonar y hablar y
obraban por instinto, lo que los diferencia suficientemente de la creación
bíblica de Adán y Eva, que eran seres parlantes e inteligentes.

Busquemos en las Sagradas Escrituras la realidad de la creación del hombre.

¿Quién tiene la razón: Los científicos que han descubierto evidencias claras,
de la existencia de seres, totalmente diferentes al relato bíblico en Génesis
o los cristianos que se acogen a lo establecido en las Sagradas Escrituras?
¿Debemos aceptar que hubo otra primera creación de hombres y de la cual
La Biblia no habla con claridad o lo hace superficialmente?

¿O por el contrario, debemos rechazar todo aquello que –aparentemente-


va en contravía de lo expuesto por los escritores bíblicos sobre la creación?
¿Cuál es realmente la verdad, aceptamos una y rechazamos la otra? ¿O las
dos, son valederas y se compaginan históricamente?
En noviembre de 1859 un naturalista inglés llamado Charles Darwin publicó
el tratado On the Origin of Species by Means of Natural Selection, or the
Preservation of Favou-red Races in the Struggle for Life.
Resumiendo cerca de treinta años de investigación, el libro añadía, a los
conceptos previos sobre la evolución natural, la idea de una selección
natural como consecuencia de la lucha de todas las especies -tanto de
plantas como de animales- por la existencia.

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El mundo cristiano ya se había llevado un golpe severo, cuando, desde 1788
en adelante, destacados geólogos comenzaron a expresar su creencia de
que la Tierra tenía una gran antigüedad, mucho mayor que la de los más o
menos 5.500 años del calendario hebreo. Pero lo explosivo del caso no fue
el concepto de evolución como tal; estudiosos anteriores ya habían
observado este proceso, y los eruditos griegos del siglo IV a.C. ya habían
recopilado datos sobre la evolución de la vida animal y vegetal.

“Muchos doctores de la Ley Judía trataron de conciliar la fecha de la era


hebrea con los últimos descubrimientos científicos, los cuales revelan
basándose en el reloj de uranio o sea en la desintegración de las sustancias
radiactivas de las rocas, que la tierra tiene aproximadamente unos cuatro
(4) mil millones de años. Sus esfuerzos resultaron inútiles. Por consiguiente,
para concertar la Escritura Sagrada con la ciencia, tenemos que admitir que
un día de la creación no equivale a un día ordinario, sino a un largo periodo
de tiempo, según lo describe el Rey David en el Salmo XC: “Pues mil años en
tus ojos son como día de ayer que se fue y como una de las vigilias de la
noche”. Con todo, los Judíos religiosos se atienen a la fe en las Escrituras
Sagradas y cuentan los años a partir de los datos bíblicos”.
(Libro de la Toráh, por Rabbi Meir Matzaliah Melamed, Página 9).
El terrible bombazo de Darwin consistió en la conclusión de que todos los
seres vivos -incluido el Hombre- eran producto de la evolución.
El Hombre, en contra de la creencia sostenida hasta entonces, no había
sido generado espontáneamente.
La reacción inicial de la Iglesia fue violenta.
Pero, a medida que los hechos científicos concernientes a la verdadera
edad de la Tierra, la evolución, la genética y otros estudios biológicos y
antropológicos salían a la luz, las críticas de la Iglesia iban enmudeciendo.
Parecía que, al final, las mismísimas palabras del Antiguo Testamento
hacían indefendible el relato del Antiguo Testamento; pues, ¿cómo iba a
decir un Dios, que no tiene cuerpo y que está universalmente sólo?:
«Hagamos al Hombre a nuestra imagen, como semejanza nuestra» (?)

6
Maimónides, en su obra “Guía de los perplejos o Guía de los descarriados”,
distingue dos conceptos: TSÉLEM (FORMA) y DEMUT (SEMEJANZA), de
TÓAR (ASPECTO) y TAVNIT (CONFIGURACIÓN).
Tóar y Tavnit expresan la figura material, mientras que Tsélem y Demut la
forma espiritual. Por lo tanto no es posible elevarse a Dios por medio de la
materia, pero si por el Espíritu.
Pero, realmente, ¿no somos más que «simios desnudos»? ¿Es que el mono
no está más allá de la distancia de un brazo, evolutivamente hablando? ¿Es
que la musaraña arborícola es un ser humano que aún no se pone de pie ni
ha perdido la cola, “pero próximamente lo hará”?
Los científicos modernos van a tener que cuestionarse las teorías simples.
La evolución puede explicar el curso general de los acontecimientos que
han hecho que la vida y las formas de vida se desarrollen en la Tierra, desde
la más simple criatura unicelular hasta el Hombre.

“Pero la evolución no puede dar cuenta clara de la aparición del Homo


sapiens, que tuvo lugar de la noche a la mañana, en los términos de
millones de años que la evolución requiere, y sin ninguna evidencia de
estadios previos que pudieran indicar un cambio gradual desde el Homo
erectus”.

Podríamos aceptar, que el homínido del género Homo es un producto de la


evolución.

Pero el Homo sapiens es el producto de un acontecimiento repentino y


revolucionario. Apareció –inexplicablemente- hace unos 300.000 años,
según los cálculos científicos al analizar los restos encontrados.

Los expertos no tienen explicación para esto.

Los textos sumerios y babilonios hablan de una creación inteligente por las
manos de los “antiguos dioses”.

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El Antiguo Testamento, nos ofrece la visión bíblica de esta creación que
tiene la capacidad de comunicarse y por ende ejercer su inteligencia en los
cambios y adaptaciones de todos los elementos en la tierra.

El Homo sapiens -el Hombre moderno- fue creado por la mano de DIOS.

El Apóstol Pablo en el libro de Romanos 5:14 asegura: “No obstante, reinó


la muerte desde Adán hasta Moisés, aún en los que no pecaron a la manera
de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir”.

Está certificando que Adán es copia exacta de Jesucristo. Fue diseñado por
Dios de un modelo: ¿Cuál fue ese modelo? El que había de venir. Esto es
una gran revelación. ¿Quién era éste que había de venir? ¡Era Jesús! El
mismo ser, imagen, semejanza de Jesús, estaba con Dios en su pensamiento
creativo antes de que el mundo existiese.

¡Por lo tanto la primera creación cavernícola no era la de Adán!

8
DESCIFRANDO EL MISTERIO A TRAVÉS DE LA BIBLIA

DOS CREACIONES PUESTAS EN LA TIERRA

Si establecemos como cierto, que Dios creó (Hizo), una primera generación
de seres humanos, permitiendo que funcionasen con libre albedrío y que
trataran de evolucionar y actuar sin su presencia y sin sus normas, debemos
entonces, descifrar la evidencia que en la Biblia se halla y que repercutiría
en lo que hasta ahora, hemos entendido.

Porque de esa primera, no existen evidencias de un desarrollo inteligente.


De la segunda creación y hasta el día de hoy reconocemos su extraordinaria
inteligencia y capacidad de transformar la naturaleza, su entorno y la vida
misma. Usted y yo descendemos de ella.

Pero ningún mono se acerca a esta Creación Divina. ¡JAMÁS!

9
Lamentablemente, las traducciones de la Biblia, han adolecido de un
lenguaje acorde a los tiempos originales y sus textos han sido modificados
en algunos casos o excluidos en otros.

La más antigua e ilustre de las traducciones bíblicas, LA SEPTUAGINTA en


griego, tuvo su raíz en Egipto durante el reinado del monarca Ptolomeo II
Filadelfo (284-246 a.C.), casi tres siglos antes de la E.C.

Dice la leyenda que 72 sabios judíos enviados por el Sumo Sacerdote de


Jerusalén, trabajaron por separado en la traducción de los textos sagrados
del pueblo judío. La comparación del trabajo de todos, quienes estuvieron
aislados y sin contacto entre ellos, reveló que los sabios habían coincidido
de forma milagrosa en cada una de las traducciones individuales.

Se la conoce como la Biblia de los Setenta.

Cuatro siglos más tarde, la segunda traducción bíblica, la de ONKLÓS, fue


redactada en idioma arameo, lengua que los judíos hablaba en la época de
la destrucción del segundo templo.

Los masoretas eran Rabinos y Escribas estudiosos entre los siglos VII y XI y
fueron quienes escribieron EL TEXTO MASORÉTICO, compilando la tradición
y los hechos relativos a la Toráh, con la responsabilidad de hacer copias
fidedignas de las Escrituras Sagradas.

El CÓDEX DE ALEPPO del siglo X, es la versión conocida más antigua del


texto masorético de la Biblia Hebrea. Desafortunadamente una parte de él
se quemó en 1947. EL CÓDEX LENINGRADENSE que data del año 1008, es la
versión masorética completa, más antigua que se conserva actualmente.

La primera versión al español de la TORÁH, fue la HUMASH HA-MERCAZ del


Rabino Meir Matzaliah Melamed en 1970, editada por el Centro Sefaradí.

La ESCRITURA SANTA, más conocida como LA PESHITA, traducida al español


directamente del arameo galileo, por el doctor José Luis Hernández en 1992
contiene el mensaje original en toda su pureza.

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Traducida después de su muerte acaecida el 2 de junio de 1988, como un
póstumo homenaje a quien se demoró 60 años en traducirla a nuestra
lengua. El Arameo-Galileo fue el idioma que hablaron Los Patriarcas, Los
Profetas y Nuestro Señor Jesucristo (ISHUMSHIJA).

“Otras versiones, han tropezado con las dificultades inherentes a la


naturaleza de este famoso libro. Escrito en una época muy antigua,
presenta arcaísmos en sus textos, a veces tan oscuros que han dado margen
a interpretaciones erróneas y terribles y más de una vez provocaron serias
controversias. El idioma hebreo, como todas las demás lenguas, sufrió en el
transcurso de los siglos, modificaciones semánticas, de tal forma que al
traducir ciertos pasajes, resultarían incoherentes con relación al significado
de la época en que se redactó definitivamente el libro”. (Prefacio Humash).

Según la tradición judía, el profeta MOISÉS explicó la Toráh en setenta


idiomas “para que las naciones del mundo pudieran copiarla”, puesto que
además de los hebreos, todos deben conocer la verdad sobre el contenido
de la Ley de Moisés y su moral elevada.

De allí, que necesariamente debemos acudir a consultar los textos y las


traducciones antiguas, buscando con ello, acercarnos más a la verdad que
está impetrada en la Toráh, sin menospreciar –ni mucho menos- la versión
de la Santa Biblia Reina Valera o de la Vulgata Latina u otras derivadas de
estas.

La Mishná o tratado de los padres dice: “Busca y revisa en la Toráh, ya que


absolutamente todo está en ella. La Toráh es la semilla del mundo”.

11
20 DIFERENCIAS A TRAVES DE LOS TEXTOS DE GÉNESIS

NOTA: Me he permitido extractar de 16 diferentes traducciones de la Biblia,


que hacen parte de mi biblioteca personal, este pasaje, únicamente para
mostrar a mis lectores que tenemos material suficiente para confrontar y
revisar A CONCIENCIA e inequívocamente, la posición de los tratadistas y
traductores, buscando seleccionar el que nos pueda indicar la realidad de la
Palabra a través de los tiempos y la más acertada. Obviamente reflejaremos
nuestra propia deducción, gracias a la revelación que Dios nos dio.

DIFERENCIA # 1: GÉNESIS 1: 27.


PRIMERA CREACIÓN: Creó al género humano. Varón y hembra. Los llamó
Seres Humanos.
Génesis 1:27: “Por lo tanto ALAHJA creó a los humanos a imagen suya.
Macho y Hembra los creó”. (LA PESHITA de José Luis Hernández).
Génesis 1:27: “Creó, pues, Dios al género humano, conforme a Su Imagen, a
Imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”. (LA PESHITA EN ESPAÑOL
de Broadman & Holman Publishing Group).
Génesis 1:27: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó,
varón y hembra los creó”. (HUMASH HA-MERCAZ. Libro de la Toráh).
Génesis 1:27: “Creó ELOKIM al hombre a Su Imagen, a Imagen de ELOKIM lo
creó, varón y mujer los creó”. (TORAT EMET del Rabino Reuven Sigal).
Génesis 1:27: “Y Dios creó al hombre a su Imagen, a Imagen de Dios lo creó:
Varón y hembra los creó”. (LA VOZ DE LA TORAH del Rabino E. Munk. Z.L.).
Génesis 1:27: “Así Dios creó al hombre a Su Imagen, en la Imagen de Dios lo
creó; hombre y mujer los creó”. (LA TORÁ del Rabino Daniel Ben Itzjak).
Génesis 1:27: “Creó Elohim al ser humano a Su Imagen, a la Imagen de
Elohim le creó: Macho y hembra Él los creó”. (LA TORÁH de Marcos Edery).
Génesis 1:27: “Creó Dios al hombre a Su Imagen; a Imagen de Dios lo creó;
masculino y femenino los creó”. (MEAM LO´EZ del Rabbi Yaacob Culi).
Génesis 1:27: “Creó, pues, Dios al hombre, a Su Imagen; a Imagen de Dios lo
creó; hombre y mujer los creó”. (TORÁ: LOS CINCO LIBROS DE MOISÉS de L.
B. Publishing Co.).

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Génesis 1:27: “Y creó Dios al hombre a Su Imagen, a Imagen de Dios lo creó:
varón y hembra los creó”. (LA BIBLIA, versión castellana de León Dujovne).
Génesis 1:27: “Y creó Dios al hombre a Su Propia Imagen. A la Imagen de
Dios lo creó. Los creó macho y hembra”. (LA BIBLIA, versión castellana de
Moisés Katznelson de Editorial Árbol de la Vida).
Génesis 1:27: “E hizo Dios al hombre, según imagen de Dios hízole; macho y
hembra hízoles”. (LA SEPTUAGINTA de Guillermo Junemann B.).
Génesis 1:27: “Y creó Dios al hombre a Su Imagen, a Imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó”. (SANTA BIBLIA de Reina y Valera revisión 1960).
Génesis 1:27: “Y crió Dios al hombre a su Imagen: a imagen de Dios lo crió:
Macho y hembra los crió”. (LA BIBLIA VULGATA LATINA por Philippe Scio de
S. Miguel, IMPRESA en 1.794 en Madrid. (MDCCXCIV)).
Génesis 1:27: “Creó, pues, Dios al ser humano a Imagen suya, a Imagen de
Dios lo creó, macho y hembra los creó”. (BIBLIA DE JERUSALÉN).
Génesis 1:27: “Creó, pues, Elohim al hombre, a Imagen suya, a imagen de
Elohim creóle, macho y hembra los creó”. (SAGRADA BIBLIA de F. Cantera y
M. Iglesias).
SIETE traducciones hablan de “MACHO Y HEMBRA”.
CINCO traducciones hablan de “VARÓN Y HEMBRA”.
DOS traducciones hablan de “HOMBRE Y MUJER”.
UNA traducción habla de “VARÓN Y MUJER”.
UNA traducción habla de “MASCULINO Y FEMENINO”.
DOS traducciones dicen “CREÓ al SER HUMANO”.
UNA traducción dice “CREÓ al GÉNERO HUMANO”.
UNA traducción dice “CREÓ a LOS HUMANOS”.

José Luis Hernández, autor de la PESHITA, anota en los comentarios:

“Sólidas razones nos autorizan, para traducir GÉNERO HUMANO, pues en


este versillo salta a nuestros ojos la octava palabra aramea
“NISHELTUN”: Significa ejerzan dominio. Está en plural masculino y hace
referencia a un conglomerado. Estas y otras razones que en su debido
lugar apuntaremos, nos llevan a afirmar que el Adán aquí mencionado
no es un individuo”.

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DIFERENCIA # 1: GÉNESIS 2: 7.
SEGUNDA CREACIÓN: Formó al hombre. Lo nombró ADAM. Los llamó Seres
Vivientes.
Génesis 2:7: “Formó Adonai Elohim al ser humano del polvo de la tierra y le
insufló en sus nares hálito de vida y se convirtió Adam en un ser viviente”.
(LA TORÁH de Marcos Edery).
Génesis 2:7: “Entonces el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra.
Sopló en su nariz aliento de vida y el hombre llegó a ser un ser viviente”. (LA
TORÁ de L. B. Publishing Co.).
Génesis 2:7: “Y el Eterno Dios formó al hombre del polvo de la tierra y le
exhaló en sus fosas nasales el alma de vida y el hombre se transformó en un
ser vivo”. (LA TORÁ de Daniel Ben Itzjak).
Génesis 2:7: “Y Adonai Dios formó al hombre del polvo del suelo y sopló en
sus narices el aliento de vida. Y el hombre vino a ser alma viviente”. (LA VOZ
DE LA TORAH del Rabino E. Munk. Z. L.).
Génesis 2:7: “Hashem Elokim, formó al hombre del polvo del suelo e insufló
en su narices el aliento de la vida, entonces el hombre se transformó en un
ser viviente”. (TORAT EMET del Rabino Reuven Sigal).
Génesis 2:7: “Y formó pues El Eterno Dios al hombre, del polvo de la tierra y
sopló en las ventanas de su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser
viviente”. (HUMASH HA-MERCAZ del Rabbi Meir Matzaliah Melamed).
Génesis 2:7: “Y el Señor Dios formó al hombre del polvo del suelo y sopló en
sus narices el aliento de la vida y el hombre vino a ser alma viviente”. (EL
TANAJ de León Dujovne).
Génesis 2:7: “Entonces Dios, El Eterno, formó al hombre (Adam) del polvo
de la tierra (Adamá) e insufló en sus fosas nasales aliento de vida, y tornóse
el hombre un ser viviente”. (LA TORÁ en castellano de Moisés Katznelson).
Génesis 2:7: “Formó el Eterno Dios al hombre, polvo del suelo y sopló en sus
narices un aliento de vida y el hombre se convirtió en un alma viviente”.
(MEAN LO´EZ, página 220 del Rabbi Yaakov Culi).
Génesis 2:7: “Y plasmó Dios al hombre, polvo de la tierra. E inspiró en su faz
soplo de vida y vino a ser el hombre en alma viviente”. (LA SEPTUAGINTA de
Guillermo Junemann).

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Génesis 2:7: “Por lo cual formó el Señor Alahja al hombre del polvo del
suelo de la tierra. Sopló en la nariz del hombre aliento de vida, por esto vino
a ser una persona viviente”. (LA PESHITA ARAMEA de José Luis Hernández).
Génesis 2:7: “Entonces Yahweh Dios formó a Adán del polvo de la tierra y
sopló en su nariz aliento de vida. Y fue Adán un alma viviente”. (LA PESHITA
EN ESPAÑOL del Instituto Cultural Álef y Tau).
Génesis 2:7: “Entonces Yahvé Dios formó al hombre con polvo del suelo e
insufló en sus narices aliento de vida y resultó el hombre un ser viviente”.
(BIBLIA DE JERUSALÉN de la Editorial Desclée De Brouwer).
Génesis 2:7: “Entonces formó Yahveh Elohim al hombre del polvo del suelo
e insuflando en sus narices aliento de vida, quedó constituido el hombre
como alma viviente”. (SAGRADA BIBLIA de Cantera e Iglesias).
Génesis 2:7: “Formó pues el Señor Dios al hombre del barro de la tierra, y
inspiró en su rostro sopló de vida y fue hecho el hombre en anima viviente”
(LA BIBLIA VULGATA LATINA por Philippe Scio de S. Miguel, IMPRESA en
1.794 en Madrid. (MDCCXCIV)).
Génesis 2:7: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra y
sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente”. (LA SANTA
BIBLIA de Reina y Valera).
CATORCE traducciones hablan de “FORMÓ AL HOMBRE”.
DOS traducciones dicen “FORMÓ A ADÁN”. (Nombre agregado después).
TODAS las traducciones hablan de “SOPLÓ ALIENTO DE VIDA”.
SIETE traducciones dicen que el hombre fue “ALMA VIVIENTE”.
NUEVE traducciones dicen que el hombre fue “UN SER VIVIENTE”.
TODAS las traducciones dicen “DEL POLVO DE LA TIERRA”.

En todas LAS TRADUCCIONES la palabra VAIITZER, que significa FORMÓ,


está escrita con dos letras IUD, aludiendo a la doble vida: La de este mundo
y la del mundo venidero.
En este capítulo, Dios sopla aliento de vida en la nariz del ser viviente.
Queda claro, que después de este episodio, el hombre adquiere la calidad
de ser viviente o sea inteligente, parlante y con sentimientos.

15
“El Hombre ADÁM viene del suelo, ADÁMAH (Arcilla roja). Este nombre
colectivo será el nombre propio del primer ser humano”. (Tomado de la
Nueva Biblia de Jerusalén, página 15 de la Editorial Desclée De Brouwer). Lo
llama ADÁN por primera vez en Génesis 2:19 y 20 en todas las traducciones.
Pero NUNCA en Génesis capítulo 1, en donde aparece la primera creación.

DIFERENCIA # 2:
PRIMERA CREACIÓN: “Entonces dijo Dios: HAGAMOS al hombre a nuestra
imagen…”. En el capítulo 1 NUNCA dice: Hagamos al hombre del polvo de la
tierra. Génesis 1:20-21. Dice: “Produzcan las aguas seres vivientes”.
SEGUNDA CREACIÓN: “Entonces Jehová Dios, formó al hombre del polvo de
la tierra…”. Génesis 2:7.

DIFERENCIA # 3:
PRIMERA CREACIÓN: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra
imagen, conforme a nuestra semejanza”. (Parecido y con características
similares, pero sin el toque de su espíritu). Génesis 1:26-27.
SEGUNDA CREACIÓN: FORMÓ al hombre. (Está bien definido y mejorado y
tiene su Espíritu. Es como uno de nosotros. Tiene todo lo nuestro). Génesis
3:22.

DIFERENCIA # 4:
PRIMERA CREACIÓN: JAMÁS sopló aliento de vida en ellos. (Por lo tanto No
tenían su Espíritu. No tenían inteligencia, actuaban por instinto).
SEGUNDA CREACIÓN: “SOPLÓ en su nariz aliento de vida”. (Por lo tanto era
inteligente y parlante). Génesis 2:7.

DIFERENCIA # 5:
PRIMERA CREACIÓN: “Señoread en todos los animales”. (Tened autoridad y
dominio sin permitir oposición. Mostrad la diferencia). Génesis 1:28.
SEGUNDA CREACIÓN: Llámalos por sus nombres y que sean tus amigos y
compañeros. Génesis 2:19 y 20.

16
DIFERENCIA # 6:
PRIMERA CREACIÓN: NO LES DA UN LUGAR específico para habitar. Les da
toda la tierra. Génesis 1:26: “Y señoree en toda la tierra…”. Génesis 1:28:
“Llenad la tierra y sojuzgadla…”.
Por eso se han encontrado restos de esta creación en muchísimos lugares
de la tierra. Hasta en sitios inverosímiles en donde jamás se tenía pleno
conocimiento del asentamiento del hombre.
SEGUNDA CREACIÓN: Les da un lugar específico. Les da un huerto. Ubicado
en parámetros claros y concisos: Génesis 2:8: “Y plantó un huerto en Edén,
al oriente y puso allí al hombre que había formado”. Un lugar entre la tierra
de Havila, Cus y Asiria del que no pueden salir porque afuera corren peligro.
Por eso, cuando los expulsa de Edén, protege todo el lugar con Querubines.
Génesis 3:24: “Echó, pues, fuera al hombre y puso al oriente del huerto de
Edén, Querubines y una espada encendida que se revolvía por todos lados,
para guardar el camino…”.

DIFERENCIA # 7:
PRIMERA CREACIÓN: No había árbol de la vida. En el capítulo uno, NUNCA
se estableció un lugar en donde estuviera.
SEGUNDA CREACIÓN: Si había árbol de la vida. Génesis 2:9: “…Y Jehová
Dios hizo nacer…también el árbol de vida en medio del huerto…”.

DIFERENCIA # 8:
PRIMERA CREACIÓN: No había árbol del conocimiento.
SEGUNDA CREACIÓN: Si había árbol del conocimiento. Génesis 2:9.
DIFERENCIA # 9:
PRIMERA CREACIÓN: No tenían prohibición alguna. Génesis 1:29: “Y dijo
Dios: He aquí os he dado toda planta que da semilla, que está sobre TODA
LA TIERRA y todo árbol en que hay fruto y que da semilla, os serán para
comer”. No los limita: Pueden comer de todos los árboles en toda la tierra.
SEGUNDA CREACIÓN: “Y ordenó Jehová Dios al hombre diciendo: De todo
árbol del huerto podrás comer, más del árbol de la ciencia del bien y del mal
no comerás…”. Génesis 2: 16-17.

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Limita su alimentación a los árboles dentro del huerto. Solamente de ellos
podrán comer. NADA que esté fuera es bueno.

DIFERENCIA # 10:
PRIMERA CREACIÓN: La tierra produce vegetación, hierba y árboles, antes
que el hombre. Génesis 1:11-12.
SEGUNDA CREACIÓN: Dios hace nacer de la tierra, todo árbol delicioso a la
vista y bueno para comer, después del hombre. Génesis 2:9.

DIFERENCIA # 11:
PRIMERA CREACIÓN: Las aguas producen seres vivientes y aves que vuelen
sobre la tierra. Los animales antes que el hombre. Génesis 1:20-21.
SEGUNDA CREACIÓN: “Jehová Dios FORMÓ, pues, de la tierra todo ganado
del campo y toda ave de los cielos y las trajo a Adán…”. De la tierra Dios
forma a los animales después del hombre. Génesis 2:9.

DIFERENCIA # 12:
PRIMERA CREACIÓN: Creó Dios los grandes monstruos marinos y también
los dragones y toda ave alada según su especie. Génesis 1:21.
SEGUNDA CREACIÓN: Si nos atenemos a los ciclos de sobrevivencia y los
tiempos según los científicos, para la época de Adán ya no existían. Los
fósiles encontrados datan de mucho tiempo atrás. Génesis 2:19-20.

DIFERENCIA # 13:
PRIMERA CREACIÓN: Dios, da la orden, para que todos los animales se
multipliquen. La orden nace hacia sus instintos. Génesis 1:21-22.
SEGUNDA CREACIÓN: Ya lo saben. Tienen nombre y comunicación. Tienen
pareja de su misma especie y entienden la voz de Adán. Génesis 2:18-20.

DIFERENCIA # 14:
PRIMERA CREACIÓN: NO TENIAN NOMBRE. Varón y hembra los creó. Eran
un grupo. Génesis 1:27. (¿Trasladados de otros mundos?)

18
SEGUNDA CREACIÓN: Lo empieza a llamar Adán. Primero a Él y luego Él, a
todos los animales. Génesis 2:19-20.

DIFERENCIA # 15:
PRIMERA CREACIÓN: Dios hizo a la hembra como símbolo de reproducción,
al mismo tiempo que el varón (el macho) y les da la orden de reproducirse
de inmediato. Acompaña desde el principio al varón. Génesis 1:28.
SEGUNDA CREACIÓN: Dios formó de Adán una mujer y como respuesta a su
soledad. Génesis 2:21-25. Es la compañera idónea para su marido. Dios es
quien los une y les ordena amarse y su descendencia viene después. ¿Por
qué se demoró Dios en traerle mujer a Adán?

DIFERENCIA # 16:
PRIMERA CREACIÓN: No les ordena, proteger y cuidar sus cosas o un lugar
específico. Pueden moverse por donde quieran. Toda la tierra es suya.
SEGUNDA CREACIÓN: Le da la orden a Adán, de cuidar y proteger el huerto.
¿Proteger de quién? Génesis 2:15.

DIFERENCIA # 17:
PRIMERA CREACIÓN: Los hombres son un conjunto. Son machos y hembras.
Características de los animales que nacen, crecen, se reproducen y mueren.
SEGUNDA CREACIÓN: El hombre está solo. Al principio lo acepta por sus
múltiples ocupaciones, obedeciendo órdenes de Dios. Pero un día descubre
que los animales copulan con su pareja y que él no tiene compañera.
Génesis 2:18. Y dice el Señor: “No es bueno que el hombre este sólo”.

DIFERENCIA # 18:
PRIMERA CREACIÓN: Dios creó una hembra. La compañera del macho. La
que será reproductora de múltiples hijos. Esa era la orden. Génesis 1:27.
SEGUNDA CREACIÓN: Dios hace, forma UNA MUJER y la trae al hombre. Es
la compañera del HOMBRE. Bajo otra dimensión, al compartir con él todo y
tener la capacidad de disentir o de aceptar las decisiones masculinas. Tiene
sentimientos afines al varón. Génesis 2:22.

19
DIFERENCIA # 19:
PRIMERA CREACIÓN: EN NINGUNA PARTE, de Génesis 1, se dice, que Dios
tuvo contacto con ellos y que se comunicaba para orientarlos.
SEGUNDA CREACIÓN: La lectura del capítulo dos nos revela claramente, que
Dios se comunica con Adán constantemente y está pendiente de sus actos.

DIFERENCIA # 20:
PRIMERA CREACIÓN: En Génesis 1:20-22, los textos se refieren a LAS AGUAS
DE LOS MARES, que todavía no subían al firmamento en el ciclo natural, de
la vaporización.
SEGUNDA CREACIÓN: En Génesis 2:10-14 El Señor habla perfectamente, de
cuatro ríos que riegan las tierras de Edén, después que un vapor subía de la
tierra y la regaba en toda su extensión. (Génesis 2:6).

LA PRIMERA ES LA CREACION, en donde participan o coadyuvan otros seres


celestiales o angélicos. (Génesis 1:26). Varón y hembra los creó. (27).
“Los antiguos babilonios creían que los dioses crearon el mundo después de
ardua lucha entre los fabulosos dragones, los cuales habían precedido a la
Creación. La Toráh observa que aún éstos mismos son producto de la
creación de Dios. Esta es la causa de que en el relato del Génesis no se
designe particularmente a ningún animal, salvo a los TANINÍM, que
significan también DRAGONES. (Génesis 1: 21) “Y creó Dios los grandes
Cetáceos y….”. (Humash Ha-Mercaz. Página 7)

En el versículo 20 El Señor dijo: “Produzcan las aguas seres vivientes y aves


que vuelen sobre la tierra”. Probablemente de la lectura de este capítulo,
nació la famosa teoría de la EVOLUCIÓN que aduce que los seres humanos
provenimos del agua. Por ninguna parte en este primer texto, se encuentra
la hechura del hombre del polvo de la tierra, ni que se le haya aportado la
capacidad de razonar -acorde a su inteligencia- por medio del espíritu.

En esta primera, Dios HACE LA CREACIÓN HUMANA. (Homo Erectus).

20
LA SEGUNDA VIENE DEL POLVO DE LA TIERRA. (¡DE LA MANO DE DIOS!), y
en ella Dios FORMA AL HOMBRE (Lo estructura y diseña) (Génesis 2:7).

Sopla en su nariz aliento de vida (Le da espíritu) y fue el hombre un ser


viviente, inteligente, parlante y creador, con sentimientos, inclinaciones y
emociones. (Homo Sapiens).

FUIMOS MODELADOS: De las criaturas se dice que fueron creadas por la


PALABRA. Pero el hombre fue hecho a mano por el mismo Dios.
En la carta a los Efesios 2: 10. Nos habla de un proceso de la obra, con gran
exactitud y precisión: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús
para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano…”
Así fueron creados el hombre y la mujer.
La manufactura es superior a los materiales.

EL ORIGEN DEL ALMA FUE CELESTIAL: Dios sopló aliento de vida.


No fue hecha del polvo de la tierra como el cuerpo, procedía directamente
de Dios. Tenemos pues, un origen celestial y otro terrenal. Somos parte de
la tierra y parte del cielo. Luces y sombras:
“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del
poder sea de Dios y no de nosotros”. (2ª Corintios 4:7).

Con excepción del primer hombre, Dios aplica sobre toda la Creación, el
ciclo de semillas y multiplicación.
Proceso regular para el crecimiento de todo en la naturaleza, y para los
seres humanos, la concepción de hijos a través de la semilla depositada
dentro de la mujer. De idéntica forma para los animales.
Produzcan las aguas seres vivientes. (Génesis 1: 20-22).
Produzca la tierra bestias, ganado y animales. (Génesis 1: 24-25).
Y le dijo al hombre primario: Fructificad, multiplicaos y llenad la tierra.
(Génesis 1: 27-28).

Y le dijo a Noé: Fructificad, multiplicaos y llenad la tierra. (Génesis 9: 1 y 7).

21
En la primera creación Dios les ordenó “Llenad la tierra y sojuzgadla y tened
dominio sobre los peces del mar, las aves de los cielos y en todas las bestias
que se mueven sobre la tierra”. (Génesis 1:28). Les entregó TODA LA TIERRA
y no puso límites a su movilización.

Para la segunda creación, Dios especifica claramente los límites por los
cuales se han de mover y les ordena permanecer en un solo lugar: EDÉN.
Tácitamente está prohibido moverse hacia otros lugares fuera del Huerto
de Edén. Por eso cuando son expulsados, Dios ordena que aquel lugar sea
guardado por Querubines. (Génesis 3: 23 y 24).

La pregunta es: ¿Qué hay afuera, que Dios, debe protegerlos e impedirles
que salgan del hábitat en donde los ha colocado? ¿Quiénes son capaces
de poner en peligro esta nueva creación? ¿Qué o quiénes tienen instinto
y carácter violento para intimidar a este nuevo hombre? Otra pregunta:
¿Quienes quedaron dentro del huerto y El Señor no los quiere exponer al
contacto con los expulsados? ¿Protege un lugar con Ángeles Querubines?
¿O protege a quienes están dentro y hacen parte de Adán y Eva?

¿No es el mismo temor que experimentó CAÍN cuando fuera expulsado del
lugar en donde habitaba con sus padres y hermanos: “He aquí me echas hoy
de la tierra y de tu presencia me esconderé y seré errante y extranjero en la
tierra y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará” (Gén. 4:14)?
¿Este pánico del homicida inteligente primario tiene una razón de ser? ¿Los
que aún viven de la primera creación, capaces de alterar, destruir y matar?
¿O los que nacieron dentro de Edén y que podrían vengarse de su crimen?

TAN CIERTO ES, que


¿Es acaso un temor paranoico o delirante de Caín? existen otros seres
vivientes, ajenos a
Adán, que Dios manifiesta prudentemente: “Ciertamente cualquiera que
matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en
Caín para que no lo matase cualquiera que le hallara”. (Génesis 4:15).

22
¿QUIÉN ES CUALQUIERA? La marca o señal, tuvo que ser tan acorde a los
tiempos que se estaban viviendo, que impidió que esta primera generación
de vivientes lo matare o los que vivían en el huerto lo hicieran. ¿Cuál fue la
marca o señal que tranquilizó a Caín?

Así también, para la primera creación Dios ordena que las aguas y la tierra
PRODUZCAN SERES VIVIENTES SEGÚN SU GENERO (Génesis 1: 20 y 24).

Para la segunda creación, DIOS MISMO FORMÓ TODO: “Jehová Dios formó,
pues de la tierra, toda bestia del campo y toda ave de los cielos y las trajo a
Adán”. (Génesis 2: 19).

Esta situación clara y contundente, nos está mostrando que TODO CUANTO
FUE CREADO con la Primera Creación, DESAPARECIÓ Y SE EXTINGUIÓ.

De allí que los fósiles y los restos arqueológicos, nos presentan evidencias
de animales totalmente diferentes a los actuales, lo que permite deducir
que el mundo primario estaba conformado POR GIGANTESCAS CRIATURAS.

Para la Primera, Dios le ordena que SOJUZGUE Y SEÑOREE sobre todos los
peces, aves y bestias que se mueven sobre la tierra. En otras palabras, que
debe tratar de dominar con los medios a su alcance, a todas las criaturas
vivientes, lo que significaba que tendría luchas permanentes para lograr
reducirlas. (Génesis 1: 28).

Para la segunda “las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar y
todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. Y puso
Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo”.
(Génesis 2: 19 y 20).

Eran otro tipo de animales. Hoy en día podemos cohabitar con la mayoría
de ellos y hasta comunicarnos por su docilidad y respeto a los humanos.

En la primera, Dios hizo al hombre y varón y hembra los creó (Génesis 1:27)
y les ordenó “Fructificad y multiplicaos y llenad la tierra (de vuestros hijos e
hijas)” (28) y dominen a todos los animales.

23
En la segunda, a Adán le ordena, labores y procedimientos, pero se haya
solo y sin compañía de su misma especie y naturaleza y dice: “No es bueno
que el hombre este solo, le haré ayuda idónea para él”. (Génesis 2:18).

Ya Adán estaba “habituado a tratar con los animales”, pero ahora caminaba
errabundo y apesadumbrado porque miraba que los animales tenían pareja
de su misma especie, copulaban y engendraban descendencia.

ÉL, NO COMPARTÍA con alguien de sus mismas características e identidad y


sus impulsos sexuales, nacidos de la contemplación a los animales, no podía
satisfacerlos adecuadamente. Dios entiende sabiamente, que el hombre en
estado de soledad, se puede acostumbrar a autosatisfacerse o en el peor de
los casos, a buscarlo hacer, con algún animal de los que tiene al lado.

Esta situación prende las alarmas en los cielos y tomó la sabia decisión, de
FORMAR UNA MUJER de su misma condición.

“La Toráh condena el celibato. El hombre tiene la obligación de contraer


matrimonio entre los dieciocho y los veinte años, si así lo puede hacer.
Según el Talmud, el hombre debe en primer término, preparar el hogar,
plantar una viña (establecer trabajo) y después contraer matrimonio. Una
vez que tenga controlado los medios adecuados para el sostenimiento de su
mujer y los suyos. Quien no tiene esposa vive sin alegría y sin bendición. El
soltero es considerado, un hombre al que le falta medio cuerpo”. (Séfer
Hamitzvot y Kidushin 29).

Por eso, Dios le ordena primero a Adán, organizar el huerto, cultivarlo y


preparar un lugar habitacional adecuado, para recibir posteriormente a su
futura esposa. Debemos apartarnos del manejo simplista de “Vivian al aire
libre, contemplando las estrellas y sin preocupaciones de ninguna índole”.

NO ES VERDAD. Adán necesariamente construyó un lugar para recibir a Eva.

Antes de que Dios le presentará a Eva, transcurrieron varios años, en donde


Adán ocupo su tiempo en los quehaceres inherentes a la organización de su
entorno, para hacerlo habitable y agraciado para él mismo.

24
Dios no creó un hombre que estuviera todo el día “con los brazos cruzados
contemplando el cielo y esperando que de la nada le llegara todo”.

Esta es la posición incorrecta de aquellos que dicen que, “hay que estar en
quietud, esperando que Dios resuelva nuestras necesidades y responda en
favor de nosotros”.

Notemos como, en la segunda creación, DIOS ACTUA SOLO, sin AYUDA o


concejo de nadie. AUTÓNOMO. (Génesis 2: 21 y 22).

Ya tiene experiencia de la primera, en donde –aparentemente en conjunto


con otros seres celestes- HICIERON AQUELLA CREACIÓN, que con el correr
de los siglos desapareció totalmente. Sólo quedaron rastros arqueológicos.
Ahora es AUTÓNOMO en sus decisiones.

El hombre estaba pasivo a la hora que era creado. No escogió ser creado, ni
hacer algún tipo de decisión tocante a su creación.

El primer hombre inteligente y parlante, es una obra monergísta, producido


individualmente por Dios. Lo cual quiere decir, que él, fue formado y puesto
en vida, por la obra de Dios, sin asistencia alguna del hombre mismo.

Este es un tipo o retrato del nuevo nacimiento, que también es monergísta.


El diccionario inglés de Collins & World 1978, describe el monergismo así:

“La doctrina de la regeneración (el nuevo nacimiento) es la obra del Espíritu


Santo solo, y la voluntad humana es incapaz de asistir o cooperar”.

El sinergismo aduce que Dios y el Hombre deben obrar conjuntamente para


salvación. Las sectas son sinergistas, mientras el cristianismo es monergísta.

El versículo 4 del capítulo 2 del libro de Génesis en la Voz de la Toráh del


Rabino E. Munk. Z. I. DICE: “He aquí las generaciones del cielo y de la tierra
cuando fueron creados, en el día que Adonay Dios hizo tierra y cielo”.

El Rabí Abahú hace la siguiente observación:

25
“Resulta que Dios había creado anteriormente otros mundos que no
correspondían al ideal. Entonces los destruyó y los hizo volver al caos. En
cambio el mundo actual corresponde al ideal”. (Exo. Rabbá. Cap. 30).

“El sabio Maimónides, admite la existencia de una vida en la tierra, anterior


al Génesis y algunos sabios judíos se han apoyado en ella, para explicar que
nuestro planeta Tierra, tiene en realidad varios millones de años, como lo
atestiguan los fósiles prehistóricos encontrados, las capas arqueológicas,
las formaciones geológicas y otros fenómenos parecidos”. (Enciclopedia del
Pentateuco, Vol. I, pág. 86).

“En efecto, el cómputo de los años correspondiente al calendario judío se


aplica al ciclo actual, pero sin excluir la posibilidad de existencia de mundos
anteriores. Por lo tanto, esta hipótesis, no es en absoluto incompatible con
la fe religiosa, como tan bien puntualiza Yehudáh Ha-Leví”. (La Voz de la
Toráh, pág. 17).
En Génesis capítulo 2, versículo 1 La Voz de la Toráh dice:
“Y fueron acabados el cielo y la tierra y todo el ejercito de ellos”.

Una interpretación aduce que “fueron creadas al tiempo, fuerzas angélicas


de protección en la propia tierra, para impedir que las fuerzas demoniacas
la dominaran a placer y ejércitos angélicos para la protección del universo”.

Otra, manifiesta que se refiere a otras formas de vida en ambos espacios.


En la tierra una raza de seres humanos a la que no se le dio, el Espíritu del
Señor para interactuar con él, sino solamente vida e instinto.

Fue la única manera, para observar si esta creación, podría valerse por sí
misma y buscar a su Creador.

En los cielos se engendraron a los demonios como un ejército de millardos,


dispuestos a atacar la tierra:

“Los demonios son unos espíritus que no tuvieron tiempo de materializarse


debido a que la llegada del Shabbat, no permitió que concluyera el proceso
de su creación.

26
En la Creación existen espíritus malignos, vagabundos y dañinos, estas
fuerzas demoníacas son la manifestación de la claridad dudosa del
crepúsculo, pues entraron en la vida en el último momento de la Creación.
Por esta razón huyen de la luz del día y acechan a sus víctimas en la
semioscuridad del atardecer”. (Medrásh Tanjumáh cap. 7).

El versículo 7 reza:
“Y Adonay Dios, formó al hombre del polvo del suelo y sopló en sus narices
el aliento de la vida y el hombre vino a ser alma viviente”.

Según el sabio judío Rashi, “Esta duplicación expresa el carácter doble de la


formación del ser humano. El hombre reúne en sí lo espiritual y lo temporal,
la tendencia al bien y la tendencia al mal; está formado para el mundo
terrenal y también para el más allá, pues encierra dentro de sí, el cielo y la
tierra. Lo que significa que aunque la naturaleza humana es doble, siempre
domina en ella uno de los dos aspectos, mientras que el otro, sólo se deja
presentir.
En efecto, el mal absoluto no existe: Las dos partes del ser humano han sido
concebidas por el mismo Dios y ambas pueden ponerse al servicio del ideal
de pureza y santidad. La sensualidad y la naturaleza carnal de los hombres,
no son obras de satán y tampoco le están consagradas. Esto resulta una
fábula, una mentira que ha perjudicado gravemente a la humanidad”.

Midát ha-Rajamin agrega: “Esto significa que aunque el ser humano está
hecho con el polvo de la tierra, el pecado no es parte integrante de su
naturaleza. El posee la facultad de dominar el pecado y de conseguir el
perdón de Dios gracias a su arrepentimiento”.

El término ALMA VIVIENTE (Neshamáh) se aplica al alma, que es exclusiva


del ser humano y que le distingue de las demás criaturas, ya que éstas
poseen solamente, el alma vegetativa y el alma sensitiva.

27
El Alma viviente emana de la Inteligencia Suprema y en esto consiste, por
tanto, la semejanza con Dios que es patrimonio del hombre y la asonancia
con los cielos, pues el Alma es la emanación del Espíritu Celestial.

El Alma tiene una triple función: Vegetativa, Sensitiva e Intelectual, que le


permite comunicarse con su Creador e interpretar Las normas. Adquirió la
facultad de pensar y de expresar sus pensamientos libremente por medio
del lenguaje.

La inteligencia va progresando en agudeza, gracias a la actividad verbal.

El alma humana es la base de la vida y de la inteligencia.


Si no tuviéramos alma inteligente, no habría ni cultura ni ciencia, ni artes, ni
técnica, ni aviones, ni nada. Absolutamente nada.

Retrotraemos los elementos encontrados en las excavaciones arqueológicas


de la primera creación y NO HAYAMOS NINGUNA EVIDENCIA CLARA que
nos certifique, que estos primeros seres humanos tuvieron la suficiente
inteligencia, para modelar o diseñar un modus vivendi agradable y seguro.
Es claro que no vemos la existencia de nuestra alma, por lo que, al igual que
en el tema de la existencia de Dios, tenemos que recurrir a una prueba de
tipo filosófico, partiendo del hecho de que hay en el hombre, acciones
espirituales que, por ser irreductibles a la materia, exigen un principio
espiritual que las cause.

Son espirituales las manifestaciones del hombre que tienen los atributos
distintos de la materia y la trascienden intrínsecamente.
La materia es extensa, tiene partes y se encuentra en el espacio.
Si existen en el hombre manifestaciones que no sean extensas, que no
tengan partes, que no sean sensibles, que superen el espacio, diremos que
son espirituales, y, como tales, sólo podrán venir de un principio espiritual,
que es el alma.
Ahora bien, si existe el alma y el alma no puede derivarse de la materia,
sólo puede explicarse por creación directa de Dios.

28
Esta es la prueba.
Todo el peso de la argumentación descansa, por lo tanto, en demostrar que
existen en el hombre dimensiones espirituales que proceden sin ninguna
duda, de un alma espiritual.

Como dijo Nicolás Malebranche, filósofo y teólogo francés: “El hombre


tiene un cuerpo, pero no es un cuerpo. El sujeto que posee es diferente a la
cosa poseída. El hombre es algo más que su cuerpo. Es el espíritu el que nos
hace personas. Sin él no seríamos más que materia. Seríamos puros
animales”.

Clive Staples Lewis, Profesor en la Universidad de Oxford, agrega:


”La naturaleza es absolutamente incapaz de producir el pensamiento... Ese
elemento sobrenatural en el ser humano, demuestra que existe algo más por
encima y más allá de la naturaleza”.

El neurólogo australiano John Carew Eccles Premio Nobel de medicina en 1963,


manifiesta: “Tenemos que reconocer que el Yo, es el efecto de una creación
sobrenatural, de eso que en el sentido religioso se llama alma”.

El 17 de mayo de 1.979, la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe,


publicó una carta que firmó el papa Juan Pablo II. En ella decía:
“La iglesia afirma que un elemento espiritual sobrevive después de la muerte.
Un elemento dotado de conciencia y voluntad, de suerte que el mismo “ser
humano” subsiste. Para designar este elemento la Iglesia usa la palabra “alma”,
término usado en el lenguaje de la Biblia y la Tradición. Y aunque este vocablo
tiene varios significados en la Biblia, la Iglesia piensa que no hay razones válidas
para prescindir de esta palabra. Por otra parte, la Iglesia considera que es
absolutamente indispensable el uso de alguna palabra para transmitir el dato
de la fe de una supervivencia entre la muerte y la resurrección”.

“Hagamos al Ser Humano a Nuestra Imagen, como a Nuestra Apariencia”.


(Génesis 1: 26).

29
IMAGEN: Con una cabeza, brazos, piernas y con órganos internos.

APARIENCIA: Que se diferencie de los animales y su morfología guarde un


parecido, con los seres que habitan en el cielo, al fin y al cabo, todo lo que
existe en la tierra es fiel copia de lo que existe en el tercer cielo Arabot.

No hay ningún conflicto entre la evolución y los relatos de la creación del


Hombre de Oriente Próximo. Más bien, se explican y se complementan uno
a otro. Pues, sin la creatividad de Dios, como Supremo Hacedor, el hombre
moderno se encontraría aún, a millones de años de distancia en su árbol
evolutivo y estaría condenado a desaparecer para siempre, como sucedió
con sus antepasados.

Por ello debemos preguntarnos, ¿Porque los simios actuales no evolucionan


hasta alcanzar la estructura y morfología humana? ¿Que impide que estén
constantemente en evolución, como lo afirman algunos?

Si nos hubiéramos quedado conforme la primera creación, quizás, TODAVÍA


seríamos cavernícolas, lo que nos está demostrando fehacientemente, que
la “famosa evolución se estancó” o simplemente –para el ser humano- NO
EXISTE, ni puede tenerse como una verdad irrefutable.

Al fin y al cabo es una teoría.


Y sin ánimo de contravenir ese tipo de afirmaciones permítanme preguntar:

¿Acaso no han pasado suficientes años, desde que el autor del Origen de las
Especies, manifestó que el hombre era producto de la evolución y que sus
parientes más cercanos eran los monos? Entonces, ¿Por qué los monos
siguen siendo primates y los hombres, hombres?

El animal no está dotado de ninguna de las dimensiones espirituales de las


que hemos hablado. Es evidente, por ejemplo, que los animales no han pro-
gresado en absoluto. Por supuesto que pueden aprender unas cuantas
palabras y asociarlas, porque tienen una imaginación asociativa, pero los
ingentes esfuerzos experimentales que con ellos se han hecho, no han
conseguido NUNCA un auténtico progreso.

30
Son incapaces de llegar a los principios abstractos, a las leyes que gobiernan
la naturaleza.

“Son conocidos, por ejemplo, los experimentos de Revesl. Este estudioso


presentó a monos, niños y hombres adultos ocho cajas, en una de las cuales
había barras de chocolate y era la que tenían que descubrir. Las tabletas de
chocolate fueron puestas la primera vez en la primera caja, luego en la
segunda, en la tercera, en la cuarta, etc. Los hombres y los niños
descubrieron el truco y como responder: Coger siempre la caja siguiente.
Los monos en cambio, seguían despistados. A pesar del número de pruebas,
los monos no consiguieron llegar a la captación de esa ley tan sencilla. Sólo
los hombres llegaron a descubrir la ley. Los animales, NUNCA. No tienen
capacidad abstractiva”. (De un analista en Internet).

Un relato sumerio, que trata de los tiempos primordiales, afirma:


“Cuando la Humanidad fue creada,
No sabían nada sobre comer pan,
Y no sabían nada sobre ponerse prendas de vestir;
Comían plantas con la boca, como la oveja;
Bebían agua de una zanja”.

En La Epopeya de Gilgamesh se describe también a este ser «humano»


medio animal. Aquí se nos dice, el aspecto que tenía Enkidu, el «nacido en
las estepas», antes de civilizarse:
“Peludo es todo su cuerpo,
Dotado en la cabeza con una melena
Como la de una mujer...
No sabe nada de gente ni de tierra;
Su atuendo es como el de uno de los campos verdes;
Come hierba con las gacelas;
Con las bestias salvajes se codea en el abrevadero,
Con las prolíficas criaturas en el agua
Su corazón se deleita”.

31
El texto acadio no sólo describe a un hombre de aspecto
animal; también habla de un encuentro con tal ser:
“Entonces, un cazador,
Uno que pone trampas,
Se puso frente a él en el abrevadero.
Cuando el cazador lo vio,
Su cara se quedó inmóvil...
La inquietud tocó su corazón,
Su rostro se ensombreció,
Pues la angustia
Había entrado en su vientre”.

En el cazador había algo más que temor, tras contemplar «al salvaje», a
ese «bárbaro de las profundidades de la estepa»; pues ese «salvaje» se
entrometía también en los asuntos del cazador:
“Él rellenaba los hoyos que yo había cavado,
Desmontaba las trampas que yo había puesto;
Las bestias y las criaturas de la estepa
Había hecho que se me escaparan de entre las manos”.

No podemos pedir una descripción mejor de un hombre-simio: Un nómada


vagabundo, peludo, que «ni sabe de gente ni de tierra», vestido con hojas,
«como uno de los campos verdes», comiendo hierba y raíces y viviendo
entre animales.
Sin embargo, no carece de cierta inteligencia (instinto para sobrevivir), pues
sabe cómo desmontar las trampas y rellenar los hoyos del cazador.

En otras palabras, protegía a sus amigos animales, evitaba que fueran


capturados por los cazadores extraños.
Se han encontrado en excavaciones arqueológicas, muchos sellos cilíndricos
que representan a este hombre-simio peludo entre sus amigos animales.

La creación del hombre fue una obra muy personal.

32
Muchos usan este verso como evidencia de la presencia de la Trinidad.

El verso 27 de Génesis 1, se puede leer como una celebración a la naciente


humanidad, a la primera creación. Quizás lo que El Señor quería cuando la
concibió, era que tuviera la oportunidad de crecer y aprender por sí misma,
sin la injerencia de seres celestiales de ninguna índole. Dice: "Y creó Dios al
hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó".

Es como un corto poema dentro de la narración.

Para concluir este breve análisis sobre LAS DOS CREACIONES, debemos
entender que, no podemos apartarnos de la narración bíblica, lo cual no es
nuestro deseo –Hashem nos perdone- pero SI PODEMOS ESCUDRIÑAR LAS
ESCRITURAS en la búsqueda de los secretos y misterios de la creación.

“Las cosas secretas pertenecen al Eterno, nuestro Dios; más las reveladas
nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que
pongamos por obra todas las palabras de esta Ley”. (Deuter. 29: 29).

Si quiere copia de este artículo, escribanos y se lo enviaremos a vuelta de


correo. PRÓXIMO CAPITULO: ¿EL VERDADERO PECADO DE ADÁN Y EVA?
ESPERE: ¿DÓNDE ESTÁN LOS PRIMEROS HIJOS DE ADÁN Y EVA?

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