Teoría de La Iluminación en San Agustín
Teoría de La Iluminación en San Agustín
Teoría de La Iluminación en San Agustín
1. San Agustín pensaba que no podemos percibir la verdad inmutable de las cosas a menos
que éstas estén iluminadas como por un sol. Esa luz divina, que ilumina la mente,
procede de Dios, que es la "luz inteligible", en la cual, y por la cual, y a través de la cual,
se hacen luminosas todas aquellas cosas que son luminosas para el intelecto.
2. En un pasaje del De Trinitate, San Agustín afirma que la naturaleza de la mente es tal
que cuando se dirige a las cosas inteligibles en el orden natural, según la disposición del
Creador, las ve a una cierta luz incorpórea que es sui generis, de modo que el ojo
corporal ve objetos presentes a la luz corpórea. Esas palabras parecen mostrar que la
iluminación en cuestión es una iluminación espiritual que realiza la misma función,
respecto a los objetos de la mente, que la realizada por la luz del sol respecto a los
corpóreos de la vista.(observar gráfico) En otras palabras, así como la luz del sol hace
visible al ojo las cosas corpóreas, así la iluminación divina hace visibles a la mente las
verdades eternas.
5. Todo lo dicho implica, evidentemente, que, según San Agustín, la mente NO contempla
directamente la idea de belleza, por ejemplo, tal como está en Dios. Tampoco sería
correcto afirmar que, según san Agustín, Dios infunde actualmente la idea de belleza, o
cualquier otra idea normativa que nos permita hacer juicios comparativos de grado,
tales como que ese objeto es más bello que aquél o esta acción más justa que aquélla.
Ese modo de ver las cosas convertiría la función de la iluminación divina en una especie
de entendimiento agente separado, algo no defendido por el obispo de Hipona.
7. Por ejemplo, si llegamos a percibir la necesidad del juicio a > b ello se debe a que la
iluminación divina nos permitiría saber sobre la RELACIÓN existente en a y b. Ahora
bien, tal iluminación no implica que lleguemos a contemplar directamente tal relación o
que llevemos impreso tal saber dentro de nosotros. La iluminación no afecta al
contenido del concepto, como si la iluminación infundiese dicho contenido, sino a la
calidad de nuestro juicio a propósito de ese concepto.