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Procesos ADME

El documento describe los procesos ADME (Absorción, Distribución, Metabolismo y Eliminación) que determinan cómo el cuerpo procesa sustancias químicas tóxicas. Explica que luego de la absorción, las sustancias se distribuyen en el cuerpo y pueden almacenarse en tejidos. Luego, el hígado generalmente metaboliza las sustancias para facilitar su eliminación a través de la orina, las heces, la respiración u otras vías. Los procesos ADME controlan la dosis efectiva de una

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Procesos ADME

El documento describe los procesos ADME (Absorción, Distribución, Metabolismo y Eliminación) que determinan cómo el cuerpo procesa sustancias químicas tóxicas. Explica que luego de la absorción, las sustancias se distribuyen en el cuerpo y pueden almacenarse en tejidos. Luego, el hígado generalmente metaboliza las sustancias para facilitar su eliminación a través de la orina, las heces, la respiración u otras vías. Los procesos ADME controlan la dosis efectiva de una

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Procesos ADME.

Un tóxico es toda sustancia externa, que, al entrar en contacto con el organismo,


puede provocar una respuesta perjudicial, daños reparables o irreparables o
incluso la muerte. Se entiende por toxicidad o acción tóxica la capacidad de una
sustancia para ocasionar daños en los organismos vivos una vez ha alcanzado un
punto de contacto susceptible a su acción.

El factor crucial para determinar los efectos adversos en la salud que resultan de
la exposición a una sustancia química tóxica es la cantidad de esta que llega hasta
el blanco.

Esta dosis efectiva depende, en parte, de cuatro factores, comúnmente resumidos


por las siglas ADME:

• absorción;

• distribución (por determinados lugares de almacenamiento);

• metabolismo (biotransformación), y

• Eliminación (excreción.)

La toxicocinética se ocupa del movimiento de las sustancias químicas hacía,


dentro y fuera del cuerpo, desde el punto de vista molecular, bioquímico o celular,
que dan lugar a una manifestación observable y cuantificable llamada efecto.

Se originan procesos de interacción mutua de doble sentido:


De una parte, la acción del organismo sobre el contaminante, que se traduce en
su posible absorción, distribución, metabolización y eliminación (los llamados
procesos ADME).Por otra parte, está la acción adversa que puede desarrollar el
contaminante sobre el organismo, una vez alcanzada una concentración
determinada.

El primero de los procesos ADME es la absorción, es decir la forma de entrada de


los contaminantes en el cuerpo humano.

LA ABSORCIÓN

Es el mecanismo natural por el cual las sustancias pasan a través de los


recubrimientos del cuerpo para entrar en este. Una vez que son absorbidas, se
distribuyen por todo el cuerpo a todas las células o bien a uno o varios lugares de
almacenamiento específicos. Toda sustancia absorbida puede experimentar
también una transformación metabólica en diversas partes del cuerpo. La
excreción es una suerte de proceso opuesto a la absorción: es el traslado de
sustancias fuera del cuerpo y los seres humanos tienen varios mecanismos para
hacerlo.
Para que un organismo se mantenga vivo, debe tener la capacidad de tomar de su
alrededor los nutrientes que necesita.

En el cuerpo humano, las vías respiratorias y el aparato digestivo están


especialmente diseñados para hacer eso.

Lamentablemente, este eficiente sistema de absorción de nutrientes funciona


igualmente bien para la absorción de muchas sustancias tóxicas que entran a los
pulmones o al aparato digestivo.

Vías de entrada de los contaminantes químicos y biológicos

:
 Vía respiratoria o inhalatoria (a través de la nariz y la boca, los pulmones, etc.)

Es la vía de penetración de sustancias tóxicas más importante y frecuente en el


medio ambiente de trabajo, ya que con el aire que respiramos pueden penetrar en
nuestro organismo polvos, humos, aerosoles, gases, vapores de productos
volátiles.

 Vía Dérmica (a través de la piel).

Se da sobre todo cuando no se utiliza la ropa de protección indiciada. Es la vía de


penetración de muchas sustancias que son capaces de atravesar la piel, sin
causar erosiones o alteraciones notables, e incorporarse a la sangre, para
posteriormente ser distribuidas por todo el cuerpo.

A pesar de la gran incidencia de contacto entre la piel y los contaminantes tóxicos


del aire, muy pocas sustancias químicas tienen las propiedades necesarias para
entrar al cuerpo por esta vía.

 Vía Digestiva (a través de la boca, estómago, intestinos, etc.)

Es una vía de penetración secundaria, puesto que en la mayoría de los casos


exige una voluntariedad del individuo. Es la vía de penetración a través de la boca,
esófago, el estómago y los intestinos. También hemos de considerar aquí la
posible ingestión de contaminantes disueltos en las mucosidades del sistema
respiratorio.

 Vía Parenteral (a través de heridas, llagas, etc.)

Es la vía de penetración directa del contaminante en el cuerpo a través de llagas y


heridas. Es una vía minoritaria, puesto que no es frecuente que trabajadores con
heridas abiertas manejen ningún tipo de contaminante.
LA DISTRIBUCIÓN

Una vez se ha producido la absorción del tóxico, la sangre lo distribuye por el


organismo, sobre todo por aquellos tejidos con un flujo sanguíneo elevado
(pulmones, riñones, cerebro, hígado, corazón, etc.). Además, llega a los tejidos
con menor flujo sanguíneo, por ejemplo los músculos. Por último, se produce su
llegada más lentamente pero de forma acumulativa a los huesos y el tejido
adiposo.

La acumulación del tóxico hace que este sea capaz de prolongar sus efectos tras
cesar la exposición al mismo, debido a la liberación progresiva del producto
acumulado.

El tiempo de permanencia del tóxico en el organismo viene determinado por su


vida media, que es el tiempo necesario para que la concentración del tóxico en el
organismo se reduzca a la mitad. Esta capacidad de acumulación no es ilimitada,
por eso otra de las clasificaciones de las sustancias químicas se realiza en base a
esta capacidad, distinguiendo entre:

 Acumulativos.

 No acumulativos.

 Parcialmente acumulativos.

Cuando la sustancia es absorbida dentro del torrente sanguíneo, puede alcanzar


virtualmente cualquier parte del cuerpo. Sin embargo, todavía deberá dejar el
torrente sanguíneo y entrar en las células corporales. La tasa de distribución a un
tejido depende principalmente de dos factores:

• El flujo sanguíneo a través del tejido.

• La facilidad con que la sustancia química atraviesa la membrana capilar y


penetra las células del tejido (es decir, la capacidad que tiene para atravesar las
membranas celulares). Generalmente, la alta liposolubilidad es buena conductora
para efectuar el transporte a través de membranas biológicas.

La distribución de una sustancia en el cuerpo depende del flujo sanguíneo y de las


propiedades químicas de dicha sustancia.

Algunas sustancias no atraviesan fácilmente las membranas celulares (a menos


que sean transportadas activamente) y, por consiguiente, tienen una distribución
limitada. Las sustancias que pasan fácilmente a través de las membranas
celulares se distribuyen por todo el cuerpo.

Eso trae a colación el tema del almacenamiento. Algunas sustancias presentan


afinidades a ciertos tejidos o componentes tisulares. El almacenamiento a menudo
ocurre cuando la tasa de absorción de una sustancia es mayor que su tasa de
metabolismo o excreción.

Un lugar de almacenamiento puede o no ser el lugar donde ocurre la acción


tóxica. Si no lo es, el almacenamiento se puede considerar un mecanismo
protector, porque generalmente cuando un contaminante circula libremente origina
los efectos más perjudiciales. Las sustancias químicas almacenadas pueden
permanecer en el cuerpo durante años sin efecto adverso evidente (por ejemplo,
el DDT), o bien su acumulación puede producir efectos adversos de desarrollo
lento, como la intoxicación crónica por cadmio.

LA METABOLIZACIÓN.

La mayoría de los tóxicos, en su contacto con el organismo, sufren


transformaciones a escala molecular. Se producen por las reacciones químicas al
entrar en contacto con las enzimas del cuerpo, que dan lugar a la formación de los
metabolitos que, por regla general, son más hidrosolubles, lo que facilita su
posterior eliminación.

Después de esta transformación, los metabolitos resultantes se clasifican en:

 Inactivos (el metabolito no es tóxico).

 Toxicidad igual (la transformación no ha alterado la capacidad tóxica del


metabolito).

 Activación (el metabolito ejerce de forma activa la acción tóxica).

El tercer proceso de la secuencia ADME, el metabolismo, también es conocido —


quizá más descriptivamente— como biotransformación. Comprende la suma de
los procesos por los cuales un organismo vivo somete a una sustancia extraña a
un cambio químico. La biotransformación de sustancias tóxicas en el cuerpo busca
que las sustancias lipofílicas sean más hidrofílicas o solubles en agua. Los seres
humanos cuentan con un arsenal variado de procesos enzimáticos que
promueven esta conversión beneficiosa, que ayuda a la excreción de las
sustancias nocivas.

Algunos puntos básicos relacionados con la biotransformación son los siguientes:

• El compuesto de origen se puede integrar o descomponer para formar nuevos


compuestos llamados metabolitos.

• Los metabolitos pueden ser más o menos tóxicos que el compuesto de origen.

• El órgano principal de la biotransformación es el hígado; también ocurre, vía


reacción enzimática, en el plasma de la sangre, los riñones, los pulmones, el
aparato digestivo, la piel, las gónadas y la placenta.
• Algunas sustancias químicas (por ejemplo, los insecticidas organoclorados como
el DDT, ciertos herbicidas y diversos hidrocarburos poliaromáticos [PAH, por sus
siglas en inglés] como el benzopireno) aumentan la cantidad y actividad de las
enzimas microsómicas. Como resultado, estos inductores químicos incrementan
su propio metabolismo, lo cual podría ser protector si dicho metabolismo fuera
destoxificante, pero podría ser perjudicial si el metabolismo aumentara la toxicidad
(por ejemplo, el incremento de toxicidad del tetracloruro de carbono que sigue a la
inducción enzimática por el DDT).

• Algunas sustancias químicas (por ejemplo, los insecticidas organofosfatados, el


tetracloruro de carbono, el ozono y el monóxido de carbono) inhiben las enzimas
microsómicas. Esta inhibición puede dar lugar a la persistencia de alguna
sustancia que, en condiciones normales, se metabolizaría.

El órgano principal de la biotransformación es el hígado.

La Eliminación (excreción.)

El último proceso suele ser la eliminación del tóxico y sus metabolitos por diversas
vías:

 Renal. Es la vía de eliminación principal, a través de la orina.

 Respiratoria. Generalmente cuando el tóxico es volátil.

 Digestiva. A través de las heces.

 Secreción glandular. Mediante el sudor y la saliva. También puede eliminarse a


través de la leche materna, cosa que hay que tener en cuenta en las trabajadoras
en periodo de lactancia.

Excreción.

Las sustancias pueden salir del cuerpo o excretarse de diferentes maneras. Las
cantidades reducidas de sustancias se pueden eliminar mediante las secreciones
de sudor, lágrimas, saliva y leche; sin embargo, así como la piel es una vía
insignificante de absorción, las mencionadas secreciones constituyen vías
menores para la excreción de sustancias tóxicas.

Una vía algo más significativa son los pulmones, que constituyen la vía principal
de eliminación para las sustancias que se encuentran en forma gaseosa a la
temperatura del cuerpo. El tetracloruro de carbono, incluso cuando se ingiere en
forma líquida, se puede excretar parcialmente por los pulmones bajo la forma de
vapor.
Como se mencionó anteriormente, el hígado se encuentra en primera línea en la
eliminación de las sustancias tóxicas porque procesa toda la sangre que proviene
directamente del intestino delgado. Los tóxicos se pueden secretar en la bilis
dentro del intestino delgado para eliminarse en las heces. Esta es la vía primaria
de excreción para muchos metales traza como el cadmio, el mercurio y el plomo, y
para ciertas moléculas grandes, como los plaguicidas.

Los riñones son los órganos principales en la remoción de las sustancias tóxicas
del torrente sanguíneo. El proceso comprende la filtración, la difusión y la
secreción activa, al igual que con el procesamiento de los productos finales del
metabolismo. Como hemos visto, generalmente la biotransformación convierte los
tóxicos en sustancias más solubles en agua, las cuales no tienden a reabsorberse
y son más fácilmente excretables por los riñones.

Los riñones son los órganos principales para la remoción de las sustancias tóxicas
de la sangre.

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