Arguedas El Encuentro de Dos Mundos Corregido 2014

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AÑO DE LA PROMOCIÓN DE LA INDUSTRIA RESPONSABLE Y

DEL COMPROMISO CLIMÁTICO

TEMA:
“Arguedas el encuentro de dos Mundos”
AREA:
Comunicación
INTEGRANTES:
- Vásquez Garrampié, Ashly
- Vásquez Garrampie, Elias
- Martínez Santos, Tatiana
- Torres Villar, Anthony
- Riquelme Gutiérrez, Karla
- Gonzáles Saira, Gabriel
GRADO:

SECCION:
“D”
DOCENTE:
Rocío Del Pilar Asmat Aguirre

TRUJILLO-PERÚ

2014
EN DEFENSA, DIFUCION Y RECONOCIMIENTO DE LA CULTURA
INDÍGENA DESMOSTRANDO SU PLURICULTURALIDAD
José María Arguedas un gran escritor y etnólogo peruano, nacido en Andahuaylas,
le dedicó gran parte de su vida al estudio de nuestra cultura y a la difusión de
nuestras raíces indígenas. Este hombre multifacético, por medio de sus obras nos
hace conocer las diferentes etnias y costumbres de nuestro país con el objetivo de
reconocer y revalorar nuestra cultura que con el transcurso del tiempo se perdía.
A través de sus obras este gran hombre quiere dar a conocer al mundo la diversidad
cultural y lingüística que existe en nuestro país, así se puede observar que en sus
obras trata de implicar lo poético con lo social y lo cultural; el encuentro de dos
mundos tan distintos como el occidental y el indígena.
Nosotros debemos estar orgullosos de nuestras riquezas culturales y de la
pluriculturalidad lingüística, lo cual José María Arguedas traduce en sus obras: las
vivencias reales de los pueblos indígenas y marginados por la clase social
dominante, quienes pensaban que por hablar el español eran superiores a los
indígenas que hablaban quechua.
Desde niño convivio con los indígenas pues su madrastra siempre como castigo lo
mandaba a vivir con los sirvientes indígenas, y lo recogía solo cuando su padre
llegaba a casa , ellos le enseñaron sus costumbres lingüísticas, sobre todo el
idioma quechua el cual fue asimilado por él desde niño y que en un futuro le sirvió
de mucho para reflejar en sus obras el conflicto lingüístico, pues para los quechua
hablantes era muy difícil expresar sus sentimientos , su mundo interior y para los
que hablaban el español era muy difícil entenderlos, es más se burlaban de ellos
llamándolos “cholitos” o “ serranos”. Es así como Arguedas lo refleja en su obra
“Agua”, donde cuenta la historia de un mestizo que se ve obligado a aprender el
español para poder comunicarse con los demás.
Ha, lo largo de su vida este maravilloso hombre tubo experiencias que fueron
plasmadas en sus obras y que le sirvieron para conocer el Perú profundo y la
discriminación de sus clases sociales que con gran elocuencia manifiesta.
Su niñez estuvo marcada por la muerte de su madre, quien lo dejo a los 2 años de
edad y por los constantes viajes de su padre, que era un abogado litigante y viajero,
al que acompaño conociendo más de 200 pueblos andinos. Cuyas vivencias
andinas están plasmadas en su obra maestra “Los Ríos Profundos”, novela
autobiográfica, en donde narra cómo Ernesto un joven adolescente debe enfrentar
las injusticias del mundo adulto, el de los hacendados explotadores y el de los indios
maltratados en donde debe elegir un camino.
En esta obra se narra también la epidemia que se origina entre los colonos, por lo
que los estudiantes del internado deciden abandonar la ciudad, para evitar el
contagio, así él se va a vivir con su tío, donde también habían indígenas y colonos.
Junto con su hermano, empieza sus estudios secundarios en Ica, sintiendo en
carne propia la marginación por sus profesores y compañeros, decidiendo destacar
y llegando a ser el primero de su clase demostrando así la capacidad intelectual del
hombre andino.
A sus 20 años de edad, se estableció en la ciudad de Lima ingresando a la facultad
de letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en la que tuvo un
recibimiento diferente al que estaba acostumbrado, lo trataron con cordialidad y
respeto; compartió estudios con compañeros que llegaron a ser hombres de
renombre nacional como los filósofos Luis Felipe Alarco y Carlos Cueto Fernandini,
y los poetas Emilio Adolfo Westphalen y Luis Fabio Xammar.
La muerte de su padre lo obligó a trabajar para poder sobrevivir y costear sus
estudios universitarios, entrando a trabajar como auxiliar en la Administración de
correos; siendo universitario aún publicó obras que son elogiadas
internacionalmente.
En su obra el “Sexto”, nos relata los días que pasó en prisión por participar en
protestas estudiantiles, las experiencias que pasó, las evocó en la novela del
mismo nombre, donde narra la llegada del joven Gabriel a la prisión y lo primero
que oye es la canción de “La Marsellesa De Los Apristas” que es cantada por los
presos políticos del tercer piso, Cámac un preso de allí será su compañero de celda,
él lo lleva a conocer todos los lugares del “El Sexto” y le presenta a Maraví, el amo
del sexto; el Negro Puñalada, el Piurano, Rosita, el Pato, el Pacasmayo, entre otros.
Esta obra es una novela testimonial en donde nos narra cómo es la vida dentro de
una cárcel peruana, el horror carcelario, los atropellos que se realiza dentro de la
cárcel, la corrupción, el homosexualismo, la desigualdad.
Arguedas inicia su carrera de docente en el colegio nacional Mateo Pumacahua de
Sicuani en el departamento del Cusco, como profesor de castellano y geografía, en
donde junto con sus alumnos realizó un trabajo de recopilación del folclore local,
descubriendo así su vocación de etnólogo.
Posteriormente sufre una fuerte depresión por decaimiento, fatiga , insomnio y una
crisis de angustia ,llega a recuperarse pero eventualmente tendría otras recaídas;
ya en 1947 es nombrado conservador general del folklore del Ministerio de
Educación ,luego es ascendido a jefe de la sección folclore, en donde llevó a cabo
importantes iniciativas orientadas a estudiar la cultura popular en todo el país , fue
entonces cuando logró que los teatros Municipal y Segura abrieran sus puertas al
arte andino. También dictó cursos de etnología y quechua en el Instituto
Pedagógico Nacional de Barones.
Realizó diversos viajes fuera del país, en donde ganó diversos concursos como, en
1955 que su cuento “La muerte de los Arango” obtuvo el primer premio del concurso
Latinoamericano de cuento organizado en México, entre otros, ganó también por
su novela autobiográfica “Los Ríos Profundos” el premio nacional de fomento a la
cultura “Ricardo Palma”, por su obra “El Sexto se le concedió por segunda vez el
premio nacional de fomento a la cultura “Ricardo Palma”.
En 1964, publicó su obra “Todas Las Sangres “novela más ambiciosa y de gran
consistencia narrativa, en donde muestra toda la variedad de tipos humanos del
Perú, pero, esta novela fue duramente criticada en una mesa redonda
organizada por el Instituto de Estudios Peruanos, cuyas críticas fueros
devastadoras para Arguedas, uno de los críticos de la obra arguediana fue el
escritor Sebastián Salazar Bondy.
En ese mismo año de 1964 su labor de docente mereció el otorgamiento de las
«Palmas Magisteriales» en grado de Comendador y una Resolución Suprema
firmada por el presidente Fernando Belaúnde Terry dándole las gracias por los
servicios prestados a favor de la cultura nacional. Fue nombrado también Director
del Museo Nacional de Historia, cargo que ejerció hasta 1966.
Inicia su divorcio de Celia en 1965, luego en 1967 se casa con Sybila, una dama
chilena, que décadas después de la muerte de Arguedas estuvo presa por
presuntamente haber tenido vínculos con el grupo terrorista Sendero Luminoso
,fue liberada el 2002 y regreso a su país .
En junio de 1965 asistió al primer Encuentro de Narradores Peruanos en Arequipa,
allí tubo una polémica con Sebastián Salazar bondy quien días después falleció
víctima de una cirrosis hepática congénita.
Arguedas tuvo su primer intento de suicidio el 11 de abril en 1966, por sobredosis
de barbitúricos, recibió múltiples tratamientos psiquiátricos describiéndolo así en su
escrito:
Yo estoy sumamente preocupado con mi pobre salud. (...) He vuelto fatigadísimo,
sin poder dormir y angustiado. Tengo que ir a donde el médico nuevamente; aunque
estos caballeros nunca llegan a entender bien lo que uno sufre ni las causas. Lo
malo es que esto me viene desde mi infancia (carta a John Murra, 28 de abril de
1961).
Luego de su primer intento de suicidio su vida ya no volvió a ser la misma pues se
alejó de sus amigos y renuncio a los cargos públicos que ejercía en el Ministerio de
Educación y se puso en contacto con la psiquiatra chilena Lola Hoffman, quien le
dijo que siguiera escribiendo ,así trabajo en la que sería su obra póstuma “El Zorro
de arriba y el Zorro de abajo”, después de haber recibido algunos reconocimientos,
viajó varias veces a Chimbote con el fin de documentar su última novela,
anteriormente mencionada en la que narra las consecuencias negativas a la que
conlleva la modernidad y el desmedido afán de lucro; pero talvez lo más grande
sea la generación moral del hombre andino que cae en vicios urbanos cuyos
santuarios son los bares y burdeles del puerto.
De otro lado, también narra la industrialización, símbolo de la modernidad, tiene
consecuencias catastróficas en el medio ambiente, la pesca indiscrimada y la
contaminación que producen las fábricas perjudica el equilibrio natural, porque todo
es absorbido por la industria pesquera que no deja alimento a los animales propios
del hábitad natural.
En 1968 le fue otorgado el premio «Inca Garcilaso de la Vega», por haber sido
considerada su obra como una contribución al arte y a las letras del Perú. En esa
ocasión pronunció su famoso discurso: «No soy un aculturado».

Finalmente renunció a su cargo en la Universidad Agraria. El 28 de noviembre de


1969 le escribió a su esposa Sibyla:
¡Perdóname! Desde 1943 me han visto muchos médicos peruanos, y desde el 62,
Lola, de Santiago. Y antes también padecí mucho con los insomnios y
decaimientos. Pero ahora, en estos meses últimos, tú lo sabes, ya casi no puedo
leer; no me es posible escribir sino a saltos, con temor. No puedo dictar clases
porque me fatigo. No puedo subir a la Sierra porque me causa trastornos. Y sabes
que luchar y contribuir es para mí la vida. No hacer nada es peor que la muerte, y
tú has de comprender y, finalmente, aprobar lo que hago

Ya con sus facultades en decadencia se sumió en depresión que no pudo soportar,


terminando con su vida disparándose un tiro en la cabeza el 28 de noviembre de
1969 en uno de los baños de la universidad, falleciendo 5 días después de una
intensa agonía el 2 de diciembre de 1969.
El legado que nos deja José María Arguedas es la revaloración del idioma quechua
y que trata a través de sus obras darlo a conocer al mundo entero, porque esta
lengua se estaba extinguiendo y que gracias a él hoy en día podemos observar
con gran regocijo que en los pueblos andinos se enseña a los niños el idioma
bilingüe español-quechua.
En conclusión, reconozco el gran aporte cultural y las enseñanzas de vida que este
gran escritor, poeta, traductor, profesor, antropólogo y etnólogo peruano nos dejó
como legado cultural. Sueño que deberíamos hacer realidad a través del tiempo.
Este pequeño ensayo sobre José María Arguedas es gracias a la lectura y análisis
crítico de las siguientes obras: “Agua”, “El sueño del Pongo”, “Los Ríos profundos”,
“El sexto”, “El Zorro de arriba y el Zorro de abajo”, “Todas las Sangres”.
(Wikipedia, 2014)

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