Daniel Cosio Villegas
Daniel Cosio Villegas
Daniel Cosio Villegas
POLÍTICO MEXICANO
El que sin duda es uno de los mas grandes promotores de la cultura y vida
intelectual del país se inició en las letras con obras de corte literario:
Miniaturas mexicanas (1921) y una novela corta, Nuestro pobre
amigo (1924), pero también escribió en la revista México Moderno,
dedicada en el arte y la literatura.
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De la mano de José Vasconcelos, participó en la edición de los “clásicos
verdes” y en La Antorcha, de la que llegaría a ser codirector en 1925.
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Los biografos y estudiosos de la obra de Don Daniel, atribuyen a su paso
por el Fondo de Cultura Económica y por el Colegio de México, el
surgimiento de una nueva vocación a la que dedicaría gran parte de su
carrera: la historia.
Enrique Krauze2, sobre este mismo tema, dice que Cosío Villegas, como
intelectual, sintió la necesidad de entender ese “deterioro” del liberalismo
que se llamó Porfiriato, esa reacción al Porfiriato que fue la Revolución y
la fatalidad histórica llamado neoporfirismo.[1]
1 Meyer, Lorenzo. Daniel Cosío Villegas, en Letras Libres del 31 de mayo de 2001. Disponible en
https://www.letraslibres.com/mexico/daniel-cosio-villegas
2 Krauze, Enrique. Daniel Cosío Villegas: una biografía intelectual, México Joaquín Mortiz, 1980,
capítulo IX.
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El sistema político mexicano, la obra de la que hoy escribo, es
considerada la primera parte de una tetralogía dedicada al análisis del
sistema político instaurado en la etapa posrevolucionaria a la que Cosío
Villegas dedicó mas de una década de estudio y preparación.
En esta obra Cosío se reencuentra con una idea que ya había anunciado
previamente, cuando escribió la pieza escrita con la cual se inaugura su
faceta de politologo: el ensayo y la crítica moral, contenida en es decir, en
"La crisis de México" publicada en 1947.
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Y se le acusaba moralmente de no haber sabido o “querido estar” a la
altura de las circunstancias que le exigió la historia y haber sucumbido a la
corrupción en gran escala propiciada por una estructura política basada en
la irresponsabilidad y la impunidad de una presidencia sin contrapesos.
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De nuevo, para entener el proceso que Cosío Villegas siguió para llegar a
estos alcances, obliga a recordar que desde que se encontraba en el
proceso de construir la obra de Historia Moderna de México, el mismo se
hizo cargo de la redacción de los tomos de la vida política interna y
externa y dejó a otros los relacionados con la historia social y la
económica.
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Lorenzo Meyer3, escribió al momento de salir a la luz el libro, una reseña
que al respecto dice:
3 Daniel Cosío Villegas. El sistema político mexicano : las posibilidades de cambio. Austin, Tex. :
Institute of Latin American Studies, The University of Texas at Austin, 1972. Disponible en:
http://aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/23212/1/13-052-1973-0527.pdf
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mínimo la violencia. El crecimiento económico que propició esta
institucionalización, reforzó la estabilidad del proceso político.
Como se vé, Cosío Villegas hace notar lo que era evidente: el juego de
esta dualidad presidente-partido, prácticamente eran el principio y fin, sin
limite del ejercicio del poder. En este escenario, el poder detentado sobre
todo por el presidente era arbitrario y, por supuesto, antidemocrático.
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Parece ser que veía en Cárdenas al último presidente congruente con el
ideal revolucionario, pues hace un recuento de los sucedido después de
el, como el fin del cardenismo y, por tanto, del empobrecimiento de los
objetivos y logros de la élite revolucionaria: la ausencia de un programa
político claro, lo que ha conducido al oportunismo descarnado; la
dependencia manifiesta del Partido de la voluntad del gobierno; la
ausencia de democracia interna; y, finalmente, el incumplimiento de las
promesas hechas a los sectores populares.
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consideración, aunque concluye que su fuerza es poca, y ni siquiera ha
conseguido formular un programa de acción que sea una verdadera
alternativa al auspiciado por el PRI. Después de analizar a los partidos, se
dedica a analizar lo que sucede con los grupos de presión que, estiman
los estudiosos, lo hace con cierta premura, pero no deja de sugerir que los
grupos empresariales cuentan con elementos para interferir efectivamente
la acción presidencial, pero sin profundizar más en ello.
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En el capítulo final de la obra, a manera de conclusión Cosío Villegas
examina las posibilidades reales de cambio dadas por los elementos
anteriores. Se debe recordar que los pilares del sistema según Cosío son
la presidencia y el partido, y en ellas deposita la posibilidad de cambio, la
fuente de el.
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voluntad de cambio de un "presidente predicador", es decir, de Echeverría,
y de un CEN del PRI encabezado por un intelectual: Jesús Reyes Heroles.
Si los personajes volvían a no estar a la altura de las circunstancias —el
tema del ensayo de 1947—, el proceso político de México entraría en un
callejón sin salida.
Para Meyer, la explicación que hace Cosío Villegas del proceso político se
da casi por entero en términos políticos; es decir, se critica que no se
justiprecie el entorno social y económico en que sucede y opera este
sistema, pues no se menciona o cuando se señala se hace de manera
según Meyer, insuficiente, de ahí que la explicación no posea toda la
amplitud que fuera de desear.
Otro aspecto que critica Meyer es sobre una de las principales tesis en
que se sustenta la obra de Cosío: la tesis del gran poder del Presidente,
4 Op Cit
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respecto de la cual, dice Lorenzo, se sostiene en parte porque el autor no
quiso explorar más a fondo algo que el mismo ya apunta: el poder de los
grupos de presión del sector privado.
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y es ahí donde el poder presidencial puede encontrar uno de los
obstáculos más serios al cambio, como se está viendo en la coyuntura
actual por la que atraviesa el sistema.
Como se sabe, Cosío fue uno de los pocos críticos de Luis Echeverría
Álvarez. La obra que comentamos es la punta del iceberg, cuya base la
constituyeron una serie de artículos publicados en el Diario Excelsior, en
un momento en el que la represión era cosa de todos los días.
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Cosío Villegas, es recordado por su calidad de crítico liberal, sobre todo
del fenómeno "del estilo personal de gobernar", al cual dedicaría un libro
concreto y que se basó en Luis Echeverría.
Sin embargo, cuentan las crónicas que desde la obra, la relación entre
Cosío y el presidente fue muy tensa, y a pesar de esto la mantuvo, pues
era la ocasión de ver y vivir de cerca las expresiones de poder de la
presidencia autoritaria que tanto criticaba. La situación terminó por irritar
al "objeto de estudio", que si bien por un lado le hizo objeto de
deferencias, por otro alentó la publicación de críticas anónimas y bajas
contra el crítico público.
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Los intelectuales de izquierda, que dominaba (o se refugiaba en) el ámbito
académico, no fue generosa con Cosío y por ello no se encuentran
referencias de la obra ni reconocimiento de su utilidad ni la legitimidad de
un enfoque liberal, que usaba un lenguaje comprensible y se centraba en
la personalidad del presidente y sus colaboradores, en vez de poner el
acento en los conceptos del marxismo y en la lucha de clases y las
contradicciones insalvables del capitalismo mexicano.
Al final, fueron cuatro las obras que hoy se reconocen como una tetralogía
indispensable para el análisis de la historia política del país: en 1972, El
sistema político mexicano, en 1974, El estilo personal de gobernar y en
1975 La sucesión presidencial y La sucesión: desenlace y perspectivas.
Criticas aparte, estas obras de Cosío Villegas constituyen uno de los mas
interesantes y completos análisis de la coyuntura histórico y político del
período. También es uno de los juicios mas severos del régimen instalado
en la epoca posrevolucionaria.
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La forma de escribir de Cosío Villegas, no era de corte académico ni sus
opiniones sustentadas propiamente desde el punto de vista de la teoría
política y/o constitucional. Están escritas en un lenguaje llano y directo a
diferencia de otros autores, sobre todo de la academia y de los Estados
Unidos, por ejemplo Charles A. Hale sobre cuya obra escribi otro ensayo
en el que enfatizaba el rigor académico en el que sustenta cada
afirmación o apreciación.
Para él, el cambio o la reforma tendría que darse desde dentro y desde
arriba, aunque luego se aprecia que cambio de opinión pues en 1974, en
El estilo personal de gobernar, esta vía ya no era factible. Cosío Villegas
probó la certeza de lo advertido tres años antes por Robert Dahl: había
una correlación entre el abuso de la palabra y la falta de acción decisiva:
entre más se habla, menos se hace. Don Daniel contrastó a Echeverría —
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personaje "locuaz" y en monólogo perpetuo— con el presidente Cárdenas,
un mandatario que casi no hablaba pero actuaba y con gran eficacia.
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A partir de ese momento, cada nueva elección permitió al presidente ir
afinando sus instrumentos de control al punto que, a partir de 1956, pudo
ya neutralizar cualquier oposición significativa dentro y fuera del PRI.
Desde entonces y hasta 1988 no se movería una hoja del árbol de la
sucesión sin la voluntad presidencial, pero luego todo entraría en crisis.
Cosío Villegas cumplió con su país de manera clara con las obligaciones
que le imponían el papel que él eligió desempeñar. Eligió de entre los
instrumentos a su alcance los que mejor le parecieron para desentrañar
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"el mal de su tiempo": la ausencia en México de una vida pública digna de
tal nombre debido a un presidencialismo sin contrapesos.
Cosío Villegas pudo haber optado por refugiarse en sus tareas como
administrador o como investigador del pasado para excusarse de tomar
partido en el presente. No lo hizo. Si bien no buscó el choque frontal con
el poder, cuando lo juzgó adecuado no dudó en poner bajo el lente de la
crítica a un presidencialismo perverso que si bien ya tenía su legitimidad
mermada, aún mantenía un enorme poder. Un poder que hubiera
destruido, si se lo hubiera propuesto, a personajes con mucho más
recursos que los que tenía don Daniel.
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Lorenzo Meyer5, con motivo del 25 aniversario de la muerte de Don Daniel
Cosío Villegas se refirió a la vigencia de su obra en los siguientes
términos:
5 Meyer, Lorenzo. Daniel Cosío Villegas, en Letras Libres del 31 de mayo de 2001. Disponible en
https://www.letraslibres.com/mexico/daniel-cosio-villegas
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BIBLIOGRAFÍA
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