Proceso de Estampado
Proceso de Estampado
Proceso de Estampado
Fig. 1.- Esquema del punzonado (A) Penetración del punzón en la pieza
En general, la mayoría de los estudios efectuados sobre la mecánica del proceso de
deformación plástica y corte, tienen como finalidad analizar los defectos que se
presentan en el borde de las piezas punzonadas. Los primeros resultados de los
estudios sobre los mecanismos de corte en punzonado se producen a comienzos de la
década de los cincuenta, en Alemania (Keller) y en Japón (Fukui y Maeda)
simultáneamente. Hoy en día, los estudios se centran en la obtención de modelos
matemáticos que junto con el método de los elementos finitos permitan el cálculo de
las fuerzas, determinar calidad del borde de la pieza y la simulación del proceso.
Tabla 1. Distintos factores que intervienen en el punzonado.
1. Deformación: los esfuerzos del punzón sobre la chapa metálica, originan en ésta
una deformación, inicialmente elástica y después plástica, alrededor de los
bordes del punzón y matriz.
2. Penetración: los filos de corte del punzón y matriz penetran dentro del material,
produciéndose grietas en el material debido a la concentración de tensiones a
lo largo de los filos de corte.
Desgaste de matrices
La herramienta, durante su trabajo, está sujeta a una serie de acciones mecánicas,
térmicas y químicas, que ejercen un efecto de desgaste, y por tanto, es de gran interés
conocer los factores que afectan a éste. Entre estos factores, se pueden citar el
material de trabajo, el número de punzonados, el material de la herramienta, el
diámetro del punzón, el juego de corte y la lubricación.
Todos los mecanismos de desgaste (adhesión, abrasión, etc.) pueden presentarse
cuando se realizan operaciones de punzonado, tanto en los punzones como en la
matriz sustentadora de la chapa a punzonar. El desgaste se produce en tres zonas:
caras, flancos y bordes del punzón y matriz (figura 10).
Los flancos y bordes del punzón y matriz están expuestos a la acción de las superficies
generadas en el proceso de corte, y el deslizamiento relativo provoca fenómenos de
adhesión en los flancos y bordes.
Medida del aumento del juego de corte como consecuencia del desgaste.
Todas estas características del borde cortado dependen del tipo, dureza y espesor del
material, juego entre punzón y matriz, estado de los filos de corte, sujeción del
material y tamaño del punzón en relación al espesor de la chapa. Las dimensiones de la
zona 2 (figura 3) las determina el punzón, en el caso de la chapa, o la matriz, en el caso
del material cortado.
La extensión de la zona 1 deformada plásticamente junto con la zona 2 bruñida, se
representan como porcentaje del espesor del material y definen la distancia recorrida
por el punzón antes de la fractura del material. El porcentaje de la penetración del
punzón varía con el tipo y dureza del material. Así, a medida que aumenta la dureza del
material, el porcentaje de penetración del punzón decrece. Por otro lado, la
penetración del punzón aumenta cuando el tamaño del punzón es menor que 1,5
veces el espesor de la chapa, debido al alto esfuerzo de compresión a que está
sometido el material en la zona de corte.
La fractura angular y la calidad del corte dependen del juego entre matriz y punzón.
Con un juego insuficiente entre punzón y matriz, se produce un corte secundario. Las
grietas iniciales correspondientes al punzón y matriz no están alineadas, y por tanto, no
llegan a encontrarse (figura 4). El descenso continuado del punzón produce la
prolongación de las grietas y la superficie no cortada entre ellas se romperá en una
fractura secundaria. En la parte inferior de la carrera del punzón, se produce un corte
secundario y una segunda zona bruñida (figura 5-B). La disminución del juego, por
debajo de los valores normales, provoca la disminución de todos los defectos de forma,
mejorando por lo tanto, la precisión de los bordes obtenidos.
Una vez cortado el material, debe ser expulsado a través de la matriz, que en general
tiene forma cónica para facilitar la extracción y dificultar el regreso del material cortado
con el retroceso del punzón. La fuerza necesaria debe vencer el rozamiento y
compresión radial entre el punzón y la chapa y entre la pieza cortada y la matriz. Parte
de estas fuerzas también están presentes durante el retroceso del punzón debido al
rozamiento de la chapa con el punzón. Esta fuerza de extracción suele expresarse como
porcentaje de la fuerza necesaria para el punzonado y depende del material y del juego
de corte.
Otro factor a tener en cuenta, es el estado del punzón. Así por ejemplo, el progresivo
embotamiento sufrido por éste, origina un aumento de la fuerza de corte, y al mismo
tiempo una disminución de la fuerza de retroceso.
También la velocidad de corte tiene influencia sobre la fuerza de corte. Así, al aumentar
dicha velocidad, disminuye la fuerza necesaria, debido fundamentalmente a la
elevación de la temperatura del material que se origina con el aumento de la velocidad
de deformación.
Fig. 9.- Afilados especiales del punzón
Cuando las fuerzas de corte son demasiado elevadas, estas pueden ser reducidas
considerablemente mediante un punzonado por corte progresivo, esto es, inclinando el
corte del punzón (figura 9). Sin embargo, la variación de la fuerza no supone una
variación de la potencia consumida en el proceso.