Orientacion 6º

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Unidad 1

Autoconocimiento y autovaloración

Contenidos

• El autoconcepto: ¿Quién soy yo?, ¿Cómo he cambiado?


¿Qué dicen los otros que soy?: el curso como espejo.
• La autoestima: lo que me gusta de mí, lo que cambiaría.
• Identidad sexual: ser hombre, ser mujer.
• Identidad social: ser hijo, hija, alumno o alumna, compañero o
compañera, ciudadano o ciudadana.

Aprendizajes esperados

Los alumnos y alumnas:


• Identifican características personales.
• Comunican al resto del grupo una imagen realista de sí mismo.
• Reconocen los principales cambios que están viviendo, expresando
de diversas formas sus sentimientos e inquietudes frente a ellos.

Unidad 1: Autoconocimiento y autovaloración

Orientaciones didácticas

Esta unidad tiene como objetivo fortalecer la autoestima de niños y niñas, estimulando el
desarrollo armónico de la identidad y la confianza en sí mismos.
La confianza en sí mismo es esencial para una vida escolar exitosa y depende en gran
medida del conocimiento que los estudiantes logran respecto de sus propias
potencialidades, de la valoración que hacen de ellas y de la retroinformación que reciben
de los diferentes agentes de socialización, principalmente de parte de la familia y la
escuela.
Los niños que confían en sus propias potencialidades podrán asumir con agrado y, por
tanto, con mayores probabilidades de éxito, los desafíos que plantea la vida escolar; y a la
inversa, los niños inseguros, por temor al fracaso, se mostrarán poco motivados a
esforzarse (tenderán a evadir los desafíos).
El foco del trabajo con miras a favorecer el autoconocimiento y la autovaloración debe
ponerse en las diferentes dimensiones de desarrollo humano: biológica, intelectual, social,
cultural. Se trata que los niños y niñas puedan mirarse desde diferentes ángulos de modo
que dispongan de un perfil de sí mismos, en el que hay puntos altos, puntos medios y
bajos, y que puedan reconocer que este perfil es dinámico: se modifica constantemente
con su crecimiento, su trabajo escolar y el aumento de su experiencia y conocimiento.
Dado que los aspectos que se abordan en esta área forman parte de la intimidad de niños
y niñas, es necesario ser especialmente respetuosos de su privacidad. Si en una actividad
destinada a que exploren esta dimensión, escriben poemas, diarios de vida, etc., será
necesario pedir su consentimiento para leerlos y para presentarlos a terceras personas,
aun cuando se trate de los propios padres de familia.
Las siguientes orientaciones pueden contribuir a establecer los contextos y relaciones
adecuados para el trabajo de esta unidad:

• Favorecer un ambiente positivo y esperanzador frente al tema de los cambios y la


experiencia de crecer, estimulando y valorando explícitamente las características de niños
y niñas y el aporte que hacen al curso.
• Promover el desarrollo de la confianza en sí mismos a través de mensajes que los
estimulen:
“Tu opinión sobre esta situación es importante”, “La idea que diste es muy buena”, o por
ejemplo, “Lo que hace especial a este curso es...”, “Esta semana han logrado mejorar”.
• Dar posibilidades para que desarrollen la capacidad de comunicar sus sentimientos,
experiencias e inquietudes sobre sí mismos y los cambios que comienzan a experimentar.
• En los plenarios, preocuparse de que los niños o niñas más tímidas puedan exponer sus
ideas y preguntas, demostrándoles confianza en su capacidad para comunicar al resto lo
que piensan y sienten.
• Poner atención a las diferencias de maduración física que pueden presentarse en los
cursos y trabajar el tema de los cambios en la pubertad. Este tema debe ser abordado
simultáneamente con los apoderados.
• Incorporar y rescatar experiencias y preguntas que niños y niñas tienen en relación con
los contenidos o las actividades que se van a desarrollar.

• Observar a los alumnos y las alumnas en cuanto a su forma de ser en clases, como su
participación en un grupo, motivación por el trabajo, creatividad, cómo se relacionan con
sus compañeros y compañeras, si son sociables, su capacidad de escuchar a otros, etc.
• Estimular la autoevaluación en el proceso de aprendizaje y crecimiento, desarrollando
ejercicios que permitan que niños y niñas describan lo que han aprendido de sí mismos,
cómo se sienten en el grupo, las dificultades o inquietudes que tienen, etc.

Ejemplos de actividades

Las actividades que contiene la unidad deben seleccionarse de acuerdo a la realidad y


necesidad de cada curso, pudiendo cada profesora o profesor jefe incorporar y crear otras.

1. El profesor o profesora jefe dibuja un carnet de identidad en el pizarrón que incluya sus
datos personales. Toma este ejemplo para introducir al curso el tema de la identidad: ¿son
suficientes estos datos para decir que conocemos a esta persona?, ¿qué otros datos se
necesitarían para conocerla más?, etc. Luego pide a los niños y niñas que hagan sus
propios carnets de identidad en el cual pongan aquellos datos que creen que les permitiría
darse a conocer a otros y los intercambien entre ellos.

2. Responden un cuestionario “¿Quién soy yo?” en el que se definen a sí mismos: en lo


físico, su personalidad, alegrías, temores, gustos, preocupaciones, esperanzas,
expectativas frente a su vida escolar y a la vida familiar. Luego lo comparten con un
compañero o compañera que ellos mismos eligen. Estos escritos, si los niños así lo
desean, pueden guardarse en una carpeta personal junto a otros trabajos que se harán en
el año. Este material puede ser de utilidad para las entrevistas con los niños y niñas y con
los apoderados.
3. En grupos, elaboran un collage acerca de las etapas del desarrollo que niños y niñas
han
vivido: de 0 a 2 años, de 3 a 5 años, de 6 a 9 años. Pueden usar fotos, recortes de
revistas
o diarios, dibujos, etc. Comparten con el curso su trabajo. Esta actividad permite que
visualicen el dinamismo del desarrollo humano y que reflexionen acerca de cómo
progresivamente
han venido ampliando sus capacidades.

4. Ayudados por sus familiares, elaboran una línea de tiempo en el que resumen los
momentos
más importantes y significativos que han vivido hasta hoy, a nivel personal y familiar, y
la presentan al resto de su curso.

5. En forma personal, reflexionan acerca de los cambios que han experimentado: “¿Cómo
hemos ido cambiando?” en lo corporal, en la relación con sus familiares, amistades, gustos
(música, juegos, vestuario), la vida escolar, etc. Luego se reúnen en grupos y ponen en
común su trabajo. Reconocen los cambios que todos comparten y aquéllos que son
personales.
Comentan acerca de las diferencias personales.
6. El profesor o profesora jefe organiza al curso en grupos separados por sexo. Los grupos
de sexo masculino y los de sexo femenino comparten entre sí en torno a preguntas tales
como: ¿cómo somos?, ¿qué nos gusta?, ¿cómo nos gusta que nos traten?, etc. Escriben
sus reflexiones y las comparten con el otro grupo. Es importante que niños y niñas se den
cuenta que comparten muchas características y que hay otras que los diferencian.
7. En forma personal, expresan opiniones, sentimientos y deseos frente al cambio de ciclo
através de relatos escritos, dibujos, exposición de ideas y conclusiones al

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