Revista Cuarto Intermedio N°120
Revista Cuarto Intermedio N°120
Revista Cuarto Intermedio N°120
120-Diciembre 2018
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los argumentos que había presentado Bolivia. Fernando
Molina revisa paso a paso este proceso desde que fue
iniciado el 2015, haciéndonos notar que hubo una excesiva
confianza e ingenuidad frente a este tema.
Los diferentes contradiscursos que vivimos en el país
son también vivenciados a nivel latinoamericano. Luis
Verdesoto y Gloria Ardaya sitúan a Bolivia en la región y ven
que la corrupción y el extractivismo son una ola que afecta
diferentes países de América Latina. Por otro lado, sitúan a
China como un factor importante en el desarrollo regional,
pero con fuertes ambigüedades.
Pasando a otro tema, más doloroso para la humanidad,
les presentamos un artículo sobre el abuso sexual de
menores. Daniel Mercado enfatiza que este abuso es una
manifestación del abuso de poder que daña en lo más íntimo
al ser humano y se expresa claramente en lo exterior, por
lo tanto, debemos estar atentos a las diferentes señales
y cambios que se manifiestan en nuestros menores y se
debe tomar muchas previsiones en las instituciones que
albergan a niños y niñas.
Otro artículo de este número se refiere a las gestiones
que se hace por la conservación de centros históricos.
Fernando García presenta los avances logrados en
diferentes ciudades del mundo, y remarca el descuido que
en los últimos años se ha tenido en el país respecto a la
preservación del patrimonio histórico.
Para finalizar, queremos compartir también por este medio
un resumen de las conclusiones del Sínodo sobre los jóvenes
que se ha llevado a cabo este año dentro de nuestra Iglesia.
La intención del Papa fue conocer las diferentes situaciones
y problemáticas que viven nuestros jóvenes para poder
acompañarlos de la mejor manera posible y no ser ajenos
a sus voces y necesidades. El P. Víctor Codina, SJ. comenta que
una de las características de este sínodo ha sido “escuchar”.
Escuchar sin juzgar. Actitud que debemos practicar en todos
los niveles de nuestra cotidianeidad. Actitud que ahora más
que nunca es necesaria para dialogar y acercarnos al otro que
piensa distinto. Nuestro país está viviendo procesos complejos
y contradictorios, que la escucha y el respeto primen en
nuestros diálogos.
Que este nuevo número sea de su agrado y nos ayude a hacer
un “Cuarto Intermedio”.
Diciembre - 2018
Cochabamba - Bolivia
Un knock-out en cuatro
rounds
www.paginasiete.bo
Fernando Molina
Periodista y escritor. Colabora con periódicos y revistas nacionales e internacionales.
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Chile alegó ante la Corte que los ofrecimientos que había
hecho, pero que no habían acabado en un acuerdo entre
partes, no podían generar derecho alguno, ya que si lo hubieran
hecho se restringiría la facultad de los países de explorar
soluciones innovadoras a sus problemas internacionales, y se
los condenaría a seguir un libreto invariable. Bolivia aprovechó
el hecho de que, hasta entonces, la Corte había rechazado
mayoritariamente las objeciones de incompetencia que
se habían presentado en su contra. Pese a ello, Chile había
intentado el recurso, porque consideraba –un punto importante
que entonces los bolivianos no valoraron como debían–que la
demanda boliviana tenía una naturaleza “osada” respecto a los
cánones del derecho internacional.
En ese momento, ambos países enviaron a La Haya a sus
cancilleres y a equipos de diplomáticos, parlamentarios y
juristas nacionales e internacionales. La delegación boliviana
contaba con dos ex presidentes. Los alegatos se transmitieron
en vivo por televisión para las dos naciones. El presidente
Evo Morales ordenó embanderar las casas durante toda
la semana, para mostrar el respaldo de la población a sus
representantes ante la Corte Internacional. En Chile, una
encuesta de la Universidad del Desarrollo estableció que el 49%
de los habitantes creía que este país volvería a perder esta
vez, como ya perdió un juicio anterior con el Perú en torno al
territorio marítimo fronterizo, el cual devolvió a la soberanía
peruana 50 mil kilómetros cuadrados de mar. Este juicio, que
se ventiló entre 2008 y 2014, era el antecedente directo de
la demanda boliviana, que Evo Morales anunció en marzo de
2011, al mismo tiempo que declaraba fracasada la negociación
bilateral sobre 13 puntos, entre ellos el marítimo, que había
iniciado con Michelle Bachelet durante la primera gestión de la
mandataria chilena. El Gobierno boliviano aseguró que durante
esta negociación Bachelet le hizo otra oferta de una salida
soberana al mar, lo que Santiago negó. En todo caso, durante
Segundo round
“Es un día inolvidable: sabíamos que tarde o temprano se
iba a hacer justicia”, dijo el presidente Evo Morales el 24 de
septiembre de 2015 después de enterarse de que la Corte se
declaró competente para tratar la demanda. Morales también
felicitó al pueblo boliviano, porque “nunca ha claudicado” en
su causa, y agradeció los gestos de solidaridad con Bolivia, en
especial los que provinieron de ciudadanos chilenos.
Una hora antes, Morales y su gabinete, que veían por televisión
el informe del presidente de la Corte Internacional, Ronny
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Abraham, estallaron en aplausos cuando este concluyó que,
por 14 votos a dos, esta Corte rechazaba la objeción chilena
sobre su competencia en el litigio iniciado por Bolivia en 2013,
y que por tanto este seguiría su curso. Al mismo tiempo, un
grupo de estudiantes de escuelas públicas y de representantes
de organizaciones sociales bolivianas y chilenas festejaban en
la plaza Murillo de La Paz. Similares celebraciones, organizadas
por las autoridades, se realizaban simultáneamente en cada
capital del país. Los niños agitaban banderas y había discursos
y bailes. Por doquier se escuchaba el “himno al mar”.
En varios puntos de La Paz se montaron pantallas gigantes
para ver la transmisión de la televisión estatal, cuyos
presentadores se mostraron “estremecidos” y “emocionados
hasta las lágrimas” porque Bolivia “había ganado” en La Haya,
logrando que la Corte siguiera comprometida en el proceso
judicial.
Sin reparar en los tecnicismos jurídicos que pocos entendieron,
los bolivianos siguieron la lectura del fallo como si se tratara
de un partido de fútbol, en el que al cabo de media hora les
dijeron que, aunque no habían visto los goles, habían ganado.
Y que habían ganado nada menos que a su rival histórico,
repudiado por sucesivas generaciones desde que en 1879
las tropas chilenas vencieran a las del país y se hicieran del
dominio definitivo del “litoral cautivo”.
Tercer round
Poco después de que la Corte Internacional se declarara
competente para tratar la demanda boliviana y rechazara la
objeción que Chile había planteado a su jurisdicción, el portavoz
boliviano, Mesa, tuvo una solvente actuación en una entrevista
que le hizo Televisión Nacional de Chile, lo que causó desazón
en los medios políticos de este país, golpeados por el veredicto.
10 Fernando Molina
Ese año fue el del mejor desempeño de Bolivia, que aprovechó
cada ocasión para impulsar la campaña comunicacional que
había montado en torno a su demanda. Evo Morales coqueteó
intensamente con el Papa Francisco, quien visitó brevemente
el país en julio, pero el apoyo papal, si existió, fue ambiguo.
Morales logró en cambio que sus aliados, el entonces
presidente Rafael Correa, del Ecuador, y Nicolás Maduro, de
Venezuela, expresaran públicamente su alineamiento con la
causa boliviana.
Estos logros diplomáticos generaron críticas de la oposición
chilena al gobierno de Michelle Bachelet. El entonces jefe de
la oposición, Sebastián Piñera, señaló que Bolivia iba ganando
la carrera propagandista en la que ambos países estaban
empeñados. Al mismo tiempo, el canciller chileno Heraldo Muñoz
estuvo trabajando intensamente para superar las ventajas
comunicacionales que, según él, tenía Bolivia por representar
el papel de “víctima” de la Guerra del Pacífico. Muñoz rechazó
la entrevista en el canal estatal que Bolivia le había ofrecido
en retribución por la que tuvo Mesa, seguramente porque en
ella no hubiera podido elegir a su entrevistador. En cambio,
concedió otra a un reconocido periodista de un medio privado
boliviano. Al mismo tiempo, Muñoz convirtió en una costumbre
el responder a Bolivia con punzantes declaraciones, que
https://goo.gl/images/trsNZ3
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causaban rechazo en el país. “Que todavía no se compre un
traje de baño”, le recomendó por ejemplo a Maduro, luego
de que este repitiera el augurio del fallecido Hugo Chávez,
quien esperaba “bañarse un día en una playa boliviana”.
Cuarto round
La situación de Bolivia fue empeorando conforme se producía
el “giro a la derecha” en Sudamérica y salían del poder Correa,
Cristina Kirchner y el Partido de los Trabajadores del Brasil.
Incluso Bachelet fue sustituida por Piñera, y en Estados Unidos
comenzó a gobernar Donald Trump, un derechista a quien Evo
“le cantó las verdades” en el Consejo de Seguridad de la ONU
unos días antes del 1 de octubre de 2018, cuando finalmente la
Corte Internacional de Justicia emitió su fallo.
Pese a ello, el gobierno boliviano esperaba este veredicto
dispuesto a celebrar una victoria diplomática sobre su histórico
rival y con grandes expectativas de iniciar “una nueva era” en
las relaciones bilaterales.
Meses antes, el optimismo del presidente Evo Morales lo
había llevado incluso a decir: “estamos muy cerca de volver
al océano Pacífico”. Como el hecho era que el avance de la
ancestral demanda boliviana dependería de la voluntad con
que los gobernantes chilenos asumieran las obligaciones que
podía imponerles la Corte, Morales había invitado al “hermano
presidente de Chile, Sebastián Piñera” a encontrar “fórmulas
de entendimiento para cerrar las heridas abiertas hace más
de 100 años”.
Varias razones explican esta actitud esperanzada y positiva,
que raramente ha adoptado Bolivia frente a su vecino más
desarrollado. Primero, los buenos resultados obtenidos por
el equipo jurídico boliviano en el proceso previo, como ya
relatamos. Segundo, el diseño de esta demanda, que como
13
Knock-out
El rechazo de la Corte a todos los aspectos de la demanda
fue recibido con sorpresa y desazón. Las reuniones que el
gobierno había organizado para presenciar y celebrar un
resultado que se pensaba sería completamente diferente
se disolvieron en silencio, mientras las redes se llenaban
de recriminaciones contra los políticos del oficialismo y la
oposición que presentaron la evolución de esta causa como
ampliamente favorable para el país.
Solo más de una hora después de conocido el fallo, el presidente
Morales, quien seguro del triunfo había viajado a La Haya,
compareció ante la prensa, acompañado de Mesa. Morales
agradeció la unidad de los ciudadanos y se aferró a un pasaje
del fallo, el único alineado con las expectativas bolivianas,
que señala que la negativa de la Corte de obligar a Chile a
negociar una salida boliviana
al mar no implica que ambos
países no puedan debatir esta
cuestión por su propia voluntad
en el futuro. “Si bien no hay
una obligación de negociar hay
una invocación a seguir con
el diálogo”, dijo el presidente
Morales, que llamó “informe”
al fallo de la Corte. El párrafo
176 de éste señala que los
“hallazgos de la Corte”, es decir,
sus negativas a las solicitudes
bolivianas, “no deben ser
entendidos como si impidieran
un intercambio, con un espíritu
de buena vecindad, sobre la
Carlos Diego de Mesa Gisbert -
https://goo.gl/images/rwQb9T
situación de enclaustramiento
de Bolivia”.
14 Fernando Molina
Pocos minutos después apareció en la televisión, visiblemente
consternado, el vicepresidente Álvaro García Linera, quien
señaló que si bien “esta puerta se había cerrado”, existían
muchas otras vías establecidas por la Carta de la Naciones
Unidas para resolver pacíficamente disputas entre países,
y que Bolivia seguiría luchando “permanentemente” por su
causa nacional.
García Linera no quiso responder a la pregunta que le hizo una
periodista sobre el “costo político” de la derrota en la Corte. Sin
embargo, la discusión sobre las responsabilidades del gobierno
y las personalidades que durante los últimos años se habían
sumado a la exaltación de la demanda ya se había abierto y
no está cerrada hasta hoy. El político opositor Samuel Doria
Medina tuiteó lo siguiente: “Estoy triste por el resultado de la
Corte Internacional de Justicia de La Haya… El pueblo boliviano
está frustrado. Necesitamos una explicación de por qué
llegamos a este resultado”.
Los mensajes en las redes llegaron mucho más lejos. Algunos
se referían al contraste entre el optimismo que infundieron
quienes impulsaron y protagonizaron la demanda y la
contundencia del fallo, otros al costo económico que representó
este asunto para el país (que el gobierno fijó posteriormente
en 14 millones de dólares), a las posibles consecuencias del
fallo para las ríspidas relaciones bilaterales y, principalmente,
a lo que este significará para la autoestima nacional, golpeada
muchas veces en el pasado por el éxito y por la actitud –que
la mayoría de los bolivianos consideran “arrogante” – del rival
histórico de Bolivia.
Comentario
La Corte Internacional de Justicia fue abrumadoramente
contundente. Rechazó todos y cada uno de los argumentos
esgrimidos por Bolivia para obligar a Chile a sentarse a negociar
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–bajo condiciones preestablecidas– su salida al mar.
La lógica de la Corte fue la siguiente: los intercambios bilaterales
y las ofertas unilaterales en torno a la cuestión marítima que
se realizaron a lo largo del tiempo no crearon los “derechos” en
los que Bolivia quiso fundar su demanda. Estos intercambios
(diálogos, acercamientos, negociaciones) no cumplieron los
requisitos establecidos por el derecho internacional para
poder ser considerados acuerdos con efecto jurídico, es decir,
“tratados” entre dos Estados o “expectativas legítimas” de uno
de ellos respecto al otro. Los requisitos incumplidos son varios:
existencia de documentos, que estos documentos hayan sido
reconocidos por las dos partes, que se pueda inferir una
intención vinculante, etc.
En suma, lo que la Corte rechazó fue la idea, que en su momento
sonó brillante para muchos bolivianos, de basar la obligación
de Chile en los diversos ofrecimientos realizados por este país
a Bolivia de negociar una salida soberana al mar. Esta idea, que
es la que finalmente mordió el polvo de la derrota, pareció muy
buena en su momento porque permitía eludir un camino ya
hollado en el que se había fracasado, que era el de cuestionar
el tratado bilateral de 1904.
Luego del fallo pareció evidente que apostar tanto a esta idea
mas bien excéntrica dentro de la jurisprudencia internacional
fue un error de gran calibre. En su momento no se pensó así
por diversos motivos: la ansiedad del gobierno boliviano por
hacer una “construcción grandiosa” también en este terreno;
la falta de personal calificado en el Estado y, sobre todo, la
incapacidad de este personal para hacer una cosa diferente
que la adecuada a las expectativas políticas del presidente;
el deseo incontenible de algunos dirigentes opositores de
retomar un rol político por la única vía que se abría ante ellos;
el falso patriotismo o el miedo al ostracismo que exigía que
todos se alinearan con la decisión “del país”; el exitismo de los
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Temas de desarrollo
pinterest.com/pin/365987907215105627/
e institucionalidad en
América Latina
Luis Verdesoto, Gloria Ardaya
Doctores por la École des hautes études en sciences sociales de París.
19
logros mínimos en infraestructuras de educación y salud,
agua y energía, caminos e infraestructuras urbanas, y la
transición demográfica. En lo político, la mayor estabilidad
de los regímenes políticos, el procesamiento electoral
de la búsqueda de representación y la conflictividad; la
participación en el producto en el segmento de países
de desarrollo medio y núcleos puntuales de desarrollo
tecnológico con participación en el comercio mundial.
Asimismo, en el nivel socio cultural, el reconocimiento de
nuevas y viejas identidades y de actores diversos.
Al mismo tiempo, también es necesario asumir que América
Latina es una y múltiple y se registran vacíos importantes
y ritmos diferentes, especialmente en varios temas del
desarrollo y de la conformación de los sistemas políticos.
Asimismo, la institucionalidad pública estatal y no estatal
ha tenido fortalecimientos y debilidades diferenciados en la
región.
En el marco de la globalización, la pérdida de centralidad
del gobierno y de la economía de los Estados Unidos y el
posicionamiento de la República Popular de China como la
segunda economía del mundo ha cambiado los parámetros
de relacionamiento de América Latina con el mundo y ello
ha mostrado nuevas facetas, problemas y consecuencias. Y
permite abrir hipótesis acerca del cierre de un ciclo político,
económico y social para América Latina como consecuencia
de los cambios globales y su inserción y adaptación al orden
emergente.
Cambios observables
América Latina está cerrando un ciclo económico y un ciclo
político. En lo económico, el extractivismo y el rentismo se
han consolidado; se ha incrementado la desigualdad en
beneficio de algunas multinacionales, traders, rentistas; y,
1 Fernanda Wanderley. “Las inconsistencias del modelo de desarrollo del MAS”, Página Siete, La Paz, diciembre
de 2015.
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Estados Unidos, especialmente para facilitarse el acceso a las
materias primas. Para ello presenta sus propias estrategias
financieras y combina su crecimiento hacia adentro y hacia
fuera. Así mismo, su relación con América Latina se basa en
ese patrón del que, entre otros, la corrupción no ha estado
ausente.
América Latina subió su participación económica en el
mundo. Sin embargo, la imagen de un crecimiento sostenible
de la región, vigente durante la última década, se ha diluido
al compás del descenso de los precios de los comodities –
especialmente del petróleo–, la ralentización del crecimiento
de China, la sobrepreciación del dólar y la expectativa de
un incremento en las tasas de interés internacionales.
Parece haberse cerrado un período largo de “crecimiento
/ modernización” de aproximadamente medio centenar de
años, que contuvo –sin embargo– a dos crisis económicas
de hondas repercusiones. En especial, este lapso presentó
a la caracterizada como “década perdida” en la región, tema
ampliamente trabajado.
La vulnerabilidad del desarrollo en la región relacionada con
los precios de las materias primas muestra cómo el proceso
de acumulación de la región no ha logrado una asociación
virtuosa de factores. Especialmente, se produce una
acumulación lineal sin diversificación, única garantía de mejor
articulación económica internacional y de sustentabilidad del
desarrollo social2.
Desde una mirada de largo plazo, estas décadas dejaron
una impronta de dificultades en América Latina para lograr
una diversificación económica que la aproxime al escenario
internacional en términos diferentes a su pasado primario
exportador. Este patrón de relaciones sustancialmente
2 Alejandro Radonjic. Entrevista a José Gabriel Palma “Otra oportunidad desperdiciada por Latinoamérica”, Crisis -
Observatorio económico de América Latina, mayo 11, 2015.
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su (re)articulación con el mercado. Muchas tareas quedaron
pendientes y/o inconclusas.
Sería muy audaz formular una generalización de América
Latina acerca de las interacciones entre economía, sociedad
y política3. Sin embargo, una rápida e imprecisa codificación
del momento actual de la región nos muestra que la
modernización social es la más resaltante y de visibilidad en
sus efectos. La modernización económica muestra retrasos
frente a sus pares regionales en el mundo pero tiene el
lugar que ocupó la modernización política. A su vez, esta, la
modernización política se ubica a la zaga por su constante
redefinición institucional.
Estos niveles asincrónicos de modernización, de casi
necesaria incongruencia, muestran, una vez más,
la modificación de paradigmas. ¿Cuál es (son) el(los)
paradigma(s) distinto(s) que emerge(n)?
De partida, sería muy poco estimulante circunscribirnos
solamente a las ideas –comprobables– de que ha disminuido
sustancialmente la pobreza, de que ha crecido la “clase
media” y de que América Latina participa más en la economía
mundial. El sistema político está plagado de nuevas
complejidades, así como la gobernanza mundial y nacional.
De modo puntual, seguramente, la mutación de paradigmas
que se anunciaba dentro de un patrón de estabilidad y
acumulativo se verá alterado por los efectos pertinentes de la
crisis de los comodities, que ha desestabilizado y alterado a
los patrones de crecimiento y modernización prevalecientes.
Las preguntas pertinentes pueden ser si nos acercamos
hacia una crisis económica que devenga en crisis social y
posteriormente política siguiendo un esquema analítico e
histórico bastante clásico.
3 Con un sentido más preciso debería integrarse a la cultura, forma de entrada a la conformación de la subjetividad
(e individualidad), que no actúa necesaria ni forzosamente como epifenómeno de los otros.
4 “China está dispuesta a profundizar su cooperación con América Latina y el Caribe para que aprendamos
mutuamente una de la otra y abrir juntos un nuevo camino de la Asociación de Cooperación Integral China-América
Latina y el Caribe, anunciada por el Presidente Xi Jinping en julio pasado”, indicó el Primer Ministro del país asiático,
Li Keqiang, durante una conferencia en la sede la CEPAL en Santiago, Chile.
25
en la media de la región tanto como lo convierte en activo
contribuyente en la mediocridad de resultados de MERCOSUR.
Mientras que Chile, pese a sus esfuerzos de individualización
respecto del concierto regional, no ha podido lograr una
diversificación superior pese a sus voluntades de apertura.
Probablemente encuentre mejores soportes mediante un
alineamiento con Perú y Colombia –países productiva y
comercialmente emergentes– y México para participar en los
diversos intentos de integración del Pacífico.
Los principales países de la denominada Alianza Bolivariana
para los Pueblos de Nuestra América, ALBA, –Venezuela y
Bolivia– (antes Ecuador) vinculados fuertemente por una
disposición y actitud
rentistas de sus políticas
públicas, ahora carecen
de excedente para
dar continuidad a sus
pretensiones redistributivas
“desde arriba”. Concentran
a la paradoja de países
sin renta pero de
comportamiento rentista.
Centro América y El
Caribe se han integrado
política y comercialmente
de modo subordinado
y periférico a Estados
Países que conforman el ALBA - https://goo.gl/images/H1U5Ws Unidos. Si históricamente
puede afirmarse acerca
de la dificultad de conformar una base nacional para el
desarrollo, ahora forman parte más orgánica de la periferia
norteamericana, con solamente los vínculos de imposición
despótica y paralizante de las economías de enclave, ni las
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económico y menor observación. A su vez, intensifica su
influencia hasta Panamá bajo tres modalidades articuladas:
México, Cuba y el resto de América Central y el resto de El
Caribe.
La Unión Europea, el “mayor” mercado interno del mundo,
más que por volumen por su intensidad regulativa, busca
una relación –especialmente comercial– entre bloques que
devenga en una relación más diversificada y distribuida, que
la colonial histórica.
Los cinco ejes de América Latina parecieran estructurarse
en torno a los intereses de Brasil, siempre asentados en sus
necesidades económicas y políticas internas y de inserción
global antes que de liderazgo regional; la “banda atlántica” de
América del Sur queda reducida a las iniciativas que pueda
recobrar el MERCOSUR; la “banda pacífica” con un más amplio
género de potencialidades para abordar a las situaciones
emergentes en relación con Asia a través de la Alianza para
el Pacífico.
En cada uno de los casos, es necesario colocar interrogantes
institucionales y de desarrollo que devengan de los
alineamientos internacionales.
29
La productividad regional no se compadece con la
estabilización de la reducida clase media como componente
central del desarrollo económico y político. La clase media
histórica ha llegado a límites históricos en su capacidad de
reestructuración de los sistemas políticos y de capacidad de
demanda. Se han agotado los roles a los que se les indujo
en materia de democratización pero fundamentalmente de
desarrollo. Mientras que los ingresos medios emergentes,
que no provienen de una relación social (de las interacciones
propias de una clase), representan un peso enorme a las
transferencias y a los mercados laborales especialmente
formales.
La formalización de las relaciones laborales no puede
sostenerse en formas precarias de empleo y regulación
pública. Cabe preguntarse acerca de cuál es el grado en
que la estructura productiva, sometida durante décadas a
una racionalización laboral liberal, puede soportar procesos
de formalización, sea de recuperación de niveles históricos
o de ampliación. Siendo Brasil el caso más importante,
https://goo.gl/images/vZjTWE
5 Un caso pintoresco puede ser el ecuatoriano, en que la seguridad social fue concebida como el mecanismo de
formalización de capas allegadas al empleo formal, una vez incorporadas forzosamente a la estructura formal
a las relaciones terciarizadas y al nuevo empleo público. La formalización también implicó a parientes, luego a
mujeres de segmentos específicos y prestaciones campesinas, dentro de un discurso de universalización. Las
prestaciones se orientaron especialmente hacia vivienda e infraestructura, sosteniendo al empleo desde esa
dimensión, ante la ausencia de la inversión productiva interna o externa. La inminencia de la crisis lleva a que el
propio Estado, bajo el escudo discursivo de ser el garante de la formalización laboral, arremeta contra los cimientos
de la seguridad social (redistribución de fondos y desrresponsabilidad estatal) para lograr su propia sostenibilidad
y sobrevivencia, desapropiando de los fondos a los propios actores formales que trató de gestionar/sostener.
Esta forma esquizofrénica (asentada en una política pública y un comportamiento estatal rentista ahora sin renta
económica) busca formas encubiertas de precarización (cuando no cambios en denominaciones estadísticas) y
de asentarse crecientemente en el estímulo a la economía social y solidaria, sector que la entiende como no-
capitalista y, como tal, supongo, como no susceptible de precarización. Este discurso incongruente se asienta en la
falta de un sistema político –concentración del poder y personalización de las funciones– así como reacción tardía
–en democracia y en este régimen– de los trabajadores formales.
31
Junto a lo anterior, es evidente que existe una demanda por
participación social sin precedentes, que no se traduce en
una institucionalización que configure de mejor forma a la
república.
6 Otra vez, Ecuador es un caso a revisar, en el que el descenso de la pobreza se da en dos períodos. El primero
2000-2006, posterior a la mayor crisis económica registrada (1999) en su historia republicana y cuya principal
respuesta instrumental fue la “dolarización” (Ecuador se anticipó a la región con una incidencia lenta en la
reducción a la pobreza hasta 2004); y, el segundo 2007-2014, en que pese al incremento del gasto público (el
presupuesto del Estado se ha triplicado habiendo recibido en este período más ingresos que durante todo el
período de democratización previo -1979/2006-) y del gasto social (pasa de 4.2% a 9.6% del PIB), su celeridad y
alcance fue menor que en el primer período, en especial el porcentaje absoluto de baja de la pobreza y de la
pobreza absoluta. Debe recordarse, sin embargo, el ingreso por habitante en América Latina ha sido superior al de
Ecuador. Aquello cuestiona a la calidad del gasto para producir impactos sustentables sobre la pobreza, afirmación
que se realiza aun sin evaluar otros indicadores de más bajo impacto y pobre rendimiento como la nutrición,
algunos territorios y distintas jefaturas de hogar.
Crecieron, a su vez, sustantivamente los ingresos medios, que impulsaron a algunos territorios a eliminar de
modo temporal a la pobreza crónica, que sin embargo se mantuvo dentro de un mismo patrón en los restantes
territorios. Esta descripción también vuelve a poner en cuestión a la estrategia contra la pobreza, al margen de la
comparabilidad de períodos por la fase del ciclo y del tipo de pobreza.
33
relevante en la lucha contra la pobreza desde la conformación
republicana en la mayor parte de países. La reducción de la
extrema pobreza junto con la aparición de un segmento de
población con ingresos y consumos próximos a la clase
media, configura un panorama social distinto con efectos
pertinentes en la política.
Asimismo, a esta dinámica social corresponde la
emergencia de nuevos estratos empresariales, cuya
dimensión patrimonial no ha podido ser precisada. Sin
embargo, los indicadores de desigualdad en el ingreso,
que se han modificado heterogéneamente en la región,
no pueden compararse con la desigualdad patrimonial,
cuyas características aun no pueden ser cuantificadas con
precisión.
Sin embargo, es fuertemente evidente que los propietarios
del capital aventajan fuertemente al resto de la población,
en dimensiones superiores a la reducción de las brechas
de ingreso (medidas por el índice de Gini, por ejemplo). El
(los) mercado(s) pueden asignar con más eficiencia que el
Estado algunos recursos, pero son tremendamente torpes
en la distribución de la renta. Sin embargo, hay muy pocas
experiencias que lo intenten con un valor de desarrollo, por
fuera de las ansiedades populistas7.
Aquel doble movimiento, social ascendente, desde el campo
popular, y concentrador, desde el segmento empresarial,
configuran una demanda política que abrió espacios a la
informalización política, expresada en formas más o menos
clásicas de “populismo” o, en todo caso, de a-institucionalidad
en la representación política.
https://goo.gl/images/bRNBSn
35
por sí mismos y de modo “automático”, formarían un circuito
virtuoso sustentable contra la pobreza. La hipótesis fue que
dichas intervenciones serían “tan” sinérgicas que iniciarían
un círculo virtuoso ascendente y sacarían para siempre a los
territorios y a los sujetos fuera de la pobreza.
El planteamiento idílico para romper el círculo de la
pobreza tiene limitantes cuantitativos, en un primer
nivel, relativos a la rapidez con que se materializarían los
beneficios, independizándose de la financiación estatal
y extraterritorial. En un segundo nivel, aparecieron las
dificultades de adquisición de experiencia en el manejo de las
infraestructuras y los mercados. Para, finalmente, asentarse
en que es insustituible el elevado gasto público para sostener
esas infraestructuras y gasto corriente, al margen del cual no
es posible conocer ni reproducir sustentablemente una salida
de la pobreza. En especial, estas experiencias de inyección
superestructural de recursos chocan con las limitaciones de
empleo e inversión, por un lado, mientras que, por el otro, no
pueden superar el desprecio que hacen del capital social y de
las capacidades sociales como objeto y destino de la política
pública.
Las dimensiones sectoriales clásicas también se han
mostrado limitadas. La universalización de la salud se
debate entre modelos centralizadores o descentralizados,
siendo fuertemente evidente que son un vehículo importante
pero muy costoso de formalización de la fuerza laboral, que
combate a la precarización.
La democratización en América Latina, en particular en el
sur, se ha asentado en contextos y progresos muy útiles,
especialmente en materia de alfabetización. Sin embargo, es
insuficiente la mera acumulación de grados de instrucción
mientras la economía no presente un grado suficiente de
diversificación. Muchos gastos en educación a todos los
37
finalmente, como en el momento actual, a una dependencia
extrema de ingresos estatales escasos. Esta incomprensión
o inadecuada manipulación de los ciclos de la economía
ha llevado a una extrema incapacidad de operar frente a
las crisis, así como a imprudentes “desperdicios” de los
acumulados políticos en períodos de prosperidad.
La estabilidad política conseguida en períodos de expansión
con infraestructuras y gasto social deviene solamente en
disciplinamiento de la población antes que en elevar la
eficacia de la inversión pública a partir de la participación.
Convierten a la estabilidad política en el mejor/el único
factor productivo, sostén de inversiones precarias o de
escaso horizonte estratégico. Cada vez es más evidente
la insuficiencia de las estrategias basadas solamente
en el precio de la fuerza de trabajo o las externalidades
productivas.
Estos años de democracia en la región han puesto en
evidencia la alta correlación que existe entre la sostenibilidad
del desarrollo y la democratización8. Y que esta correlación
no se consigue por una sola vía de desarrollo, ni peor aún de
lucha contra la pobreza. La pobreza es un problema nacional,
que trasciende a la disputa político-partidaria. La pobreza
requiere de acuerdos nacionales para enfrentarla.
Países andinos con modelos de desarrollo (y gasto social)
similar y también profundamente disímiles han tenido logros
parecidos en la lucha contra la pobreza. Estos resultados no
se reducen mecánicamente a los precios de los comodities.
¿Por qué distintos regímenes de ideologías y políticas
públicas diferentes logran resultados similares?9 Sus
8 Puede sostenerse incluso que la prevalencia de factores autoritarios en el sistema político debilita a la correlación
entre desarrollo sostenible y democratización, pues diluye a los efectos del capital social. A su vez, la degradación
institucional de los personalismos o de los populismos tiene un altísimo costo económico y político de reparación.
9 Pueden ser los casos de Bolivia comparada con Perú, de Perú comparado con Ecuador, de Perú comparado con
Colombia o de Colombia comparado con Ecuador en el tema de reducción de la pobreza durante el presente siglo.
relaciones intergubernamentales
Algunas variables relevantes de la ruralidad en la región
pueden ser las heterogeneidades del desarrollo, provisión de
fuerza de trabajo y alimentos baratos, zonas de expansión
urbana, reservorios de población –pobreza, desempleo–,
garantías de recursos, consumo institucional retardado, filón
nacional escondido, sostenimiento del statu quo en el mundo
rural.
La nación vuelve a la ruralidad desde los territorios –
circuitos de relaciones sociales, articulaciones productivas,
pactos sociales y políticos, vínculos internacionales,
competitividad sistémica. La nación se territorializa –cadenas
de valor, provisión de servicios, reservorios étnico/culturales–,
39
mientras el poder se redistribuye mediante la relocalización
de todos los recursos y la complejidad de la gestión
intergubernamental.
En América Latina han aparecido nuevas subvenciones
nacionales a la ruralidad. A su vez, la ciudad “nacionaliza”
al agro mientras que la migración nacional e internacional
ciudadaniza a los habitantes rurales. De este modo, es
imposible pensar a la nación globalizada sin (re)comprender a
la ruralidad.
Las relaciones intergubernamentales han entrado en
entredicho. Desde diversos ángulos se cuestiona a la calidad
de la interacción entre los distintos niveles de gobierno y
entre éstos y las organizaciones sociales. El cuestionamiento
tiende a recluirse en los ámbitos administrativos, sin
ahondar en temas tales como la estructura, las funciones y
los procesos gubernamentales inscritas en el contexto de
interacciones entre el Estado y la sociedad.
Los nuevos modos de gobernanza suponen modulación y
reequilibrio del gobierno interactivo, gobierno emprendedor
y el gobierno socio o facilitador. La práctica cotidiana debe
crear y gerenciar redes de actores diversos, autónomos e
interdependientes.
La política pública debe buscar a los actores estratégicos –
territoriales y sectoriales- como fuente de las decisiones para
resolver institucionalmente los conflictos y aproximar a los
individuos y a los colectivos hacia sus expectativas.
Las acciones de los diversos niveles de gobierno no deben
ser de control jerárquico sino de cooperación, en el marco
del modelo de relaciones intergubernamentales elegido.
La columna debe ser las certezas, la coordinación, la
participación y el estado de derecho. Para garantizar el
acatamiento orgánico de las políticas públicas como un acto
41
menos ciudadanía. De ahí su cada vez mayor lejanía con las
formas de democracia que se viven y su escaso compromiso
con ella.
Además de las discriminaciones de género, el universo
social presenta nuevas capas de marginalidad: informales,
indígenas, discapacidades, todas las vulnerabilidades, las
migraciones y los refugios políticos y económicos.
Aparecen amplias reivindicaciones juveniles que buscan
mayor futuro y evitar a la profunda y permanente
transitoriedad.
Las diferencias étnicas básicas además de cuestionar
a la conformación del Estado y a sus supuestos de
homogeneidad, se profundizan en torno al salario, empleo y la
ocupación. En las regiones de bajo desarrollo socioeconómico,
hay más discriminación étnica, mayor que en la dimensión de
género.
Los socialmente excluidos tienden a participar en la toma
de decisiones a todos los niveles. Sin embargo, la mayor
participación está asociada con una brecha menor de
ingresos dentro de los territorios, al margen de su ubicación
relativa en el país.
Estos “otros” actores de la democracia en muchos casos
acometen contra la modernidad, como síntoma de la
necesidad de la autodeterminación. De cara a la situación
actual de la región, se perfilan como actores condicionados
al momento del ciclo vital relacionado con el ciclo económico.
Como se mencionó, la participación es el sello aparente de la
época, que emerge contra el bloqueo de la expresividad social
y estamental, de la incidencia ciudadana y de la presencia de
los adversarios/minorías en el discurso de los dominantes/
mayorías. Hemos asistido a oleadas de ciudadanos que
43
La gobernabilidad no es un fin en sí misma, ni es ajena al
desarrollo. Debe reconocer el valor del conflicto y de su
resolución. Deben definirse los términos de la gobernabilidad
democrática. Especialmente en torno a su metavalor, el
desarrollo humano y sostenible.
¿Quiénes son los actores estratégicos de la gobernabilidad?
Los que pueden hacer ingobernable a un sistema, pero
deberían acatar las decisiones de la autoridad y las reglas.
Apoyan o perturban la construcción de un orden estratégico
porque tienen el control de recursos estratégicos.
Desde esa perspectiva, ¿cuáles son las condiciones que
generan ingobernabilidad? Algunas reglas no cooperan con la
resolución de problemas de interacción o, en su defecto, se
presenta una inadecuada institucionalización de las reglas.
Además surgen nuevos actores estratégicos y se producen
cambios estratégicos de muchos actores poderosos. A su vez,
se vuelve visible la incapacidad de actores estratégicos de
arrastre.
Los gobiernos son aquejados por diversas carencias
de recursos (financieros, autoridad, institucionalidad y
capacidades técnicas y políticas) y por demandas sociales
fragmentadas.
Entre otros déficits de conformación de la ciudadanía
consta la conformación de los individuos que no aceptan a
la representación, que dejan su pasado rural pero que no se
instalan en la economía urbana ni en reglas de convivencia.
Surge una compensación participativa, que se convierte en
sobrecarga gubernamental. Especialmente porque demanda
más recursos económicos, produce deterioros de la autoridad
y generaliza a la transgresión institucional, social y política.
45
Movimientos “21 F”:
Hegemonía partidaria y
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contrapesos
Rocío Estremadoiro Rioja
Socióloga, doctora en Ciencias Sociales, con una maestría en Estudios Latinoamericanos.
Docente de pregrado y postgrado, activista e investigadora independiente.
47
febrero de 2016, consulta vinculante en la que se preguntó
a la ciudadanía si estaba de acuerdo o no con una reforma
constitucional que permitiera la repostulación del actual
binomio presidencial1, imponiéndose el “no” con un 51,3% de los
votos. Al no respetarse estos resultados (el partido gobernante
se empecina en repostular al binomio presidencial), nacieron
estas expresiones que han agrupado a una gran cantidad de
personas que se manifiestan en las calles y que llevan una
exitosa campaña mediática, principalmente a través de las
redes sociales.
En las líneas que siguen se proponen algunas aproximaciones
tentativas respecto a los movimientos “21 F” (en alusión a
la fecha del referéndum de 2016). Se abordará el motivo de
su conformación en el escenario de la hegemonía partidaria
y del fenómeno del surgimiento de colectivos y plataformas
ciudadanas; y algunos atributos y caracteres de los
movimientos “21 F”, reflexionando en base a sus perspectivas
futuras y sobre el alcance del ejercicio ciudadano activo.
Hegemonía partidaria
Al remitirnos a la hegemonía partidaria del MAS necesariamente
habría que observar en el espejo circular del pasado y recordar
lo que aconteció con la hegemonía del Movimiento Nacionalista
Revolucionario (MNR) (1952-1964), o el caso de México (país que
tiene con Bolivia muchas similitudes en su formación social),
con la hegemonía del Partido Revolucionario Institucional (PRI)
(1920-2000), instrumento partidario que tuvo la “capacidad”
de modular tal maquinaria de poder, que subyugó el sistema
político mexicano por ocho décadas.
El PRI fue fruto de la Revolución Mexicana de 1910, una
revolución determinante en la alforja de las utopías más
1 El artículo 168 de la Constitución indica que el presidente o vicepresidente solo pueden ser reelectos por una sola
vez de manera continua.
2 Ambos dictadores mexicanos que durante el siglo XIX estuvieron décadas en el poder. Santa Anna gobernó en
periodos discontinuos entre 1833 y 1847. Porfirio Díaz gobernó México entre 1876 y 1910.
49
personal construido con recursos del Estado. Igualmente, la
testaruda imposición de la repostulación presidencial dice
bastante de los atributos de un partido y gobiernos que, una
vez más en la historia de este país, no se entienden, ni se
proyectan, sin su caudillo.
Por otro lado, como todo PRI tiene su Partido de Acción Nacional
(PAN) (que más parecía un extemporáneo espectro funcional al
PRI, al otorgar legitimidad a esa “democracia” sin que pudiera
clasificarse como unipartidista)3, en la fragmentada Bolivia
se tambalean múltiples partidos opositores muy evidentes
en su debilidad política, programática y discursiva; más se
perfilan cual cajas de resonancia de la agenda, retórica y
métodos que enarbola el partido dominante, dando cuenta
que efectivamente el MAS controla la política partidaria y su
expresión institucional.
3 Partido que fue el permanente rival del PRI durante su hegemonía partidaria. De tintes conservadores y
anacrónicos, representaba a los sectores contrarios a la Revolución Mexicana, especialmente a los terratenientes
y sectores ligados a la Iglesia. Ante a la hegemonía del PRI, el PAN pocas veces accedía a espacios de poder y
siempre en minoría.
51
estatales, etc.) o por lo menos han introducido temas de
discusión (muchas veces polémicos y en contradicción con las
ideologías auspiciadas por el poder) en la agenda pública y
mediática.
Lo más importante es que el ciudadano aparentemente ha
llegado a cierto nivel de madurez política, en el entendido de
comprender la democracia más allá del voto, utilizando los
dispositivos de participación que trascienden la democracia
representativa y que se acercan a las utopías de las
democracias participativas y directas.
Aunque parte de estos movimientos también tienden a ser
funcionalizados, ya sea por el mismo MAS o por una oposición
partidaria moribunda que encontró nuevos bríos en estos
entes, no deja de ser notable que el contrapeso faltante en un
contexto de hegemonía partidaria lo están ejerciendo estos
movimientos, no solamente por su todavía imberbe influencia
en la toma de decisiones y políticas públicas, sino porque se
traducen en articuladores de discursos y sentidos alternativos
que hacen frente al intento de consolidar el pensamiento
unidimensional de la concentración del poder.
4 Citado en https://www.telesurtv.net/multimedia/Evo-Morales-aspira-70-de-apoyo-en-referendo-20160102-0016.
html.
5 Se trató del escándalo que involucraba a Evo Morales en una relación sentimental con Gabriela Zapata, que en ese
momento era alta ejecutiva de la empresa china CAMC y a quien se acusó de tráfico de influencias y de beneficiarse
con millonarios contratos con el Estado. Se habló de un hijo que habrían concebido, lo que fue admitido y después
negado por el propio presidente. Hoy Zapata cumple una condena en la cárcel por una serie de delitos en los que
se incluyen legitimación de ganancias ilícitas, asociación delictuosa, uso indebido de bienes públicos, falsedad
ideológica, entre otros. No se sabe a ciencia cierta lo que ocurrió con Morales Zapata, el supuesto hijo que tuvieron
y el nepotismo que encerraban las acusaciones; los implicados en el tema y funcionarios gubernamentales han
presentado información contradictoria.
6 Citado en https://www.telesurtv.net/news/Tribunal-habilita-la-repostulacion-de-Evo-Morales-
para-2019-20171128-0047.html. El artículo 23 de la Convención Americana de Derechos Humanos indica: “Todos los
ciudadanos deben gozar de los siguientes derechos y oportunidades: a. participar en la dirección de los asuntos
públicos, directamente o por medio de representantes libremente elegidos; b. votar y ser elegidos en elecciones
periódicas auténticas, realizadas por sufragio universal e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión
de la voluntad de los electores, y c. tener acceso, en condiciones generales de igualdad, a las funciones públicas de
su país. 2. La ley puede reglamentar el ejercicio de los derechos y oportunidades a que se refiere el inciso anterior,
exclusivamente por razones de edad, nacionalidad, residencia, idioma, instrucción, capacidad civil o mental,
o condena, por juez competente, en proceso penal”. (Convención Americana de Derechos Humanos. En https://
www.argentina.gob.ar/sites/default/files/derechoshumanos_publicaciones_colecciondebolsillo_10_convencion_
americana_ddhh.pdf ).
53
El desconocimiento del juego que el mismo gobierno promovió,
obviamente, generó rechazo ciudadano. Resulta ilógico que se
gastaran millones del sudor colectivo en un plebiscito y luego
desconocerlo porque no le agradó el resultado al poder, y
menos ello refleja un comportamiento ético, honesto, coherente
respecto a lo que implica la democracia y sus instituciones
duramente conseguidas.
Una vez conocido el resultado del Referéndum y la intención
gubernamental de desechar su mandato, se generó una
reacción ciudadana crítica al régimen que trascendió a los
tradicionales grupos de oposición. Aclarar que esa reacción ya
se iba alimentando varios años antes, debido a que el gobierno,
en la praxis, continuó siendo eco de una cultura política y una
historia sellada por la corrupción, las prácticas autoritarias, el
militarismo, el extractivismo y la improvisada y viciada gestión
pública, lo que fue generando malestar colectivo. La gota que
rebalsó el vaso fue el desconocimiento del Referéndum del 21
de febrero de 2016.
7 No por nada hay apologistas del ultraderechista Bolsonaro en las filas de algunas plataformas “21 F”.
55
“clase media” en los regímenes que adolecen de prácticas
autoritarias, oclocráticas y ruidosamente militaristas8.
Indistintamente, esta definición limita y desconoce la
diversidad de sectores que consiguieron articular estos
movimientos y la pluralidad que representa la “clase media”
en un país complejo, históricamente fragmentado y lleno de
matices. Precisamente, los movimientos “21 F” han heredado la
semilla de la fragmentación política.
Por ende, así como la oposición partidaria boliviana no se
puede librar de la fragmentación multipartidista, algo similar
está ocurriendo con los movimientos “21 F”. Otra posibilidad es
que las “plataformas” más numerosas terminen cooptadas por
algún partido opositor que sepa canalizar el descontento frente
al gobierno, diluyendo su carácter ciudadano e innovador.
A manera de conclusión
Claramente el MAS pretende continuar indefinidamente
en el gobierno y hay la tentativa, deliberada y planificada,
de concentrar el poder justamente a título de mantener
y profundizar esa hegemonía9. Si sumamos a ello la
fragmentación partidaria opositora hay probabilidad de que el
MAS se mantenga como partido hegemónico.
Hay que adicionar que en la remota posibilidad de que una opción
opositora le gane al MAS en las próximas elecciones, aquel
seguramente sería un gobierno muy débil, particularmente, al
enfrentarse a los sectores sociales que controla el MAS.
Asimismo, una opción opositora en el poder, en términos de
praxis, ¿sería muy distinta al MAS? Finalmente, los gobiernos
8 Para verificar ello, recordar las arengas de Franco, Mussolini, Hitler, Stalin y, en América Latina, los vituperios
de Trujillo, Stroessner, Banzer, Pinochet, Bordaberry, Videla, etc., que, a nombre del “pueblo”, se estrellaron contra
profesionales, universitarios, artistas, etc., quienes eran blanco de maniqueísmos articulados para justificar la
acometida despótica.
9 En los términos de Gramsci. Recordar que algunos ideólogos del MAS, como el vicepresidente, se dicen seguidores
de Gramsci.
57
Los abusos sexuales
contra menores en la Iglesia
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59
de espacio de acción impune a estos crímenes horrendos.
Escudarse en que otros lo hacen sería declararse abiertamente
cómplices.
Cabe pues aprender de los errores cometidos y generar una
cultura institucional que proteja a los menores, una manera de
funcionar donde todos nos hagamos responsables de ofrecer
ambientes sanos y seguros para niños, niñas y adolescentes.
En lo que sigue esbozaré algunos factores que en la Iglesia han
favorecido el abuso, intentaré hacer un resumen de los errores
que se han cometido antes y plantearé una formulación general
del tipo de medidas que pueden adoptarse para la prevención
de este desgraciado fenómeno.
61
Para no creer en la acusación influye el hecho de considerar al
menor poco creíble, capaz de fantasear o malinterpretar. Según
dicen los expertos, la capacidad de fantasía de los menores es
enorme, pero nunca sobre aquello que les hace daño y menos
implicando a quien se supone que los protegería. Por otra
parte, el abusador suele despistar a sus superiores, minimiza
su responsabilidad, la racionaliza y manipula los hechos, de
forma que logra convencer de su inocencia. Esto ha hecho que
muchos obispos no tomaran acciones enérgicas y decididas
contra los abusadores y, al contrario, les permitieran continuar
sus funciones sin restricción alguna. Es lamentable recordar a
tantos obispos, hoy acusados de encubrimiento y complicidad,
cuando podían haber tomado las medidas adecuadas evitando
tanto dolor.
Lo terrible del abuso sexual de menores suele provocar una
reacción de negación, cuesta creer que alguien, un sacerdote,
del que se espera una conducta moral y espiritual elevadas,
sea capaz de un acto tan deleznable.
Un segundo error es el de creer que eso no pasa entre
nosotros. A las primeras noticias del escándalo de abusos en
Estados Unidos y Europa le siguió un escepticismo respecto al
fenómeno en nuestro medio. Se prefería pensar que esto era
propio de otros contextos. Frente a esta primera reacción cabe
recordar el estudio de Stoltemborgh que ha demostrado que el
abuso sexual de menores tiene una incidencia semejante en
todos los continentes.
Dentro de la propia Iglesia hubo, en cierto momento, la
tendencia de atribuir el abuso a ciertas corrientes eclesiales
ya sea por su rigor o por su liberalidad. Cada uno consideraba
lo suyo como inmune a este desgraciado fenómeno.
No tomar consciencia de la presencia del abuso sexual
entre nosotros solo retrasa el tomar medidas para evitarlo
y castigarlo. Es ser cómplice por omisión de que los abusos
sigan ocurriendo.
63
El tratamiento del abusador debe hacerse por profesionales
especializados, con un equipo multidisciplinar y toma varios
años. Con todo, no asegura resultados exitosos, por lo que
un abusador no puede ser puesto a trabajar nuevamente con
menores.
De los errores cometidos y de lo que hoy se conoce de la
violencia sexual contra menores se ha visto que es necesario
enfrentarla de un modo integral y sostenido.
65
https://goo.gl/images/eNYQew
En conclusión
El fenómeno del abuso sexual contra menores está ampliamente
difundido en nuestras sociedades. Cuando ocurre en la Iglesia
y es perpetrado por un clérigo, constituye un delito todavía
más horrible porque contraviene por completo el rol que se
espera de él y de la institución.
Ciertos modos de proceder de la Iglesia católica favorecen a
los abusadores, la verticalidad, el machismo y, sobre todo, el
clericalismo, que es un abuso de poder en toda regla.
Los errores cometidos por la Iglesia en el pasado deben
obligarnos a enmendarlos y a no repetirlos: debemos escuchar
a las víctimas, reconocer la presencia del fenómeno del
abuso entre nosotros y saber que la rehabilitación de clérigos
abusadores debe ser asumida por un equipo profesional.
Finalmente, nuestros esfuerzos como Iglesia deben dirigirse
a un abordaje integral del fenómeno que incluya distintos
niveles de prevención en el que todo miembro de la Iglesia,
y con mayor responsabilidad sus autoridades, asuma un
compromiso decidido.
67
De cascos viejos a
Plaza 14 de septiembre Cochabamba
centros históricos:
resignificando tiempos y espacios
Fernando J. Garcia Barros
Arquitecto urbanista y gestor cultural y patrimonial. Docente en la UMSS y en la UPB.
vDirector del proyecto mARTadero-Fundación Imagen.
69
II el 13 de julio de 1567, y por la Leyes de Indias en general)
hasta las manifestaciones de barroco mestizo tan originales y
frecuentes en iglesias, palacetes y casonas de los siglos XVII
y XVIII.
Sin embargo, el concepto en sí de centro histórico es
relativamente reciente, surgiendo como tal en plenas labores de
reconstrucción tras las destrucciones urbanas de la segunda
guerra mundial en Europa. Se ha ido después generalizando
progresivamente en las últimas décadas para denominar
esas zonas más antiguas de nuestras ciudades, capaces de
conservar una mayoría de sus edificaciones previas a los
desarrollos urbanísticos por ensanches de finales del siglo XIX
y principios del XX.
Paralelamente, memoria e identidad, como conceptos, van
reapareciendo en el siglo pasado con fuerza, y continuamente
en nuestras reflexiones conversacionales o investigativas
contemporáneas. Ligados íntimamente, muestran como
esencial mantener presente la memoria histórica de la cultura
que nos identifica, para proyectarnos al futuro con mayor
fuerza conservando esa identidad como país o región y como
latinoamericanos. La identificación y defensa de los valores
del patrimonio se convierte en el tema cultural y de gestión
patrimonial por excelencia, articulando pasado, presente y
futuro, y siendo continua y sucesivamente recordado por
instituciones especializadas como ICOM, ICOMOS, ICCROM, IFLA.
Así, se generó hacia mediados del siglo XX una dicotomía
entre ciudad vieja y ciudad nueva, resuelta generalmente con
el sucesivo abandono de la primera en busca de condiciones
de vida y habitabilidad “más modernas” ofertadas por la
nueva arquitectura. Envueltos en el mito del progreso, las
necesidades cubiertas de circulación y parqueo de los autos,
la luminosidad ofertada por ventanales y pieles de vidrio, las
nuevas infraestructuras y los servicios de bienestar, y muchas
71
intangible activa lo tangible, y lo tangible realiza (convierte en
real) lo intangible. Su vínculo dinámico es la esencia misma del
quehacer humano. Así, el patrimonio como expresión de una
cultura va quedando definido por la interrelacionada y necesaria
conjunción de lo material (valores tangibles) y la imprevisible
derivación de sus significados y de sus conexiones simbólicas
(valores intangibles).
Podemos por ello identificar en los conjuntos históricos
múltiples valores de ambas naturalezas: históricos (de
antigüedad e integridad, conmemorativos, documentales),
arquitectónicos (espaciales, urbanísticos, territoriales),
artísticos (de innovación, arqueológicos, de representatividad),
estéticos (formales, materiales, de originalidad), constructivos
(tecnológicos, estructurales), simbólicos (religiosos, rituales, de
evocación), sociales (culturales, etnológicos, antropológicos, de
excepcionalidad), circunstanciales (contextuales, funcionales
o de uso, productivos), éticos, científicos, paisajísticos, etc…
Y éstos valores deben ser intermediados y accesibilizados al
gran público, mediante recursos diversos que vayan desde la
señalética hasta la difusión por diversos medios analógicos y
digitales, y desde la guía especializada hasta las presentaciones
o representaciones artísticas en dichos marcos. De ahí la
importancia de la investigación, exploratoria e interpretativa,
que permita desarrollar esas estrategias con mejor sustento.
En la actualidad, y desde unas cinco décadas atrás, muchas
ciudades han emprendido la revalorización de sus centros
históricos, dotando a estos conjuntos de una enérgica
capacidad que, desde sus valores y con la ayuda de avances
tecnológicos y restaurativos, lidera transformaciones urbanas
y desarrollo económico, no sin conllevar muchas veces
indeseables consecuencias conexas como la gentrificación
(expulsión progresiva de su pobladores), la terciarización
(utilización comercial y de servicios, y no ya doméstica), o
el efecto de parque temático (pérdida de autenticidad y
artificialidad cosmética).
73
(1998), Diamantina, Campeche y Cuenca (1999), Brasilia, Buenos
Aires, Arequipa y Córdoba (2000), Goiás (2001), Valparaíso y
Panamá (2003), Cienfuegos (2005), San Miguel de Allende (2008)
obtuvieron en estas décadas la preciada declaratoria. Cada una
desarrollaría mecanismos propios de trabajo, como La Habana,
con su Oficina del Historiador de la Ciudad, creada el 1993
con asignación adecuada de recursos y personal vigilante y
gestor; o Buenos Aires, con nuevos programas y servicios para
rehabilitar áreas extensas del Puerto Madero con estrategias
claras, políticas firmes, y el mercado reinante de la mano de
la corporación privada creada a tal fin; o Salvador de Bahía,
probando en el Pelourinho intentos sucesivos de generar
servicios indemnizando a los habitantes desplazados, para
luego darse cuenta de la importancia de generar más bien
programas sociales para ellos, en educación, salud, asistencia,
y apostar finalmente por la cualificación cultural; o Lima,
abarrotada de comerciantes ambulantes hacia 1996 generando
una situación crítica hasta que el alcalde Dr. Alberto Andrade
impulsa el Plan de Gestión del Centro Histórico, reduciendo
enormemente el problema.
Pero la declaratoria de patrimonio de la humanidad –que
afortunadamente exige un plan de manejo– solo se da como
reconocimiento a conjuntos de importancia excepcional,
asociado a eventos y tradiciones vivas, testimonio único,
eminente, y con mayor integridad y autenticidad, y por tanto
más representativo de valores menos alterados, evidenciando
sin embargo que todo el sistema de ciudades latinoamericanas
ostenta una combinación increíble de los mismos, aun habiendo
sufrido alteraciones propias de las transformaciones que el
tiempo, la prosperidad o la decadencia, traen consigo.
75
profesionales atraídos por la belleza y las nuevas condiciones de
vida. Al posibilitar la variedad de usos, incluyendo promociones
sociales de vivienda, y mecanismos participativos y otros
dispositivos para ello, se pudo ir logrando un carácter integral
de las intervenciones, devolviendo una centralidad muchas
veces dañada en lo ecológico, en lo productivo, en el encuentro
social. Se convirtieron así, nuestros centros históricos, en
imán para emprendedores, con nuevas tecnologías y creciente
calidad de vida, manteniendo su escala humana, posibilitando
la vivencia residencial junto a la actividad comercial de amplia
gama, de servicios y ocio.
Para ello, la peatonalización fue esencial, junto a las ciclovías
y veredas bien trazadas, tratadas y adaptadas, recuperando
y rehabilitando las edificaciones e integrando las nuevas
visiones de la sociología urbana que lograron en lo necesario
resignificar espacios e imaginarios.
A las autoridades les tocó para ello hacer muestra de su
cultura y voluntad, al establecer y hacer cumplir medidas para
inventariar –o mejor catalogar– los inmuebles de mayor valor
La Paz
77
Potosí
79
Un sínodo sobre los
jóvenes
Introducción
Víctor Codina, SJ.
Doctor en teología y autor de numerosos libros.
81
Más allá del tema de la juventud, este sínodo ha insistido mucho
en una visión sinodal de toda la Iglesia, es decir, una Iglesia
que camina conjuntamente hacia el Reino de Dios, donde todos
los bautizados avanzamos en comunión. Etimológicamente
“sínodo” significa camino conjunto y es un término que se
aplica a la Iglesia, donde todos somos miembros activos,
responsables, todos hemos recibido el mismo Espíritu del
Señor y todos nos hemos de escuchar y ayudar.
Por esto no es casual que el desarrollo del Documento final
siga el esquema del caminar de Jesús con los discípulos de
Emaús, donde comienza por escucharlos. Escuchémosles.
La escuela y la parroquia
Otra respuesta de la Iglesia a las interpelaciones de los jóvenes
proviene del sector educativo: las escuelas, universidades,
colegios, oratorios, permiten una formación integral de los
chicos, ofreciendo al mismo tiempo un testimonio evangélico
de promoción humana. En un mundo donde todo está
83
conectado –familia, trabajo, tecnología, defensa del embrión
y del migrante– los obispos definen como irremplazable el
papel que desarrollan las escuelas y universidades, en donde
los jóvenes transcurren mucho tiempo. En particular, las
instituciones educativas católicas están llamadas a afrontar la
relación entre la fe y las exigencias del mundo contemporáneo,
las diferentes perspectivas antropológicas, los desafíos
científicos y técnicos, los cambios en las costumbres sociales
y el compromiso por la justicia. La parroquia también tiene su
papel: “Iglesia en el territorio”, es necesario volver a pensar su
vocación misionera, porque a menudo es poco significativa y
poco dinámica, especialmente en el ámbito de la catequesis.
85
sacerdotes, consagrados y obispos que se dedican cada día,
con honestidad, al servicio de los jóvenes, quienes pueden
ofrecer realmente “una ayuda preciosa” para una “reforma de
envergadura histórica” en este ámbito.
87
Iglesia puede renovarse, sacudiéndose de encima “la pesadez
y lentitudes”. De ahí el llamado del Sínodo al modelo de “Jesús
joven entre los jóvenes” y al testimonio de los santos, entre los
cuales hay muchos jóvenes, profetas del cambio.
Misión y vocación
Otra “brújula segura” para la juventud es la misión, don de sí
mismo que conduce a una felicidad auténtica y duradera: Jesús
no quita la libertad, sino que la libera, porque la verdadera
libertad es posible solo en relación con la verdad y la caridad.
Estrechamente ligado al concepto de misión está el de vocación:
cada vida es una vocación en relación con Dios, no es fruto de
la casualidad o un bien privado que se gestiona por sí mismo
–afirma el Sínodo– y toda vocación bautismal es una llamada
a la santidad para todos. Por eso, cada persona debe vivir su
propia vocación específica en cada ámbito: profesión, familia,
vida consagrada, ministerio ordenado y diaconado permanente,
que representa un recurso que debe ser desarrollado.
89
falsas indulgencias”, sabiendo corregir fraternalmente, lejos de
actitudes posesivas y manipuladoras. “Este profundo respeto
será la mejor garantía contra los riesgos de plagio y abusos de
cualquier tipo”.
El desafío digital
Hay algunos desafíos urgentes que la Iglesia está llamada a
asumir. El documento final del Sínodo trata de la misión en
el entorno digital: parte integrante de la realidad cotidiana de
los jóvenes, una “plaza” donde pasan mucho tiempo y donde
se encuentran fácilmente, un lugar esencial para llegar e
involucrar a los jóvenes en las actividades pastorales, la web
presenta luces y sombras. Si, por un lado, permite el acceso a la
información, activa la participación sociopolítica y la ciudadanía
activa, por otro, presenta un lado oscuro –el llamado dark
we – en el que se encuentran la soledad, la manipulación,
la explotación, la violencia, el cyberbulismo y la pornografía.
91
De ahí la invitación del Sínodo a habitar en el mundo digital,
promoviendo las potencialidades comunicativas con vistas al
anuncio cristiano, y a “impregnar” de Evangelio sus culturas
y dinámicas. Se espera que se creen organismos de cultura y
evangelización digital que, además de “fomentar el intercambio
y la difusión de buenas prácticas, puedan gestionar sistemas
de certificación de los sitios católicos, para contrarrestar la
difusión de noticias falsas sobre la Iglesia”, emblema de una
cultura que “ha perdido su sentido de la verdad”, fomentando
la promoción de “políticas y herramientas para la protección de
los menores en la red”.
93
que debe llevarse a cabo de la manera más adecuada y en los
niveles más adecuados, desde lo local hasta lo universal”. Entre
ellas surgen las relacionadas con la diferencia y la armonía entre
la identidad masculina y femenina y las inclinaciones sexuales.
“Dios ama a cada persona y también a la Iglesia al renovar su
compromiso contra toda discriminación y violencia por motivos
sexuales”. Igualmente, el Sínodo “reafirma la importancia
antropológica decisiva de la diferencia y de la reciprocidad entre
hombre-mujer y considera reductivo definir la identidad de las
personas a partir de su orientación sexual”. Al mismo tiempo
se recomienda “fomentar” los “caminos de acompañamiento
en la fe, ya existentes en muchas comunidades cristianas”,
de “personas homosexuales”. En estos caminos las personas
son ayudadas a leer su propia historia; a adherirse libre y
responsablemente a su propia llamada bautismal; a reconocer
el deseo de pertenecer y contribuir a la vida de la comunidad;
a discernir las mejores formas de alcanzarla. De esta manera
ayudamos a cada joven, sin excluir a nadie, a integrar cada vez
más la dimensión sexual en su personalidad, creciendo en la
calidad de las relaciones y caminando hacia “el don de sí”.
Acompañamiento vocacional
Entre los otros desafíos señalados por el Sínodo está también
el económico: la invitación de los Padres es a invertir tiempo
y recursos en los jóvenes con la propuesta de ofrecerles un
período destinado a la maduración de la vida cristiana adulta
que “debe permitir un alejamiento prolongado de los ambientes
y de las relaciones habituales”. Además, mientras esperamos un
acompañamiento antes y después del matrimonio, se alienta la
creación de equipos educativos, incluyendo figuras femeninas
y matrimonios cristianos, para la formación de seminaristas
y personas consagradas, también con el fin de superar las
tendencias al clericalismo. Se requiere una atención especial
en la acogida de los candidatos al sacerdocio, que a veces
Llamados a la santidad
“Las diversidades vocacionales están reunidas en la única y
universal llamada a la santidad. Lamentablemente, el mundo
está indignado por los abusos de algunas personas de la
Iglesia, más que animado por la santidad de sus miembros”,
por eso la Iglesia está llamada a “un cambio de perspectiva”: a
través de la santidad de tantos jóvenes dispuestos a renunciar
a la vida en medio de la persecución para permanecer fieles
al Evangelio, puede renovar su ardor espiritual y su vigor
apostólico.
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