Guion de Capacitacion

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

Cuento infantil.

Carrera de zapatillas
Cuentos para niños que fomentan la amistad
2335COMPARTIDOS
Carrera de zapatillas, un cuento que puedes leer en Guiainfantil.com sobre el valor de la
amistad. Los valores son las reglas de conducta y actitudes según las cuales nos
comportarnos y que están de acuerdo con aquello que consideramos correcto.

Los libros, cuentos, fábulas o poemas proporcionan a los padres una herramienta perfecta
para educar en valores a los niños.

Carrera de zapatillas: cuento infantil sobre la amistad

Había llegado por fin el gran día. Todos los animales del bosque se levantaron temprano
porque ¡era el día de la gran carrera de zapatillas! A las nueve ya estaban todos reunidos
junto al lago.
También estaba la jirafa, la más alta y hermosa del bosque. Pero era tan presumida que no
quería ser amiga de los demás animales.
La jiraba comenzó a burlarse de sus amigos:

- Ja, ja, ja, ja, se reía de la tortuga que era tan bajita y tan lenta.

- Jo, jo, jo, jo, se reía del rinoceronte que era tan gordo.

- Je, je, je, je, se reía del elefante por su trompa tan larga.
Y entonces, llegó la hora de la largada.

El zorro llevaba unas zapatillas a rayas amarillas y rojas. La cebra, unas rosadas con moños
muy grandes. El mono llevaba unas zapatillas verdes con lunares anaranjados.

La tortuga se puso unas zapatillas blancas como las nubes. Y cuando estaban a punto de
comenzar la carrera, la jirafa se puso a llorar desesperada.
Es que era tan alta, que ¡no podía atarse los cordones de sus zapatillas!

- Ahhh, ahhhh, ¡qué alguien me ayude! - gritó la jirafa.

Y todos los animales se quedaron mirándola. Pero el zorro fue a hablar con ella y le dijo:

- Tú te reías de los demás animales porque eran diferentes. Es cierto, todos somos
diferentes, pero todos tenemos algo bueno y todos podemos ser amigos y ayudarnos cuando
lo necesitamos.
Entonces la jirafa pidió perdón a todos por haberse reído de ellos. Y vinieron las hormigas,
que rápidamente treparon por sus zapatillas para atarle los cordones.

Y por fin se pusieron todos los animales en la línea de partida. En sus marcas, preparados,
listos, ¡YA!

Cuando terminó la carrera, todos festejaron porque habían ganado una nueva amiga que
además había aprendido lo que significaba la amistad.
Colorín, colorón, si quieres tener muchos amigos, acéptalos como son.

FIN
Cuento de Alejandra Bernardis Alcain (Argentina)

LA VENTA DEL ASNO


Selecciona el texto con tu ratón y
clica aquí para escucharlo
Erase un chicuelo astuto que salió un día de casa
dispuesto a vender a buen precio un asno astroso. Con las
tijeras le hizo caprichosos dibujos en ancas y cabeza y
luego le cubrió con una albarda recamada de oro. Dorados
cascabeles pendían de los adornos, poniendo música a su
paso.

Viendo pasar el animal tan ricamente enjaezado, el alfarero


llamó a su dueño:

-Qué quieres por tu asno muchacho?

-iAh, señor, no está en venta! Es como de la familia y no


podría separarme de él, aunque siento disgustaros...

Tan buena maña se dio el chicuelo, que consiguió el alto


precio que se había propuesto. Soltó el borrico, tomó el
dinero y puso tierra por medio.

La gente del pueblo se fue arremolinando en torno al


elegante asnito.

¡Que elegancia! ¡Qué lujo! -decían las mujeres.


-El caso es... -opuso tímidamente el panadero-, que lo
importante no es el traje, sino lo que va dentro.

-insinúas que el borrico no es bueno? -preguntó molesto el


alfarero.

Y para demostrar su buen ojo en materia de


adquisiciones, arrancó de golpe la albarda del animal. Los
vecinos estallaron en carcajadas. Al carnicero, que era muy
gordo, la barriga se le bamboleaba de tanto reír. Porque
debajo de tanto adorno, cascabel y lazo no aparecieron más
que cicatrices y la agrietada piel de un jumento que se caía
de viejo.

El alfarero, avergonzado, reconoció:

-Para borrico, yo!

También podría gustarte