U5 Sistema Financiero Mexicano

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Sistema Financiero Mexicano

En este ensayo de finanzas de las organizaciones veremos como esta conformado el


sistema financiero mexicano, como sabemos el sistema financiero mexicano es el
conjunto de personas y organizaciones, tanto públicas como privadas, por medio de las
cuales se captan, administran, regulan y dirigen los recursos financieros.

Así como también hablaremos acerca de la secretaria de, que es una dependencia
gubernamental centralizada, integrante del Poder Ejecutivo Federal, cuyo titular es
designado por el presidente de la República. Tiene la función gubernamental orientada a
obtener recursos monetarios de diversas fuentes para financiar el desarrollo del país.

Por último, daremos una pequeña explicación de las dependencias públicas que trabajan
conjuntamente con la SHCP que tienen por objeto la supervisión y regulación de las
entidades que forman parte del sistema financiero, así como la protección de los usuarios
de servicios financieros. Entre ellas encontramos el banco de Mexico, Comisión
Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Comisión Nacional de Seguros y Fianzas
(CNSF), Comisión Nacional de Sistemas de Ahorro para el Retiro (CONSAR),
Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios
Financieros (CONDUSEF) y el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB).

Actualmente, el sistema financiero mexicano se encuentra inmerso en un proceso de


evolución, propiciado por reformas al marco legal, una creciente vinculación entre la
banca y las empresas no financieras y la incursión de éstas últimas en negocios
tradicionales del ámbito bancario. Dicha vinculación tiene lugar por medio de dos
procesos: alianzas estratégicas y por la inversión de empresas en grupos financieros y
bancos. Estas trasformaciones en el entorno de los negocios financieros no son privativas
de la economía mexicana. El Reporte sobre el Sistema Financiero, que se presenta por
primera vez, será una publicación con periodicidad anual. Su motivación es dar cuenta
de los cambios que ocurren en el sistema financiero mexicano; analizar su evolución y
solvencia; así como contribuir a una discusión informada sobre temas de carácter
financiero. Por ser éste el primer número, el documento incluye definiciones de
conceptos y metodologías, con el fin de facilitar su comprensión al lector no
especializado. Asimismo, la publicación se concentra primordialmente en la banca
múltiple, por ser el intermediario financiero más importante del sistema. El informe
cubre varios aspectos del sistema financiero del país: el entorno macroeconómico en que
se desenvuelve; las fuentes de sus recursos; los intermediarios que lo integran; el uso de
los recursos captados; los riesgos a los que podría estar expuesto y su fortaleza para
enfrentarlos. El sistema financiero tiene como función principal desempeñar un papel
central en el funcionamiento y desarrollo de la economía. Este se integra principalmente
por intermediarios y mercados financieros, a través de una variedad de instrumentos que
agilizan el ahorro para usos más productivos. Como ya sabemos los bancos funcionan
como intermediarios financieros ya que ponen a disposición del público los servicios que
ofrecen y forman parte del sistema de pago. Sin embargo, en el sistema financiero
participan muchos otros intermediarios además de organizaciones que ofrecen servicios
de gran utilidad para la sociedad.
Un sistema financiero debe ser estable, eficiente, competitivo e innovador y debe
contribuir a elevar el crecimiento económico sostenido y el bienestar de la población.
Para lograr dichos objetivos, es indispensable contar con un marco institucional sólido y
una regulación y supervisión financieras que salvaguarden la integridad del mismo
sistema y protejan los intereses del público. Por lo anterior, el Banco de México tiene
como una de sus finalidades promover el sano desarrollo del sistema financiero.
Tomando en cuenta lo antes mencionado, podemos decir que el objetivo principal del
sistema financiero es mediar entre quienes tienen y quienes necesitan dinero. Quienes
tienen dinero y no lo requieren en el corto plazo para pagar deudas o efectuar consumos
desean obtener un premio a cambio de sacrificar el beneficio inmediato que obtendrían
disponiendo de esos recursos. Ese premio es la tasa de interés. Quienes requieren en el
corto plazo más dinero del que poseen, ya sea para generar un valor agregado mediante
un proyecto productivo (crear riqueza adicional) o para cubrir una obligación de pago,
están dispuestos a pagar en un determinado periodo y mediante un plan de pagos
previamente pactado y un costo adicional por obtener de inmediato el dinero. Ese costo
es la tasa de interés. Empatar las necesidades de los ahorradores con las de los deudores,
es la principal tarea del sistema financiero y en dicha labor las tasas de interés juegan un
papel central.

La expansión que logró el sistema financiero mexicano durante 2006 tuvo lugar en un
entorno económico favorable. La economía mundial continuó registrando una expansión
vigorosa y se redujeron las disparidades que se habían observado en el ritmo de
crecimiento entre las economías avanzadas. A lo largo de ese año, la economía mundial
creció de manera vigorosa y, a pesar de los elevados precios del petróleo y otras materias
primas, las expectativas de inflación en las economías avanzadas permanecieron bien
ancladas. El incremento gradual de las tasas de interés inducido por los principales
bancos centrales de los países industrializados no tuvo repercusiones importantes en los
mercados financieros. Además, los periodos de volatilidad en los mercados financieros
internacionales resultaron de corta duración y no afectaron el acceso de las economías
emergentes a los mercados internacionales de capital. Tampoco tuvieron secuelas
importantes sobre las perspectivas de inflación y de crecimiento en la mayoría de ellas.
En México, la actividad económica mostró en el año un ritmo de crecimiento
significativo, aunque la expansión empezó a dar señales de debilitamiento durante la
segunda mitad del año. Este dinamismo de la actividad productiva y la estabilidad
macroeconómica han sido factores determinantes para impulsar el ahorro del sector
privado.

Los balances financieros de los sectores público, privado y externo muestran cambios
recientes con respecto a lo observado en los últimos diez años. Actualmente, la economía
mexicana es menos dependiente de los recursos del exterior. Primero, los requerimientos
de financiamiento del sector público se han reducido considerablemente, ya que la
estrategia de sustitución de deuda externa por interna dio lugar a un mayor flujo de
financiamiento interno. Segundo, el sector privado ha reducido su endeudamiento
externo, y ha recibido también un flujo creciente de recursos internos. Por otro lado, el
ahorro financiero de los hogares se ha fortalecido por el dinamismo de los fondos de
pensiones (Siefores) y de vivienda (Infonavit y Fovissste). Además, el ahorro voluntario
se ha expandido por la vía tradicional (banca múltiple), y a través de las sociedades de
inversión que han crecido rápidamente durante los últimos años. Simultáneamente, en
los últimos años se reducido gradualmente las restricciones crediticias que enfrentaban
los hogares. Esto se muestra en el incremento del número de personas físicas que cuentan
con historial de crédito en las sociedades de información crediticia. También se aprecia
en el dinamismo del financiamiento a través de tarjetas de crédito cuyas tasas de interés,
aunque han disminuido, aún son relativamente elevadas y en el crédito hipotecario, en
especial el bancario, que se ha mostrado vigoroso. Además, el servicio de la deuda de
los hogares ha crecido a un ritmo superior a su ingreso, elevándose, en consecuencia, la
carga financiera relativa. Aunque, si se le compara con la observada en otros países, ésta
es baja. El vigor con el que se ha expandido el crédito de la banca múltiple a los hogares
en los últimos años ha comenzado a reflejarse en incrementos tanto de cartera vencida,
como de la vigente con pagos vencidos, particularmente en los créditos al consumo. Ello
es producto de la estrategia seguida por algunos bancos de atender a sectores de la
población considerados de mayor riesgo y de quienes no existe información en el buró
de crédito. Cabe mencionar que el flujo de financiamiento a las empresas ha mostrado
un repunte reciente. Esto es consecuencia de la consolidación de un entorno
macroeconómico estable y el desarrollo del mercado de deuda, ya que han contribuido a
una mayor disponibilidad de recursos y mejores condiciones. Las empresas han podido:
i) Sustituir pasivos externos por internos (de 9.5% del PIB a finales de 2000, a 6.9 por
ciento al cierre de 2006); y ii) Incrementar el plazo de vencimiento de la deuda
corporativa (de 1,015 a 1,827 días). Una de las tendencias observadas durante los últimos
años ha sido la disminución de la importancia de la banca en el financiamiento a las
empresas; aunque, en los últimos meses, esta variable ha presentado un repunte, en
particular para las empresas pequeñas y medianas. Las empresas de mayor tamaño
cuentan con fuentes alternativas de financiamiento, como la colocación de valores o el
financiamiento del exterior. Asimismo, el mercado interno de 4 deuda se ha consolidado
como una fuente alternativa de financiamiento en moneda nacional y a largo plazo. Con
respecto a la evolución de la cartera vencida de las empresas privadas no financieras, el
índice de morosidad del crédito otorgado a éstas por la banca ha mostrado una tendencia
decreciente. Los mayores plazos otorgados para el financiamiento a las empresas se han
reflejado en una disminución del servicio de su deuda, medido como porcentaje del saldo
de sus pasivos y una reducción más significativa que se observó en el servicio de la deuda
asociada a la colocación de valores. Por su parte, el sector público ha experimentado un
incremento considerable en la disponibilidad de recursos durante los últimos años, como
consecuencia de ingresos más elevados (tanto petroleros como no petroleros) y un menor
costo financiero de la deuda pública. En la composición de la deuda del sector público
se distinguen tres tendencias que han contribuido a reducir su vulnerabilidad frente a
movimientos del tipo de cambio y de las tasas de interés: i) Sustitución de deuda externa
por interna; ii) Cambio de títulos indizados y títulos a tasa de interés variable, hacia
bonos con tasa de interés fija; y iii) Una extensión del plazo de vencimiento promedio.
La sustitución de pasivos por parte del Gobierno Federal, principal emisor de títulos de
deuda en el mercado de deuda nacional, así como la colocación de deuda de largo plazo
a tasa fija y el mejoramiento del perfil de vencimientos de los pasivos denominados en
pesos, han contribuido a fomentar el desarrollo del mercado local. Durante 2006, el
Gobierno amplió los plazos de vencimiento de su deuda a tasa real a 20 y 30 años, y
realizó la primera colocación de deuda a 30 años a tasa nominal. A su vez, sobresale la
disminución del monto de la deuda externa, mediante la colocación de “warrants” y la
liquidación de pasivos externos. Por su parte, el IPAB mantuvo su política de emisión
de bonos a tasa revisable aprovechando la estrategia de colocación a tasa fija adoptada
por el Gobierno Federal. Banco de México retiró de circulación Brems por un total de
135 mil millones de pesos, utilizando recursos provenientes de la venta de reservas
internacionales al Gobierno Federal. A partir de agosto de 2006, el Banco de México
dejó de emitir estos títulos en sus operaciones de regulación de liquidez, sustituyéndolos
por Bondes D. El Fideicomiso de Apoyo para el Rescate de Autopistas Concesionadas
(FARAC) anunció la suspensión, a partir de 2006, de las emisiones de Certificados
Bursátiles de Indemnización Carretera Segregables (CBICS). A su vez, las emisiones de
deuda de las empresas privadas no financieras y paraestatales, Sofoles, y Entidades
Federativas (otros emisores) continuaron creciendo por la participación de un número
restringido de entidades con alta calificación crediticia. Estas emisiones se realizaron en
su mayoría a tasa variable. Cabe señalar que los principales tenedores de valores
bursátiles de deuda son los bancos y las casas de bolsa. A marzo de 2007, mantenían el
47 por ciento del papel gubernamental en circulación, incluyendo las emisiones del
IPAB, Banco de México y FARAC. Las Siefores realizaron una mayor diversificación
de sus carteras, aprovechando las reformas incorporadas a su Régimen de Inversión en
los últimos años. Mientras tanto, las sociedades de inversión mantenían cerca del 35%
de su cartera en títulos a tasa revisable, seguidos de bonos a tasa fija –la mayoría operada
en reporto a corto y mediano plazo- y Cetes. En el mercado secundario, durante el
periodo de análisis prevalecieron en número y monto las operaciones con valores del
Gobierno Federal, en particular con títulos de largo plazo a tasa fija. La rotación de estos
valores, disminuyó por la participación creciente de inversionistas institucionales que
conservan los valores por mayor tiempo. Además, hubo una reducción progresiva de los
diferenciales de precios en las posturas de compraventa que confirma la profundidad
alcanzada por el mercado secundario. En el mercado cambiario mexicano el volumen
operado aumentó con respecto a los dos años anteriores, incrementándose tanto el
número de plazas financieras donde el peso es negociado como el volumen operado en
éstas. Además, el peso se ubicó ya entre las diez divisas más operadas a nivel mundial.
Igualmente, el mayor volumen de operación y la convergencia de la volatilidad del peso
se vieron reflejadas en una reducción de los diferenciales de compra-venta. Cabe señalar
que los riesgos inherentes a la existencia de un régimen cambiario de libre flotación y a
un mercado de deuda de largo plazo, han propiciado el desarrollo en México del mercado
de derivados, tanto bursátil como extra bursátil (OTC). Al ser complementarios, estos
dos mercados se han desarrollado en paralelo. Por ejemplo, un monto importante de las
operaciones de la banca múltiple con contratos adelantados (forwards), de intercambio
de flujos (swaps) y de opciones sobre el tipo de cambio se llevan a cabo con contrapartes
del exterior, lo cual permite diversificar el riesgo fuera del sistema financiero mexicano.
Ahora bien, la creación de la institución de banca múltiple dio la apertura a una amplia
gama de servicios financieros a diversos tipos de clientes y con ello el cremento de esta
rama, pero también contribuyo a la inversión extranjera logrando así la desaparición de
muchos bancos nacionales ya que estos no pueden competir con lo que ofrece un banco
nacional comprado por un banco extranjero. Un ejemplo de estas alianzas fue Bancomer
ahora llamado BBVA que gracias a su alianza logro ser considerado el quinto grupo
financiero del país en activos totales y con ello la mayor institución financiera privada
en México y en Latinoamérica ya que su número de clientes es de 35 millones, con 1658
sucursales.
Otro banco que le ayudaron estas alianzas fue Bital ahora llamado HSBC su enfoque es
atender mercados masivos, tanto de personas físicas como de pequeñas y medianas
empresas, tratando de cubrir todos los ámbitos ya sean grandes como pequeños con esto
de dio más crecimiento y apertura logrando la integración de ocho sistemas subsidiarios,
entre estos ocho sistemas el de mayor atención es ING seguros (México), S.A. de C.V.
“En seguros Bital, ING North American Insurance Holding participa con el 49.0 % del
capital, mientras que Grupo Financiero Bital participa con el 51 % restante” , logrando
con esto consolidar a Bital como unos de los bancos más importantes. La expansión que
logró el sistema financiero mexicano durante 2006 tuvo lugar en un entorno económico
muy favorable, tanto nacional como internacional. El dinamismo de la actividad
productiva y la estabilidad macroeconómica han sido factores determinantes para
impulsar el ahorro del sector privado. Asimismo, los menores requerimientos financieros
del sector público liberaron recursos considerables para financiar al sector privado. A su
vez, estos factores contribuyeron a un importante aumento del financiamiento bancario
a los hogares, el cual se vio reflejado en un incremento del servicio de su deuda como
proporción de su ingreso. Por su parte, las empresas también han resultado beneficiadas
de una mayor disponibilidad de recursos internos. Esto último ha sido posible gracias a
la creciente importancia del financiamiento para las empresas a través de la colocación
de instrumentos de deuda domésticos. El Sistema Financiero no se refiere únicamente a
los bancos y a los depósitos que se hacen en ellos. Implica mucho más, desde la captación
de activos, hasta mantener el valor de la moneda, las acciones, supervisar las cuentas,
transacciones, abonos y retiros entre otras actividades, por lo tanto son actividades que
están constantes en la vida de todas las personas y empresas, las cuales en algún momento
depositarán activos (dinero, cheques, pagarés, letras de cambio, vouchers, transferencias
de cuentas, pago por servicios o monederos electrónicos) en instituciones financieras por
dos propósitos, la primera es mantener sus activos seguros mediante depósitos o
inversiones, y la segunda es porque buscan en estas instituciones un medio para poder
pagar y controlar las operaciones que realicen día con día, esto quiere decir que las
instituciones financieras tienen como propósito esencial ser un intermediario entre los
demandantes y oferentes, haciendo que de manera directa exista un flujo o una
circulación eficiente del dinero. peso a colocarse entre las diez divisas más operadas en
el mundo. La necesidad de administrar los riesgos inherentes de un régimen cambiario
de flotación y de un mercado de deuda de largo plazo han propiciado el desarrollo en
México del mercado de derivados, tanto bursátil como extra bursátil (OTC). Por otro
lado, en el 2006, la banca múltiple presentó un incremento en su utilidad neta y la
rentabilidad, que es atribuible a tres factores: aumento de su crédito, el saneamiento de
su balance y una mayor utilización de servicios bancarios por parte de la población.
Asimismo, los ingresos por intereses y comisiones continuaron creciendo. En cuanto a
la solvencia, sobresale el aumento de los índices de capitalización y de las provisiones
como proporción de la cartera vencida. El análisis de riesgo crediticio y de mercado para
los seis bancos mayores mostró que sus niveles de capitalización y utilidades son
adecuados para soportar las pérdidas esperadas y no esperadas a las que están expuestos
en condiciones normales de la economía. Sin embargo, cabe señalar que el aumento de
la cartera asociada a tarjetas de crédito ha estado acompañado por un aumento importante
de la cartera vencida. Por lo tanto, el comportamiento de esta cartera y los ingresos que
de ella se derivan, deberán ser objeto de una cuidadosa observación. Los cambios que se
han observado durante los años recientes en la estructura del balance de los principales
bancos también implican una disminución importante en el riesgo de liquidez. Por otro
lado, el análisis de las posiciones de riesgo entre los bancos revela que si bien el peligro
de contagio se encuentra presente, en la situación actual es muy improbable que derive
en problemas sistémicos.

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