Origen Del Derecho Civil
Origen Del Derecho Civil
Origen Del Derecho Civil
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En sus inicios
Para explicar la evolución del concepto de Derecho Civil debemos remontarnos a
Roma. En Roma se distinguía entre:
Ius Civile: al usado por los romanos, entendido no como una imposición,
sino como un privilegio
Ius Gentium (o Naturale), se refiere al Derecho común a todos los
hombres sin distinción de nacionalidad.
Según el profesor Arangio Ruiz el Ius Gentium se refiere a un sistema
estrictamente romano para dar tratamiento jurídico a las relaciones entre
romanos y extranjeros, sistema que sería producto de la expansión económica y
militar del pueblo romano o civitas.
Otros textos contraponen el Ius Civile al Ius Pretorium
El Ius Pretorium (Ius Honorarium), el cual habría sido introducido con el propósito
de suplir, ayudar y corregir el Ius Civile, esta contraposición no es real, el Ius
Pretorium significa la renovación del Ius Civile provocada por las nuevas
necesidades y por los nuevos hechos. Hay que hacer una aclaración y esta es
que el Pretor no creaba derecho, sólo declaraba como entendía el derecho y los
principios que seguiría en el ejercicio de sus funciones.
El Ius Civile, en su sentido propio y originario sería el ordenamiento tradicional
que habrían adoptado los grupos primitivos romanos reunidos en una comunidad
política y estaría constituido por una serie de principios fundamentales
establecidos por la jurisprudencia religiosa y luego laica de los prudentes.
El Ius Civile como derecho del cives, del ciudadano romano, no se identifica con
el derecho privado. Es cierto que la constitución romana construyó de
preferencia las instituciones privadas (persona, familia, propiedad, obligaciones,
herencia), pero dentro del Ius Civile hay instituciones que son extrañas al
derecho civil (a nuestra concepción de derecho civil), así las de carácter
penal, procesal y las administrativas o políticas.
A lo largo de la historia del Derecho romano nace un Ius Civile Novum, por obra
de las leyes, plebiscitos, senadoconsultos y decretos de los príncipes. Al mismo
tiempo, el viejo Ius Civile, el de los principios tradicionales experimenta la
influencia del Ius Gentium y del Ius Pretorium o Honorarium, y todos estos
Derechos van a ser Ius Civile en la compilación de Justiniano, porque con
aquel se entroncaron y no se diferenciaron.
Concepto de Derecho Civil en la Edad Media
En el 476 d.C. se produce la caída del Imperio Romano de Occidente. La invasión
de los pueblos bárbaros que la provoca definitivamente acaba también de manera
oficial con el derecho de Roma. Pero el Derecho romano seguía sobreviviendo en
la práctica de los pueblos dominados y con gran influencia en las leyes de los
pueblos invasores.
Por muchos años no va a haber más Derecho que la costumbre, el fuero, los
estatutos de las ciudades e incluso el estatuto de las corporaciones y
gremios, hay pues, un acusadísimo particularismo jurídico.
A finales del Siglo XI y principios del XII se produce un fenómeno importante en
grado sumo: la recepción del Derecho de Roma. Como es sabido que la
compilación de Justiniano se lleva a cabo entre los años 528 a 533 d.C. en el
Imperio Romano de Oriente, muy posterior a la caída del Imperio Romano de
Occidente y, por otra parte, es casi desconocida en él.
A partir del siglo XII los glosadores de Bolonia estudian el Derecho romano
mediante glosas y exégesis, Desde entonces se va identificando el Derecho civil
con el Derecho romano, con el Derecho que Roma ha legado tal y como lo ha
dejado, hasta el punto que desde el siglo XII la obra de Justiniano recibe el
nombre de Corpus Iuris Civilis.
La compilación justinianea había perdido actualidad e interés, pues no eran
aplicables a la sociedad política del tiempo de la Recepción; hasta la recepción
reinó un absoluto particularismo jurídico, de allí que se mostrase una mayor
atención hacia normas e instituciones privadas (circulación de los bienes,
derechos sobre ellos, situación de las personas, etc.).
Empieza, por tanto a abrirse camino la idea de Derecho civil como Derecho
privado.
El Derecho civil, entendido como Derecho romano, va a desempeñar en la
Edad Media: el rol de Derecho común, es decir, un derecho normal frente al
que los derechos particulares son anomalías. Hay que destacar que la fuerza
del Derecho Civil como Derecho común provenía también de una necesidad
política: el concepto de Imperio Sacro Romano Germánico, restaurado por
Carlomagno en el año 800 como continuación del Imperio Romano.
El Imperio CarloMagnico postulaba un único Derecho, que va a ser el civil-
romano. Al mismo tiempo, la idea de Cristiandad, también unitaria en el plano
religioso, llevaba a que el Derecho de la Iglesia fuese igualmente un Derecho
común.
El Derecho canónico adquiere una importancia relevante a partir de las Decretales
de Gregorio IX (1234), no se limitaba a regular el fuero interno de los fieles sino
que también se extendía a aspectos de su vida ordinaria, y sus principios
espiritualistas (buena fe, obligación de cumplir la palabra dada, etc.) ejercerán una
influencia decisiva. Entre el Ius Civile y el Ius Canonicum va a darse una influencia
recíproca y continua.
El Derecho Civil (= Derecho romano) se convierte en un derecho de los
principios tradicionales. De él van a derivar otros Derechos que atienden a la
evolución social y económica de los siglos XIV y XV, como el Derecho
mercantil (la letra de cambio, el comercio marítimo exigían regulación que no
estaban en los textos romanos)
Las Codificaciones
La concreción definitiva del Derecho civil como Derecho nacional y privado se
efectúa con la codificación. La idea de un Código civil hay que enlazarla con
el pensamiento de la Ilustración y del racionalismo que dominó en Europa a
partir del siglo XVIII
Una codificación es la reunión de todas las leyes de un país o las que se
refieren a una determinada rama jurídica, en un solo cuerpo presidido en su
formación por una unidad de criterio y de tiempo. Según esto, un Código civil
es un cuerpo de leyes racionalmente formado y asentado sobre unos principios
armónicos y coherentes.
Un Código es siempre una obra nueva, que recoge de la tradición jurídica
aquello que debe ser conservado y que da cauce a las ideas y aspiraciones
de todo signo vigente en la época en que se realiza.
Los factores que parecen determinar la idea de codificación, entendida como
proceso histórico, pueden ser esquematizados del modo siguiente:
B. Etapa Medioeval:
Durante el Medioevo, se desarrolló una verdadera lucha entre el Derecho
Romano, Elementos Jurídicos Indígenas, Canónicos y Germánicos que se
fusionaron en una proporción distinta, influenciados por los profundos
cambios sociales y políticos propios de esta Época. Hay que destacar que si
la Etapa Romana proporcionó al Ordenamiento Jurídico su base uniforme, la Edad
Media le procuró algunos de sus Elementos Diferenciales. La Etapa Medieval
del Derecho Civil, se subdivide en dos períodos:
a) Período Germánico:
Cuando las Tribus Germanas, ocuparon el territorio del Imperio
Romano, adoptaron el principio de la Personalidad del Derecho, en
donde cada grupo, Romanos y Germanos, se regían por diferentes leyes,
aunque habitaran en un mismo territorio; y cuyas compilaciones son
llamadas:
Leyes Romanas (Leges Romanaes): Fueron Códigos de contenido
Romano, adaptados a las necesidades de esta Cultura y Época.
Destacan la “Lex Romana Burgundionum” (Romanos de
Borgoña) y la “Lex Wisigothorum” (Romanos del Reino
Visigodo).
Leyes Bárbaras (Leges Barbarorum): Recogieron antiguas
Costumbres Germanas, no sin añadir nuevas normativas
exigidas por la situación del momento.
b) Etapas de Recepción del Derecho Romano:
Aunque como demostró Karl Von Savigny, era errónea la creencia de que
en los siglos XI y XII se perdió el Derecho Romano en Occidente, por el
contrario, fue en estas últimas centurias en donde se intensifica y difunde su
estudio, a la vez que se inicia en todos los pueblos de Europa un
movimiento social, encaminado a sustituir sus respectivos Derechos
Germánicos, ya obsoleto, por el Derecho Romano.
1. El segundo Código Civil es el de 1867, éste resultó ser una copia del
Código Civil del célebre Español García Goyena, el cual no se
adaptaba a la realidad del país de aquella época.
Referencia Bibliográfica: