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JULIO
AGOSTO,
1956
Begtop
M A T E R I A L
FOTOGRÁFICO
S E N S I B L E
La f á b r i c a más antigua
en España
Siempre en vanguardia
Fundada en 1916
Si ya ha comprobado la perfección
de las famosas películas
* FP. 3
* HP. 3
* HP. S
en blanco y negro...
Pruebe ahora
la i n i g u a l a b l e
I
PUBLICACIÓN DE LA AGRUPACIÓN
F O T O G R Á F I C A ALMERIENSE
Redacción y A d m ó n : O b i s p o O r b e r á , 64
Dirección p o s t a l : A p a r t a d o U 5
DIRECTOR:
José M.° Artero García
REDACTOR-JEFE:
Carlos Pérez Siquier
ASESOR:
José M a n u e l de Torres Rollón
COLABORAN:
A r t u r o M e d i n a , Carlos Santos e Silva,
Jesúí A g u i r r e , M a t i l d e Bartrolí, Emilio
C a r r i ó n , Enrique Ruiz G a r c í a , N i c o l á s
M u l l e r , N i c o l á s C. García Penedo, An-
t o n i o Pumarola, G u i l l e r m o Berjón, E.
Ballesta, G u i l l e r m o del Pino, José An-
drés Díaz, Crucigramas FLA y V., ami-
g o lector, si lo estima conveniente.
TRADUCE:
A n t o n i o J. Canales
PORTADA:
Jesús de Perceval
VIÑETAS:
C a ñ a d a s , «Toto», M a m p a s o , Ballesta
FOTOGRAFÍAS:
A r t e r o , A g u i r r e Campos, Pérez Siquier,
M u l l e r , Augusto Martíns, Masdeu Ro-
v i r a , Sigfrido Koch.
EDITA:
A g r u p a c i ó n Fotográfica Almeriense
IMPRJME:
Emilio Orihuela
editorial
NUESTRA POSTURA
E STA cuarta salida nos obliga. Ya desde el principio sabíamos que ésto llegaría y aunque no
rehuíamos el compromiso, dimos unos compases de espera Todavía no era el momento, ni está'
hamos maduros para ello. Nos parecía prematuro, presuntuoso quizás... y aguardamos. Necesitá-
bamos saber, además, si estábamos solos, si nuestra voz iba a caer en un amplio vacío y falto de
resonancia, huérfano de eco, nuestro grito se perdería sin despertar odio o amor; si solo encon-
traríamos indiferencia. Pero estamos en lo cierto y seremos muchos más cuando cada uno desnu-
de su alma a solas con sus obras y reconozca lo que hay propio y lo que hay de prestado en ellas,
las veces que sucumbió a la tentación de usar una idea de otro, las ueces que fabricó una foto-
porque iba a ir al Concurso tal y no al Concurso cual, las veces que vendió su alma al diablo rea-
lizando obras en las que no creía, simplemente porque podían ser de más éxito, un éxito circuns-
tancial y efímero, que nunca le proporcionó más que un amargo sabor. Sabemos que estamos en
el camino y si IHos nos ilumina seguiremos en él, con pisada cada vez más firme a medida que el
número de quienes nos leen y atientan, aumente. Ha llegado la hora: hemos de definirnos.
Nadie que atentamente haya leído nuestros números anteriores puede tildarnos de sospe-
chosos, de indecisos, de vacilantes. Creemos que nuestra postura es bien clara y que la orienta-
ción de AFAL se ha mostrado diáfana y transparente; pero por si todavía alguien duda, he aquí
el pilar fundamental de nuestro pensamiento, la verdadera piedra miliar donde queremos asen-
lar el edificio de esta publicación con tanta ambición concebida: consideramos la fotografía como
una manifestación artística que admite parentescos, concomitancias y afinidades con otras más
o menos próximas, pero con peculiaridades que la hacen independiente, soberana de su propio
campo de expresión y con posibilidades inéditas, ni remotamente soñadas y mucho menos explo-
tadas, por otras artes más antiguas en el tiempo.
Enunciado este postulado de principios—que podríamos considerar teorema porque ad-
mite demostración por los cuatro costados — , sigue inmediatamente un importante corolario y és-
te es que no hay más que una sola fotografía artística que sea tal, la comunmente llamada foto-
grafía moderna, que nosotros nos atreveríamos a llamar, mejor, fotografía del tiempo en que vi-
vimos, fotografía de formas de expresión aun vagamente inconcretas, no terminada de definir del
lodo y que admite incluso una clasificación —como esa otra forma de expresión artística que es
~la pintura— en fotografía expresionista, realista, abstracta, impresionista, mural, surrealista...
Hay muchos y quizás no todos malintencionados, que barajan y oponen los términos de fo-
tografía artística y fotografía moderna. Esto es escandaloso. No es posible la colisión entre esos
dos conceptos, porque no se trata de materiales homogéneos. Toda fotografía que logra expresar
con lenguaje fotográfico la idea que la motivó, podemos considerarla artística sea cual fuere su
edad o su tendencia, porque es la obra de una personalidad consciente, es un motivo intuido y
realizado por un ser humano ¿Qué debemos pues oponer al concepto de fotografía moderna?. Sen-
cillamente: fotografía pictórica. Esos ton los elementos radicalmente opuestos: la fotografía que
quiere vivir imitando malamente la pintura del siglo pasado y la fotografía de nuestro tiempo.
Vida prestada, parásita, presa de un mimetismo sin horizontes o vida libre, esplendorosa, infi-
nita, por caminos inéditos y exclusivos
No queremos mantenernos al margen de este universal debate entre formas caducas y for-
mas novísimas en el campo fotográfico. No podemos permanecer eternamente en medio, con bue-
nas palabritas para los de uno y otro lado. Repudiamos la postura aséptica, cómoda y burguesa
del término medio, del estar bien con todos, del no buscarse complicaciones. Basta ya de vivir a
expensas de las primitivas ideas de un grupo de maravillosos artistas, sí, pero encajados dentro
de la ideas de su tiempo.
AFAL, nosotros, tomamos definitivo partido por la lotografia del tiempo que nos ha tocado
vivir.
C O N S I D E R A C I O N E S SOBRE UN PAISAJE
DE ALMERÍA
Por el valle del Andarax —cortijos blancos y evocaciones árabes- hay que subir
un poco, y después dejarlo, para acercarse a Tabernas. La carretera abandona, brus-
camente casi, el olor a mar y a flores de naranjo para entrar de lleno en las tierras
cubiertas de tierra de los montes de Tabernas, unos montes sin surcos y sin semente-
ras, unas barrancadas que son fecundas a base de tan yermas. Fecundas de soledad,
de paz y de silencio. Para llegar hasta allí con ánimo dispuesto hay que despren-
derse de cánones de paisajes esfumantes y ver en estos montes sin esbozos de ve-
getación un seguro maridaje de cielo y tierra. Una rugosa tierra, que, como aquella
Castilla que cantara Unamuno, nos levanta al cielo, su amo. Nuestro amo.
Una nueva y escondida sensibilidad ante la Naturaleza nos reclaman ahora es-
tos montes pelados y enjutos de nuestra más entrañable geografía provinciana, que
no son ni campo, ni clima, sino profundo paisaje, conseguido en su descarnada, en
su ascética desnudez. Sí, una nueva y aristocrática sensibilidad nos ha de ser exigi-
da ante estas tierras graves y áridas, sobre las que un sol derramado afirma unas
laderas que parecen desmoronarse y sobre las que la luz se pliega, áspera, en los
barrancos limando las arrugas. No hagamos mucho caso de los hombres de paisa-
jes húmedos y aburguesados que, a lo más, se encogen de hombros ante estas tie-
rras que se cuajaron y se mueren en su propia virulencia de tierra. Ellas son todo
un estilo y su contemplación va a conformar a quien las mira y a quien las dice. ¡Qué
feo! ¡Qué hermoso! En la disyuntiva de la interpretación quedará al descubierto una
manera de sentir y un modo de ser.
No busquemos en ellas lo bonito. Es una categoría estética que no nos va en un
paisaje donde apenas hay colores, ni movimiento. Todo es estático, y el viento que
destrenza los espartizales y el hilillo sutil de alguna agua que renquea perdida en la
arena seca de la seca rambla no rompen la metafísica quietud. Todo aquí, el mato-
rral, la piedra, se hicieron humildes para destacar estas lomas incendiadas de seque-
dad, con horizontes inmunes a cualquier aparatosa escenografía. Tierras descoyun-
tadas, sumergidas en francas y despejadas soledades. El paisaje se hizo tierra, y de
una forma tan absoluta, tan esencial, que fué agresivo. Y perfecto en su misma
agresividad.
A nuestros pintores, a nuestros fotógrafos les corresponden traernos estos paisa-
jes al lienzo, al papel. Es a nuestros artistas a los que, como un imperativo categó-
rico, ha de obligárseles que enseñen a los hombres de tuerta sensibilidad que en
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estos paisajes nuestros hay un trozo de verdad del más hondo paisaje de España.
Entonces el hombre de las altas y verdes montañas, donde aún como en los cuentos
anidan las águilas, entenderá al hombre de la higuera esquelética. Será entonces
cuando el hombre de la arenilla murmullante miradora de goletas sentirá igualmen-
te la trascendente significación de estas tierras de violencia.
Pero ¿podrá la fotografía penetrar en el gran secreto del arte?. ¿Sentiremos con
la fotografía la emoción desgarrada de estos montes con alma?. Es indudable que
este paisaje casi sin atmósfera es de una realidad visual impresionante, concentrada
en su acromatismo y en su dura seriedad. Y es cierto, como consecuencia, que por
ser realidad visual es objeto de proyección fotográfica. Cuando el fotógrafo, cuando
el artista llegue a nosotros a través de su imagen captada, entenderemos que ha
aunado la fotografía y el arte, y que el influjo físico y estético de estas tierras an-
gustiosas se ha polarizado exclusivamente en la acción estética que la fotografía
ejerce sobre nosotros, sin dejar de tener en cuenta que el paisaje retratado o pinta-
do ha hecho perder al paisaje natural muchos elementos de su patrimonio de her-
mosura. Ahora bien, más que la pérdida, en esta translación, de una «enorme can-
tidad de ser estético», como se ha dicho, creemos, que hay una subversión de valo-
res sin posible comparación. O naturaleza abierta, borracha de libertad, o interpre-
tación de esa naturaleza, domeñada por el temperamento del artista.
Yo no voy a dar consejos a los fotógrafos. Soy un lego en la materia. Pero por
instinto sé que la fotografía, si quiere penetrar por los senderos del arte, no puede
ser objetiva. El fotógrafo tiene que meter en ella su propia alma. La técnica así se le
convertirá en arte y se podrá sonreír de las leyes ópticas y de las combinaciones
químicas, que se harán flexibles y moldeables en sus manos. Su temperamento ha de
imponerse con plástica casi taumatúrgica para componernos, mediante oficio apren-
dido y conducido por sus sentimientos creadores, una nueva naturaleza, que fué
arrancada de estos montes que siguen en tensa vigilia el sueño de los sueños. Se
habrá hecho el milagro. Se habrá repetido, otra vez, la fusión de lo objetivo con la
¡dea, todo ello modulado con la ancha y única medida del conocimiento y el corazón.
Y como sabemos que toda emoción estética es el resultado de un complejo de
valores efectivos y cognocitivos, tenemos que hacer amar estos paisajes a través
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del conocimiento que nos presten nuestros artistas. Así entenderemos que su valor
humanístico tiene tanta vigencia como un soneto bien medido o la aguja afiligrana-
da de una catedral del gótico o una vieia costumbre.
Sánchez de Muniain en un ensayo sobre el paisaje cinematográfico nos habla-
ba, no hace mucho, del valor carismático del paisaje, en el sentido de «influjo bien-
hechor y alegrante sobre el alma y el cuerpo del espectador». No aplicaría yo del
todo, en la contemplación de nuestras tierras de Tabernas, este valor carismático.
Yo hablaría mejor de valor catártico. Ante estos montes que se desintegran, que se
retuercen hundiéndose en una soledad y silencio implacables, ante este mar de tie-
rra cuyas olas quedaron petrificadas, no es precisamente el «influjo alegrante» el
que llega a nuestro espíritu. Estos montes, que no son siquiera el añorante «campo
de soledad, mustio collado» del clásico, producen la sensación de una naturaleza a
la que aplasta un insoslayable destino geológico. Ante ellos el alma también, como
en la tragedia griega, se descarga de pasiones y el espectador, sin proponérselo,
halla la catarsis purificadora. No hay acontecer humano, y cuando quiso haberlo,
una fuerza suprema puso dique a la acción del hombre, como nos está proclamando
esa pobre casa abandonada que nos mira con el derrame tristísimo de sus cuencas
vacías. Es un paisaje que tiene que imponernos, más que búsqueda de conocimien-
tos, y aun de belleza, ansias de sentimientos y de sentido moral.
Este valor catártico no creemos que la fotografía pueda dárnoslo. Para ello es
necesario sentirse inmersos en toda la plenitud del paisaje trágico. No pidamos tan-
to a la fotografía. Ni a la fotografía ni a ningún arte que no sea la tragedia en sus
más puras líneas. Y, sin embargo, la fotografía del paisaje habrá obtenido su fin su-
premo cuando lleve al ánimo del que la contempla todo el intrínseco valor poético
de lo captado. Cuando haya comunión entre nuestra actitud frente al papel y la
que tendríamos frente a la voz desnuda de estos montes esenciales.
Veamos en estos campos su espíritu. Veamos en ellos a Dios. A la Naturale-
za no se le puede despojar de su alma, porque entonces es tan solo un cadáver. To-
davía no sabemos por qué se les llama «naturaleza muerta» a muchos y buenos
cuadros que están logrados, transidos de un evidentísimo ideal.
El pintor y el fotógrafo al recrear este paisaje lo han de vitalizar con sus res-
pectivos medios. Igual que el poeta ha de domar el lenguaje con sus metáforas. Pi-
damos que la imagen se transforme en manos del fotógrafo en la más delgada me-
táfora. Que el fotógrafo, tanto como el poeta, sea un develador de idealidades.
Que nos hagan ver lo que los demás no ven y que, como en los tiempos del viejo
Platón y en los tiempos de siempre, nos transporte con sus instrumentos de hoy, con
su máquina —nuevo Clavileño—, al reino alado de la creación y del arte.
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Cada Se ~$aduaal
partir de hoy se honrarán nuestras pági-
nas con la colaboración de nuestro querido
consocio portugués Carlos Santos e Silva. Su
personalidad es ya bien conocida en el medio
fotográfico mundial. De 28 años de edad y con
sólo nueve dedicados a la fotografía de afición,
ha conseguido, en tan corto espacio de tiempo,
ser admitido en más de 150 Salones Naciona-
les e Internacionales, con cerca de 300 obras
exhibidas en casi todos los países del mundo.
Es premio en el Salón Mundial de Photo-Cine-
ma, en París, entre cerca de 3.000 obras; y re-
presentante de Portugal, con una prueba, en el
Salón Internacional de la F.I.A.P.
En España viene dejando bien patente su
valía, habiendo obtenido la Copa Embajador
de Portugal, en San Sebastián, 1953; Premio
de Honor en el Salón Ibérico de Igualada,
1954; Primer Premio en el Salón Vasco, 1954;
en 1955 vuelve a obtener el Primer Premio en
Igualada, y en el presente año gana la Meda-
lla de Plata del Ibérico de Salamanca.
Primeros Premios, Medallas, Diplomas de
Honor en los Internacionales de Mozambique,
dos Carlos, Burdeos, Espinho, etc., etc., por no
hacer esta lista interminable, nos hacen consi-
Carlos Santos e Silva
derarle, —porque además hemos tenido el placer
de contemplar sus excelentes obras,— como la fi-
gura más interesante del actual panorama fo-
tográfico lusitano.
Autor, además, de diversos artículos sobre
arte y técnica fotográfica, publicados en revis-
tas internacionales, estimamos un honor el te-
nerlo entre nosotros. Él, mejor que nadie, nos
hablará de los problemas que presenta la foto-
grafía del país hermano, problemas que afec-
tan muy de cerca también a la afición espa
ñola.
Damos nuestra más cordial bienvenida a
nuestro compañero y amigo portugués.
Etsboa, ^unio 1956 emulsiones y de sus pertrechos de retoque
iban poco a poco imponiendo este nuevo ar-
Mis amigos: te con todo amor y cariño.
Antes de todo, queridos amigos españoles En Portugal los aficionados de entonces
y colegas de este difícil como atrayente arte, no podían quedar indiferentes y siguiendo
la FOTOGRAFÍA, mis saludos y deseos de las pisadas de sus congéneres extranjeros,
mayores venturas. fuéronse perfeccionando, creando sus pro-
Pues la verdad; aquí estoy delante de vos- pias obras fotográficas, al mismo tiempo que
otros, traído por la mano amable de nuestro iban divulgando los conocimientos adquiri-
común amigo Carlos Pérez Siquier, a quien, dos y granjeándose la admiración de todos.
una vez más, quiero agradecer de todo co- De este movimiento nacieron grandes nom-
razón la maravillosa oportunidad que me bres que en su época consiguieron prestigio
brinda de poder formar parte, a partir de fuera de nuestras fronteras, nombres éstos
hoy, de vuestro agradable convivir. Así, con que aún hoy son admirados y señalados a
mucho gusto, desde Lisboa os enviaré perió- los nuevos como símbolos de una época en
dicamente noticias de las actividades foto- que fotografiar y realizar después las am-
gráficas de nuestros aficionados, novedades pliaciones tenía mucho, mucho más mérito de
de nuestro medio fotográfico, de nuestros lo que se cree. De ésta época queremos aquí
problemas, etc., etc. Es precisamente el actual recordar los nombres de Joáo Camocho, Bo-
panorama fotográfico p o r t u g u é s del que bonne, Benolielle, Lázaro, Arnaldo Fonseca,
quiero hablaros en esta mi primera Carta y José Reivas, etc., para no mencionar más,
ésto porque tengo casi la certeza, de que al- pues muchos fueron los que dejaron bien pa-
gunos males que nos atacan y afectan en tente su actividad fotográfica. Años más tar-
este momento son comunes a los dos pue- de esbozábase un movimiento de clubs que
blos de la Península. acabó por dar origen más tarde a la forma-
ción del Gremio Portugués de Fotografía, hoy
* * en día por desgracia prácticamente extinto
y con una actividad reducidísima. Si todavía
Cuando algún día alguien se dedique a existe, se debe al mucho amor y cariño que
hacer la historia de la fotografía de aficio- el Sr. Ingeniero Carneiro Mendes le va dedi-
nados en Portugal, señclará el acto verdade- cando. Finalmente llegamos a pasos largos a
ramente interesante de que ella fué, entre 1950, año que viene a marcar la iniciación
todas las actividades artísticas existentes y de una nueva época en la fotografía portu-
practicadas p o r nosotros, aquella que se guesa, o si se quiere con mayor exactitud, en
desenvolvió más rápidamente en un espacio el medio fotográfico de nuestra capital.
de tiempo cortísimo.
Como aconteció en casi todos los países Algunos aficionados, —inicialmente ape-
de Europa y América, las actividades foto- nas catorce —que por mera coincidencia eran
gráficas, aún las más simples —Daguerre, todos fervorosos adeptos del formato 6 x 6 ,
Niépce, Chardon, etc — tuvieron en Portugal reúnense y fundan un nuevo club. Fórmase
sus seguidores y entusiastas. Quiero decir así el «Foto-Club 6 x 6», que rápidamente se
que hubo siempre alguien que dentro del más impone al público nacional y extranjero. Rá-
puro espíritu de afición, guiado por un ex- pidamente también los trabajos fotográficos
perto o, por lo que por ahí fuera se hacía, de los socios fundadores de este Club ganan
principalmente en Inglaterra y en Francia, no prestigio, lo que no es de extrañar, pues lo
dejaba de estar al tanto de las últimas inno- más escogido de los aficionados lisboetas es-
vaciones y procesos. No serían muchos los taba representado en el «Foto-Club 6 x 6».
entusiastas en esta época, pero los que había De todos los lados también, nuevos entusias-
estaban bien documentados e iban conquis- tas aparecen, unos ya con algunos conoci-
tando día tras día más adeptos y seguidores. mientos y buenos trabajos que, hasta este
momento, no habían tenido ambiente propi-
Poco a poco, —sabéis ésto tan bien como cio para mostrarlos, otros puramente inicia-
yo—, la fotografía se fué desenvolviendo, dos pero con una voluntad tan grande de
tomando rumbo, aspectos y directrices pro- aprender que rápidamente suben a buenos
pias, al mismo tiempo que los procesos técni- lugares en la escala de valores. He aquí real-
cos progresaban velozmente. Entramos, pues, mente ya un punto que merece nuestra es-
en una nueva fase de la fotoqrafía, en la que pecial atención y que vale la pena meditar,
ella ha tomado forma y expresión y comien- visto que, de una manera muy diferente, se
za a ser aceptada en los medios artísticos dio el movimiento de Clubs en Portugal y en
más elevados. Fase decisiva ésta, sin duda, España.
en la vida de la fotografía y que se hizo de-
bido a los famosos trabajos de Haulf, Lumíé- En Portugal, fuera de una u otra excep-
re, Reed, Schinzel, etc. Iniciase, pues, en esta ción, existieron y existen tres grupos de afi-
altura una nueva escuela de artistas fotográ- cionados, distintamente agrupados. Uno en
ficos, que, sirviéndose de su cámara, de sus Porto, otro en Coimbra y otro en Lisboa. Y,
si es verdad que el aumento considerable de mucho que existe escrito sobre todos estos
aficionados españoles dio origen también a asuntos ligados con la fotografía.
un aumento considerable de Clubs y Agrupa- De esta manera, aún a pesar de que hayan
ciones Fotográficas que por todas partes apa- aumentado los aficionados, la fotografía po-
recen —tengo presente una larga lista de co evolucionó entre nosotros en los últimos
nombres y domicilios de algunas docenas de cuatro o cinco años.
clubs españoles—, en Portugal los aficiona- Nadie se atreve realmente a huir de lo ha-
dos agrúpanse al contrario en los clubs que bitual, unos porque no les gusta, otros porque
ya había, uno en cada ciudad antes indicada no tienen ambiente propicio para exhibir de-
y ninguno procura crear nuevas sociedades. lante de Jurados tan amantes de lo clásico y
Esta tendencia para el engrandecimiento de lo tradicional sus obras un poco extrañas,
los clubs existentes es, en cuanto a nosotros, fuera de lo vulgar, en f i n , diferentes.
perjudicial para el desenvolvimiento del arte ¿Queréis un ejemplo?
fotográfico en su aspecto artístico, pues el es- Entre nosotros la fotografía de un instante
píritu de competición entre clubs no existe, psicológico, de un flagrante acontecimiento,
dificultando así un poco la aparición y desa- de un caso inédito en la calle, visto en un re-
rrollo de conceptos nuevos, diferentes, favo- lámpago y conseguido con audacia en el mo-
rables a la implantación de nuevas tenden-
mento preciso, género tan practicado y apre-
cias. Hemos, pues, llegado al momento actual
ciado en Francia y en América, y que tantas
y si, hasta ahora siempre más o menos acom-
obras extraordinarias ha producido, es abso-
pañábamos a los movimientos exteriores, me
lutamente ¡mpracticado en Portugal.. Y si lo
parece que, a esta altura, desgraciadamente,
fuese, ¿cuál sería el jurado que entre nosotros
no viene aconteciendo lo mismo.
juzgase estas obras con interés?.
¿Cuál es, por tanto, el panorama de nues- Estoy convencido de que es precisamente
tra fotografía actual? por los hechos señalados últimamente por lo
Los antiguos aficionados que sentían la fo- que unos cuantos aficionados han visto con
tografía como el arte elevado que es, que la estupor, obras suyas recusadas en Salones
cultivaban desde el principio al fin, esto es Internacionales, trabajos llenos de buen ni-
desde la preparación de la emulsión hasta la vel técnico y artístico.
realización final de la ampliación, pocos res- Los directivos responsables de las directri-
tan, pues la muerte se los ha llevado. Los que ces de nuestros clubs tienen que mirar, pues,
quedan y sus discípulos continúan trabajando con interés especial este problema y por me-
con ahinco, es cierto, pero norteados por di- dio de todos los procedimientos a su alcance
rectrices clásicas y ortodoxas que hoy están — concursos, exhibición de obras escogidas,
ya ultrapasadas, pues desde la última guerra etc., etc.— deben encaminar a sus socios por
todas las artes han evolucionado mucho. los nuevos rumbos que la fotografía toma tras
Una cantidad enorme de nuevos aparecen, las fronteras para que la posición tan honro-
es cierto, pero fuera de algunas honrosas ex-
sa que ya alcanzamos no quede comprome-
cepciones, limítanse a ser meros «disparado-
tida. ¿Para cuándo ésto en Portugal?
res de fotografía» que se contentan en copiar,
¿Para cuándo una exposición con obligato-
mejor o peor, lo que ya otros han hecho, de-
riedad de temas nuevos, modernos? ¿cuándo,
jando hacer todo el restante trabajo de labo-
entre nosotros, usaremos la frase célebre de
ratorio a establecimientos profesionales. Yo
Masclet: «fotografías de dentro para fuera de
sé que muchos no tendrán posibilidades finan-
las cosas, y no solo desde fuera»?. ¿Cuándo?
cieras para instalar en su casa un laboratorio
No sabemos responder a esta pregunta y
por modesto que sea, pero sé también, y aquí
palabra que tenemos pena.
está el gran mal, que pocos de estos «dispa-
Por hoy es todo. Un abrazo muy fuerte de
radores de fotografía» se preocupan de saber
vuestro amigo de Lisboa,
cualquier cosa más sobre el arte a que se de-
dican, ya procurando contactos o debates
frecuentes con profesionales o aficionados
más entendidos, ya leyendo o estudiando lo
10
. Í . ^w» a
Una
espléndida
iniciativa
CENTRO Of INVESTIGACIONES
Y ACTIVIDADES SUBACUÁTICAS
II
¡LA PESCA SUBMARINA!
ARMERÍA BERNABEU
FRANCISCO BERNABEU CERVELLO
CASA FUNDADA EN 1873
12
legaciones autónomas en todo el ámbito na-
MANIFIESTO cional, llama a todos: al joven deportista, al
del C . I. A . S . técnico especializado y al estudioso, pues ne-
cesita apoyo y colaboración.
Todos los españoles, sin distinción de sexo
La reciente invención del ingenio llamado
o de edad, tienen abiertas las puertas de esta
«pulmón acuático» ha permitido que el hom-
nueva entidad.
bre pueda descender en el seno de las aguas
en condiciones y hasta en profundidades ja- Para inscribirse, dirigiros a su sede provi-
más alcanzadas, pudiendo así contemplar y, sional, Museo Nacional de Ciencias Natura-
en cierto sentido, convivir entre los seres que les, Paseo de la Castellana, número 84, telé-
las habitan, entrando al mismo tiempo en co- fono 26-09-00 (Secretaría).
nocimiento directo del «paisaje» y pudiendo
reconocer, si lo desea, las características del lUDTfí DIRECTIVft
mismo y los restos que allá reposan, en algún
caso desde tiempo inmemorial. Presidente: Excmo. Sr. Almirante D. Francisco
14
En una esquina
del marco tenso,
recto, el hilo,
segmento que parte
suroeste, nordeste
el firmamento ...
En una esquina
del marco jel amor!
el resto juniverso!
Las golondrinas,
quietas, idilicas.
Las nubes,
espuma, celajes...
Y en una esquina
del marco tenso,
tenso, recto,
el hilo
que une en dos
Amor... y Universo ...
Usted sabe distinguir...
^"V^t-:; la
ia ÍVpsi-Cnla
ÍVfssí-Cola sea el refresco f dilecto de
>L tanta eeate tii.-lmgtiiííam no es nada extraño.
porque el buen susto y la Pepsi-Cola corren
parejas. Los hoteles y hssrórantes de
categoría Ío gafwii bien, y sirven Pepsi-Cola
con orgullo—como también lo hacen los
anfitriones de ga¿ío exigente ea iodo
lugar donde se jpraetiea el arte del buen
vivir. Deleítese lomando este delicioso
Pepsi-Cola
16
calendario de salones
SOCIOS
II Salón Nacional de Fotografía.
— Organizado por el Ayuntamien- -GALARDONADOS
to de Benidorn. Alicante. Tema: Li-
bre y Color. Pruebas: Máximo, cua-
tro por cada uno. Admisión: 15 de
julio. Derechos: Ninguno. Envíos:
Sr. Secretario del II Salón Nacional • I Concurso Nacional de Fotografía.—Agrupación Foto-
de Fotografía de Benidorn. Sociedad gráfica Granadina. Granada.
Fotográfica de Alicante. Aptdo. 282. Premio Honor y Accésit: D. José Juan Rivera
Alicante. Moreno.
3.° Premio y Accésit: D. Carlos Pérez Siquier.
III Salón Nacional de Fotografía Premio Mejor Retrato y Accésit: D. Guillermo
Artística - Organizado por Sección del Pino.
Fotográfica Fomento Hortense. Bar- Accésit: D. Jesús Aguirre Campos.
celona. Tema: Libre. Pruebas: tres, • VI Salón Nacional de Fotografía Artística.—Agrupación
no premiadas ni publicadas Admi- Fotográfica Valenciana. Valencia.
sión 31 de julio. Derechos: 15 pese- 12.° Premio: D. José M. a Artero García.
tas. Envíos: A D. Jaime Mut, calle Accésit: D. Amalio Fernández García.
de Orta 55 tienda, Barcelona.
• III Concurso Nacional de Fotografía Artística.—Agrupa-
XII Concurso Nacional (Vil Ibérico) ción Fotográfica Gallega. Vigo.
de Fotografía Artística—Organiza- 19.° Premio: D. Amalio Fernández García.
do por la Agrupación Fotográfica de • XV Salón Internacional de Arte Fotográfico.—Agrupa-
Igualada. Tema: Libre. Pruebas: Una ción Fotográfica de Cataluña. Barcelona.
rigurosamente inédita. Admisión: 1 Obras Admitidas: A los Sres. Pérez Siquier, Rive-
de agosto. Derechos: 15ptas. Envíos: ra Moreno, Santos e Silva, Renau Martí.
Apartado 76, Igualada (Barcelona). • III Concurso Nacional de Fotografía Artística. — Foto-
Film del Valles. Granollers.
I Salón Nacional de Fotografía
9.° Premio: D. Carlos Pérez Siquier.
Artística.—Organizado por la Agru- Accésit: D. Jesús Aguirre Campos.
pación Fotográfica Setabense de Afi- » D. José Mach Arguerich.
cionados. Játiva. Tema: Libre. Prue- » D. José M.° Renau Martí.
bas: cuatro, no publicadas en Revis- » D. José Blanch Giné.
tas ni Boletines. Admisión: 1 de » D. Emilio Roldan Gómez.
agosto. Derechos 10 pesetas. Envíos: Premio Ciclismo: D. Carlos Pérez Siquier.
A D. José Crespo, calle Trobal, nú-
mero 13 Játiva (Valencia). • I Salón Nacional de Fotografía Artística.-Aficionados
Ferrolanos a la Fotografía Artística. El Ferrol.
III Concurso Nacional de Fotogra- 9.° Premio: D. Carlos Gumbau Reixach.
fía. -Organizado por la Agrupación 12.° Premio: D. Nicolás Carlos García Penedo.
Fotográfica Centro CatólicoOlot. Te • Vil Concurso Nacional de Fotografía Artística.—Agru-
ma: Libre Pruebas: cuatro no pre pación Fotográfica «San Juan Bautista». San
miadas. Admisión: 19 de agosto Adrián de Besos.
Derechos: 15 pesetas. Envíos: Agru Premio Honor: D. José Mach Arguerich.
pación Fotográfica Centro Católico 15.° Premio: D. Guillermo del Pino Herrero.
Calle Clivlllers, 3 Olot (Gerona). Mención Honorífica: D. José M. a Artero García.
I Salón Nacional de Fotografía Ar- • I Concurso Nacional de Fotografía. Agrupación Fo-
tística.—Organizado p o r la Agru- tográfica y Cinematográfica de Pamplona.
pación Fotográfica de Melilla. Tema: 5.° Premio: D. José Mach Arguerich.
Libre. Pruebas: Número ilimitado. 6.° Premio: D. Enrique Moreno Ramírez.
Admisión: 20 de agosto. Derechos: 7° Premio: D. José M. a Renau Martí.
15 pesetas. Envíos: Al Sr. Secretario • I Concurso Nacional de Fotografía Artística.-Stadium
de la Agrupación Fotográfica de Me- Casablanca. Zaragoza.
lilla, General O'Donnell, 9. 2.° Me- 4.° Premio: D. Guillermo del Pino Herrero.
5.° Premio: D. José M. a Renau Martí.
12.° Premio: D. Amalio Fernández García.
NOTA- A todos estos Salones la Agru-
pación efectuará envió colectivo. Los Srs. • Concurso Nacional de Fotografía "Rosa de Reus".—Gru-
socios deberán entregar sus obras en el po Fotográfico y de Cinema Amateur de la
domicilio social, Obispo Orberá, 64, con Sección Excursionista de Reus.
10 dias de antelación al plazo de admisión Accésit: D. Antonio Aguirre Campos.
señalado en las respectivas Bases. NOTA—Rogamos a los Sres, socios de provincias,
nos comuniquen todos los premios que van obte-
niendo para su publicación en esta sección.
nuestra portada
Pintor, escultor, imaginero, orfebre, alfarero, genialmente dotado
para la creación artística desde todas sus esquinas, no puede sor-
prendernos que sea JESÚS DE PERCEVAt
el autor de la fotografía que ilustra la
portada de este número de A F A L .
Porque el hecho de que, principiante
en la técnica fotográfica, haya podi-
do realizarla, no es más que una de-
mostración palpable de l o q u e en
nuestro editorial afirmamos: que la
fotografía es un cauce más, totalmen-
te independiente, para la manifesta-
ción artística de una individualidad y
que la originalidad de su modo de
expresión es tal, que puede apare-
cer desnuda y pura, íntegramente fo-
tografía, aun surgiendo de la mente
de quien, toda su vida, ha educado su sensibilidad en un sentido
pictórico.
0) l R A S
JOYERÍA
RELOJERÍA
PLATERÍA
ÓPTICA
TROFEOS DEPORTIVOS
Emilio Carrión
mayo, 1956
¡HAGA
(.MifíTUD. n.° 660
«rt. o EORIQUÍ mil GARCÍA)
Vivir es un repertorio de elec-
ciones como tú muy bien sabes.
Y a nosotros nos entra un tanto
de emoción al pensar, saber y
comprobar que de ese muestrario
de solicitudes que la vida ofre-
ce, tú has querido y gustado
elegir, como el alma española,
elegancia contra vulgaridad, no-
bleza frente a eficacia, heroísmo
ante comodidad. Q u e te has
preocupado siempre por lo hon-
do y permanente de la vida y
has puesto la verdad como un
2(1
N JUEGO, S E Ñ O R E S !
ñ la pureza de su castellano une ENRIQUE RU1Z GfíRCIñ una
profundidad de pensamiento que engrandece cualquier tema, por nimio
o intrascendente que parezca. La sencilla contestación a una carta de
amigo, redactada a uuela pluma al concluí'', muy de madrugada, su du-
ra /ornada de traba/o de buen periodista, adquiere —por el sólo hecho
de ser él quien la firma— la categoría de un bello articulo que nos enor-
gullece a los que, por amigos suyos, hemos sido capaces de inspirarlo.
Estas breves líneas, partidas por un abrazo, no son nada más que
una respuesta a la bella y sedienta Almería.
Recibo tu carta, con el matasellos que me anuncia el viento, el de-
sierto y la naranja y no quiero dejar de escribirte. Y verás por qué razón.
Estando en M a d r i d , obligados por el constante trabajo de cada día,
apenas si queda tiempo para desprenderse de la vieja piel cansada, irritada y estre-
mecida de hombres sin paisaje. Nuestra ciudad tiene, ya lo sabes, altos muros y millo-
nes de ventanas. N o te digo que sea hermosa o fea, dulce o agria. Nuestra ciudad es
nuestra ciudad, el asfalto, la tierra y los rápidos y febriles «Buenos días, tristeza»,
«Buenas noches, cansancio».
Pero en este organismo de la ciudad, con orejas pequeñas, para es-
cuchar poco, y boca grande, para hablar mucho, la dispersa nación, las tierras, los
hombres, la palmera y tú, amigo, parecéis estar lejos. De repente, por bendición de
Dios, uno sale de su casa, echa a andar, se mete en el tren y amanece en Almería.
Vosotros decís: «Está lejos». «Hay que comunicarla». «Hay que hacer casas, traer
el regadío...».
Todo eso, verdaderamente, hay que hacerlo; pero no es menos ver-
dad que vosotros sois algo de lo irrenunciable de nosotros mismos, lo que ni se despil-
farra ni se pierde; la moneda de nuestro juego intacto, verdadero y dulce. Cuando
nos presentamos ante vosotros, ante la vieja tierra sedienta, todos los dormidos rin-
cones del alma se despiertan, ¿y sabes por qué razón? Porque nos parece oir de
vosotros la antigua letanía: «Hagan juego, señores». Esto es, hagamos cosas, demos
cosas. Démonos, pues, nosotros mismos.
AJfcA*! /tu-uCfc*
JLmarchaban
AS hijas del Destino y hermanas con efe, Fatalidad y Fortuna,
juntas cuando HICOLtíSflíULlíRtropezó con ellas. Fata-
lidad volcó su coche pero Fortuna limitó el percance a poco más
que el susto y de paso nos favoreció con su obligada estancia en-
tre nosotros
Nicolás Muller, el gran fotógrafo húngaro ya tanto tiempo ave-
cindado en España, fué convenientemente ¡¡exprimido» durante las
horas que pudimos hablar con él y gozar de su conversación. Supi-
mos algunas cosas de su vida y muchas mis de sti arle, de su "ma-
nera de hacer», de su credo estético, de su particular filosofía foto-
gráfica. Pudimos ver muchas de las obras para el libro que prepa-
ra actualmente e imaginar anticipadamente la Exposición suya
que aquí organizaremos el próximo Otoño. Nos contó anécdotas,
habló del estado de la fotografía en toda Europa, nos animó en
nuestro pequeño esfuerzo fotográfico y aquella larde disfrutó nues-
tra mesa de redacción de un auténtico coloquio de muy altos vuelos.
Resumen de aquella charla quieren ser las líneas que siguen.
22
dentro de su abstracción, hay vida; no una vida de carácter real, si-
no... algo... no sé como expresarlo, aunque lo siento perfectamente.
—¿Más bien vida con un valor metafisico?
—Sí, eso debe ser.
—¿Qué nos dice Vd. del retrato!
—El retrato es una fuente inagotable de posibilidades, pues cada
individuo es una expresión. Yo trabajo en mi estudio con una Rollei.
Utilizo dos o tres focos nada más. Dejo al modelo que se siente co-
mo le dé la gana. Le observo, le hablo, le distraigo. Y después, dispa-
ro en el momento oportuno. Todo ésto se debe hacer lo más en cinco
minutos: tardar más tiempo es soliviantar, forzar al modelo.
—¿Cree que existe la fotografía moderna"?
— Indudablemente, a u n q u e por aquí veamos tan pocas muestras.
Y además, no todo es realmente fotografía moderna. Hay mucha lite-
m m?5
\
25
VINALVA •
MATERIALES
S E N S I B L E S DE
T O D A S MARCAS -
CÁMARAS FOTOGRÁFICAS
Y CINEMATOGRÁFICAS
FLASH ELECTRÓNICOS
A M P L I A D O R A S
G 1 • J 0 N
26
Desde EL F E R R O L , en e x c l u s i v a
CR/T/Cfl 5UBJ£T/l/fl
por nlcolás Carlos garcía penado
27
DESTROQOS
Augusto M a r t i n s (Lisboa)
MARINERA
P. Masdeu Rovíra (Barcelona)
¿12
JL
CINE ESCRIBEN:
ANTONIO P U M A R O L A
GUILLERMO B E R J Ó N
JOAQUÍN P. S I Q U I E R
He pensado que para iniciar esta ligera exposición de lo que es el cine en España, lo mejor es co-
menzar por el principio de toda obra cinematográfica: la idea. Sigamos su evolución.
Toda obra humana nace de una idea. Alguien, después de profundas meditaciones o acaso por cual'
quier fortuita coincidencia, encuentra la fórmula o manera de hace: una determinada cosa. Después, de-
sarrollada convenientemente la idea, se alcanza o no el objeto que con ella se perseguía. Es un proceso
congénito a cualquier iniciativa humana.
También es sabido que muchas excelentes ideas se malogran, mientras otras, harto deficientes, en-
cuentran suficiente eco que las aliente y logran conservarse entre los hombres. La humanidad sería tanto
más feliz si nunca hubieran nacido ciertas ideas y, mejor ordenadas las cosas, hubieran cobrado vida
otras que se perdieron prematuramente. En suma, la vida entera, es un continuo problema de ideas bue-
nas y malas.
En el cine es donde más se nota este fenómeno, seguramente porque todo el cine —toda película —
depende siempre de una idea, feliz o nefasta. La película, nacida de un pensamiento inicial, será vulgar
u original, casi siempre, según lo sea la idea que constituye su origen. Pero no paran aquí las cosas,
porque toda idea exige su desarrollo, su tratamiento, su guión, su realización y hasta su lanzamiento,
todavía en estas fases puede perfeccionarse o estropearse en mayor o menor grado. Lo que es evidente
—y a esto hemos de circuns cribirnos por ahora— es que
nunca podrá salir nada bue í ^ 1 ¡V í TZj1 t C j P / \ IV] í ] no de una idea deficiente, o
vulgar, o equivocada. No obs v-> 1 i i J_i l—,i.)L ¿ V I l \~J J_J tante, cuando se h a b l a de
ideas en el terreno cinemato T , T . T T> c A gráfico, cuanto a ellas se re-
fiere resulta algo más compli L/v lLJL*r\. cado de lo que parece ya que
no basta conque esta codicia C I N E M A T O G R Á F I C A ^ a P r i m e r a 'dea parezca acep-
table, o incluso buena, y que ramos acumular a ella cuan-
tas virtudes sean imaginables, sino que es absolutamente preciso, además, que posean también una
esencial y especialísima condición: el ser cinematográficas.
Entramos, amigo lector, en un terreno difícil. Esta rara cualidad de lo que es o no cinematográfico'
ha resultado a todo el mundo un tanto escurridiza. Cualquier idea puede ser cinematográfica según có-
mo se desarrolle. Cualquier desarrollo pudiera resultar bueno si se realiza adecuadamente. Ahí quedan
tantas ideas como películas se han hecho en el mundo, y muchas más que no llegaron a ser realizadas.
Unas tuvieron éxito y otras no, aunque es fácil de presumir que en un principio todas estuvieran dota-
das de la misma ambiciosa intención ¿Por qué ocurre ésto?. ¿Dónde está el secreto?...
Nadie puede contestar estas preguntas. Cuando «lo cinematográfico» ha pretendido condensarse en
una fórmula, los mismos que antes tuvieron éxito tropezaron inopinadamente con el fracaso. Ninguno
de los que han creído poseer el secreto, ha logrado empezar nunca una nueva obra con la plena seguri-
dad del resultado que iba a obter.er en ella. Sin embargo, algunos privilegiados, sin que ellos mismos
puedan explicar por qué, saben encontrar con relativa facilidad la salida de este intrincado laberinto y
encaramarse en los primeros peldaños de la fama. Poseen un especial sentido que les conduce al éxito,
con igual facilidad que al navegante le guian las estrellas en la noche. Es el arte, la intuición creadora
del motivo cinematográfico. En una palabra, el genio.
De todo esto es fácil deducir que, de igual manera que muchos caminan a tropezones, por mucho
que pretendan saber de cine, es también posible, y el caso se repite felizmente, que las buenas ideas
para cualquier película provengan de cualquier persona ajena por completo a la pantalla. Yo me atreve-
ría a asegurar que, en un crecido tanto por ciento de ocasiones, el cine se vale de hechos, circunstancias
e ideas que nacieron por completo al margen de esta finalidad, e, incluso, que estas han resultado casi
siempre las ideas más provechosas. No me refie-o ahora a las innumerables adaptaciones de obras lite-
rarias - novela y teatro - que se han realizado, sino a los descubrimientos inesperados — continua
renovación de la vida— de que muchos se valieron para triunfar plenamente. —P.
30
UN GENERO CINEMATOGRÁFICO: EL DEL OESTE
II. «John Ford, maestro del género»
Estos elementos simples, un caballo, un maestra del cine que Ford prefiere, el ci-
hombre armado y la Naturaleza como ne al aire libre. En ella todo es perfecto:
marco, los recoge un realizador, John el relato, intenso y áspero, dentro de una
Ford, «como heredero de una tradición y línea narrativa directa y elemental, lo que
una historia nacional», como ha dicho un no excluye —por otra parte— la minu-
crítico, y desde su primera obra de impor- ciosidad con que está realizada, la aten-
tancia, «El caballo de hielro» (1924), que ción al detalle mínimo; el ambiente, ex-
se mueve en este ambiente, reiterará su traordinariamente conseguido; los tipos,
tema favorito, su «leitmotiv», a través de perfiladísimos.- el cirujano fracasado, la
toda su producción, fiel a sí mismo a lo cantante, el cómico, un estupendo perso-
largo de los años. naje secundario dibujado de un trazo
John Ford, de ascendencia irlandesa, El del O e s t e es tema predilecto de
es una de las personalidades más desta- Ford, pero no el único; fuera de él, como
cadas del cinema americano, un vetera- dije más arriba, ha dejado también nues-
no, un clásico. Tiene ahora sesenta y un tro realizador obras que cuentan en la
años. Inició su carrera cinematográfica el historia del cine. (Únicamente como pre-
año 1917. Griffith ya había realizado en- sión comercial de sus productores nos ex-
tonces «El nacimiento de una nación», plicamos que tocara no hace mucho el
que constituye la primera obra cinemato- tema entonces de moda, África, con su
gráfica de importancia sobre la guerra desdichado y confuso «Mogambo»).
de Secesión. Hoy Ford, desde su madurez magnífica,
sigue haciendo su cine de siempre, since-
Sería imposible hacer aquí una referen-
ro, recio, noble, de hondo sentido huma-
cia a toda su labor. Ford a hecho más de
no, y tiende a conseguir con los míni-
cien films y fuera de su tema característi-
mos elementos el máximo efecto, supre-
co también ha dado al cine algunas obras
ma meta a la que aspira el maestro: la
maestras («El delator», «Hombres intrépi-
sencillez.-B.
dos»...). Por otra parte, todos los aficio-
nados recordarán seguramente bastantes
títulos: «Fort Apache», «La brigada in-
vencible», «El hombre tranquilo», etc..
Yo me limitaré a mencionar, dentro del
género del Oeste, dos, de verdadera im-
portancia. «La diligencia», que dejó una
huella perdurable por su construcción só-
lida y rectilínea en una narración de ex-
traordinaria belleza, y que consagró de-
finitivamente a John Wayne, desde en-
tonces uno de sus actores favoritos que
ha protagonizado muchísimas de sus cin-
tas posteriores. Mi preferencia personal
se inclina por «Pasión ds los fuertes»
(My darling Clementine), auténtica obra
:¡l
la juventud deportiva
sana...
optimista...
alegre...
no piensa en el peligro...
LA C A T A L A N A
COMPAÑÍA DE SEGUROS
( F U N D A D A EN 1 8 6 4 )
Manuel O r o z c o Espinar
Abogado y Gestor Administrativo
33
Página humorística, de
Cuando yo, de pequeño, empecé a oir e intenta leer otro capítulo de una novela
hablar de un negativo, pensaba que se de complejos. Lo normal en un caso co-
refería a una fotografía que había salido mo éste es que este señor que hemos
mal. Ahora, de mayor, no mucho más, he dejado con el libro en la mano y un re-
llegado a la conclusión de que una foto- pugnante cigarrillo en la otra, consiga
grafía, colgada en un sitio estratégico, dormirse al cabo de un rato, con ese sue-
puede ser un tormento continuo o un des- ño caritativo que suelen tener los señores
canso para los nervios, cansados de so- como usted y como yo. Pero nada de esto
portar las pompas mundanas. ocurre, ¿y saben ustedes por qué? Muy
Un señor, como usted y como yo, re- sencillo. Porque el ambiente de esta po-
gresa a su casa agotado por el trabajo y bre pero honrada habitación está im-
por lo que no es el trabajo. Este señor, co- pregnado de Tía Brígida.
mo usted y como yo, lo que desea es des- Frente al lecho, enmarcado en un seve-
cansar. Así es que coge y se mete en la ro marco dorado, cubierto en gran parte
cama (hay algunos que antes se lavan los con puntos negros de mosca, se halla Tía
pies), enciende un cigarrillo de picadura, Brígida, rodeada de paspartú en forma
34
de huevo. Su enlutado busto en forma de
busto, trata de sostener una cabeza con
moño, un rostro enteco y unos ojos de
batracio. Su mirada es la de esa clase de
mujeres resentidas porque vivieron toda
su amarga vida creyendo que el mundo \
no se portaba bien con ellas, y sin saber
que habían contribuido a la incomodi-
dad y al fastidio de muchas personas.
¡Horrible fotografía, caramba!.
Naturalmente, la mentalidad de un in-
dividuo normal no está preparada para
soportar un engendro semejante, com-
partiendo la intimidad de una pobre pe-
ro honrada habitación. Imposible con-
centrarse y leer tranquilamente teniendo
frente a uno la mirada postuma y repe-
lente de Tía Brígida Sin embargo, imagí-
nense ustedes la tranquilidad y el sosie-
go que proporcionaría a nuestro espíritu,
cuando al levantar los ojos, cansados de
leer, éstos, suavente, fueran a posarse
sobre la «foto» de un borrego, tocado
con un sencillito abrigo de lana blanca,
como todo borrego que se precie.
¡Descolguemos de una vez la fotogra-
fía gafe que nos amarga la existencia y
nos llena las horas de angustia!.
Si no lo hacemos así, corremos el ries-
go de terminar resolviendo en las pare-
des complicados c á l c u l o s aritméticos,
mientras morimos abandonados por pro-
pios y extraños, y olvidados, en fin, por
el último amigo...
FIN
••¡•1
Üleuida de ueuistas
2>ES PUES del artículo aparecido en el pasa-
do número, en este mismo lugar, resulta obvia
cualquier presentación. Sencillamente, MAS-
CLET. Y con eso está dicho todo.
La colaboración está tomada, igualmente,
de la buena revista fotográfica francesa,
PHOTO CINE MAGAZINE.
37
La fotografía responde a una profunda ne-
cesidad: la de perpetuar la apariencia de las
cosas transitorias. ¡Es una defensa contra el
CONFECCIONES transcurso del tiempo!. Esta función de ayuda
SELECTAS DE al recuerdo y la confianza que se deposita
en ella, se basan en el carácter realista o de
ALTA CALIDAD
objetividad mecánica, atribuido erróneamen-
te a la fotografía. Sin embargo, no debemos
olvidar que, si le suponemos esa objetividad,
es, sencillamente, porque en dicha cualidad
reside uno de los manantiales del poder de
la imagen fotográfica. Cuando fijamos nues-
tra atención en una fotografía, nos parece
que su belleza es siempre natural aunque se
deba únicamente al talento de su autor: de
igual forma que, cuando contemplamos la
perfección de una nueva orquídea, nos ima-
ginamos que es un genuino producto de la
naturaleza, a pesar de que sea pura creación
del genio de un floricultor. De este efectismo
es de donde saca la imagen fotográfica su
poder de credibilidad; y esta objetividad (aun
falsa o ausente) es lo que hace a la fotogra-
fía superior a la pintura cuya contemplación
nos produce un profundo sentimiento de sub-
jetividad a causa de la presencia demasiado
visible de la mano del hombre. Podríamos de-
cir que en una fotografía se produce una
transposición de la realidad que camina des-
de el objeto fotografiado hacia su reproduc-
ción en el papel sensible. Una «obra de arte»
f o t o g r á f i c a es, pues, necesariamente, una
Hiper-realidad...
PAÑERÍA Y CAMISERÍA Esta autenticidad hiper-real introduce en
nuestro arte una de las nociones por la que
debemos sentirnos más orgullosos: ¡la noción
de la honestidad!. Ciertamente que el pintor
también puede ser fiel a su tema, pero ¡nunca
podremos estar seguros de ello!. Sabemos o,
al menos, presentimos que el artista de la
pintura sucumbe frecuentemente a la tenta-
ción de interpretar por su cuenta, de elevar-
se sobre la realidad, de añadir, de imaginar,
de deformar: es un derecho que le pertenece
y que, al mismo tiempo, constituye muchas
veces un deber para él. En cambio, el dere-
TELÉFONO 3150 TIENDAS, 15 cho y el deber del fotógrafo estriban en per-
manecer totalmente fieles al modelo o, al me-
ALMERÍA nos, moverse en un plano paralelo al mismo.
Porque la virtud del fotógrafo, su faceta más
admirable, radica en que se pueda decir con
:¡íí
convicción, certeza y alabanza: ¡Esto, ésto es
una fotografía!.
¡Qué inmensa y pesada ventaja!. A causa
de ese carácter de irreductible honestidad, lo
poco que se pudiera ganar usando de artifi-
cios («trucando») o, simplemente, retocando
una prueba, quedaría más que rebajado con
la pérdida de credibilidad, de espontaneidad,
PUERTO
de confianza, que resultarían del uso de se-
mejantes artimañas. N i siquiera la composi-
ción o la técnica pueden ganar nada con el R I C O
empleo de excesivos cuidados en la coloca-
ción de los objetos o con una sobreexposi-
ción del cliché, porque, en definitiva, dichos
arreglos acaban por hacerse demasiado vi-
sibles. Todo el que haya empleado alguna CAFÉ - BAR
vez estos métodos, comprenderá fácilmente
lo que quiero decir. Porque, en las fotogra-
RESTAURANTE
fías así obtenidas, se acaba fijando la aten-
ción principalmente sobre estos detalles, fra-
casando en la idea primordial y en detrimen-
to de la Imagen y de su autenticidad.
39
la textura de las cosas, en vez de sugerirlas tado: Yo estoy convencido, desde hace mu-
únicamente. Es el «trade-mark» del procedi- cho tiempo, de que el defecto principal, el
miento fotográfico y la firma del buen cliché, pecado contra el espíritu fotográfico es, ni
técnicamente hablando. más ni menos, que la falta de nitidez.
Decimos técnicamente hablando, p o r q u e Bien entendido que, cuando digo falta de
desde el punto de vista estético, muchas ve- nitidez, no me estoy refiriendo a la airosidad,
ces puede no interesarnos utilizar la totalidad a la ligereza artística («flou») sino al antiguo
d é l a graduación: Una gama de luces abre- estilo del miope. El «flou» - llamado, no sé
viada o comprimida, puede ser indispensable p o r q u é , artístico— es un efecto especial y
para traducir exactamente la emoción visual deseado; es el resultado de la voluntad esté-
experimentada al contemplar un objeto. Hay tica del autor que utiliza ciertos procedimien-
gran número de posibilidades técnicas que tos para conseguir un determinado fin. Por el
nos dejan en libertad de comprimir o ampliar contrario, la falta de nitidez es, sencillamen-
holgadamente dicha gama, a semejanza de te, un defecto, un fracaso, una debilidad. El
una tira de caucho más o menos tensa. autor ha querido obtener una imagen clara y
El uso habitual, sistemático, de una gradua- no lo ha conseguido. Desgraciadamente, este
ción comprimida no es nunca recomendable. defecto está ocasionando la ruina de la foto-
Las imágenes excesivamente claras, común- grafía actual que, en un porcentaje muy cre-
mente llamadas «high-key», pueden servirnos cido, adolece de falta de nitidez... Llamo,
de ejemplo: a pesar del atractivo que indu- pues, a estas cosas pecados contra el espíritu,
dablemente presentan dichas imágenes cuan- porque el auténtico Espíritu de la fotografía
do están realizadas con éxito, no podemos se puede resumir en estas tres palabras: Pre-
dejar de considerarlas, con frecuencia, como cisión, Nitidez, Exactitud... No olvidemos que
un empobrecimiento del género fotográfico. este maravilloso invento fué el resultado de
Por eso, el «high-key» no es conveniente más una larga impaciencia motivada por la insu-
que para un número muy reducido de temas ficiencia y por la lentitud de nuestras MA-
(que siempre son los mismos) y cuya repeti- NOS, al mismo tiempo que un deseo intensa-
ción se hace fastidiosa como todo lo que es mente sentido de sustituirlas por un instru-
amanerado. mento más adecuado e imparcial. El mismo
Por otra parte, consideramos que no es ne- Ingres lo confesaba, siendo, como lo era, un
cesario utilizar hasta el agotamiento las sua- extraordinario dibujante: «¡Esta es la exacti-
ves y melosas graduaciones permitidas por tud—decía—que a mí me gustaría alcan-
la técnica y por la gran abundancia de las zar!». Es una lástima que los fotógrafos no se
modernas películas pancromáticas, porque, sientan profundamente insatisfechos con las
en caso contrario, los valores acaban por faltas de nitidez, porque éstas les hacen per-
confundirse y la prueba fotográfica, dema- der, sin saberlo, un ochenta por ciento de los
siado acaramelada, termina por parecemos placeres visuales casi tangibles que debe pro-
insípida. Este defecto se encuentra con dema- ducir la imagen fotográfica cuando resulta
siada frecuencia en gran número de f o t o g r a - verdaderamente nítida y cuando está cuida-
fías actuales consideradas como «perfectas» dosamente ejecutada.
y que no son otra cosa que el resultado de la
En Francia, las cualidades de claridad, pre-
labor de un técnico hábil, pero sin genio, que
cisión y nitidez se han considerado siempre
ha caído en el estúpido error de creer que el
como virtudes de la raza, virtudes que, si son
summun del arte fotográfico consiste en refle-
esenciales en todas las Artes, lo son mucho
jar el máximo de graduaciones.
más en la fotografía, ya que ésta no es otra
* **
cosa que orden, belleza, exactitud y fideli-
«La nitidez es el sello particular de los dad. Por esta razón, todos los grandes fotó-
maestros...». Sin duda que Vauvenargues no grafos fueron siempre defensores y practi-
pensaba en la fotografía cuando escribió es- cantes de la nitidez, y, por eso, yo también
ta frase; sin embargo, ningún precepto, al desearía que jamás degenerara esta cuali-
menos en sentido literal, puede ser más acer- d a d , esta tercera dimensión de la Fotografía...
40
AGRUPACIÓN FOTOGRÁFICA
GRANADINA- j-
/ salón nacional de la
agrupación fotográfica granadina
de nuestra enviudo especial UUIU.ERMO Hl'f, PfNO
\soeeesponsal
4S
los socios iiii|iiictos
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PAGINA DE ENTRETENIMIENTOS
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Dioses
D . - 1 8 27 50 34 19 12 13=Nones.
H -15 49 39=Cantidad.
PREÍTI/O DE HOAOR.— Se acuerda declararlo desierto por no existir, a juicio del ju-
rado, un lote de tres fotografías inéditas o no reproducidas anteriormente, acreedo-
ras de tan alto galardón. En su consecuencia se decide distribuir la dotación metáli-
ca del citado premio entre los tres autores primeramente galardonados, cuyas obras
quedarán, por tal motivo, propiedad de «AFAL».
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Página de la canidad
Lo que se dice n n
TRANSPORTES
EL TRIUNFO S. L.
CORRESPONSALES EN
Mallorca Barcelona
Tarragona Alicante
Valencia Cuenca
Granada Murcia
Málaga Gandía
Águilas Lorca
Sevilla Elche
Cádiz Baza
A L M E R Í A
PUBLICACIONES de la .Agrupación Fotográfica «Alménense que Vá., amigo lector,
puede recibir regularmente suscribiendo la tarjeta aneja
Dos meses antes de cada Concurso Nacional, se recibirán las Bases correspon-
dientes y también los socios tendrán derecho a recibir cuantas circulares, copias de
Actas, convocatorias y avisos de actos de todas clases, celebre la Agrupación Foto-
gráfica Alménense.
TARJETA POSTAL
O'50
Sr. Secretario de la
ALMERÍA
¡ACIONES con que cuenta la Agrupación Fotográfica «A/meriense en su lucal
social Obisuo Orberá, 64, Almería
Sala de Juntas y Exposiciones
Secretaría y Tesorería
Biblioteca de Revistas y publicaciones relacionadas con la fotografía
Bar
Laboratorio de aficionados
Muy Sr . mío:
Deseo ser considerado SOCIO
CORRESPONDIENTE de la AGRUPACIÓN FOTOGRÁFI-
CA ALMERIENSE, con la cuota anual de 60 pe-
setas .
De Vd a t t o . s . s .
Nombre
(nombre) (ler. apellido) (2.° apellido)
Dirección
(calle) (n.°) (localidad)
CR/TICfl SUBJET/l/fl
(Viene de la Página 27J
CINE
Presiona
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