Medicina Legal Tema 11

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GINECO-SEXOLOGÍA FORENSE

DEFINICIÓN:
Es la rama de la medicina legal que estudia los problemas ligados al sexo, tales
como los vinculados a las parafilias, al aborto, a la reproducción, al matrimonio, a la
fecundación, a la impotencia.
sexología
Resultado del diccionario para sexología
Ciencia que estudia la sexualidad del ser humano, el comportamiento sexual y sus
diferentes manifestaciones, desde el punto de vista psicológico y fisiológico.
La Sexología es la ciencia (logia) que estudia el sexo. Sexo viene
de sexare (separar, sección…) y comprende todo aquello que tiene que ver con
la diferencia, con el hecho de ser, sentirse y expresare como hombre y mujer.
Este hecho de ser “hombre” y “mujer”, de tener en definitiva un sexo, es el eje
central de la sexología.
Desde este punto de vista, las demandas sexológicas pueden venir desde distintas
posibilidades:
 Desde las conductas. Expresiones sexuales múltiples: besos, caricias,
coitos…
 Desde la identidad. Sentirse hombre o mujer,
 Desde la orientación. Hacia donde dirijo mis preferencias, teniendo en
cuenta mi propio sexo (hombre o mujer) y el de las personas con las que me
relaciono (hombre o mujer).
 Desde la interacción. Todo lo que implica encuentro entre hombre y mujer
(pareja, afectos, tareas domésticas, crianza familiar, planes de futuro,
rupturas…) son cuestiones centrales de interés sexológico.
Los instintos del hombre
Cuando el hombre ve pasar a una mujer hermosa, la razón se esconde. El instinto
sexual en el hombre se encuentra más desarrollado que en cualquier otro animal,
así, que no se diga que actuamos como animales, estos normalmente actúan en
tiempos de reproducción, mientras que el hombre en todos los tiempos, debido a
que es más constante ya que posee mucha más energía sin perder su intensidad.
De este modo puede llegar a ciertas anormalidades sexuales ya que sus fijaciones
aumentan, degenerando en su actualización hacia cualquier fin cultural. Cada
persona es diferente instintivamente, lo cual puede ser ocasionado por la forma de
vida o como se halla educado. Hablando de educación sexual, para la mayoría de
las sociedades, en la que vivimos ante todo se ha buscado una cierta medida de
satisfacción sexual, que es una de las injusticias sociales, donde se maneja un
estándar cultural exigida a todos los individuos para una conducta sexual igual, en
que se basan, bueno para una persona que detenta el poder con una constitución
física enclenque su medida. Es una risa, ya que las mejores constituidas pueden
sufrir un sacrificio psíquico. Aunque esta muy difícil que éste tipo de injusticias en
su mayoría se cumpla y cualquier precepto moral se va al caño.
No se puede discutir que existen personas que con un instinto sexual demasiado
intenso, que sobrepasa a muchos se manifieste esa perversidad extremista y que
si sigue en ese papel debe soportar las consecuencias de su divergencia cultural,
de otro modo puede alcanzar una inhibición por las exigencias sociales dando como
resultado una satisfacción insatisfecha, por esos fenómenos sustitutivos
provocados por inhibición de sus instintos, lo que puede causar una serie de
trastornos mentales, un continuo empobrecimiento interior, que lo llevará a una
forma nociva para la persona.
En el instinto sexual su fin es el placer se manifiesta desde la infancia, a través de
sus zonas erógenas y puede prescindir de otro objeto erótico en forma de
autoerotismo, así que mucha gente con esa energía sufre por medio de la cultura
esa represión de los elementos de la excitación sexual. La abstinencia sexual en
ambos sexos ha quedado en el olvido, se puede afirmar y sostener que no existe
daño alguno de cualquier persona que hacer el sexo antes del matrimonio tenga
alguna consecuencia, más bien lo que se debe aceptar es que no existe ningún
medio para poder dominar este impulso tan poderoso que es el instinto sexual, es
muy fuerte y menos en esa etapa tan fogosa como lo es la juventud. Quitarles ese
juguete los lleva como dije antes, a un trastorno mental, alguna erase de neurosis,
como las que sufrían las mujeres, pero esto a cambiado. En ellas, esto ha dejado
de ser “soportar” muchas calamidades del hombre y los papeles se invierten en
algunos puntos, ya no existe o muy poco esa nerviosidad ocasionada por la
infidelidad conyugal, ahora el nervioso es el hombre. Esta severidad hacia la mujer
en ésta exigencia cultural es el instinto sexual empieza a desaparecer sus deseos
y fantasías afloran, no se quedan en la neurosis.
El comercio sexual es más amplio, más abierto; la inocencia se empieza a terminar,
las tentaciones son demasiadas. Y los impulsos se agrandaron. La abstinencia va
quedando únicamente como palabra, antes se prefería a las mujeres vírgenes al
llegar al matrimonio pues, el hombre en su machismo quería según él, enseñarlas
en el oficio de su placer o ser el primero en su vida. Hay quien presume de su
abstencionismo, pero es una mentira, ésta es suplida por otros medios como
pueden ser la masturbación o por una práctica análoga.
Este tipo de actividad parece inofensiva pero a largo plazo puede ocasionar un
disturbio mental, aunque de ante mano en nuestra cultura la masturbación sigue
siendo objeto de ataque por esa moral existente que lo lleve a una costumbre por
mantener en ese camino fácil de no luchar por algún objeto sexual donde pueda
desarrollar su energía. Ese confort de un esfuerzo pequeño que le satisfaga sus
fantasías, lo puede deteriorar en su esfuerzo sexual ya que cuando quiere trasladar
esa fantasía a la realidad se le puede dificultar.
Los hombres que tienen esta práctica sexual onanista o perversa pueden propiciar
que su libido cambie y en el momento de su desarrollo potencial sexual puede verse
disminuido. Al igual que las mujeres que hayan conservado su virginidad hasta el
matrimonio, por esa educación sexual impuesta dejando de tener placer y cuando
vencen esa demora artificial a su desarrollo sexual y llegan a la cima de su
existencia femenina, se pueden encontrar que las relaciones con su pareja se ha
enfriado tiempo atrás y no les queda otro camino de que el deseo insatisfecho, la
infidelidad o una clase de neurosis. Si se unieran este tipo de personas lo que puede
ocasionar es una disminución de sus facultades eróticas, escases potencial por
parte del hombre e insatisfacciones en ambos que debilitarían la relación.
Una conducta sexual insatisfecha puede provocar un efecto en los hijos, desde una
exagera ternura, concentrando en ellos esa necesidad de amor lo que ocasionaría
una anticipada madurez sexual. Debido al desacuerdo de la pareja, el hijo
experimenta una serie de pasiones como el odio, los celos, el amor lo cual despierta
su actividad sexual a muy temprana edad lo que le ocasiona un conflicto que se
manifiesta en nerviosismo que le puede durar toda la vida.
No existe persona que haya enfermado por la satisfacción sexual, en cambio si por
las restricciones sexuales bajo las exigencias de una moral sexual impuesta, la
libido estancada se vuelve peligrosa y provoca enfermedades.
En la misma situación, no se puede obligar a una pareja a una satisfacción a través
de un número limitado de copulaciones, como a utilizar esa gama de formas de
hacer el sexo que pueda llevarlo a placeres no conocidos, ya sea por miedo a otro
de experiencia o por ciertos complejos impuestos cuando no se quiere cambiar, en
este aspecto puede desaparecer varias cosas, desde la ternura de la privación del
sexo se vuelven hacia otro tipo de ilusión, pero que normalmente los llevan a ese
estado de dominación y de desviación del instinto sexual, promulgando esa serie de
preceptos restrictivos por la sociedad que viviendo en esa “doble” moral hace creer
que se cumplan.
El limitar la actividad sexual, incrementa más factores que perturban la capacidad
individual de goce, el deseo se ve reducido, se incrementa el temor a la vida y el
miedo a la muerte. Ese sacrificio que se pide o más bien que se impone por esa
moral sexual unido con otras restricciones van coartando la libertad y la felicidad
individual.
El instinto sexual normal y patológico
Instinto sexual patológico
El instinto sexual patológico parte de lo que es una conducta sexual anomal, es
decir, los elementos que conforman el instinto sexual normal no se encuentran de
manera armónica, aquí entran las aberraciones, perversiones o disfunciones
sexuales, las anormalidades que exageran el instinto sexual y las que atenúan o
extinguen el mismo.
Es necesario enfatizar que dentro de lo que es el tema de la sexualidad anormal
existen diferentes tipos o clasificaciones de desviaciones o anomalías.
Entre ellas tenemos:
Exhibicionismo.
Esta desviación sexual consiste en mostrar los órganos genitales a terceros o en
público, y puede ser acompañada de actos masturbatorios.
Zoofilia o bestialidad.
Se denomina como zooerastia, bestialismo, y otros lo estiman como conducto
sodomitita. Se materializa este comportamiento con la ejecución de actos sexuales
o similares como animales
Fetichismo.
Esta anomalía sexual consiste en obtener la excitación o gratificación sexual sin
realizar acto sexual, sino que hay una desviación hacia un objeto que puede
pertenecer al se amado, tales como trenzas, medias, guantes, muñecas, botas, ropa
interior, zapatos, cabello, etc.
Sadismo.
Mediante los actos de sadismo el individuo logra excitación sexual, llegando a la
eyaculacion u orgasmo, por el sufrimiento, dolor o castigo, tanto físico como
psíquico, que le causa a su pareja, y que esta puede o no consentir. La medicina
legal señala que esta perturbación sexual se da exclusivamente en los hombres y
constituye una degeneración del instinto sexual normal.
Masoquismo.
En esta anomalía sexual, el sujeto obtiene gratificación sexual, excitación y
orgasmo, mediante el castigo que el mismo se inflige o a un tercero, y que puede
consistir en ser azotado, atado, golpeado, etc. Para algunos el masoquismo es lo
inverso de sadismo.
Pedofilia o paidofilia.
Es la atracción sexual por los niños, por los infantes, es el método repetidamente
preferido o exclusivo de conseguir la excitación sexual.
Necrofilia.
Es la atracción sexual por los cadáveres y que se da con cierta frecuencia en las
morgues y en los hospitales. Hay dos variedades: la realización de la copula con el
cadáver y la realización del acto sexual en un cementerio o en presencia de
cadáveres.
Homosexualismo u homosexualidad.
Es la atracción exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo, con o sin
relación física.
Voyeurismo o escopofilia.
Es el deseo y practica patológicos, persistentes o excluyentes de hallar excitación
o gratificación sexual mirando actos eróticos de desnudez o genitales a quienes
ignoran ser vistos.
Gerontofilia.
Es la práctica de actos sexuales con personas de avanzada edad, o ancianos.
Masturbación.
Esta conducta sexual es de aquella en la hay ausencia de copula sexual normal y,
por lo tanto, de pareja para su realización. Es la satisfacción de apetito sexual
mediante la manipulación de los órganos sexuales, tanto en el hombre como en la
mujer. Se le denomina también autoerotismo u onanismo.
Frigidez.
Es típica de las mujeres, hay una evidente disminución del instinto sexual y produce
problemas en la realización de la copula sexual normal.
Froterismo o froutteurismo.
Es la excitación u obtención del orgasmo, de modo persistente y preferente,
mediante la frotación del órgano masculino contra las nalgas o el cuerpo de la mujer
completamente vestida.
Sexualidad normal y anormal
Diversos autores hacen esta diferenciación entre los caracteres sexuales que se
consideran normales y cuáles no. Con respecto a la sexualidad normal se evalúa
desde los siguientes aspectos:
1. Morfológico: Abarca las estructuras anatómicas (testículos y ovarios), los
sistemas excretores de los gametos, los órganos copulatorios y, en el caso de la
mujer, de los órganos de gestación.
2. Funcional: Consiste en el correcto funcionamiento de los órganos antes
expresados.
3. Psíquico: Puede abarcar desde el plano más elemental del instinto, hasta un
plano más elevado de carácter sentimental y afectivo.
4. Social y Jurídico: Se trata de las exigencias sociales sobre una disciplina en
la conducta sexual.
En cambio se considera que habrá una conducta sexual anormal si existen
alteraciones en las estructuras de los órganos y de las funciones sexuales,
anomalías de carácter psíquicos (conocidos bajo el nombre de parafilia) o conductas
criminosas (delitos sexuales o delitos con móvil sexual).
También se habla de cierta normalidad en el instinto sexual humano. Según los
estudionos el instinto normal se compondría de dos elementos, el primero es la
disposición o la tendencia natural, según la fuente consultada, postura que
comparto, consiste en la atracción heterosexual, posición que sería debatía en la
actualidad. El segundo elemento consistiría en el acto sexual como tal, según Giugni
la aproximación copulatoria o coito.
En contra posición existe además el instinto sexual denominado patológico, en los
cuales el instinto sexual resulte desviado, bien sea por un hecho congénito o
adquirido. Estas perversiones pueden traer como consecuencia tanto la total
supresión del instinto o su desviación a fines distintos a la reproducción.
Aptitud para la procreación. Potencia e impotencia sexual.
Según Humberto Giugni la potencia consiste en la “plena capacidad, tanto en el
hombre como en la mujer, para cumplir o realizar el coito y para lograr mediante
este su finalidad principal que es la fecundación.” Prestando atención al concepto
se pueden distinguir los siguientes tipos de potencia sexual:
- Potentia Cöuendi: Que es la capacidad para realizar el coito.
- Potentia Generandi: Consistente en la capacidad para producir la fecundación, lo
que cotidianamente se conoce con el nombre de fertilidad.
En el caso particular de las mujeres se distinguen dos tipos de subdivisiones más:
- Potentia Gestandi: Consistente en la posibilidad de llevar un embarazo hasta el
final.
- Potentia parturiendi: Posibilidad de dar a luz a un niño vivo.
Si por alguna razón la persona está incapacitada o no puede llevar a cabo
cualquiera de estos actos relacionados con la reproducción humana entonces
estaríamos hablando de impotencia. La forma para clasificar la impotencia viene
siendo entonces la misma que la clasificación anterior, existiendo
entonces impotentia cöuendi (tanto en hombres como en mujeres), impotentia
generandi (en hombres y en mujeres), impotentia gestandi e impotentia
parturiendi (estas dos últimas solo en mujeres).
Impotentia Cöuendi: Se refiere a la imposibilidad de realizar el acto sexual, lo cual
puede deberse a malformaciones morfológicas tanto en el hombre como en la mujer,
bien sea congénitas o adquiridas: hay casos en los que puede deberse también a
anomalías de carácter psíquico.
Impotentia Coüendi insrumental: Se trata de las malformaciones de los órganos
copulatorios. En el hombre pueden incluirse falta o malformación congénita del
pene, desarrollo incompleto del mismo, excesivo desarrollo o falta del pene por
apuntación, tumores, elefantiasis, entre muchos otros. En la mujer se trata de
impedimentos directos e indirectos que hacen imposible la penetración. Entre los
indirectos encontramos tenemos el vaganismo (espasmo doloroso de la vagina),
hipoplasia e inaccesibilidad a la vulva, anomalías del himen que lo hagan espeso,
falta de la vagina por causas congénitas, o tumores en la vagina. Entre los
impedimentos indirectos tenemos enfermedades o malformaciones en los genitales
internos que hagan el coito muy doloroso; comunicaciones recto vaginales;
alteraciones de las partes vecinas a los genitales.
Impotentia Coüendi instrumental: En el hombre suele tratarse de un defecto de
erección determinado por factores psíquico, sin embargo también pueden haber
otros factores causantes de este defecto. En algunos casos las causa psíquicas son
temporales, fácilmente corregibles y de menor importancia; pero también puede
haber otras anomalías del mismo carácter que son más graves y no siempre son
corregibles. Estas son conocidas comúnmente como parafilias. Otras causas
pueden ser enfermedades como la obesidad y la diabetes, por ejemplo, algunas
intoxicaciones, enfermedades nerviosas y también motivos de edad como la
inmadurez sexual o la senilidad. En la mujer la impotencia funcional puede deberse
también a anomalías psíquicas, que pudiera tratarse de formas de intolerancia o
repugnancia invencibles, en algunos casos episódicos y en otros permanentes.
También se da el denominado vaginismo, que es una especial sensibilidad dolorosa
en la zona de la vulva y la vagina, lo que provoca reacciones de defensa y espasmos
locales.
Impotentia Generandi: Esto es lo que se conoce comúnmente como infertilidad y
consiste básicamente en la imposibilidad de llevar a cabo la fecundación, pudiendo
presentarse tanto en hombres como en mujeres. En el hombre puede deberse a la
falta de testículos válidos o por malformaciones de las vías seminales. Entre las
causas de estos podemos mencionar la falta congénita de testículos, la castración,
atrofia testicular, enfermedades testiculares, azooespermia producida por
radiaciones, necroespermia (espermatozoides muertos) entre otras afecciones.
En la mujer también es denominada con el nombre de Impotentia concipiendi, que
es la imposibilidad de concebir. Uno de los principales factores que puede influir en
este ámbito es la edad de la mujer, quien solo puede concebir desde la primera
menstruación, aproximadamente a los 12 años de edad, hasta la menopausia que
ocurre entre los 45 y 48 años, pudiendo producirse incluso alrededor de los 50. Cabe
destacar que esta capacidad biológica en la actualidad no se corresponde del todo
con la duración de la vida reproductiva de la mujer en las sociedades desarrolladas
actualmente, pues se recomienda que por razones de madurez biológica las
mujeres no se embaracen antes de los 21 años; si introducimos el factor económico
tenemos que muchas mujeres prefieren convertirse en madres después de los 30
años.
Otras causas de la Impotentia Concipiendi incluyen la carencia o atrofia de los
ovarios, tumores ováricos, enfermedades en las trompas, malformaciones en el
útero o infecciones locales del mismo, entre otros factores.
Impotentia Gestandi: Este tipo de impotencia es exclusiva de la mujer, y consiste
en la imposibilidad de llevar un embarazo hasta el final. Algunos autores lo
denominan “aborto habitual”, y puede deberse a una gran cantidad de factores que
incluyen enfermedades venéreas como la sífilis, incompatibilidad hemática de los
padres, avitaminosis, entre otros.
Impotentia Parturiendi: Se trata de la imposibilidad de dar a luz por medios
naturales sin intervenciones quirúrgicas.
Importancia dentro de la Medicina Legal
Desde el punto de vista médico-legal la impotencia tiene cierta relevancia en el
aspecto civil por lo establecido en el artículo 47 del Código Civil Venezolano (CCV),
el cual establece la imposibilidad de contraer matrimonio a las personas que
adolezcan de impotencia permanente y manifiesta, incluso puede ser causa de
nulidad del matrimonio, según el artículo 119 CCV, si es demandada por el otro
cónyuge. Cabe destacar que para que esto proceda la impotencia debe ser anterior
al matrimonio, ya que una vez celebrado este los esposos están obligados a
apoyarse en toda circunstancia, “salud y enfermedad” como se dice corrientemente.
Perversiones Sexuales:
Son desviaciones en el instinto sexual, las cuales se caracterizan por
manifestaciones del acto sexual, casos en los cuales el estímulo no es de carácter
normal. También son conocidas bajo el nombre de Psicopatías sexuales, siendo
Krafft-Ebing el primero en hacer una clasificación clínica de ellas.
- Paradoxia: Ocurre cuando el instinto sexual de la persona no corresponde con la
edad biológica de la misma.
- Anestesia: Es la total ausencia de instinto sexual en la persona. Este carácter es
normal durante la infancia y la senilidad. Si se trata de una disminución del instinto
sexual entonces se le conoce como hipoestesia.

- Hiperestesia:Es una exageración del instinto sexual, produciendose las


excitaciones frecuentemente por estímulos orgánicos, psíquicos y sensoriales.
- Parestesia: Es lo que hoy en día conocemos como "Parafilia". Ocurre cuando el
placer sexual es producido solo por ciertos estimulos no comunes, a veces
calificados de inapropiados. En la parestesia la persona puede permanecer
indiferente ante un estímulo normal, y excitarse con algo que a las demás personas
resulte indiferente o repulsivo. De igual forma estas han sido clasificadas de varias
formas por diversos autores. El mismo Krafft-Ebing las clasifica de la siguiente
forma:

1. Sadismo: Quizas sea de la forma más conocida de parestesia; en estos casos


el placer sexual consiste en maltratar o causar sufrimento a la persona con la que
se practica la cúpula. Estos malos tratos pueden ir desde insultos hasta lesiones
físicas, y en los casos más graves la persona que padece esta enfermedad los actos
crueles pueden llegar incluso al homicidio.

2. Masoquismo: En este caso el placer sexual se origina al sentir dolor o maltrato


físico o psíquico.

3. Fetichismo: Esta perversión se da principalmente en los hombres. El estímulo


sexual es provocado por contacto, aún visual, de una determinada parte del cuerpo
de la mujer, o por algún tipo específico de prenda (pañuelos, ropa íntima, zapatos,
etc.) En ciertos casos la excitación puede producirla incluso una deformidad.
4. Exhibicionismo: Consiste en una compulsión de mostrar los órganos genitales.
Generalmente quien padece esta enfermedad experimenta una obsesión que lo
hace sentir angustia si intenta reprimir el impulso. El mismo autor Krafft-Ebing
sostiene que también debe considerarse exhibicionista la persona que encuentra
placer en narrar obscenidades.

5. Pedofilia: Atracción y satisfacción sexual con niños impúberes.

6. Zoofilia: Es sencillamente la atracción sexual hacia los animales.

7. Gerontofilia: Atracción y satisfacción sexual con personas de la tercera edad.

8. Autoerotismo: Consiste en la satisfacción sexual sin estímulos externos. Puede


presentarse como sueño erótico nocturno, sueño erótico diurno y la masturbación,
entre otros.

9. Necrofilia: Esta categoría fue añadida posteriormente por Nerio Rojas, y consiste
en la atracción sexual hacia los cadáveres. En algunos casos el deseo queda
satisfecho con la simple vista del cadáver, pero en otros más serios el afectado por
la parafilia llega a exhumar los cuerpos e intenatar penetrarlos.
Esta clasificación se ha modificado con el tiempo. Básicamente se han añadido
otros tipos de parafilia que no son reseñadas aquí porque resulta especialmente
largo. De mismo modo cabe destacar que en su inicio se incluía en esta lista la
homosexualidad, tema que en la actualidad sería muy delicado de tratar y por ende
no lo tocaré en este artículo.
Importancia Médico-legal
El tema de las perversiones sexuales tiene especial relevancia es en el derecho
penal. En ellas se puede establecer el nexo causal entre un hecho punible (como
puede ser un delito sexual, una lesión, etc.) y la persona que cometió el delito. De
igual forma, si se demuestra la existencia de la enfermedad puede que la persona
se vea beneficiada por un atenuante o eximente de la pena.
En cuanto al derecho Civil: La parafilia puede ser también una causa de impotencia,
que, como ya dijimos, constituye un impedimento para contraer matrimonio. De igual
forma las parafilias pueden encuadrar en el ordinal 7º del artículo 185 del Código
Civil como un causal de divorcio.

Delitos de tipo sexual


Actos lascivos
Es todo acto contrario a las buenas costumbres, ejercido intencionada y
directamente sobre una persona sin su consentimiento o contra su voluntad, ya sea
publica o privadamente.
Ej: los tocamientos manuales sobre los pechos o genitales de una mujer, en forma
intempestiva o violenta; los actos lascivos, como los tocamientos con el pene sobre
los genitales de una niña menor de 12 anos, siempre que no haya tentativa de
intromisión. Art. 376 del Código Penal Venezolano. hace referencia a los medios,
condiciones, y circunstancias indicados en el Art. 374 del C.P.(violación)
Actos Lascivos Son aquellos actos lujuriosos con tocamientos libidinosos dirigidos
al goce sexual. En los artículos 376 se encuentra tipificados los actos lascivos
violentos los cuales se realizan por medio de abuso, o condiciones especiales tales
como las que se establecen en el artículo 374 del código penal con una condena de
3 a seis meses dependiendo de los medios empleados para cometer dicho acto.
Los actos lascivos son actos que admiten tentativa de delito y son de acción privada,
para que estos actos sean punibles se tiene como máximo un año desde el día en
que se cometió el acto.
Actos carnales
Acción: Este delito se encuentra configurado por la relación de dos o más afines
descendientes o ascendientes en los cuales se encuentra el Sujeto Activo: es un
delito bilateral por los cuales serían ambos parientes los cuales realizan el acto
carnal y el Sujeto Pasivo la misma sociedadla cual es la parte agraviada.  Bien
jurídico tutelado: Es el pudor público, debido a que se atenta contra las buenas
costumbres.  Naturaleza jurídica: Las buenas costumbres y el buen orden de la
familia
El artículo 378 del C.P estable que también es punible el acto carnal desarrollan en
una mujer mayor de 16 y menor de 21 siempre y cuando se hiciera con seducción
de promesa matrimonial, y siempre y cuando la mujer fuere conocidamente honesta
(virgen). Análisis del Tipo Penal  Acción: Consiste en despertar el deseo sexual de
la otra persona desembocando en la corrupción de esta, en cuanto al sujeto activo
puede ser tanto hombre como mujer, con excepción de la seducción con promesa
matrimonial. En la cual el sujeto pasivo en este caso podría ser la mujer que se ve
corrompida, la cual debe ser una mujer honesta  Bien jurídico tutelado: La
seguridad y libertad sexual de las personas  Naturaleza jurídica: Es un delito
material el cual admite tentativa y es de acción privada
Ahora, la norma establece una serie de condiciones:
Art. 374 C.P. "Quien por medio de violencias o amenazas haya constreñido a
alguna persona, de uno u otro sexo, a un acto carnal por vía vaginal, anal u oral,
o introducción de objetos por alguna de las dos primeras vías, o por vía oral se le
introduzca un objeto que simulen objetos sexuales, el responsable será castigado,
como imputado de violación, con la pena de prisión de diez años a quince años. Si
el delito de violación aquí previsto se ha cometido contra una niña, niño o
adolescente, la pena será de quince años a veinte años de prisión.
La misma pena se le aplicará, aun sin haber violencias o amenazas, al individuo que
tenga un acto carnal con persona de uno u otro sexo:
Cuando la víctima sea especialmente vulnerable, por razón de su edad o situación,
y, en todo caso, cuando sea menor de trece años.
O que no haya cumplido dieciséis años, siempre que para la ejecución del delito, el
responsable se haya prevalido de una relación de superioridad o parentesco, por
ser ascendiente, descendiente o hermano, por naturaleza o adopción, o afines con
la víctima.
O que hallándose detenida o detenido, condenada o condenado, haya sido confiado
o confiada a la custodia del culpable.
El Art. 374 C.P. tiene unas características, primero tiene que cumplirse la intención
y debe verificarse por violencia o amenaza, precisamente para constreñir, compeler
o someter a la persona y llevarla a un acto carnal por la fuerza; recuérdese que la
amenaza constituye violencia psicológica y la violencia física es la propiamente
dicha a que se refiere el artículo; pero ahora establece algo muy importante que
hizo variar las condiciones de este delito: Primero como dijimos habla de "quien por
medio de amenazas" es decir que se refiere a cualquier persona y más aun, cuando
se refiere a los instrumentos o herramientas que pueden usarse para cometer el
delito de violación, vuelve a ratificar que una mujer puede cometer violación igual
que un hombre; lo que permite que, ahora como antes, el sujeto pasivo pueda ser
hombre o mujer; sobre todo cuando se apartó la forma de cometer violación se
apartó de la cópula y agregó nuevos elementos al tipo penal, porque ahora se refiere
"vaginal, anal u oral" antes no existía oral y contra natura estaba en tela de juicio
(doctrina dividida); y agrega, que una persona puede ser violada tanto con el órgano
sexual masculino como con objetos sexuales, que puede ser de cualquier tipo por
cualquiera de las tres vías. El artículo es tan amplio y extenso, que cualquier
conducta, fuera de lo normal, puede ser considerada como una violación.
El acto carnal. Art. 378 C.P. "El que tuviere acto carnal con persona mayor de doce
y menor de dieciséis años, o ejecutare en ella actos lascivos, sin ser su ascendiente,
tutor ni institutor y aunque no medie ninguna de las circunstancias previstas en el
artículo 374, será castigado con prisión de seis a dieciocho meses y la pena será
doble si el autor del delito es el primero que corrompe a la persona agraviada.
El acto carnal ejecutado en persona mayor de dieciséis años y menor de veintiuno
con su consentimiento, es punible cuando hubiere seducción con promesa
matrimonial y la mujer fuere conocidamente honesta; en tal caso la pena será de
seis meses a un año de prisión.
Se considerará como circunstancia agravante especial, en los delitos a que se
contrae este artículo, la de haberse valido el culpable de las gestiones de los
ascendientes, guardadores o representantes legales u otras personas encargadas
de vigilar la persona del menor de edad o de los oficios de proxenetas o de
corruptores habituales".
La violación es un acto carnal; en cambio, el acto carnal no es una violación; o dicho
de otra manera, todo acto carnal no necesariamente es violación; no existiría el
matrimonio en todo caso, por su puesto que en éste existe el débito conyugal; pero
también en la Ley Contra la Violencia de la Mujer y la Familia, hay unos artículos
que se refieren al abuso sexual, Art. 18, llamado acto carnal violento. Entre las
parejas no existe la violación (cónyuges), pero la referida Ley, establece el acto
carnal violento.
El acto carnal tiene dos modalidades:
1) El que tuviere acto carnal con persona mayor de 12 y menor de 16 (primera
circunstancia de acto carnal), o ejecutare en ella actos lascivos sin ser su
ascendiente, tutor ni institutor (circunstancias agravantes del artículo anterior), y
aunque no medie ninguna de las circunstancias previstas en el Art. 374 (igualmente
la hace presunta) será castigado con prisión de seis a dieciocho meses y la pena
será doble si es el primero que corrompe a la persona agraviada.
Tenemos, entonces: Acto carnal o actos lascivos o corrupción (de menores).
2) Como segunda circunstancia; nos habla de la seducción, lo que se conoce como
seducción bajo promesa matrimonial: "El acto carnal ejecutado en mujer mayor de
16 años y menor de 21 con su consentimiento es punible cuando hubiere seducción
con promesa matrimonial; en tal caso la pena será de seis meses a un año de
prisión".
En esta segunda modalidad hay un acto carnal, pero la forma de engaño fue la
promesa matrimonial; condición de un tipo penal distinto para calificar otro.
Violación
VIOLACIÓN
En sentido general, seria la realización del coito sobre una mujer, sin su
consentimiento. Estando sujeta a penas agravadas por exponer al embarazo a la
ofendida.
De acuerdo con el Art 374 del cp. Podríamos definirla como copula practicada en
personas de uno u otro sexo (comprendido por eso el coito sodomítico) contra su
voluntad o sin su consentimiento.
Se emplea violencia o amenazas para constreñir al acto carnal, se obra contra la
voluntad del ofendido.
En otras circunstancias: Violencia Presunta. 2da parte del art. 374 también se obra
sin e consentimiento del agraviado si:
Es menor de doce anos o que no haya cumplido 16.
Si el culpable es un ascendiente, tutor o institutor; detenido o condenado confiado
a la custodia del culpable
Si no esta en capacidad de resistir por causa de enfermedad física o mental
Por el empleo de medios fraudulentos, sustancias narcóticas o excitantes (éxtasis)
La Violación
El delito de violación está tipificado en el artículo 374 del Código Penal, en los
siguientes términos: «Quien por medio de violencias o amenazas haya constreñido
a alguna persona, del uno o del otro sexo, a un acto carnal, por vía vaginal, anal u
oral o introducción de objetos por alguna de las dos primeras vías, o por vía oral se
le introduzca un objeto que simule objetos sexuales, el responsable será castigado
como imputado de violación, con la pena de prisión de diez a quince años».
Como puede observarse, el legislador no define el mencionado delito, pero del texto
de la primera parte del artículo se desprende que consiste en la realización del acto
carnal con persona de cualquier sexo a la que se haya constreñido mediante
violencias o amenazas.
No es indispensable la introducción total del pene en la vagina para que este delito
se consuma; es suficiente la introducción parcial (coito vestibular); ni tampoco que
haya desfloramiento, puesto que del propio texto de la parte preinserta del artículo
se desprende que el sujeto pasivo puede ser del sexo masculino. Si hay
constreñimiento, poco importa que el acto carnal no llegue a completarse.
Si sujeto pasivo puede ser de uno u otro sexo, quiere decir que el acto carnal se
ejecutaría conforme o contra natura; es decir, que es admitido, tanto el ayuntamiento
carnal, según natura entre un hombre y una mujer por la vía ordinaria, como el
concúbito antinatura por la vía rectal sobre un sujeto pasivo varón o mujer. Se
incorpora el coito oral (fellatio in ore).
El sujeto activo de la violación es indiferente y puede ser hombre o mujer.
Según la fórmula del legislador venezolano -constreñir a un acto carnal- sí se puede
considerar a la mujer como posible sujeto activo de violación, si no con respecto a
un hombre adulto, ni mediante constreñimiento sí con un menor de doce años, con
el cual, previas las debidas maniobras excitantes, realice el acto carnal; pues habría
entonces violencia presunta.
Para que haya violación se requiere que el agente haya constreñido como antes se
dijo, mediante violencias o amenazas, al sujeto pasivo a la realización del acto
carnal. La violencia ha de ser la necesaria para vencer la resistencia del último, y la
amenaza debe ser de ocasionarle un mal suficientemente grave como para que la
ceda a las pretensiones del primero.
Establece la norma citada una agravante en caso de que el delito tipificado se
cometa contra una niña, niño o adolescente, en cuyo caso la pena será de quince a
veinte años de prisión.
El aparte del artículo 374 del Código Penal prescribe: “La misma pena se le aplicará,
aún sin haber violencias o amenazas, al individuo que tenga un acto carnal con
persona de uno u otro sexo:
1º. Cuando la víctima sea especialmente vulnerable, por razón de su edad o
situación, y, en todo caso, cuando sea menor de trece años. 2º. O que no haya
cumplido dieciséis años, siempre que para la ejecución del delito, el responsable se
haya prevalido de una relación de superioridad o parentesco, por ser ascendiente,
descendiente o hermano, por naturaleza o adopción, o afines con la víctima. 3º. O
que hallándose detenida o detenido, condenada o condenado, haya sido confiado
o confiada la custodia del culpable. 4º. O que no estuviere en capacidad de resistir
por causa de enfermedad física o mental; por otro motivo independiente de la
voluntad del culpable o por consecuencia del empleo de medios fraudulentos o
sustancias narcóticas o excitantes de que éste se haya valido.
Se ha sostenido que el fundamento del primero de los expresados ordinales está en
la presunción de inexistencia de libertad para resistir, en la persona menor de 13
años.
En el caso contemplado en el ordinal segundo se observa que la situación de
dependencia del sujeto pasivo con respecto a los posibles agentes que el precepto
señala, son circunstancias que han de influir para atenuar o reducir en gran parte la
resistencia que pudiera oponer aquél, por el dominio y la facultad de dirección que
corresponde a los ascendientes, tutores e institutores sobre los parientes, pupilos y
educandos respectivos.
Cuando se trata de la persona que “hallándose detenida o condenada, ha sido
confiada a la custodia del culpable”, debe pensarse que el legislador tomó en
cuenta, no sólo la dependencia de tal persona al guardián o carcelero, sino también
la posibilidad de que el asentimiento de la detenida para la realización del acto
carnal esté encaminado a complacer a su custodio en la creencia de que éste puede
acordarle, en cambio, la libertad.
La incapacidad de resistirse al acto carnal puede obedecer a una enfermedad física,
a otro motivo independiente de la voluntad del culpable a consecuencia del empleo
de medios fraudulentos o sustancias narcóticas o excitantes de que éste se haya
valido.
Este delito es de acción privada, y se trata de un delito doloso. Como expresa
Núñez, “no es concebible un tipo culposo de violación”.
Castiga también el Código Penal venezolano el acto de quien “valiéndose de los
medios y aprovechándose de las condiciones o circunstancias que se indican en el
artículo 374, haya cometido en alguna persona de uno u otro sexo, actos lascivos
que no tuvieren por objeto el delito previsto en dicho artículo” La pena será prisión
de seis a treinta meses; pero “si el hecho se hubiere cometido con abuso de
autoridad, confianza o de las relaciones domésticas, la pena de prisión será de uno
a cinco años en el caso de violencias o amenazas; y de dos a seis años en los casos
de los números 1º al 4º del Artículo374”.
Se trata del delito denominado por la doctrina actos lascivos violentos, por cuanto
han de ser ejecutados tales actos valiéndose quien los ejecuta de los medios y
aprovechándose de las condiciones y circunstancias que se indican con el artículo
374. Así, para que el acto lascivo sea punible, se requiere que se haya cometido
mediante violencia o amenazas, o sin éstas en persona menor de trece años, o que
no haya cumplido dieciséis, si el agente es su ascendiente, tutor o institutor, o en la
que hallándose detenida o condenada haya sido confiada a la custodia del culpable,
o en la que no estuviese en capacidad de resistir por causa de enfermedad física o
mental que padezca, por otro motivo independiente de la voluntad del sujeto activo,
o a consecuencia del empleo de medios fraudulentos o de sustancias narcóticas o
excitantes de que éste se haya valido. La violencia, física o moral, debe estar
encaminada a vencer la oposición de la víctima; y esta oposición ha de ser real, no
sólo aparente.
Actos lascivos son las acciones que tienen por objeto despertar el apetito de lujuria,
el deseo sexual, a excepción de la conjunción carnal. Pueden considerarse como
tales, entre otros, los tocamientos y manoseas libidinosos, los frotamientos, el coito
inter femora, o sea, entre los muslos, la masturbación, etcétera. Se discute si debe
incluirse el beso entre los actos lascivos.
Desde luego; tales actos, para que constituyan delitos, deben ser determinados por
la intención del agente de excitar el apetito carnal en sí mismo o en otro. Y deben
ser actos, no simples señales, gestos o palabras.
Los sujetos activo o pasivo son indiferentes: pueden ser hombre o mujer. Con
respecto a la edad del último, se observa que ella determinará la violencia presunta
en los casos del ordinal 1º del artículo 374.
Se exige dolo genérico: la voluntad de estimular la lujuria propia o excitar la ajena.
Ya uno de estos fines deben estar dirigidos, porque si hubiese la intención de
realizar el acto carnal y éste no llega a consumarse, habría tentativa de violación.
La circunstancia de que el Código mencione tales actos en plural -actos lascivos-
no significa que deben ser varios; con uno solo se ejecuta el delito.
Es delito material y, por tanto, admite tentativa y es de acción privada, aunque para
la formación de causa bastará la denuncia o información dada a cualquier
funcionario de instrucción.
El artículo 378 del Código Penal estatuye: «El que tuviere acto carnal con persona
mayor de doce y menor de dieciséis años, o ejecutare en ella actos lascivos, sin ser
su ascendiente, tutor ni institutor y aunque no medie ninguna de las circunstancias
previstas en el artículo 374, será castigado con prisión de seis a dieciocho meses y
la pena será doble si el autor del delito es el primero que corrompe a la persona
agraviada. El acto camal ejecutado en mujer mayor de dieciséis años y menor de
veintiuno, con su consentimiento, es punible cuando hubiere seducción con
promesa matrimonial y la mujer fue re conocidamente honesta; en tal caso la pena
será de seis meses a un año de prisión. Se considerará como circunstancia
agravante especial, en los delitos a que se contrae este artículo, la de haberse valido
el culpable de las gestiones de los ascendientes, guardadores o representantes
legales u otras personas encargadas de vigilar la persona del menor de edad o de
los oficios de proxenetas o corruptores habituales».
Cuatro hipótesis distintas aparecen contempladas en esta disposición legal, a saber:
que el agente tuviere acto camal con persona mayor de doce y menor de dieciséis
años; que ejecute actos lascivos, en uno u otro caso sin ser su ascendiente, tutor o
institutor y aunque no medie ninguna de las circunstancias previstas en el artículo
374; que sea el primero en corromper a la persona agraviada; o que ejecute acto
camal en mujer mayor de dieciséis años y menor de veintiuno, con su
consentimiento, cuando hubiere seducción con promesa matrimonial y la mujer
fuere conocidamente honesta. Con ella protege el legislador la pureza, la
incolumidad sexual de las personas menores de edad contra la lujuria de los
mayores y contra las acciones capaces de producir la corrupción, la perversión de
aquéllas.
El acto carnal con una virgen mayor de doce y menor de dieciséis años constituye,
sin duda, un medio manifiesto de corrupción. La ejecución del mismo habrá de ser
comprobada mediante el correspondiente examen ginecológico de la menor, a
cargo de los médicos forenses, los cuales están en condiciones de advertir los
desgarros de la membrana himen o cualquier otro signo característico de la
introducción del miembro viril en la vagina, como la presencia del semen en la
cavidad vaginal, o también el ulterior embarazo.
También debe considerarse medio de corrupción el acto carnal realizado con una
menor entre doce y dieciséis años que haya sido previamente desflorada. Sin
embargo, si esa menor demuestra con su conducta que está plenamente
corrompida, no sería punible el acto expresado. Pero conviene observar que si
después de la primera conjunción carnal continúa tal actividad, quienes concurran
a ese comercio sexual habrán contribuido ciertamente a la corrupción de dicha
menor.
Como antes se dijo, actos lascivos son las acciones capaces de producir placer
sexual, de corromper a la persona menor, y que ordinariamente tienden a la
realización del acto carnal; y aunque el legislador los menciona siempre en plural,
basta uno para que el delito se consuma, pues todos ellos son capaces de producir
la corrupción. Son actos lascivos, además de Ios indicados anteriormente, los
tocamientos libidinosos, el frotamiento del pene con los genitales de la mujer, aun
cuando ésta estuviere vestida, etc. Lo mismo que ocurre con respecto al acto camal,
si la menor ha sido corrompida, los actos lascivos en ella ejecutados no son
punibles.
El último de los casos preindicados se refiere al «acto camal ejecutado en mujer
mayor de dieciséis años y menor de veintiuno con su consentimiento, cuando
hubiere habido seducción con promesa matrimonial y la mujer fuere conocidamente
honesta».
El sujeto activo en estos delitos puede ser cualquiera, hombre o mujer, salvo con
respecto al de seducción con promesa matrimonial, en el que sólo puede serlo un
hombre, puesto que el pasivo tiene que ser, por expresa disposición legal, una mujer
entre los dieciséis y los veintiún años de edad.
Las diferentes hipótesis previstas en el artículo preinserto eran conocidas antes en
nuestro derecho positivo con la denominación de estupro, tomado de los códigos
español e italiano que sirvieron de modelos al nuestro, los cuales a su vez la
tomaron del Derecho romano, que, comprendía en este delito «todo acto impúdico
con hombres o mujeres, y por consiguiente, la unión camal con una virgen o una
viuda honesta, la pederastia y hasta el adulterio».
Sólo para la última de las hipótesis contempladas en el artículo 379 se indica el
medio de comisión, puesto que declara punible el acto camal con mujer mayor de
dieciséis años y menor de veintiuno, con su consentimiento, «cuando hubiere
seducción con promesa matrimonial». En los otros casos los medios de comisión
serán los regalos, las promesas susceptibles de estimular el afán de lujo de la mujer,
la esperanza de mejor vida que haya sugerido el agente, el propio ofrecimiento de
matrimonio y cualquier otro capaz de decidir a la menor entre doce y dieciséis años
a satisfacer la pretensión del seductor.
El sujeto pasivo ha de ser una mujer honesta, porque si no lo es, no podría ser
corrompida. Con todo, al declarar el legislador que «la pena será doble si el autor
del delito es el primero que corrompe a la persona agraviada», admite la posibilidad
de que el sujeto pasivo sea una menor ya seducida: pero entonces el delito será
menos grave, como se desprende de la diferencia de penas, porque se sanciona la
conducta capaz de aumentar la corrupción de aquélla, apenas iniciada. Ya se dijo,
en efecto, que si la menor demuestra con su conducta que está plenamente
corrompida, no sería punible el acto camal realizado en tales condiciones.
Al igual que la violación, la corrupción es delito de acción privada y por ello «el
enjuiciamiento no se hará lugar sino por acusación de la parte agraviada o de quien
sus derechos represente». Así lo tiene establecido el artículo 379 del Código Penal,
el cual establece, además, «que la querella no es admisible si ha transcurrido año
desde el día en que se cometió el hecho o desde el día en que tuvo conocimiento
de él la persona que pueda querellarse en representación de la agraviada».
Violencia sexual
VIOLENCIA SEXUAL EN LA EMERGENCIA COMPLEJA VENEZOLANA
Se identifican dos grandes dinámicas o grupos de violencia sexual en el contexto
de emergencia compleja venezolana. Las primeras vinculadas a fines económicos
que se aprovechan de la pobreza y vulnerabilidad de la población, sobre todo de las
mujeres, adolescentes, niñas y niños, y entran en la categoría de “Explotación
sexual comercial”; y las segundas, con fines de controlar, intimidar y desmoralizar a
las víctimas, fundamentalmente manifestantes y/o personas detenidas, se ubican
en la categoría de “Violencia sexual por razones políticas”
Violencia Sexual
La violencia sexual se refiere a cualquier tocamiento, acto o explotación sexual no
deseado o consentido logrado por medio del ejercicio de la violencia y/o la coerción.
El continuo de la violencia sexual incluye, desde el hostigamiento sexual, el abuso
sexual infantil, la agresión sexual y hasta el homicidio. El Population Council (2000),
define la piedra de toque de la coerción como la imposibilidad de la mujer o el
individuo de elegir otras opciones sin consecuencias sociales o físicas severas.
La violación constituye unas de las formas de agresión sexual mas común, puede
darse por desconocidos o con miembros de la familia o grupo social donde se
desnvuelve la víctima, incluye obligar al individuo a tener contacto sexual su
consentimiento.
La agresión sexual, consiste en la penetración sin consentimiento del pene en la
vagina, en todas aquellas prácticas orales o anales, o en el tocamiento abusivo de
cualquier órgano sexual de una persona (hombre o mujer), así como el uso de
cualquier tipo de objetos para consumar la agresión. Dichas acciones se
complementan con la total ausencia de aprobación de la víctima, a quien se le niega
la libre disposición de su cuerpo a partir del uso de poder externo sobre el mismo.

De acuerdo a Masters y Johnson (1985), el tipo e intensidad de las alteraciones que


presentan las personas agredidas sexualmente, dependen de varios factores:

 El tiempo transcurrido a partir del ataque (minutos, días, meses o años).


 La edad de la persona.
 Su educación y su posición social.
 Su estructura de personalidad.
 Las razones por las que ha guardado silencio o se ha decidido a hablar.
 El número de veces que se cometió la agresión.
 El número de personas que la cometieron.
 La relación entre el agresor y la persona agredida.

Las manifestaciones emocionales y psicológicas de una violación pueden ser:


inquietud incontrolable por no saber qué hacer ni qué pensar la respecto,
impotencia, ansiedad y coraje; al mismo tiempo, las personas agredidas se culpan
del hecho y muestran un pánico indescriptible. Todo esto originará posteriormente
sentimientos de frustración, angustia, devaluación y descontrol del principio de
realidad.
Prevención de la violencia sexual
Entre las mejores medidas de prevención se encuentra la instrumentación de
programas de educación para la sexualidad integral a todos los niveles.
Los padres y madres de familia deben participar en estos programas, ya que
muchas de las medidas preventivas puede enseñarse desde temprana edad en el
propio seno familiar.

Padres y madres de familia


Los padres y madres pueden impedir o disminuir la oportunidad del abuso sexual
tomando las siguientes precauciones:

1. Estimulando y colaborando con los programas de la escuela o fuera de la


escuela para la prevención de este flagelo.
2. Diciéndole a los y las adolescentes, por ejemplo: “si alguien trata de tocarte
el cuerpo y de hacerte cosas que te hagan sentir raro, debes decir siempre
que no a esa persona, y luego venir a contármelo enseguida”.
3. Enseñándoles a los y las adolescentes que el respeto a los mayores no
quiere decir que tienen que obedecer ciegamente a las personas adultas y a
las figuras de autoridad. Por ejemplo, no debe decirles: “siempre tienes que
hacer todo lo que la maestra o el que te cuida te mande hacer”.
4. Manteniendo constante comunicación con sus hijos e hijas.

Responsables del proceso de educación para la sexualidad


Es de especial importancia que los y las educadores/as, reconozcan la importancia
de tomar cartas en el asunto y adopten acciones definidas para prevenir y atender
la violencia y abuso sexual en los ámbitos escolarizados y no escolarizados.
Al respecto, destacamos que el especialista Shakeshaft señala cuatro
características comunes de los ámbitos educativos en los que el abuso sexual
raramente ocurre:
1. “Seleccionan cuidadosamente a sus empleados /as prospectivos y revisan
las referencias de los mismos.
2. Tienen políticas fuertes y claras en contra del acoso (y el abuso) sexual.
3. Educan a estudiantes y al personal sobre el acoso sexual, las políticas del
distrito en ese sentido y qué hacer si detectan acoso (y/o abuso).
4. El personal de las escuelas en dichos distritos conoce los signos del posible
abuso y lo denuncian cuando los observan. Las denuncias son tomadas en
serio con consecuencias directas y consistentes contra los abusadores”.

Violencia sexual en la emergencia compleja venezolana por Magdymar León


CEPAZArtículosDerechos HumanosViolencia sexual en la emergencia compleja
venezolana por Magdymar León
Publicado por: Comunicaciones CEPAZ
Publicado el: 20 de noviembre de 2018
Etiquetas: Avesa, emergencia humanitaria compleja, Encuentro Naranja, Violencia
sexual

Resumen de la investigación original


El presente artículo constituye un primer esfuerzo en comprender la dinámica de la
violencia sexual en el contexto de emergencia compleja que se vive actualmente en
Venezuela. La investigación realizada por Magdymar León Torrealba, presidenta de
Avesa.
1. Violencia sexual y crisis humanitarias
La violencia sexual es una realidad a nivel mundial, presente en tiempos de
estabilidad y se intensifica durante las crisis humanitarias. En estos contextos, las
mujeres y los niños suelen ser las personas más vulnerables a la violencia,
corriendo más riego de sufrirla.
Sin embargo, hay que destacar que la violencia sexual durante una crisis
humanitaria no se da como consecuencia directa del conflicto sino que es producto
de las desigualdades de género y de las distintas formas de discriminación que
sufren las mujeres y niñas en ese contexto específico.
Asimismo dada la vulnerabilidad en la que se encuentra la población afectada, las
relaciones de poder entre los géneros aumentan mucho más y se hacen cada vez
más asimétricas, generando expresiones de abuso y dominación, que pueden
manifestarse como violencia sexual en cualquiera de sus formas, y ocurre incluso
en medio de la ayuda humanitaria.[1]
En estas situaciones se puede determinar que las mujeres se ven afectadas de
manera diferenciada a los hombres. Así concluyó el Comité Permanente entre
Organismos de Naciones Unidas (IASC), al ratificar en 1999 una declaración de
política en la que se da un lugar prominente a los temas de género en los programas
de ayuda humanitaria. [2]
¿Qué es la violencia sexual?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la violencia sexual como: “todo
acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o
insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de
cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra
persona, independientemente de la relación de esta con la víctima, en cualquier
ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo”.[3]
¿Qué es una emergencia humanitaria compleja?
Naciones Unidas ha definido diversos tipos de crisis humanitarias desde los años
80´s para describir el carácter diferenciado de las grandes crisis ya que no todas se
originan como consecuencia de desastres naturales o conflictos armados.
Uno de estos tipos de crisis humanitarias es la llamada Emergencia Compleja,
también denominada Emergencia Humanitaria Compleja o Emergencia Política
Compleja. Su calificativo de “complejas” se debe a la multiplicidad de causas, entre
las que se encuentran diversos factores políticos, económicos y socioculturales.
Por lo tanto, una emergencia humanitaria compleja puede definirse como el
resultado de una combinación de factores que van desde inestabilidad política,
quiebre y fragmentación del Estado, generando conflictos y violencia, hasta el
paulatino fracaso de políticas de desarrollo, desmoronamiento de la economía
formal, desigualdades sociales y pobreza subyacente. Haciéndola acreedora de
características como su prolongada duración en el tiempo y su afectación en todos
los ámbitos de la vida humana. [4]
2. Violencia sexual en la emergencia compleja venezolana
Desde el 2016 hasta el presente, pese a que el Gobierno Nacional no ha reconocido
ni declarado la existencia de la emergencia humanitaria en el país, varias
organizaciones no-gubernamentales han calificado la situación venezolana como
una crisis humanitaria del tipo emergencia compleja en función de la
ingobernabilidad creciente, el empobrecimiento progresivo de la población, la
escasez de medicinas y alimentos esenciales, el incremento del índice delictivo, la
debilidad institucional, las migraciones forzadas y la dificultad en el acceso a los
servicios básicos.
Esta condición de vulnerabilidad de la población venezolana producto a la asimetría
en las relaciones de poder combinada con la debilidad institucional del Estado,
permiten identificar dos grandes grupos de violencia sexual en el contexto de
emergencia compleja venezolana: explotación sexual comercial y violencia sexual
por razones políticas.
 Explotación sexual comercial
Es el término que usualmente se emplea para denominar diversas formas de
violencia sexual que “involucra la transferencia de dinero, o el canje de bienes en
especies o servicios a cambio de sexo con una mujer, una niña o un niño”. [5]
Esta forma de violencia sexual son el resultado del uso y el abuso de la fuerza, la
coerción, la manipulación, el engaño, el abuso de autoridad, las presiones
familiares, la violencia familiar, y comunitaria, la privación económica y otras
condiciones de desigualdad de mujeres, niños y niñas.
En Venezuela no contamos con un estudio detallado sobre la explotación sexual
comercial de acuerdo a tipos de delito, grupos afectados y zonas de mayor riesgo;
sin embargo, haciendo una revisión no exhaustiva de algunas noticias en los medios
de comunicación nacional e internacional para el período 2016-2018 se pudo
evidenciar cómo las regiones fronterizas registran mayores casos.
 Violencia sexual por razones políticas
Esta comprende toda forma de violencia sexual ejercida por los cuerpos de
seguridad del Estado en contra de manifestantes y/o personas detenidas en el
marco manifestaciones y protestas políticas y sociales.
Durante el 2017 en el contexto de las protestas antigubernamentales, Avesa realizó
un seguimiento a los casos de violencia sexual en contra de manifestantes y/o
personas detenidas por los cuerpos de seguridad del Estado entre el 1ro de abril y
el 11 de julio. Registrando un total de 6 noticias sobre delitos sexuales, con 25
víctimas, 14 mujeres (56%) y 11 hombres (44%).[6]
El tipo de delitos sexual con mayor número de víctimas de acuerdo a estas noticias
fue la exposición a la violencia sexual, en un 60% de los casos (9 hombres y 6
mujeres); a este delito le siguen los tocamientos reportados por un 20% de víctimas,
luego está la violación sexual en 16% de los casos (2 hombres y 2 mujeres) y
finalmente, el intento de violación sexual, reportado por una sola victima femenina
(4% del total). [7]
¿Qué hacer en este contexto?
La respuesta institucional del Estado venezolano ante la violencia sexual ya era
precaria antes de la emergencia compleja. Los niveles de impunidad de los casos
de violencia contra las mujeres, incluida la violencia sexual, son escandalosos. De
acuerdo a los últimos datos reportados por el Ministerio Público la cifra de impunidad
asciende a un 99% para los años 2011 al 2014. [8]
Con ello, no queda duda que tenemos una deuda con el país. No hay una política
de Estado en estas temáticas, no existe un Plan Nacional en Violencia contra la
Mujer ni en materia de Violencia sexual, esta situación crítica se hace más evidente
con esta realidad de la Emergencia Compleja.
Por su parte, desde la sociedad civil, las acciones están dispersas y parceladas, se
requiere una mayor articulación en aras de canalizar y hacer más efectivas las
acciones en la protección de los derechos humanos de las mujeres.
El coito definición

El vocablo coito deriva del latín “coĭtus” que se refiere a la unión íntima entre dos
sexos o cópula sexual, debido a que consiste en la introducción del pene en la
vagina o el ano, además se puede decir que las parejas heterosexuales fértiles,
pueden estar presentes en fines reproductivos. El período de durabilidad de un acto
sexual puede ser desde dos minutos hasta más de cuarenta minutos.
En esta área existen diversos tipos de coitos como el coito vaginal, coito anal.
El coito anal, es la penetración que se hace en el ano, aquí en la zona anal se
necesita ubicación para que se les haga más fácil de penetrar que en el área de
la vagina, pero también pueden correr con el riesgo de entrar en contacto
con enfermedades de de transmisión sexual que se transmite de persona a
persona por medio del contacto sexual que se produce durante las relaciones
sexuales, incluyendo vaginal, el anal y el oral. La otra transmisión sería la del
V.I.H que es aquella que infecta a las células CD4, que son conocidas
como células T o como células T colaboradoras, esto se puede transmitir si las
personas al tener relaciones sexuales no lo hacen de manera segura.
El coito vaginal, es cuando introducen el pene en la vagina y realizan la
práctica sexual que entre individuos fértiles tiene probabilidades de resultado
en la fecundación y embarazo por lo que es el blanco de algunos sistemas
anticonceptivos que es el que impide o reduce la posibilidad de una fecundación
en mujeres fértiles que mantienen vínculos sexuales
de condición heterosexual en el cual incorporan el coito vaginal.
El coito o cópula vaginal es la introducción del pene en la vagina. Puede ser también
un coito anal o un coito oral, cuando la introducción del pene es en el recto a través
del ano o en la boca respectivamente. Es sólo una parte de la respuesta sexual
coital y ésta es una fase del proceso relación sexual. En muchas oportunidades
puede estar ausente, o incluso ser parcialmente cumplido, sin que por ello afecte la
totalidad de la relación humana en el campo de la sexualidad. La relación sexual
humana se construye en base al desarrollo de la sexualidad como componente de
la personalidad con sus características de historicidad, voluptuosidad,
trascendencia, lenguaje y respuesta paradojal.
DESFLORACIÓN:
es la ruptura de la membrana himeneal producida por la penetración del pene en
erección. Excepcionalmente dicha ruptura puede deberse a la acción de un
traumatismo o a la acción de un instrumento o por penetración de los dedos.
En la desfloración se produce normalmente cierto desgarro, lo cual se manifiesta
por cierto dolor y sangramiento. Este signo (hemorragia) y aquel síntoma (dolor) son
generalmente discretos pero pueden tener variaciones desde el punto de vista
cuantitativo y cualitativo
¿Qué es?
El himen es una fina membrana que cierra el orificio superficial de
la vagina que está presente en la mayoría de las mujeres desde su nacimiento y
presenta ciertas aberturas para permitir el paso de la menstruación.
Durante el desarrollo del feto el himen no está presente puesto que no existe
apertura vaginal y se genera antes del nacimiento.
La forma y el tamaño del himen difieren mucho entre las mujeres. Lo más
común es que se no esté completamente cerrado. Sin embargo, se puede dar que
con el nacimiento, el himen esté completamente sellado y permanezca así hasta la
primera regla. En estas circunstancias, la mujer puede tener complicaciones ya que
la menstruación no se desarrolla de la misma forma y como consecuencia puede
provocar grandes dolores a la mujer hasta que en algunos casos se requiere una
intervención quirúrgica para corregir la situación.
Aunque la rotura del himen está asociada a la primera relación sexual, lo cierto es
que este tejido es muy frágil y delgado y su rotura se puede deber a la realización
de actividades físicas, como montar a caballo, a introducir o sacar tampones o
con la masturbación. Además, no siempre se produce dolor o manchado de sangre
cuando se rompe.
Tipos de himen
Podemos encontrar cuatro tipos principales de himen:
Normales
El orificio se encuentra en el centro suele estar situado hacia arriba o en la línea
media. En el himen normal podemos encontrar varios tipos:
 Anular: El himen normal anular el orificio está en el centro y éste está
rodeado de una membrana que suele tener un ancho similar.

 Semilunar: El orificio está ubicado en la parte superior. Recibe su nombre


porque por debajo del hueco hay una membrana con forma de medialuna.

 Labial. En la línea media del himen hay un hueco alargado. A cada lado hay
una membrana que simula la apariencia de unos labios.
Anómalos o atípicos
Estos son los que más variedades tienen. Los más frecuentes son:
 Biperforado: este tipo de himen se caracteriza porque consta de un tabique
que divide el orificio en dos.

 Imperforado: No tiene hueco y, por tanto, requiere que a la mujer se le


realice una intervención quirúrgica para corregir esta malformación que
afecta aproximadamente al 0,1 por ciento de los recién nacidos.

 Coraliforme: Este himen tiene una serie de prolongaciones que están


ubicados de manera que se asemejan a la disposición de los pétalos en una
flor.

 Herradura obturada.

 Hipertrofiado: En estos casos el himen tiene un tamaño más grande de lo


habitual.

 Trifoliado: consta de tres pliegues.

 Multifoliado: Formado por varios pliegues.

Himen flexible
También conocido como himen dilatable. El himen flexible es aquel cuyo orificio
tiene unas dimensiones mayores que permite la entrada del pene o de los dedos
sin que se rompa. El aumento de las dimensiones se debe a que en este tipo, el
himen tiene una capacidad elástica que le dota de gran flexibilidad y permite el
aumento del tamaño y que posteriormente el himen vuelva a su posición normal
cuando el elemento externo sale del cuerpo.
Himen con el orificio dilatado
En estos casos la membrana se mantiene y el orificio es aún más grande de lo
habitual. Se puede producir debido a una malformación congénita o porque la
dilatación se va adquiriendo conforme pasa el tiempo.
Imperforación del himen
Cuando el himen cubre toda la abertura de la vagina y no dispone de ningún orificio
que facilita, por ejemplo, la menstruación, se produce la imperforación del himen.
Éste es el tipo de obstrucción más común de la vagina.
La imperforación la pueden padecer algunas niñas desde su nacimiento. En la
actualidad se desconocen cuáles son las causas que pueden provocar esta
malformación.
El diagnostico suele producirse en el nacimiento, durante el primer examen físico
que reciben los niños, el médico puede detectar que el himen no tiene ningún
orificio. Si en la primera infancia no se ha detectado, se suele diagnosticar una vez
que las niñas tienen su primer periodo puesto que el flujo de la sangre está
bloqueado y puede provocar que las mujeres tengan dolor de espalda, de estómago
y/o problemas para orinar. Mediante una ecografía en la pelvis, el médico puede
diagnosticar esta malformación.
Si el diagnóstico se produce cuando son bebés, el tratamiento se retrasará cuando
sean mayores antes de tener el primer periodo. Las niñas serán sometidas a una
cirugía menor para extraer la membrana extra que tienen. El mismo procedimiento
se realizará en las mujeres que se diagnostican más tarde. La recuperación tras
la operación es de unos días.
Signos y consecuencias de la desfloración.
Aun cuando ya hemos dicho que el principal atributo de la virginidad es la integridad
del himen, el hecho de que una mujer tenga su himen intacto, no desgarrado, no
significa que no haya tenido nunca relaciones carnales, porque ciertas formas de
hímenes permiten practicar la cópula sin desgarramiento: el himen lobulado, por
ejemplo, permite a una joven de más de diez y seis años realizar el coito sin dejar
huellas, pues las muescas naturales y congénitas que tiene, permiten la introducción
de objetos voluminosos en la vagina, empujando hacia atrás los lóbulos y las
muescas, sin desgarramiento de la membrana.
Otras veces la gran elasticidad de la membrana y el tamaño de su orificio central,
permiten introducir el pene por dicho orificio sin ruptura del himen.
Por consiguiente, cuando una mujer ostenta la integridad de su membrana himenal,
en los casos en que la forma y elasticidad del himen hayan podido permitir una o
más cópulas. el médico-legista no debe afirmar que es virgen, sino manifestar que
la mujer presenta todos los atributos de la virginidad (si son concordantes todas las
demás características de la virginidad) y que no está demostrado que haya tenido
relaciones sexuales.
En cambio, si una mujer afirma haber sido violada, hasta repetidamente, y aun
cuando estuviere embarazada, en presencia de un himen intacto de consistencia
firme, poco elástico, y con un orificio muy pequeño, debe afirmarse que esa mujer
no ha podido practicar un coito completo.
Conviene manifestar así mismo que el himen puede haber sido desgarrado por
causa diferente a la de una práctica copulatoria (caída de un caballo sobre un
cuerpo agudo, caída en el agua con las piernas abierras, desfloración por el culpable
con los dedos o un cuerpo extraño).
Pero fuera de las anotadas circunstancias excepcionales, la regla que en el primer
coito completo (que no siempre coincide con la primera tentativa), el pene produce
el desgarramiento del himen, o sea, su desfloración.
Al examen, poco tiempo después del coito, se observará en el himen la existencia
de desgarros en forma de muescas irregularmente " apuestas, cuyos bordes están
ulcerados y faltos de revestimiento mucoso; lesiones estas últimas que permiten
diferenciar netamente esas muescas traumáticas producidas por el pene, de las
muescas naturales de los hímenes lobulados, cuyas características ya hemos
citado.
En caso de desfloración, en el himen anular suelen producirse de cuatro a cinco
desgarros radiados. En el himen semilunar, el número de colgajos es variable.
En todo caso, después del desgarramiento, los colgajos resultantes permanecen en
un mismo plano; y el himen conserva, salvo los desgarros, la misma configuración
que tenía antes de la desfloración.
Durante los tres o cuatro días subsiguientes, se efectúa la cicatrización de los
desgarros, pero las superficies ulceradas de los bordes no se sueldan entre sí, sino
que se cubren de una mucosa, que es muy, difícil diferenciar de la inmediata, La
cicatrización puede completarse al cabo de 5, 8 ó 15 días. La infección blenorrágica
retarda el proceso.
Excepcionalmente se verifica la reunión de los colgajos del himen, y éste tendría el
aspecto del himen virginal, si no existiera una cicatriz blanca destacándose en la
línea de la soldadura, sobre el fondo rosado de la mucosa de la membrana. "
En el momento de desgarrarse el himen, se produce una pequeña hemorragia, que
en ciertos casos pasa inadvertida.
Después de muchos coitos, los colgajos del himen, frecuentemente separados entre
sí y comprimidos por el pene contra la pared de la vagina, se atrofian
progresivamente.
Con el primer parto los colgajos así atrofiados, se acaban de desgarrar en
numerosos fragmentos, no quedando después de la cicatrización sino mínimos
vestigios, consistentes en crestas mucosas, denominada "carúnculas mirtiformes".
En los hímenes septum o en puente, después de la desfloración se observan los
restos de la brida membranosa, bajo la forma de dos tiras que flotan por delante de
la entrada de la vagina.
En consecuencia, les peritos en presencia de desgarros reciente sangrantes y a
veces supurados pueden emitir con bastante precisión un juicio de desfloración
reciente (15 días a lo más si no hay cicatrización). En cambio, cuando los colgajos
se han unido y cicatrizado pesar de las diferencias anotadas entre las muescas
naturales y las traumáticas, puede haber en la práctica confusión y errores y su dicta
debe ser muy cauto y reservado; incluso admitida la desfloración anterior, después
de un mes no es posible prácticamente: precisar el tiempo de la desfloración si la
mucosa que cubre los bordes desgarrados tiene el color de la mucosa normal, sobre
todo si hay cicatrices blancas lineales.
Cuando en cambio se verifica la existencia de carúncula s mirtiformes, se puede
afirmar la existencia de un parto anterior.
Se suele indicar a simple título de orientación, que las mujeres que han tenido
numerosas aproximaciones sexuales con el tiempo presentan como signos
complementarios o accesorios de su no virginidad, la flacidez y alargamiento de los
grandes labios, el alisamiento de los repliegues de la mucosa vaginal, los pechos
menos firmes y los pezones más prominentes, pero esto no tiene nada de
característico para emitir un juicio seno.
De acuerdo con Thoinot, además de la desfloración, son signos probatorios del acto
sexual: 1) las lesiones de las partes genitales (por desproporción en el tamaño de
los órganos o por brutalidad en la realización del acto); 2) el contagio venéreo; 3) la
presencia de esperma; y 4) el embarazo. Agregaríamos un quinto signo que
consiste en las lesiones extragenitales y que con Manunza hemos denominado
indirectas.
Las lesiones de las partes genitales por los citados motivos se producen,
especialmente cuando la víctima es impúber. Tales lesiones varían en gravedad
creciente, desde las laceraciones vaginales hasta la desinserción del recto, siendo
igualmente graves sus consecuencias hasta el punto de poder ocasionar la muerte
de la víctima, (hemorragias irrefrenables, secuelas infectivas cuando ha sido
interesado el peritoneo pélvico, etc.).
En relación con el contagio venéreo, el control de la afección sobre la víctima,
mediante los exámenes de laboratorio oportunos, permitirá establecer en estos
casos los elementos de prueba contra el imputado, que debe naturalmente, resultar
afecto de la misma enfermedad. Pero debe tenerse presente que casos de contagio
de enfermedades venéreas pueden verificarse (especialmente en las jóvenes y en
las niñas de las clases sociales más pobres) cuando duermen en la misma cama
con personas adultas enfermas, por transmisión a través de la lenceria por escasa
limpieza en general. Como es sabido, para el contagio blenorrágico el período de
incubación es de tres días, término que se debe tener en cuenta a los fines de la
estimación adecuada de los tasas prácticos.
Es importante también el contagio sifilítico, cuya diagnosis se hace rutinariamente
por medio de la reacción de Wassermann y otras usuales. 1) particular importancia
tiene respecto de esta enfermedad la presencia del chancro sifilítico, por la
determinación cronológica que puede establecerse para su aparición.
La presencia de esperma en los genitales de la víctima resulta, desde luego
importante como elemento de corroboración de la cópula, aunque para que haya
violación no es preciso que haya habido eyaculación del culpable. Escaso
significado, por otra parte, tiene la comprobación de "aglutinógenos" espermáticos
(14) del presunto culpable en las manchas de la lencería, puesto que ello podría
indicar sólo un simple contacto libidinoso, no copulatorio.
Acerca del embarazo, él puede ser resultado no sólo de la cópula, sino también de
una "ejaculatio ante portam" en un atentado al pudor mayor valor tiene su
apreciación en sentido negativo, es decir, cuando la época del embarazo no
concuerda con la fecha en que la víctima; pretenda haber sido víctima del acto
carnal violento.
Sobre los signos de violencia extragenital (indirectos), hemos de repetir que en las
niñas prácticamente no se observan, ya que sólo, como regla, la violencia del
agresor se localiza en sus genitales, al contrario de lo que ocurre con la mujer adulta.
En efecto, en la mujer adulta no faltan nunca otros signos físicos de violencia
material, debidos a la lucha sostenida antes de ceder. Entre estos signos prevalecen
las excoriaciones ungueales, las equimosis y a veces las mordeduras. Las
equimosis y las abrasiones cutáneas se encuentran normalmente en los brazos, en
las muñecas, en las rodillas, la proximidad de los genitales, sobre la superficie
interna de los muslos por la tentativa de separarlos, sobre las nalgas como indicio
de aprehensión y aproximación.
Algunas veces, excoriaciones y aun equimosis se encuentran también en el cuello
y sobre la boca, por las maniobras tendientes a impedir los gritos de la víctima.
Cuando la lucha ha sido particularmente violenta pueden aun observarse signos
más graves, como la distorsión de los miembros y las fracturas craneales por caída.
Finalmente pueden observarse zonas cuero cabelludo desprovistas de pelos por
arrancamiento. En estos no pueden surgir dudas acerca de la resistencia de la
víctima.
Diferente, es la situación en que sólo se, observan pequeñas equimosis y lesiones
muy leves, que pueden haber sido producto de autolesión de la falsa víctima para
preparar una prueba de supuesta lucha.
En definitiva, debe tenerse muy presente la naturaleza, extensión y ubicación de los
signos de violencia, que pueden incluso extenderse hasta las mamas y el perineo.
Es preciso agregar que los juicios seguros en materia de evaluación de las huellas
de violencia, sólo pueden emitirse inmediatamente después del hecho o a distancia
de muy pocos días de ocurrido.
No debe perderse de vista la posibilidad de un atentado cometido por un sádico,
caso en el cual pueden observarse heridas más o menos graves inferidas con armas
sobre el cuerpo o específicamente sobre los genitales.
En el acto del examen médico en los casos de violación y estupro la mirada del
perito rebasa su función, no sólo reconoce los genitales de la víctima y los golpes
que comprobarían el acto forzado, las sinuosidades del cuerpo, la mirada y hasta la
higiene son objeto de valoración. Se revela así una gama amplia de calificativos,
donde el imaginario y las subjetividades se expresan a través de palabras que
rebasan la descripción técnica. La comprobación del hecho se enfrenta con un
conjunto de dificultades, pues no es solo necesario que se produzca la introducción
del pene en la vagina, sino también que existan evidencias de la presencia del
semen del agresor.
Semen y sangre aparecen como la pareja que entorna las faltas al pudor, ambos
fluidos son ponderados con criterios diferentes, la presencia del primero es obligada
para comprobar el crimen, se duda de la procedencia de la segunda. El futuro de la
víctima se encuentra en manos de los peritos y la posible defensa se construye a
través de las estrategias sociales para la recuperación del honor. En casos de
mujeres que llevan una vida marital rara vez recurre al experto, se revela así que la
virginidad es la única que merece ser considerada para “la reparación del honor”.
En la desfloración se produce normalmente cierto desgarro, lo cual se manifiesta
por cierto dolor y sangramiento. Este signo (hemorragia) y aquel síntoma (dolor) son
generalmente discretos pero pueden tener variaciones desde el punto de vista
cuantitativo y cualitativo.
DESFLORACIÓN COMPLETA: es aquella en la cual el desgarro se extiende desde
el borde libre al borde adherente del himen.

DESFLORACIÓN INCOMPLETA: es aquella en la que el desgarro que comienza


en el borde libre no llega hasta el borde de implantación del himen.
Desde el punto de vista legal carece de importancia si la desfloración es completa
o incompleta siempre y cuando el peritaje que se practique sea para comprobar el
cuerpo del delito en el cual esté indiciado una sola persona.

DESFLORACIÓN RECIENTE:
1.bordes del desgarro son vivos, irregulares, sangrantes, rojos tumefactos.
2.los bordes del desgarro van cicatrizando por separado, no llegando a unirse jamás
por segunda intención.
3. al afrontar los bordes desgarrados se reproduce la forma primitiva que tenía el
himen.
4. la profundidad del desgarro generalmente llega hasta el borde adherente.
5. la data que tienen es de hasta ocho días.
DESFLORACIÓN ANTÍGUA:
1. los bordes quedan ligeramente engrosados, de aspecto fibroso.
2. las partes distales de los bordes son anguladas.
3. la data es mayor a ocho días.
4. al cicatrizarse, los bordes se retraen queda una separación o abertura entre los
mismos.
Violación
La violación o ataque sexual se define legalmente de diferente manera de
acuerdo con la jurisdicción de que se trate. Los médicos y el personal de las
salas de urgencias que atienden a las víctimas de violación deben estar
familiarizados con las leyes correspondientes al ataque sexual en su propio
estado. Desde un punto de vista médico y psicológico, es indispensable que
las personas que tratan a víctimas de violación reconozcan la naturaleza no
consensual y violenta del crimen. Cerca de 95% de las víctimas detectadas
por violación son mujeres. La penetración llega a ser vaginal, anal u oral, y
realizarse con el pene, la mano o un objeto extraño. La ausencia de lesión
genital no implica consentimiento por parte de la víctima. El atacante puede
ser desconocido de la víctima o, con más frecuencia, algún conocido, incluso
el cónyuge.
El “coito sexual ilícito” o estupro, es el coito con una mujer antes de la mayoría
de edad, aun con su consentimiento.
La violación representa una expresión de ira, poder y sexualidad por parte del
violador. Éste suele ser un varón hostil que usa el acto sexual para aterrorizar
y humillar a la mujer. Las mujeres no desean ser violadas ni lo esperan, no
estimulan ni disfrutan la violación.
La violación implica lesión física grave en 5 a 10% de los casos, y siempre es
una experiencia aterradora en la cual la mayoría de las víctimas teme por sus
vidas. En consecuencia, todas las víctimas padecen algunas consecuencias
psicológicas posteriores. Además, algunas víctimas de violación llegan a
adquirir enfermedades de transmisión sexual o embarazarse.
La medicina legal, en el ámbito de la gineco - sexología, constituye un elemento
fundamental en la determinación o descarte de la violación sexual tanto en personas
que acusan a un presunto sujeto activo, como para quienes por su edad, o condición
de incapacidad no puede o no tienen la posibilidad de denunciar a quien le pudo
haber sometido a este tipo de hecho que atenta, de acuerdo con el Código Penal
Venezolano, contra las buenas costumbres y el buen orden de las familias.
Al igual que otras ciencias auxiliares del derecho, en este caso, del derecho penal,
se sirve de diversos análisis científicos que conducen a identificar las variaciones
anatómicas tanto en la mujer como en el hombre, o niño, niña y adolescente que ha
tenido una relación sexual, contra o no de su voluntad.
En este sentido, se concluye que para que se configure un delito de violación sexual
deben presentarse como mínimo dos elementos: amenazas o violencia física,
consumación del acto carnal o de cualquier otro tipo siempre y cuando se haya
utilizado un objeto para la penetración oral, vaginal o anal contra la voluntad de la
víctima.
Por otra parte, se destaca en la investigación que los elementos de diagnóstico
medico legal para la determinación de la presencia o no de un hecho de violación,
lo constituyen el análisis del himen de la mujer para identificar el grado y antigüedad
de desfloración, si es que la misma existe, así como también el tipo de desgarro que
se pudo haber presentado por la relación sexual, que tiene características
específicas si ha sido de forma violenta.
Articulo 374. Quien por medio de violencias o amenazas haya constreñido a alguna
persona, de uno o de otro sexo, a un acto carnal por vía vaginal, anal u oral, o
introducción de objetos por alguna de las dos primeras vías, o por vía oral se le
introduzca un objeto que simulen objetos sexuales …Omissis…
En dicho artículo su encabezamiento, habla de acto carnal, entendido este desde el
aspecto médico legal como la penetración del órgano sexual masculino en estado
de erección, bien sea total o parcial, sin la necesidad de haber experimentado ni el
orgasmo ni haber llegado a la eyaculación, de tal manera que puede haber
penetración total o parcial, y de esto se desprende que el delito admite tentativa,
pero no frustración. En la redacción del artículo 374, se observa que tanto el sujeto
activo como el sujeto pasivo puede ser cualquier persona, sin importar sexo,
honestidad de la víctima o condición de cónyuge.
Diversos tipos de Violación.
En un sentido general, la violación como grave atentado a la libertad sexual y al
pudor inherente a la persona humana, consistiría en la realización del coito sobre
una mujer, sin su consentimiento. Estando sujeta a penas agravadas por exponer
al embarazo a la ofendida.
De acuerdo con nuestro Derecho Sustantivo Penal (Artículo 375), podríamos
definirla como cópula practicada en personas de uno u otro sexo (comprendido por
eso el coito sodomítico) contra su voluntad o sin su consentimiento.
En efecto, conforme al citado artículo cuando se emplean violencias o amenazas
para constreñir al acto carnal, se obra contra la voluntad del ofendido. Y en las
demás circunstancias de violencia presunta determinadas en la segunda parte del
artículo (menor de doce años; o que" no haya cumplido diez y seis si el culpable es
un ascendiente, tutor, o institutor; detenido o condenado, confiado a la custodia del
culpable persona que no estuviere en capacidad de resistir por causa de
enfermedad física o mental, o por otro motivo independiente de la voluntad ", del
culpable o por consecuencia del empleo de medios fraudulentos o sustancias
narcóticas o excitantes) se actúa' sin el consentimiento del agraviado.
La agravación de la pena para este delito, en relación con los de atentado al pudor
strictu sensu y ultraje público al pudor, se explica por el alcance de la ofensa, la
mayor que se puede inferir a una persona contra su libertad sexual y su pudor.
Violación presunta
o Aún cuando el acceso carnal se realiza con el consentimiento de la víctima es
considerado un hecho punible si al momento del delito la víctima:
o -no tuviese doce años de edad
o -o que no haya cumplido dieciseis años, si el culpable es un ascendiente, tutor
o institutor
o -o que hallándose detenida o condenada, haya sido confinada a la custodia del
culpable.
o -o que no estuviere en capacidad de resistir por causa de enfermedad física y
mental; por otro motivo independiente de la voluntad del culpable o por
consecuencia del empleo de medidas fraudulentas o sustancias narcóticas o
excitantes de que éste se haya valido.
Violación anal
o En este tipo de violación es importante determinar si hay signos de violencia
reciente o si la víctima tiene coito anal habitual.
o En caso de haber violencia, el ano presenta las siguientes características:
o -desgarro triangular
o -desgarro de algunos pliegues anales
o -desgarros rectoperineales
o -hemorragias en las paredes del ano y del perineo
violencia en niños, niñas y hombres
Existen otras formas de violencia hacia los niños, sobre las cuales no hay cifras
confiables actualizadas en el país: los niños buhoneros, saltimbanquis o en brazos
de sus madres pidiendo limosna en los semáforos, niños de la calle y en la calle,
generalmente alejados de su casa por maltratos reiterados, prostitución infanto-
juvenil, trabajadores ilegales, niños y jóvenes fuera de instituciones educativas por
falta de cupo o por carencia de recursos, familias disfuncionales, lo cual se conoce
bien como factor de riesgo para consumo de alcohol y drogas ilícitas así como
conducta antisocial, en los varones y de prostitución y embarazo precoz en las
niñas. Las madres adolescentes, mas de 130.000 cada año, que involucran dos o
tres menores de edad: la madre, el hijo y muy frecuentemente, el padre también
adolescente; niños y jóvenes en los mal llamados “refugios”, muchas veces durante
varios años, niños sin cédula o sin registro de nacimiento, lo cual los anula como
ciudadanos, niños en los ranchos, en riesgo de violación cuando la madre sale a
trabajar, todo esto en violento contraste con el texto de las leyes de protección
infantil vigentes en el país, de redacción y contenidos ideales y deseables, pero
poco útiles en la práctica ciudadana.
Por otra parte, el “maltrato o abuso” de niños, objetivo principal de este material,
concebido en el límite de lo que sucede en el entorno familiar o escolar, en todas
sus variantes, constituye un daño que deja profunda huella en la personalidad en
formación y muchas veces, como incapacidad irreversible, definitiva. Hay un gran
sub-registro; las cifras reales no son divulgadas por los organismos oficiales.
Todos los países de América Latina y el Caribe reconocen la existencia, en sus
países, de violación, incesto, abuso sexual, explotación sexual, prostitución infantil
y el uso de niñas en la pornografía. Hay documentos de la OMS que señalan que
más del 36% de las niñas y el 29% de los niños de la región sufrió abuso sexual el
año 2003.
En Venezuela, la LOPNA (1998) y la LOPNNA (2007), basadas en la CDN,
establecen, con más detalles que ésta, los derechos de los niños y figuran, además,
las faltas y las sanciones a quienes incumplan las violaciones de estas disposiciones
legales. En relación con el maltrato, el Artículo 32 de la LOPNNA establece (versión
resumida y abreviada): “Todos los niños, niñas y adolescentes (n.n.a.) tienen
derecho a la integridad personal…. integridad física, síquica y moral… no pueden
ser sometidos a torturas, ni a otras penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes. El Estado, las familias y la sociedad deben proteger a todos los n. n.
a. contra cualquier forma de explotación, maltrato, torturas, abusos o negligencias
que afecten su integridad personal”.
A lo largo de la historia, los conflictos armados se han caracterizado por la violencia
sexual generalizada, que suele considerarse una consecuencia inevitable de la
guerra. La violencia sexual persiste como un fenómeno devastador con
consecuencias perjudiciales para las víctimas (mujeres, hombres, niñas y niños),
así como para sus familias y toda la comunidad. Asimismo, el número de estos actos
de violencia es mucho mayor que el informado, y se los subestima en términos de
su prevalencia y consecuencias. La respuesta humanitaria a las diversas
necesidades de las víctimas aún es insuficiente.
1. ¿Qué es la violencia sexual
El término “violencia sexual” se usa para describir actos de naturaleza sexual
impuestos por la fuerza o mediante coerción, como la causada por el temor a la
violencia, la coacción, la detención, la opresión psicológica o el abuso de poder
contra cualquier víctima, ya sea hombre, mujer, niño o niña. Sacar ventaja de un
entorno coercitivo o de la incapacidad de la víctima para dar su libre consentimiento
es también una forma de coacción. La violencia sexual comprende la violación, la
esclavitud sexual, la prostitución forzada, el embarazo forzado, la esterilización
forzada, o cualquier otra forma de violencia sexual de gravedad comparable.
Tales actos rara vez ocurren en forma aislada. Forman parte de un escenario de
abuso y violencia, que incluye asesinatos, reclutamiento infantil, destrucción de la
propiedad y saqueos. La violencia sexual puede utilizarse como una forma de
represalia, para generar miedo, o a modo de tortura. También puede utilizarse
sistemáticamente como método de guerra, con el fin de destruir el tejido social.
2. ¿A quién afecta y en qué forma?
Los conflictos armados y otras situaciones de violencia afectan a las mujeres, los
hombres, las niñas y los niños de manera diferente. Ciertas personas pueden ser
más vulnerables a la violencia sexual que otras. Esto incluye a los desplazados, los
migrantes, las viudas, las mujeres jefas de hogar, los detenidos, las personas
asociadas con las fuerzas armadas o con grupos armados, o las personas de grupos
étnicos específicos. También se comete violencia sexual contra hombres y niños,
quienes se vuelven particularmente vulnerables en algunos contextos, como en los
casos de detención.
La violencia sexual puede causar traumas físicos y psicológicos graves, infección
por VIH y, en ocasiones, la muerte. Además, el padecimiento de las víctimas a
menudo tiene varias facetas: no sólo reciben lesiones y traumas potencialmente
peligrosos y persistentes, sino que también se enfrentan a la estigmatización y el
rechazo por parte de sus familias y comunidades.
A pesar de su incidencia generalizada en muchos conflictos armados, con
frecuencia la violencia sexual permanece oculta. Los sentimientos de culpa y de
vergüenza, el temor a las represalias, o los tabúes en torno al tema pueden impedir
que las víctimas denuncien estos actos. Como resultado, a menudo se oculta la
magnitud del problema y, por ende, puede hacerse muy difícil llegar a las víctimas
y brindarles apoyo.
¿La violencia sexual es un crimen de guerra?
El Estatuto de la Corte Penal Internacional incluye la violación y algunas otras
formas de violencia sexual en la lista de crímenes de guerra y en la lista de actos
que constituyen crímenes de lesa humanidad cuando se los cometen como parte
de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil.
 Elements of Crimes, Estatuto de la Corte Penal Internacional (inglés)
 Statement of the trial chamber at the judgement hearing, Tribunal Penal
Internacional para la ex Yugoslavia (inglés)
 Jugement, el fiscal contra J-P Akayesu, Tribunal Penal International para
Ruanda (inglés)
Asimismo, la violación y otras formas de violencia sexual pueden constituir crímenes
internacionales de otro tipo. Particularmente, la violación se equipara con la tortura,
por ejemplo cuando un funcionario del Estado la perpetra intencionalmente con el
fin de obtener una confesión de la víctima.
La violencia sexual también puede constituir un acto de genocidio, por ejemplo
cuando se trata de una medida impuesta con objeto de impedir los nacimientos en
el seno del grupo étnico, mediante actos como la mutilación sexual o la
esterilización. La violación puede ser una medida destinada a impedir los
nacimientos: en las sociedades patriarcales, por caso, cuando un hombre embaraza
deliberadamente a una mujer de otro grupo étnico con la intención de forzarla a dar
a luz a un niño que, debido a esa circunstancia, no pertenecerá al grupo de su
madre.
Las violaciones cometidas durante un conflicto armado y en relación con éste son
crímenes de guerra y deben ser sancionadas. Además, la violencia sexual siempre
constituye una infracción de los instrumentos internacionales de derechos humanos
y de muchos ordenamientos jurídicos nacionales y religiosos o tradicionales.
9. ¿Qué sucede con los presuntos responsables de violencia sexual?
El CICR exhorta a todas las partes en un conflicto armado a cumplir la obligación,
establecida por el derecho internacional humanitario, de proteger a las mujeres, los
hombres, las niñas y los niños contra los actos de violencia sexual y de permitir el
acceso irrestricto a la asistencia de salud para todas las víctimas de violencia
sexual.
El CICR recuerda a las partes en un conflicto armado que todas las formas de
violencia sexual están prohibidas por el derecho internacional humanitario y las
exhorta a incorporar esta prohibición en la legislación interna, en los códigos
militares y en los manuales de instrucción de los portadores de armas. El CICR
organiza sesiones informativas sobre la prohibición de la violencia sexual para los
portadores de armas en todo el mundo y adapta estas sesiones a los tipos de
infracciones que ha observado en diferentes contextos.
La violación y otras formas de violencia sexual consideradas como infracciones
graves del derecho internacional humanitario conllevan responsabilidad penal
individual y deben ser juzgadas. Todos los Estados están obligados a tipificar como
delito estas infracciones en la legislación nacional, así como a investigar de manera
efectiva y juzgar cualquier caso de violencia sexual.
Por otra parte, en diálogo confidencial con las autoridades o con los grupos
armados, el CICR plantea preocupaciones sobre hechos observados o alegados
relativos a la perpetración de actos de violencia sexual, incluso las consecuencias
de tales actos para las víctimas y las comunidades, sus efectos legales y penales,
así como posibles medidas para identificar y sancionar a los autores, para proteger
a la población y para disminuir el riesgo de que se cometan esos crímenes.
Violencia sexual en medio de la represión política en Venezuela
Actualmente, frente al aumento las protestas y la represión policial en Venezuela,
se incrementan las denuncias de violencia sexual por parte de organismos del
Estado venezolano, lo que representa una franca violación a los derechos humanos.
Ante este penoso escenario, organizaciones sociales como AVESA sensibilizan y
forman defensores de derechos humanos frente a este tema.
Por: Constanza Armas
Claves: Amnistía Internacional, AVESA, represión política, Venezuela, violación
sexual, violencia sexual
Tamaño texto: A+ A-
Venezuela, tras años de descontento y protestas, tiene más de tres meses
encendida por masivas protestas en contra del Gobierno Bolivariano. Tras las
demandas de la población, la represión y el abuso policial se han hecho sentir y ha
dejado más de 90 personas muertas, la mayoría de ellas a manos de las fuerzas
del Estado, cientos de heridos y presos, tanto en cárceles comunes como militares.
En este contexto, comienzan a surgir denuncias de diversas organizaciones de
derechos humanos sobre violencia sexual, como medio de tortura, ejercida por
las Fuerzas Estatales en contra de la población.
La Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (AVESA)
denuncia en su página web que de “acuerdo a información de defensores y
defensoras de derechos humanos expresada en (una) reunión realizada en AVESA,
el día 30 de junio de 2017, el 100% de las personas detenidas ha expresado haber
sido víctima de alguna forma de violencia sexual, pero no todas formalizan la
denuncia bien sea para evitar una mayor humillación pública y/o porque
consideraban que nadie sería sancionado”.
Esta organización ha hecho eco de las noticias publicadas en diarios de circulación
Nacional entre el 1 de abril y el 11 de julio, donde encontró un total de 6 noticias
sobre delitos sexuales, con 25 víctimas, 14 mujeres (56%) y 11 hombres (44%).
Según el documento, dos hombres y dos mujeres fueron violados sexualmente y
una mujer fue víctima de intento de violación sexual. Un número significativo de
detenidos -nueve hombres y seis mujeres- fueron expuestos a las violaciones
sexuales o al intento de la misma.
En cuanto a las instituciones del Estado involucradas en los delitos señalados, figura
la Policía Nacional Bolivariana, en el 68% de los casos, seguida de PoliAragua con
20% de los casos y en tercer lugar, la Guardia Nacional con 12% de casos.
Corresponsales Clave entrevistó a Magdymar León, Coordinadora Ejecutiva de
AVESA, respecto de esta inaceptable situación. Ella señaló que “la violencia sexual
ha sido utilizada históricamente a nivel mundial como un mecanismo de represión
utilizado contra manifestantes, contra personas que disiden políticamente de los
gobiernos. De manera que es una estrategia el uso de la violencia sexual como
forma de tortura o para disminuir la fortaleza de la ciudadanía y de las personas que
están protestando. En Venezuela no tenemos mucha experiencia con respecto de
este tipo de casos, a diferencia de por ejemplo en la dictadura de Pinochet en Chile
(…). Desde el 2014, cuando empezaron a darse con más fuerza las manifestaciones
políticas en Venezuela, comenzaron a conocerse casos de delitos sexuales de
manera importante como por ejemplo el caso de Juan Manuel Carrazco, que fue
público; él fue violentado en Valencia con un fusil.
(…) en los casos de violencia sexual, lo que está detrás no es el deseo sexual, es
un tema de dominación, de control, de humillar al otro, de debilitar las fortalezas de
la víctima, no tiene que ver con un tema de atractivo sexual, como usualmente se
piensa. (…) las víctimas pueden ser tanto hombres como mujeres, usualmente se
identifica un mayor número de mujeres, pero llama la atención que, al menos en
Venezuela, hemos notado que los hombres también han sido víctimas.
AVESA no trabaja directamente con las personas detenidas, sino de acuerdo a los
reportes de organizaciones que trabajan en derechos humanos como el Foro Penal,
Amnistía internacional, COFAVIC o CESAP, quienes cuentan con abogados y
abogadas que ayudan a las víctimas, identifican casos de tortura y acompañan en
el proceso de liberar a los detenidos y detenidas arbitrariamente, como hacer las
denuncias respectivas o defender a los jóvenes detenidos. Casi siempre los casos
que más resaltan en los medios son los de violación sexual que es el delito más
valorado, aunque existen muchas formas de violencia sexual.
Corresponsales Clave: ¿Qué está haciendo específicamente AVESA?
Magdymar León: Nuestro objetivo, desde AVESA, es brindar apoyo a defensores y
defensoras de derechos humanos para que tengan las herramientas para el
abordaje de este tipo de casos (…); lo hacemos desmontando los mitos y prejuicios,
como que “si no hay evidencia física no ha pasado nada”, “si no hay violación no ha
pasado nada”, o que “un simple manoseo no es violencia sexual”. Es decir, que no
identifican todas las formas de violencia sexual, no siempre las exploran
completamente; las víctimas no exponen abiertamente este tipo de situaciones por
vergüenza, por temor o por pensar que eso a lo mejor no va a llegar a mayores (…).
Entender cómo las legislaciones internacionales establecen que la declaración de
la víctima es una prueba importantísima en los delitos sexuales cuando no hay
evidencia física, que la mayoría de estos delitos no deja evidencia física, explicarles
que las evaluaciones psicológicas pueden ser un elemento de prueba y que existen
diferentes herramientas o instrumentos psicológicos que nos pueden ayudar para
esta labor.
Estamos coordinando un primer taller para agosto, al menos con las organizaciones
que están en Caracas y en función de eso continuar con otros estados del país.
Paralelo a eso, está la demanda de atención psicológica y estamos haciendo
articulación desde esta atención y pensamos que con Psicólogos sin Fronteras, con
CESAP o con alguna otra organización del interior del país podemos hacer una
especie de articulación para que ellos estén en capacidad de recibir a las víctimas
y allí también estamos organizando una especie de acompañamiento para las
psicólogas y los psicólogos.
Además, (estamos) haciendo una campaña de redes sociales para mandar tips a
los defensores y defensoras de derechos humanos para que empiecen a ver el tema
de los delitos sexuales dentro de la represión política de una manera distinta. Es
como iniciar un proceso de sensibilización, además estamos elaborado una especie
de manual o cartillas sobre la atención de la violencia sexual para defensores y
defensoras de derechos humanos.
C.C.: ¿Cómo ha sido la receptividad de las organizaciones?
M.L.: Ha sido muy buena, ya tuvimos una primera reunión con Foro Penal,
COFAVIC, CESAP, Psicólogos sin Fronteras, Amnistía Internacional, Provea, entre
otras. Yo noto muchísima receptividad e interés de su parte y pienso que ese interés
deriva de la práctica que están viendo en la realidad y necesitan apoyo para poder
tener una respuesta y eso hay que aprovechar.
C.C.: ¿Están recibiendo algún tipo de financiamiento?
M.L.: Esto es solo cooperación entre las organizaciones. No está previsto pago de
ningún tipo; la elaboración de contenidos y la producción de algunos materiales está
previsto de la cooperación entre diferentes organizaciones.
C.C.: Tomando en cuenta el contexto de represión y de violación de los derechos
humanos, ¿ustedes dentro de su organización tienen miedo de realizar este trabajo?
M.L.: Es una muy buena pregunta, eso mismo ya lo hemos conversado entre
defensores de derechos humanos. De hecho, hay varias iniciativas para brindar
apoyo a los defensores o para desarrollar estrategias de protección de los propios
defensores, a estar atentos al manejo de la información pública, mecanismo de
seguridad de teléfonos celulares y correos electrónicos. Es decir, sabemos que hay
un contexto muy complejo, un contexto de vulneración importante de derechos
humanos y que defensoras y defensores corremos riesgo. Hay previsiones que
tomar, sobre todo con el manejo comunicacional. (…) hemos visto a otros
compañeros a quienes por redes sociales los agreden o que han ido directamente
a sus casas; son objeto de intimidación por parte de organismos del Estado como
la Policía Nacional Bolivariana. Hay unas personas que están más expuestas que
otras, dentro del ámbito de los derechos humanos. No creemos que el tema de la
violencia sexual sea el que más le preocupe al gobierno, pero evidentemente
tenemos que tener en consideración que algunos riesgos hay, pero igual forma parte
de nuestro trabajo y nuestra misión como organización y diría como un activismo
ciudadano y el aporte que uno puede hacer por el país.
Lo que ocurre en Venezuela es inaceptable. Debemos alzar la voz en favor de las
víctimas de estos atroces delitos, les invitamos a hacer eco de esta noticia y apoyar
a las organizaciones comprometidas en este tema para que sigan trabajando y
visibilizando lo que ocurre en el país. Sigamos adelante.
Violación en mujeres vírgenes y desfloradas
b) Violación de las vírgenes
Es la forma de violación que quizás tenga mayor pertinencia médico-legal, porque
su comprobación depende fundamentalmente del examen ginecológico revelador
de la desfloración o sea, del desgarramiento himenal.
Sabemos que los caracteres de la virginidad física son de índole general y local,
que en la mujer joven se manifiesta con la pureza " las formas y de la tonicidad de
los tejidos, aun en las partes genital donde se observa que los grandes labios están
bien conformados, aproximados entre sí por el desarrollo adecuado del panículo
adiposo, ocultando las ninfas o pequeños labios; es manifiesta la rugosidad de
pliegues vaginales y la horquilla bien delineada, etc. Pero, conforme expresó, el
juicio médico-legal de la virginidad debe basarse en las condiciones de integridad
del himen sobre el cual haremos de seguidas algunos comentarios que estimamos
indispensables en esta parte del tema.
El himen (del griego, membrana), es una membrana que cierra más o menos
completamente la entrada de la vagina. Esta membrana no falta en ninguna mujer
virgen, salvo excepciones rarísimas. Sin embargo, a veces es muy difícil
reconocerla, ya porque ha sido más o menos destruida, ya porque, aun estando
intacta, su situación Y su forma la hagan poco accesible al examen.
Cuando está intacta presenta numerosas variedades respecto a su consistencia da,
a su forma, a su espesor y a la forma y situación del orificio u orificios que tenga.
Su espesor es de un milímetro (1 mm.) aproximadamente, aunque las hay mucho
más espeso y tan consistente que han obligado a practicar un corte quirúrgico en
ella, en caso de matrimonio para facilitar la cópula. También las hay tan finas y
delgadas que han recibido el nombre de "himen de piel de cebolla".
Cuando su consistencia es lacia, elástica, se deja a veces deprimir bastante sin
romperse, hasta el punto de poderse practicar en ocasiones el coito sin desgarrarse.
La forma, número y dimensiones de los orificios himentales varían mucho, según
las personas.
En cuanto a la forma de la membrana, existe un primer tipo, muy poco frecuente,
que consiste en un plano circular no perforado que cierra comp1etamente la entrada
vaginal (en este caso se debe practicar una incisión quirúrgica al llegar la mujer a la
pubertad para evitar la retención de la sangre menstrual). Fuera de este caso
excepcional, el himen está adherido por su periferia a la extremidad inferior de la
vagina, está perforado en su centro por un orificio de forma variada y a veces por
más de un orificio.
Las múltiples variedades morfológicas del himen normal, pueden reducirse a dos
tipos bien definidos: la forma anular y la forma semilunar, según que la membrana
se continúe por completo alrededor de la circunferencia de la vagina, o sólo en una
extensión más o menos grande de ella. Entre estas dos formas fundamentales
existen numerosas variedades de transición, en la forma anular, la membrana puede
tener en toda su extensión la misma altura, en cuyo caso el borde libre que
circunscribe el orificio central, es liso y regular; otras veces ese borde está
irregularmente dentado.
Cuando la altura del himen es desigual a lo largo de la periferia, aunque anular, se
parece al semilunar, constituyendo una forma de transición. El himen semilunar está
constituido por una membrana en forma de media luna, cuya parte convexa se
inserta en una región más o menos grande de la periferia de la vagina, y cuyas astas
limitan, junto con la pared restante de la vagina y el borde cóncavo del propio himen,
el orificio de entrada de la vagina: frecuentemente esas astas se reúnen un poco
por detrás del meato urinario.
Aun en las vírgenes no es raro observar, sobre todo en los hímenes anulares, la
presencia de muescas congénitas más o menos profundidad cuyos bordes lisos y
regulares pueden extenderse hasta la misma vagina, y que es menester distinguir
muy bien de los desgarros producido por una desfloración. En las vírgenes adultas
el orificio del himen puede ser suficientemente grande para dejar pasar objetos algo
voluminosos sin desgarro de la membrana.
Entre las numerosas formas especiales de hímenes citaremos el himen lobulado,
que no se pone tenso al separar fuertemente los músculos de la mujer; siendo en
cambio posible impeler hacia atrás con los dedos los lóbulos. El himen se llama
labiado cuando sólo tiene dos lóbulos dispuestos lateralmente a cada lado de la
hendidura vertical que va desde el meato urinario hasta la horquilla.
A veces el himen presenta dos orificios separados por un puente membranoso más
o menos ancho, es éste el himen septum o puente; y en otros casos, muy raros, el
himen está normalmente constituido, pero la membrana presenta cerca de su
inserción en la periferia de la vagina en un segundo orificio mucho más pequeño
que el orificio principal.
En las niñas, especialmente en las recién nacidas, la forma típica es la de himen
bilabiado, que sucesivamente puede dar lugar a las formas típicas mencionadas o
a las denominadas formas atípicas, siendo estás últimas muy numerosas y
dependiendo su denominación marginal del anillo; son hímenes atípicos, según lo
dicho, los fimbriados, los hímenes a corola, los cribiformes, carenados, etc.,
En casos raros se observa el "himen múltiple", constituido por dos o mas
membranas superpuestas, que son debidas a repliegues de la mucosa vaginal.
Otras veces existe lo que se denomina pseudos himen, por la fusión congénita de
un extremo de las ninfas, que llegan a ocultar parcialmente el anillo himenal
verdadero y constituir un obstáculo para la copulación.
Manunza menciona, finalmente por su estructura, los hímenes carnosos que son
bien irrigados y dan lugar a marcadas efusiones de sangre al momento de la
desfloración; los hímenes elásticos, llamados también complacientes, los hímenes
fibrosos (más frecuentes en las mujeres de edad).
Violación de una mujer desflorada
En una mujer que haya gozado de los placeres del amor repetidas veces, ya porque
sea casada, ya porque pertenezca al numero de las mujeres publicas; la
investigación del medico de solo tener por objeto reconocer si ha habido coito y si
el acto ha sido consentido o forzado.
La vagina y otras partes externas de la generación en las mujeres desfloradas,
especialmente si han pardio, presentan una laxitud y dilatación tan notable por el
uso frecuente que han experimentado que amenos que se suponga que el miembro
viril es demasiado grueso o que el ultraje lo hayan cometido sucesivamente muchos
individuos sobre la misma mujer, aquellas no sufrirán modificación apreciable.
Mucho menos todavía si la mujer tiene su menstruación, padece flujo blanco y es
de temperamento linfático. La existencia de una blenorragia y algunos síntomas
venéreos, asi como la presencia de manchas espermáticas, podrían solamente
fundar la sospecha de que había habido coito. Por tanto, es muy útil la comparación
de las partes genitales de los dos culpables para reconocer la relación en que se
encuentren sus dimensiones, y el estado normal o patológico.
Diagnostico Médico Legal de la Desfloración y la Violación
Para la mejor consideración de los problemas médico-legales atinentes a los
atentados al pudor en general, dividiremos en dos partes el trato de la materia: en
una primera parte nos ocuparemos de los atentados al pudor con violencia y de la
violación sodomítica y' en una segunda parte de la violación por vía natural o
"praeter naturam".
1) Violación sodomítica y atentados al pudor con violencia
En los exámenes acostumbrados que se practican por la diagnosis de Un coito
sodomítico, dice el Profesor Paolo Manunza, deberá ponerse especial atención, por
su valor indiciario, a la presencia en los genitales y el perineo de abrasiones y de
lesiones, teniendo mucho cuidado de que no haya confusiones con las grietas
banales que pueden existir en estas regiones por cualquier otro motivo; deben así
mismo ser debidamente- estimadas las cicatrices locales, los signos de contagio
venéreo, las equimosis, e incluso las manifestaciones dolorosas, éstas últimas es-
pecialmente en los sujetos muy jóvenes, porque en la relación forzada contra natura,
se producen fenómenos reflejos de contractura espástica que dejan dolor por varios
días. Por lo demás, es evidente que en los niños los signos lesivos son siempre
mucho más manifiestos y graves.
Respecto de signos genitales característicos en el agente habitual de ésta clase de
atentados, ya hemos señalado en otra parte, que las variaciones morfológicas del
pene (como la forma de pene de perro descrita por los autores antiguos), no tienen
ningún valor.
En casos de alegarse la habitualidad sodomítica pasiva de la víctima, tampoco
tienen valor probatorio alguno las deformaciones ano réctales (como el ano
infundibuliforme), las cuales se observan sólo excepcionalmente como desviaciones
formativas congénitas; igualmente, está desprovista de importancia la relajación del
esfínter anal, la cual sólo en casos especialísimos y muy a beneficio de inventario,
como asienta Manunza, se puede tomar en cuenta; del mismo modo, no es signo
de pederastia pasiva habitual el alisamiento de los pliegues radiados del ano.
Los atentados al pudor, aún siendo violentos, pueden no dejar huellas visibles, dada
su extrema variedad, consistiendo por lo común; en simples tocamiento s a nivel
genital; y por tanto, la comprobación del delito escapa de la competencia del
médico-legista y queda sólo al alcance del magistrado su verificación mediante otros
criterios.
Sin embargo, algunas veces los tocamientos y frotamientos de los genitales pueden
dejar leves signos, observándose lesiones ungueales procesos de irritación,
respectivamente.
Pueden haberse empleado cuerpos extraños para las prácticas impúdicas y en
estos casos, raros por otra parte, pueden observarse efectos de mayor gravedad,
como lesiones y heridas.
La referencia en los viejos tratados, como el de Tardieu, señala Perrando, a las
alteraciones morfológicas de los genitales femeninos derivadas de repetidas
prácticas libidinosas (ninfas, clítoris), son más bien efecto de procesos morbosos de
carácter inflamatorio crónico, los cuales pueden determinar fenómenos de
esclerosis y también de simple atrofia.
Se ha observado excepcionalmente una dilatación marcada de meato uretral
femenino, corrientemente de origen congénito, que puede permitir un coito uretral
parcial y aun total, con la ejercitación reiterada.
Volviendo a la utilización de cuerpos extraños" como medios instrumentales de
prácticas libidinosas, además de las lesiones graves que pueden producir como se
dijo, se pueden presentar algunas, veces, complicaciones serias, como procesos
supurativos, peritonitis pélvicas, cistitis, fístulas genito-réctales, etc.
El contacto y restregamiento de los genitales del agente y de la víctima puede dar
lugar a contagio de enfermedades venéreas (chancros blandos, lesiones sifilíticas,
blenorragia).
Señala Balthazard, que en niñas menores de 13 años es excepcional hallar lesiones
extragenitales por no haber violencia física sobre ellas; y que si se' han producido
lesiones genitales como desgarro del himen con los dedos, se observan en él
huellas ungueales curvilíneas características.
Finalmente, reporta que en la vulva pueden observarse vulvovaginiti (11)
traumáticas, susceptibles de confundirse a veces con las espontáneas; además de
'las de origen blenorrágico, con independencia de todo atentado (por ejemplo, el
uso' de una esponja contaminada); siendo clínicamente difícil el diagnóstico
diferencial entre las dos primeras formas.
Cuando ha habido violencia física, tienen importante valor indicativo las huellas de
violencia extragenitales. A la violencia presunta nos referiremos en la parte 2{l del
presente análisis médico-legal.
2) Violaci6n por vía vaginal.
Sobre este punto hemos de hacer consideraciones respecto de tres cuestiones:
 etiología de la violación,
 violación en las vírgenes,
 violación de una mujer desflorada.
a) Etiología de la violaci6n.-De acuerdo con la distinción propuesta por Thoinot,
hemos de hacer aquí una doble distinción: a-1) Violación mediante violencias
físicas; y a-2) Violación sin violencia física.
Violación con violencia física
Suele ser la forma más corriente de violación en mujeres adultas, que sólo pueden
ser víctimas de esta forma de atentado, cuando ha sido vencida brutalmente y en
forma definitiva su resistencia, por el agente solo, o con el concurso de varios
coautores, que logran inmovilizarla y disponerla en actitud propicia para consumar
la ofensa.
En todo caso, la violación practicada por un solo sujeto no es fácil en la práctica. En
este sentido reproducimos dos ejemplos ilustrativo insertados en la obra de Espinel;
uno de Voltaire, que así se expresa: "A las muchachas artificiosas que se quejan de
haber sido violadas, hay que recordarles el modo como una reina rechazó antaño
la acusación de una querellante, tomó una vaina y moviéndola sin cesar hizo ver a
la dama, que tenía una espada en la mano, que le era imposible hacerla entrar de
nuevo en ella.
El otro ejemplo es de Sancho Panza, gobernador de la Insula Barataria, para
dilucidar la verdad acerca de una supuesta violación. Fue entregada una bolsa de
dinero a la querellante a título de indemnización y se incitó al acusado a quitársela.
Al regresar ella con la bolsa asida en las manos, a pesar del esfuerzo realizado por
el adversario, le dijo Sancho: "Hermana mía, si el mismo aliento y valor que habéis
mostrado para defender esta bolsa, le mostrases, y aun la mitad menos; para
defender vuestro cuerpo, las fuerzas de Hércules no os hicieran fuerza.
A veces, después de una lucha dura y extenuante, puede el agresor cumplir el acto
carnal con brutalidad, ocasionando lesiones de diversa gravedad a la víctima, según
su edad y el desarrollo de sus genitales. En las niñas han ocurrido, inclusive, casos
de muerte a causa de las graves lesiones en la región genito-anal y en la vejiga,
acompañadas de graves e incoercibles hemorragias.
Manunza distingue los signos de la violencia en el caso que analizamos, en dos
clases: directos, o sea, en los genitales de la víctima; indirectos, constituidos por las
huellas que ha dejado la lucha en; cuerpo de la víctima, en su intento de resistir al
agresor.
Como regla general puede establecerse que mientras menos edad tenga la víctima,
tanto más claros aparecerán los signos de lesiones tales por la inmadurez de éstos,
faltando los signos de resistencia.
En la mujer adulta, por el contrario, prevalecerán los signos de violencia indirectos,
y serán menos apreciables los directos, en razón de su estado pubescente y
consiguiente aptitud para la cópula.
Para la comprobación de una violación con violencia física, continúa Manunza,
deben extraerse los correspondientes elementos de juicio de tres clases de
exámenes:
a) del examen ginecológico, para determinar el estado de los genitales;
b) del examen externo, para la verificación de eventuales lesiones en la superficie
del cuerpo, indicativas de la resistencia de la víctima y de la violencia del agresor; y
c) del examen de las circunstancias contingentes relativas al delito.
Es decir, de las condiciones del ambiente en el cual se realizó el hecho, de los
signos de violencia sobre los vestidos,' de las eventuales manchas de semen en el
sitio, etc.
2) Violación sin violencia física.
Es la que se produce en casos de especiales circunstancias fisiológicas y
patológicas de la víctima, o de carácter accidental, que le imposibilitan para
defenderse y al mismo tiempo permiten o facilitan al agente consumar el hecho.
Estas circunstancias, constitutivas de violencia presunta, son las enumeradas en la
segunda parte del artículo 376 del Código Penal, (Gaceta Oficial nro. 5.768
extraordinario de fecha 13/05/2005)y a ellas nos referiremos de inmediato en
forma sucinta. Incluso haremos algunos comentarios sobre "las amenazas", como
medio de coacción moral (violencia moral), incorporadas en la primera parte de la
norma, y por ellas comenzaremos.
Las amenazas a que se refiere el legislador no sólo comprenden la de muerte de la
propia ofendida, que es la más frecuente, sino también la de una persona
especialmente vinculada por lazos afectivos con la víctima, como el caso de un hijo.
Maschka; plantea la situación de una madre que debe acceder a los designios del
agresor, cuando éste apoderándose de su menor hijo que ha tomado de la cuna,
amenaza con abatirlo contra la pared.
No obstante debe estar muy cauto el juzgador para aceptar en ciertos casos la
amenaza que se alega para justificar una resistencia aparente.
Cuando la víctima no ha cumplido doce años de edad, la violencia es presunta ope
legis, aun cuando la víctima haya adherido espontáneamente al acto carnal, por la
razón de que el legislador considera que a .tan temprana edad la víctima no
comprende la trascendencia del acto por inmadurez psíquica, y porque además, es
por lo mismo, fácilmente susceptible de sugestión.
Este último motivo, priva en el supuesto de que la persona ofendida no haya
cumplido los diez y seis años, cuando el agente es un ascendiente, tutor o institutor,
por la gran influencia que ha de suponerse en virtud de la autoridad que en tales
casos se tiene.
Tratándose de una persona detenida o condenada, resulta obvio que el custodio
está potencialmente en capacidad de disponer a su arbitrio, en cualquier momento,
de la persona que le ha sido confiada, quien, se presume no tiene libertad de acción
alguna para defenderse de una ofensa carnal.
Perrando, estima que en todos estos casos se debe igualmente proceder con
cautela, para aceptar como verídicas las afirmaciones de la víctima, especialmente
en lo que concierne a los menores de edad, en los cuales como es sabido, su
tendencia a fantasear, les puede a falsas afirmaciones.
De notable significación médico-legal son los casos de incapacidad) de resistencia
de la persona ofendida por causa de enfermedad física o mental.
La enfermedad física a que el Código se contrae, son las que por su gravedad
suprimen en la víctima toda posibilidad defensiva, entrando, en este grupo, según
Manunza, todas las enfermedades infecciosas y las que producen un estado de
agotamiento general en el organismo, y asimismo las formas episódicas de una
enfermedad en que se pierda temporalmente la capacidad de entender o de querer,
como los estados delirantes en el curso de una neumonía, estados sincopales, etc.
En lo pertinente a la enfermedad mental, la violencia presunta se fundamenta en
que ella quita, por su naturaleza y alcance, todo valor jurídico a cualquier concesión
de la víctima en el terreno sexual.
Pero no siempre es fácil resolver la cuestión, cuando se trata de formas leves de
deficiencia mental, como en la frenastenia (12) y el cretinismo (13); En estas
circunstancias la atención del médico-legista, una vez aclarado el defecto psíquico
de la víctima, debe dirigirse al culpable, el sentido que debe tener presente la
versión del hecho que él expone.
Si la persona ofendida en estos casos se ha prestado espontáneamente a practicar
el acto, y la enfermedad mental es leve, no se puede pretender que el presunto
ofensor debe parar mientes en el grado de enfermedad mental antes de realizar la
cópula.
Diverso sería el caso de un médico que se aprovechase de las condiciones de una
leve frenastenia de una mujer, porque él, no pro en psiquiatría, debe saber
diagnosticar el defecto mental.
De consiguiente, como criterio general, se requiere que el grado del defecto mental
sea sensible.
En los casos de sordomudez de la víctima, por cuanto tales manifestaciones
acompañan en general los estados deficitarios mentales, resulta prácticamente
manifiesto el estado de enfermedad mental.
Tratándose de proceso histéricos, debemos diferencia las formas leves en las
cuales generalmente la mujer ostenta la tendencia hacia el acto sexual y quizás más
corrientemente a la simulación de violencias carnales auto infiriéndose lesiones en
genitales, piernas, pechos, etc., con base a las cuales luego formula dramáticas
denuncias. En el histerismo grave, si se realiza el acto en el estado de semi-
inconsciencia de un acceso evidentemente hay plena responsabilidad del agente.
En los estados de sugestión hipnótica, que pueden ser la explicación aparente de
una circunstancia de que se haya valido el culpable se suele distinguir el caso de
relaciones estrechas de carácter hipnótico entre la víctima y el culpable, de modo
tal que aquélla sea frente a éste, sumamente sensible al sueño hipnótico, pues en
tales condiciones es factible la comisión, del acto en estado de sueño hipnótico de
la ofendida. Si se trata, en cambio, de dos personas que se encuentran por primera
vez o apenas se conocen, debe pensarse que el supuesto estado de hipnosis es
una excusa de la mujer para tratar de explicar su consentimiento.
Diremos acerca de la incapacidad de resistir la víctima, por causas ajenas a la
voluntad del culpable, que se trata por lo común de circunstancias accidentales,
imprevistas, pero favorables al ofensor para su acción, como en el caso de encontrar
atada a la víctima o inmovilizada entre muebles o por efecto de cuerpos pesados,
etc.
Un medio fraudulento puro, pudiera ser la sustitución del marido de una mujer por
el culpable, valiéndose de la oscuridad o de actos de simulación para inducida a la
cópula mediante engaño, Sin embargo en la práctica los medios fraudulentos van
acompañados del uso de sustancias narcóticas, somníferas, excitantes, alcohólicas,
etc., (opio, morfina, éter, cloroformo, barbitúricos, afrodisíacos, bebidas
espirituosas, en general), que conducen a un estado de inferioridad física y psíquica
de la víctima, de las cuales se aprovecha el violador.
Son especialmente señalados en la práctica médico-legal el uso de narcóticos y
estupefacientes que producen la inconsciencia de la víctima mediante un estado de
intoxicación aguda. No es raro que en estos casos esté comprometida la
responsabilidad de médicos, farmacéuticos o enfermeros, que conocen las dosis
adecuadas para afectar a la víctima, y que por su profesión pueden utilizar el fraude
y el engaño contra la persona ofendida.
A veces el acto sexual se puede cumplir después de violento suministro de éter o
de cloroformo en el curso de asaltos, pero en estas circunstancias entra en juego la
violencia física para poder aplicar sobre el rostro de la víctima el pañuelo o estopa
impregnados de la sustancia narcótica. Son posibles los casos de narcosis sin
violencia física, cuando estando en estado de sueño natural a la persona se le hace
pasar gradualmente al estado de narcosis.
Manunza cita el caso de utilización de barbitúricos, un enfermero (pentotal), que
inyectó a la paciente, en lugar el medicamento prescrito, y luego abusó de ella.
Con relación al uso del alcohol, son conocidas muchas denuncias en las que se
refiere que el culpable ha hecho beber en exceso a la ofendida hasta conducirla a
la fase depresiva de la intoxicación alcohólica y así perpetrar el hecho. Pero la
experiencia demuestra con muchísima frecuencia que la víctima inicialmente
conocía o sospechaba los designios del culpable, y procedió con manifiesta
condescendencia.
Finalmente, son raros los casos en que se alega con bases serias; una particular
idiosincrasia de la víctima .al alcohol, que le colocan en estado de indefensión
después de escasas libaciones.

b) Violación de las vírgenes


Es la forma de violación que quizás tenga mayor pertinencia médico-legal, porque
su comprobación depende fundamentalmente del examen ginecológico revelador
de la desfloración o sea, del desgarramiento himenal.
Sabemos que los caracteres de la virginidad física son de índole general y local,
que en la mujer joven se manifiesta con la pureza " las formas y de la tonicidad de
los tejidos, aun en las partes genital donde se observa que los grandes labios están
bien conformados, aproximados entre sí por el desarrollo adecuado del panículo
adiposo, ocultando las ninfas o pequeños labios; es manifiesta la rugosidad de
pliegues vaginales y la horquilla bien delineada, etc. Pero, conforme expresó, el
juicio médico-legal de la virginidad debe basarse en las condiciones de integridad
del himen sobre el cual haremos de seguidas algunos comentarios que estimamos
indispensables en esta parte del tema.
El himen (del griego, membrana), es una membrana que cierra más o menos
completamente la entrada de la vagina. Esta membrana no falta en ninguna mujer
virgen, salvo excepciones rarísimas. Sin embargo, a veces es muy difícil
reconocerla, ya porque ha sido más o menos destruida, ya porque, aun estando
intacta, su situación Y su forma la hagan poco accesible al examen.
Cuando está intacta presenta numerosas variedades respecto a su consistencia da,
a su forma, a su espesor y a la forma y situación del orificio u orificios que tenga.
Su espesor es de un milímetro (1 mm.) aproximadamente, aunque las hay mucho
más espeso y tan consistente que han obligado a practicar un corte quirúrgico en
ella, en caso de matrimonio para facilitar la cópula. También las hay tan finas y
delgadas que han recibido el nombre de "himen de piel de cebolla".
Cuando su consistencia es lacia, elástica, se deja a veces deprimir bastante sin
romperse, hasta el punto de poderse practicar en ocasiones el coito sin desgarrarse.
La forma, número y dimensiones de los orificios himentales varían mucho, según
las personas.
En cuanto a la forma de la membrana, existe un primer tipo, muy poco frecuente,
que consiste en un plano circular no perforado que cierra comp1etamente la entrada
vaginal (en este caso se debe practicar una incisión quirúrgica al llegar la mujer a la
pubertad para evitar la retención de la sangre menstrual). Fuera de este caso
excepcional, el himen está adherido por su periferia a la extremidad inferior de la
vagina, está perforado en su centro por un orificio de forma variada y a veces por
más de un orificio.
Las múltiples variedades morfológicas del himen normal, pueden reducirse a dos
tipos bien definidos: la forma anular y la forma semilunar, según que la membrana
se continúe por completo alrededor de la circunferencia de la vagina, o sólo en una
extensión más o menos grande de ella. Entre estas dos formas fundamentales
existen numerosas variedades de transición, en la forma anular, la membrana puede
tener en toda su extensión la misma altura, en cuyo caso el borde libre que
circunscribe el orificio central, es liso y regular; otras veces ese borde está
irregularmente dentado.
Cuando la altura del himen es desigual a lo largo de la periferia, aunque anular, se
parece al semilunar, constituyendo una forma de transición. El himen semilunar está
constituido por una membrana en forma de media luna, cuya parte convexa se
inserta en una región más o menos grande de la periferia de la vagina, y cuyas astas
limitan, junto con la pared restante de la vagina y el borde cóncavo del propio himen,
el orificio de entrada de la vagina: frecuentemente esas astas se reúnen un poco
por detrás del meato urinario.
Aun en las vírgenes no es raro observar, sobre todo en los hímenes anulares, la
presencia de muescas congénitas más o menos profundidad cuyos bordes lisos y
regulares pueden extenderse hasta la misma vagina, y que es menester distinguir
muy bien de los desgarros producido por una desfloración. En las vírgenes adultas
el orificio del himen puede ser suficientemente grande para dejar pasar objetos algo
voluminosos sin desgarro de la membrana.
Entre las numerosas formas especiales de hímenes citaremos el himen lobulado,
que no se pone tenso al separar fuertemente los músculos de la mujer; siendo en
cambio posible impeler hacia atrás con los dedos los lóbulos. El himen se llama
labiado cuando sólo tiene dos lóbulos dispuestos lateralmente a cada lado de la
hendidura vertical que va desde el meato urinario hasta la horquilla.
A veces el himen presenta dos orificios separados por un puente membranoso más
o menos ancho, es éste el himen septum o puente; y en otros casos, muy raros, el
himen está normalmente constituido, pero la membrana presenta cerca de su
inserción en la periferia de la vagina en un segundo orificio mucho más pequeño
que el orificio principal.
En las niñas, especialmente en las recién nacidas, la forma típica es la de himen
bilabiado, que sucesivamente puede dar lugar a las formas típicas mencionadas o
a las denominadas formas atípicas, siendo estás últimas muy numerosas y
dependiendo su denominación marginal del anillo; son hímenes atípicos, según lo
dicho, los fimbriados, los hímenes a corola, los cribiformes, carenados, etc.,
En casos raros se observa el "himen múltiple", constituido por dos o mas
membranas superpuestas, que son debidas a repliegues de la mucosa vaginal.
Otras veces existe lo que se denomina pseudos himen, por la fusión congénita de
un extremo de las ninfas, que llegan a ocultar parcialmente el anillo himenal
verdadero y constituir un obstáculo para la copulación.
Manunza menciona, finalmente por su estructura, los hímenes carnosos que son
bien irrigados y dan lugar a marcadas efusiones de sangre al momento de la
desfloración; los hímenes elásticos, llamados también complacientes, los hímenes
fibrosos (más frecuentes en las mujeres de edad).
La medicina legal, en el ámbito de la gineco - sexología, constituye un elemento
fundamental en la determinación o descarte de la violación sexual tanto en personas
que acusan a un presunto sujeto activo, como para quienes por su edad, o condición
de incapacidad no puede o no tienen la posibilidad de denunciar a quien le pudo
haber sometido a este tipo de hecho que atenta, de acuerdo con el Código Penal
Venezolano, contra las buenas costumbres y el buen orden de las familias.
Al igual que otras ciencias auxiliares del derecho, en este caso, del derecho penal,
se sirve de diversos análisis científicos que conducen a identificar las variaciones
anatómicas tanto en la mujer como en el hombre, o niño, niña y adolescente que ha
tenido una relación sexual, contra o no de su voluntad.
En este sentido, se concluye que para que se configure un delito de violación sexual
deben presentarse como mínimo dos elementos: amenazas o violencia física,
consumación del acto carnal o de cualquier otro tipo siempre y cuando se haya
utilizado un objeto para la penetración oral, vaginal o anal contra la voluntad de la
víctima.

Por otra parte, se destaca en la investigación que los elementos de diagnóstico


medico legal para la determinación de la presencia o no de un hecho de violación,
lo constituyen el análisis del himen de la mujer para identificar el grado y antigüedad
de desfloración, si es que la misma existe, así como también el tipo de desgarro que
se pudo haber presentado por la relación sexual, que tiene características
específicas si ha sido de forma violenta.
En este mismo orden, la medicina legal, debe explorar las Escotaduras Congénitas
para verificar si se esta en presencia de una ausencia parcial del tejido himeneal, y
los signos genitales donde se identifique entre otros vellos púbicos no propios, así
como los signos eróticos o de morbosidad: mordeduras, estigmas, signos de
eliminación o aniquilamiento de la víctima y las lesiones en las Zonas para y
Extragenitales que evidencien forjamiento de la voluntad de la víctima y, en caso de
que sea posible explorar las condiciones médico-legales del pene para
buscar evidencias de forzamiento, semen, otros que relacionen el hecho
denunciado con el culpable o no del mismo.
En definitiva, la medicina legal, constituye la mano derecha en el caso de la
denuncia de una violación y sus aportes son determinantes para impedir la
imputación injusta así como para también para impedir la impunibilidad de los delitos
sexuales que cada día van en aumento en este país.
Fundamento legal establecido en el ordenamiento jurídico penal
Código penal, lopnna y ley organica para el derecho de la mujer o una vida
libre de violencia
ABUSO SEXUAL EN LA MODALIDAD DE VIOLACION, de conformidad con el
artículo 259 de la Ley Orgánica para la protección de niños, niñas y adolescentes,
concatenado con el Art. 374 del Código Penal, y RESISTENCIA A LA AUTORIDAD,
previsto en el artículo 218 del Código Penal y lo fundamento en que el Abuso Sexual
está establecido en el Artículo 259 de la Ley Orgánica para la protección de niños,
niñas y adolescentes es un delito autónomo, de una ley especial, igual el delito de
Violación establecido en el Artículo 374 del Código Penal, es un delito autónomo de
una ley general, ante esta situación de dos delitos cabe preguntar ¿Cuál fue el
objeto del legislador patrio cuando otorga la Ley Orgánica Para La Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes? El objetivo de esta ley es sustraer a los niños, niñas
y adolescentes que cometen hechos punibles de la Ley Penal aplicable a los
adultos; vemos claramente que la intención del legislador es educativa, cuando
surge la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, surge
una figura jurídica autónoma, distinta a la violación contemplada en el Código
Penal.
Ley organica para el derecho de la mujer a una vida libre de violencia
Las mujeres sufren discriminación, ya sea institucionalizada por ley o en la
práctica, incluso en países con leyes que garantizan la igualdad.
La violencia contra las mujeres y niñas en todas sus formas –violencia sexual,
maltrato, mutilación genital, muertes violentas, acoso en redes sociales– es la
violación de derechos humanos más intensa y transversal, está en todos los países,
culturas y clases sociales. La trata con fines de explotación sexual afecta
especialmente a mujeres y niñas, que caen en esas redes mediante engaño,
coacción o violencia. Los derechos sexuales y reproductivos también están
amenazados, pues se impide a mujeres y niñas decidir sobre su cuerpo y se las
castiga si lo hacen. Los conflictos armados y el auge del extremismo violento las
exponen a graves abusos, como violación, secuestro y esclavitud sexual, y corren
especial peligro cuando se ven forzadas a abandonar su hogar, convirtiéndose
en desplazadas o refugiadas.
La falta de acceso en igualdad a la participación en la vida pública y política hace
más difícil que las voces de las mujeres sean escuchadas, y cuando se atreven
a defender sus derechos son perseguidas, amenazadas, agredidas e incluso pagan
con su vida. La impunidad sigue siendo la norma cuando se trata de abusos
cometidos contra los derechos de las mujeres y las niñas.
Articulo 15
6. Violencia sexual: Es toda conducta que amenace o vulnere el derecho de la
mujer a decidir voluntaria y libremente su sexualidad, comprendiendo ésta no sólo
el acto sexual, sino toda forma de contacto o acceso sexual, genital o no genital,
tales como actos lascivos, actos lascivos violentos, acceso carnal violento o la
violación propiamente dicha.
7. Acceso carnal violento: Es una forma de violencia sexual, en la cual el
hombre mediante violencias o amenazas, constriñe a la cónyuge, concubina,
persona con quien hace vida marital o mantenga unión estable de hecho o no, a un
acto carnal por vía vaginal, anal u oral, o introduzca objetos sea cual fuere su clase,
por alguna de estas vías.
8. Prostitución forzada: Se entiende por prostitución forzada la acción de obligar
a una mujer a realizar uno o más actos de naturaleza sexual por la fuerza o
mediante la amenaza de la fuerza, o mediante coacción como la causada por el
temor a la violencia, la intimidación, la opresión psicológica o el abuso del poder,
esperando obtener o haber obtenido ventajas o beneficios pecuniarios o de otro tipo,
a cambio de los actos de naturaleza sexual de la mujer.
9. Esclavitud sexual: Se entiende por esclavitud sexual la privación ilegítima
de libertad de la mujer, para su venta, compra, préstamo o trueque con la obligación
de realizar uno o más actos de naturaleza sexual.
10. Acoso sexual: Es la solicitud de cualquier acto o comportamiento de contenido
sexual, para sí o para un tercero, o el procurar cualquier tipo de acercamiento sexual
no deseado que realice un hombre prevaliéndose de una situación de superioridad
laboral, docente o análoga, o con ocasión de relaciones derivadas del ejercicio
profesional, y con la amenaza expresa o tácita de causarle a la mujer un daño
relacionado con las legítimas expectativas que ésta pueda tener en el ámbito de
dicha relación.
Importancia de la experticia médico legal ginecológica y ano rectal
IMPORTANCIA DE LA EXPERTICIA MEDICO-LEGAL
Las estadísticas demuestran que el 92% de los abogados necesitan
testimonios médicos y que tan solo el 6% prescinde de ellos, ignorándose
respuesta en el 1,9% de consultados´. Apreciación de las pruebas: Las
pruebas se apreciarán por el tribunal según su libre convicción, observando
las reglas de la lógica, los conocimientos científicos y las máximas de
experiencia´ (art 22 COPP).
Es obvio que cada día las ciencias forenses deben ser estudiadas con la
mayor profundidad posible para que el hombre, el más importante sujeto de
derecho, y en ocasiones objeto de derecho también, pueda ocupar su debida
posición en la vida normativa de la ciencia jurídica, tanto en lo atinente a su
realidad integral biopsíquica, como en lo concerniente a la realización plena
de los valores del derecho: justicia, convivencia y superación espiritual y
material, individual y social.
IMPORTANCIA DE LA MEDICINA LEGAL:
v Desde el punto de vista médico, la Medicina Legal. capacita a los
profesionales de la salud, quienes como expertos en el arte médico, asesoran
a los Tribunales de Justicia, ya sea en el ámbito laboral, civil y penal.
v Desde el punto de vista judicial, se manifiesta en el hecho cierto de que los
jueces para resolver situaciones legales sometidas a su consideración,
requieren técnicamente de los conocimientos médicos, asesoramiento
científico y peritajes de los Especialistas en Medicina Forense, que le permitan
interpretar adecuadamente los informes periciales, de cara a una sana y
expedita Administración de Justicia.
v Para el ABOGADO es de gran valor, puesto que este profesional
universitario requiere conocer los principios básicos de esta especialidad que
le permitan posesionarse de las herramientas necesarias como litigante, y así
disponer de un abanico inmenso de elementos probatorios a su favor, en
relación a las causas donde le corresponda actuar, ya sea como defensor o
como acusador.
v Desde el punto de vista legislativo, la Medicina Legal contribuye a la
formulación de las normas en la materia que le concierne, a los fines de
cumplir el proceso creador de las leyes y demás reglamentos específicos, es
así como el legislador debidamente asesorado en el ámbito forense, podrá
redactar los diferentes instrumentos jurídicos, que en sus aspectos médicos
contengan situaciones comprobables por el Especialista, y donde se respete
el sagrado principio de la plenitud hermética del derecho.
El abogado investigador judicial con instrucción médico forense sabrá
preservar aquellos elementos de valor o evidencias de interés criminalístico
para el proceso penal, amén de estar obligado a acatar lo referido a la cadena
de custodia, según lo establecido en el ordenamiento jurídico positivo.
Experticia de Tipo Penal: El objeto de la experticia penal puede referirse al cuerpo
del delito, al imputado, o a la víctima o sujeto pasivo del delito, a los testigos, etc.
En la comprobación pericial del cuerpo del delito puede versar la experticia sobre
cadáveres o sobre personas vivas, para conocerse en el primer caso, la identidad,
la causa de muerte, la data de la muerte, etc. y en el segundo caso para dejar
constancia de la región lesionada, clase de lesión, naturaleza del arma empleada,
tiempo de curación, y en caso de delitos sexuales, constatar la comprobación de las
evidencias anatómicas y físicas en el área ginecológica y ano rectal de la víctima, y
la identificación del agresor.
Basamento legal

BASAMENTOS LEGALES
Articulo 61 del Código Penal Venezolano:

“Nadie puede ser castigado como reo de delito no habiendo tenido la


intención de realizar el hecho que lo constituye, excepto cuando la ley se lo
atribuye como consecuencia de su acción u omisión.

Articulo 373 del Código Penal Venezolano:


“Cada vez que por consecuencia de alguno de los delitos a que se contraen
los artículos 343, 346, 351, 353, 357, 358, 360, 361, 362, 364, 366, 367, y 371 y
salvo lo que se dispone en los artículos 406, número 3 y 420, resultare la
muerte o lesión de alguna persona, las penas en ellos establecidas se
doblaran en caso de muerte y se aumentarán de un tercio a la mitad en caso
de lesiones, pero no se aplicarán menos de cuatro años de prisión en el primer
caso ni de tres meses, también de prisión, en el segundo”.
Articulo 405 del Código Penal Venezolano:
“El que intencionalmente haya dado muerte a alguna persona será penado
con presidio de doce a dieciocho años”.
Articulo 406 del Código Penal Venezolano:
En los casos que se enumeran a continuación se aplicarán las siguientes
penas:
1) Quince a veinte años de prisión a quien cometa el homicidio por medio de
veneno o de incendio, sumersión u otro de los delitos previstos en el titulo VII
de este libro, con alevosía o por motivos fútiles o innobles, o en el curso de la
ejecución de los delitos previstos en los artículos 449, 450, 451, 453, 456 y 458
de este Código.
2) Veinte a veintiún años de prisión si concurrieren en el hecho dos o más de
las circunstancias indicadas en el numeral que antecede.
3) Veintiocho a treinta años de presidio para los que lo perpetren:
a) En la persona de su ascendiente o descendiente, legitimo o natural, o en la
de su cónyuge.
b) En la persona del Presidente de la República o de quien ejerciere, aunque
fuere interinamente, las funciones de dicho cargo.
Parágrafo Único: Quienes resulten implicados en cualquiera de los supuestos
expresados en los ordinales anteriores, no tendrán derecho a gozar de los
beneficios procesales de ley ni a la aplicación de medidas alternativas de
cumplimiento de la pena.

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