Medicina Legal Tema 11
Medicina Legal Tema 11
Medicina Legal Tema 11
DEFINICIÓN:
Es la rama de la medicina legal que estudia los problemas ligados al sexo, tales
como los vinculados a las parafilias, al aborto, a la reproducción, al matrimonio, a la
fecundación, a la impotencia.
sexología
Resultado del diccionario para sexología
Ciencia que estudia la sexualidad del ser humano, el comportamiento sexual y sus
diferentes manifestaciones, desde el punto de vista psicológico y fisiológico.
La Sexología es la ciencia (logia) que estudia el sexo. Sexo viene
de sexare (separar, sección…) y comprende todo aquello que tiene que ver con
la diferencia, con el hecho de ser, sentirse y expresare como hombre y mujer.
Este hecho de ser “hombre” y “mujer”, de tener en definitiva un sexo, es el eje
central de la sexología.
Desde este punto de vista, las demandas sexológicas pueden venir desde distintas
posibilidades:
Desde las conductas. Expresiones sexuales múltiples: besos, caricias,
coitos…
Desde la identidad. Sentirse hombre o mujer,
Desde la orientación. Hacia donde dirijo mis preferencias, teniendo en
cuenta mi propio sexo (hombre o mujer) y el de las personas con las que me
relaciono (hombre o mujer).
Desde la interacción. Todo lo que implica encuentro entre hombre y mujer
(pareja, afectos, tareas domésticas, crianza familiar, planes de futuro,
rupturas…) son cuestiones centrales de interés sexológico.
Los instintos del hombre
Cuando el hombre ve pasar a una mujer hermosa, la razón se esconde. El instinto
sexual en el hombre se encuentra más desarrollado que en cualquier otro animal,
así, que no se diga que actuamos como animales, estos normalmente actúan en
tiempos de reproducción, mientras que el hombre en todos los tiempos, debido a
que es más constante ya que posee mucha más energía sin perder su intensidad.
De este modo puede llegar a ciertas anormalidades sexuales ya que sus fijaciones
aumentan, degenerando en su actualización hacia cualquier fin cultural. Cada
persona es diferente instintivamente, lo cual puede ser ocasionado por la forma de
vida o como se halla educado. Hablando de educación sexual, para la mayoría de
las sociedades, en la que vivimos ante todo se ha buscado una cierta medida de
satisfacción sexual, que es una de las injusticias sociales, donde se maneja un
estándar cultural exigida a todos los individuos para una conducta sexual igual, en
que se basan, bueno para una persona que detenta el poder con una constitución
física enclenque su medida. Es una risa, ya que las mejores constituidas pueden
sufrir un sacrificio psíquico. Aunque esta muy difícil que éste tipo de injusticias en
su mayoría se cumpla y cualquier precepto moral se va al caño.
No se puede discutir que existen personas que con un instinto sexual demasiado
intenso, que sobrepasa a muchos se manifieste esa perversidad extremista y que
si sigue en ese papel debe soportar las consecuencias de su divergencia cultural,
de otro modo puede alcanzar una inhibición por las exigencias sociales dando como
resultado una satisfacción insatisfecha, por esos fenómenos sustitutivos
provocados por inhibición de sus instintos, lo que puede causar una serie de
trastornos mentales, un continuo empobrecimiento interior, que lo llevará a una
forma nociva para la persona.
En el instinto sexual su fin es el placer se manifiesta desde la infancia, a través de
sus zonas erógenas y puede prescindir de otro objeto erótico en forma de
autoerotismo, así que mucha gente con esa energía sufre por medio de la cultura
esa represión de los elementos de la excitación sexual. La abstinencia sexual en
ambos sexos ha quedado en el olvido, se puede afirmar y sostener que no existe
daño alguno de cualquier persona que hacer el sexo antes del matrimonio tenga
alguna consecuencia, más bien lo que se debe aceptar es que no existe ningún
medio para poder dominar este impulso tan poderoso que es el instinto sexual, es
muy fuerte y menos en esa etapa tan fogosa como lo es la juventud. Quitarles ese
juguete los lleva como dije antes, a un trastorno mental, alguna erase de neurosis,
como las que sufrían las mujeres, pero esto a cambiado. En ellas, esto ha dejado
de ser “soportar” muchas calamidades del hombre y los papeles se invierten en
algunos puntos, ya no existe o muy poco esa nerviosidad ocasionada por la
infidelidad conyugal, ahora el nervioso es el hombre. Esta severidad hacia la mujer
en ésta exigencia cultural es el instinto sexual empieza a desaparecer sus deseos
y fantasías afloran, no se quedan en la neurosis.
El comercio sexual es más amplio, más abierto; la inocencia se empieza a terminar,
las tentaciones son demasiadas. Y los impulsos se agrandaron. La abstinencia va
quedando únicamente como palabra, antes se prefería a las mujeres vírgenes al
llegar al matrimonio pues, el hombre en su machismo quería según él, enseñarlas
en el oficio de su placer o ser el primero en su vida. Hay quien presume de su
abstencionismo, pero es una mentira, ésta es suplida por otros medios como
pueden ser la masturbación o por una práctica análoga.
Este tipo de actividad parece inofensiva pero a largo plazo puede ocasionar un
disturbio mental, aunque de ante mano en nuestra cultura la masturbación sigue
siendo objeto de ataque por esa moral existente que lo lleve a una costumbre por
mantener en ese camino fácil de no luchar por algún objeto sexual donde pueda
desarrollar su energía. Ese confort de un esfuerzo pequeño que le satisfaga sus
fantasías, lo puede deteriorar en su esfuerzo sexual ya que cuando quiere trasladar
esa fantasía a la realidad se le puede dificultar.
Los hombres que tienen esta práctica sexual onanista o perversa pueden propiciar
que su libido cambie y en el momento de su desarrollo potencial sexual puede verse
disminuido. Al igual que las mujeres que hayan conservado su virginidad hasta el
matrimonio, por esa educación sexual impuesta dejando de tener placer y cuando
vencen esa demora artificial a su desarrollo sexual y llegan a la cima de su
existencia femenina, se pueden encontrar que las relaciones con su pareja se ha
enfriado tiempo atrás y no les queda otro camino de que el deseo insatisfecho, la
infidelidad o una clase de neurosis. Si se unieran este tipo de personas lo que puede
ocasionar es una disminución de sus facultades eróticas, escases potencial por
parte del hombre e insatisfacciones en ambos que debilitarían la relación.
Una conducta sexual insatisfecha puede provocar un efecto en los hijos, desde una
exagera ternura, concentrando en ellos esa necesidad de amor lo que ocasionaría
una anticipada madurez sexual. Debido al desacuerdo de la pareja, el hijo
experimenta una serie de pasiones como el odio, los celos, el amor lo cual despierta
su actividad sexual a muy temprana edad lo que le ocasiona un conflicto que se
manifiesta en nerviosismo que le puede durar toda la vida.
No existe persona que haya enfermado por la satisfacción sexual, en cambio si por
las restricciones sexuales bajo las exigencias de una moral sexual impuesta, la
libido estancada se vuelve peligrosa y provoca enfermedades.
En la misma situación, no se puede obligar a una pareja a una satisfacción a través
de un número limitado de copulaciones, como a utilizar esa gama de formas de
hacer el sexo que pueda llevarlo a placeres no conocidos, ya sea por miedo a otro
de experiencia o por ciertos complejos impuestos cuando no se quiere cambiar, en
este aspecto puede desaparecer varias cosas, desde la ternura de la privación del
sexo se vuelven hacia otro tipo de ilusión, pero que normalmente los llevan a ese
estado de dominación y de desviación del instinto sexual, promulgando esa serie de
preceptos restrictivos por la sociedad que viviendo en esa “doble” moral hace creer
que se cumplan.
El limitar la actividad sexual, incrementa más factores que perturban la capacidad
individual de goce, el deseo se ve reducido, se incrementa el temor a la vida y el
miedo a la muerte. Ese sacrificio que se pide o más bien que se impone por esa
moral sexual unido con otras restricciones van coartando la libertad y la felicidad
individual.
El instinto sexual normal y patológico
Instinto sexual patológico
El instinto sexual patológico parte de lo que es una conducta sexual anomal, es
decir, los elementos que conforman el instinto sexual normal no se encuentran de
manera armónica, aquí entran las aberraciones, perversiones o disfunciones
sexuales, las anormalidades que exageran el instinto sexual y las que atenúan o
extinguen el mismo.
Es necesario enfatizar que dentro de lo que es el tema de la sexualidad anormal
existen diferentes tipos o clasificaciones de desviaciones o anomalías.
Entre ellas tenemos:
Exhibicionismo.
Esta desviación sexual consiste en mostrar los órganos genitales a terceros o en
público, y puede ser acompañada de actos masturbatorios.
Zoofilia o bestialidad.
Se denomina como zooerastia, bestialismo, y otros lo estiman como conducto
sodomitita. Se materializa este comportamiento con la ejecución de actos sexuales
o similares como animales
Fetichismo.
Esta anomalía sexual consiste en obtener la excitación o gratificación sexual sin
realizar acto sexual, sino que hay una desviación hacia un objeto que puede
pertenecer al se amado, tales como trenzas, medias, guantes, muñecas, botas, ropa
interior, zapatos, cabello, etc.
Sadismo.
Mediante los actos de sadismo el individuo logra excitación sexual, llegando a la
eyaculacion u orgasmo, por el sufrimiento, dolor o castigo, tanto físico como
psíquico, que le causa a su pareja, y que esta puede o no consentir. La medicina
legal señala que esta perturbación sexual se da exclusivamente en los hombres y
constituye una degeneración del instinto sexual normal.
Masoquismo.
En esta anomalía sexual, el sujeto obtiene gratificación sexual, excitación y
orgasmo, mediante el castigo que el mismo se inflige o a un tercero, y que puede
consistir en ser azotado, atado, golpeado, etc. Para algunos el masoquismo es lo
inverso de sadismo.
Pedofilia o paidofilia.
Es la atracción sexual por los niños, por los infantes, es el método repetidamente
preferido o exclusivo de conseguir la excitación sexual.
Necrofilia.
Es la atracción sexual por los cadáveres y que se da con cierta frecuencia en las
morgues y en los hospitales. Hay dos variedades: la realización de la copula con el
cadáver y la realización del acto sexual en un cementerio o en presencia de
cadáveres.
Homosexualismo u homosexualidad.
Es la atracción exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo, con o sin
relación física.
Voyeurismo o escopofilia.
Es el deseo y practica patológicos, persistentes o excluyentes de hallar excitación
o gratificación sexual mirando actos eróticos de desnudez o genitales a quienes
ignoran ser vistos.
Gerontofilia.
Es la práctica de actos sexuales con personas de avanzada edad, o ancianos.
Masturbación.
Esta conducta sexual es de aquella en la hay ausencia de copula sexual normal y,
por lo tanto, de pareja para su realización. Es la satisfacción de apetito sexual
mediante la manipulación de los órganos sexuales, tanto en el hombre como en la
mujer. Se le denomina también autoerotismo u onanismo.
Frigidez.
Es típica de las mujeres, hay una evidente disminución del instinto sexual y produce
problemas en la realización de la copula sexual normal.
Froterismo o froutteurismo.
Es la excitación u obtención del orgasmo, de modo persistente y preferente,
mediante la frotación del órgano masculino contra las nalgas o el cuerpo de la mujer
completamente vestida.
Sexualidad normal y anormal
Diversos autores hacen esta diferenciación entre los caracteres sexuales que se
consideran normales y cuáles no. Con respecto a la sexualidad normal se evalúa
desde los siguientes aspectos:
1. Morfológico: Abarca las estructuras anatómicas (testículos y ovarios), los
sistemas excretores de los gametos, los órganos copulatorios y, en el caso de la
mujer, de los órganos de gestación.
2. Funcional: Consiste en el correcto funcionamiento de los órganos antes
expresados.
3. Psíquico: Puede abarcar desde el plano más elemental del instinto, hasta un
plano más elevado de carácter sentimental y afectivo.
4. Social y Jurídico: Se trata de las exigencias sociales sobre una disciplina en
la conducta sexual.
En cambio se considera que habrá una conducta sexual anormal si existen
alteraciones en las estructuras de los órganos y de las funciones sexuales,
anomalías de carácter psíquicos (conocidos bajo el nombre de parafilia) o conductas
criminosas (delitos sexuales o delitos con móvil sexual).
También se habla de cierta normalidad en el instinto sexual humano. Según los
estudionos el instinto normal se compondría de dos elementos, el primero es la
disposición o la tendencia natural, según la fuente consultada, postura que
comparto, consiste en la atracción heterosexual, posición que sería debatía en la
actualidad. El segundo elemento consistiría en el acto sexual como tal, según Giugni
la aproximación copulatoria o coito.
En contra posición existe además el instinto sexual denominado patológico, en los
cuales el instinto sexual resulte desviado, bien sea por un hecho congénito o
adquirido. Estas perversiones pueden traer como consecuencia tanto la total
supresión del instinto o su desviación a fines distintos a la reproducción.
Aptitud para la procreación. Potencia e impotencia sexual.
Según Humberto Giugni la potencia consiste en la “plena capacidad, tanto en el
hombre como en la mujer, para cumplir o realizar el coito y para lograr mediante
este su finalidad principal que es la fecundación.” Prestando atención al concepto
se pueden distinguir los siguientes tipos de potencia sexual:
- Potentia Cöuendi: Que es la capacidad para realizar el coito.
- Potentia Generandi: Consistente en la capacidad para producir la fecundación, lo
que cotidianamente se conoce con el nombre de fertilidad.
En el caso particular de las mujeres se distinguen dos tipos de subdivisiones más:
- Potentia Gestandi: Consistente en la posibilidad de llevar un embarazo hasta el
final.
- Potentia parturiendi: Posibilidad de dar a luz a un niño vivo.
Si por alguna razón la persona está incapacitada o no puede llevar a cabo
cualquiera de estos actos relacionados con la reproducción humana entonces
estaríamos hablando de impotencia. La forma para clasificar la impotencia viene
siendo entonces la misma que la clasificación anterior, existiendo
entonces impotentia cöuendi (tanto en hombres como en mujeres), impotentia
generandi (en hombres y en mujeres), impotentia gestandi e impotentia
parturiendi (estas dos últimas solo en mujeres).
Impotentia Cöuendi: Se refiere a la imposibilidad de realizar el acto sexual, lo cual
puede deberse a malformaciones morfológicas tanto en el hombre como en la mujer,
bien sea congénitas o adquiridas: hay casos en los que puede deberse también a
anomalías de carácter psíquico.
Impotentia Coüendi insrumental: Se trata de las malformaciones de los órganos
copulatorios. En el hombre pueden incluirse falta o malformación congénita del
pene, desarrollo incompleto del mismo, excesivo desarrollo o falta del pene por
apuntación, tumores, elefantiasis, entre muchos otros. En la mujer se trata de
impedimentos directos e indirectos que hacen imposible la penetración. Entre los
indirectos encontramos tenemos el vaganismo (espasmo doloroso de la vagina),
hipoplasia e inaccesibilidad a la vulva, anomalías del himen que lo hagan espeso,
falta de la vagina por causas congénitas, o tumores en la vagina. Entre los
impedimentos indirectos tenemos enfermedades o malformaciones en los genitales
internos que hagan el coito muy doloroso; comunicaciones recto vaginales;
alteraciones de las partes vecinas a los genitales.
Impotentia Coüendi instrumental: En el hombre suele tratarse de un defecto de
erección determinado por factores psíquico, sin embargo también pueden haber
otros factores causantes de este defecto. En algunos casos las causa psíquicas son
temporales, fácilmente corregibles y de menor importancia; pero también puede
haber otras anomalías del mismo carácter que son más graves y no siempre son
corregibles. Estas son conocidas comúnmente como parafilias. Otras causas
pueden ser enfermedades como la obesidad y la diabetes, por ejemplo, algunas
intoxicaciones, enfermedades nerviosas y también motivos de edad como la
inmadurez sexual o la senilidad. En la mujer la impotencia funcional puede deberse
también a anomalías psíquicas, que pudiera tratarse de formas de intolerancia o
repugnancia invencibles, en algunos casos episódicos y en otros permanentes.
También se da el denominado vaginismo, que es una especial sensibilidad dolorosa
en la zona de la vulva y la vagina, lo que provoca reacciones de defensa y espasmos
locales.
Impotentia Generandi: Esto es lo que se conoce comúnmente como infertilidad y
consiste básicamente en la imposibilidad de llevar a cabo la fecundación, pudiendo
presentarse tanto en hombres como en mujeres. En el hombre puede deberse a la
falta de testículos válidos o por malformaciones de las vías seminales. Entre las
causas de estos podemos mencionar la falta congénita de testículos, la castración,
atrofia testicular, enfermedades testiculares, azooespermia producida por
radiaciones, necroespermia (espermatozoides muertos) entre otras afecciones.
En la mujer también es denominada con el nombre de Impotentia concipiendi, que
es la imposibilidad de concebir. Uno de los principales factores que puede influir en
este ámbito es la edad de la mujer, quien solo puede concebir desde la primera
menstruación, aproximadamente a los 12 años de edad, hasta la menopausia que
ocurre entre los 45 y 48 años, pudiendo producirse incluso alrededor de los 50. Cabe
destacar que esta capacidad biológica en la actualidad no se corresponde del todo
con la duración de la vida reproductiva de la mujer en las sociedades desarrolladas
actualmente, pues se recomienda que por razones de madurez biológica las
mujeres no se embaracen antes de los 21 años; si introducimos el factor económico
tenemos que muchas mujeres prefieren convertirse en madres después de los 30
años.
Otras causas de la Impotentia Concipiendi incluyen la carencia o atrofia de los
ovarios, tumores ováricos, enfermedades en las trompas, malformaciones en el
útero o infecciones locales del mismo, entre otros factores.
Impotentia Gestandi: Este tipo de impotencia es exclusiva de la mujer, y consiste
en la imposibilidad de llevar un embarazo hasta el final. Algunos autores lo
denominan “aborto habitual”, y puede deberse a una gran cantidad de factores que
incluyen enfermedades venéreas como la sífilis, incompatibilidad hemática de los
padres, avitaminosis, entre otros.
Impotentia Parturiendi: Se trata de la imposibilidad de dar a luz por medios
naturales sin intervenciones quirúrgicas.
Importancia dentro de la Medicina Legal
Desde el punto de vista médico-legal la impotencia tiene cierta relevancia en el
aspecto civil por lo establecido en el artículo 47 del Código Civil Venezolano (CCV),
el cual establece la imposibilidad de contraer matrimonio a las personas que
adolezcan de impotencia permanente y manifiesta, incluso puede ser causa de
nulidad del matrimonio, según el artículo 119 CCV, si es demandada por el otro
cónyuge. Cabe destacar que para que esto proceda la impotencia debe ser anterior
al matrimonio, ya que una vez celebrado este los esposos están obligados a
apoyarse en toda circunstancia, “salud y enfermedad” como se dice corrientemente.
Perversiones Sexuales:
Son desviaciones en el instinto sexual, las cuales se caracterizan por
manifestaciones del acto sexual, casos en los cuales el estímulo no es de carácter
normal. También son conocidas bajo el nombre de Psicopatías sexuales, siendo
Krafft-Ebing el primero en hacer una clasificación clínica de ellas.
- Paradoxia: Ocurre cuando el instinto sexual de la persona no corresponde con la
edad biológica de la misma.
- Anestesia: Es la total ausencia de instinto sexual en la persona. Este carácter es
normal durante la infancia y la senilidad. Si se trata de una disminución del instinto
sexual entonces se le conoce como hipoestesia.
9. Necrofilia: Esta categoría fue añadida posteriormente por Nerio Rojas, y consiste
en la atracción sexual hacia los cadáveres. En algunos casos el deseo queda
satisfecho con la simple vista del cadáver, pero en otros más serios el afectado por
la parafilia llega a exhumar los cuerpos e intenatar penetrarlos.
Esta clasificación se ha modificado con el tiempo. Básicamente se han añadido
otros tipos de parafilia que no son reseñadas aquí porque resulta especialmente
largo. De mismo modo cabe destacar que en su inicio se incluía en esta lista la
homosexualidad, tema que en la actualidad sería muy delicado de tratar y por ende
no lo tocaré en este artículo.
Importancia Médico-legal
El tema de las perversiones sexuales tiene especial relevancia es en el derecho
penal. En ellas se puede establecer el nexo causal entre un hecho punible (como
puede ser un delito sexual, una lesión, etc.) y la persona que cometió el delito. De
igual forma, si se demuestra la existencia de la enfermedad puede que la persona
se vea beneficiada por un atenuante o eximente de la pena.
En cuanto al derecho Civil: La parafilia puede ser también una causa de impotencia,
que, como ya dijimos, constituye un impedimento para contraer matrimonio. De igual
forma las parafilias pueden encuadrar en el ordinal 7º del artículo 185 del Código
Civil como un causal de divorcio.
El vocablo coito deriva del latín “coĭtus” que se refiere a la unión íntima entre dos
sexos o cópula sexual, debido a que consiste en la introducción del pene en la
vagina o el ano, además se puede decir que las parejas heterosexuales fértiles,
pueden estar presentes en fines reproductivos. El período de durabilidad de un acto
sexual puede ser desde dos minutos hasta más de cuarenta minutos.
En esta área existen diversos tipos de coitos como el coito vaginal, coito anal.
El coito anal, es la penetración que se hace en el ano, aquí en la zona anal se
necesita ubicación para que se les haga más fácil de penetrar que en el área de
la vagina, pero también pueden correr con el riesgo de entrar en contacto
con enfermedades de de transmisión sexual que se transmite de persona a
persona por medio del contacto sexual que se produce durante las relaciones
sexuales, incluyendo vaginal, el anal y el oral. La otra transmisión sería la del
V.I.H que es aquella que infecta a las células CD4, que son conocidas
como células T o como células T colaboradoras, esto se puede transmitir si las
personas al tener relaciones sexuales no lo hacen de manera segura.
El coito vaginal, es cuando introducen el pene en la vagina y realizan la
práctica sexual que entre individuos fértiles tiene probabilidades de resultado
en la fecundación y embarazo por lo que es el blanco de algunos sistemas
anticonceptivos que es el que impide o reduce la posibilidad de una fecundación
en mujeres fértiles que mantienen vínculos sexuales
de condición heterosexual en el cual incorporan el coito vaginal.
El coito o cópula vaginal es la introducción del pene en la vagina. Puede ser también
un coito anal o un coito oral, cuando la introducción del pene es en el recto a través
del ano o en la boca respectivamente. Es sólo una parte de la respuesta sexual
coital y ésta es una fase del proceso relación sexual. En muchas oportunidades
puede estar ausente, o incluso ser parcialmente cumplido, sin que por ello afecte la
totalidad de la relación humana en el campo de la sexualidad. La relación sexual
humana se construye en base al desarrollo de la sexualidad como componente de
la personalidad con sus características de historicidad, voluptuosidad,
trascendencia, lenguaje y respuesta paradojal.
DESFLORACIÓN:
es la ruptura de la membrana himeneal producida por la penetración del pene en
erección. Excepcionalmente dicha ruptura puede deberse a la acción de un
traumatismo o a la acción de un instrumento o por penetración de los dedos.
En la desfloración se produce normalmente cierto desgarro, lo cual se manifiesta
por cierto dolor y sangramiento. Este signo (hemorragia) y aquel síntoma (dolor) son
generalmente discretos pero pueden tener variaciones desde el punto de vista
cuantitativo y cualitativo
¿Qué es?
El himen es una fina membrana que cierra el orificio superficial de
la vagina que está presente en la mayoría de las mujeres desde su nacimiento y
presenta ciertas aberturas para permitir el paso de la menstruación.
Durante el desarrollo del feto el himen no está presente puesto que no existe
apertura vaginal y se genera antes del nacimiento.
La forma y el tamaño del himen difieren mucho entre las mujeres. Lo más
común es que se no esté completamente cerrado. Sin embargo, se puede dar que
con el nacimiento, el himen esté completamente sellado y permanezca así hasta la
primera regla. En estas circunstancias, la mujer puede tener complicaciones ya que
la menstruación no se desarrolla de la misma forma y como consecuencia puede
provocar grandes dolores a la mujer hasta que en algunos casos se requiere una
intervención quirúrgica para corregir la situación.
Aunque la rotura del himen está asociada a la primera relación sexual, lo cierto es
que este tejido es muy frágil y delgado y su rotura se puede deber a la realización
de actividades físicas, como montar a caballo, a introducir o sacar tampones o
con la masturbación. Además, no siempre se produce dolor o manchado de sangre
cuando se rompe.
Tipos de himen
Podemos encontrar cuatro tipos principales de himen:
Normales
El orificio se encuentra en el centro suele estar situado hacia arriba o en la línea
media. En el himen normal podemos encontrar varios tipos:
Anular: El himen normal anular el orificio está en el centro y éste está
rodeado de una membrana que suele tener un ancho similar.
Labial. En la línea media del himen hay un hueco alargado. A cada lado hay
una membrana que simula la apariencia de unos labios.
Anómalos o atípicos
Estos son los que más variedades tienen. Los más frecuentes son:
Biperforado: este tipo de himen se caracteriza porque consta de un tabique
que divide el orificio en dos.
Herradura obturada.
Himen flexible
También conocido como himen dilatable. El himen flexible es aquel cuyo orificio
tiene unas dimensiones mayores que permite la entrada del pene o de los dedos
sin que se rompa. El aumento de las dimensiones se debe a que en este tipo, el
himen tiene una capacidad elástica que le dota de gran flexibilidad y permite el
aumento del tamaño y que posteriormente el himen vuelva a su posición normal
cuando el elemento externo sale del cuerpo.
Himen con el orificio dilatado
En estos casos la membrana se mantiene y el orificio es aún más grande de lo
habitual. Se puede producir debido a una malformación congénita o porque la
dilatación se va adquiriendo conforme pasa el tiempo.
Imperforación del himen
Cuando el himen cubre toda la abertura de la vagina y no dispone de ningún orificio
que facilita, por ejemplo, la menstruación, se produce la imperforación del himen.
Éste es el tipo de obstrucción más común de la vagina.
La imperforación la pueden padecer algunas niñas desde su nacimiento. En la
actualidad se desconocen cuáles son las causas que pueden provocar esta
malformación.
El diagnostico suele producirse en el nacimiento, durante el primer examen físico
que reciben los niños, el médico puede detectar que el himen no tiene ningún
orificio. Si en la primera infancia no se ha detectado, se suele diagnosticar una vez
que las niñas tienen su primer periodo puesto que el flujo de la sangre está
bloqueado y puede provocar que las mujeres tengan dolor de espalda, de estómago
y/o problemas para orinar. Mediante una ecografía en la pelvis, el médico puede
diagnosticar esta malformación.
Si el diagnóstico se produce cuando son bebés, el tratamiento se retrasará cuando
sean mayores antes de tener el primer periodo. Las niñas serán sometidas a una
cirugía menor para extraer la membrana extra que tienen. El mismo procedimiento
se realizará en las mujeres que se diagnostican más tarde. La recuperación tras
la operación es de unos días.
Signos y consecuencias de la desfloración.
Aun cuando ya hemos dicho que el principal atributo de la virginidad es la integridad
del himen, el hecho de que una mujer tenga su himen intacto, no desgarrado, no
significa que no haya tenido nunca relaciones carnales, porque ciertas formas de
hímenes permiten practicar la cópula sin desgarramiento: el himen lobulado, por
ejemplo, permite a una joven de más de diez y seis años realizar el coito sin dejar
huellas, pues las muescas naturales y congénitas que tiene, permiten la introducción
de objetos voluminosos en la vagina, empujando hacia atrás los lóbulos y las
muescas, sin desgarramiento de la membrana.
Otras veces la gran elasticidad de la membrana y el tamaño de su orificio central,
permiten introducir el pene por dicho orificio sin ruptura del himen.
Por consiguiente, cuando una mujer ostenta la integridad de su membrana himenal,
en los casos en que la forma y elasticidad del himen hayan podido permitir una o
más cópulas. el médico-legista no debe afirmar que es virgen, sino manifestar que
la mujer presenta todos los atributos de la virginidad (si son concordantes todas las
demás características de la virginidad) y que no está demostrado que haya tenido
relaciones sexuales.
En cambio, si una mujer afirma haber sido violada, hasta repetidamente, y aun
cuando estuviere embarazada, en presencia de un himen intacto de consistencia
firme, poco elástico, y con un orificio muy pequeño, debe afirmarse que esa mujer
no ha podido practicar un coito completo.
Conviene manifestar así mismo que el himen puede haber sido desgarrado por
causa diferente a la de una práctica copulatoria (caída de un caballo sobre un
cuerpo agudo, caída en el agua con las piernas abierras, desfloración por el culpable
con los dedos o un cuerpo extraño).
Pero fuera de las anotadas circunstancias excepcionales, la regla que en el primer
coito completo (que no siempre coincide con la primera tentativa), el pene produce
el desgarramiento del himen, o sea, su desfloración.
Al examen, poco tiempo después del coito, se observará en el himen la existencia
de desgarros en forma de muescas irregularmente " apuestas, cuyos bordes están
ulcerados y faltos de revestimiento mucoso; lesiones estas últimas que permiten
diferenciar netamente esas muescas traumáticas producidas por el pene, de las
muescas naturales de los hímenes lobulados, cuyas características ya hemos
citado.
En caso de desfloración, en el himen anular suelen producirse de cuatro a cinco
desgarros radiados. En el himen semilunar, el número de colgajos es variable.
En todo caso, después del desgarramiento, los colgajos resultantes permanecen en
un mismo plano; y el himen conserva, salvo los desgarros, la misma configuración
que tenía antes de la desfloración.
Durante los tres o cuatro días subsiguientes, se efectúa la cicatrización de los
desgarros, pero las superficies ulceradas de los bordes no se sueldan entre sí, sino
que se cubren de una mucosa, que es muy, difícil diferenciar de la inmediata, La
cicatrización puede completarse al cabo de 5, 8 ó 15 días. La infección blenorrágica
retarda el proceso.
Excepcionalmente se verifica la reunión de los colgajos del himen, y éste tendría el
aspecto del himen virginal, si no existiera una cicatriz blanca destacándose en la
línea de la soldadura, sobre el fondo rosado de la mucosa de la membrana. "
En el momento de desgarrarse el himen, se produce una pequeña hemorragia, que
en ciertos casos pasa inadvertida.
Después de muchos coitos, los colgajos del himen, frecuentemente separados entre
sí y comprimidos por el pene contra la pared de la vagina, se atrofian
progresivamente.
Con el primer parto los colgajos así atrofiados, se acaban de desgarrar en
numerosos fragmentos, no quedando después de la cicatrización sino mínimos
vestigios, consistentes en crestas mucosas, denominada "carúnculas mirtiformes".
En los hímenes septum o en puente, después de la desfloración se observan los
restos de la brida membranosa, bajo la forma de dos tiras que flotan por delante de
la entrada de la vagina.
En consecuencia, les peritos en presencia de desgarros reciente sangrantes y a
veces supurados pueden emitir con bastante precisión un juicio de desfloración
reciente (15 días a lo más si no hay cicatrización). En cambio, cuando los colgajos
se han unido y cicatrizado pesar de las diferencias anotadas entre las muescas
naturales y las traumáticas, puede haber en la práctica confusión y errores y su dicta
debe ser muy cauto y reservado; incluso admitida la desfloración anterior, después
de un mes no es posible prácticamente: precisar el tiempo de la desfloración si la
mucosa que cubre los bordes desgarrados tiene el color de la mucosa normal, sobre
todo si hay cicatrices blancas lineales.
Cuando en cambio se verifica la existencia de carúncula s mirtiformes, se puede
afirmar la existencia de un parto anterior.
Se suele indicar a simple título de orientación, que las mujeres que han tenido
numerosas aproximaciones sexuales con el tiempo presentan como signos
complementarios o accesorios de su no virginidad, la flacidez y alargamiento de los
grandes labios, el alisamiento de los repliegues de la mucosa vaginal, los pechos
menos firmes y los pezones más prominentes, pero esto no tiene nada de
característico para emitir un juicio seno.
De acuerdo con Thoinot, además de la desfloración, son signos probatorios del acto
sexual: 1) las lesiones de las partes genitales (por desproporción en el tamaño de
los órganos o por brutalidad en la realización del acto); 2) el contagio venéreo; 3) la
presencia de esperma; y 4) el embarazo. Agregaríamos un quinto signo que
consiste en las lesiones extragenitales y que con Manunza hemos denominado
indirectas.
Las lesiones de las partes genitales por los citados motivos se producen,
especialmente cuando la víctima es impúber. Tales lesiones varían en gravedad
creciente, desde las laceraciones vaginales hasta la desinserción del recto, siendo
igualmente graves sus consecuencias hasta el punto de poder ocasionar la muerte
de la víctima, (hemorragias irrefrenables, secuelas infectivas cuando ha sido
interesado el peritoneo pélvico, etc.).
En relación con el contagio venéreo, el control de la afección sobre la víctima,
mediante los exámenes de laboratorio oportunos, permitirá establecer en estos
casos los elementos de prueba contra el imputado, que debe naturalmente, resultar
afecto de la misma enfermedad. Pero debe tenerse presente que casos de contagio
de enfermedades venéreas pueden verificarse (especialmente en las jóvenes y en
las niñas de las clases sociales más pobres) cuando duermen en la misma cama
con personas adultas enfermas, por transmisión a través de la lenceria por escasa
limpieza en general. Como es sabido, para el contagio blenorrágico el período de
incubación es de tres días, término que se debe tener en cuenta a los fines de la
estimación adecuada de los tasas prácticos.
Es importante también el contagio sifilítico, cuya diagnosis se hace rutinariamente
por medio de la reacción de Wassermann y otras usuales. 1) particular importancia
tiene respecto de esta enfermedad la presencia del chancro sifilítico, por la
determinación cronológica que puede establecerse para su aparición.
La presencia de esperma en los genitales de la víctima resulta, desde luego
importante como elemento de corroboración de la cópula, aunque para que haya
violación no es preciso que haya habido eyaculación del culpable. Escaso
significado, por otra parte, tiene la comprobación de "aglutinógenos" espermáticos
(14) del presunto culpable en las manchas de la lencería, puesto que ello podría
indicar sólo un simple contacto libidinoso, no copulatorio.
Acerca del embarazo, él puede ser resultado no sólo de la cópula, sino también de
una "ejaculatio ante portam" en un atentado al pudor mayor valor tiene su
apreciación en sentido negativo, es decir, cuando la época del embarazo no
concuerda con la fecha en que la víctima; pretenda haber sido víctima del acto
carnal violento.
Sobre los signos de violencia extragenital (indirectos), hemos de repetir que en las
niñas prácticamente no se observan, ya que sólo, como regla, la violencia del
agresor se localiza en sus genitales, al contrario de lo que ocurre con la mujer adulta.
En efecto, en la mujer adulta no faltan nunca otros signos físicos de violencia
material, debidos a la lucha sostenida antes de ceder. Entre estos signos prevalecen
las excoriaciones ungueales, las equimosis y a veces las mordeduras. Las
equimosis y las abrasiones cutáneas se encuentran normalmente en los brazos, en
las muñecas, en las rodillas, la proximidad de los genitales, sobre la superficie
interna de los muslos por la tentativa de separarlos, sobre las nalgas como indicio
de aprehensión y aproximación.
Algunas veces, excoriaciones y aun equimosis se encuentran también en el cuello
y sobre la boca, por las maniobras tendientes a impedir los gritos de la víctima.
Cuando la lucha ha sido particularmente violenta pueden aun observarse signos
más graves, como la distorsión de los miembros y las fracturas craneales por caída.
Finalmente pueden observarse zonas cuero cabelludo desprovistas de pelos por
arrancamiento. En estos no pueden surgir dudas acerca de la resistencia de la
víctima.
Diferente, es la situación en que sólo se, observan pequeñas equimosis y lesiones
muy leves, que pueden haber sido producto de autolesión de la falsa víctima para
preparar una prueba de supuesta lucha.
En definitiva, debe tenerse muy presente la naturaleza, extensión y ubicación de los
signos de violencia, que pueden incluso extenderse hasta las mamas y el perineo.
Es preciso agregar que los juicios seguros en materia de evaluación de las huellas
de violencia, sólo pueden emitirse inmediatamente después del hecho o a distancia
de muy pocos días de ocurrido.
No debe perderse de vista la posibilidad de un atentado cometido por un sádico,
caso en el cual pueden observarse heridas más o menos graves inferidas con armas
sobre el cuerpo o específicamente sobre los genitales.
En el acto del examen médico en los casos de violación y estupro la mirada del
perito rebasa su función, no sólo reconoce los genitales de la víctima y los golpes
que comprobarían el acto forzado, las sinuosidades del cuerpo, la mirada y hasta la
higiene son objeto de valoración. Se revela así una gama amplia de calificativos,
donde el imaginario y las subjetividades se expresan a través de palabras que
rebasan la descripción técnica. La comprobación del hecho se enfrenta con un
conjunto de dificultades, pues no es solo necesario que se produzca la introducción
del pene en la vagina, sino también que existan evidencias de la presencia del
semen del agresor.
Semen y sangre aparecen como la pareja que entorna las faltas al pudor, ambos
fluidos son ponderados con criterios diferentes, la presencia del primero es obligada
para comprobar el crimen, se duda de la procedencia de la segunda. El futuro de la
víctima se encuentra en manos de los peritos y la posible defensa se construye a
través de las estrategias sociales para la recuperación del honor. En casos de
mujeres que llevan una vida marital rara vez recurre al experto, se revela así que la
virginidad es la única que merece ser considerada para “la reparación del honor”.
En la desfloración se produce normalmente cierto desgarro, lo cual se manifiesta
por cierto dolor y sangramiento. Este signo (hemorragia) y aquel síntoma (dolor) son
generalmente discretos pero pueden tener variaciones desde el punto de vista
cuantitativo y cualitativo.
DESFLORACIÓN COMPLETA: es aquella en la cual el desgarro se extiende desde
el borde libre al borde adherente del himen.
DESFLORACIÓN RECIENTE:
1.bordes del desgarro son vivos, irregulares, sangrantes, rojos tumefactos.
2.los bordes del desgarro van cicatrizando por separado, no llegando a unirse jamás
por segunda intención.
3. al afrontar los bordes desgarrados se reproduce la forma primitiva que tenía el
himen.
4. la profundidad del desgarro generalmente llega hasta el borde adherente.
5. la data que tienen es de hasta ocho días.
DESFLORACIÓN ANTÍGUA:
1. los bordes quedan ligeramente engrosados, de aspecto fibroso.
2. las partes distales de los bordes son anguladas.
3. la data es mayor a ocho días.
4. al cicatrizarse, los bordes se retraen queda una separación o abertura entre los
mismos.
Violación
La violación o ataque sexual se define legalmente de diferente manera de
acuerdo con la jurisdicción de que se trate. Los médicos y el personal de las
salas de urgencias que atienden a las víctimas de violación deben estar
familiarizados con las leyes correspondientes al ataque sexual en su propio
estado. Desde un punto de vista médico y psicológico, es indispensable que
las personas que tratan a víctimas de violación reconozcan la naturaleza no
consensual y violenta del crimen. Cerca de 95% de las víctimas detectadas
por violación son mujeres. La penetración llega a ser vaginal, anal u oral, y
realizarse con el pene, la mano o un objeto extraño. La ausencia de lesión
genital no implica consentimiento por parte de la víctima. El atacante puede
ser desconocido de la víctima o, con más frecuencia, algún conocido, incluso
el cónyuge.
El “coito sexual ilícito” o estupro, es el coito con una mujer antes de la mayoría
de edad, aun con su consentimiento.
La violación representa una expresión de ira, poder y sexualidad por parte del
violador. Éste suele ser un varón hostil que usa el acto sexual para aterrorizar
y humillar a la mujer. Las mujeres no desean ser violadas ni lo esperan, no
estimulan ni disfrutan la violación.
La violación implica lesión física grave en 5 a 10% de los casos, y siempre es
una experiencia aterradora en la cual la mayoría de las víctimas teme por sus
vidas. En consecuencia, todas las víctimas padecen algunas consecuencias
psicológicas posteriores. Además, algunas víctimas de violación llegan a
adquirir enfermedades de transmisión sexual o embarazarse.
La medicina legal, en el ámbito de la gineco - sexología, constituye un elemento
fundamental en la determinación o descarte de la violación sexual tanto en personas
que acusan a un presunto sujeto activo, como para quienes por su edad, o condición
de incapacidad no puede o no tienen la posibilidad de denunciar a quien le pudo
haber sometido a este tipo de hecho que atenta, de acuerdo con el Código Penal
Venezolano, contra las buenas costumbres y el buen orden de las familias.
Al igual que otras ciencias auxiliares del derecho, en este caso, del derecho penal,
se sirve de diversos análisis científicos que conducen a identificar las variaciones
anatómicas tanto en la mujer como en el hombre, o niño, niña y adolescente que ha
tenido una relación sexual, contra o no de su voluntad.
En este sentido, se concluye que para que se configure un delito de violación sexual
deben presentarse como mínimo dos elementos: amenazas o violencia física,
consumación del acto carnal o de cualquier otro tipo siempre y cuando se haya
utilizado un objeto para la penetración oral, vaginal o anal contra la voluntad de la
víctima.
Por otra parte, se destaca en la investigación que los elementos de diagnóstico
medico legal para la determinación de la presencia o no de un hecho de violación,
lo constituyen el análisis del himen de la mujer para identificar el grado y antigüedad
de desfloración, si es que la misma existe, así como también el tipo de desgarro que
se pudo haber presentado por la relación sexual, que tiene características
específicas si ha sido de forma violenta.
Articulo 374. Quien por medio de violencias o amenazas haya constreñido a alguna
persona, de uno o de otro sexo, a un acto carnal por vía vaginal, anal u oral, o
introducción de objetos por alguna de las dos primeras vías, o por vía oral se le
introduzca un objeto que simulen objetos sexuales …Omissis…
En dicho artículo su encabezamiento, habla de acto carnal, entendido este desde el
aspecto médico legal como la penetración del órgano sexual masculino en estado
de erección, bien sea total o parcial, sin la necesidad de haber experimentado ni el
orgasmo ni haber llegado a la eyaculación, de tal manera que puede haber
penetración total o parcial, y de esto se desprende que el delito admite tentativa,
pero no frustración. En la redacción del artículo 374, se observa que tanto el sujeto
activo como el sujeto pasivo puede ser cualquier persona, sin importar sexo,
honestidad de la víctima o condición de cónyuge.
Diversos tipos de Violación.
En un sentido general, la violación como grave atentado a la libertad sexual y al
pudor inherente a la persona humana, consistiría en la realización del coito sobre
una mujer, sin su consentimiento. Estando sujeta a penas agravadas por exponer
al embarazo a la ofendida.
De acuerdo con nuestro Derecho Sustantivo Penal (Artículo 375), podríamos
definirla como cópula practicada en personas de uno u otro sexo (comprendido por
eso el coito sodomítico) contra su voluntad o sin su consentimiento.
En efecto, conforme al citado artículo cuando se emplean violencias o amenazas
para constreñir al acto carnal, se obra contra la voluntad del ofendido. Y en las
demás circunstancias de violencia presunta determinadas en la segunda parte del
artículo (menor de doce años; o que" no haya cumplido diez y seis si el culpable es
un ascendiente, tutor, o institutor; detenido o condenado, confiado a la custodia del
culpable persona que no estuviere en capacidad de resistir por causa de
enfermedad física o mental, o por otro motivo independiente de la voluntad ", del
culpable o por consecuencia del empleo de medios fraudulentos o sustancias
narcóticas o excitantes) se actúa' sin el consentimiento del agraviado.
La agravación de la pena para este delito, en relación con los de atentado al pudor
strictu sensu y ultraje público al pudor, se explica por el alcance de la ofensa, la
mayor que se puede inferir a una persona contra su libertad sexual y su pudor.
Violación presunta
o Aún cuando el acceso carnal se realiza con el consentimiento de la víctima es
considerado un hecho punible si al momento del delito la víctima:
o -no tuviese doce años de edad
o -o que no haya cumplido dieciseis años, si el culpable es un ascendiente, tutor
o institutor
o -o que hallándose detenida o condenada, haya sido confinada a la custodia del
culpable.
o -o que no estuviere en capacidad de resistir por causa de enfermedad física y
mental; por otro motivo independiente de la voluntad del culpable o por
consecuencia del empleo de medidas fraudulentas o sustancias narcóticas o
excitantes de que éste se haya valido.
Violación anal
o En este tipo de violación es importante determinar si hay signos de violencia
reciente o si la víctima tiene coito anal habitual.
o En caso de haber violencia, el ano presenta las siguientes características:
o -desgarro triangular
o -desgarro de algunos pliegues anales
o -desgarros rectoperineales
o -hemorragias en las paredes del ano y del perineo
violencia en niños, niñas y hombres
Existen otras formas de violencia hacia los niños, sobre las cuales no hay cifras
confiables actualizadas en el país: los niños buhoneros, saltimbanquis o en brazos
de sus madres pidiendo limosna en los semáforos, niños de la calle y en la calle,
generalmente alejados de su casa por maltratos reiterados, prostitución infanto-
juvenil, trabajadores ilegales, niños y jóvenes fuera de instituciones educativas por
falta de cupo o por carencia de recursos, familias disfuncionales, lo cual se conoce
bien como factor de riesgo para consumo de alcohol y drogas ilícitas así como
conducta antisocial, en los varones y de prostitución y embarazo precoz en las
niñas. Las madres adolescentes, mas de 130.000 cada año, que involucran dos o
tres menores de edad: la madre, el hijo y muy frecuentemente, el padre también
adolescente; niños y jóvenes en los mal llamados “refugios”, muchas veces durante
varios años, niños sin cédula o sin registro de nacimiento, lo cual los anula como
ciudadanos, niños en los ranchos, en riesgo de violación cuando la madre sale a
trabajar, todo esto en violento contraste con el texto de las leyes de protección
infantil vigentes en el país, de redacción y contenidos ideales y deseables, pero
poco útiles en la práctica ciudadana.
Por otra parte, el “maltrato o abuso” de niños, objetivo principal de este material,
concebido en el límite de lo que sucede en el entorno familiar o escolar, en todas
sus variantes, constituye un daño que deja profunda huella en la personalidad en
formación y muchas veces, como incapacidad irreversible, definitiva. Hay un gran
sub-registro; las cifras reales no son divulgadas por los organismos oficiales.
Todos los países de América Latina y el Caribe reconocen la existencia, en sus
países, de violación, incesto, abuso sexual, explotación sexual, prostitución infantil
y el uso de niñas en la pornografía. Hay documentos de la OMS que señalan que
más del 36% de las niñas y el 29% de los niños de la región sufrió abuso sexual el
año 2003.
En Venezuela, la LOPNA (1998) y la LOPNNA (2007), basadas en la CDN,
establecen, con más detalles que ésta, los derechos de los niños y figuran, además,
las faltas y las sanciones a quienes incumplan las violaciones de estas disposiciones
legales. En relación con el maltrato, el Artículo 32 de la LOPNNA establece (versión
resumida y abreviada): “Todos los niños, niñas y adolescentes (n.n.a.) tienen
derecho a la integridad personal…. integridad física, síquica y moral… no pueden
ser sometidos a torturas, ni a otras penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes. El Estado, las familias y la sociedad deben proteger a todos los n. n.
a. contra cualquier forma de explotación, maltrato, torturas, abusos o negligencias
que afecten su integridad personal”.
A lo largo de la historia, los conflictos armados se han caracterizado por la violencia
sexual generalizada, que suele considerarse una consecuencia inevitable de la
guerra. La violencia sexual persiste como un fenómeno devastador con
consecuencias perjudiciales para las víctimas (mujeres, hombres, niñas y niños),
así como para sus familias y toda la comunidad. Asimismo, el número de estos actos
de violencia es mucho mayor que el informado, y se los subestima en términos de
su prevalencia y consecuencias. La respuesta humanitaria a las diversas
necesidades de las víctimas aún es insuficiente.
1. ¿Qué es la violencia sexual
El término “violencia sexual” se usa para describir actos de naturaleza sexual
impuestos por la fuerza o mediante coerción, como la causada por el temor a la
violencia, la coacción, la detención, la opresión psicológica o el abuso de poder
contra cualquier víctima, ya sea hombre, mujer, niño o niña. Sacar ventaja de un
entorno coercitivo o de la incapacidad de la víctima para dar su libre consentimiento
es también una forma de coacción. La violencia sexual comprende la violación, la
esclavitud sexual, la prostitución forzada, el embarazo forzado, la esterilización
forzada, o cualquier otra forma de violencia sexual de gravedad comparable.
Tales actos rara vez ocurren en forma aislada. Forman parte de un escenario de
abuso y violencia, que incluye asesinatos, reclutamiento infantil, destrucción de la
propiedad y saqueos. La violencia sexual puede utilizarse como una forma de
represalia, para generar miedo, o a modo de tortura. También puede utilizarse
sistemáticamente como método de guerra, con el fin de destruir el tejido social.
2. ¿A quién afecta y en qué forma?
Los conflictos armados y otras situaciones de violencia afectan a las mujeres, los
hombres, las niñas y los niños de manera diferente. Ciertas personas pueden ser
más vulnerables a la violencia sexual que otras. Esto incluye a los desplazados, los
migrantes, las viudas, las mujeres jefas de hogar, los detenidos, las personas
asociadas con las fuerzas armadas o con grupos armados, o las personas de grupos
étnicos específicos. También se comete violencia sexual contra hombres y niños,
quienes se vuelven particularmente vulnerables en algunos contextos, como en los
casos de detención.
La violencia sexual puede causar traumas físicos y psicológicos graves, infección
por VIH y, en ocasiones, la muerte. Además, el padecimiento de las víctimas a
menudo tiene varias facetas: no sólo reciben lesiones y traumas potencialmente
peligrosos y persistentes, sino que también se enfrentan a la estigmatización y el
rechazo por parte de sus familias y comunidades.
A pesar de su incidencia generalizada en muchos conflictos armados, con
frecuencia la violencia sexual permanece oculta. Los sentimientos de culpa y de
vergüenza, el temor a las represalias, o los tabúes en torno al tema pueden impedir
que las víctimas denuncien estos actos. Como resultado, a menudo se oculta la
magnitud del problema y, por ende, puede hacerse muy difícil llegar a las víctimas
y brindarles apoyo.
¿La violencia sexual es un crimen de guerra?
El Estatuto de la Corte Penal Internacional incluye la violación y algunas otras
formas de violencia sexual en la lista de crímenes de guerra y en la lista de actos
que constituyen crímenes de lesa humanidad cuando se los cometen como parte
de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil.
Elements of Crimes, Estatuto de la Corte Penal Internacional (inglés)
Statement of the trial chamber at the judgement hearing, Tribunal Penal
Internacional para la ex Yugoslavia (inglés)
Jugement, el fiscal contra J-P Akayesu, Tribunal Penal International para
Ruanda (inglés)
Asimismo, la violación y otras formas de violencia sexual pueden constituir crímenes
internacionales de otro tipo. Particularmente, la violación se equipara con la tortura,
por ejemplo cuando un funcionario del Estado la perpetra intencionalmente con el
fin de obtener una confesión de la víctima.
La violencia sexual también puede constituir un acto de genocidio, por ejemplo
cuando se trata de una medida impuesta con objeto de impedir los nacimientos en
el seno del grupo étnico, mediante actos como la mutilación sexual o la
esterilización. La violación puede ser una medida destinada a impedir los
nacimientos: en las sociedades patriarcales, por caso, cuando un hombre embaraza
deliberadamente a una mujer de otro grupo étnico con la intención de forzarla a dar
a luz a un niño que, debido a esa circunstancia, no pertenecerá al grupo de su
madre.
Las violaciones cometidas durante un conflicto armado y en relación con éste son
crímenes de guerra y deben ser sancionadas. Además, la violencia sexual siempre
constituye una infracción de los instrumentos internacionales de derechos humanos
y de muchos ordenamientos jurídicos nacionales y religiosos o tradicionales.
9. ¿Qué sucede con los presuntos responsables de violencia sexual?
El CICR exhorta a todas las partes en un conflicto armado a cumplir la obligación,
establecida por el derecho internacional humanitario, de proteger a las mujeres, los
hombres, las niñas y los niños contra los actos de violencia sexual y de permitir el
acceso irrestricto a la asistencia de salud para todas las víctimas de violencia
sexual.
El CICR recuerda a las partes en un conflicto armado que todas las formas de
violencia sexual están prohibidas por el derecho internacional humanitario y las
exhorta a incorporar esta prohibición en la legislación interna, en los códigos
militares y en los manuales de instrucción de los portadores de armas. El CICR
organiza sesiones informativas sobre la prohibición de la violencia sexual para los
portadores de armas en todo el mundo y adapta estas sesiones a los tipos de
infracciones que ha observado en diferentes contextos.
La violación y otras formas de violencia sexual consideradas como infracciones
graves del derecho internacional humanitario conllevan responsabilidad penal
individual y deben ser juzgadas. Todos los Estados están obligados a tipificar como
delito estas infracciones en la legislación nacional, así como a investigar de manera
efectiva y juzgar cualquier caso de violencia sexual.
Por otra parte, en diálogo confidencial con las autoridades o con los grupos
armados, el CICR plantea preocupaciones sobre hechos observados o alegados
relativos a la perpetración de actos de violencia sexual, incluso las consecuencias
de tales actos para las víctimas y las comunidades, sus efectos legales y penales,
así como posibles medidas para identificar y sancionar a los autores, para proteger
a la población y para disminuir el riesgo de que se cometan esos crímenes.
Violencia sexual en medio de la represión política en Venezuela
Actualmente, frente al aumento las protestas y la represión policial en Venezuela,
se incrementan las denuncias de violencia sexual por parte de organismos del
Estado venezolano, lo que representa una franca violación a los derechos humanos.
Ante este penoso escenario, organizaciones sociales como AVESA sensibilizan y
forman defensores de derechos humanos frente a este tema.
Por: Constanza Armas
Claves: Amnistía Internacional, AVESA, represión política, Venezuela, violación
sexual, violencia sexual
Tamaño texto: A+ A-
Venezuela, tras años de descontento y protestas, tiene más de tres meses
encendida por masivas protestas en contra del Gobierno Bolivariano. Tras las
demandas de la población, la represión y el abuso policial se han hecho sentir y ha
dejado más de 90 personas muertas, la mayoría de ellas a manos de las fuerzas
del Estado, cientos de heridos y presos, tanto en cárceles comunes como militares.
En este contexto, comienzan a surgir denuncias de diversas organizaciones de
derechos humanos sobre violencia sexual, como medio de tortura, ejercida por
las Fuerzas Estatales en contra de la población.
La Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (AVESA)
denuncia en su página web que de “acuerdo a información de defensores y
defensoras de derechos humanos expresada en (una) reunión realizada en AVESA,
el día 30 de junio de 2017, el 100% de las personas detenidas ha expresado haber
sido víctima de alguna forma de violencia sexual, pero no todas formalizan la
denuncia bien sea para evitar una mayor humillación pública y/o porque
consideraban que nadie sería sancionado”.
Esta organización ha hecho eco de las noticias publicadas en diarios de circulación
Nacional entre el 1 de abril y el 11 de julio, donde encontró un total de 6 noticias
sobre delitos sexuales, con 25 víctimas, 14 mujeres (56%) y 11 hombres (44%).
Según el documento, dos hombres y dos mujeres fueron violados sexualmente y
una mujer fue víctima de intento de violación sexual. Un número significativo de
detenidos -nueve hombres y seis mujeres- fueron expuestos a las violaciones
sexuales o al intento de la misma.
En cuanto a las instituciones del Estado involucradas en los delitos señalados, figura
la Policía Nacional Bolivariana, en el 68% de los casos, seguida de PoliAragua con
20% de los casos y en tercer lugar, la Guardia Nacional con 12% de casos.
Corresponsales Clave entrevistó a Magdymar León, Coordinadora Ejecutiva de
AVESA, respecto de esta inaceptable situación. Ella señaló que “la violencia sexual
ha sido utilizada históricamente a nivel mundial como un mecanismo de represión
utilizado contra manifestantes, contra personas que disiden políticamente de los
gobiernos. De manera que es una estrategia el uso de la violencia sexual como
forma de tortura o para disminuir la fortaleza de la ciudadanía y de las personas que
están protestando. En Venezuela no tenemos mucha experiencia con respecto de
este tipo de casos, a diferencia de por ejemplo en la dictadura de Pinochet en Chile
(…). Desde el 2014, cuando empezaron a darse con más fuerza las manifestaciones
políticas en Venezuela, comenzaron a conocerse casos de delitos sexuales de
manera importante como por ejemplo el caso de Juan Manuel Carrazco, que fue
público; él fue violentado en Valencia con un fusil.
(…) en los casos de violencia sexual, lo que está detrás no es el deseo sexual, es
un tema de dominación, de control, de humillar al otro, de debilitar las fortalezas de
la víctima, no tiene que ver con un tema de atractivo sexual, como usualmente se
piensa. (…) las víctimas pueden ser tanto hombres como mujeres, usualmente se
identifica un mayor número de mujeres, pero llama la atención que, al menos en
Venezuela, hemos notado que los hombres también han sido víctimas.
AVESA no trabaja directamente con las personas detenidas, sino de acuerdo a los
reportes de organizaciones que trabajan en derechos humanos como el Foro Penal,
Amnistía internacional, COFAVIC o CESAP, quienes cuentan con abogados y
abogadas que ayudan a las víctimas, identifican casos de tortura y acompañan en
el proceso de liberar a los detenidos y detenidas arbitrariamente, como hacer las
denuncias respectivas o defender a los jóvenes detenidos. Casi siempre los casos
que más resaltan en los medios son los de violación sexual que es el delito más
valorado, aunque existen muchas formas de violencia sexual.
Corresponsales Clave: ¿Qué está haciendo específicamente AVESA?
Magdymar León: Nuestro objetivo, desde AVESA, es brindar apoyo a defensores y
defensoras de derechos humanos para que tengan las herramientas para el
abordaje de este tipo de casos (…); lo hacemos desmontando los mitos y prejuicios,
como que “si no hay evidencia física no ha pasado nada”, “si no hay violación no ha
pasado nada”, o que “un simple manoseo no es violencia sexual”. Es decir, que no
identifican todas las formas de violencia sexual, no siempre las exploran
completamente; las víctimas no exponen abiertamente este tipo de situaciones por
vergüenza, por temor o por pensar que eso a lo mejor no va a llegar a mayores (…).
Entender cómo las legislaciones internacionales establecen que la declaración de
la víctima es una prueba importantísima en los delitos sexuales cuando no hay
evidencia física, que la mayoría de estos delitos no deja evidencia física, explicarles
que las evaluaciones psicológicas pueden ser un elemento de prueba y que existen
diferentes herramientas o instrumentos psicológicos que nos pueden ayudar para
esta labor.
Estamos coordinando un primer taller para agosto, al menos con las organizaciones
que están en Caracas y en función de eso continuar con otros estados del país.
Paralelo a eso, está la demanda de atención psicológica y estamos haciendo
articulación desde esta atención y pensamos que con Psicólogos sin Fronteras, con
CESAP o con alguna otra organización del interior del país podemos hacer una
especie de articulación para que ellos estén en capacidad de recibir a las víctimas
y allí también estamos organizando una especie de acompañamiento para las
psicólogas y los psicólogos.
Además, (estamos) haciendo una campaña de redes sociales para mandar tips a
los defensores y defensoras de derechos humanos para que empiecen a ver el tema
de los delitos sexuales dentro de la represión política de una manera distinta. Es
como iniciar un proceso de sensibilización, además estamos elaborado una especie
de manual o cartillas sobre la atención de la violencia sexual para defensores y
defensoras de derechos humanos.
C.C.: ¿Cómo ha sido la receptividad de las organizaciones?
M.L.: Ha sido muy buena, ya tuvimos una primera reunión con Foro Penal,
COFAVIC, CESAP, Psicólogos sin Fronteras, Amnistía Internacional, Provea, entre
otras. Yo noto muchísima receptividad e interés de su parte y pienso que ese interés
deriva de la práctica que están viendo en la realidad y necesitan apoyo para poder
tener una respuesta y eso hay que aprovechar.
C.C.: ¿Están recibiendo algún tipo de financiamiento?
M.L.: Esto es solo cooperación entre las organizaciones. No está previsto pago de
ningún tipo; la elaboración de contenidos y la producción de algunos materiales está
previsto de la cooperación entre diferentes organizaciones.
C.C.: Tomando en cuenta el contexto de represión y de violación de los derechos
humanos, ¿ustedes dentro de su organización tienen miedo de realizar este trabajo?
M.L.: Es una muy buena pregunta, eso mismo ya lo hemos conversado entre
defensores de derechos humanos. De hecho, hay varias iniciativas para brindar
apoyo a los defensores o para desarrollar estrategias de protección de los propios
defensores, a estar atentos al manejo de la información pública, mecanismo de
seguridad de teléfonos celulares y correos electrónicos. Es decir, sabemos que hay
un contexto muy complejo, un contexto de vulneración importante de derechos
humanos y que defensoras y defensores corremos riesgo. Hay previsiones que
tomar, sobre todo con el manejo comunicacional. (…) hemos visto a otros
compañeros a quienes por redes sociales los agreden o que han ido directamente
a sus casas; son objeto de intimidación por parte de organismos del Estado como
la Policía Nacional Bolivariana. Hay unas personas que están más expuestas que
otras, dentro del ámbito de los derechos humanos. No creemos que el tema de la
violencia sexual sea el que más le preocupe al gobierno, pero evidentemente
tenemos que tener en consideración que algunos riesgos hay, pero igual forma parte
de nuestro trabajo y nuestra misión como organización y diría como un activismo
ciudadano y el aporte que uno puede hacer por el país.
Lo que ocurre en Venezuela es inaceptable. Debemos alzar la voz en favor de las
víctimas de estos atroces delitos, les invitamos a hacer eco de esta noticia y apoyar
a las organizaciones comprometidas en este tema para que sigan trabajando y
visibilizando lo que ocurre en el país. Sigamos adelante.
Violación en mujeres vírgenes y desfloradas
b) Violación de las vírgenes
Es la forma de violación que quizás tenga mayor pertinencia médico-legal, porque
su comprobación depende fundamentalmente del examen ginecológico revelador
de la desfloración o sea, del desgarramiento himenal.
Sabemos que los caracteres de la virginidad física son de índole general y local,
que en la mujer joven se manifiesta con la pureza " las formas y de la tonicidad de
los tejidos, aun en las partes genital donde se observa que los grandes labios están
bien conformados, aproximados entre sí por el desarrollo adecuado del panículo
adiposo, ocultando las ninfas o pequeños labios; es manifiesta la rugosidad de
pliegues vaginales y la horquilla bien delineada, etc. Pero, conforme expresó, el
juicio médico-legal de la virginidad debe basarse en las condiciones de integridad
del himen sobre el cual haremos de seguidas algunos comentarios que estimamos
indispensables en esta parte del tema.
El himen (del griego, membrana), es una membrana que cierra más o menos
completamente la entrada de la vagina. Esta membrana no falta en ninguna mujer
virgen, salvo excepciones rarísimas. Sin embargo, a veces es muy difícil
reconocerla, ya porque ha sido más o menos destruida, ya porque, aun estando
intacta, su situación Y su forma la hagan poco accesible al examen.
Cuando está intacta presenta numerosas variedades respecto a su consistencia da,
a su forma, a su espesor y a la forma y situación del orificio u orificios que tenga.
Su espesor es de un milímetro (1 mm.) aproximadamente, aunque las hay mucho
más espeso y tan consistente que han obligado a practicar un corte quirúrgico en
ella, en caso de matrimonio para facilitar la cópula. También las hay tan finas y
delgadas que han recibido el nombre de "himen de piel de cebolla".
Cuando su consistencia es lacia, elástica, se deja a veces deprimir bastante sin
romperse, hasta el punto de poderse practicar en ocasiones el coito sin desgarrarse.
La forma, número y dimensiones de los orificios himentales varían mucho, según
las personas.
En cuanto a la forma de la membrana, existe un primer tipo, muy poco frecuente,
que consiste en un plano circular no perforado que cierra comp1etamente la entrada
vaginal (en este caso se debe practicar una incisión quirúrgica al llegar la mujer a la
pubertad para evitar la retención de la sangre menstrual). Fuera de este caso
excepcional, el himen está adherido por su periferia a la extremidad inferior de la
vagina, está perforado en su centro por un orificio de forma variada y a veces por
más de un orificio.
Las múltiples variedades morfológicas del himen normal, pueden reducirse a dos
tipos bien definidos: la forma anular y la forma semilunar, según que la membrana
se continúe por completo alrededor de la circunferencia de la vagina, o sólo en una
extensión más o menos grande de ella. Entre estas dos formas fundamentales
existen numerosas variedades de transición, en la forma anular, la membrana puede
tener en toda su extensión la misma altura, en cuyo caso el borde libre que
circunscribe el orificio central, es liso y regular; otras veces ese borde está
irregularmente dentado.
Cuando la altura del himen es desigual a lo largo de la periferia, aunque anular, se
parece al semilunar, constituyendo una forma de transición. El himen semilunar está
constituido por una membrana en forma de media luna, cuya parte convexa se
inserta en una región más o menos grande de la periferia de la vagina, y cuyas astas
limitan, junto con la pared restante de la vagina y el borde cóncavo del propio himen,
el orificio de entrada de la vagina: frecuentemente esas astas se reúnen un poco
por detrás del meato urinario.
Aun en las vírgenes no es raro observar, sobre todo en los hímenes anulares, la
presencia de muescas congénitas más o menos profundidad cuyos bordes lisos y
regulares pueden extenderse hasta la misma vagina, y que es menester distinguir
muy bien de los desgarros producido por una desfloración. En las vírgenes adultas
el orificio del himen puede ser suficientemente grande para dejar pasar objetos algo
voluminosos sin desgarro de la membrana.
Entre las numerosas formas especiales de hímenes citaremos el himen lobulado,
que no se pone tenso al separar fuertemente los músculos de la mujer; siendo en
cambio posible impeler hacia atrás con los dedos los lóbulos. El himen se llama
labiado cuando sólo tiene dos lóbulos dispuestos lateralmente a cada lado de la
hendidura vertical que va desde el meato urinario hasta la horquilla.
A veces el himen presenta dos orificios separados por un puente membranoso más
o menos ancho, es éste el himen septum o puente; y en otros casos, muy raros, el
himen está normalmente constituido, pero la membrana presenta cerca de su
inserción en la periferia de la vagina en un segundo orificio mucho más pequeño
que el orificio principal.
En las niñas, especialmente en las recién nacidas, la forma típica es la de himen
bilabiado, que sucesivamente puede dar lugar a las formas típicas mencionadas o
a las denominadas formas atípicas, siendo estás últimas muy numerosas y
dependiendo su denominación marginal del anillo; son hímenes atípicos, según lo
dicho, los fimbriados, los hímenes a corola, los cribiformes, carenados, etc.,
En casos raros se observa el "himen múltiple", constituido por dos o mas
membranas superpuestas, que son debidas a repliegues de la mucosa vaginal.
Otras veces existe lo que se denomina pseudos himen, por la fusión congénita de
un extremo de las ninfas, que llegan a ocultar parcialmente el anillo himenal
verdadero y constituir un obstáculo para la copulación.
Manunza menciona, finalmente por su estructura, los hímenes carnosos que son
bien irrigados y dan lugar a marcadas efusiones de sangre al momento de la
desfloración; los hímenes elásticos, llamados también complacientes, los hímenes
fibrosos (más frecuentes en las mujeres de edad).
Violación de una mujer desflorada
En una mujer que haya gozado de los placeres del amor repetidas veces, ya porque
sea casada, ya porque pertenezca al numero de las mujeres publicas; la
investigación del medico de solo tener por objeto reconocer si ha habido coito y si
el acto ha sido consentido o forzado.
La vagina y otras partes externas de la generación en las mujeres desfloradas,
especialmente si han pardio, presentan una laxitud y dilatación tan notable por el
uso frecuente que han experimentado que amenos que se suponga que el miembro
viril es demasiado grueso o que el ultraje lo hayan cometido sucesivamente muchos
individuos sobre la misma mujer, aquellas no sufrirán modificación apreciable.
Mucho menos todavía si la mujer tiene su menstruación, padece flujo blanco y es
de temperamento linfático. La existencia de una blenorragia y algunos síntomas
venéreos, asi como la presencia de manchas espermáticas, podrían solamente
fundar la sospecha de que había habido coito. Por tanto, es muy útil la comparación
de las partes genitales de los dos culpables para reconocer la relación en que se
encuentren sus dimensiones, y el estado normal o patológico.
Diagnostico Médico Legal de la Desfloración y la Violación
Para la mejor consideración de los problemas médico-legales atinentes a los
atentados al pudor en general, dividiremos en dos partes el trato de la materia: en
una primera parte nos ocuparemos de los atentados al pudor con violencia y de la
violación sodomítica y' en una segunda parte de la violación por vía natural o
"praeter naturam".
1) Violación sodomítica y atentados al pudor con violencia
En los exámenes acostumbrados que se practican por la diagnosis de Un coito
sodomítico, dice el Profesor Paolo Manunza, deberá ponerse especial atención, por
su valor indiciario, a la presencia en los genitales y el perineo de abrasiones y de
lesiones, teniendo mucho cuidado de que no haya confusiones con las grietas
banales que pueden existir en estas regiones por cualquier otro motivo; deben así
mismo ser debidamente- estimadas las cicatrices locales, los signos de contagio
venéreo, las equimosis, e incluso las manifestaciones dolorosas, éstas últimas es-
pecialmente en los sujetos muy jóvenes, porque en la relación forzada contra natura,
se producen fenómenos reflejos de contractura espástica que dejan dolor por varios
días. Por lo demás, es evidente que en los niños los signos lesivos son siempre
mucho más manifiestos y graves.
Respecto de signos genitales característicos en el agente habitual de ésta clase de
atentados, ya hemos señalado en otra parte, que las variaciones morfológicas del
pene (como la forma de pene de perro descrita por los autores antiguos), no tienen
ningún valor.
En casos de alegarse la habitualidad sodomítica pasiva de la víctima, tampoco
tienen valor probatorio alguno las deformaciones ano réctales (como el ano
infundibuliforme), las cuales se observan sólo excepcionalmente como desviaciones
formativas congénitas; igualmente, está desprovista de importancia la relajación del
esfínter anal, la cual sólo en casos especialísimos y muy a beneficio de inventario,
como asienta Manunza, se puede tomar en cuenta; del mismo modo, no es signo
de pederastia pasiva habitual el alisamiento de los pliegues radiados del ano.
Los atentados al pudor, aún siendo violentos, pueden no dejar huellas visibles, dada
su extrema variedad, consistiendo por lo común; en simples tocamiento s a nivel
genital; y por tanto, la comprobación del delito escapa de la competencia del
médico-legista y queda sólo al alcance del magistrado su verificación mediante otros
criterios.
Sin embargo, algunas veces los tocamientos y frotamientos de los genitales pueden
dejar leves signos, observándose lesiones ungueales procesos de irritación,
respectivamente.
Pueden haberse empleado cuerpos extraños para las prácticas impúdicas y en
estos casos, raros por otra parte, pueden observarse efectos de mayor gravedad,
como lesiones y heridas.
La referencia en los viejos tratados, como el de Tardieu, señala Perrando, a las
alteraciones morfológicas de los genitales femeninos derivadas de repetidas
prácticas libidinosas (ninfas, clítoris), son más bien efecto de procesos morbosos de
carácter inflamatorio crónico, los cuales pueden determinar fenómenos de
esclerosis y también de simple atrofia.
Se ha observado excepcionalmente una dilatación marcada de meato uretral
femenino, corrientemente de origen congénito, que puede permitir un coito uretral
parcial y aun total, con la ejercitación reiterada.
Volviendo a la utilización de cuerpos extraños" como medios instrumentales de
prácticas libidinosas, además de las lesiones graves que pueden producir como se
dijo, se pueden presentar algunas, veces, complicaciones serias, como procesos
supurativos, peritonitis pélvicas, cistitis, fístulas genito-réctales, etc.
El contacto y restregamiento de los genitales del agente y de la víctima puede dar
lugar a contagio de enfermedades venéreas (chancros blandos, lesiones sifilíticas,
blenorragia).
Señala Balthazard, que en niñas menores de 13 años es excepcional hallar lesiones
extragenitales por no haber violencia física sobre ellas; y que si se' han producido
lesiones genitales como desgarro del himen con los dedos, se observan en él
huellas ungueales curvilíneas características.
Finalmente, reporta que en la vulva pueden observarse vulvovaginiti (11)
traumáticas, susceptibles de confundirse a veces con las espontáneas; además de
'las de origen blenorrágico, con independencia de todo atentado (por ejemplo, el
uso' de una esponja contaminada); siendo clínicamente difícil el diagnóstico
diferencial entre las dos primeras formas.
Cuando ha habido violencia física, tienen importante valor indicativo las huellas de
violencia extragenitales. A la violencia presunta nos referiremos en la parte 2{l del
presente análisis médico-legal.
2) Violaci6n por vía vaginal.
Sobre este punto hemos de hacer consideraciones respecto de tres cuestiones:
etiología de la violación,
violación en las vírgenes,
violación de una mujer desflorada.
a) Etiología de la violaci6n.-De acuerdo con la distinción propuesta por Thoinot,
hemos de hacer aquí una doble distinción: a-1) Violación mediante violencias
físicas; y a-2) Violación sin violencia física.
Violación con violencia física
Suele ser la forma más corriente de violación en mujeres adultas, que sólo pueden
ser víctimas de esta forma de atentado, cuando ha sido vencida brutalmente y en
forma definitiva su resistencia, por el agente solo, o con el concurso de varios
coautores, que logran inmovilizarla y disponerla en actitud propicia para consumar
la ofensa.
En todo caso, la violación practicada por un solo sujeto no es fácil en la práctica. En
este sentido reproducimos dos ejemplos ilustrativo insertados en la obra de Espinel;
uno de Voltaire, que así se expresa: "A las muchachas artificiosas que se quejan de
haber sido violadas, hay que recordarles el modo como una reina rechazó antaño
la acusación de una querellante, tomó una vaina y moviéndola sin cesar hizo ver a
la dama, que tenía una espada en la mano, que le era imposible hacerla entrar de
nuevo en ella.
El otro ejemplo es de Sancho Panza, gobernador de la Insula Barataria, para
dilucidar la verdad acerca de una supuesta violación. Fue entregada una bolsa de
dinero a la querellante a título de indemnización y se incitó al acusado a quitársela.
Al regresar ella con la bolsa asida en las manos, a pesar del esfuerzo realizado por
el adversario, le dijo Sancho: "Hermana mía, si el mismo aliento y valor que habéis
mostrado para defender esta bolsa, le mostrases, y aun la mitad menos; para
defender vuestro cuerpo, las fuerzas de Hércules no os hicieran fuerza.
A veces, después de una lucha dura y extenuante, puede el agresor cumplir el acto
carnal con brutalidad, ocasionando lesiones de diversa gravedad a la víctima, según
su edad y el desarrollo de sus genitales. En las niñas han ocurrido, inclusive, casos
de muerte a causa de las graves lesiones en la región genito-anal y en la vejiga,
acompañadas de graves e incoercibles hemorragias.
Manunza distingue los signos de la violencia en el caso que analizamos, en dos
clases: directos, o sea, en los genitales de la víctima; indirectos, constituidos por las
huellas que ha dejado la lucha en; cuerpo de la víctima, en su intento de resistir al
agresor.
Como regla general puede establecerse que mientras menos edad tenga la víctima,
tanto más claros aparecerán los signos de lesiones tales por la inmadurez de éstos,
faltando los signos de resistencia.
En la mujer adulta, por el contrario, prevalecerán los signos de violencia indirectos,
y serán menos apreciables los directos, en razón de su estado pubescente y
consiguiente aptitud para la cópula.
Para la comprobación de una violación con violencia física, continúa Manunza,
deben extraerse los correspondientes elementos de juicio de tres clases de
exámenes:
a) del examen ginecológico, para determinar el estado de los genitales;
b) del examen externo, para la verificación de eventuales lesiones en la superficie
del cuerpo, indicativas de la resistencia de la víctima y de la violencia del agresor; y
c) del examen de las circunstancias contingentes relativas al delito.
Es decir, de las condiciones del ambiente en el cual se realizó el hecho, de los
signos de violencia sobre los vestidos,' de las eventuales manchas de semen en el
sitio, etc.
2) Violación sin violencia física.
Es la que se produce en casos de especiales circunstancias fisiológicas y
patológicas de la víctima, o de carácter accidental, que le imposibilitan para
defenderse y al mismo tiempo permiten o facilitan al agente consumar el hecho.
Estas circunstancias, constitutivas de violencia presunta, son las enumeradas en la
segunda parte del artículo 376 del Código Penal, (Gaceta Oficial nro. 5.768
extraordinario de fecha 13/05/2005)y a ellas nos referiremos de inmediato en
forma sucinta. Incluso haremos algunos comentarios sobre "las amenazas", como
medio de coacción moral (violencia moral), incorporadas en la primera parte de la
norma, y por ellas comenzaremos.
Las amenazas a que se refiere el legislador no sólo comprenden la de muerte de la
propia ofendida, que es la más frecuente, sino también la de una persona
especialmente vinculada por lazos afectivos con la víctima, como el caso de un hijo.
Maschka; plantea la situación de una madre que debe acceder a los designios del
agresor, cuando éste apoderándose de su menor hijo que ha tomado de la cuna,
amenaza con abatirlo contra la pared.
No obstante debe estar muy cauto el juzgador para aceptar en ciertos casos la
amenaza que se alega para justificar una resistencia aparente.
Cuando la víctima no ha cumplido doce años de edad, la violencia es presunta ope
legis, aun cuando la víctima haya adherido espontáneamente al acto carnal, por la
razón de que el legislador considera que a .tan temprana edad la víctima no
comprende la trascendencia del acto por inmadurez psíquica, y porque además, es
por lo mismo, fácilmente susceptible de sugestión.
Este último motivo, priva en el supuesto de que la persona ofendida no haya
cumplido los diez y seis años, cuando el agente es un ascendiente, tutor o institutor,
por la gran influencia que ha de suponerse en virtud de la autoridad que en tales
casos se tiene.
Tratándose de una persona detenida o condenada, resulta obvio que el custodio
está potencialmente en capacidad de disponer a su arbitrio, en cualquier momento,
de la persona que le ha sido confiada, quien, se presume no tiene libertad de acción
alguna para defenderse de una ofensa carnal.
Perrando, estima que en todos estos casos se debe igualmente proceder con
cautela, para aceptar como verídicas las afirmaciones de la víctima, especialmente
en lo que concierne a los menores de edad, en los cuales como es sabido, su
tendencia a fantasear, les puede a falsas afirmaciones.
De notable significación médico-legal son los casos de incapacidad) de resistencia
de la persona ofendida por causa de enfermedad física o mental.
La enfermedad física a que el Código se contrae, son las que por su gravedad
suprimen en la víctima toda posibilidad defensiva, entrando, en este grupo, según
Manunza, todas las enfermedades infecciosas y las que producen un estado de
agotamiento general en el organismo, y asimismo las formas episódicas de una
enfermedad en que se pierda temporalmente la capacidad de entender o de querer,
como los estados delirantes en el curso de una neumonía, estados sincopales, etc.
En lo pertinente a la enfermedad mental, la violencia presunta se fundamenta en
que ella quita, por su naturaleza y alcance, todo valor jurídico a cualquier concesión
de la víctima en el terreno sexual.
Pero no siempre es fácil resolver la cuestión, cuando se trata de formas leves de
deficiencia mental, como en la frenastenia (12) y el cretinismo (13); En estas
circunstancias la atención del médico-legista, una vez aclarado el defecto psíquico
de la víctima, debe dirigirse al culpable, el sentido que debe tener presente la
versión del hecho que él expone.
Si la persona ofendida en estos casos se ha prestado espontáneamente a practicar
el acto, y la enfermedad mental es leve, no se puede pretender que el presunto
ofensor debe parar mientes en el grado de enfermedad mental antes de realizar la
cópula.
Diverso sería el caso de un médico que se aprovechase de las condiciones de una
leve frenastenia de una mujer, porque él, no pro en psiquiatría, debe saber
diagnosticar el defecto mental.
De consiguiente, como criterio general, se requiere que el grado del defecto mental
sea sensible.
En los casos de sordomudez de la víctima, por cuanto tales manifestaciones
acompañan en general los estados deficitarios mentales, resulta prácticamente
manifiesto el estado de enfermedad mental.
Tratándose de proceso histéricos, debemos diferencia las formas leves en las
cuales generalmente la mujer ostenta la tendencia hacia el acto sexual y quizás más
corrientemente a la simulación de violencias carnales auto infiriéndose lesiones en
genitales, piernas, pechos, etc., con base a las cuales luego formula dramáticas
denuncias. En el histerismo grave, si se realiza el acto en el estado de semi-
inconsciencia de un acceso evidentemente hay plena responsabilidad del agente.
En los estados de sugestión hipnótica, que pueden ser la explicación aparente de
una circunstancia de que se haya valido el culpable se suele distinguir el caso de
relaciones estrechas de carácter hipnótico entre la víctima y el culpable, de modo
tal que aquélla sea frente a éste, sumamente sensible al sueño hipnótico, pues en
tales condiciones es factible la comisión, del acto en estado de sueño hipnótico de
la ofendida. Si se trata, en cambio, de dos personas que se encuentran por primera
vez o apenas se conocen, debe pensarse que el supuesto estado de hipnosis es
una excusa de la mujer para tratar de explicar su consentimiento.
Diremos acerca de la incapacidad de resistir la víctima, por causas ajenas a la
voluntad del culpable, que se trata por lo común de circunstancias accidentales,
imprevistas, pero favorables al ofensor para su acción, como en el caso de encontrar
atada a la víctima o inmovilizada entre muebles o por efecto de cuerpos pesados,
etc.
Un medio fraudulento puro, pudiera ser la sustitución del marido de una mujer por
el culpable, valiéndose de la oscuridad o de actos de simulación para inducida a la
cópula mediante engaño, Sin embargo en la práctica los medios fraudulentos van
acompañados del uso de sustancias narcóticas, somníferas, excitantes, alcohólicas,
etc., (opio, morfina, éter, cloroformo, barbitúricos, afrodisíacos, bebidas
espirituosas, en general), que conducen a un estado de inferioridad física y psíquica
de la víctima, de las cuales se aprovecha el violador.
Son especialmente señalados en la práctica médico-legal el uso de narcóticos y
estupefacientes que producen la inconsciencia de la víctima mediante un estado de
intoxicación aguda. No es raro que en estos casos esté comprometida la
responsabilidad de médicos, farmacéuticos o enfermeros, que conocen las dosis
adecuadas para afectar a la víctima, y que por su profesión pueden utilizar el fraude
y el engaño contra la persona ofendida.
A veces el acto sexual se puede cumplir después de violento suministro de éter o
de cloroformo en el curso de asaltos, pero en estas circunstancias entra en juego la
violencia física para poder aplicar sobre el rostro de la víctima el pañuelo o estopa
impregnados de la sustancia narcótica. Son posibles los casos de narcosis sin
violencia física, cuando estando en estado de sueño natural a la persona se le hace
pasar gradualmente al estado de narcosis.
Manunza cita el caso de utilización de barbitúricos, un enfermero (pentotal), que
inyectó a la paciente, en lugar el medicamento prescrito, y luego abusó de ella.
Con relación al uso del alcohol, son conocidas muchas denuncias en las que se
refiere que el culpable ha hecho beber en exceso a la ofendida hasta conducirla a
la fase depresiva de la intoxicación alcohólica y así perpetrar el hecho. Pero la
experiencia demuestra con muchísima frecuencia que la víctima inicialmente
conocía o sospechaba los designios del culpable, y procedió con manifiesta
condescendencia.
Finalmente, son raros los casos en que se alega con bases serias; una particular
idiosincrasia de la víctima .al alcohol, que le colocan en estado de indefensión
después de escasas libaciones.
BASAMENTOS LEGALES
Articulo 61 del Código Penal Venezolano: