Arte Fenicio Bizantino

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ARTE FENICIO Y PERSA

Fenicios 1500-300 A.C


Los fenicios o púnicos era un pueblo semita cananeo asentado en la costa del actual Líbano, parte de Siria e Israel que se
expandió por el Mediterráneo, llegando a Italia, el sur de la península ibérica, las islas Baleares, Chipre y el norte de África,
fundando colonias comerciales como Cartago, su capital era Biblos (1.200-1.000 A.C) y Tiro en (1.000-33 A.C), otras
ciudades fenicias importantes son Acre, Sidón y Ugarit.
Templo en la ciudad de Biblos
Puerto de Cartago
Los fenicios consiguieron ser un verdadero imperio marítimo, comerciaban con artesanías, cerámicas, telas, armas, telas,
vino, artículos de lujo como joyas, perfumes, cosméticos etc. Y su arte fue influenciado por el egipcio, el mesopotámico y el
egeo, por su parte el arte fenicio influyó en el arte ibérico en pueblo como Tartessos. Los griegos apreciaban mucho el
color púrpura de los tintes fenicios, la famosa “Púrpura de Tiro” un colorante que extraían de moluscos. Ciudad de Tiro
Color púrpura de Tiro

Los fenicios fueron los creadores del alfabeto que luego adaptaron los griegos (del que desciende el latín, el cirílico y el
copto), el arameo, el precursor del árabe y hebreo, también proviene del fenicio. El fenicio se convirtió en un sistema de
escritura muy utilizado a lo largo del mediterráneo debido a sus mercaderes.
En arquitectura el arte fenicio se caracteriza porque sus templos, como el de Biblos, tienes los santuarios sin cubierta, en
ellos se daba culto a una piedra sagrada cónica (Betilo) normalmente proveniente de meteoritos, que evocaba la divinidad
caída del cielo y que se situaba en el centro del templo. En la ciudad de Sidón se creaban sarcófagos de piedra que
reproducían figuras humanas como los de madera egipcios.
Estatua niño fenicio
Cabeza fenicia, Museo del Louvre

Barco fenicio de un sarcófago de Sidón


Sarcofago fenicio de Palermo siglo V a.c
Dama de Ibiza, fenicia, Museo Arqueológico Nacional de Madrid
Dentro de la mitología fenicia tenemos diferentes dioses según las ciudades:

El dios más importante se llama El, padre de todos los dioses, asociado al sol.

Baal Hammón (imagen) era adorado en Cartago. (Se identifica con el Crono griego y Saturno romano). Baal significa
señor, Hammón puede tener origen en Amón (el oculto), símbolo del poder creador en Egipto.
Estela de piedra dedicada a Baal en Cartago, Museo Británico
Tanit era la diosa consorte de Baal en Cartago. Equivalente a Astarté, principal diosa de Sidón y con presencia en otras
ciudades fenicias.

Tanit, Cartago
Pendiente fenicio de Astarté
Eshmún, adorado en Sidón y Chipre (se asemeja a Apolo y a Esculapio como dios sanador.

Melkart era la divinidad de la ciudad de Tiro, su culto centrado en el fuego sagrado de las ciudades, se extendió a otras
colonias de Tiro, incluidas Cartago. (Se asocia a Baal).
Moloch, dios supremo y protector de Cartago, la palabra viene de Molchomor que significa “sacrificio del cordero”. Los
fenicios lo exportaron a través del comercio junto a deidades-toro. En las estatuas de Moloch se encerraban dentro jóvenes
que se le ofrecían como sacrificio y los quemaban. En la Biblia se le asocia con sacrifios infantiles

Hititas
Los Hititas se encontraban en la región central de la península de Anatolia (Turquía), con Hattusa como capital y
numerosas ciudades-estado con culturas diversas, formaban la tercera potencia de Oriente Próximo junto a Babilonia y
Egipto. Perfeccionaron el carro de combate ligero y fueron de los primeros en usar el hierro para armas.

Gran Templo de Hattusa:


Culturalmente contactaron con pueblos indoeuropeos, fusionando artes, las constantes guerras e invasiones , procedentes
del mar de pueblos de la Edad de Bronce que migraron hacia Oriente Próximo, acabaron por desmembrar su imperio sobre
el 1.200 A.C
Guerrero Hitita, Museo Arqueológico Ankara sobe XI-IX A.C
Los Persas
La época del Imperio aqueménida o Persa corresponde a la época de mayor territorio, el Imperio Persa dominaba los
territorios actuales de Irán, Irak, Afganistán, Tayikistán, Azerbaiyán, Uzbekistán, zonas de Pakistán.Chipre, Líbano,
Palestina, Grecia y Egipto, de 550 A.C a 331 A.C con la derrota del último rey aqueménida Dario III por Alejandro Magno.

La cultura persa tiene una gran riqueza artística y es muy diversa, desde las famosas alfombras persas, hasta pinturas y
cerámicas, pero su arte supremo fue la arquitectura con un gran simbolismo cósmico, poniendo en comunicación al ser
humano con el cielo, la arquitectura pre-islámica que más destaca es la ciudad de Persépolis (imagen abajo) del reinado
Aqueménida hace más de 2.500 años. En la arquitectura de Persépolis, los artistas y materiales fueron traídos de todas las
partes del territorio conquistado, construyendo un amplio parque con puentes, jardines y palacios.
Persépolis fue destruida con la invasión de Alejandro Magno que la mandó quemar, sin embargo actualmente todavía
quedan muchos restos de su esplendor.
En el período Parto, del siglo 3 al 1 A.C, Hatra (imagen) en Irak fue un gran centro comercial y religioso. Con el
imperio Parto y Sasánida la arquitectura evoluciona en la construcción de enorme bóvedas de cañón cámaras, domos de
mampostería sólida y altas columnas.
Naqsh-e Rustam tumbas de cuatro reyes aqueménidas incluidos los de Darío I y Jerjes:
Escultura persa
En la Arabia preislámica, muy descentralizada, hay un arte muy influenciado por el mesopotámico y persa, evolucionando
hacia el arte grecoromano como la ciudad de Palmira (Siria) y Petra(Jordania) en su zona periférica.

Palmira
Petra, ciudad excavada y esculpida en tierra por el reino Nabateo
El Reino de Saba, al que los arqueólogos sitúan al sur de Arabia (Actual Yemen), es mencionado en el Corán y Antiguo
Testamento como un lugar muy rico, donde se encontraba la legendaria Reina de Saba, que habría visitado al Rey
Salomón en Jerusalén. Hay controversia por querer ubicar al reino en Somalia o Etiopía.

Ma’rib (Yemen) ciudad donde se encontraba el palacio de la Reina de Saba

Sacerdotisa de Saba, siglo I D.C


Historia del Imperio Bizantino

El Imperio Bizantino premedieval

El Imperio Romano se dividió en el año 395 tras la muerte del emperador Teodosio, que legó a cada uno de sus dos hijos una de las partes: a
Acadio, la parte oriental, con capital en Constantinopla, y a Honorio, la parte occidental, con capital en Rávena.

Esta división no fue arbitraria. La economía, sociedad, lengua, que en la zona oriental era predominantemente griega. La cultura e incluso los ritos
litúrgicos se diferenciaban mucho en las dos áreas del antiguo imperio.

Con la caída en el 476 del Imperio Romano de Occidente, este territorio occidental se dividió en centros independientes de poder, los llamados
reinos germánicos, y en consecuencia el Imperio de Oriente se convirtió en el único sucesor legítimo del Imperio Romano y principal potencia del
Mediterráneo, tanto en el plano político como militar, económico y cultural.

Al Imperio de Oriente se le va a denominar Imperio Bizantino porque Constantinopla era una antigua colonia griega fundada en el Bósforo en el
siglo VII llamada Bizancio.
Constantino creó sobre esta colonia una nueva ciudad a la que dio su nombre, convirtiéndola en el centro político y militar de la zona oriental del
Imperio. Cuando éste se dividió, Constantinopla se convirtió en la capital del Imperio de Oriente, que por extensión de la palabra Bizancio fue
denominado Imperio Bizantino.

Los propios soberanos germánicos del Mediterráneo occidental mantenían la convicción de que el emperador de Oriente era la autoridad suprema
del poder legítimo y, por ello, los distintos reyes germánicos mantenían su lealtad a Oriente y se manifestaban vasallos del emperador.

El Imperio Bizantino, por su parte, seguía siendo el centro del mundo conocido, pero a pesar de haber superado la avalancha de las invasiones
bárbaras sin sufrir grandes daños, puesto que las desviaron hacia occidente, era un imperio bastante desintegrado por la herejía monofisita.

Dicha herejía aseguraba que Cristo sólo tenía naturaleza divina. Este conflicto teológico estaba provocando grandes divisiones en el Imperio.

Esta desintegración del Imperio finalizó en el año 518 cuando Justino I accedió al trono imperial y especialmente con su sucesor, Justiniano, que
accede al trono en el 527, momento en el que comienza la época de esplendor político y cultural del Imperio Bizantino.

En este momento los territorios del antiguo Imperio Romano estaban divididos en:

 Imperio Romano de Oriente, presidido por Justiniano


 Reino de los Visigodos
 Reino de los Francos
 Reino de los Ostrogodos
 Reino de los Vándalos.

Justiniano, motivado por la idea de renovar el antiguo Imperio Romano, emprende la conquista del
Mediterráneo occidental.

Como novedad, Justiniano concibe el Imperio Romano como un imperio Cristiano, de ahí su obsesión por
librar a sus súbditos del poder de los cismáticos arrianos, que conlleva poner fin a la soberanía de los
germanos.

En el ideal de Justiniano se ven unidos fe y política. De este modo, conquista Italia a los ostrogodos,
África a los vándalos y una parte de Hispania, la Bética, a los visigodos.
Justiniano era un hombre de excelente formación de procedencia latina más que griega. Era un gobernante obsesionado por conseguir un poder
ilimitado. Él a sí mismo se considera representante de Dios en la tierra, y asume en consecuencia tanto
el poder político como el religioso.

Teóricamente, él admite que existen dos instituciones de poder paralelas, el político y el religioso, que
no deben interferirse, pero este deseo de poder le convierte en la práctica en un "rex-sacerdos", un rey
sacerdote, un césar-papa, creando un sistema político-religioso llamado "cesaropapismo".

Aun siendo un hombre muy amable, aparece en público con un ceremonial tan grandioso y tan
inaccesible que le convierte ante sus súbditos en el símbolo más evidente del poder absoluto. Se casó
con Teodora, una actriz de teatro y prostituta de gran inteligencia, tanto que se convirtió junto a
Justiniano en el gran poder del Imperio Bizantino.

El Imperio Bizantino en época medieval

A partir de la segunda mitad del siglo IX el imperio bizantino alcanza su máxima expansión desde
Justiniano. Habían perdido, por supuesto, el Mediterráneo occidental pero se habían asentado y logrado
el dominio sobre los Balcanes, hecho retroceder a los musulmanes hasta Palestina y reconquistado
Creta y Chipre. Llegan a dominar incluso la Italia del sur, aunque los árabes tuvieron el dominio de
Sicilia desde el 827.

Bizancio se convierte, por tanto, de nuevo en una civilización cristiana que irradia por el sur de Italia, por la zona de Venecia a través de las
relaciones comerciales, por la corte de los emperadores germanos a través de alianzas matrimoniales, por los Balcanes, Rusia (gracias a la
actividad misionera de Cirilo y de Metodio en los países eslavos).

Se trata de una cultura asentada fundamentalmente en bases de la antigüedad aunque profundamente cristianizadas. Al igual que en el periodo
de Justiniano, tanto la cultura como el arte siguen siendo signos externos del poder imperial.

La Iglesia, por su parte, se encuentra en vías de separación de Roma. A mediados del siglo IX, Focio, patriarca de Constantinopla, establece ya la
independencia de su sede respecto a Roma, aunque el cisma definitivo llegó en el 1054 cuando Miguel Cerulario, también patriarca de
Constantinopla, se negó a reconocer la autoridad de los legados del papa León IX y funda la iglesia ortodoxa griega.

Esta fue la culminación de las diferencias religiosas, políticas y culturales que existían entre Roma y el Imperio de Oriente, aunque ésta escisión
no se refleje en el arte.

Historia del Arte Bizantino


El arte bizantino constituye uno de los episodios más grandiosos del arte universal. Se fundamenta en el arte griego y paleocristiano, con grandes
influencias orientales (persa y musulmana).

Para los templos, se usa con preferencia la planta centralizada o de cruz griega con grandes cúpulas sobre pechinas. Aunque los materiales
constructivos no son especialmente ricos, sí lo es su decoración a base de mosaicos y pinturas murales, donde la representación de la figura
humana, solemne y hierática, genera una gran sensación de espiritualidad que heredará posteriormente el arte románico.

El arte bizantino se va a dividir en tres grandes etapas:

 Arte protobizantino: 527 - 726, año en el que aparece la querella iconoclasta. La época dorada de este arte coincide con la época de
Justiniano.
 La querella iconoclasta se prolongó entre los años 726 - 843 y enfrentó a los iconoclastas contra los iconódulos y fue tan violenta que
produjo una crisis artística acentuadísima, especialmente en el arte figurativo.
 Primera Edad de Oro Bizantina: 913 - 1204, momento en que los cruzados destruyen Constantinopla.
 Segunda Edad de Oro Bizantina: 1261 - 1453, cuando los turcos toman Constantinopla.

El cesaropapismo va a durar durante todo este periodo y este arte va a ser fundamentalmente áulico, al servicio del poder político, y cuando
represente al emperador, hecho muy frecuente, será un arte que aparentemente parece irreal, pero que es el reflejo de esa ostentación
majestuosa y solemne que rodeaba a los emperadores y les convertía en símbolos del poder político y religioso.

Arte y Arquitectura Bizantina en el periodo premedieval

Los emperadores, y especialmente Justiniano, utilizaron la arquitectura como un instrumento político para impresionar a los pueblos, tanto del
interior como del exterior del Imperio.

Por tanto, es una arquitectura imperial, normalmente costosa, puesto que el emperador podía financiar los gastos necesarios para su programa
constructivo.

Fue Justiniano el que buscó a un historiador llamado Procopio para que relatara en un volumen cuáles y cómo eran sus construcciones, llamado
"de edificis".

Hasta la llegada de Justiniano al poder, las construcciones religiosas tanto en oriente como en occidente se habían basado en la basílica romana
paleocristiana. Sin embargo, la situación cambia totalmente en el siglo VI.
Occidente continúa adepto a la basílica, pero la arquitectura justiniana rompe con esta tradición. El emperador prefiere iglesias de planta central y
abovedadas, inspirándose en modelos del Bajo Imperio Romano que se habían desarrollado en torno a salones palaciegos, pabellones de jardín y
construcciones funerarias.

Con Justiniano, pues, la planta central cupulada con bóvedas de ladrillo se va a convertir en norma para construir los edificios religiosos,
independientemente de cuál fuera su función litúrgica. Al parecer, la influencia de la liturgia fue determinante para esta elección. La liturgia que se
había desarrollado en las costas del Egeo (Acheiropoietos) requería la nave central como lugar exclusivo para el coro. Un edificio de planta
central en cambio no requiere este tipo de separación. La zona central está ocupada con el coro y el deambulatorio por los fieles. De este modo
se facilita enormemente el desarrollo de esta liturgia oriental que se manifiesta distinta a la que se realizaba en Roma y en parte del occidente
europeo.
Iglesia de los Santos Sergio y Baco (Constantinopla)
Es una iglesia que mandó construir Justiniano cuando todavía era príncipe heredero. Estaba junto al palacio que habitaba por lo que se trata de
una capilla palatina al mismo tiempo que un martirium pues guardaba las reliquias reales.

Es de planta centralizada, formada por un núcleo central que es un octógono cubierto con una cúpula que se apoya en ocho pilares y que está
inscrito en un cuadrado irregular que forma el deambulatorio envolvente. La conexión entre el núcleo y el deambulatorio se hace a través de
exedras alternadas con tramos rectos configurados por columnas que sustentan el piso superior o tribuna situado sobre el deambulatorio, aunque
el gran apoyo son los ocho pilares.

Nos encontramos con un presbiterio orientado al este, bastante profundo y que consta de un tramo recto que comunica con el deambulatorio y
que está cubierto con bóveda de cañón y una exedra. Todo el deambulatorio se cubre con bóveda de cañón.

Al oeste hay un nártex bastante pequeño pero al ser una capilla palatina seguramente no se necesitara. Encima del piso de tribuna hay un tambor
horadado que sostiene una cúpula formada por 16 plementos alternos curvos y rectos (los tramos curvos coinciden con el arranque de los pilares
y los tramos rectos con la clave de los arcos que sustentan estos).

Al exterior manifiesta una estética horizontal; se trata de un edificio muy macizo y achaparrado, con predominio visual de la cúpula.

Santa Sofía de Constantinopla


Santa Sofía se construyó entre los años 532 y 537, inmediatamente después de la destrucción de la primitiva basílica constantiniana debido a un
incendio que brotó durante la llamada Insurrección de Nika, en el mismo año 532.

Santa Sofía es una iglesia palatina construida junto al palacio imperial y como el emperador quería realizar una construcción eminentemente
grandiosa con el fin de manifestar así su poder, mandó llamar a dos ingenieros especializados en construcciones militares porque se consideraba
que así podría ejecutarse una obra con más innovaciones técnicas que si la dirigiese un arquitecto. Estos ingenieros fueron Isidoro de Mileto y
Antemio de Tralles.

Trabajaron en este edificio más de diez mil obreros y sabemos, especialmente por Procopio, que prácticamente todas las provincias del Imperio
enviaron sus materiales más preciados para la decoración de esta iglesia. El elemento más grandioso es su gran cúpula, pero se hundió en torno
al 550 y tuvo que ser reconstruida entre los años 558 y 562 por Isidoro el Joven, sobrino de Isidoro de Mileto.
Como característica fundamental, se trata de un edificio en el que se compatibilizan a la perfección la tendencia basilical con su sentido dinámico
y ritmo longitudinal y la tendencia centralizada con la cúpula como elemento principal. La primera cúpula iba cubierta con un mosaico de oro. La
definitiva, al parecer, llevaba como decoración una enorme cruz. Parece evidente que la iglesia de Santa Sofía no presentaba mosaicos
figurativos.

Las principales características estéticas de la basílica son:

 Materiales ricos y exóticos que buscan el destello de las piedras y de las teselas de los mosaicos con el fin de diluir la estructura
arquitectónica y de crear un ambiente trascendente que fuese manifestación de Dios y de su lugarteniente en la tierra, Justiniano.
 Perfección técnica de la obra, irrepetible en la arquitectura del mundo Mediterráneo.

El exterior es similar a la de los otros edificios de estilo bizantino: achaparrado, muy voluminoso, donde destaca la cúpula pero no de manera
estilizada, sino muy baja y con un tambor poco desarrollado. Los minaretes son producto de la invasión turca.

El interior es, sin embargo, soberbio. Se accede desde un atrio y tiene dos exonártex. La planta es cuadrangular (70 x 77 metros
aproximadamente), en la que hay dos ejes perfectamente diferenciados: este-oeste y norte-sur. En el eje este-oeste es donde nos encontramos
con el planteamiento característico de una planta centralizada, pues está presidido sobre una enorme cúpula que está levantada sobre pechinas y
se soporta sobre cuatro grandes pilares. Esta cúpula mide 32 metros de diámetro y está formada por 40 plementos curvos en cada uno de los
cuales hay una ventana que ilumina directamente la nave y que en determinados momentos del año y del día provoca el efecto "cúpula colgante".
Pese a la centralización, los ingenieros fueron capaces de desarrollar una serie de elementos que hacen que impere el eje este-oeste hacia el
ábside. Para ello, lanzan de pilar a pilar unos muros que cubren totalmente las naves laterales y que forman arcos sujetos por pilares. Además,
debido al gran tamaño de la cúpula, tuvieron que transmitir los empujes a unas semicúpulas que a su vez los transmiten a unos cuartos de
cúpulas que hay en los extremos y que tienen forma de nicho.
Todo ello termina en un presbiterio formado por un tramo cubierto por bóveda de cañón y una exedra semicircular cubierta por una bóveda de
horno que al exterior se muestra poligonal. Al otro extremo hay un tramo cubierto por una bóveda de cañón que da al nártex. Las naves laterales
están cubiertas por bóvedas de arista que alternan con tramos cubiertos por bóveda de cañón, que coinciden con los contrafuertes. En el piso de
tribuna la cubrición se hizo a base de pequeñas cupulitas. Hay una gran diferencia de altura entre las naves laterales y la central.

La iglesia primitiva era prácticamente igual a la actual, por lo que se supone que lo que hizo Isidoro el Joven cuando la cúpula primitiva se hundió
fue agrandar los pilares para que no volviera a ocurrir.

Probablemente en el siglo VII u VIII se tuvieron que añadir unos enormes contrafuertes. La decoración del interior se debe a reformas turcas, la
decoración vegetal destaca de manera especial.

Iglesia de Santa Irene de Constantinopla


Fue reconstruida en torno al 740 tras un terremoto. Sin embargo, es un edificio del periodo Justiniano que se estaba construyendo en el 532.

Su tipología es basílica con cúpula, es decir, es una estructura que pretende imitar a Santa Sofía pero que se queda exclusivamente en un
ensayo secundario de basílica presidida por una cúpula central, mientras que en Santa Sofía se consigue una conjunción perfecta entre planta
centralizada y basilical.

Presenta como gran novedad, respecto a la primitiva justiniana, tribunas en las naves laterales, pero todo parece indicar que la estructura del piso
de abajo no varía sustancialmente.

Tiene un pequeño nártex y la nave central presenta tres tramos, el central con la gran cúpula y tramos extremos con bóveda de cañón que
contrarresta el peso de la cúpula. Las naves laterales se cubren con bóveda de cañón. En el prebisterio, la exedra presenta un perfil semicircular,
mientras que el exterior presenta un perfil poligonal, igual que el tipo Egeo.

Iglesia de San Vital de Rávena


Rávena se convierte en el prototipo de ciudad para conocer el arte de Justiniano porque la herejía iconoclasta se llevará muchas obras de iglesias
de Constantinopla, mientras que las de Rávena permanecerán intactas.

La iglesia de San Vital de Rávena se convertirá en la iglesia oficial del exarcado bizantino y es, por tanto, la Iglesia Imperial del territorio del
Imperio Romano Occidental. Se termina entre los años 546 - 548. Está hecha de ladrillo. Es una iglesia palatina, por lo que tiene planta
centralizada; también es centralizada porque es una iglesia martirium. Es semejante, por tanto, a la de los Santos Sergio y Baco.

Está formada por dos octógonos, uno inscrito dentro de otro. El octógono central con pilares se extiende hasta el deambulatorio mediante siete
nichos formados por columnas. Tiene un gran presbiterio en el octógono interior, formado por dos partes: tramo recto que ocupa la anchura del
deambulatorio y remate en exedra. Está encuadrado en dos pequeñas capillas y dos más grandes formadas por un tramo circular y tramo
rectangular.

La iglesia presenta un atrio y un nártex, que está unido al deambulatorio a través de un ángulo del octógono y crea unos torreones y unos
espacios triangulares con el fin de unir el nártex con el deambulatorio. Hacen que el acceso sea especialmente original. La decoración se hace en
mármoles, en mosaicos se desarrolla el ábside (tramo recto y exedra) exclusivamente.

En sus inicios, la cubierta del deambulatorio era de madera pero en la Edad Media se cubrió con bóveda. La cúpula está sobre un gran tambor
con ventanas, sobre la parte central de la planta sobreelevada. En torno a ella, está el deambulatorio que presenta dos pisos, uno bajo y la
tribuna.

Frente a una estética horizontal característica de Oriente, se tiende a estética vertical, al contrario que los orientales, permite ver cómo podría ser
el interior de la iglesia.

El programa iconográfico de San Vital es de una belleza inimaginable.

Desde el punto de vista histórico se inicia el programa con la historia de Abraham, ya que fue el primer
personaje del Antiguo Testamento con la promesa de su alianza con el pueblo de Israel.

Continúa con Moisés, el receptor de la Antigua Ley. Luego Jeremías planteando que sus profecías son los
eslabones entre la Antigua Ley y la Nueva Ley de Cristo y culmina este proceso histórico con la figura del
Cordero, símbolo de la Redención, cuya universalidad queda patente en la Epifanía que se observaba en
el manto de Teodora.

Cristo y los evangelistas que aparecen en el arco triunfal, representan a la Iglesia que transmitirá la Nueva
Alianza y la Salvación a la Humanidad. A lo largo de este proceso histórico la piedad de los hombres se
manifiesta de un modo reiterado: Abraham ofrece a Dios a Isaac; Abel y Melquisedec haciendo sus
correspondientes ofrendas; Justiniano y Teodora también haciendo presentes y, por último, al propio
obispo Eclesio ofreciendo la iglesia.

Cristo, al igual que su padre, premia al hombre piadoso, representado aquí en la coronación de San Vital.

San Apolinar in Classe


En Rávena también, por mandato de Justiniano, se construyó esta basílica, aunque era una mera imitación
de San Apolinar Nuovo: la torre está exenta y es de planta circular. Tiene un exonártex y tres naves.
Sólo los mosaicos de los intersticios y de la bóveda de horno son del S.VI. La bóveda está presidida por un enorme clipio, que inserta una cruz
gamada sobre un fondo azul con estrellas, la bóveda celestial. Arriba está la mano de Dios y a ambos lados hay dos figuras (Elías y Moisés). Es
el tema de la transfiguración, el momento en el que Cristo se va al monte con tres de sus apóstoles: Pedro, Juan y Santiago, y se les manifiesta a
partir de luces y resplandores como el propio Dios junto a dos personajes: el profeta Elías y Moisés.

Cristo está repetido en la cruz. Debajo hay tres ovejas que son los apóstoles, la que está sola es Pedro ya que tiene más importancia. Abajo está
San Apolinar en un paisaje totalmente conceptual y rodeado de 12 ovejas, quizá el conjunto de los bienaventurados o quizá los apóstoles. San
Apolinar está en actitud orante. La cruz, aparte de gemas, presenta el rostro de Cristo, lo que supone la primera vez que aparece una referencia
figurativa de Cristo.

San Apolino Nuovo. Mosaicos

Aquí se produce un alineamiento de prototipos humanos del hombre cristiano (hombre - esquema).

Los pliegues muy rígidos y hieráticos que ocultan la figura. Tienen caras sin rasgos verídicos, modelo ideal del rostro que expresa espiritualidad:
ojos muy abiertos y muy grandes. San Martino es el único que se diferencia un poco más.

Las santas son incluso más estereotipadas y menos volumétricas. En ambos cortejos el paisaje es totalmente estereotipado y hay telón
cromático.

Arquitectura y Arte Bizantino Medieval


Tras la querella iconoclasta se dan tres periodos según la dinastía gobernante en Bizancio:

 Período Macedonio: 867-1057.


 Período Comneno: 1081-1204.
 Imperio latino de Constantinopla: cuando llegaron los cruzados de occidente.
 Período Paleólogo: contemporáneo al gótico en la Europa occidental.

Respecto a la arquitectura, predominan dos tipos iglesia: la de cruz inscrita y la de octógono cruciforme. En ambas se da la planta cuadrangular o
rectangular, una cruz inscrita y una cúpula central coronando el edificio. Esto se debe fundamentalmente a que pretenden que el templo sea un
compendio del cosmos creado por Dios, por eso se denominan iglesias microcosmos. La cúpula simboliza el cielo, el cuadrado representa la tierra
y la cruz es la forma geométrica que sirve de interrelación entre el cielo y la tierra.

Desde el punto de vista de las artes figurativas, hay que decir que llenan en su totalidad los muros de las iglesias y constituyen una manifestación
teológica que pretende ser el compendio de la fe cristiana. Buscan, por tanto, representaciones trascendentes y rechazan todo aquello que
suponga materia. Se trata de que todos los aspectos estilísticos y estéticos de estas artes aproximen al hombre a lo divino. En consecuencia,
buscan la anulación espacial mediante:

 Fondos de oro como telón de fondo y si no se usa el oro, telones cromáticos.


 Representación de paisajes y arquitecturas totalmente conceptuales.
 Los suelos no tienen relación real con los objetos o figuras que se depositan en ellos.
 Se usan perspectivas conceptuales: las jerárquicas y las diversas fundamentalmente.
 Se buscan los arquetipos intemporales, las figuras-esquema, que anulen el concepto de tiempo. Esto lo logran mediante:
o Se suprimen los moldeados y las sombras, que dan sensación de plasticidad y relieve. Por el contrario, predomina la línea.
o Tendencia a figuras muy estilizadas, ya que la estilización contribuye a manifestar espiritualidad.
o Impasibilidad e inmovilidad.
o Las figuras siempre se proyectan en dos dimensiones, anulan conscientemente la tercera dimensión.

Generalmente todos los programas iconográficos, del mismo modo que los recursos estilísticos, se repiten constantemente en todas las iglesias.
Esto se debe a la elaboración posiblemente en la segunda mitad del siglo IX de un tratado llamado "Hermeneia" en donde se dicta cómo se deben
realizar las escenas y que escenas deben colocarse en cada lugar del templo. De este modo, surgió un proyecto decorativo que va a ser común
para todas las iglesias.

La Hermeneia no se conserva, pero la conocemos muy bien porque en el siglo XIX se encontró un manuscrito que recogía la Hermeneia en un
monasterio del monte Athos, en Grecia. En función de la Hermeneia las escenas y las figuras disponen de la misma manera:

 El nivel inferior (en los muros): deben aparecer exclusivamente patriarcas del Antiguo Testamento, profetas, apóstoles, mártires y obispos.
 En el nivel medio (trompas, pechinas, tímpanos...): deben aparecer historias de la vida de Cristo que recojan sus momentos más
trascendentales.
 En el nivel superior (cúpulas y bóvedas de horno en los ábsides): debe aparecer Cristo en majestad, la Vírgen y los ángeles.

Monasterio de Hossius Lucas


Este monasterio es ejemplo de los dos tipos de plantas que se dieron en Bizancio. La más pequeña es de cruz inscrita y está dedicada la Vírgen
Teotocos; la de San Lucas es la iglesia de octógono cruciforme.

La iglesia de la Vírgen
Es una iglesia de planta con una cruz inscrita en un cuadrado (prescindiendo de la cabecera y del nártex). En el tramo central aparece una cúpula
pequeña y esbelta soportada por pechinas y por cuatro soportes, en este caso y generalmente columnas, aunque también pueden ser pilares, que
producen un gran efecto de ligereza. La cúpula además es contrarrestada por las bóvedas de cañón que cubren los brazos de la cruz. Los tramos
de esquina se suelen cubrir con bóvedas de aristas, como sucede aquí, o con pequeñas cupulillas que junto a la cúpula principal configuran un
modelo de iglesia de cinco cúpulas característica del templo bizantino.

Al éste hay una triple cabecera formada por tres ábsides, el central más amplio. Su estructura es igual y comprende un tramo recto cubierto con
bóveda de cañón y un tramo absidial cubierto con bóveda de horno. El perfil de estos ábsides al exterior es poligonal. A los pies aparece un
nártex doble, de seis tramos, cubiertos con bóveda de cañón y articulados en torno a dos soportes centrales, aquí columnas.

Iglesia de San Lucas


San Lucas es la iglesia de planta rectangular presidida en el centro por una gran cúpula que se trasdosa al cuadrado en el que se inserta
mediante trompas. Debido a su gran tamaño, necesita un mayor número de soportes. Así, está soportada por ocho grandes pilares, por esto se
llama octógono. También se llama cruciforme porque en los ejes ortogonales de la planta aparecen cuatro tramos más grandes que los restantes
tramos de la iglesia cubiertos con bóvedas de cañón o de aristas más elevados del resto de los tramos y que sirven de contrarresto del peso de la
cúpula. El tramo oriental es el tramo recto del ábside.

En muchas de estas iglesias puede aparecer una tribuna sobre los tramos laterales. Al oeste hay un nártex cubierto con bóveda de aristas.

Mosaicos: en la bóveda de horno aparece la Vírgen Teotocos y en la cúpula que cubre el tramo recto aparece el Pentecostés. En las trompas,
aparece el Nacimiento, la Anunciación, la Adoración de los pastores y de los Reyes Magos.

Esta conjunción de temas es debido al calendario litúrgico bizantino. Además, está ambientada en una gruta. También aparece la Anástasis, el
descenso de Cristo a los infiernos, en el tímpano del nártex, una crucifixión con la deesis y Cristo muerto y un sol, que simboliza la naturaleza
divina, y una luna, que simboliza la naturaleza humana.
Monasterio de Dafne
Iglesia de cruz inscrita en un octógono de pleno siglo XI. La cúpula es grande y achaparrada. Los mosaicos están peor conservados. En la cúpula
central, aparece el Pantocrátor, es un fragmento del Cristo apocalíptico.

El artista está claramente influido por el arte del bajo imperio: Cristo aparece colérico, tal y como era representado Júpiter, y hay un cierto
modelado. La mandorla tiene numerosos colores a modo de arco iris. En el nártex aparece la Anástasis. En una trompa aparece el bautismo de
Cristo y en el tímpano aparece la escena de María presentada del templo.

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