La Aislacion Sismica
La Aislacion Sismica
La Aislacion Sismica
ANTECEDENTES
Actualmente, los conceptos de aislación sísmica se enseñan como parte del currículo de
Ingeniería Civil en la mayoría de las Universidades mundialmente reconocidas,
innumerables investigaciones se han desarrollado para demostrar la eficiencia de la
aislación sísmica como una técnica sismorresistente, y numerosos dispositivos de aislación
están comercialmente disponibles para su implementación en la práctica.
Consecuentemente, se ha desarrollado una creciente necesidad de suplementar los códigos
sísmicos actualmente vigentes con requerimientos específicos para estructuras aisladas.
Esta necesidad es compartida por los organismos encargados de la construcción y el
público en general, quienes requieren que esta tecnología sea implementada adecuadamente,
y por los ingenieros proyectistas, los que requieren un estándar mínimo para el diseño y
construcción de estructuras con esta tecnología.
Como punto de partida, estos requerimientos definen dos niveles sísmicos: un nivel sísmico
de diseño (SDI) y un nivel sísmico máximo posible (SMP). El sismo de diseño coincide
con el nivel utilizado comúnmente en el diseño de estructuras convencionales consistente
con una probabilidad de excedencia de 10% en 50 años. Por otra parte, el sismo máximo
posible corresponde al máximo nivel de movimiento del suelo que puede ocurrir dentro del
marco geológico conocido y ha sido definido como el nivel que tiene una probabilidad de
excedencia de un 10% en un período de 100 años.
Estos niveles de riesgo, que son consistentes con la tendencia mundial en los códigos de
aislación sísmica, son distintos a los utilizados en la actual norma chilena NCh433 Of 96 lo
que será reflejado a través de un espectro de diseño que difiere del contenido en dicha
norma. El nuevo espectro deberá reflejar además un nivel de seguridad superior para el
sistema de aislación debido a que su falla compromete necesariamente la estabilidad
vertical de la estructura completa.
Para el diseño de estructuras aisladas se requiere que el sistema de aislación sea capaz de
sostener sin falla las deformaciones y cargas correspondientes al SMP. Análogamente,
cualquier sistema que cruce la interfaz de aislación debe ser diseñado para acomodar el
desplazamiento correspondiente al SMP.
Fig. 1 Primer Hospital Aislado en Sudamérica (Centro San Carlos, de la Universidad Católica)
Para cumplir con estos objetivos, los requerimientos propuestos limitan la respuesta
inelástica de la superestructura a una fracción menor de lo que se permite para edificios
convencionales. Consecuentemente, el desplazamiento lateral de una estructura durante un
sismo debe ocurrir en la interfaz de aislación y no en la superestructura. En un edificio
convencional sin aislación, la estructura vibra como consecuencia del movimiento del suelo
(Figura 3). Si esta vibración excede un cierto nivel, se produce daño en la estructura y sus
contenidos. Por el contrario, en el edificio aislado los aisladores acomodan la deformación
impuesta por el sismo, reduciendo el movimiento que se traspasa hacia la estructura.
Fig. 2 Construcción del Edificio San Agustín de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica
A la fecha existen cuatro edificios con aislación sísmica en Santiago, un bloque del
conjunto habitacional Comunidad Andalucía, en la calle Lord Cochrane, diseñado y
construido entre los años 1991 y 1992 dentro del marco de un estudio de la Universidad de
Chile, el centro médico San Carlos de Apoquindo de la Universidad Católica de Chile
construido durante el año 2000, y los edificios contiguos San Agustín (2002) y Hernán
Briones (2003) de la Escuela de Ingeniería en el Campus San Joaquín de la Universidad
Católica.
Fig. 3 Comparación de la Respuesta de un Edificio Sin Aislación Basal y uno Con Aislación Basal
Durante el año 2004 comenzó la construcción del Hospital Militar que contará con 162
aisladores sísmicos elastométricos, algunos de ellos con corazón de plomo. Este será uno de
los edificios aislados más grandes del mundo y utilizará aisladores de diámetro 90 cm.
Los antecedentes mundiales muestran que con posterioridad a los terremotos de Northridge
y Kobe, el uso de la aislación sísmica en el mundo ha crecido considerablemente. Por
ejemplo, las estadísticas en Japón muestran que el año 1998 se construyeron más de 700
edificios con aislación sísmica, entre los que se incluyen 35 hospitales, 18 edificios
gubernamentales y 304 edificios de viviendas.
Los sistemas de aislación más utilizados en el mundo actualmente son los aisladores
elastoméricos de bajo amortiguamiento (LDR) y alto amortiguamiento (HDR), los
aisladores elastoméricos con corazón de plomo (LRB), el aislador de péndulo friccional
(FPS), y los deslizadores teflón-acero (PTFE).
Cada proyecto tiene sus propios factores que motivan el uso de sistemas de aislación y
posee diferentes objetivos de desempeño. El primer paso esencial en el desarrollo del
proyecto es definir el criterio de diseño en base a los objetivos del propietario en lo que
respecta a la funcionalidad de la estructura, daño y protección de la inversión, preservación
histórica de la estructura, riesgo a las personas, y economía en la construcción. Para
aquellos propietarios que desean una alta prioridad a la funcionalidad, protección de los
contenidos, e inversión, requieren un criterio de diseño más estricto que aquellos que
buscan un nivel de desempeño de protección a la vida únicamente. En cualquier caso, es el
propietario el que debe estar consciente del nivel de riesgo que se desea asumir en el diseño.
Los objetivos principales son dos: (a) mayor seguridad sísmica de la estructura (y por
ende de las personas) a través de la minimización o incluso eliminación de daños en ella, y
(b) salvaguardar los contenidos de la estructura manteniendo el funcionamiento de ella
después del sismo.
En general una estructura aislada es al menos 5 veces más segura que una estructura
convencional fija al suelo. De hecho, los esfuerzos producidos por el sismo en la estructura
con aislación sísmica son del orden de 10 veces más pequeños que los de una estructura
análoga fija al suelo. Esta reducción de esfuerzos es la que implica que la estructura
permanecerá sin daño incluso durante un sismo de grandes proporciones.
4. ¿En qué se diferencia esta nueva técnica del diseño actual de estructuras
“antisísmicas”?
Hay ya tres edificios mayores con aislación sísmica y uno en etapa de proyecto. El
primero es el Centro Médico de la Universidad Católica en Camino del Alba con San
Carlos de Apoquindo (8000 m2). El segundo el Edificio San Agustín de la Escuela de
Ingeniería, en el Campus San Joaquín de la Universidad Católica (6000 m2). Y el tercero es
el Edificio Hernán Briones, contiguo al anterior, y también de la Escuela de Ingeniería
(1900 m2). En etapa de construcción está el nuevo Hospital Militar de La Reina que contará
con un muy importante y extenso sector (41000 m2) aislado sísmicamente. También hay
puentes con aislación sísmica (p.ej., Rodelillo, Marga-Marga, Río Blanco).
6. ¿Por qué no existen más edificio en Chile con aislamiento sísmica si la técnica es
tan atractiva?
El costo del sistema de aislamiento es típicamente del orden de 0.5 a 1.0 UF/m2,
dependiendo de la solución adoptada. Este costo se compensa varias veces si en el análisis
económico se considera que en la alternativa sin aislación la estructura, los elementos no
estructurales (las terminaciones), y los contenidos, afrontarán elevados costos de reparación
o sustitución cuando ocurra sismo de gran intensidad que con casi certeza van a
experimentar. Es importante recordar que en los edificios el costo las terminaciones supera
al de la estructura, y que en muchos casos el valor de los contenidos es muy superior al de
la estructura. Por otra parte, el hecho que la estructura tenga esfuerzos 10 veces menores
puede llegar a permitir ahorro en costos directos de construcción; lograrlo depende en gran
medida de una coordinación oportuna entre la Arquitectura e Ingeniería del proyecto.
9. ¿Qué ocurre con los ductos de instalaciones que cruzan el nivel de aislación?
Los aisladores están garantizados por una vida útil de 50 años mínimo. El diseño se
hace proveyendo a los aisladores de una fijación que les permite ser fácilmente removidos y
cambiados en cualquier momento sin interrumpir el funcionamiento del edificio.
Los aisladores son ensayados en forma dinámica uno a uno antes de ser colocados en
el edificio. Estos ensayos son extraordinariamente exigentes y permiten garantizar las
propiedades de rigidez y amortiguamiento de los aisladores.
DISIPACIÓN DE ENERGÍA
Todas las estructuras vibrantes disipan energía producto de esfuerzos internos, rozamiento,
rotura, deformaciones plásticas, etc. Mientras mayor es la capacidad de disipación de
energía, menor será la amplitud de las vibraciones. Algunas estructuras tienen muy poco
amortiguamiento, por lo que experimentan grandes amplitudes de vibración incluso para
sismos moderados. Los métodos que incrementan la capacidad de disipación de energía son
muy efectivos para reducir la amplitud de la vibración.
ESTRUCTURAS INTELIGENTES
Existe hoy en día una gran variedad de EI, cuya eficacia ha sido probada por numerosas
investigaciones en todo el mundo. La gran mayoría de ellas se encuentran en Japón, donde
existe un incentivo especial para que las empresas inviertan en el desarrollo de nuevas
tecnologías. La Figura 7, muestra el amortiguador activo denominado HIDAX,
recientemente desarrollado por la compañía japonesa Kajima Corporation, líder mundial en
esta fascinante tecnología.
Es importante resaltar que si bien resulta poco atractivo actualmente usar los tipos más
sofisticados de EI en Chile por razones de costo, no es menos cierto que algunos tipos muy
simples pero muy eficientes de EI podrían ser hoy desarrolladas a un costo muy
competitivo usando nuestra propia tecnología y conocimientos.
Es muy probable que en un futuro próximo, y gracias al constante abaratamiento de la
tecnología, muchos de los edificios importantes que se construyan en el mundo sean EI.
Seguramente, el mayor costo de tal “inteligencia” estará en el conocimiento experto que
surge del trabajo mancomunado entre la investigación científica y la industria, lo cual
constituye un gran desafío para la ingeniería y las universidades chilenas.