Dialnet LasConcepcionesEspacialesDeSigfriedGiedionComoTeor 5096576
Dialnet LasConcepcionesEspacialesDeSigfriedGiedionComoTeor 5096576
Dialnet LasConcepcionesEspacialesDeSigfriedGiedionComoTeor 5096576
https://doi.org/10.17979/bac.2015.5.0.1034
Resumen
El presente artículo se propone transformar la teoría historiográfica de las concepcio-
nes espaciales de Sigfried Giedion en una teoría del proyecto que, como tal, contri-
buya a afrontar la práctica proyectual contemporánea. A tal efecto, se procede al de-
sarrollo de una particular interpretación en clave lumínico-espacial de la mencionada
teoría, fundamentada en la posibilidad de caracterizar a las concepciones espaciales
apuntadas por Giedion atendiendo, únicamente, a la relación entre la luz y la sombra
que configuran cada tipología espacial. Finalmente se propone una lectura sincrónica
que sustituya a la formulación diacrónica original y que permita interpretarla como
teoría de proyecto.
Abstract
This article aims to transform the historiographical theory of spatial conceptions
developed by Sigfried Giedion into a design theory that is able to assist the contem-
porary design practice. To achieve this objective, it has developed a particular inter-
pretation in terms of space, based upon the possibility to define the spatial concep-
tions developed by Giedion by focusing only on the relationship between light and
shadow. Finally, this article proposes a synchronic reading of the original diachronic
theory, in order to enhance its interpretation as a design theory.
Palabras clave
Arquitectura, Historia, Espacio, Luz, Giedion.
Keywords
Architecture, History, Space, Light, Giedion.
01 El espacio arquitectónico como espacio exterior: pirámides de Giza vistas desde el suroeste. Giza (Egipto), 2540 a.C.
obras de las civilizaciones antiguas —desde el zigurat des estructuras de hierro y vidrio pone fin a la idea de
mesopotámico hasta el templo griego—, en las que el espacio arquitectónico como espacio interior cerrado e
espacio interior es física o simbólicamente inexistente, introvertido. Esto supone el inicio de una nueva con-
se erigen —según afirma el propio Giedion— en pa- cepción espacial caracterizada por la transparencia y la
radigma de esta manera de concebir el espacio arqui- apertura del espacio: «El que abrió el camino fue el in-
tectónico (Fig. 01). geniero, no el arquitecto. Esta evolución se inició con
las anónimas construcciones en hierro del siglo XIX y
Giedion identifica la segunda concepción del espacio alcanzó su cénit en la última feria mundial importan-
exclusivamente con la idea de interior: «Las arquitec- te, la celebrada en París el año 1889, con la erección de
turas romana, medieval, renacentista y barroca, pese a la Torre Eiffel y de la enorme Galerie des Machines (...).
todas sus diferencias estilísticas, se ajustan a la misma Estas dos estructuras resultaban incomprensibles para
concepción del espacio. (...) Esta segunda concepción los arquitectos de la época. Era preciso que primero las
del espacio cargó siempre el acento en el espacio in- interpretaran ojos de artistas (...), [que] encontraron
terior, vaciándolo y abriéndolo por medio de venta- un modo de comunicar el mensaje que comportaba
nas. Desde el Panteón de Roma en adelante hubo una este diseño para la arquitectura por venir: el mensaje
constante elaboración de la forma y la iluminación de la transparencia y la luz»5 (Fig. 03).
del espacio interior. La penetración de la luz del sol
se expandió continuamente desde los grandes venta- La tercera y última concepción espacial, que Giedion
nales de las termas romanas hasta los muros cortina identifica con la arquitectura moderna del siglo XX,
de nuestro siglo, pasando por las esbeltas ventanas con aúna la idea de arquitectura como volumen, propia
vidrieras de las catedrales góticas y las escaleras y sa- de la primera concepción, y la identificación de la ar-
lones barrocos inundados de luz»4. Giedion señala las quitectura con el espacio interior que de la segunda
formas de cubrición abovedadas, que han caracteriza- etapa: «La tercera concepción espacial contiene ele-
do a la arquitectura monumental desde la época im- mentos tanto de la primera como de la segunda etapa.
perial romana hasta bien entrado el siglo XIX, como Ha descubierto de nuevo las propiedades que emanan
el elemento distintivo de esta concepción espacial. El de los volúmenes en el espacio, sin renunciar al mo-
Pantheon de Roma, la cúpula de hormigón sin armar delado del espacio interior. La integración de estos
más grande jamás construida, deviene a la vez en ini- dos elementos básicos da origen a otros nuevos que
cio y paradigma de esta etapa (Fig. 02). presagian una tercera fase de evolución»6, en la que se
produce «una interpenetración hasta ahora desconoci-
Giedion advierte la importancia del periodo de tran- da de espacio interior y exterior»7. Aunque Giedion se
sición que media entre la segunda y la tercera concep- ve obligado a ser un tanto ambiguo en la definición de
ción a lo largo del siglo XIX. El desarrollo de las gran- esta última concepción espacial por encontrarse aún
en un periodo iniciático, sí llega a definir como ele- dera una entidad espacial en sí misma, y que la forma
mento característico de las obras pertenecientes a esta espacial arquitectónica por antonomasia sigue siendo
nueva concepción espacial un cierto carácter escultóri- el espacio interior.
co, en el que el historiador cree identificar —haciendo
analogía con la escultura vanguardista— una macla o Es posible superar esta dificultad conceptual reinter-
interpenetración del espacio y el volumen. El propio pretando la teoría original apoyándonos en la con-
Giedion señala la capilla Notre-Dame-du-Haut en traposición entre espacio interior y exterior que —tal
Ronchamp, de Le Corbusier (1950/55) como para- como señala el propio Giedion— apuntaron ya Riegl
digma de esta nueva forma de concebir la arquitectura y Schmarsow8. Tomando como base la idea de arqui-
(Fig. 04). tectura como sinónimo de espacio interior con la que
Giedion identifica a la segunda etapa, la primera con-
Así pues, la teoría de las concepciones espaciales de cepción puede fácilmente identificarse con la noción
Giedion tiene el mérito de resumir la historia de la de espacio exterior sin necesidad de recurrir a la idea
arquitectura en tres grandes periodos, identificando de volumen. A diferencia de las dos concepciones es-
en cada uno de ellos una actitud diferencial hacia la paciales previas, en las que el interior y exterior se ven
idea de espacio: el espacio irradiado por el volumen, el claramente diferenciados por la materia que los define
espacio como interior y el espacio como resultado de y separa, la transparencia alcanzada por las construc-
la interpenetración de los dos anteriores. ciones decimonónicas permite que ambas categorías
espaciales se fundan y confundan en una sola entidad
INTERPRETACIÓN ESPACIAL-LUMÍNICA espacial. Así, lo que para Giedion se constituye como
una etapa de transición entre el segundo y el tercer
Hemos visto que Giedion basa su teoría en la contra- periodo, podría interpretarse como una nueva con-
posición entre el espacio irradiado por los volúmenes cepción espacial, en la que el espacio interior pierde su
y el espacio interior. No obstante, esta contraposición identidad propia al abrirse lumínica y visualmente al
entre las nociones de volumen y espacio se descubre un exterior sin renunciar a la protección homeostática del
tanto confusa, pues si lo que se pretende es presentar espacio delimitado. En cambio, la última concepción
la historia de la arquitectura como una sucesión de espacial, la que Giedion identifica como tercera, po-
distintos modos de concebir el espacio arquitectónico, dría definirse como un espacio interior que se abre al
parece acertado centrar el análisis en la propia noción exterior en total continuidad visual, sin tener que re-
de espacio sin introducir otro tipo de cuestiones, como nunciar —como ocurre en la etapa precedente— a su
la propia idea de volumen. De hecho, la contraposi- carácter interior. Así pues, la teoría de Giedion podría
ción entre la noción de espacio y la de volumen pre- reinterpretarse como cuatro —y no tres— concep-
supone, al mismo tiempo, que el segundo no se consi- ciones espaciales distintas según su carácter interior o
exterior: 1) La arquitectura como espacio exterior; 2) en los interiores la luz se materializa y se deja ver; lo
La arquitectura como espacio interior; 3) La arquitec- que hay fuera son las sombras. La luz tiene presencia y
tura como espacio interior exteriorizado; y 4) La ar- da forma sólo a lo de dentro, mientras que la sombra
quitectura como espacio interior en continuidad con tiene presencia y da forma sólo a lo de fuera»10.
el exterior.
Según esto, podría decirse que en el espacio exterior
Una vez categorizadas las distintas concepciones del de la primera concepción espacial, las sombras propias
espacio únicamente en función de su carácter interior, y arrojadas se ven envueltas por un fondo domina-
exterior o híbrido, es necesario identificar los elemen- do por la luz solar: el espacio exterior es un espacio
tos que definen la interioridad o la exterioridad del es- de sombras en la luz (Fig. 05). Por el contrario, en el
pacio arquitectónico. Dicha definición se podría basar espacio interior de la segunda concepción, la luz se
en la distinta disposición y la variada naturaleza visual manifiesta en una sombra previamente construida por
de la materia que conforma y delimita el espacio, pero la materia que envuelve al espacio: el espacio interior
con ello se desplazaría la atención, otra vez, hacia un es un espacio de luces en la sombra (Fig. 06). El tipo
elemento que, aún siendo imprescindible en la con- espacial que Giedion identifica como la etapa de tran-
figuración del espacio, no se identifica propiamente sición entre la segunda y la tercera concepción puede
con él. Sin embargo, haciendo uso del concepto de interpretarse como un espacio homeostáticamente in-
espacio-luz formulado por Luigi Moretti9 —en el que terior y cerrado, pero lumínicamente exterior, en el
el espacio se identifica con su luz en contraposición a que apenas existen sombras debido a la transparencia
la materia—, es posible definir el carácter interior o o la translucidez de sus límites y a la extrema delgadez
exterior del espacio según su cualidad lumínica. de los elementos portantes (Fig. 07). Por último, en
la concepción moderna del espacio —la que Giedion
La cualidad lumínica del espacio no viene definida identifica como la tercera— se combina al unísono la
únicamente por la luz, sino también por su opuesto opacidad de la cubrición, que asegura la luz en la som-
implícito, la sombra. Lo que define la interioridad o bra propia del espacio interior, con la transparencia
exterioridad del espacio es, en realidad, la relación que del límite vertical, que hace posible la apertura de este
se establece entre ambas. A tal efecto, resulta especial- interior a la luminosidad exterior (Fig. 08).
mente elocuente la siguiente reflexión de Josep Quet-
glas: «Como a menudo identificamos instintivamente Así, a modo de resumen, se exponen brevemente los
a la luz con su fuente —el sol— y la sombra con su ajustes realizados en el presente apartado en la teoría
límite —la oscuridad—, suponemos que la luz es un originalmente formulada por Giedion: en primer lu-
fenómeno de exterior, mientras que la sombra es un gar, se ha sustituido la noción de volumen por la de
fenómeno de interior. Es más cierto lo contrario: sólo espacio, a fin de convertir a éste último en el único
La teoría esbozada en el presente artículo no sólo indirecto— al carácter estructural, formal, material,
sitúa al espacio arquitectónico en el centro del compositivo o funcional de la obra. En este sentido,
hecho arquitectónico, sino que lo identifica con la el trabajo aquí planteado podría sumarse a todas
luz que lo conforma, refiriendo distintas maneras aquellas reflexiones escritas durante las últimas
de concebir y configurar el espacio en base a la décadas en nuestro país, en las que el espacio y la luz
exposición original de Giedion. Cabe advertir que son concebidas como cuestiones fundamentales en
no se le escapa al autor que la definición del espacio la definición del proyecto arquitectónico15.
arquitectónico es algo que difícilmente puede
resumirse únicamente por medio de la relación Como no podría ser de otro modo, se deja en manos
entre la luz y la sombra que lo configuran; es cierto de cada arquitecto la exploración personal e íntima de
que intervienen otros muchos factores. Pero la los elementos y las estrategias proyectuales concretas
decisión de situar al espacio y a la luz en el centro que entran en juego a la hora de proyectar el espacio
de la reflexión surge de la idea de que la definición arquitectónico. La teoría aquí esbozada sólo pretende
de la cualidad lumínica del espacio lleva implícita, a arrojar algo de luz —por medio de la reflexión sobre
por lo general, la toma de decisiones de otro orden el espacio y la luz— a esta construcción del pensa-
que terminan por afectar —de un modo directo o miento que es el proyecto arquitectónico.
Bibliografía
Campo Baeza, Alberto. La idea construida. La arquitectura a la luz de las palabras. Madrid: Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, 1998.
De Miguel Arbonés, Eduardo. La luz en la configuración del espacio. Tesis doctoral, Universidad Politécnica de Madrid, 2006.
Giedion, Sigfried. El presente eterno: una aportación al tema de la constancia y el cambio. Madrid: Alianza, 1981.
Giedion, Sigfried. Espacio, tiempo y arquitectura: el futuro de una nueva tradición. Madrid: Dossat, 1978.
Giedion, Sigfried. La arquitectura, fenómeno de transición: las tres edades del espacio en arquitectura. Barcelona: Gustavo Gili, 1975.
Martí Arís, Carlos. La cimbra y el arco. Barcelona: Fundación Caja de Arquitectos, 2005.
Moretti, Luigi. Espacios-luz en la arquitectura religiosa. Madrid: Lampreave, 2012.
Norberg-Schulz, Christian. Existencia, Espacio y Arquitectura. Barcelona: Blume, 1975.
Piñón Pallarés, Helio: Teoría del proyecto. Barcelona: Edicions UPC, 2006.
Vacchini, Livio y Roberto Masiero (eds). Obras maestras. Barcelona: Gustavo Gili, 2009.
Valero Ramos, Elisa. La materia intangible. Reflexiones sobre la luz en el proyecto de arquitectura. Valencia: Ediciones Generales de la Construcción, 2004.
Zevi, Bruno. Architettura in nuce; una definición de arquitectura. Madrid: Aguilar, 1969.
Sobre el autor
Oscar Linares de la Torre es Arquitecto (2008) con 10 MH en el Proyecto Final de Carrera por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona
(ETSAB) y actualmente está terminando su tesis doctoral “La estructuración del espacio arquitectónico por la gravedad y la luz” en la misma universidad bajo
la dirección del Catedrático de Proyectos Arquitectónicos Carlos Ferrater Lambarri. Ha dado clases en la ETSA Barcelona (UPC), la ETSA Madrid (UPM),
el Esdi (URL) y The Sir John Cass Faculty Of Architecture (London Metropolitan University), entre otras escuelas de arquitectura. Actualmente es profesor
mentor en el Departamento de Proyectos Arquitectónicos de la UPM. Es miembro del equipo de redacción de la Revista DPA del Departamento de Proyectos
Arquitectónicos de la Univeridad Politécnica de Cataluña, y autor de “La luz es el tema” de la revista Diagonal. Ha desarrollado una intensa actividad profe-
sional en en España, Reino Unido, Alemania, Dinamarca, Suiza, Suecia, Hungría, Estados Unidos, México, Colombia, Arabia Saudí y Qatar. Su actividad
investigadora y proyectual ha sido publicada a nivel nacional e internacional.
[email protected]