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y SALVACION EN LA HISTORIA
Virgilio Zea, S. J. (*)
(9) D. V. 2 ..
(10) D_ V. 2.4.
(11) Hebr 5, 8-10.
(12) Mc_ 9, 23_ Cfr_ J. SOBRINO, o. cit., 88.91
(13) Cfr_ Mt 16, 14; Le 9, 37-43
273.
Jesús y sus obras se convierten en signo la fe de Jesús y concluir que "la vida de
de algo nuevo (14). Mientras las gentes Jesús considerada teológicamente es el
se admiran, los fariseos detento res de la paso de la fe primera a la fe definitiva nos
pureza de la fe judía, como se creen, lo parece que equivale a olvidar la afirma-
acusan: "está poseído del demonio, por ción del Concilio para el cual Jesús es
el príncipe de los demonios arroja a los la revelación misma y el Revelador por
demonios" (15). excelencia. Más aún, a manipular en una
forma interesada un aspecto verdadero
Una exégesis sana nos pide que com- de Jesús: su fe (17).
paremos la respuesta de Jesús con la acu-
sación de sus opositores, para descubrir 111. La fe en Jes6s_
la conciencia que tiene Jesús de su vincu-
lación con Dios. Su acción puede tergiver- Lucas une a dos parábolas llenas de
sarse como hecha en nombre de Satanás; dureza, la afirmación del rechazo del
entonces Satanás se destruiría a sí mismo pueblo incrédulo. "Llegará un día en que
como un reino en guerra civil. Jesús en- el dueño de casa cerrará la puerta y los
tiende sus exorcismos, a diferencia de los que hayan quedado fuera se cansarán de
que practican los diSCípulos de los fari- llamar alegando: "Hemos comido y be-
seos, como revelación de la presencia del bido contigo y tú enseñaste en nuestras
Reino y del Señorío liberador, en su pro- plazas. El responderá, no os conozco,
pia persona (16). A propósito de la tergi- obradores de iniquidad". Este texto con-
versación farisaica, Jasús habla del pecado cuerda con otro. "No se entrará al reino
contra el Espíritu Santo, que supone la de los cielos diciendo Señor, Señor, sino
oposición al bien que irrumpe en noso- haciendo la voluntad de mi Padre que está
tros en nombre de Dios y esto mucho an- en los cielos" (18).
tes de la así llamada "crisis Galilea".
En la misma línea se halla la respues-
Afirmar que Jesús arroja el poder del ta al maestro de la ley. "Señor qué he
mal que esclaviza al hombre, que a través de hacer para ganar la vida eterna"? La
de su actuar se hace presente Oios como respuesta hace que quien pregunta sea
amor que transforma, como justicia que su propio juez: "qué está escrito en la
nos hace hijos de Dios, es motivo sufi- ley, qué lees? Amarás al Señor tu Dios
ciente para condenarlo como blasfe- con todo tu corazón y al prójimo como
mo. Un hombre se sitúa en el lugar de a tí mismo". Y Jesús responde: "haz esto
Dios. Por lo mismo interpretar a Marcos y vivirás". Y si se le insiste "y quién es
9,23 exclusivamente como expresión de mi prójimo", para ir a servirlo, ofrece
(16) Mt 12, 2.8; Le 1!t 20. Aquí enc;ontramos la diferencia que Sobrino busca éntre la fe de Jesas y
la del CDS1iianO. J!in esa identificaci6n de su actuación como presencia del Reino de Dios y en
~ueno que hemos insinuado otras veces: Jesús identifica su actitud y la de Dios ante el peca-
dor, cfr. Lc 15.
(17) J. SOBRINO, o. cit., 102. No nos sentimos totalmente de acuemo con las afirmaciones que allí
hace el autor.. sobre todo si se toman en forma excluyente. "Lo que motiva la fidelidad de la
fe de Jesas es lB conflictividad histórica en la que se sitda".
Hay ,¡ue comparar ese texto con otro del mismo Sobrino. "Lo interesante es que esa actitud de
JeSÚll no surge meramente de su conciencia ética.•. sino de lo más profundo de su ser: de la reali-
dad de aquél a guien llamaba Padre, que no lo ea sin crear una comunidad de hermanos"_ No
habría que cam lar la anterior frase de Sobrino así? "Lo que motiva la fidelidad de JeSÚll es lo
más profundo de su ser, su amor al Padre, enfrentado con la conflictividad histórica"?
Lo mismo nos ~arece que se debe afirmar sobre la divinidad de Jesús como la entiende Sobrino,
cfr. 104. 105. Sus afiimaciones de caricter funcional, histórico, son vdlid~ pero suponen y
exigen una pe!.I!Pectiva ontolólico diD4mica: "el ser de Hijo" que haga posible la confianza en
Dios y el que DIOS sea en lIerdai:l Padre de JeSÚll y por éL nosotros Hijos adoptivos en Jcto. De lo
contrario nos encontramos ante un nominalismo, la Paternidad de Dios con respecto a Jems no
indica nada real sino una mera desilPlBClón.
(18) Le 13, 25 ss. Mt 7, 21.
?7A
como modelo a un obrero samaritano profeta. La actitud de los fariseos queda
y repite "vete y haz tú lo mismo" (19). muy por debajo de la de los publicanos
y las prostitutas. Ahora bien, Juan el Bau-
Mateo va mucho más allá cuando iden- tista no tenía ni la autoridad ni la actitud
tifica la acción real ante el hombre, el de Jesús ante Dios, quien al comer con los
desamparado, con la actitud ante Jesús. publicanos y pecadores afirma para quien
quiera entender, en un contexto judío
Estos textos se aclaran desde la acusa- que, su actitud de perdón para con el pe-
ción que lanza Jesús a los fariseos o a cador realiza eficazmente el perdón de
nosotros, si descuidamos el verdadero los pecados, es una identificación de su
amor hacia los hombres. Maestro de los actitud con los sentimientos y el amor
contrastes, describe a los niños que jue- del mismo Dios del A. T. (22). Si Juan
gan en la plaza e invitan a sus compañe- movía a creer en la autoridad de Dios
ros a bailar o a cantar, sin recibir res- que lo respaldaba, qué actitud tomar
puesta. Termina diciendo: "vino Juan ante Jesús, presencia viva del amor de
que ni comía ni bebía, y vosotros deds Yahwe para con los hombres?
está endemoniado". Viene el Hijo del
hombre que come y bebe y lo acusáis: La predicación y la persona de Jesús
"he aquí un glotón y un borracho, ami- deben ser la crítica de nuestros extremis-
go de publicanos y de pecadores" (20). mos: nos creemos justos porque detenta-
mos la verdadera doctrina, o porque se-
Es aún más dura la parábola de los dos guimos a un Jesús, comprometido con el
hijos: al menor de ellos ordena el padre, pobre, sin caer en la cuenta del riesgo del
"ve hoya trabajar en la viña" y él se nie- reduccionismo o de la manipulación de
ga; luego, arrepentido va y cumple sus Jesús en favor de nuestros intereses. Se
órdenes. Al mayor le da la misma orden, podrá separar y distinguir a los hombres
promete cumplirla y luego no va. "Cuál delante de un Jesús, revelador de Dios,
de los dos ha hecho la voluntad del Pa- en cuya propia vida se da un amor incon-
dre? pregunta Jesús_ El primero respon- dicional al hombre, aunque ella traiga la
den ellos. En verdad os digo, los publica- conflictividad el ser acusado de blasfemo,
nos y las prostitutas llegarán antes que vo- borracho, loco y finalmente la muerte?
sotros al reino de los cielos. En efecto,
Juan vino a. vosotros en el camino de la Ese amor de Jesús, por ser confianza
justicia y no le creísteis; pero los publi- en Dios tiene su razón última en aquella
canos y las prostitutas creyeron en exclamación: "ninguno conoce al Hijo
él. Vosotros, delante de su ejemplo, ni sino el Padre y ninguno conoce al Padre,
siquiera habeis tenido un remordimiento sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo
tard ío que os hiciera creer en él" (21)_ quisiere manifestar" (23).
Los primeros textos no hablan sólo de Hay otro aspecto de la fe en Jesús.
la fe de Jesús, sino de una fe en Jesús, Juan nos presenta a un ciego de naci-
acompañada de la audacia de las obras. miento que en un principio se admira y
confiesa: lo que "ese, a quien llaman
Los últimos van más allá, cuando se re- Jesús, hizo en él". Afirma luego que
chaza su autoridad, Jesús responde pre- Jesús es un "profeta", pregunta a los
guntando por la autoridad de Juan el fariseos si ellos quieren hacerse discípu-
Bautista, reconocido por todos como un los suyos, lo defiende sin conocerlo aún
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totalmente Y termina preguntando al IV. La pasión, fracaso da JasCls, pregunta
mismo Jesús: "Quién es él, Señor (el acerca de Dios (27).
Hijo del hombre) para que crea en él?
Jesús le dijo, tú lo ves, es el que te ha- Si seguimos con nuestro método de
bla. Entonces él respondió: creo Señor comparar los libros de la Escritura y en
y se prosternó delante de él" Por qué, especial los Evangelios entre s( observa-
el seguimiento de Jesús que, lleva a com- mos en los Hechos una perspectiva inte-
partir su suerte, termina en la adoración resante. Pedro quiere que la Comunidad
de Jesús? (24). elija un sucesor para Judas, y exige como
condición: "es necesario que, de los hom-
Hablar de la fe de Jesús lleva impl (- bres que nos han acompañado todo el
cito o necesariamente unido hablar de tiempo que el Señor Jesús vivió en medio
la fe en Jesús. Sea el centurión quien se de nosotros, comenzado desde el bautis-
acerca personalmente a Jesús o que los mo de Juan, hasta el dfa en que nos fue
judíos supliquen en favor suyo y de su arrebatado, que escojamos uno para que
siervo enfermo, sea la mujer siro-fenicia sea testigo de la resurrección". "Vosotros
la que pide un favor por su hija, en los sabeis todo lo que ha sucedido en la Ju-
dos casos el término de la fe es la persona dea: Jesús de Nazaret, sus comienzos en
del mismo Jesús y a esta fe responde afir- Galilea, después del bautismo predicado
mando no haber encontrado nunca algo por Juan. Cómo Dios le ungió con el Es-
semejante en Israel (25). Aquí sitúa Ma- píritu Santo y con poder, a él que pasó
teo el texto que Lucas colocaba en otro haciendo el bien .. porque Dios estaba
sitio: "Muchos vendrán de Oriente y de con él.. llegaron a crucificarle, colgándolo
Occidente a tomar puesto en el banquete de un madero. Dios lo resucitó al tercer
con Abraham, Isaac y Jacob en el Reino día" (28).
de los Cielos, mientras los Hijos del Reino
serán echados fuera". El motivo es claro: Es condición, para ser testigo de la
la actitud de fe o de negación vivida ante resurrección, haber convivido con los
la persona de Jesús. apóstoles y con Jesús, desde el bautismo
de Juan hasta la ascensión. Viven de la
A nuestro juicio el carácter de hombre conciencia de la inseparabilidad entre la
y de Hijo de Dios en Jesús son comple- predicación de Jesús, su historia, la res-
mentarios. No se manifiesta como Hijo de puesta de quienes lo crucifican y la exal-
Dios sino en el entregarse de toda su per- tación por parte de Dios. Esto último lo
sona humana en el amor. Pero no hace acentúa Pedro por los contrastes que
patente su fe en el Dios del A. Testamen- pone de manifiesto todo el texto.
to, sino dando a conocer que "ninguno
conoce al Hijo sino el Padre y ninguno Partiendo de la fe de Jesús se pregun-
conoce al Padre, sino el Hijo" (26). ta: por qué Dios aprobó con la resurrec-
(24) Jo. 9, 11.17.25. Nos parecen muy válidas las afirmaciones de Sobrino, o. cit. 177-8 sobre el se-
guumento de Jesús, como proceso activo y conocimiento de connaturalidad. Compartiendo lo
que afirma sobre su divinidad y la fe en Jesús, 105. 107, creemos que siendo válidas y neotesta-
mentarías las categorías relacionales (personal y práxica) el mismo N. T. incluye otras igualmen-
te importantes, cu.la IV parte del artículo.
(25) Mt 8, 7, cfr. Lc 7, 1-10.
(26) Mt 11, 25.
(27) Nos parece interesante y valioso el estudio de Sobrino sobre la pasión V. "La muerte de Jesús y
la litieración en la historia", o. cit. La pregunta que plantea en 150. 152. 175: "Si el hijo ino-
cente muere, quién es Dios"? lo sitúa ante una pregunta doble: el actuar de Jesús y el ser de
Jesús. Si hablamos en los mismos términos de Sobrino, el capítulo muestra lo radicalmente
"operatilla" que es la realidad más honda del cristianismo: el misterio Trinitario. 173. 175 nos
hacen preguntar si no hay que construir la teología no solo a partir de la neptividad sino tam-
bién a partir del amor? Qué extraño que aquí Sobrino se in~ire en Bonhoeffer, Barth, Molt-
mano Seria interesante una comparación con W. KASPER, • Jesús, el Cristo". Sígueme, Sala-
manca, 1977.
(28) Hech 1,21; lO, 38 ss.
276
ción a quien murió en el más ignominio- para hacer salir de Egipto a los hijos de
so de los paUbulos de ese tiempo? Su fe Israel? Dios le dijo: yo estaré contigo y
llega a un momento tal de crisis y desilu- he aquí el signo en el cual reconocerás
sión con respecto a su misión que se que tu misión viene de mí. Cuando ha-
podría hablar de una discontinuidad entre yas conducido al pueblo fuera de Egip-
la predicación y la muerte de Jesús? Hay to, rendiréis culto a Dios sobre esta mon-
un verdadero abandono de parte de taña" (30). Jesús va aOn más lejos al com-
Dios? (29). prometer a Dios con su obra y predica-
ción.
Podríamos responder trantando de
penetrar dos Utulos relacionales, el de Aparte de los textos en que Jesús
Padre con que se llama a Dios, el de Hijo identifica su actitud y la de Dios para con
con que se designa a JesOs. el pecador (e.8 parábola del Hijo pródi-
go), son muy dicientes aquellos en que
Cuando la comunidad cristiana atri- Jesús se dirige al leproso, si los vemos en
buye a Jesús Htulos como Señor, Hijo de el contexto de la purificación que se orde-
Dios, etc., su preocupación no es afirmar na en el Levítico (31). El A. T. piensa que
de él lo que ya en el A. Testamento tenía el leproso es un pecador, alejado de Dios
un significado concreto, con la misma y de la comunidad de Israel; su purifica-
densidad y sentido del A. Testamen- ción tiene como fin primordial integrarlo
to. Esos títulos que iluminan la realidad de nuevo a la comunidad de la Alian-
de Jesús, alcanzan, a partir de su actua- za. Por qué Jesús al dirigirse a los lepro-
ción, una densidad insospechada para el sos les ordena: "vé muéstrate al sacerdote
A. Testamento. Es decir, se le atribuyen y paga por tu curación la ofrenda prescri-
no teniendo como pauta un modelo abs- ta por Moisés, para que les sirva de testi-
tracto que JesOs debe realizar más o me- monio", o "id y mostráos al sacerdo-
nos perfectamente; es tal la riqueza de la te? . Cuando iban de camino quedaron
personalidad, de la entrega de JesOs que, curados" (32).
ninguno de los Htulos veterotestamenta-
rios logra agotarla y todos quedan supera-
dos por lo que ellos descubrieron en él Uno de ellos entendió el sentido de
cuando se comprometieron en su segui- lo que había sucedido y volvió a Jesús;
miento, desde su fe en el Dios de Abra- éste era el único que lo había aceptado
ham, Isaac y Jacob. como hombre, sin discriminarlo por ser
samaritano, leproso, quien con su amor
El título Hijo de Dios expresa, apli- lo había vuelto a la Alianza de Dios, por
cado a Jesús y a nosotros, dos realidades eso, "postrándose a sus pies glorificaba a
Dios en voz alta y daba las gracias a
cualitativamente distintas. Jesús es no
Jesús".
sólo primogénito sino unigénito, noso-
tros somos hijos adoptivos en Jesucris-
to. Esta identificación de la actitud de
Jesús con la del Dios del A. T., a la luz
Comparemos la actitud de Jesús y de la resurrección explicita quién es Jesús,
la de los Profetas. Estos en su actividad no sólo el hombre de fe, sino el revelador
viven de la convicción de que ella com- que hace palpable y real el amor de Dios
promete directamente a Dios. Moisés va para con los hombres. Por esta su actitud
al Faraón porque, seguro de la fidelidad y conciencia se desencadenan las luchas
del Dios de Abrahám, cree en él. "Quién contra Jesús a que hemos aludido. Pablo
soy VO para ir a encontrar al Faraón y sigue afirmando del Resucitado su ser de
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revelador y mediador entre Dios y los Que Dios asuma la tragedia humana
Hombres (33). en la cruz no se explica totalmente si
Jesús es solo un hombre, que, por su
Permanece Jesús en la misma I(nea obediencia, se hace Hijo de Dios. Para el
cuando ora en el huerto de los olivos? O monoteísta Pablo es inconcebible, por eso
esta y la oración de la cruz manifiestan persigue a Jesús en los cristianos que, se
un momento en que su confianza desfa- afirme de un simple hombre, de un cru-
llece y en que el abandono de Dios llega cificado, que está a la derecha de Dios y
hasta el rechazo de su Hijo? creemos que que merece la adoración exclusivamente
ningún autor serio II~garía a esta afirma- atribuible a Dios (38). Pablo conocía el
ción. absurdo que encierra en sí el patíbulo de
la cruz.
Observemos ante todo la coherencia
de Jesús con su pasado. Jeremías se sien-
te seducido por Dios y sin embargo, llega A raíz de la resurrección descubre que
a maldecir "el día en que nació". "Que la cruz es la revelación verdadera de Dios,
sea maldito el día en que mi madre me "sabiduría de Dios y poder de Dios". En
dió a luz" (34). En Jesús, aunque siente ella y en la resurrección "quiso Dios re-
todo el peso de su misión nunca aflora velarle a su Hijo Jesús" (39). Quien mira
la maldición a sus labios. Marcos y el a Jesús "hecho obediente hasta la muerte
Autor de las Hebreos lo presentan en ac- y muerte de cruz", entiende a Dios desde
titud orante. Su oración llega al máximo la historia humana, designándolo Padre
de intimidad y confianza cuando llama de Jesús - el Cristo. Quien en el himno de
a Dios con la confianza del niño "Padre Filipenses juega con los contrastes, quiere
m(o" (35). que se tome en serio todo el himno y lo
que él encierra. Cristo "se desposeyó de la
El N. T. es consciente de la trascen- condición de paridad con Dios y tomó
dencia e invisibilidad de Dios y al mismo forma de siervo", asumiendo una condi-
tiempo de que su amor se ha hecho histó- ci6n humilde, sumisa, obediente. Con la
rico, asumiendo e integrando ase en lo palabra esclavo, esta condición asumida
más profundo de Dios la tragedia que des- por Cristo, contrasta con su condición
garra la historia humana: "Porque la ley de Hijo de Dios y su condición de Señor
se nos dio por intermedio de Moisés, la que le será concedida por la exaltación,
gracia y la verdad nos vinieron de Jesu- a raíz de la muerte en cruz. La antítesis
cristo. A Dios nadie le ha visto, el Hijo entre la humillación de Cristo y su exal-
Unigénito, el que está en el seno del tación a la dignidad de Señor es funda-
Padre, él nos lo ha manifestado". Pero mental en el pasaje (40).
este Hijo "se hizo carne y habitó entre
nosotros" (36). La afirmación "Dios Pablo va más allá. "Se humilló a sí
es amor" cobra sentido desde la historia mismo, haciéndose obediente hasta la
del hombre, porque en "estó consiste muerte y muerte de cruz". Expresión
su amor, en que envió a su Hijo unigé- clara de su entrega: libremente ha esco-
nito al mundo para que vivamos por él" gido una vida humana desprovista de
(37). gloria y esplendor y libremente asume
(33) Ro 8, 31
(34) Jer 20, 7.14.
(35) Me 14, 86; Hebr. 4, 14; 5, 5 ss.
(86) Jo 1,18.14
(37) 1 Jo 4, 9-10.
(38) Hech 7, 55-60; 8, 1.
(39) 1 Cor 1, 18 SS; GaI 1, 16-16.
(40) FU2,6-11.
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la total humillación en la más completa corazones el Esp(ritu de su Hijo, el cual
solidaridad con el hombre (41). clama "Abba", Padre mío". Al entender
a Jesús en esta forma, Pablo descubre que
"en él no hay judío ni griego, esclavo ni
libre, hombre ni mujer, sino que todos
v. Jesús, Hijo de Dios que se hace somos una sola cosa en Cristo" (43).
hombre.
De aqu( cabe formular una última pre-
Existe la posibilidad de admirar en gunta. No estará equivocada la hermenéu-
Jesús a un gran hombre; el primero que tica de Pablo? No habría que optar más
supo vivir el amor hasta sus últimas con- bien por ahondar la división ya existente
secuencias. O la posibilidad de la fe que, entre las clases sociales, para ser capaces
tomando en serio la experiencia de los de una opción total en favor del hom-
discípulos, descubre en la persona de bre? Cae Pablo en una teologización
Jesús, Hijo de Dios, el misterio del amor cuando entiende a Jesús como el Hijo
de Dios y de su entrega total y personal de Dios que se hace hombre en la difi-
en la historia, para mostrar al hombre el cultad de la obediencia, cuando afirma:
camino que hace posible la construcción "viviendo en la carne, vivo de la fe del
de la historia. Así nos revela que la media- Hijo de Dios que me amó y se entregó
ción de Dios no es el poder que destruye, por mi"? (f4). Será la teolog(a ideolo-
sino el amor que se entrega (42). Que vi- gizante esa exclamación "conoceis la
vir del Esp(ritu de Dios, obliga a romper liberalidad de Nuestro Señor Jesucristo,
una serie de seudo valores y estructuras cómo siendo rico, se hizo por vosotros
esclavizantes, para construir una realidad pobre, para enriqueceros por su pobre-
distinta en el amor. za"? "Os suplicamos en nombre de Cris-
to, dejáos reconciliar con Dios. A quien
Sintiendo toda la fuerza y atracción no conocía el pecado, Dios lo hizo por
que suscita la fe de Jesús y su confianza nosotros pecado, para que llegáramos
en Dios, hemos de abrirnos, en nuestra a ser justicia de Dios en ét"? (45).
fe, a captarlo como el revelador de Dios,
el que hace cercano al Dios de los Padres.'
El Cristianismo es exigencia de entrega
A partir de él se expresa quién es y en favor del pobre, del oprimido, pero
cómo ama Dios, designándolo comO "Pa- con el anhelo de reconciliar lo que el
dre de Jesús", Padre del que murió en un poder, el odio, las clases hacen irrecon-
patrbulo porque creía en el amor y por- ciliable. Es seguimiento de Cristo, pero es
que en su persona realizaba lo que es ser fe en el Hijo de Dios, cuya encarnación
hombre: la aceptación total de Dios, en encierra dos aspectos, uno consecuencia
el amor sin condiciones a los demás. Des- del otro: la asunción del dolor humano
de aquí los autores del N. T. se abismaron para llevarlo hasta el fondo del corazón
más en la profundidad de Dios, sin dejar mismo de Dios y el hacerse libremente
el nivel de la historia: "Cuando llegó la hombre, nuestro hermano, en la locura
plenitud de los tiempos envió Dios a su de un amor que si comenzó la historia
Hijo, nacido de una mujer, sometido a la del hombre por la creación, lo hizo para
ley, para liberar a los que estaban someti- darse al hombre en la total cercan(a
dos a la ley". "Y la prueba de que sois de la propia historia, vivida y hecha
hijos es que Dios ha enviado a vuestros realidad por el Hijo de Dios.
nA