Interpretacion de La Ley Prenal
Interpretacion de La Ley Prenal
Interpretacion de La Ley Prenal
como decía
Mezger.4
A la hora actual, es predominante el sentir doctrinal que
reconoce
como indiscutible la necesidad de la interpretación legal.
Lejos quedaron
ya las discusiones sobre la conveniencia o licitud de
interpretar las leyes.5
Nosotros creemos en su necesidad en la medida en que
interpretar la ley
significa averiguar su voluntad para obedecerla. Según
Oneca, la inter-
pretación es “ el verdadero e integral acatamiento de la ley” .
6
La doctrina dominante7 se inclina por la llamada teoría
objetiva de la
interpretación consistente, en lo fundamental, en
desentrañar el sentido
objetivo que tiene la norma en la actualidad. En
contraposición a la pro-
puesta anterior, encontramos la denominada teoría subjetiva
de la inter-
pretación, referida a la voluntad del legislador histórico. En
efecto, no se
duda de que en ocasiones, y esto no es poco frecuente, la ley
tenga que
aplicarse
Cárdenas, a situaciones
1990, p. 61. inexistentes en tiempos del legislador
histórico
5 Sáinz Cantero, José Antonio, Lecciones de derecho penal. Parte general, 3a. ed.,
Barcelona,
quien,
Bosch,por1990,la p. misma razón,
363, escribe no habría
“ la necesidad podido preverlas.
de la interpretación Por
es hoy indiscutible,
ello mismo,
habiendo sido
superadas las antiguas opiniones —surgidas en la época de la Ilustración— que
3buscar
Vid. Muñoz una
Conde,voluntad inexistente
Francisco, Introducción resulta
al derecho poco
penal, menos
Barcelona, que
Bosch, 1975, p. 139.
negaban cualquier
4 Mezger, Edmund, Derecho penal. Parte general, trad. de Ricardo Núñez, 2a. ed., México,
infructuoso.
posibilidad de Pero
que la ley penal fuera interpretada” . Antón Oneca, José, Derecho penal.
Parte gene-
esto no quiere decir que, de conocerse esa voluntad, en
ral, Madrid, 1949, p. 96, nos recuerda que: “ bajo la superstición legalista de la
tanto constituye
Ilustración se llegó
a proscribir la interpretación: no hay cosa de mayor peligro —decía Beccaria— que el
un valioso dato histórico, habría de ser detenidamente
común axioma
considerada
de que hay quela consultar el espíritu de la Ley” .
oportunidad y ventaja
6 Antón Oneca, de
José, op. cit., su5.utilización.8
nota
7 De acuerdo con Jescheck, Hans-Heinrich, Tratado de derecho penal. Parte general,
Latrad.
polémica
de dada entre las dos corrientes metodológicas
mencionadas
F. Muñoz Conde y S. Mir Puig, Barcelona, Bosch, 1981, vol. I, p. 211, una de las
polémicas más
enfamosas
torno en a lalametodología
interpretaciónjurídica ennada tiene
materia de estéril,
de interpretación según
se da entre lanos
teoría
lo hace
subjetiva ver
(si
debe o no atenderse a la voluntad del legislador histórico), y la teoría objetiva (atender
Jescheck,
al sentido
quien destaca la importancia práctica que se
deduce
objetivode con-
actual de la norma). Sobre este punto, vid., también, Cobo del Rosal, Manuel, y
Vives
trastar los postulados de una y otra orientación, sobre todo
Antón, T. S., op. cit., nota 2, p. 106.
cuando se
8 Vid. Rodríguez Mourullo, Gonzalo, op. cit., nota 2, p. 104.
LA INTERPRETACIÓN DE LA LEY PENAL 733
trata de dirimir el tema de si los defectos del texto legal pueden ser co-
rregidos por vía de la interpretación. En su opinión, que compartimos, la
teoría objetiva permite liberarse de una decisión del legislador que se
considere superada, mientras que la teoría subjetiva nos obligaría a seguir
un criterio basado en una voluntad (posiblemente equivocada o trascen-
dida) del legislador histórico. Igualmente resulta acertada la orientación
objetiva cuando surge el supuesto de completar alguna laguna legal, toda
vez que esta teoría permite partir de valoraciones actualmente decisivas,
sin tener que reconstruir las ideas de un tiempo pasado como pretendería
la formulación subjetiva.
Jescheck es consciente, además de esclarecedor, cuando pone de re-
lieve algunos aspectos cuestionables de la teoría objetiva, no obstante su
reconocida aceptación doctrinal, ya que “ también está expuesta a los in-
convenientes de la inestabilidad y de un subjetivismo encubierto, pues el
intérprete que cree investigar la voluntad de la ley cae fácilmente en la
tentación de la que ya previno Goethe con estas irónicas palabras: “ in-
terpretad con frescura y espontaneidad, pues, de lo contrario interpre-
taréis mal” . En consecuencia, Jescheck nos propone la utilización de
ambas teorías, aduciendo: “ las leyes modernas deben interpretarse aten-
diendo fundamentalmente a los materiales legislativos, mientras que en
las leyes antiguas hay que tener en cuenta el significado objetivo que le
haya atribuido la praxis judicial” .9
Por otra parte, cuestión inherente al concepto de interpretación es la
relativa al lenguaje.10 El derecho se expresa por medio del lenguaje es-
crito.11 Es decir, a través de signos que poseen un significado convencio-
nalmente admitido. Por eso, también se dice que interpretar una norma
jurídica equivale a desentrañar el sentido de tal formulación lingüística.
Téngase en cuenta que esta formulación es algo más que un simple con-
1. Por su origen
a) Auténtica. Ésta es la dada por la propia ley; bien que sea por otro
precepto contenido en el mismo cuerpo legal (contextual), o bien por otra
ley posterior a la que se trata de interpretar (posterior). Como ejemplos
de una interpretación contextual, podemos referir el que se contiene en
el Código Penal de Guanajuato (en adelante, CPGTO) en su artículo 216,
que explica lo que habrá de entenderse por riña en relación con el homi-
cidio (artículo 203, CPGTO) que bajo tales circunstancias se produzca; o
el artículo 217 del CPGTO, referente a los conceptos de premeditación,
12 En el mismo sentido, Rodríguez Mourullo, Gonzalo, op. cit., nota 2, p. 103, Jescheck, Hans-
Heinrich, op. cit., nota 7, p. 208.
13 Pavón Vasconcelos, Francisco, Manual de derecho penal mexicano. Parte general, 10 ed., Mé-
xico, Porrúa, 1991, p. 90.
LA INTERPRETACIÓN DE LA LEY PENAL 735
16 Antón Oneca, José, op. cit., nota 5, p. 98, y Muñoz Conde, Francisco, y García Arán, Mercedes,
op. cit., nota 2, p. 116.
17 Vid. Rodríguez Mourullo, Gonzalo, op. cit., nota 2, pp. 105-106.
18 “ Entre las cualidades exigibles a una ley se encuentra la de un lenguaje correcto, claro y sen-
cillo” , dice Trueba Olivares, Eugenio, La interpretación de la ley, Guanajuato, México, Facultad de
Derecho de la Universidad de Guanajuato, Departamento de Investigaciones Jurídicas, 1989, p. 34.
LA INTERPRETACIÓN DE LA LEY PENAL 737
ción científico-jurídica propia que poco o nada tiene que ver con el len-
guaje común. En estos casos, generalmente el propio legislador otorga al
intérprete explicaciones complementarias para la mejor comprensión de
lo que debe entenderse por tal o cual concepto utilizado.
b) Histórico. El derecho es una expresión de la historia de un pueblo.
Se afirma que es un producto históricocultural. Esto quiere decir que di-
fícilmente ninguna norma jurídica puede ser interpretada si no es partien-
do de un análisis contextualizado de su proceso generador y posterior
evolución.19 El intérprete habrá pues de valerse de la especial informa-
ción que para sus intereses le suministran diversos materiales legislativos
como los proyectos de ley, las actas y debates parlamentarios, los ar-
gumentos del legislador, las exposiciones de motivos que preceden con
frecuencia a toda norma, etcétera. Pero estos materiales habrán de ser
tomados con reserva en la medida en que el pensamiento de quienes in-
tervinieron en la preparación de la ley no siempre se corresponde con el
de la ley aprobada.20
La interpretación histórica nos plantea la cuestión de qué es lo que se
pretendía resolver o atender con la creación de la ley, conduciendo de
este modo a una interpretación teleológica,21 de la que nos ocuparemos
en seguida.
c) Teleológico. En tanto que el derecho se propone conseguir determi-
nados fines, la interpretación teleológica resulta de particular importancia.
En este método, el intérprete atiende al fin de la norma, siendo necesario
para ello determinar previamente el bien que jurídicamente se protege.
19 Rodríguez Mourullo, Gonzalo, op. cit., nota 2, p. 107, y Jescheck, Hans-Heinrich, op. cit., nota
7, p. 210.
20 Valiosa advertencia de Antón Oneca, José, op. cit., nota 5, p. 98.
21 Jescheck, Hans-Heinrich, op. cit., nota 7, p. 210.
22 Idem.
738 MANUEL VIDAURRI ARECHIGA
23 Vid. Rodríguez Mourullo, Gonzalo, op. cit., nota 2, p. 107; Antón Oneca, José, op. cit., nota
5, p. 98, y Muñoz Conde, Francisco, y García Arán, Mercedes, op cit., nota 2, p. 117.
24 Así Muñoz Conde, Francisco, y García Arán, Mercedes, op. cit., nota 2, p. 117, y Rodríguez
Mourullo, Gonzalo, op. cit., nota 2, p. 106.
25 Antón Oneca, José, op. cit., nota 5, p. 98.
LA INTERPRETACIÓN DE LA LEY PENAL 739
26 Rodríguez Mourullo, Gonzalo, op. cit., nota 2, p. 111; Antón Oneca, José, op. cit., nota 5, p.
99, y Sáinz Cantero, José Antonio, op. cit., nota 5, p. 367.
27 Vid. epígrafe III de este texto.
28 En este epígrafe seguimos en líneas generales la explicación de Cobo del Rosal, Manuel, y
Vives Antón, T. S., op. cit., nota 2, pp. 109-110, quienes lo rescatan del libro La interpretación de
la ley, del penalista argentino Sebastián Soler, Barcelona, 1962.
740 MANUEL VIDAURRI ARECHIGA
No obstante —explica Cobo del Rosal—30 en casos muy especiales, allí don-
de se hace absolutamente justificado, cabe admitir la llamada Interpretatio
abrogans, esto es, la interpretación que niega la validez normativa de uno o
varios preceptos legales. Esta interpretación ha de ser reconocida ampliamente
en el seno del derecho penal allí donde sus normas sean contrarias a la Consti-
tución, pero entonces el efecto derogatorio no procede, propiamente, de la in-
terpretación sino de la colisión de la norma penal con otras de rango superior.
29 Vid. Álvarez Montero, José Lorenzo, Derecho constitucional y garantías individuales, México,
Universidad de Xalapa, 1994, p. 62. Vid. Arteaga Nava, Elisur, “ La interpretación constitucional” ,
Alegatos, Universidad Autónoma Metropolitana, núm. 31, 1995; también Carmona Tinoco, Jorge
Ulises, La interpretación judicial constitucional, México, Comisión Nacional de Derechos Huma-
nos-UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1996.
30 Cobo del Rosal, Manuel, y Vives Antón, T. S., op. cit., nota 2, p. 109.
LA INTERPRETACIÓN DE LA LEY PENAL 741
31 Beccaria, Tratado de los delitos y de las penas, 4a. ed. facsimilar, México, Porrúa, 1990, pp.
14 y ss.
742 MANUEL VIDAURRI ARECHIGA
32 Jescheck, Hans-Heinrich, op. cit., nota 7, pp. 206 y ss.; Muñoz Conde, Francisco, y García
Arán, Mercedes, op. cit., nota 2, pp. 119 y ss.
33 En nuestro medio jurídico es conocida la polémica que en torno al tema del silogismo jurídico,
es decir, la aplicación de fórmulas propias de la lógica formal al derecho, mantuvieron los profesores
Eduardo García Máynez (Introducción al estudio del derecho, 31 ed. revisada, México, Porrúa, 1980,
pp. 321 y ss.) por un lado, y Luis Recaséns Siches (Introducción al estudio del derecho, 7a. ed.,
México, Porrúa, 1985, pp. 198 y ss.) por el otro. Respectivamente, el uno afirmando la propuesta
metodológica y el otro negándola radicalmente; ambos con argumentos sumamente interesantes que
conviene revisar detenidamente.
34 Recaséns Siches, al respecto opina: “ sentadas la premisa mayor y la premisa menor, la opera-
ción de extraer la consecuencia puede realizarla correctamente un niño de 10 años, o incluso la
sirvienta analfabeta” . Vid. op. cit., nota 33, p. 199.
35 Idem.
LA INTERPRETACIÓN DE LA LEY PENAL 743
39 Muñoz Conde, Francisco, y García Arán, Mercedes, op. cit., nota 2, pp. 119 y ss.
40 Ibidem, p. 120.
LA INTERPRETACIÓN DE LA LEY PENAL 745
41 Ibidem, p. 122, con interesantes ejemplos de la legislación penal y procesal penal española.
42 Ibidem, pp. 122-123.
746 MANUEL VIDAURRI ARECHIGA
particular que haya que juzgar. De este modo aparece el derecho penal,
y el derecho, en general, no como un conjunto de normas abstractas,
“ sino como el conjunto de preceptos que rigen en concreto hechos de la
vida real” .
Desde el punto de vista psicológico, la subsunción
V. INTERPRETACIÓN Y ANALOGÍA
45 Sáinz Cantero, José Antonio, op. cit., nota 5, p. 377; Rodríguez Mourullo, Gonzalo, op. cit.,
nota 2, p. 112, y Muñoz Conde, Francisco, y García Arán, Mercedes, op. cit., nota 2, p. 112.
46 Así lo explica Sáinz Cantero, José Antonio, op. cit., nota 5, p. 379.
47 Sobre los contenidos e importancia del artículo 14 constitucional, vid. Burgoa, Ignacio, Las
garantías individuales, 15 ed., México, Porrúa, 1981, especialmente pp. 495 y ss.
748 MANUEL VIDAURRI ARECHIGA
52 Sobre la teoría de la argumentación, vid, Atienza, Manuel, “ las razones del derecho. Sobre la
justificación de las decisiones judiciales” , Isonomía. Revista de Teoría y Filosofía del Derecho, Ins-
tituto Tecnológico Autónomo de México, núm. 1, octubre de 1994, pp. 51 y ss. También Guastini,
Riccardo, op. cit., nota 10, p. 121, quien textualmente nos comenta: “ desde el punto de vista del
juez fiel a la ley, la interpretación se presenta como una actividad de conocimiento: interpretar es
‘averiguar’ el ‘verdadero’ significado de las leyes y/o la ‘verdadera’ intención del legislador. Los
problemas de interpretación, a su vez, se presentan como fuentes o motivos de duda en torno al
significado de la ley o a la intención del legislador” . Desde el punto de vista del “hombre malo” —o,
más sencillamente, del abogado o, incluso, del juez ligado no a la ley sino a su propia orientación
política— “ la interpretación se presenta no como ‘averiguación’ sino como valoración, elección, y
decisión: interpretar es individualizar los diversos posibles significados de un texto, valorar de cada
uno los posibles resultados prácticos, y escoger el más oportuno en vista a un fin preestablecido” .
750 MANUEL VIDAURRI ARECHIGA
53 Bustos Ramírez Juan, y Hormazábal Malaree, Hernán, Lecciones de derecho penal, Madrid,
Trotta, 1997, vol. I, p. 103.