Crónicas Del Crimen. Graciela Hammes - Asesinó A Su Marido para Cobrar Un Seguro - LA NACION
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Crónicas Del Crimen. Graciela Hammes - Asesinó A Su Marido para Cobrar Un Seguro - LA NACION
Graciela Hammes:
asesinó a su marido para cobrar un seguro
Gustavo Carabajal Gabriel Di Nicola
7 de junio de 2019
Graciela Hammes: asesinó a su marido para cobrar un seguro
Luego de advertir que las heridas por quemaduras que la mujer tenía en las manos eran
recientes, García Maañón ordenó un allanamiento en la casa de Enrico Fermi 4798,
donde vivía la pareja. Al revisar la vivienda, los policías hallaron una póliza de seguro de
vida a nombre de Ortega; la única beneficiaria era Hammes. La póliza había sido
autorizada cuatro días antes de la muerte del hombre.
El primer trámite que ella debía realizar para reclamar la indemnización por la muerte
de su esposo era la radicación de la denuncia por averiguación de paradero del cónyuge.
En su apuro por cobrar los 100.000 dólares del seguro de vida de su marido, Hammes
fue a la seccional sin pensar que el comisario escucharía su relato del Fiat 600 blanco y
relacionaría el hallazgo del coche y el cuerpo carbonizado con la declaración.
Dos años después, Hammes fue condenada a prisión perpetua por el homicidio de su
esposo, a quien mató para cobrar los US$100.000 del seguro de vida. Durante la etapa
de instrucción de la causa los peritajes caligráficos confirmaron que la firma en la póliza
que se le atribuía a Ortega había sido falsificada.
Otro estudio caligráfico realizado para comparar esa firma apócrifa con los trazos
ascendentes y descendentes de la escritura de la acusada determinó que aquella rúbrica
en la póliza había sido realizada por Hammes.
Para la Justicia quedó probado que el 8 de junio de 1998 Hammes golpeó a su marido
en la cabeza con un objeto contundente y luego lo introdujo, inconsciente, al Fiat 600,
que abandonó y quemó en Benavídez, partido de Tigre, a 30 cuadras de la casa en la que
vivía con su marido.
Aunque los investigadores sopesaron la hipótesis de que Hammes hubiera contado con
la asistencia de un cómplice, esta eventualidad nunca pudo ser probada. Uno de los
elementos en los que se sustentaba esta pista fue el hallazgo de una gorra de hombre a
metros del auto incendiado. Los detectives del caso creían que podía pertenecer a un
joven del entorno de la imputada.
"Señores jueces, por favor, no se equivoquen", dijo ella a la hora de decir sus últimas
palabras en la audiencia final del juicio, antes de la decisión del tribunal que la juzgaba
por el homicidio, según publicó el diario Página 12 en su nota sobre la sentencia.
El 3 de julio de 2000, los jueces Juan Carlos Fugaretta, Fernando Maroto y Roberto
Borserini, de la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro, le
aplicaron la pena máxima por homicidio calificado por el vínculo y alevosía, según
publicó la agencia de noticias Télam en una de sus notas destacadas del día.
Descuido y desaparición
Fue el 26 de enero de 2005. Hammes, que entonces tenía 43 años, había logrado que la
Justicia la autorizara a salir de la cárcel de Los Hornos para viajar a Neuquén a ver a su
padre, que estaba hospitalizado en grave estado.
Hammes estuvo prófuga 14 años. Durante ese tiempo, la imagen de su rostro apareció
en el listado de los delincuentes más buscados por la policía bonaerense.
Con un DNI falso, regresó a la ciudad de Buenos Aires y comenzó una nueva vida.
Empezó una relación con un hombre de 55 años y se dedicó a cuidar a abuelos
internados en hospitales. Por realizar esa tarea cobraba entre $4000 y $5000 por
noche.
Consciente del riesgo que representaba movilizarse por el conurbano, ante la posibilidad
de que algún policía bonaerense pudiera reconocerla, rechazaba cualquier ofrecimiento
de trabajo en establecimientos del Gran Buenos Aires.
Los investigadores de la policía bonaerense llegaron al lugar después de que una mujer,
para cobrar la recompensa ofrecida, les dio información precisa y un ultimátum: "Es hoy
o nunca".
Al ser detenida, Hammes negó ser la persona que los policías buscaban. Se identificó
como Marcela R. y presentó un DNI que empezaba en 18 millones. La mentira le duró
cuatro horas. Los detectives accedieron a la foto original de ese documento y
comprobaron que los rasgos de la sospechosa no se parecían en nada a los que se veían
en la imagen de la titular del DNI. Cuando se completó la comparación de la ficha con
sus huellas dactilares reales, a Hammes se le cerraron todas las vías de escape.
Graciela Hammes: asesinó a su marido para cobrar un seguro
De nada le sirvieron los 5000 dólares, 40.000 pesos en billetes de mil y la moneda de
oro que llevaba encima para usar en caso de contingencia como, justamente, ese que
vivía, a solo 12 días del aniversario 14 de su sonada fuga.
Había acondicionado una toalla femenina para ocultar el dinero y llevarlo entre sus
prendas íntimas sin llamar la atención. El monto en efectivo que portaba superaba
ampliamente los 150.000 pesos que las autoridades provinciales ofrecían como
recompensa por su captura.
Ahora, Hammes pasa sus días alojada en un pabellón del Complejo Penitenciario
Federal IV de Mujeres, en Ezeiza. Se adaptó bien y rápido a la vida intramuros. Solo
recibe las visitas de su compañero. Hasta ahora, ni su madre y ni sus hermanos fueron a
verla.
Desde fines de marzo trabaja en el taller de muñequería del penal. Con 58 años, tiene
buena conducta y se integró bien a "las actividades propuestas", y tampoco "tiene
problemas con sus pares", según explicaron a LA NACION fuentes del Servicio
Penitenciario Federal (SPF).
Su caso llegó a la pantalla chica. Fue uno de los capítulos de Mujeres asesinas, el
premiado unitario de la productora Pol-ka basado en el libro homónimo de Marisa
Grinstein. La serie de ficción se emitió en la pantalla de Canal 13 en septiembre de 2005,
ocho meses después de que Hammes huyera durante un traslado. La entrega llevó por
título Graciela Hammes, incendiaria. Fue interpretada por Mercedes Morán.
De no haber sido por la constancia de un funcionario judicial que la buscó desde el día
que huyó y por una mujer que vio el rostro de la fugitiva cuando un canal de televisión
realizó un informe noticioso sobre los prófugos más buscados del país, Hammes no
hubiera regresado a la cárcel.
Le faltó un año para que la causa prescribiera. Si la testigo que pretendía cobrar la
recompensa no llamaba, la mujer que mató al marido para cobrar el seguro de vida e
incineró su cuerpo para que no lo reconocieran hubiera logrado su objetivo de caminar
por la calle libremente sin que la policía pudiera meterla presa.
Según el fallo de primera instancia del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°10
porteño, el 29 de julio de 2014 Romano apuñaló a Vitoria 24 veces. El ataque ocurrió
entre las 20.48 y las 21.16, dentro de la casa de la víctima, ubicada en la calle Bacacay
2467, Flores, donde la mujer se apoderó, además, de unos 20.000 pesos, una elevada
suma de dólares y dos celulares, según consignó la agencia de noticias Télam.
Víctima
Los forenses que hicieron la autopsia determinaron que estaba vivo cuando lo
prendieron fuego. Se encontró humo en los pulmones de la víctima
Cuando allanaron la casa de la víctima, los policías encontraron una póliza de seguro de
vida a su nombre por US$100.000, cuya única beneficiaria era Graciela Hammes, su
mujer. Esa póliza había sido autorizada cuatro días antes de la muerte de Ortega.
Después se estableció que su firma había sido falsificada
Los indicios que vio un policía: Hammes reportó la desaparición de su marido, Alberto
Ortega, pero el comisario le vio quemaduras en las manos y ligó eso con el caso de un
Fiat 600 quemado con un cadáver adentro
Estafa en marcha
Segunda vida
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