APS - dOLOR mANEJO PDF
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AT E N C I O N
PRIMARIA
EDITORES:
Dr. Antonio F. Aragonés Jiménez
Dr. Jose M. López-Millán Infantes
© Edición Enfoque Editorial SC
Capítulo de advertencias.................................................................. 5
Título y autores.................................................................................... 5
Introducción......................................................................................... 6
CEFALEA............................................................................................. 49
Dr. Fernando Moreno Osuna.
Dr. Ángel Molina Martos.
DOLOR TORÁCICO......................................................................... 91
Dr. Juan José de la Fuente Carrillo.
Dr. José Gil García.
DIAGNÓSTICO PRECOZ DE LA
POLINEUROPATÍA DISTAL SIMÉTRICA DIABÉTICA......... 171
D. Luis Jiménez Castro.
Dr. Antonio F. Aragonés Jiménez. Dr. Manuel Maestre Moreno.
ODONTALGIA................................................................................ 177
Dr. Alfonso García Palma.
DOLOR TRAUMATOLÓGICO
Y REUMATOLÓGICO................................................................... 187
D. Luis Jiménez Castro. Dr. David Paniagua Urbano.
Dr. Antonio B. Rojas Ramírez.
ANESTÉSICOS LOCALES
EN ATENCIÓN PRIMARIA.......................................................... 209
D. José María del Rosario Melián.
OTALGIAS........................................................................................ 259
Dr. Manuel Maestre Moreno.
capítulo de advertencias
A pesar de haber realizado un gran esfuerzo todos los autores para ga-
rantizar la exactitud de las dosis recomendadas, estas pueden variar con-
forme avanza la ciencia.
Este libro puede contener erratas por lo que advertimos a los lectores
que no podemos hacernos responsables de estos errores. Recomenda-
mos la consulta de las obras referenciadas en la bibliografía para obtener
información precisa.
autores
Dr. Alfonso García Palma. Dr. José Gil García.
Odontólogo. Director de UGC Salud Médico Familia Atención Primaria. Zona
Bucodental. Distrito Sanitario Aljarafe Básica Hinojosa del Duque (Córdoba).
Sevilla Norte.
Dr. Jose M. López-Millán Infantes.
Dña. Ana María Cumbre García. Médico anestesiólogo. Unidad de dolor.
Enfermera de Familia. Hospital U. Virgen Macarena (Sevilla).
UGC de Guillena (Sevilla).
D. José María del Rosario Melián.
Dr. Ángel Molina Martos. Enfermero y Responsable de Docencia
Médico de Familia. Unidad de Cuidados del EAP Güimar (Tenerife).
Críticos y Urgencias. Hospital Alto
Guadalquivir de Montilla (Córdoba). Dr. Juan José de la Fuente Carrillo.
Médico de Familia. Servicio de Urgencias.
Dr. Antonio B. Rojas Ramírez. Hospital Comarcal Valle de los Pedroches.
Médico de Familia. Jefe de Sección
Pozoblanco (Córdoba).
de Urgencias. Hospital de Osuna (Sevilla).
D. Luis Jiménez Castro. D.U.E.
Dr. Antonio F. Aragonés Jiménez.
Enfermero de Salud y Comunitaria.
Médico de Familia. Consultorio de El
Unidad de Gestión Clínica de Estepa
Sauzal. Zona Básica de Tacoronte (Tenerife).
(Sevilla).
Dr. David Paniagua Urbano.
Médico especialista en Medicina Familiar Dra. Mª Teresa Calero Rojas.
y Comunitaria. Centro de Salud de Médico de Familia. Unidad de Cuidados
Antequera. Área Sanitaria Norte de Málaga. Críticos y Urgencias. Hospital Alto
Guadalquivir. Montilla (Córdoba).
Dr. Diego López Peñas.
Médico Especialista en Gastroenterología. Dr. Manuel Maestre Moreno.
Hospital Infanta Margarita. Médico de Atención Primaria.
Cabra (Córdoba). Zona Básica de Salud de Estepa (Sevilla).
5
Introducción, prólogo
y agradecimientos
Dr. Antonio F. Aragonés Jiménez.
6
Fisiopatología del Dolor
Dr. Antonio F. Aragonés Jiménez.
Médico de Familia. Consultorio de El Sauzal. Zona Básica de Tacoronte (Tenerife).
7
2. DOLOR VISCERAL: se acelera por inflamación, mal delimitado,
puede ser referido, carácter sordo o cólico, se acompaña de mo-
lestias difusas (nauseas, cuadro vegetativo, distensión...) y se ali-
via con analgésicos opiáceos, espasmolíticos, relajantes de mus-
culatura lisa y analgésicos convencionales.
8
La sensación dolorosa es una respuesta neurofisiológica elaborada
y compleja que consta de dos componentes: el sensorial (algognosia)
que es el elemento objetivo físico del dolor y el componente afecti-
vo-conductual (algotimia) fruto de las conexiones sensoriales con cen-
tros supratentoriales que regulan las emociones, el sueño, el lenguaje,
etc, orientado a detener el dolor y responsable de que, en ocasiones, el
dolor se asocie a depresión o ansiedad.
9
somatostatina, bombesina, neurotensina… Existen sustancias inhibi-
doras de los circuitos nociceptivos como el GABA (principal neuro-
transmisor inhibidor en el Sistema Nervioso Central, reduce la excita-
bilidad neuronal y es responsable de la regulación del tono muscular),
glicina, encefalina etc. La sustancia gris gelatinosa del asta dorsal de
la médula espinal es rica en receptores NMDA (N-metil-D-aspartato)
que facilitarían la transmisión de mensajes nociceptivos. El bloqueo
de estos receptores podría mejorar neuropatías, hiperalgesia y rever-
tir la tolerancia a opioides.
10
para reducir los estímulos aferentes en asta posterior que llegan con-
ducidos por neuronas nociceptivas desde la periferia.
11
de la memoria, el lenguaje, el aprendizaje, las emociones, el sueño, la
recompensa, el sueño, forman parte fundamental de la neuromatriz
cerebral y dotan al dolor sensorial de una cualidad emocional inherente
(sufrimiento o no) al mismo pero a la vez individual y única para cada
paciente. Hablar de dolor genera dolor; de la misma forma que pode-
mos transferir nuestro dolor y también podemos reaprender el dolor.
Es por esto que la valoración psicoemocional del paciente con dolor
crónico resulta un aspecto indisoluble de su evaluación física o senso-
rial y debemos tenerla presente en todo momento.
Los criterios del tratamiento del dolor deben estar basados en la evi-
dencia. Los procesos asistenciales integrados (PAI) están basados en la
mejor evidencia para la mejora de la calidad y seguridad y se ha pro-
movido su implantación en algunos servicios públicos de salud. Uno de
ellos es el PAI Dolor Crónico No Oncológico, desarrollado en la comu-
nidad autónoma de Andalucía dentro del Plan Integral de Atención al
Paciente con Dolor.
12
BIBLIOGRAFÍA
1. Palanca Sánchez I (Dir.), Puig Riera de Conías MM (Coord. Cient.), Elola
Somoza J (Dir.), Bernal Sobrino JL (Comit. Redac.), Paniagua Caparrós JL (Comit.
Redac.), Grupo de Expertos. Unidad de tratamiento de dolor: estándares y reco-
mendaciones. Madrid: Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad; 2011.
7. Ossipov MH, Dussor GO, Porreca F. The modulation of pain. J Clin Invest
2010;120(11):3779-87.
13
14
Evaluación del paciente
con dolor crónico.
Criterios de derivación
Dr. Jose M. López-Millán Infantes.
Médico Anestesiólogo. Unidad de Dolor. Hospital U. Virgen Macarena (Sevilla).
INTRODUCCIÓN
En este sentido, para la valoración del paciente con dolor agudo pero
sobre todo crónico adquiere un papel relevante la historia clínica, as-
pectos biográficos relevantes, por encima de las pruebas complemen-
tarias de rigor. Ésta se debe realizar desde una perspectiva multidimen-
sional, que abarque tanto los aspectos físicos como comportamentales
y biopsicosociales que contribuyen a la experiencia dolorosa, así como
el grado de repercusión que provoca sobre la vida diaria.
15
LA HISTORIA CLÍNICA
1. Entrevista clínica.
2. Cuestionario de dolor.
4. Exploración clínica.
5. Evaluación psicológica.
1. Entrevista clínica
El primer objetivo es establecer una relación de confianza mutua
para seguidamente identificar objetivos comunes de cara al plan tera-
péutico, realistas, a corto, medio y largo plazo. Suelen ser enfermos con
fracasos terapéuticos a sus espaldas que han recibido incomprensión
y rechazo tanto de médicos como de su entorno familiar y social. El
convencimiento de que su padecimiento no es tan raro y de que el
médico tiene cualificación especial para tratar su problema y va poder
ayudarle, crea una luz de esperanza que es muy beneficiosa para con-
seguir la colaboración y elevar el optimismo a la vez que mejorar los
resultados. Esto se consigue transmitiendo humanidad y consideración
en un entorno tranquilo y durante el tiempo necesario. La discusión del
dolor con el paciente puede hacer aflorar signos psicológicos clave en
el diagnóstico. El siguiente objetivo es elaborar un plan de evaluación y
un tratamiento que sean aceptados por el paciente. Las preguntas que
se formulan siguen una estructura organizada (tabla 1). Debe recoger la
información básica y relevante sobre el paciente, incluyendo sus ante-
cedentes y tratamiento actual. Suele ofrecerse al paciente un dibujo del
cuerpo humano donde pueda marcar los sitios donde le duele.
16
Anamnesis
Antecedentes personales
Antecedentes familiares
17
ya que pueden condicionar un comportamiento de dolor en el adul-
to. Puede ser más adecuado dejar este asunto para la evaluación por
parte de un psicólogo colaborador de la Unidad del Dolor. Asimismo,
puede identificarse una historia de dolor crónico o abuso de fármacos
psicoactivos entre familiares, lo que pondría sobre aviso al médico ante
un posible abuso de prescripción.
Antecedentes sociales
Antecedentes psiquiátricos
Revisión de sistemas
18
HISTORIA CLÍNICA DEL DOLOR
19
Tabla 1. Preguntas de la Historia Clínica.
1. DOLENCIA PRINCIPAL
2. HISTORIA DE LA DOLENCIA PRESENTE
• Forma de inicio
• Distribución espacial y evolución temporal
• Factores provocativos y factores atenuantes
• Tratamiento actual
• Aspectos cuantitativos
3. ANTECEDENTES PERSONALES
• Síntomas similares o en una región similar
• Tratamiento pasado
• Traumatismo o cirugía
• Estado de salud antes de aparecer el dolor
4. REVISIÓN DE SISTEMAS
• Dolor por sistemas y salud general
• Tabaco, alcohol, fármacos
5. ANTECEDENTES FAMILIARES
• Con dolor similar, de otro tipo, enfermedades incapacitan-
tes, con otras enfermedades
• Familiares fallecidos y causas de muerte
20
c. Dolor Referido: el dolor se percibe en regiones alejadas, con
una inervación diferente de la de los tejidos estimulados noci-
ceptivamente. Es más vago y de difícil localización.
21
reconocible. Se acompaña de hiperalgesia, hiperestesia y cam-
bios vasomotores o tróficos. Ocurre en muchos casos de Síndro-
me de Dolor Regional Complejo tipo I (antes llamado distrofia
simpática refleja) y tipo II (antes llamada causalgia).
22
del dolor de 0 a 10, siendo 0 la ausencia de dolor y 10 el dolor más
insoportable que se pueda imaginar (Escala Visual Analógica). Otros
autores utilizan descriptores tales como “leve”, “moderado”, “severo”,
“muy intenso” e “insoportable”. Como se verá más adelante, se han
creado varias pruebas o test psicométricos para valorar este compo-
nente del dolor así como sus dimensiones sensorial y afectiva.
23
a. Comienzo del dolor: es preciso detallar la información sobre
la fecha precisa de comienzo del dolor y de las circunstancias
que contribuyeron a su aparición. La localización, distribución,
calidad, intensidad y duración del primer episodio; si comenzó
con alguna maniobra determinada (por ej. levantar un peso); si
fue de comienzo brusco o insidioso; si se acompañaba de otros
síntomas dermatológicos (por ej. vesículas en la piel en el herpes
zóster), neurológicos (déficit, parestesias) o autonómicos. Es im-
portante detallar con la mayor exactitude posible la irradiación
en el caso de que exista. Por ejemplo, no es lo mismo describir
una lumbalgia con “irradiación al miembro inferior izquierdo hasta
el pie” que “irradiación por cara posterior del miembro inferior hasta
planta del pie e hipoestesia en 5º dedo”, ya que con la primera des-
cripción no sabemos si se trata de un dolor referido o irradiado
y si fuera este último caso, no orienta sobre la posible raíz afec-
tada, mientras que con la segunda descripción se está indicando
que hay una probable radiculopatía S1. Es importante reflejar si
se produjo discapacidad inmediatamente o con posterioridad,
así como la relación con su entorno laboral en el caso de ac-
cidente en el trabajo. También debe reportarse el tratamiento
recibido al comienzo del dolor.
24
3. Evaluación del dolor
Debido a que el dolor es muy subjetivo entre pacientes, se han de-
sarrollado varios métodos para ayudar al médico a comprender y cla-
sificar los síntomas:
- Medidas fisiológicas.
1. MÉTODOS VERBALES
a) Unidimensionales
25
Estas escalas se utilizan habitualmente por su facilidad, pero no va-
loran la complejidad y ni el aspecto multifactorial del dolor. Además, li-
mita la valoración posterior si en la visita inicial el paciente marcó el 10.
26
2. The Neuropathic Pain Questionnaire (NPQ): consiste en 12 ítems
que incluyen 10 referidos a sensaciones o respuestas sonsoriales
y dos referidos al afecto. La forma corta del NPQ mantiene pro-
piedades discriminativas similares con sólo tres ítems. Según los
estudios, tiene poder discriminativo entre dolor neuropático y no
neuropático.
27
localizado ha conseguido mejorar la detección de este tipo de
dolor y ha permitido instaurar un tratamiento adecuado de una
manera más rápida (10 minutos de media) y precisa.
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de Geriatría
y Gerontología
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HERRAMIENTA
DE DIAGNÓSTICO
DOLOR NEUROPÁTICO LOCALIZADO
DIAGNOSTICANDO
DNL
DIAGNOSTICANDO
Coordinador
Dr. Víctor Mayoral Rojals
DNL Referencia:
• Mayoral V, Santamaría J, Herrador I, Rodríguez FI, Pous J. Leal A, et al. Estudio GRT-170907
para evaluar la utilidad de una herramienta diagnóstica del dolor neuropático
localizado (DNL) en pacientes con dolor neuropático en unidades de dolor en
España. Póster presentado al Pain Forum 2017. 4-7 Mayo 2017; Menorca.
• Mick G, Baron R, Correa.Illanes G, Hans G, Mayoral V, Frias X, et al. Is an easy
and reliable diagnosis of localized neuropathic pain (LNP) possible in general
practice? Development of a screening tool based on IASP criteria. CMRO 2014;
30(7): 1357-1366.
DIAGNOSTIC TOOL
28
Una de las características representativas de las condiciones NP
es que las aberraciones somatosensoriales suelen tener bordes
marcados que son consistentes y reproducibles.
Son varias las entidades que pueden cursar con cuadros del
tipo Dolor Neuropático Localizado (DNL): Neuralgia postherpé-
tica, Síndromes de atrapamiento de nervio (Síndrome del Túnel
del Carpo, Síndrome del Túnel del Tarso, Síndrome del N. Supra
escapular), Dolor postquirúrgico (Cicatriz dolorosa, Inguinodinia
por cirugía herniaria, Rodilla dolorosa tras Prótesis de rodilla, Do-
lor post-toracotomía), Síndrome de Dolor Regional Complejo,
Poli neuropatía diabética, Radiculopatías.
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Existen desafíos en el tratamiento del dolor neuropático peri-
férico localizado debido a su complejidad fisiopatológica y las
distintas formas clínicas de presentación. Además entre el 40-
60 % de los pacientes afectados consiguen un alivio insuficiente
o presentan efectos adversos, aunque existe una amplia batería
de tratamientos farmacológicos y no farmacológicos.
DIAGNÓSTICO* 1. ANAMNESIS
¿La historia del paciente sugiere una lesión o
enfermedad nerviosa relevante?
Sí No
Enfermedades
¿Muestra el examen neurológico algún metabólicas
3. signo sensorial positivo o negativo en la zona
del posible nervio afectado?
3 x Sí ➔ al menos Dolor Neuropático Probable
30
1. La primera pregunta se refiere a la historia del dolor del paciente:
31
3. La tercera pregunta se asocia con explicaciones sobre cómo
llevar a cabo pruebas sensoriales simples destinadas a revelar
aberraciones sensoriales (negativas o positivas):
SÍNTOMAS POSITIVOS:
SÍNTOMAS NEGATIVOS:
32
3. PRUEBAS: EVALUACIÓN SENSITIVA
¿Muestra el examen neurológico algún signo sensorial
positivo o negativo en la zona del nervio afectado?
Presión
Jeringa/bolígrafo
Monofilamento
33
4. EXTENSIÓN DE LA ZONA MÁS DOLOROSA PUEDEN ESTAR INDICADAS
¿Está circunscrita la zona más dolorosa OTRAS PRUEBAS ETIOLÓGICAS
y es más pequeña que una hoja de tamaño A4?
34
La sensibilidad caracteriza la capacidad de la prueba para de-
tectar la enfermedad en sujetos enfermos. La especificidad nos
indica la capacidad de nuestro estimador para dar como casos
negativos los casos realmente sanos; es decir, se refiere a la pro-
porción de sanos correctamente identificados como tal.
35
Hacer un diagnóstico adecuado permite seleccionar un trata-
miento apropiado de una manera mejor y más rápida. Implicaría
un alivio del dolor más rápido, menos efectos secundarios sisté-
micos y una mejor calidad de vida.
2. MEDIDAS FISIOLÓGICAS
- Potenciales evocados.
- Neurografía percutánea.
4. Exploración
Debe realizarse una aproximación al estado general físico, neuroló-
gico, musculoesquelético y psiquiátrico del paciente, ya que el dolor
puede tener muchas causas.
Junto a los datos físicos habituales (talla, peso, PA, frecuencia car-
díaca), debe observarse el aspecto general, distribución de la grasa y
cabello, signos de pérdida de peso, emaciación, debilidad, actitudes
anormales, contracciones, contracturas deformidades, atrofias o hi-
pertrofias, aumento de tamaño de glándulas o ganglios y presencia de
cambios vasomotores y tróficos. Además de observar la postura del pa-
ciente, deben buscarse deformidades, hiperlordosis, escoliosis, cifosis
o asimetrías. También la expresión facial, signos de palidez o rubicun-
dez, sudoración, midriasis, lágrimas, temblores, tensión muscular signos
36
de angustia o miedo. En la piel hay que comprobar color, temperatura,
y buscar signos de rash o edema. La ausencia o presencia anormal
de vello, o crecimiento anormal de las uñas, junto con edema y alodi-
nia, son datos presentes en el síndrome de dolor regional complejo. La
ausencia de pulsos periféricos junto con frialdad y cianosis periférica
indican una mala perfusión, característica de la enfermedad vascular
periférica. La exploración general de cabeza, tórax, abdomen y pelvis
deberá realizarse con el detenimiento debido a cada caso concreto.
37
de talones y de puntillas, para valorar integridad de aparato flexor (S1)
y extensor (L5) del pie. Del aparato muscular se observan potencia y
fuerza, tono, volumen y contorno de cada músculo, así como atrofias,
hipertrofias o signos de irritabilidad, como los espasmos fibrilatorios.
Se comparan los músculos contralaterales explorando la fuerza contra
resistencia.
38
Extremidad superior: se explora midiendo la fuerza a la prensión de
la mano, elevación del hombro, abducción de brazos, flexión, exten-
sión, supinación y pronación de antebrazo, flexión y extensión de la
muñeca, abducción y aducción de los dedos y la oposición del quinto
dedo con el pulgar. El rango funcional del hombro, articulaciones acro-
mioclavicular, manguito de los rotadores, articulación esternoclavicular
y rotación del húmero, se exploran pidiendo al paciente la abducción
completa de sus brazos con las palmas juntas por encima de la cabeza.
El rango de movilidad pasivo del hombro y la implicación muscular en
la omalgia se explora llevando el brazo a abducción de 90º, aducción,
rotación interna y rotación externa. Para comprobar el rango de movi-
lidad de la articulación glenohumeral se estabiliza la escápula con una
mano mientras se realiza la rotación interna y externa del brazo.
39
Tabla 4. Dolor facetario lumbar.
Dolor lumbar irradiado a región inguinal y/o miembro inferior que aumenta
con la compresión axial y mejora en decúbito
Las imágenes de RNM son útiles para visualizar cambios patológicos del
disco, pero los hallazgos normalmente se correlacionan pobremente con la
clínica
40
Debe realizarse en cada paciente, independientemente de la región
o tipo de dolor. El objetivo es descartar anormalidades de los pares
craneales, función motora y sensitiva, así como de los reflejos osteo-
tendinosos. Excepto la función motora, las otras deben ser idénticas
en ambos lados. Los déficits neurológicos deben ser congruentes con
la distribución de los nervios periféricos, dermatomas o hemicuerpo y
no terminar bruscamente en la línea media, ya que existe inervación
solapada de ambos lados. La exploración se hará más minuciosa poste-
riormente en la región dolorosa.
41
M. Piriforme - Punto gatillo a mitad de recorrido entre inserción
sacra e inserción en trocánter mayor.
- Lumbalgia o dolor glúteo con síntomas de radicu-
lopatía L5-S1.
- Puede haber impresión de acortamiento en la
extremidad inferior afectada.
- En bipedestación, tendencia a mostrar el pie de la
extremidad afectada abierto (rotación externa).
- Test de Freiberg positivo: la rotación interna pasi-
va forzada del muslo extendido provoca dolor.
5. Examen Psiquiátrico
Existe una vinculación altamente prevalente entre dolor y enfer-
medades psiquiátricas en especial la depresión y la distimia. Con fre-
cuencia las enfermedades mentales se asocian con comportamientos y
cambios psicofisiológicos que pueden facilitar la enfermedad en otros
sistemas. Atribuir el dolor del paciente solamente a una causa psiquiá-
trica no es un diagnóstico de exclusión. Las enfermedades psiquiátricas
no tratadas pueden agravar el dolor crónico. Por eso, idealmente todos
los pacientes con dolor crónico deberían pasar un mini-examen mental
para descartar o tratar cualquier síntoma ansioso-depresivo. Aunque
este test no proporciona información sobre el origen del dolor es un
42
importante detector de trastornos psiquiátricos mayores, siendo nece-
saria la colaboración del Psiquiatra o Psicólogo para una valoración y
tratamiento especializados.
CRITERIOS DE DERIVACIÓN
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7. Derivar a Unidad de Dolor con criterios previamente consen-
suados.
Los pacientes con dolor que no han respondido a la administración
reglada y pautada de los fármacos recomendados en el algoritmo te-
rapéutico de la OMS, por vía oral o subcutánea, hasta llegar a opoides
mayores a dosis convencionales, serán candidatos a una evaluación y
posterior tratamiento en una Unidad de Dolor.
8. Ganancia o litigio.
9. Dolor psicógeno.
44
BIBLIOGRAFíA
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seguridad. Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Secretaría General
Técnica. Centro de Publicaciones. Paseo del Prado, 18. 28014 Madrid. NIPO
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Póster presentado en el congreso de la Sociedad Española de Dolor (SED) 2017.
1-3 Junio 2017; Murcia.
24. Mayoral V, Pérez C, Muro I, Esquivias A, Sanisidro R, Leal Ana., et al. Estudio para
evaluar la utilidad de una herramienta diagnóstica del dolor neuropático localiza-
do (DNL) en pacientes con dolor neuropático en unidades de dolor en España.
Póster presentado en el congreso de la Sociedad Española de Medicina General
(SEMG) 2017. 18-20 Mayo 2017; San Sebastián.
25. Mayoral V, Mesa JM, Gallegos J, Montero A, Trias E, Leal de Carlos A. Estudio para
evaluar la utilidad de una herramienta diagnóstica del dolor neuropático localiza-
do (DNL) en pacientes con dolor neuropático en unidades de dolor en España.
Póster presentado en el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos
de Atención Primaria (SEMERGEN) 2017. 25-28 Octubre 2017; Granada.
46
26. Mayoral V, Santamaría J, Herrador I, Rodríguez FI, Pous J. Leal A, et al. Estudio
para evaluar la utilidad de una herramienta diagnóstica del dolor neuropático
localizado (DNL) en pacientes con dolor neuropático en unidades de dolor en
España. Póster presentado al Pain Forum 2017. 4-7 Mayo 2017; Menorca.
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47
48
Cefalea
Dr. Fernando Moreno Osuna. Dr. Ángel Molina Martos.
Médicos de Urgencias. Línea de Cuidados Críticos y Urgencias.
Hospital Alto Guadalquivir. Montilla (Córdoba).
INTRODUCCIÓN
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS
DE LAS CEFALEAS MÁS FRECUENTES
49
Pueden identificarse varias fases:
• Fase prodrómica: varios días antes del dolor pueden tener irrita-
bilidad, depresión, fatiga.
• Fase de aura: fenómeno neurológico transitorio cuya duración
oscila de minutos a una hora, que consiste en escotomas visua-
les, parestesias en extremidades o faciales, y alteraciones del
lenguaje.
• Fase de cefalea: dolor más frecuente hemicraneal, pulsátil, con
náuseas, vómitos, fotofobia y sonofobia.
• Fase de resolución: desaparece la cefalea y se presenta astenia,
cansancio durante unas 24 horas.
50
Dentro de las cefaleas secundarias las más frecuentes son por fiebre
o las inducidas por tóxicos (alcohol).
51
EXPLORACIÓN
Física general: constantes vitales (tensión arterial, pulso y tempera-
tura), palpar pulsos temporales (arteritis temporal), percusión de senos
paranasales (sinusitis) y articulación temporo-mandibular (síndrome
Costen). Realizar un examen de fondo de ojo.
• Pares craneales.
EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS
52
Cefalea migrañosa- Cefalea no migrañosa- Cefalea no migrañosa-
Indicaciones de Indicaciones de TAC Indicaciones de RMM
Neuroimagen:
TRATAMIENTO
MIGRAÑAS
INFORMACIÓN AL PACIENTE: debemos explicarle las características
y naturaleza de su enfermedad, así como la posibilidad de recurrencia
53
de la misma. Debemos comunicarle que no disponemos de ningún
tratamiento curativo pero que existen medicamentos para que pueda
tener una calidad de vida aceptable, y que existen desencadenantes que
puede evitar, que disponemos de un tratamiento preventivo y de un
tratamiento sintomático para su dolor.
FACTORES DESENCADENANTES
54
TRATAMIENTO SINTOMÁTICO:
FÁRMACOS MG PRESENTACIÓN
55
aparecer: pinchazos, reacción local, fatiga, calor, vértigo y do-
lor torácico. Los triptanes por vía oral pueden provocar: mareos,
sofocos, dolor torácico, parestesias. Los triptanes no deberían
administrarse a pacientes que hayan ingerido ergóticos 24 h an-
tes. Los triptanes y ergóticos los debemos evitar en pacientes
con antecedentes de cardiopatía isquémica, alto riesgo cardio-
vascular, angina vasoespástica, hipertensión no controlada, ic-
tus isquémico, arritmias, embarazo, insuficiencia renal avanzada,
migraña hemipléjica y basilar o enfermedad vascular periférica.
Características de los triptanes
DOSIS
PRESENTACIÓN INDICACIONES
MÁXIMA/DÍA
SUMATRIPTÁN Subcutáneno 6 mg 12 mg Crisis severas
resistentes a las
vías oral y nasal
Nasal 10 y 40 mg Vómitos, crisis
20 mg resistentes a
la vía oral
Oral comp 50 y 200 mg Migrañoso
100 mg estándar. Riesgo
de embarazo
ZOLMITRIPTÁN Oral 2 y 5mg. Nasal 10 mg Migrañoso
5 mg estándar
NARATRIPTÁN Oral comp 5 mg 5 mg Crisis leve-
moderadas de
larga duración
ALMOTRIPTÁN Oral comp 12,5 mg 25 mg Migrañoso
estándar
RIZATRIPTÁN Comp/Liotabs 10 mg 30 mg Migrañosos
estándar. Crisis
severas, rápidas y
de corta duración
ELETRIPTÁN Oral comp 20 y 80 mg Crisis severas de
40 mg larga duración
FROVATRIPTÁN Oral 2.5 mg 7.5 mg Crisis leve-mo-
deradas de larga
duración, Migra-
ña menstrual
56
Tratamiento sintomático migraña: Si se utilizó AINES:
• Cambiar de AINES o
Intensidad Inicio Sin respuesta incrementar la dosis.
cefalea en 2 horas
Si se utilizó Triptan:
Leve- AINES (TRIPTANES) • Cambiar de Triptán o
moderada SI FRACASAN subir la dosis.
• Tomar triptán
Moderada- (TRIPTANES) AINES a OTRAS OPCIONES precozmente
grave ser posible especialmente en
por vía pacientes con alodinia.
parenteral
Si las 2 medidas ante-
Utilizar formas subcutáneas o intranasales riores fracasan, asociar:
cuando existan nauseas o vómitos. Triptán +AINES
57
FÁRMACOS DOSIS EFECTOS ADVERSOS
B-BLOQUEANTES Impotencia, mareos, astenia,
depresión.
Metoprolol 50-200 mg/día
Precaución: asma, insf. cardiaca
Atenolol 50-200 mg/día
Nadolol 40-200 mg/día
Propanolol 40-160 mg/día
ANTIEPILÉPTICOS Somnolencia, aumento de
peso, hepatotoxicidad, alopecia,
Valproato 300-1500 mg/día
temblor.
Precaución: gestantes.
Topiramato 50-200 mg/día Disminución peso, hormigueos,
disfunción cognitiva.
Precaución: depresión, glaucoma,
litiasis renal
ANTIDEPRESIVOS Somnolencia, sequedad bucal,
sobrepeso, retención orina,
Venlafaxina 37,5-150 mg/día
palpitaciones.
Amitriptilina 10-75 mg/día Precaución: amitriptilina
(glaucoma)
VARIOS Parkinsonismo, somnolencia,
sobrepeso.
Flunarizina 5-10 mg/día
Tos, mareo.
Lisinopril 5-20 mg/día Precaución: gestantes
CEFALEA DE TENSIÓN
Escuchar al paciente, tranquilizarlo y comunicarle que su cefalea se
debe a la tensión en una zona muscular se ha comprobado que produ-
ce beneficio en el alivio del dolor. Podemos dividir el tratamiento de la
cefalea tensional en tratamiento sintomático y preventivo al igual que
en la migraña.
TRATAMIENTO SINTOMÁTICO:
58
Aunque se debe evitar la asociación de analgésicos con cafeina, rela-
jantes musculares y tranquilizantes por incrementar el riesgo de adic-
ción, en algunas ocasiones pueden ser utilizados.
TRATAMIENTO PREVENTIVO:
59
SUMATRIPTÁN: 6 mg por vía subcutánea, se puede repetir en 24
horas. Efectivo en el 70% de pacientes. Se recomienda no usarlo en
enfermos con cardiopatía isquemica, angor, HTA mal controlada, vas-
culopatía o durante la gestación.
TRATAMIENTO PREVENTIVO:
60
• Algunos pacientes pueden precisar tratamiento con antieméti-
cos, amitriptilina o benzodiacepinas (Clonazepam). Instaurar un
tratamiento preventivo de su cefalea de base en cuanto sea
posible.
61
BIBLIOGRAFÍA
1. Heras Pérez J.A. Guía rápida de cefaleas, consenso entre atención primaria y neu-
rología. www.juntadeandalucia.es/.../huvv/.../Guia-Cefaleas-Atencion- Prima-
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dad español de neurología 2011.
62
Manejo del dolor
en paciente oncológico
Dr. David Paniagua Urbano.
Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria.
Centro de Salud de Antequera. Área Sanitaria Norte de Málaga.
INTRODUCCIÓN
63
social cuando acontecen problemas de rechazo, burocracia y retrasos
en las soluciones administrativas.
TIPOS DE DOLOR
1. SEGÚN TEMPORALIDAD
A) Dolor basal, continuo o persistente: es aquel que persiste en
el tiempo y que se controla con la medicación de base habitual.
Sigue habitualmente un curso progresivo creciente al inicio, se-
guido de una fase de estabilización y en ocasiones finaliza con
una fase decreciente cuando la respuesta a la terapia de la en-
fermedad de base es favorable. La medicación basal se adapta
a dicho patrón y siempre se complementa con un tratamiento
eventual de rescate.
64
C) Dolor irruptivo: exacerbación transitoria del dolor que suele ser
de intensidad muy elevada y duración ultracorta sobre un dolor
basal adecuadamente controlado con medicación opioide. Las
crisis pueden ser de dos tipos en función de su desencadenante:
2. SEGÚN SU DURACIÓN
A) Agudo: dolor de inicio brusco y corta duración; autolimitado en
el tiempo por definición. Se relaciona con procedimientos inter-
vencionistas, de diagnóstico o tratamiento, pero también con
progresión de la enfermedad por lo que ocasiona una gran an-
siedad al paciente hasta identificar la causa.
65
B) Dolor neuropático: causado por lesión directa estructural o fun-
cional de estructuras nerviosas periféricas o centrales, ya sea por
invasión del tumor, por la quimioterapia, radioterapia, neuroen-
docrinas o por infecciones en un paciente debilitado (herpes zós-
ter, etc.). El paciente lo describe como parestesias o quemazón,
descargas eléctricas, anestesia dolorosa, lancinante, excruciante,
terebrante, etc. Tiene mal pronóstico y suele interferir con la es-
fera emocional y el sueño más que el dolor nociceptivo.
66
• Sistema de Evaluación de Síntomas de Edmonton. Listado de
10 escalas numéricas que evalúan el promedio de intensi-
dad de diferentes síntomas en un período de tiempo deter-
minado (24 horas, 48 horas, 1 semana), según la condición
del paciente.
67
Escala Valoración funcional
10 Moribundo
0 Fallecido
68
• Escalas verbal simple (EVS): ausente-ligero-moderado-severo.
1. TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO
El primer paso será informar al paciente sobre todo aquello que de
desee conocer sobre su situación clínica. En segundo lugar es impor-
tante proporcionar recomendaciones generales dirigidas a introducir
cambios en el estilo de vida del paciente que le ayuden a evitar la
aparición del dolor y evadirlo de dichas situaciones. Estas claves es
importante compartirlas con la familia y cuidadores para que el entorno
favorezca su implantación.
69
Así mismo existen múltiples tratamientos adyuvantes que se pueden
aplicar de forma complementaria a la farmacoterapia analgésica como
la cirugía paliativa, radioterapia, técnicas neuroablativas y terapias con
modalidades físicas (frío, calor, estimulación eléctrica transcutánea,
acupuntura, etc). Uno de los problemas que dificultan el tratamiento
analgésico del paciente con cáncer y que por lo tanto, condicionan
los resultados, es el elevado número de profesionales de la salud que
interaccionan con el paciente a lo largo de su enfermedad y la falta de
coordinación existente entre ellos. Además se produce falta de infor-
mación, informaciones contradictorias o duplicadas que crean incerti-
dumbre, desconfianza, miedo y desesperanza, socava la paciencia del
enfermo, que reduce el cumplimiento terapéutico y limita sus expec-
tativas de mejoría, siendo éste un aspecto clave para obtener buenos
resultados en eficacia y seguridad relacionados con la terapia del dolor.
2. TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
A) Generalidades
70
adyuvantes sí los podemos usar en los distintos escalones en
distinta combinación.
B) Objetivos
71
analgésico y que en cada caso tendrá una orientación y unas
características individuales diferentes sobre las que debemos
trabajar.
C) Vías de administración
Coma, inconsciencia
72
como puede ser complicaciones o no tolerancia de la vía sub-
cutánea como un absceso, edemas generalizados, etc. La alter-
nativa a la vía oral o subcutánea siempre es la vía intravenosa;
la vía intramuscular está proscrita en el tratamiento del dolor.
La vía intravenosa es útil cuando hay imposibilidad de vía oral,
subcutánea o cuando se requiere tratamiento urgente. Si el pa-
ciente es portador de dispositivos vasculares implantables tipo
reservorio subcutáneo, debemos utilizarlos. Tener la precaución
de comprobar si el reservorio es venoso o intratecal a la hora de
administrar una medicación analgésica.
D) Pauta farmacológica
73
3. Se propone combinar técnicas intervencionistas desde el primer
escalón para intervenciones puntuales que permiten reducir o
suprimir la necesidad de analgésicos para tratar el dolor origina-
do localmente a nivel periférico.
Fentanilo
AINEs Dihidrocodeína Oxicodona
Metadona
Metamizol Tramadol Tapentadol
Buprenorfina
Pueden asociarse a los Pueden asociarse a los
fármacos de primer es- fármacos de segundo
calón en determinadas escalón en determina-
situaciones das situaciones
Posibilidad de usar coadyuvantes en cualquier escalón según la situación
clínica y causa específica del dolor
74
1. PRIMER ESCALÓN TERAPEÚTICO: ANALGÉSICOS NO OPIOIDES
Generalidades
Tipos
75
2. SEGUNDO ESCALLÓN TERAPEÚTICO: OPIÁCEOS MENORES
Generalidades
Tipos
Generalidades
76
Tipos
1. Morfina:
Uso clínico
Presentaciones farmacéuticas
77
• Cloruro mórfico ampollas 10 mg/1 ml (1%) y ampollas 20 mg/1
ml, así como ampollas 40 mg/2 ml (2%) y ampollas 40 mg/1 ml
(4%)
Vías de administración
78
Posología
Tabla 3. Posología para el uso de morfina.
Posología uso morfina
A) Inicio del tratamiento
• Se recomienda comenzar morfina oral de liberación rápida a dosis de
5mg cada 4 horas para pacientes en los que se ha comenzado direc-
tamente en el tercer escalón, ancianos y con insuficiencia renal. En
pacientes con exposición previa a opioides empezar con 10mg cada 4
horas. Es importante recordar que no existe una dosis máxima concre-
ta puesto que no tiene techo analgésico.
B) Ajuste inicial de la dosis:
• Una vez iniciado el tratamiento, debemos de preparar una dosis de
rescate, a demanda del paciente cada 1-2 horas igual a la pautada cada
4 horas para prevenir episodios de dolor no controlado y como método
de simple ajuste de dosis.
• Tras 24 horas desde el inicio del tratamiento, debemos valorar si se ha
conseguido controlar el dolor del paciente, si es afirmativo debemos
sumar la dosis total diaria administrada (la pautada más los rescates)
dividiéndola entre 6 y pautándola cada 4 h
C) Mantenimiento
• Pasadas 48 h tras el ajuste de dosis y una vez confirmado el control
del dolor, podemos transformar la dosis total diaria administrada en
morfina de liberación retardada, dividiéndola entre 2 y pautándola cada
12 horas consiguiendo el mismo control analgésico que con la morfina
de liberación normal.
2. Fentanilo
Uso clínico
Opioide mayor que posee una potencia bastante más alta que la
morfina y que se caracteriza por no tener techo analgésico. Su vía de
administración habitual es la vía transdérmica (cada 72 h) o transmuco-
sa (cada 4 h) debido a su alta lipofilia.
79
o de forma alternativa a la morfina subcutánea. Evita el primer paso
hepático y produce menos estreñimiento que morfina oral.
Presentaciones farmacéuticas
3. Oxicodona
Uso clínico
Presentaciones farmacéuticas
80
2. Oxicodona de liberación retardada (comprimidos de liberación
prolongada de 5, 10, 20, 40 y 80 mg)
Posología
4. Buprenorfina
Uso clínico
Presentaciones farmaceúticas
Posología
81
B) Pacientes tratados previamente con opioides débiles
5. Hidromorfona
Uso clínico
Presentaciones farmacéuticas
82
Posología
Tabla 5. Posología uso hidromorfona.
6. Tapentadol
Uso clínico
Presentaciones farmacéuticas
83
7. Metadona
84
En el caso de una sobredosificación, es frecuente observar respira-
ción superficial, miosis pupilar, bradicardia, hipotermia o ausencia de
respuesta a estímulos externos. El tratamiento para dicha situación es
la naloxona.
Tolerancia
Adicción
85
No confundir con pseudoadicción, que es cuando el paciente nece-
sita el fármaco para paliar o tratar una crisis de dolor, un dolor irruptivo
o un efecto de final de dosis de un opioide de liberación retardada.
4. MEDICACIÓN COADYUVANTE
1. Corticoides
2. Antidepresivos
86
Destacamos por su mayor eficacia los antidepresivos tricíclicos, sobre
todo la amitriptilina (25 mg cada 24 h por la noche, e ir incrementando
10-25 mg cada 3-5 días hasta máximo de 100-150 mg diarios). Tam-
bién se usan los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
y noradrenalina (venlafaxina, duloxetina) pero tienen menor eficacia
que los tricíclicos.
3. Anticonvulsionantes
4. Bifosfonatos
87
BIBLIOGRAFÍA
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papr.12200.
89
90
Dolor torácico
Dr. Juan José de la Fuente Carrillo.
Médico de Familia. Servicio de Urgencias.
Hospital Comarcal Valle de los Pedroches. Pozoblanco (Córdoba).
DEFINICIÓN
1.-ETIOLOGÍA
Son muchas las causas de dolor torácico que pueden presentarse de
forma aguda.
91
1. Origen cardiaco 4. Origen gastrointestinal
2.- EVALUACIÓN
Al igual que con otras patologías, disponemos de un elemento fun-
damental para abordar un dolor torácico, como es la historia clínica. La
realización de una correcta y completa historia clínica junto con la rea-
lización de unas pruebas complementarias que pediremos en función
de lo datos de la historia, van a aportarnos los datos que necesitamos
para saber cuál puede ser la causa del dolor y que tratamiento es el
más adecuado.
2.1.-ANAMNESIS
Edad
Sexo
Diabetes
Dislipemia
92
Hipertensión
Perfil isquémico
Perfil pleurítico
93
Perfil pericárdico
Perfil esofágico
Perfil osteomuscular
94
de diferentes síntomas, nunca cortejo vegetativo. Este perfil aparece
en trastornos condroesternal o esternal.
Perfil psicológico
EXPLORACIÓN FÍSICA
95
2.3.- PRUEBAS COMPLEMENTARIAS:
Hallazgos:
96
2.3.B.- RADIOGRAFÍA DE TÓRAX.
2.3.C.-GASOMETRÍA ARTERIAL.
2.3.E.- OTRAS.
97
SÍNDROME CORONARIO AGUDO (SCA)
98
que presente un descenso del ST, alteraciones inespecíficas electrocar-
diográficas o un ECG normal. Las alteraciones que se pueden encon-
trar en el ECG de un SCASEST son:
• Alteraciones de la repolarización.
• Imágenes en espejo.
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
GENERAL DEL SCA
99
• Ramipril 2,5 mg cada 12 h. Los IECA están recomendados en
las primeras 24 h, para todos los pacientes con FEVI <40% y
en pacientes con insuficiencia cardiaca, diabetes, hipertensión
o enfermedad renal crónica ,excepto si están contraindicados.
100
PRIORIDAD II (VALORAR RIESGO-BENEFICIO).
102
E.- Como TERAPIA ANTITROMBÓTICA se realizará la siguiente pauta:
1. Fondaparinux: Bolo intravenoso de 2,5 mg seguidos de una do-
sis subcutánea de 2,5 mg /24 h hasta los 8 días o hasta el alta
hospitalaria. Su uso está contraindicado en:
2. De manera urgente:
103
ALGORITMO SCACEST
SCACEST
FIBRINOLISIS NO FIBRINOLISIS
AAS 200 mg
AASMG 200 mg v.o.
Clopidogrel 300 mg v.o. en
Clopidogrel 75 mg v.o.
<75 años ó 75 mg en >75
años Fondoparinux 2,5 SC/24 h.
Fondoparinux 2,5 mg i.v.
B.- ANTIAGREGANTES:
104
1. AAS: 200 mg dosis de carga, seguida de 100 mg /día.
105
C.- TRATAMIENTO ANTITROMBOTICO:
106
INTERPRETACIÓN DE LA ESCALA TIMI:
• Bajo 1-2.
• Intermedio 3-4.
• Alto 5-6-7.
107
ALGORITMO SCASEST
SCASEST
AAS 200 mg + Fondoparinux 2,5 mg sc
CONTRAINDICACIONES
CLOPIDOGREL Alto riesgo de sangrado: CRUSADE >41.
300 mg Si <75 Antecedentes de sangrado intracraneal.
años Sangrado gastrointestinal no controlado.
Si >75 años 75 mg Insuficiencia hepática severa.
Toma de anticoagulanes.
SÍ NO
TICAGRELOR
CLOPIDOGREL
180 MG
300 mg Si <75 años
CARGA, seguido
Si >75 años 75 mg
de 90 mg/12 h
108
BIBLIOGRAFÍA
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109
110
Dolor abdominal
Dr. Diego López Peñas.
Médico Especialista en Gastroenterología.
Hospital Infanta Margarita. Cabra (Córdoba).
INTRODUCCIÓN
TIPOS DE DOLOR
111
• Según su localización: generalizado o localizado, dividiendo el
abdomen en 6 sectores. El dolor puede afectar a uno o varios
de ellos: hipocondrios derecho e izquierdo, flancos derecho e
izquierdo, fosas iliacas derecha e izquierda, epigastrio, meso-
gastrio e hipogastrio. La localización nos permite determinar las
causas probables del dolor (Tabla 1). Especial atención merece el
dolor referido, no irradiado, pero experimentado a distancia de
donde se origina.
112
Infecciones Faringitis estreptocócica, tabes dorsal,
enfermedad de Lyme zóster, neumonía,
Tuberculosis.
Causas esofágicas Hernia hiato complicada, esofagitis por re-
flujo gastroesofágico, esofagitis eosinofílica
o infecciosa, tumores cardiales y de tercio
inferior esofágico, hematoma y perforación
esofágica, espasmo esofágico
Causas excepcionales de Fiebre mediterránea familiar, porfiria aguda
dolor de abdomen de origen intermitente, edema angioneurótico, síndro-
sistémico me de vómitos cíclico, drepanocitosis
113
miccional en infecciones urinarias o cólicos renoruereterales). Las ca-
racterísticas de los vómitos pueden indicar la localización, de manera
que los vómitos oscuros y fecaloideos indican un origen intestinal bajo,
mientras que vómitos biliosos limpios orientan a un origen en estó-
mago o duodeno. La fiebre en un dolor agudo orienta a una patología
complicada (peritonitis, colecistitis, pielonefritis, endometritis) mientras
que en un dolor crónico orienta a abscesos intra abdominales ocultos,
patologías autoinmunes o hematológicas como el linfoma. La pérdida
de peso puede ser debida a una patología neoplásica de cualquier ori-
gen o malabsortiva (por ejemplo insuficiencia pancreática exocrina por
pancreatitis crónica o enteropatía por gluten).
ABORDAJE DIAGNÓSTICO:
EXPLORACIÓN FÍSICA
114
en la que podremos encontrar silencio abdominal en caso de peritoni-
tis, íleo o pancreatitis aguda o por el contrario ruidos incrementados
y de carácter metálico en la obstrucción intestinal, pudiendo oír cha-
poteo en caso de oclusión digestiva alta gastroduodenal. La palpación
resulta fundamental, siempre comenzando por una zona opuesta a la
del dolor y haciendo hincapié en las distintas localizaciones, detectan-
do signos de irritación peritoneal como el signo de Blumberg (dolor al
separar rápidamente la mano que palpa la zona dolorida) o el signo de
Carnett propio de los dolores de pared abdominal (el dolor aumenta
al contraer la musculatura abdominal en una zona localizada habitual-
mente con un único dedo). Es importante descartar la existencia de
hepatomegalia o esplenomegalia (valorar tamaño, consistencia, pulsa-
tilidad, bordes y dolor) o crecimiento de otros órganos como útero, ve-
jiga a nivel hipogástrico o estómago a nivel mesogástrico y epigástrico
y valorar la presencia de masas palpables (pulsátil como aneurismas,
dolorosa como abscesos o plastrones inflamatorios, irregulares y duras
y fijas como neoplasias). No debemos olvidarnos de la ascitis, con o
sin oleada, y la existencia de circulación porto colateral en casos de
hipertensión portal o de Budd-Chiari. La percusión nos puede ayudar
a definir el tamaño de las masas u organomegalias e informarnos sobre
su carácter sólido, líquido ogaseoso. Por último no debemos pasar por
alto signos que nos ayuden a diagnosticar las etiologías extra abdomi-
nales de dolor.
ABORDAJE DIAGNÓSTICO:
ESTUDIOS DE LABORATORIO
115
como isquemia, colecistitis, perforación un obstrucción gastrointestinal
o patología salivar o muscular), enzimas cardiacas (obligatorio descartar
patología cardiaca en la epigastralgia y dolor en hipocondrio izquier-
do agudos), proteína C reactiva o PCR (reactante de fase aguda que
orienta a una patología inflamatoria aguda y que nos permite calibrar la
gravedad de la misma, también se incrementa en patología inflamatoria
crónica intestinal, especialmente en la enfermedad de Crohn). No de-
bemos olvidar la coagulación dado que las alteraciones en los tiempos
de coagulación orientan a una situación de gravedad o a una patología
biliohepática o intestinal por su interacción con la absorción de vitami-
na K; además es necesaria como vista a una eventual cirugía urgente.
El fibrinógeno presenta un valor similar a la PCR. La orina es necesaria
para descartar infección o cólico renoureteral con micro hematuria. En
mujeres en edad fértil no debe olvidarse mediante betaHCG descar-
tar un embarazo y la morbilidad asociada al mismo como el embarazo
ectópico.
ABORDAJE DIAGNÓSTICO:
ESTUDIOS RADIOLÓGICOS
116
vesicales, vesiculares (aunque la mayoría de cálculos vesiculares no
fijan calcio), granulomas hepáticos o esplénicos, pancreatitis crónica
calcificada, ateromas calcificados en aneurismas aórticos e iliacos),
miomas o quistes ováricos calcificados, calcificaciones adenopáticas o
suprarrenales en la tubercolosis (TBC). La presencia de flebolitos pél-
vicos y calcificaciones condrales en costillas falsas es un hallazgo ha-
bitual sin repercusión clínica. En segundo lugar se valorara la densidad
líquida y de líneas grasas que nos da la oportunidad de delimitar los
distintos órganos y por ende organomegalias e irregularidades y masas
asociadas (riñones, bazo, hígado, estómago, vejiga y grandes vasos se
pueden delimitar). Por otro lado, las líneas grasas que delimitan los
músculos psoas y cuadrado lumbar si aparecen borradas pueden lle-
varnos a pensar en patologías de ocupación abdominal: masas. líquido
libre, abscesos, masas pélvicas dependientes de útero u ovarios. Es
frecuente observar borramiento de las líneas perivesicales si hay as-
citis. Por último la densidad aérea nos permite definir el luminograma
aéreo de los asas de intestino delgado y colon (distinguibles entre sí
por su situación y por extenderse en toda la longitud segmentaria del
asa el intestino delgado respecto al colon) y gran cantidad de signos de
su patología (digitaciones en patología isquémica, tubería de plomo en
colitis ulcerosa, distensión en obstrucción, doble pared en sufrimiento
de asas, burbujas adyacentes en diverticulosis). También es interesante
la presencia de gas allí donde no debería haberlo: subdiafragmático
o retroperitoneal en perforaciones, en abscesos, en órganos huecos
fuera del tubo digestivo en infecciones productoras de gas (colecistitis
enfisematosa, pielonefritis o cistitis).
117
delimitar abscesos, adenopatías, colecciones, líquido libre, masas, di-
lataciones vasculares, renoureterales o biliares. Nos permite valorar el
tipo de lesiones según su ecogenicidad que indica el contenido líquido
más o menos espeso (sangre, pus, líquido seroso) o sólido. El desarrollo
de la ecografía permite estudiar cada vez con mayor fiabilidad lesiones
intestinales como masas, obstrucción, fístulas, colecciones, patología
diverticular e incluso signos inflamatorios de gravedad. La adición del
doppler es un plus que permite descartar el carácter vascular de las
lesiones, la existencia de trombosis o la hipervasculariación en caso de
inflamación o neoplasias.
118
ABORDAJE DIAGNÓSTICO:
ESTUDIOS ENDOSCÓPICOS
119
En el dolor abdominal cólico de origen biliar los antiinflamatorios y
espasmolíticos (anticolinérgicos como otilonio y papaveronio bromu-
ro o hioscina y relajantes de músculo liso como mebeverina) pueden
resultar útiles siempre que no haya un cuadro de íleo asociado. En el
dolor cólico intestinal se emplean espasmolíticos y los analgésicos más
usuales. El dolor abdominal pancreático en su versión aguda se debe
tratar con analgésicos más potentes como los opiáceos, evitando los
espasmolíticos, aunque en su versión crónica resulta más complejo de
controlar; de modo que además de los opiáceos se deberán emplear
otras medidas como los fármacos para el dolor neuropático (antide-
presivos y antiepilépticos) en combinación con medidas intervencio-
nistas como ladescompresión del conducto pancreático o la neurolisis
del plexo celiaco. Todo ello además de tratar eficientemente la insu-
ficiencia pancreática exocrina y endocrina. El dolor que acompaña a
laobstrucción biliar se va a beneficiar de la descompresión endoscó-
pica, percutánea o quirúrgica de la vía biliar. El dolor por obstrucción
intestinal se beneficia de la desobstrucción endoscópica colocando
stents o quirúrgica; de modo que incluso en casos de cáncer de colon
metastásico la resección de la lesión primaria alivia el dolor producido
por la invasión o infiltración local. El dolor gastroduodenal de origen
péptico no mejora e incluso empora con los antiinflamatorios. En este
caso el tratamiento con inhibidores de la bomba de protones es el más
efectivo y en casos en los que se asocie síntomas de plenitud o sacie-
dad precoz añadiremos procinéticos (cinitaprida, levosulpirida, meto-
clopramida, clebopride y domperidona). En el dolor de origen uncional
(síndrome de intestino irritable, dispepsia funcional o dolor abdominal
funcional inespecífico) son efectivos los antidepresivos (especialmente
los tricíclicos) y los antiepilépticos (pregabalina y gabapentina), mien-
tras que en el dolor asociado a intestino irritable subtipo estreñimiento
ha demostrado ser efectivo un inhibidor de la guanilatociclasa intesti-
nal denominado linaclotida. Por último, no debemos olvidar el aspecto
psicológico del dolor abdominal crónico, por lo que resulta de utilidad
un abordaje consensuado con el servicio psiquiatría.
120
BIBLIOGRAFÍA
2. Montoro M, García Pagán JC. Aproximación al paciente con dolor abdominal agu-
do. En: Manual de Emergencias en gastroenterología y hepatología 2ª edición.
Asociación Española de Gastroenterologí Jarpyo editores SA. Madrid-Barcelona.
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initial evaluation and management of patients presenting with a chief complaint
of non traumatic acute abdominal pain. Ann Emerg Med 2000; 36: 406-15.
121
122
Dolor ocular
Dña. Ana María Cumbre García.
Enfermera de Familia. UGC de Guillena (Sevilla).
Esto implica una rápida atención sanitaria que disipe dudas y aporte
tranquilidad y poder realizar un diagnóstico exacto y un tratamiento
adecuado para prevenir una posible pérdida de visión.
Las causas del dolor de ojos son muy variadas. Un origen probable es
una úlcera corneal producida por un cuerpo extraño, infección ó infla-
mación. Puede deberse a una infección de la conjuntiva (conjuntivitis),
por una alergia (conjuntivitis alérgica) o queratitis. En otras ocasiones,
se produce asociado a cefaleas o neurálgias faciales.
123
(bacterias, hongos...) e inflamatorios. Cualquier pérdida de la continui-
dad del epitelio corneal puede producir dolor, lagrimeo y fotofobia.
124
Trastornos oculares propiamente dichos:
• Glaucoma agudo de ángulo cerrado ó estrecho: dolor ocular
intenso, cefalea, náuseas, vómitos, halos alrededor de las luces,
córnea turbia (producido por edema), eritema. Presión intraocu-
lar habitualmente mayor de 40 mmHg.
• Cirugía ocular.
125
central que son transitorias. Calidad cortante, pulsátil, rinorrea,
rubor facial, puede haber fotosensibilidad o fotofobia.
• Neuralgia del Trigémino: puede afectar a las tres ramas del V par,
puede producir dolor paroxístico de crisis leves y dolor intenso.
• Parálisis.
• Esclerosis múltiple.
• Enfermedad de Addison.
• Orzuelo o chalazion.
126
Dolor Superficial
Dolor punzante, penetrante y brusco. La fotofobia, lagrimeo, hipe-
remia conjuntival y blefaroespasmo son signos que habitualmente van
con el dolor. Un cuerpo extraño puede ser el causante, el cual si persis-
te, puede producir edema parpebral, quemosis conjuntival y rinorrea.
Dolor Profundo
Dolor punzante, profundo e intenso que se produce en el tracto
uveal anterior. La dilatación o contracción del iris puede ser el origen
del dolor, siendo el síntoma por un aumento súbito de la presión in-
traocular o por la inflamación en el tracto uveal anterior (iritis). Existen
signos ó síntomas sistémicos como cefalea intensa, náuseas, vómitos,
febrícula, postración. El dolor profundo indica patologías que requieren
una intervención sanitaria inmediata.
127
• En la afectación de los pares craneales III, IV y VI: puede ge-
nerarse por aneurismas de la arteria comunicante posterior, en-
fermedades inflamatorias ó tumorales ó por enfermedades de
origen sistémico como la diabetes.
Anestésicos tópicos
La instilación de 1 ó 2 gotas de una solución de anestésico tópico
(Tetracaína 0.5-1%) produce rápidamente sensación de alivio.
Oclusión ocular
Las heridas leves de la córnea suelen curarse por sí solas tras uno ó
dos días. Las pérdidas del epitelio corneal se reparan normalmente en
pocas horas. Para esto es imprescindible evitar el parpadeo que retrasa
por acción directa la cicatrización del epitelio corneal. El propósito del
parche ocular es inmovilizar los párpados. Además es aconsejable el
descanso visual. El parpadeo puede incrementar la temperatura local
de la córnea, siendo esto un factor de riesgo para favorecer el creci-
miento bacteriano, por ello en algunos casos, se aconseja pomadas
oftálmicas con antibiótico sin cortisona. Está contraindicada la oclusión
en caso de úlceras corneales bacterianas y en la conjuntivitis.
128
Contra las infecciones víricas no existe un tratamiento etiológico,
aunque en algunos casos, resultan efectivas las gotas con cortisona.
129
0,25% de acción intermedia entre las anteriores. La pupila pue-
de dilatarse temporalmente para exploraciones diagnósticas con
el uso de simpaticomiméticos como la tropicamida, pero tales
agentes no están aconsejados para el uso crónico, puesto que
no intervienen sobre el reflejo de la acomodación y pueden in-
crementar la respuesta inflamatoria.
Analgésicos
La utilización de éstos por vía sistémica vendrá dada por la intensi-
dad del dolor, llegando en algunos casos a la utilización de derivados
opiáceos.
130
BIBLIOGRAFÍA
1. Kanski JJ. Oftalmología Clínica. Doyma, Barcelona 1985.- Pastor JC. Protocolos
de urgencias en Oftalmología. Ed. Universidad de Valladolid 1995. - Bonica JJ.
The Management of Pain. Lea & Febiger, Philadelphia 1990. -Mahan PE. Facial
Pain. Lea & Fabiger N. York 1991.
131
132
Dolor dermatológico
Dra. Mª Teresa Calero Rojas.
Médico de Familia. Unidad de Cuidados Críticos y Urgencias.
Hospital Alto Guadalquivir. Montilla (Córdoba).
DEFINICIÓN
133
2. Dolor inflamatorio. Existen alteraciones tisulares morfológicas y/o
funcionales aunque con integridad del sistema nervios central y
periférico, es decir, del sistema nociceptivo. La relación entre el
estímulo y la respuesta no es lineal, sino que puede aparecer do-
lor sin estímulo y el umbral del dolor disminuye. Cuando la lesión
desaparece el sistema sensorial vuelve a su estado de funciona-
miento habitual. Favorece la curación a través de ajustes en las
reacciones y los comportamientos y suele tener un componente
autolimitado o agudo.
134
I. QUEMADURAS
TRATAMIENTO
Las quemaduras tienen tres etapas diferenciadas de evolución y el
dolor es distinto según la etapa evolutiva a que nos refiramos.
135
opioides potentes intravenosos y con menor frecuencia, opioi-
des débiles en combinación con AINEs en una estrategia de tra-
tamiento multimodal.
1. OPIOIDES
Entre los fármacos más empleados, los opioides tienen el papel prin-
cipal en la terapia del dolor en quemados. Sus efectos adversos más
destacados son el prurito y las náuseas como los más frecuentes y la
depresión respiratoria con carácter excepcional dosis-dependiente.
136
de vía venosa, se puede administrar por vía subcutánea en dosis de
5-10 mg que se pueden volver a repetir cada 2 horas. No se recomien-
da utilizar la vía intramuscular debido a su absorción irregular.
137
El bolo de fentanilo a veces es de útil en procedimientos tales como
el cambio de apósitos en hospital por vía intravenosa dolor agudo.
Sin embargo, para dolor basal en Atención Primaria lo usamos por vía
transdérmica, desde donde pasa lentamente a la sangre dando 72 h de
niveles plasmáticos estables. Útil si existen problemas de cumplimien-
to. Deberá iniciarse el tratamiento con un parche de 12 microgramos/
hora cada 3 días y hacer una pauta de rescate con morfina oral de
liberación rápida cada 4 horas si dolor.
138
3. ANTICONVULSIVANTES
La gabapentina y la pregabalina, ambos gabapentanoides, se em-
plean con frecuencia para el tratamiento del dolor neuropático y del
prurito en los quemados, ya que disminuyen la sensibilización central al
dolor. Si bien en la prevención del dolor crónico su uso no demostrado
evidencia, en el dolor agudo se ha demostrado un efecto ahorrador de
morfina en estos pacientes.
La gabapentina se emplea a dosis inicial de 300 mg 3 veces al día,
aumentando la dosis de manera progresiva durante semanas hasta lle-
gar dosis máxima de 1200 mg 3 veces al día. Los efectos secundarios
pueden comenzar desde el inicio: somnolencia, vértigo o ataxia son los
más frecuentes, su uso está contraindicado en pacientes prostáticos al
aumentar el tono vesical.
La pregabalina tiene una dosificación más cómoda (dos veces al día),
comenzando con 75 mg cada 12 horas y titulando hasta 300 mg dos
veces al día. Presenta más potencia y tiene un inicio más precoz de su
eficacia clínica (1 semana) respecto a gabapentina.
4. ANTIDEPRESIVOS
La amitriptilina, produce activación de las vías inhibitorias descen-
dentes en la médula espinal inhibiendo la recaptación de noradrenalina
en el terminal presináptico La dosis necesaria no supera los 75 mg por
día como analgésico y se recomienda administrar en dosis única noc-
turna. Produce efectos adversos de tipo anticolinérgico por lo que no
se recomienda en ancianos, prostáticos, glaucomatosos y en pacientes
con arritmias. Los inhibidores selectivos de la recaptación de noradre-
nalina y serotonina (duales), no poseen una eficacia equivalente a los
antidepresivos tricíclicos aunque presentan menos efectos secunda-
rios. El más estudiado es la venlafaxina. El efecto analgésico de los
antidepresivos tricíclicos comienza a los 3 días y para los duales unas
semanas después de comenzar el tratamiento.
5. BENZODIAZEPINAS
La ansiedad provoca una reducción de la tolerancia al dolor. Si tene-
mos la necesidad de un rápido inicio de acción, podemos emplear el
midazolam administrándose intravenoso lentamente, a una velocidad
de aproximadamente 1 mg en 30 segundos, a dosis inicial de 2 a 2,5
mg, pudiendo administrar más dosis de 1 mg según las circunstancias
139
clínicas del paciente. En ancianos o pluripatológicos la dosis de inicio
sería 0,5 a 1 mg pudiendo administrarse más dosis de 0,5 a 1 mg.
El lorazepam está más indicado en esos pacientes que el diazepam
debido de la disminución del metabolismo hepático, puede prolongar
la vida media de ese último.
6. AGONISTAS ALFA-2
Estimulan las vías inhibitorias descendentes del dolor por un me-
canismo alfa-2 adrenérgico, causando sedación, analgesia y un efecto
simpaticolítico (antihipertensivo). La clonidina, por sus efectos sedan-
tes y analgésicos, se puede emplear por vía intravenosa en pacientes
quemados que se controlan mal con los opioides; potencia el efecto
opioide y puede ser empleada con seguridad en el manejo analgésico
en niños con quemaduras. La duración de acción de la dexmedetomi-
dina es más breve que la de la clonidina y su actuación tiene mayor
selectividad para los receptores alfa-2. En España está indicada para la
sedoanalgesia del paciente crítico por vía intravenosa.
7. ANESTÉSICOS LOCALES
Tópicos, en inyección perilesional o troncular o incluso por vía intra-
venosa, son eficaces para el control transitorio del dolor localizado. No
indicados en grandes quemados, por incrementar el riesgo de sepsis.
140
• Úlceras vasculares arteriales o isquémicas: por procesos isqué-
micos crónicos (interrupción permanente o transitoria del riego
sanguíneo a una parte del cuerpo). Son muy dolorosas.
• Úlceras venosas o de éxtasis: son las más prevalentes, provo-
cadas por la pérdida de la capacidad del sistema valvular veno-
so para el retorno sanguíneo venoso o a la presencia de algún
elemento que oblitere el conducto venoso. Son poco dolorosas,
excepto cuando se infectan.
• Úlceras mixtas: suma tanto de patología venosa como arterial.
ÚLCERAS IATROGÉNICAS
141
TRATAMIENTO
Consideraremos las siguientes situaciones:
• El dolor agudo cíclico: es periódico y se relaciona con la experien-
cia dolorosa durante una evento que se repite, como el cambio
de apósitos o al movilizar paciente.
• El dolor agudo no cíclico: es episódico, generalmente espontáneo.
• Dolor crónico: constante y persistente.
Se debe tratar la causa que origina el dolor (isquemia, infección, se-
quedad o exudado excesivos, edema, problemas dermatológicos y ma-
ceración de la piel perilesional/cicatricial).
ANESTÉSICOS TÓPICOS
ANESTÉSICOS LOCALES
Los más empleados son los anestésicos locales tipo amida como ro-
pivacaína, mepivacaína, bupivacaína y lidocaína, por su menor poten-
cial de producir efectos adversos. Bloquean la conducción nerviosa de
modo reversible; según la región y extensión de la herida, se empleará
la infiltración o el bloqueo nervioso periférico.
142
III. HERPES ZÓSTER
TRATAMIENTO
TRATAMIENTO DE NEURALGIA AGUDA
143
los enfermos. Pueden disminuir el dolor agudo, pero no reducen la du-
ración del mismo ni la prevalencia de la neuralgia postherpética. Nunca
aplicarlos en crema sobre las lesiones.
144
Benzodiacepinas: clonazepam es muy empleado, por su capacidad
sedante y miorrelajante. Administrado por la noche en aquellos pacien-
tes que se quejan de dolores nocturnos que les causan insomnio.
Opioides: son fármacos de rescate en la neuralgia postherpética o
de segunda línea cuando es de intensidad elevada y se requiere un
control del dolor rápido.
BIBLIOGRAFÍA
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Formación continuada en dermatología. ElsevierDoyma. 2010; 25(9):525-532.
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12. Metadona. Agencia Española de Medicamentos (www.egemed.es); Compendium
Suisse des Médicaments (www.kompendium.ch; Medicines UK (www.medicines.
org.uk); Expedientes para registro Metadona.
145
146
Dolor Postquirúrgico
Dr. Ángel Molina Martos.
Médico de Familia. Unidad de Cuidados Críticos y Urgencias.
Hospital Alto Guadalquivir de Montilla (Córdoba).
DEFINICIÓN
147
y localización de la intervención (la cirugía ortopédica mayor y la cirugía
abierta abdominal tienen de dolor más intenso), duración de la cirugía
(dolor más intenso a mayor duración), la técnica quirúrgica y la técnica
anestésica usada. Se producen una serie de alteraciones neuroendo-
crinas y una respuesta inflamatoria relacionada con la intensidad del
trauma quirúrgico.
VALORACIÓN Y DOCUMENTACIÓN
DEL DOLOR:
148
que utilizan mecanismo de acción complementarios para obtener una
eficacia mayor con un menor perfil de efectos adversos (analgesia Mul-
timodal o Balanceada).
149
La información para el paciente y su entorno debe ser clara; además
debe ser bien entendida, lo cual incrementa la satisfacción y la calidad
percibida; y además conseguiremos disminuir la experiencia dolorosa y
el número de complicaciones.
TRATAMIENTO
VÍAS DE ADMINISTRACIÓN
La vía oral (de elección en Atención Primaria), transdérmica, intra-
muscular, subcutánea (sobre todo en paliativos), rectal (niños), sublin-
gual (evita el “primer paso”, podemos usar tramadol, antiinflamatorios
de dispersión oral y opiáceos potentes como la morfina o el fentanilo),
intranasal y en menor medida la intravenosa (de elección en postopera-
torio inmediato, urgencias, o perfusiones domiciliarias pautadas desde
el hospital).
150
En el medio hospitalario son la vía intravenosa (vía de elección), vía
oral, bloqueos nerviosos periféricos continuos y la infusión continua
en la herida quirúrgica de anestésicos locales a través de catéteres
con bolos intermitentes y/o perfusión de anestésicos locales en nervio
periférico o en combinación con opioides por vía intratecal.
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
1. FÁRMACOS ANALGÉSICOS ANTIPIRÉTICOS
Y ANTIINFLAMATORIOS NO ESTEROIDEOS (AINES)
151
Contraindicaciones relativas para los AINEs: Antecedente de ulcus
péptico, historia de sangrado, enfermedades hematológicas, opera-
ciones asociadas a hemorragia importante, asma, insuficiencia renal
moderada-severa, insuficiencia cardiaca congestiva o enfermedad car-
diovascular grave, deshidratación o historia de Alergia. Tienen efecto
techo analgésico, por lo que dosis por encima del rango terapéutico
no incrementará la analgesia pero incurrirá en una mayor incidencia de
efectos adversos algunos de ellos deletéreos.
2. OPIOIDES
152
náuseas y vómitos son las reacciones adversas más comunes en el
postoperatorio. Se metaboliza a nivel hepático y se elimina por vía renal.
Opioides mayores:
153
La oxicodona, agonista opioide mu y kappa, con una potencia doble
que morfina. Produce menos náuseas y vómitos. Solo disponible por
vía oral para administración cada 12 horas en liberación retardada o
cada 6 horas en comprimidos de liberación rápida.
La Petidina/Meperidina, es un agonista mu sintético con efectos an-
ticolinérgicos por lo que se utiliza en el infarto agudo de miocardio de
cara inferior. Afecta menos la motilidad gastrointestinal y se utiliza en
el dolor visceral del cólico biliar o ureteral, así como en la primera fase
del trabajo de parto por tener poco paso placentario. Sin embargo su
metabolito activo la normetilmeperidina tiene efectos psicotomiméti-
cos, con trastornos del comportamiento y elevado potencial adictivo
por lo que no se recomienda su utilización para el tratamiento del dolor
más allá de las indicaciones mencionadas anteriormente. Su efecto es
perfectamente suplantado por cloruro mórfico por vía intravenosa sin
las mencionadas complicaciones.
La Buprenorfina, es un agonista parcial mu de potencia inferior a
morfina y con efecto techo analgésico. Puede ocasionar síndrome de
abstinencia si se administra a un paciente que está en tratamiento con
morfina pues va a ocupar sus receptores pero con una actividad intrín-
seca menor. Se utiliza en dolor crónico en cuadros de dolor osteoarti-
cular de intensidad moderada estabilizados en el tiempo. Se rescatan
con buprenorfina sublingual. No es contrarrestado por la naloxona.
El Tapentadol, es una agonista opioide mu que además inhibe la re-
captación de noradrenalina en la unión sináptica obteniendo una po-
tencia analgésica inferior a morfina, con una equivalencia 2.5:1. Pre-
senta un perfil de efectos adversos muy favorable y está indicado para
controlar el dolor crónico intenso en adultos, que sólo se puede tratar
adecuadamente con un analgésico opioide. Solo disponible en España
por vía oral en comprimidos de liberación retardada para administrar
cada 12 horas.
La desventaja de la vía oral se debe a la disminución de su absorción
por el retraso del vaciamiento gástrico tras la cirugía y reducción de la
biodisponibilidad por el “primer paso hepático” que llega a ser del 60%.
El más usado clásicamente para la vía sublingual es la buprenorfina.
que se ha ido abandonando por sus efectos adversos relacionados con
la absorción rápida por esta vía y su potencial adictivo. La vía rectal es
recomendable en niños, sobre todo cuando el enfermo presenta náu-
seas y vómitos, pero su absorción es errática.
154
La vía intramuscular es desaconsejable para el tratamiento del dolor,
siendo superada por la vía intravenosa en dolor agudo postoperatorio,
por la vía subcutánea en cuidados paliativos y por la vía oral en general
en dolor crónico. Es utilizada para el sulfato de morfina y la meperidina,
el problema de esta vía viene dado por el dolor y la existencia de varia-
ción en los niveles plasmáticos. Las inyecciones subcutáneas suelen ser
eficaces en el tratamiento del dolor, duelen menos y tienen efecto más
duradero con una farmacocinética similar a la vía intravenosa.
3. ANESTÉSICOS LOCALES
155
4. OTROS
TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO
1. Estimulación eléctrica transcutánea o TENS: podría reducir las
necesidades de opioides para el tratamiento del dolor de tipo
neuropático localizado.
156
Tabla 2. Fármacos usados para controlar el dolor postoperatorio.
FÁRMACO DOSIS
IBUPROFENO 400-600 mg vo / 8 h
NAPROXENO 500-550 mg vo / 8 h
DICLOFENACO 50 mg vo / 8 h
75 mg im / 12-24 h
DEXKETOPROFENO 25 mg vo / 8 h
50 mg iv / 8 h
CELECOXIB 400 mg vo / 24 h
KETOROLACO 30 mg iv / 8 h
CODEÍNA 30 mg vo / 6 h
(máximo 120 mg / día)
MORFINA 10-30 mg vo / 4 h
2-5 mg iv / 4 h
157
BIBLIOGRAFÍA
10. Soler Company E, Faus Soler M.T, Montaner Abasolo M.C. El Dolor Postopera-
torio en la Actualidad: Un Problema de Calidad Asistencial. Farm Hosp 2000;
24 (3): 123-135.
158
Dolor genitourinario
Dra. Mercedes Gómez García.
Médico de Cuidados Críticos y Urgencias. Hospital Alto Guadalquivir de Montilla (Córdoba).
159
• Dolor uretral: localizado en zona uretral y perineal, existe disuria
y tenesmo vesical. Las causas más comunes que lo generan son
litiasis enclavadas, traumatismos en la zona y uretritis agudas.
1. CRISIS RENOURETERAL
Es la causa más común de dolor urogenital agudo, 5% de todas las
urgencias habituales de nuestro medio.
160
con el reposo ni con posturas antiálgicas. Se acompaña de cuadro ve-
getativo (nauseas y vómitos) y asocia agitación psicomotora, y, disuria,
hipertensión arterial, hematuria y urgencia miccional, (cuando los cál-
culos son distales). A veces ocasiona íleo paralítico.
161
Al alta domiciliaria recomendamos reposo, calor local seco, ingesta
de 2-3 litros de agua diarios y pautar diclofenaco 50 mg comprimidos o
ibuprofeno 600 mg cada 8 horas vía oral, si dolor junto con metamizol
magnésico 575 mg a dosis de 1-2 cápsulas cada 6-8 horas, para los
picos de dolor.
Se emplearán antibacterianos si existe riesgo de infección: amoxicili-
na/clavulánico, cefalosporinas o quinolonas durante una semana.
Si la obstrucción por la litiasis es distal, para facilitar la expulsión del
cálculo, añadimos: tamsulosina 0,4 mg vía oral/24 h junto a deflazacort
30 mg vía oral/24 horas durante 5-10 días.
162
o ciprofloxacino en dosis única de 500 mg vo, más: doxiciclina a dosis de
100 mg/12 h vo durante una semana, o azitromicina en dosis única
de 1 gr vo cada día durante 3 días.
Debemos recomendar educación sanitara consistente, en la cistitis, la
ingesta de agua de 2-3 litros /24 h, micciones frecuentes y después de
relaciones sexuales, evitar el estreñimiento, higiene anal y tratar las in-
fecciones de la esfera ginecológica. En la uretritis emplear preservativo,
ingesta hídrica similar a la anterior y por supuesto tratar a la pareja sexual.
163
2.3 PIELONEFRITIS AGUDA
Se caracteriza por lumbalgia, fiebre (mayor de 38,5º) y escalofríos,
por la invasión bacteriana del parénquima renal. Puede darse en cual-
quier edad y en ambos sexos.
Trataremos la pielonefritis aguda no complicada mediante medidas
generales, como reposo, ingesta hídrica abundante (3 litros/día), para-
cetamol 650 mg o 1 gr /8 h vo (como antitérmico), analgésicos como
metamizol 575 mg/6-8 h vo y si se aparecen vómitos, metoclopramida
10 mg/8 h vo.
Como tratamiento específico: ciprofoxacino 500 mg/12 h vo/
14 días, o levofloxacino 500 mg/24 h vo durante dos semanas. Como
alternativa: amoxicilina/clavulánico 875/125 mg/8 h vo también
durante 14 días.
La pielonefritis aguda complicada requiere ingreso en hospital siem-
pre, sobre todo si existe mal estado general, pacientes que no pueden
tomar la medicación vía oral, inmunodeprimidos, embarazo, anomalías
urológicas (anatómicas o funcionales).
3. DOLOR TESTICULAR
Incluye: la orquitis y epididimitis, la torsión testicular y los traumatis-
mos escrotales.
164
de mucha sintomatología, asociaremos a uno de los anteriores, tobra-
micina 100 mg im o iv cada 12 horas.
1. No neoplásico
Hiperplasia benigna de próstata, prostatitis crónica, pielonefritis cró-
nica, dolor pelviano inespecífico, prostatodinia y prostatosis (colon irri-
table, oclusión intestinal).
165
• Traumáticas: en el parto, episiotomías, caídas, golpes directos,
cirugías pélvicas.
• Presión constante elevada: ciclismo y otras prácticas deporti-
vas, sedestación prolongada en superficies irregulares y duras,
anomalía en el desarrollo del proceso espinoso del isquion.
• Elongación por descenso perineal: durante el parto,
por estreñimiento crónico y patología proctológica en general.
• Infecciosas: fístulas, abscesos urogenitales y perianales.
• Estasis venoso: congestión pélvica, obstrucción del retorno
venoso.
• Isquemia arterial crónica: arteriosclerótica, degenerativa,
metabólica.
• Neuropatía crónica: degenerativa, vascular, metabólica,
actínica, tóxica.
• Neuropatía por exceso de nocicepción en pacientes con dolor
pélvico crónico de origen diverso e intensidad elevada no trata-
do o insuficientemente tratado que pueda desarrollar procesos
de sensibilización central.
El síndrome de atrapamiento del nervio pudendo es una patología
poco conocida lo cual suele conducir a errores diagnósticos y es fuente
de confusión con otros síndromes de dolor pélvico y lumbosacro. El
atrapamiento del nervio pudendo suele producirse en tres áreas crí-
ticas durante su recorrido desde el sacro hasta la tuberosidad del is-
quion: la pinza entre los ligamentos sacrotuberoso y sacroespinoso, el
canal de Alcock y el proceso falciforme.
La manifestación clínica más frecuente es la neuralgia del ner-
vio pudendo, un dolor de tipo neuropático en la región genital, per-
ineal y/o perianal. Se trata de una entidad poco frecuente pero que
impacta significativamente sobre la calidad de vida de los pacientes
por sus características neuropáticas constantes con exacerbaciones
nocturnas o relacionadas con la sedestación o la actividad sexual,
miccional o fecal, que además pueden encontrarse en ocasiones mer-
madas funcionalmente. El dolor aumenta al sentarse y generalmente
mejora en bipedestación o decúbito. Puede empeorar con la tos, la
risa y las maniobras de Valsalva, así como al tacto de la región genital.
166
La disfunción sexual se manifiesta como dolor genital, periné o recto
con sensación de disestesia. El dolor es espontáneo o evocado y puede
producir anorgasmia. En el hombre el dolor puede aparecer o aumentar
durante la erección, la eyaculación o ser posteyaculatorio. Además, se
observa dificultad al miccionar y/o defecar con aumento en la frecuen-
cia y urgencia urinaria, tenesmo vesical, polaquiuria, disuria, molestias
hipogástricas, dolor postdefecación, estreñimiento, tenesmo rectal e
incluso diversos grados de incontinencia rectal y urinaria. Los pacientes
refieren sensación de quemazón, calambres, hormigueos o pinchazos
en la zona afectada, que a la exploración presenta hipoestesia, alo-
dinia dinámica y/o hiperalgesia. Se trata de una entidad típicamente
femenina en una proporción 3:1 y puede ser unilateral o bilateral. En
el diagnóstico diferencial debemos considerar cuadros de prostatitis
crónica, cistitis intersticial, dolor pélvico de origen miofascial, patología
genitourinaria y proctológica de lo más diverso y neuropatías del plexo
lumbosacro y coccígeo.
167
En casos refractarios o con respuesta limitada en el tiempo, siempre
se puede realizar la estimulación eléctrica de raíces sacras mediante
dispositivos implantables como paso previo a la cirugía descompresiva.
2. Neoplásico
Aproximadamente el 75% de los pacientes con cáncer genitourinario,
presentan dolor durante su proceso, siendo las neoplasias de vejiga
y próstata, las que se acompañan de un dolor más intenso; mientras
que la de pene tienen muy baja prevalencia de dolor. Las estructuras
intrapélvicas que son asiendo de una neoplasia pueden desarrollar un
síndrome de pelvis congelada tumoral (diferente del síndrome adhe-
rencial benigno) bien sea por invasión tumoral local, bien por complica-
ciones infecciosas o por radioterapia. Se trata de un cuadro adherencial
severo que compromete la función intestinal, miccional y sexual del
paciente y que cursa con dolor de tipo mixto, visceral y somático con
componente neuropático asociado de carácter continuo con exacerba-
ciones. Estas crisis de dolor pueden ser de tipo cólico y origen visceral
o tener características de dolor referido al periné o a miembros infe-
riores que tienen lugar espontáneamente generalmente de predominio
nocturno o bien en relación con movimientos, maniobras de Valsalva,
la defecación, la micción, etc. La sensación de presión intrapélvica y de
peso en las vísceras pélvicas es constante y se refleja hacia la región
lumbosacra y coccígea limitando al paciente mantenerse en bipedes-
tación mucho tiempo. El retorno venoso de miembros inferiores suele
estar comprometido y se desarrolla edema bilateral asimétrico de dife-
rente consideración que mejora elevando las piernas y con medios de
compresión mecánica para drenaje venolinfático. El diagnóstico es clí-
nico apoyado en técnicas de imagen como la RNM o la TAC de pelvis.
168
Necesitamos un manejo multidisciplinar: profesionales de Atención
Primaria, Nefrólogos, Urólogos, Oncólogos y especialistas en dolor en
casos refractarios a la terapia analgésica convencional.
BIBLIOGRAFÍA
1. Miralles, F.S.; Robles, E. e Iranzo, J.: «Dolor visceral», en Aliaga, L., Baños, J.E.,
Barutell, C., et al. Eds., Dolor y utilización clínica de los analgésicos, Barcelona,
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169
170
Diagnóstico precoz
de la polineuropatía
distal simétrica diabética
D. Luis Jiménez Castro.
D.U.E. Enfermero Familiar y Comunitario.
Unidad de Gestión Clínica de Estepa (Sevilla).
171
para evaluar el componente sensorial. Algunas personas con la
enfermedad de polineuropatía distal simétrica no detectan síntomas
de enfermedad. En estos casos, sólo pueden ser diagnosticados por el
examen detallado neurológico.
OBJETIVO
METODOLOGÍA
172
presión de 10 gramos durante 1-2 segundos. Es presionado hasta que
el filamento se curva en parte la y preguntamos al paciente si lo siente.
Exploramos el primer dedo del pie y la base de primer, tercer y quinto
metatarsiano y el talón. La imposibilidad de percibir la presión se corre-
laciona con amputaciones, neuropatía y úlceras y. La imposibilidad de
percibir un monofilamento en cualquiera de los sitios del pie fue regis-
trada como la falta de percepción. El monofilamento sobre las áreas de
hiperqueratosis, úlceras o cicatrices no se debe aplicar. La originalidad
de este estudio es que no hay ningún igual en la literatura médica, al
menos con la misma metodología aplicada. El monofilamento no de-
bería ser usado en más de 10 pacientes, a causa de la recuperación
elástica. El nivel de significación es 0.05 para la hipótesis estudiada.
El monofilamento de Semmes-Weinstein es una una opción excelente
para pruebas de estudio sensorial.
RESULTADOS
DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN
173
el daño irreversible. El diagnóstico es principalmente clínico y supone
una historia cuidadosa y el examen físico incidiendo sobre la esfera
vascular y neurológica, con una evaluación pormenorizada de los pies.
Para futuros estudios podría ser interesante la repetición de estudios
similares en otros centros médicos en países o comunidades autóno-
mas distintas. El examen de monofilamento Semmes-Weinstein no es
invasivo, es barato, rápido, y de aplicación fácil. Cuando la neuropatía
sensorial se diagnostica, hay que iniciar un programa de prevención de
heridas. Este plan debería proporcionar la educación para pacientes
con diabetes haciendo énfasis en la inspección diaria de los pies y el
uso de calzado apropiado. Las pruebas sensoriales de pacientes con
diabetes son una parte fundamental para anticiparnos a heridas nuevas
y recurrentes.
174
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clinical Excellence, London; 2004.
176
Odontalgia
Dr. Alfonso García Palma.
Odontólogo. Director de UGC Salud Bucodental.
Distrito Sanitario Aljarafe Sevilla Norte.
INTRODUCCIÓN
177
Tabla 1. Clases de dolor orofacial según su etiología.
Dolor originado
Dolor orofacial
por alteraciones
Dolor orofacial secundario,
regionales,
de causa primaria heterotópico
sistémicas o con
o irradiado
origen a distancia
• Visceral • Muscular • Dolor cardíaco.
(pulpar o sinusal)
• Articular • Poliartropatías
• Mucoso
• Óseo • Polimiositis
• Cutáneo
• Periodontal • Dolor mantenido
• Periodontal (cordales) simpáticamente
• Muscular • Vascular, • Polineuropatías
meníngeo
• Articular • Cuadros
• Neuropático, sistémicos
• Óseo
paroxístico de dolor
• Vascular (fibromialgia)
• Visceral
• Neuropático (pulpar, sinusal)
• Glandular
178
principalmente a través de las fibras C y siendo percibido por el pa-
ciente como una sensación dolorosa profunda y sorda, la mayoría de
las veces es un dolor difuso, difícil de localizar. Cuando es intenso y
mantenido supone un daño irreversible con cambios locales vasculares
e inflamatorios.
179
Tabla 2. Clases de dolor pulpar.
Clases de
Características Tratamiento
dolor pulpar
Hipersensibilidad • Aparición aguda • Eliminación de
dentinaria e intensidad leve caries dental
• Provocado por • Reemplazar
estímulos térmicos restauraciones
o químicos • Agentes
• Asociada a la caries desensibilizantes
dental, restauraciones
inadecuadas o
exposiciones
dentinarias
• Cede al retirar
el estímulo
• Localización en
el diente afecto
Pulpitis reversible • Duración corta e • Eliminación de
intensidad leve caries dental
• Provocado por • Reemplazar
estímulos térmicos restauraciones
o químicos • Agentes
• Dolor agudo desensibilizantes
• Cede al retirar
el estímulo
• Localizado de
modo difuso
Pulpitis • Duración prolongada, • Drenaje en
irreversible recurrente de tratamientos
intensidad moderada de urgencia
o severa • Pulpectomía
• Provocado por o endodoncia
estímulos térmicos o • Tratamiento
químicos o de forma farmacológico con
espontánea analgésicos AINE
• Dolor agudo, y/o antibióticos
intermitente o continuo • Exodoncia
• Al acabar el estímulo
persiste el dolor
• Localización difusa
y/o referida
180
Este tipo de dolor debe ser valorado y tratado lo antes posible por un
odontólogo. Por su mayor frecuencia nocturna debido a que el incre-
mento de presión sanguínea en la cabeza por el decúbito aumenta mu-
cho el dolor, éste debe ser tratado en Urgencias de manera farmacológi-
ca inicialmente por el médico de guardia al no existir dentistas públicos
de guardia. Posteriormente se realizará la derivación a su odontólogo
de referencia con carácter preferente para valoración y tratamiento
especializados.
DOLOR PERIODONTAL
181
masticatoria y con la percusión dentaria, pero no responde a estímulos
térmicos y/o químicos.
182
Abceso Relacionado con la presencia de • Ajuste
periodontal bolsas periodontales profundas, oclusal
lateral propias de la enfermedad si existe
periodontal (piorrea). Se trata por trauma
tanto de la exacerbación de un
proceso crónico con la irrupción • Fármacos
del absceso e inflamación analgésicos
gingival aguda. Origina un
• Drenaje y
dolor continuo, de intensidad
moderada, bien localizado, con el tratamiento
diente afectado con movilidad y antibiótico
también puede estar extruido. • Raspado y
La encía se ve violácea o alisado de la
enrojecida e hinchada, pudiendo bolsa
presentar supuración. Los casos
periodontal
más graves también pueden
cursar con fiebre y malestar • Irrigación de
general. El dolor aumenta con la bolsa
la percusión dentaria , también periodontal
puede responder a estímulos
térmicos y eléctricos.
Pericoronaritis En dientes semierupcionados • Resección del
y cubiertos parcialmente por opérculo si es
tejido gingival, frecuente en las necesario
muelas del juicio o cordales.
Se debe a acumulo de detritus • Tratamiento
entre la corona del molar y del analgésico y
tejido gingival que la recubre o antibiótico
por traumatismos sobre tejidos
• Irrigación
blandos.
del saco de
Diagnóstico es clínico, afectando erupción con
a los cordales, sobre todo. antiséptico
Los tejidos pericoronarios (clorhexidina
presentan una coloración 0,2%)
rojiza edematizados, que a
veces puede acompañarse de • Exodoncia del
supuración asociada a mal sabor cordal diferida
de boca, las formas más graves
se acompañan de limitación de
la apertura mandibular o trismus,
fiebre y malestar general. El
dolor está localizado el área
inflamada, pero se puede irradiar
a zona auricular, garganta y suelo
de boca, aumentando con la
deglución y masticación.
183
Lesiones Puede empezar por causa • Drenaje y
endoperio- periodontal o pulpar, esta última tratamiento
dontales es más frecuente. Posee la clínica antibiótico
del abceso periodontal lateral,
con pruebas de vitalidad pulpar • Ajuste oclusal
negativas por lo que no responde si precisa
a estímulos térmicos o eléctricos.
• Endodoncia
o exodoncia
• Fármacos
analgésicos
• Raspado
y alisado
radicular
Fractura La porción radicular del diente • Exodoncia
vertical está afectada, por lo que
ocasiona dolor periodontal, que
se incrementa con la masticación,
siendo más frecuente en dientes
muy desvitalizados.
184
Tabla 6. Posología de los antibióticos.
185
BIBLIOGRAFÍA
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rianas odontogénicas. AVANCES EN ODONTOESTOMATOLOGÍA Vol. 21 -
Núm. 6 – 2005.
186
Dolor traumatológico
y reumatológico
D. Luis Jiménez Castro.
D.U.E. Enfermero de Salud y Comunitaria.
Unidad de Gestión Clínica de Estepa (Sevilla).
FRACTURA DE CLAVÍCULA
Lo importante es que debemos descartar la presencia de lesiones del
plexo braquial y de la arteria subclavia.
Tratamiento: cabestrillo o vendaje en ocho durante 21 días en las
poco desplazadas y del tercio medio. A veces precisa tratamiento qui-
rúrgico.
FRACTURA DE HÚMERO
Muy presentes en caídas de los ancianos, especial atención al hema-
toma de Hennequin, que aparece a los dos días del traumatismo en la
cara anteroexterna del hombro.
187
Si hay desplazamiento mínimo en la zona del cuello se puede utilizar
el cabestrillo.
Se puede dañar o lesionar el nervio radial.
Actuación: inmovilización y derivación.
ESGUINCE-LUXACIÓN ACROMIOCLAVICULAR
El grado de desplazamiento está muy relacionado con la gravedad
de la rotura de los ligamentos coracoclaviculares y acromioclaviculares.
En la exploración hallaremos el signo de la tecla nada más tocar así
como el borde externo de la clavícula que será prominente.
Tratamiento:
• Casos leves, tratamiento: cabestrillo entre 7 a 14 días.
• Casos de luxaciones: indicado incluso el tratamiento quirúrgico.
LUXACIÓN DE HOMBRO
La que más ocurre de todas las articulaciones. Generalmente se pro-
duce un desplazamiento anteroinferior y medial de la cabeza humeral
característico que nos da el signo de la charretera o del hachazo, con la
consiguiente ocupación del triángulo deltopectoral.
Actuación: si no hay fractura, se comienza la reducción sin anestesia
(puede iniciarse la reducción si ha transcurrido menos de una hora),
seguidamente inmovilización con vendaje de Velpeau o cabestrillo du-
rante 3 semanas.
LESIONES MÚSCULOTENDINOSAS
El síndrome subacromial distingue:
Tendinosis del manguito de los rotadores: causa más habitual de
dolor en el hombro. En la exploración nos encontramos con dolor a la
palpación en la inserción en el troquíter o zona adyacente. La movilidad
activa es dolorosa y limitada.
188
En la radiografia se puede hallar una calcificación del manguito. Si
nos encontramos en el espacio subacromial,que mide menos de 5 mm
debemos suponer una rotura del manguito.
TRAUMATISMO DE CODO
• Las fracturas de olécranon son las más habituales del codo. Ge-
neralmente suelen presentarse desplazadas por lo que precisa
tratamiento quirúrgico.
189
• Las fracturas de la paleta humeral. Contiene las siguientes carac-
terísticas: tumefacción local, impotencia funcional y disminución
de las referencias anatómicas.
LUXACIÓN DE CODO
190
EPICONDILITIS
Fractura de Colles
Es la más habitual de la muñeca. Se produce con mucha incidencia en
mujeres posmenopáusicas.
Diagnóstico clínico: deformidad característica en “dorso de tenedor”.
La radiología verificará el diagnóstico.
Tratamiento: la gran mayoría son tratadas efectivamente con escayo-
la durante 1 mes y medio.
Fractura de escafoides
La más común de los huesos del carpo.
Presenta dolor a la presión y signos inflamatorios.
Diagnóstico: la peculiaridad de ésta fractura es que puede resultar
muy difícil detectarla por lo que se debe pedir varias proyecciones ra-
diológicas, generalmente cuatro, a pesar de éstas medidas podría ser
negativo el resultado por lo cual debería volver a repetirse si continúan
los síntomas a las 2 semanas.
191
Tratamiento: inmovilización muñeca y pulgar como mínimo
12 semanas.
Esguince de muñeca
Se originan por traumatismos sobre la mano que muy habitualmente
han pasado desapercibidos.
Muy característico el dolor localizado sobre la interlínea articular en
las posiciones extremas y al apoyar la mano.
192
Tratamiento: Inmovilizar la muñeca durante 3 a 4 semanas. Actuar lo
más rápidamente posible para evitar la cronificación del esguince.
Importante descartar el síndrome de inestabilidad postraumática del
carpo que puede obligar al tratamiento quirúrgico en casos de conti-
nuidad del dolor acompañado de impotencia funcional.
Tendinosis de De Quervain
Afecta a los músculos abductor largo del pulgar y extensor corto del
pulgar.
La maniobra de Finkelstein nos serviría de ayuda al diagnóstico.
Tratamiento: Reposo, vendaje funcional y la administración de anti-
inflamatorio.
En ciertos casos se precisa una férula inmovilizadora en posición
neutra del pulgar o incluso la infiltración de corticoides.
Si fracasa lo anteriormente mencionado la elección seria quirúrgica.
193
TRAUMATOLOGÍA DEL MIEMBRO INFERIOR
Fracturas de pelvis
Las que se han producido por caídas casuales pueden provocar di-
versas fracturas como de las ramas ilio e isquiopubianas,del ilíaco o
avulsiones de las apófisis óseas. Si no presentan un desplazamiento
importante se trata con reposo en cama durante 14 ó 21 días.
Fracturas de cadera
194
En la exploración lo más notorio es la gran deformidad en el muslo
acompañado de una movilidad anormal y hematoma considerable que
puede producir inestabilidad hemodinámica.
Actuación: traslado urgente del paciente con el miembro debidamen-
te inmovilizado.
Fracturas de rodilla
Dañan a los cóndilos femorales, a la rótula o a las mesetas tibiales.
Todas ocasionan un hemartros a tensión.
Estas fracturas generalmente requieren tratamiento quirúrgico.
195
Meniscopatías de la rodilla
Tendinosis rotuliana
196
Síndrome femoropatelar
197
Fracturas del calcáneo
Fractura de metatarsianos
Fractura de falanges
Esguince de tobillo
198
Tratamiento: en los últimos años diversos estudios han descrito re-
sultados más eficaces con: vendajes funcionales, ortesis y fisioterapia,
que con inmovilizaciones tales como el botín de yeso.
El tratamiento quirúrgico sería indicado en tobillos inestables y que
requieran cierto grado de movilidad.
Tendinosis aquílea
Comienza con dolor brusco o progresivo en la masa gemelar y sobre
todo en la zona aquílea.
Cobra gran importancia la maniobra de Thompson, que nos puede
servir de gran ayuda para inspeccionar la totalidad del tendón aquíleo.
El vendaje funcional es adecuado siempre y cuando no haya rotura
tendinosa. Sí existe, el tratamiento sería quirúrgico.
Fascitis plantar
Comienza con dolor escalonado a lo largo de semanas, en la zona in-
ferior del talón que puede ser irradiado uni o bilateralmente,y que tiene
su punto más álgido cuando se comienza a andar y cuando se mantiene
largos periodos de pie.
Diagnóstico: dolor a la presión en la zona de apoyo del talón.
En la radiografía se puede hallar espolón óseo calcáneo
Tratamiento tradicional: control de peso, AINE, calzado blando con
tacón ancho y elevado, plantillas para descargar zona dolorosa.
Si el dolor no cede, se recurre a la infiltración local.
En casos extremos se hace la liberación a través de la cirugía.
TRAUMATOLOGÍA DE LA ESPALDA
• Actuación ante un traumatismo de columna con sospecha de
fractura vertebral
199
Característica importante es la presencia de dolor en la zona
afectada, verificando siempre si hay alteraciones neurológicas.
200
traumático como un golpe o caída, que exista dolor continuado
sin existir relación con ciertos movimientos o posturas, que ten-
ga antecedentes de VIH, ADVP (adictos a droga por vía parente-
ral), carcinoma, que exista síndrome constitucional, o de cola de
caballo y síntomas neurológicos.)
FARMACOLOGÍA EN TRAUMATOLOGÍA
TRATAMIENTO DE LA GOTA
201
• Habitualmente los AINES son los fármacos de elección si no tie-
nen contraindicación.
• Etoricoxib 120 mg en dosis única diariapor vía oral, durante
7 a 10 días puede ayudar a controlar el dolor y la inflamación
en crisis agudas.
• Colchicina: muy efectiva solamente en las primeras 24 horas.
Vía oral 0.6 mg hasta un máximo de 5 mg.
• Glucocorticoides intraarticulares: ante todo descartar artritis
séptica.
• Glucocorticoides sistémicos: sólo considerar dosis escasa y
corta.
FIBROMIALGIA
Trastorno muy habitual, diferenciado por los siguientes signos: mo-
lestias, dolor y rigidez en tronco y extremidades así como presentar zo-
nas dolorosas a la presión. Se asocia a trastorno del sueño y del estado
de ánimo como la depresión.
Diagnóstico: zonas dolorosas a la presión en partes blandas sin existir
anomalías.
Tratamiento: abarca AINE, infiltraciones, benzodiacepinas y calor lo-
cal junto con masajes.
202
OSTEOPOROSIS
ARTROSIS
203
También hay una pérdida de todos los elementos de la articulación
(ligamentos, cartílago y hueso sinovial).
Es la primera causa de incapacidad laboral.
El origen se desconoce. Su aparición puede verse favorecida por
otras enfermedades (artrosis secundaria). La gran mayoría son de cau-
sa primaria.
Diagnóstico: se basa en la justificación de datos radiológicos y clínicos.
Señalar si cabe algunos criterios para ciertas partes como la artrosis
de manos, cadera y rodilla con una utilidad limitada.
Tratamiento: actualmente no hay cura.
Los objetivos se pueden resumir en: adiestrar conocimientos al pa-
ciente sobre su enfermedad, paliar el dolor, disminuir la discapacidad, y
retrasar la progresión.
Muy importante el aspecto no farmacológico ya que la educación
sanitaria aumenta considerablemente la calidad de vida de éstos pa-
cientes (control de peso, ejercicio, reposo así como el uso de bastón).
Los tratamientos alternativos (acupuntura, estimulación nerviosa
eléctrica, tratamientos termales, como frío y calor), no han probado
su eficacia.
El fármaco de elección utilizado para analgesia es el paracetamol.
Los opiáceos aunque son eficaces conllevan varios efectos secundarios.
Los AINES restan el dolor y mejoran la función en la artrosis. En con-
tra producen problemas gastroduodenales y nefrotoxicidad.
Los inhibidores específicos de la COX-2 (COXIBS) tienen un uso muy
limitado debido a un importante incremento de accidentes cardio y
cerebrovasculares.
Los corticoides intraarticulares palian el dolor pero a corto plazo. No
se pueden realizar más de 3 infiltraciones al año ya que por el contrario
adelantan la destrucción articular.
El ácido hialurónico tiene un efecto lento pero prolongado.
El tratamiento quirúrgico es la última opción.
204
ARTRITIS REUMATOIDE
205
La base de la terapia son los fármacos antirreumáticos (Fames), un
ejemplo de el más utilizado es el metotrexato.
Cabe mencionar que pueden tener efectos secundarios tanto los Fa-
mes como las terapias biológicas pero generalmente son bastante bien
tolerados y seguros.
206
Así como signos de tipo propioceptivo: pérdida de coordinación mo-
tora, de equilibrio y tínitus
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ción. Jiménez Murillo, L.; Montero Pérez, F.J. Página 190-202. 5ª edición.
208
Anestésicos locales
en atención primaria
D. José María del Rosario Melián.
Enfermero y Responsable de Docencia del EAP Güimar (Tenerife).
Los anestésicos locales son ésteres o amidas que tienen como misión
la detención de forma transitoria de los impulsos eléctricos a través de
la membrana del nervio con la consiguiente disminución o pérdida de
la actividad nerviosa de la zona que deseamos tratar.
Los más utilizados son los anestésico locales de tipo amida que tie-
nen metabolismo hepático y en general una elevada unión a proteínas
plasmáticas. Aunque existen varios tipos, el más utilizado en Atención
Primaria es el clorhidrato de mepivacaina al 2%, sin vasoconstrictor.
Suele presentarse en ampollas de 2 ml (2% corresponde a 20 mg por
ml) la dosis es de 5 mg por kilo de peso. En adulto no se debe superar
la dosis de 400 mg (10 ampollas). El inicio de la acción o tiempo de
latencia es sobre 5 a 10 minutos y su duración va a depender de varios
factores: la cantidad de anestesia infiltrada, nivel de proteínas plasmá-
ticas del paciente, (unión a proteínas plasmáticas del 75%), de la zona
corporal (cuanto más vascularización, menor tiempo durará el efecto),
del pH de la zona, de la amplitud de la infiltración. Su duración aproxi-
mada es de 180 minutos.
De las propiedades farmacológicas de los anestésicos locales nos in-
teresan fundamentalmente tres: latencia o inicio de acción, duración
y potencia. El inicio de acción depende del pKa del fármaco y del pH
tisular. Es por esto que en un medio ácido como son los abcesos, el
inicio de acción es más lento. Este efecto puede paliarse añadiendo
bicarbonato 1 molar (1 mEq/ml) a la solución de anestésico local en el
momento de la infiltración. La duración depende del tipo de anestésico
local, siendo lidocaína y mepivacaina de duración intermedia mientras
que bupivacaina y ropivacaina de duración prolongada. Este efecto de-
pende también de la absorción local, condicionada por la vasculariza-
ción de la zona y también del ritmo de metabolización del fármaco por
el paciente. Las presentaciones que contienen adrenalina 1:100.000
209
ó 1:200.000 reducen la absorción del anestésico local y prolongan su
duración. Si no se desea utilizar adrenalina, por ejemplo en zonas dista-
les como puntas de dedo, orejas o nariz, este efecto puede obtenerse
añadiendo esteroides a la solución anestésica en el momento de la
infiltración (dexametasona 4 mg). Por último, la potencia del anestésico
local es una cualidad relacionada con su liposolubilidad, siendo mayor
para bupivacaina que para mepivacaina y ésta a su vez que lidocaína.
La potencia dependerá de la concentración utilizada, así, las presenta-
ciones más concentradas producirán un bloqueo anestésico más pro-
fundo (vegetativo, sensitivo y motor) que las forma menos concentra-
das o adicionalmente diluidas. En este sentido, la dilución del fármaco
condicionará una menor potencia aunque permitirá la infiltración de
zonas más extensas de la anatomía, para una misma dosis de fármaco
por kilo de peso.
Otra amida utilizada, también de acción intermedia es la Lidocaina
2% a una dosis de 4 mg por kilo de peso. En relación con mepivacaína
es menos potente y la infiltración resulta más dolorosa, aunque su ini-
cio de acción es algo más corto.
En los casos en donde deseamos infiltrar mayores superficies y no
deseamos utilizar grandes cantidades de solución al 2%, (p.e. escarec-
tomía) se puede diluir la mepivacaina o la lidocaína al 1% con agua
para inyección, suero salino o solución de ringer lactato para obtener
volúmenes mayores a menos concentración. Con la misma dosis de
anestésico local en miligramos obtendremos el doble de volumen y
podremos infiltrar el doble de superficie corporal.
A) ANESTESIA DE SUPERFICIE
• Cloruro de etilo: no es un anestésico local pero produce aneste-
sia local por frío. Tiene un uso más limitado ya que su duración
es muy breve. El frío intenso que se produce, resulta efectivo en
los drenajes de abscesos y en pequeños curetajes. También se
puede utilizar como coadyuvante de la infiltración de anestesia,
utilizado en zonas sensibles, para minimizar el dolor de la pun-
ción de la aguja de infiltración de la mepivacaina (bloqueo digital,
palmas de las manos, plantas de los pies…).
210
• Aerosol para mucosa en forma de spray (tetracaína). La tetracaína
es un anestésico local tipo éster y puede asociarse a reacciones
de tipo alérgico con más frecuencia que los de tipo amida. Es de
potencia muy elevada y se usa habitualmente en odontología.
211
3. Perilesional: esta técnica se utiliza cuando se quiere aislar los
360 grados de la zona que se desea tratar creando una anestesia
local completa del campo operatorio: quistes, dermatofibromas,
fibromas, lipomas…
212
Figura 1.
Figura 2.
213
• En tercer lugar, y sin necesidad de retirar la aguja, retiramos
la aguja hasta casi extraerla y giramos interiormente con un
ángulo de 45 grados en busca del periostio.
Una vez tocado el periostio, retiramos unos 2 mm (ya que la
inyección del periostio es dolorosa) y, aspirando de nuevo,
infiltramos de 0.5 ml a 1 ml para bloquear la raíz nerviosa del
lado dorsal del dedo (Figura 3).
Figura 3.
214
• Bloqueo de campo más allá del área tumefacta. Resulta poco
eficiente y arriesgado utilizar cantidad de solución anestésica
para abarcar un área extensa cuando el proceso se reduce al
corte-drenaje. Por tanto, evitaremos esta técnica.
215
Figura 5.
216
Aspectos a considerar en las técnicas de infiltración de anestésicos
locales:
217
• Siempre debemos tener preparados los medios técnicos y la
medicación necesaria ante la posibilidad de aparición de re-
acciones adversas, arritmias, anafilaxis, etc. En este aspecto,
cabe puntualizar que las alergias a anestésicos locales son in-
frecuentes, en especial a los de tipo amida, tomándose por
alergias los cuadros pre-sincopales de tipo vaso-vagal por
sugestión o por el uso de adrenalina en la mezcla. Son las
llamadas pseudoalergias o intolerancias. No obstante, pueden
presentarse cuadros de alergia verdaderos que van desde un
exantema hasta un shock anafiláctico.
BIBLIOGRAFÍA
218
El Dolor en Pediatría
D. Luis Jiménez Castro.
D.U.E. Enfermero Familiar y Comunitario. Unidad de Gestión Clínica de Estepa (Sevilla).
INTRODUCCIÓN
En las últimas dos décadas se han producido numerosos avances en
el conocimiento de los mecanismos, la valoración y el tratamiento del
dolor en el niño que, por diversas razones que exceden el propósito de
esta obra, no han llegado al Médico Especialista en Atención Primaria.
Podemos decir que el dolor es perjudicial para el niño y que un trata-
miento no adecuado del mismo y sin una justificación adecuada, atenta
contra el principio ético básico de “primum non nocere”.
Por otra parte, podemos afirmar que la percepción de dolor en el
niño se desarrolla antes de lo que se pensaba, aproximadamente en la
semana 23 de gestación y que tanto esta percepción como la que tiene
lugar en los primeros meses de vida, constituyen una experiencia de
dolor que puede condicionar el devenir del individuo en este aspecto
en la vida adulta.
Existe una marcada relación entre carácter o personalidad y reacción
al dolor en el niño, aspecto probablemente poco estudiado pero de la
demanda de analgesia depende el tratamiento administrado. El carác-
ter viene definido genéticamente y determina la respuesta del lactante
ante el dolor ocasionado por procedimientos, como vacunaciones, etc.
Aspectos como el umbral sensitivo, capacidad de distracción, estado de
ánimo, nivel de actividad, persistencia, etc., condicionan la respuesta
al dolor agudo y con los años también la experiencia de dolor crónico.
219
Pero además, esta carga genética tiene una marcada influencia sobre la
respuesta del niño a la medicación analgésica.
La capacidad para procesar aspectos emocionales del dolor aparece
muy pronto en la vida del niño incluso cuando las emocionas no son
bien diferenciadas en el recién nacido. Muy pronto, la rabia, el miedo, el
estrés o la tristeza acompañarán a las sensaciones de dolor. Asimismo,
las emociones conscientes como la vergüenza, el orgullo, la culpa o la
lástima aparecerán a continuación y marcan el comienzo de la altera-
ción de la expresión de dolor del niño para adaptarse al entorno social.
El niño aprende cómo responder y afrontar el dolor de sus padres. Por
este contexto social que tiene el dolor en el niño, es muy importante
sensibilizar al Médico Especialista en Atención Primaria en para incluir
a los padres como parte activa del tratamiento.
El dolor siembre debe recibir atención y tratamiento adecuados con
independencia de la edad del niño. Un manejo inadecuado del mismo
puede tener consecuencias negativas a corto y largo plazo en la vida
del individuo.
La relación entre la expresión y la experiencia de dolor del niño es
una mezcla compleja de estímulos dolorosos, nivel de desarrollo, ex-
periencia previa de dolor y aspectos familiares y culturales de forma
que es una tarea compleja para el médico que tiene que valorarlo. Éste
puede servirse de diversas herramientas de valoración como el auto
informe, la escala de expresión facial o parámetros fisiológicos, además
de considerar el carácter del niño, la naturaleza y severidad de la en-
fermedad de base y por último su formación y experiencia en el trata-
miento del dolor para realizar un tratamiento individualizado adecuado.
La valoración del dolor se vuelve más compleja a medida que el niño
es menor y nos basamos en expresiones verbales, faciales, gestos, y
rigor del llanto, con la dificultad añadida de que debemos distinguir
si tal comportamiento es producido por el dolor, tiene relación con el
hambre o el sueño, o es una mezcla de todo ello.
220
ye el paso previo a un adecuado tratamiento. Pero no es ésta la única
variable del dolor que debemos medir en el niño. Siguiendo el esquema
PQRST obtendremos una valoración más completa:
A. Métodos conductuales
1. Escala FLACC (face, legs, activity, cry, consolability) para niños
menores de 4 años y no colaboradores. Tabla 1.
221
Tabla 1. 1 mes y 3 años y en pacientes no colaboradores.
FLACC
0 1 2
0: no dolor; 1-2: Dolor leve; 3-5: Dolor moderado; 6-8: Dolor intenso; 9-10: Máximo dolor imaginable.
222
Tabla 2. Valoración del dolor en neonatos según escala NIPS.
Parámetros 0 1 2 Total
B. Métodos Auto-valorativos
1. Escala de caras de Wong Baker para niños colaboradores de 3
a 7 años.
0 2 4 6 8 10
Sin dolor Duele un Duele un Duele aún Duele El peor
poco poco más más mucho dolor
0: no dolor; 1-2: Dolor leve; 3-5: Dolor moderado; 6-8: Dolor intenso; 9-10: Máximo dolor imaginable.
223
2. Escala Visual Analógica: para niños de edad superior a 7 años.
No El peor
dolor dolor
imaginable
1 cm
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
224
1. Etiología: siempre que se pueda, el tratamiento del dolor debe
ser el de la causa que lo provoca.
225
• Debemos anotar la medida de intensidad del dolor en su interva-
lo temporal, es decir, en el momento de la entrevista, en el día de
ayer, durante la noche, en la última semana, etc.
Es casi imposible definir todos los orígenes del dolor pero hoy en día
se dispone de suficientes procedimientos terapfinir todos luna adecua-
da prevencientos terapfinir todos los
A. DOLOR LEVE
1. ANALGÉSICO MENOR NO ANTIINFLAMATORIO:
• PARACETAMOL:
226
Oral: 15 mg/kg/6 horas.
2. AINES:
• AAS:
• SALICILATO DE LISINA:
• IBUPROFENO:
• NAPROXENO:
• KETOROLACO:
Todos los AINEs presentan efecto techo por lo que hay que prestar
especial atención a sus efectos indeseables: úlcera péptica, hemorragia
digestiva, nefrotoxicidad, reacciones anafilactoides, etc. Los inhibidores
selectivos de la COX-2 no han sido testados en niños, salvo celecoxib
en artritis reumatoide juvenil en niños mayores de 2 años.
227
B. DOLOR MODERADO
• METAMIZOL MAGNÉSICO (Dipirona):
• TRAMADOL:
C. DOLOR INTENSO
Es ineludible emplear opioides cuando el dolor es de intensidad ele-
vada, habitualmente en combinación con analgésicos menores y AINEs.
228
• CLORURO MÓRFICO:
Oral:
Intravenosa bolos:
Intravenosa infusión:
• MEPERIDINA (PETIDINA)
• FENTANILO:
229
adverso más frecuente son las náuseas y vómitos que es dosis-depen-
diente y velocidad de infusión dependiente, pudiendo requerir trata-
miento sintomático con metoclopramida. La depresión respiratoria o la
rigidez torácica, aunque también dependen de la velocidad de infusión
y la dosis, son francamente excepcionales.
FÁRMACOS COADYUVANTES
Se trata de fármacos no analgésicos que tienen un efecto analgésico
en determinados tipos de dolor como el dolor neuropático.
• AMITRIPTILINA
• GABAPENTINA
• DEXAMETASONA
230
Efecto antiinflamatorio potente generalmente administrado en
dosis única matutina.
• DIAZEPAM
DOLOR PROCEDIMENTAL
Se trata de procedimientos menores que se realizan en Atención Pri-
maria y que son una fuente de dolor y ansiedad para el niño como
inyecciones, sondajes, punciones venosas, vacunaciones, curas, sutu-
ras, etc. La planificación del procedimiento debe incluir una adecuada
preparación del niño, maniobras de distracción, anestesia local tópica
e infiltrativa así como otras medidas complementarias para hacer más
confortable y satisfactoria la técnica.
231
algún objeto o del pecho materno al tiempo que se lo envuel-
ve y arrulla suavemente.
10. Los líquidos fríos, como las vacunas refrigeradas, son más do-
lorosos en la inyección. La velocidad de inyección ha de ser
lenta y si es posible utilizar un diluyente de pH básico o un
anestésico local.
232
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234
Neuralgia del trigémino
Dr. Manuel Maestre Moreno.
Médico de Atención Primaria. Zona Básica de Salud de Estepa (Sevilla).
INTRODUCCIÓN
El Nervio trigémino o quinto par craneal (V par), es un nervio con una
función mixta, motora y sensitiva, preponderando la función sensitiva. Este
nervio se encarga de controlar especialmente la musculatura de la masti-
cación y la sensibilidad de la cara. El cometido sensitivo del nervio trigémi-
no se conforma con fibras aferentes somáticas que transportan impulsos
exteroceptivos, como sensaciones táctiles, de propiocepción, de dolor, de
los dos tercios anteriores de la lengua, dientes, la conjuntiva ocular, la du-
ramadre y de la parte ectodérmica de la mucosa bucal, nariz y senos pa-
ranasales. Las diferentes ramas motoras del nervio trigémino están en el
nervio mandibular, inervando los músculos masticadores como el temporal,
el masetero, pterigoides así como el tensor del tímpano, el milohiodeo y el
digástrico. Su ganglio sensitivo (ganglio semilunar o de Gasser) se localiza
en una depresión, la caverna trigeminal, en el piso de la fosa craneal media.
EPIDEMIOLOGÍA
La neuralgia del trigémino (NT) representa el 90% de las algias fa-
ciales y tiene una prevalencia de entre 4-13 casos por cada 100.000
habitantes/año de acuerdo a diferentes estudios epidemiológicos. Esta
neuralgia suele afectar con una frecuencia moderadamente superior
235
al sexo femenino con respecto al masculino, la proporción suele ser 3:
2, afectando en más de ¾ partes de los casos a personas mayores de
50 años.
Esta enfermedad suele asociarse a una disminución de la calidad de
vida y viene a suponer un impacto sobre la capacidad laboral de los
pacientes en un 34% de los casos, con relativa frecuencia estos pa-
cientes suelen presentar cuadros depresivos reactivos debidos al dolor
refractario. Es causa de suicidio.
La neuralgia del trigémino: clínica, fisiopatología, diagnóstico
La neuralgia del trigémino (NT), se caracteriza por un cuadro de dolor
facial lancinante, paroxístico, de tipo eléctrico y de muy corta duración
(entre 5 – 20 segundos) normalmente es unilateral y suele recurrir, se
localiza en una o en varias ramas del nervio trigémino, con frecuencia
es acelerado por factores exógenos que actúan sobre determinadas
zonas sensibles o llamados “puntos gatillo”. El dolor suele ser unilateral
estrictamente, sin pasar la línea media. Los sujetos afectos suelen per-
manecer asintomáticos entre las crisis (es lo que se conoce como pe-
riodo refractario), son excepcionales los episodios nocturnos de dolor y
no suelen haber síntomas autonómicos (salvo lagrimeo).
Zonas más frecuentemente afectadas por orden de frecuencia:
• Hemicara derecha 59% +F
• 2ª y 3ª rama del trigémino (28%)
• 2ª rama (24%)
• 3ª rama (18%)
• 1ª, 2ª y 3ª ramas (8%)
• 1ª rama (8%) -F
Para establecer el diagnóstico de neuralgia del trigémino nos de-
bemos basar fundamentalmente en la clínica; una cuidadosa historia
clínica, la localización del dolor, los periodos refractarios, los puntos
gatillo, etc. serán muy orientativos. Si en la exploración física detec-
tamos asimetría de reflejos corneales, debilidad mandibular unilate-
ral o alteración de diferentes pares craneales, será entonces cuando
deberemos realizar pruebas de imagen de forma inmediata, siendo la
resonancia nuclear magnética (RNM) la prueba de imagen más resolu-
tiva, aunque también serían útiles la angioresonancia, el TAC craneal
y el estudio radiológico del macizo facial (proyección de Watters /
ortopantomográfia).
236
El diagnóstico diferencial habría que realizarlo con:
• Neuralgia secundaria
• Lesiones periféricas
• Síndrome de la hendidura esfenoidal
• Tumores
• Infecciones: periodontitis
• Sr. de la hendidura esfenoidal
• Trombosis del seno cavernoso
• Traumatismos craneofaciales, extracciones dentarias
237
TRATAMIENTO MÉDICO
CARBAMAZEPINA (CBZ)
Representa el fármaco de elección para el tratamiento de la NT y de
otras muchas neuralgias ya que consigue bloquear la conducción de
sodio/potasio, facilitando así la inhibición del núcleo espinal, anulando
la transmisión sináptica. La mejoría suele apreciarse en un 70% de los
casos en las primeras 24 – 48 horas de su administración. Se trata de
un fármaco inductor de su propio metabolismo por lo que disminuye
su eficacia con el paso de las semanas. Se metaboliza en el hígado,
y de ahí que se aconseje mientras se esté tomando el tratamiento que
se realicen controles analíticos buscando posibles alteraciones de la
función hepática, y por ello la importancia de la valoración de las prue-
bas de función hepática antes y durante la realización del tratamiento
con carbamazepina.
238
Los efectos secundarios más frecuentes suelen ser: diplopía,ataxia,
somnolencia, naúseas, vómitos, leucopenia, síndrome de Stevens-
Johnson y de secreción inadecuada de ADH.
OXCARBAMAZEPINA (OXC)
Derivado de la Carbamacepina que mejora la tolerabilidad. Con este
fármaco la pauta posológica sería:
AMITRIPTILINA (ATP)
Se trata de un antidepresivo de tipo tricíclico que ha mostrado efica-
cia elevada en el tratamiento del dolor de tipo neuropático aunque con
un perfil de efectos adversos desfavorable. Actúa inhibiendo la recap-
tación de noradrenalina en el terminal presináptico y por tanto, poten-
ciando la modulación inhibitoria descendente. Se utiliza a dosis máxima
de 100 mg/día en dosis única por la noche, muy distinto del uso como
antidepresivo. Inicia su acción a las 72 horas del inicio del tratamiento.
Entre sus efectos adversos más destacables se encuentran los de tipo
anticolinérgico como retención de orina, visión borrosa, estreñimiento,
sequedad de boca, etc. Puede provocar trastornos del ritmo por lo que
se desaconseja en cardiópatas con trastornos de la conducción cardía-
ca. Restringir su uso en ancianos.
GABAPENTINA (GBP)
Es un medicamento que se puede emplear solo o en combinación.
239
Es un fármaco con pocos efectos secundarios y suele ser mejor to-
lerado que otros antiepilépticos, muy útil en pacientes con esclerosis
múltiple.
BACLOFENO
Es un medicamento agonista específico de los receptores GABA B,
que inhibe la transmisión sináptica a nivel nervio trigémino. Es reco-
mendable empezar a utilizarlo como coadyuvante junto con otros fár-
macos antiepilépticos, Se aconseja evitar la supresión brusca del mismo
por el elevado riesgo de convulsiones o de sufrir alucinaciones visuales,
debe tenerse mucho cuidado con su administración en pacientes an-
cianos, ulcerosos o con insuficiencia renal.
5 mg – 5 mg – 5 mg 3 días
10 mg –10 mg – 10 mg 3 días
Los efectos secundarios más frecuentes tenemos que puede dar lu-
gar a mareos, sedación y dispepsia.
LAMOTRIGINA (LMT)
Este medicamento va a bloquear los canales de sodio voltaje
dependientes inhibiendo así la liberación de glutamato. Estaría indica-
da su administración en los casos más rebeldes, en dolor neuropático
de origen central por ACVA y sobre todo en pacientes con esclerosis
múltiple.
240
Esquema resumen
FENITOÍNA
Es un fármaco ya muy en desuso, quizás en las neuralgias graves se
podría emplear en infusión intravenosa a razón de 15 mg/kilo.
VALPROATO
Medicamento de segunda línea en el tratamiento de la neuralgia del
trigémino, se utiliza en monoterapia a dosis entre 800 mg a 1200 mg
por día.
TOPIRAMATO
Los estudios que lo avalan son muy escasos pero suele producir com-
pleta resolución del dolor en pacientes con esclerosis múltiple.
241
PREGABALINA
Análogo de Gabapentina, es un inhibidor selectivo de la subunidad
alfa-2-delta del canal de calcio neuronal. Mejora la tolerabilidad a dosis
más bajas. Permite una titulación más rápida del fármaco. Se aconseja
comenzar el tratamiento con 75 mg por la noche durante una semana
y continuar con dosis de 75 mg cada 12 horas, pudiéndose incremen-
tar las pautas hasta cifras de 300 mg cada 12 horas. Puede producir
aumento del peso corporal.
PIMOZIDE
Mucho ojo con los posibles efectos secundarios de este fármaco (al-
teraciones de la memoria o parkinsonismos).
CLONAZEPAM
Es un fármaco del grupo de las benzodiacepinas, agonista selectivo
del receptor GABA A y bloquea los canales de cloro. Aceptable to-
lerabilidad, inductor del sueño, suele emplearse como medicación de
rescate procurando no superar la dosis de 2 mg al día por su potencial
efecto sobre la conducción cardíaca.
242
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO
DE LA NERURALGIA DEL TRIGÉMINO
DESCOMPRESIÓN MICROVASCULAR
• Ventajas
• Menor anestesia facial que con la rizotomía
• No provoca anestesia dolorosa
• Se consigue un alivio durante 10 años en el 70 % de los casos
• Complicaciones
• Mortalidad inferior al 1%
• Morbilidad NRL mayor del 1-11%
• Los casos insatisfactorios entre un 20-25%.
• Meningitis aséptica sobre un 20%.
243
COMPRESIÓN CON BALÓN
DEL GANGLIO DE GASSER
RIZOLISIS MEDIANTE
INYECCIÓN DE GLICEROL
Es una técnica que puede llevarse a cabo bajo anestesia local o ge-
neral. Se introduce una aguja en el foramen oval y seguidamente a
través de ella se inyecta primero un contraste para la visualización del
ganglio de Gasser y seguidamente se introducen entre 0.2-0.5 ml de
glicerol. Los resultados son positivos en más de un 78% de los casos
pero son muy frecuentes las recidivas. Las posibles complicaciones de
esta técnica es que puede dar lugar a hipoestesia facial, disestesias y
meningitis aséptica.
TERMOCOAGULACIÓN
POR RADIOFRECUENCIA
244
La meta a alcanzar por la radiofrecuencia es tratar de conseguir la
lesión de las fibras nerviosas encargadas de la transmisión del dolor.
La radiofrecuencia convencional continua suele ser más efectiva en
el alivio del dolor que la radiofrecuencia pulsada pero también se ha
comprobado que se ha asociado a un mayor número de complicacio-
nes por haberse dañado las fibras nerviosas. Se trata de una actuación
muy efectiva en cuanto a que mitiga el dolor y se han descrito mejoras
en hasta un 97% de los casos. Las recidivas de dolor son difíciles de
erigir, se han descrito recidivas tempranas a los 6 meses en un 25% de
los casos.
• POSIBLES COMPLICACIONES
• Daño motor
• Hipertensión intraoperatoria
• Hemorragias
• Disestesias
• Anestesia corneal
• Alteraciones de la salivación, hipoacusias, abscesos
• Anestesia dolorosa, hipotensión, bradicardia
CONCLUSIONES
245
BIBLIOGRAFÍA
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8. Weigel, G; Casey, K. (2004). «Striking Back: The Trigeminal Neuralgia and Face
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neuralgia with low doses of topiramate.
12. Gazzeri, R; Mercuri, S. & Galarza M. (2006). «Atypical trigeminal neuralgia asso-
ciated with tongue piercing». JAMA 296 (15): 1840-1. PMID 17047213.
246
Disfagia y
Odinofagia
Dr. Manuel Maestre Moreno.
Médico de Atención Primaria. Zona Básica de Estepa (Sevilla).
INTRODUCCIÓN
FISIOLOGÍA DE LA DEGLUCIÓN
247
Si nos centramos en criterios clínicos y topográficos distinguiremos
una disfagia orofaríngea de una disfagia esofágica. En los dos casos
pueden haber causas de naturaleza orgánica o bien funcional. Desde el
punto de vista fisiopatológico vamos a diferenciar una disfagia motora
o funcional de una disfagia mecánica u obstructiva.
248
DISFAGIA OROFARÍNGEA
249
Figura 2. Causas de disfagia orofaríngea.
Figura 3.
CAUSAS DE DISFALGIA
Relajación anormal
Infecciones Iatrogénicas
del EES
250
Según vaya evolucionando la disfagia, las características pueden
ofrecernos pistas para llegar al diagnóstico. La disfagia que se manifies-
ta de forma brusca, asociada con otros síntomas y signos neurológicos,
nos deben de orientar a una posible relación con un accidente cere-
brovascular. En estos casos la exploración puede desvelar la existencia
de hemiparesia o hemiplejia. Si la disfagia ofrece un curso rápido y se
acompaña de pérdida de peso deberemos sospechar una neoplasia.
Si el transcurso es lento, la razón más probable serán las miopatías
inflamatorias y degenerativas, la miastenia gravis y las enfermedades
neurológicas no vasculares.
Exploración física
Una exhaustiva exploración física no sólo nos orientará acerca de la
etiología, sino que además nos reportará información general sobre las
consecuencias de la disfagia (hidratación, valoración del estado nutri-
cional y posibles síntomas respiratorios).
251
a regurgitación (divertículo de Zenker). Las cicatrices quirúrgicas, tra-
queostomía o la radiodermitis en la región cervical indican el trata-
miento previo de una lesión orgánica, lo habitual neoplásica y sugerirá
recidiva o secuelas relacionadas con el tratamiento, pudiendo ser la
causa de la disfagia.
Pruebas complementarias
Los exámenes de laboratorio son útiles en algunos casos. El hiper-
tiroidismo se confirma mediante la determinación de las hormonas ti-
roideas. Las colagenosis produce un incremento de los reactantes de
fase aguda y hace que de determinados autoanticuerpos se vuelvan
positivos.
Tratamiento
Gran parte de las causas de disfagia orofaríngea como el hipertiroi-
dismo, las miopatías inflamatorias y las colagenosis con un régimen de
tratamiento adecuado (corticoides o inmunosupresores) pueden mejo-
rar e incluso hacer desaparecer las alteraciones de la deglución. En el
caso de la enfermedad de Parkinson, esta suele aliviarse el empleo de
anticolinérgicos o dopaminérgicos. En el caso de los ictus que cursan
con disfagia suele producirse un alivio de la deglución durante las dos
252
primeras semanas tras el episodio agudo, por lo que se aconseja man-
tener un compás de espera antes de tomar alguna decisión.
DISFAGIA ESOFÁGICA
253
ENFERMEDADES MEDIASTÍNICAS
• Compresión vascular
• Tumores: cáncer de pulmón, linfoma
• Infecciones: tuberculosis
TRASTORNOS MOTORES
• Espasmo difuso del esófago
• Acalasia
• Esclerodermia
• Otros trastornos motores esofágicos
254
La disfagia vascular o lusoria, desencadenada por alteraciones car-
diovasculares como por ejemplo el aneurisma ventricular, aórtico o
bien por malformaciones vasculares, puede dar lugar a una disfagia
constante y fija aunque esta no progrese ni repercuta sobre el estado
general de los pacientes. Los anillos esofágicos y la hernia de hiato
pueden desencadenar episodios repetidos de retención de alimentos
sólidos que, en ocasiones, pueden requerir su extracción endoscópica.
Diagnóstico etiológico
La concurrencia de pirosis y regurgitación ácida previas o simultáneas
con la disfagia orientaran a la enfermedad por reflujo gastroesofágico
como causa de la misma. La disfagia puede estar generada por alte-
raciones motoras secundarias al reflujo, por la presencia de esofagitis
o por la existencia de una estenosis péptica. Una historia personal de
neoplasia y unos hábitos tóxicos como fumar o la ingesta de alcohol
incrementarán el riesgo de carcinoma esofágico. El antecedente de un
tratamiento previo por un carcinoma esofágico debe hacernos sospe-
char una recidiva tumoral, una estenosis postquirúrgica o una lesión
por radioterapia.
255
El estudio baritado del esófago proporcionará información comple-
mentaria a la que se puede obtener con la endoscopia. Resaltar que
es más útil que la endoscopia para valorar estenosis esofágicas con un
diámetro superior a 10 mm y en determinados pacientes con el diag-
nóstico de acalasia en los que la endoscopia puede ser normal. Permite
obtener información útil sobre el calibre y la longitud de las estenosis
así como valorar la presencia de fístulas esofágicas.
256
Figura 4. pHmetría ambulatoria ↓↓
Tratamiento
En los pacientes con cualquier tipo de disfagia siempre hay que in-
tentar garantizar una nutrición adecuada evitando la aparición de com-
plicaciones (aspiración pulmonar o la impactación esofágica), para ello,
en la mayoría de las ocasiones sólo es necesario suprimir la ingesta
de alimentos sólidos o con riesgo de impactación. En los casos más
severos se debe anular todo tipo de ingesta y se hace necesario indicar
nutrición artificial en tanto se toman las medidas adecuadas para resol-
ver el cuadro clínico.
257
BIBLIOGRAFÍA
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oropharyngeal (transfer) dysphagia. Gastroenterol Clin North Am. 1996; 25:35-50.
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Enferm Dig. 2007; 99:3-6.
258
Otalgias
Dr. Manuel Maestre Moreno.
Médico de Atención Primaria. Zona Básica de Estepa (Sevilla).
DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN
La otalgia se define como el dolor de oído y puede tener dos posibles
orígenes:
• La otalgia primaria en la que la causa del dolor se localiza en las
estructuras del oído o en la apófisis mastoides.
• La otalgia secundaria u otalgia refleja, en la que el origen del do-
lor proviene de estructuras alejadas del oído que participan de la
misma inervación sensitiva; estas zonas abarcan el tracto aerodi-
gestivo superior e inferior, la articulaciones témporo-mandibular,
dientes, glándulas salivares y glándula tiroides.
Diagnóstico diferencial
El diagnóstico diferencial de las otalgias se muestra en la figura 1.
Figura 1. Diagnóstico diferencial de las otalgias.
259
OTOHEMATOMA
Consiste en la invasión de los ganglios del VIII par craneal y del gan-
glio geniculado del nervio facial por el virus herpes zóster, que origina
una intensa otalgia. Cursa con vesículas en el pabellón auricular, en el
conducto auditivo externo y en el tímpano. Puede producir hipoacusia,
vértigo y parálisis del nervio facial. La hipoacusia puede hacerse per-
manente pero habitualmente se recupera total o parcialmente. El ma-
reo y la sensación vertiginosa pueden tardar de días a semanas en des-
aparecer mientras que la parálisis facial puede ser temporal o definitiva.
FORUNCULOSIS
260
OTITIS EXTERNA DIFUSA
Calor y humedad
Rascado Instrumental
Uso de torundas de algodón
Factores Locales
Jabones con Ph alcalino
Prótesis Crónicas Auditivas
Diabetes
(Otitis Externa Maligna)
Factores Generales
Inmunosupresión
261
OTITIS EXTERNA MALIGNA
OTOMICOSIS
262
OTITIS EXTERNA ECCEMATOSA
EXOSTOSIS
263
CUERPOS EXTRAÑOS EN CONDUCTO
AUDITIVO EXTERNO
264
OTALGIAS SECUNDARIAS
Alteraciones ATM
ATM: articulación
temporomandibular
265
Figura 5. Esquema diagnóstico la otalgia secundaria.
• Inmunodeficiencia.
266
BIBLIOGRAFÍA
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