Médicina Legal
Médicina Legal
Médicina Legal
todo médicos, para la resolución de problemas biológicos humanos que están en relación
con el Derecho. Estudia los efectos de hecho que pueden ser delictivos o no para aportar al
juzgador las pruebas periciales de carácter médico legal, pruebas eminentemente técnico-
científica de la investigación judicial.
La Medicina forense, también reconocida como Medicina Legal, para cumplir con las
tareas técnico-científicas que tiene encomendadas en la resolución de los problemas
biológicos humanos que están en relación con el Derecho, resume de modo esencial las
siguientes materias: Tanatología, Traumatología Forense, Asfixiología, Sexología forense,
obstetricia forense, Psiquiatría forense, Odontología forense y Toxicología forense, las cuales
tienen objetivos particulares que cumplir a través de sus respectivos objetivos de estudio.
La Medicina Legal es una ciencia que sirve de unión a la medicina con el derecho y,
recíprocamente aplica a una y a otro las luces de los conocimientos médicos y jurídicos. El
estudio de la medicina legal interesa a los médicos y a los abogados, ya que, el médico
legista cultiva una especialidad que no debe ser ignorada por los juristas. La base de la
información científica ha de ser médica, pero completada con conocimientos jurídicos y
sociológicos.
“La experticia médico-legal, para el derecho procesal penal, es una declaración jurada, útil
para la valoración de un elemento de prueba de la imputación, o para los fines del
procedimiento de ejecución, ordenada por el magistrado penal y dada a él por persona
(perito) diversa de aquella que por otros títulos intervienen en el proceso penal, sobre
observaciones técnicas cumplidas por ella por encargo de la autoridad judicial y durante el
proceso, en torno a hechos, a personas o cosas que se examinan después de la
perpetración del hecho punible, con referencia al momento del mismo por el cual se procede
y a los efectos causados por dicho hecho punible”. Manzini.
Peritos Artículo 224. Los o las peritos deberán poseer título en la materia relativa al asunto
sobre el cual dictaminarán, siempre que la ciencia, el arte u oficio estén reglamentados. En
caso contrario, deberán designarse a personas de reconocida experiencia en la materia. Los
o las peritos serán designados o designadas y juramentados o juramentadas por el Juez o
Jueza, previa petición del Ministerio Público, salvo que se trate de funcionarios adscritos o
funcionarias adscritas al órgano de investigación penal, caso en el cual, para el cumplimiento
de sus funciones bastará la designación que al efecto le realice su superior inmediato. Serán
causales de excusa y recusación para los o las peritos las establecidas en este Código. El o
la perito deberá guardar reserva de cuanto conozca con motivo de su actuación. En todo lo
relativo a los traductores o traductoras e intérpretes regirán las disposiciones contenidas en
este artículo.
Dictamen Pericial Artículo 225. El dictamen pericial deberá contener; de manera clara y
precisa, el motivo por el cual se practica, la descripción de la persona o cosa que sea objeto
del mismo, en el estado o del modo en que se halle, la relación detallada de los exámenes
practicados, los resultados obtenidos y las conclusiones que se formulen respecto del
peritaje realizado, conforme a los principios o reglas de su ciencia o arte. El dictamen se
presentará por escrito, firmado y sellado, sin perjuicio del informe oral en la audiencia.
En conjunción con lo anterior, tenemos que la experticia como medio probatorio está
contemplada en los artículos 1.425 y siguientes del Código Civil, en concordancia con los
artículos 451 y siguientes de nuestro Código de Procedimiento Civil; siendo que dichas
normas establecen de manera expresa que, si bien esta prueba permite aportar luces al
juzgador en cuanto a aquellas situaciones que escapan de su conocimiento por su
revestimiento técnico, también son claras al determinar que el objeto de dicha prueba son los
hechos controvertidos en juicio, y la misma no puede exceder de lo solicitado por las partes
en su petitorio, so pena de invalidez. En este orden de ideas, respecto al dictamen o informe
pericial, acto mediante el cual se exteriorizan las resultas de la práctica de la experticia, el
artículo 467 de nuestro Código de Procedimiento Civil, establece textualmente lo siguiente:
ARTÍCULO 467.– El dictamen de los expertos deberá rendirse por escrito ante el Juez de la
causa o su comisionado, en la forma indicada en el Código Civil. Se agregará
inmediatamente a los autos y deberá contener por lo menos: descripción detallada de lo que
fue objeto de la experticia, métodos o sistemas utilizados en el examen y las conclusiones a
que han llegado los expertos. En efecto, para que el informe pericial pueda considerarse vá-
lido y eficaz, es necesario que el mismo se circunscriba a estudiar y analizar el objeto que
motivó la evacuación de la prueba de experticia, y además debe expresar los métodos y
sistemas utilizados para la elaboración del mismo, lo cual en definitiva constituye la motiva-
ción de las conclusiones a las que hayan llegado los expertos. Así, la experticia debe
realizarse según la forma como se propuso u ordenó, sobre los hechos que las partes han
señalado o el operador de justicia, sin salirse de esos límites, sin poder pronunciarse sobre
más hechos de los señalados o producir consecuencias no solicitadas, ni mucho menos
emitir juicios de valor, dejar de pronunciarse sobre los hechos sometidos a su conocimiento o
conclusiones diferentes a las solicitadas, debiéndose expresar las conclusiones según los
pedimentos solicitados, sin lo cual, la experticia carecerá de eficacia probatoria.
Es por ello, que los informes periciales a presentar por la Comisión de Expertos,
deben abstenerse de hacer referencia a consideraciones de hecho diferentes a lo
peticionado por las partes al momento de promover tan importante medio probatorio, siendo
además de obligatoria observancia para su práctica y evacuación los métodos que para ello
se señalen, so pena de impugnación por cualquiera de las partes involucradas en el proceso.
Igualmente, resulta oportuno señalar respecto al contenido de la experticia, que la misma
sólo puede versar sobre cuestiones de hecho y no de derecho, las cuales bien señalan las
normas reguladoras de la materia no pueden ser objeto de experticia, todo ello de confor-
midad con lo establecido en el artículo 451 de nuestro Código de Procedimiento Civil.
Partes de la Experticia
➢ Motiva.
➢ Descriptiva.
➢ Peritación.
➢ Conclusión.