Vulnerabilidad y Exclusión Social
Vulnerabilidad y Exclusión Social
Vulnerabilidad y Exclusión Social
Introducción
La multiplicidad de trabajos que en los últimos años focalizan el análisis o toman como
referente el problema de la pobreza, de la marginalidad y de la exclusión social, da
cuenta no sólo de la profundidad de la problemática sino también de las dificultades
para abordarla, aún cuando aparezca obvia para la opinión pública. Este tema nos
confronta con un nuevo tratamiento de la "cuestión social" en la dirección de reflexionar
sobre la ruptura de lazos sociales, la pérdida de cohesión social, particularmente en
sociedades con déficits de integración y persistente perdida de "solidaridad orgánica".
El concepto de pobreza, que ha sustentado la mayor parte de los trabajos sobre el tema,
realizados en las dos últimas décadas, es entendida como carencia y refiere a un estado
de deterioro, a una situación de menoscabo que indica tanto una ausencia de elementos
esenciales para la subsistencia y el desarrollo personal como una insuficiencia de las
herramientas necesarias para abandonar aquella posición. Estas carencias refieren a
dificultades más estructurales o más coyunturales, según sea la índole de los indicadores
que se utilizan y por ende, el método por el cual se mide y clasifica el fenómeno. De
este modo se es pobre cuando no se logra satisfacer algunos de los requerimientos que
han sido definidos como "necesidades básicas", pero también se es pobre cuando, aun
cubriéndolas, los ingresos se ubican por debajo de una imaginaria línea de pobreza.
Como resultante se habla de pobreza estructural, pauperizados, pobres por ingreso; estas
distinciones marcan algunas características de quienes se encuentran en esta condición y
en todo caso muestran que los primeros, independientemente del ingreso en el momento
de la medición, han tenido históricamente dificultades para alcanzar niveles mínimos de
acumulación familiar.
En esta línea que entiende pobreza como carencia es a la que se vinculan las nociones
de vulnerabilidad y de exclusión y la posibilidad de pensar si pueden ser herramientas
analíticas que permitan una aproximación más dinámica tanto a la diversidad de
situaciones a las que se enfrentan los que de una u otra manera son partícipes de algún
tipo de privación como para indagar en el proceso por el cual amplios sectores de la
sociedad perdieron la participación en una o varias formas de relación social.
Exclusión entonces debe ser entendida como un concepto relativo y en un doble sentido:
"constituye la contrapartida de la inclusión, es decir se está excluído de algo cuya
posesión implica un sentido de inclusión. Este algo puede significar una enorme
diversidad de situaciones o posesiones materiales y no materiales, como trabajo,
familia, educación, vivienda, pertenencia comunitaria, etc. No es un concepto
dicotómico que divide a los individuos o grupos en dos; existe una serie de situaciones
intermedias entre ambos estados". Es también relativo porque varía espacial e
históricamente, en los contextos situados; por otra parte tiene mayor potencialidad
analítica para referirlo a aquellas situaciones que implican "fuerte acumulación de
desventajas".
Consideraciones metodológicas
De esta forma la riqueza analítica del concepto no sólo no restringe su aplicación a las
carencias actuales sino que también permitiría aplicarse para describir situaciones de
riesgo, de debilidad, de fragilidad y de precariedad futura a partir de las condiciones
registradas en la actualidad. Es por ello que las categorías de vulnerabilidad y exclusión
se presentan como sugerentes para distinguir las diferencias y develar las
heterogeneidades, tanto para la comprensión del fenómeno como para diseñar e
implementar distintas acciones posibles en materia de políticas diversas.
Como se trata de un concepto que puede ser ambiguo, polisémico, que ha invadido el
discurso mediático, con el que se alude a fenómenos diversos y situaciones disímiles,
aquí se parte, en términos operativos, de una definición de vulnerabilidad social,
entendida como una condición social de riesgo, de dificultad, que inhabilita e
invalida, de manera inmediata o en el futuro, a los grupos afectados, en la
satisfacción de su bienestar -en tanto subsistencia y calidad de vida- en contextos
sociohistóricos y culturalmente determinados.
Las distintas formas específicas del tipo de vulnerabilidad de los hogares deberían ser
tomadas en cuenta al decidir maneras de intervención. Cuando la misma está asociada
fundamentalmente a la escasez de los ingresos y a la situación de desempleo de uno o
varios miembros, las políticas sociales implementadas deberían tender a cubrir esta
situación a partir del diseño de políticas de empleo focalizadas tanto para jefes de hogar
como para mujeres o jóvenes. Asimismo contemplar las necesidades de las madres a
través del funcionamiento de guarderías en distintos centros barriales, con personal
capacitado que atiendan a los niños cuando aquéllas deban participar del mercado
laboral. Dicho personal podría ser seleccionado en los mismos ámbitos de pertenencia
brindándole formación a las jóvenes para que puedan cumplir con las tareas. Cuando la
situación es de riesgo futuro y se vincula básicamente con el déficit educativo las
políticas tendrían que tender hacia una capacitación polivalente que les permita
insertarse en un mercado cada vez más exigente respecto de los conocimientos y las
habilidades.
ANEXO METODOLOGICO
(tiempo, forma..)
Relación activos/inactivos en el
hogar(tasa de dependencia económica)
Relación ocupados/desocupados
Dimensiones Indicadores
Relación activos/inactivos en el
hogar(tasa de dependencia económica)
Relación ocupados/desocupados
Servicios
asistenciales Pertenencia a obra Social
Relacional Existencia de Tipo de organizaciones, objetivos,
organizaciones y formas de pertenencia.
asociaciones
Grado de participación, sectores a los que
Participación en se dirigen, iniciativas de formación
experiencias
asociativas Participación en organizaciones barriales