Este documento describe las emociones y experiencias de Leonor España Osorio como hija, hermana, esposa y madre. Explica que ha aprendido a ser más paciente y a valorar a su familia. También describe un ejemplo reciente en el que se enojó con su esposo por una oferta de trabajo sin escuchar sus razones.
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Este documento describe las emociones y experiencias de Leonor España Osorio como hija, hermana, esposa y madre. Explica que ha aprendido a ser más paciente y a valorar a su familia. También describe un ejemplo reciente en el que se enojó con su esposo por una oferta de trabajo sin escuchar sus razones.
Este documento describe las emociones y experiencias de Leonor España Osorio como hija, hermana, esposa y madre. Explica que ha aprendido a ser más paciente y a valorar a su familia. También describe un ejemplo reciente en el que se enojó con su esposo por una oferta de trabajo sin escuchar sus razones.
Este documento describe las emociones y experiencias de Leonor España Osorio como hija, hermana, esposa y madre. Explica que ha aprendido a ser más paciente y a valorar a su familia. También describe un ejemplo reciente en el que se enojó con su esposo por una oferta de trabajo sin escuchar sus razones.
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MIS EMOCIONES Y YO
No me gusta hablar en primera persona, pero aquí vamos… Leonor España
Osorio, soy hija, hermana, esposa, mama y trabajadora. Me caracterizo por ser una persona muy amable, muy cordial, le gusta atender a las personas de manera cortes, diligente y educada. Me gusta brindarle a la gente una atención donde se sienta acogida, a gusto y cómoda. Suelo ser a veces muy explosiva, en mi casa. Sin embargo, es algo que he querido mejorar por ello entre a estudiar un diplomado en Consejería Familiar y he hecho varios talleres de superación personal, sanando primero mi interior para poder brindar el apoyo a otros, espero poder continuar con mi formación como consteladora familiar y formación sistémica para educadores que son los próximos planes. Aún hay mucho que aprender y que sanar. En mi trabajo por lo general lo manejo más calmada, pero suelo ser quien siempre está defendiendo mis derechos y los de mis compañeros. Siempre trato de ser afable, y muy empática con el otro. Cuesta mucho, pero poco a poco uno va aprendiendo de la vida y los aprendizajes que vas teniendo. Con el nacimiento de mi hija he aprendido a ser muy paciente, cosa que antes no lo era. He aprendido a valorar y respetar mucho más a mi esposo como individuo y a que seamos mucho más equipo los 3. Cuando son positivas me desvivo por expresarlas y darlas a conocer, pero cuando son negativas pues evito en lo posible de explotar. Trato de respirar antes de expresarme. He aprendido a guardar silencio, cosa que cuesta mucho, pero en ese camino ando. Para poder luego expresarme, evito reprimir mis emociones, trato de que fluyan, pero intento que sea de la mejor manera. Aunque soy un ser humano y últimamente hemos migrado forzosamente, lo que nos ha traído muchos cambios y sentimientos que hemos tenido que aprender a manejar para nosotros y para nuestra hija, así que en este momento estamos en un proceso de adaptación al cambio que nos ha traído muchos problemas que si se analizan son bobos en mi familia, pero son producto de la etapa que estamos viviendo ahora. Por ejemplo: Hace poco le planteaba a mi esposo que me estaba ofreciendo un trabajo de fin de semana a 3 horas de donde vivimos, en un hotel de un pueblo. Pero yo debía irme los jueves y volver los lunes. Le fui planteando todo lo que me ofrecieron. Todo iba bien, hasta que entendió que me tenía que quedar todo el fin de semana. A él no le pareció que en todos los años juntos jamás me he quedado afuera de la casa por ningún motivo. Yo solo me enojé mucho y le contesté mal, pero no analicé sus razones, sino que vi las mías y ya. Mi preocupación y las ganas de generar ingresos por la situación actual que vivimos. Y terminamos durmiéndonos enojados. Al siguiente día reflexioné, pensé que tenía razón hasta cierto punto. Pero el caso es que en vez de que lo conversáramos juntos yo me enojé y ya sin escuchar sus razones. Defina y describa cada uno de los componentes de la inteligencia emocional.
La inteligencia emocional es la manera asertiva de gestionar nuestras
emociones, hacernos consientes de como respondemos a los estímulos externos, tomando las riendas de nuestros impulsos y de nuestras relaciones con los demás. En palabras de Goleman (1996), «en cada uno de nosotros se solapan dos mentes distintas: una que piensa y otra que siente». Podríamos decir que estos tipos de mente son relativamente independientes, con circuitos cerebrales diferentes pero que a la vez están interrelacionadas. Autoconocimiento emocional. Es la capacidad para reconocer nuestras propias emociones y cómo afectan a nuestro estado de ánimo. Las personas con esta habilidad bien desarrollada muestran: confianza en sí mismo, una autoevaluación realista y un sentido del humor autocrítico. Autorregulación emocional. Es la habilidad de autocontrol sobre nuestros sentimientos en un momento dado. Saber reaccionar apropiadamente durante una crisis o un momento puntual y controlar nuestros impulsos emocionales. Pensar antes de actuar. Automotivación. Es la habilidad para dirigir las emociones hacia las metas en vez de contra los problemas, mantenerse motivado en la consecución de los objetivos. Mentalidad emprendedora y positiva ante las adversidades. Empatía. Es el reconocimiento de las emociones ajenas. Saber cómo se siente la otra persona por sus expresiones o gestos, ayudará a mantener unas buenas relaciones sociales, más reales y duraderas que nos permitirán identificarnos con las emociones y con las personas creando vínculos más fuertes. Habilidades sociales. Las relaciones interpersonales son clave para el desarrollo personal y profesional. Es evidente que mantener relaciones sociales saludables repercute positivamente en nuestra vida. Ser simpático ayuda. Ser comunicativo de manera asertiva, ayuda. Tendrás más amigos, tendrás mejores relaciones con tus jefes y familia e incluso tus relaciones con los posibles enemigos serán más exitosas.