Actas III Jornadas Corregida PDF

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Ill Jomadas Nacionales de

Filosofia y Epistemologia de la Historia

Politicas del tiempo y politicas de la historia

27 al 29 de junio de 2018
Neuquen - Argentina
Centro de Investigacion en Filosofia de las Ciencias Sociales y Humanidades
Facultad de Humanidades
Universidad Nacional del Comahue

Esteban Vedia - Mercedes Melo


(Compiladores)

EDUCO
Editorial de la Universidad Nacional del Comahue

Ramon O. Munoz. Choique (Serie secuencias de la Patagonia), oleo, 150 x 165, cms, 2016.

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IPEHC S AGENCI A
Universidad Nacional del Comahue
III Jomadas Nacionales de Filosofia y Epistemologia de la Historia : ponencias,
simposios y mesas redondas ; compilado por Esteban Vedia ; Mercedes Melo. - la ed
. - Neuquen : EDUCO - Universidad Nacional del Comahue. EDUCO - Editorial
Universitaria del Comahue, 2019.
Libro digital, PDF

Archivo Digital: descargay online


ISBN 978-987-604-526-1

1. Filosofia de la Historia. I. Vedia, Esteban, comp. II. Melo, Mercedes, comp. III.
Titulo.
CDD 901

Diseno de tapa: Marfa del Carmen Borella (IPEHCS-CONICET-UNComa).

Ilustracion de tapa: ©Ramon Oscar Munoz: Choique (Serie secuencias de la Patagonia), oleo, 150 x 165
cms, 2016.

Universidad Nacional del Comahue

Secretario de Extension: Gustavo Ferreyra

Editorial EDUCO

Director: Enzo Dante Canale

Impreso en Argentina.

© 2019 - EDUCO - Editorial de la Universidad Nacional del Comahue, Buenos Aires 1400 - (8300) Neuquen
- Argentina Prohibida la reproduccion total o parcial por cualquier medio, sin el permiso de EDUCO.
3
COMITE ACADEMICO

Waldo Ansaldi
Daniel Brauer
Alejandro Cattaruzza
Claudio Ingerflom
Elias Palti
Veronica Tozzi

COMITE ORGANIZADOR

Maria Emilia Arabarco


Celeste Claudia Bustos
Cesar Martinez Cerutti
Alejandra Gonzalez
Mariana Castillo Merlo
Mercedes Merlo
Ailin Monsalve
Hector Monteserin
Maria Ines Mudrovcic
Maximiliano Navarrete
Daniel Scheck
Esteban Vedia
Juan Franco Vidal

AUSPICIOS Y SUBSIDIOS

Agenda Nacional de Promotion Cientifica y Tecnologica (FONCYT)


Consejo Nacional de Investigaciones Cientificas y Tecnicas (CONICET)
Facultad de Humanidades, Universidad Nacional del Comahue
Rectorado, Universidad Nacional del Comahue

AGRADECIMIENTOS

A1 personal del Departamento de Alumnos, Facultad de Humanidades, UNCo


A1 personal y a la Direction de la Biblioteca Central, UNCo
A1 artista plastico neuquino, Ramon Oscar Munoz quien generosamente monto parte de la Serie
“PAISAJES” en el Hall del Salon Azul de la Biblioteca Central.
ABREVIATURAS

ANPCyT: Agencia Nacional de Promotion Cientifica y Tecnologica.


CEIFICSOH: Centro de Investigation en Filosofia de las Ciencias Sociales y Humanidades,
Argentina.
CIF: Centro de Investigaciones Filosofica, Argentina.
CONICET: Consejo Nacional de Investigaciones Cientificas y Tecnicas, Argentina.
FONCYT: Fondo para la Investigation y Tecnologica, Argentina.
FSOC: Facultad de Ciencias Sociales, UBA, Argentina.
IDIHCS: Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales, Argentina.
IIDyPCa: Instituto de Investigaciones en Diversidad Cultural y Procesos de Cambios, Argentina.
IIGG: Instituto de Investigaciones Gino Germani, Argentina.
IPEHCS: Instituto Patagonico de Estudios en Humanidades y Ciencias Sociales, Argentina.
IUPA: Instituto Universitario Patagonico de las Artes, Argentina.
UADE: Universidad Argentina de la Empresa, Argentina.
UAI: Universidad Adolfo Ibanez, Chile.
UBA: Universidad de Buenos Aires, Argentina.
UFBa: Universidade Federal da Bahia, Brasil.
UFG: Universidade Federal de Goias, Brasil.
UFRGS: Universidade Federal do Rio Grande do Sul, Brasil.
UFU: Universidade Federal de Uberlandia, Brasil.
UNAJ: Universidad Nacional Arturo Jaureche, Argentina.
UNC: Universidad Nacional de Cordoba, Argentina.
UNComa: Universidad Nacional del Comahue, Argentina.
UNCuyo: Universidad Nacional de Cuyo, Argentina.
UNIR: Universidade Federal de Rondonia, Brasil.
UNLA: Universidad Nacional de Lanus, Argentina.
UNLP: Universidad Nacional de La Plata, Argentina.
UNMdP: Universidad Nacional de Mar del Plata, Argentina.
UNPSJB: Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Argentina.
UNQ: Universidad Nacional de Quilmes, Argentina.
UNRN: Universidad Nacional de Rio Negro, Argentina.
UNSAM: Universidad Nacional de San Martin, Argentina.
UNSJ: Universidad Nacional de San Juan, Argentina.
UNSL: Universidad Nacional de San Luis, Argentina.
UNTREF: Universidad Nacional de Tres de Febrero, Argentina.
UV: Universidad de Valparaiso, Chile.
SUMARIO

Presentation 11

M esa r e d o n d a : L a im a g e n - t ie m p o d e l a h is t o r i a : e n t r e l a o b r a d e a r t e , e l a r c h iv o

Y EL DOCUMENTO.

Narraciones cinematograficas recientes sobre Hitler y el Holocausto: intertextualidad, tramas y


conocimiento historico. Gilda Bevilacqua (UBA) 15
La irruption relampagueante de la imagen en las tesis Sobre el concepto de historia de W.
Benjamin. Marcos E. Cuen (UBA) 20
Imagenes y contra-imagenes verbales de la historia. Maria Ines La Greca (UNTREF-UBA) 25
Entre historias y archivos (audio)visuales. Natalia Taccetta (UBA-CONICET) 31

M esa r e d o n d a : D ebates en to rn o a Ma r x .

Tres concepciones marxistas de la historia y una polemica en torno a Robert Brenner.


Ariel Petruccelli (UNComa) 41
Psicoanalisis y marxismo hoy: entre-tiempos de la abstraction social. Omar Acha (CONICET-
UBA) 49
6Cuan (i)liberal debe ser el marxismo? Fernando Lizarraga (CONICET-UNComa) 55
El marxismo y las nuevas teorias criticas. Santiago M. Roggerone (UBA-CONICET) 61

SlMPOSIO: REFLEXIONES SOBRE LOS LIMITES, Y DENTRO DE LOS LIMITES, DE LA FILOSOFIA DE


la H is t o r ia .

Testimonio judicial y testimonio historico. Gonzalo Urteneche (CEIFISOH-FAHU-UNCo) -


(IPEHCS-CONICET-UNCo) 69
Lecturas de la crisis: intertextualidad transdisciplinar. Mercedes Melo (UNComa) 75
El rol de la filosofia de la historia kantiana como articulation practica entre libertad y derecho.
Hernan Manzi (UBA) 80
Historia y tradition en el liberalismo: una lectura critica desde MacIntyre
Cesar Martinez Cerutti (UNComa) 84
Arte e historicismo: los presupuestos temporales de una filosofia de la historia segregacionista
Daniel Omar Scheck (UNComa) 89
Filosofia de la historia como una reflexion sobre la practica
Omar Murad (UNMdP-CONICET) 95

7
S UMARIO

Sim p o s io : H o r iz o n t e s t e o r ic o s : A c c io n , In t e r p r e t a c io n , Te m p o r a l id a d .

La accion y su reactualizacion. Mariano Pettarin (UBA) 103


El problema del dialogo asimetrico. Laura Solinis (UBA) 109
Hablantes e interpretes: aportes davidsonianos para la hermeneutica en Filosofia de la Historia
Maria Eugenia Somers (UBA) 115
El fin de los tiempos. Catastrofismo y discurso escatologico en la historia
Maria Emilia Arabarco (UNComa) 121
^Critica del tiempo sin critica del espacio? Esteban Vedia (UNComa) 128

Si m p o s io : D is c o n t in u id a d h is t o r ic a y a n a c r o n is m o p r o d u c t iv o . L o m is m o y l o o t r o
e n t r e s l u g a r e s d e l a h is t o r ia p o l it ic a : h o m b r e , e x p e r ie n c ia y a c o n t e c im ie n t o .

Cronicas foucaultianas de la parresia. Juan Ignacio Fernandez (UBA) 137


La potencia de la discontinuidad en la critica de Walter Benjamin a la Modernidad.
Lucia Pinto (IIGG-FSOC-UBA) 143
Tener lugar en la historia. Conceptos espaciales en Koselleck. Lucila Svampa (UBA-IIGG-
CONICET) 147
La historia desde el punto de vista del fracaso y la idea antropologica de la finitud.
Francisco Naishtat (UBA-CONICET) 153
Notas sobre la geografia kantiana para la elaboration de la cuestion ^como despertar del sueno
historico? Facundo E. Casullo (UBA-UNAJ) 159

Sim p o s io : Re f l e x io n e s e n t o r n o a l c o n c e p t o r e p u b l ic a n o d e l ib e r t a d , e n l a
t r a d ic io n p o l it ic a e u r o p e a m o d e r n a . En H o m e n a je a An t o n i D o m e n e c h Fig u e r a s .

Homenaje a Antoni Domenech Figueras.


Maria Julia Bertomeu (UNLP) 169
Libertad y virtud republicana en los Discursos de Maquiavelo.
Hector Marcelo J. Quiroga (UNComa) 170
Hobbes: Libertad Natural vs Libertad Republicana. Rodrigo I. S. Garay(UNComa) 177
Ensayo de una relectura conceptual de Adam Smith desde una mirada republicana.
Ana Lucia Guillermina Labate (UNComa) 181
J. Locke: aportes para una relectura republicana. Fabiana Erazun (UNComa) 185
SUMARIO

PONENCIAS Y TRABAJOS

6E1 devenir mistificador del historicismo? Sobre la vigencia critica del historicismo en un contexto
posthumanista. Pablo Aravena (Universidad de Valparaiso) 193
Lo otro de la historiografia. Rosa E. Belvedresi (IDIHCS-UIS1LP-CONICET) 199
Sobre o lugar epistemico na Teoria da Historia. Ana Carolina B. Pereira (UFB - Brasil) 205
Identidad e Historia Reciente: El caso H. Myrna Bilder (IDIHCS-UNLP) 211
Cuando el humor no da gracia. Pablo Busina (UNComa) 217
El recorte historico en la poesia epica renacentista. Federico Cesar Cabanas (UNComa) 225
En el nombre del padre: 6Que dicen las hijas de represores de la ultima dictadura militar cuando
toman la palabra? Susana Debattista (UNP- UNPSJB) 231
“No mentiras”: Analisis del Decalogo “ocho” de Kieslowski.
Natali Mariana Narvaez (UNPSJB) y Nicolas Gallego Livigni (UNPSJB) 239
Algunas reflexiones sobre el concepto de “Estado terrorista”. Santiago Garano (UNTREF-UBA-
CONICET) 247
Sobre la notion de regimenes de historicidad. El caso de Michel de Montaigne.
Marcelo Mendoza Hurtado (UBA-UNQ) 253
Dialectica Monumental. Cristobal Colon y Juana Azurduy. Luis Padin (UNLa) 258
Filosofia politica y exclusion en la fundacion de la Nation Argentina. Luis Padin (UNLa) 264
Performatividad, desobediencia y nuevas afiliaciones etico-politicas: hijas e hijos de represores
en busca de Memoria, Verdad y Justicia. Maria Marta Quintana (UNRN) 269
A concep9ao holistica e processual de tempo de Norbert Elias.
Eugenio Rezende de Carvalho (UFG-Brasil) 275
A multiplicidade dos tempos da historia em K. Pomian. Eugenio Rezende de Carvalho (UFG-
Brasil) 281
Sobre los “usos” del concepto genocidio como clave explicativa/interpretativa para pensar
violencias sistematicas de Estado. Pablo Scatizza (UNComa) 287
Reflexiones filosoficas e interculturales sobre la comprension del patrimonio material historico y
arqueologico en Norpatagonia. Maximiliano Javier Lezcano (UNComa) 295
Presentacion

El objetivo de las Jornadas fue generar un espacio de reflexion e intercambio entre


investigadores de nuestro pais y del exterior que vienen desarrollando sus lineas de trabajo en torno
al tema de la reunion. La cuestion de la temporalidad se ha tornado central en los debates filosoficos,
teoricos y epistemologicos acerca de la historia. Este tema se esta discutiendo desde diferentes
perspectivas: las relaciones entre tiempo e historia a partir de la crisis de la temporalidad moderna, la
cuestion de la distancia historica, la relation entre historia, memoria y pasado reciente, entre
experiencia y tiempo historico, la separation entre un pasado historico y un pasado practico, los usos
del pasado, el problema de la continuidad o discontinuidad del tiempo historico, la multiplicidad de
temporalidades como foco de la historia academica, etc.
Dentro de este contexto, estas III Jornadas intentaron revisar y poner en debate un eje que
atraviesa transversalmente a las discusiones acerca de la temporalidad y la historia: las politicas del
tiempo y su relation con las politicas de la historia. Se intento hacer foco en como los diferentes
ordenes del tiempo o maneras de delimitar el presente, el pasado, y el futuro son resultados de
acciones sobre el tiempo, es decir, formas de autoridad acerca de que o quienes deben “habitar” o
“pertenecer” al pasado, al presente o al futuro. El tema es relevante en el contexto actual pues
involucra cuestiones tales como: 1) a quienes pertenece el presente y el pasado reciente, 2) el
anacronismo y la heterotemporalidad en la construction del Otro y de las identidades colectivas, 3)
el poder de la historia para expulsar o incorporar al presente o al pasado como su objeto de estudio,
4) las periodizaciones en la historia, 5) la decision de quienes son mis contemporaneos, entre otras
cuestiones. En este sentido, el eje propuesto para esta reunion ha pretendido generar un ambito de
confluencia en la discusion interdisciplinaria actual acerca de la temporalidad y la historia a partir de
una perspectiva que pone en relation las politicas del tiempo en la historia y las politicas del
tiempo de la historia.
Las mas de ochenta ponencias, simposios y mesas presentadas giraron en torno a ejes como
las politicas del tiempo y politicas de la historia; conocer el pasado, recordar el pasado, usar el pasado;
conocimiento historico y periodizaciones de la historia; la multiplicidad temporal y los ordenes del
tiempo; los alcances eticos de las interpretaciones historicas; las conmemoraciones y las
redefiniciones de los “pasados recientes”, los “pasados remotos” y los “pasados lejanos”;
anacronismos y alocronismos; las narraciones del pasado; la presencia del pasado en el espacio
publico; los usos politicos de las representaciones del pasado reciente: la prensa y el Estado; y
finalmente las dimensiones eticas y politicas de la historia del pasado reciente. Con esta publication,
compilada por Esteban Vedia y Mercedes Melo, cerramos el trabajo de estas jornadas y con mucha
satisfaction damos a conocer al publico parte de los trabajos que alii se discutieron.

Comite Organizador, Marzo 2019.

11
M esa redo nda

La im a g e n -t ie m p o d e l a h i s t o r ia :
ENTRE LA OBRA DE ARTE, EL ARCHIVO Y EL DOCUMENTO

COORDINADORA

N a t a l ia Taccetta

13
M e s a r e d o n d a : La imagen-tiempo de la historia: entre la obra de arte, el archivo y el documento
C o o r d in a d o r a : Natalia Taccetta

Narraciones cinematograficas recientes sobre Hitler y el Holocausto:


intertextualidad, tramas y conocimiento historico

Gilda Bevilacqua
UBA

En las narraciones cinematograficas recientes sobre Hitler y el Holocausto, muchas veces los
debates (adentro y afuera de la academia) han rondado en torno, no a los hechos establecidos, sino
principalmente sobre cual deberia ser el modo adecuado de representar y tramar (etica, estetica y
cognoscitivamente) cuando se trata de “eventos limite” (LaCapra 2008), como la “Solution final” y
el Holocausto. Estos debates se han dado alrededor de films que, en lineas generates, fueron
considerados “historicos” por estar basados en ciertas interpretaciones avaladas o aceptadas por la
historiografia academica, como La lista de Schindler (Spielberg, 1993), El pianista (Polanski,
2002), La Caida (Hirschbiegel, 2004) y El hijo de Saul (Nemes, 2015), pero tambien en torno a
aquellos clasificados como “no historicos”, a los que generalmente no se los ha considerado
adecuados ni validos para construir conocimiento historico sobre este tipo de eventos, tales como
La vida es bella (Benigni, 1997); Mi Fiihrer - la verdad mas verdadera sobre Adolf Hitler (Levy,
2007), Bastardos sin gloria (Tarantino, 2009) y Ha vuelto (Wnendt, 2015). Estas clasificaciones
son problematicas, ya que si trabajaramos solo con las peliculas “historicas”, podriamos no
ponderar films que de todos modos pueden aportar lineas interesantes para la investigation y
construir sentidos e inquietudes relevantes. Aqui intentare mostrar entonces, tomando ciertos
aportes de Hayden White y desarrollando las nociones de “intertextualidad” y “metaficcion
historiografica” de Linda Hutcheon, como y por que este tipo de narraciones cinematograficas “no
historicas” recientes pueden contribuir a la reflexion sobre estos “eventos limite” y sus formas de
abordaje, conocimiento y representation. Y presentare como caso el film aleman Mi Fiihrer (Dani
Levy, 2007).
En primer lugar, considero necesario senalar brevemente de que modo voy a entender aqui el
conocimiento historico y que tipo de conocimiento podemos producir y acceder. Siguiendo a White,
entiendo que el conocimiento historico “es siempre conocimiento de segundo orden, lo que significa
que esta basado en construcciones hipoteticas de los posibles objetos de investigation que requieren
un tratamiento por medio de procesos imaginativos que tienen mas en comun con la ‘literatura ’ que
con cualquier ciencia”. Asi, White pregunta y sostiene: “6la presencia en un discurso historico de
elementos ‘literarios’ vicia su pretension de contar la verdad y sus procedimientos de verification y
falsacion? Solo si uno iguala el escrito literario con la mentira o la falsification y niega a la
literatura cualquier interes en representar la realidad de un modo realista” (White 2003, 54).
Partiendo de esta perspectiva, ^podriamos decir que nada podemos conocer sobre el pasado, por
ejemplo, a traves de Austerlitz (Sebald 2013) u otras ficciones literarias graficas, como Maus
(Spiegelman 2012)?1 Creo que esto mismo podriamos reflexionar tambien acerca de las narraciones
cinematograficas “no historicas”, incluso sobre aquellas que no necesariamente construyen sus
relatos sobre el pasado de modo realista traditional o clasico, como por ejemplo Bastardos sin
gloria o Mi Fiihrer.
En segundo lugar, creo que, para realizar un analisis profundo acerca de como estas
narraciones “no historicas” pueden realizar los aportes mencionados, la notion de “metaficcion

1 Tomo aqui el analisis y valoracion de ambas obras como formas legitimas de representar y decir cosas relevantes
acerca del pasado que ha realizado White en distintos de sus trabajos (2010, 2012, 2014b).
15
I l l J o r n a d a s N a c io n a l e s d e F il o s o f ia y E p is t e m o l o g ia d e la H is t o r ia .
PONENCIAS, SlMPOSIOS Y MESAS REDONDAS.

historiografica” elaborada por Hutcheon resulta muy provechosa. Esta nocion refiere a discursos y
textos literarios que al mismo tiempo son autorreflexivos y hacen uso de personajes y hechos
historicos junto con aquellos inventados o imaginarios, cuyas referencias toman (en ambos casos)
de otros textos, discursos y artefactos (literarios, historiograficos, periodisticos, cinematograficos,
arquitectonicos, etc.), para narrar historias sobre el pasado, el cual es objeto manifiesto de su
interes. Asi, esta nocion nos permite complejizar el analisis mediante el trabajo con la
intertextualidad que la acompana y caracteriza, dado que esta “reemplaza la cuestionada relacion
autor-texto por una relacion entre lector y texto, una que situa el locus del significado textual dentro
de la propia historia del discurso”, y nos advierte que “todo texto deriva su significado y relevancia
solo a partir de discursos previos” (Hutcheon 2014, 226-227).
Asi, seflala Hutcheon, las metaficciones historiograficas, mediante la parodia (otro de los
aspectos clave que las caracterizan), fuerzan al lector o espectador a “reconocer no solo la inevitable
textualidad de nuestro conocimiento del pasado, sino tambien el valor y la limitacion de la forma
ineludiblemente discursiva de ese conocimiento” (Hutcheon 2014, 228). Y tambien “cuestionan la
autoridad de todo acto de escritura al situar los discursos de la historia y de la ficcion dentro de una
red intertextual cada vez mas expansiva que se burla de cualquier nocion de origen singular o
causalidad simple” (2014, 231). Asi, la nocion de metaficcion historiografica es “manifiesta y
resueltamente historica, aunque de un modo ironico y problematico que reconoce que la historia no
es el registro transparente de ninguna ‘verdad’ asegurada. (...) por lo tanto, representa un desafio a
las formas convencionales (relatadas) de la escritura de historia y ficcion2 a traves del
reconocimiento de su ineludible textualidad” (Hutcheon 2014, 230), que conlleva a la vez su
tambien ineludible intertextualidad. En este sentido, tambien es interesante destacar, siguiendo a
White, que la ironia, tropo dominante de las tramas parodico-satiricas, proporciona “un modo de
pensamiento que es radicalmente autocritico con respecto no solo a determinada caracterizacion del
mundo de la experiencia, sino tambien al esfuerzo mismo de captar adecuadamente la verdad de las
cosas en el lenguaje” (White 2014a, 46).
Asi, tomando estas nociones e ideas, podriamos analizar como ejemplo la representacion de
Hitler y el Holocausto en Mi Fiihrer. Este film esta tramado como una parodia-satira, cuyo tropo
dominante es la ironia. Presenta una historia imaginaria que no esta registrada en ningun texto de la
historiografia especializada, por lo cual puede considerarse “no historico” en los terminos
planteados, pero a su vez refiere ironicamente a ciertas ideas sobre Hitler, el nazismo y el
Holocausto desarrolladas por ella (y por fuera). Relata asi los ultimos dias de vida de un actor judio
llamado Adolf Grunbaum, quien es trasladado desde el campo de concentracion de Sachsenhausen a
la Cancilleria del Reich, a pedido del ministro de propaganda Goebbels, para ayudar a un Fuhrer en
plena crisis emocional a preparar un discurso para levantar la moral del pueblo aleman, en el
contexto del avance aliado y su posible proxima victoria, que seria filmado para ser proyectado en
los cines alemanes. Pero, tras este plan, Goebbels escondia otro secreto: aprovechar ese discurso
para matar con una bomba a Hitler y poder quedarse asi en el poder. Aqui tomare entonces algunos
aspectos de este film que me parecen significativos para ilustrar la importancia de atender este tipo
de narraciones recientes “no historicas” sobre dichos eventos: su relato parodico sobre el origen
(intertextual) de Hitler; sobre la burocracia nazi, la banalidad del mal y de la imagen-figura del
Fuhrer en el contexto de la guerra; y su llamado de atencion latente sobre los documentos y relatos
producidos por el regimen nazi que construian una “realidad teatralizada”, y sobre el uso de estos en
la investigacion y representaciones pasadas, presentes y futuras.
Mientras se muestran imagenes de archivo de los actos previos a los discursos de Hitler, la
voz en o ff de Grunbaum introduce el relato sobre los origenes del Fuhrer que va a atravesar toda la
pelicula y a establecer su tono parodico-ironico: “Los ultimos 12 anos, Alemania estuvo gobernada
por un hombre nacido en la idilica Austria, quien en realidad queria ser pintor. Pero, como la
academia de artes lo rechazo, se hizo nacionalsocialista. Ese hombre se llama Adolf Hitler. Sin

Tales como las de la historiografia modema, la no vela realista y el cine “historico” clasico, naturalista o tradicional.

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PONENCIAS, SlMPOSIOS Y MESAS REDONDAS.

duda, el Fuhrer causaba furor en su pueblo. Millones de hombres fueron a la guerra por el. Millones
de mujeres querian un hijo de el”. Estos datos e interpretaciones biograficas muchas veces han sido
usados, en distintos medios de comunicacion, para dar una explicacion pretendidamente
“psicologicista” sobre los comportamientos y decisiones del Fuhrer, pero tambien podemos
encontrarlos en historiografias academicas “intencionalistas”, que “toman como punto de partida la
premisa de que, dado que el Tercer Reich surgio y cayo con Hitler y fue dominado todo el tiempo
por el, el ‘nacionalsocialismo puede ser llamado hitlerismo’. Detras de este tipo de interpretacion,
se encuentra en general una filosofia que destaca la ‘intencionalidad’ de los actores centrales del
drama historico” (Kershaw 2004, 102).3 Asi, por ejemplo, el “Hitlercentrismo” del enfoque
psicohistorico “llego casi a explicar la guerra y el exterminio de los judios por la psicopatia
neurotica de Hitler, su complejo de Edipo, la ausencia de uno de sus testiculos, su perturbada
adolescencia y sus traumas psiquicos” (Kershaw 2004, 103). Ante este tipo de enfoques, Ian
Kershaw, uno de los historiadores mas importantes sobre el nazismo y aclamado biografo de Hitler,
senala que resulta dificil ver como ayudan a explicar que “una persona semejante pudo convertirse
en gobernante de Alemania y como su paranoia ideologica llego a ser transformadora en politica de
gobiemo por personas no paranoicas y no psicopatas, en un sistema burocratico modemo y
elaborado” (Kershaw 2004, 103). Inquietud que aun no ha sido saldada entre los historiadores, dado
que se siguen produciendo relatos que discuten entre si respecto de estas cuestiones, lo cual muestra
una vez mas el caracter irreductiblemente controversial de la historiografia (y de cualquier
narracion acerca del pasado), cuyas bases y motivos ha explicando White desde Metahistoria
(White 2014a) en adelante.
La representacion parodica de este “sistema burocratico moderno y elaborado” se realiza
mediante el despliegue que tuvo que atravesar el plan de Goebbels para llevarse a cabo. Se muestra
a lo largo del film como los distintos funcionarios (de distintas jerarquias) acatan ordenes irrisorias
y contradictorias a traves de la maquinaria estatal, que se representa plagada de todos los materiales,
artefactos y dispositivos modernos que la componen. Vemos las imagenes de sus edificios (oficinas
de todo tipo y campos de concentracion y exterminio), telegramas, formularios, sellos, telefonos,
archivos, ficheros, mapas, rutas, automoviles, etc. A la vez, la obediencia irrestricta de estos
funcionarios, tanto para llevar adelante el plan de Goebbels como para cumplir todos los pedidos
(incluso los mas extravagantes) del Fuhrer, nos remite, por un lado, a la famosa tesis de Hannah
Arendt acerca de la “banalidad del mal”, quien sostiene que “lo mas grave, en el caso de Eichmann,
era precisamente que hubo muchos hombres como el, y que estos hombres no fueron pervertidos ni
sadicos, sino que fueron, y siguen siendo, terrible y terrorificamente normales” (Arendt 2003, 165);
y por otro, a la cuestion de como “en la actualidad este modelo de la banalidad del mal se ha
impuesto sobre otros para representar la villania propia de los cuadros intermedios del nazismo”
(Schwarzbock 2001, 141). A la vez, parte de dicho plan incluia el “entrenamiento actoral” del
Fuhrer guiado por Grunbaum y supervisado por Goebbels. En el se muestra que Hitler necesita
ayuda, que esta indefenso, debil, y se lo representa ridiculo y traumado. Esta figura parodiada se
puede relacionar con dos tipos de abordajes sobre la imagen del Fuhrer. Primero, el abordaje de las
parodias cinematograficas contemporaneas a la guerra, como El gran dictador (Chaplin, 1940) y
Ser o no ser (Lubitsch, 1942), que son una referenda intertextual clave e ineludible en Mi Fuhrer y
en muchos otros relatos parodicos posteriores a ellas. Aqui, llamativamente, parece ser primero ese
cine “no historico” el que comenzo a hacer(se) preguntas respecto del por que este personaje tan
pasible de ridiculizar tenia ese poder tan omnipotente (las fechas de estreno son significativas al
respecto: 1940 y 1942) y, justamente a traves de la parodia-satira, a demostrar la falibilidad de su

3 Ver, por ejemplo, las obras de Karl Bracher (1995) y Joachim Fest (2005). En este ultimo libro se baso el film La
caida, ya mencionado, al que a su vez han parodiado en una de sus escenas principales: aquella en la que Hitler se
entera que Alemania esta por perder la guerra. Esta escena es utilizada para representar distintas situaciones en las que
Hitler personifica la ira por haberse enterado de algo X en particular, mediante el cambio de los subtitulos originales por
los del problema en cuestion. Esta parodia se ha viralizado en Internet y las distintas redes sociales, siendo asi una
referenda intertextual ineludible en las representaciones recientes sobre la figura de Hitler.

17
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PONENCIAS, SlMPOSIOS Y MESAS REDONDAS.

figura. Tambien ciertos autores han sugerido que estos films insinuan la posibilidad de la
emergencia de lo inimaginable, es decir, el exterminio sistematico y planificado desde un Estado
modemo.4 Y, segundo, podemos relacionar esta parodia-satira del Fuhrer justamente con el
abordaje de las investigaciones historiograficas en torno a los mitos que rodean su figura, como, por
ejemplo, las de Kershaw. Este historiador seriala una inquietud que esta en la base del argumento y
planteo parodico-ironico de Mi Fuhrer.

Dado que la confianza en Hitler se debia en gran parte a la creencia de que conduciria a
Alemania a una rapida y gloriosa paz, dado que la perdida de la esperanza en un pronto fin de
la guerra era la principal razon de que la moral se estuviese esfumando, y dado que el fracaso
de la Blitzkrieg en la URSS y la declaracion de guerra a Estados Unidos hacia logicamente
mas dificil no considerar responsable de la prolongacion de la guerra a nadie sino a Hitler,
vale la pena preguntarse por que el mito de Hitler no se derrumbo con una rapidez mayor de
la que evidentemente mostraba. La primera parte de la explicacion [que me interesa aqui]
seria el alcance adquirido por la fe en Hitler, una fe cultivada en los ahos anteriores a 1940
(Kershaw 2014, 225; el subrayado me pertenece).

Justamente, la frase “una realidad teatralizada”, dicha por Goebbels para referirse a su plan
(no secreto), tambien parece sugerir esta explicacion acerca de como fue posible que se mantuviera
dicho mito y su confianza en el. Y tambien creo que nos advierte de la necesidad de este doble
abordaje, parodico-satirico e historiografico, para poner en cuestionamiento el caracter y valor
documental de las peliculas nazis, como las de Riefenstahl, producidas intencionalmente como
propaganda a favor del regimen. De hecho, las imagenes de archivo que aparecen a lo largo del film
nos remiten a El triunfo de la voluntad (Riefenstahl, 1935). Esta referenda intertextual se vincula
tambien directamente con la idea del poder que el regimen le adjudicaba a este tipo de propaganda.
Esto puede notarse claramente cuando Goebbels, en este sentido, le comenta a Grunbaum los
detalles de su plan: “El primero de enero de 1945, en cinco dias, el Fuhrer encabezara un desfile por
Berlin y dara un historico discurso ante un millon de personas como solia hacer. Hara llorar a todos.
15 camaras filmaran el historico hecho en celuloide, y unos dias despues, el film sera exhibido en
cientos de cines. Millones de personas escucharan su llamado y liberaran a Europa de sus gobiernos
corruptos. 6Que le parece?”. Ademas del “entrenamiento” de Hitler, Goebbels tambien pidio que se
construyeran decorados de tamano real para tapar los edificios destruidos por los bombardeos
aliados que estuvieran en la ruta por la que iria el Fuhrer y donde, dice Goebbels explicitamente,
“Leni Riefenstahl ubicara las camaras”; todo con el objetivo de no mostrar la destruction de la
ciudad. Aqui, vemos que el trasfondo de este plan (que todos cumplen, incluido Hitler, a rajatabla
sin poner en cuestionamiento su posible efectividad) parece ser emular ese desfile imponente y el
discurso del Fuhrer que se puede ver en El triunfo de la voluntad. Y aca es donde Mi Fuhrer
habilita y reactualiza la inquietud acerca de cuan armadas estaban esas manifestaciones de apoyo e
idolatria (lo cual no significa necesariamente que no los hubiese habido). Cuanto hubo de
manipulation y de uso de tecnicas que pudieron haber creado “una realidad teatralizada”. Entonces,
las imagenes de archivo asi pensadas tambien pueden ser cuestionadas. Si son imagenes reales de
“una realidad teatralizada”, ^que las distinguiria, como “prueba”, “documento”, respecto de las
imagenes creadas por Goebbels y por Levy, el director de este film? 6Como abordarlas, como
evaluarlas entonces? Por ultimo, tambien en los creditos finales se nos advierte respecto de la
necesidad de dicho doble abordaje, parodico-satirico e historiografico. Mediante una proyeccion
extradiegetica, aparecen personas anonimas de distintas edades (desde ninos muy pequenos hasta

4 Para un analisis profundo de ambas peliculas y sus relaciones con otras representaciones en distintos medios sobre
Hitler y el nazismo, ver el trabajo de Annette Insdorf (2002, 59-70). Segun la autora, por ejemplo, El gran dictador
reconoce la existencia de campos de concentracion y sugiere los riesgos de la situacion presente en Alemania y la
posibilidad de lo que vino despues de 1940, es decir, la implementacion sistematica de la “Solucion Final” (Insdorf
2002, 61).

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I l l J o r n a d a s N a c io n a l e s d e F il o s o f ia y E p is t e m o l o g ia d e la H is t o r ia .
PONENCIAS, SlMPOSIOS Y MESAS REDONDAS.

ancianos) que se representan “como si fueran reales”, a quienes se les pregunta “6quien fue
Hitler?”. Las respuestas y gestos de cada uno expresan que los conocimientos y opiniones sobre el
Fuhrer van aumentando y diversificandose junto con su edad. Este final parece querer advertirnos
asi que todo lo que se mostro anteriormente, esa “realidad teatralizada”, puede ser interpretada de
diferentes formas segun los saberes y posicionamientos que se tengan sobre estos temas. Poca
importancia tiene entonces si los testimonios son verdaderos o no, ya que mediante esta
“representation realista de lo real” se sugiere que es necesario poner en cuestionamiento lo
representado previamente, que claramente esta en un tono completamente distinto, que es muy facil
de detectar para cualquier espectador lego; lo cual asimismo conlleva la necesidad de que, tanto
legos como especialistas, aborden este film como una parodia-satira para poder atender e indagar en
los sentidos que construyen las referencias intertextuales (cinematograficas e historiograficas)
presentadas ironicamente, que son la base de lo que en el film se narra.
Para concluir, creo que podemos ver ahora mas claramente la necesidad de incorporar al
analisis sobre el problema de la representation de la figura de Hitler, el nazismo y el Holocausto,
las narraciones cinematograficas recientes “no historicas” sobre estos, dado que ponen sobre la
mesa, por un lado, las redes intertextuales que conforman los distintos modos de construction de
conocimiento historico, y por otro, la importancia de prestar atencion a las tramas y tropos que
estructuran los distintos relatos sobre el pasado, sean historicos o no.

Bibliografia

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M e s a R e d o n d a : L a im a g e n -tie m p o d e la h isto ria: e n tre la o b ra d e arte, el arch iv o y el d o c u m e n to
C o o r d in a d o r a : N a ta lia T a c c e tta

La irrupcion relampagueante de la imagen en las tesis Sobre el concepto de


historia de W. Benjamin:
La critica a la representacion de la historiografia positivista

Marcos E. Cuen
UBA

Introduction

En febrero de 1940 Walter Benjamin escribia a su amigo y colega, Theodor Adorno una carta
en la que expresaba con relacion al estudio de la disciplina historica, la contraposition tajante que
estaba desarrollando entre su “modo de ver” y el “modo de ver positivista”. En el mismo ano, escribe
el estudio Sobre el concepto de la historia (Thesen ilber den Begriff der Geschichte) donde se
desarrollan estos dos modos de ver contrapuestos a los que la carta refiere.
En este trabajo, mostraremos como dicha contraposition se va a dar en terminos de
representacion. Lo haremos mostrando la polarization entre las formas de concebir la imagen en su
relacion con la historia por parte de estos dos modos de entender la historiografia: por un lado, el
radical benjaminiano; y, por otro lado, el modo al que va caracterizar como positivista, tal como lo
expresa en las tesis Sobre el concepto de la historia.
Comenzaremos desarrollando la conception benjaminia de imagen dialectica en su relacion
con la posibilidad de la verdad en la historia. Segun Benjamin, sera en su capacidad redentora, como
imagen de experiencia -caracterizada en la tesis II- que obtiene su potential veracidad. Para mostrar
como este caracter disruptivo de la imagen en la representacion del pasado como constelacion -
caracterizado en la tesis V- sera de vital importancia para su conception de historiografia radical.
Luego nos ocuparemos de la representacion de la imagen del tiempo que surge de aquella
postura que Benjamin denomina como positivista. En la tesis XII aparece esta caracterizacion como
una imagen “homogenea y vacia”, en relacion con el optimismo como matriz de progreso historico,
bajo las figuras del progresismo y el historicismo, que -como expresa en la tesis XVI- le proporciona
al historiador una experiencia alienada por el uso de una imagen fija y eterna, tal como es planteada
por el historicismo.
Esta polarization de “modos de ver” en relacion a la representacion del pasado, tiene como
objetivo dar cuenta de la importancia del caracter disruptivo de la imagen en la conception de la
historiografia radical benjaminiana. Esta caracterizacion de la imagen ofrece herramientas
fundamentales para la critica por parte del historiador radical, al historiador positivista. Ya que sera
a traves de esta critica que veremos las diferentes caracteristicas que adopta cada sujeto
epistemico/politico en su relacion con la imagen en la historiografia.

La irrupcion relampagueante de la imagen dialectica

En el resumen (convoluto N) de la Obra sobre los de los pasajes Walter Benjamin escribe:
“No es lo que lo pasado arroje luz sobre el presente, o lo presente sobre el pasado, sino que la imagen
es aquello en donde lo que ha sido se une como un relampago al ahora en una constelacion.” (N3,l)
En la imagen dialectica el tiempo queda suspendido por un instante. En relacion con esta
caracterizacion, Mariela Vargas en un articulo acerca de la imagen dialectica publicado en la Revista
Latinoamerica de Filosofia en 2012, retoma el comentario de Sigrid Weigel, donde sostiene que “el
concepto de imagen con el que Benjamin trabaja nada tiene que ver con las imagenes materiales, ni
podria homologarse tampoco a imagenes mentales. Las imagenes mas bien se leen, se tornan
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“vivibles” en el momento que alcanzan su legibilidad (Lesbarkeit).” Ese momento estaria dado por
lo que la Benjamin va a llamar “mdice historico de las imagenes”. Es el tiempo que confluye en las
imagenes dialecticas el que produce el movimiento o lo que es lo mismo, la constelacion que las hara
legibles. (Vargas, 2012: 96-97)
La historia no es solo una ciencia, sino una forma de rememoracion. El JetztzeitlYievsvpo-
Ahora sera ese encuentro entre presente y pasado que produce conocimiento historico condensado en
una imagen, segun Benjamin “la dialectica, al reposar, forma una imagen.” En este caso una imagen
del ahora. Como caracteriza Vargas (2012:104), las imagenes dialecticas estan hechas de imagenes o
citas que, superpuestas, en tension y renunciando a toda organicidad y conciliacion, generan una
chispa por la que el tiempo “salta” dentro de ellas.
En la tesis II del Estudio Sobre la historia, encontramos al pasado expresado en imagen,
entendido como rememoracion. La experiencia de “la felicidad” percibe su objeto en una imagen,
toma el cuerpo de una imagen de experiencia. La rememoracion se expresa como “imagen de la
felicidad” que se vera siempre condicionada “de parte a parte por el tiempo al que nos ha remitido”
(2001:48)
Tal como afirma Benjamin en la misma tesis, la imagen de experiencia de la felicidad, sera
analoga a la imagen de la experiencia de la representacion del pasado. En su trabajo introductorio de
Dialectica en Suspenso, Oyarzun Robles (2002) dira que aqui en la tesis II se trata de una imagen que
solo una cierta posibilidad pasada parece poder suministrar, es decir que esta determinada por el
pasado en su potencialidad. Esta determinacion de la presencialidad del presente por el pasado abre
en el presente una diferencia que lo constituye y de este modo hiende el presente mismo. En la imagen
de experiencia como lo son la del pasado y la de felicidad, dira Benjamin que oscila la posibilidad de
redencion, en su capacidad de escindir en el presente.
La capacidad de actualizacion de la “imagen de experiencia” es su condicion de posibilidad
frente a la redencion. Si como Michael Lowy entiende, en su estudio sobre estas tesis, esta idea de
redencion puede entenderse de manera teologica y profana. La rememoracion del pasado, entonces,
busca la redencion profana, es decir, politica. Aqui tal como senala, Agamben en su libro
Profanaciones (2017: 98), la profanacion implica una neutralizacion de aquello que profana, alii el
termino teologico es desactivado y restituido al uso comun, es decir que retorna a “los espacios que
el poder habia confiscado”.
En su aspecto politico, la redencion solo es posible colectivamente, como rememoracion
historica de las victimas del pasado. La redencion del pasado no es otra cosa que esa realizacion y esa
reparacion, segun la imagen de la felicidad de cada individuo y cada generacion. La tesis II pasa de
manera directa de la redencion individual a la reparacion colectiva. No habra redencion colectiva en
el presente si hace poco caso a esa reavivacion de las victimas. Siguiendo a Lowy (2005), diremos
que el poder mesianico de la imagen del pasado, al ser politico, no solo es contemplativo; en su
urgencia, la redencion es una tarea revolucionaria ya que esta tarea repara aquel “acuerdo secreto
entre las generaciones”.
Esta esperanza es mencionada en la Tesis II como la fiierza debil. En ella se encierra la
paradoja de aceptar simultaneamente debilidad y fiierza. En esta aceptacion de acoger el pasado,
reside la debilidad y en resistir al pasado su intervention en el instante residira su fuerza. Aquello s
quienes acaricien la historia a contrapelo, seran quienes podran resistir a la fuerza fuerte, aquella que
precisamente domina el presente, bajo su caracter de vencedor.
La tesis V comienza afirmando el caracter relampagueante de la imagen del pasado. La verdad
se expresa y encandila como el flash. Representada como una veracidad imperceptible, solo
determinado por el instante de su fugacidad. La potencialidad redentora de la imagen de experiencia
es la condicion de posibilidad de aquella historia de los vencidos que Benjamin reclama.
En la modernidad sera necesaria una historiografia radical. Como dice Vargas (2012: 95),
frente a un mero transcurrir de un tiempo vacio, en cuyo trazo se iria constituyendo la historia,

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Benjamin plantea la idea de una “construction” de la historia a traves de imagenes donde el pasado
se encuentra en un determinado momento con el presente y entran en una “constelacion”.
Didi-Huberman, en su libro Ante el tiempo (2006), dira que aquel modo de ver radical sera
una historiografia que entienda que la imagen que irrumpe en su caracter dialectico actualiza, pre-
constituye un orden de conocimiento paradojal para la actividad historiografica ya que representa al
mismo tiempo la fuente de pecado y la fuente de conocimiento. El desmontaje de la historia y el
montaje de la historicidad se representan en la misma operation:

“...para calificar la misma operation historica: el montaje como procedimiento supone en


efecto el desmontaje, la disociacion previa de lo que construye de lo que en suma no hace mas
que remontar, en el doble sentido de la anamnesis y de recomposition estructural.” (Didi-
Huberman, 2006:173)

La constelacion, la dialectica en suspenso, tal como se expresa en la tesis V, nos va a permitir


contraponer a una representacion del tiempo como lineal y progresivo, la conception Benjaminiana
que revindica el caracter discontinuo de la historia y la potencia actual de lo efimero.
La imagen dialectica es vista para el historiador radical benjaminiano como un proceso donde
“el pasado (se ve) chocado e interpretado por el presente”. (Didi-Huberman, 2006:185) En su
irrupcion se hace consiente el caracter dialectico. En la caracterizacion de Didi-Huberman, el choque,
la violencia segadora del flash, es el valor del desmontaje que sufren las cosas y el otro valor sera el
de visibilidad, de conocimiento, de alejamiento en su valor de montaje.
A su vez, esta conception insta a un aspecto activo del historiador. Benjamin hace hincapie
en el ensayo Historia y Coleccionismo: Eduard Fuchs, escrito poco tiempo antes del estudio Sobre
la historia, Benjamin hace hincapie en el compromiso activo del partidario del materialismo historico
en este aspecto esencial de generar constelaciones que actualicen en el estudio de la imagen historica
su potencialidad revolucionaria. (Lowy 2005: 72)

La imagen eternamente homogenea y vacia del positivismo

El sujeto historico al que refiere el modo de ver benjaminiano es la misma clase oprimida que
lucha bajo la esperanza de redencion. La revolution tendra caracter de urgencia, Como lo caracteriza
Lowy (2005:180) la revolution sera aquello que detiene la carrera del positivismo hacia el abismo.
Siguiendo esa lectura, la historia como ciencia podria ser descripta como una “metodizacion”
del recuerdo. Aqui el aspecto no es meramente epistemologico, sino que es tambien una cuestion
politica que preconcibe la historia como campo conflictual cuya impronta indeleble es la instancia
del sufrimiento. Esta condicion epistemologica-politica de las tesis plantean una doble critica: a la
conception progresista y a la historicista.
En la tesis XII del estudio Sobre el concepto de historia afirma que, a la caracterizacion de la
imagen del tiempo por parte de la social democracia y el historicismo, le fue neutralizado su caracter
dialectico. La asignacion al futuro de la capacidad de redencion es lo que hizo palidecer el presente,
“cerceno el nervio de su mejor fuerza". La confianza en el progreso es esta escuela, donde “la clase
desaprendid lo mismo el odio que la voluntad de sacrificio.” (2001: 58) Es decir, le quito al
historiador la capacidad de experiencia del pasado.
Tal como se caracteriza en la tesis XVI, la imagen del pasado generada por el historicismo, la
socialdemocracia y el positivismo se representa en una imagen estatica, fija, que en su caracter eterno
imposibilita la capacidad de actualization. Su caracter homogeneo, se contradice con el caracter
dialectico de la imagen.
Segun el estudio de Oyarzun Robles (2001:33), el punto decisivo que encierran las criticas al
positivismo por parte de Benjamin es que provienen de una misma matriz: la idea de continuidad.
Idea que se expresa en un concepto de la imagen de tiempo como continuum, un progreso lineal. Que

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se perpetua como “homogeneo y vatio” y hace desaprender la capacidad de la experiencia.


Volviendola mas pobre, la experiencia se aliena al hacerle carecer su mejor fuerza. Aqui la mejor
fuerza es esa fuerza debil a la que remite la potencialidad redentora de la imagen, la de generar un
salto en el continuum del tiempo.
La tarea de la critica benjamiana sera mostrar que aquello que se rescata como pasado por
parte del historicismo no es genuino. Mostrando, por un lado, que la concepcion historicista intenta
revivirlo desde un interes dominante del presente y, por otro lado, evidenciando que acumula los
hechos historicos en un tiempo meramente continuo, haciendolos capitalizables para aquel interes.
La concepcion benjaminana sera aquella que se nutre “del ideal de los nietos liberados”. Aquel
ideal al que se le otorga un papel redentor, en la rememoracion de las victimas podremos dar sentido
a una fuente de energia moral espiritual para quienes luchan en el presente. Esta fuerza del partidario
del materialismo historico se manifiesta en la tesis XVI como una experiencia unica del pasado. El
historiador benjaminiano, debe aferrarse a la idea de un presente siempre actualizable, que permanece
en suspenso. Sin esta concepcion, este presente resulta fijo y se detiene en su despliegue dialectico.
La tarea del historiador radical es ser creador de posibilidad de constelaciones. Su importancia
reside en su caracter de urgencia, ya que en la misma tesis nos dice que esta idea de una imagen en
transito “define precisamente ese presente en el cual escribe la historia” (2001:58). Esta “urgencia”
constituye al sujeto del conocimiento historico como aquel sujeto que tiene una experiencia unica con
el pasado para el cual conocer la historia es cuestion de vida o muerte.
La experiencia unica con el pasado del historiador radical reside en su capacidad de redencion;
es decir, en la potencia de la irrupcion revolucionaria en la continuidad historica. Como lee Lowy
(2005) en estas tesis, el elemento dialectico en la historiografia se valida en el hacer saltar la
continuidad historica. Sera la potencia revolucionaria de la imagen del salto en el continuum de la
historia por parte del presente, aquella que detiene la progresiva carrera hacia el abismo.

Conclusion

La historiografia benjaminiana va a centrar al historiador profundamente en su actualidad. El


historiador se torna agente de la historia. Al rememorar Benjamin prefigura la escritura de la historia
comprometida y activamente vinculada al materialismo historico que busca dar con la “constelacion
critica”, enfrentandola a la actitud contemplativa del historiador convencional. (Taccetta 2017: 40)
En este trabajo hemos visto como el concepto de imagen en su caracterizacion de “dialectica
en suspenso” es lo que permite a Benjamin, introducir en la imagen de experiencia historica su
potencialidad politica/historico. Sera entonces, tal como lo expresa Natalia Taccetta en el primer
capitulo de su libro Historia, modernidad y cine, “Imposible concebir la temporalidad mas que a
partir de la interruption del orden lineal. La imagen se ubica en un lugar privilegiado para
reconfigurar el sentido historico a partir de un desocultamiento de la discontinuidad y la contingencia”
(Taccetta 2017: 46).
En contra de la representacion del tiempo como lineal y progresivo, Benjamin revindica el
caracter potencialmente actualizable del pasado. En la operation de montaje por parte del historiador
radical, “las imagenes esteticas dislocan el orden establecido y trastocan la vida. Irrumpen
intempestivamente con nuevas consideraciones sobre el presente y elementos renovados para inteligir
el pasado evitando presentarse como totalidad” (Taccetta 2017:49). En un ejercicio dialectico, el
historiador desmonta el pasado para montar la historiografia. Este caracter constructivo apela a la
intention de generar una imagen que en su potente actualidad pueda hacer saltar el continuum de la
historia.
En contraste a esto, en clave benjaminiana, hemos expresado la representacion de imagen
entendida por el positivismo como “etema, homogenea y vacia”. Para mostrar como va a condicionar
la critica al optimismo positivista del continuum, representado en la confianza en el progreso lineal
de la historia. En las criticas a la imagen del tiempo pensada en el continuum de la historia como

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eternamente homogenea, hay tambien una critica a la historia cerrada centrada en quienes vencieron,
aquellos quienes tienen la experiencia del poder.
Por ultimo, queda por remarcar que la forma de pensar el hecho historico por parte de la
concepcion radical como constelacion actualizable constantemente en su caracter dialectico, permite
al historiador actualizar las formas en que la cultura expresa una epoca. En esta concepcion radical
de la historia, es ella misma quien deviene su propia critica y cuestiona los modos de concebir y
tramar relatos (Taccetta 2017:43). La tarea del historiador sera entonces la de representar las
constelaciones, aun corriendo el riesgo de no ser comprendido en su epoca. El caracter abierto de la
historiografia planteada por Benjamin ofrece herramientas para pensar esta actualizacion en la
representacion del pasado reciente, en este presente donde inundan las imagenes y cada vez es mas
complejo clasificarlas para pensarlas en su contexto.

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Agamben, G. (2017) Profanaciones, traduccion de Flavia Costa; Edgardo Castro, Buenos


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Vargas, Mariela (2012). El problema del tiempo historico y la imagen dialectica en Walter
Benjamin. Revista Latinoamericana de Filosofia 38 (1):85-108.

24
M e s a r e d o n d a : La imagen-tiempo de la historia: entre la obra de arte, el archivo y el documento
C o o r d in a d o r a : Natalia Taccetta

Imagenes y contra-imagenes verbales de la historia:


narratividad, genealogia y escritura modernista

Maria Ines La Greca


UNTREF-UBA

En su obra tardia, Hayden White continuo reflexionando sobre la relacion entre narratividad
e historia en terminos de la pregunta por el estilo de escritura modernista como productor de una
especie de contra-imagen de la historia-narratividad. Considero, siguiendo a Auerbach en su analisis
del estilo de Virginia Woolf, que sus rasgos estilisticos fundamentes apuntan a la frustration de la
expectativa de clausura narrativa y lo califico como un estilo anti o contra-narrativo particularmente
apropiado para la representacion de los acontecimientos limite o traumaticos del siglo XX. El efecto
de clausura narrativa fue pensado por White como funcion cultural del discurso narrativizador que
respondia, segun su reflexion, al impulso psicologico detras de la necesidad aparentemente universal
no solo de narrar sino de dar a los acontecimientos el aspecto de la narratividad, que satisfaria el deseo
de representar lo real como si desplegara la coherencia form al de un relato, presentando la realidad
historica como portadora de sentido y completitud -algo que para White corresponde al orden de la
imagination, los suenos, pero no la experiencia. (White 1987, 21). El modernismo literario, en
cambio, contrarrestaria esa funcion cultural del discurso narrativizador o directamente buscaria
frustrar ese deseo o impulso psicologico dado que problematiza al menos tres de sus rasgos centrales,
tal como lo ha estudiado el analisis estructural del relato.5 Me refiero a

1) la pretension de objetividad;
2) la ilusion referential; y
3) el efecto de clausura.

Gerard Genette sostenia que si el relato se ofrece como un modo de hablar objetivo, frente a
la subjetividad del discurso esta “objetividad” implica una production de sentido apelando al
predominio de la tercera persona, en desmedro del uso de indicadores pronominales y adverbiales
(como yo/tu, aqui, ahora, ayer, manana, etc.) y la preferencia por ciertos tiempos verbales como el
preterito indefinido y el pluscuamperfecto (Genette 1999, 208). Roland Barthes, ocupandose
especificamente del relato historico, ofrece un analisis semejante y coincide en que tal “objetividad”
se sustenta en la carencia de signos del enunciante que no es sino “el producto de lo que podriamos
llamar la ilusion referential, ya que con ella el historiador pretende dejar que el referente hable por si
solo” (Barthes 1987, 168).6 Asi es posible considerar que el relato “es un modo particular (del
lenguaje), definido por un cierto numero de exclusiones y de condiciones restrictivas” (Genette 1999,
211), donde los acontecimientos parecen “narrarse a si mismos”. La ilusion referential se relaciona,
a su vez, con lo que Barthes denomina el estatus asertivo o constatativo de los procesos historicos, ya
que el hecho historico “esta linguisticamente ligado a un privilegio de ser: se cuenta lo que ha sido,
no lo que no ha sido o lo que ha sido dudoso” (Barthes 1987, 171). Mas aun, la definition misma de
hecho historico no puede sino ser tautologica, en la medida en que: “lo anotado procede de lo
observable pero lo observable no es mas que lo que es digno de ser anotado.” (Barthes 1987, 174).
Finalmente, objetividad e (ilusoria) referencialidad del relato colaboran con el efecto de clausura
narrativa porque los elementos de un relato son organizados de manera tal que “los hechos relatados

5 El siguiente analisis lo desarrolle en detalle en La Greca 2012.


6 Genette y Barthes estan trabajando a partir de la distincion entre “relato” y “discurso” de Benveniste.
25
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funcionan irresistiblemente como indices o como nucleos cuya misma secuencia tiene un valor
indicial (Barthes 1987, 173).” El punto del analisis estructural era que esa produccion de significado
estaria disimulada o escondida si se pretende ver en el relato un modo neutral de hablar acerca de lo
real, en lugar de un codigo especifico o modo de discurso naturalizado.
Sabemos que la solucion ironica de White a esta mirada critica es asumir que la coherencia
formal de los relatos es una imposicion y que no hay modo de dar cuenta del pasado que no sea
mediante la opcion por algun modo de figuracion o entramado de los sucesos de los que el historiador
quiere dar cuenta. Ahora bien, cuando White es convocado a testear su posicion imposicionalista en
el contexto del debate sobre la representacion de sucesos limites del siglo XX como el Holocausto,
propone que se busquen modos altemativos al discurso narrativizador que identifica con el realismo
del siglo XIX. Especificamente, sostiene que tales ocurrencias tienen una “naturaleza, alcance e
implicaciones [que] no podrian ni tan siquiera haber sido imaginados con anterioridad” (White 1999,
69) e incluso adquieren, para ciertos grupos o comunidades, un caracter traumatico.7 Al proponer su
nocion de acontecimiento modernista, White sostiene que ese caracter inimaginable de los
acontecimientos del siglo XX marca su resistencia a ser procesados mediante las categorias y
convenciones heredadas para asignarles significado - particularmente, si transformamos estos
sucesos en el tema de una narrativa tradicional, White considera que corremos el riesgo de caer en un
fetichismo narrativo, cuyo efecto indeseado seria situarlos en un universo de significado ya terminado
y completo, dejandolos intactos y en algun otro lugar, proveyendo de este modo una control
intelectual de la ansiedad que el recuerdo de su ocurrencia puede tener para un individuo o una
comunidad.
6Por que el modernismo literario seria una alternativa preferible? Justamente porque en la
medida en que sus innovaciones estilisticas desafian la forma misma de la narrativa tradicional, podria
evadir el riesgo de anular el caracter amenazante y las ansiedades que generan - es decir, esas
caracteristicas que hacian de ellos ocurrencias inimaginables que marcan nuestra era. El problema de
la representacion de los acontecimientos modernistas, para White entonces, requiere la explotacion
completa de las tecnicas artisticas (sean modernistas o premodernistas).
6Por que entender el estilo modernista como contra-narrativo? Porque permitiria representar
lo real en un modo critico de la convencion narrativa ya que sus procedimientos representacionales
parecen ser ataques puntuales a las estrategias discursivas que sostenian la supuesta objetividad del
relato: el privilegio de la tercera persona y el ausentarse del narrador; la ilusion referencial y el efecto
de clausura que presenta lo narrado como una totalidad coherente, completa, plena.
Siguiendo a Auerbach a partir de su analisis de un fragmento de A l faro de Virginia Woolf
(Auerbach 1950, 493-521), el estilo modernista emplea: “la representacion pluripersonal de la
conciencia, estratificacion del tiempo, aflojamiento de la conexion entre los sucesos externos,
cambios de punto de vista desde el que se verifica el relato”, caracteristicas de las cuales aclara que
estan “todas ellas relacionadas entre si y [son] dificiles de separar” (Auerbach 1950, 514). De este
modo, contra el enunciante ausente-objetivo y la ilusion referencial, nos encontramos con el recurso
de la representacion pluripersonal de la conciencia. Este procedimiento se observa cuando nos
preguntamos quien habla en el relato de Woolf y la respuesta es dubitativa: es dificil identificar en
todo momento quien esta presentando los acontecimientos. No encontramos una “manifestation
objetiva del autor sobre sus personajes. Nadie sabe exactamente lo que ocurre: todo son barruntos,
ojeadas que alguien lanza sobre otra persona, sin poder descifrar su enigma” (Auerbach 1950, 501).8
Auerbach explica que no hay un narrador de estados objetivos de hecho y que “tan lejos se lleva este
procedimiento, que no parece existir en absoluto un punto de vista exterior a la novela, desde el cual

7 Las traducciones del original ingles al castellano son mias.


8 La traduccion que usamos dice “autor” pero cabria preguntarse si Auerbach no haria mejor en referirse al “narrador”,
como categoria intradiscursiva, mas que al autor en tanto Virginia W oolf misma (esto me lo senalo Gisele Iovine, a quien
agradezco la precision).

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puedan ser observados sus hombres y los acontecimientos, como tampoco parece existir una realidad
objetiva, diferente de los contenidos de conciencia de los personajes” (Auerbach 1950, 503).
Primera diferencia, entonces: se descarta la pretension de objetividad como un punto de vista
exterior a (y totalizador de) el relato pero, a su vez, la ilusion referencial no es posible, dado que la
enunciacion dubitativa vuelve enigmatico el supuesto referente. Para Auerbach la representacion
pluripersonal de la conciencia se opone a la garantia de un narrador con su conocimiento de una
verdad objetiva, como una ultima y superior instancia, porque aparece “la intencion de aproximarse
a la realidad objetiva mediante muchas impresiones subjetivas de diversas personas (y en tiempos
diferentes)” (Auerbach 1950, 505).9
Segunda diferencia: la representacion pluripersonal de la conciencia se vincula con el
aflojamiento de la conexion entre los sucesos externos y los cambios de punto de vista que apuntan
al fracaso de cualquier pretendido efecto de clausura. Junto con la abundancia de monologo interior,
predominan, por sobre los sucesos externos, los episodios aislados y menores que desatan esos
procesos interiores. Se percibe asi

la tendencia a aferrarse a episodios pequenos, insignificantes, arbitrariamente elegidos [...] No


ocurren grandes cambios, virajes extremos de la vida, o catastrofes y, cuando ocurren, como en
la novela del faro, son mencionadas rapidamente, sin preparacion ni ilacion, de pasada y, como
si dijeramos, informativamente. (Auerbach 1950, 515)

Esto permite pensar que los escritores modernistas “han renunciado a representar la historia
de sus personajes con pretensiones de integridad exterior, con rigurosa observation de la sucesion
cronologica y haciendo hincapie en las vicisitudes externas importantes” (Auerbach 1950, 515). Mas
aun,

no tropezamos con uno o varios personajes cuyos destinos son perseguidos a la vez, ni tampoco
con un conjunto de acontecimientos entrelazados, sino que se agrupan sin conexion alguna
personajes varios o muchos sucesos fragmentarios, con el efecto de que el lector no puedatener
en sus manos, durante mucho tiempo, el hilo de los sucesos (Auerbach 1950, 514).

Por lo dicho, la frustration de la clausura narrativa, apoyada en la diversidad de voces, puntos


de vista contradictorios, la fragmentation, la imposibilidad de completitud en relacion a un curso
externo de acontecimientos y la prevention frente a la imposition de orden a lo relatado, se manifiesta
en el estilo modernista en su intencion de volver problematico el deseo de interpretation sintetica del
lector, exactamente el mismo deseo que White consideraba satisfecho por la narrativizacion de lo
real. Es asi como se hace plausible la calificacion de White del estilo modernista como una contra-
imagen verbal de la historia-narratividad.
Ahora bien, si se trata de pensar en una contra-imagen que apunte a frustrar el impulso o deseo
de completitud de sentido que satisfaria el discurso narrativizador, el estilo de la escritura genealogica
foucaulteana coincidiria con esa intervention critica tambien. La genealogia, segun Foucault, se
constituye en enemiga de la historia-narratividad al oponer la discontinuidad al efecto de continuidad
de los relatos historicos, desconfiando de toda nocion de progreso, linealidad o teleologia, enfatizando
lo accidental, la dispersion, lo casual, y negando que el initio de un proceso pueda ser pensado como
otra cosa que pudenda origo. La genealogia se constituye en una contra-imagen denunciando que
toda narration historica no es sino la imposition de una interpretation que se pretende suprahistorica,
presuponiendo una mirada desde un punto de apoyo por fiiera del tiempo. Contra esto, el genealogista
se apunta a disolver toda ilusion de identidad y constancia en la historia. Foucault no temera afirmar

9 Aqui Auerbach esta aclarando que no es exclusivo del estilo modernista el recurso de monologo interior o discurso
vivido, pero que el modo en que ese recurso es empleado lo diferencia de sus anteriores usos (por ejemplo, en lo que
denomina subjetivismo unipersonal).

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que nada en el hombre -ni siquiera su cuerpo- es lo suficientemente estable como para servir de base
para el autorreconocimiento o para entender a otros hombres. Aqui es donde reside mi interes de
comparacion. Si en el caso del debate sobre la representacion del holocausto el estilo modernista se
presenta como una estrategia estetica que asume una posicion etica de no fetichizacion ni clausura
del sentido de acontecimientos que aun son traumaticos para ciertas comunidades, la funcion critica
de la genealogia se presenta como una estrategia critico-politica de deslegitimacion de los supuestos
metafisicos de la narratividad para habilitar una historia del presente que haga posible la
desidentificacion respecto de lo que se nos presenta como lo que somos, lo que podemos hacer y lo
que podemos pensar. Ese impulso narrativizador que responde a un deseo de que la vida tenga un
pleno sentido es pensado desde el marco genealogico como productor de ese mismo deseo en tanto
modo de subjetivacion y, por tanto, de control o normalizacion.
Tengo en mente para esta lectura el uso, la influencia de la perspectiva foucaulteana en el
ambito del pensamiento feminista y posteriormente queer desde fines de los anos 80’s en adelante.
Particularmente pienso en el uso que de Foucault hacen Judith Butler y Joan Scott (Butler 1990, 1993,
1997; Butler y Scott 1992; Scott 1996, 1999, 2011). Justamente, pienso en ese contexto porque
considero que si White postula que un modo estilistico critico del discurso narrativizador se vuelve
necesario ante la resistencia de los acontecimientos limite del siglo XX a ser procesados mediante las
categorias y convenciones heredadas, en el contexto norteamericano del feminismo y la teoria queer
influenciados por Foucault, lo que se presenta como “resistiendose” a las categorias y convenciones
heredadas para asignarles significado ya no seran los acontecimientos sino los propios sujetos. Es
aqui donde encuentro otro modo de postular una resistencia a la narratividad relevante para pensar
una contra-imagen verbal de la historia.
Esta narratividad frente a la que se produce una resistencia consiste en una mirada de la
historia en virtud de la cual determinados relatos pretenderian solo describir ciertas identidades como
dadas o naturales. Esas identidades son los modos en que se habilitan sujetos, se los hace inteligibles,
en el mundo social. Pero sabemos ya con White, y tambien con Foucault, que esa descripcion de
identidades es una imposition y, por tanto, una legitimation/prescription de ciertos modos de
aparecer como sujetos. O al menos es esta perspectiva la que es asumida por la teoria feminista y
queer para pensar el sistema sexo-genero. Mas aun, la mirada genealogica no solo aporta un modo de
criticar esas identidades dadas por sentado en los relatos hegemonicos o naturalizados sobre la vida
social -recordemos que en el feminismo esa critica no apunto solamente a senalar como la mujer era
pensada como otro jerarquicamente inferior o invisibilizado desde una concepcion androcentrica de
la humanidad, sino tambien como la misma identidad de mujer reivindicada como visible, agente,
como sujeto de la historia, fue horada por la misma critica feminista en tanto se advierte el error de
haberla pensado inicialmente tambien como una identidad universal o esencial de “la mujer”. No solo
aporta eso, sino que ademas trae a la tematizacion de la relacion entre identidad e historia los
mecanismos de poder y cuerpo. Esa representacion pluripersonal de la conciencia que atacaba en el
estilo modernista la perspectiva de un narrador ausente -y por tanto producia el efecto de una relatarse
los sucesos desde ningun lugar (un punto de vista suprahistorico, diria Foucault)- en el contexto de
los debates teoricos feministas aparece como la necesidad de asumir el caracter situado, encarnado,
de nuestra pretension de conocimiento. No hay ojo de Dios que mira desde ningun lugar, porque
ademas de no haber metafisica o fundamentos, aparecen una miriada de cuerpos que disputan
perspectivas parciales y situadas.
Mi punto con este intento de comentario comparativo del modernismo literario y la genealogia
como contra imagenes verbales de la historia es postular que las reflexiones ultimas de White sobre
la escritura de la historia en y del siglo XX (que el mismo enmarca en la reflexion sobre la voz media
como perspectiva sobre la escritura en la cual se asume la precedencia del lenguaje a nosotrxs y la
autoafeccion del sujeto de escritura que en el escribirse se constituye contemporaneamente a su
escritura, que es sujeto al interior de la practica de escritura) pueden ser continuadas en una
intersection productiva con la influencia de Foucault en el feminismo en tanto conduce a una teoria
de la form ation del sujeto. Mencionando unas ideas generates que prefiero asumir como propias a

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endilgar especificamente a alguna autora en particular, esa teoria de la formacion del sujeto estaria
motivada o cercada por dos cuestiones que se siguen para mi de un estudio del debate narrativista en
filosofia de la historia: en primer lugar, la caida de la creencia en la narratividad, es decir, la critica
del modo de discurso narrativo como modo adecuado, neutro o legitimo para representar la
historicidad; en segundo lugar, la productividad critica de la genealogia como herramienta que horada
esa creencia en sus supuestos metafisicos tanto como en sus efectos normativos.10 Ahora bien, la
productividad de la genealogia atiende a la posibilidad de resistir, de deslegitimar las identidades que
inauguran sujetos viables en el mundo social, de ofrecer vias de des-identificacion como modo de
resistencia o agenciamiento. Pero la cuestion que queda pendiente en esta teoria de formacion del
sujeto es si su objetivo politico se limita a, como serialaba Foucault, ofrecernos la posibilidad de no
ser, no hacer y no pensar como somos, hacemos y pensamos, o si puede asumir el riesgo de producir
una concepcion propositiva de las identidades que conforman sujetos a partir de esa critica, en la
medida en que la produccion identitaria seguira sucediendo porque, como indica el mismo Foucault,
no hay un afuera del marco de poder en el que la resistencia tiene lugar. Las perspectivas criticas que
continuan la mirada genealogica de Foucault para deshacer la presentacion de las identidades como
fijas, naturales, dadas o universales reposan en la mostracion de la contingencia de todo sistema de
saber-poder como reconocimiento agenciador. Pero simultaneamente afirman la imposibilidad de ser
sujetos viables fuera de ese marco, por mas contingente que sea. El dilema de dar un paso mas alia
de la mostracion de la contingencia, de la postulacion del poder ya no ser lo que somos, seria afirmar,
decir, que podemos ser. Esto nos presenta un riesgo y un problema: el riesgo, que probablemente, esa
tarea propositiva no podria sino hacer reaparecer la sombra del discurso narrativizador y del deseo de
completitud que habiamos desterrado; el problema, ^como producir un relato sobre lo que lo que los
cuerpos pueden ser?

Bibliografia

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-------------- (2011), The Fantasy o f Feminist History, Durham & London, Duke University.

111Parto de Butler 2015, aunque no pueda desarrollarlo aqui por razones de espacio.

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P o n e n c ia s , S im p o s io s y M e s a s R e d o n d a s .

White, H. (1999): Figural Realism. Studies in the Mimesis Effect, Baltimore, The John
Hopkins University Press.

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M e s a r e d o n d a : La imagen-tiempo de la historia: entre la obra de arte, el archivo y el documento
C o o r d in a d o r a : Natalia Taccetta

Entre historias y archivos (audio)visuales.


Tensiones e intervalos alrededor de la infancia

Natalia Taccetta
UBA-CONICET

I. Griselda Pollock es una historiadora del arte de las mas radicales e influyentes del siglo XX.
Inscribiendose en una linea que intenta responder a la pregunta que Linda Nochlin formulo en 1971
- “^Por que no hubo grandes artistas mujeres?”-, repiensa el hacer de la historia del arte en funcion
del lugar de las mujeres en la disciplina y el modo en que las obras de arte hechas por mujeres han
sido sistematicamente obliteradas del canon o deformadas en relacion con ciertas ideas en torno a lo
femenino como categoria atemporal, relativa a la sensibilidad, la intuition y la intimidad. El objetivo
de Pollock consiste, entonces, en desnaturalizar, pensar motivos visuales menos convencionales y
reivindicar el lugar de las mujeres como sujetos de la mirada, productoras de arte y espectadoras a
partir de una nocion de diferencia ausente de la modernidad artistica a la que dedico parte de sus
primeros trabajos. En este marco se inscribe, precisamente, su propuesta de trazar nuevas colecciones
y reescrituras para explorar aristas y reflexiones imposibles de hacer de otro modo. En una clave que
se reconoce en la linea de Aby Warburg y que, por lo mismo, se inscribe en una suerte de reescritura
de la historia a la Walter Benjamin, Pollock plantea dos cosas: en primer lugar, pensar las obras de
arte como espacios para analizar la experiencia y los afectos; en segundo lugar, concebir al arte como
una disciplina con preceptos disputables, que reescriben de modo no-mitico consideraciones sobre la
mujer en el espacio publico. La busqueda de Pollock se centra en el motivo de la mujer, pensada
como espectadora, objeto representado y agente dentro del arte. En estas paginas intentaremos pensar
un motivo iconografico distinto -la infancia- en relacion con el cual explorar la potencia de algunas
consideraciones de la autora para proponer un archivo de infancia en dictadura.
El doble desafio de Pollock implica el gesto de la relectura como una operation historiografica
(como la que ella misma produce en clave feminista) y tambien el cuestionamiento a las cronologias
convencionales en la configuration de nuevos canones y colecciones. En este ultimo sentido, la
nocion de archivo -un concepto que irriga la teoria y la practica del arte desde hace al menos dos
decadas- constituye una herramienta fundamental para comprender la operation epistemica y politica
que se produce en la selection e intervention de las obras.
En lo que propone como un “museo virtual” en su libro Encuentros en el museo feminista
virtual (2010), Pollock indaga sobre el modo en que las mujeres se comprometen con las herencias
del arte occidental en relacion con la propia elaboration de su condicion femenina. Esta propuesta se
funda en asumir que la practica artistica constituye un espacio en el cual discutir y subvertir los
sentidos asignados desde el androcentrismo y la heterosexualidad obligatoria. El arte se comprende
como un entramado en donde se configuran caminos emancipatorios como en otros aspectos de la
vida social y politica, y el vector a partir del cual desvelar el sesgo androcentrico que ha tenido no
solo la teoria, sino tambien la practica.

II. “Archivo” es, como propone Andrea Giunta (Giunta 2010, 29-53), un concepto que penetra
en las practicas artisticas contemporaneas como uno de los rasgos mas sobresalientes. No se trata de
la sacralization de un conjunto, sino de la plataforma para la aparicion de posibles decibles, que
constituye un repositorio desde el que escribir las historias no-escritas. El archivo se conforma a
traves de las fisuras que permiten un acceso al pasado. Se caracteriza por la grieta, la cesura visible
entre presente y pasado, siempre amenazada con su desaparicion, pero que se conserva entre fugas
que preservan el acontecimiento. Georges Didi-Huberman considera que lo propio del archivo es ser
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horadado. Son precisamente los vacios entre los documentos los que problematizan incluso
dicotomias al habilitar el espacio rizomatico del intervalo.
En lo que Pollock denomina, por ejemplo, la “sala 1” de su museo virtual es posible partir de
“Las tres Gracias” de Antonio Canova de principios del siglo XIX para ir a fotografas contemporaneas
como Melanie Manchot o artistas plasticas como Jenny Saville a fin de problematizar las operaciones
marcadas por la heteronorma o la diferencia. Tal como concibe la “sala” virtual, Pollock propone una
nocion de documento o imagen de archivo que no es nunca un retrato tranquilizador; por el contrario,
se inscribe en una epoca para cuestionarla.
Es buscando tambien esta estrategia de lectura que en M al de archivo (1995) Jacques Derrida
insta a renovar el concepto de modo tal que de cuenta de su caracter construido y disputable siempre
en presente, de ser testimonio de “algo” difuso, a desentranar, en un movimiento cuyo tiempo es
estratificado y amenazado de modo inexorable por una potencia de destruction. Didi-Huberman parte
de la productividad de estos desplazamientos para asumir como premisa de construction de la historia
que su escritura se configura en torno a los intersticios y las conexiones labiles como los movimientos
culturales que definen -como principio etico- el derrotero de la figura del “dominado” o “el vencido”.
Estas reflexiones podrian plantearse en torno al documento de archivo en general. Pero la obra
de arte supone ademas un problema de legibilidad mayor. La imagen no estabiliza su sentido ni sus
usos: no se reduce a un significado ni ocupa un lugar en el espacio sin proyectarse sobre el tiempo.
Incorpora otra dimension en la que se distribuyen las relaciones de coexistencia y en la que las fiientes
del archivo conforman un artefacto que se propone compensar las ausencias de las historias
convencionales. En este sentido, Pollock se comporta como archivista insolente. Por un lado clasifica,
selecciona y conserva para describir; por el otro, vuelve disponible y desacraliza para quitar el peso
de la signatura canonica a fin de profanar las historias tradicionales y arrojar una mirada sobre los
vacios y los olvidos.
A la luz de estas operaciones, el archivo construido sobre estas intensidades -es decir, sobre
estas imagenes cuya energia configura una accion o habilita un sentimiento- constituye un
cuestionamiento a la historia a causa de su doble naturaleza: se trata de un repositorio real -aunque
sea virtual en la propuesta de Pollock (improbable -segun afirma- por las usuales politicas
curatoriales)-, es decir, una coleccion de obras que sobreviven a la clasificacion y la selection; y su
“olvido” constituye la trama de un acontecimiento -el de la obturation, el silenciamiento-, la
figuration de una serie de sucesos o un periodo. En una linea que sigue la estela de Aby Warburg y
Walter Benjamin, el archivo, entonces, pretende controlar una aprehension del tiempo a traves de una
operation soberana que es el montaje a traves del cual es posible deconstruir la historia para senalar
sus injusticias armando, en efecto, “salas” en las que es posible plantear viejos problemas desde
nuevas perspectivas y nuevas cuestiones sin temer a la impugnacion ni de la disciplina ni del canon.
Pollock lo hace volviendo “disponibles” las imagenes para ofrecer otros analisis especificos. Es
siguiendo este movimiento que es posible replantear esta idea de reescritura en el motivo
(iconografico) de la infancia. No porque la representacion de la infancia exija justicia, sino porque
pensar una coleccion de imagenes de infancia en dictadura permitiria revelar motivos y submotivos
que solo un entramado particular -el archivo- permite realizar.
La propuesta de Pollock propone una legibilidad politica de las imagenes en la que la
interruption y la discontinuidad hacen aparecer verdades -siempre provisorias- de cada “sala” del
museo virtual. Asi, configura un contra-archivo que valora la potencia de la imagen para asumir el
caracter performativo de toda apropiacion del pasado. En este movimiento, asume que las operaciones
de montaje constituyen modos de combatir estetico-politicamente las miradas convencionalizadas
sobre la historia del arte. De aqui su credibilidad, cuyo estatus es epistemologico en primer lugar y
etico en segundo. Por un lado, construye conocimiento; por otro, el conocimiento desvela relaciones
de poder o autoridad que signan el acceso a la information y los recursos que configuran la vida.
Es por eso que revisar el “Museo feminista virtual” de Pollock supone un trabajo con el
archivo y la coleccion. Archivo, pues la propuesta exhibe un principio arcontico y una logica de

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identificacion y clasificacion, la asignacion de un lugar y una propuesta de lectura; coleccion, en la


medida en que -como el historiador de Walter Benjamin- permite recoger los detritos de la historia
hegemonica para “salvarlos” y volverlos disponibles en nuevos entramados.
De acuerdo con la propuesta de Pollock, una obra exhibe su potencial politico cuando,
apareciendo en una red que la contiene, desvela las logicas de poder que la motivaron, poniendo en
cuestion las formas de lectura y significacion en funcion de un discurso social determinado, “cuando
problematiza y subvierte las forma en que un texto o sistema de significacion especifico operan dentro
de un orden social dado produciendo hegemoma u opresion” (Pollock 2010, 19).
Revisar la nocion de archivo a la luz de esta aspiracion de reescritura de la historia desde el
arte conlleva, ademas, el trazado de temporalidades que desvelan problematicas intergeneracionales,
que ponen de manifiesto rastros particulares de la dominacion. En las obras hechas por hijos e hijas
de desaparecidos, aparece la necesidad de exhibir la infancia como una produccion del horror, el dolor
y las consecuencias que no siempre aparecen en las historias mas conocidas, el rechazo a veces a
cualquier identificacion en la logica de la herencia, o simplemente acercamientos al pasado en claves
mas o menos distanciadas, melancolicas o experimentales.
En el archivo de Pollock, el tiempo cronologico es reemplazado por los ritmos de una
experiencia que se vive a la luz de las luchas por el reconocimiento (de la diferencia sexual). Este
enfasis es frecuente en la autora: con sus relecturas propone la inscripcion de la diferencia en la
historia y piensa un proceso de diferenciacion que haga justicia a la otredad (de las mujeres, en su
caso). Asi, se nos permite imaginar un dispositivo que “niegue" el orden social existente para producir
significados criticos, que experimenten con una practica abierta a la diferencia, es decir, a la
desestabilizacion de los significados que refieren a imaginarios sobre la infancia solo como pasiva y
sufriente, como enmudecida y fragil.

III. Produciendo un desplazamiento y solapando con otro motivo iconografico, podriamos


imaginar otro museo virtual a partir de la figura de la infancia; especificamente, de la infancia en
dictadura en relacion con la produccion artistica -cinematografica y plastica- de hijos e hijas de
desaparecidos. Este archivo estaria formado por una serie de dispositivos que desafian las cronologias
y las configuraciones normativas y hegemonicas del pasado reciente desde la transicion democratica.
Infancia clandestina (2011) de Benjamin Avila consolida con un sofisticado trabajo de animacion un
archivo en si mismo. En diversos tramos del film, las secuencias de mayor aridez dramatica estan
representadas por imagenes animadas superpuestas que, con gran rapidez, sintetizan la trama afectiva
que la estrategia ficcional de la pelicula quiere poner en funcionamiento. Por su parte, dos films de
Albertina Carri -la transitada Los rubios (2003) y la mas reciente Cuatreros (2016)- consolidan
estrategias que dan a este archivo virtual la potencia del trabajo sobre la infancia. En Los rubios, la
representacion con muflecos Playmobil pone en escena no solo el secuestro de los padres de la
cineasta, sino tambien las fantasias infantiles mas monstruosas y las estrategias ironicas de
presentacion del pasado mas sofisticadas; en Cuatreros, por su parte, la infancia queda enmarcada en
un infinito encadenamiento de preguntas que parecen responderse no con sus propios recuerdos del
pasado, sino con la referenda al propio hijo y la trama de maternidades que se teje alrededor de el.
Es asi como una hija -la misma cineasta- reclama vacios que multiplica en otro hijo -el propio. Las
imagenes monstruosas del pasado -de platos voladores y noches cerradas- se solapan con la escorzada
figura de un niflo saltando alegremente.
En E l (im)posible olvido (2016) de Andres Habegger, hay un evidente intento de encontrar un
punctum en el arcon de los recuerdos. Mas rigurosamente, que algo de un viejo cuaderno y unas
fotografias venga a punzar al cineasta en su intento -siempre orgullosamente vano- de recuerdo. Los
espacios y la memoria se solapan en este museo virtual con las imagenes mentadas y las mostradas
de los testimonios a partir de los cuales Virginia Croatto estructura su film La guarderia (2015) sobre
la infancia compartida en Cuba durante la contraofensiva de Montoneros. Finalmente, este museo
virtual se completa con algunas imagenes de la serie de Maria Giuffra de Los nihos del proceso. Alii

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se produce una suerte de traduccion de las paternidades fantasmales donde el propio recuerdo y el
propio relato se yuxtaponen con otros que son a veces parecidos, a veces vividos de modo
radicalmente opuestos. En todos los casos, la experiencia es apenas recordada.
Estos dispositivos -que funcionan como archivos- conformados por documentos propios y
ajenos, y de recuerdos inventados en muy variables poseen la virtud de generar la sensacion de acceso
o contacto con los hechos de los que dan cuenta. En efecto, tal como propone Jaimie Baron, “el pasado
parece volverse no solo cognoscible sino tambien perceptible en esas imagenes” (Baron 2014, 1).
Nos ofrecen una experiencia del pasado. De que experiencia se trata es la pregunta central, ademas
de que tipo de acceso posibilitan y de que modo habilitan afectos que, como Baron sugiere, son
“afectos de archivo”. El documento de archivo se comprende como una experiencia de recepcion mas
que como el indice de una locacion o domiciliacion. Se entiende, entonces, el desplazamiento que las
aproximaciones teoricas actuates producen desde el archivo como lugar o index al archivo como una
superficie en la que percibir.
El efecto de archivo es para Baron aquel que se produce o resulta evocado como un particular
tipo de consciencia en el espectador que, aunque nunca puede ser garantizada, conlleva el
reconocimiento de que el efecto se desplaza hasta un afecto que no permanece solo en el pasado, sino
que establece un vinculo emocional con el presente. Asi, el documento de archivo tiene menos que
ver con una reflexion sobre los hechos o el lugar que representa que con la experiencia que suscita en
su evocacion.
El afecto archivistico no se vincula solamente con la curiosidad de la imagen pasada, sino con
el modo en que se teje con la busqueda actual que irrumpe en una cronologia, busca producir
contrahistorias -y no solamente expandir el canon- que esten “basadas en practicas expandidas de
lectura y escritura que generen formas de diferenciacion de la estructura burguesa, despolitizada y
ahistorica que el discurso del canon representa” (Trafi-Prats 2010, 25).

IV. En su ejercicio, Pollock lee las obras de arte como textos en el sentido barthesiano, esto
es, como espacios no computables en el espacio y no atravesados por la logica de filiacion, nocion
cara a la idea de autor; como campos metodologicos donde se producen significados y afectos a traves
de producciones poeticas, signos y operaciones visuales. Como el museo feminista virtual, el archivo
de infancia en dictaura es la propuesta de un contra-archivo que traza una espacio-temporalidad por
fuera de las crono-normatividades.
El dispositivo-archivo desafia la presentacion convencional -la filmica incluso, por ejemplo-
haciendose eco tal vez de paradigmas archivisticos que no se vinculan con la ley sagrada de la
procedencia, sino con la ubicuidad de la discontinuidad. Como en el Atlas Mnemosyne de Warburg o
en Libro de los Pasajes de Benjamin, Pollock construye un archivo a traves de una logica que escapa
a la clasificacion museal. Como en Warburg, se superponen las formulas antiguas con las
Pathosformeln modernas. Como en Benjamin, el archivo se arma a partir del shock del montaje que
exige la disrupcion anti-catartica de la memoria como espectaculo.
La vocacion narrativa historiadora es de algun modo reemplazada por una necesidad de ver;
donde los recuerdos determinan una temporalidad, que no es la de la disciplina, sino la del historiador
que decide volver sobre sus pasos para re-examinar la historia y sus actores. El pasado, entonces, ya
no es un momento irrecuperable en el tiempo, sino un lugar de recuerdo donde la historia recomienza.
El aura en Benjamin y el intervalo en Warburg son los topoi donde cristalizan el espacio y el tiempo,
donde los momentos del pasado, presente y futuro se convierten en lugares de transito y habitacion
como en las salas del museo virtual cuya espacializacion inmaterial desvia la expectacion
produciendo extrarieza: la de la lectura, la vision y el pensamiento. Se conforma de este modo una
historia que, como la de Warburg, no se lee, sino que se mira; y que, como la de Benjamin, no dice
nada, solo expone retazos. Warburg le permite a Pollock detectar nuevas posibilidades para el
pensamiento, es decir, otro modo de enfrentar el limite de la experiencia del pensar y con ello

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“enfrentar la historicidad y la otredad, con consecuencias para la escritura e investigacion historica,


que permiten tambien [...] deconstruir el concepto de archivo” (Nava Murcia 2015, 76).
^Como pensar una epistemologia de estas diferencias? ^Como resolver la pugna entre
disciplina (artistica) y conocimiento? La construccion de archivos desafiantes -personales y politicos-
podria resultar un modo renovado de responder a la vieja pregunta sobre la representacion del horror
en Argentina. Mas especificamente, sobre la infancia como produccion del terrorismo de Estado.
Sobre la infancia sin palabra fundadora que encuentra, eventualmente, en el arte una superficie a
partir de la cual inscribirse politicamente; sobre la infancia plagada de huecos y olvidos, que figura
una fantasia de ciencia ficcion; sobre la adultez que se enfrenta a un pasado que no le pertenece nunca
del todo, como versiones de una historia incomprobable, cuya verdad esta en el la forma y plasticidad
de la imagen, la musicalidad del tiempo, la cadencia del montaje.
El archivo de Pollock pretende hacer justicia. El museo virtual de los “hijos” e “hijas”
instauran otros modos de hacer historia, de capturar al nino que esta solo, que tiene miedo, que se
sumerge en el desorden que queda en la casa revuelta por los militares, que ve como extraterrestres
le desaparecen a la familia, que fantasea figuras de autoridad que confirman que la captura de huellas
es tambien una invencion y que el arte es un terreno privilegiado para ordenarlas.

Bibliografia:
Baron, J. (2014), The Archive Effect. Found Footage and the Audiovisual Experience o f
History, Londres y Nueva York, Routledge.

Giunta. A. (2010), “Archivos” en Objetos mutantes. Sobre arte contemporaneo, Santiago de


Chile, Palinodia, pp. 29-53.

Nava Murcia, R. (2015), “La escritura, el signo y le juego de la diseminacion” en Deconstruir


el archivo: la historia, lahuella, la ceniza, Mexico, Universidad Iberoamericana, pp. 71-120.

Pollock, G. (2010), Encuentros en el museo feminista virtual, Madrid, Catedra.

Trafi-Prats, L. (2010), “Introduccion” en Pollock, G., Encuentros en el museo feminista


virtual, Madrid, Catedra, pp. 7-38.

Fotograma de Infancia clandestina (Benjamin Avila, 2011)

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Fotograma de E l (im)posible olvido (Andres Habegger, 2016)

Fotograma de Los rubios (Albertina Carri, 2003)

Fotograma de Cuatreros (Albertina Carri, 2016)

Fotograma de La guarderia (Virginia Croatto, 2015)

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f t

A
Muneca, nifio, niha, imagen de la serie Los ninos del proceso (Maria Giuffra, 2005)
Acrilico 60x140cm

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M esa r edo nda

D ebates en torno a M arx

COORDINADOR

A r ie l P e t r u c c e l l i

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M e s a r e d o n d a : Debates en torno a Marx
C o o r d in a d o r : Ariel Petruccelli

Tres concepciones marxistas de la historia y una polemica en torno a Robert


Brenner

Ariel Petruccelli
UNComa

En su interesante reconstruction panoramica de las polemicas entabladas en el mundo anglo


parlante en torno a la teoria marxista de la historia, Vivek Chibber concluye que el materialismo
historico, entendido como una teoria determinista tecnologica del desarrollo de las fuerzas
productivas, ha sido debilitado tanto -procurando defenderlo- que se ha tornado insostenible. Sin
embargo, a juicio de Chibber, de esos mismos debates emergeria una interpretacion marxista
alternativa sobre el curso historico, basada en la lucha de clases (Chibber 2011).
El presupuesto subyacente -y ampliamente compartido por otros estudiosos- es que existen
dos interpretaciones generates sobre la historia de raigambre marxista. Aquella que hace hincapie en
el desarrollo de las fuerzas productivas y encuentra su fundamento textual esencial en el famoso
Prefacio a la Contribucidn a la critica de la economiapolitica de 1859; y aquella que prioriza la lucha
de clases y se ampara en el famoso dictum del M anifesto Comunista: “la historia de la humanidad es
la historia de la lucha de clases”. La primera concepcion tuvo ilustres y tempranos defensores -como
Plejanov y Kautsky- pero fue sistematizada con todo rigor por Gerald Cohen en Teoria de la historia
de Karl Marx: una defensa\ la obra que, desde su aparicion, ha estado en el centro de las discusiones
marxistas en torno a la teoria de la historia. La segunda interpretacion, por el contrario, nunca fue
objeto de un desarrollo sistematico equiparable -hecho que por si mismo amerita alguna explicacion-
, aunque persistentemente rondo como la contra-cara del “objetivismo determinista tecnologico”, con
apelaciones muchas veces “subjetivistas” o “idealistas” en pos de conceder crucial importancia a la
accion politica.
Aqui sostendre, sin embargo, que no existen dos, sino tres, interpretaciones generates
marxistas sobre la historia. Al margen de la dicotomia entre primacia de las fuerzas productivas o
primacia de la lucha de clases, existe un tertium quid', la primacia de las relaciones de produccidn.
Todas estas perspectivas encuentran algun tipo de respaldo textual en la obra de Marx, y todas poseen
-en mayor o menor medida- defensores o sostenedores.

El materialismo historico canonico

La concepcion “tecnologica” del curso historico en clave marxista puede ser abordada
sucintamente. Fue expuesta por el propio Marx en el famoso texto de 1859, y es la teoria que aparece
expuesta en cualquier manual. Presupone la distincion entre una base y una superestructura. La base
es fundamentalmente economica e incluye a las fuerzas productivas y a las relaciones de produccion.
Las primeras son fundamentalmente, aunque no exclusivamente, la tecnologia disponible. Las
relaciones de produccion son relaciones de “propiedad” sobre la fuerza de trabajo, los medios de
produccion y el producto del trabajo. Las relaciones de produccion se organizan en terminos de modos
de produccion caracteristicos: feudal, esclavista, capitalista, etc. La superestructura, por su parte, es
juridico-politica e ideologica. En este modelo las fuerzas productivas actuan como principio motor:
tienden universalmente a crecer. Cuando este crecimiento sobrepasa determinado limite, las
relaciones de produccion en cuyo marco se habian desarrollados las fuerzas productivas hasta alii se
convierten en una traba para su crecimiento. Se produce asi un “choque” (o contradiction, como suele
decirse) entre las viejas relaciones de produccion y la necesidad perenne de crecimiento productivo;
lo que conduce a antagonismos que, a la corta o a la larga, habra de saldarse con el triunfo de nuevas
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relaciones de produccion, capaces de relanzar el desarrollo productivo aminorado o temporariamente


detenido. Mas tarde o mas temprano, la alteracion de las relaciones de produccion provocara cambios
en los sistemas juridicos y en las creencias sociales. Con este esquema general de fondo, se podia
postular un proceso evolutivo: modo de produccion asiatico - esclavismo - feudalismo - capitalismo
- comuni smo.
Expuesta de esta manera simple y cruda, esta concepcion puede ser facilmente rechazada. Sin
embargo, puede ser expuesta de una manera mucho mas sutil y sofisticada, como lo hiciera Gerald
Cohen. En otros lugares he sometido a un minucioso examen critico la reconstruction propuesta por
Cohen. Aqui quisiera hacer dos puntualizaciones que no siempre son tenidas suficientemente en
cuenta. La primera es que, aun en su forma mas simple, determinista y unilineal, cuando Marx expuso
esta concepcion del curso historico la misma resultaba un avance considerable en relacion a las
representaciones existentes: ya sea el unilateral positivismo de la historia politica, ya sea el idealismo
especulativo de raigambre hegeliana. Colocada en su contexto, una concepcion como la expuesta
tenia la enorme virtud de destacar la importancia de los procesos economicos en el curso historico,
asi como hacernos ver que todos los seres humanos -y no solo los grandes hombres- son agentes
productores de la sociedad y de la historia.
La segunda puntualizacion se relaciona con el arraigo de esta concepcion en los marxismos
militantes. Un arraigo, a mi juicio, debido a determinaciones politico-ideologicas, antes que
estrictamente teoricas. Marx mismo, en sus estudios especificos tanto como en una serie de tajantes
afirmaciones hacia el final de su vida, mostro lo poco que se atenia a esta vision, a la que llego a
rechazar explicitamente. Sin embargo, casi todos los marxismos militantes del siglo XX y finales del
siglo XIX se mostraron reacios a rechazar sin atenuantes que las fuerzas productivas y su desarrollo
son la clave de la historia; incluyendo aquellos que mas insistian en la accion politica y mas criticos
se mostraban del determinismo estructural: aunque sea en ultima instancia, la historia y su resultado
estaba dirigido por el desarrollo productivo. No es dificil hallar la razon de esto. La teoria del
desarrollo de las fuerzas productivas proporcionaba la certeza del triunfo final del socialismo. El
advenimiento de la nueva sociedad estaba garantizado por las leyes de la dialectica historica (asi se
lo creia), cuyo principio e indetenible motor es el crecimiento productivo. El socialismo, de tal cuenta,
era concebido como una inevitabilidad historica. Ciertas coyunturas, circunstancias y
acontecimientos podian acelerar o retardar, facilitar o dificultar, su triunfo. Pero en ultima instancia
el mismo estaba garantizado, al menos a largo plazo. Circunstancialmente las cosas podian
presentarse politicamente poco favorables, pero, por asi decirlo, los marxistas luchaban con el as de
espadas en la manga: a la larga no podian perder. Dicho esto, es necesario comprender la importancia
politica, subjetiva, incluso psicologica de esta concepcion. La militancia marxista, sobre todo la
militancia revolucionaria, implicaba usualmente grandes sacrificios, no pocos sufrimientos
(incluyendo la carcel y las torturas) y graves riesgos (incluso de vida). En tales condiciones, es
indispensable poseer convicciones sumamente fuertes. Bastantes mas fuertes, en todo caso, de las que
son necesarias en condiciones mas relajadas. Las personas no se exponen voluntariamente a correr
serios riesgos sin motivos profundos. Tampoco realizan voluntariamente sacrificios que otros
miembros de su sociedad consideran elevados sin darse cuenta, como por error. Al contrario: en todas
estas circunstancias son indispensables profundas convicciones. La repulsa a rechazar completamente
el determinismo por parte de muchos marxistas, pues, tuvo determ inates politicos, antes que
teoricos.
Con todo, y como muy bien muestra Chibber, el determinismo tecnologico, incluso en sus
versiones mas debiles es altamente vulnerable a la critica, y pocos son los marxistas que hoy en dia
estarian dispuestos a defenderlo.

Lucha de clases

Al margen de las antedichas razones politicas para negarse a tirar por la borda la teoria de la
primacia de las fuerzas productivas, desarrollar el marxismo como una pura teoria de la lucha de

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clases presentaba una serie de problemas estrictamente teoricos. Si el elemento clave para explicar y
comprender el curso historico fuera la lucha, entonces resulta dificil eludir dos consecuencias: la
“accidentalizacion” y la “subjetivacion” de la historia. Veamos por que. Si los procesos historicos
dependieran fundamentalmente de las victorias y derrotas en la lucha de clases, entonces resulta dificil
especificar un patron o pauta historica: los inciertos resultados de las luchas determinarian el curso
general. Esta conclusion no puede ser evitada argumentando que los resultados no son tan inciertos,
debido a que habria ciertas causas mas “profundas” que favorecerian a una u otra de las clases en
lucha, ya que, de ser asi, entonces la primacia de la lucha de clases no seria tal: habria otras causas
con mayor capacidad de influencia a largo plazo. Y si la marcha a largo plazo de la historia dependiera
del resultado no muy fuertemente condicionado por causas estructurales, entonces la astucia tactica
de los jefes, la moral de las masas y las perspectivas estrategicas de las fuerzas en pugna (todos
elementos mas “subjetivos” que “objetivos”, mas politicos que economicos, mas coyunturales que
estructurales) pasan a primer piano, con lo cual no habria muchas razones para denominar a una teoria
tal “materialismo historico”: pareceria ser, mas bien, una concepcion “idealista”. A esto hay que
sumar que una concepcion tal no puede dar cuenta de la dinamica de las sociedades no divididas o
estructuradas en clases sociales -las cuales han abarcado la mayor parte de la historia humana-, con
lo que se resiente la pretension del materialismo historico de ser una teoria de la historia, salvo que
se asuma la discutible distincion convencional entre historia y pre-historia (ausente por lo demas en
Marx). Todo esto explica muy bien por que, a diferencia de la interpretacion basada en la primacia
de las fuerzas productivas, la concepcion que prioriza la lucha de clases nunca fue objeto de una
exposicion mmimamente sistematica. Sin embargo, su “fantasma” rondo siempre en la tradicion
marxista, y cada vez que una exposicion sonaba demasiado determinista tecnologica, alguien se
encargaba de recordar que, despues de todo, la historia es la historia de la lucha de clases.

Tertium quid', la primacia de las relaciones de produccion

Existe, sin embargo, una interpretacion alternativa en la tradicion marxista. Una interpretacion
que encuentra sustento en E l Capital (o al menos en cierta lectura del mismo habilitada por el propio
Marx) y en muchos otros pasajes de la extensa obra de su autor. Se trata de la prioridad analitica
concedida a las relaciones de produccion. Sucede, sin embargo, que muchas veces no se aprecia que
la primacia de las relaciones de produccion no es lo mismo que la primacia de la lucha de clases, con
lo que es usual que se utilicen estos terminos como intercambiables. Chibber no es una excepcion. Y,
sin embargo, en modo alguno se trata de lo mismo. ^Por que?
En primer lugar, porque solo algunas sociedades humanas se hallan divididas en clases y, por
consiguiente, hay o puede haber dentro de ellas lucha de clases. En cambio toda sociedad humana
posee relaciones de produccion, entendidas como la totalidad de las relaciones de apropiacion (de
medios de produccion, fuerza de trabajo y medios de consumo) y de relaciones de trabajo.
En segundo lugar, porque las relaciones de clase son solo una -por mas importante que sea-
entre varias formas posibles de relaciones de produccion: hay o puede haber una division del trabajo
segun el genero, segun la etnia, etc. Incluso parte del Estado puede integrar el universo de las
relaciones de produccion, con lo cual deja de ser concebido como una institucion total y
completamente superestructural: el sistema fiscal o las empresas publicas son parte de la estructura
economica, de las relaciones de produccion.
En tercer lugar porque es perfectamente argumentable teoricamente y altamente observable
en terminos empiricos que las relaciones de produccion proporcionan las coordenadas objetivas sobre
las que se desarrolla la lucha de clases, con lo que su resultado -si bien posee un componente de
incertidumbre y en parte estara determinado por factores “subjetivos”- se halla muy fuertemente
determinado por los limites y las presiones que ejerce la estructura economica como tal. Es esta
estructura de relaciones -antes que las virtudes de los jefes, los accidentes imprevisibles o las
perspectivas estrategicas operantes en la lucha- lo que explica fundamentalmente el curso historico a
largo plazo.

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Por consiguiente, habria que distinguir muy bien a las relaciones de produccion de la lucha de
clases. Colocando el eje en las relaciones de produccion el resultado es una concepcion del curso
historico que -pudiendo conceder en determinadas circunstancias una gran importancia a elementos
politicos, subjetivos y/o contingentes- no es estrictamente “politica” ni “idealista”. Por el contrario,
es razonablemente materialista y concede prioridad a tendencias estructurales de largo plazo, con lo
que no es ni “subjetivista” ni accidentalista (aunque pueda reconocer la importancia de ciertos
accidentes en circunstancias excepcionales).

Lucha de clases o relaciones de produccion: polemica en torno a Brenner

Robert Brenner es indiscutiblemente uno de los mas importantes intelectuales marxistas


contemporaneos. Su obra ha generado una gran cantidad de polemicas, comenzando por el temprano
“debate Brenner” sobre la transicion al capitalismo (Aston y Philpin 1976). Y es habitual que se
considere a Brenner como un exponente de la primacia de la lucha de clases y, por consiguiente, que
se vea en sus tesis una forma de marxismo politico o “politicista” para el que las estructuras materiales
tendrian poca relevancia. Se trata de una lectura que juzgo equivocada.
La saga la inicio Guy Bois en 1976, cuando en su articulo “Contra la ortodoxia
neomalthusiana” afirmo que “el marxismo del profesor Brenner es un 'marxismo politico' como
reaccion a la ola de tendencias economicistas de la historiografia contemporanea”. A lo que agrego:

Esto lleva consigo una gran vision voluntarista de la historia en la que la lucha de clases esta
separada de todas las demas contingencias objetivas y, en primer lugar, de aquellas leyes de
desarrollo que pueden ser peculiares a un modo especifico de produccion. (Guy Bois 1976,
140).

Esta lectura, condenatoria en Bois, fue aceptada entusiastamente por Ellen Meiksins Wood.
La misma interpretacion de la obra de Brenner seria luego aceptada por Eduardo Sartelli, Paul
Blackledge y, mas recientemente aun, por Razmig Keucheyan (Sartelli 1998-1999, Blackledge 2008,
Keucheyan 2013). Y, sin embargo, considero que es una lectura equivocada. Al margen de algunas
ambivalencias terminologicas, una ponderacion atenta de los argumentos esgrimidos por Brenner a
lo largo de todas sus obras muestra bien a las claras que, si bien no desdena en absoluto la lucha de
clases, la misma es concebida siempre como muy fuertemente constrenida por las relaciones de
produccion vigentes. La clave explicativa, para Brenner, no es la lucha de clases sino la estructura de
las relaciones de produccion. De hecho, aunque hasta donde conozco Robert Brenner nunca
desarrollo una critica explicita a las interpretaciones que le adjudican a el una cierta primacia de la
lucha de clases (acaso porque siguiendo una dilatada tradicion el mismo no distinguio claramente, en
terminos teoricos, “lucha de clases” de “relacionas de produccion”), una lectura atenta del conjunto
de su obra muestra que el peso explicativo se halla en las relaciones de produccion, y que
sistematicamente critico a autores a los que (hayan o no empleado el termino) razonablemente les
podemos imputar una teoria basada en la primacia de la lucha de clases.

En su merecidamente celebre articulo «Estructura de clases agraria y desarrollo industrial en


la Europa preindustrial)), Brenner sometio a critica las concepciones mercantilistas y demografistas
del cambio economico. Su hipotesis fundamental es la siguiente:

... las «relaciones de propiedad» o de ((extraction del excedente», una vez establecidas, tienden
a imponer posibilidades y limites estrictos, verdaderos modelos de larga duration del desarrollo
economico de una sociedad. Por otra parte, pretendo argumentar que las estructuras de clase
tienen una gran propension a la elasticidad a causa del impacto de las fuerzas economicas,
puesto que por regia general no estan determinadas, ni tampoco sufren alteration alguna, por
cambios en los comportamientos demograficos y/o comerciales. Por consiguiente, puede

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deducirse que los cambios economicos de larga duracion, y mas especialmente el crecimiento
economico, no pueden analizarse convenientemente en funcion del surgimiento de cualquier
constelacion definida de «factores relativamente escasos», a menos que las relaciones de clase
hayan sido previamente especificadas; claro esta, que los hechos opuestos pueden conducir al
impacto de condiciones economicas aparentemente similares. En resumen, para comprender en
su conjunto el desarrollo economico a largo plazo, el crecimiento y/o el atraso del periodo que
vamos a estudiar, creemos necesario analizar el proceso relativamente autonomo que origina
estructuras de clase concretas, en especial las relaciones de propiedad o de extraccion del
excedente, y de forma mas precisa los conflictos de clase que se originan (o no) en el seno de
dichas estructuras. (Brenner 1976 a, 23-24).

En el argumento de Brenner la primacia es otorgada a la estructura de clases, vale decir, a las


relaciones de produccion. La lucha de clases, pues, no opera en un vacio y “separada de las
contingencias objetivas” (como dice Bois), sino dentro de un marco estructural. Segun Brenner, en
distintos lugares de Europa la lucha de clases arrojo diferentes resultados, pero todos fueron
consecuencia de procesos seculares, no de accidentes fortuitos. Por ejemplo escribio:

... la estructura de clases servil o feudal ofrecio modelos de desarrollo limitado, ocasiono crisis
predecibles y sobre todo produjo el estallido del conflicto de clases latente. La duda surge
cuando uno compara el caracter y los resultados de estos conflictos: diferentes segun las
regiones. Esto no significa que tales resultados fueran incongruentes, sino que es preciso
vincularlos con modelos historicamente especificos del desarrollo de los conflictos de clases
agrarias, asi como con el grado de asimilacion en las diferentes sociedades europeas: su nivel
de solidaridad interna, su autoconciencia y organizacion y recursos politicos generates,
especialmente su relacion con las clases no agrarias ... y con el Estado, especialmente si este
actuaba o no como un competidor de clase frente a los sefiores feudales en lo referente a la
extraccion del excedente campesino. (Brenner 1976 a, 52).

En un articulo posterior fue aun mas explicito. Recapitulando sinteticamente su posicion,


afirmaba: “yo defendia la importancia de definir y analizar sistematicamente los procesos seculares
divergentes de form ation de clase, especificos de varias regiones europeas en la epoca feudal”.
Brenner 1988 b, 256). No se trata pues de atribuir a la lucha politica una capacidad incondicionada,
ni tampoco de concebir el proceso historico como sustancialmente accidental. El acento esta puesto
en procesos seculares de formacion de clases, vale decir, en las relaciones de produccion.

Para que la etiqueta de “marxismo politico” le sea justamente endilgada habria que probar que
para Brenner los resultados de las luchas constituyen no solamente la clave explicativa, sino tambien
que los mismos dependen primordialmente de factores politicos. Ejemplos tipicos y extremos de
“politicismo” pueden ser hallados en algunos analisis marxistas partidarios: por caso cuando se
atribuye el resultado (incluso a largo plazo) de la lucha de clases a traiciones de los dirigentes, errores
politicos o aciertos tacticos. Esta primacia de la lucha de clases puede ser hallada tambien en obras
academicas. Michael Hardt y Antonio Negri, por citar una obra relevante, han explicado el desarrollo
tecnologico bajo el capitalismo y la crisis del keynesianismo como esencialmente un sub-producto de
la lucha de clases. La llamada “escuela de la regulation” posee tambien un enfoque que, en el fondo,
podriamos considerar como sustentado en una concepcion de la historia “politica” que concede
primacia a la lucha (o a la conciliation) de clases. Pasajes como los siguientes de Negri y Hardt
atestiguan fehacientemente lo que apuntamos:

El poder del proletariado le impone limites al capital y no solo determina las crisis sino que
tambien dicta los terminos y naturaleza de la transformation. El proletariado realmente inventa

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las formas sociales y productivas que el capital se vera forzado a adoptar en el futuro. (Hardt y
Negri 2000, 236).

Los mecanismos Keynesianos y seudo-imperialistas de Bretton Woods entraron eventualmente


en crisis cuando la continuidad de las luchas de los trabajadores en los Estados Unidos, Europa
y Japon elevaron los costos de la estabilizacion y el reformismo, y cuando las luchas
anticapitalistas y antiimperialistas en los paises subordinados comenzaron a socavar la
extraccion de superganancias. (Hardt y Negri 2000, 234).

No es esta, sin embargo, la concepcion de Brenner, para quien el desarrollo tecnologico bajo
el capitalismo es el resultado directo de la puja competitiva entre capitales a la que los empuja la
estructura misma de las relaciones de produccion, antes que la lucha de los obreros contra el capital
(como proponen Negri y Hardt). Desde la optica brenneriana:

la accion de los trabajadores puede ciertamente reducir la rentabilidad en lugares especificos


pero por regia general no puede producir una crisis porque no puede provocar una disminucion
de la rentabilidad espacialmente generalizada (que abarque todo el sistema) y temporalmente
extensa”. (Brenner 1999, 36).

A lo que agrega:

El hecho de que ninguna de las economias capitalistas avanzadas fuera capaz de escapar de la
larga fase descendente es una realidad digna de ser evocada. Ni siquiera las economias mas
debiles con los mas fuertes movimientos obreros, como Gran Bretarta, ni las economias mas
fuertes con los mas debiles movimientos obreros, como Japon, permanecieron inmunes. 6Es
plausible que la explicacion de la fase descendente sea que los trabajadores de todas partes
acumularon suficiente poder como para restringir las utilidades? (Brenner 1999, 37).

En el mismo sentido va su profunda y extensa critica a la escuela de la regulacion, para la cual


una serie de instituciones (el llamado modo de regulacion) que serian el resultado de un acuerdo entre
las clases (mas que de la lucha entre las mismas) serian capaces de imponer una serie de pautas de
desarrollo con independencia de las relaciones de propiedad. Criticamente Brenner apunta:

en la medida en que los regulacionistas aluden a los efectos de un conjunto especifico de


instituciones capitalistas para explicar como pudo frenar el modo competitivo de regulacion el
crecimiento de las fuerzas productivas estructurando un modelo de acumulacion
predominantemente extensiva -y por que fue necesaria la regulacion monopolista para
posibilitar una acumulacion intensiva estable-, sus argumentos estan viciados precisamente por
su olvido sistematico de los efectos dominantes desplegados en la estructura generica de las
relaciones sociales de propiedad capitalistas, y en especial de la constriccion competitiva que
le es inherente. (Brenner y Glick 1991, 77).

Ejemplos de este tenor se podrian multiplicar con facilidad en las paginas de los textos citados.
Elios son muestra cabal de que el eje analitico de Brenner son las relaciones de produccion (o de
propiedad), antes que la lucha de clases. Conclusion a la que tambien se arriba luego de la lectura de
la ultima de sus grandes obras de historia, Mercaderesy revolution, en la que Brenner restablece una
interpretation social (basada en la estructura de clases) de la revolucion inglesa, diferente y mas
sofisticada que la interpretacion social tradicional (marxista y no marxista), pero desarrollada en
contrapunto con el revisionismo que habia insistido en el caracter fuertemente accidental -basado en
componentes politicos y religiosos- del proceso revolucionario. (Brenner 2013).

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El enfoque de Brenner, dicho sea para concluir, ademas de no convalidar una altamente
subjetivista perspectiva de la primacia de la lucha de clases, proporciona una adecuado marco
materialista de inteleccion historica basado en la primacia de las relaciones de produccion. Permite a
mi juicio comprender el curso contemporaneo y, ademas, proporciona claves para explicar la presente
impotencia de las clases explotadas ante el desarrollo socialmente catastrofico del capital. El
indispensable pensamiento estrategico sobre la lucha de clases que todo marxismo comprometido
politicamente deberia esforzarse por desarrollar, no puede basarse en mitologias autocomplacientes.

Bibliografia citada:

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Sartelli, E. (1998/99), “Las fuerzas productivas como marco de necesidad y posibilidad. En
torno a las tesis de Gerald Cohen y Robert Brenner”, Buenos Aires, Herramienta.

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M e s a R e d o n d a : Debates en torno a Marx.
Co o r d in a d o r : Ariel Petruccelli

Psicoanalisis y marxismo hoy: entre-tiempos de la abstraccion social

Omar Acha
CONICET-UBA

1.
Agradezco al comite organizador la invitacion para compartir algunas ideas en torno a un
problema de actualidad, o mas bien un problema para la actualidad. Mi intervention en estas Jornadas
versa sobre la presencia (es decir, cual es su “presente”) del marxismo en el escenario intelectual y
conceptual contemporaneo. Adelante en estas palabras el argumento de un libro de proxima
publication.
Asumo que las circunstancias del discurso que desarrollare son historicamente particulares.
No pueden sustraerse a la clausura del siglo XX con una derrota generalizada de las politicas de
izquierda y, dentro de ella, de un derrumbe del lugar del marxismo entre los repertorios de los
instrumentos conceptuales de la politica anticapitalista. Es lo que usualmente se denomina la “crisis
del marxismo”, cuyos alcances no es sencillo calibrar. En todo caso, esa es una condicion de la
pregunta por la condicion contemporanea de la relacion viable entre una reconstruction del marxismo
en el seno de la teoria critica y el psicoanalisis teorico.
Al nombrar el psicoanalisis las dificultades se incrementan tambien por ese aspecto de la
cuestion. En primer lugar porque el propio psicoanalisis se hallan en una propia configuration
sociocultural y economica donde su position en el tratamiento de las afecciones del cuerpo estan
severamente cuestionadas por la decadencia de la productividad teorica de la tradicion inaugurada
por Sigmund Freud y por la emergencia de las pastillas de la felicidad dentro del consumo de la
sociedad capitalista avanzada. En efecto, a la vez que no detectamos una recomposition de la
problematica psicoanalitica desde la muerte de Jacques Lacan, la oferta de alternativas quimico-
farmacologicas desplazan la relevancia del psicoanalisis practico, lo que involucra efectos en lo
teorico.

2.
Con todo, el tema “marxismo y psicoanalisis” eleva las dificultades al cubo. Porque a las crisis
del marxismo y el psicoanalisis anade la practica desaparicion de su conexion mas perdurable que fue
la identificada con el marxismo freudiano o freudomarxismo. Tal como acontecio con otras
interrelaciones del marxismo y el psicoanalisis, como el positivismo marxista
segundointernacionalista o la critica literaria freudiana en el segundo, el freudomarxismo fue un
artefacto especifico, caracterizado por una operation legitima de constitution de un objeto propio de
analisis y por una expectativa practica de derivaciones concretas. En otras palabras, fue otra cosa que
una yuxtaposicion arbitraria.
Ese proyecto nacido en la estela de la revolution rusa de 1917, que coincidente con la crisis
de las ideologias occidentalistas generadas por la Gran Guerra que concluye en 1918, y el nacimiento
de los fascismos, comenzo a clausurarse desde 1970. El agotamiento del programa critico del
marxismo freudiano tuvo un contexto decisivo: el del fracaso de la idea de una “revolution sexual”.
Esto es, la confianza en que una vida sexual mas “libre” y “multiple” conduce a la generation de
individuos revolucionarios, antisistemicos, hereticos ante la represion estimulada por la primacia de
la familia tradicional burguesa. Las diversas formulaciones del freudomarxismo coincidian en
destacar el monto de represion de la sexualidad exigida por la familia nuclear y patriarcal de las
sociedades industriales. Hacia fines de la decada de 1960 los resultados radicales de una modification

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de las costumbres sexuales de la segunda postguerra revelaban que la hipotesis sobre la efectividad
antisistemica de otro ejercicio de la sexualidad era inadecuada.
Por otra parte, la concepcion “hidraulica” de la libido tendio a ser esencializada como una
fluencia presocial, una idea que no esta presente de ese modo en Freud, al sustraerla de lo social y de
lo historico creo un objeto de sencilla impugnacion en los aflos en que el ambiente intelectual estaba
fuertemente inclinado a las explicaciones estructuralistas. La filosofia social del psicoanalisis y del
freudomarxismo se revelo pronto incapaz de soportar la presion critica del antihumanismo. La
impugnacion foucaultiana de la hipotesis represiva y la propuesta de otra via para conectar la teoria
del sujeto con la apertura de la contingencia, esclarecio conceptualmente un agotamiento del vinculo
entre marxismo y psicoanalisis que todavia no ha sido recompuesto.
Desde luego, este diagnostico se podria cuestionar desde el surgimiento de una conexion entre
el marxismo (y en parte del postmarxismo que emerge de una autocritica en el seno del propio
marxismo) y el psicoanalisis lacaniano. Es evidente que el analisis lacaniano no agota los esfuerzos
por dinamizar el psicoanalisis en una deriva distinta, como en Cornelius Castoriadis. ^Hallamos en
sus escritos, o en los de Felix Guattari, una opcion convincente al analisis “estructuralista” de Lacan?
Estimo que en ambos casos, sea en la teoria de lo imaginario como en la nocion de un inconsciente
maquinico nos hallamos antes recomposiciones de la misma concepcion de una fuerza presistemica
que involuntariamente cuestiona la reproduccion de lo mismo. Ese esencialismo diferencialista no se
separa de las concepciones centrales del freudomarxismo ni elude, en mi opinion, sus dificultades.
Esas perspectivas permanecieron datadas en sus enunciaciones, sin eficacias mayores en las decadas
subsiguientes. Como en lo que dire sobre el freudomarxismo mas adelante, tales investigaciones son
canteras de trabajo futuro por desarrollar.

3.
La objecion principal respecto del marxismo lacaniano, cuyos origenes teoricos pueden ser
rastreados hasta el articulo althusseriano de 1964, “Freud y Lacan”, consiste en que define una
relacion de paralelismo entre el marxismo y el psicoanalisis. Esto no significa que ese marxismo
lacaniano no desarrolle una respuesta significativa a la impugnacion foucaultiana de la “hipotesis
represiva” caracteristica del freudomarxismo. En efecto, Althusser capta adecuadamente que el deseo
en Lacan no es una fuerza presocial atenazada por el edipismo burgues, sino la eficacia involuntaria
de las identificaciones que una logica objetiva del significante opera produciendo al sujeto de deseo.
Lacan esclarece que el sujeto no se constituye como victima de la represion sino gracias las
incertidumbres de la misma. No es dificil percibir hasta que punto la teoria lacaniana, si podemos
denominarla asi, se torna inmune a la critica genealogica de Foucault. Sin embargo, el paralelismo
entre la nocion plusvalor y el plus de goce en que se configura la dimension deseante del sujeto del
psicoanalisis nunca es plenamente elaborado por Lacan. Su desarrollo mayor reside en la teoria de
los discursos.
Las dificultades provienen entonces de los dos terminos en interaccion en la problematica
“marxismo y psicoanalisis”. Esas dificultades conciernen a cada uno de los ambitos conceptuales y
en lo emergente en la conjuncion. Voy a abordar de manera concisa una reconstruction de las
reinterpretaciones del marxismo y del psicoanalisis.

4.
Comienzo por el marxismo. Una esquematica revision de la literatura marxista seria inviable,
incluso si la limitamos a las versiones mas conocidas. Me restrinjo entonces a una delimitation de la
lectura general de la que pienso es crucial destacar el entendimiento propuesto mas abajo. Me refiero
al “materialismo historico” forjado despues del fallecimiento de Marx, entre otros por Franz Mehring
y Friedrich Engels, quienes situaron el pensamiento marxiano en el fundamento de una teoria general
y transhistorica de las transformaciones historicas, en cuyo contexto ubican las investigaciones sobre
la sociedad capitalista. Ese materialismo sigue las lineas atribuidas a la filosofia especulativa de la
historia desarrollada a lo largo de los siglos 17 y 18: (1) detecta una historia universal como conjunto

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unico [la historia de las sociedades]; (2) destaca un principio movil comun a todas sus fases [el
desarrollo de las fuerzas productivas y/o la lucha de clases]; (3) define un sentido general [la
complejizacion creciente y la exacerbacion de las contradicciones]; (4) establece un sentido de la
historia [el desenlace comunista en la sucesion de los modos de produccion],
Existen textos marxianos que avalan leerlo como un teorico general de la historia. Es lo que
se lee en el “Manuscrito Feuerbach” incorporado por David Riazanov a La ideologia alemana, en
pasajes de La mi seria de la filosofia y por supuesto en E l manifesto comunista. Ahora bien, al
respecto adhiero a la tesis de Jose Sazbon segun la cual la “primera crisis del marxismo” advenida
con posterioridad a la derrota del movimiento revolucionario europeo de 1848. Segun Sazbon, Marx
reemprende sus investigaciones, ya exiliado en Londres. Me interesa enfatizar en ese reinicio del
trabajo, cuyos resultados primeros de gran extension son los cuadernos de trabajo de 1857-1858
conocidos como Grundrisse, el abandono del proyecto juvenil de oponer a la filosofia idealista de la
historia una “inversion” materialista que conserva, sin embargo, la estructura general del planteo.
Esto es, que donde se encontraba el Espiritu constituyendose a lo largo del transito entre los pueblos
historico-mundiales, se halla la contradiccion social entre el desarrollo de las fuerzas productivas y
las relaciones de propiedad o de produccion, las que proveen los terminos de una historia universal
realmente universalizada en la concrecion revolucionaria del comunismo. En el esfiierzo por
desplazarse del ambito de la filosofia en que de acuerdo a Engels y Marx continuaba prisionera la
“critica critica” de la nueva generacion intelectual posthegeliana, los autores del texto preservaban la
estructura argumentativa donde lo espiritual era sustituido por lo material.
Todavia en 1857 Marx se encuentra distanciado de los planteos filosoficos, cuyo horizonte
teorico continua identificado, para el, con Hegel. En los Grundrisse no emprende una elaboracion
conceptual de rango filosofico. Su trabajo es critico-negativo: procede de una lectura de los textos de
la “economia politica”. No supone principios o fundamentos creados teorica o politicamente. Los
extrae de los desarrollos y contradicciones habitantes en los discursos de la economia politica como
territorio intelectual en el que la sociedad burguesa atisba sus elementos decisivos y donde la
identificacion de los limites ideologicos habilita construir conceptos reveladores de la condicion y
posibilidad del modo capitalista de produccion. Pero es la relectura de la Ciencia de la logica
hegeliana, la que conduce a Marx a profundizar las dimensiones formales en los conceptos
descubiertos dentro de las discursividades de la economia politica. En ese retorno a la realidad del
concepto, Marx comienza a construir un conjunto heterogeneo de conceptos que despliegan un
peculiar “sistema” que conduce a identificar seis grandes topicos interrelacionados: el capital, la renta
de la tierra, la fuerza de trabajo, el Estado, el comercio mundial y el mercado mundial. Afirmo el
caracter sistematico de la investigacion, luego solo en parte desarrollada por Marx, pues desde su
punto de vista todas ellas poseen una logica de derivacion. Las conexiones entre los grandes terminos
de la indagacion no son “historicos”. Sin embargo, revelan el despliegue de una logica contradictoria
presente en el capital como sujeto, esto es, como una interrelacion dinamica en despliegue.
Sucede como si la idea hegeliana se hubiera concretado historicamente como espiritu
universal autoconsciente y absoluto, esto es, incondicionado, en la figura historicamente singular del
capital. La eficacia de esa logica es estudiada por Marx en profundidad a proposito del capital, pero
no es claro que ese “sujeto” no lo sea sino el que emerge en los textos producidos en los escritos
analizados de la economia politica. Los diferentes ambitos de realidad del sistema capitalista,
diferenciados en los seis tramos de la investigacion hace poco senalados, remite sin embargo a un
mismo sistema de dominacion y de contradiccion.

5.
El pensamiento critica de Marx carece entonces de un fundamento, sea el desarrollo de las
fuerzas productivas, el conflicto de clases o las relaciones sociales de produccion. El alcance efectivo
de una logica historica esta delimitado a la sociedad capitalista. Indudablemente, la definicion de un
programa de investigaciones critico no puede siquiera ser enunciable sin el uso de categorias o
alcances conceptuales transhistoricos. Marx, que se mantiene incolume en su resistencia a hallar una

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definicion aprioristica de lo transhistorico, se ampara en lo historico en el pensamiento critico-


negativo. Estimo que esa ausencia teorica facilito la interpretacion posterior del “materialismo
historico”.
Pero tambien impidio al propio Marx definir de una manera mas precisa esa logica historica
que configura una sociedad como sujeto, la sociedad capitalista. Esa sociedad no descansa en una
materialidad social a la que corresponderian formaciones derivativas, sean las politicas, religiosas,
juridicas o ideologicas. No hay una escision ontologica entre una base material “mas real” y una
superestructura “menos real” generada por las contradicciones inherentes a la base.
Entiendo que la nocion de abstraccion social captura adecuadamente el descubrimiento
conceptual y material de los textos marxianos posteriores a 1850. Desde luego, mi propuesta
reinterpretativa dialoga con la nocion propuesta hace siete decadas por Alfred Sohn-Rethel, la
“abstraccion real”. Lo que Sohn-Rethel se esfuerza por representar con la abstraccion real es la
generacion de las categorias del pensamiento como participes de una plasmacion concreta en la
experiencia cotidiana regida por la “forma mercancia”, gracias a la eficacia de la universalizacion del
intercambio mediado dinerariamente. Las categorias universales y ahistoricas de la filosofia
trascendental kantiana son en verdad las expresiones formales de objetos historicamente mediados en
la sociedad burguesa. La abstraccion real supera las escisiones propias de la filosofia trascendental
(sujeto/objeto, fenomeno/noumeno, representacion/cosa, etc.) al remitir su genealogia a una logica de
dominacion social. El concepto de abstraccion social posee dos rasgos que lo distinguen del concepto
emparentado forjado por Sohn-Rethel. En primer lugar no se dirige a revelar las deudas historicas de
la abstraccion solo en el piano de la epistemologia, sino de la experiencia social como tal. En segundo
lugar, al extenderse a lo social revela las restricciones historicas de su validez como concepto critico:
mientras la abstraccion de Sohn-Rethel, al explicarse por la generalizacion del intercambio mercantil
se prolongaba en los ambitos historicos donde existe la moneda, la abstraccion social es exclusiva de
la sociedad capitalista. Por otra parte, la abstraccion social no es una potencia solo inhibidora de
capacidades humanas. Es sobre todo, en tanto principio constitutivo en lo material e ideal, la
precondicion de toda posibilidad emancipatoria. La abstraccion domina pero tambien libera. Ella
misma no conduce a una auto-resolucion de sus contradicciones ni de las heterogeneidades de la
experiencia propias de la sociedad capitalista constituida como mercado mundial.
El caracter incondicionado de la abstraccion social no la representa como una funcion
infalible. Como termino central de una teoria social de la sociedad capitalista, la abstraccion social
clausura con un argumento historico-conceptual la fractura moderna sujeto/objeto.
El “todo” (capitalista) ha incorporado al mundo a traves de la conquista del mismo en
un “modo de produccion” que genera mercancias y subjetividades, relaciones y crisis. La
fenomenologia de la abstraccion social es a la vez de una riqueza descriptiva extraordinaria y una
simplicidad mediadora inedita. El modelo explicativo de base economico-social y superestructura
politico-juridica-ideologica pierde sentido. Ningun aspecto de lo existente es “mas real” que otro.
Todas las dimensiones de la realidad social capitalista poseen el mismo principio de mediacion -el
ser producidas con vistas a la valorizacion del capital- de alcance historico preciso.
La afirmacion de un viraje en el pensamiento de Marx hacia 1850 no impone un corte
arbitrario a la continuidad de algunas nociones caras a su formacion intelectual. Asi las cosas, todavia
Marx piensa de manera un tanto confusa su definicion de la abstraccion social como una inversion de
la abstraccion idealista hegeliana, dejando irresuelta su “logica”. Ademas, la efectividad de una
abstraccion que es mas que una operacion intelectual, pues tiene efectos en el todo global del
movimiento masivo del mercado mundial, es concebida como una dinamica “enajenada”. Esa
Entfremdung ya no es ciertamente ni la hegeliana de la objetivacion como paso en la automediacion
del espiritu, ni la inversion feuerbachiana que hace a la naturaleza humana subordinarse a sus
creaciones ideales.
La relectura de la enajenacion en el marco de la abstraccion social es la condicion teorica de
posibilidad de un replanteo del lazo critico entre marxismo y psicoanalisis. En efecto, la enajenacion
posibilitadora y creativa de la abstraccion social es eficiente en el piano economico como en el

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politico y en el etico, en los grandes grupos sociales y en la interioridad yoico-individual. Regresare


en breve al tema.

6.
Es tiempo de introducir que lectura del psicoanalisis es viable para una reconexion en el
proyecto del vinculo marxismo y psicoanalisis. Lo desarrollado a proposito de la abstraccion social
marxista guia la busqueda conceptual en el horizonte teorico-practico fundado por Freud. Lo
inconsciente freudiano es una potencia enajenada e interior a la constitucion del sujeto deseante, es
tambien individual y social, ademas de situarse historicamente. El psicoanalisis no podria ser una
teoria social general aplicable (por caso a proposito del conflicto edipico) en cualquier formacion
social en la que habiten individuos relacionables a una formacion yoica, con todas las flexibilidades
que podamos reconocer en ella. Como el marxismo, el psicoanalisis teorico posee un lugar especifico
en la sociedad capitalista. Sin embargo, en contraste con Marx, Freud establece una coexistencia de
temporalidades interhumanas irreductibles a la era moderna o postmoderna. Una manera adecuada de
concebir a la eficacia “enajenada” de lo inconsciente consiste justamente en establecer la colision
entre una temporalidad individual-biografica y una temporalidad simbolica remitente a la historia de
la formacion de la cultura humana. Si bien la pulsion freudiana no puede ser confundida con las
funciones genitales ni con el ejercicio de una sexualidad regida por instintos, las eficacias de la
corporalidad humana, o mas precisamente, su constitucion en ambitos sociales a lo largo de milenios,
repercute en la tramitacion del deseo sexual en contextos historicos especificos, en formas de
“alianza” y relaciones intergeneracionales particulares. Algo similar ocurre con la decisiva
importancia del lenguaje en la estructuration de las formaciones inconscientes, en la constitucion de
las figuras social-individuales que interrogan al “ser” del sujeto. El lenguaje tiene tambien historias,
temporalidades, que no comenzaron con la sociedad capitalista ni concluiran con la modernidad del
capital.
El psicoanalisis es, desde el punto de vista teorico, una conceptualizacion de la experiencia
alienada del sujeto respecto de las matrices simbolicas e imaginarias en que se dirime su subjetividad
deseante. Es claro que el lacanismo hizo un enorme servicio a una lectura del psicoanalisis apto para
una reconexion con el marxismo de la abstraccion social: desarrollo un retorno de Freud segun el cual
el significante (es decir la materialidad de las huellas social y subjetivamente significativas) funciona
en una logica objetiva condicionante de la deriva subjetiva. La calculabilidad del sujeto psicoanalitico
lacaniano remite entonces mas alia de cualquier esencialismo o humanismo que debe ser emancipado
para reconquistar sus potencias mutiladas. El sujeto psicoanalitico es tambien un sujeto de la
abstraccion. 6Pero de la abstraccion en general?
En este momento es necesario retornar a Freud, y mas especificamente a su nocion de
temporalidad multiple y conflictiva, la Nachtraglichkeit, a mi juicio simplificada con la nocion
lacaniana de apres-coup. Las debilidades teoricas del romanticismo linguistico de Freud coexisten
con una muy precisa claridad conceptual respecto del formalismo de las construcciones de lo
inconsciente. Lacan ilumina ese formalismo pero lo entienden en sus efectos retroactivos que crean
la ilusion de una “historia” de larga duration. La temporalidad nachtrcigliche de Freud admite la
actualidad de la construction de una temporalidad de representaciones inconsciente en la
transferencia de la clinica con la vigencia de tradiciones de otra duration. Josef Hayim Yerushalmi
argumento esa vigencia en la judeidad freudiana. Como destaco Jacques Derrida a proposito de la
intervention de Yerushalmi, esa tradicion no es solo la pasada o arcaica, sino tambien el futuro de
posibilidades abiertas. En todo caso, Freud piensa una coexistencia de abstracciones, que junto a la
social de raigambre marxista puede incorporar la intelectual (largamente analizada por la filosofia) y
la simbolica que pensaron las teorias del lenguaje y el psicoanalisis se apropio para sus metas
particulares.

7.

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P o n e n c ia s , S im p o s io s y M e s a s R e d o n d a s .

Mi propuesta contemporanea de un replanteo del vinculo entre psicoanalisis y marxismo en


el proyecto de una reconstruction de la teoria critica se organiza alrededor del concepto de
abstraccion. Es lo que reintroduce a la filosofia en el seno de esa teoria, pues el pensamiento y la
formalization no son ajenos a la domination social. Por otra parte, esa teoria critica es inviable en
terminos de una conceptualization de las dimensiones inconscientes de la domination sin considerar
los aspectos liberadores de las relaciones sociales inciertas vigentes en la sociedad capitalista. El
concepto de lo inconsciente, a diferencia del de capital, no puede ser limitado a la temporalidad
intracapitalista. Remite a una diversidad de temporalidades en coexistencia, por lo que antes que una
abstraccion simplificada nos encontramos ante el entrelazamiento de diversas temporalidades
totalizadas por la mediation general de la forma mercancia y el dinero. En ella surgen las
fantasmagorias completamente reales de la sociedad actual, su virtualidad y globalidad. Soy optimista
respecto del futuro del vinculo entre marxismo y psicoanalisis. Ya no es, como en el freudomarxismo
e incluso en el marxismo lacaniano, una relacion de yuxtaposicion. Sus problemas centrales son
elucidables gracias al modo en que en cada caso se lidia con la abstraccion de lo inconsciente, del
lenguaje, de las tradiciones simbolicas (entre ellas la domination masculina, el patriarcado y el
monoteismo), en el mundo regido por la abstraccion social capitalista.

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54
M e s a R e d o n d a : Debates en torno a Marx
Co o r d in a d o r : Ariel Petruccelli

^Cuan (i)liberal debe ser el marxismo?

Fernando Lizarraga11
CONICET-UNComa

El liberalismo puede definirse, muy rapida y ampliamente, como aquella doctrina filosofica,
politica y economica que otorga prioridad a la libertad individual por sobre cualquier otro valor. Mas
especificamente, esta prioridad debe entenderse, en contraste con la tradicion republicana, como la
primacia de las libertades negativas, es decir, las libertades de no interferencia. Tal como ha sehalado
Philip Pettit (2004), la diferencia crucial entre las libertades negativas liberates y republicanas reside
en que las primeras aluden a la estricta prohibicion de interferencias arbitrarias sobre el espacio
individual, mientras que las segundas aluden a la no dominacion por parte de un poder arbitrario. Esta
diferencia ya fue insinuada por Benjamin Constant (1998) a principios del siglo XIX como una
distincion entre la libertad de los antiguos y la libertad de los modernos. Esta ultima, la libertad liberal
de los modernos consiste en la delimitacion de una esfera individual, ferreamente protegida contra
irrupciones externas -tales como las decisiones de mayorias circunstanciales- a traves de un sistema
de derechos. La libertad moderna supone, asimismo, la aceptacion de que no existe una unica
concepcion de la vida buena ni un criterio unico de excelencia humana, y la subsecuente afirmacion
del derecho a llevar adelante el plan de vida que cada quien escoja, como individuo singular, como
miembro de un grupo, de una asociacion, etcetera.
El liberalismo clasico experimento una suerte de renacimiento desde los anos 1970, cuando
autores liberates produjeron teorias sobre la igualdad y la justicia social con un nivel de sofisticacion
que estaba “vergonzosamente ausente en las tradiciones comunista y socialdemocrata” (Kymlicka
2006, 11). En efecto, mientras la tradicion socialista -entendida de manera muy amplia- se contentaba
con sus logros explicativos y la presencia de un mundo autodenominado socialista, sus avances en
materia de teorias distributivas eran escasos. Confiados en la capacidad predictiva del materialismo
historico, los teoricos marxistas habian omitido la necesidad de argumentar sobre valores
constitutivos del mundo socialista, sobre la deseabilidad de un orden post-capitalista en el cual se
hubiesen erradicado los males de la sociedad de mercado. Mientras tanto, el liberalismo tomaba
ventaja teorica recobrando para si la discusion sobre conceptos como justicia social, igualdad y
fraternidad, tambien negados por el economicismo de la segunda mitad del siglo XX.
A los clamorosos silencios teoricos del socialismo, hay que afladir que en nuestro pais (y en
el resto de America Latina) la palabra liberalismo suele ser una mala palabra, ya que nuestros
liberates no han sido, por lo general, otra cosa que conservadores de paladar negro. Por eso, el
liberalismo del que aqui hablaremos es aquel que para la tradicion anglosajona (no asi para la
continental europea o latinoamericana), representa el costado progresista -por asi decirlo- del
pensamiento politico. Entre este liberalismo igualitario y el socialismo hay puntos de contacto que,
como veremos, no pueden ser menospreciados a la hora de abordar teoricamente los valores
constitutivos de la tradicion que principia en los socialistas utopicos y que llega a nuestros dias bajo
la forma de muchos marxismos y un numero nada despreciable de socialismos.

Elementos de una utopia minima

Teniendo presente la definicion amplia de liberalismo, la especificacion de su acepcion


anglosajona, y consciente de los costados menos luminosos del socialismo real del siglo XX, el

11 falizarraga@ gmail.com v falizarraga@ conicet.gov.ar


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P o n e n c ia s , S im p o s io s y M e s a s R e d o n d a s .

filosofo marxista britanico Norman Geras sostiene, en su ensayo Minimum Utopia: ten theses (2000)
que una “utopia minima debe ser concebida no solo como socialista sino tambien como liberal”
(Geras 2000, 46). Para comprender esto, el primer desafio consiste en romper la habitual, e
historicamente inescindible, relacion entre liberalismo y capitalismo. Por eso, Geras sostiene: “el
objetivo de la utopia minima es [...] anticapitalista pero en la medida en que hay elementos del
liberalismo que no estan indisolublemente unidos al capitalismo, no deberia ser anti-liberal” (2000:
46). Geras advierte que esta tesis puede inquietar a personas de convicciones socialistas, por varios
motivos: (a) porque puede leerse como un intento de presentar al socialismo como un capitalismo
reformado, o capitalismo “con rostro humano; o (b) porque puede verse, en el peor de los caos, como
una concesion a las peores formas del liberalismo existentes: lo que conocemos como neoliberalismo
o el libertarismo de derecha, ambos profundamente anti-igualitarios.
Conviene citar a Geras in extenso para luego desgranar los puntos de contacto entre este
liberalismo y la tradicion socialista y asi comprender la tesis de por que el socialismo no deberia ser,
en una utopia minima, anti-liberal. Sostiene Geras:
historicamente, el liberalismo ha tenido que ver con fijar limites a la acumulacion y abuso del
poder politico, con proteger el espacio fisico y mental de los individuos frente a invasiones indebidas,
y con la evolucion de las instituciones y practicas, politicas y juridicas, que contribuyen a tales fines.
El hecho de que incluso aqui un interes por la propiedad capitalista haya figurado entre los objetivos
motivadores no lesiona el valor mas general de estas instituciones y practicas, y no deberian ser
descartadas a la ligera [...]. No deberian descartarse, en particular, sobre la base de una confianza
presente en una futura armonia espontanea. Los grandes males que esperamos remediar incluyen
precisamente males contra los cuales las instituciones liberates han brindado alguna proteccion (Geras
2000, 47).
La proteccion contra el abuso de poder y la preservacion del espacio fisico y mental frente a
intrusiones indebidas puede ser sostenido sin mayores problemas por los socialistas. A menos que se
pretenda defender el colectivismo totalitario que se erigio en nombre del socialismo, hoy resulta
inadmisible la ausencia de protecciones “liberales” contra tales tendencias. Nacido en las luchas
contra el absolutismo monarquico, el liberalismo -de viejo cuno y el contemporaneo- puede exhibir
esto como una de sus imitables fortalezas. En efecto, uno de sus impulsos originarios ha sido afirmar
la soberania del individuo sobre si mismo, poniendo limites a la intervention del Estado y
garantizando un conjunto de libertades basicas (Nagel 2003, 64). John Stuart Mill, uno de los clasicos
del liberalismo decimononico -que termino abogando por instituciones socialistas como mejor forma
de realizar el ideal liberal- sostiene en su clasico On Liberty (2010) que la opresion de las mayorias
sobre las minorias es temible porque opera “mediante los actos de las autoridades publicas” (Mill
2010, 46-47). Pero el problema mayor, advierte Mill, emerge cuando “la sociedad misma es el tirano”
ya que no precisa operar mediante los funcionarios politicos. Esta tirama social es “mas tremenda que
muchas clases de opresion politica [...] al penetrar mucho mas profundamente en los detalles de la
vida y esclavizar el alma misma” (Mill 2010, 47). Este espiritu liberal de Mill, mas alia de su elitismo
en otros aspectos, senala uno de los rasgos mas atractivos del liberalismo: el anti-perfeccionismo,
esto es, el rechazo a la imposition de un unico criterio de excelencia humana, de un unico canon sobre
la vida buena. Los resguardos contra las intrusiones indebidas sobre los cuerpos y las mentes es un
rasgo crucial del liberalismo, que el socialismo teorico no tiene problemas en abrazar pero que no
parece integrado en todas las practicas que se autodenominan socialistas.
Ademas de los aportes senalados por Geras, es posible identificar otras conquistas liberales
que no deberian descartarse irreflexivamente y de las que el socialismo deberia apropiarse (aunque
nunca a libro cerrado). Voy a referirme a tres aspectos mas, que titulare rapidamente como: (1) la
secularization y la muerte del “Dios legislador”; (2) la anti-meritocracia basada en el rechazo de la
autopropiedad, y (3) la recuperation de la igualdad como valor compatible con la libertad.

Secularismo y consenso

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La secularizacion y la muerte del “Dios legislador” es uno de los mas significativos aportes
del liberalismo. Uno de los rasgos caracteristicos del cambio de subjetividad entre el Medioevo y la
Modernidad fue, como se sabe, el surgimiento de interioridad y la reflexividad del sujeto, producto
en buena medida de la Reforma Protestante. Heredero de esta corriente, John Locke, considerado
padre del liberalismo moderno -y promotor de la esclavitud en las Colonias dependientes de la corona
britanica, como nos lo recuerda con insistencia Losurdo (2014)- fue quien, de algun modo, sentencio
la muerte de lo que Hugo Seleme llama “el Dios legislador”. Mucho antes de que Friedrich Nietzsche
proclamara la muerte de Dios, sin haberla perpetrado el mismo, ciertas formas de la divinidad venian
siendo eliminadas. Auspiciosamente, segun Seleme, una de estas formas de Dios, que murio bajo el
embate del liberalismo, fue el Dios legislador (Seleme 2017, 21-24). Este dios fue concebido como
“fundamento de la unidad politica” (Seleme 2017, 21), especialmente desde tiempos en que el
Imperio Romano hizo del cristianismo religion oficial, fundamento de un ideal de vida y codigo moral
obligatorio.
La Reforma Protestante -argumenta Seleme- lanzo dos versiones de este Dios legislador una
contra la otra en sangrientas guerras religiosas. Cada bando intentaba imponer su propio Dios
legislador, su propio fundamento de la unidad politica. Pero en vez de la destruction de uno de los
bandos, “la solution a la que se arribo [...] fue mas radical. La propuso el liberalismo y no consistio
en matar al Dios legislador catolico o protestante, sino en matarlos a ambos” (Seleme 2017, 23). Fue
principalmente John Locke quien en su Carta sobre la Tolerancia argumento que ningun gobierno
puede imponer una religion y que tampoco las religiones pueden imponerse coactivamente sobre sus
miembros (Seleme 2017, 23). Asi, alega Seleme, “el logro del liberalismo fue, pues, mostrar que
podia garantizarse la unidad y la convivencia politica en un contexto de pluralismo religioso [...] El
Dios politicamente util, el Dios legislador, murio a manos del liberalismo del mismo modo que el
Dios disenador murio a manos del darwinismo y la ciencia” (2017, 24). La muerte del Dios legislador
es una precondicion fundamental para la existencia de una esfera publica en la cual el debate pueda
darse sin apelacion a lo que John Rawls (1995) denomina doctrinas comprehensivas. Para este
liberalismo politico contemporaneo, el debate publico debe excluir las razones fundadas en creencias
religiosas o filosoficas; el consenso en una democracia plural depende en buena medida de que se
utilicen razones que toda la ciudadania pueda aceptar. Asi, en su maxima expresion contemporanea,
el liberalismo se funda en nociones como el consenso -diferente de la tolerancia-, el anti-
perfeccionismo y la nocion de razon publica. El marxismo podria perfectamente coincidir en que la
religion es un asunto privado o, si se quiere, identitario, que puede alojarse perfectamente en una
sociedad comunista. El pluralismo y el consenso entre doctrinas y creencias no es algo que este reriido
con las aspiraciones democraticas de las mejores versiones de la tradicion socialista.

Anti-meritocracia

El segundo elemento liberal que el socialismo necesita mirar con atencion es la combination
de la anti-meritocracia y el rechazo de la autopropiedad. Se atribuye correctamente a Locke la nocion
de que las personas son propietarias de su cuerpo y, en consecuencia, pueden decidir sobre su este y
sus capacidades de manera casi ilimitada. De hecho, la propiedad privada, como es fama, se origina
en la mezcla de trabajo (autopropiedad) con los recursos naturales poseidos en comun por toda la
humanidad. Ahora bien, esta nocion lockeana no fue utilizada en todo su potential por la tradicion
liberal sino hasta la irrupcion del denominado libertarismo de derecha, a mediados de los anos 1970.
Esta forma extrema del liberalismo sostiene que la autopropiedad es un derecho absoluto: cada quien
posee sobre si mismo el mismo derecho de propiedad irrestricto que un amo tiene sobre su esclavo o
cualquier persona sobre una propiedad fisica (Cohen 1990, 25). Los postulados derivados de este
principio son formidables: pagar impuestos significa una forma de semi-esclavitud, puesto que
implica ser explotado por aquellos que no trabajan (por ejemplo, los beneficiarios de planes sociales);
las personas pueden venderse en esclavitud voluntaria si asi lo desean; solo el Estado minimo esta

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justificado (esto es, aquel que funciona como Estado gendarme); no hay limite alguno a las
desigualdades sociales; la vida es un derecho limitado por el derecho de propiedad; todas las
posesiones legitimas pueden ser transferidas voluntariamente, incluso, como argumenta Tristram
Engelhardt, los organos humanos.
En contraste, el rechazo de la autopropiedad es uno de los fundamentos de la profunda anti-
meritocracia del liberalismo igualitario contemporaneo. En rigor, a partir de la obra de Rawls, la
justicia social comienza a ser vista en funcion de la nocion de que, en principio, “nadie merece una
mayor capacidad natural ni tampoco un lugar inicial mas favorable en la sociedad” (Rawls 2000,
104), lo cual se combina virtuosamente con la idea -negadora de la autopropiedad- de que los talentos
individuates son parte de un “acervo comun” (Rawls 2000, 104). El igualitarismo liberal, contra el
que reacciona el libertarismo de derecha, sostiene la autonomia personal pero rechaza el derecho
absoluto de propiedad sobre uno mismo. Para esta corriente teorica no es legitimo que alguien pueda
reclamar para si el fruto integro de su trabajo, invocando que es dueno de sus capacidades o de su
propension al esfuerzo productivo. Esto es asi porque los talentos naturales son arbitrarios desde el
punto de vista moral; es decir, sus poseedores no han hecho nada para merecerlos ya que vienen dados
por el azar del nacimiento o la loteria genetica. Tampoco puede invocarse el esfuerzo, porque este, al
igual que los talentos naturales, puede haberse originado en un entorno social afortunado y nada mas.
En efecto, una intuicion fundamental es que “las desigualdades en las perspectivas de vida asignadas
a las personas por la estructura basica de la sociedad y por las cuales no son responsables son, prima
facie, injustas” (Nagel 2003, 71). Por eso, como senala Kymlicka, en una sociedad igualitaria-liberal,
“los ciudadanos con un sentido de la justicia no intentaran extraer beneficios extra a partir del
accidente de sus talentos naturales”, del mismo modo que no se les reconoceran “reclamos de justicia
por subsidios a sus gustos caros, y que no deberian pedir que otros paguen por el costo de sus
decisiones” (Kymlicka 2006, 21).
De este modo, el liberalismo igualitario pretende, en primera instancia, no premiar doblemente
a los mas favorecidos por la (buena) suerte ni penalizar doblemente a los menos favorecidos por el
azar. Dado que las ventajas o desventajas iniciales son contingentes, las instituciones deben corregir
o neutralizar sus efectos distributives. Asi, los mas talentosos pueden obtener ventajas solo en la
medida en que beneficien a los menos favorecidos, tal como exige el famosisimo Principio de
Diferencia de John Rawls. A nuestro juicio, el marxismo puede convivir perfectamente con la anti-
meritocracia y el rechazo de la autopropiedad. Si bien en sus principios distributives clasicos permite
cierta autopropiedad y el correspondiente merito en el momento de la distribucion segun la
contribucion laboral, lo cierto es que el principio “de cada quien segun su habilidad, a cada quien
segun su necesidad” supone un quiebre radical entre la contribucion y la retribucion. El merito no
puede ser invocado como fuente de ingresos especiales. Los talentos especiales aportan al fondo
comun, y no son recompensados como tales (negando asi la autopropiedad). Solo las necesidades
generan derechos en el momento del reparto de los bienes de consumo. Marx, explicitamente,
condeno los “privilegios naturales” que influyen en la primera etapa distributiva, perfectamente en
linea con lo que muchas decadas despues vinieron a postular los liberales igualitarios.

Libertad e igualdad

El tercer elemento liberal que nos interesa poner en dialogo con el socialismo es la idea de
que libertad e igualdad pueden convivir sin excluirse mutualmente. El saber convencional sostuvo
durante mucho tiempo que la libertad solo podia conseguirse a expensas de la igualdad, y que la
igualdad solo podia lograrse sacrificando libertades. Esta sigue siendo la posicion del libertarismo de
derecha. Pero el liberalismo originario tuvo como impulso clave el rechazo de la imposicion de
desigualdades de estatus por parte del estado (servidumbre, casta, esclavitud, etc.), lo cual -pese a
sus contradicciones practicas iniciales- pudo evolucionar hacia “requerimientos mas positivos como
la igual ciudadania para todos los grupos” (Nagel 2003, 64). El liberalismo igualitario actual, mas
refinado, por cierto, afirma la igualdad en varios aspectos. Primero, la igualdad es tomada como

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criterio de disfrute de las libertades, esto es, que las libertades deben ser iguales para todos. Segundo,
como resultado de la justa igualdad de oportunidades (y no de la mera igualdad formal de
oportunidades), emerge la posibilidad efectiva de que las personas realicen elecciones genuinas, no
determinadas por su posicion social o su suerte en la loteria natural. Tercero, las elecciones personales
legitimas para llevar adelante planes de vida autonomos estan limitadas, institucionalmente, por la
condicion de que, por lo menos, dichas decisiones deben contribuir a que mejore la situacion de los
menos afortunados.
En este sentido, como senala Thomas Nagel (2003), “lo que Rawls ha hecho es combinar los
fuertes principios de justicia social y economica asociados con el socialismo europeo con los
igualmente fuertes principios de tolerancia pluralista y libertad personal asociados al liberalismo
norteamericano” (2003, 63). El aspecto mas liberal se traduce en la prioridad de la libertad por sobre
los beneficios economicos y en la apuesta por el pluralismo razonable de sociedades democraticas,
en el cual puedan convivir -en base a un consenso profiindo- diversas concepciones comprehensivas
de la vida buena. Este liberalismo politico, claro esta, viene asociado a la idea de justa igualdad de
oportunidades y al principio de que debe garantizarse, cuanto menos, un minimo social que asegure
las necesidades basicas. Ademas, hay una clara nocion de sociedad fraterna en el liberalismo actual,
a tal punto que Rawls llega a sostener que “en la justicia como equidad las personas acuerdan
compartir el destino de unos y otros” (en Nagel 2003, 80). El aporte decisivo aqui, incluso desde el
individualismo, es que el liberalismo contemporaneo toma nota del hecho de que hay desigualdades
injustas que se originan en desigualdades de talentos (no elegidas) y de preferencias (elegidas). Y es
aqui, como seflalo en un texto ya clasico G. A. Cohen, donde el liberalismo logra integrar en la escena
igualitaria un problema que era solo patrimonio de la derecha anti-igualitaria: el problema de la
responsabilidad. La igualdad, entonces, es un asunto que compete al campo institucional, pero
tambien al ambito de las decisiones personales. Por eso, “podemos incluso decir el igualitarismo
liberal es fundamentalmente una teoria de la virtud civica” (Kymlicka 2006, 22). Al interior de la
tradicion marxista existen posiciones encontradas sobre los valores tales como la libertad, la igualdad
e incluso la fraternidad. De todos modos, si se coincide con Marx en que por lo menos hasta el
momento del comunismo pleno habra de perdurar el “estrecho horizonte del derecho burgues”, vale
considerar que tipo de igualdad es mas congruente con el socialismo y si las formas politicas, por
ejemplo, habran de respetar las libertades basicas defendidas por el liberalismo.

Consideraciones finales

A esta altura, es claro que coincidimos con Geras en cuanto a que una utopia minima para el
socialismo no debe ser anti-liberal y que un horizonte socialista debe asumir, con caracter propio,
algunos de los valores y principios sostenidos por el liberalismo. En primer lugar, el socialismo haria
bien en considerar las oportunidades que se abren con la muerte del “Dios legislador” para impulsar
una sociedad plural, donde puedan coexistir diferentes concepciones de la vida buena, incluso
aquellas basadas en creencias religiosas. En segundo termino, el socialismo debe despejar toda duda
sobre su rechazo categorico de la autopropiedad porque, en ultima instancia, este concepto es la roca
madre del liberalismo conservador. Peor aun, el insuficiente rechazo marxista de la autopropiedad
impide pensar esquemas distributives igualitarios y anti-meritocraticos. Por ultimo, cualquiera que
haya sido el valor fundamental para Marx, el punto es que, el marxismo tiene mucho por ganar si
sigue involucrandose en el debate contemporaneo sobre la posibilidad de superar la relacion de mutua
exclusion entre libertad e igualdad, y sobre la correcta especificacion de estos valores -aunados a la
fraternidad- para una sociedad postcapitalista.

Bibliografia:

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I l l J o r n a d a s N a c io n a l e s d e F il o s o f ia y E p is t e m o l o g ia d e la H is t o r ia .
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M e s a r e d o n d a : Debates en torno a Marx
C o o r d in a d o r : Ariel Petruccelli

El marxismo y las nuevas teorias criticas

Santiago M. Roggerone
UBA-CONICET

Siguiendo a Daniel Bensaid, podria decirse que el marxismo no es «una filosofia especulativa
de la historia», ni «una sociologia empirica de las clases» (Bensaid 2003, 21) ni mucho menos «una
ciencia positiva de la economia acorde al paradigma [...] de la fisica clasica» (ibidem, 22) -jamas
podria el implicar algo de esto, pues ante todo se distingue por suponer un tajante rechazo tanto de la
razon historica y sociologica como de la positividad cientifica. Tampoco es, mas en general, una
filosofia decimononica, como gustaba pensar, por ejemplo, Michel Foucault (S/F). Siguiendo a
Herbert Marcuse, podria decirse mas bien que lo que el marxismo entrana es «la culmination final de
la filosofia», «su abdication)), el pasaje a «otra cosa» (Marcuse 1971, 32). Y bien, ^que es esta otra
cosal Si no es nada de lo evocado, ique es el marxismo entonces?
El marxismo es, ante todo, una ciencia. Ahora bien, al no revestir la forma de ningun tipo de
sistema doctrinario, a causa de que no mantiene vinculo alguno con la logica subyacente a la razon
instrumental y el positivismo, a esta otra cosa que el marxismo es, a esta peculiar ciencia hecha de
otro modo, solo puede caberle el estatuto de «una teoria critica de la lucha social y de la
transformation del mundo» (Bensaid 2003, 22).
Pero para ser verdaderamente cientifica, verdaderamente critica, toda ciencia debe estar
dotada de un objeto. 6Cual es el objeto del marxismo, por ende? La complejidad real de la sociedad
existente, «el modo de produccion capitalista y las relaciones de produccion e intercambio a el
correspondientes» (Marx 2002, 6).
La determination del marxismo como ciencia critica del capitalismo es ciertamente la mejor
de todas las que se hallan a la mano. El sentido tradicional de critica, unido al presupuesto ilustrado
de la Mundigkeit y que en lo fundamental procede del griego xptveiv -neologismo este que evoca la
accion de distinguir, discernir, analizar o separar-, tiene poco que ver con ella, pues en Marx la ciencia
critica no trata -como si lo hace por ejemplo en Kant- de un esclarecimiento trascendental de las
condiciones de posibilidad del conocimiento, un develamiento etico del imperativo categorico del
actuar o una tematizacion estetico-teleologica de la facultad de juzgar. Si bien el sentido de ciencia
que posee es el de ciencia alemana, si bien es dialectica, abierta, la critica marxista no guarda tampoco
un vinculo en demasia estricto con Hegel. Por lo que se encuentra determinada es por una peculiar
promesa, por el «sueno de algo» que el mundo posee desde tiempos inmemoriales y que,
evidentemente, solo necesita «llegar a poseer la conciencia para poseerlo realmente» (AA. VV. 1982,
460). En Marx, en el marxismo, ese sueno persiste como critica de un estado de cosas en crisis que
niega a este el derecho a ser; vale decir, como la imposible posibilidad y desesperanzada esperanza
de una realidad fmalmente rational; como un un canto de guerra -un grito, por que no- oido
recurrentemente desde hace mucho tiempo: jjusticia!
Ni acomodacion, ni consuelo, ni resignation. De lo que siempre se ha tratado para los
marxistas es de solidarizarse con los derrotados de la historia, de ofrecer resistencia al rumbo de los
tiempos, de adoptar un punto de vista realista e intransigente, de poner en cuestion con ferocidad todo
lo que es, de guardar fidelidad a la invariante promesa de justicia y redencion que acompana a la
humanidad desde siempre -pues se trata, nos dice Jacques Derrida (1998), de lo unico que no se puede
deconstruir. En breve, de criticar y sonar y de sonar para seguir criticando.

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Ill J o r n a d a s N a c io n a le s d e F ilo s o f ia y E p is te m o lo g ia d e l a H is to r ia .
P o n e n c ia s , S im p o s io s y M e s a s R e d o n d a s .

El principal legado que Marx ha hecho a la posteridad es el del establecimiento de la piedra


angular no de un sofisma, no de una filosofia, sino, tomando lo que el mismo dijera en carta a Arnold
Ruge en septiembre de 1843, de una critica, de una acritica implacable de todo lo existentey> (AA.
VV. 1982, 458). Una critica de si mismo o una awtocritica, por tanto tambien; una verdadera teoria
critica y radical de lo que ha sido, es, y probablemente, si no actuamos a tiempo, continuara siendo.
Un acto, un «movimiento reab>, por que no, «que anula y supera al estado de cosas actual)) (Marx y
Engels 1985, 37).
Critica de los tiempos pero tambien de lo que se halla a destiempo, arte del tiempo y el
contratiempo, el marxismo, mas alia de lo que pudieran establecer las fetidas ortodoxias petrificadas,
se articularia en su devenir vividamente, como una intervention en la actualidad, como un
pensamiento en movimiento -como un pensamiento de la «revolutionpermanentey> (Marx 2005, 221)
y los desarrollos desiguales y combinados; como un pensamiento de la «discordancia de los tiempos»
(Bensaid 2003, 49) y la «no contemporaneidad)) (ibidem, 50).
Poner en crisis lo que de por si ya lo esta, manteniendo abierto el lugar utdpico de la
alternativa global, he aqui en pocas palabras lo que el marxismo es. Para una determination mas
acabada, sin embargo, siguiendo a Maurice Blanchot habria que agregar que en el se hallan en juego
«tres clases de palabras, las cuales son necesarias, pero estan separadas y, mas que opuestas,
yuxtapuestas» (Blanchot 2006, 124); esto es, que en el marxismo coexisten tres proyectos u objetivos
especificos -tres «fuentes» o «partes integrantes», como decia Lenin (1961, 31) en referenda al
socialismo utopico frances, la economia politica inglesa y la filosofia clasica alemana- que si bien se
encuentran entrelazados borromeamente y responden a un unico proposito u objetivo general -a
saber: la critica radical del estado de las cosas que se lleva a cabo como apuesta emancipatoria-, en
lo esencial son relativamente autonomos. Se trata de fuentes pero no, como alguna vez preciso
Althusser, de fuentes que conflnyen en un mismo rio\ de una practica, una teoria y una tecnica (o
metodo) que, si bien componen un «conjunto organico» (Althusser 1988, 74), estructuran solo
formalmente aquella ciencia critica que tiene por objeto al modo de produccion del capital. Nos
referimos al proyecto politico de la consecution del socialismo y el comunismo, el proyecto teorico
del materialismo historico y el proyecto filosofico -o mas bien, como ha sugerido Etienne Balibar, el
proyecto de «una no filosofia e incluso una antifilosofiay> (Balibar 2000, 6) - del materialismo
dialectico.
El marxismo, entonces, es la resultante de la «“triangulacion” entre estos tres polos, con lados
de longitud variable en funcion de las “corrientes” y de las experiencias historicas)) (Mezzadra 2015,
15-16). "
El marxismo ha sido, y a su manera continua siendo, la teoria critica de la sociedad. No
obstante, despues de el -e incluso tal vez antes- han existido otras. El florecimiento de «miles de
marxismos)) -la expresion pertenece a Immanuel Wallerstein (1998, 195) - que tuvo lugar a partir de
la segunda mitad de la decada de 1950 como consecuencia del comienzo del «fin del marxismo-
leninismo» y la merma de las esperanzas depositadas en un unico y «verdadero marxismo)) (Tosel
2008, 44), ha dado paso, recientemente, al surgimiento de nuevas teorias criticas. Hijas de la llamada
nueva izquierda, herederas directas del fenomeno mas amplio del marxismo occidental y el quiebre
suscitado entre la teoria y la practica que acontecio en el contexto del Termidor estalinista, en
terminos generates constituyen ellas un producto de la derrota de la politica radical y el pensamiento
emancipatorio. Se trata, por consiguiente, de teorias de la derrota -esto es, teorias determinadas por
y que se despliegan a partir de la experiencia de la derrota.
Curiosa crisis la del marxismo, que ha ocasionado la proliferation de miles de versiones
suyasy, ultimamente, la emergencia de nuevas teorias criticas de la sociedad. Si ha habidoy todavia
hay algo asi como una crisis del marxismo, ella no equivale tanto a un final como a un nuevo
comienzo. Mas que una muerte, un recomienzo. Pero bien, 6que es y en que consiste este nuevo
comienzol ^Cuales son las caracteristicas que una teoria critica debe reunir para que pueda ser
considerada nueva? <^Que es lo que une y separa a estas del marxismo y los miles de marxismos que
se diseminaron con anterioridad?

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P o n e n c ia s , S im p o s io s y M e s a s R e d o n d a s .

Ha sido Razmig Keucheyan el primero en proponer la expresion nuevas teorias criticas. En


lo fundamental, la emplea «en un sentido mucho mas amplio» (Keucheyan 2013, 9-10) que el
tradicionalmente asociado con la Escuela de Frankfurt y el Institut fu r Sozialforschung. Lo hace,
ademas, «siempre en plural» (ibidem, 10), de modo tal que apelando a la misma consigue abarcar
problematicas bien disimiles.
Basicamente, las obras y producciones intelectuales en las que piensa Keucheyan emergen
tras la caida del Muro de Berlin y se consolidan entre mediados y finales de la decada de 1990. Son
nuevas, representan un recomienzo, puesto que se hallan vinculadas a «la renovacion de la critica
social y politica» (ibidem, 10) que es impulsada en ocasion del retorno de conflictos que, en el marco
de la instauracion del neoliberalismo como unica alternativa y la celebracion del fin de la historia,
se creian enterrados para siempre. Ahora bien, la gestacion de las mismas es bastante anterior a los
anos noventa: los pensamientos criticos contemporaneos se remontan a lo acaecido durante las
decadas de 1960 y 1970 a nivel politico y filosofico. Otra caracteristica importante de estos nuevos
pensamientos es que, si bien su centro de produccion por excelencia es el mundo anglosajon y
particularmente la academia norteamericana, en lo esencial son forjados por intelectuales
provenientes de diversas regiones del globo.
Como en el caso del marxismo, se trata de trabajos de reflexion cientifica que tienen por
proposito u objetivo general la critica implacable del estado de cosas existente. Tambien como en el
caso del marxismo, las nuevas teorias criticas de la sociedad articulan ese objetivo general al que
guardan fidelidad a traves de tres proyectos entrelazados pero relativamente autonomos: un proyecto
teorico, un proyecto filosofico y un proyecto politico.
Esto entonces es lo que une a las mismas con el marxismo. Lo que las vincula con la nueva
izquierda y los miles de marxismos reverberantes a partir de la segunda parte de los anos cincuenta
del siglo pasado es la reescritura -no importa como ni de que manera- de los tres objetivos especificos
mediante los cuales el proposito critico del marxismo tomaba cuerpo. Hacen esto de formas y maneras
distintas a las de sus antecesores porque las condiciones teoricas, filosoficas pero sobre todo politicas
que terminan de instalarse en los anos noventa ya no son las que imperaron durante la decada de 1960
y la primera parte de la de 1970. Lo hacen, ademas, tomando multiples direcciones y siguiendo
caminos que resultan divergentes y contrastantes aun para si mismas, pues en lo fundamental el campo
de fuerzas de las nuevas teorias criticas de la sociedad constituye una realidad compleja, plagada de
todo tipo de tensiones. Ahora bien, las nuevas teorias criticas hacen algo con la herencia y los
espectros del marxismo. Este es el rasgo principal que en mayor o menor grado todas y cada una de
ellas comparten. Se trata de un verdadero trabajo de duelo desplegado a nivel teorico, filosofico y
politico que recoge los desafios planteados al marxismo por otras corrientes de pensamiento,
buscando hacer con (y de) los mismos algo productivo.
Hemos dicho que lo que ante todo determina al marxismo es detentar el estatuto de una critica
radical del estado de cosas existente. Es importante reiterar, sin embargo, que este no es el unico saber
o cuerpo de pensamiento que goza del estatuto en cuestion. Existen, en efecto, otras teorias criticas
que rebasan o simplemente van mas alia del horizonte del marxismo.
Como en el caso del marxismo, las actuates teorias criticas constituyen trabajos cientificos
que estructuran el objetivo general al que rinden denodada pleitesia -la impugnacion y consecuente
militancia por la abolicion de lo que es- mediante tres objetivos especificos que, si bien se encuentran
entrelazados, poseen autonomia relativa. Nos referimos, claro esta, a los proyectos teorico, filosofico
y politico por los que toda reflexion cientifico-critica autentica ha de verse articulada.
Las contemporaneas son teorias criticas no-marxistas porque dan cuerpo al proposito basico
que comparten con el marxismo a traves de teorias, filosofias y politicas que, en la mayoria de los
casos, ya no son las de este. En otras palabras, por lo que se distinguen las nuevas teorias criticas de
la sociedad es por poner en practica una reescritura de al menos uno de los objetivos especificos que
son propios del marxismo.
Ahora bien, las teorias criticas del presente no han sido las primeras en apelar a una reescritura
de esta clase. Ciertamente, en el pasado ya han existido ejercicios de renovacion teorica, filosofica

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y/o politica del marxismo. Los mismos, sin embargo, fueron siempre hechos sin trascender o ir mas
alia del horizonte marxista -fueron realizados, vale decir, al interior o en el contexto mismo del
marxismo.
Tanto estos ejercicios como los que hoy efectuan las nuevas teorias criticas se desplegaron (y
continuan desplegandose) en el marco de lo que, de acuerdo a lo sugerido por Wallerstein, constituye
la tercera de las «eras marxistas» (Wallerstein 1998, 194). La primera de estas eras seria la de Marx
y en lo fundamental se habria extendido desde la decada de 1840 hasta 1883; la segunda, desarrollada
a partir de entonces y prolongada hasta los anos cincuenta del siglo XX, habria sido la del marxismo
ortodoxo; la tercera, iniciada desde ese momento y aun no concluida, seria la de los mil marxismos,
«la era en que el marxismo “hizo explosion”)) (idem).
En el contexto de esta tercera era del marxismo, /os ultimos intentos reconstructivos de la
teoria, la filosofia y la politica marxistas que fueron propuestos intentando eludir explicitamente el
traspasamiento del horizonte del marxismo, tuvieron lugar durante las decadas de 1960 y 1970. Desde
entonces, los ejercicios renovadores de los proyectos del marxismo han mudado su piel. Esto a causa
de que las condiciones teoricas, filosoficas pero sobre todo politicas que terminan de instalarse en los
anos noventa ya no son las que imperaron en las decadas de 1960 y 1970. Principalmente, los mismos
no cuentan ya con una de las que era «sus caracteristicas previas mas importantes -el vinculo con
fuerzas politicas y actores sociales identificables» (Tosel 2008, 41). Efectivamente: hasta finales de
los anos setenta las iniciativas de reescritura de la teoria, la filosofia y la politica marxistas tienen casi
siempre como interlocutor directo al comunismo oficial. La llegada de los ochentas implica una suerte
de trastocamiento de la situacion, pues las organizaciones tercero-internacionalistas de Europa
occidental pasan a encontrarse borradas del mapa. No habra mas, a partir de entonces, un interlocutor
eminentemente valido.
Ahora bien, contra todo pronostico,

Marx continuo siendo objeto de relecturas vivaces y siguio representando una referenda para
los intentos de revivir una teoria critica acorde con los nuevos tiempos, los cuales diferian de
los esfuerzos reconstructivos aventurados por los grandes herejes comunistas del periodo
anterior (ibidem, 42).

Lo que en definitiva esto significa es que, pese a todo, los ejercicios de renovacion continuan.
Ya no pueden ser desplegados al interior del marxismo, pero persisted. Por supuesto: esta
circunstancia no implica que la experiencia historica del marxismo haya concluido. En efecto, «aun
entre las ruinas de los estados comunistas, el marxismo no esta muerto; un marxismo ya no triunfante
[...], sino critico, quiza tambien [...] criptico, renacido como una reflexion, amarga pero [no]
resignada, sobre una gran derrota y como un desafio para los vencedores» (Bobbio 1999, 268). Lo
que en todo caso ha llegado a su termino es el marxismo-leninismo. De ninguna manera el marxismo.
En lo esencial, hoy en dia este recomienza tomando una decidida distancia de la ortodoxia comunista
y las mafias de las organizaciones partidarias de antano, tratando de ese modo de enlazar nuevamente
la teoria con la practica.
Es claro entonces que la tercera de las eras marxistas «aun no termina»: en lo fundamental,
«apenas ha comenzado» (Wallerstein 1998, 197). Pues los miles de marxismos que en la actualidad
las nuevas teorias criticas de la sociedad evocan, «representan la fragil forma de la quebrada y
discontinua continuidad de la tradicion marxista)) (Tosel 2008, 45).
Las nuevas teorias criticas -es decir, los miles de marxismos del presente- son hijas del
proceso de reflujo de las izquierdas comenzado a mediados de los setenta y que alcanza su punto
algido en 1989-1991, con la caida delMuro de Berlin y la desintegracidn de la URSS. E l ciclo podria
haber empezado tanto con el surgimiento de la nueva izquierda en 1956 como con la Primera Guerra
M undialy la Revolution Rusao, incluso, con la Revolution Francesa: «Tres comienzos -1789, 1914­
1917 y 1956 para un unico final, es decir, 1989» (Keucheyan 2013, 19). En cualquier caso, lo que
importa es que las nuevas teorias criticas son teorias de la crisis - esto es, teorias que se encuentran

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condicionadas por y que reflexionan a partir de la vivencia de la crisis. Una consecuencia inmediata
de la relacion de inmanencia que los pensadores criticos contemporaneos mantienen con la crisis es
la busqueda de referencias teoricas porfuera del marxismo.
La aparicion del cuerpo de pensamientos criticos en cuestion no implica, desde ya, que haya
conseguido poner se punto final a la experiencia de la crisis. Como subraya Keucheyan, «en el
momento actual, la izquierda radical continua estando, muy evidentemente, a la defensivay> (ibidem,
50). En lo fundamental, las nuevas teorias criticas constituyen iniciativas «de intelectuales formados
durante un ciclo politico pasadoy>, a traves de las que se busca comprender «el comienzo de un nuevo
cicloy> -a saber, el «que nacio en algun momento entre la insurrection zapatista de 1994, las huelgas
de diciembre de 1995y las manifestaciones de Seattle de 1999» (ibidem, 51). Efectivamente: aquienes
elaboran las nuevas teorias criticas son “veteranos ” del pensamiento critico, es decir, pensadores
cuyas caracteristicas sociologicas y cuyas ideas se originaron en elperiodo anteriory> (ibidem, 51­
52).
Keucheyan examina <das tradiciones teoricas de donde provienen estos autores» para,
precisamente, determinar el vinculo que existe «entre las nuevas teorias criticas y las antiguasy>
(ibidem, 52). Lo que basicamente advierte es que las coordenadas teorico-politicas de la llamada
nueva izquierda el reemplazo de la idea de explotacion por la de alienation, la reconsideration de
la cuestion del poder, la irrupcion del estructuralismo y su consecuente evolution hacia el
posestructuralismo, etc.- continuan siendo las de los los teoricos criticos de la actualidad. Como
bien lo pone el autor, «el muro cayoy los movimientos sociales han sufrido profundas derrotas, pero,
subterraneamente, los problemas planteados en los aflos sesenta han persistido y reaparecen hoy
mas candentes que nunca» (ibidem, 74).
Ahora bien, ique decir del lugar o del sitio donde son forjadas todas estas nuevas teorias
criticas de la sociedad? Si bien el centro de produccion por excelencia de ellas es el mundo
anglosajon y particularmente la academia norteamericana, en lo esencial son puestas en pie por
intelectuales provenientes de diversas regiones del globo como dice Keucheyan, «las nuevas ideas
surgen alii donde se plantean los nuevos problemas» (ibidem, 12).
En relacion a los contenidos, existe, como bien sugiere Tosel (2008, 61), «un acuerdo teorico
minimo en la gama de desacuerdos legitimos» que los mil (y un) marxismos del presente mantienen
entre si. Este peculiar «consenso que permite el disenso» depende de «dos factores» (idem). Por un
lado,

un acuerdo sobre la posibilidad teorica (vuelta practicamente urgente a causa de la persistencia


de una inhumanidad innecesaria, injustificable) de un analisis del capitalismo globalizado y
sus formas, inscritas en, mas no directamente derivables del sometimiento real del trabajo al
capital (idem).

Por otro,

un acuerdo en torno a la esperanza historica depositada en la posibilidad real de eliminar


dicha inhumanidad (ya sea que se entienda a esta como alienation, explotacion, domination,
sometimiento o manipidacion de los poderes de la midtitud) y la construction de determinadas
formas sociales que expresen el poder o la libertad de esta midtitud (idem).

Las teorias criticas o miles de marxismos de la actualidad se mueven entonces entre «el polo
de un analisis basado en una relectura de los conceptos clave de Marx» y «el polo de un buen
utopismo» (ibidem, 63). En otras palabras, las cuestiones que ocupan a estas son, por un lado, «la
naturaleza y la evolucion del sistema global desde el ultimo cuarto del siglo XX», y, por otro, «los
sujetos de la emancipacion» -es decir, «los actores» que hoy en dia se presentan como «candidatos
potenciales [par]a ocupar el rango de “operadores” de la transmision social)) (Keucheyan 2013, 109).

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Si hay algo asi como un peligro, este consiste en que los miles de marxismos que hoy dia,
habiendo traspasado ya el horizonte estrictamente marxista, estan siendo encarnados por las nuevas
teorias criticas de la sociedad, «coexistan amablemente en un paisaje apacible en donde la necesidad
de crear lo diferente aparezca extranamente ausente» (Bensaid 2003, 14). Se trata, por lo demas, de
un peligro que «iria a la par de la rehabilitacion institucional de un Marx ajustado a los buenos
modales de una marxologia academica carente de miras subversivas» (idem).
Como sea, elfuturo aim no llega. La historiapermanece abiertay elfinal aguarda ser escrito.
Mas que un epilogo, las teorias criticas del presente suponen el nuevo comienzo de un marxismo que
ha sabido multiplicarse mil (y un) veces. Volviendo a empezar desde el principio, manteniendose en
la inmanencia de la crisis, se renueva asi entonces una realidad teorica, filosoficay politica que ya
no cesa. Pues, como Perry Anderson (2008, 13) ha sabido sugerir, «no es lo mismo ser derrotado que
doblegado».

Bihlografia

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Wallerstein, I. (1998), Impensar las ciencias sociales, Mexico, Siglo XXI.

66
S im p o s io

R e f l e x io n e s s o b r e l o s l im it e s , y d e n t r o d e l o s l im it e s ,
de la F il o s o f ia de la H is t o r ia

COORDIN ADORES

Om ar M urad y M a r ia n a C a s t il l o M erlo

67
S im p o sio : Reflexiones sobre los limites, y dentro de los limites, de la Filosofia de la Historia
C o o r d i n a d o r e s : Omar Murad y Mariana Castillo Merlo

Testimonio judicial y testimonio historico.


Una reflexion a proposito de la Historia reciente.

Gonzalo Urteneche
CEIFISOH-FAHU-UNComa
IPEHCS-CONICET

Introduction

Este trabajo tiene por objetivo indagar en la relacion entre testimonio judicial y testimonio
historico en el marco de la Historia Reciente. Teniendo en cuenta que en los ultimos treinta anos la
escritura de la historia se ha modificado por la coexistencia del tiempo de la justicia y el tiempo
historico a partir de la aplicacion del principio de imprescriptibilidad a los crimenes contra la
humanidad (Rousso 2003, 79), resulta relevante explorar cuales son las implicancias epistemologicas
y eticas de entender al testimonio como “prueba”, sea en el contexto judicial o en el de una
investigacion historica. En Argentina, sobre todo a partir de la indagacion de la historia del pasado
reciente, historia y justicia ha entrado en contacto en las ultimas dos decadas en el contexto de las
investigaciones sobre la decada de los setenta, la ultima dictadura militar y los delitos de lesa
humanidad. En este sentido, intentaremos explicitar la importancia de la oralidad a partir de la nocion
de dialogo en la historiografia y del analisis de Algo parecido a la felicidad... de Federico Lorenz,
obra en la que historia y justicia se entrecruzan (Lorenz, 2013).
El testimonio entendido como dialogo lo tomo de la propuesta de Paul Ricoeur del
desarrollada en La memoria, la historia, el olvido (Ricoeur, 2013). Esta concepcion implica el
abandono del “enigma de la semejanza”, es decir, de la verdad entendida como correspondencia
asociado a la prueba, y su reemplazo por la relacion fiduciaria de la credibilidad o fiabilidad del
testimonio, relacionada con la nocion de atestacion.1El testimonio se produce en la articulation entre
la aseveracion de la realidad factual y la autenticacion de la declaration por la experiencia de su autor.
En este sentido, la autodesignacion del sujeto, que se situa en los acontecimientos, inscribe al
testimonio en una situation dialogal (Ricceur 2013, 211). Como consecuencia de este corrimiento,
emerge una dimension etica en el acto de testimoniar que esta relacionada con la aparicion de testigos
de crimenes de caracter imprescriptible y, particularmente, con la realization de una historia reciente
o del presente. Esta dimension moral otorgada al testimonio busca reforzar su credibilidad y
transformarlo en un factor de garantia en el conjunto de las relaciones del vinculo social, lo que lleva
a Ricoeur a caracterizarlo como “institucion natural”. Lo que crea esta institucion es, entonces, la
confianza en la palabra del otro (Ricceur 2013, 211-214), volviendo al testimonio la estructura de
transition entre historia y memoria (Ricceur 2013, 47).

El testimonio como prueba

Es bien conocido el trabajo de Carlo Ginzburg en torno al proceso contra su amigo Adriano
Sofri. En esa obra, el historiador italiano analiza los vinculos entre historia y justicia atendiendo en
particular a una cuestion central: la evidencia. Ciertamente, su preocupacion principal esta enfocada
en defender la idea de prueba como una ligazon entre la fuente historica y la realidad de la que es

1 En los anos ’90, Ricoeur introduce la categoria de atestacion para dar cuenta del tipo de certeza de su hermeneuticaLa
atestacion es una especie de creencia que se opone al criterio de verification de los saberes objetivos: antes que un “yo
creo q u e ...” se trata de un “yo creo e n ...” ; se trata de una filosofia del testimonio y la confianza. (Cfr. Ricoeur 1996,
XXXIV—X XXVI); (Masia Clavel, M oratalla and Ochaita 1998, 157).
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producto (Ginzburg 1993, 22-23). Asi, la verificacion de los hechos es un terreno comun que
comparten jueces e historiadores aunque difieran en su actitud en relacion a los contextos: mientras
para los primeros estos se corresponden con elementos o circunstancias que funcionen como
atenuantes de un hecho, para los historiadores la relacion entre la accion y su marco es un problema
a resolver y que puede ser abordado desde multiples interrogantes (Ginzburg 1993, 111-112). Uno de
los principales elementos de la prueba, tanto para jueces como historiadores, lo constituye el
testimonio. Este ha sido identificado como evidencia por la historiografia por lo menos durante la
primera mitad del siglo XX. Una muestra cabal de esta definicion de testimonio la encontramos en
Apologia para la historia: “La diversidad de testimonios es casi infinita. Todo lo que el hombre dice
o escribe, todo lo que fabrica, todo lo que toca puede y debe informarnos acerca de el” (Bloch 2001,
87). Ya sea oral o escrita, una fuente proporciona conocimiento a partir de las preguntas del
historiador, de la direccion de su encuesta y de su contrastacion y entrecruzamiento con otras fuentes.
La cuestion del testimonio como prueba tanto en el contexto del juicio como en el de la
investigacion historica presenta caminos a veces divergentes y a veces convergentes en relacion al
valor que se le otorga a la oralidad y al sujeto que testimonia, sobre todo en el contexto de la presencia
de testigos vivos de acontecimientos recientes. Ginzburg ha senalado los vinculos que unen al juez
con el historiador. Pero tambien ha asociado el proceso judicial del siglo XX al proceso inquisitorial
de la modernidad. Intentaremos explorar en que sentidos historia y justicia se asemejan en sus
practicas en relacion al testimonio y la prueba y cuales son las implicancias en para la historia reciente.

El juez, el historiador, ^y el inquisidor?

Entre las ultimas decadas del siglo XIX y comienzos del siglo XX, la historiografia tuvo una
matriz judicial plasmada por un lado, en la centralidad adquirida por los acontecimientos que podian
ser probados y adjudicados a los individuos y, por el otro, en el descuido de los procesos que no
encajaban en esta logica (Ginzburg 1993, 20). La prueba escrita es lo que historiadores y jueces
comparten: la busqueda de la verdad a traves de fuentes que permitan la comprobacion de un hecho.
El proceso de Sofri lo llevo a Carlo Ginzburg a notar la semejanza entre lo que sucedia en los
tribunales de la inquisicion moderna, un objeto que el ha estudiado largamente, y el juicio a su amigo:
el acusado-testigo es el protagonista del procedimiento, que es al mismo tiempo acusador de si mismo
y de otros. Pero ademas, senala Ginzburg, por mas minucioso que sea el informe presentado por el
tribunal, cualquier confesion por parte del acusado-testigo debe ir acompanada de datos objetivos que
permitan su corroboracion (Ginzburg 1993, 15-17).
Esta semejanza no es, obviamente, casualidad. El modelo inquisitorial de justicia no es un
mecanismo inventado (solo) para perseguir brujas o herejes en la modernidad sino que implica un
complejo mecanismo politico, legal, organizacional y cultural, al servicio de la concentracion del
poder en manos del Estado, mas precisamente de las monarquias absolutas, pero que continuo sin
interrupciones hasta el siglo XX e incluso hoy (Binder, 2014, p. 13). El modelo inquisitorial se basa
en una concepcion infraccional del derecho que entiende al delito como una desobediencia al
soberano y cuyo objetivo es el castigo antes que la resolucion de conflictos; en este sentido, el
individuo es considerado como subdito y no como ciudadano. Una segunda caracteristica de este
modelo es su basamento en la escritura. A traves de ella se genera una forma administrativa del Poder
Judicial que se expresa en una maquinaria burocratica (Binder, 2014, p. 14). En tercer lugar, esta
faceta escrituraria del proceso inquisitorial implica el desplazamiento de los protagonistas reales y su
reemplazo por procedimientos y declaraciones escritas, ademas de la concentracion de funciones en
la figura del juez de instruction (Binder 2014, 17).2

2 Para una reconstruction del debate entre “reformadores” y los partidarios del sistema penal vigente en Argentina vease
(Mira 2017)

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Entonces, no solo la prueba como nocion es lo que comparten ambas disciplinas. A partir de
estas caracteristicas es posible realizar algunas analogias mas entre el oficio del historiador y el de la
justicia en su faceta infraccional. El papel fundamental otorgado a la escritura, en el caso de la
historiografia, sirvio para demarcarla, durante su proceso de consolidacion como ciencia en el siglo
XIX, de otras ciencias del espiritu: la historia se hace con “documentos”, huellas escritas del pasado
(Cfr. Hartog 2011, 199)3 Con la consolidacion de la historia cientifica la palabra hablada desaparece
de utillaje del historiador y la escritura asume el rol principal (Hartog 2011, 199). La centralidad del
historiador en el proceso de investigacion no permite la intromision de ninguna voz que no sea la
suya, tal y como expuso R.G. Collingwood en su alegato a favor de la autonomia epistemica en el
oficio de la historia (Collingwood 2014, 339-340). Los “testigos” son ahora las fuentes a descubrir,
que tienen voz a partir de que el historiador se las otorga con sus preguntas: solo el puede descifrar y
reconstruir los mensajes de estos documentos (Hartog 2011, 200). Al igual que en el proceso
inquisitorial, la primacia de la escritura perpetua el borramiento de voces externas al proceso: cuando
un conflicto es formalizado bajo la forma del expediente escrito, todos los protagonistas (la victima,
el agresor, la comunidad que participa), quedan reducidos en hojas de papel, redactadas en un idioma
artificial (Binder 2014, 37). Algo similar ocurre en la historia oral mas clasica, surgida a partir de los
anos ’60: la incorporacion de otras voces se realizaba a partir de su reduccion a “fuentes”, es decir, a
partir de la aceptacion de “ser hablado” por el historiador (Hartog 2011, 202).
La alternativa planteada en terminos del derecho al modelo inquisitorial de la justicia penal es
la de la “oralidad”. El abogado procesalista Alberto Binder ha argumentado a favor de la necesidad
de reemplazar el sistema de justicia infraccional por una de tipo adversarial que logre subsanar los
problemas de una justicia que entiende al delito como una ofensa al soberano. La “oralidad” implica
un cambio en el sistema judicial que se dirija hacia un derecho penal del conflicto basado en tecnicas
de pacificacion. En la audiencia oral “el agresor se encuentra alii, en presencia fisica, de carne y
hueso; la victima tambien con su lenguaje y perspectiva”, de modo que se logra generar un ambito de
comunicacion en el que los conflictos pueden ser resueltos de manera pacifica y tolerante (Binder
2014, 37). Asi, la audiencia oral se constituye en un verdadero “ritual de pacificacion”, interviniendo
en la conflictividad social y evitando el abuso de poder y la violencia. El juicio es un juego de
narraciones de las que se hace necesario extraer informacion util y es el juez quien debe laudar y
sancionar una u otra version final de los hechos (Binder 2014, 31). En terminos historiograficos, la
concepcion dialogal del testimonio propuesta por Ricoeur parece acercarse a la idea de oralidad
propugnada desde la concepcion adversarial del derecho. Ambas nociones, cada una en su campo
especifico, tienden a privilegiar la oralidad como via de establecer comunicacion y evitar el
borramiento de los protagonistas vivos de los procesos judiciales y de la investigacion historica. En
las versiones inquisitoriales/evidenciales de la prueba, los sujetos en cuestion estan incapacitados para
hablar de manera significativa puesto que se ven reducidos a “fuentes”, palabra escrita que debe ser
interpretada por quien esta a cargo de la investigacion. En este sentido, el modelo inquisitorial ha
permanecido vigente en los tribunales pero tambien en ciertas practicas historiadoras que reducen la
voz de los testigos a fuentes de informacion.
Esto es particularmente relevante en el contexto de la historia reciente. Es importante destacar
que, para Ricoeur, durante la fase documental de la operacion historiografica se produce un momento
de equiparacion del testimonio con las demas huellas del pasado al pasar por el archivo. En esta etapa,
los testimonios abandonan la esfera de la conversacion y se transforman en huellas contrastables en
el sentido popperiano (Ricceur 2013, 210). Pero lo que se produce al pasar al testimonio por el archivo
es una tension entre la dimension moral antes expuesta y su lugar como prueba documental: en la
historia del presente, debido a su situacion temporal particular de cercania entre el momento del
acontecimiento y el del relato, “el trabajo de archivo debe hacerse frente al testimonio de los vivos,
muchos de ellos supervivientes del acontecimiento considerado” (Ricceur 2013, 438). Esta

3 En la cita retomada por Hartog, Langlois y Seignobos defmen, ademas, al documento a partir del lenguaje judicial.

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P o n e n c ia s , S im p o s io s y M e s a s R e d o n d a s .

difuminacion de la front era que separa al testimonio del archivo pone en cuestion al modelo
inquisitorial/evidencial del testimonio heredado de la justicia infraccional porque plantea el problema
etico de considerar a quienes brindan su testimonio en un contexto de confianza como fuentes de
informacion factual de las que obtener pruebas. En el testimonio se implica la intersubjetividad y, por
lo tanto, es menester desanclarlo del mundo factico, esto es, de una concepcion especular, para
potenciar su voluntad comunicadora (Martyniuk s/f, 18).

Cuando historia y justicia se encuentran: el accidente de Jose Maria Alesia por Federico Lorenz

A la manera de Carlo Ginzburg, Federico Lorenz se ha encontrado con las huellas de un


proceso judicial en su cruce con la historia. En Algo parecido a la felicidad. trata de comprender el
proceso de radicalizacion politica y sindical a comienzo de los anos ’70 a partir del estudio del caso
de una agrupacion de obreros navales de la zona norte del Gran Buenos Aires que termina
confluyendo en Montoneros (Lorenz 2013, 13). La radicalizacion politica se da a partir de la toma
del astillero en el que trabajaban los protagonistas de la historia y que es motivada por el accidente
de un trabajador pocos dias antes de la asuncion de Hector Campora a la presidencia de la nacion, en
mayo de 1973 (Id) 4 Es este acontecimiento el que Lorenz busca revisar y poner en cuestion; lo hace,
sin embargo, en el ultimo capitulo de la obra. A la manera de E lju ezy el historiador, se preocupa por
afirmar la posibilidad desde la historia de alcanzar cierto grado de verdad (Lorenz 2013, 308). Para
indagar en el hecho se adentra en el analisis de la causa llevada adelante por el juzgado de San Isidro
a raiz de la muerte de Jose Maria Alesia.5
Mientras que la motivacion de Ginzburg para adentrarse en el caso Sofri es en primer lugar
personal, en Algo parecido a la felicidad... este tipo de motivos interviene pero se hace patente a
medida que Lorenz construye su investigacion. El autor se pregunta por la necesidad de revisar la
muerte de Alesia a riesgo de perjudicar su amistad con los entrevistados y alimentar posturas
apologeticas de la dictadura (Lorenz 2013, 19). De este interrogate se desprende dos cuestiones de
especial interes para nosotros: el lugar que tienen los entrevistados en el trabajo de Lorenz y la
posibilidad de probar un hecho judicializado varios anos despues de que sucedio. Con respecto al
primero de estos puntos, vale la pena resaltar cual es la forma en la que Lorenz trabaja los testimonios
a lo largo de la obra. A diferencia de un uso probatorio, en el que los testimonios aparecerian a
condicion de ser evidencia de lo que el historiador sostiene, las voces de los sobrevivientes son
incorporadas de manera significativa a la investigacion, planteando incluso preguntas que guian al
autor en la comprension de los hechos: la voluntad retrospectiva de la historia se entronca con la
memoria, rescatando su faceta interpretativa y subjetiva (Lorenz 2013, 16, 200, 202). De esta forma,
la tension entre testimonio y archivo se resuelve por el lado de la confianza.
Se plasma en la obra de Lorenz una concepcion dialogal del testimonio, en la que aquellos
que profieren sus palabras lo hacen de forma sustantiva. El investigador deja un lugar para que
quienes vivieron los acontecimientos aporten su interpretacion, su mirada sobre los hechos, pero sin
renunciar a su rol como historiador, que por momentos complementa los testimonios y por momentos
discute con ellos. En esta obra, el testimonio es concebido como un dialogo entre vivos que
“presentifica” lo ocurrido y permite dar cuenta de las continuidades: se nos presentan las trayectorias
de los protagonistas con posterioridad a los hechos narrados, se tienen en cuenta los efectos de la
represion y el terrorismo de estado e incluso se entrevista a hijos e hijas, parejas y familiares de
quienes fueron desaparecidos por la dictadura militar. De esta forma, el autor se separa de la
concepcion inquisitorial/evidencial y escrituraria del testimonio: la presencia de la voz de los

4 La toma en cuestion se produjo en los Astilleros Argentinos Rio de la Plata S.A. (ASTARSA), una empresa dedicada a
la construction de buques y fabricacion de canos, maquinas industriales y tractores. Fue fundada en 1927 y quebro en
1994. ’
5 Causa 1677, “Alesia, Jose M aria Victima de accidente de trabajo”, Juzgado en lo Penal n°6 de San Isidro (1973).

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entrevistados no es utilizada para apoyar o sostener una afirmacion a modo de prueba sino que es
utilizada para la trama misma de la historia que se busca contar.
El ultimo capitulo del libro esta construido sobre la base de la revision del hecho disparador
del conflicto: la muerte, en apariencia accidental, de Jose Maria Alesia. Al respecto de la comparacion
entre el juez y el historiador, Ginzburg argumenta que “un historiador tiene derecho a distinguir un
problema alii donde un juez decidiria un ‘no ha lugar’” (Ginzburg 1993, 23). A pesar de la escucha
atenta que Lorenz establece en su dialogo con los entrevistados, la cuestion del accidente habilita un
espacio para la sospecha. Se produce el encuentro entre dos formas de concebir al testimonio, la
primera, que privilegia la oralidad como forma de establecer un contexto de comunicacion y entablar
el dialogo y la segunda, marcada por la verdad verificable de la justicia inquisitorial. La incoporacion
de los documentos del juicio se da con posterioridad al trabajo que Lorenz habia hecho con los
testimonios. A partir de su lectura se encuentra con testimonios de obreros y de peritos tecnicos que
concluyen en calificar al accidente como “hipotetico dudoso”, ya que Alesia llevaba en sus ropas el
elemento inflamable que le causo la muerte (Lorenz 2013, 308). Sin embargo, la verdad que le
interesa a Lorenz no es la de la justicia sino, mas bien, siguiendo a Carlo Ginzburg, la de la
posibilidad.
Sin embargo, en ambos textos la busqueda de verdades alternativas es diferente. Si bien
Ginzburg afirma la busqueda de la verdad como posibilidad, la operacion historiografica que lleva
adelante parece replicar las acciones de quienes investigan en la causa de Sofri, practicando una
minuciosa reconstruction de los hechos para sostener lo que considera que es cierto, que su amigo es
inocente. El mismo describe este accionar al hablar de la identificacion entre historia y justicia: la
preocupacion por la reconstruction del hecho individual. Aqui la unica diferencia radicaria en la
posibilidad de dictar sentencia.Pero tambien una imposibilidad lo separa del juez y del historiador
oral: la facultad de participar en la construction de sus fuentes, limitandose solo a “descifrarlas”
(Ginzburg 1993, 25). Al hablar de fuentes, refiriendose al testimonio vuelve a refrendarse la mimesis
con el modelo inquisitorial: la interpretacion de fuentes escritas como unica posibilidad.
En el caso de Algo parecido a la felicidad. la idea de verdad como posibilidad aparece con
mayor claridad y esto, creemos, esta relacionado con como se conciben los vinculos entre testimonio
y verdad judicial. Entendiendo que la produccion de verdad va mas alia de la verification de un hecho,
Lorenz plantea las consecuencias eticas e incluso personales de su investigacion. La sospecha abierta
por el accidente de Alesia lo lleva a consultar los documentos del juicio pero tambien a producir
testimonios que le permitan problematizar la sentencia alcanzada por el tribunal. En este sentido, vale
realizar otra analogia entre los modelos de historiografia y los de la justicia: mientras dentro del marco
del modelo inquisitorial de justicia el investigador debe buscar la verdad, en el modelo de la oralidad
la verdad no debe buscarse sino exigirse a los acusadores (Binder 2014, 23). De esta forma, mientras
del juicio se obtuvo una sentencia, a partir de la indagacion historiadora la pregunta de Lorenz se
dirige hacia como las diversas posibilidades que se abren a partir de poner en duda la hipotesis del
accidente pueden afectar nuestra comprension del periodo y nuestra relacion con el presente. La
verdad aparece atada a la idea de plausibilidad de cual de todos los muertos posibles encarna la figura
de Alesia. Y esto no cierra los sentidos ni entiende al testimonio como prueba de una verdad
verificable sino que permite entablar un dialogo con quienes son nuestros contemporaneos para que
nos ayuden a lograr una reconstruction historica de la experiencia epocal.

Bibliografia

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74
S im p o sio : Reflexiones sobre los limites, y dentro de los limites, de la Filosofia de la Historia
C o o r d i n a d o r e s : Omar Murad y Mariana Castillo Merlo

Lecturas de la crisis: intertextualidad transdisciplinar

Mercedes Melo
UNCo

En el presente trabajo expondremos algunas intersecciones entre el campo de la Filosofia de


la Historia y el campo de la Historia de la Psicologia. Ambos campos, de amplio desarrollo, se
intersectan para establecer un dialogo intertextual y transdisciplinar. Mas alia de establecer limites a
los campos de estudio, trascenderemos la especificidad disciplinar de la Filosofia, de la Historia y de
la Psicologia, para converger en lecturas de textos, de diferente alcance, que nos permitan poner en
tension nociones tales como la de Crisis. Particularmente, este trabajo tiene que ver con como juega
la nocion de crisis en la construction del relato historico de la Psicologia.
Metodologicamente, intentaremos “hacer dialogar” a los distintos textos, a partir de como son
significados o resignificados los conceptos por los autores, en distintos campos. Algunos de estos
autores retoman a otros autores trabajados en el presente escrito, con lo cual pretendemos dar cuenta
de cierta intertextualidad en el tratamiento de los temas planteados.

La nocion de crisis esta presente en distintos discursos, campos y actividades de la vida


humana. Hoy en dia no hay un solo titular o noticia que no aluda a la nocion de crisis: crisis
energetica, crisis inmigratoria, crisis politica, crisis econdmica, crisis social... todas estas
calificaciones apelan a muy variados campos de la organization de la vida humana. En todos ellos
pareciera connotarse un aspecto negativo de la crisis, algo que debe resolverse para continuar con un
modo de vida, modo el cual ademas, la crisis de los tiempos ha puesto en perspectiva.
Hartog (2007) plantea que la crisis de los tiempos es entendida como la brecha en la cual se
cobra conciencia de que se ha desfigurado o reconfigurado el orden del tiempo. La nocion de regimen
de historicidad posibilita examinar como se vincula el historiador con el tiempo, promoviendo una
lectura critica del pasado, y sus vinculos con el presente y el futuro. A partir de la crisis de los tiempos,
en el regimen de historicidad presentista, esa relacion se ve afectada, hipertrofiando el tiempo
presente en desmedro del futuro y del pasado. Estos conceptos permiten pensar acerca de la
construction del relato historico de un campo disciplinar y profesional como la psicologia, asi como
reflexionar sobre las concepciones de crisis que presentan algunos autores.
Esta disquicision, en un campo disciplinar y otro profesional, no es menor, ya que la psicologia
presenta una vertiente mas orientada hacia la produccion de conocimiento academico, y que se liga
mas con un discurso cientificista; y por otra parte, tiene un contexto de aplicacion en el cual se valoran
las actividades profesionales, o aquellas cuestiones que tienen que ver con el campo de la clinica, con
el campo de lo laboral, el campo de lo educational.
Ensayamos algunas preguntas... 6Cuales son las consecuencias de la crisis de los tiemposl
6Vivir continuamente en un presente que, como un “agujero negro”, se apropia del pasado y el futuro?
Esta es una vision negativa realmente de la crisis, aunque una description bastante cercana de lo que
nos sucede en la actualidad: la imposibilidad de proyectar, de pensar como sera el futuro de la
humanidad, que nos lleva a predicciones fatalistas y/o resurgimientos conservadores.
^Podriamos decir que la crisis se encuentre “presentificada”? Es decir, que vivimos en una
permanente situation de crisis, que la crisis revuelve pero no revoluciona, que se ha tornado el modelo
de los intercambios...?
6Es la perdida de sentido el signo general de la crisis de los tiemposl La necesidad de
materializar la memoria, de anclarla y mantenerla viva en monumentos y lugares especificos, 6es una
muestra de esa perdida?
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La perdida de sentido, en su acepcion, sentido como contenido significativo signado por unas
coordenadas epocales, y su acepcion, sentido como direccion, camino o tendencia, que es marcado
por ese contenido, es lo que otorga esa connotacion negativa a la crisis, independientemente del
campo en el que particularmente se la observe. Independientemente del campo en el cual se la
reconozca.
Por ejemplo, en el campo de la Historia de la Psicologia, la nocion de crisis podria ser vista
como un organizador “conceptual” en la mayoria de los relatos historicos actuates, aunque pierda
protagonismo frente a los paradigmas (o cualquier otro organizador epistemologico) y los supuestos
ontologicos que sostienen las diferentes teorias psicologicas, y que operan tambien como
organizadores conceptuales.
Nuevamente, aunque desde las sombras, en el negativo de la fotografia de la disciplina, esta
la crisis como nucleo organizador del relato: “la psicologia esta en crisis”, “hay multiples teorias
psicologicas”, “no hay dialogo entre las distintas teorias psicologicas”, “delimitan campos diferentes,
construyen objetos teoricos que no se pueden comparar”
Aunque no sea denominada crisis, incluso antes de la busqueda frenetica de paradigmas en
Psicologia, a partir de la publicacion de la Estructura de las Revoluciones Cientificas de Kuhn,
podemos encontrar rastros de la nocion en las rupturas, al mejor estilo bachelardiano, que habilitan
a pensar la constitucion cientifica de la disciplina psicologica, la conformacion de un discurso
psicologico1
Decimos “rastros de la nocion [de crisis]” en la nocion de ruptura, debido a que ruptura no
equivale a crisis en todos los modelos epistemologicos. Solamente en el modelo kuhniano se produce
esa amalgama entre la crisis y la ruptura. En la secuencia logica de la acumulacion de anomalias, la
perdida de la hegemonia paradigmatica, la crisis y la revolucion, la ruptura se produciria entre la crisis
y la revolucion, es decir, compartiendo un mismo tiempo logico de la dinamica cientifica.
En Bachelard (2000) la ruptura se produce por un doble movimiento: la necesidad de mayor
abstraccion, en la cual produce una resignificacion del “error”, un movimiento de atraccion hacia el
espiritu cientifico', y el empuje contra el obstaculo epistemologico, o las resistencias, en terminos
freudianos, que promueve la conservation de un modo de organization cognitiva/epistemologica ya
conocido y funcional. Si hay un lugar para la crisis en esta epistemologia, es aquel del que nos
previene el obstaculo epistemologico.
En E l compromiso racionalista, Bachelard (1972) al exponer sobre “La actualidad de la
historia de las ciencias” rechaza de piano la nocion de crisis, y apela al progreso cientifico:

(...) la ciencia cambia en el sentido de un progreso manifiesto, la historia de las ciencias es,
necesariamente, la determ ination de los sucesivos valores del progreso del pensamiento cientifico.
Nunca se ha escrito, en verdad, una historia, una amplia historia, de una decadencia del pensamiento
cientifico. Por el contrario, se han desarrollado con abundancia historias de la decadencia de un
pueblo, de una nacion, de un estado, de una civilizacion (Bachelard, 1972: 130)

Entendemos aqui, que la nocion de crisis se encuentra ligada nuevamente a una connotacion
negativa en la forma de decadencia.
6 E s esta forma “negativa” de la crisis una configuration del regimen de historicidadmodernol
La ordenacion binaria de conceptos lleva a enfrentar lo objetivo y lo subjetivo, 6sucede esto asimismo
en el orden de la ciencia y lo social? 6en oponer el progreso a la crisis?

1 Acerca de la constitucion de la Psicologia M odem a y su relacion con la Filosofia, cfr. Danziger, 1994. Acerca de una
interpretacion psicoanalitica del vinculo entre la constitucion de una teoria psicologica y las grandes rupturas en el
pensamiento de la humanidad, cosmologica, biologica y psicologica, Cfr. Freud (2006 [1925]) Las resistencias contra el
Psicoanalisis. Estas rupturas reconfiguran la vision de mundo, sin embargo encontramos en ellas la perdida de sentido
(ut supra) que caracterizaria a la crisis, perdida o contrasentido que intentamos rastrear en los diferentes relatos historicos
de la disciplina.

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Para poder pensar otras connotaciones de la crisis recurrimos a autores de la Psicologia y de


la Historia de la Psicologia.
Tomando el planteo historico cultural de Vygotski (1996), que podriamos vincular a una
perspectiva critica de la historia de la Psicologia, es necesario contextualizar la produccion del texto
en terminos socioculturales, politicos, e incluso ideologicos. El titulo de su obra apela al “significado
historico” de la crisis en Psicologia, cuando el autor ha vivido la revolucion Rusa y los cambios que
se han dado en el sistema pedagogico del lugar donde vive.2La crisis estatenida de un color positivo,
que expresa la potencia de lo que deviene luego de la revolucion.
En dicho texto, el autor describe los avatares de las diferentes teorias psicologicas que
coexisten a principios del siglo XX y la necesidad de que una “psicologia general” promueva una
dinamica de relacion dialectica entre las mismas.
En Vigotsky (1996), la crisis es un estado contingente de la Psicologia que debe ser puesto en
relacion dialectica con las producciones teoricas de la disciplina. Es contingente en tanto responde a
variables socioculturales, politicas, e incluso ideologicas, es decir, variables de epoca:

La necesidad de una metodologia cientifica sobre una base historica (...) la regularidad en el cambio
del desarrollo de las ideas, la aparicion y la muerte de los conceptos, incluso el cambio de
categorizaciones, todo ello puede explicarse cientificamente, si relacionamos la ciencia en cuestion
con el sustrato sociocultural de la epoca, con las leyes y condiciones generales de conocimiento
cientifico, es decir, con la historia interna de la propia disciplina, (...) con las exigencias objetivas
que plantea el conocimiento cientifico acerca de la naturaleza de los fenomenos y el objeto de
estudio y en el momento actual de la investigacion

Este planteo de Vygotski podriamos vincularlo a una perspectiva critica de la Historia de la


Psicologia. Las historias criticas incorporan estas variables socio-culturales, politico-economicas e
ideologicas junto a las profesionales para construir el relato de la Historia de la Psicologia. (Danziger,
1994; Rose, 1999)3
Entonces, la crisis no es solo perdida, riesgo o peligro, tambien es potencia. Para Vila (1990)
el sentido de la nocion de crisis cambia radicalmente con el planteo de Kuhn (1971): la crisis es el
momento en la dinamica de la ciencia en la que se revisan los supuestos epistemologicos, ontologicos
y metodologicos, que posibilita la instauracion de un nuevo consenso de la comunidad cientifica en
la forma de un nuevoparadigma. Aunque la connotacion de la crisis sea “negativa” para la psicologia
en la perspectiva kuhniana, Caparros (1991) sehala que la “conciencia de crisis” es un elemento casi
constitutivo de la comunidad de psicologos, de suerte que enfatiza los aspectos del consenso, aunque
estos se vinculen al disenso teorico-practico. Paradojicamente, aquello que refleja la falta de unidad,
ya sea ontologica, metodologica o conceptual (el aspecto epistemico), la crisis, es lo que une a la
comunidad de psicologos, o mejor dicho, la “autoconciencia de crisis” (el aspecto sociologico).
Caparros (1991) retoma el planteo vigotskyano, expresando que esa significacion historica de la crisis
no tiene una connotacion negativa. Es decir, la heterogeneidad o coexistencia de distintas teorias y
practicas psicologicas no deviene en una descalificacion cientificista de la Psicologia, ni la ubica
como una ciencia preparadigmatica en terminos kuhnianos.
Tanto Vygotski como Caparros describen el “estallido” (Cfr. Mudrovcic, 2013) teorico-
epistemico y practico-tecnologico de la Psicologia. En relacion con el planteo de Hartog (2007),
podriamos hipotetizar que la condicion heterogenea de la Psicologia, es un signo temprano de la crisis
de los tiempos, uno de los tantos que marcarian el pasaje de un regimen de historicidad moderno a

2 Cfr. Yasnitsky, van der Veer, Aguilar y Garcia (ed.) (2016), Vigotsky revisitado. Una historia critica de su contexto v
de su legado, Buenos Aires, Mino y Davila; y la Introduccion historica de Marcelo Caruso a la ediciones de Colihue de
Pensamiento v lenguaje o Historia de las funciones psiquicas superiores, ambos textos de Vigotsky.
3 Por ejemplo, Danziger (1994) plantea que los origenes de la Psicologia modema se vinculan a la conform ation de grupos
de profesionales que producen (y aplican) conocimiento psicologico en funcion de unos intereses particulares,
determinados por los grupos de poder constituidos en un contexto liistorico-social. Rose (1999) analiza las relaciones del
saber experto psicologico, el gobiemo, la subjetividad, y ubica a la psicologia como una tecnologia.

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un regimen de historicidadpresentista. Sin embargo, ninguno de los autores de los tempranos tiempos
de constitucion cientifica de la psicologia la consideran en crisis, salvo Vigotsky.

Hasta aqui entonces hemos leido la crisis de variadas maneras:


1) como un modo de relacion. A partir del texto de Hartog (2007) podriamos decir quelacrisis
de los tiempos modula la relacion particular de una persona con el tiempo;
2) como un modo de orden diferente, ya sea como una desfiguracion o reconfiguracion,esdecir,
no necesariamente un desorden (Hartog, 2007);
3) como una solucion de continuidad en el tejido social, en las politicas publicas (mas que como
ruptura), en terminos macro de organizacion socioeconomica y politica (actualidad);
4) como perdida de sentido, ya sea cognitivo o practico (Hartog, 2007);
5) como un posible organizador epistemico y conceptual;
6) como perdida de paradigma (Kuhn, 1971 [1962]);
7) como ruptura epistemologica, en los momentos de la ciencia extraordinaria kuhniana (Kuhn,
1971 [1962]);
8) como decadencia, solo factible en los aspectos de la historia social, segun Bachelard (1972);
9) como contingente, es decir, producida a partir de una conjuncion de variables (Vigotsky, 1996
[1926]);
10) como heterogeneidad, un plexo de teorias con un muy diverso grado de delimitacion
conceptual y avance tecnico-practico;
11) como potencia, para hacer surgir la “Psicologia General” planteada por Vigotsky;
12) como un organizador sociologico, en tanto la comunidad de psicologos es conciente del estado
de crisis de su propia disciplina y profesion, por ejemplo (Caparros, 1990).

<^Es esta dispersion semantica de la nocion de crisis una consecuencia del regimen de
historicidad presentista9
Si hubieramos de categorizar estas lecturas, las mas recientes se vinculan a formas de
modulation o de modo; mientras que las anteriores a 1990 se vinculan a polaridades como orden-
desorden o progreso-decadencia, con la excepcion de Vigotsky que incorpora una serie de variables
para pensar la crisis (aunque tambien distingue dos psicologias: una teorica y otra metodologica/
epistemologica).

Por una parte, la Filosofia de la Historia nos provee de una categoria de analisis de la historia,
la crisis de los tiempos, a partir de la cual es posible pensar una reconfiguracion de la relacion del
historiador con el tiempo (y no solo del historiador, sino de cualquier sujeto humano), que pone en
perspectiva presente, pasado y futuro. No solo es la relacion del historiador con el tiempo la que nos
interesa, en un regimen de historicidad presentista o en uno moderno, sino la relacion con el
conocimiento, en un contexto temporo-espacial atravesado por variables culturales, politicas e
ideologicas. Es asi que, por otra parte, nos acercamos a algunas lecturas desde la Epistemologia,
sondeamos distintas concepciones de la crisis, concepciones que son retomadas en algunas de las
lecturas de la Historia de la Psicologia. Estas mismas nos llevan a un autor de la Psicologia en
particular, Vigotsky, quien le da una potencia a la nocion de crisis que ninguna de las anteriores
lecturas le habia dado.
Ensayar una historia de la psicologia en terminos de la crisis epistemica de la disciplina, o
como una historia conceptual de la crisis, nos permite problematizar el “pasaje” de un regimen de
historicidad moderno a uno presentista. En primer lugar, porque el primero no deja de influir en la
conceptualizacion de la Psicologia como una disciplina, y en el sustrato epistemologico de la misma.
En segundo lugar, porque no deja de ser necesario un modo de transmision de las teorias y practicas
que organice coherentemente el corpus del campo de la Psicologia, y en ese sentido persisten modos
mas tradicionales de construir el relato historico de la Psicologia {Cfr. Vezzetti, 2007). En tercer lugar,

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porque permite el ingreso de factores sociales, culturales, politicos e ideologicos en el analisis de la


reconfiguracion del orden del tiempo en el cual ese relato es construido.
La crisis, para el caso de la Psicologia, no se trata de la dualidad, o al menos no solo de la
dualidad, entre ciencia/no ciencia o unidad/heterogeneidad. A estos problemas “modernos”, que
persisten, se suman otros de mayor complejidad, como por ejemplo las derivaciones eticas de la
aplicacion de las distintas teorias psicologicas y/o los problemas practicos de la profesion, que surgen
en torno a los nuevos modos de subjetivacion, a los distintos discursos, campos y actividades de la
vida humana que, como se enunciaba al principio, estan en crisis.

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S im p o sio : Reflexiones sobre los limites, y dentro de los limites, de la Filosofia de la Historia
C o o r d i n a d o r e s : Omar Murad y Mariana Castillo Merlo

El rol de la filosofia de la historia kantiana como articulation practica entre


libertad y derecho
Hernan Manzi
UBA

Immanuel Kant tenia en claro que para que los hombres pudieran disfrutar de una libertad en
su realidad comunitaria, debia acaecer una transformation de su libertad natural o pura. La separation
entre fenomeno y noumeno (o entre realidad e idea) es para el ambito del derecho no solo esencial en
la determination de sus caracteristicas intrinsecas, sino tambien necesaria en el piano practico. La
libertad como el mero hacer lo que se quiere no puede sostenerse en ninguna comunidad humana. En
este sentido, Kant se niega a reconstruir el origen de las sociedades, y solo admite esa posibilidad -en
Comienzo veroslmil de la historia humana- con el objetivo de llenar vacios en una historia, a modo
de hipotesis. El elemento que separa a Kant de los contractualistas es, justamente, su filosofia de la
historia, que incluye la nocion de Providencia, y que luego reemplazara con un termino que de algun
modo puede ser objeto de la experiencia, y de la ciencia: la Naturaleza. El camino de la soberania es
analogo al de Hobbes, Rousseau y Locke: se parte del individuo en plena libertad natural hasta que,
mediante un contrato, se establece al soberano para que las decisiones de este sean las de la voluntad
popular, con el fin de obtener la proteccion y que surja un juez impartial que tome el lugar del juicio
individual. Asi, se legitiman los castigos a los crimenes bajo las normas de una legislation exterior
que corresponde al derecho politico. De esta manera, en el ambito del derecho politico, la conciliation
entre lo que indica la idealidad del “deber ser” y la efectiva accion humana, queda resuelta: si la
autonomia del juicio practico no alcanza para frenar los impulsos que se conducen por el interes
propio, entonces la heteronomia de la espada lo hara. La legislation exterior aplicara el castigo, alii
en donde la universalidad de la maxima no fue aplicada en la experiencia. Es claro que la ley punitiva
no resuelve el problema etico y las multiples contradicciones que acarrea la sentencia de la maxima
que puede elevarse a ley universal cuando es volcada a la accion (recomendamos el clasico de Agnes
Heller acerca de las dos eticas de Kant). Sin embargo, la ley exterior del Estado se aplica a todos sus
habitantes, y aun cuando desoimos el mandato de la moral y obramos segun nuestra libertad de accion
nos permite, el castigo constrine, y la aplicacion de la pena resuelve, a su modo, lo que no encuentra
solution en el estado de naturaleza, en donde la carencia de un juez impartial, distinto al criterio
individual, es causa suficiente para desatar la guerra.
Por su parte, el derecho de gentes brinda un marco politico a las relaciones entre los Estados.
Es preciso que estos Estados sean considerados como individuos en estado de naturaleza. De esta
manera solo le cabe a la libertad de estos individuos soberanos un limite que sea determinado
autonomamente segun la maxima de cada cual. Ahora bien, el derecho de gentes (international) es
un orden juridico que se distingue del derecho politico porque carece de un jefe universal que pueda
castigar. Solo la razon guia a estos individuos soberanos a no avanzar los unos sobre los otros y
destruirse mutuamente. Sin embargo, esto ocurre en tristes y repetidas ocasiones. Las guerras y la
explotacion son cuitas de la humanidad desde que comenzo la Historia, y tambien lo son en la
actualidad, pese a que la Organization de las Naciones Unidas se haya creado con el fin de terminar
con los conflictos belicos, velar por la justicia y reforzar el principio de autodeterminacion de los
pueblos. La ONU es exactamente de lo que Kant hablaba en La paz perpetua, cuando menciona la
necesidad de crear una Federation de Paz, que liderada por algunos paises ilustrados, uniera a las
naciones para poner fin a la posibilidad de toda guerra. Nos encontramos con el primer problema
relativo al derecho de gentes: su carencia de eficacia para sostener la paz.
La critica que se resume en la dificultad de ser consecuente en la accion con aquello a lo que
nos obligan las maximas universalizables (a traves de la formula del imperativo categorico), no
80
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expresa imposibilidad alguna para la realization de dicha action moral. Por un lado, se trata de una
ley universal, de modo que cualquier individuo rational puede conocerla. Es una ley que obliga,
porque si no lo hiciera careceria de racionalidad practica aplicable a cualquier circunstancia de la
experiencia, y, ademas, porque nadie esta obligado a hacer lo que es imposible. La razon universal
de la moralidad es, tambien, el sustento del derecho en cuanto a ley exterior. Si la realidad acompanara
al derecho, no habria necesidad de establecer ningun orden juridico. Pero la libertad humana -que nos
permite ser libres al actuar de modo autonomo segun nuestras propias maximas- tambien permite que
la voluntad se guie por el deseo y el interes privado. El derecho de gentes se enfrenta con el mismo
problema. Cada Estado se acoge a el segun la maxima rational de que la paz debe ser perseguida,
aunque se oponga a la ambition de la persona soberana. La filosofia de la historia interviene para
plantear una teleologia que direccione la accion hacia un fin ideal, que nos habla de un progreso hacia
lo mejor. La realidad no se interpone en esta idea de tipo teleologico. Pero <^Que podemos conocer de
esta idea?
La idea de Providencia es una idea regulativa, es decir que, aunque resulte incognoscible en
la experiencia del conocer humano, guia la accion y el pensamiento. No obstante, hasta la Revolucion
Francesa y, en el piano teorico, hasta la Critica del Juicio, Kant empleaba la esperanza y el liderazgo
de los ilustrados como motor de los logros en materia juridica en la busqueda de una constitucion
civil perfecta y del crecimiento de sociedades en la busqueda de la paz como la termination de toda
guerra. En Idea de una historia universal desde el punto de vista cosmopolita, Kant sostiene que los
hombres persiguen con sus acciones el fin de la naturaleza incluso cuando no lo quieran; mas aun: no
pueden conocer ese fin. La explicacion que remite a la “insociable sociabilidad” humana, posee un
grado de idealidad demasiado ligado a la experiencia y a los fenomenos contrastables del mundo.
Casi diez anos despues, esta conviction kantiana permanece, solo que adquiere un fundamento
rational, alii en donde antes primaba la religiosidad de la fe y un talento indiscutible de visionario.
Como pensador de su epoca, Kant veia en algun principe ilustrado (en Alemania, Federico II de
Prusia) la guia para que las sociedades se condujeran con certeza y empeno hacia esa finalidad
rational, que podrian acelerar y fomentar como individuos, es decir, como un Estado soberano de
avanzada.
Hasta el momento hemos provisto -de modo sucinto- una genealogia del derecho politico y de
gentes que parte desde el individuo. Pero tambien podemos fundamentar la estructura del derecho
publico desde un punto de vista cosmopolita, que parte desde lo que la Naturaleza o Providencia ha
dado a los hombres al dividirlos por todo el globo. En realidad, Kant sostiene esta perspectiva por
encima de una genesis de tipo contractualista, ya que el cosmopolitismo plantea una situation dada
de antemano y que refiere a la necesidad del comercio entre las distintas naciones. En consecuencia,
el derecho de gentes debe perseguir la paz como un fin rational por el hecho de que los hombres se
hallan dispersos en territorios sumamente disimiles, y la guerra constituye el peor enemigo para su
desarrollo y subsistencia. Si pensamos el cosmopolitismo desde la filosofia de la posmodernidad,
advertimos que esta emparentada con la idea de donation del ser, o acaso una disposition que no es
asequible al conocimiento humano desde un analisis de tipo causal. Aqui resulta oportuna la division
entre juicio determ inate y juicio reflexionante. Hablamos en el cosmopolitismo y en la historia de
los hombres de una finalidad del todo que no podemos conocer. Detengamonos en estos parrafos de
la Critica del juicio para acceder al tipo de finalidad a la que nos referimos:

El concepto de una cosa como fin de la naturaleza en si, no es, pues, un concepto constitutivo del
entendimiento o de la razon, pero puede ser, para el Juicio reflexionante, un concepto regulativo
que, segun una lejana analogia con nuestra causalidad por fines en general, conduzca la investigacion
sobre objetos de esa especie y haga reflexionar sobre su principio base; esto mismo para el
conocimiento [...] de esa misma facultad practica de la razon en nosotros

Solo pues, la materia, en cuanto es organizada, lleva consigo necesariamente el concepto de si misma
como un fin de la naturaleza. Pero ese concepto conduce necesariamente a la idea de la naturaleza
entera como un sistema segun la regia de los fines a cuya idea todo mecanismo de la naturaleza,
segun principios de la razon [...] debe ser subordinado. [...] Se comprende que este no es un

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Ill J o r n a d a s N a c io n a le s d e F ilo s o f ia y E p is te m o lo g ia d e l a H is to r ia .
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principio para el Juicio determinante, sino solo para el reflexionante, que es regulativo y no
constitutivo, y que por el recibimos solo un hilo conductor para considerar, segun un nuevo orden
de leyes, las cosas naturales en relacion con una base de determ ination que ya es dada, y para ampliar
los conocimientos sobre la naturaleza segun otro principio, a saber, el de las causas finales, sin danar,
sin embargo, el mecanismo de la causalidad” (Kant 2007, 330).

El sentido de la filosofia de la historia kantiana, desde un punto de vista cosmopolita, debe


tomarse al modo de un Juicio reflexionante, ya que permite que la historia de la humanidad y el
decurso de sus instituciones adquiera una perspectiva teleologica. Entonces, 6que garantias pone la
Naturaleza para que lo que el hombre no hace por deber, lo haga a traves de las tres instancias del
derecho publico sin que esto haga mella en la libertad innata de los hombres? Debemos considerar
que los designios de la Naturaleza no pueden ser objeto del conocimiento humano -aunque se nos de,
como reflexion, la oportunidad de considerar que esa finalidad deba existir-, y que la obligation es
puesta autonomamente por el hombre a traves de su libertad y de las maximas autoimpuestas por el,
que obligan en la medida en que sean universalizables. Si existen deberes establecidos por la
Naturaleza que no podemos conocer, entonces estos no obligan en sentido estricto, ya que su
effectuation se realizaria a pesar de la voluntad del hombre, Aun asi, Kant hace una interpretacion de
esta disposition de la Naturaleza, que permite el acuerdo de la teleologia de esta con los distintos
ordenes juridicos del derecho publico. El derecho politico es necesario para los pueblos, que tienen
que organizarse en un Estado para preservarse del asedio de otros pueblos vecinos. En este aspecto,
las tendencias egoistas de los hombres chocan y se contienen mutuamente fomentando el
establecimiento de los preceptos juridicos, y acota Kant, “aun cuando se trate de un pueblo de
demonios” (2004). El derecho de gentes, por su parte, se constituye para evitar una monarquia
universal, racionalmente pemiciosa, y la Naturaleza interviene con la dispersion de los idiomas y las
religiones, que son moviles suficientes para que la guerra se produzca y llame, asi, al cultivo de la
cultura y los esfuerzos por la paz. En cuanto al derecho de ciudadania mundial (cosmopolita), este
refiere al comercio entre los distintos pueblos del mundo. En este caso, el dinero es un factor de
confianza que mueve a la paz, ya que la guerra resulta incompatible con el espiritu comercial. Como
se puede apreciar, la Naturaleza conduce al mejoramiento de la humanidad, traducido en el
establecimiento de distintos ambitos del derecho.
La critica amplia a varios aspectos del derecho international, y a la ONU como el organismo
depositario de las leyes que regulan las relaciones entre los paises, es que el desbalance entre los
Estados que el derecho de gentes viene a subsanar, se mantiene en gran parte gracias a las naciones
que impulsaron la creation de un ambito de semejantes caracteristicas. La analogia entre el individuo
y el Estado como una persona juridica va en este caso mas lejos: nuestra experiencia nos ensena que
el soberano es tan corruptible como el hombre individual. A medida que crece en poderio, se le hace
mas viable avasallar a sus pares con el objetivo de conseguir los fines que complacen su interes. La
libertad no se encuentra pura en el mundo empirico, de modo que resulta vano afirmar que el objetivo
del derecho es alcanzar una libertad plena; este objetivo es, antes que nada, igualar la libertad de los
individuos por medio de su incorporation a un mismo orden juridico. Para el derecho politico, el
concepto clave es el de dependencia juridica: nadie al interior de un Estado puede someter a otro a
una ley sin someterse el mismo a ella (Kant 2004). Pero en un mundo en el que el mero acto de
constitucion de una ley de soberania no ha operado como factor de transformation cualitativa de la
libertad innata, esa igualdad juridica -tambien elevada al piano international- es un ideal que se
construye por otros caminos. Nos referimos a la “cultura”. En la filosofia kantiana, le corresponde a
la “cultura” una definition precisa. “La produccion de la aptitud de un ser rational para cualquier fin,
en general (consiguientemente, en su libertad), es la cultura. Asi, pues, solo la cultura puede ser el
ultimo fin que hay motivo para atribuir a la naturaleza en consideration de la especie humana [...]”
(Kant 2007, 397-398). Hallamos en el If83 de la Critica del juicio, algunas de las mas conmovedoras
y edificantes lineas kantianas. No hay en estos parrafos formulas para la resolution de antinomias, y
tampoco reglas practicas. Esas palabras son una reflexion sobre la realidad, que incluye y a la vez
excede la coyuntura de aquella epoca, y que opera tambien como description general de la condicion
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humana. La propuesta kantiana se encuentra lejos de reivindicar la guerra. Kant parte del hecho de
que esta es la realidad que viven los hombres, y si podemos reflexionar acerca de un fin de la
naturaleza -un fin ideal y racional que tome al hombre como fin en si mismo-, entonces es pertinente
incorporar a la guerra como factor que impulse la busqueda de la paz y el mejoramiento de nuestra
especie. Esta busqueda es parte de la cultura, como lo son tambien las ciencias y las artes que, aunque
tengan su faceta negativa en lo referente al vulgar refinamiento y a los deseos terrenales de la felicidad
mundana, acercan a la humanidad hacia la universal racionalidad. Esta cultura debe ser pensada en
terminos cosmopolitas, como abarcando a la humanidad toda, y en su diversidad: lo particular de cada
uno en lo universal de la razon. Una lectura posible es ver como la teoria de la accion con base en el
deber pierde su rigidez inicial a la vez que Kant realiza concesiones de moviles. Hay elementos que
hacen perceptible una evolution en esta direction, aunque adoptarlos como una suerte de
ablandamiento de la etica del deber, resulta poco cauto. Como parte de la comunidad filosofica,
asumimos ese rol que Kant defiende, y que insta a que nuestra voz sea escuchada ^Cuanto tardariamos
en sostener que es etico que un gobierno se constituya como jefe de Estado con fines personales y
que la soberania, entonces, pase a ser un medio para esos fines? i Seria posible establecer una justicia
cuando lo particular defina a lo particular? Sin ir mas lejos ^que solution podriamos brindarle a una
realidad de explotacion, miseria y guerra, cuando el derecho exista para sostener la desigualdad y no
su opuesto? En cambio, consideramos que el desarrollo del pensamiento kantiano constituye una
progresiva labor de articulation entre la teoria y la praxis. Aquello sobre lo que se trabaja es esa
libertad como idea pura: es una busqueda de conceptos, aunque este trabajo no sea teorico. La practica
de la libertad es la cultura y, si se quiere, al decir de Kant, una “cultura de la disciplina”. Los ideales
son siempre posibles, y los buenos resultados se haran visibles solo en la medida en la que los “atajos”
de la inmediatez practica y el oportunismo politico no oculten los objetivos historicos de los pueblos
desde la perspectiva de una igualdad cosmopolita.
El ejercicio del derecho como practica de la libertad, al que llamamos “cultura”, se
fundamenta en la racionalidad practica de la filosofia de la historia. Esta no equivale a una funcion
de la filosofia de la historia para con el derecho, sino que constituye su sentido metafisico, tal como
aquellos principios que sostienen la soberania del Estado con las ideas de contrato y de persona
soberana. Es la teleologia que cabe en la posibilidad de un juicio de tipo reflexionante la que articula
de modo practico universalidad ideal y experiencia. Hemos abordado la relacion entre teoria y praxis,
que preocupaba a Kant cuando se preguntaba si acaso “lo que es cierto en teoria, para nada sirve en
la practica”, o en la ocasion en la que propuso formulas como la de la publicidad, con el fin de probar
que ese politico moral no es una figura inalcanzable. Asi ha aquietado al pragmatico que justifica la
estrategia manipuladora del moralista politico, y que intenta convencernos de la necesidad de eludir
la moral, si fuera menester, para obtener resultados en el aqui y ahora. La cultura es un modo de ser
de toda esta racionalidad practica moral de la libertad cuyos frutos se ven a largo plazo, pero es mas
duradera. Aunque se enmarca en los limites de la razon occidental tipicamente moderna, su apelacion
a la universalidad resulta un movil alentador para continuar con el trabajo del derecho international,
porque no solo abraza un cosmopolitismo meramente comercial, sino que tambien promueve un
pensamiento de respeto hacia la diversidad, y una perspectiva etica del derecho y de la politica
exterior de los Estados.

Bibliografia

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1790; M. Garcia Morente, Trad.)
Kant, I. (2004), La paz perpetua, Mexico, D.F., Porrua. (Trabajo original publicado en 1795; F.
Rivera Pastor, Trad.).

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C o o r d i n a d o r e s : Omar Murad y Mariana Castillo Merlo

Historia y tradicion en el liberalismo: una lectura critica desde MacIntyre

Cesar Martinez Cerutti


UNComa

En el capitulo 17 de Justicia y Racionalidad, Aladair MacIntyre comienza por indagar sobre


la relacion existente entre individuo y tradicion. El autor recorre las principales contradicciones que
se dan entre los mismos, poniendolos en tension con la herencia moderna que constantemente intenta
buscar criterios universales de racionalidad practica. A juicio del autor, en la relacion entre individuo
y tradicion, es el ultimo factor el que adquiere preponderancia condicionando al individuo de un modo
particular, segun a que tradicion responda. En este sentido, el autor sostiene que la tradicion precede
al individuo, colocando asi, al pasado y al peso de la tradicion como el factor determ inate en la vida
de las personas. Esto se debe a que MacIntyre pertenece a aquel grupo de autores denominados
“comunitaristas”. Vale la pena aclarar que el comunitarismo como movimiento es algo heterogeneo20.
Se trata de un grupo de autores que comparten un rival comun (el liberalismo) presentando matices y
diferencias en sus propuestas. Asi, MacIntyre entiende que es la tradicion ante todo la responsable de
generar la mediation entre individuo y mundo. Y que es solo a partir de la misma en donde se
configuran los distintos criterios de racionalidad practica. Puede apreciarse entonces, como MacIntyre
parte de la idea de que no existen datos pre-teoricos respecto del mundo, y que es la conjuncion entre
individuo y tradicion el mecanismo mediante el cual se delinean las cosmovisiones que, tarde o
temprano, terminan enfrentandose a causa de sus diferencias. Respecto a esto explica que “si cada
uno de nosotros, por si mismo, con sus propios recursos, puede conocer la verdad -y ciertamente, no
puede adquirir el conocimiento de ningun otro modo- de esos principios fundamentales, el
conocimiento de los cuales se presupone en cualquier otro tipo de conocimiento, teorico o practico,
entonces la tradicion - al menos, en este sentido- ha perdido toda su funcion” (MacIntyre 1994, 318).
Tenemos asi que toda tradicion cumple este rol “fundacional” en tanto y en cuanto articula la
interaction entre los individuos y el mundo de manera que los mismos puedan actuar con cierta
regularidad sin tener que reflexionar constantemente desde un punto “cero o neutral” (lo cual es
imposible para el autor) al momento de realizar determinada accion. Teniendo esto en cuenta, se
puede comprender el uso casi indistinto que el autor realiza entre “tradicion” y “criterios de
racionalidad practica” o “teorias de racionalidad practica”, dado que en ultima instancia de lo que se
trata aqui es que existan reglas para la resolution de conflictos. A su vez, la consideration de
problema dependera en ultima instancia de la tradicion en cuestion, pues determinada tradicion puede
ver un conflicto en donde otra no. Frente a esto MacIntyre sostiene: “cada teoria de razonamiento
practico es, entre otras cosas, una teoria de como los ejemplos deben describirse, y como describimos
cualquier ejemplo particular dependera, por tanto, de la teoria que hayamos adoptado” (MacIntyre
1994, 319). Por lo tanto, tenemos en este pasaje dos ideas fundamentales defendidas por MacIntyre
y contrarias al proyecto filosofico moderno21. Podriamos calificar a la primera como una tesis
contextualista y/o historicista, ya que enuncia la imposibilidad de encontramos en un punto libre de

20 El comunitarismo como aparece a finales del siglo XX en oposicion a determinados aspectos del individualismo v en
defensa de fenomenos como la sociedad civil. Como movimiento, el comunitarismo centra su interes en las comunidades
y no en el individuo. Asi, los comunitaristas argumentan que no se les da la suficiente importancia a las comunidades en
las teorias liberales de la justicia.
21 Entiendo por modernidad al proceso que se desarrollo en Europa occidental a finales del siglo XVII y coloco al ejercicio
de la Razon humana como garante de progreso en diversos ambitos, desde el progreso moral hasta el cientifico. En este
sentido, el uso de la Razon como facultad se convierte no solo en una posibilidad, sino tambien en un deber que la
humanidad debe cumplir.
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toda tradicion desde el cual partir. Por otro lado, podemos catalogar a la segunda como una “tesis
practica”, puesto que aclara que a consecuencia de lo anterior, las tradiciones terminan por brindarnos
un marco interpretativo mediante el cual nos movemos y actuamos de determinado modo en el
mundo. Modo que por supuesto, es siempre parcial y condicionado, sin que esto implique algo
negativo, pues seria ridiculo sostener algo semejante dado la imposibilidad de tener acceso a la
realidad de manera no mediada.
Esta position adoptada por MacIntyre, en la cual no existe posibilidad alguna de colocarse por
fuera de la tradicion, choca con la pretension moderna de encontrar criterios de racionalidad
universalmente validos. En este sentido, el autor sostiene que “la historia de los intentos de construir
una moralidad para individuos libres de la tradicion, bien por apelacion a una de las muchas
concepciones de la universalidad o a una de las igualmente multifaceticas concepciones de utilidad o
a las instituciones compartidas o a alguna combination de estas, al final, como ya hemos senalado al
comienzo de la investigacion, se ha convertido en una historia de continuas disputas sin resolver”
{Ibid. 319). Esta historia de intentos por encontrar una moralidad libre de todo prejuicio y tradicion,
tiene a Kant como principal referente. Y este intento fallido por parte de Kant, y sus herederos, es a
causa de la debilidad de los principios que sostiene. Sin embargo, no es tanto el fracaso o el exito del
proyecto lo que a MacIntyre le interesa, sino mas bien los fundamentos e intereses que estaban en
juego a la hora de fundar este tipo de doctrina que identifica con el liberalismo politico. Es que a
juicio de MacIntyre, el liberalismo se concibe a si mismo como un proyecto de superacion de la tirania
de la tradicion que viene a permitir la resolution de conflictos que de antano la humanidad viene
arrastrando. La tesis fuerte de MacIntyre a este respecto es que el liberalismo no se trata de una
superacion de la tradicion, ni de una doctrina cuyas reglas y procedimientos sean ajenos a algun tipo
de interes social. Sino que se trata de una tradicion mas que arrastra sus propios prejuicios y
concepcion de bien.
En sintesis, MacIntyre sostiene que es erroneo entender los principios del liberalismo (y de
cualquier teoria) como principios autonomos que poseen su fundamento en si mismos. Esto se debe
a que no entiende al liberalismo como una doctrina meramente desarrollada por los filosofos ni
tampoco como una simple consecuencia de la modernidad. Pues si bien reconoce que la ilustracion,
como movimiento intelectual, influyo claramente en el desarrollo del liberalismo politico, sostiene que
el fundamento del mismo se encuentra mas bien en el piano social de aquel periodo historico: “Es de
primordial importancia acordarse de que el proyecto de fundar una forma de orden social en la que
los individuos puedan liberarse de la contingencia y de la particularidad de la tradicion por apelacion
a normas genuinamente universales e independientes de cualquier tradicion no era solo ni
principalmente un proyecto de los filosofos. Era v es el proyecto de una sociedad moderna. liberal e
individualista” {Ibid. 320, el subrayado es propio). Teniendo esto en cuenta, MacIntyre no entiende
al liberalismo solo como el producto del trabajo intelectual de Kant y sus sucesores, sino mas bien
como la expresion de la elite intelectual del momento frente a las demandas que la sociedad burguesa
le planteaba. En consecuencia, no es el liberalismo un sistema de principios y criterios de racionalidad
libre de tradicion, sino que es el reflejo de los intereses y prejuicios que la sociedad liberal moderna
marco en aquel entonces y que, en todo caso, fue luego reelaborado o sistematizado por los filosofos
e intelectuales del periodo
Lo que intenta mostrar MacIntyre con esto, es que el codigo moral del liberalismo no es ajeno
ni se encuentra por fuera de los intereses de determinado grupo y/o sociedad, y que por lo tanto, se
corresponde con un momento historico determinado. Y el hecho de corresponderse con un momento
historico particular, es lo que permite eliminar toda pretension de neutralidad y universalidad. Pues
es esta historicidad que MacIntyre atribuye al liberalismo lo que le da el caracter de ser una tradicion
mas que posee sus propios prejuicios y limitaciones historicas.
MacIntyre entiende que el liberalismo se articula en la relacion entre la sociedad burguesa y
un modo particular de comprenderse a si misma, esto es: la de ser la sumatoria de voluntades
individuates con deseos y aspiraciones heterogeneas cuyo ultimo fundamento se encuentra en si
misma. Es asi, que en la sociedad liberal los individuos se entienden a si mismos como poseedores

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de su propio programa ordenado de preferencias, puesto que en dicha sociedad no se reconoce la


superioridad de ningun bien por sobre otro. Esto genera que en una sociedad liberal la heterogeneidad
de bienes sea tal que ninguna clasificacion es posible. A su vez, esta libertad individual que el
liberalismo coloca como fundamento de su proyecto politico es justamente la causa de que interprete
a toda carga del pasado en un sentido peyorativo. Pues la voluntad libre de los individuos se ancla en
el mismo presente y solo debe proyectarse hacia el futuro. En consecuencia, el liberalismo termina
modelando un programa social que se entiende a si mismo como un proyecto que solo parte del
presente hacia el futuro, al atribuir a cada individuo en particular la capacidad de poder emanciparse,
a traves del uso de la razon, los prejuicios que arrastren del pasado.
De este modo, dentro de la teoria liberal, el individuo antecede a sus fines, y por lo tanto, se
coloca al mismo en una position trans-historica en la cual solo se percibe a si mismo como un
proyecto que parte del presente hacia el futuro. En la doctrina liberal, el pasado es simplemente algo
que ya sucedio y que puede o no condicionar a los individuos, esto ultimo depende de la decision que
los mismos tomen. El sujeto liberal es capaz de emanciparse por medio de la reflexion de sus propios
prejuicios y, por lo tanto, de liberarse de sus propias limitaciones historicas. Frente a esto, MacIntyre
sostiene que el liberalismo es, ante todo, el resultado de un determinado tipo de coyuntura entre la
sociedad burguesa y la lectura que realizaron los intelectuales sobre aquella sociedad a la cual
pertenecian.
En definitiva: al igual que el resto de las tradiciones, no es mas que un producto historico.
MacIntyre explica:

M i tesis no es que los procedimientos del ambito publico del individualismo liberal fueran la causa
y la psicologia liberal el efecto, ni al reves. Lo que digo es que cada uno requeria al otro y que al
juntarse definieron un nuevo artificio social y cultural: el <individuo>. En el razonamiento practico
aristotelico es el individuo en cuanto ciudadano el que razona; en el razonamiento practico tomista
es el individuo en cuanto investigador de su propio bien y de su comunidad el que razona; en el
razonamiento practico humeano es el individuo en cuanto poseedor de propiedades o en cuanto
participante desposeido en una sociedad de un tipo particular de mutualidad y de reciprocidad; pero
en el razonamiento practico del liberalismo moderno es el individuo en cuanto individuo quien
razona (Ibid. 3 2 3 ).22

Es de este modo que MacIntyre se propone localizar los principios que el liberalismo proclama
a un nivel empirico-historico y mostrar de este modo los elementos que hacen que dicho movimiento
se interprete a si mismo como universal.
El rastreo socio-historico que MacIntyre expone, termina por mostrar que el liberalismo es
deudor de la historia y de determinado tipo de sociedad: “La inconclusividad de los debates dentro
del liberalismo con respecto a los principios fundamentales de la justicia liberal refuerza la opinion
de que la teoria liberal se entiende mejor no como un intento de buscar una racionalidad independiente
de la tradicion, sino como la articulation, ella misma, de un conjunto de instituciones sociales y
formas de actividades desarrolladas historicamente; es decir, como la voz de una tradicion” (Ibid.
328). En este sentido, la doctrina posee los elementos que caracterizan a cualquier otra tradicion, a
saber: textos especificos, instituciones politicas, modos de comprender la conducta humana, y por
supuesto, un origen historico. Es solo la pretension de universalidad de la cual parte lo que genera
que sea visto, al menos desde una primera impresion, como un tipo de racionalidad que ha logrado
colocarse por fuera de las contingencias y particularidades de la historia. A su vez, vale la pena
mencionar que mas alia de la postura anti-liberal que MacIntyre sostiene, reconoce que del hecho de
que el liberalismo no proporcione una base moral neutral e independiente no se sigue la inexistencia

22 En los capitulos previos del libro, Alasdair MacIntyre se encarga de repasar tres principales tradiciones que han influido
de manera notoria en occidente. Especificamente, analiza la racionalidad practica aristotelica en los capitulos VII y VIII;
la tradicion tomista en los capitulos IX y XI; y por ultimo, en los capitulos XIII y XVI la tradicion moral escocesa. El
orden de exposicion es historico, seguramente con la intencion de poder contraponerlas sobre el final con el liberalismo.
A su vez, vale aclarar que las tres tradiciones mencionadas son contextualizadas socio-historicamente.

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P o n e n c ia s , S im p o s io s y M e s a s R e d o n d a s

de semejante fundamento neutral y que a su vez, “esta claro que no puede haber ningun argumento a
priori valido para demostrar que tal cosa es imposible” {Ibid. 328). Sin embargo, es claro que aunque
exista la posibilidad logica de encontrar tales criterios, MacIntyre se inclina por sostener que dicha
tarea carece de sentido.
Teniendo esto en cuenta, MacIntyre afirma que “parece seguirse que ninguna tradicion puede
pretender tener una superacion racional con respecto a cualquier otra. Porque cada tradicion tiene en
si misma su propia vision de aquello en que consiste la superioridad racional con respecto a temas
tales como la racionalidad practica y la justicia; los seguidores de cada cual juzgaran de manera
acorde” {Ibid. 330). Esto nos coloca frente a dos conclusiones problematicas planteadas por el autor.
La primera conclusion de MacIntyre refiere al origen mismo de las tradiciones. Puesto que si
es cierto que cada tradicion formula su propia postura en terminos de sus propios conceptos
idiosincraticos siendo imposible cualquier correction a partir de una perspectiva externa; tendriamos
que aceptar que cada tradicion tiende a desarrollar su propio esquema de modo que tal que excluya
la posibilidad de dialogo de una tradicion a otra. Por lo tanto, estariamos negando la posibilidad de
un autentico dialogo entre tradiciones, desde el mismisimo origen de las mismas.
La segunda es que en cualquier nivel fundamental ningun debate racional entre- o mejor dicho,
dentro de-tradiciones puede realizarse. Esto significa colocarnos en una position que defiende cierta
intraducibilidad entre teorias, y, por supuesto, caer en un marcado relativismo contextualista.
Sin embargo, pese a lo anterior pienso que tres puntos merecen ser mencionados a modo de
reflexion final.
1) El primero refiere a aquello que MacIntyre llama “una discusion entre tradiciones en un
nivel fundamental” (Cfr. Ibid. 330). El comentario se debe a que el autor senala que es en este nivel
en donde se manifestaria la intraducibilidad de tradiciones y por lo tanto, la imposibilidad de todo
dialogo. Sin embargo, si de lo que se trata es de un nivel fundamental, cabria entonces la pregunta
mas profunda sobre que entiende exactamente el autor por este “nivel fundamental”. Ya que la idea
parece sugerir que existirian niveles de discusion mas superficiales, por asi decirlo, que permitirian
un dialogo.
2) En segundo lugar, es importante marcar algo al menos problematico respecto de la
construction que MacIntyre realiza de la tradicion liberal. Puesto que si no existe posibilidad de
colocarse por fuera de la tradicion, inevitablemente se necesita el compromiso hacia una tradicion
originaria que permita evaluar e incluso comprender una traicion ajena. En este sentido, cabe destacar
que MacIntyre se comprende a si mismo como un neo-aristotelico, puesto que intenta ver en
Aristoteles cierto antecedente historico del comunistarismo (MacIntyre, 2004). Frente a esto, un autor
como Pierre Aubenque ha discutido la pretension de colocar a Aristoteles en las filas del movimiento
comunitarista. Alegando incluso que la Etica aristotelica es mas cercana a la doctrina liberal
(Aubenque, 2004). De esta manera, MacIntyre podria estar generando una lectura forzada de
Aristoteles con el objetivo de obtener un marco conceptual desde el cual pueda criticar al liberalismo.
A esto, se puede agregar el hecho no menor de que un conocedor de la obra de Aristoteles como
Pierre Aubenque, disienta en la tesis fundamental que ve al comunitarismo como cierta continuation
de la teoria aristotelica.
3) Por ultimo, podria sugerirse revisar la concepcion ontologica que MacIntyre posee respecto
al concepto de tradicion. Con esto me refiero a si las concibe como entidades completamente
independientes entre si (lo cual de a momentos pareciera ser el caso); o mas bien como mundos
morales interdependientes. En este sentido, pienso que la primera option es un tanto ingenua dado
que existen casos de tradiciones que han incorporado elementos de tradiciones ajenas, reemplazando
asi, elementos de la propia. Teniendo esto en cuenta, y dado que todas las tradiciones son productos
historicos, es valido sostener que las mismas se modifican constantemente a lo largo del tiempo y que
por lo tanto, no existiria algo asi como “la tradicion en si misma”. En un mundo tan interconectado
como el actual, pareceria mas sensato sugerir que en un mismo individuo pueden convivir diversas
tradiciones de forma simultanea.

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Bibliografia

Aubenque, P. (2004), E l lugar de la etica a Nicdmaco en la discusidn contemporanea sobre la Etica.


Laguna, Volumen XV pp. 9-18.
MacIntyre, A. (1994), Justicia y Racionalidad. Conceptos y contextos. Traduccion y presentation de
Alejo Jose G. Sison. Ediciones internacionales universitarias, EIUNSA, S.A, Barcelona.
MacIntyre, A. (2004), Tras la virtud. Barcelona, Critica.

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S im p o sio : Reflexiones sobre los limites, y dentro de los limites, de la Filosofia de la Historia
C o o r d i n a d o r e s : Omar Murad y Mariana Castillo Merlo

Arte e historicismo: los presupuestos temporales de una filosofia de la historia


segregacionista
Daniel Omar Scheck
UNComa

La forma en que se concibe la evolution del arte, desde hace dos siglos, responde a un modelo
historicista segun el cual “el destino historico de las artes consiste en una progresiva puesta al dia de
su propia esencia interna” (Schaeffer 2012, 42). Los supuestos de esa doctrina conforman lo que Jean
Marie Schaeffer denomina Teona Especulativa del Arte (TEA);23 una suerte de “religion” que sento
las bases para la sacralization y el mesianismo en el arte, que exagero el giro historicista y que
exacerbo el valor de la obra y los objetos artisticos. La TEA se cristaliza en un “gran relato”, tramado
de acuerdo a un modelo evolutivo de inspiration hegeliana que, desde su formulation, se impuso
como un procedimiento de legitimation fundamentadora. El relato establece cuales son las obras,
artistas o corrientes mas cercanas a la esencia del arte y, a la vez, senala ciertas formas adecuadas de
experimentar lo artistico y de relacionarse con esas experiencias. De esa manera, encarnada en los
preceptos de la estetica filosofica dominante, el secreto del exito de la doctrina reside en que logro
encubrir bajo formas discursivas aparentemente descriptivas su caracter eminentemente prescriptivo
y proscriptivo.
En el presente trabajo expondre las caracteristicas principales de la TEA, haciendo algunos
comentarios criticos y destacando los elementos constitutivos de su concepcion filosofica de la
historia del arte. En tal sentido, intentare mostrar cuales son los supuestos temporales que subyacen
a esa concepcion, en que medida su apariencia descriptiva encubre una actitud segregacionista, y
como afecta y circunscribe nuestros encuentros personales con el arte.
En principio, conviene decir que la TEA se caracteriza por preguntar de forma insistente “<^Que
es el arte?”, buscando algun rasgo esencial interno que distinga a las obras de arte y las coloque en
un estatus separado, y como por encima, del resto de las cosas mundanas. La historia del arte, en ese
marco, es el relato que muestra el despliegue o el desenvolvimiento de lo esencial del arte, desde lo
accesorio a lo ideal. De esa manera, el ideal se transforma en el objeto interno de la historia, haciendo
que todo el proceso se torne autorreferencial: la esencia del arte se extrae a partir de las obras del
pasado, lo cual permite predecir el futuro a la luz de ese mismo pasado.
Otra forma que asume la pregunta por la esencia del arte no se centra en algun aspecto o
componente ultimo o basico, sino en el status cognitivo que lo convierte en un saber fundamental y,
a la vez, de los fundamentos. En ese marco, el arte esta asociado a cierto conocimiento extatico, a la
revelation de verdades ultimas, inaccesibles mediante otras actividades profanas; o bien es una
experiencia trascendental o el modo unico y privilegiado de representar lo irrepresentable.
En cualquiera de los casos, siempre implica una sacralization del arte que lo ubica en las
antipodas de otras actividades simbolicas humanas, mas mundanas, alienadas, deficientes o
inautenticas. Todo lo anterior, claramente, presupone una duplication ontologica. Un dualismo
insalvable que parte en dos lo real: por un lado, nuestros dias transcurren en el piano de lo aparente,
todo aquello que cotidianamente percibimos y conocemos a traves de nuestras facultades receptivas
y cognoscitivas; por otro, solo ocasionalmente accedemos a la dimension real, pero oculta, de la
realidad, a la revelation de las verdades que nos ofrece lo artistico.
La TEA, en consecuencia, requiere de un discurso especifico sobre el arte, de una legitimation
filosofica que de cuenta de la funcion cognitiva y de la particularidad ontologica del arte. Asi, dice

23 A partir de aqui, cada vez que se mencione el Arte, con mayusculas, se hace referencia al Gran Arte, el Arte instituido
por el propio relato legitimador, el arte que mas se acerca y mejor representa la esencia.
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Schaeffer, se cierra el circulo, porque la busqueda de la esencia es la busqueda de la legitimidad


filosofica. Pero es una busqueda que solo encuentra lo que ella misma ha ocultado alii, como un tesoro
redescubierto por quienes lo enterraron o como una profecia autocumplida, porque la esencia es lo
que la fundamentacion filosofica ha postulado como tal.
La TEA, entonces, combina una tesis sobre los objetos con una tesis metodologica. Segun la
primera, el arte tiene un status ontologico particular, segun la segunda, para estudiar el arte hay que
actualizar su esencia, es decir su funcion ontologica. Por esto mismo es especulativa, porque la
diversidad de formas en la que reaparece, a lo largo de los dos ultimos siglos, siempre va atada a una
metafisica general que la sustenta y la legitima (Schaeffer 1999, xvii). Esto supone lo que Danto
denomino “un sometimiento filosofico del arte”; pero mientras Danto pensaba que la tradicion
platonica sometia el arte al rebajarlo, Schaeffer considera que la TEA lo somete al sacralizarlo.24
Toda una epoca del arte occidental, la que se ha denominado “modernismo”, encuentra su
legitimation en la TEA. De hecho, Schaeffer entiende que el modernismo se erige y se sostiene a
partir de dos pilares fundamentales: de un lado, una filosofia del arte que se estructura en torno a los
preceptos de la TEA, y del otro, una practica artistica que se desarrolla en consonancia con ella.
A nivel teorico, y mas alia de las diferencias especificas, en Novalis, los hermanos Schlegel,
Hegel, Schelling, Schopenhauer, Nietzsche, Heidegger, lo que se evidencia es una nostalgia por una
vida autentica, no desacralizada y no alienada. Mas recientemente, algunos de los preceptos de la
TEA siguen presentes en Benjamin, Adorno, Greenberg o Lyotard.
En el arte, Schaeffer considera que las vanguardias, en general, responden a un proyecto
historicista, por la doble orientation tan tipica de la TEA: “la idea de que el fin ultimo del Arte es
actualizar su propia esencia y la utopia mesianica de una estetizacion de la realidad en la que las artes
terminan por abolirse” (Schaeffer 1999, 442).
Mas puntualmente, Schaeffer muestra que en los principios que Malevitch, Mondrian y
Kandinsky utilizan para legitimar sus practicas existe una clara referenda a topicos centrales de la
TEA; estos son: (a) “La finalidad de la actividad artistica reside en la realizacion-descubrimiento de
la esencia del arte”; (b) “La esencia del arte reside en sus elementos autorreferenciales. [...] Un
elemento pictorico no tiene otra significacion que “si mismo”, en consecuencia el cuadro no tiene
otra significacion que “si mismo”“ (Schaeffer 1999, 446); (c) “Paradojicamente -como en los
romanticos- esta autorreferencialidad del lenguaje artistico lo hace capaz de revelar la “Realidad
real””; (d) “El descubrimiento y la realization de su propia esencia por el arte son hechos evolutivos
necesarios, o en otras palabras, la historia del arte obedece a una evolution teleologica”; y (e) “La
evolution artistica culmina en una escatologia que realiza la sintesis absoluta entre la sociedad y el
arte” (Schaeffer 1999, 447). En una cita de Malevitch se hace patente todo este impetu mesianico:
“Los artistas nuevos crean formas de vida mas que cuadros”.
La pregunta clave, para Schaeffer, es cual es la funcion historica de la sacralization del arte:
“^Donde y como se ha tramado su destino historico? ^A que necesidad respondia y que funcion
continua cumpliendo?” (Schaeffer 1999, xix). Los origenes de la TEA se remontan a fines del XVIII,
tiene sus fundamentos en la “revolucion romantica”. Es una respuesta a una doble crisis espiritual,
“la de los fundamentos religiosos de la realidad humana y la de los fundamentos trascendentes de la
filosofia”, en ambos casos, el promotor de la crisis seria Kant.
El diagnostico de Kant, que establece la imposibilidad de acceder a lo absoluto a traves de
cualquiera teoria dogmatica, es aceptado por los romanticos, pero solo para el discurso filosofico. El
acceso a las causas primeras, el desarrollo de una onto-teologia, ahora es tarea del poeta, y del artista
en general. En palabras de Schaeffer: “La teoria especulativa del Arte es, pues, la solution de
recambio que permite mantener la exigencia de un acceso a lo absoluto, aun cuando los romanticos
acepten la critica kantiana de la metafisica y de la teologia racional. Asi, Novalis dira: “La forma

24 D a n t o , A ., T h e P h i l o s o p h i c a l D i s e n f r a n c h i s m e n t ofA rt, e l a r t i c u l o e s d e 1985, y e l l i b r o d e 1986.

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cumplida de las ciencias debe ser poetica”, y: “Toda ciencia deviene poesia -despues de haber
devenido filosofia” (Schaeffer 2012, 26).25
En ese sentido, la sacralization del arte es compensatoria, nos redime un poco de la angustia
que nos produce haber perdido un acceso reconocido y privilegiado a los fundamentos y las esencias.
Sin embargo, advierte Schaeffer, no debemos confundirnos, detras del discurso que cierra las puertas
a la filosofia y se las abre al arte, hay una variante de la propia filosofia. El extasis, la sacralization,
el mesianismo, la revelation ontologica, son formas que encubren la incapacidad de la filosofia para
llevar a cabo una tarea que ahora, la propia filosofia, le endosa al arte.
Arte y filosofia, entonces, tienen enemigos en comun y una tarea en la que se complementan.
Los enemigos son: la realidad profana, mundana y aparente; los discursos desencantados, como el de
la ciencia; las representaciones inautenticas, y las formas alienadas que encubren el ideal vital.
La tarea, para el Arte, es la de proporcionar un acceso a la Verdad, un camino hacia lo esencial,
que ya no ofrece directamente la reflexion filosofica, aunque ella misma es la que definio aquello en
que consiste lo ideal y donde reside lo esencial. Para la filosofia, ademas de formular los terminos de
la profecia que cumplira el Arte, la tarea consiste en proporcionar argumentos para marginar y
segregar aquellas manifestaciones que amenazan con desviar al Arte de su camino.
Un nuevo dogma se establece asi, con innegable exito, hace dos siglos y como respuesta al
antidogmatismo de Kant. El problema mas grave, entiende Schaeffer, es que el nuevo dogma de la
TEA nos volvio ciegos frente a la “logica afectiva” de la experiencia estetica y artistica.
El antidoto, no obstante, se encuentra en el propio Kant, que mostro la especificidad del juicio
estetico y la imposibilidad de una doctrina sobre lo bello. Es decir, son imposibles e innecesarias las
definiciones esencialistas sobre el arte. Principalmente, porque las obras no tienen algo esencial que
las distingue, sino que son objetos intencionales que llegan a ser lo que las personas hacemos de ellos.
Por ende, no hay una evolution de la accesorio a lo ideal, o de lo aparente a lo real, o de lo inautentico
a lo autentico, “solo se cambia de gramatica o de ideal”. Lo que en realidad ocurre es que distintas
obras o estilos captan de distinta manera nuestra atencion segun la epoca, la cultura, el lugar, el
entorno social y el humor individual, por eso le otorgamos valores diferentes, pero no por eso unas
estan mas proximas que otras a la esencia del arte (Cf. Schaeffer 1999, xv).
Tampoco existen escuelas o corrientes que sean mas esenciales que otras, ni el valor de las
obras puede ser reducido a los proyectos, las teorias o los movimientos en los que se inscriben. Por
eso carece de sentido marginar los casos, generos o corrientes que sean impuros o inesenciales; porque
no existe tal pureza o esencialidad, y porque una obra debe juzgarse remitiendose a sus elementos
constitutivos. Si el juicio se refiere a la teoria o a la vision del mundo a la que la obra recurre no basta
para salvarla o condenarla. Creer que su valor esta atado al marco del proyecto en el que se inscribe,
o a su position en cierta evolution historica postulada, es dejarse llevar por la TEA que no entiende
que el acto artistico es irreductible a los procesos de legitimation sociales, filosoficos, religiosos u
otros (Cf. Schaeffer 1999, xiv).
Este problema nos remite nuevamente a los romanticos, porque asociaron la belleza a la
verdad y porque redujeron la experiencia estetica a la presentation de un contenido ontologico. Desde
aquel momento, se desplazo el eje de la experiencia estetica ante lo artistico, pues todo se interpreta
como una manifestation del Arte determinado por la estetica especulativa y se comienza a silenciar
la importancia que tiene el encuentro personal con las obras. En terminos de Schaeffer: “si el Arte
revela el Ser, las obras de arte revelan el Arte y deben ser descifradas como tales, es decir, como
realizaciones empiricas de una misma esencia ideal” (Schaeffer 1999, xxvi). En otras palabras, las
obras no son mas que manifestaciones o instanciaciones de esa esencia ideal, su valor particular y
personal queda relegado para quien se encuentra con ellas. Entre otras razones, porque el encuentro
es con toda la teoria que las ubica como parte del Arte. Asi, se logra tenir toda la experiencia estetica,

25 S c h a e f f e r s e r e f i e r e a : N o v a l i s , S c h r i f t e n , e d i c i o n a c a r g o d e P a u l K l u c k h o h n y R i c h a r d S a m u e l , t o m o 3,
S t u t t g a r t , 1 9 6 0 , p. 5 2 7 y p. 3 9 6 [ e d i c i o n c a s t e l l a n a : L a E n c i c l o p e d i a , t r a d u c c i o n d e F e r n a n d o M o n t e s ,
M a d r i d , E s p i r a l - F u n d a m e n t o s , 1 9 7 6 ],

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que ya no es una experiencia personal, sensorial, sensual y cognitiva con ese objeto o acontecimiento
artistico, sino una experiencia ontoteologica prefigurada por los designios de la TEA.
En suma, nos hemos separado de la realidad, multiple y cambiante, de las artes y las obras;
hemos debilitado nuestra relacion estetica con las artes en pos de una relacion genuflexa con el Arte;
hemos adormecido nuestro sentido critico porque dejamos en manos de la TEA las consideraciones
sobre las obras y los estilos; y, por ultimo, al reducir las obras a “jeroglificos metafisicos”
desdibujamos la relacion placentera con el arte y nos privamos de disfrutar de la diversidad y de la
riqueza que nos ofrece lo artistico.
Todo lo anterior deja claro que, aunque la TEA se presente como una teoria meramente
descriptiva de la esencia del arte, dado que el arte no tiene tal esencia, termina por establecer
definiciones valorativas, prescriptivas, que solo admiten como artisticas aquellas obras que se ajustan
a la esencia postulada como tal. La apariencia descriptiva le permite presentarse como un mero relato
neutral de lo que le ocurrio al arte, como exponiendo simplemente una serie de hitos que marcan ese
derrotero, mostrando una cadena de eslabones que se engarzan casi a la perfection. El problema, en
cualquier caso, se reduce a encontrar “el eslabon perdido”, el hito inaugural, el punto culmine o de
quiebre, el antecedente o el continuador -de ese estilo, esa obra, esa corriente o ese artista-, etc. Todo
se restringe a mostrar que lugar ocupa cada manifestation en el cumplimiento de la profecia. Si algo
no tiene lugar, queda descartado, no solo como parte del relato, sino tambien como parte del “Arte”
y como parte de lo significativamente experimentable como tal.

* * *

En definitiva, ninguno de nuestros contactos con lo artistico escapa a los designios de la TEA.
En principio, porque ya hemos decidido que vamos a encontramos con algo que es “arte”, que forma
parte del relato, y que no es una cosa cualquiera, o una artesania de inferior categoria. Es decir, vamos
predispuestos al extasis, a la revelation, al encuentro con la verdad, o, al menos, a adoptar una
position snob para no llamar demasiado la atencion.
Pero ademas, y sobre todo, porque en cada acontecimiento artistico, y en cada encuentro con
ese acontecimiento, se dispara un mecanismo que lo pone en relacion con toda la historia del arte.
Eso ocurre merced a la concepcion filosofica de la historia que subyace a esa historia, una concepcion
que se cristalizo de una manera sumamente exitosa y que no siempre es asumida de un modo critico
y reflexivo. Esa concepcion filosofica de la historia del arte promueve una teleologia interna y
determinista que prefigura el devenir historico y que es permeable a ciertas corrientes, artistas y obras,
pero que excluye muchas otras.
Pero no solo las obras, artistas y corrientes admitidas caen bajo los designios de la TEA, sino
que tambien todo lo excluido confirma la profecia y queda atrapado en su determinismo. Esto es asi
porque todo aquello que los relatores de la TEA definen como arte menor, no logrado, artesania, o
incluso como bienes “culturalmente significativos” o “representatives” -de alguna etnia, o religion, o
grupo minoritario-; y todo aquello que se autodefine como arte marginal, periferico, under,
alternativo, o paralelo, se identifica como tal y se ubica en ese lugar en funcion del relato oficial.
Por eso, puede decirse que todas nuestras experiencias frente a esas obras, que son todas las
obras de la historia del arte tramada de esa manera, todas las que la trama ha dejado de lado, y todas
las que se auto-excluyen en funcion del relato, ya nunca podran escapar a la mediation de la TEA. En
suma, y en general, siempre hay un sentido, tanto los acontecimientos artisticos singulares como las
escuelas o movimientos tienen uno en ese marco, pero tambien el marco tiene un sentido de conjunto
y una idea prefijada hacia la cual todo lo otro debe encaminarse. Ese sentido impregna incluso lo que
queda por fuera, porque tambien lo proscripto y segregado se define, o auto-define, en funcion del
relato oficial.
Ademas, todo aquello que es admitido como parte de la historia del Arte tiene que amoldarse
a una muy particular relacion entre las dimensiones del tiempo que imprime la TEA. En general, como
ya mencione, la TEA establece que en cada momento de la historia en que se especula un determinado

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P o n e n c ia s , S im p o s io s y M e s a s R e d o n d a s

futuro para el arte, el pasado de ese momento de actualidad es lo que en realidad determina las
condiciones del futuro propuesto como fin.
Pero esos futuros, en rigor, son futuros particulares, de corto alcance, provincianos podria
decirse, porque todos ellos confluyen, o al menos confluirian, en una suerte de gran futuro; aquel en
el que habita el ideal. Ese ideal, asociado a lo esencial, lo verdadero, y/o lo autentico, es lo que
resignifica y cohesiona los hitos del pasado que van a encadenarse hasta conformar el Arte.
El presente, por su parte, carece de espesor, no tiene una densidad significativa.
Principalmente, porque la experiencia personal esta coptada por los designios de esa historia. De
hecho, no existe el encuentro personal con la obra, la teoria esta mediando todo el tiempo, tinendo
nuestra perception, nuestra respuesta afectiva y nuestro juicio.
En resumen, la profecia autoimpuesta, la pregunta por la esencia, la duplication ontologica,
la busqueda de la revelation, la esperanza del extasis, el historicismo segregacionista y las
coordenadas temporales que instituye la TEA, desdibujan la propia position subjetiva frente al
acontecimiento artistico, reduciendo y acotando el universo de experiencias esteticas posibles.
Cualquiera que se ubique frente a las obras, contaminado con estos principios, deja de ser
quien es para convertirse en un espectador transhistorico, despojado del presente y de su situation
subjetiva particular, obligado a traicionar su historia personal y a reactualizar en ese instante toda la
carga del pasado del Arte, y lanzado hacia un futuro prefijado, pero incierto, que nunca es ni sera el
futuro propio.

Bibliografia

Schaeffer, J. M. (1999), E l arte de la edad moderna. La estetica y la filosofia del arte desde el siglo
XVIII hasta nuestros dias (1992), traduccion de Sandra Caula, Caracas, Monte Avila.
Schaeffer, J. M. (2005), Adios a la Estetica (2000), traduccion de J. Hernandez, Madrid, La balsa de
la Medusa.
Schaeffer, J. M. (2012), “La teoria especulativa del arte” (1994), en Arte, objetos, ficcion, cuerpo.
Cuatro ensayos sobre estetica, traduccion de Ricardo Ibarlucia, Editorial Biblos, Coleccion Pasajes,
Buenos Aires.

93
S im p o sio : Reflexiones sobre los limites, y dentro de los limites, de la Filosofia de la Historia
C o o r d i n a d o r e s : Omar Murad y Mariana Castillo Merlo

Filosofia de la historia como una reflexion sobre la practica

Omar Murad
UNMdP - CONICET

La filosofia de la historia especulativa o clasica reflexionaba sobre la historia al menos bajo


tres supuestos (i) la totalidad del tiempo, (ii) un sujeto transhistorico y, (iii) un telos o finalidad. Asi
es como se presenta en Kant, Hegel, Marx, Spengler, entre otros. La reflexion filosofica sobre la
historia gano un nuevo impulso al criticar el modo de reflexion anterior y poner el acento en el
lenguaje utilizado por los historiadores en sus explicaciones. Este enfoque desplazo los anteriores
supuestos metafisicos de la filosofia de la historia y puso su atencion en la estructura narrativa que
hace posible la organization de eventos y acciones pasadas. Asi lo hicieron Danto, Mink, Morton
White y Hayden White, entre otros.
El foco en la narrativa introdujo los supuestos temporales, las acciones y los eventos de los
agentes y el sentido o finalidad de estos dentro de su estructura organizadora. Tanto Hayden White
como Morton White introdujeron el termino ‘metahistoria’ para referirse al metalenguaje utilizado
por los profesionales de la historia para elaborar sus investigaciones sobre el pasado. Sin embargo,
no utilizaron el termino de la misma manera.26 Morton White lo aplica a los conceptos utilizados por
los mismos historiadores para discutir el producto de sus investigaciones, el escrito historico,
terminos tales como ‘historia’ o ‘cronica’, distinto del lenguaje-objeto utilizado para dar cuenta del
tema sobre el que versan sus investigaciones, terminos tales como ‘Renacimiento’, ‘Ilustracion’ o
‘Revolution Francesa’, y enunciados como el “Renacimiento comenzo con el ascenso de Petrarca al
monte Ventoux” (1336). Hayden White, en cambio, propone un vocabulario alternativo que sirve
como contexto de description del vocabulario de los historiadores. Dicho metalenguaje utiliza
principalmente conceptos provenientes de la critica literaria y la retorica.27 Con independencia de que
el metalenguaje surja de los mismos historiadores o se proponga ad hoc para describir sus
vocabularios, en ambos casos la nocion de ‘metahistoria’ captura la intuition de que la reflexion sobre
la historia surge de la practica linguistica de los historiadores.
En esta misma linea, recientemente se ha propuesto la etiqueta de ‘teoria historica’ para
reemplazar definitivamente a la ‘filosofia de la historia’. La election se justifica no solo en el
abandono de los supuestos metafisicos que constituian el objeto de la filosofia de la historia
especulativa, sino tambien en la necesidad de estabilizar un objeto de estudio que de cuenta de un
analisis profundo y autoreflexivo del conocimiento historico. Esta teoria historica pone el acento en
las operaciones lingiiistico-interpretativas de los historiadores y busca constituirse como una teoria
sistematica y coherente: su dominio debe ser “la totalidad de la historia escrita” (Partner y Foot 2013,
3-4). Esta ambiciosa apuesta nos invita a reflexionar sobre el lenguaje historico munidos de los
aportes precedentes, tanto de la teoria literaria y la retorica, como de la epistemologia y la pragmatica
del lenguaje. En esta empresa de redenomination de un ambito existente de estudios, Partner y Foot
se hacen eco de una ansiedad por la teoria que hallamos en diversas areas de los estudios sociales y
humanisticos, fundamentalmente de aquellos influidos por la reciente filosofia francesa. Aunque no

26Robert Doran detecta otros usos del termino “metahistoria” en su introduction a “La ficcion de la Narrativa” de Hayden
White (2011).
27 Esta election se justifica en un criterio de m ediation entre vocabularios en conflicto que no puede ser saldada apelando
a algunos de los terminos disputados. Por ejemplo, usar la nocion de ‘clase’ para describir la ‘Revolucion Francesa’ ya
supone la election de lo que es correcto e incorrecto con respecto a dicha description, y constituye una petition de
principio si de lo que se trata es de evaluar el concepto de ‘clase’.
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es exactamente su deseo, la apelacion a la teoria supondria cierto divorcio de la practica, y aqui


‘teoria’ seria reflexion sobre la practica efectiva de quienes escriben la historia, los historiadores.
En este trabajo plantearemos la pregunta ^cuales son los peligros de sostener la distincion
entre teoria historica e historia, o mejor aun, entre teoria y practica historica, desde el punto de vista
de una reflexion atenta al lenguaje utilizado para referirse al pasado? Mi supuesto es que el enfoque
metahistorico colapsa la distincion entre teoria y practica, de modo que reintroducirla para dar cuenta
de un ambito de estudios deudor de dicha orientacion resulta si no improcedente, al menos
problematico. Con todo, mi punto de vista es que la charla sobre la teoria responde efectivamente a
la necesidad de renovar el lexico de la reflexion profesional sobre la historia, a partir de una etiqueta
que de cuenta de ciertos rasgos comunes a una multiplicidad de abordajes posibles. En lo que sigue,
voy a relevar algunos de los mas sonados ejemplos de la ansiedad por la teoria, y luego voy a volver
sobre la estrategia utilizada para introducir una practica historica consciente de estar informada por
la teoria de los dos epigonos mas relevantes de la teoria historica contemporanea: Hayden White y
Michel Foucault.

La ansiedad por la teoria

Existen varias genealogias posibles para rastrear la ansiedad por la Theory. Y esto
probablemente se debe a que no hay un acuerdo general sobre aquello en lo que consiste la teoria.
Asi lo han planteado criticos como Jean-Michel Rabate en su The Future o f Theory (2002) o Jonathan
Culler en Literary Theory. A Very Short Introduction (1997). En ambos textos, su primera tarea es
dar cuenta de que es lo que designa la voz ‘Theory’, a cual teoria se refiere, si es que se refiere a
alguna en particular, y sobre todo dar cuenta de la especificidad de su omnipresencia en el campo
intelectual norteamericano, no solo en la critica literaria, sino en la critica cultural y las ciencias
sociales y humanidades en general.
En lo que a nuestro trabajo ocupa, nos concierne solo la teoria historica. En los ultimos anos,
numerosas publicaciones se ocupan de estos conceptos, directamente en el titulo o subtitulo del
trabajo, o de manera indirecta se desagregan como una palabra clave en su contenido. Por ejemplo,
el titulo la coleccion de ensayos escritos por el historiador norteamericano Kerwin Lee Klein, From
History to Theory (2011), alude al giro que define el pasaje de la filosofia de la historia a la teoria
historica en la segunda mitad del siglo XX, especificamente en el ambito norteamericano. Klein no
celebra el auge de la teoria, sino que mas bien describe su irrupcion y predominio en la escena
contemporanea estadounidense en torno a la reflexion sobre la historia. Considera que el analisis del
lenguaje de los historiadores con instrumentos provenientes de la critica literaria convierte al “giro
linguistico” en un giro, primero “literario”, y luego “estetico” (Klein 2011, 58). El punto es que este
uso de la Teoria no guarda ninguna relacion necesaria con el analisis linguistico que proponia, por
ejemplo, Morton White, sobre el vocabulario de los historiadores. Su diagnostico desencantado es
que en la teoria historica el analisis metalinguistico del lexico historico se vuelve analisis literario.
Como ya hemos mencionado, en su libro Historical Theory Nancy Partner y Sarah Foot
postulan a la teoria historica como una critica reflexiva sobre el “ensamblaje y presentacion de la
informacion en forma escrita” en el texto historico (Partner 2013, 2-3). Esta consideracion destaca la
relevancia que tienen para la teoria historica la forma narrativa y argumentativa; o, en otras palabras,
la importancia del analisis literario y retorico del lexico utilizado por los historiadores. Esta es la
misma estrategia de Hayden White on.Metahistoria: analizar al artefacto literario de los historiadores,
el texto historico, a partir de un metalenguaje inspirado en la critica literaria y la retorica, que funge
como contexto de descripcion de los lenguajes que aquellos utilizan para construir sus objetos.
Otro ejemplo es el reciente libro de Robert Doran, The Ethics o f Theory, publicado en el ano
2017, en donde ‘teoria’ se entiende como un enfoque amplio en el que literatura, filosofia e historia
se unen en una empresa critica comun. El libro rastrea el “giro etico” que diversos epigonos de la
Teoria, la mayoria de ellos franceses, han realizado en sus ultimos trabajos. Doran desea considerar
las consecuencias practicas de la teoria en autores como J. P. Sartre, M. Foucault, J. Derrida, R. Rorty,

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H. White, R. Girard, E. Auerbach y E. Said. En cada caso, demuestra que los compromisos practicos
son inescindibles de la capacidad heuristica de sus instrumentos teoricos. En otras palabras, no hay
divorcio entre teoria y practica, mas bien todo lo contrario: la redescripcion de la realidad a traves de
instrumentos conceptuales hace posible la exploracion de formas de agencia, subjetivacion,
estrategias de accion, posibilidades de futuro, etc., inexistentes en la descripcion de la realidad previa
a su tratamiento a partir la teoria mentada.
En esta misma linea, muy recientemente, en mayo de 2018, ha sido publicado un manifiesto
titulado Theses on History and Theory, escrito por E. Kleinberg, J. W. Scott y Gary Wilder. Este
manifiesto relativamente breve cuenta con tres amplias tesis que forman cada una un apartado
independiente, los cuales se desagregan en varias cuestiones particulares. Los apartados son: I. “Sobre
los limites de la historia disciplinar”: sostiene a grandes rasgos que la historia academica esta limitada
por el modelo de ciencia empirica deciochesca del cual emerge como disciplina cientifica; II. En
“Sobre la resistencia a la teoria” argumentan que la teoria es percibida por la historia profesional
como una desviacion filosofica, femenina y afrancesada, de la empresa empirica de la historia
academica; III. Finalmente, en “Sobre la teoria y la critica historica” sostienen que la Teoria Historica
es indisociable de la practica historica y que los objetos historicos son constituidos -construidos- a
traves de conceptos y decisiones teoricas en los que estan implicados consecuencias eticas y politicas.
Luego de los apartados precedentes que invitan a reflexionar sobre una practica historica limitada por
una metodologia, epistemologia y ontologia desactualizada e ingenua, el texto culmina con un breve
“Coda” que advierte sobre la estrechez de esta historia profesional para albergar una apertura a la
innovacion interpretativa y politica; en suma, se trata de una critica a una forma de practica historica
conservadora y hegemonica del campo, disputada por una practica historica critica que busca la
revuelta disciplinar.
Podriamos continuar relevando recientes publicaciones que comparten la tarea de sertalar,
indagar o incluso promover el uso de la Teoria en la reflexion historica. Lo mencionado basta para
hacernos una idea de lo que esta en juego: la busqueda de una renovacion de los estudios historicos.
Curiosamente, la historia de esta renovacion tiene algo mas de cincuenta anos. Donde pone el foco
esta renovacion sera el tema del proximo apartado.

Planteo del problema general

Jonathan Culler resume en cuatro puntos principales las caracteristicas de la ‘Theory’:

13) La Teoria es interdisciplinaria -discurso con efectos fuera de una disciplina original.
14) La Teoria es analitica y especulativa - un intento de elaborar lo que esta implicado en lo que
llamamos sexo o lenguaje o escritura o significado o el sujeto.
15) La Teoria es una critica del sentido comun, de los conceptos tornados como naturales.
16) La teoria es reflexiva, es pensamiento sobre el pensamiento, investigacion dentro de las
categorias que usamos para darle sentido a las cosas, en literatura y en otras practicas discursivas.
(Culler: 1997, 14-15).

Aunque Culler confecciono este listado de las caracteristicas principales de la Teoria Literaria,
mutatis mutandis, aplican tambien para la teoria historica. En todas las genealogias sobre el
nacimiento de la Teoria en general y de la Teoria Historica en particular hay dos figuras que se repiten:
Hayden White y Michel Foucault. Sin duda, no es porque no esten presentes tambien R. Barthes, J.
Derrida, J. Lacan o J. Butler, entre muchos otros, sino porque estos filosofos en particular asumen
compromisos explicitos con la reflexion historica, pero de dos formas muy distintas. Sin ir mas lejos,
en el ambito anglosajon la publicacion de “The Burden of History” (1966) de Hayden White en la
revista History and Theory, que marco una nueva linea editorial mas abierta a la innovacion teorica
en ciencias sociales, y especialmente de Metahistoria (1973), son tomadas como el punto de
referenda que marcan el inicio de la Teoria Historica (Partner y Foot 2013; Klein 2011; entre otros).

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El desembarco de la Teoria sin mas, entendiendo por ella principalmente a la critica literaria,
el psicoanalisis y el marxismo tal y como lo entendian y practicaban en el ambito cultural frances
dominado por el estructuralismo, llego en la forma de una serie de conferencias organizada en la John
Hopkins University en Octubre de 1966. Este evento denominado The Lcmguajes o f Criticism and
the Sciences o f Man: The Structuralist Controversy es considerado por Robert Doran como el
nacimiento de la Theory (Doran 2017, 6). Alii se dieron cita algunos de los principales exponentes
del estructuralismo como Barthes, Todorov y Lacan, pero tambien otros que serian rapidamente
asociados con la revuelta contra el estructuralismo como Derrida. El evento marca el inicio de la
recepcion del estructuralismo en la academia norteamericana.
Con relacion al otro gran epigono de la Teoria Historica, Michel Foucault, en el ambito frances
es ampliamente reconocida su influencia en la revision teorica de la practica historica, por ejemplo
en P. Veyne, M. de Certeau o Roger Chartier. Y en los trabajos de Culler, Doran, Partner y Foot,
Klein, no faltan menciones a sus aportes fundamentales a la Teoria Historica. Lo paradojico es, sin
embargo, que Foucault siempre fue reacio a la teorizacion y sus reflexiones sobre el uso de su propio
lenguaje para referirse a la historia y otros dominios de la cultura aparecen dispersos en entrevistas y
en unos pocos comentarios de sus cursos del College de France, con la unica excepcion de la
Arqueologia del Saber que analiza el metodo utilizado en las Las palabras y las cosas. Para explicar
esta ausencia de teorizacion explicita es preciso volver a los puntos destacados por Culler y
relacionarlo con la ansiedad por la teoria de la que hablamos antes.
En pocas palabras, podriamos decir que Culler caracteriza la Teoria por ser: 1)
Interdisciplinaria, 2) Analitica y especulativa; 3) Critica del sentido comun, y, 4) Metalinguistica. En
el caso de White, sus propios trabajos parecen corresponderse uno a uno con las caracteristicas que
nombran estos items. En ellos aparecen entrelazadas la critica literaria, la retorica y la linguistica, con
la historia, la literatura y la filosofia, sin mayores preocupaciones por los limites disciplinarios de
ninguna de ellas. Hace gala de un formidable aparato analitico, formalista, pero no esta puesto al
servicio de la taxonomia y la clasificacion, sino de la especulacion sobre lo que esta implicito en lo
explicito. Sobre todo, el instrumental conceptual es utilizado para la redescripcion de lo conocido.
Esto tiene un efecto de extranamiento al principio. Pero tambien dicha redescripcion disena un nuevo
escenario en el que los antiguos objetos aparecen bajo nuevas relaciones, e incluso aparecen nuevos
objetos que conllevan posibilidades no consideradas hasta el momento. Sin dudas, este trabajo
consiste en el extranamiento de lo familiar, i.e., en el trabajo sobre el sentido comun. Finalmente, este
aparato conceptual funge como un vocabulario que permite describir otros vocabularios, i.e., funciona
como un metalenguaje.
En cambio, la ausencia de una reflexion sostenida y explicita sobre su propio metalenguaje es
una de las dos grandes diferencias que hallamos entre Foucault y White.28 A excepcion de la
mencionada Arqueologia, no hallamos en su obra textos que expliquen su Teoria. Sin embargo, es un
caso ejemplar de uso de la Teoria. Esta es la segunda diferencia entre estos dos filosofos. White
siempre ha enfatizado la capacidad transformadora de su Teoria: tropologia, narrativizacion,
figuracion, modernismo, entramado, por mencionar solo algunos de los mas relevantes terminos de
su lexico tecnico. Y sus numerosos ensayos han demostrado la capacidad heuristica y especulativa de
sus conceptos. Con todo, la retorica de White ha estado dirigida principalmente a polemizar
principalmente con historiadores para que amplien el ambito de sus estudios a traves de un entramado
mas rico y conceptualmente mas heterodoxo, lo que estamos denominando en este trabajo como
Teoria.
Foucault, por el contrario, ha polemizado muy poco con otros investigadores. Y sus escritos
mas relevantes no fueron dirigidos como una propuesta de cambio metodologico o epistemologico en
la historia. La Arqueologia del Saber (1969) es la excepcion, e incluso en ella no hace mas que

28 W hite ha senalado que Foucault no ha elaborado su teoria del lenguaje, refiriendose justam ente a esta caracteristica
(White 1987, 194-141).

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consignar un cambio que considera ya realizado y explicar su propia posicion dentro de el.29 <^Que es,
pues, lo que lo convierte en epigono de la renovacion teorica de los estudios historicos? Todos los
trabajos mayores de Foucault son historias en la forma de genealogias o problematizaciones, como el
mismo las denomino. Pero se detuvo muy poco en explicar en que consiste una ‘genealogia’ o
‘problematizacion’. Mas bien, el foco estaba puesto en que podia hacer este tipo de trabajo historico.
Foucault redescribio la relacion entre razon y locura en el nacimiento de la modernidad como un
sistema de exclusion de cierto tipo de decir verdadero, la practica del castigo humanizado de la prision
como una tecnologia productora de subjetividad, la represion sexual como un dispositivo productor
de conductas, la etica antigua como el arte de autoconstituirse como sujeto, entre otros objetos que
analizados bajo su instrumental conceptual se desnaturalizan y producen insospechados efectos
especulativos, i.e., capacidades previamente invisibilizadas por la descripcion del sentido comun de
la historia tradicional. Podriamos decir que la historia efectiva de Foucault reduce al minimo el hiato
entre teoria y practica volviendo obsoleta la misma distincion. Esta estrategia colapsa el nivel del
lenguaje-objeto con el del metalenguaje o, en otros terminos, el de los objetos historicos y el de la
reflexion sobre el lenguaje utilizado para constituirlos como tales. Por eso, muchas veces los estudios
de Foucault resultan excesivamente contextuales y su apropiacion a otros ambitos, mas que resultar
una invitacion a la exploracion teorica, resultan una aplicacion mecanica e irreflexiva de conclusiones
extraidas para otros objetos. Esto resulta un inconveniente si lo que se busca es extraer herramientas
conceptuales o teoricas de su practica historica. Pero al mismo tiempo, desnaturaliza lo familiar al
punto de volverlo irreconocible, o de simplemente presentarlo como otro objeto en el que anidan otras
relaciones.
Esta ultima observacion nos devuelve a la pregunta con la iniciamos este trabajo ^cuales son
los peligros de sostener la distincion entre Teoria Historica e historia? Tal vez denominarlo ‘peligros’
sea exagerar ciertas derivas indeseables que la distincion puede albergar. En primer lugar, el foco en
la Teoria se presenta como un binomio, es decir, requiere de su opuesto complementario. Hay dos
grandes posibilidades, o bien a la Teoria se le puede oponer la Practica, en una linea que se remontaria
a Hegel y Marx, o bien se le puede oponer la investigacion empirica, en una linea que nos lleva hasta
el realismo decimononico y las reflexiones positivistas sobre la explicacion historica. Con respecto a
la primera disyuncion, Teoria vs. Practica, esta muy claro que es una falsa dicotomia, la concepcion
de Teoria que estamos manejando supone una estrecha relacion con la practica, i.e., con la
transformacion del sentido comun y la exploracion de nuevas formas de agencia individual y
colectiva, estrategias politicas de accion, subjetividades, etc.
La segunda deriva enfrenta la Teoria con la investigacion empirica. En esta linea, la dicotomia
se presenta como un argumento polemico, destinado a producir la reaccion de un oponente discursivo:
el historiador profesional. Un buen ejemplo de esta estrategia argumentativa lo encontramos
justamente en el manifiesto de las Theses o f Theory and History. Alii especificamente la Teoria se
opone a una historia disciplinar cuyos integrantes, los historiadores profesionales, tienen una
consideracion sesgada y estrecha de lo que la practica historica puede y no puede hacer. Esta segunda
oposicion hace de la Teoria un argumento contra cierto tipo de practica historica. No son elementos
aislados la mencion del manifiesto no solo a la epistemologia, metodologia y a los compromisos
ontologicos de la historia profesional, sino tambien a la linea editorial de algunas de sus mas
importantes revistas y como la de la American Historical Association (2018, 2). La Teoria se percibe
en esta estrategia como un argumento para desestabilizar la hegemonia de una practica historica
centrada en un sentido comun que es percibido como demasiado estrecho. En otras palabras, el
manifiesto se vuelve una tactica argumentativa que desafia la estrategia dominante del campo.
Los inconvenientes de esta tactica creo que han sido puestos de relieve por el mismo Hayden
White en el titulo de su ultimo trabajo, The Practical Past (2014). Alii el pasado practico se opone al
pasado historico, lo que deja abierta la posibilidad de suponer que el pasado historico no es practico,
o sea que es teorico, y que el pasado practico no es teorico. Esto no solo resulta una inconsistencia,

29 Consigna genericamente a este cambio como “Nueva historia” en la Arqueologia del Saber.

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si no una contradiccion, con la propuesta madura que aparece en Metahistoria, sino que ademas
promueve la confusion respecto de las implicaciones de la teoria con la practica historica.
Especificamente, pierde de vista que el discurso historico siempre es una forma de intervencion
practica informada conceptualmente. Esta intuicion se halla en el centro del argumento tantas veces
esgrimido por White que denuncia la ilusion de distinguir entre historia, filosofia y literatura por
considerar que la primera, ni es especulativa como la filosofia, ni inventiva como la literatura.
Con todo, la actual ansiedad por la teoria captura este mismo insight. La Teoria no propone
un nuevo lexico en particular, un lenguaje privilegiado que permita acceder a alguna realidad vedada
por los conceptos y figuras precedentes. Mas bien, es una apreciacion metalinguistica sobre la
importancia de darle lugar a otros vocabularios en la construccion del pasado. Y dicha importancia
se mide por sus efectos practicos, es decir, por la apertura a nuevas dimensiones especulativas con
consecuencias etico-politicas aun no exploradas. Si esta es la estrategia mas conveniente para
persuadir a sus interlocutores privilegiados, los historiadores, de cambiar su manera de concebir su
practica profesional, solo podemos considerarlo a partir de sus resultados. Por el momento, podemos
advertir que en la misma empresa otra estrategia disponible es simplemente hacer historia de otro
modo, tal y como la realizo Foucault. En cualquier caso, la ansiedad por la Teoria sirve como
diagnostico de un malestar generalizado entre los practicantes de la historia, y representa un episodio
reciente en la larga saga de discusiones sobre la mejor manera de presentar la realidad.

Bibliografia:

Culler, J (1997), Literary Theory. A Very Short Introduction, Oxford, Oxford University Press.
Doran, Robert (2017) The Ethics o f Theory, Philosophy, History, Literature, London, Bloomsbury.
Foucault, M. (2013), La arqueologia del saber, Buenos Aires, Siglo veintiuno editores. Primera
edicion 1969.
Jean-Michel Rabate (2002), The Future o f Theory, Cornwall, Blackwell Publishers Ltd
Klein, K. L. (2011), From History to Theory, Berkeley, University of California Press.
Partner, N. (2013), “Foundations: Theoretical Frameworks for Knowledge of the Past”, en Partner,
N. y Foot, S., (ed.) The SAGE Handbook o f Historical Theory, London, SAGE Publications, pp. 1-8.
White, H (2014), The Practical Past, Evanston, Northwestern University Press.
White, H. (1996), “The Burden of History”, en History and Theory, Vol. 5, No. 2 (1966), pp. 111­
134.
White, H. (2010), Metahistoria. La imaginacion historica del siglo XIX, Mexico, Fondo de Cultura
Economica. Primera edicion 1973.
White, H. (2011), La ficcion de la narrativa. Ensayos sobre historia, literatura y teoria 1957-2007,
Buenos aires, Eterna cadencia.

100
S im p o s io

H o r iz o n t e s t e o r ic o s :
A c c i o n , In t e r p r e t a c i o n , T e m p o r a l i d a d .

COORDIN ADORES

N ic o l As L a v a g n in o y E s t e b a n V e d ia .

101
S i m p o s io : Horizontes teoricos: Accion, Interpretacion, Temporalidad.
C o o r d in a d o r e s : Nicolas Lavagnino y Esteban Vedia.

La accion y su reactualizacion:
Una lectura pragmatista de la filosofia de la historia de R.G Collingwood

Mariano Pettarin
UBA

Robin George Collingwood (1889-1943) fue un historiador, arqueologo y filosofo britanico.


Opuesto al realismo epistemologico30 imperante en su ambito formativo de la Inglaterra de fines del
S19 e inicios del S20, y apartado de los desarrollos posteriores dentro de la filosofia analitica
britanica, la produccion de Collingwood estuvo siempre marcada por una escasa relacion para con el
mundo academico filosofico de su pais. Esta situacion motivo la interaccion con el idealismo italiano
gracias al dialogo con intelectuales de la talla de Benedetto Croce y Giovanni Gentile. Dichas
singularidades en su contexto de desenvolvimiento intelectual fueron tanto propiciadoras de la
articulacion de una obra novedosa en muchos aspectos, como condicionantes en la recepcion de un
pensador usualmente entendido como una “excepcionalidad”. Una percepcion mitigada parcialmente
por su integracion a la tradicion hermeneutica romantica alemana, sobre todo gracias a Gadamer quien
le reconoce a Collingwood los meritos de su logica de preguntas y respuestas (Kobayashi & Marion
1990, 85-87). La tesis de re-actualizacion de Collingwood, segun la cual el conocimiento historico se
construye sobre la recuperacion del pensamiento de los individuos del pasado, ha constituido el sosten
principal para la lectura de su teoria de la historia (desde nuestro punto de vista improductiva) en
terminos idealistas e individualistas.31 La famosa frase “Toda historia es historia del pensamiento”,
es utilizada para confirmar dicha interpretacion. Sin embargo, su obra, mas que representar los
esfuerzos de un pensador “aislado”, anuncio algunos de los posteriores replanteamientos dentro de la
filosofia de la historia.
Collingwood, para quien el acceso a la realidad sin ningun tipo de mediacion epistemologica
era una imposibilidad (y en ese sentido es idealista), cuestiono con fuerza nociones instaladas en su
epoca sobre la naturaleza del conocimiento historico. En contra de la scissors and paste history, que
entiende por verdad “la concordancia de las afirmaciones hechas por el historiador con las que
encuentra en sus autoridades”32 (Collingwood 1977, 234), Collingwood marco tambien los limites de
una critical history que “(...) ha visto que el historiador lleva consigo al estudio de sus autoridades un
criterio propio por referenda al cual juzga a las autoridades mismas. Que es ese criterio, no pudo
descubrirlo (...)” (Collingwood 1977, 233). Para el britanico, ese criterio solo existe en el marco de
la Imaginacion, condicion fundamental para el conocimiento historico, al ser la “que, operando no
caprichosamente como la fantasia, sino en su forma a priori, hace el trabajo entero de construccion
historica” (Collingwood 1977, 234). De esta forma, el pasado no esta ontologicamente definido, sino
que se constituye como un objeto de estudio gracias a la actividad creativa del historiador, en funcion
de las preguntas que el historiador pretende responder.
Con el pragmatismo, una tradicion de pensamiento norteamericana que reconoce su
nacimiento en las ultimas decadas del siglo XIX, Collingwood comparte no solo el mismo trasfondo

30 U n realismo para el cual el conocimiento no supone la transform ation de aquello que es conocido (D Oro & Connelly
2006)
31 Idealismo o Intelectualismo, al ser el conocimiento la recuperacion del pensamiento del individuo del pasado, no
existiria una realidad por fuera de dicho pensamiento. Individualismo en el sentido de que el individuo del pasado y del
presente - e l historiador- aparece como actor racional independiente de su entomo social.
32 Collingwood entiende el concepto de autoridad desde una situacion relacional con el historiador: “De esta suerte, la
historia es el creer a alguien cuando afirma que recuerda algo. El creyente es el historiador; la persona creida se llama su
autoridad” (1977, 228)
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educativo: “Collingwood y Dewey encontraron la solucion a los dualismos del racionalismo primero
en el idealismo absoluto de Hegel (...) (para) luego encontrar el hegelianismo poco satisfactorio para
proveer una respuesta a los problemas que emergieron en la ciencia moderna y el pensamiento
cientifico” (Requate 1995, 95)
Dewey y Mead no ambicionaron la construccion de un metodo cientifico exclusivo para la
historia pero, al igual que el arqueologo britanico, sostienen que la constitucion de la experiencia (o
la evidencia) solo es posible dentro de nuestros esquemas de comprension (o Imaginacion), y solo es
significativa en tanto tiene un impacto en nuestra futuras experiencias (en el caso de Collingwood,
nuestras formas de auto-conciencia)
El aislamiento, agravado por una precaria salud, condujo a Collingwood a lecturas limitadas
sobre el pragmatismo que oscurecieron las grandes semejanzas de fondo entre ambos. Primero,
rechaza la (que el considera) estrecha vision pragmatista de la historia33 y luego su teoria de la verdad
a partir de una interpretacion superficial de ella: “(...) that to call a proposition True or False is to
assert the utility or inutility of believing in it” (Collingwood 1982, 36).
En contraste a este “rechazo” que el arqueologo ingles sostuvo respecto al pragmatismo,
algunos pensadores han remarcado ciertas similitudes entre Collingwood y los pragmatistas, en
especial Rotenstreich (1957), Requate (1995) y D'Oro (2015). Nuestra tarea aqui es ir mas alia del
estudio de dichas afinidades. Es decir, el pragmatismo (al menos tal como aparece en los escritos
historicos de Dewey-Mead)34, en tanto se concentra en los problemas epistemologicos en terminos
del proceso mismo de investigacion y no de la comparacion entre representacion y realidad, daria
pistas para una reformulacion ni individualista ni intelectualista de la filosofia de la historia de
Collingwood.
La filosofia pragmatista, a partir de su critica al dualismo sujeto/objeto como referenda desde
la cual medir nuestras representaciones sobre la realidad, sostiene que dichas representaciones son
solo significativas en tanto tienen consecuencias en nuestras formas de actuar sobre el mundo. Es
decir, nuestras ideas sobre lo que experimentamos, generan a su vez experiencia, y son reformuladas
en funcion de la misma (Faema 1996, 91-95). Desde este punto de vista, Mead, Dewey y tambien
Collingwood ofrecen una teoria no realista35 del conocimiento.
Angela Requate explico “that the problems agitanting Collingwood were also problems
agitating the American pragmatists, and they reached similar solutions” (Requate 1995, 95). Si bien
la propuesta de Requate ofrece pistas para una articulacion entre Collingwood, Mead y Dewey, la
autora no hizo referenda alguna a las consecuencias de dicho dialogo para la Nueva Filosofia de la
Historia, siendo tambien poco precisa en los autores del pragmatismo a los cuales apelo.
Mas alia de estas cuestiones, la invitacion de la italiana a considerar la confluencia entre
Collingwood y el pragmatismo clasico, es coherente con muchas de las ideas presentes en los escritos
historicos de Dewey y Mead, los que pueden ofrecer una base sobre la cual afrontar los desafios que
imponen las lecturas intelectualistas e individualistas de Collingwood.
Segun Dewey, el conocimiento en general (incluyendo el conocimiento historico) debe
entenderse en funcion de la resolucion de una problematica en una situacion de juicio, “Judgement is
transformation of an antecedent existentially indeterminate or unsettled situation into a determinate
one” (Dewey J. 1938, 220). A partir de esta afirmacion, es posible aprehender las similitudes en la
logic o f inquiry de Dewey y la logic o f question and answer de Collingwood.
La logica de las preguntas y la respuestas solo tiene sentido si se entiende como una estrategia
para resolver problemas, en forma de preguntas que surgen a partir de las necesidades de comprension

33 En An Autobiography (1982, 99), Collingwood critica la comprension estrecha del pasado efectuada por el
pragmatismo, en tanto este lo entiende como un “pasado muerto” que “repite lo que las autoridades dicen sobre el” . El
britanico se opone no al pragmatismo norteamericano, sino al pragmatismo moral de la historia magistra vitae, para la
cual los relatos sobre el pasado ofrecian reglas practicas para la accion presente.
34 Segun Morris, “The work of M ead and Dewey is in many respects complementary, and so far as I know, never in
significant opposition”. (Morris 1972, 10)
35 Realismo en el sentido de que lo conocido no es transfonnado a partir de su conocimiento. (D ' Oro & Connelly 2006)

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del presente. Aqui vienen a cuento los terminos del experimentalismo de Dewey, para quien el
organismo busca conocimiento en tanto le permite “transformar una experiencia conflictiva a una
relativamente integrada” (Dewey 1916, 170), de la misma forma que el historiador experimenta sobre
las articulaciones pregunta/evidencia que incrementan su auto-conocimiento a partir de su
comprension del pasado.
Las preguntas y respuestas surgen de la Imaginacion, gracias a la cual el historiador puede
construir un objeto de investigacion, segun los problemas pertinentes en su presente. En esto Dewey
coincide completamente: Therefore, “if the fact of selection is acknowledged to be primary and basic,
we are committed to the conclusion that all history is necessarily written from the standpoint of the
present, and is, in an inescapable sense, the history not only of the present but of that which is
contemporaneously judged to be important in the present” (Dewey 1938, 234). Mead, al igual que
Dewey, expone como el pasado no tiene importancia per-se, sino desde un presente en cuya
emergencia construye su propio pasado, estando el investigador “mirando hacia el futuro anhelando
la aparicion de nuevos problemas que emergeran en nuevos presentes para nuevamente ser
racionalizados” (Mead 2008, 203)
En otras palabras, tanto Collingwood como estos autores pragmatistas entienden el
conocimiento en terminos procesuales, ya que este no busca una verdad definitiva, sino mas bien la
constante resolucion de las situaciones indeterminadas que aparecen, sea esta situacion juzgada como
problematica, o bien articulada dentro de una logica de preguntas y respuestas informadas por una
Imaginacion Constructiva.
La re-actualizacion, quizas el concepto mas controversial en la obra de Collingwood, y aquel
sobre el cual se ha mas frecuentemente justificado la interpretacion individualista, se presta a otro
tipo de lectura teniendo en cuenta las caracteristicas situacionales de la investigacion tal como
aparecen en Dewey:

“For we never experience nor form judgments about objects and events in isolation but only
in connection with a contextual whole...In actual experience there is never any such isolated
singular object or event; an object or event is always a special part, a phase, or aspect, of an
environing experienced world- a situation” (Dewey 1938, 66-67).

Elio nos permite comprender como la re-actualizacion del pensamiento del pasado no se da
nunca en aislamiento, sino en un contexto que lo motiva e impone condicionamientos.

Un Collingwood leido desde el pragmatismo y considerado pragmatisticamente: Collingwood


y la re-lectura pragmatista de la Nueva Filosofia de la Historia

Arriba hemos mencionado como en los escritos historicos de James Dewey y George Mead
se manifiesta una relacion con la filosofia de la historia de Collingwood que va mas alia de las
afinidades, ya que la consideracion de la obra de Collingwood desde el punto de vista del
pragmatismo abre las puertas hacia a una superacion de las lecturas intelectualistas e individualistas
de su pensamiento. Ahora bien, dicha superacion debe funcionar como punto de partida para una
recepcion no solo menos inocente, sino tambien mas productiva, capaz de ofrecer consecuencias
epistemologicas significativas. Desde esta perspectiva, el concepto de Imaginacion en Collingwood
resulta de gran utilidad para entender la vigencia de este autor frente a los desafios presentes en la
filosofia de la historia.
La idea de una Imaginacion como facultad sintetica que permite al historiador la construccion
de la narrativa como una totalidad coherente, dentro de la cual se integra y define lo destinado a
funcionar como evidencia, anticipa los planteamientos que se produjeron en la decada de 1970 con el

105
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arribo del giro narrativista dentro de la filosofia de la historia.36 La Imaginacion fue tambien una
nocion de gran importancia para la Nueva Filosofia de la Historia, siendo Louis Mink y Hayden White
dos de los exponentes principales de este enfoque teorico que hicieron uso de la Imaginacion en la
construccion de sus teorias.
Mink apunto las limitaciones implicadas en la lectura idealista e individualista de la teoria de
Collingwood, y ello le posibilito extraer consecuencias epistemologicas significativas de la obra del
britanico: La nocion de comprehension narrativa de Mink fue fuertemente influenciada por la
Imaginacion collingwoodiana. A su vez, White, cuyo libro Metahistoria: La imaginacion Historica
en la Europa del Siglo XLX(1973) representa un hito en la Nueva Filosofia de la Historia, encuentra,
en la teoria literaria y en la historia de la literatura, las herramientas que despliegan la actividad
concreta de la Imaginacion productiva.
A partir de la busqueda de los elementos retoricos y argumentatives propios del pensamiento
historico, White detecta la presencia de un protocolo linguistico completo, con sus dimensiones
lexica, gramatical, sintactica y semantica, desde el cual el historiador configura el campo historico,
para asi ofrecer una representacion narrativa del pasado. De esta manera, la tarea del historiador no
es “contar los hechos como sucedieron”, sino mas bien construir una narracion cuyo efecto
explicatorio supone un proceso de prefiguracion informado por un tropo o figura del habla dominante
(metafora, metonimia, sinecdoque, ironia). (White 1992, 22) El realismo figural se constituye de esta
forma como herramienta fundamental para un re-planteamiento de las controversias historiograficas
a traves de la logica figura-cumplimiento, tomada de Erich Auerbach.
La importancia de la Imaginacion en el conocimiento historico, y la critica a lo que Louis
Mink caracterizo, posteriormente a Collingwood, como la pervivencia del supuesto de una historia
universal frente a la cual confrontar la veracidad de nuestros relatos sobre el pasado (Mink 2015), han
motivado malas lecturas segun las cuales la Nueva Filosofia de la Historia, especialmente White,
propone una homologacion entre historia y ficcion. Estas interpretaciones, al igual que la
caracterizacion de Collingwood como un idealista, condicionan fuertemente la recepcion productiva
de estos autores.
La consideracion de la Imaginacion como elemento central en la construccion de las teorias
del conocimiento historico en estos autores, puede entonces funcionar como punto de partida para
una consideracion de la relacion entre Collingwood y la re-lectura pragmatista de la Nueva Filosofia
de la Historia37.
Tozzi toma la nocion de la historia de Mead como una practica contingente que apunta a la
solucion de los problemas del presente y el concepto de realismo figural de Auerbach y usado por
White, para explicar las transiciones entre las diferentes representaciones sobre el pasado (Tozzi
2012). De esta forma, una articulacion historiografica puede ser re-figurada por una interpretacion en
el presente. Es decir, aunque el lenguaje no explique por si mismo estas instancias de apropiacion
(por ejemplo, para determinar si un texto informado por una metaforica estrategia de tramar va a ser
fragmentado en una metonimia, o integrado en una sinecdoque), si puede explicitar “los compromisos
de cada articulacion, exponiendo que intereses estan en conflicto o en acuerdo cuando una
articulacion discursiva es revisada” (Tozzi 2012, 130).
Los paralelismos con la logica de la pregunta y la respuesta son claros, en tanto que para
Collingwood solo tiene sentido una representacion del pasado si las repuestas a las preguntas que ella
plantea funcionan para dinamizar un ciclo de preguntas nuevas. De la misma manera, como indica
Lavagnino (2012), si reducimos los tropos al analisis estructural del texto, pierden su sentido. De este
modo, se pueden entender las articulaciones entre los diferentes “giros tropologicos” en el marco de

36 Giro linguistico se “define por su interes en los instrumentos linguisticos de construccion teorica en si mismos (y) En
el caso especifico de la historia, el giro linguistico tiene la consecuencia de socavar la distincion entre el lenguaje del
historiador y aquello de lo que habla” (Tozzi 2009, 21).
37 En la linea de las investigaciones de Tozzi (2012) y Lavagnino (2011,2014), quienes a partir del trazado de un puente
entre la Nueva Filosofia de la Historia y el pragmatismo buscan evitar las objeciones a las presuntas consecuencias
idealistas y ficcionalista en relacion al discurso sobre el pasado que la primera de estas corrientes tendria.

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la logic o f question and answer. En otras palabras, que las nuevas representaciones sobre el pasado,
tropologicamente informadas, re-figuran las anteriores al entenderlas en funcion de preguntas que
demandan respuestas.
Es decir, un Collingwood pragmatisticamente considerado, se ofrece como una herramienta
de analisis poderosa, que ayudaria a franquear no solo los desafios a su propia teoria, sino tambien
las criticas a las que ha sido sometida una corriente fuertemente tributaria de su nocion de
Imaginacion, la Nueva Filosofia de la Historia.

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S i m p o s io : Horizontes teoricos: accion, interpretacion, temporalidad.
C o o r d in a d o r e s : Esteban Vedia y Nicolas Lavagnino.

El problema del dialogo asimetrico:


consideraciones sobre las nociones de dialogo, comprension y verdad de
Schleiermacher y Gadamer

Laura Solinis
UBA

Si bien la reflexion historica a simple vista puede presentarse como un ambito impreciso de
limites difusos e indefinidos, la pregunta sobre la verdad es un topico ineludible en cualquier
pretension de conocimiento, y, por lo tanto, naturalmente, tambien en la del conocimiento historico.
Me propongo en este trabajo indagar sobre el aporte de Friedrich D.E. Schleiermacher respecto de la
nocion de verdad que propone, en relacion con la propuesta efectuada por uno de los exponentes de
la hermeneutica contemporanea, Hans-Georg Gadamer.
El objetivo que perseguire sera mostrar a traves de un paralelo entre la nocion de verdad
expuesta por Hans-Georg Gadamer en Arte y verdad de la palabra (Gadamer 1998) y la nocion de
verdad expuesta por Schleiermacher en Sobre el concepto de hermeneutica en relacion a las
observaciones de F.A. Wolfy al manual de Ast (Schleiermacher 1999) y lo expuesto en sus cursos de
Dialectica, que estas nociones pueden analizarse a partir de dos ejes comunes a ambos planteos.
A proposito de estas nociones de verdad, evaluare dos criticas que efectua Gadamer a
Schleiermacher en Verdady metodo I (Gadamer 1984) y Verdady metodo II (Gadamer 2015) y en
Arte y verdad de la palabra (Gadamer 1998): la primera critica tendra como elemento pivotante a los
prejuicios y la autocritica, la segunda tomara a la nocion romantica de la recreation del acto
productivo textual como clave metodologica de la compresion de un texto.
En el transcurso de la evaluacion de estas criticas, intentare mostrar que existe subyacente una
tercera critica de indole normativa respecto de la hermeneutica romantica, relacionada con la
asimetria entre los interlocutores que participan de la comprension. Es a esta critica identificada en la
asimetria de los participantes de la comprension aquello a lo que llamare el problema del dialogo
asimetrico.
El problema del dialogo asimetrico consistira en que, segun Gadamer, el dialogo constituira
la oportunidad para dar lugar en la comprension historica tanto a la solidaridad como a un pluralismo
productivo que solo puede ocurrir si se reconoce entre las partes que participan de la comprension
una situacion de paridad dialogica.
Es de esta manera, que el presente trabajo pretende mostrar la articulacion de las nociones de
verdad, comprension y dialogo en estos autores, evaluando a partir de estos conceptos el problema
de la asimetria rastreado en la propuesta hermeneutica de Gadamer.

Paralelo

Procedere a desarrollar un paralelo entre las nociones de verdad de Schleiermacher y Gadamer


a partir de dos ejes que me permitiran algunos de los aspectos relevantes de la configuration que cada
autor propone de esta nocion.
El primer eje que elijo para este paralelo es la reaction frente a la nocion de verdad en terminos
de adequatio rei et intellectus. El segundo eje sera la evaluacion del componente de falsedad y error
mencionados en el planteo de la nocion de verdad en Gadamer y Schleiermacher, respectivamente.
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Respecto de la reaccion de los planteos de ambos autores frente a la nocion de verdad como
adequatio rei el intellectus, queda claro que cada planteo, con sus matices correspondientes,
constituye una postura que cuestiona a esta definicion de verdad en lo que respecta a la comprension.
Referido a la nocion de verdad como adecuacion, Schleiermacher aclara que a pesar de que
son entendibles todos los esfuerzos por conseguir una formula trascendente que se convierta en una
intuicion vivaz, es claro que todo pensamiento sobre lo trascendente contiene una inadecuacion en la
medida en que la unica verdad que pueden contener es la verdad que depende del pensamiento, y que
este pensamiento depende de nosotros (Schleiermacher 1903, 229-230).
Cabe destacar tambien, que, segun este autor en sus cursos sobre Dialectica (1814-1815), la
condicion necesaria para que exista una nocion de verdad es el presupuesto de una capacidad identica
de la razon en todos los hablantes (Schleiermacher 1988, 375). Lo verdadero, tambien, sera aquello
que se forme con una representacion que sujeta a todos los elementos de la afeccion organica, la cual
coloca como variable aquello que estaba determinado en la representacion singular. Este doble
camino nos dara, entonces, la ocasion de hablar del error como algo que se da como resultado de este
doble camino (Schleiermacher 1903, 271).
Por su parte, Hans-Georg Gadamer referira a una palabra autentica, es decir, aquella que
ostenta una pretension de validez permanente. Agregara que este tipo de palabra que reclama su
validez propia, la reclama en la medida de que pretende validez una vez separada de su origen, por lo
que quedaria inhabilitada cualquier pretension de verdad por referenda a la realidad (Gadamer 1998,
95). Al respecto agrega que un texto en tanto que no admite relacion con la realidad - o que la admite
en un sentido secundario- es un texto poetico.
El texto poetico sera, para el autor en cuestion, una serie de signos que fije el sentido unitario
de algo hablado, los cuales son amarrados en la fijacion escrita (Gadamer 1998, 97). A su vez, esta
fijacion escrita sera la que haga a la palabra pasible de verdad (Gadamer 1998, 30).
Por ultimo, cabe remitir a una frase que aparece en una esclarecedora nota al pie en la
compilacion de los cursos de Dialectica (Schleiermacher 1903), donde Schleiermacher se pronuncia
por la siguiente tesis: “el lenguaje debe en todas partes ser tornado como el medio puro de la verdad”
(Schleiermacher 1903, 448). Un comentario plausible respecto de esta frase es que en los ensayos
escritos por Gadamer, publicados en Arte y verdad de la palabra (Gadamer 1998), queda manifiesto
que, segun este autor, la adecuacion no puede erigirse como criterio de verdad alii donde la palabra
ostenta una pretension y existencia propia (Gadamer 1998, 15); sin contar que en el ensayo “Los
limites del lenguaje” (Gadamer 1998), llega a sostener que la pura teoria de la correspondencia es
manifiestamente falsa, ya que supone limites que deben ser traspasados.

El segundo eje de este paralelo consiste en la evaluacion de los binomios verdad-falsedad y


verdad-error expuestos en los planteos de Gadamer y Schleiermacher, poniendo de manifiesto las
tangencias observables entre (a) las nociones de error de Schleiermacher y de falsedad en Gadamer,
y (b) la concepcion de la verdad en una relacion no excluyente tanto con el error como con la falsedad.
Describire entonces la nocion de error (Irrtum) en Schleiermacher, que aparece en sus cursos
de Dialectica. Como se anticipo antes, el error para este autor sera aquello que se encuentre en el
desfasaje existente entre una representacion singular y una general, es decir, entre las diferencias de
las representaciones de aquello presentado por el lado organico y por el lado intelectual
(Schleiermacher 1903, 271). Sobre eso, Schleiermacher explica que el error es inevitable, puesto que
todo pensamiento real sea o bien mediato, o bien inmediato respecto a lo trascendente, lleva en calidad
de pensamiento tanto a la verdad como al error comprendido en la verdad (Schleiermacher 1903, 261­
262).
En el caso de Gadamer, lo falso sera aquello que se herede de la nocion tradicional de verdad,
como aquello que de sentido a hablar de algo verdadero. Es decir, unicamente tendria sentido hablar

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de la verdad de la palabra en la medida en que se pueda poner en cuestion la opinion expresada en


ella sobre un estado de cosas (Gadamer 1998, 15).
Como senale anteriormente, la palabra que pretende validez una vez separada de su origen
sera un tipo de palabra, que, segun Gadamer, paga el precio de una relacion no aclarada con el
conocimiento cientifico, dado que en ella lo falso y lo verdadero parecen estar enmaraflados (Gadamer
1998, 97).
Tal vez resulte relevante remarcar que tambien existen divergencias respecto de como
funcionan estas nociones de falsedad y error en ambos planteos.
En el caso de Gadamer, el error sera la contraparte necesaria de la verdad. En otras palabras,
el error sera aquello que justifique hablar de una nocion de verdad en el discurso, discurso que por su
parte posee un significado colectivo y tiene como parte componente implicita una relacion social.
Por otro lado, en el caso de Schleiermacher, lo que podemos encontrar en sus cursos de
Dialectica, es un planteo no respecto de la falsedad, sino respecto del Irrtum, que no oficia como un
antagonista, supuesto por fuera de la verdad. En otras palabras, para este planteo hermeneutico
romantico puede entenderse que el error es aquello que constituye una parte de su concepto de verdad.
A raiz de esto ultimo, creo oportuno retomar una frase de este autor: “el error no es solamente
la aplicacion incorrecta de la regia, la regia en si no es correcta” (Schleiermacher 1903, 271). Puede
decirse que queda claro que, si se entiende al error como una regia incorrecta, se le estaria dando al
mismo un estatuto estructural que no puede entenderse desde una perspectiva puramente normativa,
i.e. como algo que no pertenece al conjunto de casos contemplados por una opinion aceptada
colectivamente.
Como comentario al ultimo segmento de la frase citada: “la regia en si no es correcta”, podria
pensarse a raiz de esta afirmacion, que Schleiermacher podria estar planteando una nocion de error
con caracteristicas parecidas a las que contemporaneamente le atribuiriamos a la falsedad en tanto
regia que no preserva la verdad.

Las conclusiones que pueden obtenerse de este paralelo son (a) ambos autores sostienen una
verdad que es al interior de una produccion humana, en el caso de Gadamer a traves de la palabra
autentica, en el caso de Schleiermacher en todo lo que se piensa conforme a representaciones con una
doble direccion de lo particular a lo general y de lo general a lo particular; y (b) que la nocion de
verdad en ambos planteos mantiene una relacion estructural tanto con el error como con la falsedad,
nociones que en la teoria de verdad por adecuacion constituyen en si un conjunto necesariamente no
incluido en el concepto de verdad que propone.
No obstante, en el caso de la falsedad en el planteo de Gadamer, existe un interrogate abierto
sobre como es que se relaciona con la verdad, si bien se sabe que es una parte necesaria para que esta
tenga sentido. Desde mi punto de vista, es interesante pensar a la nocion de falsedad que plantea como
un resabio de la nocion de adecuacion contenida y superada en la nocion de verdad de la palabra
autentica.

A continuacion, presentare dos criticas senaladas por Gadamer respecto del planteo
hermeneutico de Schleiermacher en Verdady metodo, asi como en Arte y verdad de la palabra.
La primera critica tendra como elemento pivotante a los prejuicios y a la autocritica; la
segunda tomara como eje a la nocion romantica de la recreacion del acto productivo textual como
clave metodologica de la comprension de un texto.

Criticas formuladas por Gadamer hacia el planteo hermeneutico de Schleiermacher

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Antes de profundizar en las criticas creo que es preciso mencionar que Gadamer presenta a
Schleiermacher como el responsable de la autocomprension de la hermeneutica tradicional en
terminos perceptivos (Gadamer 1984, 331). No obstante, teniendo en cuenta este caracter perceptivo
se desprendera el nucleo de la primera critica hecha a este planteo hermeneutico presentado por
Schleiermacher, puesto que para Gadamer no puede decirse que los planteos del romanticismo ejerzan
una autocritica de los prejuicios que abrigan y, segun este autor, tampoco estarian planteados
correctamente el papel de dos prejuicios: la autoridad y la tradicion.
Esta critica se desdoblara en la evaluacion del tratamiento romantico de estos dos prejuicios
recien nombrados.
Con respecto a la autoridad, Gadamer dira que Schleiermacher no toma en consideracion el
posible caracter de verdad que los prejuicios ligados a la autoridad puedan llegar a contener (Gadamer
1984, 334). En cuanto a la tradicion, la critica apuntara a la postulacion de una naturaleza humana
como sustrato ahistorico bajo la excusa de una congenialidad con el objeto de comprension que oficia
de condicion de posibilidad de la comprension. Segun Gadamer, esta congenialidad sera una accion
subjetiva que enfrasca a la comprension en aquel que aspira a comprender y de esta manera deja de
tener en cuenta el ida y vuelta entre pasado y presente, del cual da cuenta la tradicion, que es aquello
que permite una nocion de conciencia historica solida, la cual necesariamente debe ser autocritica.

Mencionare ahora una segunda critica que Gadamer esgrime en varias oportunidades. Dicha
critica esta centrada en el siguiente punto: la comprension entendida en terminos de reproduccion del
acto productivo. Esta critica puede leerse, por ejemplo, en su ensayo Acerca de la verdad de la
palabra (Gadamer 1998, 30).
Retomando la critica que esboce anteriormente sobre la congenialidad del objeto como
herramienta para la comprension, creo que puede entenderse como la contracara de la que pasare a
detallar. El foco de esta critica yace fundamentalmente en el hecho de tener como objetivo de la
comprension a la recreacion psicologica y mental del autor, con el objetivo de entender sus textos.
De acuerdo a lo que propone, una comprension de textos no garantiza necesariamente en la
reproduccion del acto creativo una adecuacion psicologica con el autor. En otras palabras, no estaria
dada una congenialidad entre el autor y el sujeto que comprende, y es por eso que este proceso de
reproduccion del acto creativo resulta futil a la comprension (Gadamer 1998, 30). Esta futilidad de la
reproduccion del acto creativo, o de la produccion mental originaria tendra su fundamentacion en el
rechazo de una congenialidad mental originaria de los espiritus.
Cabe hacer un breve comentario al respecto. Si se le presta atencion a la critica de Gadamer,
es posible apreciar que este no toma como objeto carente de congenialidad alguna a la mente del
autor, sino al texto mismo. Creo relevante esta aclaracion, puesto que esta en este punto supuesto un
corrimiento del objeto de comprension: en la critica efectuada por Gadamer al planteo de
Schleiermacher, el primero situa en la critica al objeto de comprension identificado con la mente del
autor, no obstante, cuando reconstruye la propuesta de la hermeneutica romantica situa como objeto
de comprension del planteo de Schleiermacher, al texto.

A raiz de esta ultima critica, en apariencia producto de un desacuerdo metafisico o teologico,


me propondre identificar una tercera critica subyacente, a la cual entiendo como estructurada en virtud
de un espiritu normativo.
Encuentro que esta suerte de critica normativa al planteo hermeneutico romantico, no
formulada, sino pasible de reconstruccion, esta relacionada con (a) la critica a la reproduccion del
acto creativo o estructura psiquica del autor (b) el rechazo de la unilateralidad de los propositos del
lenguaje y (c) la nocion de autocritica respecto a los prejuicios.

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Es decir, en la medida en que se crea que la comprension este legitimada mediante un


mecanismo que desconozca la autocritica respecto a los prejuicios que posee el sujeto que comprende,
se desconoce la tarea fundamental de la hermeneutica: la participacion en un sentido comunitario que
nos permita desplazarnos hacia diferentes perspectivas. De esta forma es que se puede hilar una critica
donde opera el hecho de que la autocritica de prejuicios es para Gadamer aquello que permite
desarrollar tanto la posibilidad de transmision de aquello que uno piensa, cuanto una respuesta, lo
cual constituye el unico camino a la solidaridad (Gadamer 1998, 19).
Es teniendo en cuenta lo desarrollado en este ultimo punto, que puede decirse que existe un
problema al interior de la hermeneutica propuesta por Gadamer relativo a la asimetria de los
interlocutores participantes de la comprension al cual, como anticipe, llamare: el problema del
dialogo asimetrico.

Verdad-dialogo-com prension: evaluacion de la critica del dialogo asim etrico

Si del problema de la participacion en un sentido comunitario que permita el desplazo hacia


diferentes perspectivas se trata, puede ser que existan formas de excusar al planteo de Schleiermacher
de la promocion de un dialogo asimetrico. A continuacion, describire que, por como estan articuladas
las nociones de verdad, dialogo y comprension en el planteo de Schleiermacher, no queda claro que
aplique el planteo de este problema relativo a la unilateralidad en los propositos del lenguaje donde
se proponga un ejercicio acritico respecto de los prejuicios.
Primero me gustaria comenzar diciendo que en apariencia podria sostenerse una nocion de
verdad en la hermeneutica de Schleiermacher que implique, debido a su doble direccionalidad, al
atrevimiento adivinatorio (Schleiermacher 1999, 87-89) y el presentimiento (Schleiermacher 1999,
87), las cuales podrian mantener similaridades con conceptos gadamerianos como el dialogo
prelinguistico (Gadamer 1998, 142) y la precomprension (Gadamer 1998, 31-32).
Adivinar, segun Schleiermacher, sera inventar un cierto grado de semejanza a partir de la
organizacion del todo y lo particular (Schleiermacher 1999, 99) que permita comenzar a comprender
un todo constante (Schleiermacher 1999, 87), si bien advierte que no es posible disolver por completo
la no-comprension. El adivinar, entonces, sera un momento que viabilice una instancia comun con
aquello que se comprende, lo cual puede remitir al concepto que Gadamer desarrolla como syntheke
(Gadamer 1998, 131), es decir, la gestacion de un entendimiento mutuo que permitia establecer
convenciones.
Otro elemento que puede emparentarse con el rol conceptual del adivinar en la teoria de
Schleiermacher es el papel del dialogo prelinguistico al cual Gadamer menciona como pasible de
salvar los hiatos en la comunicacion aun no articulada semanticamente (Gadamer 1998, 141)
permitiendo llegar a propiciar un dialogo linguistico (Gadamer 1998, 142).
Es en este sentido que me parece oportuno retomar la critica sobre la falta de revision de los
prejuicios formulada por Gadamer. Ciertamente, luego de las lecturas citadas en este trabajo, podria
afirmarse que la teoria de Schleiermacher parece tener claro cuales son los alcances de la
hermeneutica, asi como Gadamer tiene claro cuales son los limites del lenguaje propuestos por la
temporalidad (Gadamer 1998, 146).
No obstante, si se toma los textos de Arte y verdad de la palabra y Sobre el concepto de
hermeneutica en relacion a las observaciones de F.A. Wolfy al manual de Ast (Schleiermacher 1999),
resulta llamativo el siguiente punto de posible divergencia: el papel que cada hermeneuta confiere al
dialogo y a la conversacion.
En el caso de Gadamer, queda explicito en el ensayo “Los limites del lenguaje” (Gadamer
1998), que la conversacion sera la pregunta y la respuesta que permita constituir una unidad de sentido
para la comprension (Gadamer 1998, 146). El resultado de esta comprension se producira a partir de
palabras autenticas en textos (Gadamer 1998, 31-33) y dara lugar a la produccion de palabras que
tambien tengan pretension de verdad intrinseca.

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En el caso de Schleiermacher, el dialogo vivo junto a la palabra escrita sera (lo que sea pasible
de ser objeto de alguna pretension de comprension (Schleiermacher 1999, 61). Sin embargo, esta
nocion de comprension tendra claros sus limites y reposara en una nocion de verdad que tenga al error
en su interior como elemento constitutivo.

En suma, puede decirse que la problematica de la comprension de lo extrano es un elemento


parte constitutiva de ambos planteos hermeneuticos. Es por eso que parece que la critica de la
unilateralidad de los propositos del lenguaje esgrimida por Gadamer solo tiene validez si se centra en
que, para este autor, el dialogo se define como aquello que viabiliza la comprension.
Por ultimo, creo que tal vez un punto en comun pueda hallarse en lo siguiente: para ambos
autores existe un momento previo a la comprension, donde solo se manifiesta la voluntad de poner
en comun, en el caso de Schleiermacher el presentimiento como punto de partida de la comprension,
y en el caso de Gadamer la precomprension (Gadamer 1998, 30). Teniendo en consideracion a estos
puntos comunes y de divergencia, creo que se abre un espacio respecto de las criticas mencionadas
para futuras investigaciones que recurran a los textos de Schleiermacher a la luz tanto de los
problemas mencionados en el trabajo, como de otras preguntas que pueden formularse a partir de las
distintas apropiaciones de los textos de la hermeneutica romantica con el fin de evaluar que tan
vigente siguen sus aportes y si es posible continuar apropiandose de ella con nuevas lecturas.

Bibliografia

Gadamer H-G. (1984), Verdady Metodo I, Salamanca, Sigueme.


Gadamer H-G. (2015), Verdady Metodo II, Salamanca, Sigueme.
Gadamer H-G. (1998), Arte y Verdad de la Palabra, Acerca de la verdad de la palabra,
Barcelona, Paidos.
Flamarique L. (1999), Los discursos sobre hermeneutica. Introduccion, traduccion y edicion
bilingue, Pamplona, Cuadernos de anuario filosofico, n°83, Universidad de Navarra
Schleiermacher F. (1856), Sammtliche Werke, G. Reimer *digitalizado en2009 por University
of California.
Schleiermacher F. (1988), Dialektik (1814/15) Einleitung zur Dialektik (1833), Hamburg,
Felix Meiner Verlag.
Schleiermacher F. (1903), Dialektik mit Unterstutzung der Koniglich Preussischen Akademie
der Wissenschaften, Berlin, Meyer und Muller.
Schleiermacher F. (1999), Sobre el concepto de hermeneutica en relacion a las observaciones
de F.A. Wolf y al manual de Ast, Pamplona, Cuadernos de anuario filosofico, n°83, Universidad de
Navarra.

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S i m p o s io : Horizontes teoricos: accion, interpretacion, temporalidad
C o o r d in a d o r e s : Esteban Vedia y Nicolas Lavagnino.

Hablantes e interpretes: aportes davidsonianos para la hermeneutica en


Filosofia de la Historia

Maria Eugenia Somers


UBA

El presente es un trabajo aun en proceso, parte de uno mayor, en el que me propuse poner en
dialogo dos perspectivas filosoficas contemporaneas que tratan la cuestion de la comprension, con
el objetivo de reconocer relaciones de contraste y complementariedad entre las mismas. Mi hipotesis
de trabajo es que ambas tradiciones comparten muchos de los supuestos basicos sobre los que se
articulan. Estas consisten en la perteneciente a la tradicion angloamericana, de la mano de
Wittgenstein, Quine y Davidson y la que se corresponde con la tradicion alemana, cuyos referentes
son Dilthey, Heidegger y Gadamer.
Ciertamente, son numerosas las confluencias que se pueden identificar entre las mismas,
quizas las mas representativas sean las establecidas gracias al trabajo de Paul Ricoeur, quien parte
del marco teorico gadameriano para realizar su propia propuesta hermeneutica y ademas, lleva a
cabo una lectura critica de Davidson en su obra Si mismo como otro (1996b). Teniendo en cuenta
que desde la formacion filosofica tradicional se suelen trabajar ambas escuelas de manera inconexa,
desde mi punto de vista, un estudio sobre la cuestion de la comprension no reducible a una de ellas
sigue siendo novedoso y permite un analisis mas profundo, tanto de cada tradicion en si misma,
como de sus contrastes.
En esta oportunidad, entonces, tengo por objetivo indagar la perspectiva angloamericana, mas
especificamente, los aportes teoricos mas significativos que Donald Davidson realiza a la cuestion de
la comprension. Hare especial enfasis en su propuesta denominada “externalista” y la nocion de
“principio de caridad”, es decir, la predisposition que los hablantes-interpretes deben adoptar para
comprenderse adecuadamente. Dado que "la filosofia del lenguaje representa un aspecto crucial de la
filosofia de Davidson" (Moya 1992, 22), reviste especial importancia reconstruir, en primer lugar, las
tesis del “monismo anomalo” y luego el argumento de Davidson a favor de la dependencia del
pensamiento respecto del lenguaje. A continuation, expondre algunas observaciones criticas a su
planteo, utilizando como guia general de reflexion los trabajos de Carlos Moya (1992) y Pablo
Quintanilla Perez-Wicht (2001, 2004). Finalmente, concluire presentando posibles implicancias de
los mencionados lineamientos y sugestiones para futuras reflexiones.

Las tesis del monismo anomalo

Con la intencion de dar cuenta del rol causal de lo mental en el mundo, Davidson propone un
monismo anomalo, es decir, postula que todos los sucesos son fisicos, sin embargo, los fenomenos
mentales no se reducen a explicaciones fisicas. El autor lo llama monismo debil, ya que mantiene la
posibilidad de que no todos los sucesos sean mentales, pero afirmando que todos seran fisicos (1981,
14). Aunque no se postulan leyes correlacionales entre lo fisico y lo mental, las caracteristicas
mentales estan en relacion de superveniencia con las fisicas (cabe mencionar que el autor luego
abandona esta nocion). Pese a lo anterior, va a insistir en que la relacion de superveniencia no implica
una reduction nomica, referida a leyes causales. El monismo anomalo intenta armonizar los
principios de: interaccion causal, en el que algunos sucesos mentales interactuan causalmente con
sucesos fisicos; caracter nomoldgico de la causalidad, es decir, si hay causa, debe haber una ley; y
finalmente, el de la anomalia de lo mental, que afirma que los sucesos mentales no pueden predecirse
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con leyes deterministas (1981, 16).


Asi, Davidson niega la aparente contradiccion entre los dos primeros principios con el
tercero. A partir de esta afirmacion, busca explicar como es posible demostrar dicha ausencia de
contradiccion. Con este proposito, postula una teoria de la identidad, entre lo fisico y lo mental,
basada en la consistencia entre estos tres principios. Si la teoria de la identidad propuesta no tiene
contradicciones internas, los tres principios antes mencionados tampoco las tendran, ya que la teoria
los implica formalmente. Luego, el autor afirmara un dualismo conceptual; un suceso sera mental si
y solo si tiene una descripcion mental, por otra parte, los sucesos fisicos seran los que se pueden
describir por medio de terminos fisicos. A continuacion, Davidson sustenta que todo suceso es
mental, y todos los sucesos mentales son identicos a sucesos fisicos. No obstante, la teoria de la
identidad que defiende el autor, niega que hayan leyes estrictas que conecten lo mental a lo fisico.
Asi, va a plantear una superveniencia de lo mental respecto de lo fisico, pero sin que esto lleve a
reducciones en terminos de leyes.
De esta manera, la causalidad y la identidad entre lo fisico y lo mental van a afirmarse para
sucesos individuates. Estos sucesos podran instanciar leyes y explicarse por estas y solo en la medida
en que esos sucesos sean descriptos por medio de una de estas maneras, las leyes seran linguisticas.
El principio de interaccion causal no tiene en cuenta la division fisico-mental. Y por ultimo, la
anomalia de lo mental se refiere solo a los sucesos en cuanto descritos como mentales, dado que los
sucesos seran mentales, solo en la medida en la que se los describa en esos terminos.
Davidson afirma que no puede dar pruebas estrictas de la irreductibilidad de lo mental.
Incluso, senala que la postura que sostiene implica que los sucesos mentales pueden senalarse con
terminos fisicos. Pero luego va a aclarar que, pese a esto, lo mental es nomologicamente irreductible
(1981, 17). Asi, los sucesos mentales no son legaliformes, motivo por el que las generalizaciones
fisico-mentales seran heteronomicas; el vinculo no va a responder a leyes en sentido estricto. El
autor va a admitir que son los enunciados generates verdaderos los que relacionen lo fisico con lo
mental. La concepcion de verdad implicada es una debil, no se vincula con leyes absolutas. Estas
generalizaciones se caracterizan por ser aproximadas, a saber, otorgan una regularidad a los sucesos
particulares.

La racionalidad como rasgo social

Asimismo, el autor sostiene que la condicion de posibilidad de que una criatura piense es que
tiene lenguaje. Para Davidson, ser racional implica tener actitudes proposicionales; cada pensamiento
particular es una actitud proposicional (es decir, creencias, deseos e intenciones). De esta manera,
otorga un criterio para decidir cuando se esta frente a una criatura dotada de racionalidad: estas
actitudes constituyen el parametro, dado que un pensamiento particular depende de otras actitudes
proposicionales y estas aparecen, asi, como un conjunto cohesionado, es decir, como una red
logicamente consistente (Davidson 2003, 142). En este sentido, una actitud proposicional es
interpretada a partir del lugar que ocupe en esa red.
Por lo tanto, para atribuir racionalidad a una criatura, es preciso que la misma presente una
pauta de comportamiento compleja, ya que, por ejemplo, si se pueden atribuir creencias, se podran
inferir intenciones (Davidson 2003, 148). Para Davidson, una intencion implica una multitud de
creencias, es decir, la particularidad involucra conocimientos generates previos, siendo asi la
intencionalidad la que racionaliza la accion. La coherencia interna de nuestro sistema de actitudes
proposicionales operara estructurando nuestra accion. La ausencia de lenguaje implica la falta de la
condicion necesaria para tener las creencias que permiten dar sentido al pensamiento.
Luego, sostiene que el pensamiento depende del lenguaje: cuando se logra explicar de manera
exitosa la conducta de criaturas carentes de habla es en virtud de que se les conceden actitudes
proposicionales, a falta de argumentos y por un abuso del lenguaje. Asi, para Davidson solo los
humanos, adultos, normales, tienen un tipo de lenguaje lo suficientemente complejo como para
justificar la atribucion de actitudes proposicionales.

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Adelantandose a posibles objeciones, el autor afirma que la condicion que se requiere para
tener actitudes proposicionales es aportada por el lenguaje. Toda actitud proposicional requiere un
trasfondo de creencias y a su vez estas creencias tienen ciertas condiciones. Para tener una creencia
necesitamos el concepto de creencia, es decir, se precisa “tener una creencia sobre alguna creencia"
(Davidson 2003, 152). Asimismo, el fenomeno de la sorpresa va a ser condicion necesaria y
suficiente para que se de el pensamiento. La idea de creencia se relaciona mtimamente con el
concepto de verdad, y la sorpresa surge al constatar que una creencia no es el caso, es decir, nos
permite percatarnos de que poseiamos una creencia que ahora consideramos falsa (2003, 153).
Haciendo uso del fenomeno de la sorpresa, el autor muestra como, al poseer el concepto de creencia,
se tiene el concepto de verdad objetiva, la cual es independiente de mis actitudes proposicionales.
De este modo, el lenguaje resulta el parametro para diferenciar una creencia de aquello que es el
caso (Davidson 2003, 154). A continuacion, haciendo uso de su tesis de la triangulacion, Davidson
plantea su teoria externalista: el lenguaje y el mundo objetivo sobre el cual se tienen creencias
posibilitan un concepto de verdad intersubjetiva, que se construye en el intercambio entre dos que
se comunican.

La teoria davidsoniana de la comprension

Nuestro autor se propone discutir las posiciones de aquellos que afirman la imposibilidad de
comparar comunidades diferentes y, en consecuencia, de comprenderse entre si. En otras palabras,
discute al relativismo conceptual, que identifica los esquemas conceptuales con los lenguajes. Desde
esta perspectiva, los esquemas conceptuales de las distintas comunidades linguisticas son
intraducibles entre si. Dado que estas organizan de manera diferente la experiencia, la realidad de
cada una de estas comunidades es inconmensurable (Whorf, 1956).
Siguiendo a "Dos dogmas del empirismo" de Quine (1962), Davidson sostiene que, tanto la
distincion entre oraciones analiticas y sinteticas, como el reductivismo, son dos fundamentos del
empirismo tradicional. No obstante, agrega que el rechazo a estos dogmas no es suficiente para evitar
el relativismo, aun es necesario objetar su condicion de posibilidad. Para el autor, esta es el dualismo
esquema-contenido (1992, 53). Asi, este dualismo reviste el llamado tercer dogma del empirismo.
Desde la dicotomia esquema y contenido se sostiene la existencia de un esquema total, es decir, el
juicio que realiza el interprete acerca de la realidad y de un contenido, desvinculado del anterior.
Este contenido es la experiencia que le es dada al sujeto, que se mantiene a la espera de ser
interpretada.
Argumentando por el absurdo, Davidson declara que su objetivo es dar con un lenguaje
intraducible a un idioma familiar. De esta manera, es preciso clarificar, tanto a las partes del
dualismo, como a la relacion que se estableceria entre ellas. En primer lugar, descarta que el esquema
conceptual “organice” al objeto, ya que esta nocion solo es aplicable a pluralidades, que ya
individualizamos en lenguajes familiares. En segundo lugar, rechaza que el esquema se “ajuste” al
objeto, dado que en este caso, solo se estaria considerando la funcion referencial del lenguaje. Desde
esta alternativa, una teoria seria verdadera solo por el hecho de referir de manera apropiada a lo que
hay, ya que el contenido natural seria la ultima fuente de evidencia. Esta evidencia, dada al sujeto
por su experiencia sensorial, es privada y asi no ejerce “un papel epistemologico en la determinacion
de los contenidos de dichas creencias.” (Davidson 1992, 62). Por lo tanto, el relativismo conceptual
es autorrefutatorio: todos los esquemas conceptuales resultan igualmente verdaderos. No se ofrecen
argumentos a partir de los cuales establecer que sean diferentes, ya que postular una
inconmensurabilidad solo es posible apartir de una referenda comun a esos esquemas.
Frente a esta conclusion, Davidson ofrece su propuesta, denominada externalista-. el lenguaje
y el mundo objetivo sobre el cual se tienen creencias posibilitan un concepto de verdad
intersubjetiva, que se construye en el intercambio entre los que se comunican (Davidson 1992, 71).
Estos, a la vez que son hablantes, son interpretes del otro. Aqui, el pensamiento es parte de un mundo
compartido, en el cual este se presenta como accesible a otras mentes; rompiendo asi la barrera de

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la inconmensurabilidad. Para interpretar de manera adecuada lo que un hablante quiere decir, hay
que tener en cuenta el principio de caridad. Este, en tanto condicion de posibilidad de la
comprension, establece que para interpretar, es fundamental asumir al hablante (adulto, en la teoria
de Davidson, cabe aclarar) como racional, creyente de verdades, y con acciones tendientes al bien.
Es decir, desde el principio de caridad, se le atribuyen al otro las caracteristicas que me atribuyo a
mi misma. El principio de caridad me impide, en principio, establecer discontinuidades esenciales
entre las auto-atribuciones y las alio-atribuciones.

Una interpretacion caritativa del principio de caridad

En lo que sigue, me propongo retomar el principio de caridad, que le valio de varias


objeciones a nuestro autor, quizas la mas renombrada sea la de "etnocentrista", puesto que la recien
nombrada atribucion de caracteristicas propias al interlocutor ha sido interpretada como mera
"proyeccion"38. Siguiendo la lectura de Quintanilla Perez-Wicht (2004), voy a detenerme en cada
una de las condiciones que componen a este principio39, para luego tratar de pensarlas a partir de un
caso concreto. Dijimos que, en primer lugar, hay que asumir al o a la hablante como racional. Segun
Quintanilla, esta "consistencia debe ser entendida tanto en un sentido logico como en un sentido
pragmatico" (Quintanilla 2004, 87). La primer condicion permite, a quien este interpretando, atribuir
al hablante un conjunto cohesionado de actitudes proposicionales, que se desarrollo con anterioridad,
asi como dotarlas de contenido. La segunda, hace referenda a la consistencia entre esas actitudes
proposicionales y las acciones del hablante.
En segundo lugar, dijimos que era creyente de verdades. En otras palabras, aqui la persona
que interpreta debe proponerse "atribuir, mediante el proceso de la triangulacion, un sistema
integrado de creencias, donde las interacciones entre estas fijan el contenido de cada una de ellas.
En este sistema, la falsedad debe ser excepcional. Un creyente sistematico de falsedades no podria
ser triangulado con el entorno. Tampoco podria determinarse cuales son sus creencias falsas" (2004,
88), dado que (asi como en el caso del relativismo cultural que objeta Davidson), estas solo pueden
ser identificadas a partir de un conjunto de creencias verdaderas. En este punto, Quintanilla propone
tener en cuenta el “principio de humanidad” de Richard Grandy (1973), que, en lugar de proponerse
maximizar el acuerdo, pretende minimizar el desacuerdo ininteligible. Si bien el trasfondo de
acuerdo que propone Davidson sigue siendo fundamental para la comprension del otro, el "principio
de humanidad" se presenta como una posibilidad para "hacer mas inteligible al agente si le
atribuimos un subsistema de creencias falsas, siempre que podamos explicar como es que el las
adquirio." (Quintanilla 2004, 91).
Por ultimo, el supuesto normativo: es condicion para la comprension del otro asumir que sus
acciones tienden al bien. Asi como en el primer supuesto se establece que la pretendida consistencia
es tanto logica como practica, ahora se puede anadir que tambien debe ser moral "la interprete no
asumira solamente que comparten creencias acerca de como es el mundo sino acerca de como
deberia serlo" (Quintanilla 2004, 93). Para este autor, de aca se desprende una pretension de
solidaridad:

Las condiciones de la interpretacion nos exigen ver al otro como un semejante-diferente. Por
lo diferente que es, nos cuestiona y se convierte en un reto permanente para nuestras propias
creencias y deseos, asi como nos obliga moralmente a intentar entenderlo, porque nuestra auto-
comprension esta estrechamente ligada a la comprension del otro. Del principio de caridad se

38 Esta critica es tratada por los autores aqui trabajados: Moya (1992, 45) y Quintanilla (2001, 4; 2004, 85).
39 Cabe mencionar que Quintanilla realiza un desglose mas pormenorizado del principio de caridad. Para el autor, este
consiste en considerar que: (i) el comportamiento del agente es consistente, (ii) el agente mantiene los mismos supuestos
logicos que la interprete, (iii) las creencias del agente son verdaderas, (iv) el agente se comporta siguiendo su mejor juicio
(2004, 86). Desde la interpretacion que sostengo en el presente trabajo y a fines expositivos, los puntos (i) y (ii) son
considerados en conjunto.

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deduce una obligacion moral de tratar de entender al otro, de intentar incorporarlo a las
posibilidades denuestro propio discurso. (Quintanilla 2004, 94).

Conclusiones

Aunque acuerdo con los lineamientos recientemente esbozados, considero que la pretension
de comprender al otro no demanda necesariamente una actitud solidaria. Ciertamente, la teoria
davidsoniana es considerada tanto por sus valiosos aportes a la cuestion de la comprension, como
por el claro proposito del autor de responder a las tesis relativistas de Sapir y Whorf. A este respecto,
me pregunto, t,cuales son los dialogos y los hablantes-interpretes que Quintanilla tiene en mente para
inferir una pretension de solidaridad? Siguiendo a Moya, puede decirse que la necesidad de adoptar
una actitud explicativa se patentiza "cuando el sentido de una conducta no nos es obvio" (1992, 45)
y en este sentido, resulta de interes traer un caso concreto para pensar un poco mas los alcances de
las implicancias pragmaticas que el autor establece de su interpretacion del principio de caridad
davidsoniano.
En el marco del tratamiento del proyecto de ley de Interrupcion Voluntario del Embarazo
(I'VE) en Camara de Diputados, que tuvo lugar del 12 al 13 de junio de 2018 en Argentina, se
escucharon numerosas y extendidas disertaciones por parte de los funcionarios, tanto a favor como
en contra del proyecto. Cabe mencionar que este se presento por septima vez y finalmente se trato
en el Poder Legislativo, como la medida que busca dar respuesta a una de las problematicas de salud
publica mas urgentes del pais: los abortos clandestinos son la principal causa de muerte materna.
Uno de los discursos mas llamativos fue protagonizado por la diputada correntina Estela Regidor,
quien, para objetar al mencionado proyecto, establecio una comparacion entre las mujeres y cuerpos
gestantes y las perritas: "seguro que muchos de ustedes tienen mascotas <^Que pasa cuando una
perrita queda embarazada? No la llevamos al veterinario a que aborte...hasta las peores fieras
quieren a sus crias"40, dando porterminado su derrotero.
Teniendo en cuenta el principio de caridad, puede decirse que lo que la diputada sostiene es
inteligible: se pronuncio de manera racional y ciertamente, actua en consecuencia con sus creencias.
Tambien se puede sostener que toma por verdadero aquello que defendio aquel dia en la Camara de
Diputados: desde ya que no desdenaba los efectos performativos de sus dichos, amplificados por los
medios masivos de comunicacion, asi como las repercusiones politicas de los mismos y lo que su
voto implica para la posible implementacion de una politica publica. Por ultimo, tambien podria
afirmarse que actuo tendiendo al bien; posiblemente Estela Regidor considera que la calidad de vida
de las mujeres argentinas tiene lugar en un mundo donde los paises no despenalizan la interrupcion
voluntaria del embarazo.
No obstante, esto ultimo contradice las estadisticas oficiales y las recomendaciones de
organizaciones mundiales hacia la region41. Aqui comienzan los interrogates <^es en la calidad de
vida de las mujeres por la que esta abogando la diputada? ^Cuando se pronuncia, lo hace teniendo
en mente los derechos sexuales y reproductivos de todas nosotras? Ciertamente no. ^Podemos
entender, a lo Grandy, como adquirio creencias falsas? Probablemente por ser parte de y reproducir
las logicas de un sistema patriarcal. Independientemente de los motivos que conducen a la diputada
que traigo como ejemplo para este trabajo, me pregunto, ^como pensar, para los dialogos cotidianos,
esa exigencia de solidaridad? <^Hay un limite? y de haberlo, <^es el que se establece en situaciones
como la que presente, donde la hablante ocupa un lugar de enunciacion privilegiado, con
consecuencias directas para la vida de todas nosotras?. Con estos interrogates no pretendo mas que
seguir pensando la cuestion de la comprension del otro en este mundo que compartimos, desde un

4llDisponible en: https://www.clarin.coin/politica/estela-regidor-diputada-comparo-aborto-perritos_0_rkDENmJbQ.htinl


41C onvention sobre la Elim ination de toda forma de D iscrim ination contra la M ujer (CEDAW), disponible en:
http://www.un.org/womenwatcli/daw/cedaw/text/sconvention.htm

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P o n e n c ia s , S im p o s io s y M e s a s R e d o n d a s .

punto de vista mas concreto, que se encamine hacia una hermeneutica encarnada.

B ib lio g rafia

Davidson, D. (2003) "Animales racionales" reimpreso en Subjetivo, Intersubjetivo, Objetivo,


Madrid, Catedra.
(1992) "El mito de lo subjetivo" en Mente, mundoy accion, Barcelona, Paidos.
(1990) "De la idea misma de esquema conceptual" en De la verdady de la Interpretacion,
Barcelona, Gedisa
(1981) “Sucesos Mentales”, Cuadernos de Critica, nro. 11, Mexico, UNAM.
Moya, C. (1992) "Introduccion a la filosofia de Davidson: Mente, mundo y accion" en Mente,
mundo y accion, Barcelona, Paidos
Quine, W.V.O. (1962) "Dos dogmas del empirismo" en Desde un punto de vista logico,
Barcelona, Ariel
Quintanilla Perez-Wicht, P. (2004) Comprender al otro es crear un espacio compartido.
Caridad, empatiay triangulacion en Ideas y Valores, nro. 125, Bogota.
(2001) "El lugar de la racionalidad en la comprension del otro" en Lopez Maguina, S.,
Portocarrero, G., Silva-Santisteban, R., Vich, V. (eds), Estudios cidturales. Discursos, poderes,
pulsiones, Lima, Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Peru
Whorf, B.L. (1971) "La relacion del pensamiento y el comportamiento habitual con el
lenguaje" en Lenguaje, pensamiento y realidad, Barcelona, Barral Editores.

120
Simposio : Horizontes teoricos: accion, interpretacion, temporalidad.
Coordinadores : Esteban Vedia y Nicolas Lavagnino.

El fin de los tiempos. Catastrofismo y discurso escatologico en la historia

Maria Emilia Arabarco


UNComa

Introduccion

En los ultimos 15 anos, multiples publicaciones en el ambito de la filosofia y la historia revelan


una significativa revitalizacion del vocabulario escatologico y de las reflexiones en torno a los
discursos profeticos y apocalipticos. Filosofos e historiadores parecen haber llevado la reflexion en
torno al futuro en una direccion que moviliza nuevamente las representaciones del fin de los tiempos
a traves de la idea de “catastrofe”, cuya genealogia religiosa -segun senala F.Hartog- recupera
vocabularios, imagenes e incluso esquemas tornados de la apocaliptica tradicional. J.P. Dupuy publica
por primera vez en 2002 Pour un catastrophisme eclaire. La revista Esprit ha dedicado desde
entonces tres numeros a la reflexion sobre el tiempo y a la figura del futuro como catastrofe, al
apocalipsis y la profecia.1 La catastrofe ha sido asimismo el tema convocante de un Coloquio
celebrado en enero de 2005 en Lyon, titulado “Ecrire la catastrophe au XVIIIe siecle”, y publicado
finalmente en 2008. Ha sido tambien el punto de partida de una reflexion sobre la historia del presente
en la obra de H. Rousso, La derniere catastrophe (2012), y ha sido el disparador de una reflexion
acerca del tiempo que nos toca, como en la obra de I. Stengers Au temps des catastrophes (2009). Y
los ejemplos se multiplicand
El renovado interes por el tema del fin de los tiempos sugiere un giro en lo que refiere al modo
de relacionarse con el futuro. Giro que, segun advierte J.L. Schlegel, lleva a una constatacion
paradojal. En la modernidad, las visiones apocalipticas y profeticas eran condenadas y prohibidas por
entrar en colision con la imagen de un hombre responsable y capaz de influir mediante su accion en
la historia. Desde la ilustracion, la razon critica moderna ha rechazado implacablemente los mitos,
las imagenes, las representaciones, las narraciones terribles del fin, de la catastrofe apocaliptica y las
penas destinadas a los pecadores. La ilustracion las ha criticado como irracionales, indignas de la idea
que se puede hacer de un Dios e indignas de un hombre responsable, capaz de perfeccionar el mundo
humano y capaz de perfeccionarse a si mismo. Un moderno habla de responsabilidad por su futuro:
temer la catastrofe individual, colectiva o cosmica no es digno ni serio.3
A partir de la modernidad comenzaria a concebirse un hombre capaz de de afectar el tiempo
historico a traves de su accion orientada, de un modo que no puede replicar sobre el tiempo natural.
El hombre se concibe capaz de acelerar los procesos historicos y de hacer revoluciones que hasta
entonces solo eran pensadas desde un punto de vista natural-astronomico. Las revoluciones no son ya
solo procesos naturales sino tambien procesos humanos.4

1 Esprit: Le temps des catastrophes, 2008/3 (Mars/avril); Esprit: Apocalypse: 1'avenir impensable, 2014/6 (Juin);
Esprit: Ou sont les prophetes?, 2017/1 (janvier).
2 Dupuy, J.P., Pour un catastrophisme eclaire,Ouand I'impossible devient certain, Paris, Seuil, 2002; Hartog, F.,
Regimenes de historicidad , Mexico, Iberoamericana, 2007; Rousso, H., La derniere catastrophe: 1'histoire, le present, le
contemporain , Paris, Gallimard, 2012; Stengers.I.. Au temps de catastrophes. Resister a la barbarie qui vient, Paris, La
Decouverte, 2009; Walter, F. Catastrophes. Une histoire culturelle, X l ’Ie-XXIe siecle, Paris, Seuil, 2008 ; Latour, B.,
Face a Gala. Huit conferences sur le nouveau regime climatique, Paris, La Decouverte, 2015; Vauchez, A.X'attente des
temps nouveaux: eschatologie, millenarismes et visions du futur, du Moven Age au XXe siecle , Brepols, 2002.
3 Cf. Schlegel, J.L.,“L ’eschatologie et lapocalypse dans 1'histoire: un bilan controverse”. Esprit : Le temps des
catastrophes, 2008/3, p. 102.
4 Cf. Koselleck, R., Futuro pasado. Para una semantica de los tiempos historicos, Barcelona, Paidos Iberica, 1979.
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P o n e n c ia s , S im p o s io s y M e s a s R e d o n d a s .

Los seres humanos “hacen” la historia. Esta proposicion, apunta Hartog, es la culminacion de
un largo camino que comienza en el Renacimiento, con la vision del hombre como agente. Es con el
tiempo moderno y con el concepto moderno de historia como proceso que el proyectarse deviene un
imperativo, tanto para los individuos como para las comunidades. El momento clave es la Revolucion
Francesa, cuando Robespierre exhorta a los ciudadanos a acelerar su curso. El hombre puede hacer
la historia, el revolucionario debe hacerla.5
Sin embargo, el siglo XX comienza a mostrar al respecto un efecto de “rebote”.Lla
intervencion humana en la naturaleza muestra su reverso: calentamiento global, contaminacion,
mareas negras, catastrofes climaticas, etc. Las consecuencias irreversibles de la accion humana
llaman ahora a hacer enfasis en la “precaucion”, “prevencion”, o “prevision” como palabras claves
de nuestros tiempos y de nuestra relacion con el futuro. Estas expresiones parecen sugerir que el
futuro no es ya pensado tanto como “afectable”, modificable o dirigible mediante la accion, sino que,
mas bien, el futuro simplemente “adviene” y solo cabe anticiparnos a ello. En este trabajo me
propongo, entonces, reflexionar en torno a por que el vocabulario escatologico ha hecho tal
reaparicion en los discursos de filosofos e historiadores que se abocan a pensar acerca de la
especificidad de los tiempos que corren.

Del castigo divino a la responsabilidad humana. La catastrofe en el siglo XX.

Hasta bien avanzado el siglo XVIII, las “catastrofes” se inscriben en un esquema de


explicacion en el que interviene la providencia divina, que castiga o corrige a los hombres culpables
de transgresiones. Las desgracias se aparecen como la respuesta de Dios a los pecados del mundo,
tienen un origen sobrenatural, son los signos de una advertencia o de un castigo.
Todas las desgracias de la historia, las crisis suscitadas por la Reforma, las guerras del siglo
XVTT y hasta los estruendos revolucionarios de fines del siglo XVTTT, han sido ocasiones para poner
en juego las metaforas de la catastrofe. Hasta entonces, las referencias biblicas funcionan como ejes
de la iconografia catastrofica. Las inundaciones son juzgadas bajo el modelo diluvial del Genesis, el
menor incendio reenvia al destino de Sodoma y cada temblor de la tierra prefigura el juicio final.6
La figura del profeta es en este respecto crucial, pues es el portavoz de la inminencia de un
castigo o su liberacion: autorizado directamente por una revelacion divina, el profeta es capaz de
interpretar los signos de los tiempos, es capaz de identificar las fuerzas del mal que operan en la
historia y denunciarlas publicamente, promoviendo alternativas positivas a estos desarreglos.7 El
profeta es quien, confrontando una situacion de crisis, propone una via alternativa a una comunidad,
tratando de intervenir directamente en el desenvolvimiento de la historia, modificando su curso hacia
un futuro mejor.8
Forma de resistencia ante la angustia por los eventos juzgados peligrosos, el profetismo no
conduce a la desesperacion, sino que incita al hombre a intentar contrarrestar un futuro amenazante,
oponiendole la perspectiva de un futuro mejor, historicamente realizable, y generalmente concebido
como el retorno a un mitico “pasado feliz”.
Contrariamente al catastrofismo que pudiere hacer enfasis en un cataclismo final ineluctable,
el profetismo remite a un futuro que no es terminal ni irrevocable. La interpretacion del pasado
permite saber lo que va a pasar, a menos que algo cambie, ya que Dios puede cambiar de opinion al
sentir piedad por los hombres. La profecia es autentica aun cuando no se cumple, pues es prueba de
su propia eficiencia. Lo anunciado interviene el presente. Como seiiala J.P.Dupuy, la palabra del

5 Cf. Hartog, F„ “Comment rouvrir les futurs?”. Esprit: Ou sont les prophetes? 2017/1, p.44.
6 Cf. Walter, F„ 2008, p.25
7 Cf. Vauchez, A., 2002, p. 12
8 Ibid., p. 16
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P o n e n c ia s , S im p o s io s y M e s a s R e d o n d a s .

profeta tiene un caracter performativo: al decir las cosas las hace venir a la existencia, puede despertar
el presente y el arrepentimiento de los hombres puede ser aceptado por Dios.9
De ahi que durante los periodos de inminencia catastrofica, las manifestaciones religiosas y
las practicas devotas constituyan una forma o sistema de “gestion” del traumatismo. Existen
numerosos ejemplos de practicas de devocion a santos o intercesores de Dios ante la llegada de
catastrofes. Entre el santo y la comunidad o los individuos, se trazan obligaciones mutuas, concebidas
a la manera de un contrato. El poder del santo para interceder en las catastrofes es considerado tan
fuerte como su poder de punicion, si se desatienden las ceremonias o signos de reconocimiento
prometidos (procesiones, misas, ayunos, estatuas, capillas o donaciones a los pobres). Asi, Santa Ana
y Santa Barbara tenian la reputacion de ser eficaces contra los rayos de las tormentas, los incendios
y la muerte violenta. San Eustaquio era reconocido como protector del fuego y San Gregorio como
protector frente a las plagas de langostas. Las enfermedades tambien podian ser conjuradas. San
Sebastian y San Roque eran reconocidos como especializados en la resistencia a la peste. Los
temblores de la tierra tambien tenian sus protectores especiales, por ejemplo, en Italia, San Francisco
de Borja y San Felipe Neri y en Espana San Emigdio.10
Hacia fines del siglo XVIII, sin embargo, comenzaria a percibirse un desplazamiento del
esquema explicativo providencialista hacia el hombre, poniendose en evidencia las interacciones que
encierran naturaleza y sociedad. Es preciso notar que el termino catastrofe hasta entonces privilegia
el sentido de “calamidad natural”, antes que el sentido social y politico que se verifica en el siglo
XIX, y que cobraria fuerza en el siglo XX.
Hasta el siglo XVIII, el sentido que predomina en los diccionarios es el que se registra en el
teatro dramatico para designar el fin de una intriga funesta, un desenlace o resultado final. El termino
“catastrofe”, introducido en la lengua francesa por Rabelais en el siglo XVI, cobraria hacia el siglo
XVIII otras acepciones. En el Dictionnaire Philosophique de Voltaire, el articulo referido a los
cambios en el globo reenvia a las destrucciones de cataclismos, sinonimos de “revoluciones” en
sentido geologico. Finalmente el Dictionnaire de la Langue francaise de Littre toma el sentido mas
generico de “gran desgracia” o “fin deplorable”. El Brockhaus registrara en el siglo XIX catastrofe
en el sentido de desastre natural, si bien los usuarios del habla alemana se atienen a la definicion de
catastrofe como cambio brusco.11 De manera general, hacia el siglo XIX, el termino sigue
perteneciendo al vocabulario de la geologia, que concede credito a las “teorias del catastrofismo”, en
las cuales los cambios acaecidos en la superficie de la tierra se explicarian mediante cataclismos
subitos.
Pero el esquema providencialista bajo el cual se interpretaban las catastrofes comienza a
perder fuerza, sin por ello quedar absolutamente invalidado. El historiador Francois Walter reconoce
en la catastrofe de Lisboa en 1755, un punto de inflexion en la percepcion del riesgo. El terremoto de
Lisboa, que habria marcado una intensidad de 8,5 en la escala de Richter y habria sido seguido por
un tsunami de 15 metros de altura, arraso con las miles de personas que se encontraban refiigiadas en
iglesias finalmente consumidas por el fuego. Un evento de semejante calibre no pudo mas que
reactivar la teoria de la retribucion divina. Sin embargo, un factor de orden tecnico contribuiria a
modificar la percepcion de un mundo vulnerable a las acciones sobrenaturales, divinas o maleficas:
el pararrayos. Capaz de canalizar las descargas electricas de las tormentas, esta invencion haria de los
rayos un riesgo controlable. Aunque muy simple, este aparato presuponia un conocimiento preciso
de procesos fisicos complejos, lo que ayudaria progresivamente a desacralizar un fenomeno que
habria aterrorizado a muchas generaciones. No obstante, la conviccion providencial mostraria
resistencias, al punto de preguntarse si es legitimo sustraerse a la accion de la ira de dios.12

9 Cf. Dupuy, J.P., “Notre derniere siecle” en Mercier-Faivre, A.; Thomas, C. (eds.) I 'invention de la catastrophe au
XJ IIIe siecle: du chatiment divin au desastre natureI. Geneve, Droz, 2008, p.491.
10 Cf. Walter, 2008, p.38.
" Ibid ., p. 15
12Ibid.. 114.

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Aun cuando la explicacion racional de las catastrofes no logra evacuar del todo en este
contexto la dimension providencialista del analisis, ni las manifestaciones de devocion religiosa y las
practicas supersticiosas, se abre a partir de entonces un esquema de interpretacion segun el cual no es
ya dios quien opera, iracundo, detras de la catastrofe, sino que es el “hybris” de las intervenciones
humanas en el mundo que devienen contraproductivas y ponen en peligro el equilibrio tanto natural
como social.
Los eventos historicos mas brutales del siglo XX, la Primera y Segunda Guerra Mundial, los
genocidios, o Hiroshima, encarnan un nuevo sentido politico y social de “catastrofe”. Los usos del
termino “catastrofe” han sido diversos y problematicos. Autores como el propio Dupuy o Rousso han
utilizado el termino de manera laica y tecnica: catastrofe como cambio o trastocamiento que presenta
consecuencias y efectos incalculables, como evento que provoca una ruptura en el curso ordinario de
la historia. Como advierte Rousso, en el siglo XX, la expresion “catastrofe” ha sido utilizada hacia
fines de los aflos 40 para diluir las responsabilidades alemanas, englobando a las victimas de los nazis
y los sufrimientos del pueblo aleman en general; luego en los 80 se generaliza su version hebrea
“Shoah” para designar la unicidad y singularidad del exterminio a los judios; y luego, la expresion
“catastrofe” seria extendida y designaria la tragedia original y fundadora de la identidad de ciertos
pueblos.13

La anticipacion: una nueva forma de vinculacion con el futuro

En 1980, y en el contexto de un creciente interes por la memoria disparado por el debate en


torno a los acontecimientos catastroficos del siglo, Krzysztof Pomian publica “La crise de l’avenir”
en Le Debat. En este articulo, Pomian diagnosticaba una crisis que implicaba la progresiva
incapacidad de concebir un futuro a la vez accesible y deseable, un futuro del que pudiera esperarse
-mediante razones convincentes- su advenimiento, un futuro en definitiva, mejor que el presente.
Para Pomian, el futuro que para entonces cabia esperar, el futuro probable del que la ciencia ya
advertia, solo podia ser peor.14
Numerosos trabajos durante la decada del 80 y del 90 harian eco del diagnostico de crisis del
futuro de Pomian. En todos se evidencia una tematizacion de experiencias del tiempo caracterizadas
por la inestabilidad, la inseguridad, la aceleracion social del tiempo o la incapacidad de proyectar el
futuro a largo plazo. Bourdieu refiere a estas condiciones de la vida contemporanea traves de la
expresion “precariedad”, mientras otros han referido a estas condiciones como “inseguridad” o
“riesgo” segun teoricos alemanes como Ulrich Beck (quien utiliza la expresion Risikogesellschaft) o
Niklas Luhmann (quien utiliza la denominacion Soziologie des Risikos). La dimension
especificamente temporal de esta crisis es enfatizada a traves de expresiones como “contraccion del
tiempo”, segun la terminologia de Hermann Lubbe, “sobrecarga del presente”, segun Zaki Laidi o
“presentismo” segun la expresion ya reconocida de Hartog, entre otras.
El mencionado diagnostico de crisis parte de la observacion de un presente critico incapaz de
proyectarse en el futuro, un presente encerrado sobre si mismo por efecto de la aceleracion y la
progresiva imposibilidad de iluminar las expectativas a traves de las experiencias. En definitiva, este
diagnostico pone de relieve un futuro gobernado fundamentalmente por la incertidumbre.
No resulta extrano, con ello, que ya en Regimenes de historicidad, Hartog encuentre en las
palabras “prevencion”, “precaucion” o “prevision” signos o claves con las que leer nuestro modo de
relacionarnos con el tiempo. Si prever y anticiparse a los acontecimientos deviene una imperiosa
necesidad en tiempos en los que el futuro pierde contorno, mas fuerza cobraran estos signos en un
contexto en el que, mas que incertidumbre, hay certeza de la amenaza que el futuro representa. Aqui

13 Cf. Rousso, H„ 2012, p. 21


14 Cf. Pomian, K„ “La crise de l’avenir”, Le Debat, 1980/7 (n° 7), p. 6

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se pasa de un futuro critico, gobernado por la incertidumbre, a un futuro amenazante del que ya no
cabe esperar otra cosa que el desastre.15
Desde el 2000 en adelante comienzan a ser recurrentes las referencias a los tiempos que corren
como tiempos de “catastrofes”. La obra de J. P. Dupuy Pour an catastrophisme eclaire.., es un
ejemplo claro del modo en que su propuesta de un “catastrofismo esclarecido” implica ya una
aproximacion al futuro diferente de la de quienes hasta entonces denunciaban la “crisis del porvenir”.
Los diagnosticos de Dupuy advierten que nuestra civilizacion se encuentra en crisis, la crisis de una
humanidad que sabe que su supervivencia esta en juego.16 Vivimos, afirma el autor, en las sombras
proyectadas por catastrofes futuras, que enfocadas sistemicamente, provocaran tal vez la desaparicion
de la especie humana. Pero tambien advierte que nuestra responsabilidad es enorme, pues somos la
sola causa de aquello que nos sucede.17
El problema, dice el autor, es que no creemos que la catastrofe vaya a suceder aun cuando
sabemos que hay razones suficientes para que acontezca. Alii el problema es la realidad del futuro
catastrofico. No puede decirse simplemente que el futuro catastrofico esta delante nuestro, pero si no
acordamos que ese futuro tiene peso real, si no damos fuerza ontologica a la descripcion de ese futuro,
no se tendra ninguna chance de evitar aquello que puede ser nuestro destino: la autodestruccion.18
La propuesta de Dupuy de un “catastrofismo esclarecido” consiste en creer que el mal esta
en nuestra puerta: la catastrofe puede esclarecer el catastrofismo, pero no la catastrofe pasada, ni la
catastrofe posible, sino la imagen de un futuro que sea lo suficientemente repulsiva y creible como
para desencadenar las acciones que podrian impedirla.19
El recurso al que apela el autor aqui, que algunos identifican directamente con la utilizacion
del miedo, intenta contrarrestar significativamente el factor de incertidumbre que envuelve al futuro,
buscando con ello eliminar lo que parece ser un obstaculo fundamental para la movilizacion de la
accion. Solo debilitando este obstaculo pueden ponerse en marcha acciones orientadas a trastocar el
devenir de los eventos catastroficos. Asi, aun si el futuro se reviste de cierta incertidumbre, se trata
ahora de anticiparlo “como si” ya se tuviese la certeza suficiente de que sera, en efecto, un futuro
peligroso y amenazador. Foijar la certeza del desastre, en definitiva, es lo que contribuye finalmente
a evitarlo.
El catastrofismo esclarecido de Dupuy retoma un gesto del discurso profetico que otros
autores tomaran como inspiracion. Me refiero a dos rasgos del relato profetico en lo que respecta al
tiempo: uno es el privilegio del presente reconocido como momento decisivo o critico, y otro es la
distancia temporal como condicion de posibilidad para la significacion de un acontecimiento, sea
pasado, presente o futuro. Pautado por la intervencion divina, el tiempo profetico es vectorizado de
modo tal que el presente, inserto en una sucesion temporal, cobra sentido al verse mas alia de su
propio horizonte. La certeza del futuro castastrofico de Dupuy pretende dar un paso por fuera del
presente para volver mas cabalmente a el y orientar al futuro las acciones que de otro modo quedarian
podrian quedar estancas en el cortoplacismo, la inmediatez o la autocontemplacion del presente.
El topico de la “mirada alejada”, que parece ser comun a los historiadores, hace del
distanciamiento un recurso para el analisis: poner a distancia la coyuntura presente que da origen a
las reflexiones historicas, remontarse muy lejos en el tiempo, constituye un esfuerzo por retornar mas
cabalmente al ahora que las motiva. El remontarse a un punto alejado en el tiempo para poder
comprender mas cabalmente el presente y orientarlo hacia el futuro, es un gesto, un modo de “operar
sobre el tiempo”, que el propio Dupuy parece haber movilizado. En un articulo titulado “Le fin mot
de 1’histoire”, Marc-Olivier Padisy Monica Preti ponen de relieve que este recurso a la mirada alejada,
propia de la narrativa profetica y apocaliptica, se verifica en los ultimos tiempos a traves de una serie
de ensayos que hacen de la ficcion futurista una “pedagogia del presente”. Escribir

15 Cf. Hartog, 2007, pp. 228 y ss.


16 Cf. Dupuy, 2008, p. 481 ’
17 Cf. Dupuy, J.P., Petite metaphysique des tsunamis. Paris, Seuil, 2005, p. 9
18 Cf. Dupuy, 2008, p. 487
19 Cf. Dupuy, 2002, p.21

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retrospectivamente, afirman, puede ser una buena manera de disenar el futuro: proyectarse
imaginativamente muy lejos en el futuro para comprender nuestro presente mas proximo y orientar
el futuro desde hoy.20
Consideraciones finales
Los eventos catastroficos del siglo XX pondran de relieve que el mayor peligro a confrontar
es el hombre mismo y que la responsabilidad por el advenimiento de las catastrofes solo puede ser
suya. ^Por que entonces, cuando el esquema explicativo de la catastrofe parece haberse desplazado
definitivamente al dominio de la responsabilidad humana, resurgen y se reactivan los discursos
profeticos y apocalipticos?
Una respuesta ya esbozada por algunos autores, es que en tiempos de crisis, en tiempos en los
que el futuro se torna borroso, o deviene tan amenazante que nos desespera poder tener alguna
influencia sobre el, la figura de los profetas de la desgracia o de la fortuna viene a satisfacer la
necesidad de sus contemporaneos de saber como acabara esa “intriga funesta” (retomando el sentido
teatral de “catastrofe”).
Frente a la angustia y el temor ante la inminencia de una catastrofe (que podria propiciar el
inmovilismo, es decir, aguardar los signos precursores y contar los dias que los separan del fin), el
profeta puede promover la accion, proponiendo alternativas a los desarreglos en el mundo humano y
esperar con ello suscitar la piedad divina. Despues de todo, Dios puede cambiar de opinion.
Pero creo que la recuperacion de los gestos profeticos de Dupuy, o el recurso a la prospeccion
y proyeccion imaginativa puede tener que ver asimismo con la posibilidad de promover asi la
movilizacion de la accion. Los diagnosticos de crisis del futuro subrayan constantemente la
incapacidad de proyectarse al porvenir y parece reconocer en la incertidumbre un obstaculo para la
accion, la planificacion o el disefto del futuro. Tal vez ello ha minado progresivamente la conviccion
de que podemos influir efectivamente en el mundo, afectarlo o revertir algunas consecuencias de
nuestra accion en el mismo.
El recurso de la mirada alejada propia del profeta o apocaliptico parece servir al proposito de
reposicionarse mejor en el presente para orientar mas cabalmente el futuro. La distanciacion es, al
parecer, una manera posible de comprender y esclarecer lo que adviene, aun cuando la incertidumbre
y la contingencia no puedan ser erradicadas como tales.

Bibliografia

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2002 .
Petite metaphysique des tsunamis, Paris, Seuil, 2005
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au XVIIle siecle: du chdtiment divin au desastre naturel, Geneve, Droz, 2008.
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10.3917/deba.007.0005.
Rousso, H., La derniere catastrophe: 1'histoire, le present, le contemporain, Paris, Gallimard,
2012 .

211 Cf. Padis, M., Preti, M., “Le fin mot de l ’histoire”, en Esprit: Apocalypse: 1'a\’enir impensable , 2014/6, p. 16

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Schlegel, J.L., “L ’eschatologie et lapocalypse dans 1'histoire: un bilan controverse”, E sprit:


Le temps des catastrophes, 2008/3,pp.88-103.D O I: 10.3917/espri.0803.0088.
Vauchez, A., L'attente des temps nouveaux: eschatologie, millenarismes et visions du futur,
du Moyen Age au XXe siecle, Brepols, 2002.
Walter, F. Catastrophes. Une histoire culturelle, XVIe-XXle siecle, Paris, Seuil, 2008.

127
S i m p o s io : Horizontes teoricos: accion, interpretacion, temporalidad.
C o o r d in a d o r e s : Esteban Vedia y Nicolas Lavagnino.

^Critica del tiempo sin critica del espacio?

Esteban Vedia
UNComa

Es evidente que la cuestion de la temporalidad ocupa y ha ocupado un espacio relevante en el


debate filosofico acerca de la historia en los ultimos anos. Estas Jornadas y las preguntas sobre las
que se interroga son un ejemplo de ello. Lo mismo puede inferirse cuando se leen las listas de trabajos
presentados en los congresos organizados recientemente: Gent (2013), Ouro Preto (2016) o Buenos
Aires (2017). En todos ellos la temporalidad ha ocupado un lugar central.
Ello, al menos en parte, no es una novedad. Hasta cierto punto, bien podria indicarse que la
filosofia de la historia del siglo XX se articulo alrededor de la nocion de tiempo. Este topico aparece
como una linea de sentido alrededor de la cual se puede reconstruir el entero discurso filosofico sobre
la historia a lo largo de los ultimos cien anos, por supuesto que no es el unico, pero si uno de sus mas
relevantes.
Asi, por ejemplo, la critica demoledora del progreso es uno de los puntos salientes de este
recorrido. Tal como lo describe Lowith, la critica de la concepcion ilustrada de la historia, de la que
el historicismo seria uno de sus herederos, debe comprenderse como parte del ajuste de la filosofia
clasica alemana consigo misma. En todo caso, la critica de Lowith debe pensarse, tanto como una
extension de la critica nietzcheana a la historia, a la vez que una ampliation de su metodo genealogico,
pero tambien debe tematizarse a partir del impacto omnipresente de la critica heideggeriana: la
historicidad no podia ya permanecer como algo externo al sujeto. Tampoco los conceptos podia huir
ahora de su propia historicidad, la posibilidad de una historia de la historia quedaba asi abierta.
Al mismo tiempo, esta critica del tiempo, esta asuncion radical del peso de la temporalidad,
puede asumirse como una reverberation del reconocimiento de la perdida de sentido acontecida en la
modernidad. Un eco que tal vez haya nacido con la modernidad misma, como se puede percibir a
partir de la critica romantica del temprano siglo XIX, pero que tiene sus rebotes en el marxismo y
toda la tradicion socialista, en el quiebre de la filosofia alemana, en el malestar weberiano desde el
que surge la sociologia, pero tambien en reflexion teologica politica de un Schmitt, un Taubes y un
Benjamin, sin dejar de nombrar, claro su vuelta en Horkehimer y Adorno.
En Lowith esta critica de la temporalidad historica asumio la forma de develamiento de la
pluralidad de tiempos historicos. La asuncion de la temporalidad moderna quedaba en entredicho por
medio de un ejercicio comparativo. La Antigiiedad clasica habia forjado su propia nocion de historia,
con Herodoto, Tucidides y Polibio como emblemas. Los antiguos no buscaban ni encontraron un
orden en los asuntos humanos, los cuales solo eran inteligibles a la luz de la ley natural de la
generation y la corruption. Por el contrario, el orden solo podia ser un predicado del cosmos, que
tenia un estatuto ontologico diferencial. El Cristianismo, a su vez, vino a modificar radicalmente esta
concepcion temporal, a ordenarla de acuerdo el principio escatologico. El (des)orden del mundo
anticipaba y se dirigia hacia el fin del mundo. La Modernidad, al fin, vino a sostener que este principio
teleologico que ordenaba la historia, a diferencia de lo que indicaba la teologia cristiana, no era divino,
sino humano. Era la razon y su portador, el hombre, quien ordenaba la historia. Obviamente una razon
y un hombre elevados a potencia transhistorica, especulativa. La filosofia del progreso de la
Modernidad, sentenciaria Lowith, no era mas que la secularizacion del entramado escatologico
cristiano. Independientemente de la pregunta formulada por Blumenberg, de si este proceso
intelectual era la secularizacion de la escatologia o la secularizacion por medio de la escatologia, el
impacto de esta tesis teologico-politica, tomada de una formulation original de Schmitt, no puede

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dejar de remarcarse, que esta obligandonos a explorar la posibilidad de lo politico de una forma pos-
historica.
Con Koselleck el argumento sobre la temporalidad historica se sofistica de manera decisiva,
sentando las bases metodologicas de una autentica fenomenologia de la temporalidad historica. Con
y contra las tesis de Gadamer en torno a la fusion de horizontes que opera en toda comprension, su
aporte central fue distinguir el tiempo historico como categoria y el tiempo historico como concepto.
En un sentido, el tiempo historico se tematizaba como la relacion entre pasado y futuro, a la manera
de las categorias kantianas, pasado y futuro eran el tamiz transhistorico, antropologico, sobre el cual
se elaboraban las experiencias del tiempo historico. En otro sentido, en cambio, los conceptos de
tiempo historico eran multiples y plurales, propios de las luchas e instituciones politicas, podian
coexistir, superponerse y sucederse. Entre otras cosas, esto permitio la historizacion del concepto de
historia, la particular forma europea e ilustrada de ordenar el tiempo, con su filosofia del progreso, su
mesianismo teologico politico, etc. La temporalidad historica se mostraba como el locus sobre el que
se habia montado la construccion de la Modernidad. La historia probaba, por fin, su productividad,
en la medida que sus sentidos temporales quedaban resituados como formas de accion socio-politica.
Del otro lado del oceano filosofico, la tradicion analitica, que habia colaborado decisivamente
en amplificar la crisis del historicismo del siglo XIX, tambien hizo su aporte al tema de la
temporalidad. Independientemente de que hayan sido continuados o no dentro de esa tradicion, los
analisis de Danto sobre las oraciones narrativas y las estructuras temporales que estas permitian
articular, con la particular configuracion de la relacion presente, pasado y futuro, establecieron un
puente para un tratamiento linguistico-discursivo de las formas de la composicion del sentido
historico. Llegado este punto, es una especie de cruce de caminos filosoficos intelectuales, White
situo la discusion justo alii donde la habia dejado Gadamer: en la configuracion linguistica del sentido
historico, el giro linguistico estaba inaugurado. Dicho de otra manera, si la conciencia historica era
una conciencia linguistica, tal como lo sostuvo Gadamer, 6por que no se podia argumentar que esta
se estructuraba de manera especificamente narrativa, como lo iba a plantear White? Si la temporalidad
historica podia ser pensada como un concepto desde Koselleck, ahora podia tematizarse como una
dimension del estatuto narrativo de la historia. Otro indice de esta confluencia de tradiciones
filosoficas es la tematizacion de la nocion de conciencia historica a partir del estatuto narrativo de la
memoria, tal como lo hace el ultimo Ricoeur.
Una ultima parada de este recorrido arbitrario es Hartog. Ya situado completamente en una
fenomenologia del tiempo historico, como nombro Villacanas al sendero abierto por Koselleck,
aporta una hipotesis, el presentismo, y una herramienta, regimenes de historicidad. La herramienta
parece haber sido disenada para evitar las aporias de la categoria de tiempo historico. Que lo logre o
no es otro asunto, sobre el que hay que profundizar. La hipotesis, sin embargo, se muestra mucho mas
sugerente. El presentismo, perforacion e indice de la crisis del horizonte temporal moderno es
definido como una especie de temporalidad omnivora que se extiende y consume tanto el pasado
como el futuro. Consume el pasado en tanto lo toma imprescriptible y lo perpetua como presente a
traves de la memoria, el patrimonio y la conmemoracion, pero que tambien consume el futuro en
tanto el fiituro-catastrofe ya no augura un tiempo nuevo, sino una extension del presente. Espacio de
experiencia y horizonte de expectativas quedan disociados, separados por un hiato insalvable, un
presente denso que lo ocupa todo. El presentismo invita a pensar, entonces, el agotamiento de la
productividad de la expectativa de progreso: Europa, al menos, habria prescindido de la esperanza
del futuro para fundar su mundo. Este mundo se funda mas es una presentificacion del pasado y en
una presentificacion del futuro, que en la ruptura con el primero y la busqueda del segundo.
Llegado a este punto, me siento tentado a pensar que la reflexion sobre la temporalidad
historica, sea pensada como historia conceptual/intelectual, como fenomenologia, como etnografia o
como antropologia, ha demostrado una heuristica poderosa, tan fructifera que me tienta especular que
la cultura contemporanea parece estar intelectualmente informada de esta discusion. Por otro lado,
desde Lowith en adelante, pero sobre todo desde Koselleck y reafirmado por Hartog, en un eco
ominoso que nos llega desde Schmitt, no hay dudas que la nocion de tiempo historico articula formas

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de accion politica. La semantica del tiempo historico ha posibilitado, entonces, desentranar la


pragmatica temporal de la politica: los usos del pasado, del futuro, del presente, de la memoria, del
olvido, de las conmemoraciones y de los pronosticos, entre muchos otros, ya no tienen secretos.
Sin embargo, esta reflexion sobre el tiempo tiene una ausencia: el espacio. A pesar de que
desde siempre el tiempo ha necesitado del espacio para poder definirse, y viceversa, el polo espacial
de esta semantica ha permanecido ensombrecido en el debate contemporaneo y es un topico ausente
en los autores indicados. Salvo por una mencion aca o una alusion alii, la critica del tiempo historico
no fue acompanada por una critica del espacio historico. Por ejemplo, en Hartog, esta laguna esta
indicada con una relativizacion de su hipotesis, casi dicha al pasar, a la manera de una reserva, para
indicar que la hipotesis de presentismo estaria circunscripta al espacio europeo, nada mas.
Esta ausencia, contrasta, con el creciente interes que ha despertado el espacio en otras
disciplinas. Especialmente en la epistemologia critica y decolonial que han desarrollado autores como
Mignolo, Dussel o Walsh, entre otros. Ciertamente, en este grupo, la critica a la historia se ha
desarrollado a traves de la nocion de espacio. Asi por ejemplo, en su ‘excavation’ sobre la idea de
America latina, Mignolo sostiene que la modernidad no puede pensarse sin su antagonico, la
colonialidad, que seflala sus ausencias, su lado oscuro. Denunciando con ello la perspectiva europea
a partir de la que America latina ha llegado a ser tal, entendiendo la modernidad como una
construccion europea del tiempo y del espacio. Desde este lugar es que America latina es tematizada
como una invention, una violencia ejercida contra los pueblos originarios y cuya contraparte europea
es la Modernidad, el Imperio, etc. Esta colonialidad, como diferencial de poder, se articularia en la
experiencia humana de cuatro formas, en lo economico, en lo politico, en lo social y en lo epistemico.
En este ultimo campo especifico es que la historia se ha conformado como una institucion que
legitima el orden colonial del saber por medio de silenciamiento de la propia colonialidad. En sintesis,
la autoligitimacion de Europa, como espacio y como tiempo, articulo un proceso jerarquico de
nomination del resto del mundo, America, Africa y Asia llegaron a ser desde la ubicacion y
articulacion Occidental, europea. Pero no un ser igual, sino un ser otro, jerarquicamente inferior. Asi
Occidente se articula mas como una epistemologia hegemonica que como un lugar geografico. No
solo una epistemologia sino una subjetividad, una subjetividad colonial desde la cual los sujetos no
solo se piensan sino que se practican.
En un punto, estos desarrollos formulados por Mignolo parecen responder el interrogate
initial de estas reflexiones. La critica del tiempo historico no puede realizarse sin una critica del
espacio geografico. Sin embargo, los argumentos de Mignolo desembocan en una pregunta que parece
relevante para proseguir con la pregunta initial, <^se puede decolonizar la historia? <^Es posible acaso
salirse de ese marco impuesto por la modernidad a partir de la cual nos hemos comprendido a nosotros
mismos? Por supuesto que la respuesta de Mignolo es positiva, o por lo menos, parcialmente positiva
en la medida que se propone pensar con y contra la modernidad/coloni alidad, desarrollar un
pensamiento fronterizo. Sin embargo, y a pesar de ese optimismo, y de toda la potencia de su critica,
parece evidente que su visita al lado oscuro de la modernidad, la colonialidad, desde el cual intenta
situar su critica tambien parece estar fatalmente atado a los mismos terminos que se han generado
desde aquella. Esto no seria un obstaculo realmente significativo si no fuera porque Mignolo escoge
como su interlocutor temporal una idea de temporalidad historica, el progreso, que parece haber
agotado buena parte de su productividad. Incluso, desde este punto de vista, toda la tradicion de critica
de este locus, sea en su forma de anti historicismo positivista y analitico, o en su forma de autocritica
hermeneutica, ha abandonado la justification especulativa de la historia en el progreso. De hecho,
esta critica y esta autocritica es una parte fundamental de las condiciones de posibilidad de ese
abandono. El presentismo, por decirlo de algun modo, tiene su antecedente intelectual en el giro
antimetafisico y relativista de la filosofia del siglo XX. Dicho de otro modo, la filosofia del progreso
ya no tiene quien la defienda. No obstante lo cual Mignolo acierta en situar la articulacion espacial-
temporal que la modernidad construyo, no solo para si sino para los otros.
Emerge asi una pregunta inquietante, <^es acaso la autocritica de la conciencia historia de
occidente una de las muchas de las condiciones de posibilidad de la critica de la colonialidad? ^Acaso

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esto puede ser incorporado a la idea de pensar con y contra la colonialidad/Modernidad? Para aportar
a esta reflexion parece pertinente traer al debate las reflexiones del historiador de origen turco Arif
Dirlik. Estudiante de posgrado en Inglaterra, profesor en los Estados Unidos, especialista en historia
China, cultor y critico de la global history, Dirlik parte de la pregunta de si la historia puede ser
pensada sin un centro. Dicho de otra manera, 6es posible superar la constitucion eurocentrica de la
historia? 6Es posible pensar la historia de los otros sin la referenda a Europa? 6Se puede superar el
eurocentrismo desde su critica o es necesario emprender un camino que propugne el abandono de
este horizonte epistemologico? El camino metodologico que emprende Dirlik es el de una revision
de la global history, es decir de aquella corriente historiografica practicada no solo en occidente, sino
tambien en oriente, que se propone pensar la historia desde una perspectiva global, mundial. De
manera similar a la critica decolonial, Dirlik encuentra una falla en la propuesta de incluir a los otros
en el relato de occidente, la falla es que su forma de inclusividad es una forma subordinada. Su
hipotesis es que la locacion del eurocentrismo es justamente la disciplina historiografica, incluso alii
donde se propone articular una narrativa global, ya que situa a Europa y Norteamerica como el centro
de esta narrativa. Este proceso no es solo economico o social sino cognitivo, el eurocentrismo tambien
es concebido como la forma de articular un saber sobre ese otro, un saber que lo localice en un tiempo
y un espacio. De manera radical Dirlik denuncia a la historiografia como el saber desde donde se
articula el eurocentrismo. Es decir, occidente no solo invento a America latina, sino que invento en
centro para si, Europa, pero al mismo invento un saber desde el cual hacer inteligible este proceso, la
historia. La prueba mas abrumadora de este proceso es el papel que la historia desempeno en la
fundacion de los estados nacion. Proceso que no solo articulo las identidades nacionales sino las
identidades sexuales y las identidades sociales: genero, raza y clase se produjeron desde esta matriz
de saber eurocentrica, la Historia. Nociones espaciales como continentes, oceanos, mundo o
globalizacion, entre muchas otras, parten y se articulan desde esta matriz.
Estas reflexiones de Darlik, que resumo apretadamente, lo conducen reflexionar sobre su
pregunta inicial, ^puede formularse una historia sin un centro? O mas especificamente, ^puede
articularse una historia no eurocentrica? De ser esto pensable, tal como lo podriamos impensar desde
la opcion decolonial, ^acaso no persistiria la teleologia misma del conocimiento historico? Esto nos
interroga sobre como saltar el entramado epistemico de la historia que nos impone siempre articular
un relato desde alguna locacion. Esto conlleva dos cuestiones adicionales. La primera de ellas es si
se puede abolir esta matriz eurocentrica sin abolir las preguntas y problemas que la tradicion
historiografica nos lega. La segunda, mas aguda aun, es si finalmente abolir esta matriz espacio-
temporal no implica abolir a los historiadores y a su empresa, la historiografia. Dicho de otra manera,
icomo escribir del mundo si el mundo mismo es un legado eurocentrico?
En este punto, para Dirlik, es donde la critica cultural-intelectual debe romper el sinsentido de
un (imposible) dialogo horizontal entre culturas y retomar la idea basica presente en la categoria de
eurocentrismo tal y como la formulara el egipcio Samir Amin: no se trata de pensar al eurocentrismo
como una variante peculiar de etnocentrismo, sino como la articulacion epistemica del capitalismo
historico. Solo desde este lugar se pueden comprender las mutuas implicaciones entre el capitalismo
como condicion de posibilidad de la modernidad y viceversa, la modernidad como condicion de
posibilidad del capitalismo. (Dicho entre parentesis, el joven aleman conservador Koselleck nos
recordaba esto cada vez que asociaba a la modernidad al burgerlichen Welt o mundo burgues)
Impensar, para usar la expresion de Wallerstein, hasta el final la modernidad, entonces,
implica reconocer la matriz moderna/colonial/eurocentrica de la propia conciencia historica.
Confrontar la modernidad no puede ser mas que confrontar una de sus epistemologias fundantes, la
historia. Una de las posibilidades que formula Dirlik es el camino de un pensamiento pos historico,
es decir, un pensamiento que parta de la critica de las categorias historicas pero que recupere el resto
de potencial critico presente en esa critica para redirigirlo hacia lo historico mismo. Esto explora la
posibilidad de la emergencia de una conciencia historica critica que se situa en la crisis misma de la
conceptualizacion historica para redirigirse hacia el develamiento de la constitucion eurocentrica, y
colonial, agregamos con Mignolo, de la modernidad capitalista.

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Llegado a este punto es necesario retomar la reflexion sobre la temporalidad historica para
concluir con dos argumentos asociados. Primero, intentare sostener la tesis de que es imposible pensar
una semantica del tiempo historico que no sea, al mismo tiempo, una semantica del espacio historico,
tanto en su presencia como en su ausencia. Segundo, que la separacion de tiempo y espacio en estas
semanticas, construye una performatica conservadora de lo politico que se cierra sobre si misma,
ocultando sus propias condiciones de posibilidad y constituyendose como una mitologia de lo dado.
Antes indique que tanto la critica (positivista) de los elementos especulativos de las conciencia
historica del occidente europeo, como la autocritica de esa conciencia historica, iniciada por el
quiebre revolucionario de la filosofia clasica alemana, al decir de Lowith, podian ser tematizados
dentro de las condiciones intelectuales de posibilidad de la autocomprension de la matriz
colonial/eurocentrica de la modernidad. Sin embargo, la tradicion reflexiva sobre la temporalidad
historica, a pesar de su autoreflexibilidad, fue sorda y muda con respecto al espacio. Su matriz
moderna/colonial aparece asi como un limite infranqueable que nunca fue superado. Ni en Lowith,
ni en Koselleck, ni en Hartog el espacio aparece como una dimension significativa y complementaria,
inescindible del tiempo historico. La autocritica de la conciencia historica de occidente, pesimista en
Lowith, conservadora en Koselleck y moderadamente republicana en Hartog, no saca su vista del
escenario europeo. Sin embargo ofrece, por lo menos en parte, algunos elementos para su critica. Si
la categoria de conciencia historica, sobre todo en su version pos especulativa del S. XX, partia de
reconocer la radical historicidad del estar-ahi, tal como lo habia formulado Heidegger y reafirmado
Gadamer, entonces solo faltaba dar un paso para completar la locacion del estar, siempre se estaba en
algun lado, no solo en el algun tiempo. El eurocentrismo de la matriz colonial de pensamiento desde
la cual se formularon estas categorias es la clave para pensar porque ese paso no se dio desde ese
lugar.
Al mismo tiempo, la critica decolonial a esta conciencia historica moderna acierta al asociar
radicalmente el tiempo al especio, no hay modernidad sin colonialidad. Sin embargo, su critica no da
cuenta de la propia inflexion autocritica de la temporalidad moderna. No solo porque no reconoce a
esta autocritica como parte de sus condiciones de posibilidad, de la manera que si reconoce la
tradicion originaria de la America. Si no, y sobre todo, porque no da cuenta de que el locus temporal
desde el cual se actualiza la diferencia colonial ya no es mas la temporalidad del progreso. En parte,
al menos, el progreso ya dio todo de si. 6Esto quiere decir que no es una potencia actual, que ha
agotado toda su productividad en el campo de la accion? No, en absoluto. Simplemente que hay que
rediscutir su productividad atendiendo a dos cuestiones, por un lado, la multiplicidad de los tiempos
historicos. Por otro lado, la multiplicidad de los espacios geograficos. Por lo menos, en Koselleck y
Hartog la temporalidad no es homogenea ni tiene que seria. Y al mismo tiempo, en Dirlik y en
Mignolo, la espacialidad tampoco. ^Pueden coexistir distintos tiempos y espacios? Seguramente lo
hacen. 6Acaso cual es la experiencia temporal y espacial de un inmigrante ilegal en Europa? 60 de
un ejecutivo brasilero en San Pablo? 6E1 presentismo es solo europeo o es tambien una forma de ser
en Argentina y su relacion con el pasado?
Las preguntas se podrian multiplicar, pero el punto esta establecido, la semantica del tiempo
historico, tal como la formularan Lowith y Koselleck, oculta el diferencial del poder e invisibilizan
el espacio que se produce en y desde ese tiempo. O dicho de otra manera, al invisibilizar el espacio
desde el cual se produce ese tiempo historico especifico, invisibiliza el diferencial, social, economico,
racial, generico, etc. desde el cual se articula tanto el tiempo como el espacio. Y con ello entro en las
segunda de mis ideas finales. Si borramos ese diferencial espacio-temporal, la semantica del tiempo
historico, tal como se viene practicando no hace mas que reforzar ese diferencial. No tanto porque no
pueda ser completada, corregida o reformulada, sino porque refiierza justamente una de las
caracteristicas basicas de la temporalidad moderna que aun conserva el presentismo, la clausura del
futuro.
Si en la modernidad el futuro era clausurado como progreso, como colaboracion anonima del
sujeto con el futuro, en el presentismo el futuro queda clausurado como catastrofe. El futuro es un
lugar que no puede deparar mas que mayores sufrimientos. Ya no se trata de un sufrimiento mesianico

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que se arroja al futuro deseable. Es un sufrimiento que pone en jaque las seguridades del presente. La
palabra clave, tal como sugiera Hartog, es precaucion. Hay que ser precavido, tener cuidado. Asegurar
el presente como presente, en su eterna permanencia, no solo por la catastrofe que nos garantiza el
futuro, sino porque el pasado permanece siempre presente para recordarnos su horror. 6Para que
arrojarnos al futuro si este no nos puede deparar mas que una version aun mas pavorosa del pasado
que se extiende en el presente? Recordar, rememorar, patrimonializar aparecen entonces como un
refuerzo del presente. ^Acaso no es deseable el presente frente a un pasado traumatico y horroroso?
Si el pasado es ominoso, el futuro se clausura y el presente es lo unico posible. El presentismo, no ya
como hipotesis, sino como programa, clausura la posibilidad del cambio historico.
Lo ironico de esto es que, frente a esta conciencia historica presentista, uno llega a extrafiar a
la idea de progreso, extrafiar que no puede ser mas que un extranamiento. Una ironia que heredamos
de Schmitt-Lowith-Koselleck y que no todos los que repiten el mantra de la dialectica de amigo-
enemigo advierten. Un dilema al que hay que enfrentarse. La pregunta es entonces como se puede
recuperar el futuro, la esperanza, no como espera mesianica, no como catastrofe que obliga a la
accion, sino como accion que parta del reconocimiento radical de la historicidad del ser-ahi pero que
escape del abismo colonial de la soberania del yo. En principio, se trata de desarticular esa nueva
mitologia de la modernidad/capitalista, para retomar a Horkheimer y Adorno, del eterno presente que
clausura el futuro por medio de la amenaza de la catastrofe y la eterna actualizacion del pasado. Se
trata de recuperar lo disruptivo de la propia temporalidad-espacialidad de la modernidad/colonialidad
desde la cual se subvierten, a pesar de sus conservadores, los propios cimientos experienciales de la
subjetividad, lo social, lo economico, lo politico y lo epistemico de los mundos que habitamos,
abriendo la posibilidad de pensar un manana, otro, nuestro.

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S im p o s io

D is c o n t in u id a d h is t o r ic a y a n a c r o n is m o p r o d u c t iv o .
Lo MISMO Y LO OTRO EN TRES LUGARES DE LA HISTORIA POLITICA
HOMBRE, EXPERIENCIA Y ACONTECIMIENTO

COORDIN ADORES

F r a n c is c o N a is h t a t y Fa cu n d o C a su llo
S im p o sio : Discontinuidad historica y anacronismo productivo. Lo mismo y lo otro en tres lugares de
la historia politica: hombre, experiencia y acontecimiento
c o o r d i n a d o r e s : Francisco Naishtat y Facundo Casullo

Cronicas foucaultianas de la parresia: las posibilidades disruptivas del decir


verdadero en la modernidad a la luz del analisis de sus modulaciones historicas

Juan Ignacio Fernandez


UBA

Propia de la Grecia Antigua, la parresia es una practica de subjetivacion mediante la cual


quien dice la verdad se liga a ella, constituyendose como sujeto moral en la asuncion de un riesgo
contenido en el hecho de expresarla, que puede comprometer su propia vida. Implica la
autoconstitucidn del sujeto que la practica en su relacion consigo mismo y con los otros, y a partir de
su ejercicio, el gobiemo de uno mismo entra en relacion con el gobierno de los otros.
Foucault ve en ella un potencial problematizador que lo lleva a otorgarle un lugar central en
su proyecto filosofico conocido como "ontologia critica de nosotros mismos". Si esta implica el
analisis de la constitucion historica de nuestra subjetividad o de nuestras formas histdricas de
subjetivacion, la parresia sirve para comprender la correlacion entre las “dimensiones constitutivas”
de los focos de experiencia62 de nuestra cultura: 1) la formacion de los saberes y las practicas de
veridiccion, 2) la normatividad de los comportamientos y las tecnologias de gubernamentalidad, y 3)
las practicas de los sujetos sobre si mismos (Foucault 2011, 57-58).
A partir de la tematizacion de la parresia es plausible pensar con Foucault un sujeto tensionado
entre discursos y practicas que lo producen y lo ligan a determinada verdad en relacion a la cual es
efecto de saber-poder, y el acontecimiento de la propia subjetivacion mediante la enunciation de una
verdad propia (Foucault 2014, 246; Gros 2007, 125). Pues la verdad que entra en juego en la parresia
es del orden del si mismo del sujeto que se manifiesta.
Originalmente politica, en los cursos de E l gobierno de s iy de los otros (2011) y E l coraje de
la verdad (201 lb), Foucault se dedica a recorrer su historia, y a la par de la modalidad parresiastica
del decir veraz distingue tres modalidades mas: la profetica, la sabiduria y la del pedagogo o el
tecnico. Las cuatro formas “implican personajes, exigen modos de habla y refieren ambitos
diferentes” (Foucault 2011b, 41), pero el parresiasta es el unico que pone en juego el decir veraz en
su nombre y dice polemicamente lo que pasa a los individuos que lo escuchan. En la Modernidad
cada modalidad reaparece actualizada: la profecia en el discurso revolucionario, la sabiduria en el
discurso filosofico, y la modalidad tecnica en el discurso cientifico. Pero la parresia ha desaparecido
y "ya no se la encuentra sino injertada” en las otras modalidades, perviviendo bajo la forma de la
critica (Foucault 201 lb, 46).
En lo que sigue, partiendo de la idea de “pervivencia de la parresia” en la Modernidad,
reconstruiremos su cronologia analizando las "escenas" mas significativas con las que Foucault
retrata su historia. Se exploraran sus modulaciones historicas, exceptuando su forma cristiana, con el
objetivo de comprender sus caracteristicas e indicar de que manera pueden aparecer actualizadas, y
cuales son los alcances de sus posibilidades disruptivas actuates.

La parresia y el reparto moderno del gobierno de si y de los otros:

62 En El uso de los placeres (2010), en referenda a la sexualidad, Foucault define “experiencia” como “la correlacion,
dentro de una cultura, entre campos de saber, tipos de normatividad, y formas de subjetividad” (Foucault 2010, 10). En
las primeras clases de El gobierno de s iy de los otros (2011), prefiere llamar “experiencias” y luego “focos” o “matrices
de experiencia” a los objetos de sus analisis (locura, criminalidad, sexualidad), y describir la articulacion de los mismos
ejes o las mismas dimensiones. Es la correlacion o articulacion de esas tres dimensiones la que constituye esos “focos”
(Foucault 2011, 19-21).
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Tal como afirma Frederic Gros, “Foucault constata que lo propio de la filosofia moderna [...]
consiste sin duda en una reactivacion de la estructura parresiastica” (Foucault 2011, 293)63. Quien
opera dicha reactivacion y reorganiza el problema del gobierno de si y de los otros en la modernidad
es Kant a partir de su Respuesta a la pregunta: ique es la Ilustracion? Interpretando este trabajo
Foucault “asocia” su analisis al modo de filosofar que segun el se abre con la reflexion kantiana sobre
la Aufklarung y a partir de la definicion kantiana sobre la Aufklarung como salida (Ausgang) del
estado de minoria de edad, hara una descripcion positiva de esa reactivacion.
Ese estado generado por una relacion de perezay cobardia que los hombres guardan consigo
mismos, esta constituido por dos pares indebidos que impiden su autonomia: obediencia-ausencia de
razonamiento y usoprivado-usopublico de las facultades. De tal cobardia y pereza resulta la creencia
de que solo puede haber obediencia cuando hay ausencia de razonamiento. Pero ademas se confunde
el uso privado de la razon, que compromete a los hombres como piezas de una maquinaria social con
fines comunes, a usar facultades que no les son propias; y el uso publico de la razon que se efectua
cuando se constituyen como sujetos universales racionales que se dirigen al conjunto de sus pares
(Foucault 1996, 90-92).
Contrariamente, la mayoria de edad seria la “justa articulacion” entre estos pares: obediencia
incondicional en el uso privado, y libertad absoluta para dirigirse a un publico en la dimension publica
universal. Para Foucault dicha articulacion establece una valoracion positiva de la Aufklarung y la
opone a la tolerancia: la primera es “la que va a dar a la libertad la dimension de la mayor publicidad
en la forma de lo universal” dejando la obediencia al ambito privado; mientras que la segunda va a
recluir el libre pensamiento y la discusion al ambito privado y oculto (Foucault 2011, 53-54). En
efecto, la Aufklarung representa el reparto moderno del gobierno de si y de los otros.
Asi, via la nocion griega de ethos ligada a la practica parresiastica, Foucault define la
modernidad: es una actitud que, en el pregon ilustrado del Sapere aude!, abre la posibilidad de una
relacion de autonomia de los sujetos consigo mismos (Foucault 2011, 49-50). Seria el ejercicio
publico de una palabra libre capaz de irrumpir en el juego politico con la diferencia de su decir veraz,
pretendiendo inquietar y transformar el modo de ser de los sujetos en la relacion consigo mismos.

Parresia, primera aparicion. Escena matriz:

En el curso de 1983 Foucault ya parte de dos especificaciones generates: la parresia guarda


algun tipo de relacion con la verdad y necesita la existencia de un "otro" que ayude a forjar cierta
autonomia (Foucault 2011, 59). Pero ademas indica su ambiguedad etimologica: siendo “la actividad
consistente en decirlo todo: pan rhem d\ tambien fue traducida como “hablar franco”, o libertad de
palabra (Foucault 2011b, 28; 2011, 59). Por eso se la ha valorado de una forma peyorativa como
“charlataneria” pero positivamente como decir veraz.
Su analisis inicia con una escena matricial ligada a la figura del filosofo hablando al tirano:
la "Vida de Dion" del texto Vidas paralelas de Plutarco. Alii hay tres personajes: el tirano Dionisio
de Siracusa, su joven curiado Dion y Platon que ha llegado a impartir sus lecciones a la ciudad insular.
Estos ultimos se conocen, traban relacion y Dion pide a Platon que forme a Dionisio.
Platon y Dion tienen la oportunidad de decir la verdad acerca del mal gobierno del tirano
frente a su corte de aduladores. Uno provoca la fascinacion del auditorio y la ira del tirano que se
vengara, y el otro es excusado por su parentesco. Pero sendos actos comparten la distincion especifica
de la parresia: el riesgo que plantea para el enunciador. La abrupta verdad enunciada al interlocutor
produce un “efecto de contragolpe” y abre un espacio de riesgo vital (Foucault 2011, 65 y ss.). Platon
y Dion se exponen a pagar un precio que podria ser la vida.
Luego, Foucault la formaliza por oposicion al enunciado performativo desde tres diferencias
(Foucault 2011, 78 y ss.). Diferencia de efecto: el enunciado performativo produce efectos conocidos

“ Situation del curso de El gobierno de si v de los otros (2011).

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e institucionalizados, pero la irrupcion parresiastica, desconocidos y no codificados. Diferencia de


relacion “enunciador-enunciado " el enunciado performativo no implica una relacion de sinceridad
entre enunciador y enunciado, pero lo que dice el parresiasta es verdadero desde la autenticidad de
un pacto consigo mismo que atestigua lo que piensa. Es un movimiento de “retroaction” que implica
su compromiso ontologico (Foucault 2011, 84-85). Ademas establece un pacto con su interlocutor,
quien lo reconoce en la escucha por arriesgarse y manifiesta su grandeza aceptando la verdad aunque
sea ofensiva. La parresia es “el coraje de la verdad” en ambos (Foucault 201 lb, 32).
Finalmente existe una diferencia relativa a la libertad'. si el enunciado performativo supone
un estatus que indica al enunciador que debe decir, el parresiasta “hace valer su propia libertad de
individuo que habla” (Foucault 2011, 81), pues la libertad es enunciar la verdad y su estatus el coraje.
Pues bien, Platon y Dion actuan con parresia porque diciendo la verdad se ligan a ella y se manifiestan
ellos mismos como veraces.
Hasta aqui sus principales caracteristicas. A continuation, su variante politica.

Parresia Politica. Decir la verdad para ejercer el poder, ocultarla para retenerlo:

La parresia politica es estudiada por Foucault bajo un esquema de Polibio sobre las
democracias aqueas del siglo IV a.C. que ostentan tres rasgos fundamentales: la demokratia que es la
participacion de los ciudadanos en el poder, la isegoria que representa la igualdad de palabra como
derecho ciudadano, y la parresia que significa tomar la palabra en el campo de la politica mas alia de
cualquier cargo (Foucault 2011, 87). Bajo este marco, la parresia se escenifica primero en su forma
democratica y luego resurge bajo la figura del filosofo que confronta al principe.
La primera parte del analisis sobre la forma democratica de la parresia se centra en Ion (418
a.C.), una tragedia de Euripides que relata de que manera el ancestro legendario de los jonios conoce
la verdad sobre su nacimiento y funda el derecho democratico en la ciudad de Atenas. Como
extranjero no disfrutaria la libertad de palabra, pero como ciudadano “bien nacido” dispone de
parresia y la ejerce para lograr ascendiente respecto de los demas. La parresia representa un elemento
dinamizante de la experiencia politica a pesar de la estructura organizativa de la ciudad, como
“ejercicio de una palabra que persuade a aquellos a quienes se manda y que, en un juego agonistico,
deja la libertad a los otros que tambien quieren mandar” (Foucault 2011, 122).
Foucault reconoce en ella la practica-bisagra que articula los principales problemas de la
reflexion politica occidental (Foucault 2011, 172): los depoliteia, referentes a las leyes, los derechos
de los ciudadanos y el “deber ser” del Estado; y los de dynasteia relativos al ejercicio del poder
efectivo resultante de la practica de la palabra libre entre pares que rivalizan y son designados para
gobernar segun sus cualidades (Foucault 2011, 169-170).
El interprete ejemplar de esta parresia es Pericles. En el “discurso de la guerra” que Tucidides
le atribuye en la Historia de la guerra del Peloponeso, se pueden reconocer sus elementos en perfecto
funcionamiento. Para Foucault, representa el “buen ajuste” entre democracia y decir veraz: la forma
en que la democracia puede tolerar la verdad (Foucault 2011, 184-185). La isegoria esta garantizada
porque cada asistente es libre de tomar la palabra en la asamblea. La parresia, cuando Pericles habla
frente a la asamblea y ejerce su ascendiente: al decides a los atenienses que va a darles “los mismos
consejos de siempre”, manifiesta autenticidad y asume el riesgo que sella el pacto parresiastico con
los ciudadanos (Foucault 2011, 187). Pericles puede hacerlo porque se considera un hombre que
conoce la verdad y, mediante el ejercicio del decir veraz que funda su ascendiente, introduce la
diferencia que permite el juego democratico.
Pero tras la muerte de Pericles se suscita en Atenas la “mala parresia”. La asamblea expulsa a
los oradores que no dicen nada conforme con lo que se desea oir (Foucault 2011, 193 y ss.). Foucault
describe una escena montada por Isocrates en su Discurso sobre la paz y opone a la “parresia periclea”
el discurso de los aduladores y la censura del parresiasta. La mala parresia se cristaliza
paradojicamente en la figura demagogica de un “decir falaz” que representa el discurso de la
adulation, la asamblea sanciona como derecho que cualquiera puede decir lo que quiera de cualquier

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modo y el ascendiente se pervierte. La isegoria afecta a la parresia, la oculta, y la diferencia por ella
introducida es eliminada, pues por oposicion al parresiasta, el “mal parresiasta” solo dice la opinion
de la mayoria y abandona la dimension del coraje para asegurar su statu quo.

Parresia filosofica. Una “filosofia politica practica”:

Estos “peligros” e incertidumbres de la parresia democratica intentaran ser subsanados por


Platon, quien suscitara "la formacion de los grandes problemas del pensamiento politico antiguo"
(Foucault 2011, 203-205): la "ciudad ideal", las “formas de gobierno”, etc. Entonces, mediante la
“escena matriz” de Platon en Siracusa, Foucault nos guia hacia el resurgimiento positivo de la
parresia bajo la forma de la confrontation delfilosofo con elprincipe. A partir de esta cuestion realiza
una interpretacion que gravita alrededor del interrogate acerca de como la filosofia permitira
sostener la practica parresiastica imprescindible para la vida politica (Foucault 2011, 206). El
resultado discurre de la figura platonica clasica del “filosofo rey” que encuentra legitimidad en su
propia sabiduria, sobre la que se ha establecido la filosofia politica tradicional.
A medida que avanza el analisis foucaultiano, el filosofo platonico pasa a ser el consejero que
debe articular la voz (phone) del conjunto de los ciudadanos a la esencia de su politeia para garantir
su correcto funcionamiento, y el teorico del consejo politico que racionaliza la accion, ganando
preeminencia como parresiasta en la vida politica de las ciudades. Analogamente, la parresia se
escinde como guia moral complementaria para los individuos (psicagogica) y como libertad de
palabra en la autocracia (politica) (Foucault 2011, 212). El filosofo finalmente se consolida como
parresiasta en un analisis que Foucault hace de la carta VII de Platon, quien decepcionado por el
regimen ateniense que violenta la palabra de Socrates, sostiene que los filosofos deben llegar al poder,
tomar a cargo las responsabilidades politicas, y los que ejercen el poder practicar filosofia (Foucault
2011, 228 y ss.). Comienza a afirmar que el juego politico de la parresia solo puede fundarse en la
filosofia.
Por eso el decir veraz filosofico requerira, como ocurre en la escena matriz de Siracusa: que
en ese momento haya hombres dispuestos a escucharlo (kairos), una relation de amistad que implique
compromiso con un otro (Dion), y ser logos (discurso) pero tambien ergon (accion). El ergon es la
referenda a “lo real” de la filosofia, "la actividad que consiste en hablar con veracidad, practicar la
veridiccion con respecto al poder" (Foucault 2011, 239-240). Pero para dar pruebas de su verdad
como diferencia en el juego politico, el filosofo debe hablar a quien quiera escucharlo y hallar en
dicha alma oyente, la voluntad de realizar sus consejos en la practica (Foucault 2011, 241).
No obstante, la filosofia no dice a la politica que debe hacer por su “superioridad
especulativa”, es el filosofo que debe introducir el modo de subjetivacion filosofica en el ejercicio del
poder. De ahi, si la filosofia es ademas del aprendizaje de un conocimiento (mathesis), una practica
de si mediante la cual uno se forja (ascesis), el filosofo debe invitar a vivir con sus practicas al que
lo ejerce (Foucault 2011, 250). Alii radicara la efectividad de la parresia filosofica.

Parresia socratica:

En sus alegatos judiciales Socrates indica por que no se dedico a la politica: como el oraculo
le habia conferido la mision de "ocuparse de los otros" y al verselas con las instituciones politicas
uno es incapaz de ser parresiasta hasta las ultimas consecuencias por el peligro que corre, decidio
evitarlo para no morir pronto y dejar de ser util a el mismo y a los otros (Foucault 201 lb, 92 y ss.).
Apologia es la escena para analizar la parresia en el campo de la etica.
A partir de la puesta a prueba del oraculo que lo considera "el mas sabio de los hombres de
Atenas", Socrates cuestiona los conocimientos de todos los que creen saber cosas, en contraposicion
a el que sabe que no sabe. Confrontando las almas (exetasis) de los otros con su propia alma, aparece
en relacion a los otros como el mas sabio, y esta indagacion (zetesis) le suscita hostilidades, de modo
que el mismo riesgo de vida que lo aparto de la politica esta en el centro de su parresia y lleva a los

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otros a cuidar de si mismos (epimeleia). Socrates se preocupa por los otros incitandolos a ejercer una
forma de parresia que indaga la verdad de sus almas mediante el dialogo y las pone a prueba (Foucault
2011b, 103 y ss.).
Pero hay otra dimension de la parresia socratica en el dialogo platonico Lciques (Foucault
201 lb, 136 y ss.). Alii Socrates interroga sobre el coraje a dos hombres de Estado: Nicias y Laques.
Les pide que den cuenta sobre si mismos, sus vidas (bios), como viven y han vivido. A partir de ese
momento, dice Foucault, encontramos "el surgimiento [...] del modo de vida como objeto de la
parresia" (Foucault 201 lb, 160): separar lo que se ha hecho bien y mal en el modo de vivir y realizar
dicha prueba de vida a lo largo de toda la existencia. Socrates, autorizado a hablar por un estilo de
existencia homofonico entre su vida y sus discursos, los incita a hacer lo mismo.

Parresia cinica. La vida verdadera:

A partir de la inquietud socratica del estilo de existencia que homologa parresia y vida, se abre
el camino de la "estetica" o "estilistica de la existencia" (Foucault 2011b, 173). En esa articulacion
Foucault situa al cinismo con una dignidad propia: decir veraz y modo de ser estan ligados de manera
inmediata, sin mediacion doctrinal (Foucault 2011b, 177; Gros 2007, 158).
En la primera escena el cinico es presentado por Epicteto como un explorador “enviado [...]
mas alia del frente de la humanidad, para determinar cuales de las cosas del mundo pueden ser
favorables u hostiles al hombre" (Foucault 201 lb, 179). Es un vagabundo cosmopolita que por amor
a la humanidad debe regresar a decir la verdad a los hombres sin dejarse paralizar por el miedo.
Ademas es el hombre del baston, del zurron, y del mcmto, de la mendicidad, y esos elementos tienen
funciones precisas respecto de su parresia. Una instrumental, estar libre de equipaje para volver a
decir la verdad. Una reductora: reducir las convenciones inutiles que no estan fundadas en la
naturaleza o la razon para depurar la existencia (Foucault 2011b, 182-183 y ss.). Y una funcion
probatoria: testificar e indicar lo que debe ser la vida en su libertad fundamental.
Segun Foucault, la parresia cinica "hace de la vida, de la existencia [...] una manifestacion de
la verdad" (Foucault 201 lb, 185). La verdad esta autentificada en ellos concreta y materialmente: el
cuerpo es un "teatro de la verdad". Los cinicos viven la verdad, y hacen de la vida un escandalo
publico: una verdadera vida que se manifiesta como una “vida otra” y hace irrumpir la exigencia de
un mundo diferente (Revel 2014, 224; Gros 2007, 160), por eso abandonan las convenciones sociales
y pretenden cambiar las costumbres.
Para Foucault el modo de ser cinico es “una categoria historica que atraviesa bajo diversas
formas, con variados objetivos, toda la historia occidental" (Foucault 201 lb, 187) hasta nuestros dias.
Es reconocible en suposteridadpolitica representada por los movimientos revolutionaries modernos,
la "militancia" de los siglos XIX y XX de las sociedades secretas, sindicatos o partidos politicos
revolucionarios, y como testimonio de vida propiamente dicho (Foucault 2011b, 193 y ss.). Pero
tambien, puede identificarse en su posteridad artistica'. en el arte moderno que establece con lo real
una relacion polemica de desenmascaramiento, de rechazo y agresion con la cultura, las normas
sociales y los valores esteticos, transluciendo ese nexo entre vida y verdad (Foucault 201 lb, 201).

Conclusiones:

Indudablemente, el “reparto moderno” del gobierno de si y de los otros en los cursos de


Foucault, nos presenta el problema de la publicidad de herencia kantiana. Sin embargo, por disension
a la tolerancia que oculta el libre pensamiento y la discusion bajo la obediencia, ofrece una version
positiva de ese legado, mediante el ejercicio de una palabra publica y valerosa que hace irrumpir la
verdad como diferencia posible a los sistemas de poder: la parresia.
En lineas generates, la practica de esta palabra veraz muestra en todas sus vertientes el rechazo
absoluto a esa idea de tolerancia y en todos los casos bajo la misma logica: lo instituido y previsible
no puede exigir obediencia al testimonio veraz del pensamiento que supone el ethos del sujeto, el

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intento es siempre inutil puesto que la veracidad misma de su decir en acto es su produccion.
Contrariamente, quien no manifiesta verazmente su si mismo, o se mantiene oculto, o publicamente
solo dejara de manifiesto la disonancia entre lo que hace y lo que dice creer verdadero. Pues aunque
haya determinados momentos para decirla, no hay modo de ocultar la verdad en el juego de la
parresia.
Ahora bien, como observamos, la parresia en sus diferentes formas dinamiza el juego politico,
desde el ascendiente democratico hasta la critica filosofica y el cuestionamiento de las convenciones
sociales. No obstante, buscando la actualidad de sus formas podemos establecer una diferencia
respecto de su circulacion, relativa al problema de la publicidad en su reparto moderno.
Por un lado, los elementos propios de la parresia socratica y cinica que confrontan al poder
cuestionando las convenciones sociales para transformarlas, son rapidamente reconocibles por su
evidencia publica actual. La parresia socratica podria verse en la figura de un intelectual critico y la
cinica en las mismas actitudes criticas que Foucault ve en la militancia y el arte moderno en todas sus
expresiones e intervenciones en el espacio publico.
Por otro lado, al querer comprender la actualidad de los elementos de la parresia democratica
o la filosofico-politica de Platon, en marco de la misma dicotomia publicidad-ocultamiento, podemos
decir que nos encontramos con formas “degradadas” de parresia. Es decir, encontramos la existencia
de mecanismos institucionales que bloquean su circulacion. Basta pensar como ejemplo la institucion
parlamentaria representativa de los Estados modernos y que palabras veraces estan impedidas de
expresarse en ella. En tal sentido, sostenemos que se hace necesario pensar formas de
desinstitucionalizacion para liberar su circulacion y revalorizar la politica como una forma
fundamental de transformar nuestras realidades.

Bibliografia

Foucault, Michel (1996), [One es la Ilustracion?, Madrid, La piqueta.


Foucault, Michel (2010), Historia de la sexualidad 2. E l uso de los placeres, Buenos Aires, Siglo
XXI.
Foucault, Michel (2011), E l gobierno de s iy de los otros, Buenos Aires, Fondo de cultura economica.
Foucault, Michel (201 lb), E l coraje de la verdad, Buenos Aires, Fondo de cultura economica.
Foucault, Michel (2014), La hermeneutica del sujeto, Buenos Aires, Fondo de cultura economica.
Gros, Frederic. (2007), Michel Foucault, Buenos Aires, Amorrortu.
Revel, Judith. (2014), Foucault, un pensamiento de lo discontinuo, Buenos Aires, Amorrortu.

142
Sim p o s io : Discontinuidad historica y anacronismo productivo. Lo mismo y lo otro en tres lugares
de la historia politica: hombre, experiencia y acontecimiento
c o o r d i n a d o r e s : Francisco Naishtat y Facundo Casullo

La potencia de la discontinuidad en la critica de Walter Benjamin a la


Modernidad: derecho, culpa y politica

Lucia Pinto
i i g g -f s o c -u b a

En agosto de 1921 Walter Benjamin publico Para una critica de la violencia en el n°47 del
“Archivo de ciencia social y politica social“, revista fundada por Max Weber. Segun los editores de
la obra completa Rolf Tiedemann y Hermann Scweppenhauser, Benjamin escribio el articulo en tres
semanas, entre fines de diciembre de 1920 y principios de enero de 1921. Se trata de un periodo en
el cual Benjamin comenzo a producir ensayos sobre problemas politicos, de los cuales solo tenemos
acceso a El capitalismo como religion [1921] y el Fragmento Teologico Politico [1920-1921]64. En
este sentido, Para una critica de la violencia no debe considerarse como un texto aislado, sino
refleja un interes reconocido de Benjamin sobre la politica.
En esta ponencia proponemos analizar este conocido texto con el objeto de indagar como
aparece la figura de la discontinuidad. Para ello, en un primero momento analizaremos la critica de
Benjamin al derecho y su caracterizacion en la esfera del destino y la culpa. En un segundo
momento, abordaremos brevemente la caracterizacion de la “huelga general proletaria” que
Benjamin rescata de Georges Sorel. Benjamin encuentra en ella una forma de accion politica capaz
de destituir el derecho y de discontinuar su ciclo mitico.
Cabe senalar que la politica como la necesidad de interrumpir el continuo del tiempo
aparece hasta su ultima obra, las Tesis sobre el concepto de historia, particularmente en la octava
tesis, como la tarea de “production del verdadero estado de exception” (Benjamin 2009, 43) y en
sus apuntes en los cuales define a la revolution como “el gesto de agarrar el freno de seguridad que
hace el genero humano que viaja en ese tren” (Benjamin, 2009, 59). En este sentido, la hipotesis de
lectura que proponemos es que la huelga general en tanto que discontinuidad no debe ser tomada
como una figura aislada de los textos temprano de Benjamin, sino que resulta afin con expresiones
posteriores del autor.

i.
D estinoy Caracter es una de las primeras obras en la cual Benjamin nos presenta su notion
de derecho65: “Las leyes del destino, infelicidad y culpa son puestas por el derecho como criterios
de la persona” (Benjamin 2007, 133). El derecho aparece asi como una de las esferas de la
modernidad caracterizadas por el dominio de la culpa.
La relation que Benjamin establece entre la culpa y el destino es tributaria de Hermann
Cohen. Segun Cohen, la culpa solo tiene lugar en un marco en el cual los hombres no son libres
sino que estan sujetos al destino establecido por los dioses66: “Hemos de comprender el concepto

64 Asimismo, los editores de la obra completa han hallado un texto que sospechan se trata de un fragmento de Vida y
Violencia, que habria sido dictado por Benjamin a su esposa Dora alrededor de 1916 y 1917 y que Benjamin menciona
en una carta que escribio a Scholem el 17 de abril de 1920 (Benjamin, 1994: 162). Por otro lado, en la correspondencia
de la epoca, Benjamin escribia que estaba trabajando en una obra titulada Politica [Politik], que constaba al menos de
dos partes: “El verdadero politico” [Der wahre Politiker] y “La verdadera politica” [Die wahre Politik], pero
lamentablemente no se han encontrado copias de este escrito.
65 Cabe recordar que Benjamin redacto este ensayo entre septiembre y noviembre de 1919 y lo publico en 1921. La
relacion entre derecho y mito tambien aparece en Las Afinidades Electivas de Goethe, donde Benjamin refiere a los
“poderes miticos del derecho” (Benjamin, 1996: 20).
66 La critica de Cohen a la culpa puede entenderse si atendemos a su creencia en el judaismo de los profetas. Una de las
Ill J o r n a d a s N a c io n a l e s de F il o s o f ia y E p is t e m o l o g ia d e la H i s t o r ia .
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que constituye el verdadero nucleo del destino en el concepto de culpa (...) El mal es la culpa. Y la
calpa es el destino” (citado en Hamacher 2013, 139; enfasis propio)67.
Al ubicar al derecho en la esfera de la culpa, Benjamin expone una concepcion absolutamente
negativa del derecho, considerando que el derecho genera culpables. En sus palabras: “El derecho no
condena al castigo sino a la culpa. El destino es el contexto culpable de lo que vive. (...) Por lo tanto,
no es el hombre el que tiene un destino, sino que el sujeto del destino es indeterminable. El juez puede
ver el destino donde quiere; en cada pena debe infligir ciegamente destino” (Benjamin 2007, 134).
Que el derecho inculpe -declare culpables- y no castigue se deriva justamente de que se trata
siempre de la aplicacion de un derecho arbitrario y no de un derecho justo con capacidad de castigar.
En este sentido, es posible comprender la oposicion radical que establece Benjamin entre el derecho
y la justicia: “Por un error, puesto que ha sido confundido con el reino de la justicia [Reiche der
Gerechtigkeit\, el orden del derecho [Ordnung des Rechts], que es solo un residuo del estadio
demonico de la existencia de los hombres” (Benjamin 2007, 133; corchetes propios).
Esta caracterizacion del derecho como aquello que genera la culpa va a ser desarrollada in
extenso un aflo mas tarde en Para una critica de la violencia, en donde ademas el derecho positivo
aparece como una forma de resolucion de los conflictos humanos que se caracteriza por la violencia.
Benjamin define la “violencia instauradora” de derecho y la “violencia conservadora” de derecho.
El derecho se instala en esta esfera del destino. Cuando Benjamin aborda la pena de muerte,
senala que la violencia del derecho es una “violencia coronada por el destino (schicksalhaft gekronte
Gewalt)” (Benjamin 2017, 27) y luego sefiala que la violencia que implanta medios legitimos es una
“violencia de alcance destinal (schicksalsmdfiiger Gewalt)” (Benjamin 2017, 34), hasta decir que el
destino “esta en todos los casos en la base de la violencia de derecho” (Benjamin 2017, 35). El
derecho, segun Benjamin, mantiene el orden del destino, es decir, un orden carente de libertad: “Es
impotente, respecto de el (el derecho), toda impugnacion que solo se presente en nombre de una
informe ‘libertad’, y que no pueda designar aquel orden superior de la libertad. Y es del todo
impotentes sino impugna el orden legal de pies a cabeza, sino solamente leyes o usos juridicos, que
el derecho toma ciertamente bajo la proteccion de su poder, el cual consiste en que hay un solo destino
y que precisamente lo establecido y sobre todo lo amenazante pertenecen inquebrantablemente a su
ordenamiento” (Benjamin 2017, 26; enfasis del autor, parentesis propios).
En este sentido, lo que hace Benjamin en Destino y Caracter y meses mas tarde en Para ana
critica de la violencia al ubicar al derecho en la esfera de la culpa -y del destino- es instalar su vision
critica sobre el mismo. Paradojicamente, lejos de castigar culpables, la funcion del derecho moderno
es crear culpables. En este sentido, el derecho no guarda relacion con la justicia, sino que es
justamente su opuesto.

II.
Luego de presentar la carnal relacion entre la violencia y el derecho y de caracterizar al
derecho en la esfera del destino y como aquello que inculpa, Benjamin recupera de Georges Sorel la
idea de la “huelga general proletaria”. En su libro Reflexiones sobre la violencia, Sorel habia
distinguido la “huelga general proletaria” de la “huelga general politica”. Ambas consisten en la
interrupcion del trabajo, pero mientras la primera es con fines revolucionarios de abolicion del Estado,
la segunda tiende al logro de determinadas reformas dentro del orden vigente.
La huelga politica cesa cuando el partido o el sindicato firma el pacto con el gobierno, es decir
que la huelga politica se instala dentro de la logica de la estatalidad. A diferencia de ella, en la “huelga
general proletaria” Benjamin encuentra un medio puro de la politica y rescata dos dimensiones, que
enunciaremos a continuacion.

obras en las que realiza esta critica es La religion de la razon desde las fuentes de! judaismo , de publicacion postuma en
1919. En diciembre de 1920, luego de leerla, Benjamin le comento a Scholem que se trataba de un libro “extremadamente
notable” (Benjamin, 1994: 167).
67 El fragmento corresponde a Etica de la voluntadpura de Hermann Cohen. La traduccion es de Laura Carugati para la
edicion del libro de Hamacher en espanol.

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En primer lugar, la huelga proletaria se propone como unica tarea la destruccion del aparato
estatal, en este sentido es un medio puro y no un medio violento: “Mientras que la primera forma de
la suspension del trabajo (huelga general politica) es violenta, puesto que provoca una modificacion
exterior de las condiciones de trabajo, la segunda (huelga proletaria) es, como medio puro, no
violenta. Y es que ella no ocurre con la predisposicion de reanudar el trabajo tras concesiones externas
y unas modificaciones cualesquiera de las condiciones laborales, sino con la resolucion de reanudar
solo un trabajo completamente modificado, no forzado por el Estado, subversion que esta especie de
huelga, mas que provocar, lleva a cabo. De ahi, pues, que la primera de estas empresas es instauradora
de derecho, la segunda, en cambio, anarquista” (Benjamin 2017, 32; enfasis y parentesis propios).
Lo que esta detras de esto es una concepcion del derecho en la cual este se ha vuelto contra el
hombre, y se impone al hombre con fuerza destinal, anquilosando las relaciones humanas y
cercenando cualquier rastro de libertad. Aquello que Benjamin buscaria enfatizar es que los medios
puros no son violentos porque suspenden la violencia del derecho. Aparece entonces la distincion
entre el derecho como una autoridad que se impone y que tiende a conservarse -a traves de la
violencia- y una accion politica que se plantea en el campo de la indeterminacion, que busca destituir
sin instituir nada. Y en este ultimo sentido, se entiende que carece de fin: no se reduce a la institucion
del derecho ni se enmarca en la logica del Estado.
En segundo lugar, Benjamin senala que Sorel, siguiendo a Marx, “rechaza todo tipo de
programas, de utopias, en una palabra, de instauraciones de derecho” (Benjamin 2017, 32) y senala
que esto se trata de una “concepcion profunda, etica y genuinamente revolucionaria” (Benjamin 2017,
33).
El caracter innecesario de un programa para Sorel remite a que no se trata de un accion politica
orientada a la conquista y al dominio sino a la libertad de los hombres: “Al no perseguir fines de
conquista, no tiene que formular planes para utilizar sus victorias: confia en expulsar a los capitalistas
del campo de la produccion para retornar luego al lugar que ocupa en el taller creado por el
capitalismo” (Sorel 2005, 226).
Al restituir la ausencia de programas de la huelga proletaria, lo que Benjamin rescata de Sorel
es el caracter imprevisible de la accion politica. Las acciones de los hombres, en el camino hacia la
liberacion de las condiciones de opresion propias de la Modernidad, no pueden ser previstas en su
totalidad. La accion politica puede definirse por su pretension de libertad, mas no por capacidad de
prevision.
La distancia entre la construccion del porvenir y la imposibilidad de racionalizarlo es el mismo
abismo de la accion politica, que tiene una idea, un norte, pero que nunca puede preverse, pero esto
no quiere decir que no tenga efectividad.
La huelga se caracteriza por ser destituyente con respecto al derecho vigente, pero sin instituir
un nuevo derecho en su lugar. Esta dimension ha sido resaltada por Werner Hamacher, quien senala
que la huelga proletaria es “la manifestacion de lo politico” en el pensamiento de Benjamin
(Hamacher 2013, 200). La huelga es una accion politica sin fines, carente de intencion: “Esta huelga
dirigida a la aniquilacion de la violencia de Estado, a la aniquilacion de toda violencia instaurada, es
decir, dirigida a nada, puede llamarse carente de intencion.” (Hamacher 2013, 196; enfasis del autor).
La huelga es “aformativa”.
En la ausencia de programa podemos dar cuenta de la irreductibilidad de la politica al derecho.
Este es uno de los puntos mas solidos del texto y es uno de los meritos poco senalados. Benjamin da
cuenta que la politica no puede ser reducida al acto de instauracion del derecho, porque una vez que
ese derecho se instaura, arbitra los medios para su conservacion y se clausura la chance politica. La
accion politica debe discontinuar todo desencadenamiento de sucesos que aparezca como aquello
marcado por el destino. En este sentido, la accion politica va mas alia del derecho y que no se sabe
en que va a desencadenar, de alii la ausencia de programa. Esto es algo que le ofrece el anarquismo
y que constituye uno de los argumentos centrales de Para una critica de la violencia. Benjamin toca
un punto crucial de la accion politica: que esta es mas rica cuando no se mitologiza, cuando no se
cierra, sino cuando permanece abierta al devenir.

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Bibliografia

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S im p o sio : Discontinuidad historica y anacronismo productivo. Lo mismo y lo otro en tres lugares de
la historia politica: hombre, experiencia y acontecimiento
c o o r d i n a d o r e s : Francisco Naishtat y Facundo Casullo

Tener lugar en la historia. Conceptos espaciales en Koselleck

Lucila Svampa
UBA - IIGG
CONICET

Introduction

Los conceptos espaciales pueden interpretarse en el trabajo del historiador aleman Reinhart
Koselleck al menos en dos sentidos. Por un lado, estos muestran un modo de entender lo que tiene
lugar y, por otro lado, lo que puede tener lugar. Dentro de la primera acepcion, es posible no solo
pensar en categorias conectadas explicitamente con el espacio, como Zeitschichten (estratos de
tiempo), Erfahrungsraum (espacio de experiencia) y Standortbindung (conexion con la ubicacion),
sino tambien nociones que de formas menos evidentes refieren a lo topografico, como
Ungleichzeitigkeit (la no contemporaneidad). La segunda alternativa implica el inevitable
Erwartungshorizont (horizonte de expectativas) y la Utopie (utopia), como derivation conceptual.
Para ambos casos, es posible registrar la centralidad tanto de aquello que de hecho sucedio, como de
aquello que pudo o podria acontecer -en definitiva, independiente de efectivizacion.
Todas estas nociones contribuyen a la propuesta de una Historik impulsada por el padre de la
historia conceptual. Cada una traza contornos aptos para desplazar la idea de una historia universal:
esbozando una alternativa que contempla una variedad de velocidades y coexistencias, los
Zeitschichten ofrecen una imagen de como podemos estar orientados en y por la historia; en este
contexto, el espacio de experiencia es una de las dos categorias metahistoricas que, sin ofrecer una
caracterizacion historica, suspende su denominacion debido a su desapego a cualquier contenido
particular. Ademas, mientras que la Standortbindung expresa el lugar y las perspectivas desde las
cuales los historiadores investigan el pasado, la contemporaneidad de lo no contemporaneo se refiere
a una multiplicidad de tiempos en los que podemos vivir. A ello se le suma su aspecto geografico, en
la medida en que Koselleck se sirve de el para caracterizar la exploracion del planeta, que permitio a
la humanidad establecer comparaciones entre numerosas realidades coexistentes de diferentes
civilizaciones. Por ultimo, el Erwartungshorizont contempla las realidades potenciales, las utopias y
las perspectivas de cambio de las personas y da centralidad a lo inconcluso, es decir, a lo que no pudo
ser.
Este breve escrito tiene como objetivo explorar la confluencia de las nociones espaciales e
historicas, que aparecen de forma dispersa en la obra de Koselleck, con la intuition de que, aunque
la teoria del tiempo historico se construye contra la linealidad, el uso catacretico de los conceptos
espaciales sigue dependiendo de ordenes cronologicos. Para ello, los rastrearemos y abordaremos sus
implicaciones en Vergangene Zukunft y Zeitschichten, libros en los que juega un papel relevante la
construccion de una teoria de los tiempos historicos.

De ordenes anticronologicos

La operation emprendida por Koselleck traslada, en todos los casos mencionados, conceptos
de un ambito a otro para designar aquello que en uno de ellos carecia de denominacion. Zeitschichten
(estratos del tiempo) es una metafora que, como tantas otras, tiene su raiz en la geologia, que le da el
empleo mas habitual. Gracias a ella se pueden vislumbrar “distintas dimensiones y profundidades, y
que se han modificado y diferenciado en el curso de la llamada historia geologica con distintas

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velocidades” (Koselleck 2001, 35). En funcion de esto y en vistas de escapar de la dualidad


circularidad-direccionalidad, Koselleck complementa el concepto con tres dimensiones analiticas: en
primer lugar, la unicidad, en segundo lugar, las estructuras de repeticion y por ultimo, los estratos. La
Emmaligkeit (unicidad) se refiere a la singularidad de eventos que ocurren en el piano individual y
colectivo. Se trata de acontecimientos que, en tanto unicos, se distinguen por la novedad que provocan
en un contexto determinado. Estos se enmarcan en el segundo nivel, a saber el de la
Wiederholungsstruktur (estructura de repeticion). Para que los sucesos irrepetibles tengan lugar,
deben formar parte de una configuracion historica -pero tambien juridica o linguistica-, que recrea de
modo iterativo, y con cierta regularidad, un estado de las cosas. Para ilustrarlo, Koselleck recurre a
un ejemplo simple pero efectivo: cada carta que recibimos es una novedad que tiene tras de si
expectativas, esperas, alegrias, temores, en fin, que propicia situaciones unicas. Pero para que
podamos encontramos con ella, es necesario que haya una suerte de reproduccion en una situacion
mas amplia, que en este caso, es el recorrido que diariamente realiza el cartero68. Algo similar ocurre
con el lenguaje: “Los actos unicos de habla se apoyan por tanto en la recurrencia del lenguaje, que es
actualizado una y otra vez en el momento de hablar y que se modifica a si mismo lentamente, tambien
cuando irrumpe en el lenguaje algo completamente nuevo” (Koselleck 2001, 38).
Esto nos permite explicar como los eventos unicos tienen lugar y nos invita a indagar sobre
situaciones en las que las estructuras de repeticion puedan variar. Si todo evento se inserta en
ordenaciones que, de algun modo, ya contienen potencialmente todo hecho, entonces estariamos en
aprietos de querer pensar cambios que generen originalidad. El giro que da Koselleck, en este
contexto, es el de afirmar que las estructuras son de larga duracion y que, por lo tanto, experimentan
mutaciones a lo largo del tiempo: “Aqui aparece aquel fenomeno que hace de la historia algo tan
interesante: no solamente los acontecimientos repentinos y unicos llevan a cabo modificaciones;
tambien las estructuras de larga duracion -que parecen estaticas pero tambien cambian- posibilitan
las modificaciones” (Koselleck 2001, 38). La teoria de los estratos del tiempo tiene la ventaja de
analizar y conjugar distintos pianos que componen la historicidad del pasado, ampliando y
agudizando asi nuestra mirada sobre la complejidad de las aristas que toda exploracion debe
contemplar. A proposito, el termino Mehrschichtigkeit, traducible como multinivelidad, que
Koselleck emplea en mas de una ocasion para referirse a la historia o a algunos conceptos, refleja esta
riqueza analitica.
Tanto Standortbindung, como Erwartungshorizont y Erfahrungsraum, termino originalmente
acunado por Viktor von Weizsacker, son nociones que Koselleck recoge de Karl Mannheim. La
historia, pensada como categoria trascendental, vendria a contener las condiciones de posibilidad y
de conocimiento de los sucesos, que se reconciliarian en un sentido final. Al alcanzar la coherencia
“El historiador que recurre al pasado, por encima de sus propias vivencias y recuerdos, conducido
por preguntas o por deseos, esperanzas e inquietudes, se encuentra en primer lugar ante los llamados
restos que aun hoy subsisten en mayor o en menor numero” (1993, 333). Experiencia y expectativa
son presentadas por Koselleck como categorias metahistoricas formales de las que no es posible sin
embargo derivar contenidos especificos. Ambas indican una condicion humana y son mutuamente
dependientes. Desarticulan la idea de una historia que se dirige exclusivamente al pasado porque se
posicionan entre pasado y futuro, entre las esperanzas y practicas del presente. “Expondremos un
ejemplo sencillo: la experiencia de la ejecucion de Carlos I abrio, mas de un siglo despues, el
horizonte de las perspectivas de Turgot cuando instaba a Luis XVI a que realizase reformas que le

68Koselleck (2013) afirma: “las «estructuras de repeticion» apuntan a condiciones pennanentemente posibles y
diversamente actualizables en los acontecimientos particulares y sus consecuencias, las cuales solo retom an en funcion
de determinadas situaciones” (133). Y luego agrega:” Tales estructuras abarcan desde (1) las condiciones no humanas de
nuestras experiencias; pasando por (2) aquellos presupuestos biologicos de nuestra vida que compartimos con los
animales, hasta (3) las estructuras de repeticion que son propias del ser humano, es decir, las instituciones. Finalmente,
dirigiremos la mirada a (4) aquellas instancias repetibles contenidas incluso en las secuencias de acontecimientos que
suceden una unica vez; por ultimo, nos ocuparemos de (5) las estructuras de repeticion linguistica, dentro de las cuales
todas las instancias repetidas y repetibles antes mencionadas fueron y continuan siendo generadas y descubiertas” (135).

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preservasen del mismo destino de aquel. Turgot aviso en vano a su rey. Pero entre la revolucion
inglesa pasada y la francesa venidera se pudo experimentar y descubrir una relacion temporal que
llevaba mas alia de la mera cronologia” (337).
Standortbindung es traducido desacertadamente al espanol como “compromiso con la
situacion y temporalidad”. El capitulo asi titulado de Vergangene Zukunft es originalmente una
ponencia del 1975 del Studiengrappe Theorie der Geschichte que fue publicada dos aflos mas tarde
en Objektivitat und Parteilichkeit in der Geschichtswissenschaft. El texto constituye un alegato en
favor del perspectivismo, indicando la enorme importancia del momento y lugar desde el que se
enuncian los historiadores: “Cualquier conocimiento historico esta condicionado por la situacion y,
por eso, es relativo. Sabiendo esto, la historia se puede transformar critica y comprensivamente, lo
cual conduce a enunciados verdaderos sobre ella. Formulado de forma extrema: partidismo y
objetividad se excluyen mutuamente, pero en la realizacion del trabajo historico se remiten el uno a
la otra” (175). Alii se explicita que en su contra aparecen denuncias de un relativismo historicista, se
elaboran la idea de objetividad y parcialidad, lo que permite postular categoricamente la necesidad
de tomar partido: “Cada fuente o, mas exactamente, cada fragmento que convertimos en fuente con
nuestras preguntas, nos remite a una historia que es algo mas o algo menos que el propio fragmento,
y, en todo caso, algo distinto. Una historia no es nunca identica a la fuente que da testimonio de ella”
(199)®.
Respecto al concepto de Utopie, si bien este es desarrollado lateralmente en Zeitschichten y
Vergangene Zukunft, un despliegue mas riguroso puede hallarse en un articulo titulado Zur
Begnffsgeschichte der Zeitutopie. La tarea de la caracterizacion de la temporalizacion de la utopia
implica, para Koselleck, una carga tanto negativa como positiva que, la mayor parte de las veces, se
distancia del significado que le atribuyo Tomas Moro. La positiva nos aproxima a los cambios que se
pueden proponer en un momento dado, y la negativa, a la figura de un insensato que de forma
irresponsable reclama transformaciones absolutamente desconectadas de lo real. De modo que hay
una importation del termino, que originalmente remitia a una no espacialidad y luego se traslada a la
temporalidad, incorporando a sus reflexiones el futuro como preocupacion, a traves de relatos como
la novela de Mercier, E l oho 2440, publicado en 1770. Dado que, para esa epoca, el hombre habia
explorado el planeta casi en su totalidad “las utopias del siglo XVIII se trasladaron a las estrellas o
reptaron bajo tierra. Se describieron paisajes utopicos subterraneos y supraterrenales” (2012, 177). El
enorme contraste entre el registro temporal y espacial es que, a diferencia de aquel, este es susceptible
de comprobacion mediante la experiencia. De modo que el avance de la humanidad sobre la superficie
parecia algo eventualmente alcanzable con el paso del tiempo, que, en este sentido, no podia pro veer
mas que progreso.
En cualquier caso, se trata de un devenir realizable por sus mismos protagonistas, cuyo destino
no esta sellado por un factor extramundano; es por ello que en la dimension de los planes futuros se
suman escenarios factiblemente realizables: “El concepto “utopia” adquiere un caracter politico
general que hace referenda a proyectos politicos posibles considerando la capacidad de hacerlos
realidad y no su caracter irrealizable” (Koselleck 2012, 178). Una sociedad recientemente
secularizada, atravesada por la crisis de la modernidad y que atiende a la desaparicion de los ordenes
estamentales, pone sin dudas en el centro sus planes: en tanto el futuro era concebido como el
resultado de las acciones de los agentes, estos eran empujados a programarlo, no en un sentido
tecnico, sino politico, por medio de distintas agrupaciones, como clubes. La tarea de volverse artifice
de su porvenir desafio a los hombres a cargar sus reflexiones de la fuerza de proyectos y no de meras
divagaciones. A la vez que como modelo y promesa, la utopia opera como una critica al estado de las
cosas. Pero se puede tratar de una critica necia, o de una critica que se proyecte como un devenir
realizable. Koselleck remite de hecho al concepto de Vorwurf (reproche), que en este contexto,

69 Oponiendo a Ranke y Gervinus, cita e incrimina al primero en la necrologia del segundo: “Solo podemos ejercer un
verdadero influjo sobre el presente si primero hacemos abstraccion de el y nos elevamos a la ciencia libre y objetiva”
(1 9 7 ). '

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podriamos oponer al de Entwurf (esbozo)70.


En el inicio del texto Koselleck describe tres grandes posibilidades de aquello que puede ser
posible: a. lo posible en el mundo en que vivimos, b. lo posible en todo mundo posible; c. y lo
imposible en los mundos imaginables. Mientras que la primera brega por cambios manifestables en
su propia contemporaneidad, la segunda los plantea en circunstancias fiituras asequibles y la tercera
en un nivel deseable pero no concretizable. Podriamos agregarle a esta triada una cuarta alternativa:
lo que pudo ser posible y no tuvo lugar, pero que pervive en tanto rastro en nuestro tiempo. Asi se
completarian las dimensiones temporales que enmarcarian esos escenarios: presente, futuro, y pasado.
Esta ultima seria la via del futuro de un pasado trunco, que recupere las fuerzas en juego del
Erwartungshorizont en los Kampbegriff En todo caso, lo interesante seria identificar, en un primer
nivel, lo que puede tener lugar en un determinado contexto, disponiendo de sus potencialidades. Y en
un segundo nivel, por mor de una ampliacion de dicho terreno, proyectar novedades que modifiquen
la configuracion de las aptitudes existentes. Es decir, ampliar los limites de las totalidades a partir de
las que se puedan obtener esos calculos sobre lo realizable o no realizable. Koselleck senala que
corresponde en general a los avances de la ciencia, la consecucion de aspiraciones que en un momento
parecian imposibles y luego se vuelven posibles.
Todo proyecto que alumbra una novedad en el presente pregona una cierta separacion
con el propio tiempo: un extranamiento, que lo hace portador de una no contemporaneidad.
Apoyandose en la herencia teorica de Ernst Bloch y Wilhelm Pinder (1928), Koselleck actualiza esta
figura, evocando multiples ejemplos historicos. Acaso uno de los mas paradigmaticos sea el
comentario sobre la pintura de Albrecht Altdorfer, a partir se presenta en Vergangene Zukunft los
entrecruzamientos entre lo sincronico y lo diacronico. La pintura retrata el triunfo de los macedonios
sobre los persas en 333 a. C., momento que inaguraria el helenismo. La Gleichzeitigkeit des
Ungleichzeitigen nos permite reunir acontecimientos, cuya vida, a priori, no podria sino basarse en
una pertenencia diversa. Cuando oimos decir “hay que dejar pasar el pasado”, motus que intitulo
aquel texto tan polemico de Ernst Nolte (1986), que diera inicio al Historikerstreit (el debate de los
historiadores) no nos es dificil notar el predominio de una estructura que reclama un ordenamiento
de los acontecimientos en sus respectivas dimensiones temporales. Lo que es lo mismo que decir que
si un evento ya sucedio, la unica manera de que sobreviva en nuestro presente es en una forma -para
usar un vocabulario nietzscheano- monumental o anticuaria, es decir, expuesto tras las vitrinas, como
archivo historico o como un hito de gran valor que debe preservarse en la memoria. Si nos sobreviene
de otro modo, se entiende que estamos lidiando con un evento que turba el presente, obligandolo a
regresar a su preterito para brindarle estabilidad. Un tiempo out o f joint, como aparece en Hamlet,
reclama volver a ubicar aquellos elementos que se hayan desviado a su propio eje. Pensar los eventos
con el prisma de la simultaneidad de lo no simultaneo habilita su circulacion sin restricciones
temporales fijadas de antemano. Esto puede ocurrir tanto en una direccion futura como pasada. Es
decir, nos puede traer del pasado y tambien del futuro en tanto proyecto. La articulacion de lo
sincronico y diacronico impactan, a su vez, en fenomenos temporales como la aceleracion o el
progreso.
Por ejemplo, gracias a la exploracion geografica del planeta, fue posible establecer
comparaciones entre numerosas realidades coexistentes de diferentes civilizaciones. Este tipo de
analisis se llevaron a cabo de acuerdo con una concepcion del progreso basada en un tiempo
homogeneo a traves de la cual, se pueden identificar claramente etapas de avance o retroceso en los
ordenes cronologicos. Este cambio, ocurrido en el siglo XVIII, permitio a la humanidad medir los
posibles progresos en el desarrollo de las regiones atrasadas. La historia, por lo tanto, se entendio
como un proceso de mejora continua. A pesar de la existencia de recaidas y desvios, la idea

711El primero es aquel hombre que, de acuerdo a la clasificacion ofrecida por Lucien Goldmann (1968), se vuelve tragico
al negar el mundo que habita porque anliela un ethos no solo extrano al mundo en que habita, sino impracticable. Se trata
de un personaje falto de compromiso, que, en ocasiones, cuando coincide con la categoria del heroe tragico con peripecia,
tiende a afectar negativamente a quienes lo rodean, conduciendose como si pudiese vivir sin compromiso e imponiendo
al mundo sus exigencias.

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rousseaneana de una perfectibilite (perfectibilidad) se establecio en el horizonte de las expectativas,


algo que tuvo una gran influencia no solo en el curso de la filosofia y la historia, sino tambien en las
direcciones politicas de las sociedades.

Conclusion o de porque deberiamos apoyarnos en una cronologia

Recorrimos seis terminos espaciales que Koselleck forja y traslada al campo de la historia,
que ilustran tanto facticidad historica como sus posibilidades: Zeitschichten, Erfahrungsraum,
Standortbindung, Ungleichzeitigkeit, Erwartungshorizont y Utopie. Ambos grupos brindan al autor
la posibilidad de explorar fenomenos historicos tomando prestados conceptos provenientes de la
espacialidad y construyendo neologismos. Gracias a ellos, Koselleck retrata los desplazamientos no
solo en eventos pasados, sino tambien en la teoria historica. El desorden y los anacronismos
abandonan el lugar de oscuridad al que habian sido sometidos por la historiografia y comienzan a
mostrar, por el contrario, su potencialidad. Asi, lo inactual contribuye a agudizar nuestra perspectiva,
habituada a los moldes que imprime en la lectura de los hechos la division cronologica entre pasado,
presente y futuro. Esto significa que hay una dislocacion dentro de las formas en que entendemos la
historicidad despues de la ruptura con la historia magistra vitae.
En todos los casos pudimos constatar que el gesto teorico muestra una profunda protesta
contra un tiempo homogeneo, de composicion lo suficientemente uniforme como para dividirlo y
desagregarlo en tres dimensiones temporales. Tal caracterizacion implicaria que todos los elementos
que conforman la historia descansan en una suerte de homologacion no en su contenido, pero si en su
forma. En efecto, los conceptos recien descriptos cobijan la discontinuidad como clave de
comprension de las situaciones historicas, pero reconocen, a la postre, de una linealidad. Los estratos
del tiempo y la contemporaneidad de lo no contemporaneo proporcionan la posibilidad de captar
distintos ritmos dentro y a traves de periodos. El horizonte de expectativas, la utopia y el espacio de
experiencia marcan, en definitiva, indices de espacios limitados. Y por ultimo, la perspectiva del
lugar presupone una estabilidad en el punto de vista. Dicho de otro modo: todos estos integrantes de
la familia de los conceptos topograficos se constituyen como deudores de los ordenes cronologicos.
Ahora bien, son las fisuras las que predominan tanto en la reconstruction de los sucesos
particulares, como en la elaboration de un relato sobre ellos, en la historia res gestae y en la historia
rerum gestarum. De modo que esta naturaleza conflictiva nos pone en aprietos de querer basarnos en
una cronologia, como guia ordenadora y estabilizadora de los eventos. Sin embargo, no hay una
anticronologia que se enfrente a todo tipo de registro secuencial basado en fechas. Sostener una
contienda contra las periodizaciones no nos permitiria tener una referenda epocal con la que marcar
alteraciones. Koselleck mantiene la relevancia de diferencias de periodos constantemente y de hecho
el inicio de la Modernidad que el investiga y situa en el siglo XVIII funda su historia conceptual. Si
quisiesemos usar una denominacion que contenga un distanciamiento de la cronologia, en lugar de
una antiocronologia, podriamos decir entonces que hay una postcronologia. La convivencia de
distintos ritmos y periodizaciones pone en vigencia, en lugar de un aparato que enmarca por igual una
grilla periodica de analisis, el predominio del potential conflictivo en que debe ponerse en foco para
algunos casos. Como consecuencia, se manifiesta una relativizacion de las unidades temporales y del
establecimiento de initios y finales de epocas en favor de multiples constelaciones que disponen sin
fijar. La historicidad, de acuerdo a esta teoria de los tiempos historicos, se funda en un juego
ambivalente que le permite a aquel que se acerque a la historia, oscilar entre la periodization y la no
periodization de los acontecimientos.

Bibliografia

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Historias de conceptos. Estudios sobre semantica y pragmatica del lenguaje politico y social.
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La historia desde el punto de vista del fracaso y la idea antropologica de la


finitud. A proposito del concepto de tiempo historico en los jovenes Heidegger y
Benjamin

Francisco Naishtat
UBA-CONICET
I- Introduccion

La nocion de tiempo historico se encuentra, en el transito del siglo XIX al XX, en el centro de
fuertes sacudones filosoficos, derivados de una crisis de la idea misma de tiempo. La crisis
fundacional por la que transitan entonces las ciencias naturales y la matematica, y las convulsiones
que envuelven a las humanidades, sacudidas por la aparicion de las nuevas corrientes de pensamiento,
desestabilizaron, en efecto, la idea heredada de tiempo. Los anos 1915-1916 han sido, en este sentido,
ocasion para la aparicion, casi sin solucion de continuidad, de la conferencia sobre la nocion de tiempo
del joven Heidegger por su Venia legendi en l’Universidad de Friburgo (27 de julio de 1915, « El
concepto de tiempo en la ciencia historica”) y del texto de edicion postuma de Walter Benjamin,
redactado el mismo ano 1916 y titulado Trauerspiel y Tragedia, probablemente en reaccion a la
Vortrag de Heidegger conocida por Benjamin y censurada secamente en su correspondencia a
Scholem poco tiempo antes71. En lo que sigue, se trata de meditar en torno a esta crisis fundacional
de la idea de tiempo historico de los anos 1915-1916, pero focalizando nuestra mirada en una serie
de cruces entre Heidegger y Benjamin, partiendo del verano boreal de 1913, en el que los jovenes
Benjamin y Heidegger cursaron por unica vez juntos, aunque sin que nos haya quedado rastro de un
intercambio personal, un seminario de Heinrich Rickert en la Universidad de Friburgo en Brisgovia
sobre la nocion de « vida plena » (voll-endliche Leben).

II- El seminario de 1913

Heidegger y Benjamin coincidieron en 1913, en la Universidad Albert Ludwig de Friburgo en


Brisgovia, en un seminario del neokantiano Heinrich Rickert en torno a la idea de “la vida completa”
(■vollendete Leben). En 1912, en efecto, el joven Benjamin, de 21 anos de edad, acababa de ingresar
en la Universidad Albert Ludwig (1912). Por su parte Heidegger, de tres anos mayor que Benjamin,
era ya un estudiante avanzado de la misma Universidad, y pasaria alii tres anos mas tarde su tesis de
Habilitacion sobre el significado y las Categorias en Duns Scot, bajo la direccion del mismo Heinrich
Rickert. La realidad biografica de este seminario y de su importancia ha sido subrayada casi
simultaneamente por el filosofo norteamericano Peter Fenves (2013) y por el joven argentino Mathias
Giuliani (2010), bajo el titulo Histoire, langage et art chez Walter Benjamin et Martin Heidegger.
Partimos por ende aqui del verano boreal de 1913, en el que Rickert, conocido por su teoria axiologica
de la inherencia de valor ( Wertbeziehung) y por su sistema de los valores (Rickert, 2007), desarrolla
su idea crucial de « Voll-Endung » (plenitud, acabamiento) y de «Un-Vollendung» (inacamaiento).
Es suficiente con mirar de cerca textos de Benjamin como La vida de los Estudiantes (1914-1915),

71 En carta a Gershom Scholem del 11 de noviembre de 1916, Benjamin senala que el modo de Heidegger de tratar el
concepto de tiempo muestra “como no se debe tratar el asunto” (“wie man die Sache nicht machen soil”) (Br„ Bd. I, p.
344). Por el texto Trauerspiel und Tragodie, vease GS, ILL. 133-137, y « Trauerspiel y Tragedia » Obras, Libro II, vol.
1, Madrid, Abada, 137-140.
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el Fragmento teologico-poUtico (1921) y, en el caso de Heidegger, su propia nocion de tiempo


historico de su Vortrag en Friburgo para la Venia docente 1915 (Die Zeitsbegriff in der
Geschichtwissenschaft) para corroborar la presencia si no siempre de la palabra, al menos de la idea
de Voll-Endung y comprender hasta que punto, en efecto, las nociones rickertianas de acabamiento y
de inacabamiento penetran la estructura de pensamiento de ambos filosofos. Y si en el caso de
Heidegger, esta nocion incide hondamente en su idea de ek-stasis temporal de la decada siguiente
(Sein and Zeit, Division II), y en la idea misma del Dasein como corriendo siempre incompleto por
asi decir “detras de si mismo” (Geworfenheit), en el caso de Benjamin, la misma plantea ya la
presencia de la idea de mesianismo y de tiempo mesianico, que estaria no solo en constelacion con la
escuela neo-kantiana de Marburgo, esto es, la filosofia de Hermann Cohen, y la temprana influencia
de Gershon Scholem (que Benjamin encuentra por primera vez en 1915), sino ya en esta constelacion
de la (Un)-Vollendung apenas anterior de Rickert. Hay una anecdota que vale la pena mencionar aqui:
en una de sus ultimas cartas a su amigo Theodor Adorno, fechada en Paris el 7 de mayo de 1940,
Benjamin concluye su larga misiva seflalando que el, Benjamin, es en definitiva un alumno de
Rickert, al igual que Adorno lo es de Hans Cornelius (su Director de tesis neo-kantiano)72.
Aunque por razones de espacio no podemos aqui brindar un analisis pormenorizado de los
contenidos del seminario de Rickert de 1913, podemos sintetizar el nudo gordiano de su idea de Voll-
Endung, a traves de lo que Rickert denomino “los tres estadios del pleno-acabamiento” (Rickert,
2007:140). Rickert desarrolla en efecto en su seminario un cuadro de lo que denomina “estadios
axiologicos”, que resultan de la combinacion del par de opuestos [particularidad/totalidad] con el par
de opuestos [lo plenamente acabado (Voll-Endung) /lo inacabado ( Un-Vollendung)]. Rickert
establece “tres estadios axiologicos”, definidos por (a) el incumplimiento de un bien o valor
inagotables siempre orientado por el futuro (ciencia y educacion); (b) el cumplimiento de una
particularidad presente (amor, arte); (c) el cumplimiento de una totalidad acabada solo pensable
atemporalmente, en una dimension que no es ni presente ni futuro, sino la eternidad (religion).
Asimismo Rickert descarta que el pasado pueda suministrar un piano de realizacion o de busqueda
axiologica, de modo que las tres dimensiones (a)temporales en juego son simplemente el presente, el
futuro y la eternidad (Rickert, 2007: 143). Pero es este cuarto caso, excluido aqui por Rickert, que
hara precisamente mella en Benjamin, a la vez como pensador del fracaso, en cuanto figura
emblematica de una particularidad incumplida, y como pensador de la realizacion del pasado en el
tiempo de la rememoracion (Eingedenken), que es todo menos una contemplacion pasiva. El fracaso
como pasado incumplido y la rememoracion como realizacion y traduccion de ese pasado en el
presente marcan en Benjamin una inflexion acerca del tiempo historico que enfrenta la crisis abierta
en el nucleo de la concepcion ilustrada del tiempo en cuanto portadora de la idea de progreso.

Ill- Trauerspiel y Tragedia

Esto nos permite considerar el texto de Benjamin “Trauerspiel and Tragodie” (1916) con una
nueva mirada. En efecto, alii Benjamin, situando su problema en torno a la demarcacion del tiempo
de la historia, inscribira sin embargo la ontologia singular de la experiencia y del tiempo historicos
en la red semantica de las nociones de Tragedia (Tragodie) , de «drama barroco» (Trauerspiel) y de
«tiempo mesianico» (messianische Zeit), donde la figura central del tiempo barroco pasa a ser la
UnerfidltJ Un-Vollendung (inacabamiento, incumplimiento) y donde la figura axial del tiempo
mesianico pasa a ser el «acabamiento» (Erfullen Voll-Endung), pero no en la escala individual del
tiempo tragico, sino en la escala historica. Benjamin, apartandose de este modo del paradigma del
tiempo mecanico, descalificado ya entonces con los mismos motes de «homogeneo», «continuo» y
«vacio» que empleara dos decadas mas tarde, en las tesis «Sobre el concepto de historia» para refutar
el modelo de temporalizacion historicista y del marxismo vulgar, pone sin embargo a la dupla
«acabamiento» e «inacabamiento» en el centro de su reflexion.

72 "Ich bin ja Schuler von Rickert (wie Sie Schuler von Cornelius sind) ", Br. VI, 1938-1940, p. 455

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P o n e n c ia s , S im p o s io s y M e s a s R e d o n d a s .

El Trauerspiel es pues, en todos los sentidos, una forma intermedia. La generalidad de su tiempo es
fantasmagorica, no mitica (...) El Trauerspiel no es la imagen de una vida superior, sino solo uno
de entre dos reflejos, y por lo mismo su continuacion no es menos espectral de lo que el es. Los
muertos se convierten en fantasmas (Die Toten werden Gespenster). El Trauerspiel agota asi
artisticamente la idea historica de repeticion y, por lo tanto, aborda un problema del todo diferente
al que se plantea en la tragedia. La culpa y la grandeza reclaman en efecto en el Trauerspiel muy
escasa determ ination (sin sobredeterminacion en absoluto) y una mayor expansion en cambio, no
debido a la culpa y a la grandeza, sino al repetirse la situacion ( Trauerspiel und Tragodie, G S-II.l,
134-136); (Obras, ll.l. 138-140).

Heidegger por su parte tambien opera en su Vortrag de 1915- conferencia para su


Venia Legendi en Friburgo- un desplazamiento en relacion a Rickert: en efecto, Rickert hablaba,
como vimos mas arriba, de lo completo y lo incompleto en relacion a metas humanas, a su vez
entendidas como particularidad y totalidad. Heidegger, sin embargo, despejo la nocion de tiempo
que esta supuesta tras la persecucion de metas, y en relacion con esta nocion de tiempo, considero el
concepto de pasado historico, que esta presupuesto en la historiografia. Pero para Heidegger, a
diferencia de Benjamin, el “objeto historico”, “ya no existe”:
Der historische Gegenstand als historischer ist immer vergangen, er existiert streng
genommen nicht m e h f\Heidegger 1978, 427)73.
Heidegger extrae de esta premisa dos conclusiones fundamentales: (i) el pasado solo es para
un presente; (ii) ese pasado no es para nosotros lo que fue “en si mismo” (Heidegger 1978, 427); (iii)
Hay por ende una lejania temporal (Zeitferne), inclusive un abismo (Kluft) entre el historiador y el
pasado, que solo se puede recubrir merced a los valores (Werte) del presente y a una resolucion de la
existencia mediada por la inherencia de valor ( Wertbeziehung) en el presente, al modo en el que
Heinrich Rickert planteaba desde 1902 la seleccion y conocimiento del objeto historiografico
(Heidegger 1978, 433). Por ende, Heidegger da de lleno con un abismo temporal entre el pasado y el
presente; es decir, da desde 1915 con un problema ontologico y existencial en relacion al pasado, lo
que conduce a la dificultad del rellenado de esta brecha. La respuesta en 1915 es que es merced al
presente que se articulan los dos tiempos, es decir, merced a los valores que permiten la seleccion
historiografica. Nueve anos despues, en su conferencia de Marburgo de 1924 (Der Begriff der Zeit,
GA Bd 64, pp. 107-133), Heidegger, anticipando la segunda seccion de Sery Tiempo, afirma que “el
pasado experimentado como historicidad propia, es todo menos lo que se fue. Mas bien, es algo a lo
que puedo volver una y otra vez” (Heidegger, 2006: 56-57)74. Entretanto, Heidegger ha opuesto la
mera historia (Geschichte) como dimension ontica de la “sucesion de ahoras” (Jetztfolge) a la
historicidad (Geschchitlichkeit), como dimension ontologica enraizada en la “temporeidad”
(Zeitlichkeit) del Dasein. La historicidad es el modo de ser del Dasein, en cuanto que este es su
historia, y no meramente algo en la historia; el Dasein es el tiempo, y no un ente en el tiempo (GA
Bd 64, p. 58-59). A esto corresponde la figura del estiramiento del Dasein (Erstreckung des Daseins),
que Heidegger despliega en Ser y Tiempo, (SZ §72, p. 375), consagrando su quinto capitulo de la
segunda seccion, titulado precisamente “Temporeidad e historicidad” (Zeitlichkeit und
Geschichtlichkeit, SZ §§72-77), a explicitar la idea de “conexion de la vida” (Lebenszusammenhangs,
SZ §72, p. 373), figura que Heidegger toma en prestamo a Dilthey para situar al Dasein como un
“entre” (Zwischen) de su nacimiento a su muerte (SZ § 72, p. 374), en cuanto que el Dasein esta
siendo su pasado y que este mantenimiento suyo del pasado en el presente, expresado mediante la
nocion de ecstasis temporal (Ekstase, SZ § 65, p. 329 y §67, p. 338), hunde a su vez su posibilidad
en la misma proyeccion del futuro y de su ser-para-la-muerte (Sein zum Tode), de modo que el Dasein
mantiene el pasado anudado a su presente porque precisamente proyecta su horizonte de posibilidad

73 “El objeto historico, en cuanto historico, es siempre pasado; en sentido estricto ya no existe mas” (Trad. Escudero, en
M artin Heidegger, Tiempo e Historia , Madrid, Trotta, 2009 p. 31).
74 Vergangenheit - als eigentliche Geschicchtlichkeit erfahren- ist alles andere den das Vorbei. Sie ist etwas, worauf ich
immer wieder Zuruckkommen kann (GA Bd 64: 123).

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como futuro, y en ello su muerte misma como la marca de su finitud y el fin de todas sus posibilidades.
Esta perspectiva, como decimos, se va a desplegar en Ser y Tiempo en los seis capitulos de su segunda
seccion.
Pero es aqui donde la perspectiva anti-egocentrica de Walter Benjamin, inscripta en su rechazo
a la tradicion intencionalista de la fenomenologia75, se cifra en no reducir ni derivar de nuestra propia
intencionalidad el tiempo historico. Ya en sus escritos tempranos Benjamin hablaba del tiempo de las
cosas (Die zeit der Dinge, Metaphysik der Jugendl Metafisica de la Juventud, 1913-14, en GS II. 1,
99). Pero este planteo no tiene nada de mecanicista, ya que lejos de desembocar en el paradigma de
lo cuantificable y de la reversibilidad que gobierna la temporalidad mecanica, “el tiempo de las cosas”
es comprendido por el joven Benjamin en relacion con el ritmo del “decaer”, de la “caducidad” y de
la “ruina”, que es propio de lo que Benjamin interpreta desde su Trauerspielbuch (El origen del
Trauerspiel aleman, 1928) como “historia natural” (Naturgeschichte). Esta idea se expresa a la vez
como tiempo de la naturaleza y como facies hippocratica de la historia humana, es decir, como
caducidad y arruinamiento, capturados en la vision alegorica (allegorischen Betrachtung) como ruina
(Ruine) o “paisaje primordial petrificado” (GS, 1.1, 343). Benjamin resume esta carga temporal de las
cosas senalando que “Las alegorias son en el reino de los pensamientos lo que las ruinas en el reino
de las cosas”76. Si las ruinas se comportan entre las cosas como alegorias entre los pensamientos, eso
quiere decir que las ruinas son portadoras no solo de tiempo, sino asimismo de ausencia, y que esta
ausencia, condensada en la funcion alegorica de la ruina, interrumpe el decurso continuo y
homogeneo de nuestro presente, en cuanto transito del pasado al futuro, para detener y saturar el
tiempo como condensacion cargada de tension. Y esta idea de un tiempo de las cosas y en las cosas
es una perspectiva mantenida a lo largo de su obra. En su vision el pasado no es una cuestion de
“miidad”, Jemeinigkeit, sino una cuestion de transmision (Uberlieferung).

TV- Conclusion

Ante la crisis de sentido que despunta con el inicio del siglo XX y que alcanza su zenit con el
cataclismo de la Primera Guerra Mundial, cifrandose a su vez en la ruptura de la tradicion occidental
y en una crisis de la idea iluminista de progreso, la respuesta del joven Heidegger se inspira en la
resolucion y la autenticidad del heroe tragico ante su destino, quien asume a la vez su caracter de
arrojado en el mundo y su incontrovertible finitud y muerte. La respuesta del joven Benjamin desplaza
el eje tragico al piano del barroco, en el que el tema del final queda anudado a la dimension del reflejo
y de la espectralidad. El problema de la prolongacion del juego y de la exigencia postuma de justicia
en relacion a un pasado incumplido u oprimido cobra primacia sobre la estructura de la muerte tragica,
lo que deja lugar en Benjamin a una refocalizacion de la comprension del tiempo en los ejes de la
arqueologia y de la transmision: archivo, huella, desechos, cronista y “trapero” se convierten en las
figuras de un caleidoscopio de tonalidad barroca, en la que la rememoracion (Eingedenken) del
pasado es el asunto de su realizacion no bajo el modo de la identica repeticion, sino bajo el modo de
su traduccion. Pero esta comprension del tiempo ha secularizado entretanto figuras clave de los
teologemas mesianicos de la tradicion judia, como el comprender la historia en cuanto caida y
caducidad, y comprender la exigencia del presente como una reparacion ( Tikkum), y como un deber
de memoria (Zakhor).

Abreviaturas
GA: Martin Heidegger, Gesamtausgabe, Frankfurt am Main, Vittorio Klostermann, 2016.
SZ: Martin Heidegger, Sein und Zeit, Tubingen, Max Niemeyer Verlag, 2006.

75 Actitud anti-intencionalista afirmada de modo contundente en su celebre sentencia del “Prologo epistemocritico” al
Origen del Trauerspiel aleman : “La verdad es la muerte de la intencion” ("Die Wahrheit ist der Tod der intention”; GS
1.1. p. 216; Obras, Libro 1/vol.l, p. 231).
76 “Allegorien sind im Reiche der Gedanken was Ruinen in Reiche der Dinge” (GS, 1.1, 354 y Obras 1.1, 396).

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GS: Walter Benjamin, Gesammelte Schriften, eds. Rolf Tiedemann y Hermann


Schweppenhauser, volumenes I-VII, Frankfurt am Main, Suhrkamp, 1974-1991.
Br: Walter Benjamin, Gesammelte Briefe 1910-1940, eds. Christoph Godde y Henri Lonitz
(.Br.), Vols. I-VI, Frankfurt a/M., Suhrkamp.
PW: Passagen Werk, GS V, Frankfort a/M, 1982 (Libro de los Pasajes, Madrid, Akal, 2005).
Las letras de imprenta mayuscula seguidas de una letra minuscula y de un numero despues de las
siglas PW indican la referenda de los Konvolute con el que Benjamin ordeno lexicograficamente las
partes de su Obra de los Pasajes.

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S im p o sio : Discontinuidad historica y anacronismo productivo. Lo mismo y lo otro en tres lugares de
la historia politica: hombre, experiencia y acontecimiento
c o o r d i n a d o r e s : Francisco Naishtat y Facundo Casullo

Notas sobre la geografia kantiana para la elaboracion de la cuestion ^como


despertar del sueno historico?
Facundo E. Casullo
UBA-UNAJ.
A. Introduction

La expresion sueno historico alude a la de sueno antropologico, acunada por Foucault, asi
como a la de sueno dogmatico, que el frances emula a su vez, inspirado por Kant. La expresion
foucaultiana se refiere la irrealidad e inexistencia objetiva del “hombre”. Kant, por su parte, se referia
a la irrealidad e inexistencia objetiva de los objetos de la metafisica.
Con la expresion sueno historico se senala una carencia objetiva identica para el concepto de
historia.
Kant resulta aqui central: los suenos antropologico e historico son contemporaneos de la
filosofia critica. Para nosotros, aqui, la formulation filosofica del sueno historico se encuentra en
Hegel (aunque se la pueda rastrear mas primitivamente en el ambito de la religion): establece la
necesidad logica y ontologica de una manifestacion historica del Xoyoq, y el advenimiento del
acabamiento de dicho proceso. La historia, como obra de la razon, no se distingue ya de una Teodicea
(Hegel 1980, 56).
Entre las implicancias, dos deben notarse. Primero, la superacion del dualismo ontologico (la
superacion del postulado de “otro mundo”) implica la superacion de la dualidad kantiana
logica/metafisica: la metafisica se identifica con la logica. Segundo, el grado de perfection o virtud
que puede alcanzar una manifestacion finita depende del momento historico que le da lugar.
Vale notar que fue un exegeta de su obra quien planteo el efectivo final del tiempo historico a
comienzos del siglo XIX (cf. Kojeve 1968, 434-437). Pero ya Nietzsche habia senalado el tono
epigonal de la filosofia hegeliana (Nietzsche 1999, 111). De modo que el anuncio de la realidad de la
historia universal dirigida a la verdad y al bien tiene lugar, como la figura de buho de minerva sugiere,
tras la manifestacion de su acabamiento (Hegel 2000, 77).
Nos proponemos aqui explicitar las articulaciones con las que Kant previene de la caida en la
ilusion historica, en analogia con la tematica del sueno antropologico, situar y caracterizar la
perspectiva cosmografica o cosmopolitica (antropologica, historica y geograficamente), y senalar
algunos casos del pensamiento filosofico que pueden facilitar la comprension de la confusion en torno
al concepto de historia y la reelaboracion de los problemas implicados.

B. La somnolencia historico-antropologica y la vigilia cosmopolita

{Notese que tanto el “hombre” como la “Historia universal”, muertos, en cierto sentido, nacen.
No sugerimos aqui, por tanto, que Hegel mismo haya caido en tal sueno historico}

1. El sueno antropologico.

Segun Foucault, aunque la figura del hombre nazca en la contemporaneidad de la critica


kantiana, el propio Kant no cae en el sueno antropologico. 6Por que? 6No sintetiza en la pregunta por
el hombre las tres preguntas articuladoras de sus criticas ?
“El campo de la filosofia en este sentido cosmopolita puede reducirse a las siguientes
preguntas:
1. iQue puedo saber?
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2. iQue debo hacer?


3. [One puedo esperar?
4. iQue es hombre?” (Kant 1992a, 538)

Las cuestiones abordadas giran en torno al hombre, pero segun la perspectiva cosmopolita.
La respuesta antropologica kantiana tiene su especificidad: en tanto pragmatica, no describe la
naturaleza del hombre: “No se trata de lo que la naturaleza hizo de el, sino de lo que el hace, puede y
deber hacer” (Kant; 2008, 83).
Notese, en primer lugar, que asi como a la “humanidad” no corresponde una naturaleza, a la
naturaleza no puede corresponder ninguna “humanidad”; la naturaleza permanece para Kant no-
humana.
En efecto, la critica no expone ni habilita la exposicion de un concepto a priori de “hombre”:
• No pertenece a las categorias del entendimiento: inutilidad de la pretension de un juicio
determ inate adecuado.
• No es una idea de la razon: inutilidad de la pretension de una inferencia reflexionante
especifica.
En segundo lugar, notese que la dimension pragmatica obedece tambien a la razon practica y
se rige por el canon etico. Pero no es el caso de la antropologia: “La fisica, por consiguiente, tendra
su parte empirica, pero tambien una parte racional; lo mismo ocurre con la etica, aun cuando aqui la
parte empirica podria llamarse especificamente antropologia practica, y la parte racional,
propiamente, moral ” (Kant 1998, 18)}

2. El sueno historico

No habiendo en Kant un objeto que corresponda al concepto de historia, nos encontramos en


este punto en un caso analogo al del hombre. Pero hay una diferencia: tiene el tratamiento de una idea
{Ideen}.
Dada su obediencia al principio practico, y en la medida en que la descripcion historica lidia
con fenomenos sucesivos cuya presentacion es irreversible, el concepto de historia kantiano ofrece
un hilo conductor {Leitfaden} promotor de la moralidad universal: la regia se presenta alii como
cosmopolita.
Tres notas deben senalarse aqui.
• Asi como al hombre no corresponde una naturaleza, ni una legalidad humana
a la naturaleza fisica, tampoco puede la idea de historia determinarse por la figura del hombre.
(Inhumanidad del concepto de Historia.)
• En segundo lugar, el concepto kantiano de historia no esta ligado a la memoria.
El principio de construccion de la narracion historica no es mas que la defensa de la
posibilidad del pensamiento del progreso segun el mdice pragmatico de la efectuacion
cosmopolita.
• Finalemte, el tratamiento que la dialectica ofrece a las ideas de la razon ha de
ser advertido: por si misma no sirve de instnimento al conocimiento. Tomada como organon,
la logica solo sirve a la ilusion, al engario. La utilidad que ofrece es el de un canon: precepto
universal que descansa en principios a priori.

{Doble implicancia de la canonicidad de la logica: la analitica ofrece una regia especulativa


para el conocimiento, “una critica del conocimiento respecto de la verdad” (Kant 1992a, 253.); la
dialectica, habiendo abandonado sus pretensiones de confirmation objetiva, ofrece una regia practica
y, cabe decir analogamente, “una critica del querer respecto del bien.”}

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3. La vigilia cosmopolitica: la apertura pragmatica del mundo en la geografia.

En Kant, el concepto de historia comparten su obediencia al fundamento moral como indica


Idea de una historia universal en sentido cosmopolita (cf Kant 1997). La Antropologia sella el
cosmopolismo con el elemento pragmatico:

Una Antropologia tal, como conocimiento del mundo , debiendo seguir a la escuela, debe recibir
precisamente la denominacion de pragmatica , no cuando conlleva un conocimiento extenso de las
cosas que se encuentran en el mundo - por ejemplo, animales, plantas y minerales, en los diferentes
paises y climas, - sino cuando conlleva un conocimiento del hombre como ciudadano del mundo.
(Kant 2008, 84)

Y si no refiere a la historia, el prefacio presenta un “conocimiento del mundo” {Weltkenntnifi},


y se cierra con una nota al pie en donde esta expresion abre a la perspectiva geografica, que debia
complementar a la Antropologia: “Cuando primero libremente, luego por obligacion profesional, me
ocupe de filosofia pura, hice, durante alrededor de treinta anos, dos cursos, que se daban por objetivo
el conocimiento del mundo: la Antropologia (durante el semestre de invierno) y (durante el de verano)
la Geografia fisica” (Kant 2008, 87)
El conocimiento del mundo, que desde la perspectiva especulativa resulta imposible por el
vacio objetivo que responde a la idea, aparece habilitado por la perspectiva pragmatica:

Este conocimiento del mundo sirve para procurar el elemento pragmatico a todas las ciencias y todos
los talentos adquiridos, por medio del cual estos se vuelven utiles no meramente para la escuela,
sino mas bien para la vida, y a traves del cual el acabado aprendiz al escenario de su destino, es
decir, en el mundo, es introducido.(AK 2, 443)

{Su dominio no es siquiera la Tierra {Erde} en tanto habitada, sino, en ultima instancia, el
Cosmos en tanto ciudadanizado, civilizado. El cosmopolitismo, canon pragmatico, provee no solo
una regia moral, sino civil...}

En este sentido
• Se ha sugerido traducir tal { Weltkenntnifi) } y su correspondiente Weltwissenschaften
como “conocimiento cosmopolita” y “filosofia cosmopolita” (Wilson 2006, 20).
• Se ha propuesto la caracterizacion de la perspectiva pragmatica como la etica impura
de Kant (Cf. Louden 2000).
• La perspectiva pragmatica revela al concepto de historia como una cuestion de
etiqueta.

C) La Geografia en Kant

La imposibilidad de publicar una geografia debio ser, aunque prevista, significativa. Durante
los cuarenta anos de ensenanza, de 1756 a 1796, Kant dedico cuarenta y nueve cursos a la geografia
fisica; numero solo superado por los cursos logica y de metafisica y superando cuestiones axiales
como etica, a la que dedico cuarenta y siete cursos.
Ya en su primer ano de docencia pidio un permiso especial para ofrecer el curso, dada la
inexistencia de manual oficial, y ya en 1756 publico una invitacion a sus lecciones. (Si bien no fue el
primero en ensenar la disciplina en Konigsberg debe ser contado entre los pioneros de su insersion
cientifico-univer sitaria.)
Werner Stark, que participa en la elaboracion de la edicion de las lecciones, ha ofrecido la
siguiente comparacion estructural de los cursos de 1757/59 y de 1775:

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-1757/59- -1775­

0. Preparatoria/Tratado 0. Prolegomena!Tractatio

Parte 1 General: Seccion 1: Parte General [Elementos]


Capitulos 1-8 Articulos 1-4: Agua, Tierra, Aire, Geogoma [Fuego]
Capitulo 9: Articulo 5:
Construccion naval y navegacion Construccion naval y navegacion

Parte 2: [Tres reinos de la Naturaleza] Seccion 2: Parte Especifica [Productos]


A. 1-4: (Hombre) Animal Articulos 1-4: Hombre, Animates, Plantas, Minerales
B. 1-2: Plantas
C. 1-6: Minerales

Parte 3: Articulo 5: Pueblos en tres continentes:


Peculiaridades de la Naturaleza Asia, Africa, America
segun region:
Asia, Africa, Europa, America

{Dos elementos interesa notar:


• la situacion de la tierra respecto del sol en el sistema solar, que puede remitir
al dominio de la astronomia, forma aqui parte de la geografia (cosmografia).
• la geografia fisica abarca en su generalidad tambien a la corografia (estudio
de las regiones) y a la topografia (descripcion de lugares)}

Segun Steve Naragon, el ordenamiento habitual esta reflejado por la estructura del manuscrito
an-Holstein-Beck. Tras la introduccion sobre geografia matematica elemental:

I. Parte General
§1: Historia de los oceanos
§2: Historia de las tierras y las islas
§3: Terremotos y volcanes
§4: Historia de las cascadas y de los pozos
§5: Historia de los rios
§6: Historia de las corrientes de los vientos
§7: Sobre la relacion entre el clima y las estaciones.
§8: Historia de los grandes cambios que la tierra sufrio, y esta todavia sufriendo
§9: Sobre navegacion.
II. Los tres reinos
§1: Sobre los seres humanis (diferencia en cultura y color de piel)
§2: El mundo animal
§3: El reino vegetal.
§4: El reino mineral
III. Las cuatro partes del mundo: Asia, Africa, Europa, America.

1. Geografia e historia

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Ill J o r n a d a s N a c io n a le s d e F ilo s o f ia y E p is le m o lo g ia d e l a H is lo r ia .
P o n e n c ia s , S im p o s io s y M e s a s R e d o n d a s .

A traves del canon cosmopolita, geografia y antropologia constituyen las dos partes del
conocimiento pragmatico del mundo. Como acabamos de ver, hasta la implementacion de un curso
especifico sobre Antropologia, en 1772, latematica eratratada en las especificidades del curso general
de geografia fisica.
Si consideramos su vinculo con la historia, algo se destaca en primer lugar: la geografia
constituye el verdadero fundamento (das eigentliche Fundament), sin el cual toda historia resulta
“apenas distinguible de los cuentos de hadas” (Marchenerzahhmgen) (AK 2, 312)”
Conceptualmente, las formas espacio-tiempo sirven a la distincion: “la historia concierne
apariciones bajo el aspecto del tiempo, que ocurrieron un despues del otro. La geografia concierne
apariciones bajo el aspecto del espacio, que ocurren simultaneamente”, “La historia es una narrativa,
pero la geografia es una description” (May 1970, 124).

1.1. La espacializacion del tiempo.


La simultaneidad espacial, como senala Marcuzzi (Elden y Mendieta 2011, 123), es remitida
por Kant a la reversibilidad de la sucesiom “puedo dirigir mi percepcion primero a la luna y
subsecuentemente a la tierra, o, inversamente, primero a la tierra y subsecuentemente a la luna” (Kant
2014, 300). “La certeza de la simultaneidad esta adquirida como un tipo especifico de “sucesion
reciproca” (Elden y Mendieta 2011, 118).
La oposicion entre description y narration resulta una oposicion entre description reversible
y description irreversible. Marcuzzi cuestiona la posibilidad de una distincion clara entre geografia e
historia por tal motivo, e insiste en sus interrelaciones: “la historia de los sucesos (Geschichte) en
diferentes tiempos - y esto es una verdadera historia (Historie)- no es otra cosa que una geografia
consecutiva (AK 9, 161)” (Elden y Mendieta 2011, 119).
Vale decir que la reversibilidad de la sucesion no disuelve la espacialidad en la forma del
tiempo: no hay evidencia de la simultaneidad objetiva, sino perceptiva. La reversibilidad misma se
debe a la espacialidad corporal subjetiva, y al principio inherente de distincion regional que supone
(cf. Kant, 1992b)

{En otras palabras: la irreversibilidad del orden de sucesion temporal es un limite subjetivo.
“Analogicamente”: el discurso es irreversible, el curso, reversible}

2. El oriente en el espacio del pensamiento.

La solution persiste en la perspectiva critica, en £Como orientarse en el pensamiento?: “...


aun teniendo en cuenta todos los datos objetivos del cielo, yo, sin embargo, me oriento
geograficamente solo por medio de un fundamento subjetivo de diferenciacion.” (Kant 2013, 42-43)
“Orientarse significa, en el propio sentido de la palabra: encontrar a partir de una region
celeste dada (dividimos el horizonte en cuantro regiones) las demas regiones y sobre todo el oriente
[... ] Pero para esto necesito absolutamente el sentimiento de una diferencia en mi propio sujeto, a
saber, la diferencia entre la mano derecha y la mano izquierda.” (Kant 2013, 41-42)
La definicion situa de entrada en un espacio geografico. {Cosmografico}
Introducir la tematica de la orientation desde la perspectiva geografica (hasta la perspectiva
politica), ilustra lo que logicamente el concepto implica'. “Orientarse, significa ponerse en un cierto
punto de vista desde el cual se puede facilmente considerar las cosas in concreto” (Kant 1992a, 511).
Para orientarse en el pensamiento sera necesario:
• aplicar el canon logico para distinguir regiones ontologicas (fenomeno-noumeno)
• aplicar el canon etico para distinguir medios y fines
• poder hacer un uso publico de la razon - libertad de pluma-,

{La Critica de la razon para insiste continuamente con la utilidad sistematica que ofrece la
consideracion espacial del pensamiento.
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Notar que la espacializacion de la historia tambien puede contribuir a la orientacion, o a la


desorientacion.
Esto requiere considerar de entrada un escenario diverso, pues podemos “situar”: el futuro
adelante, y el pasado atras, como “espontaneamente” hacemos; el futuro atras, y el pasado adelante:
tal es el caso de los Aymaras -aunque no exclusivamente (cf. Nufiez y Sweetser 2006), hay que
distinguir del angel de Benjamin, que tiene el pasado ante sus ojos, pero avanza de espaldas al futuro
- y diferente tambien a Interestelar o Back to the future); el pasado debajo (como en el enfoque
arqueologico) y el futuro arriba (como espacio de salvacion); el pasado arriba (como en la nocion
de caida) y el futuro abajo (como en la paz perpetua del cementerio, o la inquietud del Hades o del
infierno); el futuro a la derecha y el pasado a la izquierda (como en nuestra escritura occidental) o
(como en algunos sistemas de escritura orientales o antiguos) viceversa.
En las principales religiones abrahamicas, por ejemplo: el judio reza a la pared, el cristiano
reza al techo, el musulman reza al suelo J

3. Geografias consecutivas: historia natural.

La historia no implica necesariamente una dimension temporal: no tiene un vinculo esencial


con el tiempo. Pero en la medida en que se considera una sucesion irreversible, la expresion “historia
natural” posee nueva significacion.
“La historia de los acontecimientos (Geschichte) en diferentes tiempos - y esto es una
verdadera historia (Historie) - no es otra cosa que una geografia consecutiva” (AK 9, 161). Cuando
se considera la simultaneidad como una sucesion reversible, la temporalidad se situa en el seno del
espacio. Un conocimiento concreto del espacio, una geografia, es sin embargo posible, a diferencia
de lo que ocurre con el tiempo.

{El caracter netamente historico consiste en poder establecer “lo irreversible” de esa sucesion
geografica (la “estratografia” es entonces fundamental, donde cobra singular valor lo mineral, en
especial lo fo s il)}

La ausencia de una historia natural general yace en el concepto de historia. El historicismo del
conocimiento empirico se debe a que busca causas eficientes, pero el concepto de historia obedece a
una indagacion en la causalidad final. (Puede tenerse lo que hoy llamamos geologiay cosmologia.)
Vale notar aqui que:
• Se senalo primeramente la independencia entre el concepto de historia kantiano
respecto de la memoria.
• Se senala ahora la independencia del concepto de historia respecto de la
causalidad eficiente (donde la causa precede temporalmente al efecto segun la sucesividad),
y su dependencia de la condieracion de la causalidad final.

Puede, por tanto, figurarse una historia referida al pasado, pero tambien una referida al futuro
(pero no “historia del presente”). Asi, Kant declina la cuestion en la formulacion de los fundamentos
de una “historia profetica” (cf. Kant 1999, 107.), tambien situado en un espacio geografico.

D) La confusion historico-geografico entre geografia e historia

En cierto sentido, la geografia yace en la base de toda indagacion natural o historica.

1. La historia como indagacion

La identidad entre lo que hoy llamariamos fisica y la expresion antigua “historia natural” (“77
nepi (pmecoq iompia”) debe ser recordada. La tradicion filosofica “especulativa” nos es familiar: los

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presocraticos son llamados tambien ‘fisicos”, y los jonicos “filosofos naturales”.


L uso est'a ya asentado en Platon: “Ocurre que yo, Cebes, cuando era joven estuve
asombrosamente ansioso (OavjuaaTcbg cog enedvjiirjaa) de ese saber que ahora llaman “investigacion
de la naturaleza” (fjv Srj jcodovai nepi (pvoecog imopiav). Porque me parecia ser algo sublime conocer
las causas {jaq akiag) de las cosas, por que nace cada cosa y por que perece y por que es” (Fedro,
96a.).

{Notar que distincion kantiana entre conocimiento puro y conocimiento historico supone,
como ya en Platon, una comprension de “la indagacion de la naturaleza” en el orden de la causalidad
(donde ya se juega plantea la cuestion de si esta ha de comprenderse de modo eficiente o final)}

2. Indagacion y viaje

No es de extrafiar que Estrabon (63 a. C.-23 d.C.) introduzca su Geografia como un asunto
propio del filosofo, puesto que “aquellos que en los tempranos tiempos se aventuraron a tratar el
asunto eran, a su modo, filosofos - Homero, Anaximandro de Mileto, y el conciudadano de
Anaximandro Hecateo” (Estrabon 1960, 3).
El caracter “especulativo” de la indagacion es ya fruto de abstraccion, pues esta vinculada a
quienes “adquirieron su conocimiento viajando y preguntando a informantes locales” (Riedweg 2005,
50). El “modelo” es Odiseo: “noXXcbv S ’avOpcbncov iSev aoTsa iad voov eyvco” - “De muchos hombres
vio las ciudades y conocio sus mentes” (Odisea, I, 3). La indagacion geografica practica yace aqui en
la base de la indagacion de la naturaleza y de sus accidentes o sucesos.
(Tambien en Kant esta presente esta relacion: la perspectiva cosmopolitca tiene “recursos”
(mas que fuentes): desde relatos de viajes hasta obras literarias (Kant 2008, 18).)

3. La utilidad politica de la indagacion

Encontramos en los usos antiguos la perspectiva de la ultilidad practica respecto de la


indagacion de la actividad politica, de los accidentes y sucesos de la vida politica.
Asi, en Aristoteles: “Es claro que respecto de lo legislativo (vofioOeoiav) son utiles las
geografias (pues ensenan a comprender leyes de otras costumbres), y que respecto del debate politico
(ovufiov/.ag izoXuwac) lo son las historias escritas sobre lo practico (rag npa^sig ypa/povnov
loxopiai)” (Retorica, I, 4, 13).

{Notar que “geografias” traduce aqui “yfjg nspiodoi ” (literalmente “(marcha) alrededor de la
tierra”, expresion utilizada para referirse a las descripciones geograficas}

Las Historias de Herodoto: combinacion de estos aspectos -una indagacion personal que
implica viajes e “informantes”, una remision a sucesos efectivamente ocurridos, el registro escrito y
su coordinacion en un instrumento de formacion etico-politica (la articulacion entre politica interior
y politica exterior deviene axial).

{5. ^Un primer genealogista.?

Merece un lugar la figura de Hecateo. Mejoraria y comentaria las ilustraciones de la tierra que
su maestro Anaximandro habia realizado. Esta reelaboracion y comentario constituiria el primer
tratado de geografia, cuyo nombre reza: rfjg
mpiodoq (Ges Periodos).
Su rsvsrjXoyiai (Genealogiai, tambien llamada laropiai, Historias) es una critica a las
presuntas ascedencias divinas que muchas familias destacadas griegas se atribuian.
En tal sentido, Hecateo:
• “primero” en escribir historia en prosa, distinguiendose de los poetas, y

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contribuyendo a la separacion texto factico-texto ficticio,


• “primer genealogista”: pues instrumentaliza la indagacion “historica” para los
fines de una critica etcio-politica: primer texto historico que es, a la vez, una herramienta “de
verdad” (referida a registros) para la politica.

6. Evidentemente tambien Eratostenes resulta una influencia significativa de la geografia.


Pero aqui vale por sus analisis de las perspectivas arquitectonica (Architectonicos) y escenigrafica
(Skenographicos): el pasaje de la perspectiva cosmologica a la cosmopolilitica supone considerar
tierra y cosmos, tambien, como “escenario”}

Bibliografia

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Wilson H. L. (2006), K ant’s Pragmatic Anthropology: Its Origin, Meaning and Critical Significance,
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167
S im p o s io

R e f l e x io n e s e n t o r n o a l c o n c e p t o r e p u b l ic a n o d e l ib e r t a d , e n l a
TRADICION POLITICA EUROPEA MODERNA.
E n H o m e n a je a A n t o n i D o m e n e c h F ig u e r a s .

COORDINADORAS

M a r ia Ju l ia B e r t o m e u y F a b ia n a E r a z u n .

168
P r e s e n t a c io n

Reflexiones en torno al concepto republicano de libertad, en la tradicion


politica europea moderna. En Homenaje a Antoni Domenech Figueras.

Maria Julia Bertomeu


UNLP

En el ano 2004, la editorial Critica de Barcelona publico el texto de Antoni Domenech: El


eclipse de la fraternidad. Una revision republicana de la tradicion socialista, que abrio un sendero
conceptual amplio para pensar la tradicion socialista en clave republicana. Domenech entendio a la
tradicion socialista como ‘una terca continuadora, una y otra vez derrotada, de la pretension
democratico-fraternal de civilizar el entero ambito de la vida social: erradicar el despotismo heredado
de la vieja loi de famillie -tanto el patriarcal domestico como el del patron sobre el trabajador-, y
erradicar el despotismo burocratico-estatal heredero de la vieja loi politique de los Estados
monarquicos absolutistas modernos. Una de las hipotesis del texto fue mostrar que la fraternidad fue
una innovacion politica radical respecto de toda la tradicion republicana, porque significaba no
aceptar la distincion habitual entre la ley civil y la ley de familia. Fraternidad queria decir
universalizar la libertad-igualdad republicana y tambien la elevation de todas las clases <domesticas>
o subalternas a una sociedad civil de personas plenamente libres e iguales. Lo que tambien significaba
allanar todas las barreras de clase derivadas de la division de la vida social en propietarios y no
propietarios. Se trata de un texto original, provocativo y erudito que -de una u otra manera- tuvo
influencia en los trabajos de esta Mesa: colegas, amigos y companeros.
En el ano 2005 -en coautoria con nuestro homenajeado- publicamos un articulo de Isegoria :
“El republicanismo y la crisis del rawlsismo metodologico. Debate sobre metodo y sustancia
normativa en el debate republicano.” En ese texto continuamos con una linea de investigacion iniciada
anos antes por Domenech, y las tesis metodologicas centrales de nuestra position sobre el
republicanismo clasico (europeo) y sobre la libertad republicana, desde un punto de vista historico y
conceptual. En torno a esta linea de investigacion giran los trabajos de la mesa, sobre cuatro filosofos
modernos republicanos y anti-republicanos: Maquiavelo, Hobbes, Locke y Adam Smith. Vaya
entonces como homenaje al filosofo reciente y tempranamente fallecido, Toni Domenech.

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S im p o sio : Reflexiones en torno al concepto republicano de libertad, en la tradicion politica europea
moderna. En Homenaje a Antoni Domenech Figueras.
C o o r d i n a d o r a s : Maria Julia Bertomeu y Fabiana Erazun.

Libertad y virtud republicana en los Discursos de Maquiavelo

Hector Marcelo J. Quiroga


UNComa

Introduction

La libertad es una de las ideas rectoras que nos permite realizar una reconstruction politica
del pensamiento republicano. Uno de los textos bisagra que posibilitan dicha intencion, tanto
historica como politicamente, es E l momento maquiavelico de J. Pocock. En este hay un interes por
argumentar en favor de una libertad desde una re lectura de los pensadores modernos hacia la idea de
libertad positiva de cuno aristotelico. En tanto que en la obra de Q. Skinner y, de alguna manera en
P. Pettit, hay un intento por romper con la distincion entre libertad positiva y negativa desde una
recuperacion del pensamiento politico republicano con base en las ideas romanas. En el amplio debate
sobre la idea de libertad en sentido republicano, A. Domenech y M. J. Bertomeu discuten la distincion
acunada por I. Berlin, entre libertad positiva y libertad negativa, para oponer una distincion mas cabal
entendida como libertad liberal y libertad republicana.
Es importante senalar la diferencia discutida por estos autores, en torno al debate politico
contemporaneo, entre un modo de entender la libertad en sentido republicano y otro en sentido liberal,
ya que en el primer caso estamos hablando de un tipo de libertad que implica el respaldo institutional
de la ley, a diferencia del liberal que ve en la ley un tipo de restriction de la libertad. Es por ello, que
en la concepcion republicana de la libertad nos hacemos libres solo en la ley. Cuando esa ley no es
arbitraria e injusta y esta garantizada por un proceso de soberania popular, y que por tanto la
intervention del estado es necesaria para restringir cualquier tipo de arbitrariedad.
El presente trabajo tiene el proposito de indagar sobre el concepto de libertad propuesta por
Maquiavelo en los Discursos sobre la primera decada de Tito Libio, y el nexo que entabla con el
imperio de la ley garantizado a partir de la participacion ciudadana. Es en el ejercicio republicano,
definido como virtud civica, donde los hombres se realizan como libres en la busqueda de un interes
comun y compartido. Centramos nuestra atencion en los conceptos de: bien comun, imperio de la ley,
participacion activa de los ciudadanos, deliberation politica, vinculo entre libertad politica y virtud
civica; que se encuentran en la base del pensamiento de Maquiavelo, ya que nos permiten justificar
su inscription a la tradicion republicana.
Un aspecto valioso a destacar en los Discursos sobre la primera decada de Tito Livio, es su
caracterizacion del concepto de virtud. En este tratamiento Maquiavelo se aleja de la tradicion
humanista, proponiendo un modo de entender la virtud politica separado de la virtud en sentido moral
y resguardada en el imperio de la ley. En este sentido, la virtud es una capacidad para enfrentar a la
fortuna, siendo la Republica el ordenamiento politico en el que se consolida la virtud civica en tanto
que defensa de la ciudadania y del bien comun.
La vigencia y potencia del pensamiento de Maquiavelo radica en que nos anima a pensar en
una idea de libertad republicana que nos posibilita cuestionar en nuestro presente la arbitrariedad y
los mecanismos de dominio ejercidos por el poder imperante. En los que se pone de relieve la
alienation del hombre y frente a estos, motivar alternativas de participacion del pueblo que permitan
generar estrategias de lucha y reconocimiento de derechos. Activando asi, escenarios posibles de
resistencia contra la voluntad arbitraria de los otros. Esto le da sentido a la idea de un patriotismo
republicano entendido como modo de vivir en comunidad, como afirma Maquiavelo, el pueblo es
garante de la libertad.
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Fortuna y Virtud (historicidad)

Para Pocock la teoria republicana es una forma primitiva del historicismo. Hay un aspecto
vinculado a lo que hoy denominamos historia, teniendo en cuenta que, la teoria republicana daba
respuesta y dotaba de inteligibilidad a los acontecimientos temporales. Es la teoria republicana, un
relato historico incipiente, que se nutre de conceptos tales como, costumbre, providencia y fortuna.
(Pocock 2017, 89)
Skinner, en su texto Maquiavelo (Skinner 1984, 54) trata el concepto de virtud como el
conjunto de cualidades capaces de hacer frente a las variaciones de la fortuna. Hay que tener en cuenta
que Maquiavelo parte de la tradicion humanista para definir el concepto de virtud. Pero luego se
desprende de esta tradicion. No siempre el Principe debe considerar racional el ser moral para alcanzar
sus logros y propositos. Maquiavelo separa, y este es uno de sus aportes significativos, la accion
politica de la moral. Si el principe sigue lo que la moral y las buenas costumbres, indica, hara una
ruinosa e irracional politica. (Maquiavelo 1999) Un principe defiende lo que es bueno cuando
puede... y sabe como hacer el mal cuando es necesario.
El principe si tiene pretensiones de conservar su gobierno, se vera en algunas oportunidades
de actuar en contra de la verdad, caridad, humanidad y religion. Maquiavelo para definir la accion
politica del principe, requiere redefinir el concepto de virtud, y por ello plantea un tipo de flexibilidad
moral, una ruptura con la tradicion humanista. (Maquiavelo 1999)
El principe debe adquirir el poder de no ser lo bueno, de aqui se sigue la nueva moralidad que
plantea contra el humanismo.
Viroli afirma que Maquiavelo siempre fue un republicano, y este nucleo de republicanismo
estaba centrado en: un compromiso con el bien comun; el imperio de la ley; y la participacion activa
de los ciudadanos en la deliberacion politica. Despliega argumentos en favor de la libertad politica y
la virtud ciudadana, entendiendo que no hay libertad sin virtud civica. Oponerse a la corruption;
servir al bien comun; resistir a los poderosos contra la tirania y cumplir los deberes civicos.

“Para los teoricos republicanos la republica es un ordenamiento politico y una forma de vida.
Esto es, una cultura. Para describir el amor del pueblo por sus instituciones republicanas y por
la forma de vida basada en ellas, Maquiavelo habla, por ejemplo, de amor al «vivere libero».
Otros republicanos de su tiempo definieron la republica como «un tipo de forma de vida de la
ciudad»” (Viroli 2001, 7)

Cuando Viroli recupera la tradicion republicana, en tomo a Maquiavelo plantea que la


republica es el mejor gobierno para garantizar la libertad, la dignidad y la prosperidad. En este sentido,
para Viroli, tanto el Principe como los discursos son complementarios, aunque parezcan
contradictorios.
De lo que se trata es de resistir a la opresion, quiza ahi radica una de las clave de la vigencia
de Maquiavelo. Viroli, el principe habla de las acciones politicas para reafirmar un orden politico
existente, necesario para liberar a un pueblo de la opresion o la corruption, para que los seres humanos
vivan una vida digna. Participar de la redencion politica es la verdad del principe que permanece
inmovil quinientos anos despues.
Es importante entender que en Maquiavelo hay un imperio de la ley, y esta genera un poder
coercitivo con relacion al pueblo, para atender al bien comun por encima del propio. La virtud se
origina en la education y esta en la ley.
Hay una tension entre El Principe y los Discursos, entre la monarquia absoluta y la republica,
cuyo tratamiento le vale a Maquiavelo ser considerado uno de los primeros pensadores politico
moderno. Dado que, Maquiavelo esta a favor del pueblo, de parte de la libertad y contra el dominio
absoluto. Por ello, la estrategia es realizar una lectura en paralelo entre E l Principe y los Discursos,
contra el pensamiento tradicional.

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Maquiavelo argumenta en favor de la virtud, no solo individual, sino de las leyes y de la


educacion, en tanto su valor politico y social. La tension entre E l Principe y los Discursos es la del
gobierno y la virtud, entre el Estado-Individuo y el Estado-Regimen, del Estado fuerza se pasa al
Estado ciudad. Algunas interpretaciones sugieren que no es independiente la monarquia de la
republica, porque define a Roma una republica que goza de la virtud, cuyo recorrido es el de un
imperio devenido en republica.
En este recorrido, en el que Maquiavelo muestra como Roma se convirtio en republica, senala,
que a fin de escapar de las acciones perniciosas y males, y en funcion del conocimiento de las buenas
y honestas, los romanos se sometieron a hacer leyes y ordenar castigos a quienes la infringian y que
“...de alii nacio el conocimiento de la justicia.” (Maquiavelo 2008, 58)
Cuando se encontraban con dificultades para nombrar al principe por sucesion y no por
eleccion, la multitud se armaba en contra del principe, constituyendo asi una democracia a partir de
la promulgacion de leyes que ponian el interes personal por el colectivo, para que sus hijos luego
debido a la variacion de la fortuna la transformaran en licencia.
Es la participacion de los tribunos del pueblo, lo que le permite a Roma llegar a ser una
republica perfecta. En esta tenian participacion no solo los reyes y la aristocracia sino que la
participacion del pueblo garantizaba el funcionamiento de la republica en pos del bien comun, en
tanto que verdadero regimen historicamente desplegado.
En este sentido, para Maquiavelo la virtud acompana a la republica, en tanto que fundada por
hombres libres. Entendiendo que esa virtud es dependiente de las leyes. Es el ordenamiento de las
leyes, guiado por principios virtuosos, de hombres libres, lo que vuelve virtuosa a la republica.

Aporte de Maquiavelo a la libertad republicana

Tanto en el libro I como en el libro II de los Discursos, Maquiavelo plantea la cuestion de la


libertad. Diferentes autores, entre los mas relevantes podemos senalar a Pocock, Skinner y Pettit,
tienen similitudes en la interpretacion republicana de la obra de Maquiavelo y en la interpretacion del
concepto de libertad.
Skinner y Pettit, coinciden en la interpretacion en sus lecturas sobre la obra de Maquiavelo en
un planteamiento de la libertad basada en la distincion berliniana entre libertad negativa y positiva.
En este sentido ser libres tiene que ver o consiste en estar protegido frente a interferencias arbitrarias,
a no ser interrumpido en la busqueda y persecucion de fines auto-elegidos. Sostienen que la idea de
libertad republicana se funda en la idea de que los ciudadanos son libres siempre que nada pueda
anteponerse en sus proyectos y lineas de accion.
Esta nocion de libertad es discutida en ““El republicanismo y la crisis del rawlsismo
metodologico: notas sobre metodo y sustancia normativa en el debate republicano” por Domenech y
Bertomeu, cuestionando el concepto de libertad basado en la distincion berliniana (que da sustento a
la propuesta tanto de Skinner como de Pettit) para justificar un planteamiento de la libertad
republicana en oposicion a la libertad liberal.
Se presenta de modo esquematico la estructura del argumento propuesto por Bertomeu y
Domenech, con vistas a justificar la libertad republicana en oposicion a la libertad liberal:

X es libre republicanamente dentro de la vida social si:


a- no depende de otro para vivir (autonomia);
b- nadie puede intervenir arbitrariamente, es decir ilicita o ilegalmente;
c- la republica puede interferir licitamente en la existencia social autonoma de X;
d- cualquier interferencia en la existencia de X, haciendole perder su autonomia social, es
arbitrario e ilicito. X queda a merced de terceros;
e- la republica esta obligada a intervenir en el ambito de existencia social privado de X, si este
tuviera la posibilidad de modo exitoso de privar a la republica del bien publico;

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f- X tiene en su libertad civico-politica derechos constitutivos que nadie puede arrebatarle y


que ni el mismo puede alienar (vender o donar a voluntad), sin perder su condicion de
ciudadano libre. (Bertomeu y Domenech 2005, 68-69)

La distincion berliniana entre libertad positiva y libertad negativa, identificadas inicialmente


como libertad liberal y libertad republicana, respectivamente, se vincula con la distincion entre
derechos negativos, derecho a ser intervenido y derecho positivo, derecho a ser asistido. Tal
distincion, puede ser cuestionada de acuerdo a las virtudes republicanas, que sostienen la
imposibilidad del sujeto de alienar su libertad o derechos basicos, afirmando la potestad de la
republica para intervenir en un sentido juridico-politico si tal cosa ocurriera, destacando a su vez que
la libertad republicana tiene una base material.
Desde el argumento de Domenech y Bertomeu, podemos distinguir la idea de libertad
Republicana de la distincion berliniana. De la que el republicanismo de Pettit tambien es presa, ya
que el mismo parte de la distincion entre libertad positiva y libertad negativa, para luego definir la
libertad republicana como no dominacion o intervention arbitraria, proponiendo de este modo una
libertad negativa refinada. (Pettit 1999) Se siguen consecuencias indeseables, si tomamos en cuenta
que estaria permitida una interferencia no arbitraria. Si X es pertinentemente interferible, entonces
puede enajenar su libertad, lo que en un sentido republicano es inadmisible. Por tanto, la distincion
berlniniana careceria de sentido.
A los fines del trabajo, es crucial poder despejar la idea de libertad republicana, del concepto
berliniano que distingue libertad positiva y negativa, y de este modo poder confrontar con claridad la
libertad en sentido republicano de la libertad en sentido liberal. Permitiendo interpretar desde esta
clave conceptual, el concepto de libertad que Maquiavelo define.
Maquiavelo identifica la libertad con las restricciones que el derecho impone, y se sigue de
aqui un principio fundamental del republicanismo. El gobierno de la ley es la condicion necesaria
para que los ciudadanos no se vean sometidos a la voluntad arbitraria de grupos de individuos o de
individuos particulares, y puedan de acuerdo con ello vivir libres de todo sometimiento. Es el imperio
de la ley el que genera las condiciones de la libertad. Es la formulation de las leyes, legitimadas por
los procesos en los que intervine la voluntad popular, lo que limita y restringe de ser necesario, las
pretensiones arbitrarias de los individuos o grupos de individuos.

Virtud civica: algunas notas para concluir en torno a las virtudes republicanas

Maquiavelo plantea que la grandeza de Roma es consecuencia de la participacion de todos


en el gobierno. Es la inclusion de los tribunos de la plebe lo que motiva tal interpretacion.

“De modo que los que ordenan prudentemente leyes, han conocido este defecto y huyen de
tales formas en si mismas, eligiendo una que participe de todas por juzgarla mas firme y mas
estable, en tanto una respeta la otra, y existiendo asi en una misma ciudad el Principado, la
Aristocracia y el gobierno Popular.” (Maquiavelo 2008, 60)

En el apartado cuatro del libro primero de los Discursos, Maquiavelo senala como los
tumultos y el reclamo del pueblo le permite a Roma ser una republica libre y poderosa; en tanto que
producto de la discusion entre la Plebe y el Senado.
La participacion del pueblo adquiere un lugar preponderate en la republica. Es el tumulto del
pueblo en pos del bien comun y de la libertad lo que conduce a la realizacion de una republica virtuosa
en la que prime la justicia y el orden publico.

“.. .los buenos ejemplos nacen de la buena education, la buena education de las buenas leyes
y las buenas leyes de esos tumultos a los que muchos condenan con desconsideracion y, si
alguien examina bien sus fines, no encontrara que hayan producido exilio o violencia alguna

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en desmedro del bien comun, sino leyes y ordenes en beneficio de la libertad publica.”
(Maquiavelo 2008, 64)

Maquiavelo senala como primordial el rol del pueblo en terminos de reclamo y participacion,
es el pueblo unido el que genera mejores condiciones para la libertad y la justicia, porque surgen del
hecho de estar oprimidos. Los tumultos ponen de manifiesto situaciones de desigualdad y opresion.
Maquiavelo celebra y elogia la participacion del pueblo en los tumultos de Roma, porque debido a
ellos surgio la creacion de los Tribunos y con ellos la participacion en la administracion popular.
(Maquiavelo 2008, 64-65)1
Es el pueblo (el sujeto colectivo) que adquiere la potencia de ser garante de la libertad. Para
Maquiavelo es el pueblo la primera causa de libertad en Roma. El lugar del pueblo vinculado a la
libertad es por su participacion en los reclamos, son los tumultos la primera causa de libertad en
Roma.
Es en el conflicto via participacion popular, en tanto que division social, que Maquiavelo
encuentra la condicion de posibilidad de la republica y el resguardo de la libertad. Plantes en el Cap.
V, el modo en que Roma resguarda la libertad en el pueblo. Este aspecto es importante a nuestros
fines debido a que, permite desarrollar el concepto de virtud republicana, fundado en la participacion
ciudadana en pos del bien publico. Luego en el Cap. VI; encontramos que la Republica que quiera
mantenerse debe confiar la libertad al pueblo. El analisis que realiza Maquiavelo centra la atencion
en el conflicto entre el pueblo y el senado, entendiendo que la libertad deriva de ese conflicto. El
pueblo posee la mayor necesidad de vivir libre (porque su experiencia es de opresion) por tanto el
resguardo de la libertad esta ahi. En tanto que cuestiona a la nobleza por su desmedida necesidad de
domination, por ello va a encontrar el equilibrio en el pueblo, en el deseo de libertad de los pueblos.

“Mediante la instauracion de la virtud civica, la republica o polis, asegura su propia estabilidad


en el tiempo, y asegura su propia estabilidad en el tiempo, y encamina el desarrollo de la
materia prima humana que la nutre hacia la realizacion de aquella vida politica que constituye
el fin del hombre.” (Pocokc 2017, 272)

Concepto que tiene que ver con la temporalidad y el concepto de forma en Aristoteles.

“.. .la nocion de virtud civica adquiere una significacion aun mas profunda: el de la virtud del
hombre como animal politico, fin al que, por lo demas, tiende naturalmente el hombre.”
(Pocokc 2017, 272)

Por tanto, la virtud de cada ciudadano tiene que ver con anteponer el bien comun al suyo
propio, es esa virtud la que nos salva de la corruption impuesta por la temporalidad de la fortuna.
Maquiavelo nos permite pensar nuestro presente a partir de una clave conceptual que puede
acercarse a nuestro contexto politico actual y que tiene que ver con la posibilidad de plantear al
ciudadano en torno a las virtudes civicas. Es en el espacio publico el lugar del reconocimiento de la
civilidad y de la generation de acciones tendientes al bien comun. No es posible pensar una
democracia en otros terminos, por fuera de los parametros republicanos, si pretendemos generar las
condiciones para una sociedad mas justa e inclusiva. Para el caso es necesario generar una conciencia
ciudadana o un tipo de patriotismo (patriotismo constitutional en el sentido habermasiano) en el que
nos reconozcamos como miembros de una comunidad regida por normas justas y legitimadas por una
soberania popular.

1 Al final del capitulo cuarto del libro primero, Maquiavelo senala un aspecto que merece la atencion, vinculado a la
protesta y al logro de acuerdos, porque cuando la posiciones son desmedidas el pueblo tambien entiende; ... aunque sean
ignorantes son capaces de verdad” y capaces de ceder en pos de la verdad, por tanto dota al pueblo de entendimiento
para el tratamiento de los aspectos publicos.

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Entendemos que este es uno de los atractivos del pensamiento de Maquiavelo, que nos
aproxima al republicanismo desde la virtud ciudadana. El orden y la organizacion a partir de la ley.
En el imperio de las leyes justas nos hacemos libres.

Bibliografia

Berlin, I. (2005) Dos conceptos de libertady otros escritos; Madrid; Alianza.


Bertomeu, M. J.; Domenech, A. (2005) “El republicanismo y la crisis del rawlsismo
metodologico: notas sobre metodo y sustancia normativa en el debate republicano”; Isegoria; N° 33;
Madrid.
Domenech, A. (2004) E l eclipse de la fraternidad; Barcelona; Critica.
Gascon, D. (2003) “La Herencia de Maquiavelo”; en: Entrevista con Viroli, M ; Letras libres;
Mexico.
Gargarella, R. (2001) E l republicanismo y la filosofia politica contemporanea; Bs. As.;
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Habermas, J. (1999) La constelacionposnacional; Bs. As. Paidos.
Maquiavelo, N. (1999) E l Principe; Bs. As.; El Aleph.
Maquiavelo, N. (2008) Discursos sobre la primera decima de Tito Livio; Bs. As.; Losada.
Pettit, P. (1999) Republicanismo: una teoria sobre la libertad y el gobierno; Barcelona;
Paidos.
Pocock, J. (2017) £7 momento maquiavelico; Madrid; Tecnos.
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Skinner, Q. (1986) Libertad antes del liberalismo; Madrid; Taurus.
Viroli, M. (2001) “El sentido olvidado del patriotismo republicano”, Isegoria; N° 24; Madrid.

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S im p o sio : Reflexiones en torno al concepto republicano de libertad, en la tradicion politica europea
moderna. En Homenaje a Antoni Domenech Figueras.
C o o r d i n a d o r a s : Maria Julia Bertomeu y Fabiana Erazun.

Hobbes: Libertad Natural vs Libertad Republicana

Rodrigo I. S. Garay
UNComa

El presente trabajo se encuentra inscripto en el marco de un proyecto de investigacion78 que se


interesa por indagar la raiz historica de ciertos conceptos normativos republicanos en la filosofia
politica moderna y contemporanea, y especialmente el concepto de libertad, que es centro de la
constelacion conceptual en tomo del que giran temas tales como la virtud ciudadana, la propiedad y
la autopropiedad, el autogobierno, el trabajo asalariado como trabajo no libre y algunas propuestas
actuates de diseno institucional republicano, como lo son la Renta Basica o Ingreso Ciudadano,
destinadas a proteger la libertad republicana en un mundo en el que crecen la desigualdad y la
exclusion.
El republicanismo es una corriente filosofico-politica con una larga historia, que tiene sus
origenes en el pensamiento antiguo. Dicha tradicion, se caracterizo por poner a la libertad siempre en
oposicion a la esclavitud. La diferencia entre libertad y esclavitud es equivalente a aquella entre
personas juridicamente independientes (sui iuris) y dependientes (ahem iuris). Estos ultimos, los
alieni iuris, estan bajo el poder de otro (in pole stale), sujetos a un poder o voluntad arbitraria de un
amo (dominus). La caracteristica concepcion romana de la libertad y de la esclavitud (independencia
y dependencia) fue decisiva para la organization de la vida civil en Roma y tambien, como senala
Quentin Skinner, esta antinomia fue determinante para elaborar argumentos republicanos anti-
monarquicos en la Inglaterra de los siglos XVII y XVIII, dado que a los opositores de la corona les
inquietaba que, si la corona ejercia su derecho de prerrogativa, con ellos estuvieran asentando la base
de un poder arbitrario que sometiera al pueblo ingles a la servidumbre. Entonces, la tesis central para
la condena de la monarquia consistia en identificar al monarca absoluto con un dominus, cosa que
convertia a los subditos en unos alieni iuris, inpotestate de un amo.
El proposito de este trabajo es explorar el concepto de Libertad de uno de los defensores de la
monarquia absoluta inglesa, Thomas Hobbes, para asi contraponerlo con las ideas del republicanismo.
Thomas Hobbes, en su obra Leviatan (Hobbes, 2000), distingue dos mundos: el natural y el
artificial. El primero se compone de cuerpos en movimiento, gobernado por leyes de la naturaleza,
donde el hombre, en estado de naturaleza, se encuentra en completa libertad de hacer lo que se le
plazca para la conservation de su vida. El segundo, se conforma por un cuerpo de leyes civiles,
creados por nosotros mismos, con el fin de regular las relaciones mutuas, limitar la libertad para
garantizar la paz, a este lo llamamos Estado.
Hobbes en el capitulo XIV de dicha obra, define una serie de conceptos que van a atravesar su
defensa de las monarquias absoluta: Derecho Natural, Libertad Natural y Ley Natural. Define
Derecho Natural como la libertad del hombre de usar su poder como quiera, para la conservation de
su propia naturaleza y su vida. Libertad Natural (en sentido estricto como libertad corporal) es la
libertad que tiene los cuerpos de moverse con ausencia de impedimento externo, que reduce parte del
poder de un hombre de hacer lo que quiera, pero este impedimento externo no puede hacer que utilice
el resto de poder que la queda segun su juicio o razon. Por ultimo, Ley Natural, es un precepto o
norma en el cual se prohibe a un hombre hacer aquello que pueda destruir su vida o privarlo de los
medios para conservarla. (Hobbes, 2000)

78 Vigencia de la tradicion republicana como alternativa emancipatoria para el siglo xxi. debates y controversias, Directora
de Proyecto: Dra. Fabiana Erazun UNComa
177
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En el estado de naturaleza se vive en una condicion de guerra constante, donde cada hombre
tiene derecho y la libertad de hacer cualquier cosa, incluso con el cuerpo de otros, a fin de
proporcionarse los medios de subsistencia. Segun Hobbes mientras persista el derecho natural, no
puede haber seguridad para nadie. De esto, Hobbes deriva dos leyes de la razon que garantizaran la
seguridad del hombre, estas son: 1) Cada hombre debe esforzarse por la paz y 2) Uno acceda a
renunciar, siempre y cuando los demas tambien, al Derecho Natural y a la Libertad, si se considera
necesario para la paz y la defensa de uno mismo. El abandono de un derecho se realiza por renuncia
o transferencia a otra persona. En esto radica el pacto de los hombres al vivir en sociedad. El motivo
de la renuncia es la seguridad de la persona en su vida y sus modos de conservarla. Por lo tanto,
Hobbes, pone limites al pacto, planteando que hay derechos que no se pueden renunciar o transferir
a otro. Como por ejemplo, un hombre no puede renunciar al derecho de resistirse a quien lo asalte, es
incomprensible que de esto se derive bien alguno. Esto es igual para las lesiones, la esclavitud o los
encarcelamientos. Ningun hombre puede transferir o despojarse de su derecho a protegerse, un pacto
de no defensa de si mismo con el uso de la fuerza, segun Hobbes, es nulo.
Estos conceptos atraviesan la obra de Hobbes en su defensa de los estados monarquicos, pero
le dedica un tratamiento especial a uno de ellos, otorgandole un lugar central en su desarrollo, este
concepto es el de la Libertad, al cual le dedica todo un capitulo, el XXI, titulado: de la libertad de los
subditos. Alii vuelve a definir la Libertad en terminos de ausencia de oposicion, y por oposicion lo
entiende como impedimento fisico externo. Esta idea puede aplicarse a todas las criaturas irracionales
e inanimadas como a las racionales. Cualquier cosa que este sujeta de tal modo que no puede moverse
sino dentro de un espacio determinado por la oposicion de algun cuerpo externo, no es libre. El
Hombre Libre “es quien que en aquellas cosas que es capaz por su fuerza o su ingenio, no esta
obstaculizados hacer lo que desea”. (Hobbes, 2000, 171).
Siguiendo los lineamientos de Skinner (Skinner, 2010), Hobbes introduce una nueva
concepcion de Libertad que plantea la distincion entre impedimento externo e impedimento arbitrario
o intrinseco. Segun esta posicion novedosa, un agente que esta atado, carece de libertad para moverse,
pero el impedimento no radica en el sino, en sus ataduras. En cambio, una persona que esta postrada
en su cama por motivo de alguna enfermedad, tendria un impedimento intrinseco en ella, que suprime
el poder realizar determinada accion, hace que la persona sea incapaz de realizar tal accion. Por lo
tanto, mientras que los impedimentos externos suprimen la libertad, los impedimentos intrinsecos
suprimen el poder o la capacidad de. Esto le sirve a Hobbes para plantear que la libertad y el temor
no son opuestos, sino coherentes. Dado que, el temor no es externo, sino intrinseco de la persona. El
miedo es un resorte de la voluntad, la voluntad es movida por las pasiones (como el deseo o la
aversion), que lleva a la razon a una deliberacion y asi la accion es un producto de la deliberacion de
la razon. Asi, por ejemplo, un hombre que tira la mercancia al mar por temor a que se hunda el barco,
delibera y actua, podria en su deliberacion abstenerse de tirar la mercancia. Lo mismo con un hombre
que paga sus deudas por temor a las carcel, seria libre de pagar o no la deuda. (Hobbes, 2000) La
Libertad estriba en que no hay barreras que impida hacer lo que mi voluntad tiene de hacer, la
Libertad esta vinculada a la voluntad. Entonces, un agente que actua coaccionado por temor a la ley
del soberano, en su deliberacion y posterior accion estaria actuando voluntariamente y por lo tanto de
manera libre.
Asi como la Libertad y el temor son coherente, Hobbes se propone mostrar ademas, que la
Libertad y la necesidad tambien lo son. Dado que toda accion procede de la voluntad de satisfacer
algun deseo o inclinacion, estas serian intrinsecas por lo tanto no serian un impedimento de la
Libertad. Las necesidades surgidas de las pasiones, de los deseos o las aversiones, llevan a la accion
de la voluntad. El acto voluntario va precedido, como ya dije, por una deliberacion de la razon que
muestra al hombre alternativas para el apetito o la fuga. La Libertad y la necesidad serian coherentes.
El dice que toda accion voluntaria procede de alguna causa y esta de otra, asi sucesivamente
hasta llegar a una causa original que es la voluntad de Dios, Dios ve que la Libertad del hombre va
acompanada con la necesidad de hacer lo que Dios quiera, dado que el hombre no puede tener pasion
o apetito que no sea por la voluntad de Dios. Asi el hombre para alcanzar la paz, satisfacer la necesidad

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de seguridad, ha creado el Leviatdn, un hombre artificial que llamamos Estado, y tambien ha creado
las leyes civiles que son las ataduras artificiales, que han fijado por pacto el poder dado al soberano.
Ahora, nos dice Hobbes, que si consideramos que no hay Estado que regule todas las acciones, se
sigue que en toda tipo de acciones conforme a la ley, los hombres tienen la libertad de hacer lo que
sugiere su razon. Entonces la Libertad del subdito radica en las aquellas cosas que la regulacion de
sus actos las ha determinado o no el soberano siguiendo la voluntad de Dios. Es en este punto, donde
la Libertad estriba en el silencio de la ley. Es donde Hobbes despliega todo un abanico de
posibilidades en que el subdito es libre como por ejemplo, la libertad de comprar y vender, de hacer
contratos, de escoger su residencia, su alimento y su propio genero de vida, etc. donde el soberano no
ha regulado por ley la accion el subdito tiene plena libertad segun lo que dictamine su voluntad. Por
otro lado, teniendo en cuenta la definicion de Ley Natural y la idea de derechos intransferibles, el
subdito es libre de actuar segun su voluntad de tal o cual manera siguiendo o no la ley del soberano,
y el soberano es libre segun su voluntad de condenar o no sus actos. Segun Hobbes, el subdito tiene
la libertad de negarse a ciertas cosas que ordena el soberano. El subdito tiene la libertad en todas
aquellas cosas cuyo derecho es intransferible en el pacto. Si el soberano le ordena que se mate, hiera,
mutile, o que no se resista a quien quiera atacarlo o que se abstenga de ingerir alimento, del aire, de
la medicina o cualquier otra cosa que sea necesaria para vivir, el hombre tiene la libertad de
desobedecer. Segun Skinner la lista de derechos itialienables es notablemente extensa, que va desde
la propia defensa fisica y no agredirse a si mismo, a negarse a declarar en su contra y hasta la
preservation de la buena reputation y negarse a trabajos deshonroso.
Por ultimo, la Libertad se vincula con el Estado. Hobbes plantea que la Libertad del Estado es
la misma que tendria los hombres si no existiesen leyes civiles, ni Estado. Entre hombres que no
reconozcan un serior hay perpetua guerra. Esto es lo que ocurre con la Libertad del Estado. Los
Estados y las Republicas que no dependen unas de otras, tienen absoluta libertad de hacer lo que
consideren mas conducentes para su beneficio. Cualquier Estado es libre, en el sentido que sus
representantes tuvieran la libertad de resistir o invadir a otro pueblo. Esto es tanto en los Estados
monarquicos como Estados mas populares, la libertad segun Hobbes sigue siendo la misma.
Para concluir, por lo expresado hasta aca, el argumento contra los teoricos republicanos de su
epoca tiene tres aristas: la Libertad, el Hombre Libre y la Libertad de los Estados.
Al definir la Libertad como ausencia de impedimento fisico externo, ataca directamente las
ideas republicanas de la Libertad como no domination, vivir a salvo de todo poder arbitrario que nos
haga alieni iuris. Hobbes con la distincion de impedimento externo (que obstaculizan la libertad) e
impedimento intrinseco (que obstaculizan la capacidad), dejando afuera este ultimo como fuente de
restriction de la Libertad, argumenta que la Libertad es compatible con el temor y con la necesidad,
dado que toda accion es producto de una deliberacion de la razon, en que se toma una decision por
dos alternativa (lo apetecibles o la huida). Toda accion de un agente, ya sea por coaccion o por
limitation de alguna necesidad, seria libre. Esto sumado a la idea que hay derechos intransferibles,
fundamenta que es posible vivir en libertad bajo el dominio del soberano, porque siempre el subdito
guarda un grado de Libertad Natural. Esta concepcion de Libertad va a sostener que el Hombre Libre
es aquel que no esta obstaculizado para realizar todas aquellas cosas que se encuentran en su voluntad.
Segun Skinner, varios portavoces de la corona insinuaban que la Libertad no debia defmirse como el
liber homo republicano, alguien que vive con independencia de la voluntad de un tercero, quien esta
a salvo de ser arbitrariamente obstaculizado suprimiendo la Libertad, pero estos voceros de la corona
no alcanzaron a dar una definicion explicita de lo que es ser un Hombre Libre. Fue Thomas Hobbes
quien ofrece una definition clara de Hombre Libre, en oposicion a esta concepcion republicana de
liber homo, el plantea que un Hombre Libre nada tienen que ver con ser Sui iuris, o vivir con
independencia de un tercero. Simplemente ser Hombre Libre, significa no verse impedido por
obstaculos externos para actuar de acuerdo a su voluntad. Por lo tanto, se puede ser libre bajo el
dominio de un soberano, ya que en toda forma de gobierno el hombre goza de plena libertad para
desobedecer las leyes, todo acto que los hombres realizan por temor a las leyes son actos que los
agentes tenian la libertad de desobedecer. El Leviatan de Thomas Hobbes, afirma Skinner, es un hito

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en las teorias modernas de Libertad, dado que hasta entonces nadie habia ofrecido una explicacion
de Hombre Libre en oposicion a los teoricos de la posicion republicana y sus fuentes clasicas.
Hobbes pretende invalidar la tesis republicana que solo es posible vivir en libertad dentro de un
Estado Libre. Dado que la Libertad Natural no se ve restringida por las leyes civiles y teniendo en
cuenta que la Libertad, segun Hobbes, es ausencia de impedimentos externos, entonces incluso las
formas de gobiernos monarquicas son enteramente compatibles con la Libertad Natural. Ademas, la
Libertad que gozan los Estados es similar a la que gozaria el hombre en estado de naturaleza, por lo
tanto, todo Estado (independientemente si es monarquico o democrata) es libre de definir sus acciones
y su politica exterior.
Thomas Hobbes apunta su artilleria argumentativa a los enemigos de la corona, clerigos
sediciosos, y escritores Democratas que se dedicaban al estudio y enseflanza de autores clasicos, que
segun el, movidos por una reverencia a la antiguedad clasica popularizaron una serie de creencias
erroneas y peligrosas acerca de la Libertad, entendida como vivir a salvo de un poder arbitrario y que
en consecuencia solo se puede vivir en libertad bajo un Estado Libre, entendido en oposicion a los
Estados monarquicos. Esto para Hobbes debilita al Estado conduciendo a la sedicion y por
consiguiente a la disolucion del Estado, trayendo consigo un estado de guerra, donde el hombre es
lobo del hombre.

Bibliografia:

FERNANDEZ PEYCHAUX, D., (2013), “Thomas Hobbes: libertad, miedo y resistencia


politica”, 1NGEN1UM. Revista de historia del pensamiento moderno, N° 7.
HOBBES T. (2000), Leviatari, Mexico, FCE.
SKINNER Q. (2005), “La Libertad de las Republicas <^un tercer concepto de libertad?”,
ISEGORIA N° 33.
SKINNER Q. (2010), Hobbes y la Libertad Republicana, Bs. As., Prometeo.

180
S i m p o s io : Reflexiones
en torno al concepto republicano de libertad en la tradicion politica europea
moderna. En homenaje a Antoni Domenech Figueras.
COORDINADORAS: Maria Julia Bertomeu y Fabiana Erazun.

Ensayo de una relectura conceptual de Adam Smith desde una mirada


republicana

Ana Lucia Guillermina Labate


UNComa

Presentation del problema

La figura de Adam Smith puede remitirnos a aquella imagen de “la mano invisible” del
mercado, a la idea de un Estado minimo que deje rienda suelta a las reglas del intercambio comercial
que todo lo acomoda, y que a fin de cuentas siempre derrama sobre los desposeidos algunas -las que
merecen- migajas del crecimiento economico y financiero. Todos estos conceptos rodean a la figura
de este pensador escoces del siglo XVIII, y no son arbitrarios, sino que se extraen de algunas lecturas
que podemos hacer sobre historia de la politica o de la economia desde la tradicion liberal, que se han
apropiado de Smith como fundador de una doctrina, para lo cual han tenido que limitar parte de su
obra, su influencia en muchos discipulos y sus antecedentes intelectuales.
Entendiendo que es siempre necesario contextualizar historicamente el surgimiento de los
conceptos y teorias, podemos brevemente senalar dos cuestiones. En 1776 se publicaba La riqueza
de las naciones, y vale decir entonces que Smith se ubica dentro de la corriente economica y politica
clasica, en un momento donde era razonable su optimismo sobre el capitalismo del mercado y sus
beneficios en el desarrollo de la civilization y las libertades individuates, asi sus conceptos tienen un
significado particular. Y tambien, la segunda cuestion, es necesario entender que la fase del
capitalismo que sobrevino despues y que sufrimos actualmente, no es compatible con la teoria de A.
Smith, es decir, no es el estado de situacion que el describio, y por tanto no cabe exigirle que anticipara
y explicara la revolucion industrial y la crisis posterior del capitalismo financiero. No obstante, si
senala Smith varias de las consecuencias de ese desarrollo de cuyos initios si fue testigo, y asi, por
ejemplo, anos antes que Marx en sus Manuscritos, advierte sobre la division y especializacion del
trabajo y su impacto en el empobrecimiento emotional e intelectual de la clase obrera. Y como este,
encontramos en su obra mas elementos significativos para sostener que puede ser leida como una
critica etica y politica al capitalismo posterior.
Este trabajo pretende seguir a David Casassas y Antoni Domenech, en una lectura diferente a
la que hiciera el liberalismo en sus distintas versiones de Adam Smith. Y vamos a poder sostener a
partir de alii que Smith se inscribe en realidad dentro de la tradicion republicana. Se pretende revisar
puntualmente dos cuestiones que permiten afirmar lo anterior: por un lado, la concepcion sobre la
libertad y la propiedad, y por el otro, el papel asignado a la intervention estatal. Para esto, se
rescataran los conceptos neo-republicanos, a partir de Philip Pettit y Quentin Skinner.

Libertad y propiedad

Sobre este primer par de conceptos, en la tradicion republicana la libertad, que es valor
prioritario, se define como ausencia de domination (arbitraria), y no como ausencia de interferencia
tal como la concibe la tradicion liberal. Se entiende por domination, entonces, a la interferencia
arbitraria, ilegal, que, desde posiciones superiores de poder, se ejerce sobre los ciudadanos o sobre
determinados grupos y que dana sus ambitos de existencia social privada y autonoma, haciendoles
perder capacidad de decision sobre su vida. Esto es, perder la capacidad de obrar por la propia
voluntad, poniendolos a merced de terceros. Quien depende de otro para vivir, es arbitrariamente
interferible por el, y no es capaz de ejercitar la virtud ciudadana. La libertad se plantea siempre en
181
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estrecha relacion con el concepto de propiedad porque se es un sujeto libre si se tiene una existencia
autonoma garantizada, es decir si se tiene algun tipo de propiedad que le permita subsistir bien. La
propiedad privada y el control sobre los recursos que cada quien posee es por consiguiente condicion
de posibilidad de la independencia individual, haciendo posible el ejercicio de la libertad politica y
de la virtud ciudadana.
Con todo esto coincide Smith. Al respecto es interesante rescatar lo que para el es la esperanza
y la figura clave de ese proceso civilizatorio de la libertad del capitalismo comercial, la figura del
productor libre e independiente: o bien porque es dueno de los medios de produccion, o bien porque
controla su actividad productiva, y esto le permite desplegar efectivamente sus proyectos y planes de
vida. El republicanismo tradicional se fundaba en la propiedad de la tierra, pero como el de Smith
dijimos que es un republicanismo comercial, este se centrara en la propiedad comercial y en el control
de los procesos de creacion y distribucion del producto social que ejecutan los productores libres
(Casassas, 2010).
La forma republicana de gobierno exige como condicion necesaria una distribucion igualitaria
de los medios de produccion y subsistencia. Una republica (entendida como una comunidad politica)
es una asociacion de personas libres e iguales (iguales en tanto que reciprocamente libres), por lo
tanto, que alguien dependa de otro para vivir, presupone la existencia de propiedad privada en manos
de grupos o clases sociales que tienen el poder para excluir a otros del uso de los recursos naturales
y medios de vida. Quien no posee propiedad solo puede vivir con el permiso de otros, por lo tanto,
no es libre.
Si bien Smith no se inscribe en la tradicion republicana de caracter democratica (porque no se
ocupo nunca de la inclusion de la mayoria pobre en las instituciones de gobierno), si abogo en su
programa politico-normativo por la universalizacion de la libertad de los pequenos artesanos y el
campesinado del yugo de las relaciones de produccion de su epoca (Casassas, 2010).

Acerca de la funcion estatal

El Estado lo entendemos a partir del siglo XVI, en relacion a las monarquias y principados
absolutistas, como un aparato administrativo estable y desligado de la sociedad civil. Pero diferente
era la concepcion en la antiguedad y el Medioevo, en donde la estructura de los funcionarios no era
autonoma de la sociedad civil, porque no habia una division del trabajo que implicaba la
administracion. Sin embargo, ya Smith entenderia, siguiendo a Locke, que los cargos politicos son
fideicomisarios: es decir el derecho al cargo y la autoridad politica son cedidos por los ciudadanos, y
deponibles por estos, sin mas que la retirada de su confianza.
A partir de una lectura libertariana podemos interpretar que el planteo de Smith apunta a un
Estado minimo, cuando en realidad, podemos observar en La riqueza de las naciones que, todo lo
contrario, indica que no hay libertad ni propiedad privada posible sin la participacion de las
instituciones de gobierno brindando cierto marco para que estas sean posibles. Es cierto que una de
las funciones principales del Estado es la de brindar seguridad a los ciudadanos, es decir cuidar la
propiedad privada. Pero alii lo que se rescata es justamente que, sin un gobierno civil, que procure
esa seguridad, no hay ley del mercado que alcance, o, dicho de otro modo, es condicion necesaria de
la libertad comercial y de la propiedad el tener instituciones que resguarden esas posibilidades.
Es cierto que hay un sistema de libertad natural, sostiene Smith. Pero no se impone por si
mismo, sino que se consigue, determina, protege y se sostiene politicamente a partir de la intervencion
-no arbitraria- estatal, a partir de un determinado entramado politico y legislativo que garantice ciertas
condiciones para que esa libertad sea efectiva, lo que podria decirse “la mano invisible del Estado”.
Porque se entiende que, en una realidad social atravesada por division de clases, esa “libertad natural”
en manos de unos pocos y utilizada de modo inapropiado puede poner en el peligro a la sociedad
entera.
La economia politica siempre ha enfocado su analisis en el mercado. Como sabemos, para el
capitalismo, todo puede ser mercancia destinada al mercado. Este determinara los mecanismos que

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regulan la reproduccion social. Pero el “mercado libre”, para Smith y para la economia politica
clasica, tiene poco que ver con el discurso que adoptara sobre este tema la tradicion posterior
“neoliberal”. Es, para Smith, un mercado constituido e intervenido politica e institucionalmente para
limitar a los oligopolios, a los magnates financieros y a los rentistas agrarios: ya que los intereses de
estos “nunca coinciden exactamente con los de la sociedad, porque tienen generalmente un interes en
engartar e incluso oprimir a la comunidad, y que de hecho la han engafiado y oprimido en numerosas
oportunidades” (Smith, 2016, 344). La acumulacion de riqueza, aquello que busca la dinamica del
capitalismo como resultado del trabajo y la tierra de un pais, debe reflejarse finalmente en el
incremento del nivel de vida del pueblo, y no de unos pocos. Por eso cabe la diferenciacion que
sostiene entre defender el capitalismo y defender a los capitalistas. Estos seran utiles a la sociedad
solo en la medida en que compitan en el Mercado para ofrecer bienes y servicios buenos y baratos
que beneficien a los consumidores. En definitiva, lo que ha de lograr la intervention estatal es un
mercado libre de asimetrias de poder.
Podemos reconocer en la lectura de La riqueza de las naciones un espiritu comunitario, en el
sentido de la idea republicana de “comunidad de pares”, que si bien Smith comienza planteando que
el interes propio es algo natural del ser humano (porque es una tendencia natural la de cuidar y
proteger siempre al nucleo de los mas allegados), esto no implica una actitud individualista, ya que
los lazos que se construyan socialmente deben ser para desarrollarse en un piano de igualdad con
nuestros conciudadanos, a quienes reconocemos como nuestros semejantes, como condicion
necesaria para nuestro desarrollo pleno. Asi, explica, “cada individuo esta siempre esforzandose para
encontrar la inversion mas beneficiosa para cualquier capital que tenga. Es evidente que lo mueve su
propio beneficio y no el de la sociedad. Sin embargo, la persecution de su propio interes lo conduce
natural o mejor dicho necesariamente a preferir la inversion que resulta mas beneficiosa para la
sociedad” (Smith, 2016, 552), comprendiendo que el ingreso anual es la suma del trabajo de cada
individuo, todos trabajan para hacer que ese ingreso de la sociedad sea el maximo posible.
Finalizando La riqueza de las naciones, Smith establece cuales deben ser, en este contexto y
para lograr un Estado con las caracteristicas mencionadas, los deberes del soberano. El primero de
ellos tiene que ver con la proteccion frente a la violencia o invasion de otras sociedades, que sera
posible mediante la fuerza militar. El segundo, como ya se desarrollo, es el de “proteger a cada
miembro de la sociedad contra la injusticia y la opresion de cualquier otro miembro de la misma, o
el deber de establecer una administration exacta de la justicia” (Smith, 2016, 674). El tercero y ultimo
deber del soberano -del estado- es el de construir y mantener las instituciones y obras publicas que
no puede esperarse que ningun individuo o grupo de individuos (privado) vaya a construir o mantener,
pero que son enormemente ventajosas para una gran sociedad. Estas son aquellas que facilitan el
comercio de la sociedad (puentes, caminos, puertos, etc.) y las que promueven la instruction del
pueblo (con atencion especial a aquellos que no tienen rangos o fortunas). “Aunque el estado no
obtuviese ventaja alguna de la education de las clases inferiores del pueblo, igual deberia cuidar que
no quedasen completamente sin instruction. Ahora bien, el estado deriva una ventaja considerable de
esa education. Cuando mas instruida esta la gente menos es enganada por los espejismos del
fanatismo y la superstition (...) Un pueblo educado e inteligente siempre es mas decente y ordenado
que uno ignorante, porque cada persona se siente individualmente mas respetable, y mas susceptible
de obtener el respeto de quienes son legalmente sus superiores” (Smith, 2016, 721-722), y asi
dispuesta a obedecer y no juzgar precipitadamente al gobierno.

Consideraciones finales

Antoni Domenech nos senala tres anacronismos que explicarian la dificultad en el acceso a
Smith: primero lo que el llama el eclipse de toda la tradicion del pensamiento politico, economico y
filosofico que significo el ataque de Bentham y el triunfo de la llamada revolucion neoclasica en el
pensamiento economico academico (triunfo del utilitarismo). En segundo lugar, el avance del
liberalismo como fenomeno politico europeo, que trato de anexarse, desdibujandolo, al

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republicanismo revolucionario de Locke y Kant, y al republicanismo mas moderado de Smith. Y, en


tercer lugar: la destruction de la vida academica e intelectual que significo el periodo 1914-1945 que
interrumpieron la vida y el desarrollo intelectual de dos generaciones de cultura europea (Domenech,
2010). Por eso es que intentar un acercamiento a la teoria economico-politica de Smith reviste cierta
dificultad y es necesaria una lectura profunda. Y como este es apenas un trabajo initial, de una
primera lectura, solo pretendio rescatar lo que resulta como fundamental para desenredar las
interpretaciones que han acompanado a Smith, y revisar asi su teoria a partir del contexto historico y
social de su planteo politico-economico.
A modo de sintesis de lo expuesto, la tradicion republicana pondera la constitucion de
instituciones politicas capaces de intervenir la vida social con el objetivo de erradicar las asimetrias
de poder, o vinculos de dependencia, que, reconoce, le son inherentes. El Estado debe respetar los
proyectos de vida de los ciudadanos impidiendo que se den formas de domination, ese es el
instrumento colectivo de los individuos que crean las instituciones politicas. No se debe permitir la
accion de los mas poderosos en desmedro del conjunto de la ciudadania. Pero esto no implica pensar
a los mercados como instituciones per se nocivas, porque, en definitiva, los intercambios comerciales
son compatibles con la libertad republicana, con los recaudos planteados. El ideal del productor libre
que nos presenta Smith exige que existan condiciones en esos mercados que permitan al individuo
tener poder de negotiation para acceder a bienes y recursos de acuerdo a lo que le resulte conveniente.
Si hoy los estados capitalistas se olvidan de que lo importante en definitiva es el desarrollo de
los individuos, de sus planes de vida, que el rol de esos estados es fundamental para que viva bien el
conjunto de la ciudadania y limitar a los grupos concentrados de poder, es porque en estos casi
trescientos anos que nos separan de Smith no hemos entendido el mensaje.

Referencias

Casassas, D. (2010), La ciudad en llamas, Espana, Editorial Montesinos.


Domenech, A. (2010), Prologo a La ciudad en llamas, Espana, Editorial Montesinos.
Smith, A. (2016), La riqueza de las naciones, Espana, Alianza Editorial.

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Reflexiones en torno al concepto republicano de libertad, en la tradicion politica europea
S im p o sio :
moderna. En Homenaje a Antoni Domenech Figueras
COORDINADORAS: Maria Julia Bertomeu y Fabiana Erazun.

J. Locke: aportes para una relectura republicana

Fabiana Erazun
UNComa

Introduction

Considerar a J. Locke como padre del liberalismo ha sido un tema indiscutido durante muchas
decadas, aunque tal adscripcion tenga serios inconvenientes. El mas obvio, pero no por ello
insignificante es el anacronismo: J. Locke nace en 1632 y muere en 1704, por lo que faltan cien anos
para que el termino liberalismo se instale en el escenario politico. Segun A. Domenech, fue en las
Cortes de Cadiz (1812) en donde el liberalismo conformo una position politica definida. Y es sabido
que en Inglaterra el Partido Liberal se fundo en 1859. Por lo que si tenemos en cuenta la fecha de
muerte de Locke falta mas de cien anos para que el termino liberalismo se instale en el escenario
politico. Sin embargo, el foco de esta contribucion no sera el anacronismo.
Instalandonos en la teoria republicana historica, en la linea trazada por A. Domenech, es
posible afirmar que los conceptos filosofico politicos y los filosofos que los usan, se inscriben en
contextos historicos complejos, mostrando significaciones diferentes a las que les fueron asignadas
por un determinado modo de reconstruir sus teorias.
En una apretada sintesis, se podria considerar que el liberalismo es una corriente de
pensamiento relativamente nueva que se desarrollo en los siglos XIX y XX. Por ello, no es de extrafiar
que trate de buscar raices filosoficas en pensadores anteriores. En esa tarea leyo en forma sesgada a
J. Locke y su version se trasformo en una perspectiva tan generalizada que incluso fue aceptada por
autores neo-marxistas como C. B. Macpherson quien en su teoria acerca del individualismo posesivo
ubica a Locke como uno de sus encumbrados fundadores.79 (Macpherson 2005, 206)
Una revision republicana permite ubicar algunos conceptos claves de la obra de J. Locke en
un marco conceptual e historico distinto y, de esa manera, muestra aspectos de la teoria que la
interpretacion dominante, a partir de mediados del siglo XIX, paso por alto o desestimo. 80 En este
trabajo me propongo revisar dos nociones centrales de la obra de J. Locke que permiten inscribirlo
en la tradicion republicana y, de ese modo, mostrar que las interpretaciones liberales presentan al
menos ciertas dudas razonables: la primera es su concepcion de la libertad y la segunda la de
propiedad.

79 La tesis de M acpherson es que J. Locke es un pilar fundacional del individualismo posesivo no porque justifica la
propiedad en general y/o la propiedad limitada de los medios de produccion (para el caso la tierra) sino porque justifica
la propiedad ilimitada de la tierra. Esa tesis se sostiene sobre interpretacion de Locke acerca de la funcion que desempena
el dinero en relacion con la apropiacion limitada y la ilimitada de la tierra, aunando esta ultima a las ganancias por rentas
y arrendamiento y la posesion desigual del dinero. Efectivamente, en el Segundo Ensayo sobre el gobierno civil Locke
describe esos elementos economicos mercantilistas pero, al mismo tiempo, reitera en varios lugares la justification
exclusiva de la propiedad limitada de la tierra y evalua negativamente desde el punto de vista moral y politico “la vana
am bition, el amor sceleratus habindi y la malvada concupiscencia” (1996, 111) y la “am bition” como vicios que afectan
tanto a los gobemantes como a los subditos; para control de los cuales resulta imprescindible formular leyes. De esto
parece inferirse que Locke no acepta gustosamente la acumulacion desmedida de bienes y riquezas entre las que se incluye
la tierra.
80 Otra era la interpretacion de la obra de Locke en el siglo XVIII y hasta entrado el siglo XIX. Sobre el particular
Domenech escribe: “Pero los utilitaristas decimononicos, que se empenaron en ver a Adam Smith a Hume y a Ricardo
como protoutilitaristas de estirpe hobbesiana, sabian aun -e l libro de Halevy es una muestra bien elocuente de ello- que
Locke, por senalado ejemplo, estaba en una tradicion inasimilable. (Domenech 2010, 17)

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Para llevar adelante esta tarea puede resultar de utilidad caracterizar algunos conceptos desde
el liberalismo, senalar sus diferencias con la concepcion republicana y luego mostrar tales conceptos
en la obra de Locke.

Notas sobre la libertad y la propiedad

El liberalismo surge, segun sus partidarios, en el siglo XIX como la filosofia politica adecuada para
un mundo dinamico y comercial. La teoria se presentaba, segun Pettit, como heredera de la Ilustracion
al concebir a la razon como un elemento de transformacion social y sosteniendo que “era posible que
las extensas poblaciones de la sociedad moderna disfrutaran de prosperidad y felicidad individuates,
siempre y cuando los gobiernos les permitieran continuar y perseguir sin restriccion sus naturales
instintos comerciales. Es decir, siempre y cuando el gobierno, con el eslogan del Iciissez faire, los
dejara ser.” (Pettit 2004,116) Es en esta linea en la podemos inscribir la concepcion liberal de la
libertad como ausencia de interferencia. Ser libre es no estar sujeto a interferencias para hacer aquellas
actividades que uno se propone realizar. El individuo es libre si puede creer en lo que quiera,
comerciar con quien quiera, usufructuar de sus propiedades y bienes o incluso enajenarlos, etc. Y el
Estado, asumiendo la neutralidad respecto de cualquier concepcion del Bien, solo debe ocuparse de
garantizar la no interferencia entre los individuos, lo que supone, asegurar la inviolabilidad de la
propiedad privada de los ciudadanos prosperos. El Estado de Derecho y el imperio de la ley son
concebidos como el mal menor, pues aunque la ley es una interferencia a la libertad, se la acepta en
la medida en que puede evitar interferencias mas graves, por ejemplo, por parte de las mayorias
desposeidas contra las minorias privilegiadas. La inviolabilidad de los derechos individuates se
concibe como la proteccion del individuo contra mayorias (por ejemplo democraticas) que pudieran
atentar contra el o contra sus privilegios o posesiones.
En el otro frente tenemos a la tradicion republicana que cuenta con profundos desarrollos
historicos, surge en Grecia hacia el siglo V a C y, desde entonces, tiene entre sus teoricos una corriente
democratica y una anti- democratica aunque, hecha esta advertencia, es posible establecer rasgos
comunes en relacion con algunos conceptos.
Segun M. J. Bertomeu y A. Domenech se es libre republicanamente dentro de la vida social
si: no se depende de otro particular para vivir, es decir, si se tiene una existencia social autonoma
garantizada, si se tiene algun tipo de propiedad que le permite subsistir bien, sin tener que pedir
permiso a otros para vivir. Ser libre republicanamente implica, ademas, que nadie puede interferir
arbitrariamente en la vida del ciudadano, aunque la republica puede legitimamente interferir en
determinadas circunstancias y debe hacerlo obligatoriamente si un particular puede disputar con exito
el derecho de la republica a determinar el bien publico. Finalmente, la libertad del ciudadano se
garantiza por un conjunto de derechos constitutivos inalienables. En sintesis, para la tradicion
republicana historica la libertad es entendida como no-dominacion arbitraria. El que esta sujeto a
cualquier forma de dominacion esta en una relacion de dependencia que determina su capacidad de
eleccion. Por ello, la libertad republicana exige la posesion de ciertos recursos materiales (propiedad)
para garantizar que el individuo no se vea en la necesidad de enajenar su libertad aceptando la
dominacion de otro. El que esta sujeto a cualquier forma de dominacion esta en una relacion de
dependencia (sea esta de esclavitud o servilismo) que condiciona su capacidad de eleccion,
suponiendo la posibilidad de interferencia arbitraria. (Bertomeu y Domenech, 2005)
Lo que se opone a la dominacion es el auto-gobiemo, tanto en la vida publica como en la
privada. Por ello, la libertad republicana nos recuerda Raventos: “exige determinadas condiciones e
impone determinadas constricciones. La principal de ellas es un determinado nivel de suficiencia
material” (Raventos, 2005) Para vivir son necesarios ciertos recursos materiales y si estos no estan
garantizados, para conseguirlos el individuo aceptara enajenar su libertad admitiendo la dominacion
de otro. Por ello, agrega Raventos: “No es asi de extranar que la tradicion republicana haya sido
fuertemente propietarista, es decir, que haya fiado en la propiedad privada (historicamente en la tierra)
las condiciones de posibilidad de la independencia individual que, a su vez, hace posible el ejercicio

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de la libertad politica y de la virtud.” (Ib) La dependencia entre libertad y propiedad en la tradicion


republicana es tan intima porque, como sostiene Bertomeu: “la libertad politica y el ejercicio de la
ciudadania son incompatibles con relaciones de dominacion mediante las cuales los propietarios y
ricos ejercen dominium sobre aquellos que, por no ser completamente libres, estan sujetos a todo tipo
de interferencias; (..) La ciudadania plena no es posible sin independencia material.” (Bertomeu,
2005) Tanto es asi que los republicanos democraticos fundan sus teorias en la necesidad de garantizar
la independencia material de todos los seres humanos para el adecuado ejercicio de la ciudadania
democratica. Y, resulta necesario reconocerlo, los republicanos no democraticos excluyen, sin mas,
de la categoria de ciudadanos a quienes por no ser propietarios, dependen de otros para vivir y por
ello no son libres.

Locke tiene la palabra

Establecidas las diferencias en torno de la libertad y su vinculacion con la propiedad me detendre en


el Segundo ensayo sobre el gobierno civil de Locke para analizar (I) que elementos de la libertad son
considerados por el autor y (II) que vinculos establece entre libertad y propiedad, con el proposito de
mostrar su filiation republicana.

(I) Sobre la libertad

Al iniciar su ensayo Locke afirma que el estado de naturaleza es una situacion de perfecta
libertad para el hombre dentro de los limites de la ley natural. Tambien es un estado de igualdad en
el que todo poder y toda jurisdiction son reciprocos, sin que nadie tenga mas que otro. Los seres
humanos son iguales entre si, sin subordination ni sujecion. En estado de naturaleza el hombre es
libre pero no tiene absoluta licencia. Afirma Locke:

Y al estar dotados con facultades iguales, al participar todos de una naturaleza comun, no cabe
suponer ningun tipo de subordination entre nosotros que nos pueda autorizar a destruirnos
mutuamente, como si estuvieramos creados para que nos utilizaramos los unos a los otros,
cual es el caso de las criaturas de rango inferior. De la misma manera que uno esta obligado
apreservarse y no abandonar su puesto cuando le venga en gana, por la misma razon cuando
no esta en juego su propia preservation, tiene el deber de preservar al resto de la humanidad
(Locke, II, &6, las cursivas son del autor)

La ley natural manda la conservation de la paz y la preservation de toda la humanidad y para su


cumplimiento dota a todos los hombres de la facultad de castigar a quien la transgreda, porque al
hacerlo atenta contra la humanidad y contra la “especie en su conjunto.” (II&8) La proteccion de la
libertad es fundamental para los seres humanos y quien intenta someter a otro bajo su poder absoluto
(esclavizarlo) se situa en un estado de guerra contra el y obliga al ejercicio de la violencia.
Afirma Locke:

La libertad natural del hombre consiste en su superioridad frente a cualquier poder terrenal y
en no verse sometido a la voluntad o autoridad legislativa de ningun hombre, no siguiendo
otra regia que aquella que le dicta la ley natural. La libertad del hombre, en sociedad, no ha
de estar bajo otro poder salvo aquel que se encuentre establecido, por consenso, en la
republica, ni dejarse dominar por ninguna voluntad ni ley, salvo aquellas que promulgue el
poder legislativo, de acuerdo con la confianza puesta en el. (IV, & 22)

Aqui queda claramente formulada la relacion fiduciaria entre el pueblo y los gobernantes, en la que
el pueblo delega el ejercicio de establecer y ejecutar las leyes en representantes, a partir de confiar en

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ellos y mientras esa confianza no se vea defraudada. Esta relacion fiduciaria entre el pueblo y los
gobernantes es un pilar fundacional de la concepcion republicana.81
Ademas, como todo republicano, Locke explica el poder politico en funcion del estado de
perfecta libertad en los siguientes terminos: “cada uno ordene sus acciones y disponga de sus
posesiones y persona como juzgue oportuno dentro de los limites de la ley de naturaleza, sin pedir
permiso ni depender de la voluntad de ningun otro hombre.” (II&4, las negritas son mias). Y a
renglon seguido afirma que la igualdad debe ser definida como ausencia de subordinacion o sujecion
de unas personas a otras.
Solo debemos agregar sobre la libertad que Locke insiste enfaticamente en que la necesidad
de preservar la libertad frente al poder absoluto y arbitrario es tan relevante porque se encuentra unida
a la conservation de la vida y, por ello, sostiene, que no siendo el hombre dueno de su propia vida
(que le pertenece a Dios) no puede enajenarla ni por un pacto ni por propia voluntad “convertirse a
si mismo en esclavo de otro, ni someterse al poder absoluto y arbitrario de otro que le pueda arrebatar
la vida en el momento que mejor le plazca.” (IV &23)

(II) Sobre la vinculacion entre libertad y propiedad

El capitulo V denominado De la “propiedad’ comienza afirmando que, tanto por la razon


natural como por la revelation, es posible afirmar que todos los seres humanos tienen derecho a su
propia conservation. Es sobre esa base que se propone justificar el derecho a la propiedad privada.
No obstante, primero, advierte que los bienes naturales estan a disposition de todos los seres humanos
y que nadie tiene derecho de propiedad exclusiva sobre ellos. La primera propiedad inviolable que
distingue Locke es la propia persona y el trabajo que realice con su cuerpo y lo que con dicho trabajo
logre. Al sacar algo del estado de naturaleza y mezclarle su trabajo lo aparta de la propiedad comun
y lo excluye del derecho comun de los demas hombres. Escribe Locke

Pues, por ser este trabajo propiedad incuestionable del trabajador, nadie, salvo el mismo,
puede tener ningun derecho sobre aquello a lo que se encuentra unido, siempre que de aquella
cosa quede una cantidad suficiente y de la misma calidad para que la compartan los demas.
(V & 27)

La vigencia de la validez de la propiedad por la apropiacion fundada en el trabajo, tiene limites


estrictos: el primero es que el provecho sobre lo adquirido no puede permitir que la cosa se
desperdicie. Lo que no pueda ser utilizado por la persona que trabajo para obtenerlo pertenece a otros.
Si bien parece razonable este sistema distributivo algo primitivo descripto por el autor, la situacion
puede ser otra al pensar en la propiedad de aquello que permite generar cosas que no estan ya dadas
por la naturaleza sino que suponen trabajo y para ello un lugar en donde hacerlo, es decir, la tierra.
Al respecto Locke sostiene un criterio analogo:

La medida de la propiedad vendra fijada por la cantidad de tierra que un hombre labre, siembre,
cuide y cultive, y de cuya produccion pueda hacer un uso pleno que no implique un desperdicio.
(V &32) (...) Y esta apropiacion de una parcela de tierra mediante su explotacion no supoma
ningun dano para los demas hombres, pues todavia quedaba una gran cantidad de tierra sin
cultivar, mas de la que podian llegar a aprovechar, y de calidad igualmente buena. (V &33)

Locke sostiene la vigencia del derecho a la propiedad adquirida en el pasado. Y el limite a ese derecho
venia marcado “por el alcance del consumo posible” (VI&51) Resultando inutil y deshonesto acaparar

81 Sobre la concepcion fiduciaria republicana de Locke remito a un reciente articulo de Jordi Mundo (2017) “La
constitucion fiduciaria de la libertad politica”

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mas de lo necesario. Justificado el derecho a la inviolabilidad de la propiedad retoma el tema de la


libertad. Asi afirma:

(...) la libertad no consiste, como se dice por ahi, en que cada uno pueda hacer lo que le venga
en gana (nadie podria estar libre si cualquiera puede verse dominado por el capricho de otro).
La libertad consiste, mas bien, en que cada uno pueda disponer y ordenar, segun le plazca, de
su persona, acciones, posesiones y su propiedad toda, dentro de lo que permiten las leyes bajo
las que vivimos; y que, por tanto, nadie pueda verse sometido a la arbitraria voluntad de otro,
sino que siga libre y unicamente la suya propia. (VI &57)

En algun momento lejano, distinto de los primeros tiempos, los seres humanos necesitaron unirse en
grupos mas amplios que la familia y entonces conformaron sociedades politicas renunciando al
ejercicio del poder ejecutivo para la proteccion. Tal organizacion tiene requisitos que son explicados
por Locke en los siguientes terminos:

Ahora bien, precisamente porque ninguna sociedad politica puede existir, ni subsistir, sin
tener en si el poder de preservar la propiedad y, por ende, de castigar las ofensas que pudiera
cometer cualquiera de los que forman parte de ella, la sociedad politica se dara alii y solo alii
donde cada uno de sus miembros se haya despojado de este poder natural, renunciando a el y
poniendolo en manos de la comunidad en todos aquellos casos en que se le permite apelar a
la proteccion de la ley que ella establece. De modo que, al quedar excluido todo juicio privado
de cualquier particular, la comunidad se convierte en el arbitro mediante leyes promulgadas
y vigentes, imparciales e iguales para todas las partes (VII & 87)

Y esto vale tambien para el monarca absoluto, que si pretende mantenerse al margen de esa ley
permanece en estado de naturaleza y, con ello, ataca a la sociedad y esta tiene el derecho y el deber
de defenderse. Y agrega Locke:

(...) Cuando unos cuantos hombres han constituido una comunidad, mediante un acuerdo de
cada unos de los individuos, han hecho de esa comunidad un solo cuerpo con poder para actuar
como tal cuerpo unido, lo que se lleva a cabo unicamente a traves de la voluntad y determinacion
de la mayoria. Pues, si lo que actua en una comunidad es unicamente el consenso de los
individuos que la forman, y si es necesario que un cuerpo se mueva en un solo sentido, sera,
pues, preciso que el cuerpo se traslade en la direccion en que lo impulsa la fuerza mayor, la cual
no puede ser otra que la que surge del consenso de la mayoria. (VIII &96) (...) Y asi, cada
hombre que consiente reunirse con otros y formar un cuerpo politico bajo un gobierno se pone
a si mismo bajo obligacion, ante todos los miembros de la sociedad, de someterse a la
determinacion y resoluciones de la mayoria. (VIII & 97)

Los hombres forman sociedades y:

(R)enuncian a la igualdad, a la libertad y al poder ejecutivo que disfrutaban en el estado de


naturaleza y ponen todo esto en manos de la sociedad para que el legislativo disponga de ello
en bien de la comunidad (IX &131)

Parecen lejanos el individualismo posesivo y el ideal del laissez faire liberales.

Consideraciones finales

Para Locke el hombre es libre (en el sentido ya mencionado de no dominacion arbitraria y de no


depender de la voluntad de otro ni tener que pedirle permiso para actuar) por derecho natural -y por

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ello la libertad es inalienable- y propietario de la tierra que trabaja, de su persona y del producto de
su trabajo. Al salir del estado de naturaleza y formar comunidades, no pierde tales derechos pero
delega por consenso el ejercicio del poder ejecutivo para el cuidado de la inviolabilidad de sus
propiedades (incluida obviamente su vida y su persona). Asimismo, tanto el poder legislativo como
el ejecutivo tienen como tarea el bien de la comunidad, por lo que las libertades del individuo para
hacer lo que le plazca pueden verse afectadas por limites establecidos por el bien comun que se rige,
ademas, por la regia de la mayoria. Si estamos leyendo adecuadamente a Locke esta clara la filiation
con la concepcion de libertad como no dominacion arbitraria.
Por otra parte, Locke deja claramente establecida la relacion entre la libertad y la propiedad,
otro enclave claramente republicano, pero esa propiedad tiene limites precisos, no solo basados en
que el desperdicio es irrational y la acumulacion innecesaria un vicio, sino en la obligation de dejar
al resto de la humanidad la posibilidad de ser propietario en igualdad de condiciones, es decir, para
satisfacer las necesidades vitales de conservation de la especie.
Son personas libres las que se asocian formando la comunidad politica y son propietarios los
que aceptan el imperio de la ley establecida por la comunidad y con ello la posibilidad de la
interferencia no arbitraria de la comunidad en sus objetivos individuates. Tal interferencia es no
arbitraria porque se funda en la ley que se rige por el principio de la mayoria. Estamos creo muy lejos
de concebir a la libertad como ausencia de interferencia al modo liberal.
Recordemos que en el ideario republicano lo que se opone a dominacion es auto-gobierno
tanto en la vida politica como privada. El individuo propietario lockeano es concebido como
gobernando ya sea directamente, ya a traves de sus representantes o bien como vigilante del poder
monarquico que, en opinion del autor, puede ser reemplazado si en lugar de ejercer su mandato para
la salvaguarda del pueblo lo hace despoticamente para su propio beneficio. En la vida privada el auto
gobierno solo queda limitado por el cumplimiento de la ley. Ley que el ciudadano promulgo o acepto
libremente por lo que no afecta su libertad.
Para cerrar solo resta agregar una breve pero elocuente cita de A. Domenech a quien rendimos
homenaje en este Simposio, acerca de la opinion de los utilitaristas liberales del siglo XIX respecto a
J. Locke:

Locke era, para Bentham, el enemigo a batir. No solo por su inequivoco iusnaturalismo
revolucionario, no solo por la patente -y aun viva en la memoria- influencia de su pensamiento
en la Revolucion francesa y norteamericana; tambien porque en la Inglaterra del Bentham
maduro se veia a Locke como un teorico del socialismo, que exigia que todos los frutos del
trabajo humano pertenecieran al trabajador que los habia obtenido. (Domenech 2010, 17)

Bibliografia

Bertomeu M. J. (2005) “Republicanismo y propiedad”, Revista Sin permiso, (en linea).


Bertomeu M. J. y Domenech (2005) “El republicanismo y la crisis del rawlsismo metodologico (Nota
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190
P o n e n c ia s

191
^E1 devenir mistificador del historicismo? Sobre la vigencia critica del
historicismo en un contexto posthumanista1

Pablo Aravena
Universidad de Valparaiso

En el presente texto me propongo colocar en tension un postulado fundamental de la


critica historicista, el que se puede sintetizar en la siguiente tesis: la representacion de las relaciones
sociales bajo la forma de Leyes de la Naturaleza constituye la estrategia principal de la produccion
de hegemonia. Mientras los grupos dominantes y los dominados se encuentren en esta verdad del
sentido comun de una epoca, tendremos asegurada la reproduccion de las mismas relaciones de
dominacion. Frente a esto el intelectual comprometido debe iniciar el desmontaje de dicha vision de
mundo la critica de aquel consenso- para mostrar como lo que se nos presenta como natural en
realidad ha sido obra tanto de la accion humana como de la contingencia, es decir de la historia.
Provisto de este saber ahora se podria comprender de otro modo la realidad: entenderla “abierta ”
a la accion transformadora y alfuturo. (Si el actual estado de mundo ha sido creado historicamente,
entonces historicamente sera transformado). Asi la correcta comprension podria dar paso a una
accion que ya no es pura reproduccion de lo mismo.
Se podra reconocer en esta sintesis apresurada unas ideas que van de Marx a Gramsci
y mas alia, de Lukacs a Benjamin o a Ernst Bloch. Ideas tambien subyacente en las diversas
apropiaciones historiograficas del marxismo. No se trata de una idea cualquiera, es quiza la que da
sentido a la lectura historica de lo real. Pero 6por que revisar hoy tal postulado? 6Han desaparecido
acaso las relaciones de dominacion? ^Aquella operation critica ya dio todo lo que podia dar? ^Acaso
la produccion de hegemoma cultural -en plena era de los medios- no esta a la orden del dia?
Claramente la dominacion sigue existiendo, solo que ha cambiado considerablemente sus formas y
metodos, y esto la hace transformarse por completo, pues la dominacion no es mas que formas y
metodos. Pero tambien parece haber cambiado -o estar cambiando a un ritmo acelerado- otro
“elemento” del postulado: lo que habiamos llamado hasta aqui “el hombre” o “la humanidad”. Y
aunque hay buenos motivos para alejarse de inmediato de todo lo que a estas alturas se nos trate de
vender con el prefijo post, ante tanta evidencia valdria la pena prestar atencion algunos aspectos de
lo que se ha llamado hoy “lo posthumano”.2
Nuestra propuesta es que vale la pena detenerse en ello, dado que muchos rasgos de la
dominacion que habitualmente le achacamos al capitalismo, o al neoliberalismo, -y que por lo tanto
damos por pasajeros... siendo cosa de cambiar el modelo- son ademas rasgos (nuevas pautas de
comportamiento, nuevas operaciones mentales y caducidad de otras, etc.) que nos acompanaran por
bastante tiempo, pues constituyen adaptaciones o respuestas a nuevos artefactos y soportes materiales
creados por el propio hombre: el ejemplo mas habitual es el efecto transformador que tienen sobre
nosotros los nuevos medios y tecnologias de la informacion. El tema es espinoso dado que la
definition de humanidad esta trabado a nivel de fundamento con la etica, la justicia, la religion y la
politica, pero basta con que nos representemos como es que esa tecnologia que alguna vez fue la

1 U na primera version de este texto fue publicada como “^El arribo historico de la naturaleza?” en Revista Alternativa,
N°28, Fundacion Rosa Luxenburgo / ICAL, 2017.
2 Sobre este fenomeno en particular y los planteamientos posthumanistas la bibliografia es extensa. Por motivos de espacio
remitiria por ahora solo a la obra de Rosi Braidotti, Lo posthumano, Barcelona, Gedisa, 2015. Acaba de aparecer en Chile
el libro de Adriana Valdes, Redefinir lo humano: las humanidades en el siglo XXI, Universidad de Valparaiso, 2017. Ver
tam bien los postulados sobre los limites de la escala humanista de la historia en Sergio Rojas, El arte agotado, Santiago,
Sangria, 2012. Creo insoslayable, sobre la relacion del neoliberalismo con las nuevas tecnologias, farmacos y la
produccion de nueva humanidad, la obra de Byung-Chul Han, sus libros: Psicopolitica, La sociedad del cansancio, La
sociedad de la transparenciay El aroma del tiempo (publicados en la coleccion Pensamiento Herder dirigida por Manuel
Cruz).

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escritura genero nuevas relaciones sociales y construyo lo que se conoce como “el sujeto moderno”.
La antropologia no deja de confirmar que nunca “somos” sino que “estamos siendo”, pero hay
intervalos en que la humanidad ha permanecido mas estable, por lo tanto lo nuevo seria en estricto
rigor la velocidad de lo que parece ser una nueva redefinicion, como tambien el insospechado sentido
que puede tomar. Hemos entrado en un acelerado ritmo de cambio a este respecto: la presencia a nivel
intimo de las nuevas tecnologias -lo que ha sido posibilitado por la economia de consumo- refuerza
su eficiencia transformadora sobre nuestra antigua humanidad. Hay, por lo demas, toda una corriente
de reflexion a partir de la tesis heredada de Heidegger: “la esencia de la tecnica como im-posicion”
[...] “el movimiento planetario de la tecnica moderna es un poder cuya capacidad para determinar la
historia apenas puede apreciarse” [...] “Donde el hombre vive ya no es la Tierra” (Heidegger 2009,
68)
Si todo esto es asi, si ahora la reinvencion del capitalismo va aparejada de una
vertiginosa redefinicion de la humanidad, es necesario replantearse el fundamento de la critica de
historicista, pues se fundo en una nocion precisa de humanidad (la del humanismo). El objeto de este
breve texto (brevisimo para problemas tan grandes y, asumimos, temerariamente especulativo) es tan
solo promover la apertura a considerar la necesaria revision de un planteamiento que hemos heredado
como “fundamento” quienes nos reconocemos aun dentro de la tradicion emancipatoria.

Humanismo e historicismo

No hay historicismo sin humanismo. El postulado acerca de que nuestro orden social
presente es “artificial” (artificio humano), y que por lo tanto es modificable humanamente no puede
surgir sin que antes surja la idea de libertad humana, sin la idea de un hombre que no es puramente
creatura natural y que por lo tanto ya no se halla sometido a los designios divinos ni a las regularidades
de la Naturaleza. En efecto en Grecia no surgio la historia hasta que no se invento la idea de libertad
en el contexto de la emergencia de las instituciones democraticas de la Polis. Asi mismo no surge la
posibilidad del concepto moderno de historia sin las formulaciones previas del humanismo italiano,
que en su version mas radical postulaba la inexistencia de una “naturaleza humana”. Asi sostema a
fines del siglo XV Giovanni Pico della Mirandolla en su Discurso sobre la dignidad del hombre:

Oh Adan, no te he dado ni un lugar determinado, ni un aspecto propio, ni una prerrogativa peculiar


con el fin de que poseas el lugar, el aspecto y la prerrogativa que conscientemente elijas y que de
acuerdo con tu intencion obtengas y conserves. La naturaleza definida de los otros seres esta
constrenida por las precisas leyes por mi prescritas. Tu, en cambio, no constrenido por estrechez
alguna te la detenninaras segun el arbitrio a cuyo poder te he consignado. Te he puesto en el centro
del mundo para que mas comodamente observes cuanto en el existe. No te he hecho ni celeste ni
terreno, ni mortal ni inmortal, con el fin de que tu, como arbitro y soberano artifice de ti mismo, te
informases y plasmases en la obra que prefirieses” . (Pico della Mirandolla 2004, 5)

Lo que se ha identificado usualmente como pensamiento conservador o tradicionalista


se aplica justamente a la negacion de este postulado antropologico. Para este tipo de pensamiento
(Edmund Burke, Joseph de Maistre) la libertad humana es mas bien fruto de una comprension erronea
de la realidad: el hombre esta determinado por su naturaleza, su pasado y las condiciones geograficas
y climaticas que forjan en el un caracter, caracter que seria la expresion de un espiritu comun, que
seria a su vez el sustento de la idea de nacion (en su acepcion pre-revolucionaria). La inteligencia de
un gobernante consistiria en descubrir las leyes que necesitan y calzan con un determinado caracter,
de lo contrario la sociedad entraria en un proceso autodestructivo. (Vease por ejemplo los
razonamientos de Montesquieu en E l espiritu de las leyes)
En contrapartida los momentos revolucionarios de la modernidad (en su mayoria
burgueses) fueron tambien momentos de un humanismo radical discursivamente. Humanismo que
solia extinguirse junto con el fervor del momento revolucionario para dar paso a alguna version
matizada de determinismo. No otro es el origen de la idea de “ley de la historia”, forjada por el Partido

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Socialdemocrata aleman y que legitimo ideologicamente su traicion a la revolucion social. Una


caricaturizacion del pensamiento de Marx -tanto como los manuales- han ligado esta idea al
“marxismo” (asi, genericamente, como solia hablar Popper). Pero en realidad es una idea
absolutamente extrana al pensamiento de Marx y su filosofia de la praxis 3 Sin ser precisamente un
humanista, Marx ejercio una critica radical a la aplicacion de la idea de Naturaleza para dar cuenta
de la humanidad y las realidades historicas. Asi se puede leer por ejemplo en su Miseria de lafilosofia
(1847):

Los economistas tienen una manera singular de proceder. Para ellos no hay mas que dos clases de
instituciones: las del arte y las de la naturaleza. Las instituciones del feudalismo son instituciones
artificiales, y las de la burguesia son instituciones naturales. En lo cual se parecen a los teologos,
que establecen tambien dos clases de religiones: toda religion que no es la de ellos es una invencion
de los hombres, al paso que su propia religion es una emanacion de Dios. Al decir que las relaciones
actuales las relaciones de la produccion burguesa- son naturales, los economistas dan a entender
que son relaciones dentro de las cuales se crea la riqueza y se desenvuelven las fuerzas productivas
con arreglo a las leyes de la Naturaleza. Luego esas relaciones son, a su vez, leyes naturales
independientes de la influencia de los tiempos; son leyes etemas que deben regir siempre la
sociedad. De suerte que la Historia ha existido, pero ya no existe. Ha habido Historia, puesto que
han existido instituciones feudales, y en esas instituciones se encuentran relaciones de produccion
enteramente distintas de las de la sociedad burguesa, que los economistas pretenden dar por
naturales, y por lo tanto, etemas”. (Marx 1999, 127)

Consecuentemente, en La ideologia alemana (1848), Marx funda la “ciencia de la


historia” como una “ciencia total”. Todo es historia, y todo aquello que no se nos presente como
historico debe ser historizado. Sin este tipo de comprension no hay posibilidad de accion
revolucionaria. Los hombres que asi comprenden la realidad son los unicos capaces de emprender
una accion historica: la revolucion. La historia es un saber revolucionario en tanto libera a los hombres
de la idea de que estan sujetados o determinados por unas fuerzas puramente externas. Asi la ciencia
de la historia se convierte en un saber garante de la historicidad humana, es decir, la historia es el
saber que nos recuerda no solo lo pasado, sino que somos producto de ese pasado que construyeron
otros hombres y que somos productores de un presente que sera el pasado de otros hombres en un
futuro. De esta manera el caracter critico del saber historico puede que comience como pura
interpretacion, pero solo se realiza como accion transformadora. La historia es un saber que despierta
la potencia de la accion humana en cada presente.
Es sobre este mismo atributo del saber historico que vuelve Gramsci a inicios del siglo
XX en lo que conoceriamos despues como sus Notas sobre Maquiavelo'.

La innovacion fundamental introducida por la filosofia de la praxis en la ciencia de la politica y de


la historia es la demostracion de que no existe una naturaleza humana abstracta, fija e inmutable
(concepto que deriva del pensamiento religioso y de la trascendencia), sino que la naturaleza humana
es el conjunto de relaciones sociales historicamente determinadas, es decir, un hecho historico
verificable, dentro de ciertos limites, con los metodos de la filologia y de la critica”. (Gramsci 2014,
16)

Es esta herencia la que recoge como fundamento el marxismo del siglo XX en sus
variantes mas interesantes. Pero tambien es este planteamiento critico el que permitira fundar un
atributo principal del Sujeto moderno: su “conciencia historica”, entendida como la capacidad de
levantar y tramar con sentido un numero cuantioso de datos de la realidad para trazar un piano de la
accion futura con reales posibilidades de realizacion, articular la conciencia historica era ser capaz de
una caracterizacion de las estructuras subyacentes, o de la porcion del pasado, que nos explica y

Ver a este respecto el reciente libro de Osvaldo Fernandez, De Feuerbach al materialismo historico: una lectura de
las tesis de Marx , Concepcion, Perseo / Escaparate Ediciones, 2016.

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determina a la vez, y que nos proporciona materiales para crear lo nuevo ajustado al limite de lo
posible. Estamos entonces de lleno en el campo de la politica, de la construccion de proyectos y
estrategias (y no en la dimension utopica entendida como mero deseo de un futuro otro).
Como se vera se trata de una elaboracion teorica de las mas significativas de los
ultimos siglos, equivalente al giro copernicano planteado por Kant (de hecho son planteamientos que
surgen por la misma epoca). Pero aqui nuestra hipotesis es que tal elaboracion podria haber entrado
en su fase de caducidad. ^Por que? Fundamentalmente por la no disponibilidad de a) la idea de hombre
y b) la idea de mundo supuestas en el planteamiento historicista.
El historicismo descansa en una idea moderna de hombre, con la que ya no contariamos
-mas alia si se estima deseable o no. Esa idea se correspondia con la idea de Sujeto moderno, que se
caracterizaba por dos potencias: la razon, o su capacidad intelectiva, que gobierna su otra potencia:
su capacidad de accion, transformadora de la naturaleza. Es precisamente lo que queda plasmado muy
tempranamente en la iconografia moderna con la recurrencia al ojo y la mano: las dos capacidades
que definen la humanidad moderna son la de su poder para penetrar intelectivamente la realidad y,
con ese saber, volver sobre ella para construir un mundo a su imagen y semejanza (Villoro, 2010).
Lo que planteamos, por ahora, no es tanto que estas capacidades no sean posibles ya en el hombre,
sino que han pasado a un estado de “latencia”, pero no por un cierto aletargamiento ideologico
inducido, pues se podria arguir que los grupos dominantes si siguen demostrando que dichas
capacidades siguen vigentes, lo que aceptamos aca como una verdad relativa, pues no hay en sus
acciones evidencia alguna de la idea de futuro (la acelerada destruction de planeta y desprecio por la
vida de las generaciones venideras parecen corroborarlo). Sin futuro esas capacidades son otras, no
las conocidas.
Pero parece haber tambien una variation de la realidad misma, o alguna dimension de
ella, que hace que dichas capacidades no sean del todo fiables. Aunque la idea de mundo del
historicismo asumia el caracter dinamico de la realidad, suponia implicitamente una velocidad mas o
menos estable de los cambios. La aceleracion era exceptional y solo experimentable por o en la
revolucion, entendida esta como “salto historico” (la idea de que una revolucion nos podia “ahorrar”
siglos de historia). Pero hoy asistiriamos a un mundo en donde la velocidad ha aumentado al extremo
de superar la velocidad manejable y representable por el hombre del humanismo, pareciera ser que lo
que era exceptional se ha incorporado como rasgo de una nueva realidad, una realidad que es pura
aceleracion (Rosa 2016)
El ojo ya no ve, y la mano ya no hace si no puede ver. Pero, ^a que se puede deber esta
extrema aceleracion? Abreviadamente: el tiempo de la historia era tambien el tiempo de un tipo de
capitalismo que no se corresponde demasiado con el comportamiento del capitalismo de la crisis de
mediados de los setenta para aca. Un capitalismo cada vez menos productivo y cada vez mas
financiero, del consumo y los servicios. Y este capitalismo no solo hace mundo sino que produce su
propia humanidad. Vivimos aqui una discontinuidad que vuelve inutil una portion importante de
pasado. Lo dificil es discriminar que es lo que continua y que es lo que ya caduco. ^Podemos seguir
enfrentando las nuevas realidades historicamente?

La “critica de la critica”

El problema con el historicismo en nuestro tiempo -ahora se podria ver mejor- es que
seguiria insistiendo con un relato que se ha vuelto dudoso: alii donde los hombres y mujeres se
representan las relaciones de explotacion como naturales se pretende arbitrariamente detener la
historia para la dominacidn, luego el intelectual critico viene, saca la sabana al fantasma y la
historia sigue. Pero, y esta es mi pregunta formulada al extremo, 6que pasaria si la verdadera novedad
de hoy fuera el que parte del mundo ha devenido ahistorico, que si bien este estado de mundo pudiera
haber sido un fenomeno producido humanamente, se nos hubiera escapado de las manos (im-puesto)
y ya no fuera modificable humanamente, al menos como tal como habia pasado otras veces en la

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historia?4
6 N o nos estaremos asomando a un tipo de novedad radical que no se puede captar ya
con la critica historicista, una novedad que por indeseable no seria menos real? La critica historicista,
de “critica”, 6no pasaria ahora a encubrir un nuevo rasgo de la realidad sino abre espacio a su
imposibilidad? ^Permanecer “critico” no pasaria por asumir el historicismo como fe? Pero, ademas,
<^Se puede plantear algo asi sin devenir conservador, sin hacerles el juego a los profetas
tranhumanistas a sueldo de Silicon Valley? Sabemos que nada es seguro en materia del pensar. En
este punto no haremos mas que rescatar la interrogate de quien inscrito en la tradicion marxista llevo
a esta hasta limites heterodoxos insospechados, osadia que debio pagar con su vida. Pasolini:

Es cosa sabida que cuando los "explotadores" (por medio de los "explotados") producen mercancias,
producen en realidad humanidad (relaciones sociales). Los "explotadores" de la Segunda revolucion
industrial (tambien llamada Consumismo; es decir: grandes cantidades, bienes superfluos, funcion
hedonista) producen nuevas mercancias; de modo que producen nueva humanidad (nuevas
relaciones sociales). Ahora bien: durante los casi dos siglos de su historia, la Primera revolucion
industrial produjo siempre relaciones sociales modificables. <,La prueba? La prueba viene dada por
la substancial certidumbre de la modificabilidad de las relaciones sociales de quienes luchaban en
nombre de la alteridad revolucionaria [...] Pero <,v si la Segunda revolucion industrial -m ediante las
posibilidades nuevas, imnensas, de que se ha dotado- produjera en lo sucesivo "relaciones sociales"
inmodificables? Esta es la gran y quiza tragica cuestion que planteo hoy. Pues tal es, en definitiva,
el sentido del aburguesamiento total que se esta produciendo en todos los paises: definitivamente en
los grandes paises capitalistas, y dramaticamente en Italia. Desde este punto de vista, las perspectivas
del capital parecen de color de rosa. Las necesidades inducidas por el viejo capitalismo eran, en el
fondo, muy parecidas a las necesidades primarias. Por el contrario, las necesidades que el nuevo
capitalismo puede inducir son total y perfectamente inutiles y artificiales. He aqui por que a traves
de ellas el nuevo capitalismo no se limitara a cambiar historicamente un tipo de hombre sino a la
humanidad misma” . (Pasolini 2010, 174-175)

6Se tratara de los primeros signos de algo asi como “el arribo historico de lo natural”?
Al menos desde el momento en que Pasolini escribia esto para aca el fenomeno no ha hecho mas que
confirmarse y extenderse. Se trata de una tendencia desde luego (no una ley), pero una tendencia
dominante que mas vale asumamos como tal y no como “mera ideologia”. Un buen momento para
volver a la “larga duracion”, a la conciencia de que las estructuras historicas son bloques que podemos
aspirar a modificar cuando ellos mismos se resquebrajan, que la transformacion social pocas veces es
algo inminente. Pero nuestra educacion reciente en los codigos de la publicidad, la velocidad del
consumo y el inmediatismo del goce hedonista nos hacen menos sensibles a los analisis de largo
aliento, es decir a confrontar “la historia en grande” (Kant) con la escala del individuo. Quiza este sea
el verdadero mal asociado al humanismo individualista.

Bibliografia

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Aires, Nueva Vision.
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modernidad tardia, Argentina, Katz.
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Jappe A. (2018), “Trayectorias del capitalismo: del sujeto automata a la automatizacion de la
produccion” en Vera, A y Navarro, S. (Editores), Bifurcaciones de lo sensible, Santiago, RTL /

4 El erudito en la obra de M arx Anselm Jappe anota en un reciente escrito: “ [Gunter Anders] habia hablado ya, hace
mas de medio siglo, de la obsolescencia del hombre: la imaginacion del hombre y su capacidad de comprender las
consecuencias de sus invenciones no pueden evolucionar con la misma velocidad que los aparatos que ha creado.
Anders no habia visto nada todavia” (Jappe 2018, 66-67)

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Marx K. (1999), Miseria de la filosofia. Contestation a la “Filosofia de la miseria” de Proudhom,
Navarra, Ediciones Folio.
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Pico della Mirandola P. (2004), Discurso sobre la dignidad del hombre. Traduccion de Adolfo Ruiz
Diaz, Mexico, UNAM.
Villoro L. (2010), Pensamiento moderno. Filosofia del renacimiento, Mexico, Fondo de Cultura
Economica.

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Lo otro de la historiografia
Rosa E. Belvedresi
IDIHCS-UNLP
CONICET

Intentar hablar del “otro”, tal como es la consigna de esta conferencia, tiene que comenzar con
la indication del hecho, obvio, de que hay multiples “otros”. Esos “otros” que la historiografia
amalgama bajo un unico rotulo como el “otro”, ocultando el hecho de que se trata de una categoria
relational, que exige para su definition a aquellos con/contra los que se diferencia.86 Asi, por ejemplo,
en los paises americanos, el “otro” ha sido en general el no-blanco. Tambien hay que remarcar que
en muchos casos el “otro” no es mas que una construccion inventada, que mas bien refleja los
preconceptos, temores o inseguridades de quienes utilizan esa categoria antes que ofrece una
description de la diferencia que, en cuanto es social, debe ser explicada en terminos de causalidad
historica.
Plantearse la definicion del concepto del “otro” lleva necesariamente a su correlato, el de
identidad, es decir, el que se utiliza al responder a la pregunta “^quien/quienes?” que es la que permite
distinguir entre unos y, justamente, otros. Ello nos enfrenta con las dificultades de intentar, a su vez,
definir la identidad, puesto que se trata de un concepto sumamente complejo, tanto en sus aplicaciones
a individuos como a colectivos sociales. Mas alia de la condicion “liquida” o “fluida” de las
sociedades actuates87, las luchas por el reconocimiento de las diferencias de actores colectivos
parecen muchas veces recaer en formulaciones de la identidad que mas que historicamente
constituidas se asumen como el “descubrimiento” de una esencia inimitable88.
En el marco de las pujas sociales y politicas la cuestion de la identidad de grupos culturalmente
diferentes se asocia a los planteos en favor de enfoques “multiculturales” propuestos tanto para dar
cuenta del “reconocimiento” de las diferencias culturales como para evitar una logica unica que
suponga un paradigma al cual todos los grupos debieran adaptarse. A su vez, las diferencias culturales
casi siempre estan asociadas a posiciones inferiores en la escala social, con la consiguiente
desigualdad de acceso a los recursos y a la riqueza que ello trae aparejado. Tomando la distincion que
propone N. Fraser podriamos decir que la situacion de subordination asociada a las diferencias
culturales exige ser analizada como una categoria “bidimensional” para dar cuenta de las situaciones
de injusticia referidas tanto a la distribucion de riquezas y recursos como al reconocimiento de las
diferencias sociales. La vinculacion de ambos aspectos, expresados en politicas de “redistribution” y
de “reconocimiento” no resulta sencilla pues en general estan asociados a tesis opuestas como si
expresaran una “polarization” entre el ideal de igualdad social asociado al primero (redistribution) y
la consideracion de diferencias culturales irreductibles a un unico patron (reconocimiento)89.
En consecuencia, al considerar los casos particulares de aquellos otros que se incluyen en la
agenda historiografica debe comprenderse en que medida se trata de colectivos culturalmente
diferentes que ademas se hallan en situacion de desigualdad. Esa intersection (de la diferencia con la
desigualdad) es sumamente compleja, en cuanto cada tipo de politica que se propone para resolverlas
(la de redistribution o la de reconocimiento) refiere a ideales y concepciones contrapuestas, cuyo
equilibro es siempre inestable90. Como lo senala Castells la “identidad” es un resultado de procesos
de conformation de sujetos (individuates o colectivos). Las identidades funcionan como “fuentes de
significado”, es decir, proveen aquellas identificaciones simbolicas que un actor social hace del

86 Piensese en el titulo que Jorge L. Borges da a uno de sus libros, “El otro, el mismo” .
87 Caracterizacion que Bauman aplica a las sociedades de desarrollo capitalista, pero que podriamos extender a otro tipo
de sociedades, conforme nos encontramos en un mundo cada vez mas interconectado, cuyos flujos y redes de informacion
vuelven sumamente dificultoso suponer que puedan subsistir sociedades “tradicionales” sin recibir el impacto de algunos
desarrollos tecnologicos e informaticos (celulares o computadoras personales, por ej.).
88 Vease Castells (2009), especialmente pp.5-12.
89 Fraser, N. (2003). Es claro que este tem a excede ampliamente el objetivo de este trabajo
90 Ibid., especialmente pp. 19-23.

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proposito de su accion. Castells distingue tres “formas y origenes” de construccion de la identidad,


en cuanto reconocemos que ella se constituye en un contexto “marcado por las relaciones de poder”:
la identidad legitimadora, la identidad de resistencia y la identidad de proyecto91, cada una de las
cuales remite a la relacion entre un grupo y su/s otro/s. De tal manera, tanto la nocion de otro como
su contraparte necesaria, la de identidad, exhiben un caracter relacional ya que no puede abordarse la
indagacion de los sujetos concretos inscriptos en cada caso sin considerar las complejas relaciones
sociales, materiales y simbolicas que han ubicado a cada uno en determinado “lugar” de la escena
social.
Esto tambien puede verificarse cuando la historiografia ha abordado a los “otros”, donde se
trata no solo de alguien distinto sino, ademas, desigual, subalterno: sea el otro social, la clase
trabajadora de E. P. Thompson; el otro genero, para el caso de la historia de las mujeres segun la
caracterizacion que hace J. Scott; o el otro etnico, sean estos los migrantes o los colonizados, de los
que se han ocupado G. Spivak o R. Segato. En todos estos casos, la dimension historica de esos
“otros” ha sido tardiamente descubierta por la historiografia tradicional en un movimiento que al
mismo tiempo que historizaba a estos grupos sociales tambien presentaba de ellos una imagen
uniforme ocultando la diversidad que se manifiesta en su interior, diversidad que recorre cualquier
grupo y que vuelve tan complejo el sostenimiento de las identidades colectivas. R. Segato senala muy
bien esta cuestion problematica cuando caracteriza a su propuesta teorica como un esfuerzo por
“considerar la densidad de las diferencias culturales emergentes de antagonismos historicos
complejos en cada nacion en cada region, que hacen, por ejemplo, que la percepcion de la negritud o
de la indianidad en cada uno de los paises del continente varie en funcion de logicas historicas
propias” (Segato 2007, 20), y propias de cada region y, ademas, propias al interior de cada grupo
considerado, podriamos agregar. La categoria de “otro” es ella misma movediza y acepta multiples
cualificaciones cuando se entrecruza con otras condiciones de “otredad”. Por ejemplo, para la historia
de la clase trabajadora o la de grupos racializados como “diferentes”, se produciran resultados
distintos cuando esa diferencia se cruza con la categoria de genero o se la analiza segun un corte
generacional o se la pone en relacion con un conflicto determinado. Asi se descubrira que una
dimension de la vida de la clase trabajadora se desvela cuando se concentra en los trabajadores
varones, otra muy distinta cuando se considera a las trabajadoras mujeres o a los ninos y otra cuando
se trata de trabajadores migrantes.
Pero, como bien lo ha senalado J. Scott en relacion al caso de las mujeres, esta nueva
historiografia no puede contentarse simplemente con agregar un contenido que no estaba atendido
antes, un capitulo en los libros de historia. Los otros han sido invisibilizados y silenciados por
practicas sociales de las que la historiografia tradicional ha sido complice. Ademas, el abordaje de
estos otros debe evitar posicionarse en el lugar de su vocero y, finalmente, debe poder mostrar las
tensiones y desigualdades internas ademas de las externas, que esos grupos, como todos, padecen.
Dada la relacion estrecha entre la idea del otro y la de identidad, es fundamental evitar
cristalizaciones a-historicas del diferente. Como el post-estructuralismo ha sido efectivo en mostrar,
el otro no responde a una identidad esencializada. Pero tambien su historizacion y problematizacion
se enfrentan al riesgo de vaciar teoricamente la identificacion de aquellas notas diferenciales que
permiten caracterizar a quienes han sido colocados en el lugar de “otros”, lugar que puede ser
intercambiado, como es el caso de las narrativas del no bianco que describen al bianco, dice Segato:
“[cjuando son los no-blancos quienes ‘cuentan’ al bianco, quienes describen la nacion, podemos

91 No ahondaremos en estas definiciones, baste aclarar que, segun Castells, la identidad legitimadora es aquella
introducida por instituciones dominantes de la sociedad para extender y racionalizar su dominacion frente a los actores
sociales (por ej. el nacionalismo); la identidad de resistencia es generada por aquellos actores que se encuentran en
posiciones/condiciones devaluadas o estigmatizadas por la logica de la dominacion (el caso de los descendientes de
pueblos originarios frente al estado nacional) y la identidad proyecto es aquella que los actores sociales se dan cuando,
basandose en los materiales culturales de que disponen, construyen una nueva identidad que redefine su posicion en la
sociedad y, al hacerlo, buscan la transform ation de toda la estructura social (por ej., el feminismo), Castells (2009, 7-8).

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percibir de forma muy clara la diferencia de perspectiva y registro historico, las formas diferentes en
que puede ser visto el mundo y nosotros, sus otros, dentro de el” (Segato 2007, 18, cursivas mias).
Pero no es por ahi por donde quiero entrar al tema de esta conferencia. Mi interes no es tanto
el otro y la historia sino, como dice el titulo de mi presentacion, lo otro de la historiografia. Con ello
quiero seflalar aquellos abordajes a la realidad historico-social que a veces complementan a, y otras
veces disputan con, la historiografia. Entre esas estrategias me voy a concentrar en dos, que, muchas
veces, ademas, dan cuenta de aquellos “otros” a los que la historiografia no ha debidamente
reconocido o lo ha hecho tardiamente. Me refiero a la literatura que denominare sin demasiada
precision como “historica” y a los soportes esteticos de la memoria colectiva.
En cuanto a la relacion entre historia y literatura historica, ya desde Facundo de Sarmiento es
notable la mixtura entre la descripcion del pasado y la utilizacion de mecanismos de produccion
propias del texto literario. En Facundo hay una intencion de establecer una valoracion, en este caso
negativa, del personaje de la obra. En un ejemplo mas reciente como La revolucion es un sueflo eterno
A. Rivera presenta una reconstruction de la Revolucion de Mayo que incluye un elemento ficticio a
partir de datos verdaderos, al cancer de lengua de Castelli, paradojicamente considerado el orador de
la revolucion, se le adosa un supuesto cuaderno que es el medio que utiliza el escritor Rivera para
“hacer hablar” a Castelli desde una position opuesta a la de Sarmiento.
Ambas narraciones literarias abordan un pasado que se convirtio en “objeto historiografico"
hace poco tiempo bien porque se trate del pasado reciente (para el propio texto, como es el caso de
Facundo) o bien por cuales son los sujetos sociales tornados como tema de la narration (el patriota
derrotado en lugar del victorioso para Rivera). Puede tomarse otro ejemplo como es el caso de
Operation Masacre de R. Walsh, quien asumio en ese texto, y en otros, la tarea de hablar de aquellos
sobre los que la historiografia no hablaba en ese entonces. Recuerdese que el libro se publico en una
primera version en 1957 y busco rescatar un hecho que enfrentaba la amenaza de quedar
invisibilizado. Se trataba del fusilamiento de varios ciudadanos en la noche del 9 de junio de 1956, el
texto logra probar que esas muertes se produjeron antes de la declaracion de la ley martial.
Los dichos de Livraga “Hay un fusilado que vive” o de Giunta “Asi me fusilaron”, dos de los
primeros sobrevivientes de esa tragedia con los que logra dar Walsh, expresan la imposibilidad de
que un vivo cuente su propia muerte en manos de la policia de la provincia de Buenos Aires. La
imposibilidad no nace del oximoronfusilado viviente, sino del mecanismo estatal que buscaba acallar
las voces de esas victimas y que Walsh logra con gran esfuerzo, y riesgo personal, destrabar.
El texto reviste valor por varios motivos, en primer lugar, por su intencion de denuncia y
busqueda de justicia. En segundo lugar, por su calidad literaria, un lector novato podria tomarlo como
una novela de misterio. Pero hay otra cuestion que me interesa rescatar y que lo vincula, curiosamente,
con el Facundo de Sarmiento. Se trata de libros con una doble densidad historica, tanto por referir a
su pasado (reciente al momento de su escritura) como por haberse transformado, con el correr del
tiempo, en expresiones historicas de su propio presente. De esta manera resultan ser libros historicos,
aun cuando no se lo propusieran.
Los propios escritores han reflexionado sobre estas novelas o textos que tratan del pasado
mostrandose en general criticos a la posibilidad de hablar de novelas “historicas”. Esa position se
hace evidente en las intervenciones de varios escritores en el encuentro “La politica y la historia en
la ficcion argentina”. En el texto que reune esas intervenciones, puede leerse la opinion de J. J. Saer,
para quien la novela historica era “una imposibilidad epistemologica” pues habria “una contradiccion
interna entre la voluntad de recuperar la historia y los imperativos de la ficcion” (Rivera 1995, 47).
Si queremos conocer el pasado, dira, hay que leer a los historiadores. A. Rivera, en cambio, sostenia:
“las buenas novelas que estan cruzadas por algun dato historico son creibles. Yo no creo en los
historiadores. Los historiadores siempre toman partido. Dicen solo una parte de la verdad... no hay
historiador objetivo. La novela es otra historia” (Rivera 1995, 59, cursivas mias).
Siguiendo con la position de Rivera, que comparto, el texto literario encuentra su razon de ser
alii donde el de historia no puede escribirse, porque no hay datos o porque se permite ir mas alia de
lo que los que estan disponibles. Pero hay, tambien, otro sentido en el que estos textos literarios

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ocupan un lugar que la historiografia no puede reclamar: pueden describir, hacer visibles aspectos de
la realidad pasada que no son objeto de investigacion historica por considerar que atentan contra la
“objetividad” cientifica. Permiten al lector imaginar, pensar, pasados altemativos, que disputan la
interpretacion historica aceptada, la de la linealidad causal, la de los grandes hombres y las grandes
empresas. Frente a ella, rescatan la mirada del vencido, del otro, pero tambien de lo otro (la muerte,
los cadaveres, los vomitos) los deshechos, que resultan un material impuro para el ejercicio de la
comprension historica tradicional.92
El segundo ejemplo que quiero presentar como lo otro de la historiografia corresponde a lo
que denomine “estrategias esteticas” de abordaje del pasado. Aqui tambien nos encontramos frente a
un trato con el pasado que a veces busca completar y otras claramente disputar, el caracter “objetivo”
de la historiografia. Me refiero a las instalaciones o soportes de variada naturaleza que, insertas en el
tiempo presente, se refieren explicitamente al pasado. A veces de manera que resulta evidente para
los miembros de una comunidad, a veces de manera mas opaca o, directamente impenetrable.
Piensese en los nombres de algunas calles, escuelas u otras instituciones, que muchas veces nos
resultan vacias de sentido porque desconocemos a quienes o que evocan.
Otro caso lo representan las “intervenciones” explicitas en el mobiliario o espacio urbanos,
por ejemplo, las baldosas de la memoria en distintos barrios, los arboles que se plantaron en las
cuadras que rodean la zona del atentado a la AMIA en la ciudad de Buenos Aires o las intervenciones
mas anarquicas de quienes re-escriben las marcas urbanas rotulando con un cartel acusatorio
monumentos o indicaciones de calles (como es el caso de los monumentos que representan a J. A.
Roca o los carteles de las calles denominadas R. L. Falcon).
Por ultimo, podemos ubicar los casos que estan circunscriptos a un espacio especialmente
destinado a ser un lugar del pasado, como los museos en sus diversas variantes: la exhibicion de
pinturas de la guerra del Paraguay en el museo de Bellas Artes, la sala de sables del Museo Historico
Nacional, entre otros. Pero tambien pueden mencionarse ejemplos como el Museo del Bicentenario,
hoy Museo de la Casa Rosada, construido sobre la ex aduana Taylor o el Espacio Memoria y Derechos
Humanos que funciona en el edificio y predio de la ex ESMA.
^Que ocurre en estos casos y por que los considero ejemplos que proveen algo diferente a lo
que nos da la historiografia? En primer lugar quisiera senalar que son modalidades bajo las que
pueden producirse las que voy a denominar experiencias historicas, entendiendo por ellas a aquellas
que ocurren cuando los agentes sociales, sin requerir formacion academica, descubren la densidad
historica del mundo que los rodea. Se trata de situaciones que podriamos considerar cercanas a la
benjaminiana “imagen dialectica” del pasado, opuestas a la historiografia que expresa un
conocimiento acerca de cierta porcion del pasado (una guerra, un proceso economico, un cambio de
regimen politico) que se asienta en una concepcion lineal del tiempo. Si bien esa linealidad temporal
pueda ser subvertida por el artefacto narrativo supone siempre una ordenacion causal de sucesivos
antes y despues. Las experiencias historicas a las que hago referenda se habran de generar cuando
las personas decodifican los elementos mencionados anteriormente (marcas urbanas, objetos en un
museo) y pueden asi acceder a aquellos aspectos del mundo social que refieren al pasado. No se hace
falta que ocurran sucesos extraordinarios, los que David Carr considera “turning points”, para que
ocurran experiencias historicas, estoy pensando en experiencias cotidianas que a veces son buscadas
y otras simplemente suceden (Carr, 2014). Imaginemos un paseo que un peaton realiza por la ciudad
X durante el cual se topa con un trozo rectangular en el piso de la vereda en el que esta inscripta
determinada informacion sobre un suceso de hace, digamos, unos 40 anos (un nombre, una fecha,
cierta descripcion). Esa experiencia, que Koselleck denominaria “originaria” por su caracter
novedoso da cuenta de una irrupcion del pasado en el presente de ese peaton que bien puede
desestimarla o bien puede recibir el impacto y reflexionar sobre ese pasado que se le presenta. Si es
el segundo caso, es decir, elige o puede reflexionar sobre esa informacion del pasado con la que se

92 Vease mi texto “La literatura como relato altemativo sobre el pasado” .

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ha topado accidentalmente puede decirse que se produce un encuentro con la historia que no esta
provisto por, ni exhibe las garantias del, conocimiento historiografico y, mas aun, no es
imprescindible que ese conocimiento historiografico sea buscado para completar el sentido de esa
experiencia. Piensese tambien en el caso mas usual de que nuestro peaton nota que una calle o una
plaza tienen nombres que resuenan en algun lugar del recuerdo del conocimiento historico que alguna
vez adquirio en la escuela o se detiene a ver la placa que explica y caracteriza un monumento. Se trata
de situaciones en las que se produce una experiencia historica por fuera de la historiografia, aun
cuando puedan ser reconducidas a ella en la reflexion posterior. Antes que nada, expresan una
aprehension de un pasado que, digamos, espera e invita a ser visitado.
En el caso de lo que ocurre en las visitas a un museo hay claramente una intencion de acceder
al pasado, aun cuando un visitante no siempre tiene conciencia de que pasado lo espera alii o bien
puede re-significar lo que encuentra. Segun Huyssen dice que el museo “puede satisfacer una
necesidad vital de raices antropologicas: permite a los modernos negociar y articular una relacion con
el pasado que es tambien, siempre, una relacion con lo transitorio y la muerte, la nuestra incluida”, y
agrega que puede verse al museo como “sede y campo de pruebas de reflexiones sobre la temporalidad
y la subjetividad, la identidad y a alteridad antropologica” (Huyssen 2002, 46). Se producen alii
tambien experiencias historicas que exhiben una estructuracion mas completa que las otras senaladas
antes, ya que en los museos suelen ofrecen una hoja de ruta que guia al visitante. No se trata ya de
una experiencia que simplemente suceda sino que se ha ido a buscar. Tiene tambien una relacion
distinta con el conocimiento historiografico, en cuanto se trata de experiencias situadas en un
emplazamiento que, en medida importante, descansa en ese saber experto. Ahora bien, los museos
proveen diferentes marcos que son fuente de variadas experiencias historicas segun cuanto las
organicen e informen. Los mas tradicionales buscan garantizar una unica lectura del pasado y por
tanto se proponen generar un tipo de experiencia controlada. Los museos mas novedosos buscan
generar experiencias que a la vez que abren multiples lecturas del pasado tambien se proponen
deconstruir sentidos cristalizados, para ello apelan a recursos que provocan respuestas afectivas y no
solo intelectuales, las que a su vez intenta luego reconducir, bajo la guia del conocimiento
historiografico.
Pero en todos estos casos que se estan refiriendo, el pasado que genera las experiencias
historicas no comienza con el conocimiento historiografico, el cual puede o no ser convocado para
traducir o significar esas experiencias. Por eso quiero hablar de lo otro de la historiografia, de una
forma de comprension que puede considerarse adecuadamente historica porque ocurre cuando los
sujetos convocan al pasado y tambien, cuando son convocados por el, pero que no descansa en ni se
agota con el saber historico. Si esto es asi, la historia como ciencia, no tiene la funcion central que
LaCapra le ha querido adjudicar en la construccion de una conciencia social critica. Esa conciencia
critica requiere la capacidad de crear multiples sentidos sobre el pasado. A mi entender para lograrlo
se debe apelar no solo a la historiografia sino a aquellos “otros” de los que he querido hablar.

Bibliografia

Belvedresi, R. (2012), “La literatura como relato alternativo sobre el pasado”, ponencia leida en el
VII Congreso International de Teoria y Critica Literaria “Orbis Tertius ”, La Plata, disponible en:
http://citclot.fahce.unlp.edu.ar/viii-congreso/actas-2012/Belvedresi-%20Rosa%20E..pdf. Fecha de
consulta 19/06/2018
Carr, D.(2014), Experience and History: Phenomenological Perspectives on the Historical World,
Oxford, Oxford University Press, 2014
Castells, M. (2009), The Power o f Identity, West Sussex, Blackwell Publishers.
Fraser, N. (2003), “Social Justice in the Age of Identity Politics: Redistribution, Recognition and
Participation”, en: Fraser, N y Honneth, A.: Redistribution or Recognition? A Political-Philosophical
Exchange, London, Verso, pp.7-109.

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Huyssen, A. (2002), En busca del futuro perdido. Cultura y memoria en tiempos de globalization,
Mexico, FCE, 2002.
Rivera, A. (1995), “La novela y la historia”, en: La historia y la politica en la fiction argentina,
Centro de Publicaciones, Santa Fe, Universidad Nacional del Litoral.
Segato, R. (2007), La nacion y sus otros: raza, etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de
politicas de la identidad, Buenos Aires, Prometeo.

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Sobre o lugar epistemico na Teoria da Historia1

Ana Carolina B. Pereira


UFB (Brasil)

Uma expressao da recente reorientafjao dos meus interesses de pesquisa, esse texto
aborda o tema da geopolitica da prodiKjao do conhecimento e pretende debater a viabilidade e
utilidade da categoria de lugar epistemico para o campo da teoria da Historia. Importante dizer,
entendo por teoria da Historia o campo que se ocupa da historia como oficio especializado, isto e,
como uma atividade reflexiva sobre a Historia que e praticada por historiadores(as) profissionais.
Quanto a categoria de lugar epistemico entendo se tratar, ao mesmo tempo, de um
compromisso etico-politico e de um instrumento metodologico. No primeiro caso, a categoria nomeia
uma atitude e uma escolha. A atitude de reconhecer e problematizar as assimetrias entre Norte e Sul
Global no processo de produfjao do conhecimento, especialmente de modelos teoricos. E uma escolha
pela desobediencia epistemica, na perspectiva de Mignolo (2008). Quanto a sua funtjao metodologica,
a categoria descreve, pelo menos, quatro diferentes estrategias de analise. Duas delas eu desenvolvi
em outro texto (Pereira 2018), de modo que me ocuparei de outras duas estrategias com o objetivo de
ampliar o alcance dessa categoria, que e o pretendo desenvolver a seguir.
Inicio com a seguinte afirmafjao: no Brasil, o modo como ensinamos e desenvolvemos
pesquisa em teoria da Historia evidencia a nossa condifjao de consumidores(as) de modelos teoricos
de origem euro-americana. Esta constatafjao, no entanto, nao deve ser interpretada como uma atitude
de fundamentalismo epistemico. Nao se trata de recusar imprudentemente um conjunto de textos e
modelos teoricos estrangeiros, mas de se perguntar sobre as razoes das assimetrias entre centro e
periferia como, respectivamente, lugares proeminentes de produfjao de teorias e espa<;os de onde se
extraem a maioria dos dados para serem processados “a luz” das teorias importadas. (Connell 2011)
Me refiro, portanto, a um a priori epistemico que condiciona o modo como ensinamos
e pesquisamos no campo da teoria da Historia. E por se tratar, para muitos e muitas de nos, de um
fenomeno de dificil detecfjao, contesta-lo pode soar exagerado ou excessivamente “radical”. Mas se
a desobediencia epistemica tende a soar contra o bom senso e por ser ela uma atitude critica em
r e la to a uma bibliografia canonica. E esse canone estabelece tanto quanto mantem um conjunto de
textos de valor hipostasiado que se torna de leitura e c ita to obrigatorias.
Esse a priori epistemico tambem orienta as estrategias de ranqueamento das
universidades por intermedio de instrumentos de m edico como as taxas de c ita to , o calculo da
produtividade academica ou o fator de impacto das revistas (Connell 2016). No Brasil, esses criterios
norteiam certas politicas de financiamento para a pesquisa, ao mesmo tempo em que sao os principals
responsaveis por garantir ou privar o acesso de pesquisadores(as) a determinados programas de pos-
graduafjao. Nesse sentido, nao se pode dizer que esse a priori epistemico seja um instrumento
inofensivo, sobretudo se considerarmos seu protagonismo na logica do produtivismo e da
competitividade academicos.
E por tudo isso que soa tao reveladora a afirmafjao de Raewyn Connell (2011) a
respeito do habito de brasileiros(as) e australianos(as) citarem autores como Foucault, Bourdieu,
Giddens, Beck, ou Habermas nao por conhecerem profundamente a realidade de ambos os paises,
mas porque suas ideias e modelos teoricos se tornaram referencias nas Universidades euro-

1 Essa aprcscntacao e um acrescimo a proposta apresentada no meu artigo intitulado “Precisamos falar sobre o
lugar epistemico na Teoria da Historia”, publicado na revista Tempo e Argumento, do Programa de Pos-Graduacao em
Historia da Universidade do Estado de Santa Catarina, Brasil. Quando esta comunicacao foi apresentada, o artigo ainda
nao havia sido publicado. Em fimcao de sua publicacao no intervalo entre a rcalizacao das III Jornadas Nacionales de
Filosofia y Epistemologia de la Historia e a publicacao deste e-book, optei por incluir apenas as informacocs ineditas.

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americanas. E principalmente porque nos fomos formados(as) para receber i n s t a t e s dessas


instituifjoes.
E certo que Connell se refere ao canone da Sociologia, mas a situa<;ao e a mesma no campo
da teoria da Historia. Foi o que tentei sugerir, comparativamente, em outra situa9ao ao afirmar que:
Basta um breve exercicio de memoria para substituir os nomes mencionados por Connell por
outros nomes da Teoria da Historia com os quais estamos familiarizados(as). Desnecessario dizer que
o argumento nao precisa sofrer qualquer altera9ao. Assim, nao citamos Koselleck, Hartog, Rusen,
Hayden White, Paul Veyne, Frank Ankersmit, Paul Ricoeur, Michel de Certeau, o proprio Foucault,
Chris Lorenz, dentre outros, por conhecerem a realidade brasileira como ninguem! Entao, por que os
citamos? A pergunta e fundamental. E algo me leva a pensar que todos(as) nos, teoricos(as) da
historia, ao menos intuimos uma explicagao para este fenomeno. Afinal, ela nao e diferente daquela
apresentada por Raewyn Connell. Nos o fazemos, antes de tudo, por habito. (Pereira 2018, 91)
Esse comportamento e uma expressao do mesmo fenomeno que Syed Hussein Alatas (1972),
ha mais de quarenta anos, diagnosticou como a mentalidade cativa de intelectuais do sudoeste
asiatico. Marcada pela tendencia a imita9ao acritica de agendas de pesquisa, de problemas teoricos,
escolhas conceituais e recortes tematicos, metodologias e analise de dados, dentre outras etapas da
produ 9ao do conhecimento cientifico, a mentalidade cativa e uma realidade pensada e descrita pelo
autor como um dos desdobramentos do imperialismo intelectual.
Assim como Mignolo, Connell e Alatas, outros(as) autores(as) tem, ha decadas, denunciado
as rela9oes de poder mais ou menos explicitas no processo de produ9ao do conhecimento e de
consolida9ao dos diversos campos das ciencias. Com legendas e trajetorias historicas diversas, o fato
e que os paradigmas da pos-colonialidade, decolonialidade, das epistemologias e teorias do Sul sao
expressoes cada vez mais visiveis, tornando injustificavel o desconhecimento ou o silencio em rela9ao
aos seus respectivos programas teoricos. E nesse sentido que proponho pensar uma operacionalidade
para a categoria de lugar epistemico, como uma forma de contribuir com esse debate que apenas se
inicia no campo da teoria da Historia.

Nem so de “lugar social” se escreve a Historia

Bastante conhecida dos(as) historiadores(as) brasileiros(as), a categoria de lugar


social, associada a Michel de Certeau (2008), e uma ferramenta que permite evidenciar as re d o e s
de poder (institucional e pessoal), geralmente ocultas nas paginas dos livros de Historia. Nao ha
duvidas quanto a utilidade desta categoria, especialmente para o campo da Historia da Historiografia.
Contudo, apesar de explicitar “a realidade de bastidores” da produ9ao historiografica, a categoria de
lugar social nao afirma o locus (epistemico) de enuncia9ao (Bernardino-Costa; Grosfoguel, 2016).
Eis o sentido etico-politico da categoria de lugar epistemico: uma ferramenta que, ao
mesmo tempo, sinaliza as re d o e s de for9a que levam “os sujeitos socialmente situados no lado
oprimido da diferen9a colonial a pensarem epistemicamente como aqueles que se encontram em
posi9oes dominantes”, mas tambem assume o compromisso de elaborar um conhecimento contra-
hegemonico (Bernardino-Costa; Grosfoguel 2016, 19).
Penso que uma defini9ao da categoria de lugar epistemico nao poderia partir senao
deste compromisso. Porem, considero essencial construir caminhos para sua operacionalidade.
Devemos nos perguntar, por exemplo, com quais estrategias e possivel marcar o locus de enuncia9 ao
desse conhecimento hegemonico; como e por que reconstruir o processo de forma9ao do canone;
como e por que denunciar o provincianismo travestido de universalidade; por que problematizar a
dicotomia sujeito-objeto; e, enfim, por que assinalar nao apenas o eurocentrismo, mas tambem o
androcentrismo e o racismo na ciencia, sob o disfarce da neutralidade. Como mencionado

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anteriormente, me ocuparei de apenas dois desses aspectos, uma vez que os demais foram abordados
detalhadamente em outro momento.2

Superar a dicotomia sujeito-objeto

Este topico e particularmente delicado e gostaria de problematiza-lo nao a partir das


assimetrias entre Norte e Sul global em geral, mas sim a partir de uma experiencia particular e recente
com alguns/algumas colegas da Universidade onde trabalho. Me refiro, portanto, a uma experiencia
endogena que, no entanto, revela um comportamento generalizado que reflete muito bem essa
dicotomia entre sujeito-objeto.
O episodio ao qual me refiro para ilustrar essa dicotomia foi o que considero uma
grande injusti9a cometida contra um candidato ao mestrado em um Programa de Pos-Graduag&o. O
projeto de pesquisa por ele apresentado propunha, com recurso as categorias e conceitos de Michel
de Certeau em sua opera9ao historiografica, investigar o processo de forma9ao de uma corrente
historiografica de bastante renome no Brasil e no exterior. Dentre as usuais metodologias da Historia
da Historiografia e das Ideias, chamava a aten9&o a proposta de realizar uma etnografia dos
intelectuais.
A proposta foi recebida com enorme hostilidade por parte de alguns/algumas dos(as)
responsaveis pela argui9ao. E nas “conversas de bastidores” o merito da proposta foi questionado sob
o argumento de que o candidato sofreria serios riscos de retalia9ao, caso levasse o projeto adiante.
Em resumo, embora estivesse bem fundamentado, o projeto foi censurado e o candidato reprovado
no processo seletivo. Vale notar que nenhum(a) dos(as) censores(as) daquele projeto faz parte do
grupo de historiadores(as) que o projeto propunha pesquisar.
Penso que toda a resistencia enfrentada por aquele candidato ao mestrado foi uma
expressao muito forte da rigidez propria a dicotomia sujeito-objeto. Ambientados ao lugar de sujeitos,
aqueles(as) historiadores(as) que ocuparam a mesa examinadora nao admitiram enxergar seus colegas
de oficio (e, por extensao, eles/elas proprios/as) no lugar de objeto de investiga9ao.
Naturalizada e estatica, a dicotomia sujeito-objeto e inflexivel ao ponto de inviabilizar
certas abordagens no interior da comunidade cientifica. Acostumados(as) que somos ao lugar de
sujeitos do conhecimento, isto e, a posi9ao de agentes que escolhem, descrevem, classificam,
analisam, comunicam, criticam, enfim, nos reagimos muito mal quando somos transformados em
objeto de investiga9ao de outrem. E ha certos campos em que se observa essa resistencia com maior
nitidez. Sao aqueles que se dedicam a refiexao critica sobre o proprio oficio, aqueles que recorrem a
metalinguagem e que portanto tem como fonte a propria produ 9ao especializada. A Historia da
Historiografia e um desses campos.
Mas nao e isso que fazem os(as) historiadores(as) da historiografia? Nao consiste
nosso trabalho em converter a historiografia em fonte? Ao faze-lo, os(as) historiadores(as) da
historiografia assumem, deliberadamente, a dupla condi9ao de sujeitos e objetos da investiga9ao
historica.
Nesse sentido, penso que campos como o da Historia Intelectual e das Ideias ou da
Historia da Historiografia, em vez de se apresentarem como espa90 s de tensao e enrijecimento de
fronteiras, de boicote, censura e indisposi9ao, muito mais tem a ganhar com o reconhecimento de que
sao espa90 s privilegiados de discussao e, sobretudo, espa90 s promissores quanto a supera9&o desta
dicotomia, ja que somos, virtualmente, ambas as dimensoes do conhecimento historico.
A categoria de lugar epistemico, neste caso, deve servir para desestabilizar a dicotomia
sujeito-objeto, sinalizando para a urgencia do reconhecimento de que nao so nao somos imunes as
criticas, mas, principalmente, que nao somos exclusivos proprietarios da condi9ao de sujeitos do

2 Os dois outros aspectos aos quais me refiro sao: 1) Critica ao canone (problematizando narrativas fundacionais);
e 2) Critica ao a priori das teorias universalistas. Ambos foram analisados no artigo intitulado “Precisamos falar sobre o
lugar epistemico na Teoria da Historia” (Pereira 2018).

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conhecimento. Desdobrando o argumento, a flexibiliza9ao da rela9ao sujeito- objeto tensiona e


problematiza a hierarquia entre esses dois polos do conhecimento cientifico, de modo que se
questiona a propria prerrogativa do saber cientifico frente a outros conhecimentos e sujeitos desses
conhecimentos.

Lugar epistemico como instrumento a servi9o dos marcadores de sexo, ra 9a e sexualidade dos(as)
narradores(as).

Sob o signo da neutralidade, da objetividade e da racionalidade alheias as paixOes que,


supostamente, perturbam e comprometem os resultados das pesquisas cientificas, a masculinidade
hegemonica exerce sua primazia. Essa hegemonia masculinista tende a empurrar as tematicas e
perspectivas com as marcas do genero, da ra 9a e da sexualidade para fora do campo da historia
intelectual, historia da historiografia e historia das ideias. Em outras palavras, os marcadores de ra 9a,
genero e sexualidade seriam da al9ada dos estudos raciais, da historia das mulheres, das perspectivas
feministas e dos estudos Queer.
Amarca 9&o do locus de enuncia9ao conforme um recorte de ra9a, genero e sexualidade
possibilita a desabsolutiza9ao dos lugares do masculino, da branquidade e da heteronormatividade.
Explicando melhor, as identidades nao-marcadas que carregam consigo o selo da existencia absoluta
e nao condicionada sao, com auxilio da categoria de lugar epistemico, percebidas e descritas como
racializadas e engendradas, tal como as identidades marcadas pelo signo do particular.
Ressalta-se assim, o carater relacional das tensdes raciais, de genero e sexualidade,
evidenciando a correla9ao das identidades e nao a suposta neutralidade e objetividade de uns em
rela9ao a passionalidade de outros(as), ou a universalidade de uns em rela 9iio a particularidade de
outros(as). Trata-se, enfim, da marca9ao de identidades acostumadas com a ausencia de marcadores,
identidades formadas na ilusao da existencia absoluta e incondicional. A categoria de lugar
epistemico, em sintese, atuaria como sinalizador das assimetrias geradas e mantidas pela divis&o
sexual e racial do trabalho intelectual, auxiliando no seu enfrentamento.

Considera9oes Finais

Se os(as) cientistas sociais, de diferentes partes do que se tem convencionado chamar


de Sul Global, ha algumas decadas tem se dedicado a problematiza9ao da geopolitica da produ 9&o do
conhecimento e a elabora9ao de programas teoricos contra-hegemonicos, a realidade do campo da
Teoria da Historia, ao menos no Brasil, e bastante diferente. Em primeiro lugar porque nos referimos
a uma area de desenvolvimento e consolida9ao relativamente recente.
Nos habituamos a reconhecer o pioneirismo de Jose Honorio Rodrigues no
desenvolvimento deste campo no Brasil, assim como a caracterizar as decadas de 1980 e 1990 como
de um notorio crescimento. Mas e nas duas primeiras decadas do seculo XXI que, pode-se dizer, a
Teoria da Historia se consolida como um campo de especialistas. Essa consolida9ao se expressa,
particularmente, na funda9ao da Sociedade Brasileira de Teoria e Historia da Historiografia
(SBTHH), em 2009.
E tambem esse o contexto de parte significativa das publica9oes de artigos,
disserta9oes, teses e livros de pesquisadores(as) de todas as regioes do Brasil. E tambem o periodo de
publica9ao de coletaneas de excertos de historiadores considerados classicos e fundacionais da
historia como ciencia. Em resumo, especialmente nos ultimos quinze anos, o campo da Teoria da
Historia no Brasil viveu um periodo bastante proficuo na produ 9ao nao apenas de pesquisas ineditas
e inovadoras, mas tambem de manuais e livros de introdu9ao ao oficio da historia, preenchendo uma
enorme lacuna na bibliografia especializada.
Esses livros tem sido adotados em cursos de Gradua9ao e Pos-Gradua9ao em Historia
de Universidades Publicas e Privadas em todo o Brasil, como atestam os programas e ementas de
disciplinas da area, facilmente encontrados na Internet. O que quero dizer com isso e que nos ultimos

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anos experimentamos um processo de consolida9ao de um campo, o que significou - como em geral


significa -, estabelecer uma narrativa hegemonica sobre a propria historia da disciplina.
Uma breve consulta a livros como Os Historiadores - Classicos da Historia (2012;
2013; 2014; 2018), Historiadores de nosso tempo (2010), A constituigao da Historia como
ciencia: de Ranke a Braudel (2013), Afirmagdo da Historia como ciencia no seculo XX
de Arlette Forge a Robert Mandrou (2016), dentre outros, revela o fenomeno ao qual me refiro, de
estabelecimento desta narrativa hegemonica, assim como de uma bibliografia canonica.
O momento atual nao e mais o mesmo. Em parte porque a Teoria da Historia e hoje,
indiscutivelmente, um campo ja consolidado no Brasil. A titulo de exemplo, a Sociedade Brasileira
de Teoria e Historia da Historiografia conta ja com centenas de filiados(as), o Seminario Brasileiro
de Teoria da Historia caminha para a sua X edi9ao, a Revista de Historia da Historiografia esta entre
as melhor avaliadas revistas cientificas da area de Historia, ja se contam aos montes as linhas de
pesquisa, grupos de trabalho e laboratorios dedicados a forma9ao e pesquisa no campo.
O momento atual tambem nao e o mesmo em razao da crise politica e economica que
assola o pais, marcado por novos ataques a autonomia intelectual e as Universidades, pelo
desprestigio do oficio de historiadores(as) e professores(as) de Historia. Por outro lado, o momento
atual nao e mais o mesmo porque o perfil da Universidade brasileira mudou, especialmente em razao
das politicas de a9ao afirmativa que possibilitou o ingresso de estudantes indigenas, negros(as) e
quilombolas. E essa nova face da Universidade tem exigido uma mudan9a de comportamento em
rela9ao ao conhecimento. Que seja em favor da desobediencia e da pluralidade epistemicas!

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Identidad e Historia Reciente: El caso H.
Myrna Bilder
IDIHCS-UNLP

Introduccion

En el marco del presente trabajo, nos proponemos mostrar la colision entre la concepcion
biologicista de la identidad y otras dimensiones o aspectos de la identidad, con este objetivo habremos
de recuperar a traves de notas periodisticas, la palabra de un joven que ha sido protagonista de un
caso de restitucion muy particular; un individuo que se opuso a realizarse la extraccion de sangre
necesaria para confirmar su filiacion y, mas tarde litigo para conservar su nombre y apellido de
crianza-y apropiacion-, lo que consiguio gracias a un fallo del TOF n°4 de diciembre del 2016.95 Se
trata de un joven que fue apropiado al momento de nacer-el nieto recuperado numero 95 para las
Abuelas de Plaza de Mayo, al que de aqui en adelante llamaremos Ft.96 Su historia comenzo hace
treinta nueve anos en la Escuela de Mecanica de la Armada (ESMA), donde nacio, estando su mama
en situacion de cautiverio. El tribunal determino que se debia destruir la partida de nacimiento
apocrifa e inscribirle como hijo de sus padres desaparecidos y bajo la identidad correspondiente. En
ese mismo acto, se debia anadir una anotacion marginal en el documento que le autorizaria a usar el
nombre y el apellido proveniente de sus apropiadores; por lo que quedarian registradas ambas
identidades sin anularse ninguna.
Sus padres fueron secuestrados en octubre de 1977 en Mar del Plata. Liliana, su mama, estaba
embarazada de cinco meses. Ambos estuvieron alii en cautiverio, hasta que Liliana fue trasladada a
la maternidad clandestina que funciono en la ESMA, donde estuvo en la llamada “pieza de las
embarazadas” hasta que en febrero de 1978 dio a luz a un bebe, al que le puso el nombre de Federico.
Le quitaron a su hijo unas pocas horas despues de parir y, la llevaron de regreso a Mar del Plata,
donde la mataron unos meses mas tarde. En 1985, el Equipo Argentino de Antropologia Forense
exhumo su cuerpo de una tumba NN y la identifico.
A los cuatro anos, quienes lo criaban le contaron que no era hijo biologico, y ya algo mayor,
le animaron a acercarse a alguna institucion para averiguar si no era hijo de desaparecidos; pero,
segun cuenta, nunca sintio interes por saber sobre su origen. No fue hasta mucho mas tarde, cuando
vino a Buenos Aires a estudiar, que debio enfrentarse de lleno con esta cuestion, tras recibir los
primeros llamados de Hijos.
Pese a que se entrevisto con el juez de la causa para manifestarle que no queria averiguar
quienes eran sus padres biologicos, el magistrado ordeno que allanaran su casa para tomar en forma
compulsiva una muestra de material biologico, a fin de realizarle un estudio de ADN.
“A las cinco del Ejercito, la jefa del Hospital Duran y dos testigos. Se llevaron un par de
medias, un cepillo de dientes y el resultado lo sacaron de una maquina de afeitar”, recuerda en una
nota periodista del 2017. (Infobae, 6/1/17)
El Banco Nacional de Datos Geneticos comprobo, con una parentalidad del 99,92 %, que era
el hijo de Liliana y Eduardo. La camara ordeno que se le inscriba con el apellido de sus padres y con
el nombre que le habia puesto su madre biologica. A pesar del shock, cuando se entero del resultado
positivo del ADN trato de conectarse con su pasado: “Comence a armar un vinculo con mi familia
biologica, pero tema treinta y tres anos, como adulto no es facil, no es apretar un boton y uno cambia”,
refiere en el mismo ano al mismo periodico, refiere en la nota periodistica senalada anteriormente.
(Infobae, 6/1/17)

95No queria sustituir su identidad de apropiacion por su identidad biologica; es decir, cambiar o reemplazar una cosa por
la otra; pero si estaba dispuesto - y eso fue lo que solicito en un primer momento a la justicia- a anadir su identidad
biologica a su identidad de apropiacion, es decir, conservar su nombre y apellido agregando a su vez los apellidos
provenientes de sus padres desaparecidos.
96 La identidad del sujeto al que hacemos referencia en el presente trabajo sera resguardada por respeto a su privacidad.

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En muchos casos similares, se produce un total rompimiento con la familia de crianza, debido
a que por lo general hay testimonios de abusos y maltrato por parte de los apropiadores. A su vez,
hay otras historias en las que el adulto que conoce la verdad elige mantenerse al lado de quienes le
criaron y desvincularse completamente de la familia biologica hasta entonces desconocida. Por otro
lado, se dan muchas situaciones y procesos intermedios entre estos dos extremos: incluso, dado el
caracter permanentemente abierto de la re-elaboracion subjetiva identitaria, se ha producido en
algunos casos una cierta reversibilidad, hay jovenes que rechazaron durante mucho tiempo la historia
y el contacto con su familia biologica que se han ido acercandose e integrandose progresivamente a
ellas; mientras que, por el contrario, otros jovenes que en un primer momento habian repudiado a sus
apropiadores, posteriormente retomaron vinculos con ellos.
H. decidio que no queria cambiar su identidad. Ademas, pidio que el Estado le designe un
abogado para que lo represente, argumentando que era el propio Estado el que lo habia metido en la
situacion en la que se encontraba. Si bien en un primer momento se lo negaron, luego la Defensoria
acepto que uno de sus letrados asumiera la defensa de sus intereses.
“Yo vengo negandome a pagar un abogado para que me defienda en esta causa donde el mayor
responsable es el Estado, donde no puede ser que sea una victima para un tribunal, un numero para
las Abuelas, un trofeo de guerra para el pueblo y que no tenga un derecho mio que sea valido, porque
vale mas el derecho de cualquiera que el mio”, expresa tambien en el 2017 aunque en otro medio de
comunicacion. (Perfil, 6/1/17)
Las demandas de los diversos actores sociales- los familiares, Abuelas como institucion, el
Estado, la sociedad en general y el sujeto en cuestion- no siempre coinciden, y es mas, en algunos
casos parecen entrecruzarse y entrar en tension entre si, asi es que en este caso tenemos al Estado que
constata el crimen de secuestro, apropiacion y violacion del derecho a la identidad; al desaparecido
vivo que aparece y su derecho a la singularidad; a las Abuelas y su derecho a recuperar al nieto
perdido y, a la sociedad que busca a traves de la restitucion reparar y cerrar o poner fin al capitulo
del pasado reciente.
“Yo no me identifico con el apellido...................... y mucho menos con el nombre de
pila No es un enojo ni un rechazo, ni un repudio. Yo siempre plantee que por haber sido victima
tengo que tener algun derecho para ver como manejo yo mi propia historia y no seguir perdiendo. Mi
sensacion interna era volver a desaparecer en democracia.” (Infobae, 6/1/17)
<^Se debe respetar su voluntad? <^E1 derecho a la identidad es el derecho a conocer la identidad
o es ademas la obligacion de portar y asumir esa identidad? Para el tribunal, fue un tema de discusion
si debian despojarle absoluta y completamente de la identidad que -aunque apocrifa-, fue su identidad
durante sus treinta y nueve anos de vida y, en este punto, se encontraron con un vacio legal. Por ello,
el tribunal decidio emitir un fallo en el que insta al poder legislativo a emitir una normativa que
permita definir este tipo de situaciones. En cambio, para Abuelas de Plaza de Mayo, el fallo judicial
-al anadir al apellido de apropiacion el apellido de los padres desaparecidos- vulnera los derechos de
los familiares de los desaparecidos y, ademas, constituye una afrenta a su memoria. Abuelas considera
que el nieto puede mantener -si es que asi lo desea- el lazo con los apropiadores, pero no conservar
un nombre que fue falsificado y que con el fallo, se pretende legalizar el despojo que sus padres
sufrieron a manos del Estado. (El Pais, 12/1/17)
Se trata de un caso muy particular, y es justamente su singularidad aquello que provoca
nuestro interes, aunque podria objetarse que al tomar un caso tan particular y ademas solo un caso,
no estamos dando cuenta de otros casos-la gran mayoria- en los que el proceso de restitucion de
identidad adquirio caracteristicas muy diferentes. Queremos destacar que no hay un proceso de
restitucion modelo, al que se deban ajustar o aproximar luego todos los demas; del mismo modo, no
es posible afirmar que haya casos “paradigmaticos”, ya que cada uno de los procesos de restitucion
de identidad ha presentado caracteristicas unicas e irrepetibles.

Como pensar la identidad

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Durante la dictadura, muchos ninos secuestrados junto con sus padres o bien nacidos en
cautiverio, fueron inscriptos ilegalmente como hijos biologicos a traves de la falsificacion de sus
datos filiatorios. Con el retorno de la democracia, una vez localizados aquellos ninos y jovenes que
se sospechaba eran hijos de desaparecidos, surgio el problema de como reconocerlos e identificarlos
de manera fehaciente. Se volvio necesario hallar un principio identitario inalterable: el ADN fue la
respuesta, asi fue como los analisis geneticos se convirtieron en el instrumento para la identificacion
de los desaparecidos vivos. Con el transcurso del tiempo, lo que era en un primer momento un
mecanismo de identificacion; se transformo en el pilar en torno al cual concebir la identidad; al hacer
de la identidad un conjunto de rasgos biologicos que se heredan y no pueden modificarse; soslayando
o sesgando aspectos vinculares, constructivos y temporales. Para “Abuelas de Plaza de Mayo” la
identidad adquirio un sentido monolitico-si bien es necesario reconocer que en Abuelas como
institucion y en las abuelas como sujetos singulares conviven concepciones encontradas, donde se
superponen ideas biologicistas de la identidad con otras de corte culturalista y colectivista y, por otro
lado, el uso de esta categoria ha sufrido transformaciones a lo largo del tiempo-.
El nombre y el apellido-identidad en sentido juridico-pueden ser objeto de sustitucion y de
restitucion, en cambio, desde que parametros podemos hablar de la verdad y de la falsedad de las
vivencias y sensaciones que a lo largo del tiempo fueron dando forma a la subjetividad. Si acudimos
a Paul Ricoeur, a la identidad como mismidad en el sentido de lo que es permanente en el tiempo y
opuesto a lo diferente, podemos contraponerle la identidad como ipseidad: lo que deviene otro en el
tiempo como consecuencia del caracter narrativo y vincular de la identidad. Desde esta perspectiva
la identidad constituye una construccion permanente y nunca plenamente acabada; abierta al devenir
(Ricoeur 1996, 12 y ss.; 1999, 215). Abordada la identidad desde una perspectiva performativa, no
se aviene facilmente a ser vista como un bien que se posee o del que se carece; que se puede sustraer,
ocultar, recuperar, restituir, que se saca o se pone, objeto de circulacion o de intercambios y, en todo
caso, que es eso que se pierde y se recupera; o dicho en otros terminos, como pensar la apropiacion y
la restitucion desde una nocion ipse de identidad. Al respecto, Quintana propone pensar la apropiacion
como una forma sui generis de desaparicion, en la medida que se trata de un ejercicio de poder que
al mismo tiempo que destruye, produce identidad y, lo hace a traves de la insercion en una trama
narrativa identitaria. Asi, va dando forma a una subjetividad en la que el si mismo se constituye
siempre en terminos vinculares; en un entre otros, la apropiacion entonces como el trastrocamiento
de un relato que produce un impasse o una borradura identitaria al verse alterados los otros del si
mismo; los que participan y los que permanecen excluidos de la trama narrativa identitaria. A su vez,
la restitucion como la re-historizacion o puesta en orden de un relato merced a la introduccion de
aquella parte que ha sido disociada y, que al introducirse, incorpora a aquellos otros que han
permanecido ausentes del proceso identitario.
“.. .respecto del sentido ipse de la identidad no parece posible afirmar ni la existencia de una
unica identidad ni de una identidad «verdadera» frente a una o mas identidades «falsas»” afirma
Quintana (2011, 47) a la vez que propone comprender la restitucion de identidad como el re-
ordenamiento de un relato-no de una identidad- que esta hecho de opacidades, vacios, claroscuros y
sinsentidos.
Aun si pudieramos reconstruir minuciosamente la trayectoria o el recorrido que siguio cada
uno de los desaparecidos desde el secuestro hasta su muerte, como murio, en manos de quien, donde
estan sus restos, aun seguiria en pie la pregunta por como fue posible, y habra de quedar siempre un
hueco, un vacio, un punto de fuga o de sinsentido, es decir, un equilibrio que no podra recomponerse.
Gatti sugiere que el afan por reordenar, reparar, restaurar el quiebre de sentido y el desequilibrio que
introdujo la desaparicion y la apropiacion puede llevar a aferrarnos a una idea de identidad como
mismidad; haciendo que la restitucion de identidad este animada por el imperativo del deber ser,
sustentandose en la expectativa del retorno o el advenimiento de una identidad que debio haber sido
y no pudo ser. Al respecto, en una pieza teatral que lleva por nombre “Instrucciones para un
coleccionista de mariposas”, que fuera escrita para el ciclo de “Teatro por la identidad”, Mariana Eva
Perez -su autora-nos habla de la busqueda y con el encuentro con su hermano nacido en la ESMA.

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La obra consiste en un unipersonal en el que la protagonista relata la ambivalencia de sensaciones y


de sentimientos que la embarga una vez que, ya finalizada la etapa de busqueda, comienza otra en la
que lo que hasta ese momento era una figura construida desde la ausencia y, por ende, sobrecargada
de idealizaciones, se convierte en un joven de carne y hueso, portador de un pasado y una historia de
vida propias. Asi lo expresa en la ultima carta de tantas escritas al hermano ausente, palabras de
despedida al hermano buscado y, al mismo tiempo, de bienvenida al hermano real:
“No sos Rodolfito, simplemente porque Rodolfito no es nadie mas que yo, yo cuando
solamente sabia ser tu hermana. No es facil, pero tengo que dejar que Rodolfito se aleje y te haga
lugar a vos, el chico alto de las mil cicatrices de un pasado sin mi. Te dije una vez que eras mi vida.
A Rodolfito, mi hermanito, el hijo robado de mama y papa que era mi vida cuando mi vida era tu
ausencia, puedo dejarlo clavado aca, con un alfiler, como a esta mariposa. Y que se quede aca, al
amparo del cristal.”(Perez 2014, 10)
La mariposa disecada, unico elemento manipulado por la interprete, en la actividad de
coleccionista que desempefta el personaje, alude a la imagen cristalizada del hermano desaparecido
al que -tal como ocurre al finalizar la obra- es necesario confinar en una caja entomologica, en tanto
objeto sonado, no correspondiente al piano de lo real.

Re-aparecer no siempre es facil

6Quien es aquel que aparece? 6Aquel que debio haber sido? 6Un nieto para una abuela? 6Un
hermano? 6Un sobrino? 6Que es exactamente re-aparecer? 6Quien es el que vuelve a aparecer?
La teoria, a veces parece no alcanzar a dar cuenta cabalmente de aquello que se quiere
transmitir, en este punto en el que los conceptos desfallecen, apelar a la ficcion puede ser un buen
recurso. Por este motivo, apelamos a un cuento de Ray Bradbury en el que sus personajes, un
matrimonio de personas mayores, La Farge y Anna, han perdido hace poco tiempo a su hijo, de
nombre Tom y, ante la imposibilidad de superar el dolor, deciden viajar a Marte buscando de huir
del planeta Tierra donde anidan los recuerdos de su hijo. Una noche, ya instalados en el planeta Marte,
La Farge cree ver una figura en el exterior de la casa y a la manana siguiente aparece Tom, tal y como
este y su mujer lo recuerdan. Pero, obviamente, no es Tom, sino un marciano capaz de adoptar la
forma que anhelan quienes estan a su lado. La Farge, Anna y Tom comienzan una vida nueva, felices
de estar juntos, y los viejos tratan de no hacer preguntas y aceptar lo que ha sucedido como un milagro.
Un buen dia Anna decide que deben ir a la ciudad, a pesar de que Tom asegura que le da miedo. Alii
se separan y, a la hora convenida, Tom no aparece en el embarcadero. Los viejos comienzan a
buscarlo y, al recorrer la ciudad, descubren que mucha gente ha creido ver a alguien a quien perdieron
tiempo atras. Por fin Tom aparece, pero muchos otros lo reclaman como su hija o su marido muerto.
El marciano, que mutaba y asumia las identidades de los seres queridos de unos y otros, incapaz de
ser tantas personas a la vez, grita y cae muerto.97 Tal como en el cuento de Bradbury, aquel que
aparece o re-aparece es esperado con ansias por diversos actores: las Abuelas; los militantes y los
sobrevivientes; el Estado e inclusive la sociedad en general; quienes depositan en su figura la imagen
de un nieto y una victima al mismo tiempo y se aferran en mayor o menor medida a la idea de que
devolviendole su identidad no solo se reestablece el estado de derecho sino que ademas se re-ordena
o re-acomoda el pasado al poner cada pieza del rompecabezas en su lugar. Comprender, en cambio,
la apropiacion y la restitucion desde una nocion ipse de identidad al darle cabida a la singularidad de
aquellos que retornan, abre el interrogante por el sitio a otorgarle no ya en el interior de un grupo
familiar; no ya como dato o numero o parte de una causa judicial y, no ya como aquel cuya reaparicion
simboliza que todo vuelve de alguna manera a estar en su lugar. Ademas, nos resguarda de poner a
girar infinitamente su ser en torno a las figuras de nieto para una abuela; victima para la justicia y
causa de Estado y orden social.

97 Nos referimos al cuento titulado “El marciano” que forma parte del libro Cronicas marcicmas de Ray Bradbury.

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>Internacional

216
Cuando el humor no da gracia

Pablo Busina
UNComa

El modelado del pasado a traves de sus representaciones; las implicaciones y alcances de su


resignificacion; las posibilidades y limitaciones eticas y morales que estan involucradas han sido
topicos recurrentes en la discusion teorica habitual de quienes hacen del pasado la materia de su
estudio.
Artistas, historiadores, testigos y una constelacion mas de individuos e instituciones
vinculadas a un pasado determinado, generan un relato o narration acerca del mismo, que va
constituyendo una memoria colectiva, y que afecta las memorias individuates que la integran
inicialmente (Hallbawchs, 1998).
Sin embargo, ante la existencia de determinados sucesos que son intrinsecamente ajenos a
cualquier tipo de iteration en la experiencia, tanto individual como colectiva, se despierta una serie
de prevenciones y recaudos.
6Por que surge este tipo de cuidados a la hora de referirse a estos eventos?
^Por que se ralentiza la velocidad habitual de la escritura y la lectura ante la presencia de un
acontecimiento limite?
^Por que se revisan, una y cien veces, las palabras, imagenes, soportes o escenarios que se
utilizaran para plantear esta representacion?
El caso emblematico de la Shoa produjo, terminada la Segunda Guerra Mundial, una serie de
analisis y prescripciones que, antes que normativas, pretendieron extender el pensamiento reflexivo,
en lugar de sumir este acontecimiento en las filas de los relatos historicos habituales o repetibles.
Particular caso implicaron los intelectuales que tuvieron experiencia directa con el escenario
descripto, y se vieron confrontados a considerar el efecto que supone sobre la lectura y la escritura.
La aparicion de algunas representaciones que ponian en cuestion las visiones que
predominaron en las dos decadas posteriores inmediatamente al conflicto, ya sea a partir de su
relativizacion, ya a partir de incluirse en propuestas de orden artistico que discrepaban de la estetica
sancionada como valida; otorgo un plafon de viabilidad a la pregunta de si habian limites que no
debian atravesarse en estas reconstrucciones.
Friedlander se pregunta si no hay una cierta “pretension de verdad” que se torne imperativa
al tratar estos sucesos limite. Plantea que los limites impuestos al relativismo historico y a la
experimentation estetica parten de la “opacidad de los sucesos”, por un lado, y la “opacidad del
lenguaje”, por el otro (Friedlander 2007, 25), lo que conlleva a una imposibilidad instrumental de asir
esa realidad y por lo tanto representarla de manera acabada, ya sea por no contar con los suficientes
elementos probatorios, o por no contar con los suficientes significantes que puedan asumirse como
continentes adecuados de los significados aludidos.
Los eventos limite, por el contenido semantico que tienen asociado, tensionan limites de
historizacion, poniendo en relieve cuestiones eticas del historiador (Perez Baquero, s/f). Su reception
es de tal manera rupturista que se les atribuyen una serie de efectos a partir de su misma percepcion.
LaCapra, en Escribir la Historia, Escribir el trauma coloca a estos eventos dentro de la
categoria psicoanalitica de trauma. Su position trabaja por analogia, correlacionando la mentalidad
individual con la mentalidad social o colectiva; asignandoles respuestas semejantes, en particular a

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la hora de enfrentar la reaccion frente a sucesos de estas caracteristicas, y categorizando la tarea del
historiador de manera similar.98
LaCapra menciona un tipo de escritura historiografica que llama autosuficiente. Hace de las
pruebas documentales el punto de partida para una elaboracion narrativa que pretende ser objetiva,
siendo su exponente mas conspicuo el positivismo decimononico. Este enfoque localiza el evento en
un pasado que no tine al lector ni al escritor, impidiendo un dialogo empatico, y disponiendose a tratar
al pasado como algo objetificado (LaCapra, 2005). El autor lo vincula con el proceso de elaboracion,
en el que el trauma individual o colectivo pierde su actualidad, y se localiza en un pasado objetivable.
Al cerrar narrativamente la historia, al darle un final, el traumatizado puede avanzar hacia otros
derroteros sin la carga del impedimento psicologico que significaba el efecto paralizante del trauma.
Incluso puede llegarse a suponer que la comprension, basada en la objetificacion, permita
potencialmente llegar a justificar lo injustificable; cuantificar lo inefable o cuestionar lo
incuestionable (Kwiatkowski-Burucua, 2011).
Al otro enfoque historiografico, LaCapra lo denomina constructivismo radical. Esta
caracterizado como la proyeccion en formato escrito de la mirada distorsionada del historiador. La
construccion de un pasado filtrado por lo subjetivo, no remite necesariamente a la ausencia de
aseveraciones verdaderas, sino a la elaboracion de un entramado que dote de un sentido impuesto por
el escritor a la sucesion de esos hechos, seleccionados y adecuados a un determinado modelo
tropologico. Relaciona este enfoque con la el concepto de transferencia, donde la subjetividad del
historiador hace revivir el trauma, sin interponer mediaciones temporales, y repitiendo la sensacion
que lo condiciona indefinidamente.
Ahora bien, es interesante que LaCapra se ubique en una pretendida centralidad, demandando
a la escritura historica un abordaje combinado de reivindicaciones de verdad (que articula con la
vision documental autosuficiente) y estructuras narrativas que remitan a una sensibilidad en el
receptor (articulado con la vision constructivista radical).
Esta compleja interrelacion entre los dos enfoques permitiria contar con elementos de critica
de las reconstrucciones de estos sucesos limite, de caracter historiografico o artistico. Ofreceria una
posibilidad de formular opiniones de aquellas producciones que fueran desvinculadas de la realidad
factica y aludieran a una serie ficticia de hechos. Tambien tornaria factible criticar los discursos que
solamente constituyeran una “sublimation de las emociones contenidas en un contexto de evento
limite, sin referirlo.” (LaCapra 2005, 39)
Sin embargo, a la hora de caracterizar este tipo de relaciones y las limitaciones que emergen
de ellas, LaCapra incurre en algunas premisas dadas por sentado mas rapidamente de lo que permite
el argumento. Por ejemplo, al criticar una pelicula La vida es bella, que propone una mirada
humoristica o de realismo magico en dos etapas diferenciadas respecto del acontecimiento traumatico
de un campo de concentracion, pero sin cambiar la estructura discursiva que articula el relato, su
formulation demanda algunas peticiones de principio que podrian discutirse. Habla de que el campo
de concentracion es “irreconciliable con el humor benevolo y las estilizaciones protectoras”, sin decir
por que. De ahi, lleva adelante el juicio de “inverosimil” o de “verosimilitud deficiente” a este relato
(LaCapra 2005, 39).

98 Cabe aclarar que hay una serie de autores que interponen serias reservas a la hora de cristalizar estas analogias entre
casos individuates y colectivos sociales, y entre categorias psicoanaliticas y categorias historicas. Por ejemplo, se discuten
problemas ontologicos, como en el caso de las temporalidades respectivas entre historia y trauma, que impiden de este
modo un distancia critica del pasado que posibilite su historizacion (Mudrovcic, 2003).

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De esta manera, creo que incurre en el mismo error del que acusa a White, cuando lo cita en
su inesperado giro retorico, al admitir (White) que hay o habria una manera “impropia” de tratar una
trama relacionada con el holocausto si recurriera a determinadas maneras de tramar (citado por
LaCapra 2005, 42-43).
LaCapra plantea la necesidad de una mirada objetiva sobre el pasado, que no pierda de vista
“afectos, empatia y cuestiones de valor” (LaCapra 2005, 57). Dicha posicion involucra aceptar un
grado de transferencia de parte del que formula el discurso reconstructivo o representative, y establece
limitaciones intrinsecas, originadas en la formulacion de una teoria sobre la experiencia y sus
implicaciones.
^Podriamos aplicar estos criterios para establecer la validez o pertinencia de representaciones
vinculadas a sucesos limite? <^Se pueden encontrar estos recursos o principios en las demandas que
se le formulan para legitimarlos como aceptables?
Particularmente en el arte, es habitual el trasvase de categorias relacionadas con la experiencia
personal o colectiva, y se las reformula en forma de criterios de seleccion y eliminacion de relatos,
enclaustrandolos en aptos o no, en adecuados o no, en admisibles o no.
Tomando por ejemplo la trama ironica o humoristica aplicada a eventos como la Shoa,
encontramos una tira de vinetas que aparecieron en la revista Humor, N°21, de octubre del ano 1979.
En esta doble pagina, obra de Raul Antonio Bonato (Cantu), encontramos una serie de
ilustraciones que identifican de una manera inconfundible un campo de concentracion aleman. Los
elementos semioticos abundan: las siglas SS en los brazos de los guardias, numeros en los brazos de
los prisioneros, en fin, todos los estereotipos de las caricaturas. El titulo excede cualquier
alegorizacion: “Holocausto 1”.
Las vinetas representaban las situaciones de sometimiento, tortura y muerte perpetrada por la
policia y el ejercito nazi contra los judios. Podriamos decir que el tratamiento en forma graciosa de
estos elementos ponia en juego una banalizacion de la violencia, ubicandola en un segundo piano del
relato, y priorizando la construccion de una salida inesperada (que es lo que construye un chiste).
Dice Burkart, al respecto, que “El impacto visual -por lo terrible y horroroso- de las representaciones
de Caton ubicaba su propuesta humoristica en el mas delgado limite etico de una representacion
humoristica” (Burkart 2009, 6).
El momento de la tirada de este numero de la revista, coincidia con el acatamiento por parte
de la Junta Militar Argentina de la orden de la Corte Suprema de Justicia, que autorizaba la salida del
pais del periodista, de origen judio, Jacobo Timerman. Asimismo se habia producido la censura por
parte del gobierno militar a que se emita la serie Holocausto, narrativa cinematografica del genocidio
nazi. Segun los autores de la revista, estos fueron los disparadores para generar una critica a la
condicion de la Argentina, vinculandola con el gobierno nazi.
En la siguiente edicion (Noviembre 1979), se publicaron una serie de cartas que la revista
recibio a raiz de estas vinetas. Las criticas que se le formulan son diversas, y estan argumentadas en
torno a algunos parametros que enunciaremos.
La DAI A (Delegacion de Asociaciones Israelitas Argentinas) las califico como “explosion de
odio antisemita”, y se ubicaba claramente en su lugar de colectivo al denominar “hermanos nuestros”
a las victimas a las que se referia la tira. Asimismo acusa a la revista de sentir una “macabra
complacencia” ante el hecho en cuestion, al que cataloga como “el mayor crimen de la historia
contemporanea”. Otras de las calificaciones son “burla cruel”, apologia del crimen, agresion al
publico y juego con el genocidio mas horrible del siglo. Es evidente que esta formulacion se basa en

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identificar la intencionalidad del caricaturista con un favorecimiento del exterminio, o por lo menos
con la negligencia de no denunciarlo. Asimismo ubica “mas alia de toda calificacion posible” el hecho
de tomar como materia de humor este asunto.
Otro de los mensajes que se recibieron en la revista, es de parte de “un joven argentino-judio
que casi (sic) sintio en carne propia el holocausto nazi merced a los innumerables relatos de mis tios,
abuelos y demas personas que lo padecieron directamente” (enfasis anadido). Esta persona cataloga
la tira de “panfleto antisemita del mas burdo estilo”, colocando otra vez una intencionalidad contraria
a la etnia judia en el caricaturista. Es muy llamativo que utilice la palabra “casi” para definir su
relacion con el hecho traumatico, una especie de experiencia vicaria por asociacion empatica. Su
proximidad con la experiencia, a raiz de la recepcion de los relatos de los testigos parece habilitarlo
para identificarse como victima (o casi victima), y otorgarle alguna legitimidad o habilitacion para
reclamar. Como una identificacion subjetiva con un trauma colectivo, este remitente se siente aludido
en primera persona. El trauma puede leerse como una “metanarrativa” fundacional (Perez Baquero
2016, 141), sin interponer las variaciones particulares que toma en cada uno de los participantes del
colectivo aludido. Ademas, genera algunas especulaciones a partir de la concepcion de la victima
privilegiada, dada la sancion aprobatoria que la sociedad otorga a los que ostentan el estatus de
victima, podemos llegar a encontrar una especie de herencia o legado traumatico, que avalaria
determinados privilegios por el hecho de una relacion con las victimas directas. Curiosamente, el final
de la carta dice “a la espera de un pronto resarcimiento”, lo que impulsa aun mas la tesis precedente.
El autor de otra de las cartas de lectores la finaliza diciendo “Hasta tanto no aparezca una
rectificacion...”, con lo que se coloca en la posicion de agredido, por pertenecer a la colectividad, y
tacha la historieta como de escupir en una tumba de seis millones. (Humor, N°22, Nov 1979, pp. 12­
13)
Una explicacion desde la revista, sin firma y en el mismo espacio editorial decia: "Pensamos
-y lo hemos dicho mas de una vez- que el humor no debe tener otras barreras que las normales
en cualquier forma de expresion escrita, o sea las morales y esteticas. Pensamos que el humor no
debe temer ni soslayar la muerte, no debe ocultar las miserias y las tragedias humanas, no debe
retroceder ante los temas ‘espinosos1. Sabemos que el humor casi invariablemente es una forma de
critica, constructiva como pocas. Y que su calidad depende de la calidad de quienes lo practican, pero
nunca de los terrenos que invade. [...] Hacer un chiste sobre la bomba atomica, no implica mofarse
de los trescientos mil muertos de Hiroshima" (enfasis anadido). Tambien se subrayaba que las dos
paginas "no eran otra cosa que una flagrante critica al nazismo y sus metodos genocidas". Se plantea
con total ausencia de animosidad hacia la comunidad judia.
En el proximo numero de la revista (N° 23, die de 1979) aparecieron otras cartas, algunas a
favor de la publicacion. Estas argumentaban atacando a los escritos precedentes, y tachandolos de
sectarios, por defender solamente el genocidio judio y no otros, tales como el armenio. Tambien
acusan de protestar porque se trata de su etnia, mientras que si fueran sobre musulmanes no
levantaban la voz. Llama la atencion que en algunas entradas electronicas en el blog
http: revistahumorregistrado. blogspot. com, del ano 2014, se plantean las mismas argumentaciones
en contra de esas protestas basadas en la comunidad etnica de los escribientes.
Mientras la revista y sus defensores priorizaron el proposito -utilizar el humor como
herramienta de desmitificacion- incluso ante un topico sumamente arriesgado, sus criticos -las
entidades/individuos judios- ponderaron una falta de respeto al recuerdo de las victimas del
genocidio, que los llevo a reconocer como un insulto los dibujos realizados.

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La revista veia lo publicado como una manera de criticar la realidad presente, a traves de una
recepcion clara de parte de los lectores, que se darian cuenta de ese guino politico, obligado por la
censura imperante en Argentina. Pero no tuvo ese efecto politico, sino que las lecturas se dieron en
el piano literal del humor grafico, sin vincularlo con la situacion del pais.
El periodico Nueva Presencia (Ario2, N° 19, 12/12/1979), fue el unico medio judio que asocio
la tira de Cantu con el evento de la liberacion de Timerman, y lo contextualizo con la realidad
argentina de dictadura. Escribio: “6Sera que su impotencia y su miedo a publicar chistes
antigubernamentales es lo que los lleva acortar el hilo por lo mas delgado? 6No sera, pues, que los
muertos lejanos son mas saludables que los cercanos”.
Aflos despues, el fundador de HUMOR, Andres Cascioli, admitio que la produccion habia
sido uno de los "errores que se cometen en todos lados. La intencion fue buenisima. La cosa empezo
cuando en television los militares prohibieron dar la miniserie 'Holocausto' y nosotros decidimos tocar
el tema. No se nos ocurrio nada por aca, entonces decidi encargarle al dibujante Caton que hiciera
algo sobre el tema bien duro contra los nazis apoyando la posibilidad de que se de 'Holocausto' en la
Argentina. Y publicamos los chistes... pero salio todo al reves. Se sintieron muy molestas las
entidades judias. Pero si los organismos judios agarran 'Humor' desde el primer numero y lo siguen
se van a dar cuenta de que es una publicacion (donde) tienen gente amiga. La nuestra es una editorial
decididamente antifacista y antinazista. Creo que ese fue un error: duro bastante tiempo, publicamos
cartas a favor y en contra y el tema se trato creo que bien" (Nueva Presencia, enero de 1987)
^Podemos encontrar algun tipo de criterio analitico que nos permita justificar un determinado
modelo de trama? Quisiera referirme a un parrafo de Hayden White, citado por Aranguren Romero
(2008:24), en el que plantea a toda enunciacion discursiva aceptable una necesaria homologacion
social. Es decir, que la sociedad va a convalidar o no determinado relato en funcion de la valoracion
etica o moral que haga del mismo, mas alia de su valor de verdad referencial. El mismo argumento
establece la editorial de Humor como limite: “el humor no debe tener otras barreras que las normales
en cualquier forma de expresion escrita, o sea las morales y esteticas” (Humor, N°22, Nov 1979, pp
12-13). Agrega Aranguren Romero, que no sera la trama discursiva lo que torne aceptable un relato,
“sino las valoraciones que dicha sociedad hace sobre el relato, el lugar que ocupa el relator y la postura
etica y politica que guia su actividad. Acaso se podria pensar que dependeria, en mucho, del poder de
persuasion de cada relato para posicionarse en ese regimen de aceptabilidad” (Aranguren Romero
2008, 24).
Si aceptamos este criterio, la aceptacion social de un discurso sobre un acontecimiento limite
estara condicionada por el criterio moral que subyace en su elaboracion y en su lectura. Es decir,
estaremos presentando una condicion no inherente al relato en si, sino a sus gestores, tanto a nivel de
emision como de recepcion. Quedariamos entonces ayunos de la posibilidad de establecer parametros
objetivos, aplicables a cada discurso representative. Simplemente emitiriamos una opinion subjetiva
y subjetivante anclada en una percepcion moral (o etica) de la cuestion asumida.
Tal vez, incluyendo algun criterio de pertinencia estetica, podriamos evaluar la consistencia
del relato con una corriente artistica determinada, sin catalogarla de adecuada o no para representar
determinado hecho. No podriamos aludir a un elemento inherente a la situacion traumatica que le
impidiese ser representado en soportes de tramas discursivas diversas. El temor de justificar lo
injustificable no se anclaria en el discurso como representacion sino que encontraria validez en el
sentido inverso del planteo, es decir, no seria que el relato justifique, sino que la sociedad deje de ver
injustificable el evento.

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Sin embargo, llama la atencion como este limitante moral se traduce en una especie de sentido
comun en tanto y en cuanto el emisor o receptor ha sido previamente afectado de alguna manera por
el acontecimiento limite. Me sucede al escribir este texto que, varias veces, las palabras que surgen a
la hora de encabezar las criticas que se efectuaron del caso analizado son del tipo: “obviamente”,
“como cabia esperar”, “evidentemente”. Noto en mi misma percepcion el anclaje de esta reserva
moral a la hora de incluir un hecho historico de este calibre en un formato humoristico, aunque a nivel
estrictamente estetico no encuentro fisuras.
^Sera que la subjetivacion es inevitable, y ella desencadena la imposibilidad o limitacion de
hacer asequibles moralmente determinadas tramas? 6Se supera este efecto al limitar el alcance
temporal del suceso a la generacion que lo vive en forma directa? 6Los patrones de representacion
caben para otros casos similares en los que uno no ha sido comprometido moralmente? De ser asi, no
tendriamos elementos inherentes al evento traumatico en si para limitar su inclusion en otras tramas
representativas, sino solo la reserva moral de la sociedad que le conceda su permiso de existir dentro
de los margenes de lo moralmente aceptable. Cambiando los patrones de moralidad, o extendiendo
sus limites de admision, discursos tramados de una manera inmoral para una determinada sociedad,
no seran considerados impropios para otra.

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223
El recorte historico en la poesia epica renacentista

Federico Cesar Cabanas


UNComa

La poesia epica de tematica heroica debe tomar su material de un acontecimiento lejano o


reciente que presente una carga valorativa que le imprima una dimension tal que lo convierta en un
asunto pasible de tratamiento epico a los ojos de los destinatarios cuyo colectivo pretende ser
exaltado. En otros terminos, es necesario que el autor de un poema epico sobre un suceso historico
adopte un criterio que, siendo al mismo tiempo de caracter etico y de naturaleza afectiva, le otorgue
un rango heroico a dicho suceso, a partir de un juicio de valor de la accion compartido por el publico
cuya propia historia es celebrada.
En consecuencia, nuestro proposito en el presente trabajo es, por un lado, identificar los
principales periodos y acontecimientos historicos que constituyeron la materia narrativa para la
composition de poemas epicos heroicos en los siglos XVI, XVII y XVIII, en espanol, italiano,
portugues, frances y latin, y, por otro lado, determinar, a partir de esta revision, los aspectos
valorativos esenciales implicitos en la seleccion de los asuntos historicos de dicha produccion
literaria. En efecto, estos poemas puede agruparse en ciclos segun seleccionen sucesos similares o
pertenecientes a una misma epoca historica, y es la agrupacion comparativa de estos ciclos lo que nos
dara la pauta de la valoracion predominante que se pone en juego para cada grupo, de acuerdo a los
presupuestos comunes que compartan.
El aspecto central para el tratamiento heroico de un acontecimiento historico radica en que
este permanezca vinculado afectivamente al colectivo del enunciador y sus destinatarios, al mismo
tiempo que presente a la mirada de estos un distanciamiento que lo haga digno de especial
conmemoracion y lo aparte asi resto de la historia de ese pueblo y/o nacionalidad. Es decir, es
necesario que, por un lado, haya algun aspecto que lo dote de un caracter extraordinario -en el sentido
literal del termino-, pero que, por otro lado, se mantenga un vinculo de union con el colectivo que se
refleja en el.
Tendriamos asi basicamente dos posibilidades alternativas de establecer este distanciamiento
de la materia epica sin dejar de preservar a la vez la identificacion del receptor con la misma. Una
primera option es que el distanciamiento que concede a la accion un caracter trascendente se refleje
principalmente en la lejania temporal con el presente, en tanto se mantiene un vinculo espacial con la
posterior comunidad de un mismo territorio. En este caso el modelo clasico lo constituye la Eneida
de Virgilio, obra en la que la accion refiere la instalacion de los fugitivos de Troya en la region del
Lacio como primer antecedente del origen de Roma, la futura capital de dicha region.
La otra option es que a una continuidad temporal con la historia reciente o incluso
contemporanea del colectivo que protagoniza los eventos (mismo pueblo, reino, o religion), se opone
el alejamiento geografico de la accion en relacion al espacio propio de dicho colectivo, como, por
ejemplo, una campana ultramarina. En este caso el precedente clasico es la Iliada de Homero, en la
que la accion se inscribe en el marco de una expedition conjunta de los reinos griegos dirigida contra
la ciudad de Troya y sus pueblos aliados en el Asia Menor.
De este modo revisaremos, en primera instancia, los principales ciclos tematicos de poemas
heroicos segun sigan una u otra de ambas opciones, anadiendo el caso de un ciclo en que tenemos a
la vez tanto el distanciamiento en el espacio como en el tiempo. Una vez completada esta revision,
podremos asi entonces, en un ultimo apartado, proceder a la discusion del rasgo sobresaliente que
rige el criterio de evaluacion de la heroicidad de los hechos para cada uno de los ciclos discutidos.

I. Distanciamiento en el tiempo
Epoca del dominio romano.

225
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P o n e n c ia s , S im p o s io s y M e s a s R e d o n d a s .

Una serie de poemas se remontan a la epoca de la conquista romana. En la peninsula iberica


hay poemas tanto sobre la lucha contra los cartagineses: la Historia de Sagunto de Alonso de Zamora
(1589) sobre la caida de Sagunto a manos de Anibal y la Iberiada de Gaspar Savariego de Santana
(1603) sobre campana de los romanos en su contra bajo Escipion, como contra los mismos romanos:
la resistencia del caudillo Viriato es tema del poema portugues Viriato tragico de Bras Garcia
Mascarenhas (1699), mientras que el sitio y caida de Numancia lo es de la Numantina de Francisco
Mosquera de Barnuevo (1612). En Italia, por su parte, las guerras punicas sirven de tema a varios
poemas, como el Palermo triunfante de Vicenzo di Giovanni (1599), la Cartagine soggiogata de
Luigi Joele (1652) o la Scipiade di Francesco Baitello (1644), entre otros. Un ultimo tema epico
romano concierne al triunfo del emperador Constantino sobre su rival al trono imperial y la
conversion del imperio al Cristianismo, como reflejan en italiano el Costantmo de Giacomo Grisaldi
(1620) y el Flavio Costantmo de Camillo de Notariis (1677), en latin el Constantinus de Alessandro
Donati (1640) y el de Pierre Mambrun (1658), en espanol la Invention de la Cruz de Francisco Lopez
de Zarate (1648).

Epoca de las luchas contra pueblos invasores a comienzos de la Edad Media.

En Italia encontramos varios poemas que tratan sobre la derrota de los invasores germanicos
por parte de los generates bizantinos Narses y Belisario: los godos en la Italia liberata dai goti de
Giangiorgio Trissino (1548) y la Guerra delle Goti de Gabriello Chiabrera (1582), los vandalos del
norte de Africa en el Affrica liberata de Ippolito Capilupi (1726) y el Belisario de Angelita
Scaramuccia (1635). Al mismo periodo de las luchas con los barbaros godos y hunos se refieren
poemas relacionados a los origenes de las ciudades-estado de Florencia: la Fiesole distrutta di
Giandomenico Peri (1619), la Firenze de Gabriello Chiabrera (1615) y la Fiorenza difesa de Nicola
Villani (1641); y de Venecia: la Venezia edificata de Giulio Strozzi (1624) y la Aquilea distrutta de
Belmonte Cagnoli (1628). En Francia, en cambio, se celebra a los reyes germanicos: al godo Alarico
en el Alaric de Georges de Scudery (1659) y al franco Clodoveo en el Clovis de Jean Desmarets
(1657). En tercer lugar, se incluyen en esta epoca las luchas contra la invasion musulmana en Espana
y Francia: la victoria del rey asturiano Pelayo en 718, asunto de los Pelayo de Alonso Lopez Pinciano
(1605) y de Alonso de Solis (1754), y la del jefe franco Carlos Martel en 732 en el poema frances
Charles Martel de Jacques de Saint Garde (1668).

Ciclo de las campanas de Carlomagno

La figura de Carlomagno, central en la epica francesa medieval, que fue retomada en Francia
en los dos Charlemagne de Nicolas Courtin (1666) y de Luois Le Laboureur (1666), aparece en forma
contrapuesta en las epicas italiana y espanola. La conquista del reino lombardo de Desiderio en Italia
por parte de sus tropas es vista como una liberacion del yugo de los “ocupantes” lombardos en el
Stato della Chiesa liberato de Girolamo Gabrielli (1620), en la Caduta dei Longobardi de Sigismondo
Boldoni (1656), en la Italia liberata de Onofrio D' Andrea (1646) y en el Carlo Magno de Girolamo
Garopoli (1655). Por el contrario, en EspaAa se celebra la derrota de las tropas de Carlomagno en
Roncesvalles en 778 como la defensa del territorio espanol de un dominio extranjero que une incluso
a moros y cristianos, ante todo en la Espaha defendida de Cristobal Suarez de Figueroa (1612), pero
tambien en los otros poemas no historicos que incluyen este episodio: las Hazahas de Bernardo de
Agustin Alonso (1595), el Roncesvalles de Francisco Garrido de Villena (1583) y el Bernardo de
Bernardo de Balbuena (1624).

Ciclo de la conquistas de posesiones musulmanas en el Mediterraneo

De las campanas en Espana contra los moros andalusies existen los poemas de las Navas de
Tolosa por Cristobal de Mesa (1594) sobre la batalla homonima de 1212, la Conquista de la Betica

226
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P o n e n c ia s , S im p o s io s y M e s a s R e d o n d a s .

de Juan de la Cueva (1603) sobre la conquista de Sevilla en 1248 y la Espaiia libertada de la


portuguesa Bernarda Ferreira de Lacerda (1618) sobre el conjunto de la historia de la Reconquista
hasta el siglo XII. Campanas equivalentes en territorio italiano tratadas poeticamente son la conquista
de Corcega hacia 810 en elAdemaro de Giovanni Battista Merea (1723), la conquista de Cerdefta en
1015 en la Sardigna ricuperata de Tolomeo Nozzolini (1632) y la conquista de Sicilia por los
normandos en 1071 en el Rogiero de Mario Spatafora (1698) y en el Palermo liberato de Tommaso
Balli (1612).

II. Distanciamiento en el espacio


Ciclo de las conquistas de posesiones en el Mediterraneo

Sobre la conquista de Granada por los Reyes Catolicos en 1492 existe el poema homonimo
castellano del portugues Duarte Dias (1590) y el italiano Granata conquistata de Girolamo Graziani
(1650); en portugues hay un poema sobre la conquista de Ceuta en Marruecos en 1415, el Affonso
africano de Vasco Mouzinho de Quevedo (1611) y otro sobre la fallida campafta del rey Sebastian en
Marruecos en 1578, la Elegiada de Luiz Pereira Brandao (1588); sobre las conquistas espanolas de
Napoles por Alfonso de Aragon en 1442 y por Gonzalez de Cordoba en 1504 tenemos los poemas
Ndpoles recuperada de Francisco de Borja (1658) y Neapolisea de Francisco de Trillo y Figueroa
(1651) respectivamente.

Campanas contra el imperio turco en el Mediterraneo

Este ciclo poetico trata dos temas principales:


a) la lucha de Soliman contra los caballeros de San Juan, tanto de su retirada de la isla de
Rodas en 1526, como del sitio de su base en la isla de Malta en 1565: en italiano encontramos la
Malteide de Giovanni Frata (1596), en latin el Liladamus de Jacques Mayre (1686), en espanol las
Guerras de Malta y toma de Rodas de Diego de Santiesteban (1599) y la Maltea de Hipolito Sans
(1582), en frances la Malthea de Pirot de Fontaniles (1743);
b) la campana de Lepanto en 1571 por la flota de la Santa Liga al mando de Juan de Austria
que dio lugar en espaflol a la Victoria de Lepanto del portugues Jeronimo de Corterreal (1572) y la
Austriada de Juan Rufo (1584); en italiano a, entre otros, la Vittoria della Lega de Tommaso Costo
(1582), la Vittoria Navale de Ottavio Tronsarelli (1633) y el poema homonimo de Guidobaldo
Benamati (1646); y en frances a la Victoire navale de Pierre de Deimier (1605).

Campanas contra el imperio turco en los Balcanes

Las luchas del caudillo albanes Scandenberg contra los turcos en el siglo XV son el asunto de
la Scanderbeide de la italiana Margerita Sarrochi (1623) y del poema latino Scanderbergus de Jean
de Boussieres (1656). Sin embargo el ciclo principal lo constituye la ultima campana que vio la union
de distintos principes europeos contra un enemigo comun de la Europa cristiana: el sitio de Viena por
los ejercitos turcos en 1683 y la posterior expulsion de los turco de Hungria, hechos celebrados en
una serie de poemas en italiano, como la Vienna liberata de Domenico Antisari (1693) y la de Antonio
Costantini (1699), la Sacra Lega de Marco Rosetti (1696) y la Buda conquistata de Federico Nomi
(1703), y en el poema latino Viennis de Jan Kalinsky (1717).

Epoca moderna de los viajes de descubrimiento

Los viajes del descubrimiento de Colon y Vespucio se narran en los poemas latinos De
navigatione Columbi de Lorenzo Gambara (1581) y el Columbus de Ubertino Carrara (1715), los
italianos del Mondo Novo de Giovanni Giorgini (1596) y de Tommaso Stigliani (1628) y la America
de Girolamo Bartolomei (1650), y el espanol del Nuevo Mundo del portugues Francisco Botelho de

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Moraes (1701). El descubrimiento y conquista de la India por los portugueses forma un segundo ciclo.
Asi, de la expedicion de Vasco de Gama a la India en 1496 trata el Os Lusiadas de Luiz de Camoens
(1572), de la conquista de Malaca en Malasia en 1511, la Malaca conquistada de Francisco de Sa de
Meneses (1634), de los sitios de la fortaleza portuguesa de Diu en la India por las flotas turcas en
1538 y 1546 el Primeiro cerco do Diu de Francisco de Andrade (1589) y el Segundo cerco do Diu de
Jeronimo Corte-Real (1574) respectivamente.

Ciclo de la formacion del dominio espanol en America

Los principales temas del periodo de la Conquista que dieron materia a relatos heroicos
fueron:
a) La campana deHernan Cortes en Mexico en 1519-1521 dio origen a laMexicana de Gabriel
Lasso de la Vega(1588), el Peregrmo Indiano de Antonio de Saavedra Guzman (1599), la Hernandia
de Francisco Ruiz de Leon (1755) y, ya en la epoca neoclasica, la Mexico conquistada de Pedro de
Escoiquiz (1798); mientras la fundacion de Lima por Pizarro en 1532, a la Limafandada de Pedro de
Peralta Barnuevo (1732);
b) la lucha de los mapuches contra la dominacion espariola en su territorio en el sur de Chile,
tanto el levantamiento de 1551 hasta 1558 tratada por la Araucana de Alonso de Ercilla (1569, 1578,
1589) y, en forma mas fictional, el Arauco domado de Pedro de Ona (1605), como en el de 1599­
1600, narrado en el Puren Indomito de Fernando Alvarez de Toledo (escrita hacia 1605, publicada en
1862);
c) la defensa de las posesiones espaiiolas en America de las incursiones de los corsarios
ingleses Drake y Hawkins a fines del siglo XVI forma la base de la Dragontea de Lope de Vega
(1598) y es tema de importantes secciones del citado poema de Ofia y de la Argentina de Martin del
Barco Centenera (1602)

TTT. Distanciamiento en el espacio y en el tiempo

Finalmente tenemos un ciclo que presenta un distanciamiento tanto en el espacio como en el


tiempo, el de las campanas medievales en el Levante o “cruzadas”. Como un antecedente de las
cruzadas aparece la campana del emperador bizantino Heraclio para la recuperacion de las provincias
orientales conquistadas por los persas en 629, asunto de la Croce raquistata de Francisco Bracciolini
(1613) y la Eracleide de Gabriele Zinani (1623). Los caudillos y los acontecimientos de la gran
cruzada en 1096-1100 son el asunto de los poemas italianos Gerusalemme liberata de Torquato Tasso
(1581), Tancredi de Ascanio Grandi (1582) y Boemondo de Giovan Semproni (1651), y del poema
latino Syrias de Pietro Angeli (1582). Luego tenemos poemas sobre las otras cruzadas: sobre la
conquista de Constantinopla en 1202-1204 durante la llamada cuarta cruzada tratan el Enrico de
Lucrecia Marinella (1635), el Oriente conquistado de Tiberio Ceuli (1672) y el Imperio vindicato de
Antonio Caraccio (1690); sobre la tercera cruzada en 1189-1192 la Jerusalen conquistada de Lope
de Vega (1609); sobre la campana contra Egipto de Luis IX de Francia en 1264 o septima cruzada el
poema frances Saint Luis de Pierre Le Moyne (1658); sobre la defensa de Rodas en 1315 contra un
ataque turco la Amedeida de Gabriello Chiabrera.

IV. Aspectos valorativos en cada grupo

La clasificacion de los ciclos historicos de los poemas epicos de acuerdo a los dos criterios
basicos de distanciamiento, nos dan la clave de los rasgos relevantes para la seleccion de los asuntos.
En efecto, la eleccion de un pasado distante busca retrotraerse a los origenes primeros de un colectivo
nacional para celebrar asi su surgimiento como tal, mientras la eleccion de una campana contra un
oponente en un ambito externo, (tanto geografica como politicamente) intenta exaltar un colectivo

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P o n e n c ia s , S im p o s io s y M e s a s R e d o n d a s .

nacional o cultural mas amplio por medio de la realizacion de una accion comun en un espacio
distante.
Estos rasgos nos permiten asi distinguir dos grandes aspectos valorativos como relevantes en
principio para cada uno de ambos grupos respectivos. En primer lugar, en lo que concierne a las
acciones que se refieren a un pasado remoto, el motivo principal de valoracion etica implicado en la
accion es el caracter de suceso fundacional, como en Eneida. La accion se desarrolla dentro del
contexto local y esta circunscrita a un periodo de transicion previo a la consolidacion del futuro
espacio politico-cultural comun del colectivo de recepcion pero del que en cierto modo es o se
presenta como su inicio o precedente directo.
Esta impronta esta claramente presente en los ciclos que tratan de luchas en el propio territorio
en la epoca mas remota que pueda considerarse constitutiva de la futura “nacionalidad” (pais, region
o reino). Asi los episodios de los pueblos ibericos de la epoca romana son considerados como luchas
primigenias de los futuros pueblos espanoles o portugueses, los reyes francos Clodoveo o Carlos
Martel como fundadores de la dinastia real de Francia y el caudillo asturiano Pelayo como padre de
la dinastia espartola e iniciador de la Reconquista. Este ultimo caso aparece enmarcado en la lucha
contra el dominio de un pueblo considerado invasor; lo mismo sucede con los poemas en que los
reinos godos o longobardos en Italia se presentan como periodos de ocupacion de pueblos invasores,
y las campanas de caudillos formalmente “extranjeros”, como Belisario o Carlomagno, se consideran
liberaciones de dichos dominios “barbaros” y, por lo tanto, la fase de surgimiento de una incipiente
nacionalidad italiana.
El segundo aspecto valorativo, el que es propio de los poemas que se refieren a expediciones
hacia un territorio extranjero, el principal rasgo etico para valorizar la accion es el caracter colectivo
que se manifiesta por medio de una empresa excepcional en su dimension o alcance, como la IUada.
En efecto, se trata de campanas en una region distante o bajo un dominio independiente y/o rival, que
implican un impulso comun de una magnitud trascendente y, por eso mismo, enmarcado muchas
veces en un horizonte mas amplio que el meramente nacional, como el de la Cristiandad occidental o
el de un dominio imperial supranacional.
En el caso de los ciclos de empresas colectivas, las principales acciones celebradas por su
relevancia para el conjunto de la Europa cristiana son las relacionados a las conquistas trasmarinas
en el Mediterraneo dirigidas contra los reinos musulmanes. En primer lugar, las campanas de
conquista en el Levante conocidas como las Cruzadas, incluida la conquista de la Constantinopla
bizantina, del que el modelo es el poema heroico mas relevante de la epoca moderna, la Gerusalemme
liberata del Tasso. En segundo lugar, las guerras contra la expansion del dominio turco tanto en el
Mediterraneo, en las batallas celebres de Rodas, Malta y Lepanto, como tambien la lucha en los
Balcanes, en especial la defensa de Viena y la conquista de Budapest. Finalmente, las campanas de
espanoles y portugueses contra Granada o Marruecos.
Estos dos formas de valoracion de la accion suelen predominar en un determinado ciclo
epocal, pero tambien pueden encontrarse combinados ambos con importancia casi equivalente. En
estos casos, mientras el elemento de alejamiento epocal o espacial que determina nuestro criterio de
clasificacion establecera a primera vista el aspecto fundacional o de empresa colectiva
respectivamente, el otro aspecto valorativo, sin embargo, no solo estara presente sino que sera
igualmente decisivo en la exaltacion heroica del acontecimiento historico.
La primera posibilidad son los ciclos en que al caracter fundacional en primera instancia se
agrega el de la empresa colectiva. En estos casos un conflicto concebido como recuperacion de un
espacio inserto luego en el ambito de la nacion implica una campana de conquista hacia un espacio
antagonico, aunque se ubique en el futuro territorio nacional. Tales los poemas sobre las luchas contra
los reinos musulmanes en Espana, la llamada Reconquista, o las conquistas por caudillos cristianos
de territorios italianos bajo dominio islamico. En este caso podia incluirse la lucha contra las
incursiones de los corsarios ingleses o la defensa de la fortaleza portuguesa de Diu contra los sitios
de los turcos.

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La segunda situacion son los ciclos en que al caracter de empresa colectiva, se agrega el
fundacional. Hay casos en que se trata de una empresa colectiva, en especial cuando tiene un caracter
ultramarino, como en la epoca del descubrimiento y conquista de la posteriores posesiones espanolas
en America y portuguesas en la India, que da cuenta de los fundamentos de un naciente dominio
propio en un espacio otro, dado que si los viajes o las luchas, ya sea para la ocupacion de posesiones
o para la conservation de las mismas, presentan un caracter fundacional para esos nuevos dominios,
no dejan de presentarse como empresas colectivas comunes hacia un “ultramar” no cristiano. En
estos casos se trata de poemas en que a la valoracion etica principal de empresa colectiva se le anade
el hacer referenda a un periodo que puede ser considerado como fundacional desde la perspectiva de
los posteriores dominios ultramarinos, aunque relate hechos contemporaneos.

Bibliografia

Belloni, A. (1912), IIpoema epico e mitologico, Milan, Vallardi.


Duchesne, J. (1870), Histoire despoemes epiques frangais du XVIle siecle, Paris, Thorin.
Clark, J. (1900), A history o f epic poetry (post- Virgilian), Edinburgo, Oliver and Boyd.
Rosell y Lopez, C. (1864), Poemas epicos, volumen II, pp. XIX-XXVII, Madrid, Rivadeneyra.

230
En el nombre del padre: ^Que dicen las hijas de represores de la ultima
dictadura militar cuando toman la palabra?
Susana Debattista
UNP-UNPSJB

Introduccion:
A principios de mayo del 2017, un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nacion instalo
publicamente la discusion sobre la ley 24.390 (conocida popularmente como la Ley del “2x1”)". La
Corte interpreto que una persona detenida en el 2007 y condenada recien en 2011 podia ser favorecida
con la reduccion de su condena. Pero se trata de un crimen de lesa humanidad.
Este proceso se entrelazo, y no casualmente, con el mismo hilo de sentido que puso en acto el
protocolo antirepresivo100 en Argentina . La repercusion inmediata del protocolo se percibio en la
provincia del Chubut. En las calles actuo como un mandato tacito: “ los chicos pobres de los barrios
no deben llegar al centro de la ciudad” mientras en el interior provincial recrudecio la persecucion y
la muerte en los intentos de desalojo de miembros de las comunidades indigenas entre ellos: los
multiples operativos realizados sobre la Comunidad (lof) en Resistencia Cushamen desde el 2015101y
luego, el asesinato por la espalda en mano de un Prefecto Naval del grupo Albatros del joven Rafael
Nahuel (2017), enBariloche.
Ambos procesos pero, especificamente, la polemica del fallo por el dos por uno tuvo la
particularidad de reinstalar el pasado en el presente. Tantos anos transcurridos desde la derogacion de
las leyes de impunidad (2003)102 y la realidad volvio a hacer estallar el pasado en nuestros rostros.
En el caso del fallo de la Corte Suprema de Justicia, la sociedad mayoritariamente salio a la
calle para repudiar que fueran beneficiados con una ley mas benigna los criminales condenados por
delitos de lesa humanidad. Las reacciones que motivo este acontecimiento, tanto en los Organismos
de DDHH como en importantes sectores de la sociedad, representaron en clave benjaminiana el
relampaguear de una imagen del pasado en un instante de peligro. Con la decision de la Corte podian
trastabillar las politicas de derechos humanos logradas a pesar de tantas dificultades, en los ultimos
anos.
Una reflexion particular conlleva la actitud de algunas hijas de represores condenados que en
el marco de este conflicto tomaron la decision de pronunciarse publicamente <^Que pudo haberlas
impulsado a expresar su sentir, en este presente? ^Como entienden ellas y como comprendemos
nosotros el silencio que construyeron y cultivaron durante cuarenta anos?. 6Por que hablar en el
desgarramiento del ahora? La aparicion hizo estallar el desacuerdo que, en palabras de Ranciere es el
que existente entre quien dice bianco y quien dice bianco pero le imprime a la blancura un significado
diferente; distinto del que podriamos imaginar como entre oposiciones renidas y contrapuestas. El

Estamos refiriendonos al caso de Luis Muina condenado a 13 anos de prision por su participacion en el operativo
del 28 de marzo de 1976 en el hospital Posadas donde detuvieron personal del nosocomio y lo trasladaron al centro
clandestino de detencion conocido como el Chalet. La Corte Suprema de Justicia de la N acion con su fallo, desestimo los
pactos de Derecho intemacional,referidos a DDHH, finnados con antelacion en la comunidad de naciones.

11111 El protocolo fue habilitado durante la presidencia de la Dra. Cristina Fernandez. La Ley 26734 o ley terrorista
se promulgo en el 2011. A traves del decreto 265/11, publicado en el Boletin Oficial, el Poder Ejecutivo puso en vigencia
la norma que fue aprobada por el Congreso y que incrementa en el doble tanto el minimo como el maximo de penas en
aquellos delitos previstos en el Codigo Penal que fueran cometidos con el proposito de "aterrorizar a la poblacion".

Los sucesivos intentos de desalojo culminaron casi todas las veces con heridos graves y en agosto de 2017 con
la desaparicion forzada y luego la muerte de Santiago Maldonado.

Las leyes de impunidad comprenden: la ley de Obediencia de vida (1987), la ley de Punto Final (1986) y los
indultos dictados durante el gobierno de Presidente S. Menem( 1989/90) todas derogadas en agosto del ano 2003. Su
derogacion pennitio los juicios a quienes hubieran cometido delitos de lesa humanidad.

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desacuerdo desato una disputa por la palabra misma en un orden sensible donde la lucha por el sentido
del pasado y la palabra ya estaba determinado. “aquel mandato de silencio y complicidad que se
enquisto al interior de nuestras familias, solo pudo sobrevivir a costa de la impunidad, con leyes de
indulto y obediencia debida (Historias Desobedientes, 2017). ^Estas nuevas voces incidieron sobre
un escenario cargado de significacion gestando nuevos sentidos '
Con estos interrogantes del presente iniciaremos la reflexion hacia el pasado intentando
revisitarlo desde la densidad que implican la palabra y el silencio en la construccion de los recuerdos
sociales de pasados conflictivos.

I. Del recuerdo individual a la construccion de un nosotros

Cuando se produjo el golpe militar del ano 1976, en la Argentina yo tema catorce anos. Esa
maflana mis padres no me despertaron para ir a la escuela. Ese dia toda la actividad del pais se detuvo.
Cuando fui mayor descubri que aquel momento represento el punto de inflexion en el cual mi historia
personal se entrelazo con la historia de nuestro pais.
El analisis de los recuerdos individuates no presenta tantas dificultades epistemologicas como
cuando se intenta transmutar esta nocion al ambito de lo social / colectivo; y situados en esa
dimension, <^Bajo que perspectivas podria sustentarse, por ejemplo, una idea tan extendida como
aquella que sostiene: “las sociedades recuerdan” o su contrario, “las sociedades olvidan”.
No se trata solamente de las huellas o de los despojos que perviven del pasado; sino de la
dimension pragmatica que los constituye. Hablamos de pasados que se reinstalan en el presente a
traves de procesos complejos cuya manifestacion se sustancia en la evocacion o en la rememoracion.
Estos procesos son selectivos, y aunque dichas selecciones no siempre son conscientes, en ocasiones
tienen un impacto profundo y se imponen por su significacion en amplios sectores de la memoria
social.
Quien evoca, al reactivar sus recuerdos suele otorgarles un cierto orden selectivo y secuencial
que responde a las necesidades de su presente historico. Estas selecciones suelen variar a lo largo de
la vida de una persona razon por la cual, siempre son una expresion parcial entre muchas posibles.
De esto se deriva, que sobre un mismo acontecimiento pueden elaborarse diversos relatos
estimulados por contextos historicos cambiantes (Cfr. Candau, 2001; Ricoeur, 2004; Connerton,
1989; por mencionar algunos de ellos).
Siguiendo esta linea de pensamiento el relato de Mariana D., la hija del ex comisario
bonaerense Miguel Etchecolatz, produjo la evocacion en Erika Lenderer, hija del segundo jefe de la
maternidad clandestina de Campo de Mayo. En ambos casos, aun cuando los contenidos de lo que se
recuerda u olvida no sean identicos, en experiencias como las descriptas, es posible pensar en la
existencia de una cierta “comunidad de recuerdos”. Los recuerdos son personales pero podemos
proyectar que estas vivencias personales puedan ser compartidas por los hijos de otros genocidas, en
Argentina. Asi lo relato Erika:

Cuando lei el articulo sobre M ariana se me vinieron a la mente -y al cuerpo, principalm ente- mil
recuerdos. Es dificil deshacerse de ellos; son como una musica en sordina, para nada alegres por
cierto. Lo que en un principio fue silencio se presenta hoy como la disociacion, la culpa, la angustia
(...) que encuentran a la palabra como cura, como instrumento para nombrar y generar presencia,
quien sabe si una anecdota no viene a completar lagunas o dar un poco de luz a los relatos de
familiares que aun hoy buscan respuestas (Diario Pagina 12)

Las experiencias contienen en su nucleo dos dimensiones simultaneas aquella que explicita el
sentido dado a los hechos y aquella que posibilita expresar lo vivido; en palabras de Van Alphen
(2000), su dimension discursiva. Asi se constituye la experiencia de un acontecimiento en la medida
en que el mismo puede ser expresado, pensado y conceptualizado. Esta capacidad del decir no implica
que el discurso sea meramente un medio por el cual la experiencia se expresa. Por el contrario, el

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discurso, y con el el lenguaje, juega un rol unico en el proceso que permite la configuracion de las
experiencias humanas; en la forma y el contenido que asume su representacion.
Posiblemente, Erika aprendio cuando decir y cuando era mas saludable callar en su entorno
familiar. En contextos de violencia, callar implica una manera casi ofensiva de guardar silencio, el
silencio actua como proteccion y no opera como un silencio sanador. 6Cuantas barreras construyeron
esos silencios en sus vidas? ^Cuando se tomo la decision de hablar? no siempre el lenguaje simbolico
del momento historico puede ofrecer las palabras apropiadas para hacerlo, en otros casos puede
ocurrir que no se encuentren interlocutores dispuestos a escuchar lo que hay que contar.103
La capacidad de decir admite la subjetivacion y apropiacion de la experiencia es la palabra la
que permite que estas experiencias sean incorporadas en una dimension temporal mayor y en el
decurso de la memoria. Algunos acontecimientos publicos forman parte del entramado de las vidas
personales; por ello, no solo actuan como puntos de referenda de la vida privada, sino que tambien
dan forma a la experiencia publica (Hobsbawm, 1995). Cualquier estado dictatorial comienza
matando la palabra(...) el silencio impuesto por la violencia suspende los significados (Le Breton,
2006); y esto tambien se materializa en las familias. La catarsis del silencio, ya lo dijo Kierkegaard,
se sostiene con la esperanza de poder restaurar el valor de la palabra. Quizas bajo estas condiciones,
la palabra pueda actuar como cura.
Puede definirse a los recuerdos compartidos como aquellos que integran las diferentes
perspectivas de los sujetos que han atravesado las mismas experiencias; se instituyen como recuerdos
compartidos cuando son objetivados y contrastados con las vivencias del otro que ha tenido la misma
experiencia. Los procesos de activacion de la memoria no solo se producen en fechas especificas. En
algunos casos pueden gestarse al calor de determinados acontecimientos del presente que activan
debates y tomas de posicion como ocurrio con el ultimo fallo de la Corte Suprema de Justicia. ^Es
posible que la reaccion social motivada por el fallo haya reactivado la necesidad de decir en las hijas
de algunos represores? Historias Desobedientes, asi nombran al colectivo que han constituido
recientemente:

Nos unimos por el dolor, pero cuando nos encontramos nos dimos cuenta de que compartiamos
muchas cosas, muchos sentimientos e ideales, que nos podian ayudar a sanar. Nos juntam os para
repensamos y posicionamos, porque no nos sentiamos representados por las voces de los familiares
de represores que se venian pronunciando hasta el momento. Porque sentimos la necesidad de alzar
nuestra voz en este momento del pais, con un gobierno que insiste en negar el genocidio y los 30
mil desaparecidos. Alzamos nuestra voz para romper el mandato de silencio y sumamos a una lucha
por la Verdad, de la que muchos de nosotros ya veniamos participando desde hace tiempo (Op.cit.)

En la entrevista reproducida por la Revista Anfibia, Mariana D sostuvo que cansada de las
innumerables dificultades de acarrear el apellido de su padre solicito que le sea suprimido “he
decidido con esta solicitud ponerle punto final al gran peso que para mi significa arrastrar un apellido
tenido de sangre y horror”. Con esta eleccion, Mariana D intenta interponer un hiato en su vida que
sin lugar a dudas es significativo desde la perspectiva simbolica. Esta decision mostrara sus mayores
efectos entre el sujeto (Mariana) y los otros; el afuera. Pero 6Como se reconstruye Mariana para lidiar
con la tension que configura su experiencia vital? Porque toda fractura en la experiencia busca vias
para transitar, segun los medios a su disposicion, entre lo viejo y lo nuevo.^Como convive con las
narrativas alternativas acerca del pasado reciente? Parafraseando a Giorgio Agamben 6Como lidiar
con acontecimientos de esta magnitud que, en comparacion con ellos nada es igual de verdadero?
Mariana se pregunta pensando en su padre “^como un hombre criado en el campo,(...) de
familia honesta y humilde llego a convertirse, con una instruccion basica y rudimentaria, en uno de

1113 En el primer caso, la fijacion consiste en un tipo de accion en la cual el sujeto revive de manera reactiva
emociones o fantasias experimentadas en el pasado en acciones del presente sin tener conciencia del origen de esas
emociones. En el segundo caso, los relatos de sobrevivientes de experiencias limite despojan al acontecimiento de
cualquier tipo de expresion que denote subjetividad. Este tipo de perdida de las emociones fue un rasgo que caracterizo
la estancia en los campos de concentracion. Cfr. Connerton, 1989, p. 25; Van Alphen, 2000, p. 31; o Frankl, 1991.

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los ejecutores mas frios y eficientes de la maquinaria del terror (...) y se gano la confianza de Ramon
Camps, jefe de Policia de la provincia de Buenos Aires”.(Mannarino, Cosso, s/f) Esta reflexion a
modo de pregunta lleva implicita muchos supuestos de los que no puede darse cuenta en tanto ni el
lugar de origen ni la rudimentaria educacion crean maquinas insensibles de aniquilamiento. El mismo
interrogante podria ser postulado en terminos del ^como fue posible? Y esto nos evoca la tan mentada
reflexion de Hannah Arendt (2017) en el proceso a Eichmann donde se asevera: jjustamente! lo
aterrador es que no son especiales. Ellos son tan solo seres humanos comunes. <^Que experiencias se
subliman en un ser humano para que se produzca la eliminacion de su conciencia etica?, 6 por que a
pesar de las condenas los represores persisten en lo correcto de lo actuado? ?Que debiera ocurrir para
que el pacto de silencio se fracture? Efectivamente, no todos los silencios poseen la misma densidad
“el silencio del asesino no es el de la victima ni el del espectador” (Wiesel, 1996: p.55) o quizas como
sostiene Albert Camus en su obra los Justos hay circunstancias en que el silencio se instala en el
preciso lugar del grito.
No vamos a poder responder estas preguntas, pero quizas si pudieramos cambiar el foco de la
mirada sustituiriamos los interrogantes planteados. Estas mujeres de historias desobedientes tienen la
posibilidad de reconstruirse propiciandose una memoria que rompa con el continuum de sus historias
familiares. Aunque para la percepcion humana el pasado suele representarse como una dimension
inmutable; el pasado, al igual que el futuro, no es una dimension temporal fija e inmutable. Se podria
decir que esta afirmacion representa una paradoja, pero solo lo es en apariencia. Tan cierto es que los
hechos ya ocurridos no pueden cambiarse, como que nuestras creencias acerca del pasado pueden
verse modificadas por contextos historicos cambiantes. Estos procesos permiten organizar el pasado
de manera distinta y desde esta optica, los hechos adquieren nuevos sentidos, cambia su significacion.
Como interpretar, entonces, sus propias advertencias: (...) nosotras les podemos describir como fue

queremos alertar que se ha comenzado un camino peligroso, que se estan recreando horrores que
creiamos sepultados. La sociedad a traves de la politica, ya no les dice a los uniformados que las
armas de la republica son para la defensa de todos los ciudadanos, sino que empiezan a haber hijos
y entenados (...) se condecora y ensalza a personal que aparece sospechado de uso indebido de la
fuerza (...) nosotras lo vivimos, nosotras les podemos describir como fue, nosotras vivimos como la
violencia de la epoca se iba insertando en el lenguaje (...) (Historias desobedientes, 2018)

y yo agregaria en los cuerpos y en el hacer.


Y aunque resulta alarmante, uno de los hilos de sentido del pasado instalados en el presente,
y sobre el cual tenemos el deber de interpelarnos como sociedad es la certera constatacion que el
aparato represivo de la dictadura aun continua en pie en sus sucesores. Porque la comision de
detencion ilegitimas, vejaciones, apremios ilegales y torturas (muchas veces seguidas de desaparicion
y muerte de las victimas por parte de agentes de las diferentes fuerzas punitivas del estado (...)
continua intacta. La gravedad de la situacion y su perduracion a tres decadas de haber dejado atras
formalmente la dictadura ha llevado a la intervencion fehaciente de Organizaciones Internacionales
como la CIDH y la Convention Universal contra la Tortara de la ONU al observar la desproporcion
entre la elevada cifra de denuncias por torturas y tratos crueles y la minima cantidad de condenas por
estos delitos (Rafecas, 2015)

II Los usos del pasado

Las investigaciones en torno a esta tematica coinciden en argumentar que uno de los mayores
peligros que entranan las politicas de la memoria104 radicaria en sus proyectos de uso. La interaccion
entre la conservacion del pasado y lo que se decide olvidar, como en todo proceso selectivo, esta

La nocion politica de la memoria representa el conjunto de acciones y estrategias desplegadas por diferentes
grupos de una comunidad dada, que con su accionar regulan y controlan lo que se considera memorable socialmente.

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sujeta a diferentes construcciones de sentido. Si bien estas revisiones son habituales en el devenir
historico de un pais el analisis de estas selecciones permite observar las diferentes maneras en que el
pasado social puede ser reutilizado en el presente.
Para pensar estas situaciones suelo recurrir a la siguiente narracion que es elocuente para dar
cuenta de lo que intento expresar es un relato a proposito del quincuagesimo aniversario de la
explosion de la bomba de Hiroshima.

El avion que arrojo la bomba en Hiroshima, el Enola Gay, debia ser el centro de atencion de una
exposicion que intentaba rescatar el acontecimiento en su complejidad. La causa de los Aliados era,
indiscutiblemente, superior a la de los nazis alemanes o los militaristas japoneses: la guerra contra
ambos, se decia, fue justa y necesaria (...) La pequena fiambrera de unnino de doce anos pulverizada
en Hiroshima, preservada por el azar con el arroz y los guisantes carbonizados, fue prestada junto a
otros objetos por el museo de Hiroshima a la institucion americana que realizaba la muestra. Para
los organizadores de la muestra, esta presencia, vestigio del horror, liizo inaceptable la exposicion
de los antiguos combatientes como heroes. La fiambrera tuvo, en este contexto, casi tanto peso como
la fortaleza volante del Enola Gay (Todorov, 2002: pp. 174-175).

Este relato pone de manifiesto las dimensiones etico-politicas que recorren estas tematicas.
Pero, a su vez, si en un atisbo de imaginacion, se atinara a pensar en el bombardero y la fiambrera,
en un mismo piano simbolico esta conjuncion permitiria dar cuenta de en que pianos la dimension de
la memoria viene a complementar los estudios acerca del pasado reciente, aportando niveles de
analisis que rescatan una subjetividad que pone en tension el pasado vivido y la reconstruccion
historica de estos procesos. Esta perspectiva de analisis por otra parte, abre un espacio critico
sumamente rico para pensar el quehacer humano desplegado en estrategias de aceptacion y /o
resistencias ante lo instituido.
Entendidas desde esta perspectiva, las politicas de gestion del pasado son una dimension sobre
la cual se estructura la conciencia historica de una comunidad. Con este criterio, las politicas de la
memoria son el resultado de la interaccion entre una dimension constituyente y una dimension
constitutiva; una no adquiere entidad sin la otra, porque la dinamica de estos procesos trasciende en
sus manifestaciones a la esfera publica oficial recreandose en diversos ambitos de sociabilidad. En
este sentido, la recurrencia en la esfera oficial de un estado con politicas de la memoria que reniegan
de sus muertos, que vuelve a reeditar la teoria de los dos demonios, que califica a los delitos de lesa
humanidad como si fueran delitos comunes no solo habilita las condiciones para un fallo como el
emitido recientemente por la Corte Suprema de Justicia, sino tambien actua como disparador de las
evocaciones que culminaron en el colectivo: historias desobedientes.
Los procesos de revision del pasado pueden ser saludables cuando se comprometen con
contextos historicos cambiantes. No obstante, suele ser muy delgado el hilo que une estos procesos
de distorsiones sanadoras con los procesos de manipulacion de la memoria social. Es sabido que los
seres humanos somos capaces de los crimenes mas sordidos hacia otros seres humanos; la historia
del siglo XX y del XXI cuenta con innumerables ejemplos de ello, las dictaduras latinoamericanas,
en nombre del Progreso han sido y son despojados de sus tierras millares de indigenas, por citar
algunos de ellos.
La distorsion de la memoria deja de ser un olvido saludable cuando la seleccion es utilizada
para suprimir o relativizar crimenes o hechos tragicos ocurridos en el pasado, a traves de la imposicion
vertical de recuerdos y olvidos decretados. Por ejemplo, la reciente discusion que intento entablarse
desde la esfera publica oficial con respecto a la cantidad de desaparecidos, ocurridos durante la ultima
dictadura militar, fue frenada por el accionar de los Organismos de DDHH y por amplios sectores de
la sociedad.
Esta realidad suele adquirir mayor intensidad en periodos criticos, las experiencias
conflictivas pueden dar origen a aquellas formas caprichosas que tiene el decir para no decir y que
suele encubrirse con el uso de eufemismos. El objetivo de los eufemismos es quitar significado, por
medio del lenguaje, a lo que efectivamente esta sucediendo en el orden social. Durante la ultima

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dictadura militar se gestaron eufemismos referidos al destino de las personas que desaparecian. Asi,
nacio la categoria de desaparecido una entelequia para decir la muerte. Asimismo se utilizo el silencio
para aludir a la vida: el silencio es salud. Los eufemismos, al intentar solapar los acontecimientos de
la realidad mientras transcurren, mantienen la vana ilusion de que estos no dejaran sus marcas ni en
la memoria ni en la historia. Asi fue como los silencios y decires,en mi familia tambien, se fueron
enlazando al silencio dictatorial que iba baflando a toda la sociedad.

Sentimos la necesidad de alzar nuestra voz en este momento del pais, con un gobierno que insiste
en negar el genocidio y los 30 mil desaparecidos. Alzamos nuestra voz para romper el mandato de
silencio y sumamos a una lucha por la Verdad, de la que muchos de nosotros ya veniamos
participando desde hace tiempo. Porque la recom position de la sociedad no puede surgir nunca de
la llamada “pacificacion” o “conciliation”, sino de la Justicia y la Verdad. Porque aquel mandato de
silencio y complicidad que se enquisto al interior de nuestras familias, solo pudo sobrevivir a costa
de la impunidad, con leyes de indulto y obediencia debida.
En esta pequefla parte del manifiesto se condensan muchos los topicos sobre los que hemos
reflexionado en esta comunicacion. Pero quisiera detenerme especificamente en la idea del mandato
de silencio y la complicidad politica social como un vehiculizador para que el pacto perdure con
escasos quiebres a traves del tiempo.
(...).Porque solo asi, con mucho amor y respeto de las voces y las historias, podremos dar el paso
del silencio a la accion y del dolor a la esperanza. (Historias desobedientes, 2017)

La posibilidad de contar sus historias reactulizara lo vivido pero de manera reconfigurada, es


decir, otorgandole un nuevo sentido a lo recordado. Porque aqui la repeticion implicaria una ruptura
liberadora que habilita para poder mirar lo que puedo ser desde lo que he sido. La repeticion, como
repeticion liberadora, es aquella, segun Ricoeur, que al enlazar la experiencia humana junto a la
memoria en el presente, afronta el futuro. De esta forma, los actos de memoria ponen en relacion la
dimension profunda de la temporalidad desde esta triple condicion del presente. Esta conjuncion
temporal en el presente es condicion de posibilidad de una trama que reune en si misma el recuerdo,
el hoy y la expectativa. Segun se aprecia, la temporalidad y la comunicacion se revelan como una
dimension central para la memoria. Pero para esto hay que cepillar las memorias a contrapelo, tal
como Benjamin propuso hacer con la historia (Benjamin, 2008).

Epilogo Inconcluso

En este trabajo hemos intentado ver la complejidad que encierran los procesos de revision del
pasado reciente, en especial cuando son pasados en conflicto. Las memorias sociales se concretan en
las politicas de la memoria, en mi parecer, a traves de dos dimensiones la dimension constituyente y
la dimension constitutiva. La primera de ellas quedaria plasmada, impregnada, en una multiplicidad
de actos institucionales oficiales; la segunda actuaria rescatando el hacer de los diversos grupos que
aceptan, discuten o resisten los mandatos que se intentan imponer desde la esfera publica oficial. Esta
articulacion dialectica permite que el sentido del pasado que las politicas traducen no permanezca
circunscripto a un ambito de influencia especifico de la realidad social sino que, por el contrario,
muestre su interaccion dinamica105.
Si entendemos que las relaciones de poder se extienden y se enraizan reticularmente en las
practicas, en los gestos y en las mas diversas representaciones cotidianas; el escenario propicio para

Por esta razon, a mi entender, su analisis no solo debe considerar las visiones funcionales o impuestas desde las
instituciones que legitiman el poder politico. En lineas generales, los estudios en tomo a procesos de distorsion de la
memoria suelen centrarse en los fenomenos que originan las distorsiones. En algunos de ellos, se hace hincapie en las
causas que las producirian. Cfr. H. Hirsch; en otros, la perspectiva es el analisis de las diferentes formas que asumiria
dicha distorsion Cfr. M. Schudson.; T. Todorov, 2002. Son muy pocos los trabajos que intentan explicar el impacto social
que ellas producen. Para el caso Argentino Cfr. Veccholi, V , “Politicas de la memoria y formas de clasificacion social”,
en Flier, P., y Groppo, B. (2001), La imposibilidad del olvido: recorridos de la memoria en Argentina, Chile y Uruguay,
La Plata, Ediciones Al Margen.

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observarlos es la realidad social; porque es alii donde nosotros, sujetos sociales, utilizamos los
intersticios abiertos desde los mismos espacios del poder para generar nuestras propias
representaciones, que no siempre -como se ha intentado mostrar en este trabajo- coinciden con los
mandatos oficiales.
Hemos sostenido tambien que las politicas de gestion del pasado son el conjunto de acciones
y estrategias que estructuran, regulan y controlan lo memorable socialmente. Sin embargo, esta
aproximacion epistemologica es insuficiente si no contempla que su inteligibilidad proviene de la
doble vinculacion ya mencionada. En esa doble articulacion, las acciones y estrategias implementadas
adquieren una entidad diferente con relacion a la dimension de la cual son parte; es decir, si son
producto de la dimension constitutiva o de la dimension constituyente de la memoria. La elaboracion
de politicas en torno al pasado (o la ausencia de ellas) esta ligada por un lado, a las representaciones
de quienes participan en los procesos donde se dirimen y legitiman los recuerdos y los olvidos
sociales; por el otro, a las condiciones y los condicionamientos nacidos al calor de procesos historicos
especificos. El control de los recuerdos, y correlativamente de los olvidos y las luchas por el sentido
del pasado estan asociada con la posibilidad del poder hacer; Es decir, con la posibilidad de actuar e
intervenir ante lo establecido (Cfr. Ricoeur, 1999: pp. 106-108). Y es esta segunda perspectiva la que
nos convoca a escribir estas lineas.
Mis estudios en torno a la memoria me han permitido revisitar mi historia personal y la historia
de mi pais ambas profundamente imbricadas con la nocion de silencio. No pienso solamente en los
procesos dictatoriales donde los silencios son objetivos y nuestras vidas muchas veces dependen de
ellos. Sino en los silencios que estos procesos generan en la subjetividad de quienes los
experimentamos.
Con el tiempo aprendi que no todos los silencios son iguales. He analizado silencios casi
militantes en los que la conviccion simbolica se traduce en formas del tipo si no lo nombro no esta,
sino quedan rastros se puede continuar, se pueden juntar los propios huesos y seguir adelante. En
muchos de esos casos, el silencio es una resistencia activa porque se esta activamente dispuestos a no
decir. En otras ocaciones el mutismo manifiesta el rechazo a entrar en relacion, el desasosiego de
quien no encuentra su lugar en dicha relacion. Tratar de olvidar es una manera de tramitar los dolores
que a veces nos trae el vivir. Pero ellos tambien encuentran sus resquicios y estallan, como lo hemos
experimentado en aquellas semanas, en nuestro pais.
6Que hacer con una historia que se quiere conocer y que se nos niega, como hijas, como
sociedad? Alii se entabla un ambito de lucha desigual; datos negados, datos acobachados, datos
quemados, datos silenciados pero la verdad se deslizara por los recovecos y hallara su propio camino
6 E s factible reconstruirnos desde los jirones de historia que vamos enlazando uno a uno
obstinadamente? En el presente, estas hijas de represores intentan hablar, decidieron salir de un no
lugar donde sus familias y su padres las legitimaron. Tienen la posibilidad de dar testimonio Y salieron
para decir... 6Pero que nos quieren decir? Estamos preparados para escuchar?
El decir y el silencio son perfectamente solidarios con la escucha porque la escucha requiere
poner nuestra atencion en el otro. El decir y el silencio tambien se construyen pensando en un otro y
esto puede ser considerado tanto desde una perspectiva individual como desde lo social. Aprender a
escuchar, sostiene Carlos Lenkersdorf (2008), es reconocerme en el otro; darle al otro el lugar de
igual derribando barreras ficticias. En tanto el “otro” tambien piensa, decide y actua; reconocerlo
como igual es darle espacio a su ser historico. Por tanto, la igualdad no refiere, como en el sistema
capitalista pretende inculcarnos, a la posicion economica y social del individuo. Al contrario; se funda
en su humanidad. Entonces, reconocer al otro como igual es reconocerlo como ser humano y es alii;
desde donde el dialogo comienza a emparejarse. Pero tambien es cierto que habra dialogos que nunca
se podran emparejarse.

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238
“No mentiras”: Analisis del Decalogo “ocho” de Kieslowski. Las memorias de
los sobrevivientes frente a la “historia de los vencedores”.

Natali Mariana Narvaez


UNPSJB
Nicolas Gallego Livigni
UNPSJB

Se acerca el tiempo en que solo aquello que supo


permanecer inexplicable podra requerirnos
(Rene Char, 1995)

En el presente trabajo, nos proponemos realizar una interpretacion de la obra Decalogo ocho,
del cineasta polaco Kieslowski, a partir de la propuesta de Enzo Traverso en su libro La historia como
campo de batalla: interpretar las violencias del siglo XX y de breves remisiones a la obra de Walter
Benjamin. Partiendo del analisis del film, nuestro objetivo principal consiste en promover la reflexion
critica sobre ciertos aspectos metodologicos en el abordaje de la historia que, a nuestro juicio, resultan
cruciales para el tratamiento que reclaman las “memorias de los sobrevivientes” en el presente, frente
al modelo historiografico hegemonico de la historia como “historia de los vencedores”.
A fines de la decada del '80, el cineasta polaco KrzysztofKieslowski realizo E l decalogo, una
serie de diez films que proyecto la television polaca. Cada capitulo es una propuesta filmica articulada
sobre uno de los Diez Mandamientos de la tradicion catolica romana. En ellos se exploran posibles
significaciones asociadas a cada mandamiento, a partir de historias ficticias ubicadas en la Polonia de
fines del siglo XX, con las complejidades socio-politicas de su incipiente “apertura” al capitalismo.
En el decalogo Ocho, asociado al mandamiento “No mentiras”, se revisan los efectos de la ocupacion
nazi de Polonia en la memoria de diferentes sobrevivientes: los personajes, en el proceso de esclarecer
el sentido en sus vidas, intentan comprender los hechos del pasado a partir de las experiencias que
cada uno vivio en la guerra, pero tambien a partir de sus realidades en el presente, 40 anos despues.
Es decir, estos personajes, contrastan, unos con otros, sus memorias personales en tanto que
sobrevivientes; pero, a su vez, estas memorias, como las figuras que estudia la Gestalt, aparecen
contrastadas con la realidad social del presente.
En torno a la comprension de la historia, creemos que en la propuesta dramatica de Kieslowski
se juega lo que Gadamer llamo el “circulo hermeneutico”; a saber: “en ultimo extremo toda
comprension es un comprenderse” (Gadamer 1977, 326). Desde este axioma mayor, podemos ver
como los personajes de Kieslowski, al necesitar “comprenderse” ellos mismos (es decir, al necesitar
articular sus memorias personales del pasado), se veran obligados a “comprender” el pasado en
general: la guerra, el nazismo, las antiguas luchas y sus expectativas, las condiciones sociales e
ideologicas en las que ellos mismos tomaron decisiones en el pasado, las razones plausibles por las
cuales aquellas decisiones fueron posibles, etcetera. Sin embargo, lo veremos mas adelante, el
encastre entre las diversas memorias e interpretaciones, en la obra de Kieslowski, parece no poder
articularse completamente en el presente democratico del film: el cuadro (del pasado) no se deja
acomodar, siempre hay algo que no cierra, algo que “tuerce” la imagen conciliada (y conciliadora)
del pasado en el presente. Lo que sobrevive, por ejemplo las memorias, sobrevive en estado de
conflicto1. Las memorias de los sobrevivientes de las violencias del siglo XX, siendo realidades vivas
y dolorosas, atentan contra la normalization del pasado, irrumpen en el ordenamiento conciliatorio
de la imagen del pasado que proponen los Estados en las democracias liberales en el marco de la

1 E. Jelin, en Los Trabajos de la memoria (2002), propone que en la medida en que hay diferentes interpretaciones sociales
del pasado, los debates publicos en relacion al mismo, estan sujetos a conflictos. En este sentido, sostenemos que las
coyunturas de activacion de la memoria son politicas: son un campo de batalla en el que se disputa el sentido historico
de los acontecimientos.

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consolidacion del capitalismo a partir de fines de la decada del 80. Asi, el cuadro (del pasado en el
presente), se tuerce.
A continuacion, para ganar en claridad, presentaremos la sinopsis del film de Kieslowski sin
respetar su compleja estructura narrativa. Los personajes centrales del decalogo Ocho son dos
mujeres: la profesora y escritora Sofia y su traductora al ingles, tambien polaca, Elizabeta Loranz.
Sofia es, en el presente, una prestigiosa profesora de Etica de la Universidad de Varsovia y, podemos
colegir, una intelectual de referenda en la defensa de los Derechos Humanos. En el pasado, durante
la Segunda Guerra, al ser contactada por un cura catolico para dar proteccion a una nina judia, Sofia
habia decidido mentir sobre sus posibilidades de salvar a la nina, rehusandose a hospedarla y
contactarla con la familia que le daria adopcion y proteccion, con el objeto de proteger la
clandestinidad del grupo de la Resistencia en el que militaba junto a su marido, debido a que habia
recibido informacion de que la familia que adoptaria la nina era informante de la Gestapo. Luego,
aquella informacion se habia revelado falsa, pero ya era tarde: ya habia rehusado salvar a aquella
nifla. En el invierno de 1943, al tomar aquella dificil decision, que priorizo la proteccion de una celula
de operaciones de la agrupacion politica de la Resistencia sobre la vida de la nina judia de solo 6
anos, Sofia debio dejar sin proteccion a la pequena y nunca mas supo de ella. La nina, Elizabeta,
sobrevivio milagrosamente y, cuarenta anos despues, se encontrara cara a cara, nuevamente en
Varsovia, con la mujer que se rehuso a salvarla. Este sera el encuentro de dos memorias de
sobrevivientes, siempre incompletas y dolorosas, sobre el fondo de los relatos oficiales acerca del
pasado y del presente en la Polonia democratica de fines de la decada de 1980, es decir, los anos en
que la democracia liberal polaca esta incorporandose al capitalismo, queriendo dejar atras, en el
pasado, los viejos conflictos.
Por su parte, Elizabeta, en la actualidad, vive en EEUU y trabaja en el “Tnstituto americano
para la Investigacion de los judios que escaparon del Holocausto”. Elizabeta sabe que durante la
guerra fue ofrecida a la profesora Sofia para que le diera proteccion y sabe tambien (recuerda con
asombroso detalle) que, en aquella fria tarde de invierno, minutos antes del toque de queda, en un
oscuro departamento de Varsovia a donde habia sido conducida por su tutor, Sofia rechazo
hospedarla, condenandola, practicamente, a una muerte segura en manos de los nazis. Desde luego,
Elizabeta no creyo nunca en las razones que Sofia adujo en aquel momento y desconoce los
verdaderos motivos por los cuales la profesora Sofia obro asi. En aquella oportunidad, la pequena
Elizabeta encontro los medios para sobrevivir y exiliarse en EEUU y, con los anos, se convirtio,
paradojicamente, en la traductora al ingles de la obra de la profesora Sofia. Pero Sofia, en el presente
del film, no sabe todavia que su traductora al ingles, con la que mantiene desde hace anos escuetas
comunicaciones epistolares, es, precisamente, aquella nina judia que ella abandono durante la guerra:
la profesora ha vivido estos cuarenta anos con la culpa y la dolorosa incertidumbre acerca del destino
final de aquella nina.
Pero el film nos presenta un nuevo encuentro entre ambas: Elizabeta viaja a su Polonia natal
a encontrarse con su pasado y a entrevistarse con la profesora Sofia. Necesita saber por que, en 1943,
cuando su tutor la ofrecio a la profesora Sofia y a su marido para que la contactaran con una familia
catolica que la adoptaria con la sola condicion de presentar un certificado de bautismo falso,
haciendola pasar por catolica, ellos se rehusaron a protegerla, aduciendo no poder mentir acerca del
bautismo fraudulento debido a que su fe catolica les prohibia “levantar falso testimonio”. Elizabeta
advierte lo endeble de esta justificacion y quiere saber por que esta profesora, que es una autoridad
consagrada en materia de etica, tomo semejante decision durante la guerra. Elizabeta desconoce las
razones politicas que la profesora tenia por entonces como miembro de la Resistencia, pero intuye
que debe haber tenido otras razones o motivaciones, porque sabe que Sofia, despues de rechazarla a
ella, salvo muchas otras vidas de judios: “Es bien conocido [...] Gracias a usted mucha gente de mi
mundo sigue viva.” le dice Elizabeta. ^Por que, entonces, Sofia se habia rehusado a intentar salvarla
a ella? <^Que podria valer mas que la vida de una nina? ^Podria hoy Sofia explicar su decision,
justificarse? La memoria de Elizabeta, como la de tantos sobrevivientes de las tragedias del siglo XX,
asedia el presente con interrogates abiertos.

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P o n e n c ia s , S im p o s io s y M e s a s R e d o n d a s .

La idea general que proponemos consiste en afirmar que la situacion dramatica de los
personajes en la obra de Kieslowski puede comprenderse cabalmente desde un abordaje del siglo XX
como el que propone Traverso (2012). Es decir, un abordaje, deudor de Walter Benjamin, que permita
pensar las terribles experiencias historicas del siglo XX como acontecimientos que todavia irrumpen
en el presente, requiriendo nuevas y renovadas interpretaciones del pasado, y no como momentos
incorporados a procesos ya cerrados, ya concluidos, ya comprendidos y fijados en un unico tiempo:
el pasado. Solo a partir de alii podemos entender las contradicciones y las incertidumbres que
atraviesan los personajes de Kieslowski, el caracter abierto y por lo tanto inagotable que adquieren
sus memorias y sus vidas en tanto que sobrevivientes de las violencias del siglo XX, vencidos en el
pasado pero vivos hoy. Es decir, partiendo del analisis del film como recurso o disparador,
proponemos la reflexion critica sobre ciertos aspectos metodologicos en el abordaje de la historia del
siglo XX que, a nuestro juicio, resultan cruciales para el tratamiento que reclaman las “memorias de
los sobrevivientes” en el presente, frente a la historia de los vencedores, es decir, en palabras de
Walter Benjamin, la historia pensada desde “una empatia [Einfuhlung] con el vencedor” (Benjamin
1967, 45). De este modo, nuestra propuesta se arriesga simultaneamente en el terreno de los debates
epistemologicos acerca de la historiografia, en el espacio de la reflexion filosofica sobre la historia y
en la produccion critica de una estetica comprometida con la dimension politica y filosofica del arte.

No mentiras, ni levantaras falso testimonio

Elizabeta se dirige a la Universidad donde Sofia imparte clases de etica y presencia una de sus
clases. El seminario tiene por tema “el infierno etico” y en esta clase se exponen diversos problemas
eticos a partir de casos que presentan serios dilemas en el terreno “moral” o “politico”. Lo importantes
es que en determinado momento de la clase, a partir de algo que dice la profesora, Elizabeta se anima
a participar de la clase y proponer un “caso” de dificil resolucion etica. Expone, entonces, el caso
cambiando algunas referencias precisas y en tercera persona; pero la escena que expone es su propia
vivencia de nina en aquel encuentro con el matrimonio, cuando Sofia y su marido rechazaron salvarla.
En medio del relato, la profesora Sofia se da cuenta, conmocionada, de quien es en verdad Elizabeta.
El resto de los participantes de la clase, entienden que se trata solo de un caso mas; sin embargo, Sofia
ahora sabe bien que esta mujer que tiene delante es la misma nina judia que ella decidio no para
proteger durante la guerra. Al finalizar la clase, la profesora resuelve dos cosas. Por un lado, les
propone a los alumnos, a partir del problema etico expuesto, pensar cuales pudieron ser las
motivaciones posibles que llevaron a la mujer a tomar tal decision. Les pide que “intenten entenderla”.
Por otro lado, a la salida de la clase, invita a Elizabeta a su casa para poder dialogar mejor. A partir
de este punto el film nos muestra los diversos dialogos que mantienen las dos mujeres. En estos
dialogos, la profesora Sofia intentara obtener el perdon que alivie su angustiosa culpa de tantos aflos
y explicarle a Elizabeta las verdaderas razones por las cuales obro asi en el pasado, aunque, acorde
con el cambio de los tiempos, no alcancen para justificarla hoy.
Sofia entonces le confiesa a Elizabeta las razones politicas de su antigua decision (ocultas bajo
la supuesta negativa a levantar falso testimonio): priorizar la proteccion de la celula de la Resistencia
sobre la vida de la nina. Esta fue la “explicacion” de la profesora. Pero, ^que sucede con estas razones
del pasado, en el presente que lo rememora?
Resulta problematica la “explicacion” y la “justificacion” de la decision de Sofia: vemos que
fue una “mentira” piadosa, es decir, una mentira creible en los anos '40, que comporto una
justificacion suficiente en el pasado (al menos para Sofia y su marido); sin embargo, aun la verdad
de aquella explicacion (las razones politicas) se ha vuelto una justificacion endeble en el presente,
para ambos personajes. <^Que paso en el medio? En el medio, entre 1943 y 1989, ha sucedido buena
parte de lo que llamamos simplificadamente “el siglo XX”: el fin de la Guerra Fria, el Otoflo de las
Naciones en Europa central (las Revoluciones de 1989), el desmembramiento del bloque sovietico,
el desmoronamiento de las utopias socialistas y la consolidacion de la hegemoma de las democracias
liberales en el mundo. Advertimos, entonces, como el pasado que aflora en las memorias de estas

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sobrevivientes no se deja ordenar en los relatos construidos de modo lineal ni el los marcos de
referenda hegemonicos actuates. La “verdad” que hoy se explican ambas protagonistas, no se condice
linealmente con la verdad en la que creyeron o por la que optaron en el pasado. Y, a su vez, los valores
y referencias ideologicas actuates se ven asediados por nuevos dilemas (eticos y politicos) ante la
rememoracion de las decisiones del pasado.
Apelamos aqui a una de las criticas que Traverso (2012) le va hacer a la historiografia lineal
y global del siglo XX: podemos ver en el film como la perspectiva global de la historia que algunos
historiadores han desplegado (incluso Hobsbawm), implica que se pierdan de vista “las rupturas” en
las significaciones del siglo XX y se consideren los acontecimientos, terriblemente singulares, como
inevitables y entrelazados en una sospechosa linealidad que acaba mostrandose falsa. Este proceder
historiografico, en la opinion de Traverso, es muy peligroso, por dos razones. En primer lugar, si
obviamos las rupturas en la historia, corremos el riesgo entender el tiempo historico como lineal. En
este caso, la pretendida continuidad nos oculta la complejidad de las contradicciones que constituyen
la historia (contradicciones que si permanecen vigentes en la memoria de los sobrevivientes). En
segundo lugar, este proceder historiografico puede conducir a la minimizacion de grandes crimenes
o bien a obviar o considerar como concluidos ciertos procesos catastrofico que siguen operando
traumaticamente en los sobrevivientes. En contraste con el modo de proceder de los “historiadores
globales”, Traverso senala la urgencia de revisar los modos historiograficos con los que abordamos
el siglo XX a partir de recuperar los lineamientos mayusculos de Walter Benjamin para el tratamiento
del tiempo historico. “A semejanza del Angel de la tesis novena de Benjamin, Auschwitz nos impone
mirar la historia como un campo de ruinas” (Traverso 2012, 30). Al tiempo lineal del historicismo
positivista, Benjamin opone una concepcion del pasado marcada por la discontinuidad, y situada bajo
el signo de la catastrofe; como escribio Benjamin: “Articular historicamente el pasado no significa
conocerlo 'como verdaderamente ha sido’. Significa, mas bien, aduefiarse de un recuerdo tal como
este relampaguea en un instante de peligro” (Benjamin 1967, 45)
En este sentido, la experiencia de los personajes de Kieslowski se corresponde con el tipo de
ruptura que propone pensar Traverso (2012) para comprender el siglo XX: el pasado marcado por la
discontinuidad, situado bajo el signo de la catastrofe. Es la historia desde el punto de vista de los
vencidos. Proponemos que solo una historia abordada desde la atencion a las discontinuidades vuelve
posible el dialogo entre Elizabeta y Sofia; siendo este un dialogo conflictivo entre las memorias de
los sobrevivientes, un encuentro de las memorias de los vencidos, en el presente democratico y liberal
de la Europa de 1989.
La perspectiva de la historia global, sin atencion real a las rupturas y las discontinuidades,
puede llevarnos a caer en el reduccionismo de afirmar que, al fin y al cabo, la profesora Sofia, al no
adoptar a Elizabeta, fue tan complice como los miembros de la GESTAPO de las muertes que fabrico
el nazismo o bien, por el contrario, afirmar que ella, al haber sido una militante de la Resistencia, es
igualmente una “vencida” a la par de Elizabeta y su familia asesinada. Queremos (re)afirmar: la
historia global des-historiza. Como sostiene Karl Lowith, el ideal de la imparcialidad es una
imposibilidad absoluta (LOwith, 1968).
Proponemos que la imagen de la historia que ofrece la historia global no deja espacio a la
elaboracion viva y conflictiva, y a la expresion autentica, de las memorias de los sobrevivientes.
Como se evidencia en el film de Kieslowski, las memorias de los sobrevivientes no registran una
sucesion lineal de los acontecimientos y sus significaciones, sino que re-construyen el pasado y lo re-
significan desde perspectivas actuates y cambiantes y a la luz de experiencias renovadas;
disputandole, asi, el lugar de enunciacion de la verdad historica al discurso historiografico
hegemonico que pretende la universalidad, la clausura y la continuidad como modos fundamentales
de la imagen del pasado, es decir, en palabras de Benjamin (1967), la historia como “historia de los
vencedores”2.

2 E. Jelin (2018) propone, a partir del caso aleman, atender a las politicas de los estados europeos, a partir de estos ultimos
anos y sobre todo a partir de la consolidacion de las democracias liberales, en relacion a la “norm alization del pasado”

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El cuadro torcido que no se deja arreglar

En cuatro escenas del film, Kieslowski elige mostrarnos como los personajes intentan arreglar
un cuadro torcido que se encuentra colgado en la casa de la profesora Sofia: tres veces Sofia y una
vez Elizabeta. Intentan enderezarlo pero, cuando salen de escena, la camara se encarga de mostrarnos
como el cuadro se vuelve a torcer. 6Como interpretar esto? 6Que esta siendo narrado por el film
mediante este recurso?
En el extremo, este recurso formal de Kieslowski, acaba por “torcer” cualquier interpretacion
o cualquier sentido definitivo que intentemos encontrar en el film. Con la inclusion de este enigmatico
detalle, y su repeticion, el film incorpora en su propia estructura narrativa un elemento que opera de
modo metaforico sobre el film y sobre todos los sentidos que queramos colegir del mismo. El recurso
metaforico del cuadro que no se deja enderezar pone en jaque todo sentido ordenador, cualquier
interpretacion que se pretenda definitiva, manteniendo vigente en el corazon del film una realidad
enigmatica y conflictiva irreductible. Asi, proponemos, el recurso del cuadro remite,
metaforicamente, a esas memorias de los sobrevivientes, dolorosas, contradictorias, siempre
conflictivas, que no se dejan enmarcar (o “normalizar”) por los Estados democraticos de la actualidad
o por los discursos historiograficos de la llamada historia de los vencedores. El gesto cinematografico
de Kieslowski, nos remite a estas memorias vivas que no se dejan enmarcar y ordenar en una imagen
clausurada y ya explicada del pasado, y se resisten a ser “colgadas” en los salones del actual
capitalismo democratico como cuadros del pasado, dejando los conflictos definitivamente fuera del
presente.
Sobre el final del film, Sofia y Elizabeta parecen entenderse y aliviarse mutuamente. Sin
embargo, el director elige mostrarnos que hay algo que no se deja ordenar, conciliar: algo siempre
permanece torcido. Como sugiere el verso del poeta frances Rene Char que funciona como epigrafe
a nuestro trabajo: “se acerca el tiempo en que solo lo que supo permanecer inexplicable podra
requerirnos”. Las protagonistas del film no logran “explicar” o justificar sus pasados en el presente,
sin embargo, es justamente a partir de esta imposibilidad de explicarse el pasado que se encuentran
en el presente y, mutuamente, se requieren.
Como plantea Ferro (1980), la mirada atenta a lo ideologico puede descubrir lo latente, detras
de lo aparente; lo no visible, a traves de lo visible. En este sentido, respecto al rol del historiador,
creemos que Kieslowski nos invita a pensar que, aunque la historia del siglo XX haya querido ser
conciliada en funcion de distintos intereses, el cuadro permanece torcido, las heridas estan abiertas y
las rupturas son necesarias para comprender la historia desde otro lugar, desde la mirada de los
vencidos. Inscribirse en el campo de los vencidos es el llamado que realiza Benjamin (y retoma
Traverso), de manera que podamos examinar el pasado con una mirada mas aguda y critica. Es
justamente la memoria de los vencidos la que vuelve, una y otra vez, a torcer el cuadro. Son estas
memorias las que impiden que el siglo XX pueda comprenderse como un caso cerrado, como un
cuadro bien colgado, algo ya explicado. Por el contrario, este recurso, repetido insistentemente en el
film de Kieslowski, nos recuerda que el siglo XX todavia nos desequilibra, nos tuerce, nos requiere,
nos obliga a pensarnos como parte de una historia que no nos deja descansar en la idea conciliatoria
y tranquilizadora que nos propone la historia lineal y global.
Queremos llamar una vez mas la atencion sobre este problema: la historia, construida segun
el paradigma global y continuista hegemonico, des-historiza e, incluso, distorsiona el valor del
testimonio de las memorias de los vencidos. La imagen tranquilizadora y conciliadora del pasado que
produce el paradigma historiografico hegemonico, al priorizar la continuidad y la linealidad en la
reconstruccion del pasado segun la imagen de una historia signada por el progreso, acaba por producir
un terrible tratamiento de las memorias vivas de los sobrevivientes, en las que los acontecimientos y

pos-nazismos. La preocupacion de como elaborar un registro historico que permita integrar de alguna manera ese pasado
pavoroso en un curso temporal nacional, es lo que la autora denuncia como “norm alization” .

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sus significaciones no se acomodan a semejante linealidad. Frente al modelo de historia que impone
el paradigma historiografico hegemonico, las memorias de los sobrevivientes, en el extremo, acaban
por resultar “mentiras” : es decir, relatos que atentan contra la normalizacion y el ordenamiento actual
del pasado. Es decir, jugando un poco con el “No mentiras” que sirve de titulo al film de Kieslowski,
podemos decir que la propuesta historiografica que Walter Benjamin llama “historia de los
vencedores”, no solo condena al silencio a las voces de las victimas de las violencias del siglo XX en
su formulacion continuista del pasado, sino que, ademas, en el presente, cuando estas voces se
articulan como “memorias de los sobrevivientes”, el mismo discurso hegemonico las convierte en
enunciaciones contradictorias, es decir, las convierte en testimonios falsos, en cosa del pasado, o, en
el extremo, en “mentiras”. Esta es la doble operacion de la historia como “historia de los vencedores”:
primero, silencia las voces de las victimas en la elaboracion del pasado (desconociendo las rupturas
en la elaboracion de las supuestas continuidades); y luego, encierra en un pasado clausurado las
formulaciones de sus memorias. Es decir, primeramente, desconoce y silencia la complejidad de las
verdades de las victimas en la elaboracion de los acontecimientos terriblemente singulares del pasado
como historia global y luego, en el presente, acaba por tergiversar y falsear el valor de verdad de la
memoria de los sobrevivientes al encerrar sus relatos y sus formulaciones en el lugar inerte y
predispuesto del “cuadro del pasado”, pretendiendo neutralizar asi su conflictividad en el presente.
Volviendo al Decalogo Ocho, las contradicciones de Sofia o las preguntas irresolubles de
Elizabeta, es decir, ese resto de verdad conflictiva que no se deja conciliar en el film de Kieslowski,
ponen en evidencia que el siglo XX comporta todavia heridas abiertas, al menos, en la memoria de
sus protagonistas. Por eso, la critica que sostiene Traverso consiste en advertir que la imagen del siglo
XX que ofrece la historia global acaba resultando un intento forzado de suturacion de estas heridas
abiertas, y una tentativa de desactivar su incidencia en la realidad presente de nuestras sociedades.
Por eso, y a partir de estas discusiones, entendemos que el rol del historiador debe consistir en asumir
la complejidad de estas contradicciones y, como propone Benjamin, leer “la historia a contrapelo”:
en medio de las ruinas del progreso y de las voces acalladas de las victimas, estar a la altura de los
compromisos que el presente le demanda. Como sostiene Traverso, aun cuando miremos la historia
del siglo XX con el halo melancolico de los vencidos, debemos hacer el esfuerzo de comprenderla,
ya que es la unica manera de redimir a las victimas sin nombre y reconstruir la utopia, evitando caer
en “el desencantamiento resignado o la reconciliacion con el orden dominante” (Traverso 2012, 31).
El sentido de la existencia historica, nace en el seno de las necesidades de cada epoca. Por lo
tanto, como plantea Lowy, cepillar la historia a contrapelo implica, en principio, la negativa a unirse,
de una manera u otra, al cortejo triunfal que, aun hoy, sigue pisando los cuerpos de quienes estan en
tierra. (Lowy, 2002). Pensar la historia desde las rupturas, desde los vencidos, nos permitira entender
de modo mas lucido y mas justo la relacion del pasado con el presente, y sus posibles implicancias
en el futuro. “Solo tiene derecho a encender en el pasado la chispa de la esperanza aquel historiador
traspasado por la idea de que ni siquiera los muertos estaran a salvo del enemigo, si este vence. Y
este enemigo no ha cesado de veneer” (Benjamin 1967, 45).

Bibliografia

Benjamin, W. (1967), Ensayos escogidos, Buenos Aires, Sur.


Char, R. (1995), E l desnudoperdido, traduccion de Jorge Riechmann, Madrid, Hiperion.
Ferro, M. (1980), Cine e Historia, Barcelona, Gustavo Gili.
Jelin, E. (2002), Los trabajos de la memoria, Madrid, Siglo Veintiuno Espana Editores.
Jelin, E. (2018), La lucha por el pasado: Como construimos la memoria social. Buenos Aires, Siglo
Veintiuno Editores Argentina.
Lowith, K. (1968), E l sentido de la historia, Madrid, Aguilar.
LOwy, M. (2003), Walter Benjamin: aviso de incendio. Una lectura de las tesis “Sobre el concepto
de historia ”, Buenos Aires, Fondo de Cultura Economica.

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Traverso, E. (2012), La historia como campo de batalla: Interpretar las violencias del siglo XX,
Buenos Aires, Fondo de Cultura Economica.

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Algunas reflexiones sobre el concepto de “Estado terrorista”

Santiago Garano
UNTREF - UBA - CONICET

Introduction

En este articulo planteare una discusion sobre el concepto y sus usos en el campo de la Historia
Reciente y los Estudios de Memoria, e imaginare dos grandes interlocutores. Por un lado, aquellos
trabajos que, desde el campo de los estudios sobre genocidio, postulan un modelo de analisis
sumamente rigido de las fases de las “practicas sociales genocidios” (Feierstein 2007), como si se
pudiera encorsetar procesos sociales e historicos tan complejos, en una serie de etapas validas y
explicativas de todas las experiencias de extrema violencia de Estado. Por el otro, aquellos trabajos
que se enmarcan en los Estudios sobre Represion y Violencia Politica, en la que no se ha discutido
sobre las fertilidades, posibilidades, limites y problemas que nos presenta dicha categoria a la hora
de abordar nuestros casos de estudio.
Para ello, quiero iniciar este planteo dando cuenta de un problema central en nuestro campo
de estudios: el de la relacion de la academia con el activismo de derechos humanos. Nuestra reflexion
y analisis sobre las formas de violencia de estado durante la ultima dictadura ha sido paralela al
desarrollo del movimiento de derechos humanos argentino: “De hecho, en la mayoria de los casos
estudiados, nuestra reconstruction solo ha sido posible gracias al activismo de distintos actores del
movimiento de derechos humanos que - previamente o de manera contemporanea a la investigacion-
impugnaron y denunciaron aquellos crimenes de estado. Estas luchas sociales son las que han
iluminado las tramas locales de la represion politica” (Garano y Sarrabayrouse Oliveira 2013).
Desnaturalizar el uso de este concepto, fuertemente incorporado en el lenguaje politico y en
la praxis del movimiento de derechos humanos, no debe oscurecer otro proceso: que poco sabriamos
sobre nuestros casos de estudio si no hubiera habido un conjunto de investigaciones previas -
encaradas por militantes politicos, activistas de derechos humanos, abogados, familiares- que han
reconstruido esos casos, a partir de la sistematizacion y el analisis de informacion, documentos y
fuentes orales. La mayoria de las veces antes que nosotros lleguemos al “campo”, este activismo le
han dado forma a nuestros “campos” y muchos de nuestros casos de analisis tienen contornos
definidos debido a sus luchas. Incluso, esas batallas contra la impunidad los han convertido en
emblemas, en simbolos, en “casos paradigmaticos” de los crimenes de la dictadura a partir de
creativas categorias como “Masacre del Trelew”, “Apropiacion de Menores”, y asi otras tantas.
Como ya ha planteado Elizabeth Jelin en su clasico Los trabajos de la memoria, en el marco
de esas luchas por imponer sentidos legitimos sobre el pasado reciente, es fundamental iluminar a rol
activo productor de sentido de los participantes de esas luchas, enmarados en relaciones desiguales y
asimetricas de poder (2002, 2). Si entendemos las memorias como objetos de disputa, conflictos y
luchas, uno de los aspectos centrales de estas luchas del activismo de la memoria ha sido acerca de
como denominar, definir y nombrar el proceso represivo que tuvo lugar en la Argentina. No hay dudas
de que el concepto de “terrorismo de Estado” funciono como un potente «frente discursivo» dentro
del campo del activismo de los derechos humanos, como categoria semantica fundamental para
movilizar el apoyo politico y la denuncia social y judicial sobre la cuestion de los desaparecidos. 1
El argumento del libro de Duhalde es el siguiente: A partir del golpe de estado de 1976, las
Fuerzas Armadas no solo derrocaron un gobierno constitutional sino que instalaron un “Estado

1 El concepto de “frente discursivo”, elaborado por las antropologas brasileras Claudia Fonseca y Andrea Cardarello, nos
perm itira analizar la cuestion de los derechos humanos en terminos de procesos discursivos - epistemologias, instituciones
y practicas- que producen los sujetos politicos y dan forma a sus blancos privilegiados de accion (2005, 12). Desde esta
perspectiva, consideramos que el termino “terrorismo de Estado” ha sido una nocion clave para las luchas por la memoria,
la verdad y la justicia.

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terrorista”. Segun la conceptualizacion de Eduardo Luis Duhalde (1999), esta modalidad estatal se
caracterizo por la implantacion de un estado de excepcion en todo el territorio nacional (la suspension
de las garantias constitucionales); la militarizacion del aparato del Estado; y un alto contenido
represivo que pretendio la aniquilacion fisica de sus opositores asi como la destruction de todo
vestigio de organization democratica y antidictatorial. Para Duhalde, si bien desde 1930 en adelante
hubo seis golpes de Estado, este tipo de metodologia de represion social y politica fue una novedad
en relacion a las anteriores dictaduras militares. Esta caracterizacion del terror estatal como
cualitativamente distinto al de cualquier grupo particular es tecnicamente mas correcta que considerar
el accionar represivo estatal durante la ultima dictadura militar como “guerra contra la subversion”,
“guerra sucia” o incluso “genocidio”. En reformulaciones posteriores, se ha hablado tambien de
“terrorismo de Estado”, entendido como la sistematica y planificada violation de derechos
fundamentales de los ciudadanos por parte del Estado, sin control alguno.
En primer lugar, hay que poner en contexto la formulacion de este concepto y enmarcarlo en
luchas politicas muy concretas, nacidas al calor de las primeras denuncias sobre los crimenes
cometidos por el ultimo gobierno dictatorial. “Terrorismo de Estado” nacio en tiempos en los que aun
no se habia logrado imponer en la esfera publica la idea de que habia habido una modalidad represiva
especifica - la desaparicion forzada de personas-; desde el regimen de memoria hegemonico del poder
dictatorial, se hablaba de “lucha contra la subversion”, “guerra sucia” o de “Proceso”. Como
argumento Raymons Williams (1997), toda hegemoma es continuamente resistida, limitada, alterada
y desafiada por formas y tacticas de resistencia, alternativas y de oposicion que cuestionan o
amenazan su dominacion. Si toda cultura dominante produce y limita a la vez sus propias formas de
contracultura (Williams 1997, 136), es evidente el creativo movimiento conceptual y politico que
realizo Eduardo Luis Duhalde: invirtio el estigma del “terrorismo”, que utilizaban los militares para
acusar a los militantes politicos y armados (acusados de “subversivos”) y denuncio que eran los
agentes estatales quienes se habian vuelto “terroristas” y habian desplegado una forma de represion
que, lejos de ser un conjunto de hechos aislados, excesos o productos de seres particularmente
sadicos, tema una logica o un patron sistematico de accion a lo largo de todo el pais.
Si, como plantea E.P.Thompson (1989), la contienda simbolica su sentido solo dentro de un
determinado de juego de relaciones sociales y de poder, la definition de “terrorismo de Estado”
elaborada por el movimiento de derechos humanos es punto por punto antagonica a la de las Fuerzas
Armadas: tomando ese concepto oficial y hegemonico (“terrorismo”) acunaron otro termino, con
sentido inverso y contra hegemonico. Ha sido dentro de ciertos limites de lo que era politicamente
posible, pero tambien de lo que es intelectualmente y culturalmente posible (Thompson 1989, 56), en
el marco en el que cual Eduardo Luis Duhalde acuno esta potente categoria politica. Esta nocion
constituyo un desafio a esa hegemoma del poder militar y de los «regimenes de la memoria» de los
primeros gobiernos democraticos, debido no solo a la activa impugnacion del regimen represivo sino
tambien a un efecto muy potente: invertir y cargar de sentido inverso a la categoria de “terrorista”.
Entonces si el sentido del pasado es un sentido activo, dado por agentes que se ubican en
escenarios de confrontation frente a otras interpretaciones y donde la intencion es establecer /
convencer / transmitir una narrativa que pueda ser socialmente aceptada (Jelin 2002, 39), el concepto
de “Estado terrorista” se convirtio en un excelente «vehiculo de la memoria» para expresar la
modalidad represiva que caracterizo al ultimo gobierno de facto. Por su parte, Eduardo Luis Duhalde
se convirtio en un «emprendedor de memoria», un actor social que jugo un rol central en esta lucha
por lograr el reconocimiento y la legitimidad politica de la narrativa del pasado elaborada por el
activismo por los derechos humanos. 2
Sobre el problema de conceptualizar el Estado

Luego de esta breve digresion, regreso a la preocupacion original de este escrito: que en el
campo de estudios sobre represion y violencia politica adolecemos de una falta de reflexion sobre el

2 Sobre los conceptos entrecomillados, ver: Jelin, 2002: 48 y 49.

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concepto de Estado. Es decir, de un armazon conceptual que nos permita abordar los modos en que
esas formas de violencia, practicas, modalidades de represion, se engarzaron en distintas burocracias,
instituciones, legales y clandestinas, que tenian una larga tradicion de maltrato y desprecio hacia la
vida (las oficinas y dependencias de las distintas Fuerzas Armadas y de seguridad, pero tambien los
tribunales).
Para ello, voy a retomar un trabajo del cientista social Philip Abrams publicado en 1977, de
modo contemporaneo al momento de mayor dureza de la represion politica en Argentina. En “Notas
sobre la dificultad para estudiar el estado”, Abrams (1977 [1988]) sostiene que, frente a la pregunta
acerca de que es el Estado, las ciencias sociales no han producido respuestas muy satisfactorias.
Argumenta que se ha dado por sentado al Estado como objeto de practica y de analisis politico,
mientras permanece siendo poco claro que es en realidad. Segun Abrams, tanto la Sociologia Politica
como el Marxismo parten de una separacion entre el Estado y la sociedad civil, y ambas corrientes
consideran al Estado como si fuera una entidad sustancial, efectivamente distinta, que esta alii. Por
un lado, la vida politica cotidiana y el sentido comun nos llevan a inferir que existe una realidad oculta
en la vida politica y que esa realidad es ‘el Estado’, y por el otro, un aspecto de su poderio es su
capacidad para impedir el estudio adecuado del Estado. Todos estos factores lo convirtieron en un
objeto de analisis notablemente esquivo para las Ciencias Sociales y Humanas, marcado por la aridez
y la mistificacion. Si existe una realidad oculta tras el poder politico -sostiene Abrams-, el primer
paso tendiente para descubrirla deberia ser el rechazo decidido a la descripcion legitimadora que los
teoricos y los actores politicos, de manera ubicua y convincente, nos invitan a aceptar, es decir, la
idea de que esa realidad es “el Estado”.
El objetivo de Abrams es demostrar que esa manera de comprender el Estado es un sentido
una mera fantasia; que muchos de sus colegas han quedado atrapados por una reificacion; y que, por
si sola, obstruye el estudio de una serie de problemas acerca del poder politico institucionalizado, que
deben formar parte de una agenda de trabajo de los cientistas sociales. Para ello, de la Sociologia
Politica retoma el descubrimiento de que la /dea-de-Estado tiene una realidad politica significativa,
y que opera como un agente mas bien poderoso de legitimacion ideologica. Abrams asegura que
debemos seguir considerando la /dea-de-Estado con extrema seriedad, porque nos permite abordar la
region de la dominacion ideologica, y porque esta idea ha sido una caracteristica fundamental del
proceso de sometimiento que desplegaron los Estados-Nacion modernos, debido a que son las
instituciones politicas (el sistema-de-Estado) los agentes reales a partir de los que se construye la
/'dea-de-Estado.
Para evitar seguir reificando al Estado, Abrams sugiere dirigir la atencion a otro aspecto del
poder politico instituido: los mecanismos y a la manera por medio de los cuales se ha constituido,
compuesto e impuesto la idea de la existencia de Estado. Para ello, retoma el planteo del pensando
marxista Ralph Miliband que, habiendo reconocido la no-entidad del Estado, la sustituye por una
alternativa comun que denomina: «sistema-de-Estado»: Un conjunto de instituciones de control
politico ejecutivo y de su personal clave, la “elite de Estado”: “el gobierno, la administracion, los
militares y la policia, la rama judicial, las asambleas parlamentaria, y los gobiernos subcentrales”
(Abams 1988, 91). “Obviamente estas agendas y actores existen en el sentido ingenuo empirico de
la palabra como objetos concretos, y es posible y deseable indagar como se relacionan entre si - que
forma de sistema-de-estado general y de que manera como conjunto se relacionan con otras fuerzas
y elementos en una sociedad- que tipo de Estado constituyen con su existencia” (1988, 92). Para este
autor, la afirmacion de que, en su conjunto, estas agendas y actores “constituyen el Estado” es una
proposicion analitica sensata y abre el camino para estudiar la auto-legitimacion del propio sistema-
de-Estado como Estado y del poder politico institucionalizado, sin postular la realidad del Estado.
Sin embargo, da un paso mas que quiero recuperar para el analisis de las formas y modalidades
de la represion durante los anos setenta. Para Abrams, la /dea-de-Estado es el simbolo unificado de
una desunion real, que se evidencia en las practicas, en los agentes y en las instituciones y oficinas
que encarnan el poder politicamente institucionalizado:

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Las instituciones politicas, consideradas en el sentido ampliado de sistema-de-estado de Miliband,


son nitidamente incapaces de mostrar una unidad de practica - mientras van descubriendo
constantemente su incapacidad para funcionar como factor mas general de cohesion. Estan
claramente enfrentadas entre si, de manera volatil y confusa. Lo que surge y se constituye como
producto de su practica colectiva es una serie de posturas fugazmente unificadas. sin consistencia
sostenida de propositos, relacionadas con asuntos transitorios (1977, 96).

Este tipo de desunion y desequilibrio es lo que uno esperaria encontrar en un terreno


institucional, porque es primordialmente un espacio de lucha, conflicto y confrontacion. Ese papel
central de la lucha lo que la /dea-de-Estado ayuda a ocultar: “El Estado es, en el mejor de los casos,
un mensaje de dominacion - un artefacto ideologico que atribuye unidad, moralidad e independencia
a los actos desunidos, amorales y dependientes del ejercicio del gobierno” (1977, 98).
Para Abrams, la manera mas obvia de escapar a la reificacion y de desenmascarar al Estado
es entenderlo como historicamente construido. El objeto principal debe ser estudiar las instituciones
mas evidentes que integran cada sistema-de-Estado y, en particular, sus funciones coercitivas -
ejercitos, policias y prisiones-, instrumentos que legitiman el poder real (1988, 94). Este ultimo es un
llamado de atencion particularmente potente para nuestro campo de trabajo: las formas de la violencia
de Estado y como se encarnan en burocracias estatales. Abrams platea que se debe reconstruir los
procesos sociales a partir de los cuales se construyo la asociacion del sistema-de-Estado con la idea
de Estado, porque es esa asociacion la que legitima sus practicas y “la invocacion de esa idea lo que
silencia las protestas, disculpa el uso de la fuerza, y nos convence a casi todos de que el destino de
las victimas es justo y necesario” (1988, 94 y 95). Tambien, el desafio es dar cuenta de las practicas
politicas y de las relaciones sociales, de los agentes e instituciones, que conforman el sistema-de-
Estado, entendido como una arena de disputas, y mostrando como son incapaces de mostrar unidad
en su practica aunque si pueden construir una serie de posturas fugazmente unificadas.
En sintesis, mientras debemos inferir que el Estado no existe como entidad real, se delinean
dos objetos distintos pero enlazados de estudio: el sistema-de-Estado y la /dea-de-Estado. En un
trabajo donde se retoma el argumento de Philips Abrams, los historiadores britanicos Philip Corrigan
y Derek Sayer plantean que: “las ‘mismas’ representaciones unificadoras desde el punto de vista del
‘Estado’ muy bien pueden entenderse de manera diferenciada desde ‘abajo’” (2007, 48). Se trata
entonces de analizar el proceso de construccion de la /dea-de-Estado “desde arriba”, para descifrar
su “mensaje de dominacion”, pero tambien como esta idea y este sistema-de-Estado pueden ser
“desde abajo”, impugnada, evadida y resistida, pero tambien denunciada (2007, 52).

A modo de cierre

Desde el activismo en derechos humanos, la creacion de una contra-idea de Estado fue no


solo una operacion contra-hegemonica, de impugnacion y denuncia, sino tambien -como efecto no
deseado- pudo terminar siendo un modo de concebirla como entidad superior, sumamente poderosa,
separada de la sociedad civil (operacion que se busca revertir con el concepto de “dictadura civico-
militar”). Es posible que esta operacion puede reproducir la manera que habitualmente nos referimos
a la entidad “el Estado” como si fuera “un ser en si mismo, animado con voluntad y entendimiento
propio (Taussig 1996, 145). Tal como sostiene Michael Taussig (1996), al usar la E mayuscula del
Estado, se reproduce una representacion falsa, una ficcion, convirtiendo a ese concepto en un fetiche.
El concepto de “Estado terrorista” revela cierto «fetichismo del Estado», a partir de que construye
cierta imagen que favorece la idea de “la existencia y realidad del poder politico de esa ficcion, su
poderosa insustancialidad” (Taussig 1996, 145 y 146). Si bien es cierto que el concepto de “Estado
terrorista” puede mistificar el considerable y masivo poder que tuvieron las agendas, las instituciones
y los agentes del Estado durante la ultima dictadura argentina, esta cierta reificacion puede haber sido
efecto de lo que Taussig llamo «cultura del terror», desplegada por el gobierno de facto, cuyas
practicas ilegales, secretas y clandestinas, acrecentaron su poderio y puso barreras directas a su
(re)conocimiento.

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Sin embargo, quiero iluminar otro punto. Como plantearon Carrigan y Sayer (2007), la
formacion del Estado es algo que siempre cuestionaron las poblaciones a los que se pretende regular
y gobernar y su resistencia es el principal factor que hace visible las condiciones y los limites de esa
dominacion. De hecho, al final de su texto, Philips Abrams (1988) destaca que, cuando se rompen
esas asociaciones (en general, a cargo de ejercitos revolucionarios o de liberacion), surgen los
verdaderos poderes ocultos del Estado y se ilumina con toda la fuerza las formas del poder
politicamente institucionalizado. De hecho, la operacion de desenmascaramiento y desmitificacion
que realizo el movimiento de derechos humanos, acunando un termino tan potente como el del
“Estado terrorista”, develo el secreto los agentes represivos estaban desarrollando tras bambalinas,
en la clandestinidad: el sistema de desaparicion forzada de personas.
Fue el activismo de derechos humanos el que fue capaz de iluminar la fuerza de las formas de
represion estatal, comprender la logica de los crimenes de Estado y la relacion con el proceso social
de exterminio. Para ello, acunaron una contra-idea de Estado que nos muestra la gran potencia
represiva que tuvo ese sistema-de-Estado: un conjunto de instituciones, agentes, oficinas y practicas
que dependieron en gran medida de la asociacion de estos instrumentos represivos con la idea-de-
Estado, porque fue la invocacion de esa idea la que le otorgo el poder, los recursos materiales y la
legitimidad para su accion represiva. Esta contra-idea de estado -la del “Estado terrorista” - que
podria ser una mera reificiacion o fetichizacion, tambien revelo “esa capacidad de hacer sagrada del
poder del Estado y de desfetichizar su cualidad de fetiche”, es decir, de iluminar el enfasis de la
representacion por encima de lo representado (ver: Taussig, 1996, 167).

Bibliografia

Abrams, P. (1988 [1977]), “Notes on the Difficulty of the Studyng the State”, Journal o f Historical
Sociology, nro. 1, pp. 58-89.
Corrigan, P. y D. Sayer (2007), “La formacion del estado ingles como revolucion cultural”, en Lagos,
M. y P. Calla (comps.), Antropologia del Estado, La Paz, Weinberg.
Feierstein, D. (2007), E l genocidio como practica social. Entre el nazismo la experiencia argentina,
Buenos Aires, Fondo de Cultura Economica.
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M.V. (ed.), Derechos Humanos, tribunales y policia en Argentinay Brasil. Estudios de antropologia
juridica, Buenos Aires, Antropofagia.
Jelin, E. (2002), Los trabajos de la memoria, Madrid, Siglo XXI.
Garano, S. y M. J. Sarrabayrouse Oliveira (2013) “Aportes de la antropologia politica y juridica al
campo de los estudios sobre memoria y del pasado reciente”. Ponencia presentada en las VII Jornadas
Santiago Wallace de Investigacion en Antropologia Social, 27 al 29 de noviembre de 2013, Facultad
de Filosofia y Letras, UBA.
Taussig, M. (1996), “Maleficium. El Estado como fetiche”, en Un gigante en convulsiones. E l mundo
humano como sistema nervioso en emergenciapermanente, Barcelona, Gedisa.
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Tradicidn, revuelta y conciencia de clase. Estudios sobre la crisis de la sociedad preindustrial,
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Williams, R. (1997), “Hegemoma”, en Marxismo y literatura, Barcelona, Penmsula/Biblos.

251
Sobre la nocion de regimenes de historicidad. El caso de Michel de Montaigne

Marcelo Mendoza Hurtado


U B A -U N Q

El presente trabajo, interesado en la problematica de la temporalidad, aborda con un doble


proposito el libro de Fran<jois Hartog Regimenes de historicidad. Presentismo y experiencias del
tiem po1 Por un lado, examina brevemente la nocion de regimenes de historicidad elaborada por
Hartog. Por el otro lado, reconstruye -en terminos de las herramientas conceptuales del autor- la
pintura de la relacion de Michel de Montaigne con el tiempo que se desprende de las referencias que,
de manera algo dispersa a lo largo del libro, Hartog hace sobre el filosofo. Ambas tareas estan
motivadas por mi campo de trabajo en la historia de la filosofia moderna. En efecto, la nocion de
regimenes de historicidad puede proporcionar un instrumento de interrogation y analisis de las
temporalidades presentes en textos filosoficos de la modernidad temprana.

La nocion de regimenes de historicidad

Cabe abordar la nocion de regimenes de historicidad (RH) de Hartog desde tres puntos de
vista: (1) senalando la trama conceptual basica en la que el autor inscribe la nocion; (2) estableciendo
relaciones y diferencias con otros conceptos o perspectivas de analisis; y (3) comparando con otros
dos enfoques que trazan el horizonte teorico de elaboracion y de uso del concepto por parte de Hartog,
particularmente con la antropologia y la historia conceptual. Abreviare aqui este analisis,
focalizandome solo en algunos de los aspectos senalados.
La nocion de RH de Hartog cobra sentido en una trama conceptual basica formada por la
nocion de experiencias del tiempo, las categorias de pasado, presente y futuro, la nocion de ordenes
del tiempo, las nociones de mundo y de si mismo como aquello en cuya experiencia hay una
dimension temporal, la nocion de crisis del tiempo y la nocion de historicidad. El tiempo “es para
todos una dimension fundamental de la experiencia del mundo y de si” (Hartog 2007, 14). Y como
en toda experiencia del tiempo se articulan de una manera especifica pasado, presente y futuro, a la
vez que reciben una cualidad especifica, se determina asi un orden del tiempo que expresa las
relaciones de las sociedades con el tiempo. Dado que ese orden ha variado de acuerdo con lugares y
tiempos, hay que hablar en plural de ordenes del tiempo (cf. Hartog 2007, 19-20).2 Y asi como hay
ordenes del tiempo, tambien hay desordenes del tiempo, pues las relaciones con el tiempo de una
sociedad pueden trastocarse, perturbarse de manera brutal y duradera; y tambien ponerse en tela de
juicio. Estos desordenes del tiempo son crisis del tiempo, momentos en los que la manera en la que
se articulan pasado, presente y futuro pierde su evidencia (cf. Hartog 2007, 15 y 22). Se trata de
experiencias de ruptura de la continuidad que confiere a todos y cada uno de los hombres la sensation
de pertenecer a “dos eras” (Hartog 2007, 22). Siguiendo a Hanna Arendt, Hartog habla de “brechas”
o “fallas”: “un extrano interregno en el tiempo historico, en el que se cobra conciencia de un intervalo
en el tiempo que esta totalmente determinado por cosas que ya no existen y por cosas que todavia no
existen” (citado en: Hartog 2007, 24).3
Ahora bien, en una primera aproximacion, un regimen de historicidad es “una manera de
engranar pasado, presente y futuro o de componer una mixtura de esas tres categorias” (Hartog 2007,
15). Pero esta caracterizacion es algo vaga ya que la convierte en un mero sinonimo de orden del

1 Cf. Hartog 2007. El original frances se publico en Paris en el ano 2003 (Seuil).
2 El termino ‘orden’ alude a sucesion, pero tam bien a mandato, y Hartog quiere que tambien se lo entienda en analogia
con la nocion foucaultiana de “orden del discurso” para invitar a plantear interrogantes parecidos a los planteados por
Foucault sobre el orden del discurso (cf. Foucault 2004).
3 Cf. Arendt 2016.

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tiempo. Mas adelante, Hartog senala que puede entenderse de dos maneras. En un sentido limitado,
un regimen de historicidad es la manera en que una sociedad trata su pasado. En este sentido, un
regimen de historicidad seria un aspecto especifico de un orden del tiempo: el aspecto que expresa la
particular relacion con el pasado bajo alguna cualificacion que tiene que ver con la relacion que se
establece entre las categorias temporales y sus respectivas cualidades (cf. Hartog 2007, 30).
En un sentido amplio, un regimen de historicidad es “la modalidad de conciencia de si misma
por parte de una comunidad humana” (Hartog 2007, 30), un modo de relacionarse con el tiempo
caracterizado por los modos de articulacion de presente, pasado y futuro como categorias universales
que organizan las experiencias y permiten expresarlas (cf. Hartog 2007, 38-39). Entiendo que este
sentido amplio intenta alejar la idea de un pasado aislable del presente y del futuro, concebido como
algo externo al mundo y al sujeto. Justamente, por eso se nos dice que se trata de categorias de
pensamientoy de accion, que hacen posible y perceptible el despliegue de un orden del tiempo, dando
lugar a tipos de historia diferentes. En este ultimo respecto, un regimen de historicidad da una de las
condiciones de posibilidad de la produccion de historias: segun las relaciones entre pasado, presente
y futuro, ciertos tipos de historia son factibles y otros no.
A fin de precisar esta nocion de RH, Hartog establece relaciones y diferencias con otros
conceptos o perspectivas de analisis, tales como forma de historicidad, regimen de temporalidad,
historicidad, cronosofia y filosofia de la historia. Para abreviar, no detallo aqui estas demarcaciones.
Hechas estas precisiones, se comprende mejor el piano de funcionamiento de la nocion de
RH. La misma es una “construccion del historiador”, un artefacto heuristico, un “esquema” -mejor
que concepto- que brinda un instrumento “comparatista” parecido al tipo ideal weberiano, segun que
domine la categoria de pasado, presente o futuro, de cuyas relaciones se deriva un “orden del tiempo”
(cf. Hartog 2007, 16-17). Siguiendo la analogia con Weber, se podrian construir tres tipos puros de
RH: el preterista, el presentista y el futurista. Y con ellos aproximarse al examen, macro- o
microhistorico, de la biografia de un personaje historico o la de un hombre ordinario, de una gran
obra (literaria o no), de la arquitectura de una ciudad, de grandes escansiones de las relaciones de
tiempo de diferentes sociedades, cercanas o lejanas; de momentos de crisis del tiempo o sus
expresiones, que son los que mas interesan a Hartog en su libro (cf. Hartog 2007, 17).
Este planteo es coherente con la nocion de “regimen” contrastada con la de “forma”, ya que
en la realidad se encuentran situaciones “impuras”, “dinamicas” o “en conflicto”. En este sentido,
Hartog aclara que “objetado en el momento mismo de ser instaurado, aunque ciertamente jamas
totalmente instaurado (salvo en el mejor de los mundos), un regimen de historicidad se instala
lentamente y dura mucho tiempo” (Hartog 2007, 132, cf. tambien 133). Desde este punto de vista, la
nocion de RH es un instrumento para el estudio de fenomenos historicos desde el punto de vista del
tiempo preguntandose por las temporalidades que los estructuran o los organizan: 6que orden u
ordenes del tiempo los sustentan? ^De que orden u ordenes del tiempo son portadores o sintomas?
^De que crisis del tiempo son indicios? (cf. Hartog 2007, 27).
Para la caracterizacion de la nocion de RH es sumamente importante trazar el horizonte teorico
de su elaboracion y uso por parte de Hartog. Basicamente esto implica senalar su relacion con la
antropologia y con la historia conceptual de R. Koselleck. Para abreviar, me referire unicamente a la
primera relacion. En la “Introduction”, Hartog seflala que su acceso a la nocion de regimenes de
historicidad se hizo de la mano del antropologo Marshall Sahlins, quien puso en entredicho que los
pueblos del Pacifico, especificamente los maories del siglo XVIII en interaccion con los britanicos,
no tuviesen “historia” (cf. Sahlins 1988). La cuestion aqui es evitar hacer uso del concepto moderno
de historia como criterio desde donde medir la historicidad de una comunidad humana. El capitulo 1
aborda por extenso esta problematica inscribiendo la problematica de Sahlins en el contexto del
debate frances entre la antropologia y la historia que emblematicamente remonta hasta la figura de
Claude Levi-Strauss, para exhibir la interaccion productiva entre ambas disciplinas. Justamente la
insistencia de Hartog en una metodologia “comparatista” no tiene solo a Weber como referente, sino
tambien a las operaciones de descentramiento de la mirada eurocentrica realizadas por la antropologia

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del siglo XX. Ya historiadores de la antiguedad como J.-P. Vernant iban en esta direccion. No hay
que olvidar que Hartog proviene de ese particular campo de la historia antigua (cf. Hartog 2007, 29).
El rodeo por la antropologia le brinda a Hartog, en el piano metodologico, aunque no solo, la
nocion de mirada distanciada, cuyo ejercicio aplica a todos los capitulos del libro. De este modo,
explicita dos sentidos de la operacion historica de interrogacion sobre nuestras relaciones con el
tiempo: operar siempre en varios tiempos e instaurar un vaiven entre el presente y los pasados,
distantes espacial y/o temporalmente. Este movimiento es “su unica especificidad” (Hartog 2007, 38­
39). Dice al respecto: “La reflexion pone sin cesar a distancia la misma coyuntura presente que le da
origen, remonta muy lejos en el tiempo, en un esfuerzo por retornar mas cabalmente al ahora, pero
sin ceder nunca a la ilusion de una perspectiva dominante” (Hartog 2007, 40).

El caso de Michel de Montaigne

Cualquier lector de Montaigne sabe que se trata de un autor polifacetico, proteico,


declaradamente contradictorio en su confesion de fidelidad al instante. En suma, un escritor dificil de
asir teoricamente. Su obra se inscribe a su modo en la segunda mitad del siglo XVI europeo a la
manera de un indicador, un sintoma o, incluso, un catalizador de las crisis del tiempo de esa
modernidad temprana. Hartog se refiere en distintos contextos de su libro, tanto a los Ensayos como
al Diario de viaje.4 Si se examina sus observaciones desde el punto de vista de los RH, cabe reunirlos,
aun dispersos, en un cuadro unificado sobre las relaciones de Montaigne con el tiempo que, a pesar
de ser sumamente incompleto (pues no es el proposito de Hartog hacer un estudio sobre Montaigne),
resulta interesante en cuanto a su potencial de interrogacion. En este sentido, dos son los ejes centrales
de analisis que, de manera mas o menos explicita, definen la aproximacion de Hartog: (1) el ejercicio
de la mirada distanciada, que Hartog intenta practicar segun se explico mas arriba y (2) el analisis del
topos de la historia magistra vitae (HMV). Me referire aqui solo al segundo eje.
Cuatro de las referencias a Montaigne en el libro (cf. Hartog 2007, 89, 133, 199 y 200) se
organizan en torno a la cuestion del topos de la historia magistra vitae, sea en cuanto a su crisis, sea
en cuanto a su vigencia. Veamoslo. Al comienzo del Capitulo 3, casi excusandose de por que pasa de
Agustin a Chateaubriand, Hartog serial a (cf. Hartog 2007, 89) que entre Agustin y Chateaubriand
muchos nombres merecerian analizarse como testimonios de varias experiencias y crisis del tiempo
entre el siglo XV y el siglo XVIII hasta el momento de las revoluciones, y enumera: Petrarca, Bacon,
Montaigne, Perrault, Rousseau. El sentido general de su observacion es que la HMV tiene una historia
de cuestionamientos antes de que el nuevo orden del tiempo desactive, con los procesos
revolucionarios, las condiciones de vigencia del topos. Hartog estudia esa brecha de la mano de
Chateaubriand, pero remite en nota al lector a otros dos lugares donde justamente se focaliza en ese
antes “moderno”, pero previo a los tiempos revolucionarios, es decir, la modernidad temprana.
Justamente en esos dos lugares Hartog entrara en la cuestion del tiempo en Montaigne.

1. En relacion con el gran modelo de la HMV, con su larga duracion al combinarse con el
regimen de historicidad cristiano, Hartog senala que eso “no quiere decir que ese antiguo regimen de
historicidad no haya conocido muchos cuestionamientos durante su historia” (Hartog 2007, 133). Y
considera brevemente dos casos: Montaigne (1580) y Perrault (1687). Aca es interesante que la
mirada de Hartog este puesta mas en el cuestionamiento del topos que en la avanzada hacia el regimen
de historicidad moderno: cuestionar un horizonte de sentido no implica tener ya disponible un nuevo
horizonte, si se va a evitar una teleologizacion indebida del proceso de advenimiento de un nuevo
regimen de historicidad. Con respecto a Montaigne dice: “Por ejemplo, en Francia, durante la segunda
mitad del siglo XVI. Entre muchos indicadores posibles, podriamos recordar la publicacion en 1580
de los Ensayos [...], en los que se ve el exemplam antiguo desestabilizado en un mundo en perpetuo

4 Cf. Montaigne (1996) y (2010).

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movimiento. Se destruye mientras se convierte en “singularidad”. Decidido a ser un nuevo Plutarco,


Montaigne escribe finalmente los Ensayos. “Es a mi a quien describo”, lanza la Advertencia al lector.”
(Hartog 2007, 133) Y con respecto a Perrault senala como relevante, en cuanto a las relaciones con
el tiempo, no solo que, para aquel, los modernos ya superan a los antiguos en casi todos los campos,
sino que “es necesario que el tiempo no actue todavia sobre un futuro del que vendra la luz. La
perfeccion casi puede alcanzarse en el siglo de Luis XIV. En efecto, ^como autorizarse a pensar mas
alia del soberano absoluto?” (Hartog 2007, 133).
El comentario sobre Perrault revierte sobre el comentario sobre Montaigne: no por pensar el
progreso se ha trasladado la luz, ni clara, ni mucho menos definitivamente, hacia el futuro. El presente
ocupa en esa brecha un papel especial. Para Perrault es el presente del poder soberano absoluto
aquello de donde viene la luz. Pero, entonces, ^cual es la relacion de Montaigne con el presente y el
futuro, habiendo desestabilizado el pasado como exempluml Esta pregunta tiene una respuesta
bastante perfilada -si bien no exhaustiva- por parte de Hartog. En efecto, la referenda a Montaigne
en Hartog (2007, 136) tiene que ver con el “presentismo” de Montaigne. No olvidemos que es
hipotesis central de Hartog en su libro y objeto de sus ejercicios del tiempo el presentismo como
regimen de historicidad contemporaneo. Pero resulta que el presentismo contemporaneo es una forma
particular de presentismo. Justamente en el lugar citado se caracterizan otras dos formas: el
presentismo de los antiguos filosofos helenisticos (epicureos y estoicos)5 y el presentismo mesianico
cristiano. Segun Hartog, Montaigne exhibiria un vaiven entre estas dos grandes formas de
presentismo.
Entonces, como decia mas arriba, no por desestabilizarse la HMV ya estamos con la
preponderancia del futuro que caracterizara al regimen de historicidad moderno. Ni siquiera en
Perrault. Son interesantes a este respecto dos observaciones de R. Koselleck, de quien se vale
explicitamente Hartog, en las dos unicas referencias que hace a Montaigne en Futuro pasado. En una
de ellas, lo invoca para mostrar la “elasticidad” del topos de la HMV que, supuestamente, permitiria
hacer un uso casi contrario al topos: esto es lo que Hartog conceptualiza como “desestabilizacion”
(Koselleck 1993, 42). En la otra referenda (Id., 30), Montaigne junto con Bacon “se adelantan a sus
contemporaneos, desenmascaran los vaticinios”: aqui Koselleck ve el ejercicio pirronico de
Montaigne bajo la luz baconiana (la Magna instauratio se publica en 1626, cf. Bacon 1985).

2. El segundo lugar al que Hartog habia remitido al perfilar ese antes “moderno”, previo a los
tiempos revolucionarios, esta en el Capitulo 5 sobre “El patrimonio y el presente”, exactamente en la
seccion titulada “Roma” (Hartog 2007, 193-202). Aqui Montaigne sera un viajero del Renacimiento,
dentro de una serie de viajeros que “visitan” las ruinas de Roma. Las preguntas que guian a Hartog
son las siguientes (cf. Hartog 2007, 194): ^Como han sido articulados el pasado y el presente en la
Roma del Renacimiento, mientras que surgia este nuevo valor de remembranza de los monumentos
y de los sitios? ^Cual sera el estatuto de todos esos monumentos en ruinas y tambien de todos esos
textos que se leen y editan con pasion? ^Es este el momento del triunfo completo de la HMV por la
reactivacion de los modelos antiguos? Si lo es, ^implica una vision y un uso preteristas de la HMV?
Y para responder estas preguntas realiza el examen de la serie de “viajeros”: Petrarca, Valla,
Bracciolini, Biondo, Alberti, Rafael y, finalmente, Montaigne. Munido ademas del saber de Yan
Thomas sobre los usos “politicos” del ornato publico desde los emperadores hasta los papas (cf.
Hartog 2007, 198), Hartog muestra que, a pesar de sus diferencias esos “visitantes” de Roma tienen
a su modo una preocupacion por el presente. Tampoco es una excepcion Montaigne Dice Hartog:
“Como albergue del ejemplo a seguir, la “reliquia” por tanto toma sentido en y para el presente. En
ello repite la leccion de Ciceron y hace suyo el modelo de la HMV.” (Hartog 2007, 199)6

5 Curiosamente, no menciona al escepticismo, la tercera gran filosofia del helenismo. Las tres tendran, de modos diversos
y en tiempos distintos, una gran vitalidad a partir del Renacimiento.
6E n otro lugar dice: “ver la Ciudad como un sepulcro es, en realidad, una forma de rendir homenaje a su grandeza pasada
y una variacion al tem a de la injusticia de la fortuna, desarrollado ya anteriormente por Poggio.” (Hartog 2007, 200)

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P o n e n c ia s , S im p o s io s y M e s a s R e d o n d a s .

Su conclusion con respecto al orden del tiempo renacentista, el orden de la renovatio, es que
se marcha del pasado hacia el presente, segun el esquema de la HMV, pero al mismo tiempo bajo el
efecto de la ruptura de continuidad proclamada con lo que se llamara la Edad Media; este pasado
antiguo se da tambien como un presente “disponible”, con el cual se siente “al mismo nivel”: “se
recuerda y se comienza de nuevo”, “una filosofia del retorno, pero una plenitud del presente”. “Los
hombres del Renacimiento no esperaran a la filosofia moderna del progreso: esta exige un tiempo
abierto, el suyo se detiene en ellos mismos” (Hartog 2007, 201). Y no olvida Hartog recordar el orden
del tiempo cristiano que sigue en el horizonte de sentido: un presente ya abierto por Cristo en el
pasado, que mira a la eternidad a traves del Juicio Final.

Conclusion

A manera de conclusion, pregunto si es consistente esta pintura de la relacion de Montaigne


con el tiempo, particularmente por la relacion con la HMV: su desestabilizacion y, a la vez, su
vigencia al estilo de una renovatio que contiene potenciales rupturistas. Mi impresion es que es
consistente e iluminador y que, en caso de inconsistencias, serian tal vez las del mismo Montaigne
que expresa la crisis terminal del humanismo cristiano renacentista. En realidad, Hartog da pistas
interesantes en su aproximacion compleja a la relacion de Montaigne con el tiempo. Por supuesto que
al no ser un libro sobre Montaigne es breve, fragmentado e insuficiente. Por ejemplo, no se toma el
trabajo de entrar en la relacion entre el ejercicio de la mirada distanciada atribuida a Montaigne (que
no examine para abreviar) y la desestabilizacion del exemplam. Entrar en esa relacion permitiria
singularizar ese ejercicio montaigneano al inscribirlo en sus ejercicios pirronicos, silenciados por
Hartog. Porque asi como busca claves del presentismo de Montaigne en el presentismo de epicureos
y estoicos, ^por que no interrogar la relacion con el tiempo de la tercera gran filosofia helenistica, que
atraviesa toda la practica ensayistica de Montaigne? En mi comprension de Montaigne, se trata de
una practica (1) descentradora y desautorizadora a traves del equilibrio de autoridades generalizado,
i.e. entre antiguos, modernos y salvajes, una practica de la diferencia en conflicto que opera en un
contexto real de diferencias en conflicto -en guerra incluso- en la epoca de la Reforma; (2) inscripta
en dos horizontes en tension: el fideista cristiano y el de la singularidad fuera del modelo, del
exemplam, ambos horizontes potenciados por el novum del ensayo.
Finalmente, cabe senalar que es dificil comprender la riqueza heuristica de la nocion de RH
de Hartog separada de las maneras en las que el mismo las pone en practica. Quiero decir: si la nocion
de RH se aisla de los ejercicios historicos de Hartog, puede parecer algo abstracta y pobre en cuanto
a su rendimiento heuristico, pero los detallados ejercicios de este historiador reflexivo exhiben
claramente su rico potencial teorico.

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Montaigne, M. de (1996), Ensayos, Madrid, Catedra, vols. 1-3.

257
Dialectica Monumental. Cristobal Colon y Juana Azurduy

Luis Padin
UNLa

La dialectica desplazamiento-emplazamiento expone el conflicto entre dos interpretaciones


de la historia nacional y por ende, entre dos proyectos de construccion posible de nuestra patria. En
ella reaparecen “espectros” del violento ingreso a la historia mundial que sufrio nuestro continente,
en el marco de una tragica historia habitada por la colonialidad del poder y del saber que nos asedia
con una presencia amenazante que no cesa y aun pervive en el pensamiento neocolonial vigente.
Lo que esta en juego en definitiva, es la posibilidad de construir nuestra propia historia y, en
este caso, rememorarla a traves de un grupo escultorico o, por el contrario, ser parte de un proyecto
de dominacion. La hermeneutica historica que emerge de este acontecimiento esta implicando dos
modos posibles de interpretar el pasado con el fin de construir el futuro. Uno de ellos hace especial
referenda a un pasado negado por la dominacion externa e interna y, frente a el, el referido a Cristobal
Colon, como modelo civilizatorio a implementar en America, que consistio en hacer propio un pasado
impropio, reiterando una interpretacion cuya finalidad principal consistia en justificar la dominacion,
conformando la utopia de instalar Europa en America, como lo imagino la Generacion del '37 y lo
culmino la llamada Generacion del 80 celebrando, en los fastos del Primer Centenario, la realizacion
efectiva de esa cosmovision.
La polemica es profunda porque lo que se esta discutiendo no es solo un intercambio de
personajes del pasado, sino la posibilidad de dar vuelta nuestra historia, producir un “vuelco”, un
cambio en el orden de las cosas, una modificacion en la comprension de la realidad, un nuevo pacto
para habitar el mundo, una inversion del tiempo y el espacio para encontrar un equilibrio justo e
inaugurar un tiempo de encuentro entre opuestos, un cambio en el ambito politico que trastoque el
modo de convivir, un verdadero Pachacuti, como utopia del Incario (Padin 2015, 19).
Se produce entonces una particular inquietud saliendo a la luz un problema cultural central
reencarnado, en este caso, en la materialidad monumental y la opcion por uno u otro, manifiesta la
emergencia de una lucha decisiva, respecto de la construccion de un determinado sentido de
nacionalidad.
Se “desmonta” entonces, un icono de la imposicion de una cultura ajena e europeizante, que
se califico con el rimbombante titulo de “Civilizacion”, para “montar” un icono de las luchas
populares independentistas, historia negada con tergiversaciones, fusiles y silencio, por las elites y
sus acolitos, pero viva en las entranas de los pueblos de America.
Vuelven a aparecer caminos de antigua y larga data y se reiteran espectros que arrancan desde
el violento ingreso de America en la historia mundial, a partir de la conquista y colonizacion, que,
mutatis mutandis, aun tienen vigencia. De ahi que una luz tenue brille desde las sombras hacia una
oscuridad mutante, que siempre acecha y promueve la posibilidad de la reiteracion y por ello la lucha
permanente que se da en nuestras patrias es la de construir nuestra propia historia junto al resto de
Latinoamerica o de ser parte de un proyecto de dominacion.
Es posible asi, perpetuar la memoria de los pueblos encarnando una nueva forma de
apropiacion no habitual, en el territorio de la ciudad, aduenandonos de un pasado propio, fundando
un nuevo itinerario cultural que rescata un encubrimiento, con la fuerza emancipatoria que significa
librar del olvido a los luchadores nacionales y populares, delineando “otra” consolidacion cultural de
la Nacion Latinoamericana.
Los monumentos entonces, como discurso simbolico, podran expresar o bien la imposicion
del relato europeizante con la consecuente entronizacion de la imagen de Colon o la rebeldia y
resistencia a ese proyecto por medio de la contra-imagen que representa Juana Azurduy, mujer
americana afirmada en la lucha independentista. Y asi en la obra de arte, vemos plasmada
materialmente, la lucha por la construccion de la identidad latinoamericana que hoy nos brinda el
reemplazo de una figura por otra, haciendo trama con la historia reciente de America Latina y sus

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intentos de descolonizacion junto a la practica emancipadora de sus pueblos y sus representantes


politicos1, convirtiendose en el soporte material de un relato del “otro”, articulando de esta manera,
nuevos lenguajes, topografias y poderes.
La sustitucion de un monumento se transforma en una disputa cultural que logra remover la
quietud de marmoles y bronces consagrados. La misma comienza en los lejanos tiempos de la
expansion europea hacia America que da origen a la modernidad, con la reinstalacion del
colonialismo y la esclavitud y la necesidad de definir el lugar hermeneutico del “otro”, el diferente,
el colonizado, en el marco general del mercantilismo y la planetarizacion de la historia con el posterior
desarrollo del capitalismo, acaudillado por los paises del norte europeo. Proyecto que produce la
desaparicion sistematica y real, producto del genocidio y el etnocidio consecuente, agravada por el
ocultamiento y la negacion de la diferencia, y la decision de considerar que no hay otro, su humanidad
esta negada y su existencia deja de pertenecerle porque la ocupacion del espacio del “nuevo mundo”
es totalizadora, material y simbolica, y no habra lugar para el otro, al que efectivamente le pertenece,
ya que el particular “descubrir” del conquistador consiste en apropiarse de lo descubierto para
encubrirlo, silenciarlo, hacerlo desaparecer, hasta lograr que no haya otro, resolviendo la alteridad en
la mismidad y asi, al no reconocerlo como otro, se resignificara el espacio, el tiempo y la cultura, en
el cual los hombres de America desarrollaban su existencia, convirtiendo a esta, en una prolongacion
del espacio europeo con una nueva designacion apropiatoria: espacio “civilizado” frente al espacio
“barbaro”.
Colon es el simbolo mayor, el primero que toma contacto con estas tierras americanas y,
aunque el no pueda enterarse de que esta en presencia de un continente desconocido para los europeos,
comienza a sustituir los nombres de los lugares que recorre posesionandose de la naturaleza por
medio de la simbolica del lenguaje, volviendo a nominar nuevamente todo lo que encuentra a su paso
y lo hace desde la palabra, ambito de la humanidad como tal, siendo en este caso, una humanidad
dominadora y dominante dispuesta a negar toda otra posibilidad de humanidad (Todorov 2003, 35 ).
El otro, el vencido, se convertira para todas las metropolis con el transcurrir de la dominacion
en el tiempo, en una invencion colonial ineludible justificadora de la inferioridad de los sometidos y
de la supremacia de los vencedores. Coincidentemente con ello se acuriara la idea de “raza”, como
diferenciacion interna-externa que justificara la superioridad de unos hombres sobre otros,
naturalizando las diferencias y estas se consideraran fundadas en condiciones biologicas
inmodificables.
Y esto implica condenar a Latinoamerica a la ausencia de pasado y de historia propia, tal como
lo habria planteado Hegel en sus Lecciones de Filosofia de la Historia Universal, y somos una “nada”
antes de la llegada de los europeos a nuestro continente. Asi lo entendieron los “hombres de accion”
de la Generacion del '37 y despues los de la del '80. Una nada antes del arribo de los europeos y una
nada despues, ya que a Espana habra que borrarla de la historia por que es signo de atraso y
sojuzgamiento. Por ello se niega el pasado precolombino, la influencia de EspaAa y sus doctrinas
libertarias de la soberania popular de la peninsula. Y se entiende a la Revolucion de Mayo como
producto de las ideas francesas para estos hombres que cambian de metropoli, pero garantizando
siempre la dominacion, gestando en consecuencia, la linea: “Mayo-Caseros”, con sus palabras claves
como “libertad”, “progreso”, “racionalidad”, bajo el manto del intercambio economico con Inglaterra,
el cultural con Francia y el resto de los paises del Norte europeo. Esta interpretacion se convierte en
un problema politico central para nuestras elites “ideologicamente blanquizadas” porque de su
resolucion depende aceptar o rechazar en la construccion de la Nacion, a los hombres que no
pertenecian al sector “ilustrado” de la poblacion ya que no participan de esas ideas y mucho menos
de las consecuencias de las mismas y que, por el contrario, se sentian representados por los caudillos
federates.

1 El grupo escultorico fue construido, producto de una donacion hecha por el Presidente del Estado Plurinacional de
Bolivia, Evo M orales Ayma.

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La limitacion aparece como muy dificil de superar y no se los podra aceptar si no cumplen
con las condiciones minimas que les permitan participar activamente en esta construccion, las que
seran fijadas por el sector autodenominado “ilustrado” y para ello, tendran que demostrar que son
plenamente racionales. Como consideran que no lo eran, y asi lo fundamenta Esteban Echeverria con
su distincion entre razon y voluntad (Echeverria 1965, 155-157), no podran participar activamente de
la vida politica y deberan aceptar mansamente las reglas de juego impuestas por los “ilustrados”. Y
aca aparece claramente la falsedad de plantear que la construccion de la Nacion nos debe albergar a
todos, porque la construccion de la Nacion, no es una construccion entre iguales. Seran las poderosas
elites, que representan los intereses de la ciudad-puerto, los que definiran y determinaran quienes
pertenecen por “derecho propio” y quienes no, por considerarlos enemigos politicos, resolviendo que
Razon es Civilizacion y Voluntad es Barbarie. Para superaria hay que “educarse” via la aceptacion
de la dominacion de los duenos del poder.
Sin “educacion” no habria democracia y esta deberia estar dirigida por la elite capaz de
transformar la “mentalidad del hombre hispanoamericano, para conformarla a la ideologia del
progreso y la libertad”. Al adversario politico se lo coloca al borde de la inhumanidad y por supuesto
a sus conductores, los caudillos federates, aquellos representantes populares que le dieron proyeccion
social al hombre comun, que no formo parte de las tradicionales familias provincianas que
administraron el poder de la colonia y tampoco pertenecian a las elites comerciales o intelectuales del
Puerto de Buenos Aires.
Concepcion de la historia leida desde las elites portuarias y liberales que niegan nuestra
pertenencia a la historia de America en contraposicion a los movimientos nacionales y populares que
avalan la unidad latinoamericana y la construccion de la Patria Grande.
Los duenos del poder en consecuencia, afirmaran nuestra necesaria pertenencia a Europa y
esa es la razon por la cual la estatua de Colon esta emplazada dando la espalda a America y mirando
hacia el noreste: la Europa dadora de civilizacion. Simboliza, en definitiva, la ideologia neocolonial
de las elites que gobernaron el pais, desde Caseros en adelante y aun disputan el poder en la Argentina
contemporanea (Padin 2015, 33).
Le toca al ambito del arte exponer esta lucha ya que los pueblos plasman, a traves del arte,
como parte de su proyecto vital, resistencias culturales que construyen memoria, resguardando sus
pasos, sentires y pensamientos con el fin de poder arraigarse al suelo propio, fuera de las culturas
dominantes impuestas, forjando su propia identidad cultural y el proyecto-utopico que los dignifica
y, cuando se producen las condiciones historico-politicas acordes con esta situacion, los antiguos
simbolos y mitos reaparecen volviendo a construir historia, mucho mas aun, “gran historia” (Kusch
1986, 136-137), cobrando vida un pasado velado y negado, popular y latinoamericano, cambiando
asi radicalmente, la funcion pedagogica de la estatuaria manifestada en el nuevo grupo escultorico,
que inscribira memorias e imaginarios propios en la conformacion cultural de nuestros pueblos,
desplazando los iconos de la cultura impuesta post-Caseros de marcadas caracteristicas eurocentricas
y etnocentricas.
Contrariamente a ello, la captacion simbolica de lo real que expresa el grupo escultorico
encabezado por Juana Azurduy, ilumina una nueva cosmovision monumental, concreta y situada, y
podra convertirse en el futuro en guia orientadora y privilegiada de comprender nuestra realidad,
haciendo propio el suelo americano, recuperando a los luchadores de un pasado no reconocido como
tal, colmado de “relatos oficiales” ampliados con silencios y fusiles. A pesar de ello, los fantasmas
del pasado reapareceran, apoyando sus pies sobre las piedras que los sostienen y elevan, con su espada
apuntando al cielo y al continente de Nuestra America Profunda y el arte cumplira su mision de
trastocar los “espacios vacios” dejados por una cosmovision ajena a nuestras verdadera historia que
puso en juego los mecanismos de alienacion cultural impuestos por los grupos hegemonicos que
usufructuaron e impusieron la cultura colonial y su sucesora neocolonial, que hoy nos envuelve.
La lucha por el sentido recobra nuevos brios al decidir instalar la obra, desterrando ajenidades
y construyendo cercanias con la propia historia, rompiendo con la artificiosa separacion entre arte y
politica, ya que todo arte es politico, como lo fue la imposicion de una cultura extrana y lo es, la

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decision politica de construir la propia, que los pueblos toman y sus lideres realizan. Ello implica
refundar un “suelo”, en el sentido de instituir un nuevo fundamento.
Esa “novedad” permite a la vez retrotraer e iluminar “otro suelo”, que es el del lugar donde
se produjo y creo el grupo escultorico: la Ex ESMA. Maximo exponente de los lugares de tortura,
muerte, exterminio y desapariciones mas atroces de la ultima dictadura militar, eclesial y empresarial
alojando, en la memoria de los pueblos, las huellas de las tragedias pasadas, de las luchas acalladas,
anunciando y construyendo un presente diferente, capaz de engendrar un futuro de justicia y verdad,
agitando los basamentos simbolicos sobre las cuales se afirman los proyectos que enmarcan cada una
de las decisiones tomadas: la que acompano y acompana a Colon, y la que afirma y rescata a Juana
Azurduy.
Las interpretaciones que defienden la postura en apoyo al monumento a Colon, tienen ante si
lo que dio en llamarse la “historia oficial” en consecuencia, reafirmaran con el emplazamiento de
Colon dando la espalda a America la ideologia neocolonial de las elites que gobernaron el pais desde
Caseros en adelante, y aun disputan el poder en la Argentina contemporanea. Por todo ello, el
monumento a Juana Azurduy se contrapone a sus ideales y especialmente, a la expresion simbolica
de sus intereses.
No se puede considerar un dato menor que Juana Azurduy sea mujer, lo que la convierte en
un limite infranqueable, para la pacata y machista sociedad porteha de antes y de ahora, a la que se
suman y se sumaron, los sectores conservadores de las provincias argentinas. No pertenece ni
representa lo que esas elites extranjerizantes y neocoloniales, en pleno siglo XXI, desean que sea
expresado; aun tiene el “hedor” de America (Kusch 1986, 7) y no es parte de la “civilizacion”, en los
estrechos margenes que la Generacion del '37 y posteriormente la del '80, concibieron ese termino,
trasladado acriticamente al presente. No se sentia “europea nacida en America” ni tiene la sangre
“pura”, es mestiza y pertenecia a las “razas malditas” que hacen inviable el progreso el America por
no tener aptitudes para la civilizacion, como afirmaba Sarmiento en su obra postuma, Conflicto y
armonias de las razas en America, por ello no pertenecio ni pertenecera a la cosmovision que dio
sentido a la historia mitrista ni al “Panteon Nacional” por el imaginado y fundado. Contrariamente a
ello, la memoria monumental del grupo escultorico, rescata a los hombres y mujeres anonimos del
pueblo, representados por los indios tarabuquenos, quechuas, aymaras, chiriguanos, mestizos,
gauchos y los propios hijos, acompanando a Juana, en el conjunto escultorico, al resguardo de su
brazo y su espada.
Se otorga asi materia y forma a un pasado que se hace presente y parira futuro, en la America
profunda, indigena, mestiza y nuestra, haciendo justicia con los heroes populares y sus luchas,
rescatando la historia de los pueblos junto a sus dirigentes para lograr una patria que nos pertenezca
desde la construccion de una identidad propia, que es lo que esta en el fondo de la polemica a la se
arribo producto de estas transformaciones.
En definitiva, la dialectica desplazamiento-emplazamiento, signa una historia surcada por la
colonialidad del poder, arrastrando en ella, el significado de la obra de arte y el cambio/vuelco
propuesto, hace trama con la necesaria, urgente y definitiva, descolonizacion de America.
La implantacion de un monumento forja historia y, en el caso que nos ocupa, los hombres y
mujeres del pueblo pueden sentirse comprendidos y expresados en la figura de Juana Azurduy, que
niega la posibilidad neocolonial de implantar una interpretacion de la historia que se forjo para
dominarnos, y no para liberarnos, reflejando la representacion del sistema de comprension del
dominador que, imponiendo una cultura ajena, pretende que los pueblos la reconozcan como propia,
naturalizando y validando las figuras impuestas, ya que la finalidad principal de la Historia Oficial,
es implantar una historia y el monumento a Juana Azurduy, en su materialidad petrea y broncinea, la
desmiente enfaticamente.
A pesar de todo lo afirmado anteriormente una nueva desmentida se ha hecho presente para
borrar las luchas por construir una vision desde los pueblos de America que los represente y los
dignifique. Actualmente se llevan a cabo en la Ciudad Autonoma de Buenos Aires, transformaciones
en el espacio urbano propuestos como de “remodelacion urbamstica”, cuya finalidad implicita es

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construir identidades vacias borrando la significacion de este importante capital simbolico, tanto
historico como cultural. Se lo caracteriza como “empresarialismo urbano”, accion que consiste en
llevar a cabo los procesos de transformacion neoliberal, financieros, posindustriales y corporativos,
en el ambito de la ciudad.
Estas transformaciones operan como metaforas de modelos de pensamiento afianzados desde
el poder, consolidados en la puesta en practica de la maquinaria capitalista avanzada con logicas
narrativas de propaganda y tienen la explicita finalidad de gestar imaginarios, a partir de discursos
ideologicos regularizadores de las subjetividades colectivas, produciendo enormes fracturas en la
forma de pensar al otro y a si mismo en un territorio urbano que se transforma rapidamente,
presentando una cartografia a la medida del mercado y de la sociedad del espectaculo, publicitados
en discursos institucionales que hacen referenda a la revitalizacion del espacio publico, aunque el
objetivo buscado es transformarlos para convertirlos en fuentes de ganancias millonarias manejadas
desde el poder del aparato estatal, proporcionando riquezas innumeras a una minoria comprometida
con el sostenimiento de sus propios y particulares intereses que hoy se expresan claramente habiendo
colonizado con empresarios, el Estado Nacional. De esta manera, suprimen aquellos simbolos que
hacen a la historia de nuestro pueblo, reavivando las disputas e inventando una “nueva” tradicion,
borrando los “lugares de la memoria” con sus tramitaciones estetico urbamsticas, inscribiendose
dentro del ambito politico-ideologico que expresa un conflicto de antigua data entre dos concepciones
opuestas, aun no resueltas, que signaron y signan, la historia de nuestro pais y que hoy reaparecen, en
pleno siglo XXI, reinstalandose el debate sobre la importancia de la estatuaria urbana de tematica
historica y la posibilidad de su anulacion simbolica.
En el sentido anteriormente expuesto, podemos afirmar que el nuevo desplazamiento-
emplazamiento del grupo escultorico encabezado por Juana Azurduy vuelve a significar un hito que
debe anularse de la memoria colectiva. De ahi que, la materialidad simbolica que encarnaba dicho
imaginario emancipatorio, es protagonista de un nuevo “vuelco”, una nueva inversion del tiempo y
el espacio transcurrido entre su anterior instalacion hacia un nuevo emprendimiento urbano del
gobierno de la Ciudad Autonoma de Buenos Aires, llamado “Paseo de la Alameda”, instalandose en
la plazoleta contigua, Plaza del Correo, a lo que fuera el edificio del Correo Central, hoy Centro
Cultural Nestor Kirchner, en la avenida Leandro N. Alem.
Esta decision encierra como objetivo principal, la anulacion del contenido simbolico que habia
sido recuperado con el emplazamiento anterior, apuntando hacia el monumento y la espada en la
mano izquierda de Juana, al centro de Nuestra America, como principal razon de ser de una obra de
arte que restituia memoria propia. Su desplazamiento material implica un nuevo ocultamiento y la
anulacion de una orientacion cultural ligada al camino interior recorrido por nuestros pueblos
americanos, conformando, ahora, un itinerario concordante con el tiempo lineal de sus antiguos y
nuevos opresores, considerandolo solo un monumento mas y por ello se pretende justificar que su
desplazamiento permite una mejor "visibilidad material”.
El verdadero objetivo es deshistorizar y ocultar su "visibilidad simbolica" que expresaba su
anterior emplazamiento a metros de la sede del poder nacional representada por la Casa Rosada y por
haber sustituido un icono de la cultura de la dominacion.
Este nuevo “vuelco”, significa un paso de lo fasto a lo nefasto, como se menciona en las
antiguas cosmovisiones andinas, y, en algun tiempo historico futuro, se producira otro vuelco que
justifique otra inversion del tiempo, anunciando lo contrario, y por lo tanto, el paso de lo nefasto a lo
fasto.
Lo que esta realmente en juego es afirmar y confirmar, con nueva fuerza, el poder que expresa
el neoliberalismo financiero global y sus elites criollas ligadas a esos intereses, hoy centrales, en el
proyecto de construccion de una nueva colonialidad del poder y del saber.

Bibliografia

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263
Filosofia politica y exclusion en la fundacion de la Nacion Argentina

Luis Padin
UNLa

El presente trabajo tiene como objetivo hacer presente como se ha producido la “construccion
del enemigo” en la fundacion de la nacionalidad argentina que sirvio como modelo en toda nuestra
corta historia para fundamentar la exclusion de los sectores populares y de sus representantes, de la
participacion plena del poder politico en la Nacion Argentina. Esta situacion ha generado una disputa
permanente en nuestra sociedad que ha engendrado diferentes violencias, guerras y crimenes, cuyos
alcances llegan hasta la actualidad y por ello, terminar con esa metodologia supone quitar sustento
ideologico a las fundamentaciones que se hicieron para defensa de los intereses de un sector poderoso
y minoritario que triunfo en la guerra social de mediados del siglo XIX, construyendo la imagen de
un “otro” - en coincidencia con la justificacion de la violencia dada por los conquistadores- un ser
diferente, que por serlo, no lo es y por tanto carece de derechos. Asi, minimizando su humanidad, se
planteara como licito ejercer la violencia sobre el, con el fin de anularlo o neutralizarlo politicamente.
De esta forma se logro negar la participacion politica de las grandes mayorias nacionales, que
lucharon por la independencia primero y posteriormente, lideradas por los caudillos federates o
lideres populares, pretendieron construir un pais independiente que cobijara a todos sus habitantes.
Se los califica con el viejo epiteto greco-romano de “barbarie” con la ventaja de que el mismo
permite no reconocerle entidad al adversario politico y por ende, se facilita la idea de su necesaria
destruction para poder constituir la Nacion.
Esta operacion de desconocimiento y negatividad del otro, es central para las minorias
gobernantes en los paises neocoloniales, como el nuestro, porque el enemigo a destruir es interno,
constituido por los que no aceptan mansamente la dominacion, contrariamente a los que se benefician
con ella ya que su proyecto consiste en ser complementario de los intereses de las metropolis euro-
americanas y por ello estan dispuestos a llevar adelante su implementation, a traves de lo que Anibal
Quijano caracterizo como la “colonialidad del poder”:

La globalization en curso es, en primer termino, la culm ination de un proceso que comenzo con la
constitucion de America y la del capitalismo colonial/modemo y eurocentrado como un nuevo
patron de poder mundial. Uno de los ejes fundamentales de ese patron de poder es la clasificacion
social de la poblacion mundial sobre la idea de raza, una construccion mental que expresa la
experiencia basica de la dominacion colonial y que desde entonces permea las dimensiones mas
importantes del poder mundial, incluyendo su racionalidad especifica, el eurocentrismo. Dicho eje
tiene, pues, origen y caracter colonial, pero ha probado ser mas duradero y estable que el
colonialismo en cuya matriz fue establecido. Implica, en consecuencia, un elemento de colonialidad
en el patron de poder hoy mundialmente hegemonico. (Quijano 2011, 219)

Este poder global que articula hoy a todo el planeta con la forma del capitalismo financiero,
se inicia con la Invasion de America, que implica la concentracion de recursos en minorias poderosas
de las clases dominantes cuyos beneficiarios principales pertenecen al llamado occidente, “Europa y
sus descendientes euro-norteamericanos”, y los dominados siguen siendo los mismos que en la etapa
colonial, mas alia de haber cambiado las metropolis expoliadoras que se apropiaron y se apropian de
las riquezas de America, Asia y Africa. De esta manera, se oculto la historia del poder que dio origen
a las diferencias sociales, justificandolas en hechos biologicos y/o naturales con pretension de
objetividad cientifica, deshistorizandolos y colonizando subjetivamente el imaginario de los
dominados. Se reprimieron los conocimientos, imagenes y simbolos de las culturas dominadas,
imponiendo los patrones de expresion de los dominantes, siendo el de America, el caso mas extremo
de colonization cultural que obligara a las victimas a expresarse en los modelos culturales de los
sectores dominantes, externos einternos. (Quijano 1992, 11-12)

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En nuestro caso, a mediados del siglo XIX se implementa, desde una mirada externa y
complementaria del poder neocolonial, generacion del 37 mediante, la dicotomia de que o se es
porteno, liberal, anglofilo y francofilo, o se es barbaro, salvaje, negro, indio, mestizo, gaucho. No hay
termino medio. La disyuncion planteada por Sarmiento en el subtitulo del Facundo, es excluyente,
no podra haber barbarie en la civilizacion, ni tampoco civilizacion en la barbarie. No hay conciliacion
posible, de ahi la necesidad de la “guerra social”, para lograr destruir al enemigo, y asi, desde un
determinismo biologico se podra justificar plenamente el etnocidio porque sera la propia naturaleza
racial lo que impide que se produzcan los cambios necesarios para un buen gobierno. Porque la
construccion de la Nacion no es una construccion entre iguales, no se basa en igualdad sino en la
dominacion, en la subordinacion de una parte importante de la poblacion, las mayorias populares, a
los hombres “ilustrados”, vos viva de la oligarquia comercial y agricola-ganadera y se convierte
entonces, en un “pacto de sometimiento” (Rodriguez Persico 1993, 14), leido bajo claves raciales que
lo convierten en inmodificable. Porque de lo que se trata es de naturalizar la desigualdad,
deshistorizarla1. Y, en este caso, solo la pureza racial exenta de toda mezcla de razas inferiores en
energia y capacidad de realizacion, sera garantia de buen gobierno. De lo contrario esta se degrada
por las “ineptitudes” de las razas “mixtas” para el gobierno de las naciones ya que son organicas en
el hombre prehistorico y para Sarmiento, los indios, son “nuestros padres prehistoricos” (Sarmiento
1946, 37)
Lo afirmado anteriormente, nos lleva a afirmar que las “naciones” que se construyen en
America Latina no incluyen las heterogeneidades y son propuestas e implantadas por las elites
“ideologicamente blanquizadas” dejando fuera de ellas todo lo diferente al modelo o patron “euro-
americano”, porque como afirma Rita Segato: las administraciones coloniales de Ultramar que
quedaron a cargo de las elites criollas fortalecieron la relacion Estado-Capital, con la idea de insertarse
en el “mercado global” por ello son excluyentes, anti-comunitarias (Segato 2013, 19-20) y negadoras
de sus propias realidades colonizadas favoreciendo la identificacion con la metropolis y negando la
realidad de sus propios pueblos, propiciando la “civilizacion” europea como objetivo a alcanzar a
partir de una supuesta continuidad evolutiva que va de lo primitivo a lo civilizado, de lo salvaje a lo
racional, del feudalismo al capitalismo, siendo Europa o su instauracion en America del Norte, el
unico futuro posible como derrotero prefijado en la historia universal.
Dentro de muchas de las argumentaciones propuestas para lograr este objetivo, optamos por
escoger un documento algido publicado en 1857, poco despues del triunfo ideologico-militar de la
batalla de Caseros. Sera este el modelo de interpretacion que se consagrara como la “Historia Oficial”,
siendo funcional a la necesidad de implementar un proyecto neocolonial.
Se trata de una obra colectiva guiada por el espiritu de Bartolome Mitre, su prologuista y alma
mater, y Domingo Faustino Sarmiento, probada garantia ideologica del proyecto, entre otros autores,
que se convocan para la elaboracion de la misma. Su contenido es biografico-visual y cuenta con un
entramado de litografias y biografias que nos daran noticias de los propositos que guian a sus
gestores, sus modos de interpretar nuestra historia, con el objetivo explicito de que, esta particular
hermeneutica, se instaure como el modo de comprender en lo sucesivo, la historia nacional.
Su titulo, Galena de celebridades argentinas. Biografias de los personajes mas notables en
el Rio de la Plata, expone la finalidad principal del mismo, construyendo una recorrida biografica
ilustrada de los personajes que se consideraran notables y deben ser tornados como “modelos” para

1 Tarea que Sarmiento emprende en su ultimo libro editado envida Conflicto v armonias de las razas en America (1883),
en el cual, anticipandose a la corriente Positivista, plantea la cuestion racial como la que posibilita el avance de los pueblos
porque la causa principal de los trastomos politicos y sociales, esta en el “mal de razas” y por ello plantea la necesidad
de la desaparicion de las “razas inferiores” producto del mestizaje, indigena hispano, africano. La herencia racial nos
condena y por ello es necesario “cambiar de sangre” para romper la condena hereditaria y asi desde un fundamento etno-
biologico-politico, afirma que el origen de los “conflictos” esta dado por la mezcla de razas. Y por ello tenemos “armoma”,
donde no se ha producido el mestizaje, como es el caso de los Estados Unidos de America del Norte, al que propone como
modelo a im itar para constituir los Estados Unidos de la America del Sur, tanto en Argiropolis (1850) como en las
conclusiones del segundo tomo de Conflicto y Annomas, que edita, despues de su muerte, Belin Sarmiento. Ver al
respecto: Padin, L. 2013, cap. XX.

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la posteridad. Si bien sus autores son diversos, se destaca con holgura quienes conducen y orientan el
sentido general de la obra, siendo Bartolome Mitre, el que escribe el prologo que orienta la totalidad
de la misma2.
La novedad de incluir lo simbolico-visual tiene una clara funcionalidad ideologica, expresada,
por ejemplo, con la imagen que muestra a un Lavalle joven y oficial de granaderos, el unico que
aparece litografiado con uniforme militar, y a San Martin, su jefe militar, se lo representa viejo y
vestido de civil3.
Construccion portena y liberal, exaltadora de la supuesta blancura y europeidad de los heroes
retratados, cogestores de la “emancipation”, el “progreso” y la “civilizacion”, lo que los transforma
en figuras ejemplares, las que a partir de 1862, cuando asume la presidencia de la Nacion Bartolome
Mitre, se convertira en la interpretacion que se impondra, a traves del manejo del aparato estatal,
proponiendo a la education publica como propagadora de esa cosmovision, desconociendo las luchas
populares argentinas y latinoamericanas, iniciadas por los lideres indigenas y continuadas en las
luchas independentistas conducidas por sus conductores.
Se consagraran en esta interpretacion que hacen las elites de su papel en la historia, como las
unicas a las que les asistira el derecho exclusivo a gobernar el pais, aunque esto contradiga el
liberalismo predicado; auto-instituyendose como “ilustrados” y poseedores de un poder ommmodo,
que galvanizan mediante la complementation economica con las metropolis mas desarrolladas,
especialmente Inglaterra, a partir de la participacion efectiva y complementaria, en la division
international del trabajo, exportando materias primas originadas principalmente en la Pampa
Humeda, garantizando el poder de las minorias sobre el conjunto del pueblo, con deseos de
permanencia coagulada.
Afirma, en el prologo del libro Bartolome Mitre que:

La historia argentina ha sido fecunda en hombres notables [...] Varones ilustres [...] La gloria de
estos hombres es la mas rica herencia del pueblo argentino y salvar del olvido su vida y sus facciones,
es recoger y utilizar su herencia en nuestro honor y en nuestro provecho. En esas vidas encontrara
la generacion actual modelos dignos de imitarse. En los sucesos memorables que ellas recuerden
encontrara el historiador futuro, temas dignos de meditaciones austeras. En sus nobles fisonomias
buscara algun dia el pincel y el buril del artista, tipos dignos de imnortalizarse en lienzos, en
m annoles o en bronces (Mitre et al 1857,1-11).

A partir de esa orientation modelica, agrega ademas la idea de cuales son las figuras que el
arte debiera ensalzar, en marmoles, bronces o telas. Una verdadera orientation futura de lo que debera
ser el arte de tematica historica, complementando y rescatando del olvido a estos personajes con el
fin de inmortalizarlos. Y, en una anticipation de ese derrotero, afirma que los primeros que se deberan
destacar seran “Solis y Gaboto, entre los descubridores del Rio de la Plata”, como “dignos emulos de
los companeros de Colon”, agregando toda una lista de conquistadores espanoles, tanto militares
como eclesiasticos y hombres de letras y a continuation espanoles nacidos en America,
correspondientes a la epoca colonial y despues a los hombres de la Revolucion de Mayo “cuyas vidas
son dignas de ser transmitidas a la posteridad” donde incluye a la mayoria de los hombres que seran
tratados en la obra de la Galena y otros, que solo son mencionados por su nombre, sin dejar de
nombrar a “las grandes figuras que dominan la historia contemporanea no se presentan a nuestros

2 La mayoria de los escritos posteriores de Bartolome Mitre, ampliaran lo afirmado en esta obra, en sucesivas ediciones,
como los que realiza sobre San M artin y Belgrano, entre otros, que daran sobrada fama al autor, a partir de los cuales y,
podriamos agregar la Oracion que escribe y pronuncia con motivo del centenario del nacimiento de Bernardino Rivadavia,
elaborara la interpretacion historica que se convertira en el manual oficial de la historia de nuestro pais.
3 Posteriormente los alii representados, seran reproducidos ad infinitum en las imagenes que inundaran las escuelas de
todo el pais y pasaran a formar parte de las ilustraciones de los libros escolares, siendo el modo mas eficaz para lograr
que los alumnos intem alicen a los propuestos como “proceres” de la Argentina, los “padres” de la patria. Los
ocultamientos y/o falsedades que figuran en la historia mitrista, tienen que ver con edulcorar y desconocer el hecho de
que alguno de los mencionados y retratados tuvieron posiciones diferentes respecto del pasado y estas tendran que ser
omitidas, como es el caso de Belgrano, Brown y el mismo San Martin.

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ojos con menos majestad que la de nuestros ilustres antepasados”, rescatando, entre otros, a Florencio
Varela, Lavalle: “el paladin heroico de la cruzada libertadora”, Nicolas Avellaneda y otros militares
y poetas, como Esteban Echeverria.
Se trata sin duda, de todos hombres prominentes del partido unitario y los que no lo fueron,
seran edulcorados y ocultados los hechos y las conductas, que contrarien esta interpretacion de la
historia.
Una vez afirmado el rescate interpretativo de lo que debe valorarse en nuestra historia, se pasa
a la caracterizacion del enemigo, porque existen:

Otro genero de celebridades, que aunque no merezcan como los anteriores, las bendiciones de la
posteridad agradecida, se presentaran a sus ojos con el resplandor siniestro de aquella soberbia figura
de Milton, que pretendia arrastrar en su caida las estrellas del firmamento. Estos nombres
verdaderamente celebres bajo otros aspectos, ejercieron una grande influencia sobre los destinos de
los pueblos del Rio de la Plata: su vida esta rodeada de incidentes mas dramaticos, son los
representantes de las tendencias dominadoras de la barbarie, y sus acciones llevan el sello de la
energia de los tiempos primitivos(Mitre et al 1857, III).

Sus nombres mencionados como “leccion para los venideros” son los de reconocidos caudillos
federates y populares como Artigas, “el Atila del caudillaje”; Lopez, “proclamando [...] el pillaje y
la matanza de los principios”; Facundo Quiroga “flagelo de Dios”, Ramirez, “armado de la espada y
de la tea del genio del mal”, a Aldao, “el fraile apostata” e Ibarra, “cacique feroz”. Todos ellos
ampliamente comparados con los peores signos del mal de la historia universal:

He ahi otra serie de retratos historicos, retratos terribles y cefludos que inspiran horror, pero que
sirven para realzar las hermosas figuras de los que se han hecho celebres por sus servicios, sus
virtudes o sus trabajos intelectuales. La Galeria de celebridades Argentinas no comprendera sino
los retratos y las biografias de los ultimos, es decir, de los que tienen derecho a la gratitud de sus
descendientes. Esta obra no es una historia, ni una biografia general, sino un monumento erigido a
nuestros ilustres antepasados que consagraron su vida y sus afanes a la felicidad y a la gloria de la
Patria. La posteridad trasladara algun dia sus cenizas al Panteon de los grandes hombres de la Nacion
Argentina (Mitre et al 1857, III)

Forjado entonces, el Panteon Nacional, con sus broncineos heroes, la tarea que resta, sera
continuar el triunfo sobre la “barbarie”, que debe desaparecer del panorama politico argentino y solo
puede formar parte del mismo, subordinada a los “duerios del poder”.
Por ultimo, consideramos que se plantea como modelo ejemplar, una metodologia que
inundara de tragedias a la historia de nuestra patria, alcanzando inclusive a la que acontecio a partir
de 1976 con la ultima dictadura civico-militar-eclesial, con el fin de anular a los dirigentes politicos
cuyo poder esta sostenido por el acompanamiento de las mayorias populares, incluyendo a los que
los apoyan o reivindican sus ideas. Nos referimos, en este caso, a la caracterizacion, fuertemente
apologetica, que se hace al presentar la biografia de Juan Galo Lavalle. En ella se justifica y aprueba
el asesinato de Manuel Dorrego, inaugurando el primer golpe de estado en la historia argentina, contra
un gobernador elegido por el voto popular, afirmando, en la inocultable pluma se Sarmiento que, por
ser el “jefe natural del partido federal [...] el caudillo de las masas desenfrenadas” que hacia
estremecer a la Republica “con su algazara salvaje”, es que Lavalle “creyo que haciendolo
desaparecer, la someteria por medio de un tremendo ejemplo”. Agregando la admiracion que sentia
por Lavalle por la accion emprendida justificando el fusilamiento de Dorrego, afirmando que: “El
coronel Dorrego [... ] escalaba el poder empuj ado por el brazo robusto del populacho [... ] estrechando
sus relaciones con los caudillos del interior, y excitando cada vez mas el espiritu salvaje de la plebe”
(Mitre et al 1857, 229-230). Por ello justificaba plenamente el asesinato politico, considerando que
al ejecutarlo:

Lavalle [...] el soldado intrepido [...] no hacia mas que realizar su voto confesado y proclamado de
ciudadano [... ] fusilando a Dorrego, como se proponia fusilar a Bustos, Lopez, Facundo, y los demas
caudillos, respondia a las exigencias de su epoca y de su partido [...] Lo que Lavalle hizo fue dar

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con la espada un corte al nudo gordiano en que habia venido a enredarse toda la sociabilidad
argentina; dando una sangria, quiso evitar el cancer lento, la estagnacion (Mitre et al 1857,234-235)

Con sus palabras en esta obra, tiene Sarmiento el siniestro prestigio de hacer usado por primera
vez la palabra “hacer desaparecer” al referirse a un adversario politico, idea que ha enlutado en las
postrimerias del siglo XX a la sociedad argentina; justificando ademas, cuando fuera necesario, apelar
a la “civilizacion armada”, aprobando el poder de estas minorias ilustradas, a las que califica como
“gente decente” porque representan la civilizacion contra la barbarie, porque en ellas no se dara la
escision entre razon y voluntad, como en las masas populares, de acuerdo al planteo excluyente de
Esteban Echeverria, lo que les impedira participar en la democracia, no pudiendo elegir ni ser
elegidos, porque estan dominados por la “voluntad [que es] ciega, caprichosa e irrational”, y
prevalece sobre su “razon”. Y la Razon es propia de los hombres Ilustrados, que “examina, pesa y se
decide” siendo por ello que la soberania debe ser ejercida solo por “por la parte sensata y racional de
la comunidad social” (Echeverria 1955, 157-158)
En sintesis y para concluir, nuestra tarea ha consistido en transcribir, en las palabras
precedentes, unas de las tantas formas con las que se argumento en nuestra patria, construyendo el
enemigo historico a combatir, para poder imponer el poder de las minorias, a traves de la promotion
de la violencia politica, que justifico la guerra social y los crimenes mas atroces que aun no han
concluido.

Bibliografia

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268
Performatividad, desobediencia y nuevas afiliaciones etico-politicas: hijas e hij os
de represores en busca de Memoria, Verdad y Justicia

Maria Marta Quintana


UNRN

Introduction

En este trabajo analizo la irrupcion de un colectivo que viene cobrando creciente visibilidad
en el ultimo tiempo como consecuencia del repudio publico que sus integrantes manifiestan hacia sus
progenitores: responsables de los crimenes cometidos durante la ultima dictadura civico-militar en
nuestro pais. Pero estas hijas e hijos no solo repudian sus vinculos de consanguinidad sino que, en un
contexto politico en el que se intentan reanimar formas de olvido e impunidad, levantan -como un
acontecimiento imprevisto- las consignas historicas de los organismos de derechos humanos y buscan
legitimar socialmente su voz en la lucha por Memoria, Verdad y Justicia.
En virtud de ello, considero que la emergencia de dicho colectivo ofrece una ocasion para
replantear y escudrinar una serie de cuestiones en torno de la persistencia y reconfiguracion del
pasado reciente en el espacio publico, la responsabilidad y el modo en que dicho pasado nos afecta.
Pues, centre que temporalidades sociales emerge este ‘nuevo’ sujeto? <^Que discursos lo
sobredeterminan? 6Que derivas (contra)citacionales de la lengua del familismo y ‘la sangre’ es
posible identificar en la actuation de este colectivo? <^Es el repudio de la consanguinidad condicion
para la escucha hospitalaria de estos/as hijos/as? 6De que tipo de victimas y/o de testigos se trata?
^Que implicancias tiene esta voz para una reflexion etica en torno de la responsabilidad social y para
una politica de la (pos)memoria?
En sintesis, pretendo reflexionar acerca de las condiciones de aparicion y audibilidad de estos
y estas otras hijas y la construccion de su singularidad dentro de un campo dado de inteligibilidad.
Para ello, primero me detengo en la cuestion del familismo en el activismo argentino de DDHH y
luego avanzo en una interpretacion sobre la emergencia de este nuevo colectivo de hijas e hijos de
genocidas.

El discurso (politico) de la familia y los derechos humanos

Si hay un rasgo que caracteriza al discurso publico del movimiento de derechos humanos (en
adelante, DDHH) es la apelacion al familismo y al vinculo de consanguinidad con las victimas de la
dictadura (sin desconocer, por supuesto, que hay algunas organizaciones que articulan su discurso y
sus reivindicaciones en otros terminos). Sobre esta cuestion mucho se ha escrito (i.e. File 1997;
Vecchioli 2005; Morales 2010; Jelin 2011, entre otras/os), y yo he misma he trabajado sobre las
derivas perfomativas de ‘la sangre’ en el discurso de Abuelas de Plaza de Mayo (Quintana 2016).
En esta oportunidad, entonces, quisiera solamente senalar que si la dictadura puso en juego -
en el marco de una guerra (auto)inmunitaria- una biologizacion de la politica, los grupos de familiares
-devenidos luego asociaciones de DDHH- provocaron un desplazamiento y, a la inversa, politizaron
lo biologico. En este sentido, si el Proceso de Reorganization Nacional (PRN) concebia ‘la N ation’
como un organismo conformado por celulas (= familias), e interpelaba a la mujer-madre -en tanto
guardiana ‘natural’ del hogar- en la lucha contra la subversion, las mujeres que irrumpiran en el
espacio publico, desafiando toda suerte de pro scrip ciones -politicas y de genero- haran del familismo,
la maternidad y la abuelidad lugares y contenidos politicos de enunciation1. En esta linea, mas tarde,
se conformaran otras organizaciones que tambien encontraran en los lazos familiares un principio de
afiliacion politica, tales como H.I.J.O.S. y, mas recientemente, Herman@s de Desaparecidos por la
Verdad y la Justicia.

1 Tambien hay que mencionar la organization de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Politicas.

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En relacion con ello quiero destacar el trabajo performativo de la (re)significacion. La


inestabilidad de los terminos a causa de la repeticion y la posibilidad de inscribirlos en cadenas
significantes alternativas, incluso abiertamente contrarias a sus propositos originales. De este modo,
mas que dar cuenta de la ‘verdad’ o del sentido ultimo del familismo se trata de enfatizar su
precariedad constitutiva. Y a contracorriente de cierto determinismo o causalismo que concibe la
consanguinidad como el fundamento necesario de la busqueda de las y los desaparecidos y nirios
apropiados, asumo que las configuraciones enunciativas de las propias organizaciones -y sus
consiguientes reformulaciones temporales- permiten advertir no solo las huellas discursivas del PRN,
y por ende la relacion de sobredeterminacion con el discurso de la dictadura (y luego tambien con el
del Estado de derecho), sino el caracter -inevitablemente- contingente (del discurso) del familismo.
Esto no impide, de todas maneras, afirmar que en el devenir de su lucha los organismos, ademas de
provocar una trabajosa y eficaz torsion del discurso autoritario, disputando el contenido de ciertos
terminos, tambien estabilizaron una nueva comprension en torno del parentesco consanguineo y la
‘comunidad de afectados’ por la dictadura.
Esto ultimo es criticado por Elizabeth Jelin, quien senala que la presencia publica y la mayor
legitimidad de la palabra de las y los familiares, dado su anclaje en la experiencia personal y en los
vinculos geneticos con las victimas, no solo implica un poder considerable en la definicion de la
agenda de reclamos alrededor del pasado dictatorial, sino que, dentro del campo progresista -que se
identifica con la denuncia y la condena del terrorismo de Estado-, el poder simbolico y politico de
esas voces conlleva la exclusion de otras voces sociales; ancladas, por ejemplo, en la ciudadania o en
una perspectiva mas universal referida a la condicion humana (Jelin 2017, 195). No obstante, la
perspectiva de Jelin contrasta con la de Cecilia Sosa (2014), quien sostiene que en la ultima decada -
en el contexto de los gobiernos kirchneristas- comenzo a producirse un desplazamiento de la
legitimidad de la “familia herida” y de su rol como guardiana de la memoria y victima exclusiva de
la violencia estatal. Para Sosa, una serie de narrativas no convencionales del luto (obras de teatro,
films, novelas) problematizan el derecho al duelo y al recuerdo en tanto meros “asuntos de familia”
y evidencian nuevas configuraciones comunitarias, post-sanguineas, que transforman las politicas
locales de la memoria y se abren en direcciones mas hospitalarias de y con “los outsiders”2.
Por mi parte, en alianza con interpretaciones como la de Sosa y retomando lo que decia mas
arriba, considero productivo reparar en los procesos de resignificacion del lenguaje del familismo, en
tanto sus reiteradas ocurrencias no solo exhiben la imposibilidad de una clausura o cierre definitivo
del sentido sino, mas aun, de la performatividad politica de dicho lenguaje (algo a lo que Jelin parece
no atender). En este sentido, me interesan esas iteraciones no previstas de antemano, que a la par que
evidencian la disponibilidad y la fuerza citacional -o mejor, contra-citacional- del discurso del
familismo, conllevan implicancias novedosas para la lucha por los DDHH en nuestro pais. En esta
clave, entonces, me detengo en el mencionado colectivo de hijas/os que repudian los lazos filiales
con sus progenitores.

Desobediencia/s de vida

La (contra)apelacion a ‘la sangre’ vinculada con la condena social del terrorismo estatal ha
cobrado inesperadas resonancias en el ultimo tiempo y en relacion con la irrupcion en las calles, en
la prensa y en las redes sociales de un nuevo colectivo que se considera a si mismo “producto de una
resistencia necesaria en esta epoca de negacionismo”3. Dicho colectivo se autodenomina Historias
desobedientes. Hijas e hijos de genocidas por la Memoria, la Verdady la Justicia4. Se trata de un
grupo de mujeres y hombres que reclaman reconocimiento como parte afectada por los crimenes de
lesa humanidad, perpetrados por sus propios progenitores durante la dictadura de 1976-1983, y

2 Cf. https://www.paginal2.com .ar/diario/elpais/l-295288-2016-03-24.html


3 Vease https://www.paginal2.com.ar/73921-contra-sus-padres
4 Tomo como referencia este grupo, pero hay otras hijas que no form an parte de el.

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buscan legitimar su voz en la lucha y defensa de los DDHH. Lejos de posiciones victimizadoras,
aunque sin dejar de auto-concebirse como victimas, se apropian del derecho a hablar y aparecer
publicamente desafiando la verguenza de pertenecer a un linaje maldito. Son desobedientes que
afirman: “Queremos dar un mensaje claro y politico de Justicia para reconstruir la memoria del pais.
Queremos diferenciarnos de otros grupos de familiares de genocidas. Para nosotros fue un genocidio
y fueron 30 mil desaparecidos”5. Son desobedientes que reniegan de ‘la sangre’ y de cual cualquier
pacto que se pretenda hacer derivar de ella; por el contrario, son ellas/os quienes repudian y denuncian
a sus progenitores-genocidas6.
Ahora bien, cabe preguntar, ^que cambio en relacion con las condiciones de lo decible y
audible? 6Por que habian ahora? Por un lado, y como se sigue de lo anterior, estos otros hijos toman
la palabra en un contexto de deslegitimacion de los organismos de DDHH, de “deskirchnerizacion”7,
y, mas radicalmente, de cuestionamiento al consenso democratico alcanzado en torno de dicha causa
(Barros 2017). De esto no solo dan cuenta los ‘deslices’ negacionistas del gobierno de Cambiemos
sino tambien el fallo “Muiria” de la Corte Suprema, que busco beneficiar con el computo del 2x1 a
los culpables presos por delitos de lesa humanidad. Pero ademas, por otro lado, resulta relevante
seftalar que este colectivo hace su primera presentacion en el marco de la convocatoria Ni una menos.
Es decir que irrumpe encuadrado en un movimiento que llama a la desobediencia de las mujeres y de
otros sujetos feminizados, que llama a unirse en contra de la violencia machista y alerta sobre la
familia -patriarcal- como sitio de inseguridad.
Precisamente, entrevistada para Pagina 12, y ante la pregunta de que hizo que eligieran el #3J
como fecha iniciatica para marchar, Erika Lederer, (ex) integrante del grupo fundacional de Historias
Desobedientes, responde:

“Nada es casual. La violencia que se ejercia en mi casa en particular y en muchas casas de


genocidas contra los mas vulnerables, que siempre somos los ninos, los ninos que eramos
entonces, hizo que tanto tener que callarme la boca tenga consecuencias. [PJorque de nifla era
normal que se nos pegue, que la mujer este en un lugar de obsecuencia. Hoy en dia puedo
decir ‘no quiero mas violencia’. [...] El movimiento Ni Una Menos ayudo en parte a ir
repensando todo eso que aprendi en mi casa”8.

En consecuencia, resulta sugerente afirmar que este ‘nuevo’ sujeto emerge -como su
condicion de posibilidad- entre el Nunca mas y el Ni una menos; sobredeterminado por los discursos
y la lucha de los DDHH y de la desobediencia feminista y en el cruce de ambas temporalidades
sociales.
Asimismo, el colectivo presento en noviembre del ano pasado un proyecto de reforma del
Codigo Procesal Penal de la Nacion, en particular de los articulos 178 y 242, con el proposito de que
las hijas, hijos y familiares de genocidas puedan denunciarlos penalmente y declarar en los juicios

5 Cf. https://www.paginal2.com.ar/42193-liistorias-desobedientes
6 Ver https://www.paginal2.com.ar/56302-no-le-pennito-mas-ser-mi-padre
7 Al respecto, vease https://www.lanacion.com.ar/2083004-un-plan-del-gobierno-para-deskirclinerizar-los-derechos-
humanos
8 Ver en https://www.pagina 12.com .ar/42137-el-nunca-mas-v-el-ni-una-menos. Y en clara muestra de acogida, les
responden: “Desde el movimiento feminista, evidenciamos el engranaje entre la familia patriarcal y el terrorismo de
estado. Escuchamos, tam bien en el transcurso de este ano, a las ex hijas de genocidas desafiliarse de sus progenitores,
evidenciando como la crueldad de los campos de concentracion se traducia en crueldad en la intimidad del entomo
familiar. Rechazamos que se les conceda prision domiciliaria, libertades y amnistias a los represores. Nosotras volvemos
a gritar que la unica casa de los genocidas es la carcel. Que no olvidamos ni nos reconciliamos. Y que desde el feminismo
estamos construyendo una casa contra todas las formas de crueldad con que el capitalismo quiere aterrorizar nuestras
desobediencias”. Vease Documento Paro Intemacional de Mujeres, https://www.paginal2.com.ar/100295-la-marea-
feminista-sigue-creciendo

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Ill J o r n a d a s N a c io n a l e s de F il o s o f ia y E p is l e m o l o g ia d e la H i s l o r ia .
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por delitos de lesa humanidad9. Algo que hasta el momento, pese a que existe el antecedente de
Vanina Falco (hermana de crianza de Juan Cabandie), la justicia argentina impide en virtud de los
lazos de consanguinidad.
En relacion con el proyecto y sus fundamentos me gustaria atender a las derivas
(contra)citacionales del lenguaje del familismo, que se anudan con la demanda de castigo para los
autores de “los delitos aberrantes cometidos durante la ultima dictadura civico-militar”, y sus
implicancias para la nocion de ‘afectados’ por dichos crimenes. Al respecto, en el texto presentado
por el colectivo, se senala que

[si bien] esos hechos han tenido como victimas los mas variados sectores sociales, [todavia]
existe un colectivo en particular que, a pesar de integrar la comunidad afectada, no ha sido
dado a conocer publicamente ni reconocido juridicamente como tal. Se trata de muchas hijas,
hijos y familiares de los genocidas que llevaron adelante el plan sistematico de los crimenes
senalados, que por razones de edad en su momento y luego por diversos motivos como ser la
negacion y luego culpa y verguenza, [... ] no se habian manifestado de manera publica respecto
de la participacion de sus padres o familiares en el genocidio ejecutado. [Por eso] este proyecto
[...] se impone a fin de incluirlos como beneficiarios de un derecho constitucional vigente en
nuestro pais, que garantiza que aquellas situaciones injustas como la que deriva de la actual
redaccion de algunos cuerpos de leyes, sea modificada.

Luego cabe advertir que a diferencia de las y los familiares de desaparecidos/as, que foijaron
una identidad politica alrededor de un dano infligido a la familia, y se constituyeron -en virtud de
ello- tambien en afectados directos de la dictadura, estas otras hijas e hijos buscan desarmar el modelo
de la consanguinidad (en la lengua del propio Estado, si es que acaso hay otra) para presionar,
justamente, sobre los limites de la “comunidad afectada” por los delitos de lesa humanidad10. De este
modo verifican, ademas, que en nombre de ‘la familia’ se les priva del beneficio de un derecho
constitucional. Mas todavia, verifican que se les excluye de ‘la humanidad’, porque -agregan-

9 Para que las hijas, hijos y familiares de genocidas podamos denunciarlos penalmente y declarar en los juicios,
presentamos este proyecto de ley. Desde Historias Desobedientes, Hijas, Hijos y familiares de genocidas, por memoria
verdad y justicia, presentaremos el martes 7 de noviembre a las 14 horas, por mesa de entrada del congreso, Rivadavia
1864, el PROYECTO DE REFORMA AL LIBRO SEGUNDO - TITULO I - CAPITULO I , Y AL LIBRO SEGUNDO
- TITULO III - CAPITULO IV DEL CODIGO PROCESAL PENAL DE LA NACION. La redaccion actual de los
articulos es la siguiente: 178: Nadie podra denunciar a su conyuge, ascendiente, descendiente o hermano, a menos que el
delito aparezca ejecutado en perjuicio del denunciante o de un pariente suyo de grado igual o mas proximo que el que lo
liga con el denunciado. Art. 242: No podran testificar en contra del imputado, bajo pena de nulidad, su conyuge,
ascendientes, descendientes o hennanos, a menos que el delito aparezca ejecutado en perjuicio del testigo o de un pariente
suyo de grado igual o mas proximo que el que lo liga con el imputado. El proyecto de reforma es para que estas
prohibiciones sean removidas cuando se trate de delitos de lesa humanidad, habilitando de esta manera a las hijas, hijos
o familiares de genocidas, que en forma voluntaria quieran dar su testimonio, y de esa manera puedan aportar a la causa.
La necesidad de esta reforma se plantea al momento que una hija, hijo o familiar de genocida, tomamos conciencia de la
informacion que tenemos y que puede aportar al esclarecimiento de una causa, teniendo muy en cuenta la obligacion etica
que sentimos, por tratarse de crimenes de lesa humanidad. La urgencia de esta presentacion se justifica en los limites de
tiempo para esclarecer estas causas, que si bien no prescriben, los protagonistas de los hechos estan en edades muy
avanzadas, y es necesario que sean esclarecidos, para lograr justicia. Desde el colectivo Historias Desobedientes, nos
vemos interpelados por esta realidad, por lo tanto hacemos la presentacion de este proyecto de ley de m odification de los
articulos citados. Pedimos a la prensa que nos acompane en esta instancia para que se difunda el pedido y que la sociedad
tome conocimiento de nuestro padecer frente a la imposibilidad de hablar y nos pueda acompanar en este justo y necesario
pedido. Lo que no se puede decir tampoco se puede callar. Comunicado de prensa, 1/11/2017. Ver el proyecto complete
en: https://www.facebook.com/notes/liistorias-desobedientes-v-con-faltas-de-ortograf%C3%ADa/provecto-de-lev-
derechos-humanos-c%C3%B3digo-procesal-penal-de-lanaci%C3%B3n/1560075667382361/ (ultima consulta,
23/09/2018).
10 La pregunta por quien cuenta como afectado/a, aunque sin equiparse a las victimas directas de la dictadura, exliibe la
contingencia de lo que se incluye y excluye de la comunidad.

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siendo que los crimenes de lesa humanidad han sido asi definidos en razon de que afectan a
la humanidad en su totalidad, no podria considerarse que los hijos y familiares de genocidas
no han resultado lesionados. Lo contrario implicaria considerarlos fuera de la humanidad.

En consecuencia, reconocer a las y los hijos y familiares de genocidas como parte afectada
por los crimenes de la dictadura supone como condicion sine qua non habilitarlos a testimoniar en
contra de sus progenitores (maridos, abuelos, etc.). Porque, de lo contrario, al proteger la cohesion
familiar por sobre la determinacion del familiar que ha decidido denunciar no solo se los excluye de
la humanidad, y se vulnera el derecho a la autodeterminacion de la persona, sino que -afirman,
poniendo contra las cuerdas al propio Estado de derecho- “estas prohibiciones implican un escollo
legal que lleva al Estado al incumplimiento de los deberes internacionales de investigar, juzgar y
sancionar los crimenes contra la humanidad”.
Por consiguiente, como decia mas arriba, si las Madres y Abuelas y otros grupos de familiares
fundaron un mandato etico y politico en torno de ‘la sangre’, las y los hijos de genocidas reniegan del
factum moral de la consanguinidad, desobedecen debidamente y protestan frente al Estado que les
impide aportar informacion.
Y asi, sobre el rechazo de la complicidad impuesta por los lazos filiales con los genocidas,
una ‘familia’ alternativa parece querer sumarse a la constelacion de las ya existentes en la lucha por
los DDHH en Argentina. Una familia radicalmente no convencional, contra-normativa, de hombres
y mujeres que se hermanan entre si por el comun repudio de los crimenes cometidos por sus
progenitores y se organizan en torno de una responsabilidad: “romper el pacto de silencio” y construir
Memoria, Verdad y Justicia. Pues de esta forma se dan un ‘nuevo’ nombre, usando un lenguaje que
ellos/as no hicieron pero que da cuenta de como el discurso del familismo y las consignas historicas
de los organismos tienen fuerza (contra)citacional.

Comentario final

Por ultimo, quisiera senalar dos cuestiones. Por un lado, que esas historias de desobediencia
exhiben otros modos (politicos) de (de)construccion del parentesco y otros modos de construccion de
Memoria, Verdad y Justicia, que no se fundan en la metafisica de la sangre sino en una
responsabilidad social, etica y politica. En este sentido, las/os desobedientes ponen de manifiesto -
parafraseando a Judith Butler- que la responsabilidad es en si misma una escena de lucha politica.
Por otro lado, tambien en la huella de esta autora, me gustaria enfatizar la desposesion (que implica
lo social) en el lugar del nombre, que no es solamente el lugar de un trauma sino tambien el lugar de
una potencial agenda subversiva. En esta direccion, cabe identificar el modo ambivalente en que se
construye una filiacion alternativa sobre la base de una critica al determinismo biologico (pues, como
dice Leonor Arfuch, en el rechazo a la idea de lo inexorable de los genes se abre la dimension etica,
y yo agregaria relational, del si mismo11) y, en un momento decisivo para la lucha por los DDHH en
nuestro pais, se producen derivas impensadas, no-normativas, de responsabilidad y movilizacion
social en torno de la promesa politica del Nunca Mas.

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desposeidos, o singularidades nombradas y renombradas, en Desposesion: lo performativo en lo
politico, Buenos Aires, Eterna cadencia, pp. 131-155; 163-171.

11 Vease http://www.revistaanfibia.com/ensaYo/las-otras-infancias-clandestinas/

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274
A concep^ao holistica e processual de tempo de Norbert Elias

Eugenio Rezende de Carvalho


UFG (Brasil)

De acordo com as reflexoes sobre o tempo do sociologo alemao Norbert Elias (1897­
1990), as tradi9oes filosoficas do objetivismo e do subjetivismo e as teorias tradicionais do
conhecimento - que tendiam a conceber o mundo a partir de uma infinitude de antiteses nao
processuais - teriam sido responsaveis pelas divisoes conceituais dicotomicas entre objeto e sujeito,
natureza e sociedade, mundo fisico e social, tempo objetivo e subjetivo, tempo fisico e social, tempo
da natureza e da consciencia, tempo fisico e social, tempo cosmologico e fenomenologico etc., como
partes existencialmente independentes e inconciliaveis. Por isso, o esfor9o teorico desse autor se
concentrou em elaborar uma sintese processual para o problema do tempo, que refutasse esses
dualismos e que conectasse numa unidade esses pares dicotomicos - nao apenas como uma mera
soma, mas como uma articula9ao necessaria -, apoiando-se no reconhecimento da interdependencia
e imbrica9ao mutua entre os niveis de integra9ao fisico, biologico, social e individual, sem o qual -
para Elias - o enigma que envolve o conceito de tempo continuaria sem solu9ao.
As bases teorico-filosoficas - e, destacadamente, epistemologicas - da investiga9ao de
Elias sobre o tempo podem ser buscadas principalmente em seus classicos O Processo Civilizador
(2011; 1993) - especialmente o primeiro volume dessa obra, publicada originalmente em 1939- e A
sociedade dos individuos (1994a) - as duas primeiras partes, escritas em decadas anteriores a
publica9 ao desse livro em 1987 -; assim como em Envolvimento e alienagao (1998a), em suas
entrevistas e notas biograficas (1994b; 2001) - publicadas pela primeira vez em 1984 e
posteriormente reunidas e transformadas em livro - e, sobretudo, em The Symbol Theory (Teoria do
simbolo, 1991), o ultimo livro publicado por Elias antes de sua morte. As referencias de Elias - diretas
ou indiretas - a problematica conceitual do tempo foram raras em suas primeiras obras, embora um
pouco mais frequentes em seus ultimos estudos. Todavia, indubitavelmente, a mais importante fonte
de investiga9ao do conceito de tempo de Norbert Elias e constituida basicamente de uma serie de
ensaios reunidos e publicados em 1984 no livro Uber die zeit (Sobre o tempo). E com a publica9ao
desse livro que Elias entraria definitivamente no debate filosofico sobre o carater do tempo.
Em seu esfor9o de propor uma compreensao do tempo que abrisse caminho entre as
alternativas filosoficas tradicionais do subjetivismo e do objetivismo, do nominalismo e do realismo,
Elias deixou clara a necessidade, para tanto, de fornecer “elementos de interpreta9ao dos simbolos
sociais”. Ao ressaltar o carater simbolico do tempo, ele lembrou, antes de tudo, que os simbolos
sociais sao a forma dominante da comunica9ao humana; e que os homens se inserem num mundo de
simbolos que eles mesmos criaram e dos quais sao dependentes. (Elias, 1998b, p. 20) Segundo Elias,
os instrumentos de medi9ao do tempo, por exemplo, seja qual for a sua natureza, sempre nos
transmitem mensagens. De modo que, quando afirmamos que os instrumentos de mensura9ao do
tempo - como os relogios, por exemplo - indicam o “tempo”, isso significaria que eles o fazem por
meio de uma emissao de mensagens, de uma produ 9ao continua de simbolos, que funcionam como
meios de orienta9ao. Para que um processo fisico se convertesse num instrumento de determina9ao
do tempo, seria necessario que ele se associasse a um simbolo social movel, sob a forma de
informa9ao ou regula9ao, inserido no sistema de comunica9ao das sociedades humanas. Isso nao
significa, entretanto, que poderiamos simplesmente separar a dimensao simbolica de um instrumento
de mensura9ao do tempo de suas propriedades fisicas. Para Elias, o tempo enquanto simbolo nao seria
inconciliavel com o seu carater de dimensao do universo fisico. (Elias 1998b, 16)
Dai o tempo ter se tornado, paulatinamente, uma representa9ao simbolica de uma ampla
rede de re d o e s, que envolvem processos variados. Mas seria necessaria uma a9ao humana
ordenadora, uma “sintese conscientemente aprendida”, para que tais processos fossem captados no
espa90 e no tempo. Diante disto, de acordo com Elias, a no 9ao de tempo representaria, em seu estagio

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atual de desenvolvimento, uma sintese conceitual de altissimo nivel, exatamente por relacionar
posifjoes ou dura9oes, seja no desenrolar dos eventos fisicos, na dinamica social ou mesmo no curso
de uma vida individual. (Elias 1998b, 17) Em consonancia com tal abordagem, a percep 9ao do tempo
exigiria seres dotados de um poder de sintese - uma particularidade da especie humana -, acionado
e estruturado pela experiencia individual e coletiva, capaz de elaborar uma imagem mental que
reunisse, numa unica representa9ao, eventos sucessivos nao simultaneos. (Elias 1998b, 33)
Ao ressaltar o carater enigmatico com que se reveste nossa no 9ao cotidiana do tempo,
Elias afirmou que o seu estatuto ontologico permanecia obscuro: “O tempo e um objeto natural, um
aspecto dos processos naturais, um objeto cultural? Ou sera em virtude de o designarmos por um
substantivo que nos iludimos com seu carater de objeto?” (Elias 1998b, 14) Cumpre em seguida
refletir sobre alguns aspectos que, segundo nosso autor, contribuiriam para refor9ar e manter esse
aparente misterio em torno do carater do tempo.
Ao analisar a antitese filosofica sobre a essencia do tempo, Elias ressaltou que as duas
posi9oes antagonicas - objetivistas e subjetivistas - acabavam por apresenta-lo como um dado
natural. Muitas das confusoes e embara90 s a compreensao do tempo teriam origem precisamente, de
acordo com ele, nessa tendencia a sua naturalizagdo, ou seja, a naturaliza9ao de algo que, enquanto
uma sintese conceitual e um simbolo social, nao e natural, no sentido de independente dos seres
humanos e de suas experiencias com os outros homens e com o mundo nao humano. Assim, segundo
tal perspectiva, o enigma que envolve a ideia de tempo seria decorrente, em grande parte, do seu
carater simbolico e, consequentemente, das questoes ligadas a propria linguagem. Conforme pensava
Elias, grande parte do problema residiria no fato de empregarmos cotidianamente o termo tempo
como substantivo, em lugar de verbo, o que acaba contribuindo para a sua reifica9ao. (Elias 1998b,
39)
A reflexao sobre a questao do tempo ficaria assim dificultada exatamente pela forma
substantiva de que se revestiria esse conceito. A pratica de se pensar e falar com o auxilio de
substantivos reificadores, de personificar abstra9oes, para Elias, era uma conven9 ao que restringia
imensamente a percep 9ao dos nexos entre os acontecimentos. E o caso, por exemplo, de quando se
utiliza expressoes do tipo “o vento sopra” : nao seria o vento senao a propria a9ao de soprar? Acaso
ha um vento que nao sopre? O mesmo ocorreria com o conceito de tempo, quando dizemos que ele
“passa”, quando em realidade o que “passa”, ou o que flui, sao os processos especificos e tangiveis,
sejam eles individuals, sociais ou naturais.Tais habitos linguisticos de substantiva9ao contribuiriam
assim para distorcer a reflexao, fortalecendo “o mito do tempo como uma coisa de certo modo
presente, existente, e, como tal, determinavel e mensuravel pelo homem, ainda que nao se deixe
perceber pelos sentidos”. Nesse sentido, tal problema se ligaria em grande parte a natureza simbolica
do tempo. Como os simbolos temporais, analogamente aos simbolos matematicos, poderiam servir
para relacionar sequencias bastante diversas, teria se criado a falsa impress^o de que o “tempo” existe,
ou de que pudesse existir, independentemente de qualquer uma dessas sequencias especificas e
tangiveis. E quanto mais complexa e diferenciada a sociedade, maior seria tal impressao. (Elias
1998b, 37-38, 84)
Alem de se constituir num simbolo social comunicavel, uma sintese conceitual de alto
nivel, aquilo a que chamamos tempo se configuraria ainda, para Elias, uma especie de relagao,
evidentemente que de cunho social e simbolico. Nesse sentido, a palavra tempo designaria
simbolicamente “a rela9ao que um grupo humano, ou qualquer grupo de seres vivos dotado de uma
capacidade biologica de memoria e de sintese, estabelece entre dois ou mais processos, um dos quais
e padronizado para servir aos outros como quadro de referenda e padrao de medida.” (Elias 1998b,
39-40) Sendo assim o tempo uma rela9ao, seria mais vantajoso, para sua melhor compreensao,
conforme a sugestao de Elias, se pudessemos modificar os habitos linguisticos e transformar o
substantivo tempo em um verbo - em algo como temporalizar -, pois na realidade se trataria disso:
de uma agdo que visaria ao estabelecimento de compara9oes entre posi9oes ou dura9oes; mais do que
uma relagao, seria o ato de colocar em relagao - nesse sentido, uma a9ao de sincronizar. Assim, o
enfoque eliasiano considera que esse ato de relacionar diferentes dura9oes exigiria a presen9a de, no

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minimo, tres elementos: os sujeitos humanos, autores da re la to , alem de duas ou mais dura9oes,
entre as quais uma funcionaria como padrao de referenda. Ou seja, desses elementos depende o
conceito ou significado de tempo. Diante da impossibilidade de se confrontar diretamente a duragao
de sequencias que se desenrolam uma apos outra e visando a atender as suas necessidades de
orientafao, os seres humanos teriam lan^ado mao, historicamente, de uma segunda sucessao de
processos para comparar as suas durafoes, de forma indireta; processos esses socialmente
padronizados e regulares, como os ciclos do movimento aparente do Sol ou do ponteiro de um relogio.
(Elias 1998b, 13)
Em sintese, Elias qualificou o tempo, entre outros aspectos, como um simbolo puramente
relational, da mesma categoria dos simbolos matematicos, no sentido de que as r e la te s que ele
representa simbolicamente nao remetem a um ou outro objeto ou acontecimento particular. Assim
concebido, esse conceito de tempo pode ser aplicado a continuos evolutivos de qualquer especie - do
cozimento de um ovo ao nascimento e desaparecimento das estrelas e galaxias -, bastando apenas
que houvesse a padronizafao social de uma sequencia que funcionasse como modelo, fosse ela de
ordem fisica ou social. (Elias 1998b, 107)
Na abordagem eliasiana, o tempo designaria simbolicamente uma relacho, uma
compara9ao indireta estabelecida por um grupo humano entre posi9des ou intervalos de dura9ao de
uma determinada sequencia evolutiva e regular de mudangas - recorrente ou nao -, tomada como
referencial, e outras posi9oes ou intervalos de dura9ao de outra(s) sequencia(s) de acontecimentos,
sejam elas naturais, biologicas, sociais ou pessoais. Exemplos de sequencias evolutivas de mudan9as,
regulares e socialmente padronizadas - nesse caso tambem recorrentes -, seriam os ciclos do
movimento aparente do Sol ou da Lua em torno da Terra, origem das unidades padrao de medida ano
e mes, respectivamente; ou ainda os ciclos do ponteiro de um relogio, que nos dao a unidade de
medida hora. Mas o tempo poderia designar tambem, alem de compara9oes indiretas estabelecidas
entre posi9oes ou intervalos de dura9ao de diferentes processos, re d o e s no ambito de uma unica e
mesma sequencia de eventos, entre o que ocorreu mais cedo e o que ocorreu mais tarde, entre o antes
e o depois. Evidentemente que, nesse caso, o ponto de referenda situar-se-ia no interior da mesma
sequencia evolutiva. (Elias 1998b, 61)
Tal capacidade de sintese, de ligar o antes e o depois numa mesma sequencia de eventos,
expressaria a habilidade dos homens depresentificar para si o ausente e de liga-lo ao que se encontra
efetivamente presente - e essa possibilidade de referenda de algo presente a algo nao presente o que
normalmente caracteriza a no 9ao de signo que, em seu sentido convencional (caso dos simbolos
matematicos), seria sinonimo de simbolo. Os conceitos de antes e depois traduziriam, nesse caso, “a
capacidade humana de abarcar numa so representa9ao acontecimentos que nao ocorrem ao mesmo
tempo, e que tampouco sao experimentados como simultaneos.” Elias destaca, por exemplo, que nao
haveria sentido na afirma9ao “sao quatro horas”, sem a consciencia simultanea de que antes “eram
duas horas” e, depois, “serao seis”. (Elias 1998b, 61-62) Acrescentariamos, seguindo a perspectiva
do autor: podendo incluir ou nao a capacidade humana de elaborar sinteses conceituais, bem como
incluir ou nao a dimensao da experiencia vivida. Nesse ponto, a questao que se poderia inferir da
analise de Norbert Elias e que a existencia de inumeras e diferentes expressoes temporais criadas e
empregadas pelos homens - tais como ano, mes, hora, antes, depois, mais cedo, mais tarde, agora,
hoje, passado, presente, futuro etc. - decorreria, entre outros aspectos, do fato de considerarmos as
rela9oes entre ou dentro de continuos observaveis, de inclairmos ou nao, na elabora9ao dessa
conceitua9ao, a capacidade humana de efetuar sinteses e, sobretudo, a experiencia vivida pelos
homens.
Segundo Elias, em razao de falta de clareza entre aquilo que os diferenciaria e aquilo que
os aproximaria, a fun9ao e a significa9ao desses conceitos temporais permaneciam mal-entendidas.
(Elias 1998b, 62) Com o proposito de melhor esclarece-las, ele relacionou, num primeiro momento,
os conceitos mais simples, de carater serial, tais como de ano, mes e hora (que representariam a
estrutura temporal da sequencia de acontecimentos como tal), com os mais complexos de passado,
presente e futuro (que incluem a atividade humana de sintese que considera essas sequencias e sua

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estrutura temporal). (Elias 1998b, 62) Nessa perspectiva, os conceitos do tipo ano, mes ou hora nao
integrariam a aptidao humana de vivenciar como simultaneidade o que nao ocorre na simultaneidade,
ainda que pudessem pressupo-la em seu sentido. Eles seriam categorias que expressam simplesmente
sequencias evolutivas de durafao diversa, utilizadas com exito na descrifao de sistemas de re la te s
que se manifestam no piano fisico; porem, categorias inapropriadas para a compreensao das re la te s
no piano da pratica dos homens. Inversamente, os conceitos de passado, presente e futuro denotariam
a r e la to estabelecida entre uma serie de acontecimentos e a vivencia que um individuo ou grupo tem
dela. (Elias 1998b, 62-64) Parta ele, essastres palavras, passado, presente e futuro, embora diferentes,
poderiam constituir-se num unico e mesmo conceito. Isso se torna mais patente quanto consideramos
a reiterada ideia eliasiana acerca da capacidade humana de presentificaqdto, ou seja, de experimentar
como simultaneidade o nao simultaneo.
Prosseguindo a sua argumentafao, num segundo momento, Elias relacionou os conceitos
de passado, presente e futuro com as expressoes temporais mais cedo e mais tarde. Nao obstante
tanto estas como aqueles poderem relacionar-se com as mesmas sequencias de mudan9as, ele advertiu
que a simples classificagao de um evento como anterior ou posterior independeria dos sujeitos de
referenda, ja que, num unico continuum evolutivo, o que ocorre mais cedo seria sempre anterior ao
que ocorre mais tarde - a relagao de ordem entre essas expressoes seria fixa, sem qualquer referenda
a seres humanos determinados. (Elias 1998b, 160-161) Em contrapartida, segundo o nosso autor, os
conceitos de passado, presente e futuro se ligariam as relagoes temporais que um grupo humano vivo
estabeleceria entre uma serie de mudan9as qualquer - seja de ordem pessoal, social ou fisica - e o
devir ao qual estaria submetido esse mesmo grupo. Tratar-se-iam, portanto, de conceitos temporais
dependentes dos sujeitos de referenda: um dado acontecimento e passado, presente ou futuro,
sempre, para algum ser humano vivo determinado, considerado em seu devir. Ademais, tais conceitos
teriam alguma significado mais clara apenas se considerados conjuntamente presentes na
consciencia dos homens. (Elias 1998b, 64-65) Donde ele concluiu que os conceitos de passado,
presente e futuro, em razao de seus vinculos diretos e exclusivos com tais vivencias humanas, nao
seriam aplicaveis ao ambito dos processos fisicos, de modo que nao haveria qualquer significado na
divisjlo de sequencias continuas de eventos do mundo “natural” em sequencias passadas, presentes e
futuras.
Em suma, a distinfao basica entre tais conceitos temporais estaria relacionada com a
inclusao ou nao da experiencia vivida no processo de conceitua9&o. Embora reconhecendo a
dificuldade de se construir uma tipologia adequada a diferenciafao desses dois grupos de conceitos
temporais, Elias acabou sugerindo o contraste entre conceitos “estruturais” e conceitos “ligados a
uma experiencia”. Embora fosse preciso, segundo ele, se levar em conta as modifica9oes no conceito
de tempo ou nos conceitos temporais, decorrentes dos diferentes niveis atingidos no desenvolvimento
das fo rm a te s sociais, ja que tais conceitos encontrar-se-iam continuamente em evolu^o. Ainda que
tanto os conceitos estruturais quanto os experienciais representassem simbolicamente re la te s ou
sinteses aprendidas, tais sinteses seriam de tipos diferentes. Apesar de ambos designarem o carater
anterior ou posterior dos eventos num continuum evolutivo, ao contrario dos outros conceitos
temporais - como mais cedo e mais tarde, por exemplo -, os conceitos de passado, presente qfuturo
constituiriam sinteses relativas a re la te s nao causais entre tais eventos, ou, em outras palavras, eles
formariam sinteses conceituais que incorporariam “certa maneira de viver as sequencias de
acontecimentos”. (Elias 1998b, 66, 115)
E aqui chegamos, finalmente, ao ponto culminante do esfor9o de elabora9ao e sintese
teorica que Norbert Elias empreendeu com o objetivo de oferecer uma abordagem que permitisse,
segundo sua otica, desfazer o aparente misterio acerca do carater do tempo, gerado pela antitese
filosofica entre subjetivismo e objetivismo, bem como pelas dicotomias dela decorrentes, intrinsecas
as teorias tradicionais do conhecimento. Trata-se da sua ousada e complexa evoca9ao de um universo
de cinco dimensdes. Com o surgimento da realidade especificamente humana, uma quinta dimensao
viria a se somar - embora nao numa mera justaposi9ao - as quatro dimensdes do universo fisico
formadas pelo espa90 e pelo tempo, a qual Elias denominou de dimensao da experiencia vivida ou da

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P o n e n c ia s , S im p o s io s y M e s a s R e d o n d a s .

consciencia, ou ainda dos simbolos socialmente aprendidos - como e o caso do tempo - que servem
aos humanos como meios de comunica9ao, orienta9ao e identifica9ao. (Elias 1998b, 66-67)
Consoante com tal perspectiva, o fato de tudo o que tem lugar no tempo e no espa90 ter
tambem lugar na quinta dimensao nao seria de modo algum inconciliavel com o fato de tudo que se
situar na dimensao simbolica se situar tambem nas quatro dimensdes formadas por tempo e espa90 .
E o tecido constituido pelos simbolos poderia muito bem ser concebido como outra dimensao,
exatamente por abranger tudo o que existe, analogamente a trama espa90 -temporal. (Elias 1994c,
153-170) O que Elias pretendeu destacar com seu modelo foi precisamente essa interconexao entre
as cinco dimensoes, de modo que o tempo seria algo integrante, sem qualquer contradi9ao, tanto do
universo pentadimensional quanto do universo quadridimensional. Assim, conforme ele, o que
chamamos tempo designaria, por um lado, uma das dimensoes constitutivas do universo fisico
quadridimensional, que representa a totalidade do mundo perceptivel, no sentido de que “tudo o que
e perceptivel, inclusive a realidade humana, ocupa uma posi9&o em cada uma das quatro dimensoes
formadas pelo espa90 e pelo tempo”. Contudo, paralelamente, o tempo seria tambem um simbolo
social e, enquanto tal, um “representante do mundo humano de cinco dimensoes”. (Elias 1998b, 31)
Em outras palavras, os seres humanos, ao perceberem certos fatos situados nas dimensdes
espa90 -temporais, nem sempre seriam conscientes do carater simbolico do tempo e do espa90 , pois
nao se d&o conta de que, para tanto, seria necessaria “uma atividade humana ordenadora”, “uma
sintese consciente aprendida”. Dai decorre que, ao observarem e perceberem um universo
quadridimensional, num primeiro momento os homens ainda nao se incluiriam a si proprios como
sujeitos da observa9jlo e da percep9ao. Assim - prossegue sua argumenta9ilo Elias - estariam dadas
as condi9oes para se al9ar um patamar acima na escala da consciencia. Com a introdu9ao de uma
quinta dimensao no campo de visao dos observadores - representada pelos homens que ordenam e
apreendem os acontecimentos percebidos no tempo e no espa90 - estes passariam a ver a si proprios
no nivel imediatamente abaixo dessa escala. Mediante tal “distanciamento” e dotados de uma especie
de “lentes pentadimensionais”, esses observadores passariam a enxergar nao apenas o devir
quadridimensional como tal, mas tambem o carater simbolico das quatro dimensoes, na sua fun 9ao
de instrumentos de orienta9ao humana no seio do fluxo incessante do devir. Ou seja, a especificidade
simbolica das quatro dimensoes se manifestaria quando ascendessemos a um patamar superior do
saber e a humanidade passasse a ser incluida nesse mesmo saber, como sujeito dele. (Elias 1998b,
31-32) Como os conceitos temporais “experienciais” do tipo passado, presente e futuro se
caracterizariam precisamente por estruturar “a experiencia do devir em fun9 ao de sua rela9ao com o
continuum evolutivo representado pelos grupos humanos que vivem essa experiencia”, conclui-se
que tais conceitos integrariam efetivamente essa quinta dimensao simbolica, formada por tempo,
espa90 , linguagem, pensamento, conhecimento, memoria, consciencia etc. (Elias 1998b, 66)
Com essa imagem das cinco dimensdes, Norbert Elias conseguiu construir e oferecer uma
alternativa criativa as abordagens do tempo oferecidas pelas filosofias ou epistemologias tradicionais
que alimentavam - e talvez sigam alimentando, ainda que em menor medida - a controversia acerca
do carater objetivo ou subjetivo do tempo. Abordagens que, segundo ele, tendiam a conceber o mundo
a partir de uma infinitude de antiteses nao processuais e que teriam sido as responsaveis pelas cisoes
entre objeto e sujeito, natureza e sociedade, entre mundo fisico e mundo social e, consequentemente,
entre tempo fisico e tempo social, tornados como existencialmente independentes e inconciliaveis.
O esfor9o teorico de Elias se concentrou em elaborar uma sintese complementar e
processual para o problema do tempo, que conectasse numa unidade esses pares dicotomicos, nao
apenas como uma mera soma, mas como uma articula9ao necessaria. Sua ideia de uma quinta
dimensao simbolica romperia, assim, com o antagonismo entre tempo fisico e tempo social e tantos
outros que o acompanham, exatamente por considerar que a dimensao simbolica nao era incompativel
com a dimensao do universo fisico, havendo uma interliga9ao entre elas. Assim, tempo fisico e tempo
social seriam apenas exemplos das multiplas no 9oes em que o conceito de tempo se dividiu, em
antiteses, em partes justapostas, sem qualquer nivel de articula9ao. O tempo simbolico, integrante da
quinta dimensao da consciencia, da experiencia, constituiria tal sintese.

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Nesse sentido, nao obstante sua abordagem ter abstraido certos aspectos essenciais
proporcionados pelos avan9os mais recentes do conhecimento nos campos da fisica relativistica e da
fisica quantica - notadamente no que diz respeito a influencia e ao papel do observador na
determinafao do tempo -, a conceituafao do tempo de Elias pode ser considerada uma alternativa
instigante e, em certa medida, original, frente aos esquemas objetivistas e subjetivistas da gnosiologia
tradicional. Sua abordagem pode se constituir numa contribui9&o frutifera aos esfor9os de
entendimento e elucida9ao do problema filosofico do tempo, na medida em que permite esclarecer -
ainda que parcialmente - certos aspectos do enigma que envolve esse termo, colaborando assim,
como ele mesmo expressou, com a melhor compreensao da condi9ao humana.
Dai que sua critica a dicotomia entre tempo fisico e tempo social, mais do que uma
reflexao sobre o tempo, pode fornecer um subsidio importante para o debate tanto no ambito da
problematica epistemologica - das complexas re d o e s entre objeto e sujeito, entre natureza e
sociedade e, consequentemente, entre as ciencias fisico-naturais e ciencias humanas e sociais - quanto
na esfera da linguagem - do melhor conhecimento das fun90 es dos simbolos sociais, como e o caso
do tempo, como meios de comunica9ao e orienta9ao humanas. Sem contar ainda sua fertil
contribui9ao para a reflexao acerca da essencia e das re d o e s entre os diferentes conceitos temporais,
que pode abrir possibilidades uteis para se pensar outras no 9des temporais - como, por exemplo, a de
tempo historico - enquanto parte de uma investiga9ao sobre as articula9oes entre as varias no 9oes em
que o conceito mais geral de tempo se fragmentou.

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Elias N.; Dunning E. (1992), A busca da excitagdo, Tradu9ao de Maria Manuela Almeida e Silva,
Lisboa, Difel.

280
A multiplicidade dos tempos da historia em K. Pomian

Eugenio Rezende de Carvalho


UFG (Brasil)

Tema tradicional de inumeros estudos e reflexoes no ambito da filosofia, das artes, da


literatura, das ciencias fisico-naturais, bem como, ate mais recentemente, das ciencias sociais, o
tempo ainda nao se converteu em “objeto” de um estudo e um debate teorico aprofundado no campo
da historia, como seria de se esperar, nao obstante alguns raros esfortjos por parte de historiadores de
oficio que privilegiaram a questao do tempo (embora majoritariamente apenas enquanto “tempo
historico”) em suas analises, como e o caso, por exemplo, dos trabalhos do historiador franco-polaco
Krzysztof Pomian sobre a ordem do tempo e a arquitetura temporal da civilizafjao contemporanea
(Pomian 1984; 1993), do historiador alemao Reinhart Koselleck sobre a semantica dos tempos
historicos e os estratos temporais (Koselleck 2006; 2014; 2002), alem dos estudos do historiador
frances F ran cis Hartog sobre o os regimes de historicidade e o presentismo (Hartog 2013; 2003),
sem contar ainda as contribui9oes precursoras de Fernand Braudel sobre a pluralidade de tempos ou
ritmos historicos (Braudel 1990). Essa certa escassez de reflexao teorica dos historiadores sobre o
conceito de tempo em geral ocorre tambem com as expressoes conceituais tempo histdrico e tempo
da histdria -consideradas como sinonimas no ambito deste trabalho-, que tem sua complexidade
ampliada exatamente porcombinar duas palavras ja bastante polissemicas.
Seja como for, mesmo diante de uma carencia de reflexao teorica sobre tais conceitos,
muitos historiadores seguem no geral falando de tempo, de tempo da histdria e de outras categorias
temporais, assim como da questao da multiplicidade de tempos historicos. O que nos leva as seguintes
questoes: como eles tendem a relacionar o tempo da histdria com os outros tempos nao historicos e
com o conceito mais geral de tempo? Como podem discutir a questao da multiplicidade dos tempos
historicos sem passar, antes, pela problematiza9ao dos proprios conceitos de tempo, de tempo
histdrico ou de tempo da historial De forma geral, essa expressao conceitual tempo da histdria (sem
entrar aqui, por ora, na polemica entre a sua unicidade ou multiplicidade) pode remeter a mera
cronologia; a epoca ou ao periodo historico; a topologia da historia (ciclica ou linear, por exemplo);
a dire9ao dos processos historicos (progressiva ou regressiva); ao ritmo ou a velocidade das mudan9as
historicas (Cf Braudel 1990); a uma ponte entre tempo vivido e tempo cosmologico (Cf Ricoeur
1996), a uma representa9ao intelectual-cultural (Cf Reis 2012); ao conceito resultante da consciencia
da assimetria entre passado e futuro (Cf Koselleck 2006), entre outras possibilidades. Nao por acaso,
Reinhart Koselleck chegou a afirmar que a pergunta sobre o que vem a ser o tempo historico e uma
das mais dificeis de responder no campo da historiografia (Koselleck 2006, 13).
Diante de tantos “objetos” tao diferentes, aos quais e remetida a mesma expressao tempo
da histdria, cabe a pergunta: sera possivel estabelecer entre os historiadores um dialogo e um debate
teorico em torno desse conceito temporal, que permita uma melhor compreensao entre seus
participantes? Se a solu9ao, para muitos historiadores, e reconhecer a existencia de multiplos tempos
da historia, inerentes aos diferentes processos e dimensoes historicas, em lugar de um tempo da
historia unico, seriam estes diversos tempos independentes entre si ou poderia/deveria haver algum
denominador comum entre eles, que justificasse e legitimasse a manuten9ao do uso da expressao
tempo da histdria no singular, sem contradizer o reconhecimento da multiplicidade de tempos
historicos? Nesse sentido, seria-nos permitido falar que ha tanto um unico quanto multiplos tempos
da historia? Tais sao as interroga9oes norteadoras do presente trabalho.
E partindo exatamente desse elenco de questoes que me proponho a analisar neste texto
as reflexoes sobre o tempo elaboradas pelo historiador, ensaista e filosofo franco-polaco Krzysztof

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Pomian1, de modo a oferecer uma contribui9ao critica ao debate em torno da problematica da


unicidade-multiplicidade do tempo da historia. Os verbetes de Pomian sobre tempo e outros conceitos
temporais foram publicados originalmente em italiano em diversos volumes da Enciclopedia Einaudi,
Italia, entre os anos de 1977-1982, e posteriormente condensados (com modifica90 es, cortes e
amplia9oes) no livro L ’ordre du temps, publicado na Fran9a em 1984. Tais escritos, traduzidos para
varios idiomas, tornaram-se classicos e referencias recorrentes na maioria dos estudos sobre tempo
das mais diversas areas do conhecimento. Juntamente com o livro de Pomian Sur 1’histoire (1999),
eles constituem as fontes principals, embora nao unicas, deste estudo.
Pomian estabeleceu uma distin9ao clara entre o tempo da historia e os outros tempos ou
estratos temporais que compOem, em seu conjunto, uma arquitetura temporal. O tempo da historia
nao poderia, de acordo com ele, se confundir ou se reduzir aos tempos da fisica ou da biologia, por
exemplo; e tampouco poderia ser uma mera proje9ao de qualquer outro tempo tornado de forma
privilegiada (ou vice-versa), ainda que se levasse em conta as re d o e s assimetricas e de dependencia
entre os diversos tempos dentro de uma arquitetura temporal. Assim, para o autor, a historia teria sim
um tempo, ou melhor, tempos, que nao seriam definidos “pelo movimento ciclico dos corpos celestes
ou pelas oscila9oes dum atomo”, mas tempos que lhe seriam proprios, “intrinsecos aos processos
estudados pelos historiadores e os economistas, e que sao marcados, nao por fenomenos astronomicos
ou fisicos, mas pelas singularidades destes mesmos processos”. (Pomian 1990a, 384-388; 1993, 155)
Para Pomian, a existencia de multiplos tempos da historia deve-se a ocorrencia de uma
diversidade de processos historicos - concernentes as varias historias, politica, social, economica,
demografica, religiosa, cultural etc.: “No limite, pode dizer-se que ja nao ha uma historia sem epitetos.
Cada historia e historia de alguma coisa, dum tempo circunscrito que evolui”. Dai nao ter mais
sentido, de acordo com tal perspectiva, em se falar do tempo da historia, no singular, e sim de uma
multiplicidade de processos, cada qual dotado de um tempo intrinseco, representado pela trajetoria
de uma determinada variavel, ainda que isso pudesse representar, segundo o autor, um esvaziamento
do conteudo da expressao tempo da historia. (Pomian 1993, 158) Parece-me, contudo, a primeira
vista, que a problematica nao se resume ou se resolve com o simples descarte da expressao tempo da
historia, no singular, sem que se enfrente, teoricamente, a questao do sentido da ideia de
multiplicidade de tempos da historia.
Talvez essa tese segundo a qual ha multiplos tempos da historia porque ha multiplos
processos historicos, dotados cada qual de um tempo proprio, precisasse ser melhor problematizada
em razao da sua complexidade e das suas consequencias e implica9oes epistemologicas. Ora, essa
tese nao poderia sugerir o abandono puro e simples da ideia da existencia de qualquer substrato ou
denominador comum entre esses diversos “tempos historicos”, a ponto de nao ser mais justificavel o
emprego da propria palavra tempo nas expressoes do tipo “tempo da historia x” ou “tempo da historia
y”? E ainda - e isso e fundamental - nao se correria o risco, nessa pulveriza9ao extrema que tende a
encerrar os multiplos tempos historicos em dominios locais e especificos (economico, politico,
demografico, social, religioso, cultural, mental etc.), de simplesmente isola-los, menosprezando ou
mesmo ignorando suas possiveis articula9des ou conexoes? Por fim, essa pulveriza9ao do tempo da
historia nao poderia ainda dificultar a distin9&o entre tempos historicos e tempos nao historicos?
Admitir a ocorrencia de “modalidades” distintas de tempo historico nao parece ser o
mesmo que admitir a existencia de multiplos tempos historicos especificos e independentes.
Modalidades sao varia9oes de uma unidade e que, portanto, pressupdem a existencia de um substrato

1 Krzysztof Pom ian nasceu em Varsovia, Polonia, em 1934, e, por razoes politicas, acabou emigrando para a Franca, em
1973, onde se radicou definitivamente, obtendo nova nacionalidade. Fez sua carreira academica no Centre national de la
recherches cientifique (CNRS), enquanto lecionava na Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales (EHESS), na
Universidade de Genebra, na Universite Catholique de Louvain (Belgica) e em outras universidades estrangeiras. Ate
recentemente era diretor de pesquisa honorario no CNRS, professor emerito da Copernicus University em Torun Nicolas
(Polonia), editor da prestigiosa revista Le Debat e, desde 2001, diretor cientifico do M useu da Europa, em Bruxelas.
Como filosofo, seus estudos se concentraram no campo da epistemologia e, como historiador, se especializou em temas
da historia sociocultural europeia (Franca. Italia e Polonia).

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comum (o mesmo vale para conceitos mais gerais de tempo e de historia), vinculam-se muito mais a
ideia de diversidade interna subordinada a unidade de conjunto. (Pomian 1993, 56) A respeito, o
proprio Pomian afirma:

Ve-se que a problematica do tempo nao se deixa encerrar num dominio qualquer, defmido de
antemao, porque ela se situa no ponto de intersecf^o do economico com o politico, do social com
o mental. Enquanto objeto estudado pelos historiadores, o tempo e um fenomeno social total, para
tomar de emprestimo um termo introduzido na antropologia por Marcel Mauss. Ele apresenta
varios aspectos, que se articulam de maneiras diferentes conforme as sociedades e as epocas; sao
essas articulates e suas mudangas que se desvendam ao se fazer a sua historia. (Pomian 1990b,
117)

Nesse sentido, considerar a no 9&o de tempo historico encerrada num dominio particular
(economico, politico, demografico, social, religioso, cultural, mental etc.) nao poderia levar ao risco
de se desviar, se nao abandonar, o foco do problema fundamental, qual seja, as articula9oes ou
rela9oes entre esses diversos tempos historicos? Nao seriam exatamente essas re d o e s (oposi9ao,
refuta9ao, superposi9ao, justaposi9ao, imposi9ao hierarquica, complementaridade, dialetica etc.) que
precisariam ser explicitadas e explicadas? Por outro lado, toda essa discussao teorica e epistemologica
sobre a unicidade ou multiplicidade do tempo historico nos leva ao debate sobre a unidade intrinseca
da historia, bem como sobre a rela9ao entre as ideias de tempo local e tempo global, e, por
consequencia, entre as ideias de tempo da historia global e tempos das historias locais.
Em seu livro Sur 1’histoire (1999), ha um capitulo dedicado a “irredutivel pluralidade da
historia”, no qual Pomian apresenta variadas possibilidades de se praticar a historia - enquanto ciencia
moral, hermeneutica, social ou natural, como diferentes modalidades do conhecimento do passado -
, de forma que nao haveria, segundo tal perspectiva, uma escritura da historia no singular, mas
inumeras e distintas umas das outras. Diante disso, ele pergunta se se poderia, por acaso, enunciar
proposi9oes validas para a historia no singular e em que consistiria, caso realmente exista, um
eventual denominador comum aos diversos tipos de conhecimento, interpreta9ao e de escritura da
historia. E assim o autor prossegue com seu questionario: com que direito se considera esses varios
tipos de conhecimento, interpreta9ao e escritura como modalidades da historia, em lugar de tratar
cada um de forma independente? E por que, se se admite que se trate de modalidades diferentes da
historia, esta seria entao plural? (Pomian 2007, 254-256)
Dai que a problematica da unicidade-pluralidade do tempo historico se vincula
umbilicalmente a problematica da unicidade-pluralidade da propria historia, pois cada concep9ao de
tempo da historia dependera sempre da concep9ilo de historia assumida, do paradigma historiografico
adotado, admitindo-se que nao ha uma escrita da historia no singular, mas varias e muito distintas
umas das outras. A perspectiva de Pomian, por exemplo -embora reconhe9a, como ja visto, outras
possibilidades diferentes de se praticar a historia -, e de uma historia enquanto ciencia social; uma
historia dedicada ao estudo dos fatos repetitivos, especialmente os economicos e demograficos,
tratados mediante tecnicas estatisticas; uma historia serial que rompe com o evento-acontecimento
em favor das estruturas de longa dura9ao; uma historia cujo objeto nao tem, portanto, nenhuma
equivalente na experiencia vivida; uma historia, por fim, que substitui o tempo linear por um
ordenamento de pianos ou estratos de temporalidades caracterizadas cada uma por um ritmo
particular. Tal e o contexto de fala do autor. (Pomian 1993, 214-235)
Assim, diante da diversidade de escritas e de perspectivas da historia, o debate sobre a
problematica da unidade ou multiplicidade do tempo historico acaba se inscrevendo no debate mais
amplo, de ordem teorica e epistemologica, entre historia global e historias locais, considerando os
sentidos especificos que Pomian atribui a essas expressoes. A pergunta e: se ha multiplos tempos da
historia porque ha varias historias, haveria algo em comum a todas essas historias que poderia
legitimar um suposto tempo da historia no singular, um tempo da historia global? Sobre a
possibilidade de um tempo da historia global, que integrasse as diversas historias - politica, cultural,

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economica etc. - Pomian responde apenas com observa9des gerais, colocando-se numa especie de
meio termo, ao constatar que a historia lida com processos irreversiveis (em particular os que
envolvem o meio ambiente) e afirmar que “as mudan9 as das estruturas se fazem no sentido duma
complexidade crescente”. (Pomian 1993, 159) Alem disso, segundo Pomian, todas as historias,
enquanto diferentes possibilidades ou modalidades do conhecimento do passado,

tem em comum, em primeiro lugar, o fato de que situam no tempo os fatos que constatam,
interpretam e descrevem (importancia da cronologia). Seja quando a situamos em um marco
cronologico rigoroso ou quando nos limitamos a afirmar que um determinado fato foi produzido
antes que outro e paralelamente a um terceiro, sempre estabelecemos relagoes de coordenagao
entre os distintos fatos humanos e naturais e, com isso, determinados sua posigao no tempo. Em
um tempo, para dize-lo melhor, porque agora sabemos que os tempos locais sao varios e que
diferem uns dos outros por suas diregoes. velocidades e topologias. Mas todos se articulam uns
sobre os outros e, alem disso, os que podem ser medidos encaixam uns com os outros e, em ultima
instancia, em um mesmo tempo global, pois os relogios utilizados para medi-los se baseiam todos
eles em unidades que sao fragoes ou multiplos do segundo. (Pomian 2007, 257)

Nessa perspectiva, em suma, as diversas historias teriam em comum a tarefa de situar os


fatos no tempo, ou melhor, em determinados tempos locais - nos quais podem ou nao ocorrer
repeti9oes, as dire9oes das mudan9as podem divergir ou n&o ocorrer no mesmo ritmo em todos os
casos. Dessa forma, a topologia do tempo global da historia e transferida, mediante a fragmenta9ao
deste, para uma pluralidade de tempos locais topologicamente diferentes, nao obstante tais tempos
encontrem-se articulados entre si e, eventualmente, com “um mesmo tempo global”, referindo-se aqui
aos padroes de medida temporal utilizados pelos relogios. Nesse ultimo ponto, parece ecoar em
Pomian certa perspectiva temporal de Braudel, quando este ultimo se esfor9a em distinguir o tempo
dos historiadores do tempo dos sociologos. Embora reconhecendo a necessidade de uma consciencia
mtida da “pluralidade do tempo social” para uma “metodologia comum das ciencias do homem”, o
historiador frances afirmou que o tempo dos historiadores, tal como o dos economistas e ao contrario
do tempo dos sociologos, seria medida. Ao criticar explicitamente as temporalidades multiplas do
sociologo russo Georges Gurvitch (1894-1965), Braudel considerou que seria impossivel ao
historiador convencer-se dessa gama tao variada de cores que impossibilitariam a reconstru 9ao da
“luz branca, unitaria, que lhe e indispensavel”. (Braudel 1990, 9, 35) Aspecto ignorado de forma
recorrente em muitas interpreta9des da posi9ao braudeliana acerca da multiplicidade dos tempos
historicos, e que tal multiplicidade seria apenas aparente, como se houvesse, em ultima instancia, um
so tempo, o da historia, o tempo objetivo do mundo, que funcionaria como escala de medida para as
diferentes dura9oes interligadas entre si - estrutura, conjuntura e eventos -, como na metafora da
orquestra. (Hall 1980, 116-118)
Por fim, ultrapassando a diversidade e multiplicidade de historias locais e seus respectivos
tempos particulares, a abordagem de Pomian concluira o seu texto acerca da “irredutivel pluralidade
da historia” com uma reflexao sobre a unidade intrinseca da historia- unidade que apontaria, portanto,
nesse sentido, para um tempo proprio, um tempo da historia ampliado, enquanto um dos estratos que
compoem a arquitetura temporal. Nessa parte, ele afirma que o tempo da historia humana, embora
qualitativamente diferente dos tempos da evolu9ao biologica e da evolu9ao do universo, nao deixaria
de ser, por isso, “um segmento do tempo universal”. Segundo o autor, embora tenha surgido apenas
ao longo do seculo XX, estariamos ainda muito longe de extrairmos todas as consequencias dessa
extraordinaria amplia9ao do tempo da historia. (Pomian 2007, 257)
Num dos raros casos de historiadores de forma9ao que ousaram oferecer uma defini9ao
geral de tempo, nao limitada somente a no9ao de tempo historico, Pomian estabelece a pluralidade
real de tempos como um pressuposto fundamental de tal defini9ao - uma multiplicidade como
condi9ao necessaria para que hajafe»?/>o, responsavel pela reconhecida polissemia dessa palavra. Ele
substitui a ideia de um tempo unico e verdadeiro pela de uma arquitetura temporal composta de
multiplos estratos temporais superpostos historicamente (sua abordagem combina sincronia e

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diacronia), que manteriam entre si relagoes assimetricas e de dependencia, sobretudo entre os tempos
quantitativos e qualitativos. Assim, apoiando-se principalmente nos aportes da cronobiologia e da
psicologia genetica, Pomian formula um esquema de sobreposigoes e articulates entre diversos
estratos temporais fisicos, biologicos e psicologicos, negando a validade global de qualquer tipo de
pratica reducionista que conceda privilegio a algum tempo especifico.
Nessa perspectiva, o tempo da historia njlo poderia se confundir ou se converter numa
mera projegao de qualquer outro tempo privilegiado (fisico ou biologico, por exemplo), mesmo
levando em conta as relagoes de assimetria e dependencia entre os diversos estratos da arquitetura
temporal. A historia teria, assim, segundo Pomian, tempos proprios, intrinsecos aos seus processos
particulares, de maneira que o pressuposto da pluralidade de tempos conservaria sua validade nao
apenas no ambito das diferengas entre os estratos da arquitetura temporal, mas tambem no interior de
cada estrato. Nao obstante as dificuldadesde sustentagao da ideia de um tempo global da historia (seja
a que busca defini-lo como linear, cumulativo e irreversivel, ou mesmo a perspectiva das filosofias
da historia), as morfogeneses das historias locais confeririam um tempo proprio a cada uma delas e,
portanto, uma pluralidade temporal interna a historia. Nesse sentido, a multiplicidade de tempos da
historia seria decorrente, segundo o autor, da diversidade de processos inerentes as varias dimensoes
historicas - politica, social, economica, demografica, religiosa, cultural etc. - cada qual dotado de um
tempo proprio.
Sem duvida, tal perspectiva da multiplicidade de tempos da historia acaba, na pratica,
esvaziando o proprio conteudo da expressao tempo da historia, no singular, o que poderia reforgar a
validade de se abolir o seu emprego: uma saida plausivel e simples, nao fosse a complexidade inerente
ao sentido da nogao de multiplicidade de tempos da historia, quando esta se apoia no argumento de
que os tempos historicos sao multiplos porque assim o sao os processos historicos, cada qual com seu
tempo peculiar. Tal complexidade se revela sobremaneira quando se reflete acerca da unidade ou
multiplicidade da propria historia, em seu duplo sentido (como processo ou conhecimento), acerca,
portanto, dos tempos da historia global e das historias locais.Na analise de Pomian, muito embora a
diregao, ritmos e topologia do tempo global da historia sejam transferidos para a multiplicidade de
diregoes, ritmos e topologias dos tempos locais, segundo o autor, estes ultimos, articulados entre si,
num movimento inverso, se encaixariam, em ultima instancia, em um mesmo tempo global,
identificado com os padroes de medida universais, aproximando-se assim da matizada perspectiva
braudeliana acerca da unicidade-multiplicidade do tempo historico.
Diante disso, apos a analise das ideias de Pomian acerca da problematica do tempo da
historia e de sua unicidade-multiplicidade, tem-se a impressao de que, por um lado, de uma
perspectiva interna - que deixa de lado a relagao com os tempos nao historicos - ha a afirmagao da
pluralidade dos tempos da historia. Por outro lado, de uma perspectiva externa - quando se leva em
conta a relag&o com os tempos nao historicos -ha, ao contrario, a afirmag&o de uma identidade ou
unidade intrinseca do tempo da historia humana. Nesse ultimo caso, trata-se do tempo da historia
como um estrato temporal especifico, seja enquanto um tempo que, sincronicamente, guarda
diferengas qualitativas e de natureza em relagao aos tempos da fisica e da biologia - com os quais
aquele jamais poderia se confundir, aos quais jamais poderia se reduzir, tampouco dos quais poderia
ser uma mera projegao - seja enquanto um “segmento do tempo universal” -quando se compara e se
diferencia diacronicamente esse tempo da historia humana com os tempos das evolugoes biologica e
do universo, embora, nesse caso, todos eles integrariam um tempo da historia ampliado ao extremo.
A filosofa portuguesa Mafalda Maria Blanc, ao tratar da variabilidade das manifestagoes
temporais de uma forma geral, pergunta se nao seria necessario admitir, nem que apenas a titulo
provisorio, como hipotese de investigagao, a existencia de um denominador comum a multiplicidade
de acepgoes temporais: “Nao havera um nucleo invariante de predicados, que permita definir sem
ambiguidade o que e e como se determina o tempo na sua universalidade?” (Blanc 1999, 120) Nao
seria conveniente transpor tal observagao, num exercicio mental de extrapolagao, ao ambito mais
restrito do tempo especificamente historico, com o proposito de se perguntar sobre a possibilidade de
um denominador comum entre os diversos tempos da historia? Entende-se aqui por denominador

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comum algo bastante diferente do pressuposto da unicidade temporal pura, fonte de tantos
antagonismos entre as abordagens tradicionais do tempo e do tempo historico. Nao se trata,
evidentemente, de sustentar um tempo historico unico, puro; tampouco de uma abordagem
reducionista, que tome qualquer um desses tempos particulares da historia - ou nao - como
representative do tempo historico, que acaba subordinando, senao excluindo, os demais. Mas talvez
de sustentar o fato de que esses multiplos tempos da historianao deixam de ter em comum, por
exemplo,o fato de se encontrarem, em seu conjunto, articulados, sobrepostos e, em certa medida,
dependentes dos estratos temporais mais basicos - biologicos e fisicos -, externos a consciencia
humana.

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p. 783-816.

286
Sobre los “usos” del concepto genocidio como clave explicativa/interpretativa
para pensar violencias sistematicas de Estado

Pablo Scatizza
UNComa

Si hay un aporte innegable del giro linguistico al campo de la historiografia ha sido la


advertencia de que las palabras y sus constructos no son un mero dispositivo formal, ni un medio
neutral de transmision de la informacion. Desde su irrupcion epistemologica alia por los setentas del
siglo pasado, el “giro” puso frente a nuestros ojos el hecho ineludible de que el lenguaje ya no podia
seguir pensandose como un medio de comunicacion de la realidad, neutro e inerte. El lenguaje tema
vida, alertaron, y en tanto patron de significados la contribucion de este a la construccion significativa
del mundo ya no podria soslayarse.
El lenguaje tiene vida, sin dudas. O eludiendo la metafora, historia. En tanto constructo y
patron de significados, pero tambien por la propia historicidad de los conceptos; tanto de aquellos
con los cuales los propios sujetos historicos significaron sus realidades y -dirian los historiadores
postsociales- actuaron en consecuencia, como los que las y los historiadores utilizamos para
aprehenderlas y construir conocimiento sobre ellas. En este ultimo sentido es que me interesa indagar
respecto a las modalidades represivas del Estado argentino, y las formas con las que se ha ido
construyendo conocimiento y sentido respecto de ellas. Asi planteado, sin dudas, implicariaun trabajo
de muy largo aliento; un estudio de historia intelectual que deberia abarcar tanto a los historiadores y
pensadores del siglo XIX y sus lecturas significantes del accionar de un Estado de construccion, como
a los que en el siglo posterior y en el actual han intentado hacer inteligible las dinamicas de la
represion estatal hasta nuestros dias.
No obstante, para esta mesa de debate mi idea es acotar tal pretension, y proponer algunas
reflexiones en torno a los usos -o a las posibilidades de uso- de un concepto en particular, con el cual
en los ultimos dos o tres lustros se ha recurrido como clave explicativa e interpretativa al momento
de dar cuenta de determinados fenomenos o procesos en los cuales el Estado argentino desplego su
potencial represivo sobre parte de la poblacion. Me estoy refiriendo al concepto de “genocidio”. Y
aun en este recorte, teniendo en cuenta que tanto Pilar Perez como Walter Delrio (aqui presentes) han
encaminado sus investigaciones en torno al avance del Estado argentino por sobre su frontera con el
Pueblo Mapuche tras el lente del genocidio -marcando sin dudas junto a otros y otras colegas como
Diana Lenton un nuevo espacio dentro del campo, con nuevas preguntas y nuevas respuestas-, me
interesa aqui proponer una suerte de dialogo en torno al uso analitico de este concepto, tratando de
articular la experiencia del Pueblo Mapuche a partir la denominada “campana” o “conquista al
desierto”, y la de la sociedad argentina de los Setentas durante la ultima dictadura militar. La hipotesis
que me interesa desarrollar es que mientras para al caso del Pueblo Mapuche la nocion de genocidio
ha promovido nuevas preguntas y la posibilidad de elaborar un relato alternativo al de una historia
oficial que hegemonizo los saberes en torno a la campafla militar encabezada por Julio Argentino
Roca, al momento de caracterizar a la ultima dictadura militar y sus anos previos la utilizacion
irreflexiva o generalizadora del concepto de genocidio como encuadre teorico, no solo no ha abierto
nuevas preguntas ni relatos novedosos o alternatives, sino que se convierte de alguna manera en un
obstaculo, especialmente al momento de tratar de comprender ciertas especificidades que
enriquecerian la comprension de un fenomeno historico como este.

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Sobre el concepto

No me extendere demasiado sobre este punto.1 Como ya es sabido, desde que Lemkin (2009)
creara el concepto en 1944 para nombrar la masacre cometida por el Estado nazi sobre el pueblo
judio, y luego de los debates en la ONU en torno a la amplitud o estrechez de la definicion finalmente
aprobada, las discusiones sobre cuan inclusiva o excluyente debia ser la conceptualizacion no han
sido pocas. El primer eje de controversia surgio casi con el propio termino, y tuvo que ver con la
incorporacion o no de los grupos politicos dentro del tipo de victimas que podia tener o no un
genocidio. En 1944, Lemkin habia propuesto una definicion amplia en la que se contemplaba “la
desintegracion de las instituciones politicas y sociales, de la cultura, del lenguaje, de los sentimientos
de patriotismo, de la religion y de la existencia economica de grupos nacionales”, asi como la
destruccion de “la seguridad, libertad, salud y dignidad personales e incluso de las vidas de los
individuos que pertenecen a dichos grupos” (Lemkin 2009, 155). Por su parte, la ONU ampliaria aun
mas esa conceptualizacion dos aflos mas tarde, cuando en diciembre de 1946 sanciona la primera
resolucion al respecto incluyendo en su definicion a los grupos politicos que Lemkin habia omitido,
y sosteniendo que “el genocidio es la negacion del derecho a la existencia a grupos humanos enteros,
como el homicidio es la negacion del derecho a la vida a seres humanos individuales”, y que “muchos
de estos delitos de genocidio han ocurrido ante la aniquilacion total o parcial de grupos raciales,
religiosos, politicos y otros”. Fue en ese momento cuando comenzo la primera de las discusiones, ya
que la inclusion de los grupos politicos podia poner en riesgo la aceptacion de esta Convencion. En
especial por los bloques sovieticos y oriental, cuyos delegados sosteman que los grupos politicos
presentaban una gran mutabilidad y falta de caracteristicas distintivas, en contraste con los grupos
etnicos y nacionales (Marco 2012, 23; Chalk y Jonassohn 2010 [1990], 32), lo cual es sin dudas un
argumento solido, mas alia de sus fines politicos inmediatos que tema tal posicion. Finalmente, el 9
de diciembre de 1948 la ONU sancionaria la Convencion de la Organizacion de las Naciones Unidas
para la Prevencion y Sancion del Delito de Genocidio (CONUG), en la que dejo afuera de su
definicion a los grupos politicos como parte de las potenciales victimas, afirmando que

Se entendera por 'genocidio' a cualquiera de los actos mencionados a continuation, perpetrados con
la intencion de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, etnico, racial o religioso como tal:
A) M atanza de miembros del grupo; B) Lesion grave a la integridad fisica o mental de los miembros
del grupo; C) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear
su destruccion fisica, total o parcial; D) M edidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del
grupo; E) Traslado por la fuerza de n ill os del grupo a otro grupo.

A partir de entonces, no pocos han sido los debates en torno a este concepto “esencialmente
problematico”, tal como lo han caracterizado Bjornlund, Markusen y Mennecke (2005).2 ^Quienes
son los grupos que conforman las victimas? 6Que consecuencias puede acarrear dejar afuera de ellos
a los grupos politicos y sociales? ^Como definirlos con certeza? ^Quien determina la existencia de
un grupo como tal, el perpetrador o sus propios integrates? ^Quienes pueden ser calificados como
genocidas? ^Solamente los Estados, o pueden tambien ser genocidas actores o agendas no estatales?
6Como determinar la intencionalidad de los perpetradores? 6Y si el objetivo de quien comete una
masacre no es “destruir parcial o totalmente” a un grupo determinado, pero asi sucede finalmente?3

1 Lo que sigue a continuation respecto al concepto de genocidio esta tornado de Scatizza (2016, 269-292), donde se
desarrollan mas largamente algunas reflexiones sobre este tema.
2 Los autores recuperan la nocion de “esencialmente problematico” de W.B. Gallie, quien asi define a los conceptos que
se hallan “sujetos a debates insolubles entre teoricos con valores discrepantes”, y en tal sentido califica asi al
“genocidio”, ya que es un concepto que es “constantemente debatido y reconocido como tal por los involucrados en el
debate” (idem 1005, 21)
3 M ichael M ann ha senalado con agudeza que la “limpieza asesina” (morderous cleansing) rara vez es el proposito
inicial de los perpetradores, y que por el contrario, suelen ser el “Plan C” desarrollado solo cuando han fallado en sus
objetivos los anteriores, en los cuales se habia planificado el control social y la represion sobre un grupo determinado,
mas no la elim ination fisica de manera directa (Mann 2005, 7-8)

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Si las discusiones sobre como definir al genocidio han sido tan arduas, y lo siguen siendo, lo
mismo se puede esperar respecto de que acontecimientos historicos pueden ser caracterizados como
tal. Y he ahi un problema. La proliferacion de definiciones, que van desde las mas abarcadoras que
incluyen todo tipo de masacres y/o asesinatos en masa perpetradas por el hombre, hasta las mas
restrictivas que solo ven en el Holocausto un ejemplo de genocidio. Entonces, frente a esta situacion
tan dilematica no resulta ocioso preguntarnos por que ajustar los analisis historicos a una definicion
juridica con un horizonte interpretativo tan amplio y que tan pocos consensos habilita.
Justamente, este ultimo interrogante creo que contiene en si mismo una de las posibles
explicaciones de lo problematico de este concepto al momento de significar experiencias y construir
conocimientos: el peligro, el riesgo o el problema epistemico que implica utilizar conceptos juridicos
en el campo de la historiografia. Como se ha preguntado con algo de retorica Jacques Semelin, y no
justamente para esquivar el problema: “<^es realmente necesario usar terminos juridicos en las ciencias
sociales?”.
Fuera de nuestro pais, y especialmente en Europa, durante los setentas, ochentas y noventas
proliferaron los debates en torno a los genocides-studies, especialmente por parte de sociologas y
sociologos (Marco 2012). En Argentina, sobre el coletazo final de esta tendencia, recien para el nuevo
milenio la nocion de genocidio comenzo a ser pensada para significar matanzas especificas
perpetradas en suelo argentino, mas puntualmente contra el los pueblos originarios y -mas
timidamente- la desplegada por el estado dictatorial entre 1976 y 1983. Mas alia de algunos casos
puntuales en terminos analiticos (Paoletti 1986; Mantaras 2005; Izaguirre 2007; Feierstein 2007),
para el caso de la ultima dictadura el impulso por pensarla como un genocidio fue dado por la
movilizacion social y los organismos de DDHH, en especial de por parte de la agrupacion HIJOS.
El que haga alusion a este ultimo uso “politico” del termino, asi como antes la uso judicial, no
es fortuito. Y ello porque considero que para el caso del concepto de genocidio nos enfrentamos ante
una situacion en la que creo que se vuelve necesario discriminar su uso, atendiendo si el contexto
discursivo en el que se lo utiliza es sociopolitico (o uso publico opolitico), analitico (por parte de las
ciencias sociales) o judicial. En esta ponencia, por una cuestion de tiempo, solo me detendre en el
piano analitico, mas especificamente en la historiografia.4

Sobre el uso para el caso Mapuche

Quienes mas temprano comenzaron a debatir desde fines de la primera decada de este siglo
respecto a la nocion de genocidio, y la pertinencia de su utilizacion en torno a la matanza de los
pueblos originarios durante la expansion de la frontera por parte del naciente Estado argentino, fueron
colegas del campo de la antropologia y la historia como Walter Delrio, Pilar Perez, Diana Lenton,
Ana Ramos, Diego Escolar y Julio Vezub, entre otros.5
Sus trabajos -muchos de ellos sobre las mismas fuentes en las que se basaron las obras que
ponen en discusion, a las cuales sus nuevas preguntas han conllevado nuevas respuestas- nos permiten
hoy conocer no solo informacion novedosa, sino una nueva interpretacion de aquel proceso de
eliminacion y sometimiento en el cual se baso la constitucion del Estado nacional, y cuyos efectos
aun continuan. Y algo interesante que quisiera destacar al respecto: estos/as investigadores/as que
recien nombraba no elaboraron sus novedosos relatos como resultado de un abordaje de las fuentes
desde el concepto de genocidio, sino que las respuestas que encontraron fueron susceptibles de ser
significadas a partir de este concepto. Algo que, como veremos, considero que no sucedio con las
investigaciones sobre la ultima dictadura.
Un ejemplo clarisimo de ello ha sido “el descubrimiento”, en la misma fuente oficial de la
historia chubutense, de un texto de Clery Evans -el cual relata la pintoresca historia del caballo

4 En Scatizza (2016) se problematizan estos tres usos del concepto.


5 Un trabajo ineludible para abordar estos debates es el editado por Diana Lenton, Genocidio v politica indigenista:
debates sobre la potencia explicativa de una categoria polemica (2011).

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Malacara-, de la existencia de un “reformatorio” en Valcheta, en el cual el gobierno despues de 1885


habia “concentrado a todos los indios de la Patagonia”, quienes estaban “cercados con alambre tejido
de gran altura”, tal como lo cuenta Walter Delrio en la compilacion de ensayos de Historia de la
crueldad argentina (2010). No fue gracias al concepto de genocidio que esta imagen de un verdadero
“campo de concentracion” aparecio en esta nueva historia, sino que fue este fenomeno el que habilito
el uso del concepto en cuestion.

Sobre el uso para la ultima dictadura

No abundan los trabajos historiograficos cuyas lecturas sobre la ultima dictadura sea en clave
de genocidio, lo cual no implica -a veces resulta tedioso tener que aclararlo- ni que minimicen las
dinamicas represivas, ni los objetivos ni los efectos de corto, mediano y largo plazo que tuvo el
proyecto dictatorial. De hecho, desconozco trabajos publicados en los ultimos anos que propongan
estudios en torno a la represion estatal que caracterizo a los setentas en clave de genocidio, por fuera
del espacio dirigido por el sociologo Daniel Feiertsein6, quien es el que mas ha avanzado en
argumentar sistematicamente ya no la pertinencia sino la necesidad de pensar desde esta clave
explicativa a la ultima dictadura. Su postura al respecto, en pocas palabras, es que la denominacion
de genocidio tendria suma importancia en terminos de construccion de discursos de verdad acerca del
pasado dictatorial en nuestro pais, lo cual a su vez nos permitiria como sociedad reflexionar de manera
diferente acerca de las consecuencias de la dictadura. Un argumento con el cual no estoy de acuerdo,
basicamente porque sugiere una riesgosa pretension de exclusividad al momento de pensar los
procesos de construccion de memorias, en el sentido de que solo bajo esa denominacion seria posible
explicar y comprender aquel pasado. Premisa de la cual algunos actores del movimiento de derechos
humanos se han basado para absolutizar, de alguna manera, la caracterizacion de la masacre
perpetrada durante la dictadura (y antes de ella). Riesgosa, porque obtura de piano la posibilidad de
pensar en otros terminos los efectos del accionar dictatorial a partir de conceptos mas precisos y
especificos, que permitan atender a los matices que hicieron del proceso represivo en cuestion un
hecho unico en la historia.7
Sin embargo, y si por algo creo que amerita poner este tema sobre el tapete y afrontar un
debate, es por los usos politicos (publicos) de esta nocion, y su presion sobre el campo academico y
judicial para caracterizar y calificar los crimenes del estado dictatorial como genocidio. Una presion
que bien algunos/as podran ignorar, pero hay quienes creemos que no corresponde hacerse el distraido
y que es necesario argumentar por que consideramos que puede ser problematico su uso, sin que ello
implique negar su potencial operatividad, ni que determinadas caracteristicas del proceso represivo
sean pasibles de ser significadas por ese concepto (esto ultimo si ha sido hecho, de alguna manera,
por Hugo Vezzetti (2002), Luis Alberto Romero (Alaniz 2012) y Silvia Sigal (2001), por ejemplo,
quienes han puesto de manifiesto lo inapropiado de calificar como genocida a la dictadura militar,
basicamente a partir de la coincidencia de los tres en ajustarse a la definicion juridica del termino, y
en como esta niega la cualidad politica de la masacre. Un argumento, a mi entender, absolutamente
ahistorico -esto es, sin atender a la dinamica propia de un concepto- y acritico, ajustado estaticamente
a la definicion juridica construida por un organismo politico, y que elige ignorar y no poner en tension
los debates previos y posteriores que se suscitaron en torno a la conceptualizacion de este termino).

Las victimas de un genocidio. Un problema para reflexionar

6 Feierstein propone pensar el genocidio en terminos de aniquilamiento de colectivos humanos como un modo
especifico de destruccion y reorganization de las relaciones sociales. En este sentido, ha desarrollado una tipologia de
las “practicas sociales genocidas”, las cuales clasifica en genocidios “constituyente”, “colonialista”, “poscolonial” y
“reorganizador”, siendo este ultimo tipo el que caracterizaria el periodo sobre el que estamos reflexionando, el cual
“remite a la aniquilacion cuyo objetivo es la transform ation de las relaciones hegemonicas al interior de un Estado
nacion preexistente”, cuyas muertes, “cobran su caracter de medios y ya no de fines”)
7 Una discusion de los argumentos de Feierstein puede leerse en Alonso (2013) y en el ya referido Scatizza (2016).

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Luego de este fugaz repaso, me interesa ir al punto rapidamente: quisiera senalar que mientras
es posible encontrar para el caso de los pueblos originarios argumentos que posibilitan pensar su
aniquilacion, persecucion y dominacion en terminos de genocidio, hay un elemento en particular en
torno al cual veo un problema analitico al utilizarlo -al menos sin las precauciones necesarias- para
el caso de la ultima dictadura: las victimas.
Entre todos los ejes sobre lo que se han articulado generalmente las discusiones en torno a
precisar las definiciones de genocidio (el perfil del perpetrador; su intencionalidad; las tecnicas
aniquiladoras; y la escala), la necesidad de definir al grupo de victimas ha sido una de las variables
mas problematicas^ En este sentido, la mayoria de los debates han sido en torno a la inclusion o no
de los grupos politicos, y no pocos/as investigadores han criticado su exclusion. Pero como seflala
Jorge Marco (2012), la cuestion no es tan sencilla como incluir o excluir a los grupos politicos dentro
del concepto del genocidio. El fondo de la cuestion se debate en la naturaleza de los gnipos y su
caracter natural o ficticio. Es decir si el grupo perseguido era construido como tal por los
perpetradores, o tenian una existencia como tal externa al perpetrador. Esto ultimo sin embargo
tambien es discutible porque hablar de “grupos naturales” presupone un caracter esencialista,
ahistorico. Y quiza por eso el mayor consenso ha sido el de considerar una posicion intermedia,
“reconociendo en parte la existencia de grupos naturales y, al mismo tiempo, senalando la funcion de
los perpetradores en la definicion de los grupos” (Marco 2012, 24)
Pero Scott Strauss, tal como lo senala Marco, le da una vuelta interesante al asunto:

Senala que todos los grupos de victimas forman parte de una ficcion construida. Las supuestas bases
raciales o etnicas que se suelen argumentar no tienen ningun fundamento biologico, por lo que ni
siquiera en estos casos cabe la posibilidad de hablar de grupos naturales. Los perpetradores son los
que dotan al grupo de unas caracteristicas particulares, serialan quienes son los miembros que lo
integran, por lo que los grupos politicos tambien podrian ser incluidos dentro del concepto de
genocidio, rechazando de este modo sus supuestas caracteristicas mutables innatas. Ahora bien, la
posibilidad de incluir a los grupos politicos no implica que todos puedan ser considerados como
genocidio, del mismo modo que ocurre con el resto de perfiles. Lo importante, senala el autor, no
son los rasgos politicos, etnicos, religiosos, nacionales, economicos o de cualquier otro tipo que los
perpetradores hayan utilizado, sino otra cuestion relevante: si los agentes han constituido el grupo
como una “colectividadorganica ”, es decir, si le han dotado de cualidades biologicos, hereditarias,
de caracteristicas inmutables v, por lo tanto, de una capacidad reproductora " (Marco 2012, 24. El
enfasis me pertenece)

Desde esta perspectiva, queda claro que para el caso de los pueblos originarios, mas alia de
sus identidades especificas hacia su interior, los propios perpetradores los construyeron como una
“colectividad organica”, con “capacidad reproductora” que debian eliminar. Y las acciones represivas
que se implementaron en su contra para lograr su exterminio (que seria ocioso reiterar aca) son una
muestra cabal de ello.
Sin embargo, para el caso de los setentas, ^cual fue el grupo a eliminar? No hay dudas de que
los perpretadores construyeron aqui tambien un enemigo. Desde varios anos antes del golpe, fue
tomando forma -una forma cada vez mas amplia y ambigua- la figura del “subversivo”, cuyos limites
terminaron siendo difusos y en los que cualquiera que se opusiera al regimen dictatorial podria verse
incluido. Un enemigo a exterminar muy amplio, que quedo plasmado en aquella sentencia de Iberico
Saint Jean, interventor de Buenos Aires en 1977, cuando subrayo: “Primero, mataremos a todos los
subversivos; despues, a sus colaboradores; despues, a sus simpatizantes; despues, a los que
permanezcan indiferentes, y por ultimo, a los timidos”.
A diferencia del Pueblo Mapuche, el grupo construido como enemigo por los perpetradores
en los Setentas no podria ser pensado -en terminos de Strauss- como una “colectividad organica”, con
cualidades biologicas, hereditarias, de caracteristicas inmutables y, por lo tanto, “de una capacidad
reproductora” : el hecho de que para ellos hubiera “recuperables” entre los/as “subversivos/as”, o
incluso que haya habido tantas liberaciones, pone cuanto menos en discusion la posibilidad de pensar

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que pudieron haber sido una “colectividad organica” y con capacidad para reproducirse como tales.
Lo cual no deja de ser un elemento sugerente para argumentar a favor del problema analitico que
representa usar el concepto de genocidio para abordar epistemologicamente a la ultima dictadura
militar.
Alguien podria decir contra este argumento que es una definicion mas, y que uno podria
obviarla. O utilizar otra, entre tantas que se han elaborado sobre genocidio. Y no seria en si misma
una decision errada, o por lo menos que no suela tomarse; en especial al momento de trabajar con
conceptos “escencialmente problematicos” como estos. En definitiva, hay quienes sostienen que todo
se trata de optar por tal o cual definicion conceptual y ajustar el analisis a ella. Sin embargo, no
acuerdo con esa postura epistemologica. Creo, por el contrario, que con ciertos conceptos -y este es
uno de ellos- es preferible adoptar una posicion mas cauta, y preguntarnos que interrogantes nos
permite hacer su utilizacion, y cuales no, al momento de abordar el objeto de estudio en cuestion.
Un ejemplo de ello nos ofrece el analisis de la represion dictatorial a partir de un cambio de
escala. En la Norpatagonia, por caso, continuan desaparecidas menos del 30 por ciento de las victimas
cuyos casos fueron denunciados a la Justicia hasta el momento. Mas del 70 por ciento restante fue
finalmente liberada, por diversos motivos y en diferentes circunstancias. 6Como explicar esto si el
proyecto fue genocida? ^Como abordar analiticamente la logica represiva si anteponemos una nocion
que determina que las victimas (todas, las que sobrevivieron y las que no) formaron parte de un grupo
con caracteristicas identitarias en comun, pero que al ahondar en ellas nos encontramos con
sustanciales diferencias politicas, religiosas, etnicas e incluso nacionales, aun dentro del labil y
ambiguo constructo de “subversivo?
No niego en absoluto que la represion dictatorial si tuvo caracteristicas genocidas. Que la
sistematizacion del plan represivo, su desarrollo en todo el pais, la forma en que se articulo su
despliegue, la tecnologia puesta en practica para el secuestro, desaparicion y muerte, su articulacion
con sectores de la sociedad civil, etc, dan cuenta de un proyecto represivo y de aniquilacion que sin
dudas tuvo caracteristicas que bien son propias de un genocidio. Pero si me niego a anteponer un
concepto a la realidad (pienso en Zemelman (2001) y el desfasaje que ello implica); a abordar
analiticamente el fenomeno que quiero conocer, explicar y comprender desde el encorcetamiento que
implica ajustarse a una nocion construida para caracterizar un acontecimiento que, aunque con
muchos puntos en comun y pasible de ser comparado, no deja de ser diferente. Y es en este lugar, de
la duda mas que de la certeza; de la pregunta problematica mas que de la taxativa respuesta, que
prefiero ubicarme para analizar un fenomeno como la represion estatal que domino a los Setentas.

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293
Reflexiones filosoficas e interculturales sobre la comprension del patrimonio
material historico y arqueologico en Norpatagonia

Maximiliano Javier Lezcano


FAHU-CRUB-UNCO
IIDyPCA-CONICET-UNRN

El problema patrimonial

En las tres ultimas decadas, la tematica del patrimonio cultural arqueologico e historico se
ha ubicado en el centro de discusiones y criticas sobre las formas de pensar lo social,
principalmente desde los planteos decoloniales e interculturales. El problema patrimonial recupera
la recurrente pregunta sobre el pasado, mostrando disensos en torno a las ideas sobre el patrimonio
establecidas desde el Estado, preocupacion por su perdida y dudas en cuanto al tipo de dialogos
patrimoniales que se han construido asi como las consecuencias que acarrean.
El deterioro del patrimonio material arqueologico e historico es un hecho concreto en
Argentina (Endere 2001, Bellelli 2007 y 2012, Cuneo 2004, Ramos 2013 entre otros), pese a los
esfuerzos concientizadores, legales y conservacionistas que lleva adelante el Estado. La perdida de
bienes patrimoniales se produce por diversas causas, tanto por factores naturales como, y sobre
todo, por factores culturales. Entre estos ultimos se cuentan el efecto producido por las grandes
obras publicas y privadas, la actividad productiva, el vandalismo y el saqueo de sitios arqueologicos
por coleccionismo o simple pasatiempo, incluso con su comercio (Ramos 2013). Se ha planteado
tambien que parte del problema de la destruction del patrimonio se debe al desempeno insuficiente
del Estado en la protection de sitios y colecciones patrimoniales y en la atencion de demandas
sociales sobre el patrimonio cultural (Endere 2001). Otro aspecto que influiria en la conservation
seria la falta de interpretation del patrimonio (Maragliano 2008).
Por mi parte, me inclino a pensar que la conservacion del patrimonio y su incorporation
como tal en la sociedad depende en principio de las dificultades y resistencias halladas en la
comprension de los conceptos e ideas que lo constituyen, asi como de la falta de inclusion de la
diversidad de actores involucrados y de los disimiles sentidos atribuidos a lo patrimonial, incluso
aquellos propios del mundo de las creencias. En este marco, el problema de la conservacion del
patrimonio cultural resultaria antes que nada de indole filosofico e intercultural. Abona esta doble
filiation el hecho de que la cuestion del patrimonio cultural esta intimamente ligada a la
comprension de significados, pensada aqui desde la hermeneutica aplicada a la historia (Gadamer
1991 y 1992).
En este trabajo enfoco entonces el problema de la comprension del patrimonio material
historico y arqueologico en Norpatagonia, en el marco de la interaction entre los diversos
interlocutores que intervienen en el proceso. Me propongo analizar la comprension e interpretacion
del patrimonio desde una perspectiva filosofica y hermeneutica, amplia e intercultural, en el marco
de las relaciones que habitualmente se dan en torno al objeto-bien patrimonial entre los
“especialistas del pasado” en palabras de Arnoldo Canclini (1999) y el receptor o destinatario del
discurso patrimonial. Desde este punto de vista y como veremos mas adelante, una tarea de
interpretacion del patrimonio que separa netamente los roles de “emisor” y “destinatario” del
discurso patrimonial, manteniendo el rol pasivo del segundo, es a todas luces insuficiente.
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P o n e n c ia s , S im p o s io s y M e s a s R e d o n d a s .

patrimonial; aquello que hace que un bien cultural sea efectivamente percibido como tal por la
comunidad, mas alia de las normativas. Es posible que este enfoque “inmaterial” del problema
eventualmente implique la deconstruccion del aparato conceptual establecido en torno al tema del
patrimonio y por lo tanto de la hegemoma estatal excluyente que ello implica.
He podido acercarme a esta problematica a partir de mi participacion en proyectos de
CONICET y otras experiencias en las provincias de Rio Negro y Neuquen (cuenca superior y media
del rio Limay, la ciudad de San Carlos de Bariloche, parajes de la Linea Sur y el valle del rio Curi
Leuvu en el Norte Neuquino), por medio de charlas no dirigidas con pobladores rurales durante
trabajos de campo arqueologicos entre los aftos 1995 y 2012, comentarios de pobladores urbanos
sobre el tema, trabajos de rescate, creation de un museo y charlas de arqueologia y patrimonio. La
falta de espacio me impide explayarme en estos casos, al igual que con la bibliografia existente, por
lo que este escrito tiene mas bien un caracter teorico, inspirado en estas experiencias a la luz de la
bibliografia consultada.

Las ideas sobre el patrimonio

Un punto de partida de la tematica patrimonial radica en el conjunto de ideas sobre el


patrimonio cultural arqueologico e historico consensuadas en diferentes reuniones internacionales
(como UNESCO) y expresadas en las normativas patrimoniales a nivel nacional, provincial o
municipal. El patrimonio cultural se piensa como una herencia colectiva, un legado del pasado que
conecta a los individuos actuales con los que ya no estan, asumiendo que es en el presente cuando
las personas validan a determinadas practicas y objetos materiales para convertirlos en tradiciones y
en patrimonio (Guraieb y Frere 2008, 19 en el sentido de Briones 1994).
Sin embargo, no es posible dejar de ver que las instituciones de conservacion como museos
e instituciones patrimoniales han actuado y aun lo hacen como una dimension mas de la
colonialidad del saber (en el sentido de Mignolo y otros 2014 y Walsh 2012), hecho que genera
diversas formas de resistencia social. En ese sentido, el discurso cientifico puede ser hegemonico en
cuestiones patrimoniales al monopolizar las narrativas sobre el pasado, imponiendo su logica sobre
el Otro (Levinas 2002 en Vaquer 2015a). Esto en referenda a lo expresado por Cristina Bellelli al
destacar el “monopolio historico que hemos tenido sobre los bienes patrimoniales y sobre el
conocimiento que se genera a partir de ellos” (Bellelli 2012:276). Cristobal Gnecco (2009) y Jose
Maria Vaquer (2015 a y b) denominan a este proceso de dominacion simbolica como “violencia
epistemica”, caracteristica propia de los Estados multiculturales.
Con la legislation patrimonial ocurre algo similar, ya que los trabajos de puesta en valor y
activation patrimonial recurren a las leyes nacionales y provinciates2 como marco regulatorio para
el tratamiento de los bienes patrimoniales, pero estas normativas, a diferencia de otras puntuales
sobre derechos indigenas3 (Cuneo 2004), resultan insuficientes al no considerar aspectos
inmateriales, interculturales, comunitarios, contextuales y paisajisticos. Como expresan Endere y
otros, “subyace en ellas una vision cientificista y tradicional del patrimonio, ya que hace abstraccion
de su contexto social y cultural.” (Endere y otros 2015:207). Estas falencias son destacadas

instrumentos fundamentales: investigacion, conservacion y difusion. Este enfoque “participacionista”, aunque en


apariencia superado, fue fuertemente criticado por Canclini (1999) ya que, indica, “no basta multiplicar las
investigaciones patrimoniales, los museos y la divulgation; hay que conocer y entender las pautas de percepcion y
comprension en que se basa la relacion de los destinatarios con los bienes culturales.” (Canclini 1999, 25).
2 A partir de los anos '90, las legislaciones con respecto al patrimonio cultural son cada vez mas detalladas, como la ley
nacional 25.743 (2003), que reemplaza a la antigua ley 9080, y las respectivas leyes provinciales (3.041/96 y 3.656/02
de Rio Negro y 2.184/96 y 1.923/91 de Neuquen).
Ley nacional 25.517 (2001) de restitucion de “restos mortales de aborigenes que formen parte de museos y/o
colecciones publicas o privadas.”
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fuertemente, por ejemplo, por Crespo (2005), Endere (2001), Endere y Curtoni (2003), y Endere y
otros (2015), aunque en otras obras sobre el tema patrimonial (Guraieb y Frere 2008) apenas son
mencionadas.
Los trabajos de puesta en valor y activacion patrimonial pueden asi, consciente o
inconscientemente, reproducir el discurso hegemonico colonial, naturalizando relaciones de
dominacion y desigualdad social como antiguas y perdurables estructuras de subaltemizacion. Es
que, segun Pratts, el caracter patrimonial “no puede ser comprendido como un atributo inherente a
los objetos sino que es el resultado de la intencionalidad de determinados grupos, individuos o
instituciones” (Pratts 1997 en Bersten 2016, 29), en este caso especificamente de caracter estatal.
Ademas, la frecuente falta de comunicacion a la poblacion de los resultados de investigacion
atenta contra la valoracion social del patrimonio, restringiendo los bienes patrimoniales a su valor y
significado cientifico, disociandolos de su efecto en la sociedad. Aqui es necesario tener en cuenta
las desigualdades en la formacion y apropiacion del patrimonio, lo cual lleva a “estudiarlo tambien
como espacio de lucha material y simbolica entre las clases, las etnias y los grupos.” (Canclini
1999, 18). Esto conlleva asumir realmente las consecuencias sociales y la dimension politica e
ideologica de la arqueologia (Curtoni 2004 y 2008) y de otras disciplinas relacionadas con el
patrimonio, contra un aparato estatal “que va constituyendo al patrimonio arqueologico como un
objeto libre de toda subjetividad e ideologia.” (Crespo 2005, 142).
Es asi que, pese a las certezas del aparato normativo y academico, una serie de claros
indicios muestra que los terminos teoricos y practicos mediante los cuales se lleva a cabo la mision
patrimonial del Estado no son necesariamente compartidos por determinados sectores de la
sociedad, en particular por las comunidades locales4 donde se emplazan estos bienes. Estas
resistencias se manifiestan por ejemplo en negativas al trabajo arqueologico, reclamos de restitucion
de restos humanos, pedidos de participacion en las decisiones sobre el patrimonio e intenciones de
gestion patrimonial comunitaria (Bellelli 2007 y 2012, Crespo 2005, Curtoni 2004, Endere 2001,
Endere y otros 2015, Ramos 2013).
Los actores involucrados en el dialogo patrimonial sujeto a conflictividades suelen ser
comunidades locales, pueblos originarios, arqueologos/as, antropologos/as y otros investigadores
con especialidad en Patrimonio, funcionarios de instituciones relacionadas con la conservacion
Nacionales, Provinciales y Municipales, (INAPL, Patrimonio, Parques Nacionales, Cultura,
Museos), seguridad (policia, gendarmeria, prefectura), ONGs, Juntas Vecinales, operadores
turisticos, empresarios y propietarios de tierra con bienes patrimoniales, coleccionistas privados,
turistas, miembros de comunidades no locales.

Una cuestion de sentidos

Los restos materiales arqueologicos e historicos, usualmente alejados de los horizontes de


experiencia actuates, cobran sentido a partir de diversos conocimientos y por su relacion con otros,
es decir interesan como objetos inmersos en un contexto material y social, como parte del paisaje;
lo material no puede escindirse de lo inmaterial. El conjunto de informacion que se construye sobre
ellos desde diferentes vias contribuye a formarnos una idea de su significado en el pasado pero
tambien de su sentido en el presente, ya que todo pasado se organiza, construye e interpreta en un
presente (Briones 1994, 101).
Asi como no se nos revela directamente el significado de estos objetos, tampoco su sentido o
“ser” patrimonial, que no es otra cosa que un “hecho social”, una construccion subjetiva fundada en
un aparente consenso sobre el valor como herencia cultural comunitaria de determinados bienes que

Entiendo aqui a “comunidades” e “interculturalidad” en un sentido amplio que incorpora no solo a los pueblos
originarios, en particular el pueblo mapuche, sino al conjunto de la sociedad.
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pasan a transformarse asi en patrimonio de una sociedad, en principio generado en y desde el


Estado, erigido en gestor y protector de dichos bienes. Esto inscribe a los objetos del pasado en una
particular dimension, la de sus sentidos en el presente, de su historicidad y de su participacion en
procesos constructivos de identidad y pertenencia, como herencia cultural; todo esto atravesado por
los intereses en pugna.
Los cambios de pensamiento decoloniales estan produciendo el replanteo de los marcos de
ideas preestablecidos con respecto a la tematica patrimonial, tanto desde las comunidades de
pueblos originarios como desde el propio ambito academico, donde se generan cada vez mas
discursos criticos. Es que la pretendida y buscada “conciencia patrimonial” en las clasicas
operaciones de puesta en valor y activacion patrimonial orientadas al conocimiento y la
conservacion ahora troco en “conciencia decolonial” sobre el sentido patrimonial y los intereses que
lo atraviesan. El nuevo enfoque en el tratamiento del patrimonio cultural anticipa un cambio de
ideas, tanto desde “arriba” como desde “abajo”, que apunta a un paradigma “participativo”
(Canclini 1999) y a la “democratizacion del patrimonio” (Endere 2001, Endere y Curtoni 2003)
como “construccion social” (Cuneo 2004).
La necesidad de incorporar la diversidad de actores involucrados en la problematica
patrimonial (Bellelli 2007, 2012, Crespo 2005, Cuneo 2004) y las multiples dimensiones de sentido
del patrimonio cultural se inserta en el marco de nuevas formas de pensar lo social que rompen la
dicotomia naturaleza-cultura, exploran las fronteras de la alteridad y profundizan en la naturaleza de
la realidad social; como el pensamiento filosofico de la nueva hermeneutica (Gadamer 1991 y
1992), la interculturalidad critica (Wals 2012), la decolonialidad (Mignolo 2014 y otros, Walsh
2012) y la museologia critica (Llorente 2015), en el marco del giro ontologico que se esta dando en
las disciplinas sociales y humanas (Holbraad 2014).
El dialogo que se establece o no entre los diferentes actores sociales en tomo al patrimonio
cultural es clave para la comprension del problema, en cuyo analisis podemos aplicar ideas de
Catherine Walsh (2012). Segun su planteo sobre las formas de interculturalidad, en las interacciones
entre actores patrimoniales se dan desde posturas de tipo intercultural relational, como basica idea
de contacto e intercambio entre culturas, que generalmente oculta o minimiza la conflictividad y los
contextos de poder y dominacion colonialista y nacionalista; multicultural, intercultural funcional,
donde se reconoce la diversidad y diferencia cultural en dialogo, promoviendo la convivencia y
tolerancia sin tocar las causas de la asimetria y desigualdad social y cultural, siendo funcional al
sistema neo4iberal dominante, gestionando la diversidad para que no sea fuente de amenaza y
seguridad y asegurando la cohesion social por medio de la simple inclusion e intercultural critica,
asociada a la decolonialidad, que incorpora la diversidad pero en el marco de una profunda critica a
la logica instrumental irracional del capitalismo.
La interculturalidad critica (una meta por lograr) apunta hacia otro ordenamiento social
descolonizado, como proyecto para la transformacion de las estructuras, condiciones y dispositivos
de poder colonial que mantienen la desigualdad, racializacion, subalternizacion e inferiorizacion de
seres, saberes y modos, logicas y racionalidades de vida. Esta forma de interculturalidad no es una
caracteristica de la realidad sino una forma de pensar lo social, lo diverso.
En este contexto, cabe preguntarse 6cuantas de las iniciativas patrimoniales por parte del
Estado y de sus instituciones no son consciente o inconscientemente participes de estas formas
multiculturales y funcionales de incluir excluyendo? Podriamos preguntarnos tambien porque
persisten los conflictos patrimoniales en este marco de ideas liberadoras. Si bien es cierto que en los
ultimos anos ha habido grandes cambios en la forma de gestionar el patrimonio, tanto desde leyes,
acciones gubernamentales, practicas arqueologicas y acciones comunitarias, el hecho es que en
zonas de norpatagonia persiste el efecto de antiguas formas de gestionar el patrimonio. Es en ese
sentido que “los arqueologos tienen ante si el gran desafio de democratizar el patrimonio

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arqueologico, dando participacion a la comunidad local y a las comunidades indigenas” (Endere


2001, 157).
Lo que quiero expresar, en coincidencia con Curtoni (2008, 30), es que en la tematica
patrimonial las ideas se estan adelantando mucho a la practica, ya que por mas que desde hace dos
decadas se esta hablando de la socializacion y democratizacion del patrimonio (Canclini 1999;
Endere 2001), actualmente podemos decir que existe un “paisaje patrimonial” bajo la forma de
exposiciones en museos, publicaciones de diferente tipo, accionar de instituciones educativas y
encargadas de la preservacion asi como la propia legislacion patrimonial que no acompana esas
ideas y que, de hecho, reproduce logicas colonialistas desde el paradigma cientificista y
conservacionista, al margen de las comunidades. Este “paisaje patrimonial” es el que hoy persiste y
es el que justifica que sigamos hablando de estos temas.
En ese sentido, es posible detectar imaginarios o representaciones negativas de los
arqueologos y de su trabajo (Lenton 2011), como representantes o funcionarios del Estado
dedicados a estudiar “cosas viejas” de los “indios que vivian hace muchos aftos en nuestro pais”;
construcciones que se alejan de los nuevos o pretendidos nuevos standares de trabajo y de relacion
con las comunidades. En este sentido, cobra sentido el analisis de las representaciones sobre el
patrimonio y sobre los agentes involucrados; se necesita poner sobre la mesa que representaciones
tenemos sobre el pasado, los objetos patrimoniales y los agentes que intervienen en el.
Es que la figura del Patrimonio es vista como una creacion social historicamente cambiante
en funcion de diversos criterios e intereses; como un concepto en constante reelaboracion, lo cual
genera conflicto y necesidad de consenso. Los planteos y cuestionamientos mencionados llevan a
que determinadas preguntas basicas sobre el patrimonio permanezcan vigentes y reclamadas. En ese
sentido, lo primero a tener en cuenta cuando se trata de llevar adelante actividades orientadas a la
“interpretacion” y a la “comprension” del patrimonio es que no hay un consenso general sobre
preguntas como 6que es el patrimonio cultural?, 6que bienes concretamente pueden ser
considerados como tal?, ^quienes lo deciden?, ^como se lo conoce?, ^a quien pertenece?, ^quien es
responsable de su conservacion? y ^por que es necesario conservarlo y difundirlo?
Estas preguntas estan expuestas a una constante tension y sus respuestas se encuentran lejos
de ser asumidas y consensuadas; incluso la ausencia de conflicto en iniciativas patrimoniales no
implica necesariamente acuerdo sino que dicha tension puede no haber sido habilitada. Los
contenidos conceptuales que estan involucrados en estas preguntas, que aqui considero como partes
del todo del “ser” patrimonial, hacen referenda a las caracteristicas de la Arqueologia y la Historia
como ciencias sociales, la formacion del profesional, el trabajo de arqueologos y arqueologas y de
historiadores e historiadoras y su rol en la comunidad, las caracteristicas de los objetos-bienes
considerados patrimonio, las definiciones y significados del patrimonio cultural, el caracter publico
y comunitario, el rol del Estado en su conservacion pero tambien el de las comunidades, la reflexion
sobre la multiplicidad de sentidos y formas de percepcion del patrimonio, la relacion entre
patrimonio e identidad, la historicidad del presente y el rol de la memoria.

Comprendernos: un desafio filosofico

Aceptando el conflicto o disenso en torno al Patrimonio Cultural (Canclini 1999), la


hermeneutica aparece como una herramienta fundamental en el discurso patrimonial, ya que en
palabras de Hans-Georg Gadamer “El objetivo de todo entendimiento y de toda comprension es el
acuerdo en la cosa. Asi, la hermeneutica tiene siempre la mision de crear un acuerdo que no existia
o era incorrecto.” (Gadamer 1992, 64).
En el analisis filosofico de la cuestion patrimonial es posible aplicar los principios y
supuestos de la hermeneutica (Maragliano 2008, Vaquer 2015 a y b), como arte de la interpretacion
del texto, de la comprension de significados de la realidad a traves del discurso, del lenguaje, de la
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comprension del ser mismo. Asumiendo con Heidegger que el comprender es una estructura
ontologica del existente humano, la filosofia hermeneutica nos brinda herramientas para abordar las
preguntas por el pasado (Vaquer 2015b).
La ruptura de la hermeneutica moderna de Gadamer con respecto al pensamiento positivista
se visualiza en la superacion de tradicionales dicotomias maniqueistas, que podemos sintetizar aqui
en terminos patrimoniales, destacando los aspectos negativos a superar: pasado/presente (pasado
patrimonial disociado del presente social), explicacion/comprension (discurso explicativo
unidireccional), episteme/doxa o conocimiento/saber (monopolio del discurso cientifico-
academico), sujeto/objeto (patrimonios y comunidades “cosificadas”, como algo separado),
verdad/falsedad (discurso cientifico como unica verdad), objetividad/subjetividad (discurso
academico distante, no comprometido con la realidad social), naturaleza/cultura (patrimonio
separado del paisaje); univocidad/polifonia (discurso patrimonial establecido como unica voz);
autoridad impuesta/autoridad adquirida (discurso academico impuesto antes que reconocido y
aceptado); historia abierta/historia cerrada (inhabilitacion de otras historias, de otras formas de ver
el pasado). Otras duplas de interes patrimonial son: otros/nosotros (actores locales alterizados, como
“otros”), memoria/historia (discursos academicos disociados de la memoria oral),
universal/particular (imposicion de conceptos universales sobre los particularismos locales),
material/inmaterial (objetos y lugares desvinculados de su dimension inmaterial).
El marco de ideas de la hermeneutica permite superar estas dicotomias al incorporar el
circulo hermeneutico de la comprension desde las partes y el todo, la fusion de horizontes de
experiencia, la rehabilitacion de la tradicion y de los prejuicios, las nociones de verdad, alteridad y
autoridad, el principio de la historia efectual y la historicidad o conciencia historica como principio
hermeneutico fundamental (Borsani 2001, 117). Este ultimo es central en la obra de Gadamer, en
cuanto a la percepcion de un pasado permanentemente presente y dinamico, contra la idea muchas
veces generalizada del pasado estatico, inalterado y desvinculado del presente que atenta contra la
nocion basica de Patrimonio Cultural.
Como sostiene Gadamer (1992, 63), la situacion hermeneutica del interprete es producto de
la tradicion que se intenta interpretar. Esta conciencia de la historia efectual implica que nuestra
conciencia actual es el efecto de la historia que se pretende interpretar, uniendo pasado y presente,
por lo que no existe una division entre sujeto y objeto en las ciencias historicas, ya que el sujeto que
interpreta es parte de la tradicion que intenta interpretar. La relacion entre el interprete y la tradicion
es circular, conformando un circulo hermeneutico que tambien se aplica al comprender las
relaciones entre las partes y el todo. Por lo tanto, “no existe una vision «objetiva» de la historia,
porque la interpretacion es siempre un efecto de la misma que incluye al interprete.” (Vaquer
2015b, 20).
En el sentido patrimonial, los objetos son “texto” a interpretar pero tambien los discursos
que se intercambian en el dialogo patrimonial. Desde esta perspectiva, tanto el “emisor” como el
“receptor” del discurso patrimonial, en la clasica Interpretacion del Patrimonio, son interpretes. Este
enfoque rompe con la estructura unidireccional “monologista” frecuente en discursos patrimoniales
en arqueologia, museo y turismo, trocandola por una en ambos sentidos, como dialogo
hermeneutico. Un marco superador tambien, de alguna manera y salvando las distancias teorico-
metodologicas, es el del constructivismo pedagogico.
En el dialogo patrimonial se contraponen generalidades abstractas, teoricas y globales con
particularidades concretas y locales. La propia definicion de patrimonio y sus ideas asociadas es
claramente universal ya que incluye contenidos de alcance global, que definen que cosas hay que
conservar y como hacerlo. En cambio, la realidad local de las comunidades representa rasgos
particulares, con su propia percepcion de los objetos y del paisaje en el que estan insertos, la cual no
siempre coincide con la establecida, razon por la cual es necesario primero dialogar y despues
intervenir en el paisaje y en el patrimonio. En palabras de Endere y otros, en la cuestion patrimonial
300
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hace falta adoptar “una vision integral y holistica del patrimonio que contemple al paisaje como
unidad de proteccion, la inclusion de nuevos grupos de interes en su gestion y del publico, como
destinatario y participe de su preservacion.” (Endere y otros 2015:207).

Comentarios finales

Lo expuesto muestra la necesidad de reflexionar sobre los procesos que articulan diferentes
formas de percepcion e interpretacion del Patrimonio, profundizando en la relacion entre los
participantes del dialogo patrimonial. En ese sentido, este trabajo pretende aportar herramientas
conceptuales y teorico-filosoficas utiles para el proceso de comprension, puesta en valor e
incorporacion en la sociedad del patrimonio cultural, todo lo cual redunda en su conservacion.
La falta de comprension y acuerdo sobre las operaciones patrimoniales y la inadecuacion de
las mismas ante los cambios de “repatrimonializacion” y “etnificacion” producidos en los ultimos
anos representan un gran escollo contra el cual chocan las iniciativas relacionadas con la
conservacion del patrimonio cultural. La comprension de los contenidos conceptuales como
“partes” que dan sentido a las diferentes percepciones en tomo a la idea de patrimonio como “todo”
es clave para completar el circulo de la comprension entre los diferentes actores sociales, sobre todo
con las mismas comunidades que deberian ser los primeros custodios y beneficiarios.
Si bien la apertura a la participacion de diferentes sectores de la sociedad fue y es un cambio
muy importante en las gestiones de patrimonio cultural, es necesario trascender los paradigmas
“multiculturales”, “interculturales funcionales”, “participacionistas” e incluso “interpretacionistas”,
para dar un paso mas hacia un “comprensionismo” que tienda a un cambio mas profundo, de corte
filosofico pero tambien ideologico y politico.
Dejar de pensar en terminos de ideas preestablecidas sobre el patrimonio implica un giro
ontologico que presupone mirar las cosas con una lente intercultural critica. Se necesita un trabajo
profundo de interaccion en las comunidades para atender, no ya y solamente la aprehension del
conocimiento atribuido a estos bienes y su conciencia de conservacion sino su propia entidad como
patrimonio, su propio “ser” patrimonial.
La tension en tomo a las “preguntas patrimoniales” demanda trabajar sobre ellas y sobre los
contenidos conceptuales asociados; un trabajo participativo de interaccion de sentidos y
representaciones respecto del patrimonio, orientado al logro de un “acuerdo patrimonial”, como
nueva construccion de sentidos, como fusion de horizontes y punto de llegada de la comprension
del “todo” hermeneutico. Estariamos asi ante un dialogo patrimonial comprensivo y realmente
intercultural.

Agradecimientos

A Maria Eugenia Borsani, Mirta Kirchner y Alejandro Belver por la atenta lectura del
manuscrito inicial. A Adan Hajduk y Ana Maria Albornoz por compartir inolvidables trabajos de
campo en donde en parte pude ir madurando estas ideas. Este trabajo se enmarco originalmente en
el proyecto de investigacion FH/124 (2010-2012), UNCo-FAHU- CRUB y actualmente en el PUE
CONICET-HDyPCA-lINRN. Soy el unico responsable por las ideas y opiniones aqui vertidas.

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