El Testamento Del Señor Facundo Las Tres Hermanas PDF
El Testamento Del Señor Facundo Las Tres Hermanas PDF
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2º ESO
Dejo mis bienes a mi sobrino Juan, no a mi hermano Luis. Tampoco, jamás se pagará la
cuenta del sastre. Nunca, de ningún modo para los Jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo.
Facundo.
¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? ¡No! A mi hermano Luis. Tampoco, jamás se pagará la
cuenta del sastre. Nunca, de ningún modo para los Jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo.
Facundo.
¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco, jamás. Se pagará
la cuenta del sastre. Nunca, de ningún modo para los Jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo.
Facundo.
¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco, jamás. ¿Se pagará
la cuenta del sastre? Nunca, de ningún modo. Para los Jesuitas todo. Lo dicho es mi deseo.
Facundo.
Esta lectura ocasionó grandes escándalos y para poner orden, se acudió a la autoridad.
Esta consiguió establecer la calma y después de examinar el escrito, dijo en tono severo:
¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco. Jamás se pagará
la cuenta del sastre. Nunca, de ningún modo, para los Jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo.
Facundo.
En tal virtud, y no resultando herederos para esta herencia, queda incautada en nombre
del Estado, y se da por terminado este asunto.
Lengua castellana y literatura
2º ESO
Tres hermanas casaderas, Soledad, Julia e Irene, conocieron a un joven y apuesto caballero,
licenciado en letras y las tres se enamoraron de él. Pero el caballero no se atrevía a decir de cuál de
las tres hermanas estaba enamorado. Como no se declaraba a ninguna, las tres hermanas le
rogaron que dijera claramente a cuál de las tres amaba. El joven caballero escribió en un poema
sus sentimientos, aunque "olvidó" consignar los signos de puntuación, y pidió a las tres hermanas que
cada una de ellas añadiese los signos de puntuación que considerase oportunos. La décima era la
siguiente:
Así pues persistía la duda, por lo que tuvieron que rogar de nuevo al joven que les desvelara
quién era la dueña de su corazón. Cuando recibieron de nuevo el poema del caballero con
los signos de puntuación las tres se sorprendieron:
Y así quedaron las tres compuestas y sin novio gracias a la poderosa eficacia de los signos de
puntuación.