Ensayo Sobre Pensamiento Crítico Latinoamericano

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Antropología y ética filosófica

Facultad de Filosofía y Humanidades


Carrera: Pedagogía en Música
Docente: Stefan Vrsalovic
Alumno: Sebastian Pradenas
Fecha: 29 - 10 - 2018

Ensayo sobre pensamiento crítico latinoamericano y la Transmodernidad.

En la actualidad podríamos resumir el sentimiento latinoamericano en tres grandes directrices:


quienes sienten un fuerte lazo y orgullo de sus orígenes, aunque muchos de los pertenecientes a
este grupo no necesariamente son miembros directos o descendientes de una entidad nativa. Otro
puede ser quienes tienen ciertas nociones de la cultura latinoamericana, ya que, actualmente existe
con mayor fuerza vías para fomentar ese contacto; sin embargo este grupo que podría ser la gran
mayoría, no se involucra por iniciativa propia haciendo práctica de un vínculo más pasivo. Y por
último están aquellos que sienten un estado muy cercano a la indiferencia, los que ignoran o
rechazan la cultura nativa ya que está muy involucrados a la vida moderna y están muy alejados de
este tipo de educación, o inclusive, por ideales políticos y otras razones hipotéticas. ¿Cuán
importante es para cada individuo esta necesidad de pertenencia?

Sea como sea, las razones se deban a las diversas posibilidades que la vida contemporánea ha
ofrecido a sus vidas, o más bien cómo se ha interactuado con esas “posibilidades”, con qué
herramientas. Enrique Dussel, académico argentino, plantea la “Transmodernidad”, término clave
que pretende contribuir con el redescubrimiento de identidad justamente a través de herramientas
de la modernidad ( 1999). El propósito de este ensayo es abordar y reflexionar sobre este concepto,
pero antes es necesario resumir o repasar ciertos periodos históricos del pasado, donde existen
factores que determinaron en detalle la vida de una sociedad, grupo y/o individuo hasta el presente.

Latinoamérica es una sociedad que a partir de la llegada de los europeos ha sufrido cambios
drásticos, lo que significó una interrupción forzada de una cultura milenaria. Podríamos hacer
teorías sobre qué hubiese pasado si el viaje a América no se hubiera realizado, en qué contexto
estaría el mundo. Podríamos considerar la colonización como un primer factor, debido a que trajo
consigo su propio sistema el cual de forma poco amigable se fue instaurando en América. Luego
está el modelo de desarrollo económico estadounidense y su influencia en donde existe una amplia
gama de interpretaciones sobre su implementación. En este punto entra la relación democracias-
dictaduras, los conglomerados y divisiones políticos, la tecnología, el capitalismo, etc. Y por último,
y quizás más determinante para nuestra sociedad actual, está el modelo pedagógico y sus
transformaciones conforme han pasado los años. Aquí es donde podemos obtener la oportunidad
reflexionar con un pensamiento crítico y obtener herramientas necesarias, o bien en contraparte,
dada su manipulación, no tener ninguna.

La Modernidad comienza con la llegada de los europeos a América, y tal como sucedió tiene un
origen fortuito, ya que no era el destino original. Resulta curioso pensar en todo lo que significó
aquel desvío. Posiblemente no fue un simple desvío, podría haber sido que era inevitable, que de
algún otro modo hubiese sucedido de al igual forma con ciertos pequeños detalles de diferencia.
Esto se expresó en la llegada de un mundo nuevo para ambas culturas, y es complejo resumir lo
sucedido a una sola impresión. ¿Fue algo malo? ¿Fue algo bueno? ¿Fue algo necesario? ¿Fue algo
inevitable? ¿Pudo haber sido diferente? El hecho fue que la explotación de recursos nativos,
cosmovisión religión, organización política, costumbres o celebraciones europeas y trazados
territoriales se apoderaron de América.

Pudo haber en un momento en el que en medio de fuertes masacres y de procesos de


establecimientos del sistema europeo el descendiente de nativos y colonizadores se miró a sí mismo
y habría sentido vergüenza de sus facciones, su color de piel, sus ropajes, su desnudez, y su apellido
y comenzó lentamente un fenómeno de negación (y auto negación) indígena. Pudo haber un
momento en el que eso haya tomado distintas vías dependiendo desde qué lugar de poder, de
protección social, u otros criterios se encontraba el sucesor. Aquello, tal vez, fue uno de los primeros
síntomas de eurocentrismo experimentados de la respuesta indígena. Si bien esto se remonta a
cientos de años pasados, resulta familiar en la actualidad verificar cómo aún es latente en algunos
ciudadanos latinoamericanos.
La posterior constitución de Europa y la expansión del colonialismo sobre el resto del mundo,
llevaron a la elaboración de la perspectiva eurocéntrica de conocimiento y con ella a la elaboración
teórica de la idea de raza como naturalización de esas relaciones coloniales de dominación entre
europeos y no-europeos (Quijano, 2000). Hablando sobre la modernidad, debemos pensar por qué
caminos se fue desplazando. En palabras de Diego Fernando Camelo Perdomo: “La modernidad se
expande especialmente por España hacia occidente, con la cristianización del Imperio romano” (
Camelo, 2017, p.101). Si bien, España es el país mencionado, dado que así fue en los hechos, ¿qué
tan Eurocéntrico es si es un solo país el principal. Además, ¿Europa es un continente tan diverso
donde hay un gran número de idiomas? ¿qué hace que Europa tengo un hilo conductor y en esa
época? ¿cristianismo? Y así fue cuanto daño se hicieron ellos mismos con el cristianismo. ¿No será
acaso una cadena de trampa del poder? Latinoamérica no fue la única región del mundo en ser
víctima de la influencia de la Inquisición.

Si tomamos en cuenta lo planteado sobre el sentimiento Latinoamericano, retomando la idea del


texto introductorio, parece razonable decir que la imposición europea haya creado dos contrastes
hacia descendientes de nativos y europeos. Por un lado, una resistencia, es decir la conservación de
una esperanza y luchar por seguir creyendo en tus raíces, o bien, un sentimiento de auto rechazo
dado la manipulación de la identidad. Posiblemente y en diferentes sectores una de las dos opciones
haya predominado más que otra.

Volviendo al concepto transmodernidad, debido al periodo y post periodo de colonización


podemos hallar varios ejemplos que sin duda nos han ayudado a redescubrir América.
Una herramienta poderosa es la música. Si consideramos que la notación musical fue un sistema
desarrollado principalmente por Europa y uno de los impulso de su desarrollo fue la música sacra,
la religión cristiana, como forma de alabanza. Gracias a este sistema somos capaces de traducir
cualquier ritmo originario de Latinoamérica, recrearlo y difundirlo aún con más fuerza. Otro ejemplo
son las palabras del idioma español. Si bien cada sistema lingüístico nativo tiene un sistema
complejo, la lengua española es considerada una de las más bellas del mundo. Pablo Neruda, quien
fue uno de los mayores cronistas de la cultura latinoamericana escribió: “Nos quitaron el oro, nos
dejaron el oro… nos dejaron las palabras”(1974) , texto escrito en sus memorias dando tal vez claro
ejemplo de transmodernidad.
Todo el proceso de colonización desembocó posteriormente en lo que conocemos como
emancipación de naciones latinoamericanas. Para llegar al segundo factor que contribuyó a
determinar la(s) sociedad(es) latinoamericana(s), tenemos a la influencia del modelo económico
estadounidense. Sin embargo, es preciso antes revisar cómo fue la transición hasta las
independencias, desde su etapa anterior y que nos fue otorgando la transmodernidad.

A inicios de 1700 la revolución industrial comenzó y se expresó mediante un impulso decisivo, el


cual se traduce en la invención de la máquina a vapor. Esto inspiró a la industria mundial. En
Latinoamérica, aquellos que podían desarrollar la industria debían retribuir obligadamente a los
españoles, lo que fue generando un sentimiento de anticolonialismo. ¿Habrá sido ese momento
donde hubo un inicio, donde colectivamente haya participado la sociedad latinoamericana en sus
inicios? Cuando los europeos, españoles principalmente, fueron expulsados; fueron reemplazados
por el poder nacional, vale decir: poder económico, poder político, poder militar iglesia. ¿Cuán
determinante fueron estos últimos puntos los cimientos para el modelo educativo hacia estos?
¿Cuán reflejado está el modelo educativo estos intereses?

Las independencias en sus inicios desarrollan una nueva nación, constituciones, nuevos diseños y
un sentimiento de pertenencia y libertad. La revolución francesa inspiró un concepto de
acercamiento a la democracia. La historia moderna de los países latinoamericanos se desarrolló en
base a la organización política, al desarrollo de la economía y explotación de recursos naturales y
necesariamente buscaron los grandes capitales que desde luego aparecieron. Un ejemplo de esto
serían los capitales ingleses que explotaron el salitre en chile, lo que más tarde desencadenó la
guerra del pacífico.

El desarrollo del capitalismo se llevó a nivel mundial, en pleno apogeo a principios del siglo XX.
Aquello desarrolló necesariamente conflictos, dado su carácter expansionista, lo cual desató las dos
guerras mundiales. Posteriormente sucedió que, al finalizar la Segunda Guerra, E.E.U.U. se yergue
como potencia mundial, tanto como por sus intereses como para frenar el avance del comunismo a
nivel mundial que atentaba contra sus pretensiones, ya que el sistema comunista expropia el capital
privado. No obstante comunismo fracasó, aun cuando se asentaba en ciertos ideales humanitarios.
Quién sabe pudo haber existido otras vías. Tal proceso era inevitable cuán ciego puede repercutir la
necesidad de poder.
Ya como potencia mundial, E.E.U.U. fijó sus ojos en américa latina para desarrollar sus intereses y
frenar la expansión comunista, y al imponerse el sistema capitalista, una vez más se aleja mucho
más el sentimiento de identidad latinoamericana. Aunque lo que E.E.U.U jamás imagino es que se
instalara un gobierno comunista en Cuba, a noventa millas de su frontera y eso genero una gran
solidaridad de vastos sectores de América latina. Esto desarrollo un sentimiento antiimperialista que
aporto a la búsqueda de la propia identidad y de liberación.

La democracia fue un gran avance social, lo que no impedía que el poder económico y político
estuviera en pocas manos. Sin embargo, sucedío que fuerzas políticas que deseaban democratizar
la sociedad incluyendo más igualdad para los ciudadanos crecían significativamente, lo que a su vez
fue un peligro para el sistema imperante. Como contraparte, el procedimiento consistió en
incorporar fuerza militar al poder y suprimir la democracia surgiendo así las dictaduras.

El neoliberalismo y el libre mercado trajeron consigo la exportación y la importación. Si retomamos


nuevamente el concepto de transmodernidad, tenemos muchas opciones. El Internet es una de
ellas. Esta plataforma es posiblemente uno de los mejores ejemplos de transmodernidad que no
sólo ayuda a redescubrir la identidad de una región, sino también acceso a conocimiento de diversa
índole. Cuán paradójico e incluso incómodo es aceptar la transmodernidad, Pero todo parece indicar
que es un fenómeno social natural.

Una de las motivaciones del nacimiento de internet es la necesidad de mantener contacto en caso
de guerra. ¿Es incómodo saber tal antecedente, sabiendo que lo usamos a diario? ¿Podemos
justificar la guerra? ¿Bastará con decir que la transmodernidad se limita a sólo una alternativa a la
no justificación? Si bien es un concepto delicado de abordar, insta a constantes reflexiones.

Otro ejemplo de transmodernidad que surgió durante este periodo, y que fue presente sobre todo
en la década de dictaduras latinoamericanas fue el rock. El rock no es latinoamericano, sin embargo,
mediante este género musical se expresaron ideales humanitarios que ayudaron a generar una
comprensión a nivel masivo.
El fenómeno de la transmoderidad ha sido analizado, criticado, refutado, o reforzado. El pensador
colombiano Santiago Castro-Gómez señala una mezcla de varios puntos de vista e intenciones sin
embargo podría enriquecer más las teoría de Dussel: “La crítica de la que habla Dussel apunta hacia
una situación de carácter global y ya no solo regional. Entonces, diría que la categoría
«transmodernidad» sirve para dar ese salto hacia una articulación global de teorías críticas” (GESCO,
2012, p.6).

El último gran factor trata sobre La Educación, los modelos educativos y sus transformaciones.
El eurocentrismo es la base de la cultura occidental y está muy presente en los planes pedagógicos
en escuelas de América Latina, lo que generó un aprendizaje que no se concentró específicamente
en América Nativa ni en otras regiones del mundo. Las prácticas y costumbres cotidianas se centran
en aspectos europeos como por ejemplo los casamientos, celebraciones religiosas, cosmovisión,
etc.

Es imprescindible comprender que la educación es una herramienta que puede ser como un arma
poderosa pero a la vez de doble filo. Paulo Freire, pedagogo Brasileño, señaló que a través de la
manipulación las elites dominantes dado sus objetivos pretenden dominar las masas, el sistema
educativo podría ser una de las vías más directas (2005). El Pensador ítalo argentino W. R. Daros
plantea que “Las nuevas competencias, en la Transmodernidad, requieren un aumento de saber
crítico que alude a la disposición de desentrañar lo subyacente, identificar intencionalidades y
propósitos, mediante el manejo de todo tipo de relaciones” (2013).

El ejercicio de hacer un recorrido sobre aspectos categóricos sobre la historia y relacionar todo
aquello con nuestro presente, nos hace preguntarnos hacia dónde podríamos llegar, qué nos espera
en un futuro cercano o remoto. No es fácil responder ya que los estímulos y el continuo movimiento
del mundo es más dinámico cada vez más. ¿Qué nuevas identidades surgirán? ¿Cuánto falta para
juntar todas las situaciones bélicas y así abrir paso a respuestas en donde quizás termina la
transmodernidad?
Bibliografía.

Dussel, E. (1999). Posmodernidad y Transmodernidad. Primera edición, Ciudad de México: Lupus


Inquisitor.
Quijano, A. (2000). Colonialidad y poder; eurocentrismo y América Latina. Buenos Aires.
Camelo, D. (2017). Enrique Dussel y el mito de la modernidad. Cuadernos de filosofía
latinoamericana, 38 (116), 97-115.
GESCO. (2012). Los avatares de la crítica de colonial. Tabula Rasa (16), 213-230.
Freire, P, (2005). Pedagogía del oprimido. Segunda edición, Ciudad de México: Siglo veintiuno
editores.
Daros, W. (2013). ¿Nuevas competencias para la educación en la transmodernidad?. Signos de
educación a distancia, (49), 1-24.

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