Los Pobres Segun La Teologia de La Libe PDF
Los Pobres Segun La Teologia de La Libe PDF
Los Pobres Segun La Teologia de La Libe PDF
Resumen
ABSTRACT
Joel Iparraguirre
[email protected]
Facultad de Teología
Universidad Peruana Unión
Introducción
Fundamentos filosóficos de la TL
4
Ibíd., “Renewing the Option for the Poor”, en Liberation Theologies,
Postmodernity, and the Americas, eds. David Butstone y Eduardo Mendieta (New York:
Routledge, 1997), 72.
5
Por motivos de espacio, el presente trabajo no puede presentar de forma
detallada los antecedentes históricos y a los fundadores de la TL. Sin embargo, si el
lector perspicaz desea conocer más del tema y encontrar una bibliografía detallada,
en español, puede consultar Miguel Ángel Núñez Pérez, “Escatología de la Teología
de la Liberación: Un análisis crítico desde una perspectiva bíblica” (Tesis doctoral,
Universidad Adventista del Plata, 2004). En inglés puede ver Atilio Dupertuis,
“Liberation Theology’s Use of the Exodus As a Soteriological Model” (Tesis doctoral,
Andrews University, 1982); ídem, “How Liberating is Liberation Theology?” Signs of
the Times, diciembre (1985): 19; ídem, “Liberation Theology”, Journal of the Adventist
Theological Society 2:2 (1991); Amin Rodor, “The Concept of the Poor in the Context
of the Ecclesiology of Liberation Theology” (Tesis doctoral, Andrews University,
1986); Víctor Figueroa, “Gustavo Gutiérrez’s Understanding of the Kingdom of God in
the Light of the Second Vatican Council” (Tesis doctoral, Andrews University, 1999).
6
Phillip Berryman menciona que los teólogos de la liberación consideran
a algunos de esos misioneros como sus precursores (Teología de la liberación: Los
hechos esenciales en torno al movimiento revolucionario en América Latina y otros
lugares [México: Siglo Veintiuno Editores, 1998], 14).
138 Joel Iparraguirre
7
Por ejemplo, Pedro de Córdoba, Antonio de Montecinos, Antonio de
Valdivieso y Bartolomé de las Casas. Ver Enrique Dussel, Historia de la iglesia en
América Latina: Coloniaje y liberación 1492-1992 (Madrid: Mundo Negro/Esquila
Misional, 1992), 89-116; ídem, El episcopado latinoamericano y la liberación de los
pobres 1504-1620 (México: Centro de Reflexión Teológica, 1979), 27-43.
8
Anthony Gill, “The Study of Liberation Theology: What Next?”, Journal for
the Scientific Study of Religion 41:1 (2002): 87. En adelante JSSR.
9
Gustavo Gutiérrez, nació en Lima, Perú en 1928. Estudió medicina en la
Universidad San Marcos, en Lima; al mismo tiempo realizó estudios de filosofía. Des-
pués de cinco años de estudio se trasladó a Santiago, Chile y luego viajó a Europa.
Entre 1951 y 1955 estudió filosofía y psicología en la Universidad de Lovaina, Bélgica.
Mientras estaba en Lovaina hizo amistad con el sacerdote colombiano que luego se
convertiría en guerrillero, Camilo Torres, quien hizo estudios de posgrado en sociolo-
gía entre los años 1953 y 1955 en la misma universidad. Desde 1955 a 1959 estudió
teología en la Universidad de Lyon, Francia. Fue ordenado al sacerdocio el año 1959
en Lima. En el año 1960 pasó un año de estudio en la Universidad Gregoriana de
Roma. Enseñó en la Universidad Católica de Lima. Además, por 20 años trabajó como
sacerdote del barrio popular de Rímac, de la capital peruana. Desde el año 2001 di-
rige la Sociedad John Cardinal O’Hara, en el ámbito de la teología en la Universidad
de Notre Dame, EE.UU. El año 2003 fue incorporado a la Academia de Artes y Ciencias
Norteamericana y además recibió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y
Humanidades, en España. Véase Nuñez, “Escatología de la Teología de la Liberación”, 8.
10
Cabe destacar que los antecedentes ideológicos para que Gutiérrez pue-
da asentar su teología se los debe a Jürgen Moltmann y a Johann Baptist Metz. El
primero fue un teólogo protestante alemán, mientras que el segundo fue un teólogo
católico. Aunque estos dos desarrollaron algunos temas fundamentales —especial-
mente escatológicos—, Metz es el más citado entre los teólogos de la liberación ya
que creó el concepto de “teología política”.
Asimismo, algunos han sugerido que Gutiérrez también pudo haber toma-
do como referencia a Walter Rauschenbuch, teólogo norteamericano que desarrolló
el “evangelio social del liberalismo teológico”. Para más información véase Omar Oja-
nama, “¿Debe el cristiano participar en la lucha social?: Un ensayo comparativo entre
el pensamiento de Gutiérrez y el mensaje bíblico del evangelio”, en este número.
11
Gill menciona que esta obra marca el nacimiento de la TL (“The Study of
Liberation Theology: What Next?”, JSSR 41:1 [2002]: 87). De modo similar mencio-
na Roberto Oliveros. Él dice que la obra de Gutiérrez es prerrequisito para entender
la TL y la teología latinoamericana por ser el “patriarca de esta reflexión teológica”.
Los “pobres” según la Teología de la Liberación 139
Marxismo, ¿la base hermenéutica?
Además, afirma que esta obra constituye “un hito, un salto cualitativo en la teología
latinoamericana” (Oliveros, “Teología de la liberación: Su génesis, crecimiento y con-
solidación (1968-1988)”, en Teología y liberación: Perspectivas y desafíos: Ensayos en
torno a la obra de Gustavo Gutiérrez, P.E. Arns y otros, ed. Leonardo Boff (Lima: Instituto
Bartolomé de las Casas/CEP, 1989), 89, 92.
Véase Richard M. Davidson, “Biblical Interpretation”, en Handbook of Se-
12
venth-day Theology, ed. George W. Reid (Hagerstown, MD: Review and Herald, 2000),
60; ídem, “Interpretando las Escrituras de acuerdo a las Escrituras: Hacia una com-
prensión de la hermenéutica adventista”, que será publicado en la revista Didajé 3:1
de 2014. Adicionalmente, ver Raoul Dederen, “Revelation, Inspiration, and Herme-
neutics”, en A Symposium on Biblical Hermeneutics, ed. Gordon M. Hyde (Washington,
DC: Review and Herald, 1974), 1-16; Gerhard F. Hasel, “General Principles of Interpre-
tation”, A Symposium on Biblical Hermeneutics, 163-194. Norman Gulley, Systematic
Theology: Prolegomena (Berrien Spring, MI: Andrews University Press, 2003); Frank M.
Hasel, “Presuposiciones en la interpretación de las Escrituras” en Entender las Sagra-
das Escrituras: El enfoque Adventista, trad. Cantábriga SC., ed. George W. Reid (Doral,
FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2009), 33-58; Peter M. van Bemmelen, “La
autoridad de las Escrituras”, en Entender las Sagradas Escrituras, 95-112.
José M. Martínez, Hermenéutica bíblica: Cómo interpretar las Sagradas Es-
13
crituras (Barcelona: Editorial Clie, 1984), 16. Véase también Ekkehardt Müller, “Pautas
para interpretar las Escrituras”, en Entender las Sagradas Escrituras, 137-166; Gerhard
Pfandl, The Authority and Interpretation of Scripture (Wahroonga, Australia: South
Pacific Division of Seventh-day Adventists, n.d.); Henry A. Virkler, Hermeneutics: Prin-
ciples and Processes of Biblical Interpretation (Grand Rapids, MI: Baker, 1981).
Para ver un análisis de la metodología que emplea la TL, ver Xosé
14
30
Es la crítica que habitualmente se ha hecho a la TL especialmente por sus
críticos más acérrimos. El teólogo católico norteamericano Michael Novak afirma
que “lamentablemente fuerzas marxistas-leninistas han utilizado la Iglesia como un
arma política contra la propiedad privada y el sistema capitalista de producción, infil-
trando la comunidad religiosa con ideas que son menos cristianas que comunistas”,
Novak, El espíritu del capitalismo democrático, 73. Véase además Ernest Lefever, “The
WCC: An Uneasy Alliance Between God and Marx?”, Christianity Today (Septiembre 7,
1979), 23-28; Emmette Weir, “The Bible and Marx: A Discussion of the Hermeneutics
of Liberation Theology”, Scottish Journal of Theology 35:4 (1982): 337-350; Raúl Has-
bún, “Teología de la traición”, Revista de Derecho Público (Universidad de Chile) 33-34
(1983): 201-203; James Thrower, “Marxism: The Liberation of Theology or a Theology
of Liberation?”, Theology 87:720 (1984): 420-426. Miguel Poradowski que acusa a la TL
de “pseudoteología”, La teología de la liberación, 3ª. ed. (Buenos Aires: Editorial Quijo-
te, 1985), 51; Ibañez , El marxismo, 249-313; Teología de la liberación y lucha de clases
(Santiago: Ediciones Universidad Católica de Chile, 1985), 53-124; ídem, Teología de
la liberación y libertad cristiana (Santiago: Universidad Católica de Chile, 1989), 44-66;
Fernando Moreno, De la fe a la ideología, (Santiago: Ediciones Universidad Católica
de Chile, 1989), 205-217; Alfonso López, “Marxismo en la teología vs. Opción por los
pobres”, en Crónica de las ideas: Para comprender un fin de siglo, ed. Jaime Antúnez
(Santiago: Editorial Andrés Bello, 1989), 259-272; James Spickard, “Trascending Mar-
xism: Liberation Theology and Critical Theology”, Cross Current (1992): 326-341. Cita-
do en Nuñez, 73.
Ibíd., 37.
31
Ibíd., 70.
32
144 Joel Iparraguirre
33
“Constitución pastoral Gaudium et spes sobre la iglesia en el mundo ac-
tual”, 55. En Documentos completos del Vaticano II (Bilbao: Ediciones Mensajero,
1980), 188.
Gutiérrez, Teología de la Liberación: Perspectivas, 64.
34
Núñez, 69.
37
42
Los expertos han propuesto que este término se refería a los jornaleros
sin tierras. Ver T. Desmond Alexander y David W. Baker, eds., Pentateuco: Diccionario
del Antiguo Testamento – Compendio de las ciencias bíblicas contemporáneas, trad.
Rubén Gómez Pons (Viladecavalls, España: Editorial CLIE, 2012), 720.
43
Para un análisis desde la perspectiva de la TL, véase Rogelio de Almeida,
“Pobreza: Desde una teología de la liberación”, Ibid., 2:259-277. Véase además Enri-
que Dussel, “Ética de la liberación: Hipótesis fundamentales”, Concilium 192 (1984):
249-262; A. Moser, “La representación de Dios en la ética de la liberación”, Concilium
192 (1984): 229-238.
Para una síntesis del concepto “pobreza” en la Biblia, véase Anne-Lene Fen-
ger, “Pobreza: Historia bíblica”, Diccionario de conceptos teológicos, ed. Peter Eicher,
trad. Xavier Moll (Barcelona: Editorial Herder, 1989), 2: 249-259.
44
Gustavo Gutiérrez, ¿Dónde dormirán los pobres? (Lima, Perú: CEP-Instituto
Bartolomé de Las Casas, 1996), 11.
45
Leonardo Boff, Teología desde el lugar del pobre, trad. Jesús García (Santan-
der: Sal Terrae, 1986), 69.
146 Joel Iparraguirre
Jesucristo el liberador: Ensayos de cristología crítica para nuestro tiempo, trad. Jesús
García-Abril [Santander: Editorial Sal Terrae, 1980] publicado originalmente en Brasil
en 1975] originalmente publicado en Brasil en el año 1975).
47
Leonardo Leonardo y Clodovis Boff. Libertad y liberación, trad. Alfonso Or-
tiz (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1982), 73. Énfasis añadido.
48
El concepto “liberación”, en la TL, tiene al menos tres niveles de compren-
sión: (1) El “nivel sociopolítico, es decir, la liberación de los oprimidos”; (2) “nivel an-
tropológico: liberación para una sociedad cualitativamente diversa, de dimensión
humana”; (3) “nivel teológico: liberación del pecado, raíz última de toda injusticia y
opresión, mediante una vida de comunión y participación” (Rosino Gibellini, La teo-
logía del siglo XX, trad. Rufino Velasco [Santander: Sal Terrae, 1998], 378).
Gutiérrez, Teología de la Liberación: Perspectivas, 16.
49
otro natural e histórico, sino que una misma gracia alza a un nivel sobrenatural a
todo ser humano y le da los medios necesarios para cumplir, en el amor, ese destino
en la única historia…” (Juan Luis Segundo, Liberación de la teología, [Buenos Aires:
Ediciones Carlos Lohlé, 1975], 8).
Leonardo Boff, Teología del cautiverio y la liberación trad. Alfonso Ortiz
51
52
Sin duda “la economía, en el sentido general de estudio crítico de la pro-
ducción, la distribución y el consumo de la riqueza en la sociedad humana, es un
tema clave en la teología de la liberación”, Valpy Fitzgerald, “La economía y la teo-
logía de la liberación”, en La teología de la liberación, ed. Christopher Rowland; trad.
Francisco Peña y Fernán González-Alemán (Cambridge: Cambridge University Press,
2000), 275.
53
Este concepto tiene connotaciones marxistas, por más que sea enunciado
de manera diferente (Núñez, 66). Por otro lado, Ratzinger critica que “la defensa de
los pobres, conduce a una amalgama ruinosa entre el pobre de la Escritura y el prole-
tariado de Marx. Por ello el sentido cristiano del pobre se pervierte y el combate por
los derechos de los pobres se transforma en combate de clase en la perspectiva ideo-
lógica de la lucha de clases”, en Congregación para la Doctrina de la Fe, Instrucciones
sobre la Teología de la Liberación (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1986), 41.
Freire menciona que “no hay verdadero desarrollo de las sociedades de-
54
Conclusión
55
Con respecto a la antropología bíblica, ver las ponencias en audio y los
documentos no publicados en la Tercera Conferencia Bíblica Internacional, “Issues
in Biblical Anthropology from an Adventist Perspective”, que se llevó a cabo en Is-
rael, Jerusalén el 2012. Ver Arthur Stele, “Biblical Anthropology: Introduction and
Challenges”, 11 de junio de 2012; Randall W. Younker, “Illustrated overview of Biblical
Archaeology in Israel”, 14 de junio de 2012; Richard M. Davidson, “Biblical Anthropo-
logy and the Old Testament”, 16 de junio de 2012; Jon Paulien, “Biblical Anthropolo-
gy, Resurrection, and the New Man”, 17 de junio de 2012; Clinton Wahlen, “Greek Phi-
losophy, Judaism, and Biblical Anthropology”, 17 de junio de 2012; Ekkehardt Müller,
“Biblical Anthropology and the New Testament”, 17 de junio de 2012; Frank Hasel,
“Biblical Anthropology in Christian Theology”, 18 de junio de 2012; Cindy Tutsch, “Bi-
blical Anthropology and the Cosmic Conflict”, 18 de junio de 2012; Francisco Gayoba,
“Biblical Anthropology and Ministry in an Age of Spiritualism”, 19 de junio de 2012;
Tim Standish, “Creation, Evolution, and Human Nature”, 19 de junio de 2012; Félix
Cortez, “Death and Hell in Scripture”, 20 de junio de 2012; y Kwabena Donkor, “Un-
derstanding Spiritualistic Influences from Culture”, 20 de junio de 2012.
56
Al método histórico-crítico también se le conoce como “alta crítica, crí-
tica liberal, crítica moderna” (Raoul Dederen, ed., Teología: Fundamentos bíblicos de
nuestra fe, trads. Tulio N. Peverini y Miguel A. Valdivia [Miami, FL: Asociación Publica-
dora Interamericana, 2005], 1:27, 28). Para un análisis de las bases y postulados del
método histórico-crítico, véase Archie Nations, “Historical Criticism and the Current
Methodological Crisis”, Scottish Journal of Theology 36 (1983): 60; Gerhard F. Hasel,
Los “pobres” según la Teología de la Liberación 149
que la TL se aleja del verdadero significado de las Escrituras, esta es
considerada como otro método más utilizado por los críticos libera-
les.57
Para que un verdadero creyente pueda hacer “teología”, el cen-
tro de todo debe ser Dios. No obstante, si uno hace “teología” tomando
como centro al ser humano, se estaría haciendo un “antropocentrismo”
más que una teología. Y esto no tiene apoyo escriturístico, sino filosófi-
co, como hemos visto anteriormente.
Understanding the Living Word of God (Mountain View, CA: Pacific Press, 1980), 92-95,
146-178; ídem, Biblical Interpretation Today: An Analysis of Modern Methods of Biblical
Interpretation and Proposals for the Interpretation of the Bible as the Word of God (Lin-
coln, NB: College View Printers/Biblical Research Institute, 1985); Ángel Manuel Ro-
dríguez, “El uso de la versión modificada del método histórico-crítico por parte de los
eruditos adventistas”, en Entender las Sagradas Escrituras: El enfoque adventista, trad.
Cantábriga, SC., ed. George W. Reid, 1ra ed. (Doral, FL: Asociación Publicadora Intera-
mericana, 2009), 4:415-430; Richard M. Davidson, “Interpretación bíblica” en Tratado
de Teología Adventista, trads. Tulio N. Peverini, Miguel A. Valdivia, Silvia González y
David P. Gullón (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2009), 9:109-
110; Raúl Kerbs, “El método histórico-crítico en teología: En busca de su estructura
básica y de las interpretaciones subyacentes – Parte I”, DavarLogos 1:2 (2002): 105-
123; y la Parte II en DavarLogos 2:1 (2003):1-27. Kerbs señala que “no existe el método
histórico-crítico sino una pluralidad de métodos históricos (crítica literaria o de las
fuentes, crítica de las formas, de la tradición, de la redacción) y que en el concepto de
‘método histórico-crítico’ se reúnen ciertos requisitos como el compromiso de inves-
tigar sin presuposiciones dogmáticas, mantener un alto grado de objetividad, evitar
controles eclesiásticos y aceptar las nociones históricas seculares de homogeneidad
histórica, causa y efecto y crítica de las fuentes” (Kerbs, “El método histórico-crítico en
teología – Parte I”, 105-106).
Profundas críticas al método histórico-crítico por no adventistas son encon-
tradas en Gerhard Maier, The End of the Historical-Critical Method (St. Louis, [MO]: Con-
cordia, 1977); idem, Biblical Hermeneutics; Vern S. Poythress, Science and Hermeneutics:
Implications of Scientific Method for Biblical Interpretation (Grand Rapids, MI: Zondervan,
1988); Thomas C. Oden, After Modernity... What? Agenda for Theology (Grand Rapids, MI:
Zondervan, 1990); Eta Linnemann, Historical Criticism of the Bible: Methodology or Ide-
ology? (Grand Rapids, MI: Baker, 1990); Gerhard Maier, Biblical Hermeneutics (Wheaton,
IL: Crossway, 1994), 209-306.
Davidson, “Biblical Interpretation”, 93-94; ídem, “The Bible: Revelation and
57
Autority” (Silver Spring, MD: Institute for Christian Teaching, 2000), 46.