Resumen: Paponi, María Susana - Foucault Le Dice A Marx
Resumen: Paponi, María Susana - Foucault Le Dice A Marx
Resumen: Paponi, María Susana - Foucault Le Dice A Marx
La representación moderna del mundo tal como es concebida por Rousseau, Voltaire, etc. Postula
igualdad, fraternidad, libertad. Ni Marx ni Foucault encuentran que se haya materializado ese
mundo.
La idea de un ser humano completamente libre que diseña el mundo a partir de su voluntad ha
fallado y, de hecho, ha desarticulado el mundo. Si bien tanto Marx como Foucault postulan
soluciones distintas, ambas ponen en tela de juicio una “sociedad totalmente mitificada” (Paponi,
p. 53).
Foucault postula que el sujeto es un discurso “no disponible”, ya que este no es a priori, sino que
es el producto de las prácticas sociales y de los discursos que ellas generan. El sujeto, así, no es un
dato primitivo, sino un efecto. Por tanto, no hay sujeto del conocimiento.
Por otro lado, en Marx plantea una fe en el sujeto definible y por tanto universal que, no obstante,
está preparando su realización mediante la liberación y emancipación total de su ser y aunque no
necesariamente la humanidad avance hacia su perfección o felicidad, “hay un rescate de la
formulación utópica de un futuro que el sujeto es capaz de pergeñar”.
En Foucault, hay siempre “más espacio para lo aleatorio” (Paponi, p. 55), en vista de que no hay
estructura capaz de orientar una teleología humana.
Foucault dirá:
“es preciso desembarazarse del sujeto constituyente, desembarazarse del sujeto mismo, es decir,
llegar a un análisis que pueda dar cuenta de la constitución de los saberes, de los discursos, de los
dominios de objeto, etc., sin tener que referirse a un sujeto que sea trascendente en relación al
campo de los acontecimientos o que corre en su identidad vacía, a través de la historia” (Foucault,
Verdad y poder en Microfísica del poder, p. 181).
Esto porque en Foucault no hay globalidad, sino pluralidad de discurso. Por esta razón tampoco es
posible detectar una gran causalidad ni síntesis. No hay principio de organización de la historia. No
hay progreso.
Afirma Paponi que la imposibilidad de prefigurar una existencia del sujeto conlleva la imposibilidad
de prefigurar finalidades, síntesis y totalidades, “lo que tenemos que hace es analizar
racionalidades específicas en lugar de invocar siempre el progreso de la racionalidad en general”
(El sujeto y el poder en Dreyfus, Rabinow, Foucault Más allá del estructuralismo y la hermenéutica,
PAponi, p. 56).
No es acá, la postulación de la nada del sujeto. Foucault apunta, más bien, a la comprensión de la
constitución histórica de sujetos que se generan por virtud de determinadas prácticas sociales, por
eso es que debe ser analizado del modo en que las relaciones de sujeción pueden fabricar sujetos.
En este sentido, la crítica de Foucault al sujeto ilustrado es que no hay “nada esencial que pueda
llamarse sujeto, sino que se trata de una figura diseñada al interior de un saber: el humanismo que
convirtió a los seres humanos en “sujetos” (Paponi, p. 56).
Acerca de la ideología, Foucault también critica el concepto de sujeto que subyace en el fondo de
esa concepción, no se desconocen las condiciones producidas por el poder estatal ni las relaciones
de producción económica, sino que su indagación supone criticar el presupuesto de que “tras
correr el velamiento de la ideología, en recuperarse de la alienación a la que se encuentra
sometido. No hay sujeto originario que recuperar, ni verdad previa velada por la ideología” (57).
Foucault no niega que haya “concentraciones de poder” que nos llevarían a la aparición de la línea
divisoria entre dominador-dominados, sino que afirma que el poder no es prioridad de una clase.
“El poder no está localizado en los aparatos sino que habla de una red de poder (...), no se trata de
un punto desde el que el poder se imparte, lo que se ve funcionando es toda una microfísica del
poder” (57). Nada es sin poder.