GUÍA de TRABAJO Causas de La Guerra Del Pacifico
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INSTRUCCIONES:
Causas de la guerra
La extracción del salitre y el guano en este lugar era muy beneficiosa debido a las
ganancias que generaba su comercialización. Esto provocó grandes problemas
entre Chile y Bolivia, países que para terminar con esta diferencia firmaron un
tratado en 1866 que estableció que el límite entre ambos países sería el paralelo
24°. Los productos obtenidos por la explotación del salitre y guano entre los
paralelos 23° y 25° serían repartidos por partes iguales entre ambos países.
Sin embargo, este tratado no duró mucho tiempo. En 1874 se firmó un nuevo
acuerdo que confirmaba la frontera en el paralelo 24° y terminaba con la
distribución de los ingresos obtenidos entre los paralelos 23° y 25°. Aun así, los
intereses nacionales se veían resguardados, ya que este acuerdo garantizaba que
durante 25 años a los empresarios chilenos no se les aumentarían los derechos
de exportación sobre los minerales extraídos en esa zona; tampoco se impondrían
más contribuciones a las personas, industrias ni inversiones chilenas.
La guerra del Pacífico tuvo un carácter nacional, es decir, fue vivida por todos los
chilenos y chilenas, incluso las disputas entre liberales y conservadores quedaron
de lado por un tiempo.
También hubo mujeres que jugaron un rol activo en la guerra, participando desde
sus hogares de una manera más bien anónima, pero no por ello menos
significativa: fueron costureras, hilanderas, lavanderas y enfermeras, atendiendo
diversos tipos de necesidades militares.
Por otro lado, estaban las cantineras, mujeres que recién comenzada la guerra
corrieron a alistarse en los regimientos, impulsadas por su patriotismo y por el
deseo de ayudar a las víctimas de las batallas. Estas mujeres vestían el mismo
uniforme que los soldados de su batallón, ayudaban durante los combates
repartiendo agua y municiones, socorriendo y aliviando a los heridos e, incluso,
empuñando el fusil y luchando en caso de necesidad.
Cuarenta años más tarde, el coronel Enrique Phillips escribiría sobre ella en El
Mercurio: “Ninguna superó en valor a Irene Morales, el tipo de la mujer chilena”.