AGRAVIOS
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Para darle fortaleza a mi argumento, procederé a establecer que debemos entender por
prescripción adquisitiva.
En principio, tenemos que el Código Civil de Nuevo Leon, Capitulo II “De la Prescripción
Positiva” en el Articulo 1149, Fracción I, establece lo siguiente:
“En cinco años, cuando se poseen con justo título, en concepto de propietario, buena
fe, pacifica, continua y públicamente” …
Es así, un modo de adquisición originario puesto que tal adquisición se produce con
independencia de cualquier relación de hecho o de derecho del titular anterior sobre el
bien y que tiene por efectos principales, transmitir al poseedor, en virtud de un nuevo
título, el derecho prescrito, retrotrayendo el derecho de propiedad al día en que se inició
la posesión.
En ese sentido, que el Código Civil permita la prescripción adquisitiva no iría en contra
de la propiedad protegida constitucionalmente, sino a favor suyo; pues entendiendo a la
posesión como la exteriorización de la propiedad, permitiendo al poseedor que ha
adoptado una conducta de propietario o que ha desplegado la apariencia de tal hacerse
de un título de propiedad se estaría permitiendo al propietario legítimo obtenerlo sin la
necesidad de probar una cadena de transferencias de propiedad sin vicios, lo que en
Roma era llamado la “probatio diabolis”, debido a la dificultad que ello significaba.
Sin embargo, al darse este tipo de beneficio probatorio, también se ha permitido que
aquellos poseedores sin un derecho legítimo a la propiedad puedan adquirir esta, es por
ello por lo que la ley, en este tipo de casos, ha fijado un periodo de tiempo más elevado
para que pueda adquirirse la propiedad que de aquel que adquiere con justo título y
buena fe.
Dicho lo anterior, podemos demostrar que el demandante cumple con cada uno de los
requisitos para que la prescripción sea válida, aun así, si es por error.
Es por ello por lo que a quien posee de una manera clandestina u oculta su posesión
frente a su entorno no podrá presumirse como titular del derecho, pues siendo la
prescripción una manera útil y necesaria de protección del legítimo propietario esta no
puede tutelar a quien no se comporte como tal efectuando actos de pública posesión.
Además de ello, la posesión pública obedece también a otro propósito elemental que
es, en caso de que el poseedor actual no tenga derecho a la propiedad, permitir al
legítimo propietario oponerse a tal posesión, lo cual no podría hacerse si aquel
mantiene una posesión clandestina, negándose al verdadero titular del derecho la
oportunidad de proteger su propiedad.
Ahora bien, para que pueda adquirirse la propiedad por prescripción adquisitiva debe
considerarse el transcurso del plazo legal, lo cual tambien nuestro demandante cumplió
el día de hoy 14 de Mayo del 2019 los 7 años, es decir se sobrepasó los años requeridos
para adquirir la propiedad.
En lo que respecta al justo título de acuerdo con Guillermo Cabanellas de Torres significa
lo siguiente:
“El justo titulo es aquel fundamento que determina que una persona posee o ha
adquirido legítimamente un derecho, como también el documento que acredita el acto
de la adquisición”.
Ahora bien, el demante tiene un justo título que es subjetivamente valido para acreditar
que la posesión se adquirió de una manera pacífica y cumpliendo los requisitos
anteriormente dichos para adquirir de una vez la propiedad tal como lo menciona la
siguiente tesis:
El artículo 1151, fracción I, del Código Civil para el Distrito Federal, no emplea, como lo hacía la
legislación anterior, la denominación de justo título, sino únicamente se refiere a la posesión en
concepto de dueño, que admite la posesión con titulo objetiva o subjetivamente valido. Así, en
ambos casos, se podría estar en el supuesto normativo que exige que se acredite la posesión en
concepto de propietario. En el primer supuesto, relativo al título objetivamente valido, no hay
duda de que la posesión será en concepto de propietario, dada la validez plena del documento.
En el segundo, correspondiente al título subjetivamente valido, también se da el "animus domini",
o sea, la posesión en concepto de propietario, cuando hay creencia fundada respecto de la validez
del título, aun en los casos de error de hecho o de derecho, si el interesado ignora que s título es
putativo o imaginario. En esa virtud, resulta incuestionable que, de acuerdo con el precepto legal
citado, es posible que prospere la acción de prescripción adquisitiva incluso fundada en un
documento traslativo de dominio viciado, como causa generadora de la posesión, siempre y
cuando se ignoren los vicios del título y se reúnan los demás requisitos que al efecto enumera la
ley; al no haberlo considerado así la Sala responsable, su fallo es ilegal.
Respecto a lo anterior, podemos resaltar varios puntos:
Este articulo es parecido a nuestro articulo 1149 del Código Civil de Nuevo
Leon.
2. El “animus domini”
“Es el elemento esencial en la posesión que implica, la intención o voluntad que
tiene una persona respecto a una cosa, de comportarse como su propietario, lo
sea o no.”
Entonces el justo título es necesario en la posesión, para ser poseedor regular, para
adquirir la prescripción adquisitiva de dominio ordinaria, la cual se adquiere a los tres
años para los bienes muebles y a los cinco años para los bienes inmuebles. Al ser
poseedores regulares, es decir, que la posesión proviene de justo título, podemos
adquirir el dominio de las cosas por prescripción ordinaria.
En conclusión, podemos decir que el poseedor que además de los elementos copulativos
requeridos para que se constituya la prescripción adquisitiva (posesión continua, pacífica
y pública como propietario), cuente con justo título y buena fe, podrá solicitar, que se le
declare propietario del inmueble, cuyos efectos se retrotraerán, al momento en que se
ejercitó la posesión. S
Evidentemente lo anterior, al ser rechazado por una autoridad competente, sin que implique
el ejercicio de exhaustividad, ni funde, ni motive la causa legal es por ende una violación a
la prescripción adquisitiva consagradas en el artículo 1149 del Código Civil de Nuevo Leon
considerando que el justo título es subjetivamente valido.
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