EL CAZADOR DE LA LAGUNA DE ALCACOCHA (Cuento Andino Peruano)

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EL CAZADOR DE LA LAGUNA DE ALCACOCHA

(Laguna ubicado en los territorios de la comunidad de Rancas)

Hugo ROJAS RIVERA Docente


ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4974-5914

Era tiempos en que los alimentos escaseaban por motivos de la sequía que
sufría nuestra madre naturaleza, en aquellos tiempos una familia que vivía en
Alcacocha cuya labor ganadera y agrícola se vio diezmada por la sequía, don
Ushtaco preocupado por su familia día, tras día se dedicaba a la pesca de peces, ranas, etc y a la caza de aves como
la huachua, pato, perdiz, yanavico entre otros abundantes en la laguna; de ello dependía la familia para llevar un bocado
a su hambriento estómago, este hecho fue visto por una sirena quien puso en su camino una escopeta de oro en medio
de la neblina, al ver don Ushtaco tomo el arma y agradeció a Dios por tan bendito regalo, ese día cazo muchas aves y
sus hijos tuvieron mucho que comer, con esas fuerzas al día siguiente reparo su viejo bote de totora y lo puso a punto
para ingresar más al centro del totoral, donde las aves anidaban y ponían sus huevos; provisto de pececillos para ají,
bagre, huevos de distintas aves se dirigió a la ciudad de Cerro de Pasco, donde al enterarse los gringos de la Empresa
Cerro de Pasco Copper Corporation le encargaron huevos de perdiz que era el encanto de ellos, más adelante un
gringo encargo cazar vivo un pito, hecho que cumplió y este dio a su menor hijo que padecía de desmayos y con ello
fue sanando día tras día, este hecho se disemino por todo la región Pasco, por ello lo buscaban y le encargaban huevo
de diversas aves, ranas, truchas, etc, etc.
Una mañana llena de neblina ingreso a la laguna como siempre pues él tenía varios encargos y tenía que cumplirlos,
para su sorpresa a orillas de la laguna lo esperaba una bella mujer de mirada penetrante, cabellos castaños claros,
ojos verdes, cintura de avispa, sentado sobre el totoral a quien dijo ¿Qué haces acá, es muy peligroso, esta laguna, es
tumba de muchos cazadores y vecinos?, no te preocupes don Ushtacu respondió la sirena, el arma que tienes, las
aves y los huevos que llevaste a casa te ayude yo, no te preocupes, yo estoy sola, busco a un hombre trabajador y fiel,
que bien respondió don Ushtacu, atinando a decir aquí el hijo de don Florencio es un buen joven también trabajador y
respetuoso; no, no, no digas más si fuera trabajador no estaría durmiendo a esta hora, lo conozco, estoy interesado
en ti Ushtacu no te das cuenta yo sufro por ti, quisiera darte mi corazón y mi vida a cambio de tu trabajo si tú te
quedas conmigo, pensó don Ushtacu primero en su mujer a quien había jurado amarlo eternamente, pensaba también
en sus hijos, ¿que será de mis hijos?, ¿ que comerán? no, no, no puedo aceptar señorita si me quedo contigo que sería
de mi familia ellos me quieren y me esperan; piénsalo don Ushtacu en la vida hay una sola oportunidad, diciendo esto
la sirena se alejó braceando en las gélidas aguas del Alcacocha y don Ushtacu quedo pensativo al poco rato reinicio
su faena dado que tenía pedidos que cumplir, logrando su cometido bajo el intenso sol de la mañana regreso a casa y
conto lo sucedido a su familia.
Otro día después de un tiempo salió temprano y se reencontró con la sirena, la misma que no le causó sorpresa pues
ya la conocía, y esta al verlo la sirena pregunto presurosa don Ushtacu ¿Por qué te sacrificas tanto, porque no puedes
darte una nueva oportunidad? A la que respondió no puedo señorita, sé que eres la mujer más encantadora del mundo,
gracias quizá no me lo merezco tan especial propuesta, mil gracias, al oír la sirena se sumergió a las cristalinas aguas
de la laguna, don Ushtacu quedo atónito, no pudo decir más, ya no estaba pero su pensamiento y su corazón estaba
en su esposa y sus hijos, el hombre prosiguió con su trabajo de pesca y casa pero cuando ingresaba a la laguna veía
en el reflejo de las pequeñas olas la imagen de la señorita quien la miraba fijamente, este hecho no le parecía bien se
creía observado, vigilado y no podía seguir con sus labores cotidianas con normalidad, por ello antes de ingresar a la
laguna masticaba su coquita y se encargaba al jirka para que le protege.
Después de un tiempo pensó que mejor sería alejarse sin que nadie lo sepa, así poder llevar una vida llena de amor y
felicidad al lado de su esposa y sus hijos, antes llevar adelante sus planes invito a su mujer y sus hijos a pasear con
el bote en la laguna, cogieron muchos huevos y casaron muchas aves, la sirena contemplo lo sucedido y don Ushtacu
ni siquiera pensó en esos momentos de su huida por que dice que las sirenas pueden leer el pensamiento, su familia
muy atento en la noche en su choza escucho a Ushtacu y aprobaron su idea de alejarse de la zona, así fue al anochecer
se fueron sin rumbo y desaparecieron de su choza dejando todo intacto; al percatarse los vecinos quienes la vieron a
la familia entera en el vote días antes pensaron que se hundieron en las profundas aguas cristalinas de Alcacocha por
lo que atinaron a buscarlo con otros botes, hallaron el bote malogrado lo que aumento la idea de que la familia de
Ushtacu yacía en las profundidades del Alcacocha, para algunos ambiciosos fue una gran oportunidad encontrar el
cadáver y apoderarse de la escopeta de oro, entonces arriesgaron su vida e ingresaron tanto como pudieron muchos
se ahogaron y no encontraron nada, pero la noticia de la escopeta de oro era un imán que siempre captaba el interés
de mucha gente, mientras tanto Ushtacu prosiguió su vida humilde al lado de su familia y la sirena llena de rabia
siempre se pagaba con la vida de muchos atrevidos que ingresaban a la laguna en busca de la escopeta de oro.

Autor. Hugo Z. ROJAS RIVERA

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