Gastroenteritis
Gastroenteritis
Gastroenteritis
¿Qué es la gastroenteritis?
Es una enfermedad caracterizada por la inflamación del tracto
gastrointestinal que está compuesto por el estómago y el
intestino delgado.
Se calcula que en el mundo se producen entre 3 y 5 mil millones
de casos de gastroenteritis al año, que afectan principalmente
a niños y aquellos en países en vías de desarrollo
Diagnostico
Cuando se tiene una diarrea aguda, en el 90% de los casos se trata
de una gastroenteritis.
Para diagnosticar la posible presencia y la tipología de los virus que
pueden estar causando una gastroenteritis se realiza un examen de
heces, aunque no suele ser lo común. Si bien esta patología no es
mortal por sí misma, la deshidratación que produce, si no se ingiere
la cantidad de líquido suficiente, puede causar la muerte; es por esto
que normalmente el especialista buscará signos de deshidratación,
como:
Sequedad bucal.
Orina de color amarillo oscuro.
Ojos hundidos.
Hipotensión arterial.
Puntos hundidos en la cabeza (en el caso de bebés).
Confusión.
Vértigo.
A veces incluso es contagiada en el entorno familiar o por mala
preparación de algún alimento.
Si es bastante aguda se analizarán las heces para verificar la
presencia de:
Un virus.
Una bacteria.
Un parásito
Virus Pequeños
Tratamiento
El tratamiento de la gastroenteritis se limita a reponer los líquidos,
electrolitos y nutrientes perdidos con la diarrea.
En el caso de la gastroenteritis de origen bacteriano, los pacientes, a
veces, tienen que tomar medicamentos específicos contra los
patógenos, es decir, antibióticos.
Prevenciones
La mejor forma de prevención de la gastroenteritis viral es por medio
de una manipulación adecuada de los alimentos y del lavado
cuidadoso de las manos después de ir al baño.
Se recomienda una vacuna a los niños menores de 2 meses para
prevenir la infección grave por rotavirus.
Los especialistas recomiendan tomar precauciones con los productos
elaborados con salsas que contengan huevo. Este alimento puede
tener salmonella, que se reproduce rápidamente si pasa mucho
tiempo desde el momento de la elaboración hasta su consumo. Esto
es lo que ocurre muchas veces en banquetes o celebraciones en las
que participa mucha gente. Los alimentos están preparados con
tiempo y pueden darse casos de intoxicaciones aparatosas. Este
mismo fenómeno se produce con los pescados y mariscos que se
ingieren crudos.
También hay que tener especial cuidado con los helados que se
venden en quioscos ambulantes y se preparan de forma artesanal,
ya que en ocasiones no existe una garantía de que estén en buenas
condiciones. Muchos de ellos están hechos con leche y este alimento
también se estropea con mayor facilidad en verano.
Gran parte de las gastroenteritis estivales, el periodo por excelencia
de la enfermedad, se deben a la ingestión de agua no tratada.
Cuando se viaje a sitios en los que se bebe agua extraída de pozos
o fuentes, es recomendable que el agua que se emplee para beber o
limpiar alimentos que no vayan a ser cocinados sea hervida o
esterilizada con lejía (una gota de lejía por cada litro de agua)".