Mfe 1.0 El Ejercito de Colombia

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MFE

MFE 1.0
1.0
P Ú B L I C O

EL
ELEJÉRCITO
EJÉRCITO
2017 | PÚBLICO
SEPTIEMBRE2017
SEPTIEMBRE

EJÉRCITO
EJÉRCITO NACIONAL
NACIONAL
DE DE COLOMBIA
COLOMBIA
MANUAL FUNDAMENTAL DEL EJÉRCITO
MFE 1.0 EL EJÉRCITO
PÚBLICO
Septiembre 2017

IMPRESO POR
IMPRENTA MILITAR DEL EJÉRCITO

Restricciones de distribución: ninguna. Se autoriza su


distribución pública.

Esta publicación está disponible en el portal del


Centro de Doctrina del Ejército - CEDOE
www.cedoe.mil.co
FUERZAS MILITARES DE COLOMBIA

EJÉRCITO NACIONAL
RESOLUCIÓN NÚMERO 01866 DE 2017
(28 DE SEPTIEMBRE DEL 2017)

Por la cual se aprueba la actualización del


“MANUAL FUNDAMENTAL DEL EJÉRCITO
MFE 1.0 EL EJÉRCITO”

EL COMANDANTE DEL EJÉRCITO NACIONAL


En uso de las atribuciones legales que le confiere el artículo 1, Capítulo VI,
numeral 26, literal c del Decreto N° 1605 de 1988 “Por el cual se aprueba el
Reglamento de Publicaciones Militares” FF.MM. 3-1 (Público), y

CONSIDERANDO
Que el Centro de Doctrina del Ejército elaboró el proceso de actualización del
“MANUAL FUNDAMENTAL DEL EJÉRCITO MFE 1.0 EL EJÉRCITO”, acorde
con lo dispuesto en el Capítulo III, numeral 8 del Decreto No. 1605 de 1988 y el
Capítulo II, Sección B del “Reglamento de Doctrina y Publicaciones Militares
del Ejército EJC 1-01 de 2017”.

Que el Comando de Educación y Doctrina y el Centro de Doctrina del Ejérci-


to, mediante Acta No. 84364 de fecha 10 de agosto de 2017 recomendaron
tramitar la actualización del “MANUAL FUNDAMENTAL DEL EJÉRCITO MFE
1.0 EL EJÉRCITO”.

RESUELVE
ARTÍCULO 1° Aprobar la actualización del “MANUAL FUNDAMENTAL DEL
EJÉRCITO MFE 1.0 EL EJÉRCITO”, de conformidad con lo es-
tablecido en el Capítulo III, numeral 6, literal a del Decreto
No. 1605 de 1988 y el Capítulo II, sección B, numeral 3, literal
J del Reglamento de Doctrina y Publicaciones Militares del
Ejército EJC 1-01 de 2017”, el cual se identificará así:

III
MANUAL FUNDAMENTAL DEL EJÉRCITO
EL EJÉRCITO
EJC MFE 1.0
PÚBLICO
SEPTIEMBRE 2017

ARTÍCULO 2° La retroalimentación relevante sobre el contenido del ma-


nual y las recomendaciones a que dé lugar la aplicación del
mismo deben ser presentadas al Comando de Educación y
Doctrina del Ejército, a fin de estudiarlas y tenerlas en cuen-
ta para su perfeccionamiento conforme lo establece el De-
creto No. 1605 de 1988 y el Capítulo II, sección B, numeral 4,
literal b, sub numeral 4 del “Reglamento de Doctrina y Publi-
caciones Militares del Ejército EJC 1-01 de 2017”.

ARTÍCULO 3° Disponer la publicación e implementación de la actualización


del Manual aprobado en la presente resolución de acuerdo
con lo dispuesto en el Capítulo II, numeral 3, literal c), sub
numeral 1, sub literal (c) y numeral 4 literal i) del Decreto No.
1605 de 1988 y en el Capítulo II, sección B, numeral 4 del “Re-
glamento de Doctrina y Publicaciones Militares del Ejército
EJC 1-01 de 2017”.

ARTÍCULO 4° La presente resolución rige a partir de la fecha de su expedi-


ción.

COMUNÍQUESE Y CÚMPLASE

Dada en Bogotá, D.C., a los 28 días del mes de septiembre de 2017.

General ALBERTO JOSÉ MEJÍA FERRERO


Comandante del Ejército Nacional

IV
MFE 1.0, C1

FUERZAS MILITARES DE COLOMBIA


EJÉRCITO NACIONAL

COMANDO DE EDUCACIÓN Y DOCTRINA

Cambio 1
Manual fundamental del Ejército
N.º 1.0
Público
Septiembre de 2017

EL EJÉRCITO

El MFE 1.0, El Ejército, aprobado según Resolución 01647 del 5 de


agosto de 2016 cambia así:
1. Se agrega el capítulo 6: Transparencia institucional Dirección
de Aplicación Normas de Transparencia, para alinearlo con las
políticas de transparencia que deben implementar las institu-
ciones del Estado.
2. El signo + identifica el nuevo material.
3. La modificación de la estructura del MFE 1.0, cambio 1, no per-
mite remover e insertar páginas.
REMOVER LAS PÁGINAS ANTIGUAS INSERTAR LAS PÁGINAS NUEVAS

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publicación para futuras referencias.

V
Página dejada en blanco intencionalmente
CONTENIDO

PRÓLOGO IX

INTRODUCCIÓN XI

CAPÍTULO 1 EL EJÉRCITO NACIONAL DE COLOMBIA 5


1.1. El dominio terrestre 6
1.2. Las operaciones terrestres 7
1.3. El poder terrestre de la nación 10
1.4. El Ejército Nacional de Colombia 12

CAPÍTULO 2 PRINCIPIOS Y VALORES DEL EJÉRCITO 23


2.1. Los principios del Ejército 24
2.2. El honor militar como principio específico 25
2.3. Los valores del Ejército 27
2.4. La difusión de los valores y principios 28

CAPÍTULO 3 NUESTRA PROFESIÓN 33


3.1. La confianza como fundamento de la profesión 34
3.2. Experticia militar 37
3.3. Servicio con honor 41
3.4. La ética militar 43
3.5. Espíritu de cuerpo o esprit de corps 44
3.6. Administradores y custodios 45

CAPÍTULO 4 EL EJÉRCITO Y LA FUERZA CONJUNTA 51


4.1. Misiones conjuntas 51
4.2. Competencias distintivas y facilitadoras 56
4.3. Interdependencia conjunta 67

VII
CAPÍTULO 5 NUESTRO DEBER CONTINUO 71
5.1. Derrotar las amenazas 71
5.2. Desarrollar el Ejército del futuro 72
5.3. Adaptabilidad operacional 75
5.4. Sostener el alistamiento del componente de reserva 79
5.5. Desarrollo de líderes del Ejército Nacional 80
5.6. Fortalecimiento de nuestra profesión 81
5.7. Soldados para la vida 82

CAPÍTULO 6 + TRANSPARENCIA INSTITUCIONAL DIRECCIÓN


DE APLICACIÓN NORMAS DE TRANSPARENCIA
DEL EJÉRCITO 87
6.1. Contexto general y estructura de la política
de transparencia institucional 88
ANEXO A NUESTRA ORGANIZACIÓN 103
Ejército de combate 104
Ejército generador de fuerza 105

ANEXO B BATALLAS Y CAMPAÑAS DEL EJÉRCITO 108

ANEXO C ORACIÓN PATRIA 115

GLOSARIO 117
1. Abreviaturas, siglas y acrónimos 117
2. Términos 119

FIGURAS
Figura 1 Trilogía de transparencia 98

VIII
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

PRÓLOGO

Uno de los propósitos fundamentales que han guiado mi


gestión como Comandante del Ejército es consolidar el
plan de transformación y fortalecimiento institucional, que
tiene como estado final deseado entregar a la nación una
fuerza terrestre mucho más preparada para afrontar los
retos y amenazas del futuro y para desempeñarse y vencer
en ambientes cada vez más complejos.

Entre los máximos esfuerzos en este plan de transforma-


ción ha estado el Proyecto Damasco, del Centro de Doc-
trina del Ejército (CEDOE), para la revisión, actualización
y jerarquización de la doctrina, entendida como los prin-
cipios fundamentales con sus correspondientes tácticas,
técnicas, procedimientos y términos y símbolos que guían
nuestras acciones en cumplimiento de los objetivos de la
nación.

El trabajo realizado por el CEDOE, es decir, la doctrina


Damasco, se materializa en los manuales fundamenta-
les del Ejército, que capturan los principios perdurables
inherentes a la guerra terrestre en el siglo XXI; además,
presentan una denominación y numeración estandari-
zadas con los países miembros de la OTAN y se cen-
tran en los principios y las ideas generales ya probadas

IX
y fundamentales que constituyen el núcleo de nuestra
base de conocimientos.

El presente MFE 1.0, El Ejército, es, junto con el MFE 3-0,


Operaciones, la piedra angular de la doctrina Damasco y la
síntesis de temas desarrollados amplia y detalladamente
en los manuales fundamentales de referencia del Ejército
(MFRE), la descripción de lo que el Ejército representa para
la nación y su importancia en el pasado, el presente y el
futuro de nuestro país, y su fin primordial es que cualquier
persona de cualquier condición conozca con absoluta cla-
ridad y transparencia qué es, qué piensa y cómo actúa el
Ejército Nacional de Colombia.

Desde luego, no podría cerrar estas líneas sin agradecer


a nuestros líderes, antiguos y actuales, a la comunidad
académica y, en general, a todas las personas que directa
o indirectamente contribuyeron con su invaluable aporte
en la construcción de la doctrina Damasco, expresada en
este MFE 1.0 y en los demás manuales fundamentales del
Ejército.

General ALBERTO JOSÉ MEJÍA FERRERO


Comandante del Ejército Nacional

X
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

INTRODUCCIÓN

El MFE 1.0 es el manual que define lo que es y será el Ejér-


cito Nacional de Colombia. Es un documento de carácter
público al cual tendrá acceso el pueblo colombiano, com-
puesto de cinco capítulos, así:
El primero, El Ejército Nacional de Colombia, expone cómo
el poder terrestre sigue siendo el componente de la fuer-
za militar con el esfuerzo principal y la mayor presencia
en todo el territorio patrio y cómo ha desempeñado un pa-
pel protagónico en la historia del país, especialmente en
el marco del conflicto armado interno, combatiendo, con-
teniendo y derrotando amenazas asimétricas y sus múl-
tiples manifestaciones (terrorismo, narcotráfico, extorsión,
secuestro, entre otras).
El capítulo segundo, Principios y valores del Ejército, señala
las normas que orientan la actuación de los miembros de
la Fuerza, trata del honor militar como principio específico
y expone los valores que dan sentido moral y ético institu-
cional.
El tercer capítulo, Nuestra profesión, describe la vida mili-
tar como una opción vocacional y voluntariamente elegida;
como una carrera única de expertos certificados en el dise-
ño, generación, soporte y aplicación ética del poder militar
terrestre, para salvaguardar las instituciones y preservar
la paz entre las naciones.

XI
El cuarto capítulo, El Ejército y la fuerza conjunta, habla de
cómo la cooperación con la Armada Nacional y la Fuer-
za Aérea ha sido y será siempre de vital importancia y de
cómo la estrategia militar general traza la finalidad de las
operaciones mayores y los medios disponibles para reali-
zarlas, así como el propósito de las batallas y los combates.
El capítulo quinto, Nuestro deber continuo, cuenta cómo
la razón de ser del Ejército es contribuir decididamente
a consolidar la paz, preservando la doctrina, el entrena-
miento y las competencias distintivas desarrolladas du-
rante décadas de conflicto armado interno, lo cual permite
tener una gran capacidad de respuesta frente a las ame-
nazas internas y anticipar los requerimientos para aten-
der nuevos desafíos, ejerciendo dicha capacidad dentro
del marco de los tratados internacionales, la Constitución
y las leyes, y siempre con un altísimo sentido de respeto
por los DD. HH. y la aplicación del DIH. De esta manera,
los citados capítulos definen la filosofía y el carácter de la
institución y su responsabilidad frente al pueblo colom-
biano y los intereses de la nación.
Finalmente, el capítulo sexto, que expone como el Ejército
Nacional, en defensa de la soberanía y del orden constitu-
cional, dispone dar cumplimiento a la ley de transparencia
y el estatuto anticorrupción, con el fin de facilitar meca-
nismos para la socialización, interiorización y aplicación
de normas bajo un comportamiento ético incluyente con
el ciudadano, que le garantiza el derecho fundamental
de acceso a la información pública y la existencia de una
institución sólida en honor y valores, donde el centro de
gravedad son nuestros hombres, enriquecida con buenas

XII
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

prácticas administrativas y una consolidada cultura de


prevención y acción frente a la corrupción.
El MFE 1.0: El Ejército, publicación pivote de la Doctrina
Damasco, pretende no solo exponer la filosofía de un ejér-
cito democrático y ético al servicio de los colombianos,
sino también, representa el primer eslabón en el signifi-
cado profundo de Damasco, inspirado en la conversión de
Saulo de Tarso en el Apóstol Pablo, doctrinante, defensor
de la fe y autor de buena parte del Nuevo Testamento. Por
ello, Damasco representa la conversión de la doctrina, la
nueva visión, el despertar y la transformación doctrinal
del Ejército Nacional de Colombia.

Los términos definidos se encuentran identificados en el


cuerpo del texto con cursiva y negrilla, si su proponente
es esta publicación, y se acompañan por un asterisco (*)
en el glosario. Para las otras definiciones, el término va en
cursiva y el número de la publicación proponente le sigue
a la definición. Todos estos términos están incluidos en el
MFRE 1-02.

El proponente del MFE 1.0 es el Centro de Doctrina del Ejér-


cito (CEDOE); por lo cual, los comentarios o recomendacio-
nes al mismo deben hacerse llegar al correo electrónico
[email protected]

XIII
Página dejada en blanco intencionalmente
“SI QUEREMOS REALIZAR NUESTRO
PROYECTO DE VIDA COMO MILITARES,
DEBEMOS ESTAR COMPENETRADOS CON
LA MISIÓN INSTITUCIONAL; POR ENDE,
CON EL SERVICIO INCONDICIONAL
A NUESTRA PATRIA”

GENERAL ALEJANDRO NAVAS RAMOS


CAPÍTULO 1

2
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

CAPÍTULO 1
EL EJÉRCITO
NACIONAL
DE COLOMBIA

3
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MFE 1.0
EL EJÉRCITO

CAPÍTULO 1

EL EJÉRCITO NACIONAL DE COLOMBIA

“La doctrina Damasco del Ejército es para los soldados en el campo


de combate. A ellos nos debemos y son ellos quienes comandados
por líderes competentes, garantizan la supervivencia de la nación”.
Centro de Doctrina del Ejército (CEDOE)

[1-1] En cumplimiento del artículo 217 de la Constitución


Política de Colombia, las Fuerzas Militares de nuestro país
operan en los dominios terrestre, marítimo, aéreo, espacial
y ciberespacial, siendo el primero el más complejo, toda
vez que compromete a los seres humanos en sus dimen-
siones biológica, fisiológica, psicológica, sociológica y polí-
tica, entre otras.

[1-2] El comienzo y fin de la guerra depende de cómo se


afecte este dominio. Aunque los poderes marítimo, aéreo,
espacial y ciberespacial pueden afectarlo de manera indi-
recta, el dominio terrestre es generalmente el que decide
la victoria.

[1-3] El Ejército Nacional de Colombia proporciona a la na-


ción el poder terrestre para prevenir, configurar y vencer en
este dominio. La Constitución, las leyes, las directrices del
Ministerio de Defensa y la naturaleza del poder terrestre
forjan la misión del Ejército.

5
CAPÍTULO 1

1.1. EL DOMINIO TERRESTRE

[1-4] La presencia de hombres y mujeres en gran número


es precisamente la diferencia entre el terrestre y los de-
más dominios de la guerra. En efecto, en mar, aire y espacio
los seres humanos son transitorios: pueden estar allí, pero
temporalmente y solo mediante el empleo de tecnologías;
y si bien el ciberespacio es un depósito tecnológico y un
medio para el tránsito de información, su contenido es ori-
ginado también por personas en tierra que determinan casi
todos los aspectos de las operaciones terrestres.

[1-5] La efectividad del Ejército depende tanto de la


competencia técnica para emplear el equipo, como de
la habilidad para interactuar con la población y las auto-
ridades civiles. Los soldados cumplen con su misión de
cara a estas poblaciones y autoridades, no a un lado o
sobre ellas sino en medio y desde una perspectiva inte-
gral, analizando las diferentes variables operacionales:
política, económica, militar, social, información, tiempo,
infraestructura y medio ambiente físico (PEMSITIM).

[1-6] Si bien es importante ganar combates y batallas, ha-


cerlo de manera aislada es insuficiente para producir un
cambio duradero en las condiciones que genera un conflic-
to. El apoyo a la población y las autoridades civiles antes,
durante y después de todas las fases de una campaña es
decisivo para el éxito o fracaso de las operaciones terres-
tres.

6
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

[1-7] En este sentido, la excepcional experiencia del Ejér-


cito en contraterrorismo, contrainsurgencia, operaciones
especiales (OO. EE.), acción integral, inteligencia, desmina-
do, misiones de aviación y de lucha contra las amenazas
transnacionales (narcotráfico, extorsión, secuestro y deli-
tos contra el medio ambiente, entre otras), se constituye en
el principal aporte de Colombia en la cooperación interna-
cional (con equipo, entrenamiento y personal) y como parte
de las áreas misionales del sector Defensa1, todo lo cual
permitirá una excelente interoperabilidad con otras fuer-
zas terrestres a través de la confianza derivada del trabajo
en equipo.

1.2. LAS OPERACIONES TERRESTRES

[1-8] Las operaciones terrestres contra adversarios ar-


mados son una actividad humana intensa que se realiza
en áreas que por lo general cuentan con la presencia de
población civil y bienes civiles y que en la mayoría de las
ocasiones se desarrolla en ambientes VICA (volátil, incier-
to, complejo y ambiguo), donde son frecuentes el caos, la
fatiga, el miedo, la violencia y la incertidumbre. Debido pre-
cisamente a esta complejidad, el riesgo potencial de con-
secuencias involuntarias es siempre alto.

[1-9] En cualquier conflicto, los soldados pueden enfren-


tar fuerzas enemigas convencionales, grupos armados

1
Las áreas misionales del sector Defensa son: 1) Defensa nacional, 2) Seguridad pública, 3) Segu-
ridad y convivencia ciudadanas, 4) Gestión del riesgo y atención de desastres, 5) Contribución al
desarrollo del país, 6) Cooperación internacional, 7) Protección del medio ambiente y los recursos
naturales.

7
CAPÍTULO 1

organizados (GAO) y grupos delincuenciales organizados


(GDO), que poseen armamento avanzado y tecnología (in-
cluida aquella para comunicarse rápida y efectivamente)
y que para complicar aún más la tarea, emplean el terro-
rismo o cualquier otra modalidad de acción criminal. Al
final, sin embargo, no son las armas las que enfrentan
estas amenazas, sino la calidad de los soldados que las
emplean, y esto determina el éxito de la misión y la victo-
ria sobre cualquier tipo de amenaza.

[1-10] En un grado cada vez mayor, las actividades en el


ciberespacio y en el ambiente de información son inse-
parables de las operaciones terrestres. El ambiente de
información se refiere al sistema único, común, confiable
y ágil que integra las comunicaciones, comando, control y
computadores de la Fuerza. El éxito en el combate requie-
re proteger las redes de comunicación amigas (cableadas
e inalámbricas) mientras se degradan o eliminan las del
enemigo. Por esta razón, la influencia del ambiente de in-
formación y de las actividades en este continuará incre-
mentándose.

[1-11] Las operaciones que conduce el Ejército, dentro o


fuera del territorio nacional, combinan, en mayor o en me-
nor proporción, cuatro tipos de tareas: 1) ofensivas, 2) de-
fensivas, 3) de estabilidad y 4) de apoyo de la defensa a la
autoridad civil (ADAC). Cualquier misión puede evolucionar
rápidamente y convertirse en una combinación de estas
tareas.

[1-12] Cuando sean requeridos, los soldados ejecutarán,


con rapidez y eficacia, misiones no letales, como atención

8
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

de desastres y ayuda humanitaria; y si bien no es hasta


hoy que tales misiones se incluyen en las operaciones de
estabilidad o de ADAC, el Ejército Nacional siempre ha es-
tado atendiéndolas para bien de la sociedad colombiana.

[1-13] En todo caso, es la capacidad de combate lo que


define la aptitud de la Fuerza para proporcionar asisten-
cia, por lo que nadie, dentro o fuera de la profesión militar,
puede cometer el error de organizar, equipar y entrenar el
poder terrestre para algo que no sea ganar las guerras de
la nación y prevalecer ante cualquier amenaza o reto que
se presente en materia de seguridad y defensa al Estado.

[1-14] El Ejército ha acogido y adaptado como doctrina ope-


racional básica el concepto de operaciones terrestres unifi-
cadas (OTU), el cual resalta la necesidad de sincronizar sus
capacidades con las de otras fuerzas (conjunta), agencias
e instituciones del gobierno (coordinada/interagencial) y/o
fuerzas multinacionales (multinacional o combinada).

[1-15] La premisa básica de las OTU es que el Ejército com-


bina tareas ofensivas, defensivas, de estabilidad o de apoyo
de la defensa a la autoridad civil (ADAC) con asociados con-
juntos, interagenciales e interintitucionales, combinados y
multinacionales. El esfuerzo empeñado en cada tarea es
proporcional a la misión y varía según la situación. Estas
combinaciones se denominan acción decisiva (AD) por su
necesidad en la ejecución de toda campaña.

[1-16] Las agencias civiles nacionales e internacionales,


gubernamentales y no gubernamentales apoyan el poder
terrestre, actúan en este dominio y dependen de él para

9
CAPÍTULO 1

crear las condiciones de seguridad en las regiones afec-


tadas. A su vez, el poder terrestre asegura el territorio y
permite trabajar directamente con los líderes locales para
entender y atacar las causas de conflicto.

[1-17] A menudo, las acciones constructivas del Ejército,


en conjunto con estas agencias, son vistas por cualquier
tipo de enemigo como acciones dirigidas a aislarlo de un
potencial apoyo popular. Por esto mismo, el Ejército nece-
sita organismos civiles que asuman estas funciones y le
proporcionen conocimientos y recursos para reconstruir
bienes civiles públicos y privados (que cumplan funciones
públicas), administrar y suministrar los apoyos necesarios
a la población civil en regiones afectadas por cualquier tipo
de amenaza natural o humana (terrorismo, crimen organi-
zado, crímenes contra el medio ambiente, conflicto arma-
do, entre otros).

1.3. EL PODER TERRESTRE DE LA NACIÓN

[1-18] Nuestro Ejército le proporciona al país el poder te-


rrestre, entendido como la capacidad de ocupar, ganar,
mantener, explotar y retener el control legítimo sobre el
territorio (mediante la disuasión, la fuerza o la ocupación).
Este poder incluye estar en capacidad de:

• Imponer la voluntad de la nación ante un enemigo,


dado el caso, por la fuerza, en el marco del DIH y/o el
DIDH.

10
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

• Configurar la Fuerza para enfrentar, influir, prevenir y


disuadir en cualquier ambiente operacional.

• Establecer y mantener un ambiente estable que fije


las condiciones necesarias para generar gobernabili-
dad y desarrollo económico.

• Atender las consecuencias de eventos catastróficos


naturales, para restablecer bienes civiles públicos y
los servicios básicos (en coordinación con las autori-
dades civiles).

• Atender amenazas o eventos antrópicos (causados


por el hombre), como incendios, atentados y daños
contra bienes civiles, toma de rehenes, minería ilegal,
deforestación, etc.

• Asegurar y apoyar las bases militares desde donde


las fuerzas conjuntas pueden controlar los dominios
terrestre, marítimo, aéreo, espacial y ciberespacial en
un ambiente operacional.

[1-19] Adicionalmente, acerca del poder terrestre pueden


señalarse las siguientes generalidades:

• Pocos conflictos se han ganado sin la presencia de


una fuerza terrestre.

• El cambio estratégico raramente proviene de un único


y veloz ataque, y las campañas rápidas y victoriosas
no han sido la constante a través de la historia.

11
CAPÍTULO 1

• Habitualmente no puede determinarse la duración de


un conflicto, debido a que es mutable y obliga a imple-
mentar cambios significativos en el plan original.

• La mayoría de los conflictos requiere constante inter-


vención por parte del Ejército mientras se trabaja de
manera conjunta, coordinada, combinada, interagen-
cial o multinacional.

[1-20] En síntesis, el poder terrestre no solo ocupa, gana,


mantiene, explota, retiene y defiende el territorio, sino que
permanece en él hasta que se fijen los objetivos estratégi-
cos de la nación a largo plazo. De hecho, insertar las tropas
terrestres es una de las medidas más tangibles y durade-
ras de compromiso del Estado colombiano para defender
los intereses de la nación.

1.4. EL EJÉRCITO NACIONAL DE COLOMBIA

1.4.1. Visión

[1-21] Ser un Ejército legítimo, disciplinado, moderno,


profesional, entrenado, afianzado en sus valores, con la
moral en alto, capaz de neutralizar las amenazas internas
y externas en el cumplimiento de su misión, contribuyen-
do a la consolidación de una paz estable y duradera y al
desarrollo de la nación.

[1-22] En el futuro, el Ejército Nacional será una fuerza dis-


tinguida por altos estándares de efectividad y competitividad

12
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

en el cumplimiento de las misiones y roles asignados; flexi-


ble y adaptable a los escenarios, con niveles superiores de
capacidades operacionales, modernizado y afianzado en el
alto desempeño y profesionalización de sus hombres y en
la innovación tecnológica, para combatir las nuevas ame-
nazas, asumir los retos emergentes, preservar la paz, el
medio ambiente y contribuir al logro de los fines del Estado.

1.4.2. Roles estratégicos

[1-23] El Ejército cumple el mandato constitucional por me-


dio de sus roles estratégicos: prevenir, configurar y vencer.
Estos están sujetos a la intención política y para su apli-
cación dependen de una clara comprensión del propósito
y el estado final deseado (a través del entendimiento del
contexto operacional, la experiencia, el profesionalismo y la
capacidad de la Fuerza). Prevenir y configurar no se ejecu-
tan de manera esporádica (son permanentes); vencer, casi
siempre, es producto exitoso de la correcta aplicación de la
fuerza.

1.4.2.1. Prevenir

[1-24] En primer lugar, el Ejército debe prevenir el conflicto,


y para esto se requiere una Fuerza creíble, es decir, que
amigos y adversarios deben saber que se tiene la capaci-
dad de disuadir. La credibilidad se construye con unas fuer-
zas preparadas para el combate y rápidamente adaptables
y desplegables. Por lo tanto, y como parte de la fuerza con-
junta, en cualquier circunstancia compleja, amigos y adver-
sarios deben saber que el poder terrestre, con el apoyo de

13
CAPÍTULO 1

las demás fuerzas, inclinará a su favor el balance militar y


neutralizará la agresión.

[1-25] Unas unidades bien equipadas y entrenadas redu-


cen el riesgo de ser subestimadas por el enemigo; en este
sentido, el Ejército no puede depender tan solo de su repu-
tación, sino que debe hacer entender lo que está en capa-
cidad de hacer ahora y en el futuro. En consecuencia, para
disuadir es necesario un entrenamiento riguroso y realista,
líderes expertos, equipo moderno y personal de calidad; de
esta manera, combinado con los poderes naval y aéreo, el
poder terrestre se constituye en predominante.

1.4.2.2. Configurar

[1-26] En segundo lugar, el Ejército debe contribuir en la


construcción de un escenario nacional e internacional que
permita al Estado y sus asociados de la acción unificada
(AU) contener las diferentes amenazas. Configurar el am-
biente de seguridad estratégico incrementa las posibilida-
des de garantizar la paz, contribuye a la disminución de las
tensiones regionales y es vital para los intereses de esta-
bilidad.

[1-27] Los comandantes en el más alto nivel deben desarro-


llar programas para mejorar la estabilidad de sus teatros
de operaciones y promover la paz a través de la coopera-
ción (conjunta, interagencial, interinstitucional y multina-
cional). Aunque la configuración por sí sola no garantiza
la prevención del conflicto, sí reduce las probabilidades de
una confrontación militar e incrementa los efectos de los

14
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

instrumentos políticos, diplomáticos y socioeconómicos


del poder nacional.

[1-28] La experiencia conseguida en décadas de conflicto


le ha permitido al Ejército construir una reputación que
lo convierte en referente regional y global y que, en caso
necesario y previa decisión del Estado, puede asesorar a
otras fuerzas en el diseño de su configuración para alcan-
zar los mismos estándares de desempeño militar. De esta
manera, se sientan las bases para que nuestras tropas con
experiencia, soldados y unidades, ofrezcan capacitación o
asistencia militar especializada a diversas fuerzas de se-
guridad, lo que construye lazos multinacionales de con-
fianza y amistad.

1.4.2.3. Vencer

[1-29] Finalmente, el Ejército debe estar preparado para


vencer de manera decisiva a las fuerzas terrestres enemi-
gas. Los comandantes de fuerzas conjuntas requieren un
Ejército capaz de derrotar al enemigo, aplicando el poder
de combate a través de la acción decisiva.

[1-30] Derrotar es la tarea táctica de misión que se confi-


gura cuando una fuerza enemiga pierde temporal o perma-
nentemente su voluntad de lucha y/o sus medios físicos.
Puede lograrse mediante el uso de la fuerza o a través de
la disuasión.

[1-31] El combate terrestre siempre será caótico, letal e


intensamente humano, y la capacidad de prevalecer en él

15
CAPÍTULO 1

constituirá un factor decisivo para quebrantar la voluntad


de lucha del enemigo. En lo posible, las capacidades del
Ejército deben lograr la disuasión; de no hacerlo, se requie-
re el uso de la fuerza letal a través del poder de combate y
del diestro empleo de la maniobra de armas combinadas.

[1-32] Las armas multiplican la efectividad del Ejército,


pero si las unidades no pueden ubicar, fijar, acercarse y
destruir oponentes armados en cualquier terreno, explo-
tar el éxito, quebrar la cohesión del adversario y doblegar
su voluntad de lucha, ni el Ejército ni la fuerza conjunta
serán decisivas, lo cual significa que la letalidad por sí
sola no es suficiente.

[1-33] Antes, durante y después de la batalla, el Ejército


debe ocuparse de las necesidades de las personas pro-
tegidas por el DIH y/o el DIDH, en el área de operaciones
conjuntas, pues, de lo contrario, las victorias tácticas lo-
gradas por uso legítimo de la fuerza solo conducirán al
fracaso estratégico y a la condena nacional e internacio-
nal.

[1-34] Vencer es de importancia vital para el Ejército,


porque al comprometer personal en gran número en el
área de combate, las pérdidas pueden ser incalculables;
por ende, el pueblo colombiano espera que los coman-
dantes asesoren a los líderes políticos, con franqueza
y por anticipado, sobre las implicaciones militares de
cualquier potencial conflicto y que si el Ejército com-
bate, inflija una derrota de tal magnitud que el enemigo
abandone sus objetivos y esté de acuerdo con la paz en

16
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

nuestros términos. En otras palabras, los colombianos


esperan que su Ejército Nacional domine y gane de ma-
nera decisiva.

1.4.3. Misión

[1-35] El Ejército Nacional conduce operaciones militares


orientadas a defender la soberanía, la independencia y la
integridad territorial y proteger a la población civil y los re-
cursos privados y estatales para contribuir a generar un
ambiente de paz, seguridad y desarrollo, que garantice el
orden constitucional de la nación.

[1-36] Además, se rige por el cuerpo legal vigente para la


nación que orienta el empleo de la fuerza militar. Este le
otorga al presidente el mando supremo sobre las FF. MM. y
la autoridad para influir en la determinación de su tamaño
y organización.

[1-37] En esta medida, el Ejército cumple su misión fun-


damentado en los criterios, premisas y políticas del nivel
estratégico, alineado con los requerimientos de las áreas
misionales definidas por el sector Defensa y garantizando
la presencia, el conocimiento y la visibilidad de la Fuerza, a
través de la identificación de sus capacidades.
[1-38] Para lograr lo anterior, el Ejército se desempeña en
el dominio terrestre como parte de una fuerza conjunta y
desarrolla la competencia de maniobra de armas combi-
nadas (MAC), de forma rápida (porque proporciona de modo
inmediato fuerzas listas para el combate) y sostenida (por-
que mantiene su despliegue durante el tiempo que amerite

17
CAPÍTULO 1

la situación). En tal sentido, el Ejército se organiza, entrena,


equipa y proporciona fuerzas capaces de:

• Conducir operaciones en todos los ambientes y te-


rrenos, incluidos escenarios urbanos complejos, para
derrotar fuerzas terrestres enemigas y capturar, ocu-
par, mantener, explotar, retener y defender terreno.

• Proporcionar defensa antiaérea y antimisiles (DAM)


para apoyar las campañas conjuntas y contribuir a
conseguir la superioridad aérea dentro del concepto
de la tridimensionalidad de la maniobra terrestre (MFE
3-0).

• Realizar operaciones de asalto aéreo, de paracaidismo


y anfibias.

• Ocupar áreas dentro o fuera del territorio nacional y


proporcionar las condiciones mínimas necesarias
para el establecimiento del gobierno y la autoridad.

• Ejecutar operaciones de interdicción contra fuerzas


militares enemigas y sus líneas de comunicación y
abastecimientos.

• Proporcionar sostenimiento a las operaciones y cam-


pañas conjuntas.

• Conducir programas de ADAC.

[1-39] En conclusión, las anteriores capacidades se cen-


tran en el fortalecimiento del poder de combate me-
diante la aplicación de las funciones de conducción de la

18
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

guerra (FCG). Así mismo, se orientan a la vigorización de


las estructuras y procesos que apoyan las actividades
de combate, lo que implica elaborar una comprensión
moderna con base en las políticas del mando, las cuales
expresan la intención del comandante, y los campos de
acción futuros de la Fuerza; es decir, de lo que deben
ser el ejército de combate -parte del Ejército compues-
ta por aquellas unidades cuya misión principal es con-
ducir operaciones militares y llevar a cabo la guerra-, y
el ejército generador de fuerza -parte del Ejército com-
puesta por aquellas unidades y organizaciones de la ins-
titución cuya misión principal es generar y sostener las
capacidades para el empleo operacional de la Fuerza-.

19
CAPÍTULO 1

20
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

CAPÍTULO 2
PRINCIPIOS Y VALORES
DEL EJÉRCITO

21
Página dejada en blanco intencionalmente
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

CAPÍTULO 2

PRINCIPIOS Y VALORES DEL EJÉRCITO

“La fe y la razón van siempre de la mano. La fe en la causa es enten-


der que esta es de tal valor, que supera toda explicación”.
Guillermo León Escobar Herrán

[2-1] Los principios y valores son las normas o reglas de


conducta que se encuentran en la base de la actuación del
Ejército y que animan y dan sentido moral y ética institucio-
nal a sus actos. Son el soporte de la visión, la misión, la estra-
tegia y los objetivos estratégicos. Estos principios y valores
se manifiestan y se hacen realidad en la cultura y forma de
ser, pensar y conducirse de las personas que lo integran.

PRINCIPIOS VALORES
• Respeto por los DD. HH. y
acatamiento del DIH • Respeto
• Respeto por la Constitución • Honestidad
y la ley • Lealtad
• Honor militar • Valor
• Disciplina • Prudencia
• Ética en todas las • Constancia
actuaciones • Solidaridad
• Compromiso • Fidelidad
• Fe en la causa • Transparencia
• Persistencia en el empeño

23
CAPÍTULO 2

[2-2] Los principios que guían el cumplimiento de la mi-


sión y la proyección del Ejército son de dos tipos: 1) gene-
rales y normativos, propios de la condición de institución
pública dentro del aparato Ejecutivo del Estado y de la
Fuerza Pública y las Fuerzas Militares, y 2) específicos de
la Fuerza Pública.

2.1. LOS PRINCIPIOS DEL EJÉRCITO

[2-3] Los principios generales y normativos le imponen al


Ejército el respeto y aplicación de la Constitución y la ley y,
por lo tanto, de los DD. HH. y el DIH, y son consistentes con
el significado atribuido a la Constitución, a lo que en ella
se protege y a su poder vinculante sobre el Ejército. Así, se
encuentran como principios:

• Respeto por los DD. HH. y acatamiento del DIH: es una


obligación el respeto y acatamiento de las normas y
preceptos que rigen los DD. HH. y el DIH.

• Respeto por la Constitución y la ley: acatar y aplicar


la Constitución. Nuestra misión es defenderla y res-
petarla.

• Honor militar: obligación que tiene el militar de obrar


siempre en forma recta e irreprochable. Asumir con
orgullo y respeto la investidura militar.

• Disciplina: condición esencial para la existencia de la


fuerza militar. Mandar y obedecer dentro de las atribu-
ciones del superior y las obligaciones del subalterno.

24
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

• Ética en todas las actuaciones: el comportamiento mi-


litar se caracteriza por el ejercicio de la moral acom-
pañada de los valores y virtudes militares.

• Compromiso: decisión, motivación, deseo y responsa-


bilidad de actuar conforme al juramento patrio.

• Fe en la causa: fuerza interior que inspira a los inte-


grantes del Ejército Nacional para lograr la victoria de
manera irreprochable.

• Persistencia en el empeño: fortaleza espiritual que


nos conduce a perseverar para el logro de objetivos
con grandeza y determinación.

2.2. EL HONOR MILITAR COMO PRINCIPIO ESPECÍFICO

[2-4] La trascendencia del honor militar se refleja en ins-


tituciones tan fundamentales como la obediencia debida.
Por esto, la Corte Constitucional señala que la obediencia
debida no exime de responsabilidad por una orden cuan-
do “de su ejecución puede derivarse manifiestamente la
comisión de un delito, acto contra el honor militar o falta
constitutiva de causal de mala conducta”, aun en el evento
de que se inste por escrito.

[2-5] Lo anterior porque, como individuo, el militar es refle-


jo de la institución a la que pertenece, encarna sus valores
y principios y, por lo tanto, su función personal se justifi-
ca y tiene por fin primordial defender la Constitución. Esta
es “la primera lealtad del militar en servicio, que es una

25
CAPÍTULO 2

fidelidad irrevocable e incondicional a su misión”. De esta


forma, se afirma que el “honor militar se adquiere, cons-
truye y demuestra en cada acto del servicio que no esca-
time esfuerzo ni sacrificio alguno en la devota entrega a
este primerísimo deber, en el que se cifra la admiración y
el aprecio del pueblo por sus soldados y en el que se ofrece
la pauta suprema para juzgar su valor y coraje”.

[2-6] La Fuerza al servicio de la misión constitucional enal-


tece a las instituciones, sus miembros y al Estado, lo que
constituye razón suficiente para impedir que el honor y las
virtudes militares sean “las primeras en sucumbir si se im-
pone la idea de una Fuerza independiente de toda constric-
ción”. No carece de justificación entonces la insistencia en
los aspectos de la democracia y los DD. HH. como condicio-
nantes del honor militar. Pero esto, a su vez, revierte en sus
hombres como sujetos de derechos, como seres dignos.

[2-7] En este orden de ideas, la “relación de sujeción es-


pecial, a la cual está sometido el militar, implica para
este una serie de restricciones y limitaciones que son
necesarias para que las Fuerzas Militares puedan cum-
plir de manera eficaz sus funciones, pero se deben in-
terpretar de acuerdo con criterios de razonabilidad y
proporcionalidad, como quiera que aquel conserva la
calidad de sujeto de derechos fundamentales que solo
en la medida en que sea indispensable pueden restrin-
girse”. Honor que caracteriza a todos los servidores del
sector Defensa como personas investidas de un mereci-
do reconocimiento por el decoro y la seriedad con la que
cumplen sus fines constitucionales, a la vez que obliga

26
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

a “anteponer los principios éticos de conducta en todas


sus actuaciones”.

[2-8] Por tal motivo, el rol de los militares “en el imaginario


de nación es de suma importancia, pues ellos, y sobre todo
ellos, son los encargados de mantener vivos los valores
que, por supuesto, comprometen a todos los ciudadanos
en la estrecha relación Estado-nación”.

2.3. LOS VALORES DEL EJÉRCITO

[2-9] Son las convicciones profundas y superiores en las


que se sustenta el actuar del soldado y de todos los miem-
bros que conforman la institución. Se reconocen por tales:

• Respeto: profunda consideración por todas las perso-


nas y su dignidad, los compañeros superiores, por sí
mismo y su familia.

• Honestidad: actuar con decencia, decoro, compostura,


honradez e integridad de acuerdo con su conciencia.

• Lealtad: es hacia las personas, los superiores, com-


pañeros y subalternos.

• Valor: coraje y osadía para enfrentar los desafíos y re-


tos que la misión impone, para reconocer los errores y
decidirse a rectificar.

• Prudencia: sabiduría práctica para ejecutar y tomar


decisiones acertadas en diferentes situaciones.

27
CAPÍTULO 2

• Constancia: actitud y hábito permanente, sin interrup-


ción, persistencia, tenacidad y perseverancia para ob-
tener los objetivos.

• Solidaridad: responder con acciones humanitarias


ante situaciones que pongan en peligro la vida, la paz,
el orden y la seguridad de la población.

• Fidelidad: es hacia las instituciones, la patria, la fami-


lia, la Constitución y la ley.

• Transparencia: honor y rectitud en las acciones que se


emprenden por la patria, siendo impenetrables ante la
corrupción y actuando según la Constitución Política
de Colombia y la ley, bajo el lema: “La ética y la integri-
dad me hacen transparente”.

[2-10] El Ejército recoge los valores institucionales recono-


cidos que lo proyectan ante el país y el mundo y se sirve
de ellos como base axiológica indispensable sobre la cual
diseña su plan de organización y trabajo, así como sus pro-
gramas y sistemas operativos de actuación.

2.4. LA DIFUSIÓN DE LOS VALORES Y PRINCIPIOS

[2-11] Es condición fundamental para que la confianza, la


experticia, el servicio con honor y el espíritu de cuerpo per-
duren en el tiempo. Por lo tanto, es también una respon-
sabilidad de todos sus integrantes para que la institución
sea siempre victoriosa en toda misión que le asigne el país
y para que las autoridades y la sociedad civil comprendan

28
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

el porqué de nuestra profesión, establezcan relaciones ci-


viles-militares efectivas y sepan que el Ejército Nacional,
como parte de la sociedad y el Estado, tiene un rol al igual
que las autoridades civiles.

[2-12] Principios como el respeto por los DD. HH. y el aca-


tamiento del DIH, el respeto por la Constitución y la ley, el
honor militar, la disciplina, la ética en todas las actuacio-
nes, el compromiso, la fe en la causa y la persistencia en el
empeño; y valores como el respeto, la honestidad, la leal-
tad, el valor, la prudencia, la constancia, la solidaridad, la
fidelidad y la transparencia son intangibles de la profesión
militar que deben defenderse y difundirse para que el Ejér-
cito mantenga la máxima efectividad y transparencia en el
cumplimiento de su misión.

29
CAPÍTULO 3

30
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

CAPÍTULO 3
NUESTRA
PROFESIÓN

31
Página dejada en blanco intencionalmente
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

CAPÍTULO 3

NUESTRA PROFESIÓN

“El honor es la primera virtud militar; el honor debe llenar todo el


corazón de un soldado; el honor debe ser el ídolo querido del hombre
de guerra; el honor es el resorte vigoroso que da calor, movimiento y
vida a todas sus operaciones”.
Coronel Francisco José de Caldas

[3-1] En el Ejército Nacional de Colombia, la profesión


militar es asumida como una opción libremente elegida;
una vocación única, de soldados certificados en el diseño,
generación, soporte y aplicación ética del poder terrestre,
que se preparan y ponen sus esfuerzos en el estudio, ma-
nejo y desarrollo del uso legítimo de las armas con el fin
de salvaguardar las instituciones y preservar la paz entre
las naciones.

[3-2] El Ejército cumple con el mandato constitucional de


acuerdo con los objetivos nacionales, subordinado al po-
der civil del Estado y con la confianza que el pueblo co-
lombiano le otorga para defender su Constitución Política,
sus derechos y sus intereses.

[3-3] Este mandato lo hace de acuerdo con cuatro caracte-


rísticas que legitiman su actuar como una profesión: 1) el
conocimiento militar; 2) el servicio con honor; 3) el espíritu
de cuerpo o esprit de corps y 4) la difusión de los valores.

33
CAPÍTULO 3

[3-4] Este capítulo describe la competencia, el carácter, el


compromiso, la cultura, la ética y la moral de los integran-
tes del Ejército Nacional, quienes ejercen una profesión
enmarcada en tres características: destreza (o conoci-
mientos profesionales), identidad patriótica y responsabi-
lidad.

3.1. LA CONFIANZA COMO FUNDAMENTO DE LA


PROFESIÓN

[3-5] La confianza es la certeza de que puede dependerse


de alguien por su carácter, capacidad, fuerza y veracidad,
siendo dicha confianza la esencia de la efectividad del Ejér-
cito y la base de la profesión militar. En el actual escenario
del mundo, las guerras, batallas y combates se desarrollan
en áreas extensas de acuerdo con el ambiente operacional,
donde las unidades militares están dispersas y aisladas,
haciéndose necesaria la descentralización del mando en
todos los niveles. En este sentido, es necesaria la confianza
en sí mismo y entre los soldados; entre los soldados y sus
comandantes; entre los soldados, sus familias y el Ejército,
y entre el Ejército Nacional y el pueblo colombiano; pero,
sobre todo, la confianza y fe absolutas en Dios.

3.1.1. Confianza en sí mismo y entre los soldados

[3-6] La confianza es generada por los valores infundidos


en cada uno de los integrantes del Ejército, como el respeto
por la dignidad humana, la honestidad, la lealtad, el valor,
la prudencia, la constancia, la solidaridad, la fidelidad y la

34
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

transparencia. Los soldados deben actuar en confianza y


combatir juntos, por sus ideales y su país, no solo por el
éxito de la misión, sino por preservar su vida y enfrentar las
vicisitudes del ambiente operacional.

3.1.2. Confianza entre los soldados y sus comandantes

[3-7] Una unidad militar es altamente efectiva cuando hay


confianza entre sus integrantes (entre los soldados y en-
tre estos y sus comandantes). Esta es necesaria para que
los comandantes comuniquen su intención a los soldados
y garanticen el bienestar de sus hombres y el cumplimien-
to con éxito de la misión. Esta relación de confianza es
especialmente necesaria en el mando tipo misión (MTM),
como filosofía y como FCG, para permitir el desarrollo de
la iniciativa disciplinada.

3.1.3. Confianza entre los soldados, sus familias y el


Ejército

[3-8] Al igual que todos los colombianos, cada soldado tie-


ne una familia que, en su caso particular, coadyuva a que
se mantenga firme en la profesión militar. El liderazgo co-
mienza en el hogar. Por esta razón, debe haber relaciones
de confianza entre los soldados, sus familias y el Ejército
para fortalecer su vocación y su fuerza de voluntad hacia
el servicio y la nación.

35
CAPÍTULO 3

3.1.4. Confianza entre el Ejército Nacional y el pueblo


colombiano

[3-9] Debido a que el pueblo colombiano confía en su Ejér-


cito Nacional, es esta una de las instituciones con más
aceptación en el imaginario colectivo. La ciudadanía le
otorga su voto de confianza para proteger la Constitución
Política en la cual residen sus derechos, deberes e institu-
ciones, y es así como el Estado, representado en las tres
ramas del poder público, Ejecutivo, Legislativo y Judicial,
le otorga a su Ejército la confianza para lograr los objeti-
vos de la nación.

3.1.5. Confianza y fe absolutas en Dios

[3-10] El Ejército de Colombia es el eje de la democracia.


Es el músculo vital del Estado colombiano. Sin él, la na-
ción se hallaría a merced de los criminales y terroristas;
sin él, la república colapsaría. Los soldados de la patria
hoy reivindican y ponen muy en alto la marca institucio-
nal, al fundirse, vestidos de honor, con los compatriotas
más necesitados en cualquier rincón del territorio. De
manera silenciosa, pero relevante, protegen la vida, honra
y bienes de los ciudadanos; son guardianes de la sobera-
nía, respetuosos del DIH y el DIDH y siempre adheridos a
los preceptos de la Carta Política y las leyes. Sin embargo,
este Ejército victorioso no subsistiría si Dios no estuviese
inmerso en el quehacer militar en los cuarteles y campos
colombianos.

36
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

3.2. EXPERTICIA MILITAR

[3-11] Como en otras profesiones, en el Ejército se reco-


pila un cuerpo de conocimiento único, haciendo de la ins-
titución una organización de aprendizaje. En su caso, el
contexto es distintivo debido a su estructura y a la forma
en que se emplea con las capacidades conjuntas; además,
se aplica este conocimiento usando la especialización ob-
tenida mediante una prolongada educación, instrucción y
entrenamiento, con el fin de adquirir y perfeccionar com-
petencias individuales, colectivas (organizacionales) y de
los líderes.

3.2.1. Campos del conocimiento de la profesión

[3-12] El Ejército desarrolla y mantiene el conocimiento


de la profesión militar en cuatro campos:

1) Técnico-militar, que hace referencia a cómo se aplica


el poder terrestre en la integración y adaptación de la
tecnología, la organización de las unidades y el pla-
neamiento y conducción de las operaciones terrestres.

2) Ético-moral, que envuelve la aplicación del poder te-


rrestre de acuerdo con la normatividad vigente y las
expectativas del pueblo colombiano.

3) Político-cultural, que permite la aplicación del poder


terrestre dentro y fuera del territorio nacional en el de-
sarrollo de las operaciones terrestres unificadas.

37
CAPÍTULO 3

4) De formación de líderes, que son los multiplicadores


del conocimiento.

[3-13] El conocimiento militar es fortalecido a través de la


doctrina, la cual guía sus acciones en apoyo de los objetivos
nacionales (es autoritativa, pero requiere juicio en su apli-
cación). Precisamente, entre los aspectos más relevantes
de las competencias de dicho conocimiento se encuentra
el mando tipo misión que, como FCG y alineado con la in-
tención del comandante, cobra importancia significativa en
la complejidad de los ambientes operacionales actuales.
Además, promueve una cultura de confianza, entendimien-
to mutuo y disposición de aprender de los errores.

[3-14] Por su parte, la educación y el entrenamiento tras-


cienden la experticia técnica y hacen que los profesionales
militares tengan criterio acertado en la toma de decisio-
nes. Una decisión desacertada trae consigo consecuen-
cias que afectan la estrategia; por esta razón, la experticia
militar tiene que lograrse simultáneamente a través de la
fortaleza de la identidad profesional, la confianza, el ser-
vicio con honor y el espíritu de cuerpo.

3.2.2. Miembros de la profesión del Ejército

[3-15] La profesión del Ejército reconoce dos comunida-


des de práctica: de armas y civiles. Luego del juramento
inicial, cada individuo se convierte en miembro del Ejérci-
to, pero aún no es un profesional certificado.

[3-16] La membresía es una condición que se gana a tra-


vés de la certificación y las recertificaciones periódicas,

38
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

en cuanto a competencia, carácter y compromiso. Esta


membresía en la profesión del Ejército implica una res-
ponsabilidad significativa: la aplicación de la ética profe-
sional y efectiva en todas sus actuaciones.

[3-17] La transición de aspirante a profesional, en cual-


quiera de las dos comunidades, no es automática. La
certificación inicial ocurre con la graduación o cuando se
completa el primer evento de calificación (por ejemplo, la
fase de instrucción básica para el soldado).

[3-18] En la medida en que el profesional va avanzando


(en cuanto a habilidades, experiencia y responsabilidad),
se requieren certificaciones adicionales. La responsabili-
dad de cada desarrollo individual y certificación es com-
partida entre el individuo y el Ejército.

3.2.3. Certificación

[3-19] A pesar de que en el campo militar confluyen dife-


rentes profesiones, algunas son exclusivamente militares
y otras tienen homólogas civiles. En este caso, los pro-
fesionales del Ejército obtienen primero una certificación
en su carrera específica por parte de la autoridad compe-
tente (p. ej., el médico o el abogado) y, posteriormente, por
parte de la Fuerza en una escuela de formación.

[3-20] En esta instancia, los soldados y civiles en el Ejérci-


to pueden ampliar su experticia con base en la aplicación
militar específica donde se desempeñen (p. ej., el derecho
operacional terrestre para algunos abogados que actúen

39
CAPÍTULO 3

como asesores jurídicos en este campo). Sin embargo, la


experticia militar es altamente especializada y es valida-
da como un todo dentro del Ejército (así, el entrenamiento
y la validación de los operadores de una pieza de artillería
no tienen equivalente o contraparte civil).

[3-21] Ahora bien, en el campo militar, el Ejército certifica


la experticia de sus hombres y de sus unidades. La certifi-
cación individual ocurre en diferentes etapas de la carrera
militar y varía dependiendo de las habilidades requeridas
por cada perfil.

[3-22] En el Ejército, tres criterios amplios (competencia, ca-


rácter y compromiso) son utilizados para la certificación indi-
vidual detallada, según cada arma, especialidad y programa
de carrera. Demostrar competencia profesional (experticia
en una habilidad específica) permite el progreso de los in-
dividuos en su carrera; el carácter asegura que empleen su
experticia en nombre del pueblo colombiano y solo en cum-
plimiento de la ley, y el compromiso refleja la voluntad que
cada individuo pone para que los requerimientos del Ejército
y la nación estén por encima de sus objetivos personales.

[3-23] Las unidades también se certifican, pero en térmi-


nos de alistamiento para cumplir sus misiones. La obe-
diencia de las regulaciones en relación con la seguridad y
el personal se realiza mediante las inspecciones. El grado
de alistamiento para el combate de una unidad se deter-
mina por la demostración del desempeño en eventos de
entrenamiento y por las evaluaciones formales que efec-
túa la cadena de mando.

40
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

[3-24] En lo posible, las unidades que se despliegan para


el combate deben pasar por una fase adicional de entre-
namiento (denominada Ejercicios de ensayo de la misión,
con énfasis en el entrenamiento diferencial), donde el am-
biente operacional se simula en la medida en que lo per-
mitan la seguridad, los recursos y el terreno.

3.3. SERVICIO CON HONOR

JURAMENTO A LA BANDERA

Quien toma el juramento:


–“Soldados, ¿juráis a Dios y prometéis a la patria,
defender esta bandera hasta perder vuestras vidas,
y no abandonar a vuestros superiores, subalternos y
compañeros, en acción de guerra, ni en ninguna otra
ocasión?

Responden los soldados:


–“¡Sí, juro!”.

Quien toma el juramento:


–“Si así lo hiciereis, Dios y la patria os lo premien; si no Él
y ella os lo demanden”.

Reglamento de ceremonial militar, FF. MM. 3-10

[3-25] El servicio desinteresado es un valor interiorizado


que determina el carácter de un ejército. Sin embargo, en
el Ejército Nacional, dicho servicio está determinado por
el honor. Así, el servicio con honor se reconoce como la
manifestación externa de la conducta ética y del juramento

41
CAPÍTULO 3

que hace el profesional del Ejército. Nuestros soldados y


civiles se unen para servir con honor a la nación y apoyar
y defender la Constitución, de una manera respetuosa de
la ley y los valores del pueblo colombiano.

[3-26] Los profesionales del Ejército tienen la obligación


de cumplir su juramento y su código de honor, e inculcar
los valores del Ejército en sí mismos y en los demás. Esta
es nuestra filosofía, los principios morales colectivos que
definen nuestra profesión.

CÓDIGO DE HONOR DEL SOLDADO COLOMBIANO

1. Soy un soldado del Ejército de Colombia.


2. Dios siempre guía mis actuaciones.
3. Sirvo con honor y disciplina al pueblo colombiano.
4. Defiendo la Constitución y la ley.
5. Entreno y combato para vencer.
6. Cumplo rigurosamente mi deber.
7. Soy leal con mis superiores, compañeros y subalternos.
8. Muestro humanidad y compasión con el enemigo
vencido.
9. Mi interés más grande es la gloria de mi patria.
10. Soy fiel a mi institución, a mi familia y a mis principios.
11. La ética es mi única regla para tomar decisiones.
12. Tengo absoluta fe en Dios y fe en la causa.

42
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

3.4. LA ÉTICA MILITAR

[3-27] El Ejército Nacional enfrenta un ambiente operacional


complejo que constituye un reto para la ética y la moral de
sus miembros. A menudo, el enemigo irrespeta los DD. HH.
y el DIH y comete atrocidades con el propósito de provocar
retaliaciones del mismo tipo. Cualquier pérdida de discipli-
na de parte de los soldados es explotada como propaganda
y magnificada a través de los medios de comunicación. Por
lo tanto, el reto ético recae sobre los hombros de los líde-
res de pequeñas unidades, quienes mantienen la disciplina
y aseguran que la conducta de los soldados permanezca
dentro de los límites éticos y morales.

[3-28] En resumen, existen cinco razones fundamentales


que sustentan lo anterior: 1) El tratamiento humanitario
al enemigo detenido estimula la rendición del enemigo y,
en consecuencia, reduce las pérdidas propias (nada incre-
menta más la resistencia del enemigo que la creencia de
que nuestras tropas lo torturarán o asesinarán). 2) El tra-
tamiento humanitario a las personas protegidas reduce el
antagonismo contra nuestras unidades y puede conducir
a la obtención de valiosa Inteligencia. 3) Los comandan-
tes toman decisiones bajo tensión y estas acarrean con-
secuencias (si los líderes carecen de fundamentos éticos,
dichas consecuencias pueden afectar negativamente el
cumplimiento de la misión). 4) Los líderes que tácitamente
acepten malas conductas o, aún peor, que las propicien,
erosionan la disciplina dentro de la unidad (esto destruye
la cohesión y el espíritu de cuerpo o esprit de corps). 5)
Los soldados deben vivir con las consecuencias de sus

43
CAPÍTULO 3

acciones. La ética es la única regla, la regla de oro, para


tomar decisiones.

[3-29] Todos los líderes llevan sobre sus hombros la res-


ponsabilidad de que sus subordinados regresen de la cam-
paña, no solo como buenos soldados, sino como buenos
ciudadanos, orgullosos de su servicio a la nación. Mientras
defendemos la patria, aceptamos también ser los guardia-
nes de la ética. El país lo necesita y debemos hacerlo.

3.5. ESPÍRITU DE CUERPO O ESPRIT DE CORPS

[3-30] Combatir y vencer requiere profesionales respetuo-


sos de nuestra historia y tradiciones y comprometidos con
los más altos estándares de excelencia individuales y co-
lectivos. Tal respeto y compromiso es lo que se entiende
por espíritu de cuerpo o esprit de corps, que es promovido
y mantenido por los miembros de la institución en la profe-
sión del Ejército. Con esta aspiración se demuestran fuer-
tes lazos de lealtad y orgullo, al poner la misión por encima
de su propio bienestar, lo cual hace de nosotros la familia
del Ejército, una que cuida de los suyos y que nunca dejará
atrás a un compañero o a su familia.

3.5.1. Tradiciones e historia

[3-31] Nuestro espíritu de cuerpo tiene sus raíces en nues-


tras tradiciones y se remonta a más de doscientos años de
historia que representan el nacimiento de nuestra patria y el
devenir del Ejército Nacional, todo lo cual lo materializamos

44
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

a través de costumbres, usanzas y ceremonias. Las unida-


des preservan su historia y la representan en sus insignias y
distintivos (como escudos, parches y lemas). Estas prácticas
y símbolos nos dan un sentido de compromiso, identifican la
causa por la que servimos, nos unen a nuestros antecesores
y nos comprometen a honrar a quienes sacrificaron su vida
en la construcción y el mantenimiento de la patria.

3.5.2. Disciplina y orgullo

[3-32] La disciplina y el orgullo son el sello de calidad


de todas las unidades con alto espíritu de cuerpo o es-
prit de corps. La disciplina es un comportamiento mo-
delado por altos estándares de conducta y rendimiento,
que refleja el autocontrol necesario ante la tentación,
los obstáculos y las adversidades, así como el valor
para hacer lo más difícil, pero correcto, en lugar de lo
más fácil y equivocado. El orgullo se deriva del reco-
nocimiento interiorizado de que los obstáculos, la ad-
versidad y el miedo pueden dominarse a través de la
disciplina y el trabajo en equipo. Así, la disciplina y el
orgullo —junto con el juicio, el saber y la experiencia—
crean militares y civiles profesionales.

3.6. ADMINISTRADORES Y CUSTODIOS

[3-33] Todos los profesionales del Ejército Nacional cus-


todian el conjunto de estrategias, políticas, principios y
creencias que, referido a la gestión decidida y al mante-
nimiento de los recursos, conocimientos, costumbres y

45
CAPÍTULO 3

tradiciones consagrados en el tiempo, conforma la pro-


fesión. Por lo tanto, la custodia implica una subordinación
de todos los líderes del Ejército, civiles y militares, a la
responsabilidad más grande de la profesión: mantener la
confianza entre el Ejército y el pueblo colombiano.

3.6.1. Relaciones civiles-militares

[3-34] El control civil sobre lo militar está impuesto por la


Constitución Política y sirve como piedra angular de nues-
tras Fuerzas Armadas. Los profesionales del Ejército Na-
cional entienden esto y aprecian el rol fundamental que
este concepto ha desempeñado a lo largo de la historia; por
lo mismo, entienden el rol de los líderes civiles y de sus res-
ponsabilidades en el liderazgo político. Así mismo, dichos
profesionales del Ejército son responsables de custodiar la
relación entre el liderazgo militar y civil del Ejército y saben
que por su experticia única, su aporte es vital para formular
y ejecutar una política de defensa efectiva.

3.6.2. Los profesionales del Ejército y la nación

[3-35] Los profesionales del Ejército Nacional tienen una


doble responsabilidad: por un lado, defienden la nación del
peligro mediante la aplicación del poder terrestre, donde y
cuando lo indique la autoridad civil. Por otro lado, son tam-
bién ciudadanos con una fuerza de carácter que ejemplifica
los ideales defendidos por los principios institucionales. Al
interiorizar los valores institucionales, extendemos el ca-
rácter de la profesión militar, mucho más allá del servicio
activo.

46
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

“LOS SOLDADOS ESTAMOS PARA


CONDUCIR LA GUERRA CUANDO
SEA NECESARIO Y TAMBIÉN PARA
MANTENER LA PAZ”

GENERAL JUAN PABLO RODRÍGUEZ BARRAGÁN

47
CAPÍTULO 4

48
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

CAPÍTULO 4
EL EJÉRCITO
Y LA FUERZA CONJUNTA

49
Página dejada en blanco intencionalmente
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

CAPÍTULO 4

EL EJÉRCITO Y LA FUERZA CONJUNTA

“El Ejército es la institución sagrada donde reposa la patria. Son los


soldados colombianos quienes viven por defenderla y a quienes de-
bemos nuestra libertad”.
Centro de Doctrina del Ejército (CEDOE)

[4-1] La sinergia de las operaciones de fuerzas conjuntas


maximiza la capacidad del Ejército Nacional. El poder te-
rrestre complementa al marítimo y al aéreo y, en retorno,
estas fuerzas hacen del Ejército un referente internacional
para las demás fuerzas terrestres. La interdependencia es
una evolución de las armas combinadas: emplear una ca-
pacidad militar específica para multiplicar la eficacia y co-
rregir las limitaciones de las otras. Las armas combinadas
no son una idea nueva: desde la Guerra de Independencia,
su dominio ha sido crucial para el éxito. Sin embargo, dicha
utilización es de naturaleza táctica, pues combina las fuer-
zas en los niveles táctico, operacional y estratégico.

4.1. MISIONES CONJUNTAS

[4-2] Las misiones de las fuerzas conjuntas pueden reque-


rir la ejecución de operaciones convencionales y de fuerzas
especiales en coordinación con otros elementos del Estado

51
CAPÍTULO 4

(diplomático, económico, entre otros). La fuerza terrestre


es decisiva en diferentes misiones:

• Contrarrestar amenazas que afecten la seguridad y la


defensa del Estado.

• Disuadir y derrotar la agresión.

• Proyectar su poder en áreas donde su acceso o accio-


nar sea restringido.

• Neutralizar armas de destrucción masiva.

• Operar de manera efectiva en el ciberespacio.

• Actuar con eficacia en el espacio.

• Defender la patria y dar apoyo a las autoridades civi-


les.

• Proporcionar una presencia estabilizadora.

• Realizar las operaciones de estabilidad y de contrain-


surgencia.

• Facilitar asistencia humanitaria y atención de desas-


tres.

[4-3] La Guía de planeamiento estratégico del Ejército debe


configurar estas misiones y cualquier otra que se conside-
re como solución óptima dentro de la fuerza conjunta. Así
como la Armada y la Fuerza Aérea dependen de las ca-
pacidades especializadas del Ejército, este depende de las

52
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

de aquellas, pues la interdependencia conjunta no es otra


cosa que la dependencia deliberada de las capacidades de
cada fuerza.

[4-4] En lo que concierne al Ejército, sus capacidades son


amplias y diversas, y van desde la defensa de misiles ba-
lísticos hasta el apoyo de transporte terrestre, servicios
veterinarios, ingenieros, suministro de alimentos, etc. Tales
capacidades se denominan Apoyo del Ejército a otras fuer-
zas. A nivel estratégico, el Ministerio de Defensa Nacional
examina las capacidades de todas las fuerzas y determina
qué capacidades de cada una puede proporcionarse mejor.
Un cambio significativo en las FF. MM. es una buena opor-
tunidad para que cada fuerza se especialice en una capaci-
dad que deba cumplir, mientras depende de las otras para
capacidades adicionales, lo cual crea integración de me-
dios complementarios en los niveles táctico, operacional y
estratégico.

[4-5] El Ejército Nacional les proporciona profundidad y ver-


satilidad a los comandantes de las unidades conjuntas de
combate porque el poder terrestre amplía la gama de op-
ciones militares a las propias tropas. Así mismo, proporcio-
na una combinación única de fuerzas blindadas, medianas,
livianas y aerotransportadas, lo que sumado al conjunto de
facilitadores, le permite ofrecer paquetes de fuerza ajus-
tables y escalables para diversas contingencias. Al mul-
tiplicar el rango de capacidades que el adversario debe
contrarrestar, el Ejército reduce sus opciones, impidiéndole
actuar como lo haría ante un oponente o coalición que es-
tuviese apoyada solamente por el poder marítimo y aéreo.

53
CAPÍTULO 4

[4-6] En su mayoría, las misiones de las FF. MM. requie-


ren el comprometimiento de fuerzas en tierra en grandes
cantidades o la disponibilidad de un gran número de solda-
dos para hacer frente a las posibles contingencias. Así, por
ejemplo, el Ejército respalda el planeamiento de las unida-
des conjuntas de combate por el compromiso que tiene en
todo el rango de las operaciones militares (ROM).

[4-7] La defensa del territorio nacional y el apoyo de la de-


fensa a la autoridad civil (ADAC) exigen la participación de
todas las fuerzas, pero el segundo requiere la presencia
intensiva del soldado allí donde se encuentran los ciuda-
danos. Y si bien la necesidad de seguridad y defensa es ini-
cialmente nacional, esto no impide que el poder terrestre
pueda extenderse más allá de las fronteras en aras de ga-
rantizar los intereses de la nación, con lo cual la capacidad
de proyectar el poder militar depende de la modalidad de
acceso.

[4-8] Si este es facilitado por la nación anfitriona, el Ejér-


cito puede configurar y ayudar a sus fuerzas en el esta-
blecimiento de la seguridad de las bases para nuestras
unidades. Si el enemigo niega el acceso, la entrada por la
fuerza puede ser necesaria (p. ej., en la Guerra de Corea,
1950-1953). En tal caso, los paracaidistas y las unidades de
asalto aéreo del Ejército proporcionan al comandante de la
fuerza conjunta opciones flexibles para capturar terreno o
desorientar al enemigo.

[4-9] Las armas de destrucción masiva son una gran


amenaza para la patria, y cuando otras medidas son

54
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

inadecuadas, el poder terrestre es el único medio seguro


para la eliminación de tales armas desde su fuente. En
este caso, los soldados ya desplegados incrementan la
capacidad de respuesta contra la agresión y crean un
entorno seguro necesario para el desarrollo de la paz.

[4-10] La asistencia humanitaria y la atención de desastres


requieren por lo general una alta presencia de personal y,
en caso de necesidad, los especialistas del Ejército pueden
apoyar a las organizaciones de ayuda internacionales. Si la
situación es grave, como en el caso del terremoto de Haití,
sucedido el 12 de enero de 2010, los soldados pueden su-
ministrar mano de obra calificada para ayudar directamen-
te a la región afectada.

[4-11] El Ejército es un importante beneficiario y contribu-


yente de las capacidades conjuntas del espacio y el cibe-
respacio. El acceso asegurado al ciberespacio incrementa
el desempeño de las armas combinadas y se integra a las
capacidades conjuntas. El poder terrestre se dispersa y
maniobra en vastas zonas, ejerciendo su efecto decisivo
con un pequeño número de soldados. Sin embargo, el ci-
berespacio es ahora un campo de batalla y la intensidad de
las actividades cibernéticas y electromagnéticas continúa
multiplicándose.

[4-12] Del mismo modo, las FF. MM. no pueden seguir pla-
neando sus acciones sin el apoyo de los sistemas espacia-
les, ya que estos les permiten el empleo flexible y eficaz de
sus capacidades. El poder terrestre puede eliminar el acce-
so de un adversario al espacio y al ciberespacio mediante la

55
CAPÍTULO 4

captura y ocupación de los lugares desde los cuales dicho


adversario opera sus sistemas espaciales y cibernéticos.

[4-13] Al mismo tiempo, la organización, entrenamiento y


equipo superior preparan al Ejército para operar con efi-
cacia a pesar de que las redes sean degradadas, las co-
municaciones saboteadas y el combate en el espacio y el
ciberespacio sea intensificado. Por esta razón, es necesario
enfatizar en el mando tipo misión (MTM) como filosofía y
como FCG.

4.2. COMPETENCIAS DISTINTIVAS Y FACILITADORAS

[4-14] El comandante de la fuerza conjunta solicita y re-


cibe unidades de acuerdo con lo que estas puedan hacer
sobre el terreno. La contribución fundamental del Ejército
a la fuerza conjunta son las competencias distintivas: 1)
maniobra de armas combinadas (MAC), 2) seguridad de
área extensa (SAE) y 3) operaciones especiales (OO. EE.)
(como se describe en el MFE 3-0).

[4-15] Sin embargo, otras competencias vitales o facilita-


doras son fundamentales para garantizar la habilidad del
Ejército de maniobrar y asegurar territorio para la fuerza
conjunta. Estas incluyen: 1) cooperación en seguridad, 2)
configuración de fuerzas, 3) operaciones de ocupación, 4)
mando tipo misión (MTM), 5) apoyo a unidades conjuntas
y de la fuerza, 6) apoyo a las autoridades civiles y 7) movi-
lización e integración de componentes de reserva.

56
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

[4-16] Estas competencias no son exclusivas del Ejército,


ya que las otras fuerzas pueden desarrollar funciones si-
milares, y tampoco son una lista exhaustiva de lo que este
hace en los niveles táctico y operacional.

4.2.1. Competencias distintivas

4.2.1.1. Maniobra de armas combinadas

[4-17] La letalidad en el campo de combate demanda el


dominio de las armas combinadas. Pero no solo la com-
binación de capacidades del Ejército, sino el despliegue
de las capacidades conjuntas. Las habilidades necesarias
para sincronizar el poder de fuego conjunto y la maniobra
terrestre están en la cúspide de la eficiencia militar. La ca-
pacidad de prevalecer en la maniobra de armas combina-
das (MAC) es un factor decisivo para quebrantar la voluntad
del enemigo.

[4-18] Las unidades del Ejército ubican, fijan, se acercan y


destruyen las fuerzas contrarias en tierra y luego aprove-
chan las oportunidades creadas para consolidar la victoria.
La maniobra ubica al enemigo en desventaja física, donde
es más vulnerable a las armas de las unidades del Ejército
imponiéndole, además, la desventaja moral.

[4-19] El miedo individual conduce a una ruptura en la co-


hesión del enemigo, y cuando esto se logra, dicho enemigo
es conducido y destruido significativamente. Si las armas
de largo alcance no lo pueden neutralizar, destruir o desar-
ticular, los soldados se mueven hacia él hasta cortarle toda

57
CAPÍTULO 4

oportunidad de escape. Entonces el enemigo se rinde, huye


en desorden o, en el peor de los casos, muere.

[4-20] La MAC es la aplicación de los elementos de poder


de combate en acción unificada para derrotar fuerzas ene-
migas terrestres, capturar, ocupar y defender terreno; y
lograr una ventaja física, temporal y psicológica sobre el
enemigo para capturar y explotar la iniciativa.

4.2.1.2. Seguridad de área extensa

[4-21] Es la aplicación de los elementos del poder de com-


bate en la acción unificada (AU) para proteger a la población,
las propias tropas, la infraestructura, los activos estratégi-
cos y otras actividades, con el fin de negar al enemigo posi-
ciones de ventaja y consolidar las victorias para retener la
iniciativa. Esta puede ser aplicada tanto para enfrentar una
amenaza dentro del territorio nacional, como en apoyo de
una nación amiga.

[4-22] Fuera del territorio nacional, las unidades del Ejér-


cito pueden ejecutar la SAE de tres maneras: 1) coopera-
tiva, con el Ejército de la nación anfitriona que esté bajo la
amenaza de un poder hostil; 2) coercitiva, cuando el com-
ponente terrestre deba capturar terreno para ubicar sus
unidades y reforzar la seguridad y el control en áreas po-
bladas dentro de este territorio, o 3) mediante una mezcla
equilibrada de acciones coercitivas y cooperativas, típica en
las operaciones de contrainsurgencia.

[4-23] Las operaciones de estabilidad son las tareas tácti-


cas que el Ejército conduce para mejorar las condiciones

58
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

de la población civil en un área de operaciones, dentro o


fuera del territorio nacional. Las tareas básicas incluyen
proveer seguridad, ejercer el control y prestar apoyo de
supervivencia (p. ej., distribuir agua y alimentos), mientras
que las tareas complejas se refieren a garantizar la gober-
nabilidad y el desarrollo económico. Siempre que sea po-
sible, las operaciones de estabilidad deben comprometer
a las fuerzas locales de seguridad. Es importante destacar
que las operaciones de estabilidad son un complemento
indispensable para las operaciones ofensivas y defensivas.

4.2.1.3. Operaciones especiales

[4-24] Las operaciones especiales (OO. EE.) son acciones


militares conducidas por unidades especialmente orga-
nizadas, entrenadas, equipadas y certificadas; con alta
movilidad y flexibilidad, en espacios hostiles, negados y po-
líticamente sensibles, para alcanzar objetivos militares de
repercusiones estratégicas (MFE 3-05).

4.2.2. Competencias facilitadoras

4.2.2.1. Cooperación en seguridad

[4-25] La configuración del ambiente de seguridad dismi-


nuye las tensiones regionales y es vital para la nación. Cada
comandante del ejército de combate desarrolla programas
para mejorar la estabilidad regional y promover la paz a
través de la cooperación en seguridad. El teatro de opera-
ciones del Ejército proporciona un enlace importante con

59
CAPÍTULO 4

los recursos necesarios para la ejecución de la estrategia


del teatro conjunto. Por lo tanto, los comandantes depen-
den en gran medida del Ejército para ejecutar las misiones
de cooperación en seguridad.

[4-26] Nuestras capacidades militares pueden fomentar la


confianza con los asociados de la acción unificada (AU) y
disuadir la agresión. Los soldados son particularmente im-
portantes en la cooperación en seguridad, ya que todas las
naciones, incluso aquellas que carecen de fuerzas navales y
aéreas, tienen elementos de seguridad en tierra. Los solda-
dos pueden desplegarse global y regionalmente para entre-
nar fuerzas de seguridad de otras naciones en apoyo de los
objetivos nacionales, y aunque las Fuerzas Especiales del
Ejército cumplen una función esencial en este esfuerzo, uni-
dades especializadas pueden también efectuar dicha labor.

4.2.2.2. Configuración de fuerzas para los comandos


conjuntos

[4-27] El MFRE 3-0 define la configuración de fuerzas del


ejército de combate como el proceso que determina la com-
binación adecuada de unidades y la secuencia de su des-
pliegue en apoyo del comandante de una fuerza conjunta.
La configuración de fuerzas es la capacidad de traducir los
requerimientos de los comandantes de fuerzas conjuntas en
unidades modulares del Ejército listas para el despliegue en
el área de operaciones conjunta desde su llegada.

[4-28] Para los comandantes de las unidades conjuntas, la


amplia gama de capacidades del Ejército se traduce en una

60
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

fuerza terrestre organizada que permite cualquier combi-


nación de tareas, desde el combate hasta la asistencia hu-
manitaria. Tal diversidad de capacidades facilita aumentar
las de las otras fuerzas con las especialidades específicas
del Ejército, aun cuando no se empleen grandes cantidades
de tropas.

[4-29] En la práctica, la configuración de fuerzas es una


competencia facilitadora de alta complejidad que implica
dotación, organización, entrenamiento y preparación, es
decir, casi todo lo que hacemos antes de que los soldados
lleguen al campo de combate.

[4-30] El poder terrestre proporciona al comandante de


la fuerza conjunta profundidad y versatilidad (tanto en el
desarrollo de las campañas, como antes y después de las
operaciones de combate). El Ejército mantiene una confi-
guración presente en los comandos conjuntos a través de
una alineación regional de unidades y estados mayores.
Estas fuerzas se entrenan y efectúan su planeamiento re-
gionalmente (diferencial) para enfrentar las posibles con-
tingencias de un área de responsabilidad particular. Esta
configuración regional construye familiaridad con los aso-
ciados de la acción unificada (AU) multinacionales y mejora
la capacidad de respuesta del Ejército ante una crisis.

4.2.2.3. Conducción de operaciones de ocupación

[4-31] El Ejército entrena y equipa las unidades de combate


para conducir operaciones aerotransportadas (paracaidis-
tas), de asalto aéreo (helicoportadas) y otras para capturar

61
CAPÍTULO 4

terreno u objetivos clave. La entrada de unidades conjuntas


por la fuerza le otorga a su comandante la iniciativa porque
obliga al enemigo a defenderse contra numerosas posibili-
dades. En algunos casos, el enemigo no puede oponerse al
despliegue, pero las condiciones pueden ser tan precarias
que es crucial proteger el terreno obtenido.

[4-32] Tan pronto como las fuerzas de ocupación inicial


aseguran el territorio, el comandante de la fuerza conjunta
despliega otras fuerzas, como unidades adicionales de ma-
niobra, medios aéreos y unidades de OO. EE., para explotar
la situación desde las áreas capturadas por asalto y ocupa-
ción. El Ejército proporciona gran parte de la capacidad de
apertura del teatro de operaciones dentro de un territorio
y la despliega desde fuera de la región, mientras que los
expertos en logística y transporte se organizan en cuanto
las circunstancias lo permiten.

4.2.2.4. Mando tipo misión

[4-33] El mando tipo misión (MTM) se centra en el coman-


dante y abarca el arte del mando y la ciencia del control.
El comando es mucho más que la autoridad y aunque esta
es la base jurídica para el mando, su ejercicio es un arte.
Incluso una unidad relativamente pequeña del Ejército,
como un batallón, cuenta con decenas de organizaciones
que realizan gran variedad de tareas. Cuando el combate
añade el miedo, la fatiga, las oportunidades y la incerti-
dumbre, los líderes deben equilibrar la autoridad y el li-
derazgo.

62
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

[4-34] Las operaciones terrestres dependen de cualidades


humanas como la confianza en sí mismo y en los demás,
la fe y la perseverancia. En condiciones de alto estrés, los
comandantes aplican el equilibrio necesario de cualidades
para conducir sus unidades al cumplimiento de la misión.
Debido a la complejidad de las operaciones terrestres,
debe darse al líder, en el terreno, tanta autoridad y apoyo
como sea posible, incluso cuando esa persona lidera una
pequeña unidad.

[4-35] El MFE 6-0, Mando tipo misión, resalta que este se


basa en la confianza y entendimiento mutuos y el pro-
pósito. En las operaciones terrestres, las decisiones im-
portantes deben tomarse rápidamente y en el terreno,
donde las circunstancias pueden variar drásticamente
de lo previsto al inicio de la operación. Los comandantes
enfatizan el objetivo o estado final y no los detalles de
cómo llevar a cabo la misión. La clave es que ellos co-
munican, y los subordinados entienden el propósito de
la operación, la intención detrás de la misión, las tareas
clave y el estado final, así como todos los recursos dis-
ponibles.

[4-36] La confianza mutua entre el comandante y sus su-


bordinados se convierte en un aspecto esencial, ya que
todos los soldados se preparan para poner la misión en
primer lugar, tomar la iniciativa y actuar recursivamente
dentro de la intención de su comandante. A su vez, cada
comandante garantiza que las acciones de sus subordina-
dos se enmarquen dentro de su intención y en los límites
legales impuestos a las actividades militares, reconociendo

63
CAPÍTULO 4

que en el desarrollo de las operaciones terrestres hay un


alto grado de incertidumbre y eventos fortuitos.

[4-37] La MAC es imposible a menos que los comandantes


tengan la experiencia y las comunicaciones para sincroni-
zar el Ejército y el poder de combate conjunto. La ciencia
del control (que regula, hace el seguimiento y direcciona
la acción de las unidades) requiere sofisticados y robus-
tos sistemas de información, junto con un personal bien
entrenado para emplearlos. Sin estos sistemas, incluso
comandantes bien informados y carismáticos no pueden
controlar nada más allá de su entorno inmediato.

[4-38] En un grado ascendente, nuestra habilidad de emplear


las capacidades del Ejército depende de actividades electro-
magnéticas y cibernéticas. El grado en que protegemos efec-
tivamente las redes amigas (alámbricas e inalámbricas) y
explotamos o degradamos las del enemigo se ha convertido
en un aspecto intrínseco de las armas combinadas.

[4-39] La estructura de fuerza del Ejército incluye coman-


dos con equipo especializado y manejado por personal
altamente preparado desde el escalón de la compañía
(comandado por capitanes), hasta el de división (coman-
dado por generales). Estos comandos proporcionan el li-
derazgo y la organización de las fuerzas del Ejército, junto
con las unidades conjuntas y multinacionales organiza-
das bajo su mando. El Cuartel General del Ejército, como
escalón superior, puede ser complementado por personal
de las otras fuerzas o de otros ejércitos, para convertirse
en fuerza de tarea conjunta, combinada o multinacional.

64
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

4.2.2.5. Apoyo a unidades conjuntas y de la Fuerza

[4-40] Una porción significativa del poder de combate del


Ejército se dedica a sostener la Fuerza; no solo a sus pro-
pias unidades, sino a las unidades de otras fuerzas y, en la
medida de las posibilidades, de fuerzas multinacionales. El
sostenimiento del Ejército da a nuestras fuerzas la resis-
tencia que permite que las fuerzas conjuntas permanez-
can en la campaña durante meses y años, normalmente en
ambientes hostiles.

[4-41] El comandante de la fuerza conjunta depende de la


logística prevista por el Ejército. A lo largo de la historia,
expediciones militares han fallado cuando las bajas oca-
sionadas por enfermedades (y en la primera línea de bata-
lla) han erosionado su poder de combate, o cuando la falta
de suministros les impidió aprovechar las oportunidades.
Sin embargo, en el siglo XXI nuestro país puede desplegar
fuerzas terrestres en cualquier lugar y para ser utilizadas
indefinidamente.

4.2.2.6. Apoyo de la defensa a la autoridad civil (ADAC)

[4-42] El Ejército puede brindar apoyo a las autoridades


a nivel nacional o local. Estas operaciones se enmarcan
en el apoyo de la defensa a la autoridad civil. Las unida-
des del Ejército responden de inmediato a los desastres y
ataques según sea requerido por las autoridades civiles y
dentro de los límites establecidos por la ley. La respues-
ta que dan las unidades del Ejército en el marco de su
capacidad combatiente es muy valiosa en situaciones de

65
CAPÍTULO 4

emergencia nacional. El Ejército tiene la responsabilidad


primordial de velar por la comunidad, apoyando con sus
medios disponibles en cualquiera de estos casos, según
los requerimientos de la autoridad civil, y enfocándose en
algunos propósitos especiales.

4.2.2.7. Movilización e integración de componentes de


reserva

[4-43] A través de la historia, se ha demostrado la ne-


cesidad de que una parte significativa del Ejército esté
compuesta por aquellos ciudadanos soldados, hombres y
mujeres, que sirvieron a su país y que luego optaron por
carreras civiles. Su servicio permite la constitución de
los componentes de reserva, para proveer a la nación un
Ejército único, capaz, versátil y poderoso. La reserva es la
llamada a proporcionar la profundidad y versatilidad que
nos permite cumplir con los requerimientos de los co-
mandantes del ejército de combate para la configuración
del poder terrestre.

[4-44] El Ejército debe propender por desarrollar y mante-


ner una reserva permanente capaz de integrarse rápida-
mente a las unidades operacionales. Deben preverse los
mecanismos para su concentración y entrenamiento regu-
lar. La profundidad de la experiencia en la reserva activa
tiene beneficios intangibles, aceptación y familiaridad. Los
componentes de reserva deben coincidir con los requeri-
mientos operacionales del poder terrestre en concordancia
con las necesidades estratégicas de la nación.

66
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

4.3. INTERDEPENDENCIA CONJUNTA

[4-45] La integración del Ejército en unidades conjuntas


nunca fue más determinante. En la II Guerra Mundial, la
integración de las capacidades conjuntas se presentó en
el nivel de teatro de operaciones, con misiones discretas
asignadas a las diferentes fuerzas. Los incidentes de fratri-
cidio que incluían fuegos navales errados, artillería y apoyo
aéreo cercano eran frecuentes. El efecto completo de las
armas de apoyo normalmente requería grandes gastos
de municiones, y a menudo afectó a miles de personas no
combatientes.

[4-46] La fuerza conjunta de hoy ha evolucionado de la in-


tegración a nivel de teatro de operaciones a la integración
a nivel de pequeñas unidades. Los comandantes de pelotón
pueden requerir el apoyo de capacidades aéreas y maríti-
mas de manera precisa y oportuna en cualquier momento
y lugar.

[4-47] Por ejemplo, en la actualidad, los soldados reciben


la atención traumatológica más avanzada a pocos minu-
tos de haber sido heridos; sus posibilidades de supervi-
vencia son tan altas o superiores a los de un ciudadano
gravemente herido en un accidente automovilístico. Los
soldados son estadísticamente más saludables en una
zona de combate que cuando están en casa. En conse-
cuencia, hoy el Ejército despliega menos soldados al
teatro de operaciones como reemplazos de víctimas, en
comparación con los que desplegaba en el pasado.

67
CAPÍTULO 5

68
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

CAPÍTULO 5
NUESTRO DEBER
CONTINUO

69
Página dejada en blanco intencionalmente
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

CAPÍTULO 5

NUESTRO DEBER CONTINUO

“Compatriotas: vosotros me honráis con el título de Libertador. Los


oficiales, los soldados, el Ejército: ¡ved ahí a los libertadores!”.
Simón Bolívar

[5-1] Aunque desde el nacimiento mismo de la repúbli-


ca, la paz y la seguridad han dependido de la prepara-
ción del Ejército Nacional, hoy el reto es prepararnos
para los desafíos futuros. Es así como estamos en pro-
ceso de convertirnos en una Fuerza más contundente,
sin dejar de enfrentar las actuales amenazas y sin des-
cuidar nuestras capacidades. Por lo mismo, tenemos
CAPÍTULO
que apoyarnos en la experticia de nuestros líderes para5
desarrollar una nueva generación que supere los desa-
fíos venideros, lo cual requiere un renovado compromi-
so con nuestra profesión y con todos los que sirven y
han servido, especialmente los componentes de reser-
va constituidos por hombres y mujeres de invaluable
experiencia y dedicación.

5.1. DERROTAR LAS AMENAZAS

[5-2] Nuestro objetivo inmediato es el cumplimiento de las


misiones; pero a la vez que se consolidan los éxitos en los

71
CAPÍTULO 5

conflictos en curso, nos preparamos para enfrentar las


contingencias futuras. En este exigente entorno, es vital
la inversión en entrenamiento y formación de líderes con
el fin de preparar a nuestros soldados con los más altos
estándares. El compromiso y el desempeño de cada uno
de ellos son extraordinarios, ya que, por un lado, combaten
sin tregua al enemigo y, por el otro, cuidan con decisión la
población civil. Los soldados del Ejército se han convertido
en voceros efectivos y coordinadores de comunidades pe-
queñas, y por ello los colombianos les han dado un apoyo
que ha sido y seguirá siendo fundamental para alcanzar el
triunfo. En todos los niveles de la Fuerza somos conscientes
de la confianza de la ciudadanía en nosotros para el cum-
plimiento de nuestras misiones en beneficio de la nación.

5.2. DESARROLLAR EL EJÉRCITO DEL FUTURO

[5-3] Un entorno de seguridad impredecible nos obliga


a desarrollar la fuerza terrestre futura como parte de la
fuerza conjunta, a la vez flexible y lista para cumplir con
los requerimientos de la nación. No obstante, y puesto que
la mayoría de los conflictos actuales tiene características
asimétricas, es fundamental que nuestro Ejército Nacio-
nal, en su evolución, neutralice el riesgo de perder las ha-
bilidades de los líderes y las capacidades de las unidades
tan laboriosamente adquiridas en seis décadas de con-
flicto armado interno.

[5-4] Por lo tanto, Colombia desarrollará una fuerza te-


rrestre eficaz en el combate y eficiente en la disuasión, la

72
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

seguridad y la cooperación internacional e interagencial;


polivalente, interoperativa y con una doctrina actualizada
que permita el desarrollo de su organización, equipamien-
to y capacidades; de espíritu ganador y enmarcada dentro
de los más altos valores éticos y morales; proyectada en
reconocimiento y liderazgo en las comunidades nacional
e internacional; con capacidad de aportar y sostener fuer-
zas en operaciones de paz; que toma parte en ejercicios y
operaciones internacionales de estabilidad y de combate
enmarcadas en la doctrina de OTU; que apoya a la sociedad
realizando, con otras instituciones, acciones de ayuda hu-
manitaria en los niveles local, nacional y regional, y que a
través del liderazgo fortalece la cooperación e integración
con ejércitos de países amigos.

[5-5] Así mismo, nuestro país desarrollará un Ejército que


contribuye a la cooperación para el desarrollo; que en cum-
plimiento de su responsabilidad social e institucional hace
parte de equipos para la prevención, mitigación y atención
a catástrofes y desastres; que mantiene su letalidad con
gran capacidad de despliegue rápido en aras de atender
contingencias inesperadas; que coopera positivamente con
ONG y organismos internacionales con el propósito de ga-
rantizar la aplicación del DIH/DIDH en un conflicto armado
internacional o interno, y que se relaciona efectivamente
con los medios de comunicación social, facilitando y prote-
giendo su labor informativa independientemente del esce-
nario en que esta se desarrolle, aplicando las medidas de
contrainteligencia con el fin de proteger la seguridad de la
misión y de la Fuerza.

73
CAPÍTULO 5

[5-6] En aras de cumplir las anteriores exigencias, reque-


rimos un cuadro de líderes idóneo que construya el núcleo
de nuevas formaciones cuando sea necesario; invertir sig-
nificativamente en las fuerzas de OO. EE. a fin de incremen-
tar las capacidades del Ejército, permitiendo el trabajo en
equipo con fuerzas convencionales; contar con fuerzas de
reserva listas y accesibles, y adquirir tecnología de punta
para optimizar las funciones de conducción de la guerra.

[5-7] En tal sentido, debemos tener presente que una Fuer-


za que fortalece el desarrollo y crecimiento del recurso
humano, ajusta el perfil de los cargos a ocupar por meri-
tocracia y hace del soldado el eje de la institución, el motor
del cambio y la transformación y el principio y fin de la apli-
cación y uso legítimo de la fuerza.

[5-8] Igualmente, debemos prestar especial atención a las


experiencias y lecciones aprendidas, propias y de otros
ejércitos, y ser receptivos a los adelantos en el arte y la
ciencia militar, aplicados a la dimensión de la seguridad
nacional e internacional a través del pensamiento crítico y
creativo para visualizar los desafíos del futuro que surjan
en los niveles estratégico, político-estratégico y operacio-
nal.

[5-9] Por último, debemos tener claro que la doctrina de la


fuerza terrestre requiere 1) la integración de las armas (ar-
mas combinadas) y 2) el mando tipo misión (qué hacer y no
cómo hacerlo) para armonizar las funciones de conducción
de la guerra, haciendo parte de una fuerza conjunta que
actúa de manera sincronizada en diferentes escenarios,

74
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

aumentando la sinergia y la unidad de esfuerzo y propor-


cionando capacidad multidimensional.

5.3. ADAPTABILIDAD OPERACIONAL

[5-10] Se basa en el reconocimiento de que aun pudien-


do realizar análisis prospectivos, no podemos predecir el
próximo conflicto, desastre o crisis humanitaria. En tal
sentido, la adaptabilidad operacional implica que el poder
terrestre sea escalable y modular y se ajuste rápidamente
para evitar conflictos, dar forma a un entorno operativo y
ganar las guerras de la nación. Por lo tanto, la adaptabili-
dad operacional exige actuar con eficacia en todo el rango
de las operaciones militares (ROM), superando los retos
psicológicos y morales que implica el combate terrestre.

[5-11] La adaptabilidad operacional es condición esencial


en nuestros roles estratégicos (prevenir, configurar y ven-
cer) y permite fortalecer nuestras competencias distinti-
vas en apoyo de las operaciones conjuntas. Por lo general
decisivo, a veces indirecto, pero siempre indispensable, el
poder terrestre es parte integrante de la fuerza conjunta.

[5-12] Dicho poder terrestre proporciona a los comandan-


tes de las fuerzas conjuntas defensas antiaéreas y antimi-
siles (DAM) para la protección de la infraestructura y las
bases clave en tierra. También provee fuerzas élite de OO.
EE. Además, los comandantes de las fuerzas conjuntas
emplean los asuntos civiles del Ejército, la Policía Militar,
los ingenieros y otras funciones de apoyo. Así, la fuerza

75
CAPÍTULO 5

conjunta se apoya con capacidades complementarias, por


ejemplo, las requeridas en el ciberespacio o con sincroniza-
ción de redes de comunicación, y es aquí cuando la fuerza
terrestre efectúa la recolección de Inteligencia, el análisis y
la sincronización.

[5-13] La adaptabilidad operacional impulsa los cambios


en los componentes de capacidad del Ejército (DOMPILEM).
A medida que se mejora la capacidad de adaptación ope-
racional, se incorporan algunas ventajas. Se desarrollan
habilidades altamente especializadas para las operaciones
conjuntas, interagenciales, combinadas y multinacionales.
El liderazgo en el nivel de pequeñas unidades es el que me-
jor debe desarrollarse, y puesto que hoy se cuenta con los
soldados más altamente entrenados y mejor equipados de
nuestra historia, la adaptabilidad operacional se construye
sobre estas ventajas y se concentra en el desarrollo de los
siguientes cinco pares de características:

5.3.1. Profundidad y versatilidad

[5-14] Profundidad es la capacidad de alistamiento rápido


de las fuerzas regulares, combinada con una capacidad
de movilizar, desplegar y emplear el componente de re-
serva. La inversión y la regeneración de la Fuerza también
contribuyen a la profundidad estratégica. Por su parte, la
versatilidad operacional es la combinación de las diver-
sas capacidades, formaciones y equipos que permiten a la
Fuerza organizar unidades según las necesidades de los
comandantes del ejército de combate. Ambas, profundidad
y versatilidad, ofrecen opciones a nuestro comandante en

76
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

jefe para escalar el poder terrestre en un entorno global


complejo, dinámico e incierto.

5.3.2. Adaptabilidad e innovación

[5-15] Este par de características se centra en cómo pensa-


mos. Aunque la naturaleza de la guerra permanece cons-
tante, el combate cambia permanentemente. Las unidades
del Ejército se han caracterizado por dominar rápidamente
los desafíos planteados por los cambios en el entorno y el
enemigo. Nuestros líderes más antiguos insisten en la ab-
soluta necesidad de anticipar al enemigo, modificar proce-
dimientos y ejercicios para dominar la situación y escuchar
a los subordinados. Los líderes reconocen que no existen
soluciones predeterminadas; cada situación requiere juicio
y discreción. Dada la complejidad inherente a las operacio-
nes terrestres, los líderes deben ser capaces de adaptarse
con base en la evaluación continua y aceptar el riesgo de
manera prudente. Nuestro entrenamiento y formación de
líderes debe destacar y reconocer la creatividad en todos
los niveles y premiar a los líderes por su iniciativa e imagi-
nación para la solución de problemas militares.

5.3.3. Flexibilidad y agilidad

[5-16] En aras de lograr el éxito estratégico, operacional y


táctico, tenemos que ser flexibles y ágiles. La flexibilidad
es una característica operacional que describe nuestra
capacidad para llevar a cabo diferentes misiones conjun-
tas a través de una amplia gama de entornos operaciona-
les contra amenazas igualmente diversas. Se mantiene la

77
CAPÍTULO 5

disposición para ejecutar las misiones que abarcan todo


tipo de operaciones militares.

[5-17] La agilidad, por su parte, es táctica y describe la ra-


pidez y eficacia con que combinamos las tareas tácticas
(ofensivas, defensivas, de estabilidad y/o de ADAC) como
parte de una acción decisiva. La agilidad depende del man-
do tipo misión, que consiste básicamente en el planea-
miento centralizado y la ejecución descentralizada.

5.3.4. Integración y sincronización

[5-18] Estas características direccionan la conducción de


las operaciones. Las unidades del Ejército no operan de
forma independiente, sino como parte de un esfuerzo más
grande, conjunto, interagencial e incluso multinacional.
La forma en que el poder terrestre se organiza y opera
se deriva de la interdependencia conjunta. Tácticamente,
sincronizamos las operaciones con el fin de maximizar el
efecto de las armas combinadas. Empleamos capacida-
des diferentes en la misma área y en la secuencia correc-
ta para multiplicar nuestro poder relativo de combate en
el lugar y momento decisivos.

5.3.5. Letal y discriminado

[5-19] El rol principal de los ejércitos es combatir y ga-


nar las guerras en cumplimiento de los objetivos políticos.
La letalidad es el elemento básico, la materia prima que
permite luchar y vencer. La fuerza terrestre se organiza,
entrena y equipa soldados para ubicar, fijar, acercarse y

78
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

destruir las fuerzas del enemigo en tierra en una amplia


gama de condiciones.

[5-20] El Ejército Nacional aplica su poder letal en el marco


de las leyes de la república y los tratados internacionales.
La proximidad del enemigo a la población civil y el riesgo
asociado a nuestros soldados hacen de la aplicación dis-
criminada del poder de combate uno de nuestros mayores
retos; por ello, enfatizamos en nuestra capacidad única de
utilizar las armas con discreción y precisión en zonas po-
bladas, y frente a este desafío, contamos con líderes de al-
tísimo nivel profesional, vasta experiencia e inquebrantable
orientación ética.

5.4. SOSTENER EL ALISTAMIENTO DEL COMPONENTE


DE RESERVA

[5-21] El alistamiento de la reserva en los aspectos de


preparación y organización se realiza en tiempo de paz y
continúa durante la guerra. En este proceso, se deben pla-
nificar, preparar y realizar acciones para su concentración,
capacitación y entrenamiento, y contar con apoyo en cuan-
to a medios de transporte, recursos financieros, lugares
de concentración del personal y material y equipo para su
dotación. Si, por el contrario, la movilización se efectúa en
tiempo de guerra, inevitablemente se caerá en la improvi-
sación y, más que una solución, será otro problema en el
campo de batalla.

79
CAPÍTULO 5

[5-22] El director de reclutamiento y control de reservas es


un líder de pensamiento crítico con capacidad de planear
procesos dentro de la gestión de calidad, generando como
resultado a corto plazo una reserva con capacidad para re-
levar unidades en su función militar, ya que ahí radica su
importancia: ser la fuente primaria de reemplazos del per-
sonal empleado en un teatro de operaciones.

5.5. DESARROLLO DE LÍDERES DEL EJÉRCITO


NACIONAL

[5-23] El poder de combate puede medirse de muchas for-


mas, pero su mayor potenciador es intangible: el liderazgo.
Esta es la capacidad de influir en las personas proporcio-
nando dirección, propósito y motivación para el cumpli-
miento de la misión y el mejoramiento de la organización.
El liderazgo multiplica los otros factores del poder de
combate y, cuando es excelente, puede superar enormes
desventajas, mientras que cuando es pobre, puede desper-
diciar grandes ventajas en cantidad y equipo.

[5-24] Nuestro Ejército es la principal institución para el de-


sarrollo de líderes. Recibimos el mayor talento de nuestros
jóvenes; evaluamos a cada uno de ellos permanentemen-
te y los formamos a través del entrenamiento y la expe-
riencia como profesionales expertos. Para conseguir esto,
agregamos la educación, el desarrollo de líderes y, lo más
importante, la responsabilidad de sí mismos y de sus com-
pañeros.

80
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

[5-25] La responsabilidad llega pronto y por una razón:


en cualquier momento, los líderes de pequeñas unidades
pueden marcar la diferencia entre el cumplimiento de la
misión y el fracaso de la misma. Los buenos líderes res-
ponden a la complejidad y el caos, anticipan oportunida-
des y mantienen la eficacia bajo altos niveles de estrés. Así
mismo, muestran con su ejemplo el norte moral y ético de
su organización y necesitan aprender, pensar, adaptarse y
comunicarse completa, honesta y cordialmente con supe-
riores, subalternos y pares.

[5-26] Los líderes preparan a sus subalternos empode-


rándolos para operar autónomamente y asegurando los
riesgos. Los líderes que se adaptan constituyen el núcleo
de equipos ágiles y de alto desempeño. El éxito en la mi-
sión se alcanza a través de líderes que saben balancear el
riesgo con la oportunidad de retener la iniciativa.

5.6. FORTALECIMIENTO DE NUESTRA PROFESIÓN

[5-27] En esta trascendental evolución, los líderes del Ejér-


cito Nacional se constituyen en los custodios de la profe-
sión. Con el personal no desplegado, los comandantes
aseguran que nueva experticia militar se siga desarrollan-
do y transmitiendo a quienes se inician en la noble carrera
de las armas. Así mismo, se garantiza el entrenamiento de
los conscriptos y el de la reserva, lo cual requiere un mayor
rigor intelectual aplicado a la educación militar profesional
y al arte operacional. Los líderes del Ejército fortalecen los
estándares y sistemas que impactan los requerimientos

81
CAPÍTULO 5

operacionales mediante procesos de certificación profesio-


nal y estudian cómo cada curso de acción y cada decisión
contemplada impactan la profesión militar.

5.7. SOLDADOS PARA LA VIDA

[5-28] El soldado es el recurso más importante que tiene


el Ejército Nacional. Desde el momento en que ingresa a la
vida militar, comienza la capacitación y el entrenamiento
que le permite desarrollar competencias, carácter y com-
promiso logrando, a través de los hábitos, una transforma-
ción cultural en lo mental, físico y moral para toda su vida.

[5-29] El soldado es un ejemplo de ciudadano por compor-


tarse dentro de los más altos parámetros de ética y valo-
res; observador y prudente ante las situaciones; crítico y
creativo para enfrentar los problemas que se presentan
en el diario vivir, y responsable de los deberes que asume
en su vida personal, familiar y de trabajo. A través de su
competencia y compromiso, el soldado desarrolla tareas
que potencializan los recursos materiales, tecnológicos e
informáticos del Ejército.

[5-30] La cultura militar del soldado determina normas de


conducta con base en la disciplina; carácter en sus actua-
ciones (obrar conforme a las leyes y la ética); respeto por
las personas; cortesía en el trato; fidelidad con la patria
y la institución; lealtad con los superiores, subalternos y
compañeros, y facilidad de adaptación para desempeñarse
dentro de un equipo.

82
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

[5-31] Un ciudadano que en el servicio militar a la patria


fue altamente competente, a quien los principios éticos
le desarrollaron el carácter y que aún conserva un férreo
compromiso de servirle a la nación, es un ciudadano que,
al pasar a la reserva, mantiene la formación recibida en
el transcurso de la vida militar, convirtiéndose en perso-
na digna de imitar, tolerante ante las diferentes formas de
pensar, consciente de sus derechos y deberes cívicos, res-
petuoso de la ley, garante de la democracia y fiel a las ins-
tituciones legítimamente constituidas.

83
CAPÍTULO 6

84
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

CAPÍTULO 6
TRANSPARENCIA
INSTITUCIONAL
DIRECCIÓN DE APLICACIÓN NORMAS
DE TRANSPARENCIA DEL EJÉRCITO

85
Página dejada en blanco intencionalmente
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

+ CAPÍTULO 6

TRANSPARENCIA INSTITUCIONAL
DIRECCIÓN DE APLICACIÓN NORMAS DE
TRANSPARENCIA DEL EJÉRCITO

[6-1] El Ejército Nacional diseña la Política de Transparen-


cia Institucional como un lineamiento del orden estratégico,
pilar fundamental de la doctrina que arraiga el comporta-
miento ético en cada uno de los hombres y mujeres que
integran la institución.

[6-2] La institucionalización de la Política de Transparen-


cia se enmarca en los lineamientos emanados desde el
Gobierno nacional, mediante la normatividad vigente y
las convenciones internacionales que ha firmado el Esta-
do Colombiano en relación con esta temática, lo que deja
entrever el compromiso arduo y decidido por construir y
gestionar medidas preventivas asertivas que batallen con-
tra los flagelos distractores del buen comportamiento y
las buenas prácticas administrativas y operacionales. De
la misma forma, se puede evidenciar como a partir de su
interiorización y cumplimiento se contribuye al logro de
los objetivos estratégicos del Ejército Nacional, cuyo obje-
tivo “Garantizar la transparencia en todos los procesos” es
prioritario y transversal en el proceso de transformación
del Ejército Multimisión, su gestión se enfoca en establecer

87
CAPÍTULO 6

políticas y lineamientos diferenciales definidos que orien-


ten la construcción de integridad y transparencia acorde
con las capacidades requeridas para la seguridad y la de-
fensa de la soberanía nacional.

[6-3] La Política de Transparencia se convierte en un es-


labón transversal dentro de una cadena dinámica de me-
didas establecidas en función de dar sostenibilidad a la
legitimidad y la integridad de la institución, siendo determi-
nante para la reorganización del Ejército Nacional, donde
de manera holística se estructura un sistema con capa-
cidad de articular sus esfuerzos para la protección de la
Fuerza, inquebrantable ante las nuevas amenazas y capaz
de afrontar los nuevos retos multidimensionales.

6.1. CONTEXTO GENERAL Y ESTRUCTURA DE LA


POLÍTICA DE TRANSPARENCIA INSTITUCIONAL

[6-4] La Política de Transparencia está diseñada con desta-


cada validez aplicable a escenarios diferenciales, en los que
se vaticina un impacto significativo en el cambio cultural de
los hombres y mujeres pertenecientes a la institución, la
cual está conformada por cuatro elementos fundamenta-
les presentados a continuación, así:

1) C
umplimiento de la normatividad existente tanto de
índole nacional como internacional.

2) G
estión de mecanismos de socialización e interioriza-
ción que se conciben para lograr la aplicabilidad de los

88
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

conocimientos relacionados con la transparencia y la


integridad.

3) I nteriorización de los principios y valores descritos en


la doctrina y puestos de manifiesto en el diario vivir.

4) G
estión de administración integral dispuesta por las
buenas prácticas, cumplimiento de la normatividad y
altos estándares en los protocolos de los organismos
de control y organizaciones afines.

6.1.1. Cumplimiento de la normatividad

[6-5] En relación con la normatividad vigente de transparen-


cia, el Ejército Nacional dispone la promoción, aplicación y
cumplimiento de las tres Convenciones Internacionales fir-
madas por el Estado Colombiano y las dos leyes de índole
nacional: la Ley de Transparencia y el Estatuto Anticorrup-
ción; instrumentos normativos que le permiten estandari-
zar, reglamentar, regular y disfrutar de parámetros claros
de prevención, gestión y mecanismos de administración
de justicia frente a hechos que se presenten y que tengan
relación directa con el tema, en este sentido y amparado en
estos designios la Política de Transparencia Institucional
es tácita en la medida que cita el compromiso y la voluntad
expresa por dar cumplimiento a esta normatividad vigente.

6.1.1.1. Convenciones internacionales

[6-6] Las convenciones internacionales en las que el Es-


tado colombiano es participe y vinculante de acuerdo con

89
CAPÍTULO 6

las normas del Derecho Internacional son estándares co-


múnmente aceptados que adoptan los países mediante
consensos para luchar de manera conjunta por disminuir
y eliminar los grandes flagelos que afectan a las socieda-
des, entre ellos la corrupción la cual ocupa una destacada
participación. Estas convenciones definen guías para que
los Estados precisen estrategias que prevengan, detecten,
investiguen y sancionen prácticas corruptas que se dieran
en cada Estado en particular, no solamente desde el ámbito
público, sino también en el relacionamiento con otros ac-
tores como el sector privado y la sociedad civil en general.

[6-7] Para el caso del Estado colombiano en consenso se


da cumplimiento a tres convenciones:

• Convención Interamericana contra la Corrupción

• Del 29 de marzo de 1996 en Caracas, Venezuela

• Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción

• Del 09 de diciembre de 2003 en Mérida, México

• Convención de la OCDE Soborno Transnacional

• Del 17 de diciembre de 1997

[6-8] Las convenciones internacionales además de las es-


trategias planteadas, logran impactar vigorosamente en
el tiempo, toda vez que por su naturaleza, lo que se acuer-
de en ellas prevalece frente a la rotación de los gobiernos,
siendo esto vital para lograr alcanzar objetivos a media-
no y largo plazo; de igual manera, facilitan la cooperación

90
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

internacional entre los países participantes y logran que


enfoques de políticas globales se puedan adaptar y apli-
car a nivel local.

6.1.1.2. Legislación nacional

[6-9] Se destacan dos leyes fundamentales, la “Ley 1712


de 2014 de Transparencia y del Derecho de Acceso a la
Información Pública” y la “Ley 1474 de 2011 o también
conocido como Estatuto Anticorrupción”. La Ley de Trans-
parencia fundamentalmente reglamenta el derecho de ac-
ceso a la información pública entendido como el derecho
que tiene toda persona de acceder y conocer, de manera
anónima y sin necesidad de justificación sobre la existen-
cia de información pública en posesión o bajo control de
las instituciones, este derecho aplica a todas las personas
independiente de su lugar de nacimiento, nivel de ingreso o
características físicas, así como permite proteger los inte-
reses más importantes de las personas en razón que me-
diante su garantía se salvaguardan los bienes básicos para
la construcción de proyectos y planes de vida. Ahora bien,
en lo que respecta a la institución la aplicabilidad de esta
Ley logra motivar y mejorar una auténtica cultura de trans-
parencia donde se motiven actuaciones probas que inhiben
y disuaden las malas prácticas, así como también impulsa
la cultura de servicio al ciudadano por parte de los servido-
res públicos, supera la cultura del secreto, potencia la par-
ticipación ciudadana, disminuye los riesgos de corrupción
y en sí mejora la eficiencia y la modernización de toda la
cadena que involucra la gestión de la Fuerza.

91
CAPÍTULO 6

[6-10] En lo que refiere a la Ley 1474 de 2011 o más cono-


cida como el Estatuto Anticorrupción, se subraya que está
diseñada como el instrumento que responde a los desa-
fíos consignados en las convenciones internacionales y en
donde se promueven varias iniciativas de orden regulatorio
y sancionatorio, entre las que encontramos la ampliación
de términos en la prescripción de las investigaciones re-
lacionadas con delitos de corrupción, la ampliación de la
responsabilidad de hechos de corrupción al ámbito penal,
disciplinario y fiscal, la incorporación de nuevos delitos y
faltas disciplinarias.

[6-11] De igual manera, el Estatuto Anticorrupción dentro


de sus apartes significativos reglamenta la obligatoriedad
que tiene cada entidad de orden nacional, departamen-
tal y municipal de elaborar anualmente una estrategia
de lucha contra la corrupción y atención al ciudadano
en la que se desarrollan componentes como el mapa de
riesgos de corrupción, la rendición de cuentas, la estra-
tegia antitrámite, los mecanismos para mejorar la aten-
ción al ciudadano y la gestión de transparencia y acceso
a la Información pública; en este sentido, para el Ejército
Nacional estas medidas sin lugar a duda impactan expo-
nencialmente en la gestión de la Fuerza, puesto que en
la medida que se plantee y estructure una estrategia de
lucha contra la corrupción se logra dinamizar, impulsar e
impactar los procesos de manera asertiva acercándonos
ágilmente al estado final deseado: “crear una auténtica
cultura de integridad y transparencia”.

92
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

6.1.2. Mecanismos de socialización, interiorización y


aplicación de normas

[6-12] La Política de Transparencia Institucional del Ejérci-


to promueve e incentiva los mecanismos de socialización,
interiorización y aplicación de normas de modo emprende-
dor y constante, se tiene plena certeza de que su dinamis-
mo y empoderamiento dentro de los hombres y mujeres
es determinante para contribuir al objetivo deseado y más
aún cuando existe la responsabilidad decidida de todos por
transcender hasta el punto de afianzar la cultura de trans-
parencia y legalidad alcanzada hasta la fecha.

[6-13] Estos mecanismos se componen de una serie de


actividades que han logrado posicionar la institución como
una entidad promotora y abanderada de los temas de
transparencia dentro del sector defensa y líder en el direc-
cionamiento del cambio cultural en donde priman las bue-
nas prácticas y las conductas enmarcadas en ambientes
éticos, con lo anterior es pertinente referirse a algunas de
las actividades previstas como mecanismos de socializa-
ción, interiorización y aplicación de normas, así:

• Componente de capacitación dinámico y constante,


como pedestal para lograr el cambio.

• Manifestaciones directas y expresas del compromiso


del alto mando por potenciar la integridad y transpa-
rencia en todos los niveles jerárquicos y escenarios
disponibles.

93
CAPÍTULO 6

• Empleo de las herramientas tecnológicas disponibles


para transmitir de forma masiva los mensajes respec-
to a integridad y transparencia.

• Fomento y gestión de los canales de denuncia y pro-


tección al denunciante dentro de la institución.

• Desarrollo de planes de estímulos otorgados a quie-


nes promuevan acciones en pro de la transparencia e
integridad.

• Motivación por cambiar paradigmas nocivos dentro de


un ambiente de transparencia.

• Seguimiento a los indicadores y mediciones, en virtud


de promocionarlos y buscar herramientas que permi-
tan lograr mejores calificaciones en los mismos.

6.1.3. Institución sólida en honor y valores

[6-14] El diseño de la política es totalmente integrativo y


sistémico en razón de que logró visualizar la mayoría de
los aspectos influyentes y determinantes que gestionan
la transparencia e integridad en el Ejército Nacional; la
persona se consolida como eje central de la política cuya
representación fundamental reside en el soldado , conce-
bido como el centro de gravedad capaz de potenciar y po-
ner su tenacidad, entrenamiento y conocimiento en pro de
contribuir positivamente en la construcción de escenarios
acordes al Ejército Multimisión, de la mano de su forma-
ción en principios y valores, los cuales son percibidos como
componentes sólidos, estructurados y con posibilidad de

94
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

penetrar el ADN en todos y cada uno de los miembros que


integran la Fuerza.

[6-15] En este sentido, la Política de Transparencia se


apoyó en conceptos emanados de la Doctrina Damasco,
manuales fundamentales del Ejército (MFE), la cual deter-
minó los postulados que orientan la actuación de todos los
miembros de la Fuerza y aquellos que dan sentido moral
y ético a las actuaciones (Ejército Nacional, 2016). Como
primer elemento visualizado se encontraron los principios,
entendidos de acuerdo con el MFE 1.0 “El Ejército” como el
soporte a seguir de todas las actuaciones; su aplicabilidad,
estudio y gestión describen indudablemente personas, he-
chos y entornos más sanos, más transparentes y sin tacha
ni cuestionamiento alguno. Como segundo elemento dife-
renciador y complementario están los valores definidos
como las “convicciones profundas y superiores en las que
se sustentan el actuar del soldado y de los miembros que
conforman la Institución”, si bien se observa, estos dos con-
ceptos son complementarios el uno del otro, lo que impulsa
significativamente ambientes virtuosos previstos de afian-
zados parámetros de proceder.

[6-16] Por último, destacar la inclusión de la transparencia


dentro del grupo de nueve valores previstos para el Ejército
Nacional, su concepto radica en emprender acciones por
la patria revestidas de honor y rectitud, siendo estas impe-
netrables ante hechos de corrupción y así ser garantes en
todo momento de la Constitución Política de Colombia y
en donde el lema “la ética y la integridad me hacen trans-
parentes” debe quedar tatuado en todos y cada uno de

95
CAPÍTULO 6

los corazones del personal que integra la Fuerza transcen-


diendo hasta llegar a forjar una filosofía de vida.

6.1.4. Gestión administrativa integral

[6-17] La gestión administrativa integral explorada den-


tro de la Política de Transparencia Institucional considera
movilizar escenarios traslúcidos en todos y cada uno de
los procesos que demanda la administración de recursos,
iniciando desde la planeación, pasando por los procesos
contractuales hasta llegar a la ejecución y supervisión de
los diversos proyectos desarrollados. La gestión adminis-
trativa, si bien, es bastante compleja por la integralidad de
saberes que esgrime, puede llegar a ser también algo es-
cueta en la medida que se dé cumplimiento y observancia
a la normatividad, herramientas establecidas y aplicación
de buenas prácticas.

[6-18] En este contexto, existe un grupo de herramientas de


vital importancia, congregadas bajo un concepto genérico
denominado “buenas prácticas”, concebidas como aquellas
actividades que buscan mejoras en los procesos y activida-
des; orientadas a producir resultados positivos y mayor efi-
ciencia en la gestión de los procesos. Las buenas prácticas
radican en implementar una metodología basada en la ini-
ciativa, la experiencia y el conocimiento puestos en función
de un objetivo definido, de esta manera pueden distinguirse
dos grandes tipos; las pioneras, entendidas como las que
se introducen por primera vez; y las de excelencia, las cua-
les retoman prácticas anteriores exitosas, se aprovecha los
conocimientos y se valora la experiencia existente.

96
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

[6-19] Ahora bien, ya identificados y habiendo realizado un


bosquejo de los cuatro principales enfoques que la Política
de Transparencia Institucional transmite, podemos afirmar
vehementemente la posición inquebrantable y sostenida
de la institución por mantener la integridad y transparen-
cia en todos los procesos y actuaciones de tal forma que no
merezcan tacha ni cuestionamiento alguno, de la misma
forma, mantener el alto grado de confianza que nos entre-
ga la sociedad civil y que es determinante al momento de
dar cumplimiento a la misión asignada por la Constitución
Política de Colombia, significación que bien la describe la
trilogía de la transparencia pensada por la institución en
donde se pone de manifiesto el equilibrio que debe pri-
mar entre tres actores fundamentales para lograr los es-
tándares de transparencia e integridad óptimos, descritos
a continuación: el Ejército Nacional, la legislación vigente y
la sociedad civil, esta trilogía, si bien da soporte a la legiti-
midad Institucional necesariamente debe apoyarse en ele-
mentos transversales que coadyuven a potenciarla, entre
los que se encuentran la confianza internacional y las bue-
nas prácticas aplicadas, en conclusión, esta trilogía recapi-
tula gráficamente todos los conceptos, iniciativas y demás
instrumentos ineludibles a apreciar dentro de un escenario
íntegro.

97
CAPÍTULO 6

AMENAZA
ITUCIONAL A NI
INST VE
LN
DAD AC
I
IM EJÉRCITO
NACIONAL
I
T

ON
GI
LE

A L
al
za a nivel internacion

»»ONG’s »»Carácter Virtuoso


»»Acceso a la Principios y Valores
información
»»Veedurías
TRANSPARENCIA

SOCIEDAD Legitimidad LEYES


CIVIL
fian

»»Estatuto anticorrupción
on

»»Ley de transparencia
C

»»Convenciones Internacionales
»»Organismos de control

BUEN S
AS PRÁCTICA

| Figura 1 | Trilogía de transparencia (fuente: DANTE)

98
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

“UNA VEZ SE CONSOLIDE LA PAZ EN


COLOMBIA, EN 2030 SE CONTARÁ CON UN
EJÉRCITO MODERNO, MÁS EDUCADO Y CON
TECNOLOGÍA DE PUNTA PARA FORTALECER
LA DEMOCRACIA, LA SEGURIDAD NACIONAL
Y PREPARADO PARA ENFRENTAR LAS
AMENAZAS TRANSNACIONALES COMO
NUEVO ESCENARIO ESTRATÉGICO”

GENERAL ALBERTO JOSÉ MEJÍA FERRERO

99
ANEXOS

100
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

ANEXOS

101
Página dejada en blanco intencionalmente
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

ANEXO A

NUESTRA ORGANIZACIÓN

[A-1] Con las revisiones planteadas desde 2011, en el


marco del Comité de Revisión Estratégica e Innovación
(CRE-i), de donde se generó la estrategia del Plan Espada
de Honor y el Comité Estratégico de Diseño del Ejército
del Futuro (CEDEF) en 2013, se abrió paso a diferentes
estudios que, con base en el pensamiento crítico y creati-
vo, dieron lugar a los proyectos que vienen generando la
transformación institucional.

[A-2] En este contexto, en el año 2015 surgió una propuesta


innovadora y diferencial denominada Plan Minerva y, dentro
de esta, la estrategia Damasco 1.0 que buscaba reestruc-
turar de manera secuencial y metódica la doctrina del Ejér-
cito, alineándola con la doctrina conjunta y multinacional, y
teniendo como centro de gravedad para el mejoramiento y
crecimiento de la institución, la cultura militar.

[A-3] Del esfuerzo del CEDEF se derivan los dos componen-


tes principales de la configuración de fuerza: el ejército de
combate y el ejército generador de fuerza, cada uno inte-
grado por elementos, conceptos, estructuras y, principal-
mente, capacidades y competencias administrativas que
constituyen la base de desarrollo integral del Ejército. Lo

103
ANEXOS

anterior en el entendido de que la distinción entre logística


y combate, es una distinción funcional y no una distinción
organizativa formal.

[A-4] Así, el ejército de combate es el encargado de condu-


cir operaciones militares y llevar a cabo la guerra, mien-
tras que el ejército generador de fuerza se ocupa de los
procesos de apoyo (logístico, mantenimiento, administra-
tivo, instrucción y entrenamiento, entre otros) y sosteni-
miento (reclutamiento, sanidad operacional y asistencial,
infraestructura). La ejecución eficiente de estos procesos
permite instruir, entrenar, dotar y mantener fuerzas listas
para ser empleadas por el ejército de combate, cada vez
que se requieran, garantizando la agilidad y oportunidad
que la dinámica operacional exige.

EJÉRCITO DE COMBATE

[A-5] Es la parte del Ejército compuesta por aquellas


unidades cuya misión principal es conducir operaciones
militares y llevar a cabo la guerra. Las unidades tipo con
que el Ejército enfrentará las amenazas serán la división y
la brigada. Las clases de brigada serán las siguientes:

• Armas combinadas: se compone de brigadas pesadas,


medianas y ligeras.

• Operaciones especiales (OO. EE.): dentro de ellas se


hallan las unidades de fuerzas especiales que con-
forman la reserva estratégica del Ejército, y aque-
llas unidades élite que poseen capacidades militares

104
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

cualificadas que le permiten lograr la superioridad


relativa sobre el enemigo, en función de su talento
humano, liderazgo, entrenamiento, tecnología, mate-
rial, equipo y organización especial que lo diferencia
de las fuerzas convencionales.

• Apoyo de combate.

• Apoyo y servicios para el combate.

[A-6] Su organización y composición se determinarán de


acuerdo con el énfasis misional, sin olvidar que su vocación
es multipropósito. La propuesta de estructura de estas bri-
gadas es el resultado del análisis y consultas con expertos
y de las experiencias de otros ejércitos que han implemen-
tado con éxito este concepto organizacional. El Comando
del Ejército y su estado mayor validarán las organizaciones
tipo diseñadas según cada misión.

[A-7] En esta tipología se propusieron cuatro modalidades


de brigada: Brigada de Armas Combinadas (BAC), Brigada
de Fuerzas Especiales (BFE), Brigada de Apoyo de Comba-
te (BDAC) y Brigada de Apoyo de Servicio para el Comba-
te (BASC), las cuales tienen, a su vez, clasificaciones que
dependen de la estructura y configuración que se requiera
para el cumplimiento de la misión asignada.

EJÉRCITO GENERADOR DE FUERZA

[A-8] Es la parte del Ejército compuesta por aquellas


unidades y organizaciones de la institución cuya misión

105
ANEXOS

principal es generar y sostener las capacidades para


el empleo operacional de la Fuerza y, por lo tanto, es el
encargado de los procesos de apoyo (logístico, manteni-
miento, administrativo, instrucción y entrenamiento, entre
otros) y sostenimiento (reclutamiento, sanidad operacional
y asistencial, e infraestructura). La ejecución eficiente de di-
chos procesos permite instruir, entrenar, dotar y mantener
fuerzas listas, para ser empleadas por el ejército de com-
bate cada vez que se requieran, garantizando la agilidad y
oportunidad que la dinámica operacional exige.

[A-9] En este componente se incluyen los subsistemas y


sus respuestas para garantizar un apoyo efectivo, cumplir
los requerimientos del ejército de combate y adquirir las
capacidades operacionales diseñadas. Estas respuestas se
soportan en procesos, estructuras, prácticas y fortalezas
que han permitido el cumplimiento de la misión en el tiem-
po presente. Más aún, la identificación de brechas, limita-
ciones y necesidades que deben suplirse fue crucial para
optimizar la calidad de la respuesta y la eficiencia.

[A-10] La generación de fuerzas entrenadas y listas para


cumplir misiones es un proceso que comprende dos fases.
La primera es la organización, configuración, equipamiento
y entrenamiento de las BAC. La segunda consiste en de-
terminar la forma en que estas brigadas, incluyendo sus
unidades tácticas, son preparadas para desempeñar una
misión principal diferente o una misión secundaria o com-
plementaria.

106
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

[A-11] La primera fase se denomina precisamente Gene-


ración de Fuerza, y se lleva a cabo mediante el ciclo de
operaciones, descanso y entrenamiento (CODE) y requeri-
rá cambios mayores en la estructura vigente del Ejército.
Será necesario desactivar, reasignar y convertir unidades
que actualmente son de empleo específico, a componentes
de BAC, como es el caso de las Brigadas Móviles y los Bata-
llones de Combate Terrestre.

[A-12] Esta transición no puede darse en forma abrupta.


Dentro del ciclo operacional en la fase de entrenamiento,
serán extraídas este tipo de unidades de las áreas, las que
serán liberadas de control o entregadas a otra fuerza o uni-
dad. Las unidades serán reasignadas y se irán conforman-
do gradualmente las BAC requeridas, según las prioridades
definidas por el mando.

107
ANEXOS

ANEXO B

BATALLAS Y CAMPAÑAS DEL EJÉRCITO

[B-1] En la bicentenaria historia del Ejército Nacional de Co-


lombia, numerosas han sido las batallas y campañas que
han fraguado su gloria. Nuestra fuerza terrestre nace con
la república el 20 de julio de 1810, cuando la mayor parte
de la milicia santafereña apoya a los criollos en la Indepen-
dencia y tres días más tarde, al mando del coronel Antonio
Baraya y bajo el nombre de Guardia Nacional de Volunta-
rios de la Nueva Granada, se constituye en el primer cuerpo
armado del país.

[B-2] El paso hacia la consolidación del Ejército Nacional


tiene su inicio con la Batalla del Bajo Palacé, el 28 de marzo
de 1811, cuando se da la primera batalla contra el Ejército
Realista, con una victoria que dejó al estamento colonial re-
legado en la ciudad de San Juan de Pasto.

[B-3] Luego de este inicio victorioso, la unidad del Ejército


se ve puesta a prueba ante las complicadas circunstancias
de formar un nuevo Estado. Las disputas ideológicas divi-
dieron al Ejército Patriota en dos bandos y, por consiguien-
te, en dos ejércitos, uno centralista y otro federalista, que
a fines de 1812, se enfrentan en dos batallas decisivas: la
de Ventaquemada (diciembre de 1812), cuando el ejército

108
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

federalista, al mando de Antonio Baraya, derrota al ejército


centralista, al mando del general Antonio Nariño, e inicia su
camino a Santafé para disolver el sistema centralista, y la
de San Victorino (enero de 1813), cuando Nariño inflige una
derrota estratégica y moral al ejército federalista que no
vuelve a intentar sitiar Santafé hasta finales de 1814.

[B-4] Luego del triunfo, el general Nariño emprendió la


expulsión de los españoles del territorio granadino, en la
Campaña del Sur, exitosa en sus inicios con triunfos como
los del Alto Palacé (diciembre de 1813), Calibío (enero de
1814), Juanambú (abril de 1814) y Tacines (mayo de 1814).
Sin embargo, en la batalla de los Ejidos de Pasto (mayo
de1814), Nariño sufre un revés y es derrotado y capturado
por el Ejército Realista.

[B-5] Paralelamente, una fracción del ejército federalista


apoya al general venezolano Simón Bolívar en su empresa
de libertar Venezuela en la Campaña Admirable que con-
tó con la presencia de los granadinos Atanasio Girardot y
Antonio Ricaurte, ambos martirizados en el curso de dicha
campaña (Bárbula y San Mateo, respectivamente). Tras la
derrota de Bolívar ante el general realista Tomás Boves,
que el 12 de diciembre de 1814 impidió la liberación de
Venezuela, el ejército federalista se une con el general ve-
nezolano y toma la ciudad de Santafé, dando así fin al cen-
tralismo y unificando al Ejército Patriota.

[B-6] A partir de entonces, nuestra Fuerza se prepara


para recibir al ejército español al mando del general Pa-
blo Morillo, circunstancia ante la cual, muchos criollos,

109
ANEXOS

especialmente venezolanos, Simón Bolívar entre ellos,


buscan apoyo en las colonias británicas del Caribe. Otros
afrontan la llegada de los españoles que arriban el 26 de
agosto 1815 a nuestras costas y sitian y toman Cartagena.

[B-7] En 1816 las tropas realistas derrotan al Ejército Pa-


triota en las batallas de Cachirí (febrero de 1816), la Cuchi-
lla del Tambo (junio de 1816) y La Plata (julio de 1816), y
fusilan a las cabezas principales del movimiento indepen-
dentista de 1810. Así, el Ejército Patriota, al mando del ge-
neral Francisco de Paula Santander, tiene que replegarse
en los llanos del Casanare para reorganizarse y planear la
estrategia de guerra ante la nueva situación.

[B-8] En 1819, Simón Bolívar, que ha estado buscando apo-


yos en Jamaica, emprende, con el favor de los británicos y
el concurso de mercenarios y patriotas unidos a la causa,
la Campaña Libertadora, cuyo primer escenario es la Nue-
va Granada. Durante dicha campaña, se producen triunfos
e hitos históricos decisivos para el país: combate del Pan-
tano de Vargas (julio de 1819), batalla de Boyacá (agosto
de 1819), batalla de Chorros Blancos (febrero de 1820),
toma de Cartagena (octubre de 1821), batalla de Ciénaga
(noviembre de 1821) y batalla de Bomboná (abril de 1822),
que permiten la consolidación de la Independencia defini-
tiva de la Nueva Granada y enaltecen la figura del general
José María Córdova, como principal soldado granadino de
la Campaña Libertadora.

[B-9] Luego de la Independencia, el país nuevamente se ve


dividido por las ideologías políticas, unos son seguidores

110
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

del general Santander y otros, del general Bolívar, lo cual


posteriormente da lugar tanto al ejército liberal, como al
ejército conservador, ambos fieles al sistema constitucio-
nal de turno. Esta división genera ocho guerras civiles entre
1839 y 1902, que finalmente se sellan en la Guerra de los
Mil días (1899-1902) con la victoria total del ejército conser-
vador, el cual sirve de base para el actual Ejército Nacional.

[B-10] En su esfuerzo por profesionalizarse y desprenderse


de su pasado partidista, el Ejército Nacional es adoctrina-
do y organizado por distintas misiones militares interna-
cionales, entre ellas, la francesa (1896); la chilena (1907),
que funda la Escuela Militar de Cadetes y trae el modelo
prusiano, y la Suiza (1924), que recalca la apoliticidad del
estamento militar e inicia la aviación militar, fortaleciendo
el horizonte estratégico y organizacional del Ejército.

[B-11] El 1.o de septiembre de 1932, una fracción del ejér-


cito peruano invade la ciudad de Leticia, lo que da inicio al
conflicto colombo-peruano en el que nuestro Ejército ob-
tiene triunfos significativos en los combates de Tarapacá
(febrero de 1933) y de Güepí (marzo de 1933). Este conflicto
no pasa a mayores debido a que se soluciona por vía diplo-
mática, mediante el Protocolo de Río de Janeiro (mayo de
1934).

[B-12] En 1950, el gobierno de los Estados Unidos de


América solicita al gobierno colombiano la participación
de un batallón de infantería, para la guerra que se libra
en Corea entre comunistas y republicanos. El Batallón N.°
1, Colombia, es el elegido para participar en esta misión

111
ANEXOS

militar multinacional, hace presencia en la guerra durante


dos años (1951-1953) e interviene en operaciones mili-
tares emblemáticas, como la operación Nómada (octubre
de 1951), la operación Climber (junio de 1952), la ope-
ración Bárbula (marzo de 1953) y el ataque a los cerros
de Old Baldy y Dale (marzo de 1953). Esta participación
muestra al mundo entero la entrega y fiereza del soldado
colombiano y es el inicio de la cooperación militar entre
los Estados Unidos de América y Colombia. Luego, el Ejér-
cito colombiano tiene participaciones en otras misiones
multinacionales, como la del canal de Suez (1956) con
el Batallón Colombia N.° 2 y la de la península del Sinaí
(1982) con el Batallón Colombia N.° 3.

[B-13] Para la década de 1950 y mediados de la década de


1960, debido a decisiones políticas, el Ejército colombiano
tiene funciones de orden interno; su lucha se centra con-
tra el bandolerismo, problema de orden social derivado
de la crisis política y social a raíz de los hechos del 9 de
abril de 1948, cuando el país se encuentra atemorizado
por una serie de delincuentes que realizan secuestros, ex-
torsiones, pillajes, asesinatos y masacres y que controlan
algunas regiones del país. El Ejército contrarresta efec-
tivamente el fenómeno neutralizando a los principales
bandoleros de la época.

[B-14] Para mediados de la década de 1960 y las décadas


de 1970 y 1980, la lucha se concentra contra las guerrillas
comunistas resultado de la Guerra Fría y en su mayoría
inspiradas en la Revolución Cubana y la guerra civil sal-
vadoreña; otras son continuación del fenómeno social del

112
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

bandolerismo, como las Fuerzas Armadas Revolucionarias


de Colombia (FARC). El Ejército logra golpes importantes
contra estas guerrillas como la Operación Anorí (1973)
contra el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la Operación
San Jorge (1981) contra el Movimiento 19 de Abril (M-19) y
otros golpes a guerrillas, como el Ejército Popular de Libe-
ración (EPL), el Frente Ricardo Franco y el Quintín Lame.

[B-15] Finalmente, para las décadas de 1990 y 2000, la lu-


cha se centra contra organizaciones al margen de la ley; la
caída del bloque soviético significa para muchas guerrillas
comunistas el final de su ideal político, pero otras mutan a
organizaciones terroristas financiadas por el narcotráfico.

[B-16] En este escenario, se produce el inicio de la mo-


dernización del Ejército colombiano, en dos partes: la pri-
mera (1990-1999), cuando se realizan operaciones como
Vuelo del Ángel (noviembre de 1998) e Independencia
(julio de 1999), que buscan contrarrestar y controlar el
despliegue estratégico de estos grupos armados a nivel
nacional en la década de 1990, y la segunda parte, desde
el año 2000 en adelante, que consiste en la consolidación
de cuatro elementos clave del Ejército colombiano para
derrotar las amenazas: fuerzas especiales, aviación del
Ejército, Inteligencia Militar y acción integral, que auna-
das a la férrea voluntad de todos los soldados, logran
reducir las organizaciones terroristas con operaciones
militares como Libertad I (junio de 2003), Fénix (mar-
zo de 2008), Jaque (julio de 2008), Camaleón (junio de
2010), Sodoma (septiembre de 2010), Odiseo (noviembre
de 2011) y Armagedón (marzo de 2012), entre otras, que

113
ANEXOS

logran golpear a estas organizaciones en distintos pun-


tos estratégicos.

[B-17] Con dichas operaciones, se consigue la neutraliza-


ción del plan estratégico de las FARC (estructurado en la
Séptima Conferencia, año 1982); la liberación de rehenes
y secuestrados; la incautación de armamento, material de
intendencia, transportes y estupefacientes; la recuperación
de zonas del país que se encontraban bajo la influencia de
estos grupos ilegales, y la reducción de miembros de alto y
mediano rango, todo lo cual significa el final de ese modelo
terrorista que impedía el desarrollo económico y social del
país.

[B-18] Con las referidas batallas y campañas y por más de


doscientos años, el Ejército colombiano ha estado siempre
presente en el desarrollo y consolidación del país, constitu-
yéndose como un pilar de la democracia del pueblo colom-
biano. ¡Primero fue Ejército, que Repúbica!

114
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

ANEXO C

ORACIÓN PATRIA

Colombia, patria mía,

te llevo con amor en mi corazón;

creo en tu destino

y espero verte siempre

grande, respetada y libre;

en ti amo todo lo que me es querido:

tu gloria, tu hermosura, mi hogar,

las tumbas de mis mayores, mis creencias,

el fruto de mis esfuerzos

y la realización de mis sueños.

Ser soldado tuyo es la mayor de mis glorias;

mi ambición más grande

es la de llevar con honor

el título de colombiano

y, llegado el caso,

¡MORIR POR DEFENDERTE!

115
Página dejada en blanco intencionalmente
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

GLOSARIO

1. ABREVIATURAS, SIGLAS Y ACRÓNIMOS

ABREVIATURA, ACRÓNIMO EN
SIGLA Y/O SIGNIFICADO INGLÉS SIGNIFICADO
ACRÓNIMO (OTAN*)

AD Acción decisiva --- Decisive action

Apoyo de la defensa a la Defense support of


ADAC DSCA
autoridad civil civil authorities

AU Acción Unificada --- Unified action

Comando de Educación y
CEDOC --- ---
Doctrina

Centro de Doctrina del


CEDOE --- ---
Ejército

Defensa antiaérea y anti- Air and missile


DAM AMD
misiles defense

DD. HH. Derechos Humanos -- Human rights

Derecho Internacional de
DIDH
los Derechos Humanos
--- ---
Derecho Internacional International
DIH *IHL
Humanitario humanitarian law

Doctrina, organización, Doctrine, organization,


material y equipo, personal, training, materiel,
DOMPILEM infraestructura, liderazgo y DOTMLPF leadership and
educación, entrenamiento y education, personnel,
mantenimiento and facilities

117
GLOSARIO

ABREVIATURA, ACRÓNIMO EN
SIGLA Y/O SIGNIFICADO INGLÉS SIGNIFICADO
ACRÓNIMO (OTAN*)

Ejército Nacional de
EJC --- ---
Colombia

Función de conducción de
FCG --- Warfighting function
la guerra

FF. MM. Fuerzas Militares --- Military forces

Grupos armados
GAO --- ---
organizados

Grupos delincuenciales
GDO --- ---
organizados

Maniobra de armas Combined arms


MAC ---
combinadas maneuver

Manual fundamental del


MFE --- ---
Ejército

Manual fundamental de
MFRE --- ---
referencia del Ejército

MTM Mando tipo misión --- Mission command

Organización no Non-governmental
ONG NGO
gubernamental organization

OO. EE. Operaciones especiales --- Special operations

Operaciones terrestres Unified land


OTU ---
unificadas operations

political, military,
Política, económica, militar, economic, social,
social, información, tiempo, information,
PEMSITIM PMESII-PT
infraestructura y medio infrastructure,
ambiente físico physical environment,
and time

118
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

ABREVIATURA, ACRÓNIMO EN
SIGLA Y/O SIGNIFICADO INGLÉS SIGNIFICADO
ACRÓNIMO (OTAN*)

Rango de las operaciones Range of military


ROM ---
militares operations

SAE Seguridad de área extensa --- Wide area security

* AAP-15(2013) “NATO GLOSSARY OF ABBREVIATIONS USED IN NATO DOCUMENTS AND PUBLICA-


TIONS”. En aras de la interoperabilidad, muchas siglas se mantienen en el idioma inglés.

2. TÉRMINOS1

*Ejército de combate: parte del Ejército compuesta por


aquellas unidades cuya misión principal es conducir opera-
ciones militares y llevar a cabo la guerra.

*Ejército generador de fuerza: parte del Ejército compues-


ta por aquellas unidades y organizaciones de la institución
cuya misión principal es generar y sostener las capacida-
des para el empleo operacional de la Fuerza.

1
Los términos que esta publicación propone están señalados con un asterisco, y los tomados de
otros manuales están acompañados de su correspondiente referencia entre paréntesis.

119
MFE 1.0
EL EJÉRCITO

“LA DOCTRINA DAMASCO DEL EJÉRCITO


ES PARA LOS SOLDADOS
EN EL CAMPO DE COMBATE.
A ELLOS NOS DEBEMOS Y SON ELLOS
QUIENES COMANDADOS
POR LÍDERES COMPETENTES,
GARANTIZAN LA SUPERVIVENCIA
DE LA NACIÓN”

CENTRO DE DOCTRINA DEL EJÉRCITO (CEDOE)

CEDOC
COMANDO DE
EDUCACIÓN Y DOCTRINA

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