La Inquisición (Estudio Jurídico) .
La Inquisición (Estudio Jurídico) .
La Inquisición (Estudio Jurídico) .
www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx
CAPÍTULO PRIMERO
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
1. Los ORÍGENES
1 " ••• no haya quizas quien siembre alguna pesima cizaña de herejia, pues ya alla
se han hallado y han quemado dos herejes, y por ventura quedan mas de catorce; y
aquellos indios como son gente simple y que luego creen podria ser que alguna ma-
ligna y diabolica persona los trajese a su dañada doctrina y heretica pravedad. Porque
puede ser que muchos herejes se hayan huido de estos reinos y pensando de salvarse,
se hubiesen pasado alla". Bartolomé de las Casas, "Memorial de Remedios para las
Indias" (1516), en J. Pérez de Tudela (ediL), Obras escogidas, v. V, Madrid 1958, p.
15. Fray Bartolomé llegó, con el tiempo, a tomar posesión de una sede episcopal, la
de Ciudad Real de los Llanos de Chiapa, donde llegó a promulgar un edicto de fe, su
"proclama a los feligreses de Chiapa", con el ánimo de iniciar una labor inquisitorial.
2 Hay que tener en cuenta que, a la sazón, el cardenal Cisneros era el Inquisidor
General del Reino de Castilla, ya que la Corona de Aragón tenia el suyo. Esta situa-
ción se prolongó hasta el fallecimiento de Cisneros en que el Inquisidor General de
Aragón, Adriano de Utrech, fue nombrado asimismo Inquisidor General del Reino
de Castilla por el papa León X en 1518. Adriano de Utrech había sucedido en Aragón
a Luis Mercader en 1516. Martinez Diez, G., "Estructura del procedimiento inquisi-
torial I. Naturaleza y fundamentos jurídicos", en J. Pérez Villanueva y B. Escandell
Bonet, Historia de la Inquisición española en España y América, 'l. II, Madrid, 1993,
p. 293. En esta obra figura un documentado estudio de la intervención papal, en rela-
ción con la Inquisición española.
cédula real dada en Barcelona el día 20 de mayo de 1519, y dirigida a las autoridades
del Nuevo Mundo que recoge Medina, J. T., en La primitiva Inquisición americana
(1493-1569), Santiago de Chile, 1914, pp. 24-26.
7 Hemández Sánchez-Barba, M., Historia universal de América, Madrid, 1963, v.
1, p. 386.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 3
R Greenleaf, R. E., La inquisición ell Nueva Espaiia. Siglo XVI, México, Fondo de
Cultura Económica, 1981, p. 18. La multa se repartiría, en partes iguales, entre la
Cofradía de Nuestra Señora, el tesoro real y el juez instmctor de procedimiento. Se-
gún el sistema de fuentes establecido por las Leyes de Toro, promulgadas en el año
1505. correspondía aplicar Las Partidas, concretamente, la partida séptima, cuyo tí-
tulo XXVll se dedica a los blasfemos, a los que castiga con penas de carácter econó-
mico, aún en el caso de reincidencia, salvo si son plebeyos, supuesto en el que son
castigados con azotes.
9 García-Gallo. A., Manual de historia de! derecho espu¡¡ol, Madrid, 1967, v. 1,
p.104.
10 La bula Alias felicis recordationis Nicolaus el infra refiere los privilegios que
los papas Nicolás IV, Urbano V, Eugenio IV y otros, concedieron a algunos religio-
sos particulares de la orden de San Francisco (fray Juan Glapión, fray Francisco de
los Ángeles y a otros cuatro religiosos más que se nombrasen), para que fuesen a pre-
dicar a tierra de infieles; la bula Exponi nobis nuper fecisti luam, et infra fue promul-
gada a instancias del emperador Carlos 1, y en ella se autoriza a todos los religiosos,
pertenecientes a las órdenes mendicantes que deseen ir a las Indias, para que puedan
hacerlo libremente. En varias de sus disposiciones aparece la expresión "omnimoda
authoridaá', de ahí el sobrenombre con el que después fue conocida. Tobar, B. de,
Bulario Índico, edición y estudio de Manuel Gutiérrez de Arce, Sevilla, 1954.
11 Greenleaf, R. E., Inquisición y sociedad en el México colonial, Madrid, 1985,
p. 18.
!2 Archivo General de la Nación, México, Índice de Inquisición, t. 1, núm. 1. El
proceso falta del tomo, "con huellas de haber sido cortado", existiendo solamente tal
referencia a él en el Índice de Inquisición.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 5
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 7
20 Greenleaf, R. E., La inquisición el/ Nueva ... , cit., pp. 31-38. El autor hace un
amplio estudio de este proceso, si bien, en la fuente a la que hace referencia (A.a.N.,
indice de Inquisición, 1. 1, exp. 10), he encontrado un proceso distinto: el sumario
instruido en el año 1527 a Gil González de Benavides por blasfemo. De juez figura
fray Domingo de Betanzos, y de fiscal, Sebastián de Arriaga.
21 Hemando de Alonso era natural de Niebla, y Gonzalo de Morales, de Sevilla.
Los inquisidores Alonso Hernández de Bonilla y Alonso Granero DábaJos, con moti-
vo de la investigación hecha en orden a la infructuosa búsqueda del proceso y de des-
cendientes de dichos reos, informan a la Suprema, con fecha 20 de octubre de 1574,
que ambos fueron condenados a relajación en persona por fray Vicente de Santa Ma-
ría que " ... entonces tenía para ello auctoridad, no se savc si apostolica / o / ordinaria
I lo mas verosimil es que seria con la omnimoda potestad de Su Santidad conque a
estas partes pasaron los primeros religiosos... ". Archivo Histórico Nacional, Inquisi-
ción, Correspondencia de México, lib. 1050, fr. 219-219v. Esta interpretación sobre
el origen de los poderes de los primeros inquisidores de México concuerda con la
opinión mantenida por Greenleafde la que se ha hecho mención en la nota 14.
22 En el mismo auto de 1528 salió penitenciado su hemlano Diego de Morales
que, extrañamente, superó cuatro procesos que contra él dirigió el Santo Oficio. El
cuarto de los procedimientos, donde se habían reunido antecedentes de los tres ante-
riores, se le instruyó en Guatemala, en el año] 558, "por decir herejías", aunque lo
que se trató, en vano, de probar era su re1apsia en el judaísmo. De juez actuó el obis-
po Francisco Marroquín, auxiliado por fray Tomás de Cárdenas. Consta de 99 folios.
La sentencia, por la que se le consideraba como autor de un delito de blasfemia, le
condenó a las penas de abjuración formal, misa en fomla de penitente con vela de
cera en las manos, multa y las costas del juicio. A.G.N., Índice de Inquisición, t. 31,
núm. 2. El documento es una copia certificada por el notario apostólico Juan Perínez.
entre otros, los sambenitos de los relajados antes citados "... de cuyo pro-
ceso aunque no se tiene noticia consta del castigo por las dichas diligen-
cias hechas acerca de ello... ".23
A finales del año 1528 tomó posesión de la sede mexicana su primer
obispo, el franciscano fray Juan de Zumárraga, que, automáticamente,
asumió el cargo de inquisidor en su calidad de juez eclesiástico ordinario.
Condición que ostentó hasta el año 1535, en que, por decreto del entonces
inquisidor general don Alonso Manrique, fue nombrado inquisidor apos-
tólico, puesto en el que, desde su toma de posesión, llevó a cabo una la-
bor prolija que contrasta con su escasa actuación anterior. Inmediatamen-
te después de su nombramiento, organizó un tribunal, que se constituyó
solemnemente el día 6 de junio de 1536, dotado de abundante personal:
fiscal, tres secretarios, tesorero, nuncio, receptor y aguacil, a los que hay
que añadir un comisario, pues como tal actuaba el provisor del obispa-
d0 24 Dicho tribunal conoció en más de 150 procesos, la mayoría de ellos
por blasfemia, y el resto por superstición, bigamia y judaísmo. 25
En la actuación de Zumárraga se produce un aparente contrasentido
pues, si por una parte ha pasado a la historia como modelo de misionero
evangelizador, alcanzando el título oficial de Protector de los Indios, por
otra, fue un inquisidor muy riguroso cuando sus "protegidos" incurrían en
algún delito, llegando a relajar al brazo seglar al cacique de Texcoco, don
Carlos Chichimecatecuhtli, por hereje dogmatizante. 26 Tal severidad mo-
tivó que fuera censurado por el Consejo de la Inquisición; así, en una car-
ta que le fue remitida en el mes de noviembre de 1540 se le decía, entre
otras cosas:
23_A.G.N., Índice de Inquisición, t. 77, núm. 35: "Autos y diligencias hechas por
los sambenitos antiguos y recientes y postura de los que sean de relajados por este
Santo Oficio, 63 hojas", Los nombres de Hemado de Alonso y Gonzalo de Morales
aparecen encabezando las sucesivas relaciones, efectuadas con motivo de diligencias
relacionadas con renovación y nueva colocación de los sambenitos en la Iglesia Ma-
yor de México, en los años 1574 (f. 232v), 1606 (f. 240) Y 1632 (f. 248).
24 Greenleaf, R. E., Zumárraga y la Inquisición ... , cit., pp. 22-23.
25 A.G.N., Índice de Inquisición. Los procesos de Zumárraga se hallan dispersos
entre los primeros 42 tomos.
26 A.G.N., Índice de Inquisición, t. 2, núm. 10, ff. 242-346. Las diligencias se ini-
ciaron el día 22 de junio de 1539 contra don Carlos, indio principal de Texcoco; de
secretario actuaba Miguel López, y de fiscal Cristóbal de Caniego. El delito por el
que se comenzaron a instruir era el de idolatría.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 9
... y aunque aqui se tiene por cierto que la intencion de vuestra Señoria es
muy buena y esta enderezada al servicio de Nuestro Señor, mas como esa
gente sea nuevamente convertida a nuestra fe catolica, y en tan breve tiem-
po no han podido aprender tan bien las cosas de nuestra religion cristiana
ni ser instruidos en ellas como conviene y atento a que son plantas nuevas
es necesario que sean atraidas mas con amor que con rigor... 27
En relación con esta crítica,lB hay que decir que Zumárraga se había li-
mitado a aplicar, literalmente, la pena ordinaria señalada para tal delito,
pues el hereje dogmatista tenía dificil el ser admitido a reconciliación
porque la gravedad de su delito llevaba, casi siempre, aparejada la relaja-
ción. 29 El primer obispo de México dirigió su actividad inquisitorial, con
especial celo, a reprimir los primeros brotes de luteranismo y calvinismo
en aquellas tierras, imponiendo a los reos de tales delitos penas de destie-
rro, confiscación de bienes, abjuración y sambenito; con respecto a la
pena de prisión, hay que señalar su inaplicación, ya que cuando corres-
pondía imponerla, el obispo se limitaba a remitir al culpable a la metró-
poli, a disposición de la Suprema 30 Es de destacar que Zumárraga conde-
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 11
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 13
que los procedimientos que instruyó durante los tres años que duró su es-
tancia en la Nueva España apenas superan la docena. Una gran parte de
tales procesos los dirigió contra los indígenas, por los delitos de idolatría
y sacrificios humanos, dándose la circunstancia de que casi todos los
imputados eran "caciques" o "indios principales",42 con lo que vuelve a
producirse la paradoja de que el visitador-inquisidor, que iba a revisar el
proceso contra el cacique don Carlos respecto del que en España se esti-
maba que Zumárraga había actuado con dureza, ahora, por mor de las cir-
cunstancias, se ve también obligado a proceder contra "indios principales".
Es de reseñar, en lo que al aspecto procesal respecta, que en los prime-
ros momentos de la actuación del Santo Oficio en las Indias los procedi-
mientos eran breves ---en ocasiones se recogen en una sola hoja-, si
bien depende de la índole del delito," limitándose las actuaciones a la de-
nuncia o información por los testigos, manifestaciones del acusado y la
sentencia del juez, lo que obedece a varias razones: la ejemplaridad, la in-
mediatez -al haber asumido facultades inquisitoriales el clero regular
que estaba extendido por todos los nuevos territorios-, y, naturalmente,
la ausencia de medios materiales y técnicos que acompañan a un tribunal
organizado.
Tello de Sandoval regresa a España en 1547, momento en que las fa-
cultades inquisitoriales revierten a los ordinarios, allí donde existían obis-
pados constituidos, y a los prelados de las órdenes, en virtud de lo dis-
puesto en la "Omnimoda". No obstante, el visitador Tello, antes de su
partida, recomienda el establecimiento de un tribunal de la Inquisición en
México, al modo de los que existían en la metrópoli'4
42 A.G.N., Índice de Inquisición, t. 37. Entre otros: "Año 1546. Acusación contra
los caciques de Cuxatepec por sacrificios humanos. Juez Inquisidor Ledo. Francisco
Tello de Sandoval. Juez de Información en Oaxaca, Ledo. Alonso de Aldana. Inter-
prete, fray Domingo de Santa María. Fiscal, Cristobal de Lugo. Secretario, Miguel
López. 14 folios. (núm. 11)"; "Año 1546. Proceso del Santo Oficio de la Inquisición
contra don Juan, indio gobernador del pueblo de Tentaleo, por idólatra", El tribunal
lo componían los mismos miembros del anterior procedimiento, a excepción de
Alonso de Aldana, figurando de intérpretes, además de fray Domingo de Santa Ma-
ría, Pedro de Molina y fray Vicente de las Casas. Consta de 13 folios (número 13).
43 A.G.N., Índice de inquisición, t. 1 "A": Entre otros: Proceso contra Vicente
Leal por bígamo (número 9); Proceso contra Juan de Cuevas por blasfemo (número
15); Proceso contra Lucas Gallego por blasfemo (número 17).
44 Greenleat: R. E., Zumárraga y la Inquisición. .. ) cit., p. 25.
ANTECEDENTES HIST6RICOS 15
francés Nicolás Santour, consistente en llevar colgada del cuello una cruz
de gran tamaño. 48
Es preciso señalar que, paralelamente al tribunal del dominico Montú-
far, funcionaban en la Nueva España otros tribunales, con sede en las ca-
pitales de las diócesis y, en los lugares donde no había obispo, a cargo de
los prelados de las órdenes regulares que hacían, asimismo, uso de facul-
tades inquisitoriales, sobre todo, para reprimir la idolatría de los indíge-
nas, empleándose, en ocasiones, con gran dureza. 49 De esta fanna, ade-
más de los procedimientos instruidos en la ciudad de México aparecen,
en paralelo, los llevados a cabo en Oaxaca, Yucatán, Michoacán, Puebla
y Nueva Galicia 50 Dándose aparte la circunstancia de que, en alguna oca-
sión, fueron las autoridades civiles las que también llegaron a procesar y
condenar por blasfemia,5l aplicando, en tal caso, la pena establecida en
las Partidas 52
n. EL TRIBUNAL
Durante el pontificado de Montúfar se produjo la toma de posesión por
España de las islas Filipinas, territorios que, en el futuro, quedarían ads-
critos al tribunal del Santo Oficio mexicano, dado que en la última década
del siglo XVI fueron puestos bajo la dependencia de los virreyes de la
Nueva España. Pero es a partir de la segunda mitad de dicho siglo cuando
se van produciendo en cadena una serie de circunstancias que van a dar
lugar a la instauración del tribunal en México, unas de tipo religioso y
otras nacidas de las condiciones sociales y de tipo ambiental reinantes en
la Nueva España. Así, Huerga entiende que fue una maniobra política de
Felipe n, orquestada por el entonces inquisidor general Diego de Espino-
sa, a la sazón presidente del Consejo de Estado, para reorganizar la admi-
nistración indiana ante las presiones del papa Pío V -más tarde elevado
a los altares-, que trataba de recortar las excesivas concesiones otorga-
das por sus antecesores en la Silla de Pedro al rey Fernando el Católico,
adoptándose, entre otras decisiones encaminadas a atajar tales pretensio-
nes, la de implantar el tribunal de la Inquisición en los virreinatos de
Nueva España y Perú, a semejanza de los tribunales existentes en Espa-
ña. 53 En este sentido y siguiendo a Tomás y Valiente, se puede decir que
tal implantación es, de nuevo, el resultado de la convergencia de los im-
pulsos, absolutista y teocrático, reinantes en la España de entonces. 54
53 Huerga, A., "La implantación del Santo Oficio en México", en J. Pérez Villa-
nueva y B. Escandell Banet (dir.), Historia de la Inquisición en España y América, v.
1, Madrid, 1984, pp. 724-726. El autor, haciendo un estudio del decreto de erección
del Santo Oficio mexicano, señala unas razones de principio o ideológicas: voluntad
de los Reyes Católicos de dilatar y ensalzar la fe en el mundo, para lo cual, entre
otras cosas, fundaron el Santo Oficio; compromiso de evangelizar el Nuevo Mundo y
vigilar que la fe naciente no se contaminase y responsabilidad sobre este asunto here-
dada por sus sucesores. Por otra parte, extrae de aquél las razones de hecho o históri-
cas: la solicitud de los vasallos de que se implantara el Santo oficio, pues la Inquisi-
ción episcopal no bastaba para frenar la herejía; la existencia del protestantismo y el
hecho de que la implantación evitaría que los cristianos viejos residentes en las Indias
se contaminaran con las nuevas herejías de las que, a su vez, serían preservados los
indios, floreciendo la religión sin mancha en las nuevas tierras.
54 Tomás y Valiente, F., "Relaciones de la Inquisición con el aparato institucional
del Estado", en J. Pérez Villanueva (dir.), La Inquisición española. Nueva visión,
nuevos horizontes, Madrid, 1980, p. 47.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 17
estos tiempos que se va extendiendo esta contagión se prevenga á tan gran peligro, y
más particularmente en esas dichas provincias que con tanto cuidado se ha procurado
fuesen pobladas de nuestros súbditos y naturales no sospechosos, de lo cual se espera
seguir gran servicio de Dios, nuestro señor, y augmneto de su Santa Universal Iglesia
y acrecentamiento del culto divino y honor y beneficio de los pobladores de las di-
chas provincias ... ". La real cédula de notificación, dada en Madrid con fecha 16 de
agosto de 1570, fue remitida al virrey de Nueva España, Martín Enríquez de Alman-
sa, que a su vez era presidente de la Audiencia de México. Su texto íntegro 10 recoge
Medina, J. T., en su Historia del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición en Méxi-
co, México, 1987, pp. 16-20.
S9 Un estudio detallado sobre el contexto territorial donde iba a realizar sus fun-
ciones el tribunal mexicano 10 ofrece Alberro, S., Inquisición y sociedad en México,
1571-1700, México, 1988, pp. 23-29.
60 El texto íntegro de las "Instrucciones" en García, G., en Documentos inéditos o
muy raros para la historia de México, México, 1982, pp. 103-114.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 19
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 21
69 Idem, p. 10X. Instrucción 24. En ella se dispone que los consultores serán jue~
ces de la Audiencia Real. En tal sentido, una disposición de Felipe IIl, de 16 de agos-
to de 1607, establece que los ministros de las Audiencias de Lima y México puedan
ser consultores del Santo Oficio, con un límite de tres por cada una, Recopilación de
leyes de los Reynos de las Indias, 1. 19.21. Más tarde, se permite que los fiscales
de las audiencias puedan ser, asimismo, consultores, Recopilación de leyes de lvs
Reynos de las Indias. l. 19.22.
7() Para un examen detenido de las Instrucciones Generales, antiguas y modernas
del Santo Oficio, vid. Jiménez Monteserín, M., Introducción a la Inquisición españo-
la, Madrid, 19X 1; Meseguer Femández, J., "El periodo fundacional (1478-1517). Los
hechos.", en J. Pérez Villanucva y B. Escandell Bonet (dir.), Historia de la Inquisi-
ción en E.\jwiía y América, v. 1, Madrid, 1984, pp. 312-322; González Novalín, J. L.,
"Reorganización valdesiana de la Inquisición", en J. Pérez Villanueva y B. Escandell
Bonel (dil'.), Historia de La Illquisición en Espalia J' América, v. 1, Madrid, 1984, pp.
633-644; González NovaJín, J. L., "Reforma de las leyes, competencia y actividades
del Santo Oficio durante la presidencia de! Inquisidor General Don Fernando de Val-
dés (1547-1566)", en J. Pérez V il!anueva (dir.), La Inquisición e . . pai'iola. Nueva vi-
sión, nuevos horizontes, Madrid. 19XO, pp. 193-217.
71 La "Instrucción" 66 de la compilación realizada por el inquisidor general Fer-
nando de Valdés en Toledo, en el año 1561, dispone en su inciso primero: "En todos
los casos que huviere discrepancia de votos entre los Inquisidores. y Ordinario, o al-
guno de](os en la difínición de la causa, o en qualquíer otro auto, o sentencia interlo-
cutoria, se deve remitir la causa al Consejo", Argüello, G. l. de, Instruciones del San-
to O/icio... , cit., Instrucciones de Toledo de 1561,66, p. 36.
72 Para la remisión de los procedimientos a la península y a efectos de que llega-
ran en buen estado, la Suprema, por carta de 27 de junio de 1659, ordenó al juez de
bienes lo siguiente: '"... estareis advertido, que los negocios o pleitos que remitiereis
como Juez de Bienes, los aveis de embiar con los de ese Tribunal, y que el cajon que
se hiciere para este efecto a de ser de madera fuerte de la de esas provincias, no de
pino, y que estando clavado le haveis de hazer brear por todas las esquinas y pegadu-
ras de las tablas y estando en esta fonl1a se le ha de hacer otra caja de madera que le
sirva de resguardo y a esta misma caja se le pondra el mismo beneficio de brea y lue-
go se recubrira con enyesado con que se asegurara el riesgo de mojarse... ". Tal prác-
tica era empleada por el tribunal de Lima y, al parecer, daba buen resultado, según
manifiesta el Consejo de la Suprema, A.H.N., Inquisición, Correspondencia del Con-
sejo, lib. 355, tI 17Iv-l72.
73 "En las dichas instrucciones antiguas y modernas está ordenado que cada y
cuando que en la determinación de las causas, vos(otros), los dichos inquisidores y el
ordinario no fueren conformes con los procesos en que hubiere discordia, los enviéis
al Consejo de la General Inquisición, para que allí se determinen; y porque si esta se
hubiere de guardar en la dicha provincia de la Nueva España se seguiría mucho daño
a los presos por la dilación que había en la detenninación de las causas, ordenamos
que los negocios en que pareciere que debe haber cuestión de tonnento o pena arbi-
traria o de reconciliación y en todos los demás casos donde debiere de haber relaja-
ción a la justicia y brazo seglar, siendo vos(otros), los dichos Inquisidores, y el ordi-
nario presentes, la consulta de los dichos negocios, los dos de vosotros conformes
con el ordinario y uno de vos(otros) los inquisidores, se ejecutará el voto de aquellos
sin que haya necesidad de enviarlo al Consejo y siendo de votos singulares, aquel
parecer que más votos tuviere de consultores, con el voto de los Jueces se ejecutará
sin hacer remisión de la causa al Consejo; pero si la discordia fuere sobre si el reo ha
de ser relajado o no, en tal caso, sobreseyendo la dicha causa, enviaréis el proceso al
Consejo de la General Inquisición", en García, G., Documentos inéditos... , cit.,
p.109.
74 En la relación de los defectos que se encontraron en el auto de fe celebrado por
el tribunal mexicano el 19 de noviembre de 1659, en el que hubo seis relajados en
persona y uno en estatua, la Suprema acordó: "32- Y por ahora no relajaran a nadie
en persona, hasta sea enviado copia del proceso al Consejo, y red viendo la saludan
que aca se tomare; porque así conviene, y con ningun pretexto, motivo, ni ocasion
haran lo contrario... ", A.H.N., Inquisición, lib. 1066, f. 523v. Tal disposición fue
motivada por haber relajado en persona en dicho auto a Guillén Lombardo a pesar del
parecer de la Suprema, que había ordenado que le fueran elevadas las actuaciones sin
que el tribunal adoptara resolución alguna. Todo ello, debido a las implicaciones po-
líticas que tenía el proceso por la calidad del personaje
75 En relación con la apelación a la Suprema vid. Alonso, M. L., "Notas sobre la
apelación en la Inquisición española", en Homenaje al profesor Alfonso Garcia-Ga-
l/o, Madrid, 1996, t.1I, v. 2', pp. 189-210.
ANTECEDENTES H1STÓR1COS 23
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 25
so en consonancia con el resto de la legislación indiana."' A este tenor,
Huerga estima que "tal medida no desentona de la prudente actitud de la
Inquisición, que no carga nunca la mano si la coyuntura no lo aconseja".87
Esta "Instnlcción" 35, cuyo último inciso refleja el espíritu de la Inquisi-
ción española," fue respetada por el tribunal mexicano que apreció siem-
pre tal circunstancia personal que limitaba el ámbito de su actuación por
razón del sujeto," sin perjuicio de que, en diversas ocasiones, se instara
rede~ de la lnquisicion", A.H.N., Inquisición, lib. 1064, f. 213. Sin embargo, tal pro-
ceder no sentó bien a las Autoridades civiles ni al propio inquisidor general, toda vez
que, años más tarde, con motivo de un nuevo escándalo, cometido por tres individuos
en 1610, el tribunal los castigó moderadamente " ... a causa de la quexa que en el año
de noventa y quatro dio el Virrey, porque los Inquisidores, que a la sazen eran azota-
ron por las calles unos indios por otro semejante delicto, del que V. S. tubo entonces
noticia, y assi en este caso no se hizo ruido ninguno, ni aun creemos que advirtieron
en ello de la real Audiencia .. ". Cnrta de los inquisidores mexicanos Gutierre Bernar-
do de Quirós y Martas de Boorques a la Suprema, de fecha 7 de marzo de 1610,
A.H.N., Inquisición, lib. 1051, ff. 37-37v. Otro proceso célebre instruido en materia
penal no concerniente a la te, pero en virtud de la competencia que el tribunal tenía
por razón del lugar, fue el seguido contra Antón y Francisco, dos negros que se apro-
piaron de ISO gallinas de los corrales del Santo Oficio en el año 1576, A.G.N., Índice
de Inquisición, t. 81, núm. 14.
Hó Recopilación de leyes de los Reynos de las Indias, 1. 19. 17: "Ordenamos, que
sobre conocer y proceder los Inquisidores contra Indios en las causas que tocan al
Santo Oficio, guarden sus instrucciones, y la ley 35, titul. l. lib. 6". Esta última ley a
la que se hace referencia es la que confería a los ordinarios competencia para conOCer
en las causas de te contra los indios y a la justicia ordinaria en los procesos por hechi-
zos y maleficios cometidos por aquéllos. "Por estar prohibido á los Inquisidores
Apostolicos el proceder contra Indios, compete su castigo á los Ordinarios Ec1esiasti-
ca s, y deven ser obedecidos, y cumplidos sus mandamientos: y contra los hechiceros,
que matan con hechizos, y usan de otros maleficios, procederán nuestras Iusticias
Reales", Recopilación de leyes de los Reynos de las Indias, 6. 1.35.
87 Huerga, A., Implantación del Santo qficio... , cit., p. 727.
gg "ltem, se os advierte que por virtud de nuestros poderes no habéis de proceder
contra los indios del dicho vuestro distrito, porque por ahora, hasta que otra cosa se
os ordene, es nuestra voluntad que solo uséis de ellos contra los cristianos viejos y
sus descendientes y las otras personas contra quien en estos reinos de España se suele
proceder; y en los casos que conociereis iréis con toda templanza y suavidad y con
mucha consideración, porque así conviene que se haga, de manera que la Inquisición
sea muy temida y respetada y no se dé ocasión para que con razón se le pueda tener
odio", en Garda, G., Documelllos inéditos... , cit., p. 111.
~() Entre otras, causa contra Mateo de la Cruz, mulato lobo, natural de Salmo lon-
ga, de 19 años de edad, por el delito de bigamia. El reo había contraído matrimonio
en Malinatepec con María, india, y más tarde, en vida de la primera mujer, con Ange-
lina, también india, en la localidad de Sunpango. Ingresó en las cárceles secretas el
día 25 de febrero de 1667. Demostró por testigos y documentalmente, mediante la
partida de bautismo (en la parroquia donde fue bautizado existía un libro de bautis-
mos de indios y negros), que era indio, por lo que se suspende su causa y es puesto en
libertad el día 25 de febrero de 1667, dándole orden de presentarse ante el provisor de
los indios del Arzobispado. Previamente a su puesta en libertad ha de abonar los ali-
mentos de su periodo de prisión, A.H.N., Inquisición, lib. 1066, ff. 316-318; asimis-
mo, fue procesado por bigamia Francisco Hemández, mestizo, natural de Tecanma-
chaleo, siendo su proceso suspendido al demostrar que era indio, A.O.N., Índice de
Inquisición, t. 287, núm. 7; también, en 1727, el inquisidor fiscal procedió contra
Juan José Prieto, lobo, por el delito de bigamia. No obstante "se alzó la mano por pa-
recer indio o tenido como tal", A.O.N., Índice de Inquisición, t. 817, núm. 18.
90 A.H.N., Inquisición, lib. 1064, ff. 162v-165; tambíen el inquisidor visitador
Medina Rico escribió a la Suprema pidiendo que los indios fueran sometidos al Santo
Oficio, toda vez que estimaba que su fonnación religiosa estaba muy adelantada y
que, por otra parte, eran autores de muchos delitos de idolatría, supersticiones y pac-
tos con el demonio cometidos maliciosamente. El inquisidor general, por carta de 14
de noviembre de 1656, le contesta que se consulten al Consejo de la Suprema, indivi-
dualmente, los casos que se ofrecieren de aquella calidad, así corno que se indiquen
los medios para remediarlos y que el consejo resolverá lo conveniente, A.H.N., Inqui-
sición, Correspondencia del Consejo, lib. 355, f. 131.
9J A pesar de ello, por carta de fecha 25 de febrero de 1622, que respondía a una
consulta realizada por el tribunal mexicano el 18 de mayo de 1623, la Suprema orde-
na que, en los procedimientos por solicitación instruidos por denuncias o testificacio-
nes falsas de las que sean autores indios, quede a la prudencia del tribunal para que,
confonne al talento de cada uno, se proceda al castigo de los autores de la falsedad o
de los inductores, A.H.N., Inquisición, Cartas del Consejo, lib. 353, f. 162v.
92 A.H.N., Inquisición, Correspondencia de México, 1. 1047, ff. 147-147v. Obra la
relación de indios asignados al servicio del ayuntamiento, autoridades y obras públi-
cas. En relación con esto, el tribunal mexicano llegó a procesar a un tal De Molina,
repartidor de los indios de San Juan, por no querer asignar indios para que trabajaran
para el Santo Oficio. En dicho proceso obra una lista del repartimiento de los indios
de México, A.O.N., Índice de Inquisición, 1. 75, núm. 12, también t. 74, núm. 36.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 27
nila en la islas Filipinas. A estos habría que añadir que, hasta el año 1610 en que se
crea el tribunal del Santo Oficio en Cartagena de Indias, en el distrito del tribunal me-
xicano se comprendían también los obispados de las Antillas (arzobispado de Santo
Domingo y obispados de Santiago de Cuba, Puerto Rico, Jamaica, etcétera).
98 El Consejo de la Suprema ordenó que se pusieran comisarios en todos los pue-
blos donde hubiera monasterio ----{;ualquiera que fuera la orden- y se designaran sa-
cerdotes con tal carácter en los demás lugares de mucha población. En el primer caso
la designación recaía, normalmente, en el guardián del convento, A.H.N., Inquisi-
ción, Correspondencia del Consejo, lib. 352, ff. 132-132v.
99 García, G., Documentos inéditos... , cit., pp, 112-113.
lOO Los oficiales de la Inquisición que fijaba la "Instrucción" 39 eran: alguacil,
contador, receptor, notario de secuestros y del juzgado de bienes confiscados, aboga-
do del fisco, abogado de los presos, alcaide de las cárceles secretas, despensero de los
presos, nuncio, portero, médico, cirujano y barbero. García, G., Documentos inédi-
tos ... , cit., p. 113. Una carta del inquisidor Moya de Contreras a la Suprema del año
1572 ofrece la siguiente relación de funcionarios, con indicación de sus salarios y an-
tigüedad en el empleo: alguacil, receptor, alcaide de las cárceles secretas, nuncio,
portero, notario de secuestros, notario del juzgado, contador, procurador del fisco,
barbero cirujano y despensero de los presos, A.H.N., Inquisición, Correspondencia de
México, lib. 1047, ff. 120-121.
!O! El número, composición y derecho al salario de los oficiales del Santo Oficio
venía establecido en las Instrucciones de 1498 dadas por Torquemada en Ávila. En
este mismo capítulo es donde se establece para los tribunales la llamada "ayuda de
costa", de la que luego harían tanto uso los inquisidores para tratar de restaurar las
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 29
ser satisfechos por el virrey. 102 Lo que enlaza con la "Instrucción" 40, que
se dedica, por entero, a la economía del tribunal tratando de asentar las
bases para su desenvolvimiento futuro, en el que cuenta con las confisca-
ciones que se habrán de realizar lOJ repartimientos y diezmos. 104
Las "Instrucciones" mexicanas concluyen Con una exhortación al ge-
neral cumplimiento de lo establecido en sus diferentes capítulos, librán-
dose por el tribunal los oportunos testimonios de las mismas que fueron
entregados a todos los organismos, de la administración civil y eclesiásti-
ca del virreinato, para que tuvieran el oportuno conocimiento. lOS
maltrechas economías, Argüello, G. L de, Instruciones del Santo Oficio... , cit., Ins-
trucciones de Ávila de 1498, 15, pp. 22-22v.
102 Es interesante la carta de Moya de Contferas a la Suprema, de fecha 8 de fe-
brero de 1572, relativa a personal, salarios y gastos del flamante tribunal, en la que
infanna haber seguido en todo momento las "Intrucciones" del Consejo, A.H.N., In-
quisición, Correspondencia de México, lib. 1047, f. 214.
103 A pesar de la obligación del fisco regio de pagar los salarios de los inquisido-
res, por Felipe IV se dispone en 1621 que a "los Inquisidores y Ministros del Santo
Oficio no se paguen los salanos sin testimonio de que no ay bienes confiscados para
cobrar de ellos", Recopilación de leyes de los Reynos de las Indias, l. 19. 11.
104 García, G., Documentos inéditos... , cit., p. 113.
105 "Y porque para que la buena administración de la justicia y recto ejercicio del
Santo oficio, conviene que lo contenido en la dicha instrucción se guarde y cumpla,
os mandamos que veáis los dichos capítulos y guardéis, cumpláis y ejecutéis todo
lo en ello juzgado". Finnan y rubrican D. Carlos de Sigüenza, inquisidor general y
Mateo Vázquez, secretario de la Suprema. Las "Instrucciones" fueron aprobadas
en Madrid, el dia 18 de agosto del año 1570, Garcia, G., Documentos inéditos.... cit.,
p.114.
106 Sobre los actos de instauración del tribunal del Santo Oficio en la ciudad de
México ver: A.H.N., Inquisición, Correspondencia de México, 1. 1047, ff. 82-110;
Medina,1. T., Historia del Tribunal... , cit. pp. 15-28; García, G., Documentos inédi-
tos... , cit., pp. 114-129.
colo del acto respeta, lo dispuesto por las Instrucciones antiguas. 107 Inme-
diatamente, se publicó un edicto en el que se redujo el plazo habitual del
tiempo de gracia de treinta días a sólo seis. 10' A partir de entonces, los
obispos, que ostentaban la condición de jueces eclesiásticos ordinarios,
procedieron a remitir desde sus sedes las causas que se hallaban instru-
yendo en materia de fe y que estimaron competencia del tribunal. 109 No
obstante ello, hay que decir que el Santo Oficio expurgó las actuaciones
inhibidas en su favor, no aceptando aquellas cuyo conocimiento no le
pertenecía 110
\07 El capítulo 1 de las Instrucciones del Prior de Santa Cruz en Sevilla, dadas en
el año 1484, establece: ..... que cada y quando fuere puestos Inquisidores de nuevo
en alguna diocesis, ciudad o villa, o qualquier otro partido donde hasta aqui no es he-
cha Inquisicio sobre el dicho delito de la heretica pravedad, y apostasia: deve los di·
chos Inquisidores, despues que en el dicho su partido ovieren presentado la facultad,
y poder que lleva para hazer la dicha Inquisicion, al Prelado, y Cabildo de la Iglesia
principal, oa y y
su juez, assimismo al Corregidor, Regidores de la tal ciudad, ó villa,
y al señor de la tierra, si el lugar no fuere de Realengo, hazer llamar por pregon todo
el pueblo, y assimesmo convocar el Clero para un día de Fiesta, y mandar, que se jun-
te en la Iglesia Catedral, () en la más principal que en el lugar oviere, a oir el Sennón
de la Fe, el qual tenga manera que le haga por algun buen Predicador, o lo haga qual·
quier de los dichos Inquisidores, como mejor vieren, explicando su facultad, y poder,
y la intencion con que van; en tal manera que en el pueblo se de sossiego, y buena
edificación: y en fin del Sennon deve mandar que todos los fieles Christianos alcen
las manos, poniendoles delante una Cruz, y los Evangelios, para que juren de favo-
recer la santa Inquisicion, y a los Ministros della, y de no les dar, ni procurar impe-
dimento alguno directe, ni indirecte, ni por qualquier exquisito color; y el dicho jura-
mento deve demandar recebir especialmente de los Corregidores, y otras justicias de
la tal ciudad, o villa, o lugar, y deven tomar testimonio del dicho juramento ante sus
Notarios", Argüello, G. 1. de, Instruciones del Santo oficio... , cit., Instrucciones de
Sevilla de 1484, 1, p. 3.
García, G., Documentos inéditos... , cit., pp. 127-129.
108
En las primeras relaciones de causas de fe, remitidas en el año 1572 por el in-
109
quisidor Moya de Contreras a la Suprema, aparecen de forma sucinta los hechos que
motivaron la instrucción del procedimiento, el nombre del reo, sus circunstancias
personales, el obispado remitente del proceso y si había sido ya penitenciado,
A.H.N., Inquisición. lib. 1064, ff. 1-14.
110 A.H.N., Inquisición. lib. 1064, f. 15. Moya de Contreras en una relación de
presos y estado de sus causas que remite a la Suprema en 1572 dice: ", .. se ha tenido
y tendra siempre gran cuenta de cumplir con la lnstruccion de va. sao de no conocer
de cosa cuyo conocimiento derechamente no pertenezca al Santo Oficio y asi muchas
causas que los Hordinarios embian habiendo los casos de Inquisicion que por la cali-
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 31
ficacion de teologos no lo son se les vuelven a remitir para que como jueces ordina-
rios hagan en ellos justicia".
111 En un primer momento los tribunales de México y de Lima, que habían sido
creados al mismo tiempo, se repartieron los territorios americanos entre ambos, pero
con la creación en 1610 del tribunal de Cartagena de Jndias, se tes sustrae a aquéllos
una parte de sus territorios que, por lo que a México respecta, fueron las Antillas en
su totalidad y una parte de la actual Nicaragua, A.H.N., Inquisición, Correspondencia
del Consejo, lib. 353, ff. 32-33.
1\2 Escandell Bonet, B., "Las adecuaciones estructurales: establecimiento de la
Inquisición en Indias", en 1. Pérez Villanueva y B. Escandell Bonet (dir.), Historia de
la Inquisición en España y América, v. 1, Madrid, 1984, pp. 713-723.
1 \3 Respecto a ello cabe citar la visita que "sufrió" el tribunal de México, a me-
diados del siglo XVII, por el inquisidor-visitador Medina Rico, que tuvo graves con-
secuencias para varios de sus componentes, contra los que se fonnularon un total de
ciento setenta y cinco cargos generales, que abarcaban todas las áreas de su actuación
y de los que se probaron una gran parte. A resultas de ello fueron sancionados varios
de los componentes de la Inquisición mexicana. Medina, 1. T., Historia del Tribu-
nai..., cit., pp. 215-266.
114 Sirva de ejemplo la instrucción que, por carta de 28 de noviembre de 1611, da
la Suprema al tribunal mexicano acerca de la tramitación de las causas de solicitantes
l. Herejías protestantes
en las islas Filipinas. En ella se ordena a los comisarios que pongan en libertad a los
reos, una vez tenninada la instrucción del proceso, con "caución juramentada" de que
volverán a oír su sentencia, pennaneciendo en las islas mientras que las actuaciones
efectuaban el viaje de ida y vuelta a México, donde sólo los "más culpados" deberían
comparecer en persona. La instrucción fue motivada por una consulta del inquisidor
Gutierre Bernardo de Quir6s, que exponía los problemas causados por la lejanía de
las Filipinas de la sede del tribunal. A.H.N., Inquisición, Correspondencia del Conse-
jo, lib. 353, ff. 43v-44.
115 No hay que olvidar que aún se está en la época de la contrarrefonna y que es-
taban re,cientes los célebres Autos de Fe de Valladolid---donde fue relajado en perso-
na, junto con otros acusados, el doctor Agustín de Cazalla por hereje luterano- y Se-
villa, celebrados ambos en 1559, que sumados a los efectuados en otras ciudades
españolas supusieron, a decir de Kamen, el fin del protestantismo en España, pues
evitaron que se convirtiera en una amenaza real, e incluso tuvieron algunas repercu-
siones que afectaron a personajes relevantes de la Iglesia española ya que, además de
por otras causas, en el procesamiento del arzobispo Carranza influyeron unas declara-
ciones efectuadas por el doctor Cazalla. Kamen, H., La Inquisición española, Barce-
lona 1988, pp. 107-110.
116 El Consejo de la Suprema remitió al tribunal mexicano instrucciones sobre el
modo de proceder contra ingleses y otros reos procedentes de partes sospechosas que
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 33
gaban por aquellos parajes después de haber perdido su buque. ll7 En esta
actuación no deja de observarse un indudable trasfondo político, pues no
hay que olvidar que los países de los que los reos eran naturales se halla-
ban en guerra con España, y la Inquisición apoyaba el poder real que, a su
vez, era su sostén y valedor. llR La actividad del Santo Oficio en este cam-
po, empleándose a fondo en el primer momento, dio lugar a que, a partir
del inicio del siglo XVII, fueran muy escasos los procedimientos por tales
delitos, y sólo a mediados del siglo XVllI volvieran a tener algún prota-
gonismo por causa, sobre todo, de los soldados extranjeros alistados en
regimientos españoles de guarnición en México. ll9
Las penas impuestas a los calvinistas y luteranos reconciliados y peni-
tenciados fueron las de prisión, hábito, abjuración de vehementi, galeras,
destierro y, por supuesto, confiscación de bienes, ademas de azotes en al-
gún caso. Junto con tales sanciones se observa una actuación paralela,
consistente en la reeducación en la fe católica, al mismo tiempo que se
cumplen las penas de reclusión impuestas, para lo cual los reos son inter-
atemperaron su actuación, toda vez que el Inquisidor General establecía que, cuando
arribasen a aquellos puertos navíos de ingleses o de otras naciones sospechosas en
materia de religión, ".. no examineis ni prendais ni procedais contra las personas
que en ellos vinieren sin tener infannación de haber delinquido contra la fe y religión
Católica en estos reinos de España, o en islas adyacentes, o en las Indias, o en sus
puertos playas o bahías estando en ellas surtos sus navíos... ", A.H.N., Inquisición,
Correspondencia del Consejo, lib. 353, ir. 262.
117 En los primeros autos de fe, celebrados en los mlOS 1574, 1575 Y 1576, la ac-
tuación inquisitorial va dirigida, aparte de a algunos delitos menores, al luteranismo y
calvinismo, sectas a las que pertenecían los corsarios; así, en el primer auto de fe ce-
lebrado por el inquisidor Moya de Contreras en México aparecen nueve peniten-
ciados con abjuración de vehementi, ventiún reconciliados y dos relajados en persona
-el inglés Jorge Ribli y el francés Marin Cornu- por practicar el luteranismo; en el
segundo auto de fe, celebrado el día 6 de marzo de 1575, aparece un relajado en per-
sona -el irlandés Guillernlo Corniels y por otro nombre Joan Min-, también por
hereje luterano, ficto y simulado confitente. Todo ello aparte de los procedimientos,
despachados fuera de auto en los que fueron condenados algunos corsarios más,
A.H.N., Inquisición, lib. 1064, fr. 48-62v y 64-70.
lIS Sobre la actividad inquisitorial y lo político en el ámbito mexicano, Alberro,
S., Inquisición y sociedad. .. , cit., pp. 152 Y ss.
119 Entre otros Cornelio Imberger y Eduardo Telly, soldados del regimiento Ulto-
nia, Andrés Gennani, húngaro, perteneciente al regimiento de Flandes, y Juan Jaime
Moret del regimiento de América. Contra ellos se siguieron actuaciones a partir de
1760. A.H.N., Inquisición. leg. 1730, doc. 26.
120 Así, los corsarios ingleses Ricart GuillemlO, Joan Cuens, Mayls Felipe, Tho-
mas Elen, David Alexandro y Guillenno Lo y el holandés Joan Perin, que fueron re-
conciliados con confiscación de bienes en el auto de fe de 28 de febrero de 1574, fue-
ron condenados a sendas penas de hábito y cárcel. La duración de la pena osciló entre
los cinco años impuestos a Joan Perin y un año a Guillermo Lo a cumplir en el mo-
nasterio o lugar que fuere señalado para ser instruidos en "las cosas de nuestra Sancta
fe", A.H.N., Inquisición, lib. 1064, ff. 58-58v. Asimismo, los también ingleses Pablo
Haquines, Joan Stone y Roberto Cue, reconciliados por la guarda y observancia de la
secta de Lutero con confiscación de bienes en el auto de fe de 15 de diciembre de
1577, fueron condenados a hábito y cárcel, los dos primeros por un año y el tercero
por seis meses, para instrucción en las cosas de la fe durante el tiempo de su reclu-
sión. A.H.N., Inquisición, lib. 1064, f. 79. Al alemán Miguel Redelic, residente en las
minas de San Andrés, en sentencia pronunciada en la sala de audiencia el 27 de fe-
brero de 1594, fue admitido a reconciliación, tras haber confesado en el tormento la
observancia de la secta luterana, y condenado a hábito y cárcel por seis años a cum-
plir en un convento, donde fuese instruido en la religión católica. A.H.N., Inquisi-
ción. lib. 1064. ff. 173v-174.
121 La circunstancia de la edad como atenuante fue apreciada asimismo a los an-
cianos, como en el caso de Gaspar Pereira, calcetero nacido en Oporto y avecindado
en Antequera (Guaxaca), reconciliado con confiscación de bienes, por practicante de
la secta de Lutero, en el auto de fe de 28 de enero de 1574, y condenado a cárcel per-
petua e irremisible y "... no se le dio mas pena atento su mucha edad y haber sido
buen confitente, aunque su causa fue muy escandalosa", por sus muchos errores así
como su pertinacia en defenderlos. Estas últimas circunstancias motivaron una obser-
vación marginal de la Suprema en la causa de fe de dicho reo en la que se estimaba
que debía haber sido relajado. A.H.N .. inquisición. lib. 1064, ff. 58v-59.
122 Sobre la circunstancia subjetiva de menor edad y Jos criterios doctrinales en
orden a su apreciación por los tribunales del Santo Oficio y su reflejo en las "Instruc-
ciones" de los Inquisidores Generales, ver Gacto, E., Las circunstancias atenuantes
de la responsabilidad criminal en la doctrina jurídica de la Inquisición, separata de
Estudios Penales y Criminológicos XV, Universidad de Santiago de Compostela,
1991.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 35
2. Judaísmo
3. Mahometismo
rujia para que los ¡;irujanos del Santo Offício puedan declarar con verdad ante los se-
ñores Inquisidores y Tribunal Santo de la lnquisicion. Dirigido al Ilmo. y Rmo. Sr.
Don Diego de Arze y Reinoso, Obispo de Plazencia, Inquisidor General de España y
señores del consejo de su Mag.a de la Sta. Gral. Inquisicion. Compuesto por el maes-
tro Juan de Correa cirujano de las carceles secretas del Sto Offo. de la Inquisicion de
la muy noble y muy leal ciudad de Mexico. Ministro de la cathedra de anothomia.
Vezino y natural de diccha ciudad. Año de 1650." La obra consta de una introduc-
ción y dos capítulos. A.H.N., Inquisición, Correspondencia de México, lib. 1055, ff.
331-360v.
128 A partir del año 1646 hubo en México tres autos de fe particulares y uno gene-
ral, celebrado el día 11 de abril de 1649, y en ellos la mayor parte de los reos eranju-
daizantes, de los que fueron relajados en persona un total de doce. Más tarde, en el
auto de 1659, fueron relajados en persona otros dos.
129 De los treinta y nueve reos que he encontrado que relajados en persona a lo
largo de la existencia del tribunal mexicano, veintinueve de ellos eran judaizantes.
lo que supone las tres cuartas partes de los condenados a la última pena. Con los con-
denados a relajación en estatua, sean ausentes fugitivos o fullecidos, el porcentaje es
mucho mayor, pues casi el cien por cien de las estatuas sacadas a quemar en los autos
de fe cOlTespondían a judaizantes. El número de relajaciones ha sido extraído de las
relaciones de causas de fe, procesos de fe y correspondencia existentes en el Archivo
Histórico Nacional, así como documentacion del Archivo General de la Nación de
México y la obra de Toribio Medina sobre el tribunal mexicano.
130 Se trataba del francés Fernando de Medina, alias Alberto Moisen Gómez, con-
denado a relajación en persona por hereje judaizante protervo, que compareció en el
auto de fe celebrado el 14 de junio de 1699. Carta del inquisidor Deza y Vilo. de 8
de marzo de 1700. A.H.N., Inquisición, leg. 1733, doc. núm. 16.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 37
131 Así, María Ruiz, morisca, nacida en Albalot, pueblo de la Alpujarra granadi-
na, vecina de México y casada con Rodrigo Deza. Esta mujer se presentó, espontá-
neamente, ante el tribunal manifestando haber observado en España la ley de Maho-
ma desde que tuvo uso de razón hasta los ven ti ocho años. Por sentencia, pronunciada
el 4 de abril de 1596, fue admitida a reconciliación secreta y condenada a confisca-
ción de bienes, que se redujo a 200 pesos de oro común, y a que las tres Pascuas del
año confesase y comulgase todos los días de su vida, y fuese los domingos y días de
fiesta a oír misa a la iglesia que tuviese más cerca de su casa y que~ por un año, todas
las semanas acudiese a una persona religiosa que se le señaló para que la enterase y
confirmase en las cosas de la fe católica. No se procedió al secuestro de bienes ni a
ordenar prisión para evitar que el marido, hombre noble y bien nacido, tuviera noticia
del asunto, por lo que se le impusieron los 200 pesos como pena pecuniaria, que era,
al parecer, todo el caudal que poseía María Ruiz. A.H.N., Inquisición, lib. 1064, ff.
213v-214.
1]2 Causa contra Cristóbal de la Cruz, natural de Argel, esclavo de Pantaleón Fer-
nández con residencia en Veracruz, de oficios pastelero y cocinero, de 51 o 52 años
de edad. Se denunció espontáneamente ante el Santo Oficio sobre dudas en la fe, re-
lacionadas con el mahometismo y de haber apostatado. Ya había sido penitenciado
por los tribunales de Barcelona y Sevilla. Los inquisidores mexicanos lo sentenciaron
a relajación en auto público. No obstante por intervención de la Suprema fue reconci-
liado y enviado a un monasterio en 1663. El proceso obra en A.H.N., Inquisición,
leg. 1729, doc. núm. 10; también hay datos sobre dicho proceso en la relación de
Causas de Fe. A.H.N., Inquisición, lib. 1067, f. 307. Sobre este proceso se tratará en
el apartado sobre la suspensión o conmutación del capítulo de la pena de relajación.
1]] Por ejemplo, Alejo de Castro, mestizo, nacido en Tidol, en el Maluco (isla de
Terrenate), vecino de Manila, de ochenta años de edad, de oficio soldado, casado con
Inés de Lima -india Bengala-. El padre de Alejo de Castro era gallego y su "madre
mora de nación, aunque cristiana". El reo, además de ser tenido por moro, se dedica-
ba a prácticas supersticiosas. Fue condenado a comparecer en auto en forma de peni-
tente con vela verde en las manos, a abjurar de /evi, destierro perpetuo, preciso, de to-
das las islas Filipinas, y en que sirviese en un convento de religiosos de la ciudad de
México, mientras viviere, dada su mucha edad. para ser enseñado en las cosas de la
fe católica. Garda, G., Documentos inéditos... , cit., pp. 215-216.
134 Sobre el tratamiento benigno a los moriscos: Lea, H. c., Historia de la inqui-
sición española, v. 11, Madrid 1983, pp. 722-723; Martínez Millán, J., "Las fuentes
4. Sectas místicas
Los alumbrados o dejados 137 también fueron objeto del celo de los in-
quisidores mexicanos a lo largo de su historia, si bien su número no es
abundante,138 y en muchas ocasiones las supuestas revelaciones o arreba-
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 39
139 "Avra cinco años que en este Sancto Oflicio se dio noticia de que en la Ciu-
dad de la Puebla de los Angeles se usava un lenguaje que parescia de alumbrados en-
tre ciertas personas religiosas, ecclesiasticas y seculares por decirse entre ellas, al tra-
to de fulano o fulana es solo exterior y el otro es interior, fulano, o fulana esta en
mantillas o en pañales o dentro o fuera o esta entro los Seraphines, y otras cosas se-
mejantes, del origen dellas nacio de Juan Plata c\erigo natural de la villa de Yebenes
junto a la ciudad de Toledo, capellan y confesor de las monjas de sancta Catalina de
Sena de la dicha Ciudad de la Puebla, y de Agustina de Sancta Clara religiosa en el,
los quales tienen opinion de sanctos, y de la dicha Agustina de sancta Clara se decia
había visto la esencia divina y que tenia revelaciones, y as si yban a saber della cosas
por venir y decia que las sabia por reveIacion.. (Y una vez comenzados los procedi-
mientos el Tribunal seguía informando).. por las confessiones de ambos consta ser
todo carnalidad y embustes de la Agustina de sancta Clara con que hizo que el dicho
Juan Plata creyese que era sancta dandoJe a entender que Dios le habia dado la inteli-
gencia de todas las sciencias y que savia las cosas por venir, con lo qual con ser hom-
bre que ha estudiado le hizo caer en muchos y graves delictos de seys años a esta par-
te pues no tenia por pecado el tener con ella osculos, tactos deshonestos y poluciones
en el locutorio, reja de la Iglesia, confesonario, celebrando cada dia sin confesarse
dellos, diciendole la dicha Agustina de sancta Clara que aunque se daban el cuerpo
savia por rebelacion de Dios que tenian tanta fortaleza entrambos que... ", A.H.N.,
Inquisición, lib. 1049. tI 286-286v y 291. Carta a la Suprema de noviembre de 1598
firmada por el inquisidor Alonso de Peralta.
140 Sobre la doctrina de los alumbrados en general, y los alumbrados de Llerena
en particular, Menéndez Pelayo, M., Historia de los heterodoxos... , cit., lib. 5, c. 1,
pp. 143-177.
141 Sobre el origen de la palabra "alumbrados" ver Menéndez Pelayo, M., Histo-
ria de los heterodoxos... , cit., lib. 5, c. 1,1. 2, p. 149.
142 Desde el útirno cuarto del siglo XVII en adelante no he encontrado nigún procedi-
miento que haga referencia concreta a las doctrinas del autor de la "Guía Espiritual".
143 En el año 1601 se condenó al clérigo Juan Plata, capellán del convento de
Santa Catalina de Sena de la ciudad de Puebla de los Ángeles, a Agustina de Santa
Clara, monja de dicho convento y a la beata Mariana de San Miguel. En los tres casos
se habían usado de engaños y fingido revelaciones por parte de los reos. Juan Plata
escapó de las galeras por flaqueza y enfennedad. pero no de la reclusión perpetua.
A.H.N., Inquisición, lib. 1064, ff. 232-240, el proceso, con 391 folios, en A.G.N., Ín-
dice de Inquisición, t. 180, núm. l. Posterionnente, en el año 1649, ingresaron en las
cárceles secretas otro grupo de alumbrados compuesto por las hermanas Josefa, Tere-
sa de Jesús, Nicolasa y María de la Encamación Romero, el esposo de esta última
Diego Pinto Bravo, y el "director espiritual" de todos ellos, el clérigo José Bruñón de
Vertiz, relajado en estatua en el auto de fe de 19 de noviembre de 1659, pues había
muerto en la cárcel después de una larga prisión. A.H.N., Inquisición, lib. 1065, ff.
400v-419v.
A finales de! siglo XVIII el tribunal de México instruyó una causa contra sor
María Micaela de San José, religiosa del convento de la Santísima Trinidad de Pue-
bla por ilusa, afectadora de santidad, sospechosa vehemente en la fe y alumbrada.
Fue denunciada junto con su director espiritual, e! clérigo José María Estevez, que
actuaba de propagador.
144 Así, al clérigo Juan Plata, que compareció en el auto de fe de 25 de marzo de
1601, además de otras penas que le fueron impuestas, aparecen el destierro de Méxi-
co y de Puebla, lugar dode cometió el delito, y la prohibición de que "trate de revela-
ciones, ni de las demás cosas que ha sido testificado". AHN, Inquisición, lib. 1064, f
239v; del mismo modo, a Agustina de Santa Clara, monja profesa de Convento de
Santa Catalina de Sena relacionada con el clérigo Juan Plata al punto que incluso
compareció en el mismo auto de fe de 1601, se le imponen, junto con otras penas
bastante rigurosas, la prohibición de volver a residir en el convento de Santa Catalina
y la de que "no trate ni por escrito ni de palabra de revelaciones, ni de las demás co-
sas de que ha sido testificada y acusada", A.H.N. Inquisición. lib. 1064, ff. 242-242v,
su proceso, que abarca 229 folios, en A.O.N., Índice de Inquisición, t. 180, núm. 2;
del mismo modo, medio siglo más tarde, en el auto de fe de 26 de octubre de 1656
fue sacada Teresa de Jesús Romero -miembro de grupo de Bruñón de Vertiz a que
en la nota anterior se ha hecho referencia- a la que, además de otras penas, le fueron
impuestas la de destierro, la prohibición de comunicarse con personas que antes se
había comunicado en cuanto sus revelaciones y raptos y la prohibición de uso del
nombre de Teresa de Jesús. A.H.N., Inquisición, lib. 1065, f. 446.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 41
145 Así, cuando el fraile agustino Juan Cabello fue examinado acerca de la inten-
ción, alegó haber dicho misa "por ceguera de vanidad" y por no querer ser cogido en
una mentira, ya que había manifestado ser sacerdote. A.H.N., Inquisición, lib. 1066,
f. 89v; fray Pedro Muñoz, procesado en 1584, manifestó que había dicho misa con el
fin de "valerse de algun dinero y comida", Este religioso fue de nuevo procesado por
el mismo delito y no se le aplicó la Constitución de Clemente Vl1l sobre los cele-
brantes sin órdenes, por haber cometido los delitos con anterioridad a su publicación.
No obstante fue condenado a diez años de galeras en el año 1606. A.H.N., Inquisi-
ción, lib. 1064, f. 418v; fray Ginés de Ludena, agustino profeso, ordenado de subdiá-
cono, alegó "liviandad y presuncion de que le tuvieran como sacerdote", A.H.N., In-
quisición, lib, 1066, f. 499.
146 Fue en el proceso instruido contra el mulato Fernando Rodríguez de Castro,
relajado en persona, en el auto de fe de 26 de febrero de 1606, por aplicación de la
Constitución de Clemente VIII, de la que se tratará en la parte dedicada a la pena de
relajación. A.H.N., Inquisición. lib. 1064, f. 416.
147 En algún caso, como en el de fray Alonso Sote lo. religioso franciscano, el reo
escapó de la relajación en persona porque el tribunal apreció las circunstancias ate-
Es de resaltar que estas penas eran las mismas que se aplicaban con ante-
rioridad a la aplicación del breve de Clemente VIII.
6. Solicitación 148
nuantes de ser menor de edad -tenía 22 años-, y que tenía poca capacidad y enten-
dimiento y así era tenido en su orden, por lo que no se le aplicó la constitución sobre
celebrantes sin órdenes. Oyó su sentencia con méritos en el auto de fe de 18 de marzo
de 1607, donde compareció en forma de penitente con vela y soga, abjuró de vehe-
menti, fue desterrado a perpetuidad de las Indias, suspendido de sus órdenes, diez
años de galeras al remo y sin sueldo y doscientos azotes. A.H.N., Inquisición, lib.
1064, f. 425.
148 Sobre este delito ver el riguroso y documentado trabajo del profesor Alejandre
García, J. A., El veneno de Dios. La Inquisición de Sevilla ante el delito de solicita-
ción en la confesión, Madrid, 1994; también Sarrión Mora, A., Sexualidad y co,,:fe-
sión. La solictación ante el Tribunal del Santo Oficio (siglos XVI-XX), Madrid,
1994.
149 Cuando el sujeto pasivo del delito de solicitación era un hombre se actuaba
contra él mediante el mismo procedimiento, a tenor de lo ordenado en una instruc-
ción de la Suprema, dada en Valladolid y remitida al tribunal de México por carta de
29 de mayo de 1604, "... Ase visto lo que decis que diversas veces an venido a ese
Santo Oficio algunos a testiticar contra religiosos que en el acto de la confesion
los an solicitado con osculos i tocamientos para cometer el pecado nefando y que los
aveys despedido sin dalles a entender no os toca el cognocimiento desto y pedis se os
ordene lo que debais hacer, y consultado con el señor Inquisidor General a parecido
procedais en este delito como y en la forma que cognosceis de los que solicitan a sus
hijas de penitencia en el acto de la confesion... ", A.H.N., Inquisición. Corresponden-
cia del Consejo, lib. 352, tI. 297v-298. Esta Instrucción respondía a una carta de los
inquisidores Alonso de Peralta y Gutierre Bernardo de Quirós, remitida en agosto de
1603, en la que exponían: "Algunas veces se han venido personas en diferentes tiem-
pos a dar noticia a este santo atTo. en orden de testificación de algunos religiosos que
confesandose con ellos los han solicitado en el acto de la confesion con tocamientos
deshonestos y osculos y los han llevado a sus celdas para cometer el pecado nefando
(a lo que presumieron). Emos los despedido por el mejor orden que se ha podido sin
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 43
darles a entender que no sea de aea el cO'1ocimiento de este delito, mandando les que
no buelban a confesarse con ellos. Suplicamos a v. a S.'l se sirva considerar la grave-
dad de esta causa y proveer a ella lo que mas convenga". A.H.N., Inquisición, Co-
rrespondencia de México, lib. 1049, f. 571. Es de reseñar que el tribunal de México,
en algún caso, ya había seguido procedimiento por delito de solicitación, al que lo
hacía con sus hijos de confesión. Así, fray Camelia de Bie, agustino natural de La
Haya, prior de un pueblo de indios del Arzobispado de México, fue condenado por
mantener relaciones con sus hijas espirituales a las que solicitaba durante la adminis-
tración del sacramento de la penitencia --aunque la prueba era muy débil~, así
como, según su propia confesión en el proceso, porque "Algunas veces confesando
muchachos indios en diversos actos y pueblos toco sus verguenzas con yntento de al-
guna sensualidad y deleyte... ". Fue condenado a abjurar de levi, privación perpetua
de la administración del sacramento de la penitencia y a que, los viernes del primer
año, ayunara a pan yagua y se le diera una disciplina. A.H.N., Inquisición, lib. 1066,
tI417v-418.
150 El inquisidor general, por carta de 12 de marzo de 1621 yen respuesta a una
consulta efectuada por el tribunal mexicano en carta de 29 de septiembre de 1620,
dispone que se ha de proceder contra solicitantes: 1°. Cuando los confesores soliciten
a sus hijas de confesión después de haberla comenzado y antes de acabarla, sin dejar-
las pasar adelante ni absolverlas; 2°. Contra los delitos próximamente cometidos al
acto de la confesión, antes de comenzarla o después de acabarla, en este último caso
cuando las solicitan para que sean alcahuetas o terceras de otras; 3°. Cuando hincadas
de rodillas las penitentes para confesar las solicitan antes de persignarse, sin dejarlas
confesar seguidamente. Se recomienda, en todos los casos, rapidez a la hora' de reci-
bir las testificaciones. Asimismo, en los casos en que los confesores tengan continuo
trato carnal con sus hijas de confesión, se ponga a estas en custodia por un tiempo.
A.H.N., Inquisición, lib. 353. f. 143v.
151 La competencia de la Inquisición para conocer de este delito se fundamenta en
el breve del papa Pío IV Cum sicut nuper, de fecha 16 de abril de 1561, dictado por
la Santa Sede a instancias del inquisidor general Valdés. En un principio. se excluían
de la jurisdicción inquisitorial a los miembros del clero regular, cuando el superior
hubiera iniciado actuaciones judiciales respecto el religioso solicitante. Sin embargo,
en virtud de un decreto de Clemente VIII de 1592, se atribuyó a la Inquisición la
competencia, exclusiva y excluy~nte, para la condena de este delito, con inde-
pendencia de que su autor perteneciera al clero secular o regular.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 45
la consulta efectuada por el inquisidor Bonilla, relativa a las instrucciones sobre disi-
mular la solicitación, salvo caso de que fuera el autor de los hechos el que confesara
y aún así había que examinarlo sobre la intención. A.H.N., Inquisición, Correspon-
dencia del Consejo, lib. 352. ff. 132-132v.
15K Sobre las penas impuestas por este delito vid. Alejandre, 1. A., El veneno de
Dios. cil .. pp. 2(JO-2IO.
Es muy interesante la "Instrucción" para causas de solicitación remitida por la
Suprema a la Inquisición de México, de fecha 19 de abril de 1577. Se titula "Instruc-
ción del orden que han de lener los Inquisidores de México en los negocios que se
ofrecieren tocantes a los cOI?!e.'Wres que en el acto de la confesión solicitan a sus hi-
jas de penitencia para actos IUfpes". Consta de siete capítulos en los que de una tor-
ma extractada se contemplan todos los aspectos del proceso: l." Información previa;
2.° Calidad de los testigos; 3." Prisión y declaraciones del reo en las que habrá de ser
examinado acerca de la intención. 4. FOlmalidades para dictar y notificar la senten-
U
cia; 5." Penas a imponer: "Las penas que a los tales delinquentes se acostumbran a
imponer suelen ser arbitrarias conforme a la calidad de los delitos gravedad o fre-
cuencia dellos el otras circunstancias que pueden mover a usar de rigor! o misericor-
dia advertiendo que en qualquier evento los tales reos an de abjurar levi y ser
privados perpetuamente de la administracion del sacramento de la penitencia. Y
quanto a los demas sacramentos y predicar sera arbitrario y tambíen el destierro o re-
c1usion que se les deviere ymponer de los lugares donde cometieron los delitos con
algunas leguas alderredor."; 6.° Especialidades en las penas para los religiosos: "A
los religiosos se les podran dar disciplinas los capitulo s de sus monasterios tornando-
les a leer sus sentencias por un Notario del secreto en presencia del convento y tan
grave podria ser la culpa que se les diere tambien disciplina en la sala quando en ella
se pronuncia su sentencia en presencia de los religiosos y cJerigos que alli asistieren
condenandolos en otras penitencias como son reclusion fuera de donde delinquieron
y suspension I o privacion de sus ordenes y de boz activa y pasiva I y que sean ulti-
mos en el coro y refitorio y hagan penitencia de culpa grave disciplinas y oraciones
arbitrando todo para imponer mas I o menos penitencias teniendo consideracion con
la calidad y gravedad de sus delitos y dernas circunstancias referidas en el capitulo
anterior."; 7.u Especialidades en las penas si se trata de clérigos: "A los c1erigos se
podran poner dernas de las penas generales arriba dichas de privacion y destierrol
otras de reclusion I o privacion I o suspension de oficios y beneficios I o penas pecu-
niarias disciplinas secretas ayunos y oraciones con las advertencias y consideraciones
referidas... ,". Concluye la "Instrucción" con una exhortación muy apropiada al cui-
dado que se tenín con este tipo de delitos: " ... y sobre todo se encarga las conciencias
sión, destierro del lugar de la comisión del delito, abjuración de levi, lec-
tura de sentencia con méritos, suspensión de todas las órdenes, privación,
administración del sacramento de la penitencia a hombres y mujeres, pri-
vación de voz activa y pasiva, ser el último en el coro y en el refectorio
--estas dos últimas para clérigos regulares-, y otras más de tipo espiri-
tuaL Además a los clérigos seculares, si era posible porque tenían bienes,
se les imponían penitencias de tipo pecuniario, cuyo importe se dedicaba,
a tenor de lo expresado en la sentencia, para gastos del Santo Oficio,
En lo que al cumplimiento de las penas respecta, hay que resaltar que
en muchas ocasiones los conocimientos que los clérigos tenían de los
idiomas nativos -los llamados "Ienguas"- daban lugar a que no resul-
taran aquéllas ejecutad,as en su totalidad, y que fueran sus mismos su-
periores los que, por razones de política evangelizadora, solicitaran del
Santo Oficio la extinción de la responsabilidad penal y posterior rehabili-
tación del reo, a fin de que pudiera colaborar en la tarea de predicar el
Evangelio,'59 si bien, antes de iniciar Jos trámites para elJo se aseguraban
de su arrepentimiento, Esta especie de indulto era concedida por la Supre-
ma con algunas condiciones y, siempre, con el previo informe favorable
del tribunal de México,l6O
a los dichos Inquisidores para que con mucho tiento y consideración procedan y arbi-
tren estas causas ... ". A.H.N., lnquisic¡pn, Correspondencia del Consejo, lib. 352, ff.
109-110. La referida Instrucción obra en el Apéndice 11.
¡59 A este tenor hay una consulta, muy interesante, del tribunal de México a la
Suprema, realizada por carta de 4 de noviembre de 1581, en la que el inquisidor, li-
cenciado Bonilla, expone la posibilidad de que la pena de privación perpetua de ad-
ministración del Sacramento de la penitencia a los reos condenados por solicitación,
que tenía carácter ordinario, a tenor de la Instrucción sobre solicitantes, pase a ser
arbitraria en las Indias, quedando ajuicio del tribunal su aplicación. Todo ello a efec-
tos de no perjudicar la labor de evangelización al condenar a "ministros buenas len-
guas de los indios". Al propio tiempo pide que se aplique tal beneficio a Francisco de
León Carvajal. A.H.N., Inquisición, Correspondencia de México, lib. 1048, f. 92v.
160 Así, el Santo Oficio mexicano remite a la Suprema carta del provincial fran-
ciscano fray Gerónimo de Guzmán, de fecha 6 de noviembre de 1585, en la que soli-
cita les sean conmutadas las penas de privación de celebración de la misa a los frailes
de su orden, Juan de Sal daña y Francisco de Villalba, que habían sido condenados
como autores de un delito de solicitación, en 1585 y 1582, respectivamente, con base
en la falta de misioneros y a su arrepentimiento. Le fue concedida al segundo de
ellos. A.H.N., Inquisición, Correspondencia de México, lib. 1048, f. 188. En el año
1590 se eleva a la Suprema similar petición, avalada incluso por carta del obispo de
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 47
Es preciso señalar que el rigor de las sanciones, no excesivo en ningún
caso, sobre todo si se compara con las impuestas a los 'autores de otros
delitos de similar gravedad, era superior cuando el reo pertenecía al clero
regular que al secular, ya que, en el primer caso, cierto tipo de penas, así
como su ejecución (disciplina circular, privación voto activo y pasivo, ser
el último en el coro y en el refectorio, etcétera), sólo podían tener efecto
entre los regulares por vivir en conventos, y su ejecución quedaba al cui-
dado de la orden a la que pertenecía el reo, por la que se ponía especial
interés en que se cumplieran. 16'
A. Bigamia
Yucatán, en relación con el presbítero Andrés Mexia, que había sido condenado ese
mismo año. El prelado se basa en que el beneficiado MexÍa es una de las mejores
"lenguas" del obispado, es viejo, pues tiene más de 50 años, está pobre y necesitado,
pues su casa se halla a trecientas leguas. Se acompañan abonos de otros clérigos. La
dispensa no le fue concedida. A.H.N" Inquisición, Correspondencia de México, lib.
1048, ff. 311-313. E1.26 de noviembre de 1592, el procurador general de los domini-
cos, a través del tribunal mexicano, solicita el perdón para fray Pedro de Cuéllar,
condenado por solicitante en 1577, pidiendo se le autorice confesar hombres y admi-
nistrar sacramentos. Acompaña a su petición informes de otros clérigos en abono de
Cuéllar.-Por la Suprema se le autorizó a confesar hombres. A.H.N., Inquisición, Co-
rrespondencia de México, lib. 1048, ff. 298-299. Mediante carta de 28 de marzo de
1594, se eleva petición relativa al p'resbítero Juan Femádez Guerrero, alegando que
tíene más de 70 años, es pobre y "lengua" de los indios de su beneficiado. Se alega,
además, que ha cumplido la pena, impuesta en 1585, con humildad y obediencia.
A.H,N., Inquisición, Correspondencia de México, lib. 1048, f 362.
161 A tenor del capítulo 6 de la Instrucción dada para el tribunal mexicano por la
Suprema para la tramitación de los delitos de solicitación, a los religiosos se les po-
drían dar disciplinas por el capítulo de su monasterio, donde se le volvería a leer la
sentencia por un notario del secreto. A.H.N., Inquisición, Correspondencia del Con-
sejo, lib. 352, f. 109v.
162 Sobre el tratamiento jurídico penal de este delito ver Gacto Fernández, E., "El
delito de bigamia y la Inquisición española", en F. Tomás y Valiente y otros, Sexo
barroco y otras transgresiones premodernas, Madrid, 1990, pp. 127-152.
163 De la abundancia de este tipo delictivo en la Nueva España ya da cuenta el in-
quisidor Moya de Contreras a poco de la instauración del Santo Oficio. Así, en una
tarse de un tipo lO4 cuya comisión se registra desde el inicio hasta la extin-
ción del tribunal'65 debido, sobre todo, a las especiales condiciones de la
vida en la Nueva España derivadas de una inmigración ininterrumpida
de hombres, libertad de costumbres y la siempre presente circunstancia de
alejamiento de la metrópoli.106
En lo que a la justificación de la represión de este delito se refiere, hay
que añadir que, para la doctrina, además del mal sentimiento y desprecio
hacia los principios de monogamia e indisolubilidad del Sacramento, en
relación de causas de fe que remite a la Suprema, informa: "El delicta de casados dos
veces ha sido bien frequentado en esta tierra y assi se pudiera tambien embiar rela-
cion de veinte y quatro causas... ", A.H.N., Inquisición, lib. 1064, f. 17. Con la re-
lación de causas de fe del año 1676 los inquisidores Bonilla y Abalas, entre otras
cuestiones, informan a la Suprema que el delito que más se comete es el de bigamia,
culpando de ello a los ordinarios por rapidez y descuido en conceder las licencias de
matrimonio. A.H.N., Inquisición, lib. 1066. ff. 297-300v.
164 A efectos de evitar la tramitación de procedimientos de dificil prueba es inte-
resante la instrucción dictada por la Suprema por carta de 18 de mayo de 1623, en
respuesta a una consulta formulada por el tribunal mexicano en fecha 24 de mayo de
1619, por la que se ordena respecto de los bígamos que van a denunciarse voluntaria-
mente -sin que haya otra noticia o información- que se les mande apartarse de la
segunda mujer después de recibirles declaración. Luego, conforme a las señas que
diere, se harán diligencias con "todo recato y secreto" para verificar los dos matrimo-
nios, y acabadas, si se ve que el espontáneo continúa haciendo vida mari dable con la
segunda, se proceda y se castigue. A.H.N., Inquisición, Correspondencia del Consejo,
lib. 353, f. 163.
165 Una muestra de ello y de que era considerado por el tribunal mexicano como
de frecuente incidencia, es la solicitud que, en fecha 24 de diciembre de 1768, se ele-
va al Consejo de la Suprema para que dé el visto bueno a un formulario para instruc-
ción de procedimientos de bigamia por los comisarios y, al propio tiempo, ordene la
impresión de cien ejemplares de aquél "para evitar el mucho tiempo que se pierde en
sacar copias, no haviendolo ni aun para lo preciso por lo mucho que cada dia ocurre,
y pocos operarios que despachen... ", A.H.N., Inquisición, lego 1732, doc. 37. Se trata
de un fonnulario mediante el cual los comisarios podían, de una forma uniforme en
toda la demarcación mexicana, llevar a cabo la instrucción de un procedimiento por
bigamia hasta dejarlo prácticamente integrado. Comienza dando supuesto el manda-
miento de prisión del reo, con la entrega de éste al alcaide, y pasa por las sucesivas
diligencias -incluso nombramiento de curador- hasta la terminación de la fase pro-
batoda. Se encuentra informado marginalmente por el fiscal de la Suprema.
166 Alberro, S., Inquisición y sociedad... , cit., p. 181. La autora considera la biga-
mia como una circunstancia inseparable del proceso colonial.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 49
línea con las corrientes luterana y calvinista,'67 suponía el que sus autores
aceptaban uno de los principios de la religión del islam.'os Por lo que, en
el caso de que el reo tuviera ascendencia mahometana, habría que presu-
mir la existencia de error en la creencia.
Las penas impuestas a los bígamos son: comparecencia en auto de fe,
con vela, soga, coroza, abjuración de levi, azotes, destierro, galeras al
remo y sin sueldo y confiscación de la mitad de los bienes, a las que, a lo
largo del siglo XVlII, se les irán añadiendo algunas penitencias de tipo
espiritual, como confesión general (de la que el confesor debía expedir el
oportuno certificado), confesión y comunión en las Pascuas del primer
año de la condena, rezo de una parte del Santo Rosario todos los sábados
del primer año, ,69 a la vez que la pena de galeras se sustituye por presidio.
Hay que entender que la doctrina, a la hora de la concreción de la pena,
admite una serie de presunciones tales como el error en el intelecto o la
fragilidad de la carne, que hacen variar la extensión de las penas. Respec-
to del vínculo, esto es, lo relativo a la validez o nulidad del matrimonio,
siempre se tiene especial cuidado de dar conocimiento aljuez eclesiástico
competente, mediante la remisión del oportuno testimonio de las actua-
CIOnes.
B. El matrimonio de religiosos
nuptias... ", Carena, c., Tractatus de Officio Sanctissimae Inqujsitionis ... , cit., p. 2, t.
17, 3, núm. 10, p. 234.
171 García de Trasmiera, D., De polygamia el polyviria /ibri tres, Panhonni, 1638,
1. 3, quaest. 12, núm. 1-30, pp. 287-292. Entre otras cosas el autor considera que el
matrimonio de religiosos puede ser signo de luteranismo, pues expone que es una de
las enseñanzas de Lutero.
172 Simancas, 1., Theorice el praxis haereseos sive enchiridion iudicum violatae
religionis, Venecia, 1573, t. 12, núm. 1, p. 16.
173 Entre otros: Martín Ochaa de Salvatierra, profeso agustino, aunque expulsado
de dicha orden, natural de Salvatierra (Álava), que contrajo matrimonio en Atrisco
llevando infonnación falsa de soltería. Fue condenado a auto, vela, soga, abjuración
de /evi, y vuelto a entregar al prelado de la Orden de San Agustín para que en el con-
vento de México estuviera recluso tres años -el medio primero en la cárcel del mo-
nasterio y los viernes de él ayunara a pan y agua- y le dieran dos disciplinas en pú-
blico por todos los frailes, A.H.N., Inquisición, lib. 1064, f. 82v; fray Francisco de
Orozco, sacerdote religioso agustino, natural de Uclés (Cuenca). Con el nuevo nom-
bre de Gerónimo de Torres, se casó e hizo vida marital con doña Isabel de Valderra-
ma, en la provincia de Michoacán. Compareció en el auto de fe de 27 de febrero de
1606, pues había sido condenado a auto en forma de penitente con vela y coroza
blanca, a abjurar de vehementi, a reclusión perpetua en el convento donde tomó el há-
bito, donde sería el último en el coro, en el refectorio y en los demás actos de la co-
munidad, a privación de voz activa y pasiva, suspensión de todas sus órdenes y a
ayunar los viernes. A.H.N., Inquisición, lib. 1064, ff. 415-416; Francisco Enriquez de
Ribera, natural de Baza (Granada) que se había tomado el hábito de la orden premos-
tratense para escapar a la pena de muerte en rebeldía, que le había sido impuesta por
sacar a una monja de un convento de Granada. Pasó a Nueva España donde se casó
con una hija de un abogado de presos del Santo Oficio mexicano. Descubierto, se
presentó en el tribunal antes del comienzo de las actuaciones. Fue condenado a oír
misa en la capilla del Santo Oficio, en cuerpo sin cinto ni bonete, con vela de cera en
las manos, a abjurar de levi y destierro perpetuo de México diez leguas a la redonda,
y diez años precisos de la Nueva España, y que en ellos no pueda obtener dignidad ni
beneficio eclesiástico, ni celebrar sin dispensa del papa, y ayune los viernes del pri-
mer año. El tribunal dispuso que el reo fuera enviado urgentemente a España. No se
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 51
8. Blasfemia
Este es un tipo delictivo que, al igual que la bigamia, sirvió para nutrir
la estadística y justificar la existencia del tribunal mexicano en etapas en
las que apenas había procesos por delitos de herejía, o los llamados co-
múnmente "delitos religiosos mayores", pues en la práctica se mantiene
con la misma regularidad desde su institución hasta la extinción. Lo que
puede observarse es una variación en los sujetos activos del delito, según
el criterio mantenido en un detenminado momento por el tribunal, en rela-
ción con la realidad social o con las conveniencias político-religiosas. En
efecto, en un principio fueron sujetos activos de este delito los conquista-
dores españoles, siempre en mayor número hombres que mujeres; luego,
a principios del siglo XVII, hay una importante actuación en relación con
los esclavos, que por entonces comenzaban a ser llevados a la Colonia
procedentes de África en gran número; más tarde, a mediados del siglo
XVIII, los procedimientos por blasfemias se dirigen a menudo contra
miembros de los ejércitos, en su mayor parte constituidos por extranjeros,
siendo de destacar que, en tales causas, ya se deslizaban algunas de las
ideas que dieron lugar a la Revolución francesa.1?4
Para que los inquisidores iniciaran un procedimiento por blasfemia, era
fundamental que las expresiones proferidas tuviesen sabor a herejía y, en
tal sentido, estaba previsto por las Instrucciones,175 a tenor de la orienta-
ción de la doctrina. m.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 53
B. Conculcación de imágenes
Asimilado con el tipo anterior se encuentra este delito, pues, así co-
mo la blasfemia es la ofensa, realizada de palabra o por escrito, contra
Dios, la Virgen Maria o los santos, en este tipo de la conculcación de
imágenes se incluyen todos los atentados de obra contra imágenes, pintu-
ras, cruces, etcétera, castigándose, no sólo la percusión violenta o fractura
de tales objetos, sino también todas aquellas conductas que supongan un
menoscabos hacia ellos y, por tanto, a lo que representan. l " Este criterio
de asimilación a la blasfemia era mantenido por las Partidas, que incluyen
a los conculcadores de imágenes dentro del título dedicado a los "que de-
nuestan a Dios, e a santa Maria e a los otros santos",I82 manteniendo la
biendo advertise a aquellos que los traten bien. A.H.N., Inquisición, lib. 1064, ff.
457v-459.
IRO Entre otras, sentencia dictada el 27 de agosto de 1777 en la causa contra José
de Silva, español, viudo, condenándolo como autor de un delito de blasfemias hereti-
cales. A.H.N., Inquisición, leg. 1730, doc. núm. 18.
¡81 En estos tipos de delito aparecen algunos procedimientos curiosos, entre otros,
el que se inició contra el zapatero del regimiento de América en el mes de julio de
1766, proceso que fue suspendido al no poder averiguar el capellán de dicha unidad
quién había grabado cruces en las suelas de los zapatos. A.H.N., Inquisición. lego
1730, doc. 26.
182 Partidas. 7. 28. 5. "'De fecho obrando algund ame en manera de denuesto al-
guna cosa, como contra Dios, o contra santa María, escupiendo en la imagen, o en
la cruz, o firiendo en ella con piedra, o con cuchillo, o con otra cosa qualquicr, por la
primera vegada aya toda la pena el que lo fiziere, que diximos en las leyes ante des-
taque deve ayer por la tercera vegada, el que denuesta a Dios, o a santa María. E si el
que lo fiziere fuere de los menores que no ayan nada, mandamos que le corten la
mano por ende. Otrosi dczimos, que si alguno con saña escupiese contra el cielo, o fi-
riese en las puertas, o en las paredes de la yglesia, aya la pena sobredicha que deve
ayer el que denostare a Dios, o a santa María dos veces."
doctrina igual criterio. l83 Contra los autores de este delito se procedía
como contra los vehementemente sospechosos de herejía, y se les impo-
nían penas arbitrarias,184 iguales a las aplicables al delito de blasfemia,
pues es una variante suya.
9. Proposiciones
A. Proposiciones en general
ANTECEDENTES HIST6RICOS 55
B. La simple fornicación
Antonia Ponce, superiora del convento de las Doncellas de México, que mandó a las
monjas que dejasen de adorar y cantar himnos a una imagen de la virgen que había
en dicho lugar, diciendo que era un palo vestido e, intenumpiendo los rezos, dijo:
"La del cielo", A.H.N., Inquisición, lib. 1064, f. 1.; la de Francisco Gómez de Trigui-
llos, que manifestó que el hombre pobre, en estado de pobreza, no se podía salvar,
A.H.N., Inquisición, lib. 1064, f. 4; la de Hemando de Zubielas, francés, por decir
que si veía arder la Iglesia donde estaba el Santísimo Sacramento y su casa, antes
acudiría a ésta que a aquélla, A.H.N., Inquisición, lib. 1064, f. 5v; la de Juan de Var-
gas, mercader, vecino de las minas de Macapilco, por decir que, en cuanto hombres,
ni los apóstoles ni los demás santos temieron a la muerte, A.H.N., Inquisición, lib.
1064, f. 6v.
189 Sobre este delito, las relaciones hombre-mujer y las actitudes amorosas en
la España de los siglos XVI y XVII, vid. Sánchez Ortega. M' Helena, La mujer y la
sexualidad en el Antiguo Régimen. La perspectiva inquisitorial, Madrid, 1992, pp.
23-28.
190 En la relación del inquisidor Moya de Contreras, a que se ha hecho referencia
en la nota 188, aparecen seis procedimientos instruidos por tal delito, A.H.N., Inqui-
sición. lib. 1064, ff. 1-7v.
191 La misma doctrina de la Iglesia consideraba la simple fornicación como el pe-
cado menos grave dentro de los relacionados con la sexualidad. Tomás y Valiente, F.,
"El crimen y pecado contra natura", en F. Tomás y Valiente y otros, Sexo barroco y
otras transgresiones premodernas, Madrid, 1990, pp. 36-37.
192 Esta incultura religiosa a veces no era exclusiva de los laicos, pues en el año
1609 aparece en el tribunal mexicano una denuncia contra el clérigo Juan Marcos,
beneficiado del pueblo de Xalapa, porque tratando de ciertos capitulas había dicho
que el tener acceso camal con una comadre no era pecado, A.a.N., Índice de Inquisi-
ción, t. 285, núm. 12. Hombres incultos eran los reos Juan Poblete y Andrés Gurraz,
que son descritos por el tribunal como "hombre viejo de 60 años, simple llano y de
quién presumiamos poca malicia" el primero, y como "viejo de 50 años, simple e ig-
norante" el segundo, circunstancias que fueron tomadas en cuenta a la hora de impo-
nerles la pena en sentencia dictada fuera de auto en el año 1575, que quedó reducida
a una misa en forma de penitentes y una multa, A.H.N., Inquisición, lib. 1064, f. 13;
también a Sebastián Baracho, mozo soltero, aprendiz de tejedor de tafetanes, le apre-
ció el tribunal "su poca edad y capacidad", condenándole a comparecer en auto con
vela y abjurar de levi, ordenando fuese "instruido en la doctrina cristiana por no sa-
berla bien". Del mismo modo al maestre Domingo Nicolao, caballero del Hábito de
Santiago de Media Cruz, originario de Macedonia, fue condenado a comparecer en
auto con vela, abjurar de levi y a diez años de destierro de las Indias y "'no se le dió
más pena, ni con el se hizo diligencia alguna por ser hombre muy ignorante y de
poco entendimiento como constó por el discurso de sus confesiones y modo de pro-
ceder, criado toda su vida en la mar que aún leer no sabía". Ambos comparecieron en
el Auto General de Fe celebrado el día 8 de diciembre de 1596, A.H.N., Inquisición,
lib. 1064, ff. 186v-187. Sobre la ignorancia como circunstancia atenuante de la res-
ponsabilidad criminal, Gacto Femández, E., Las circuJ1stancias atenuantes de la res-
ponsabilidad... , cit., pp. 15-24.
193 Kamen, H., La Inquisición ... , cit.. p. 269.
194 Cervantes que, como hombre culto de su tiempo, conocía los diversos tipos de
proposiciones que podían dar lugar a tener un encuentro con el tribunal del Santo
Oficio, pone, en boca de Teresa Panza, lo que se consideraba la doctrina ortodoxa, en
el curso de un diálogo con Sancho. "Mirad también que Marisancha, vuestra hija, no
se morirá si la casamos, que me van dando barruntos que desea tanto tener marido
como vos deseáis veros con gobierno; y, en fin, en fin, mejor parece la hija mal casa-
da que bien abarraganada", Cervantes, M. de, El Ingenioso /¡idalgo don Quijote de la
Mancha, Madrid, 1967, p. 2, c. 5, p. 509.
19S Esta proposición consistía, siempre, en una alabanza del amancebamiento en
desdoro de la institución matrimonial. Así, Diego de Sosa, mozo soltero vecino de las
minas de Guanajuato, dijo: "que quería estar mas bien amancebado que no malamen-
te casado", A.H.N., Inquisición, lib. 1064, f. 16; Ana Caballero, mulata vecina de
México, había dicho que valía más estar una mujer bien amancebada que mal casada.
Por ello, fue condenada, fuera de auto, a oír una misa en fonna de penitente con vela,
a abjurar de [evi y a 50 pesos de multa, A.H.N" Inquisición, lib. 1064, f. 70; Bartolo-
mé López, sombrerero, natural de Puebla de los Ángeles, de diecinueve años de edad,
al ser preguntado sobre si era casado, dijo: "que no, que era carga pesada el casarse, y
que assi era mejor estar amancebado que no cassado". Este reo fue condenado a com~
parecer en auto de fe en fonna de penitente -lo que llevó a cabo en el celebrado el
18 de marzo de 1607-, a abjurar de levi, y a ser desterrado de México y de su pue~
blo natal por seis años, de los que, los tres primeros, debía estar recluido en un mo~
nasterio para su instrucción en la doctrina cristiana. No se le dio más pena por ser
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 57
hombre rústico de muy poco entendimiento. A.H.N., Inquisición, lib. 1064, ff. 428-
428v.
196 Gregorio Tenorio, genovés, soltero, porque tratando en su presencia vari<ls
mujeres de que una de ellas se iba a marchar a un convento dijo que sena mejor que
se amancebase. Tuvo la ciudad por cárcel. Se excusó alegando "cosa dicha ante mu-
jeres, a fin de amores y requiebros". En sentencia de 6 de febrero de 1586, se le con-
denó a reprensión, advertencia y 50 ducados de Castilla. A.H.N., Inquisición, lib.
1064, f. 100.
197 Entre otros, Martín Baptista, de oficio jubetero, natural de Sevilla, dijo que
más se servía a Dios con el estado de casado que con el de fraile, dando por razón
que primero había ordenado el sacramento del matrimonio que el del orden, y que
más trabajos pasan los casados que los frailes, A.H.N., Inquisición. lib. 1064, f. 161v;
Juan de la Vera, castellano, vecino de México, dijo que los casados tenían más traba-
jos que los religiosos y frailes. Este reo fue penietnciado en el auto de fe de 20 de
abril de 1603, A,H,N" Inquisición, lib, 1064, f, 319; Gonzalo Aragonés, de oficio
sastre, natural de Sevilla, compareció y fue penitenciado en el auto de fe de 25 de
marzo de 1605 por haber dicho que era mejor el estado del buen casado que el del re-
ligioso, A.H.N., Inquisición, lib. 1064, f. 388; Andrés Tenorio, natural de Villajimena
(Cádiz), dijo y porfió que mejor estado es el del casado haciendo lo que Dios manda
que no el del religioso. Su causa fue despachada fuera de auto en el año 1611. con
una sentencia exagerada, a juicio de la Suprema, que ordenó se le alzara el destierro
que se le había impuesto, A.H.N., Inquisición. lib. 1064, ff. 461-462.
198 Causa contra Francisco López de Aponte. relajado en persona en el auto de fe
de 19 de noviembre de 1659, A.H.N .. inquisición, leg. 1733. doc. núm. 11.
10. Supersticiones
199 Así, el mestizo Juan Antonio Doria, natural de México, de oficio acuñador de
la Casa de la Moneda, por haber dicho y porfiado que O<los cuerpos no habían de resu-
citar el día del Juicio", fue admitido a reconciliación y condenado a comparecer en
auto -lo que se llevó a cabo en el auto de fe de 25 de mano de 1601-, vela, hábito,
cárcel por cuatro años y confiscación de bienes, A.H.N., Inquisición, lib. 1064, ff.
261 v-262; Pedro de Garagana, natural de Chiapas, de 28 años de edad, por decir que
"por hurtar y fornicar no se iba al infierno y que ningún hombre bautizado se podía
condenar", fue reconciliado y condenado a auto --compareció también en el citado
de 25 de marzo------, vela, soga, hábito que se le debía quitar a la vuelta del cadalso,
confiscación de bienes, cien azotes, y destierro de México y Chiapas por un año. En
este caso hay que hacer notar que la confesión del reo se obtuvo en el tormento, ya
que al inicio del procedimiento confesó y, posteriormente, revocó, por lo que se dictó
sentencia de tormento en el que confesó. Ello le valió la pena de azotes, A.H.N., In-
quisición, lib. 1064, f. 262.
200 Entre las oraciones más repetidas destacan la de Santa Marta.
201 Sirva de ejemplo el comentario que hace el inquisidor Lobo Guerrero sobre
las siete hechiceras que comparecieron en el auto de fe celebrado el día 8 de diciem-
bre de 1596, en el que manifiesta la opinión que le merecían, además de las circuns-
tancias modificativas de la responsabilidad que apreció en sus causas: "Todas estas
mujeres eran gente ignorante y de poco entendimiento y mostraron con lagrimas mu-
cho dolor y arrepentimiento de lo que avian hecho, que movio a no hacer con ellas
diligencias de tormento acerca de la intencion y examinadas sin el parescio no tener
mal sentimiento de la fee, y por la pobreza de la inquisicion, se quitaron los azotes a
las que dellas fueron condemnadas en dineros", A.H.N., Inquisición, lib. 1064, ff.
189v-190.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 59
empresas amorosas, caso, este último, del que con frecuencia el autor del
delito resulta ser un hombre.'o2
202 Del uso de estas prácticas dan muestra múltiples testificaciones, así: testifica-
ción contra Juan de Espinosa porque, para tener acceso con una mujer y no lo sintie-
ran, se hizo llevar tierra de una Iglesia, A.G.N., Índice de Inquisición, 1. 293, núm.
71; testificación contra Elvira Luca 110 porque ponía debajo de la almohada de su ma-
rido una hierba lIamadajalampona para que no sintiera en la noche cuando llegaba su
galán, A.G.N., Índice de Inquisición, t. 293, núm. 74; testificación contra Pedro Sán-
chez y Andrés Machuca por escribir con sangre de cresta de gallo y usar de otras bru-
jerías para hacerse amar'de las mujeres, A.a.N., Índice de Inquisición, t. 301, núm. 22.
203 De este tipo delictivo son también escasos los procedimientos. Entre ellos se
pueden destacar el seguido contra el mestizo Juan Luis, de oficios vaquero y zapate-
ro, de 20 ail0s de edad, que compareció en el auto de fe de 25 de marzo de 1601 Y fue
condenado a reconciliación, hábito, cinco años de cárcel a cumplir en las galeras de
España, doscientos azotes y penitencias espirituales que le serían impuestas en la In-
quisición de Sevilla, una vez cumplida la pena de galeras, A.H.N., Inquisición, lib.
1064, f 263; proceso contra Nicolás de Asté por adivino. astrólogo, quiromántico, y
por haber manadado hacer unas medallas con la imagen del diablo y otras figuras,
A.G.N., Índice de Inquisición, t. 314, núm. 7; causa contra Juan Andrés, mulato libre
de 52 años de edad, de oficio cardador de lana, al que un indio había tatuado una fi-
gura de demonio en el brazo y en un muslo para que lo sacase de la prisión; el tribu-
nal resolvió que fuera sometido a cuestión de tormento donde solamente se ratificó
en su declaración. Fue condenado a comparecer en auto de fe, a abjurar de levi, dos-
cientos azotes, apercibimiento de que se abstuviese de semejantes delitos y lo que
más llama la atención: que le fueran borradas de su cuerpo dichas señales y figuras,
A.H.N., InqUisición. lib. 1065. ff. 315-317v y 386. Ya mediando el siglo XVl11 apa-
rece imputado en un procedimiento, instruido por un delito de pacto con el demonio,
el soldado Juan de Maitre del regimiento de Victoria de guarnición en México,
A.H.N., Inquisición, leg. 1730, doc. 26.
204 En el pacto expreso se solicita, directamente, el auxilio del demonio "quando
daemon expresis verbis invocatur", en el tácito supone el uso de medios indebidos
para alcanzar aquellas cosas cuya concesión sólo está reservada a Dios y que el de-
monio permitiría de buena gana. Sousa, A., Ap/wrismi inquisitorufIl ... , cit., 1. 1, c.
3~, números 8 y 9, p. 102v.
C. Rebautizantes
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 61
D. Astrologíajudiciaria
Este tipo delictivo guarda relación con los sortilegios, pues de siempre
la doctrina ha considerado heréticas todas las acciones que comportan
209 Sousa, A., Aphorismi inquisitorum ... , cit., L 1, c. 48, núm. 3: "Astrologia iudi-
ciaria ex praedictis positionihus et motibus coniectat eventus contingenres, fortuitos
et liberos: praeterita etiam ac praesentia oceulta"; Jirnénez Monteserín, M., "Léxico
inquisitorial", en 1. Pérez Villanueva y B. Escandell Bonet (diT.), Historia de la In-
quisición en España y América, v. 1, Madrid 1984, p. 184, siguiendo a Francisco
Peña, la define como: -"La parte de la astrología judiciaria que la vanidad de los astró-
logos llama interrogatoria, puesto que no se apoya en la razón natural, es completa-
mente supersticiosa e ilícita y sabe también a herejía cuando se atreve a anunciar con
certeza algo que no puede conocerse naturalmente"; sobre esta materia también, Me-
néndez y Pelayo, M., Historia de los heterodoxos... , cit., l. 3, c. 7, pp. 588-601.
210 Es de destacar que por este delito fue procesado Me1chor Pérez de Soto, arqui-
tecto y maestro mayor de la obra de la iglesia catedral y de la obras reales de México.
Los calificadores, además de poner censuras por tal delito, estimaron que había incu-
rrido en el de tenencia y lectura de libros de herejes. Pérez de Soto ingresó en la cár-
cel secreta el día 13 de enero de 1655. Allí, al encontrarse "demasiadamente melan-
cólico" el tribunal le asignó un compañero, Diego Cedillo, con el que sostuvo una
discusión, a causa de la cual el arquitecto resultó muerto por Cedillo, que posterior-
mente se ahorcó en la celda. Por todo ello, la causa fue suspendida, librándose el
oportuno testimonio para su viuda, Leonor de Montoya, que solicitó el cadáver de su
esposo, que había sido enterrado secretamente en el convento de Santo Domingo,
para inhumarlo y trasladarlo a la iglesia de San Francisco. Sin embargo, el Santo Ofi-
cio, en vez de resolver tal pretensión, la remitió al ordinario y a la comunidad domi-
nica para que hicieran lo que estimaran oportuno, A.H.N., Inquisición, lib. 1065, ff.
365-367. El inventario de los libros que poseía Pérez de Soto obra en 108 folios. Fue-
ron depositados en la Cámara del Secreto, A.G.N., Índice de Inquisición, t. 440, núm. 1.
2! 1 Así, en el procedimiento seguido por proposiciones contra Gregorio Calderón,
clérigo presbítero, conocido también como fray Gregorio Chamizo, que había sido
expulsado de la Orden de Santo Domingo por palabras escandalosas y temerarias en
favor de los luteranos y contra el papa y las indulgencias, se le condena, asimismo,
por haber "usado de la astrología judiciaria levantando figuras en materias prohibidas
en perjuicio y daño de honra de terceros". Fue penitenciado en el auto de fe de 24 de
febrero de 1590, toda vez que habia sido sentenciado a comparecer en él con vela, a
abjurar de levi, a suspensión de sus órdenes por dos años precisos y destierro perpe-
tuo de las Indias, con la pena subsidiaria de galeras para caso de incumplimiento.
"No se le dio mas pena ni fue tenido por mas sospechoso por parecer un hombre ha-
blador embaydor y desalmado, y que con la afliction de verse perseguido de los frai-
les dominicos de Guathemala a cuyo pedimiento la Audiencia Real de alli 10 queria
echar de aquella provincia dixo las dichas palabras." ", A.H.N., Inquisición, lib.
1064, f. 109.
2!2 Peña, F., en Directorium... , cit., p. 2, como 67 a quaest. 42, pp. 336-337.
213 Así, José Zubiarte, español de origen vizcaíno, natural y vecino de Chihuahua,
de oficio cigarrero, emparentado con familias distinguidas de México, que junto con
Ignacio Solís, español, de oficio viajero. vecino de las minas de Sombrerete, habían
extraído de un sagrario dos formas consagradas que se introdujeron en una herida que
a tal propósito se habían hecho en el brazo, con el fin de tener suerte en el juego de
los albures, poder andar entre indios y bárbaros sin que nadie le dañara y que nadie
les ofendiera. A Zubiarte su calidad le salvó de los azotes de los que no escapó Solís.
Ambos fueron desterrados por diez años, de los que los cuatro primeros hubieron de
estar en el Morro de la Habana y en San Juan de Ulúa, respectivamente. a ración y
sin sueldo, A.H.N., Inquisición, lego 1732, doc. núm. 69 y 70.
214 Alberro, S., Inquisición y sociedad.. " cit., p. 184.
215 Sobre las características de las penas inquisitoriales ver Gacto Femández, E.,
Aproximación al derecho pena!..., cit., pp. 185-193. Tales características son: ejem-
plaridad, utilitarismo, oportunismo y arbitrariedad.
ANTECEDENTES fIISTÓRICOS 63
una mujer que llevaba presa un familiar del Santo Oficio y por efectuar comunicacio-
nes, A.H.N., Inquisición, lib. 1064, ff.l 84-184v; causa contra Diego de Porras Ville-
rias, estudiante de leyes, natural de México, que se negó a enviar tres carretas de cal
para unas reparaciones de las cárceles secretas e hizo burla del alcaide que le ofreCÍa
su justo valor y, a pesar de ello, las envió a vender a la plaza. Su causa se despachó
en el año 1601 fuera de auto, A.H.N., Inquisición, lib. 1064, fr. 296-296v, su proceso,
que consta de 20 folios, en A.a.N., Índice de Inquisición, t. 183, núm. 1; contra Die-
go López, reconciliado por judaizante en el auto de fe de 1596, que se hallaba reclui-
do en el monasterio de San Francisco, por entrar en las casas del Santo Oficio es-
tando prohibido. Fue condenado a cien azotes, a pesar de que alegó haber entrado por
"haberle forzado cierta necesidad natura!", A.H.N., Inquisición, lib. 1064, f. 297;
contra Nicolás Alemán, hombre rico natural de México hijo de una morisca herrada,
por negarse a ser depositario de bienes secuestrados a un compadre suyo por el Santo
Oficio, A.H.N., Inquisición, lib. 1064, f. 298; contra fray Jusephe Pérez de Huarte,
sacerdote religioso mercedario del convento de su orden en México. Por fingir ser
ministro del Santo Oficio, el reo, que compareció en el auto de fe celebrado el día 25
de marzo de 1605, alegó que "no lo había hecho para ningún fin malo, sino porque le
estimaran y tuviesen por ministro del Santo Oficio", A.H.N., Inquisición, lib. 1064,
ff. 390-392.
218 "ITEN, que los Derechos ponen muchas, graves, y diversas penas alos hijos y
nietos de los hereges y apostatas, que por razón del dicho delito son por tales conde-
nados por los Inquisidores, y avida infonnacion, se hallo, que en muchas partes don-
de se haze inquisicion, no se executan, ni guardan las dichas penas, y sobre ello fue
luenga altercacion entre los dichos señores; y finalmente fue acordado, que los dichos
Inquisidores en sus partidos y lugares, y jurisdicciones, tengan mucha diligencia so-
bre ello, y manden, y pongan grandes penas y censuras de aquí adelante, que los hi-
jos, y nietos de los tales condenados no tengan, ni usen oficios publicas, ni oficios, ni
honras, ni sean promovidos a sacros ordenes, ni sean Jueces, Alcaldes, Alcaides,
Aguaziles, Regidores, Jurados, Mayordomos, Maestresalas, Pesadores, publicas Mer-
cadares, ni Notarios, Escrivanos públicos, ni Abogados, Procuradores, Secretarios,
Contadores, Chancilleres, Tesoreros, Médicos, Cirujanos, Sangradores, Boticarios,
ni Corredores; Cambiadores, Fieles, Cogedores, ni Arrendadores de rentas algunas, ni
otros semejantes oficios que publicas sean, o dezir se puedan; ni usen de los dichos
oficios, ni de alguno dellos por si, ni por otra persona alguna, ni so otro color alguno,
ni trayan sobre si, ni en sus atavios vestiduras, y cosas, que son insignias de alguna
Dignidad, o Milicia Eclesiastica, o seglar", Argüello, G. 1. de, Instruciones del Santo
Oficio... , cit., Instrucciones de Valladolid de 1488, 11, pp. 10v-lI.
ANTECEDENTES HrSTÓRlCOS 65
C. Testimonio falso
223 Gaspar de los Reyes, boticario nacido en Sevilla y avecindado en México, fue
penitenciado en el auto de fe de 28 de febrero de 1574, porque siendo inhábil como
nieto de relajado, había utilizado las cosas prohibidas, además de haber efectuado dos
proposiciones: una sobre que era mejor estar amancebado que casado, y la segunda
acerca de que a los hombres, pobres y afligidos, les era lícito hurtar y petjurar por
cincuenta pesos. Al reo se le impuso el comparecer en el citado auto de fe con vela,
soga, mordaza. abjuración de levi, doscientos azotes y destierro perpetuo de las In-
dias. Es evidente que la condena impuesta fue motivada por las proposiciones reali-
zadas, contribuyendo el uso de cosas pertenecientes a relajados a agravar la pena,
A.H.N., Inquisición, lib. 1064, f. 49.
224 "'Et ratio hiusce rei est, quia lieet testis deposuent eoram Episeopo, attamen
eum in eausis haeresis Episcopus tit iudex, sed símu! cum lnquisitore, maiestas
utnusque ludieis dieitur laesa", Carena, C., Tractatus de Officio Sanctisimae Inqllisi-
tionis .... cit., p. 2, t. 17, § 15, núm. 55, p. 241.
225 Simaneas, J., De Catholid~ institutionibus ... , cit., 1. 64, núm. 86 y 90, pp. 488
Y 489.
226 "Cumque diligentissime perscrutantes, invenerint falsum testem dixisse contra
fratrem suum mendaeium: reddent ei sicut fratri suo facere cogítavit, et auferes ma-
lum de medio tui: ut audientes ceten timorem habeant, et nequaquam talia audeant
facere. Non misereberis eius. sed animam pro anima, oeulum pro oculo, dentem pro
dente, manum pro manu, pedem pro pede exiges.", Deuteronomio, 19: 18-21. Tam-
bién en Éxodo 21: 23-25, y Levitieo 24: 19-20.
227 Simancas, J., De Catholieis institutionibus... , cit., 1. 64, núm. 91, pp. 489-490;
Sousa, A., Aphorismi inquisitontm ... , cit., l. 2, c. 8. núm. 27, p. 155; Gaeto Femán-
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 67
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 69
232 Entre otras: Catalina de Vidaurre, esclava mulata de Luisa de Saavedra, natu-
ral de Villa de los Lagos, de 37 años de edad, había denunciado falsamente de prácti-
cas supersticiosas a María Alonso y a Beatriz de Padilla. Confesó su delito en el tor-
mento, ratificándose a las 24 horas. Fue condenada a 200 azotes por sentencia de 19
de febrero de 1653, A.H.N., InquisÍción, lib. 1065, tT. 347v y 386v; Ana María Váz-
quez, negra criolla, libre, que testilicó sobre prácticas supersticiosas por parte de
Adríana Ruiz, Ángela María, Agustina de Ceballos y Juana Gutíerrez, fue condenada,
el 30 de mayo de 1656, a comparecer en auto público, lectura de su sentencia con
méritos y expresión de las personas a quienes levantó falso testimonio, doscientos
azotes por las calles públicas con insignias de testigo falso con las que habría de salir
en el auto, y a ser vendida a un obraje por diez años y su precio se aplique para sufra-
gar los gastos habidos por ella y aquellas a las que acusó, después de ese tiempo des-
tierro de las ciudades de México y Veracruz veinte leguas en contorno. A.H.N., In-
quisición, lib. 1065, ff. 319-320.
233 Así, Francisco Rodríguez, mulato zambo (hijo de negro e india, o al contra-
rio), natural de Antequera (Oaxaca) o de México, sobre lo que no había certeza, de
oficios cochero y vaquero, que estaba vendido por ocho años a un obraje por lajusti-
cia secular debido a sus delitos, se denunció ante el Santo Oficio de pacto con el de-
monio con escritura de su alma, a cambio de diversos poderes. Todo ello lo realizó
para escapar del obraje donde era maltratado. El tribunal 10 condenó a salir en auto en
fonna de penitente -lo que se llevó a efecto en el celebrado el día 16 de abril de
1646~, con vela, soga, coroza blanca, a abjurar de levi, y por el delito cometido y las
comunicaciones de enrccles que sostuvo, 200 azotes y cuatro años precisos en las ga-
leras de Terrenate, al remo y sin sueldo, García, G., Documentos inéditos .. , cit. pp.
150-151.
234 El soldado de Dragones, José Francisco Dueñas, que estaba sometido a la ju-
risdicción militar en un procedimiento por deserción, se autodenunció en el año 1767
al Santo Oficio de haber celebrado misas sin estar ordenado, para escapar al castigo
de su delito. La Inquisición inició una causa y pasó nota al virrey para indicarle que
el soldado Dueñas quedaba preso en su regimiento a disposición del Santo Oficio.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 71
CiD Y salió por ella, pero fue detenido allí mismo, A.H.N., Inquisición, lib. 1064, f.
29v; asimismo, el día 8 de marzo de 1573, cuando el tribunal de México aún no cum-
plía dos años de existencia, seis presos se huyeron de la cárcel secreta precticando
"una mina y salvado los cimientos que en esta tierra son bajos corno todo se funda
sobre agua .. ", Los fugados, que eran Gómez de León, Francisco Gónzalez, Guiller-
mo de Siles, Pablo de la Cruz, Andrés Martín y un muchacho llamado Guillenno, ha-
bían aprovechado los conocimientos y el plan trazado por un obrero, llamado Miguel
Martínez, que había estado preso en aquella celda. Todos fueron presos y castigados
con azotes, incluidos el proyectista de la obra y el cómplice que los escondió en su
casa. Con más detalles se expondrá este caso en el capítulo dedicado a la pena de
azotes, A.H.N., Inquisición, lib. 1064, ff 28v-29.
238 Fuga famosa de la cárcel secreta fue la de Guillén Lombardo de Guzmán, alias
Guillermo de Lampart, individuo que pretendió segregar la Nueva España del impe-
rio español, y que hallándose procesado por sospechoso de pacto, por lo que iba a ser
condenado no muy severamente, se escapó de la cárcel el día de Navidad de 1650 y
aprovechó la fuga para poner libelos contra el virrey, arzobispo e inquisidores, en las
puertas de las iglesias. Más tarde fue capturado y puesto en un cepo. Sin embargo, no
se le administraron los azotes, lo que llama la atención del inquisidor de la Suprema,
que lo señala en nota marginal (lib. 1065, f 382). Acabó relajado en persona en el
auto de 1659. A.H.N .. Inquisición. lib. 1065. ff. 374-348 Y 390-400. su proceso en
leg. 1729, núm. 5 y lego 1731, núm. 58. Sobre estos procesos se tratará más amplia-
mente en el capítulo dedicado a la relajación.
239 Sobre la vida en las cárceles de la Inquisición mexicana, en el periodo que
abarca el segundo tercio del siglo XVII, ver Alberro, S., Inquisición y sociedad... ,
cit., pp. 223-279.
240 Kamen, l-l., La Inquisición. .. , cit., p. 227. En lo que al tribunal mexicano res-
pecta, y concretándose al segundo tercio del siglo XVII, ver AlberTO, S., Inquisición y
sociedad. .. , cit. pp. 221-276; Reguera, 1., "Las cárceles de la Inquisición de Logroño
(o las amargas desventuras de un desdichado asentamiento)", en J. A. Escudero
(ediL), Pedilesjurídícos de la lnquísición e.\pm/o¡a, Madrid, 1989, pp. 433-438.
241 "Siempre que los Inquisidores sacasen de la cárcel algún preso para enviarle
fuera, en cualquier manera que vayan, si no fuere relajado, mediante juramento le
preguntarán por las cosas de la cárcel, si ha visto o entendido, estando en ella, algu-
nas comunicaciones entre los presos u otras personas fuera de la cárcel, y como ha
usado Su oficio el Alcaide y si lleva algún aviso de algún preso. Y si fuere cosa de
importancia, lo proveerán y mandarán, so graves penas, que tenga secreto, que no di-
gan cosa de las que han visto pasar en la cárcel. Y esta diligencia se pondrá por escri-
to en su proceso, y se asentará como el preso lo consiente, y si supiere finnar lo finne
porque tema qrebantarlo", Argüello, G. 1. de, Instruciones del Santo Oficio ... , cit.,
Instrucciones de Toledo de 1561,58, f. 35.
242 A los que salían de las cárceles, salvo los condenados a relajación, se les hacía
finnar el siguiente documento: "Fuele mandado debaxo del juramento que tiene fe-
cho, y sopena de excomunion mayor latae sententiae, y otras penas (si las quisieren
poner) que tenga y guarde secreto de todo lo que con el ha passado sobre su negocio,
y de lo que ha visto, sabido, oydo, y entendido en qualquier manera, despues que esta
en estas carceles, y no lo diga ni revele a persona alguna, ni debaxo de ningun color.
Prometio de lo cumplir. Y finnolo de su nombre (si supiere.) Passo ante mi fulano
Notario", García, P., Orden que comunmente se guarda... , cit., p. 37.
243 Pérez Martín, A., "La doctrina jurídica y el proceso inquisitorial", en J. A. Es-
cudero (edit.), Perfilesjuridicos de la Inquisición española, Madrid, 1989, pp. 289-
290; Kamen, H., La Inquisición. .. , cit., p. 229,
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 73
12. Masonería
la ciudad de México donde se celebraban, así como para el resto del vi-
rreinato de la Nueva España, los autos de fe significaron unos hitos que
eran recordados durante largo tiempo, si bien hay que precisar que ni el
número de estas ceremonias fue excesivamente elevado ni su composi-
ción multitudinaria, como en los celebrados por los tribunales de la me-
trópoli en los primeros tiempos del Santo Oficio. Con todo, dado que en
esta ceremonia es donde se haCÍan públicas las penas impuestas por la In-
quisición, nos ha parecido oportuno hacer una breve referencia a los cele-
brados en la capital de la Nueva España.
El primer auto de fe posterior a la instauración del tribunal tuvo lugar
en la ciudad de México el día 28 de febrero de 1574, primer domingo de
Cuaresma, y en él comparecieron 71 reos 24? A partir de esa fecha se fue-
ron sucediendo otros con regularidad 24 " hasta llegar al llamado Auto Ge-
neral, célebre por el número de concurrentes y las penas de relajación en
persona que se impusieron, que se llevó a cabo el día 8 de diciembre de
1596, yen el que quedó extinguida la familia Carvajal al ser condenados
a relajación en persona gran parte de sus miembros 24 '
Otro auto importante fue el celebrado el tercer domingo de Cuaresma
del año 1601, el día 25 de marzo, en el cual comparecieron 123 reos, en-
tre los que figuraban un elevado número de condenados en estatua, difun-
tos y ausentes fugitivos. 25o
En la mitad del siglo XVII, entre los años 1646 y 1649, se celebraron
otros autos de fe, particulares, y uno general, el conocido como Auto
Grande, que supusieron el final de la llamada "gran complicidad", dado
que la mayor parte de los reos que comparecieron en los mismos eran
condenados por el delito de judaísmo. 25 ]
247 A.H.N., Inquisióón, lib. 1064, ff. 48-60v. En estos folios obra la "Relu¡yion de
las causas que se determinaron en el aueta publico de la fee que se 'Yelebro en la In-
quish;ion de la c;iudad de rnexico de las Provincias de la nueva spaña Indias del mar
Oc;eano el primero domingo de quaresma que se contaron veinte y ocho dias del mes
de febrero de 1574 años."
24' Destacan los celebrados el6 de marzo de 1575, el 19 de febrero de 1576, el 15
de diciembre de 1577, el II de octubre de 1579 y el24 de febrero de 1590.
249 A.H.N .,Inquisición, lib. 1064, ff. 184-209.
250 A.H.N., Inquisición, lib. 1064, tT. 222-295.
251 Medina, J. T., Historia del Tribuna!. .. , cit., pp. 173-206. Los autos se celebra-
ron el día 16 de abril de 1646, el 23 de enero de 1647, el 29 y 30 de marzo de 1648 Y
el11 de abril de 1649 en que se celebró el llamado Auto Grande.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 75
252 Sobre la celebración de los autos de fe en día de tiesta vid. Gaeto Femández,
E., La costumhre... , cit., pp. 226-228.
253 Entre otros: el celebrado el día 28 de febrero de 1574, primer domingo de
Cuaresma, A.H.N., lnqui.s'ición, lib. 1064, f. 48; el de 6 de marzo de 1575, tercer do-
mingo de Cuaresma, A.H.N., Inquisición, lib. 1064, f. 64; el de 22 de marzo de 1609,
tercer domingo de Cuaresma, A.H.N., inquisición, lib. 1064, f. 441; el celebrado el
segundo domingo de Cuaresma de 1615, A.H.N., Inquisición, lib. 1065, f. 4.
254 El celebrado el día 8 de diciembre de 1596, segundo domingo de Adviento,
A.H.N., Inquisición, lib. 1064, f. 184.
255 El auto celebrado el día 25 de marzo de 1601, esta fecha coincidía con el ter-
cer domigo de Cuaresma. A.H.N., Inquisición, lib. lO64, f 22; en la misma festividad
de la Virgen y el mismo día 25 de marzo se celebró otro auto en el año 1605, A.H.N.,
Inquisición, lib. 1064, f. 379.
256 En dicha plaza se celebraron, entre otros: el de 8 de diciembre de 1596, en el
que fueron relajados nueve reos en persona y dos en estatua, A.H.N., Inquisición, lib.
lO64, ff 184-209v; el del día 25 de marzo de 1601. En este auto hubo tres relajados
en persona y dieciséis relajados en estatua, A.H.N., Inquisición, lib. lO64, ff 222-
305v.
257 Sobre los autos de fe en la época barroca vid. Jiménez Mantesenn, M., "Mo-
dalidades y sentido histórico del auto de fe", en J. Pérez Villanueva y B. Escandell
Bonet (dir.), Historia de la Inquisición en Espmia y América, Madrid, 1993, t. 11, pp.
559-587.
258 Así, el Auto Grande de 1649 se llevó a cabo en la llamada plaza del Volador.
El lugar se preparó para que pudiesen asistir unos 16,000 espectadores. Sobre el ta-
blado en cuestión por el historiador del auto se informa: " ... se levantó el edificio de
la mtJia naranja para los reos, sobre diez gradas de a media vara de alto y dos tercias
de ancho, fabricadas en ochavo, teniendo la primera grada catorce varas de ámbito, y
al respecto subían las demás en disminución, hasta la superior, que remataba en nue-
ve varas de longitud; y sobre el macizo de este cuerpo se volaron cuatro arcos en
cuadro, sobre pedestales, columnas, arqultabre, friso y comisa de orden dórica, con
cuatro escudos con las armas del Santo Oticio, de Santo Domingo y de San Pedro
Máltir, en las cuatro claves de los arcos, sobre los cuales se levantó la media naranja
de henTIosa arquitectura y labor. Estaba adornado todo este cuerpo desde la primera
grada, de pedestales, barandillas y remates que le hacían vistoso en la guarnición so-
bre descollado en el edificio: y dentro el hueco de los cuatro arcos, que era de cuatro
varas y tercia por ángulo, se colocó una hermosísima cruz de verde y oro, dándose le
con razón el más alto y suntuoSO lugar en todo el teatro... ", Medina, J. T., Historia
del Tribunal... , cit., pp. 186-187.
259 Medina nos da noticia del pregón previo al auto de 11 de abril de 1649: "Dos
meses después de haber dado el anuncio a las autoridades, el 11 de marzo se hizo la
publicación solemne de la fiesta, para la cual se invitó a los caballeros y a lo más dis-
tinguido de la ciudad, que se presentaron en las casas del Santo Oticio adornados de
sus mejores galas y preseas, y una vez reunido el acompañamiento, que iba precedido
de las trompetas y ministriles vestidos con Ibreas de diferentes colores en caballos
encubertados, seguidos de los ministros de vara del tribunal y de los caballeros, que
iban precediendo al alguacil mayor ya nombrado, montado en un heml0so caballo,
costosamente enjaezado, en medio del secretario y del receptor general. Diose el pri-
mer pregón a las puertas de las casas del mismo Santo oficio... ", Medina, J. T., His-
toria del Tribunal... , cit., p. 186.
260 Así, en la procesión de la Cruz Verde que precedió al auto celebrado el día 25
de marzo de 1601 participaron más de 700 clérigos y frailes que, provistos de sendas
velas de cera, acompañaron la cruz verde desde la iglesia de Santo Domingo al tabla-
do, Medina, J. T., Historia del Tribunal... . cit., p. 123.
261 El del día 20 de abril de 1603. El auto se celebró en la capilla de San José,
A.H.N., Inquisición, lib. 1064, f. 309.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS 77
guían unos tribunales que llevaban una existencia lánguida pues, de he-
cho, apenas instruían ya procedimientos, y éstos estaban dirigidos sobre
todo a perseguir la subversión contra el orden vigente, en el caso de Mé-
xico a los independentistas encabezados, frecuentemente, por clérigos 267
En cumplimiento del citado decreto de 9 de marzo, el día 14 de junio
siguiente, el virrey conde de Venadito ordenó al tribunal que cesase en
sus funciones y cumplimentase lo dispuesto en el decreto, poniendo en li-
bertad a los presos y remitiendo las causas a los obispos. Dos días más
tarde el inquisidor Antonio de Pereda informa que "el Tribunal ha cesado
inmediatamente en todas sus funciones y queda en el concepto de absolu-
ta extinción". 26R